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4 Mitos sobre las personas introvertidas Muchas veces tenemos una idea sobre las personas que dista mucho de la realidad.
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ivimos en un mundo de etiquetas. Clasificamos y señalamos todo y a todos por la impresión que nos dan. En el caso de las personas introvertidas, es común caer en el error de juzgar sus rasgos introvertidos como de timidez y creer que sabemos cómo son, solo por la interpretación que le damos a lo que vemos. Pero muchas veces las cosas no son lo que parecen, he aquí algunos mitos sobre este tipo de personas para que aprendas a conocer cómo son realmente. Mito 1. Tienen problemas para conversar. Este es uno de los mitos más comunes. Es cierto que el introvertido no habla mucho, pero no es porque le cueste trabajo o no le guste hacerlo. Simplemente prefiere hablar cuando tiene algo que decir, no le gusta hablar por hablar. Cuando llegan a un tema que realmente les interesa, es difícil mantenerlos callados. Mito 2. Son solitarios y no les gusta la gente. Que quede claro, los introvertidos NO son antisociales. Aún cuando disfrutan el tiempo a solas para estar con sus propios pensamientos.También pueden sentirse muy solos si no tienen con quien compartir lo que piensan. Los introvertidos valoran muchísimo a sus amigos y disfrutan tener una conexión sincera con ellos. Mito 3. Son distantes y ausentes. Ser introvertido implica darle mucho peso al mundo interior, pero esto no significa que no sean capaces de ver lo que ocurre a su alrededor, es sólo que
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ese mundo de pensamientos y emociones les resulta más llamativo y estimulante. Mito 4. Son raros. La gente suele tachar de raro aquello que no sigue lo que es el común, estadísticamente. Pero no es que sean raros, sino que suelen ser personas individualistas, no hacen las cosas porque es “lo que todos hacen”. No les gusta seguir a la multitud. Piensan en sí mismos y no siguen esas convenciones, por eso frecuentemente hacen cosas diferentes a lo establecido, pero eso no los convierte en raros. Mito 5. Si fueran más extrovertidos serían más felices. Este es el principal problema al que se enfrentan los introvertidos. La gente a su alrededor les dice que deben cambiar para mejorar. Se ve la introversión como un rasgo negativo y no es así. Buscar cambiar lo que eres es negarte a ti mismo y puede llevarte a la frustración, y por ende, a la infelicidad. Debemos aceptarnos como somos, introvertidos o extrovertidos, debemos respetar y entender que las diferencias aportan diversidad y riqueza a nuestra sociedad.
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ESTRATEGIAS PARA SER MÁS FELIZ
No se trata de lo que tenemos o logramos, sino de cómo vivimos, nuestra forma de ver el mundo y de actuar ante las situaciones.
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a felicidad es lo que, a fin de cuentas, todos estamos buscando. Existen cosas distintas que hacen sentir feliz a cada persona, pero quizá el asunto es que a menudo confundimos felicidad con éxito. Ser feliz es un estilo de vida y aquí te dejamos algunas estrategias que puedes incorporar a la tuya para lograrlo.
1. Fortalece tus relaciones. Estar en contacto con tu familia, amigos y tu comunidad en general te ayudará a evitar la depresión. Las personas felices tienen más relaciones significativas y eso les da un mayor significado a sus vidas. En los últimos años la presencia de la depresión ha aumentado de forma dramática y uno de los principales factores parece ser precisamente la falta de unión entre las personas y sus comunidades.
2. Sé agradecida. Todo empieza con un “gracias”. Agradecer ayuda a aliviar el estrés, incrementa la autoestima, nos ayuda a sentirnos satisfechas y reduce las emociones negativas. Cuando agradecemos nos damos cuenta de lo que hemos logrado y nos sentimos mejor con nosotras mismas. 3. Ofrece tu ayuda. Brindar apoyo a las personas, también te beneficia a ti. Investigaciones demuestran que existe una correlación entre tener una actitud servicial y el bienestar, salud y longevidad. Hacer bien a los otros te ayuda a sentirte bien respecto a ti y respecto a ellos, lo cual mejora tu estado físico y psicológico. 4. Cuida tu salud. Esto no sólo significa hacer ejercicio y comer saludablemente, sino aprender a cuidar tu cuerpo y tu mente. Aprende a manejar el estrés, sonríe más, llénate de energía y entusiasmo. 5. Sé optimista. No hablamos de un optimismo en el que todo es luz y alegría, sino de un optimismo realista que implica tener actitud positiva principalmente en tres sentidos: • Enfoca tu energía en lo que está en tu control. • Acepta lo que no está en tus manos. • Aprende a separar las cosas. 6. Dale un sentido a tu vida. Trabajar para conseguir tus objetivos es una de las estrategias más importantes para ser feliz. Saber que estás haciendo algo, que tienes una meta que alcanzar te ayudará a vivir con más energía, motivarte, mantenerte activa y ser más feliz.
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8 onquistando a C un introvertido Enamorarse puede resultar todo un reto para un introvertido.
