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Hagamos Ruido por las y los desaparecidos
Denuncias. Más de 30 mil casos de personas no localizadas corresponden a los últimos tres años.
La película Ruido estrenada el pasado 11 de enero a través de una de las plataformas de streaming más conocidas, es un reflejo de lo que sucede en México en el tema de las desapariciones forzadas, donde las cifras de la ONU estiman en más de 100 mil personas sin encontrar desde hace 58 años (1964-2022).
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De acuerdo con la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, esta es la desgarradora realidad que vive nuestro país, por más que el actual gobierno de la Cuarta Transformación trate de echarle culpas a los anteriores gobiernos. Los cálculos no oficiales señalan que más de 30 mil casos de personas no localizadas corresponden a los últimos tres años, aunque en este Gobierno siempre tienen otros datos.
Afirmar que es un problema del pasado no es del todo correcto, ya que, si bien es cierto, la mayoría de los desaparecidos y desaparecidas fueron de las administraciones de extracción priista y panistas, eso tampoco es un consuelo para las miles de familias que atraviesan por esa terrible situación.
En ese mismo sentido se expresaron integrantes del Comité Contra la Desaparición
Forzada y el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias, quienes advierten sobre la gran preocupación por la tan desgarradora tragedia que vive México, y llamaron a las autoridades a esforzarse más porque los atropellos siguen ocurriendo.
En el filme Ruido grabada en el estado de San Luis, detalla la historia de Julia (Julieta Egurrola) quien busca a su hija Gertrudis, debido a que luego de un viaje con unas amigas ya no regresa supuestamente por consumir cocaína de un grupo antagonista, y por ello la secuestra otro grupo de la delincuencia. Ahí comienza su odisea narrando el calvario de las madres buscadoras.
La vida real no dista mucho de la ficción, y como sucede muchas veces, la supera. Los datos desagregados del registro nacional mexicano indican que cerca de la cuarta parte de las personas desaparecidas son mujeres y que un 20 por ciento era menor de 18 años cuando desapareció.
Lo que mucho se ha dicho, es que el 97 por ciento de las desapariciones cuya fecha se conoce sucedieron a partir de diciembre de 2006, cuando el presidente
Felipe Calderón asumió el poder e instauró un modelo militarizado de seguridad pública.
En la entrevista publicada en el sitio de Naciones Unidas, señala que de 1965 a 1990 durante la llamada “guerra sucia” las desapariciones respondían a motivaciones políticas principalmente. En cambio, después de 2006 se llevaron a cabo en el contexto de la “guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado” declarada por Calderón.
Suponiendo sin conceder que gran parte de la responsabilidad recae sobre el ex mandatario panista, en los últimos tres años ese fenómeno tampoco ha disminuido. Los padres y madres siguen denunciando falta de apoyo por parte de las actuales autoridades. Sea como sea, sigamos haciendo Ruido por las y los desaparecidos.
Miguel Ángel Vargas miguelangel.vargas@milenio.com