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Enemigos internos de la mujer
Miomas, quistes y endometriosis
Tumores muy comunes en nosotras
¡Detéctalos y elimínalos! ¿Sabes cuál es la mejor solución?
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ás del 50% de las mujeres desarrollan miomas, quistes en los ovarios o una extraña enfermedad llamada endometriosis durante su vida. Todos estos padecimientos afectan nuestra calidad de vida, ya que producen síntomas que nos hacen sufrir y pueden afectar nuestra fertilidad. Es necesario checarte para tratarlos a tiempo. ¿Qué son los miomas? Son tumores benignos del útero que más de la mitad de las mujeres presentan en algún momento de su vida; es frecuente que no sospechemos tenerlos hasta que crecen o se reproducen, pero es muy importante descubrirlos a tiempo para no permitir que dañen tu matriz. La atención a los síntomas es fundamental. ¿Y los quistes de ovario? Son tumoraciones que crecen en los ovarios llenas de líquido y que pueden causarnos dolor, alteraciones hormonales y la posibilidad de perder estos órganos. ¿Qué es la endometriosis? Una enfermedad muy común, que provoca dolores insoportables durante la menstruación y es la causa número uno de esterilidad en la mujer. ¿Cómo me puedo dar cuenta si tengo alguna de estas enfermedades? Todas estas enfermedades pueden producir los siguientes síntomas: dolor constante durante las menstruaciones, sangrado irregular y abundante, distensión abdominal, dolor al tener relaciones sexuales, fatiga, cambios de humor y malestar general, esterilidad y abortos. ¿Cómo sé si tengo alguno de estos problemas y cuál es el mejor tratamiento? Si sólo tomas calmantes o analgésicos para quitar sus síntomas, estas enfermedades avanzarán y pueden ocasionar estragos en tus órganos reproductivos, destruyéndolos y causándote disminución en tu calidad de vida e incluso esterilidad. ¿Existen opciones aparte de la cirugía? Si, pero tienen un alto índice de fracasos, ya que no los eliminan, únicamente los empequeñecen por un tiempo, por lo que los síntomas disminuyen pero al poco tiempo vuelven y los tumores siguen creciendo. Esto puede hacerte perder tiempo y dinero,
ya que la mayoría que acaban operándose pierden la matriz. Si presentas alguno de estos síntomas lo mejor es acudir al especialista para que haga los estudios necesarios. Ahora existe una nueva técnica, la cirugía laparoscópica. Esta intervención quirúrgica requiere sólo de una milimétrica incisión en el ombligo y no es dolorosa. El cirujano experto en esta técnica eliminará los tumores sin extirpar los órganos reproductivos e incluso reconstruyéndolos. Además, ¡saldrás del hospital el mismo día! Con una recuperación de 5 a 7 días máximo, es una maravilla. La cirugía laparoscópica es uno de los avances más importantes en el cuidado de la salud femenina y sólo la realizan ginecólogos altamente especializados.
¿A dónde puedo acudir? La Clínica de Endometriosis y Cirugía Laparoscópica del Hospital Ángeles del Pedregal cuenta con ginecólogos expertos en estas nuevas técnicas, capacitados para resolver hasta los casos más difíciles, apoyados además por un equipo de especialistas en reproducción, nutriólogas, psicólogas, enfocados a ayudarte a recuperar tu salud y tu calidad de vida por medio de un plan individual.Y si tu problema es que no logras embarazarte, harán lo necesario para que lo logres muy pronto. No dudes en contactarlos, ellos te ayudarán.
4 El síndrome de la mamá perfecta Buscar la perfección puede afectar tanto a nosotras como a nuestros niños.
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ina Sayers (Natalie Portman) es una bailarina de ballet para quien la danza lo es todo y aspira a lograr la perfección; parte de este rasgo está dado por la presión que le infunde su madre Erica (Barbara Hershey), una bailarina retirada, que vive vicariamente a través de Nina. Las consecuencias de exigirse demasiado se revelan en El cisne negro.
amorosas, buenas amigas, hijas y hermanas. La maternidad se convierte en otra área en la que debemos sobresalir: saber exactamente lo que nuestros niños requieren y atender a sus necesidades sin conflicto. Portamos máscaras de perfección, donde parece que tenemos todo bajo control –aunque en el fondo sepamos que no es así–.