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es que ese vivir en su mundo y socializar poco no da mucho espacio a conocer gente nueva o encontrar el amor. Suelen pasar inadvertidos, pero los introvertidos están en todos lados: en una librería, leyendo en un café, buscando un poco de calma en medio de una fiesta o en Facebook sin llamar mucho la atención. Sólo observa con cuidado y tal vez encuentres en un introvertido al amor de tu vida. Si eres extrovertida tal vez no te cueste mucho trabajo llegar a hacer conversación. Pero asegúrate de no estar invadiendo su espacio o privacidad. El lenguaje corporal resulta un buen aliado en este sentido, puede que él esté demasiado entretenido en su lectura y no reciba bien una interrupción. Pero si el hombre en cuestión está mirando alrededor cada pocos minutos, puede que esté buscando alguien con quien hablar. Normalmente un introvertido no rechazará una conversación, solo sé sutil a la hora de acercarte. Siendo introvertida las cosas se complican un poco, es probable que ambos estén lanzándose miradas furtivas, pero alguno de los dos tiene que hacer un movimiento, de lo contrario solo a eso llegará: miradas. Para dar ese primer paso, tu capacidad de observación puede ser útil, fíjate en algún detalle de esa persona y acércate a iniciar la conversación, te darás cuenta de que no es tan difícil.
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Una buena forma de mantener la conversación es preguntarle su opinión, a menudo los introvertidos piensan mucho sobre distintos temas pero no dicen lo que opinan a menos que alguien se los pregunte. También es importante que la conversación sea más o menos sustancial, de lo contrario, el introvertido perderá el interés. Si tienen contacto visual es una buena señal, significa que has superado su indiferencia. En resumen, si quieres acercarte a un introvertido sólo pregunta algo y que la conversación fluya.
3 aspectos a tener en cuenta: 1.- El silencio no es una señal de distanciamiento: Suelen disfrutar el momento de estar sencillamente a tu lado. 2.- Tendrás menos conflictos: Piensan en las consecuencias antes de decir o hacer algo. 3.- Su vida social es diferente: Deciden cuándo socializar y cuándo no hacerlo.
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10 Malas decisiones o destino "Somos libres de elegir, pero debemos aceptar la responsabilidad de nuestras elecciones." Jean Paul Sartre
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ita estaba indecisa, había recibido una invitación para asistir a una conferencia que hacía tiempo le interesaba, pero había un problema, ella y su novio habían reservado un fin de semana en la playa en la misma fecha que la conferencia. No sabía cómo plantearle la situación a su novio, así que ni siquiera lo mencionó y se fue de vacaciones. Sin embargo, no pudo disfrutarlas, todo el tiempo estuvo pensando en la conferencia y el clima tampoco ayudó, pues estuvo lloviendo todo el fin de semana. A su regreso, se encontró con una amiga y le habló maravillas de la conferencia. Rita estaba arrepentida, pues sintió que había tomado la decisión equivocada. Tenemos la capacidad de elegir, está en nuestras manos decidir lo que queremos y lo que hacemos o no, sin embargo, las elecciones también pueden ser atemorizantes, pues implican la gran responsabilidad de darle un rumbo a nuestra vida. Por supuesto, tomar una buena decisión nos hace sentir muy bien, pero ¿qué hay de aquellas ocasiones en que elegimos mal?. Fallas, errores, malas decisiones. Cuando no elegimos la mejor opción podemos sentirnos culpables o avergonzadas. Pero al final, todo depende de cómo decidimos ver las cosas. Podemos sumirnos en las dudas por haber fallado o podemos aprender de nuestros errores. Rita aprendió de esta experiencia que debe decir lo que quiere, pues de haber hablado, aún existía la posibilidad de cambiar la fecha del viaje.
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La libertad de elegir puede ser engañosa, pues significa que tenemos la habilidad de hacer lo mejor de nuestras vidas, pero también implica que podemos echar a perder todo. Lo importante es cómo utilicemos esas experiencias para futuras elecciones. Si decidimos poner nuestros errores en el contexto del destino, podemos ver que todo tiene una razón, incluso aquello que parece un error. Ya sea que consideremos que nuestro futuro depende enteramente de nosotras o de otros factores, lo importante es que aprendamos de lo vivido para tomar decisiones más sabiamente. Todas nuestras elecciones implican una consecuencia, positiva o negativa, debemos quitarles la etiqueta de errores o fracasos, pues simplemente son experiencias que nos ayudan a aprender y crecer. Te recomendamos: "El Libro de las Decisiones" de Mikael Krogerus y Roman Tschäppeler En este libro encontrarás los 50 modelos más importantes que existen para tomar decisiones sin importar el tipo de disyuntiva, ya sea personal o profesional. Encontrarás respuestas a preguntas como: ¿Cómo saber si estoy persiguiendo el objetivo correcto? ¿Cómo aprender de mis errores? ¿Por qué el 80% de los resultados se obtiene con el 20% del esfuerzo?
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LA BATALLA CONTRA LO ORDINARIO
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ay personas para las que no hay punto medio, todo o nada. Para quienes no basta llegar a la meta, hay que hacerlo más rápido, mejor y como nadie lo ha hecho. Para ellos no será suficiente ser un empresario exitoso o un pintor reconocido, necesitan saber que son los mejores. Sin embargo, son impacientes y con frecuencia les cuesta entender que no se puede llegar a la cima de un salto.
Hay quienes entienden que lograr el éxito toma tiempo, esfuerzo y paciencia; hay otros que lo saben, pero muestran cierta resistencia a emprender el camino, porque en el fondo temen cometer un error que los aleje de ese futuro especial al que están destinados. Estas personas, a diferencia de muchos, saben exactamente qué es lo que quieren; el problema es que el camino para obtenerlo puede sentirse sin sentido y absurdo porque ellos quieren que lo extraordinario llegue ya. No es un simple problema de impaciencia, tampoco de pereza, se trata más bien del rechazo a tener una vida ordinaria. Todos tenemos que pagar cuentas, aprender, mejorar cada día y dar pequeños pasos para llegar a donde queremos. Sin embargo, con frecuencia estas personas confunden el ser extraordinario con tener una vida extraordinaria. No se dan cuenta que, para alcanzar la cima, hay que tomar muchos pasos mundanos en el camino, ocuparse de los pequeños detalles, avanzar poco a poco. Con frecuencia puede tratarse de personas que se consideran más preparadas o talentosas de lo que son en realidad, lo que a veces puede ponerles en conflicto con quienes podrían ayudarles, pues no les gustan que les digan qué es lo que tienen que hacer o cómo pueden mejorar. No están dispuestos a tomar nada por “debajo de lo que merecen”, lo que puede alejarlos de tomar esos primeros pasos necesarios para lograr sus sueños. No
están dispuestos a aceptar que a veces es necesario empezar desde abajo, pues se sienten tan especiales que lo consideran degradante. ¿Es una cuestión de autoengaño? No necesariamente, no es una cuestión de talento. El principal problema de este tipo de personas es que están esperando que alguien los rescate, que alguien se haga cargo de ellos. Para estas personas la idea de que ellos mismos pueden crear su realidad, parece estar fuera de sus creencias. Son personas que están buscando que el final feliz llegue a ellas. ¿Podrías ser una de éstas? Te dejo un pequeño ejercicio para que lo averigües.
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rimero imagina cuál sería tu final feliz. Cómo desearías que ocurriera ese sueño. ¿Ya lo tienes claro? Ahora pregúntate lo siguiente: • ¿Tu fantasía requiere la acción de alguien externo para convertirse en realidad? • ¿Es el tipo de recompensa que llega solo “para personas especiales”? • En tu fantasía ¿alguien te descubre o te encuentra? • ¿Sientes que tu vida no tendría sentido sin este final feliz? Si respondiste que sí a estas preguntas es muy probable que estés esperando que la buena suerte venga a cambiar tu vida. Pero es necesario entender que mientras esperas pasivamente, no hay forma de que tus sueños se puedan convertir en realidad. Y seguramente lo sabes, pero ¿por qué lo hacemos? ¿por qué estamos esperando ser rescatados?
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15 Test: ¿Qué tan tímida eres? Sentir cierto grado de timidez en determinadas situaciones es algo normal. Todas nos hemos sentido así en algún momento. Sin embargo, hay grados de timidez que no son tan normales, para saber qué tan tímida eres aquí te dejamos este test. Califica del 1 al 5 que tan identificada te sientes con las siguientes afirmaciones. Siendo: 1 Para nada identificada / 2 Poco identificada / 3 Neutral / 4 Algo identificada / 5 Muy identificada. Me siento nerviosa cuando estoy con personas que no conozco bien.
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Soy un poco torpe socialmente.
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Me resulta difícil preguntar por información.
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Me siento incómoda en fiestas y otras reuniones sociales.
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Cuando estoy con un grupo de personas, me cuesta trabajo pensar en lo que debería decir.
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Me toma tiempo superar mi timidez en situaciones nuevas.
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Me cuesta trabajo actuar de forma natural cuando conozco gente nueva.
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Me siento nerviosa cuando hablo con alguna autoridad.
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Tengo dudas sobre mi capacidad social.
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Tengo problemas para ver a alguien a los ojos.
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Me siento inhibida en situaciones sociales.
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Me cuesta trabajo hablar con extraños.
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Soy más tímida con miembros del sexo opuesto.
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Total: ____
Suma los puntos que obtuviste. Si tu resultado está entre 34 y 49, eres un poco tímida, pero nada de lo que debas preocuparte. Si sumaste menos de 34, no eres una persona particularmente tímida, aunque puedes sentirte así en determinadas situaciones. Si tu resultado es mayor a 49, probablemente eres demasiado tímida. Si sientes que eso está afectando tu vida, tal vez sea conveniente que busques ayuda especializada para tratar tu problema de timidez. Fuente: Conquering Shyness de Jonathan M. Cheek
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