Deseamos ser buenas madres, buscamos lo mejor para nuestros hijos y queremos asegurarnos de que estamos haciendo las cosas bien. Queremos evitar rasguños y lágrimas, que estén contentos, que sean saludables, jugar con ellos y tener la casa en orden, tener tiempo para la pareja, los amigos y una buena relación con nuestra madre. Pero a menudo sentimos que no es suficiente, que por más que nos esforcemos, no alcanzaremos el ideal. Y es cierto, porque ser madre perfecta es imposible.
Esto puede tener su origen en diversas causas: rasgos de personalidad, padres que siempre pusieron énfasis en la excelencia o un desorden obsesivo-compulsivo subyacente. Otro factor es que nos comparamos con otras madres que, al igual que nosotros, se empeñan por dar una imagen ideal, por lo que en comparación sentimos que nuestros esfuerzos palidecen.
Pero esto no es una mala noticia, al contrario, ser conscientes de que no podemos aspirar a ser perfectas nos debería liberar del peso. Es necesario entender que a veces cometeremos errores –que nuestros niños también tienen derecho a equivocarse– y que de esto se aprende más. Suena muy sencillo, pero no siempre logramos aplicarlo; lo cierto es que la presión por alcanzar esa excelencia sólo nos lleva al estrés y al desgaste, y esto también afecta a nuestros hijos. Existe una presión para que hagamos todo excelente. Debemos ser profesionistas exitosas, madres
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Quizá la principal consecuencia de permitir que la presión nos gobierne, es que solemos dejarnos a nosotras mismas en último lugar, y sobreviene la enfermedad. Sin embargo, buscar nuestro propio bienestar también es necesario; a veces tenemos que hacer una pausa, dejar de dedicar toda nuestra energía a satisfacer las expectativas de los demás y aprender a decir que no, dejar de buscar la perfección y tratar de ser, simplemente la mejor versión de nosotras.
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6 Enfrentar sentimientos de culpa Las expectativas exageradas pueden llevarnos a vivir en constante culpa, al no verse cumplidas.
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n Antes de Medianoche, tercera parte de la trilogía iniciada con Antes del amanecer, Céline (Julie Delpy) y Jesse (Ethan Hawke) pasean por Grecia al final del verano y conversan sobre la vida que han tenido. En algún punto Celine confiesa que le avergonzaba sentirse desorientada respecto a ser madre y por los errores cometidos con sus hijas, pues ella suponía que debía ser algo instintivo y natural. Nadie nos enseña a ser padres, es un trabajo de prueba y error, por lo que es normal sentir dudas. A veces recurrimos a otras personas por consejo y otras veces, vienen sin que les llamemos –con la mejor intención–, para instruirnos desde su experiencia, señalar lo que leyeron en un artículo o compartirnos sus preocupaciones, –haciéndolas nuestras–. Nos cuestionamos si estamos haciendo las cosas bien y no es raro que caigamos en sentimientos de culpa. Nos decimos que podríamos ser más ordenadas, que podríamos dedicar más tiempo a nuestros hijos, leemos libros y artículos sobre cómo ser mejores madres, pero nos cuesta trabajo aplicar todas las enseñanzas, nos sentimos cansadas y las cosas no siempre salen como las planeamos; hacemos el esfuerzo de ser las mejores madres posibles, pero a veces cometemos errores. Somos humanas, no debemos ser tan duras con nosotras. Lo cierto es que la culpa está a menudo sustentada por las ideas aprendidas sobre cómo "debería ser"
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la maternidad. Desde pequeñas nos dicen que ser madre casi nos coloca en un lugar de santidad y absoluta devoción hacia nuestros niños; por lo que el cansancio y el hartazgo –que en realidad son naturales– nos hacen sentir culpables pues deberíamos estar disfrutando cada minuto de ser mamás. El trabajo también suele ser una fuente de culpa, pues algunas madres sienten que no pasan suficiente tiempo con sus niños o que dejarlos al cuidado de alguien más las hace malas mamás. Los juicios de terceros sobre la forma en que ellos harían las cosas, no facilitan la situación. No existe una forma correcta de ser padres e incluso los consejos de expertos a menudo se contraponen; será necesario probar distintas cosas, conocernos nosotras y a nuestros hijos y entender que se vale equivocarse. En lugar de permitir que la culpa te consuma, enfócate en las cosas que están bien, no te compares y recuerda que todos tenemos días malos. Lo más importante, es que no seas tan dura ni contigo, ni con los tuyos.
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8 Ser una buena madre sin morir en el intento Aspiramos a ser buenas madres pero, ¿a qué se refiere esto?
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er madre no es fácil, hay altas y bajas, sufrimientos y aprendizajes. La fuerza del cariño sigue la relación entre una madre, Aurora Greenway (Shirley MacLaine), y su hija Emma (Debra Winger) a lo largo de 30 años en su búsqueda de la felicidad, el amor y su lucha por superar las adversidades. ¿Qué implica ser una buena madre? Los criterios son diversos y la perspectiva de cada persona es diferente, no existe una guía infalible para ser buena madre, no hay recetas, ni lineamientos que apliquen a cada niño. Ser “buena madre” es más bien una etiqueta, una aspiración que suele poner más presión y estrés en nosotras. Pero qué tal si en lugar de intentar ser “madres perfectas”, “súper mamás” o “buenas madres” intentáramos solo disfrutar ser mamás. Existen muchos libros y guías en el mercado sobre lo que ha funcionado a distintas personas, pero no hay reglas que apliquen a todos. Es necesario probar, equivocarse y aprender. Los consejos pueden ayudar, pero lo cierto es que cada niño es diferente y requerirá un enfoque distinto. Esta no es una guía para ser buenas madres, solo algunas ideas que esperamos te resulten útiles: • Alienta y apoya a tus hijos, incluso si no estás del todo de acuerdo con sus decisiones. • Déjalos cometer sus errores y enséñales que pueden aprender de ellos. • Sé paciente.
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• Sé consistente. • Establece límites. • Abre un canal de comunicación con tus hijos, asegúrate de que sepan que pueden contar contigo para escucharlos sin juzgarlos. • Haz espacio para divertirte con ellos. • Cultiva su independencia. • No los consientas demasiado. • No compares tu desempeño como madre ni a tus hijos, con los de los demás. • Recuerda que los niños aprenden del ejemplo; práctica los hábitos que te gustaría que ellos cultivaran. • Mantén tus pasiones y deseos vivos, tus hijos también aprenderán a seguir sus intereses. • No te culpes si las cosas no salen como quieres; recuerda que las cosas salen mal de vez en cuando. • No busques la perfección. Por trillado que suene, asegúrate de brindarles un entorno amoroso que los impulse a ser la mejor versión de sí mismos. Sobre todo, recuerda que la presión y el estrés proviene principalmente de la forma en que manejamos las cosas, así que en lugar de tratar de sobrevivir a la maternidad, intenta disfrutarla con todo y sus tropezones, sin ser tan dura contigo misma.
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10 Aprender a priorizar En una vida tan ajetreada aprender a jerarquizar nuestras actividades puede ser un gran beneficio.
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in tiempo para otra cosa que no sea el trabajo, J.C.Wiatt (Diane Keaton) es una mujer dedicada a su carrera, hasta que la muerte de un primo lejano, hace que llegue a su vida Elizabeth, una bebé. Pronto su vida se ve transformada pues ya no puede ser esa mujer de negocios ideal. Sin embargo, aprende a darle un nuevo orden a su vida en Baby Boom.
Ser mamá es un trabajo sin horarios, que debemos intercalar con el de esposa, profesionista, amiga o hija. A veces sentimos que por más que hacemos malabares para tener todo bien, no logramos cumplir con todas las expectativas; sin embargo, podemos hacer las cosas de la mejor forma posible. Para lograrlo es necesario estar en armonía con nosotras y encontrar ese equilibrio entre las distintas áreas de nuestra vida; la clave es aprender a priorizar. No es posible aumentar horas a nuestro día, pero para hacer rendir el tiempo, podemos comenzar por clasificar y organizar nuestras actividades. Es necesario cuestionarnos sobre la verdadera importancia de cada tarea, pues en ocasiones gastamos tiempo en cosas que son insignificantes y nos frustramos porque los pendientes no terminan. Delegar también es necesario, pues a menudo, en nuestro deseo de hacer las cosas a nuestra manera, no nos permitimos confiar en que alguien más puede hacerlo, cuando esto nos podría quitar un peso de encima. Con tantas cosas entre manos, resulta im-
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posible dedicarle la atención adecuada a cada una. Es necesario dejar de querer tener el control. Asignar tareas a nuestros hijos no sólo hará el trabajo más sencillo para nosotras, sino que les enseñará sobre el valor de la responsabilidad. Confiar en nuestros compañeros de trabajo, aliviará el estrés. Otro elemento de presión es el tiempo que dedicamos a nuestros niños. Se trata de calidad no de cantidad; lo importante no es cuántas horas pases con ellos, sino que ese tiempo sea realmente valioso y permita estrechar la relación. Por supuesto que los hijos ocupan un lugar prioritario, pero no es necesario que estemos ahí cada minuto del día, sino que ellos sepan que estaremos presentes cuando más lo necesiten. Finalmente, recuerda que es necesario apartar un espacio para ti. Nuestros niños merecen tener madres felices y si no estamos bien con nosotras mismas, no podremos brindarles la mejor orientación o estar verdaderamente ahí para ellos. Encontrar nuestro propio balance no sólo nos ayudará a sentir nos más descansadas, sino que estaremos motivadas y con mayor energía para cumplir con todo y enfrentar cualquier reto.
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14 Test: ¿Qué estilo de crianza utilizas? Existen cientos de libros, revistas, programas y consejos sobre cómo educar a nuestros hijos; sin embargo, hay muchas formas de ser mamá y cada una tiene pros y contras ¿Cuál es la tuya? ¿Qué tan importante es la organización en el día a día de tus hijos? a) Trato de que mantengan una rutina: escuela, actividades, comida, tareas, etc. b) En general busco darles la libertad de improvisar. c) Busco un balance entre el tiempo libre y las cosas que deben hacer. ¿Ayudas a tus hijos con su tarea? a) Le explico lo que no entienda, pero procuro dejar que lo haga. b) No, creo que la mejor manera de que aprendan es que averigüen cómo hacerlo ellos mismos. c) Sí, estoy al lado orientándolo en cada paso. ¿Dejas a tu niño dormir contigo? a) No, reglas son reglas y debe dormir en su propia cama. b) Intento explicarle que debe dormir en su cama y que los niños grandes duermen solos. c) Si quiere dormir con nosotros, no veo por qué no pueda hacerlo. ¿Ayudan tus hijos con las tareas del hogar? a) Claro, si no lo hacen saben que enfrentarán consecuencias. b) Dejo que lo decidan, pero saben que hacerlo tiene su recompensa. c) No. Ya llegará el momento en que tengan que hacerlo, por ahora los consiento. Los castigos son… a) Una forma de enseñar a los niños sobre los límites. b) Un mal necesario para que los niños aprendan a comportarse. c) Algo que me parte el corazón, pero es necesario. ¿Cuál es tu objetivo como madre? a) Que mi hijo crezca como un adulto responsable. b) Que mi hijo sea independiente y autosuficiente. c) Que mi hijo sea una persona feliz y creativa.
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Mayoría de a. Mamá disciplina Tu objetivo es enseñar a tus hijos sobre la responsabilidad, el respeto, el orden y la rutina. Con límites y reglas les has enseñado a no hacer berrinches –contigo no funcionan– y que el trabajo duro tiene beneficios. Solo ten cuidado de no ser tan rígida, pues podrías afectar su espontaneidad; también es importante que junto a la disciplina, exista un balance con el afecto. Mayoría de b. Mamá libertad Disfrutas mucho a tus niños y quieres impulsarlos a que sigan su intuición e imaginación; los motivas a expresar lo que piensan, sienten, les haces saber que sus opiniones son válidas y los motivas a explorar. Quieres darles a tus hijos la suficiente independencia y espacio para que crezcan y aprendan. Es necesario que exista un balance entre la libertad y los límites, ellos también deben saber que hay responsabilidades. Si has encontrado el balance entre escucharlos y hacer que te escuchen, y mientras no se pierda de vista la autoridad en la relación, todo estará bien. Mayoría de c. Mamá cariño. Tus niños son el centro del universo para ti, lo más importante es verlos felices. No tienes problema para involucrarte en sus juegos, los apoyas y tratas de darles todo lo que deseen. Quieres motivarlos a lograr todo lo que se propongan y vivir con pasión. Mientras el cariño y el apoyo son importantes, es necesario que esto se balancee con la adecuada estructura y responsabilidades, recuerda que algún día deberán crecer y ser responsables de ellos mismos.
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