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YO DIGO - La crisis del agua en Hidalgo
Mala planeación. Hidalgo no podrá contar con una buena distribución de agua si no se soluciona a nivel nacional la planeación del crecimiento urbano y el desarrollo territorial.
Resulta una obviedad el hecho de que la mala planeación del crecimiento urbano y el desarrollo territorial en Hidalgo, en sus zonas más pobladas, tenga como resultado la falta de agua para todos los habitantes, malos servicios públicos y carencia de buena calidad de vida, con todo lo que implica la falta de oportunidades, inseguridad, desigualdad, desempleo y todo lo demás.
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Sin embargo, hay factores clave que pegan de lleno en el desarrollo humano de una población y el principal es el acceso al agua, un derecho humano universal y que, hasta el día de hoy, no se está garantizando en la zona metropolitana de Pachuca, Mineral de la Reforma, Zempoala, Epazoyucan, San Agustín Tlaxiaca, Zapotlán, Tolcayuca, Villa de Tezontepec, Tizayuca y buena parte de la región del Altiplano hasta los límites con Tlaxcala y Estado de México.
Si a lo anterior le sumamos que por décadas se ha mantenido en abandono la política de planeación en materia de vivienda y edificación de comunidades (ya ni decir sustentables) para que localidades tengan abasto y servicios, vemos cómo hoy se sufre hasta para contar con líquido para las actividades más básicas como las sanitarias.
A la crisis de falta de agua (llámele usted por poca extracción de los organismos de agua), o porque no hay presupuesto, porque Conagua no le permite a Hidalgo contar con más agua que los demás estados del Valle de México, porque no hay dinero, porque no paga la gente, por todo lo que guste y mande, el caso es que ni en las propias viviendas del estado se han tomado previsiones.
Constructores y desarrolladores se han enriquecido a costa de los créditos inmobiliarios de
Infonavit, de los bancos, de los ciudadanos, y de trabajadores que costean casas con pésima planeación para formar nuevas generaciones.
Sabiendo que hay desabasto de agua, se siguen autorizando desarrollos habitacionales sin mínimas condiciones como pozos de extracción comunitaria, cisternas en cada hogar como regla obligatoria de construcción, así como tinacos, con el fin de que no falte el agua en casa. De acuerdo con el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2020, en Hidalgo hay 857 mil 174 viviendas de todos los estratos, para una población de poco más de 3 millones de habitantes.
De ese universo, solamente el 22 por ciento cuenta con cisterna o aljibe, por lo que casi el 80 por ciento de las casas en Hidalgo no tienen una captación o retención de agua para las épocas de estiaje, sequía, desabasto y no hace falta ser visionario, los ejemplos están a la vista de todos.
También las cifras oficiales detallan que al menos 73 por ciento de esas más de 857 mil viviendas, sí tienen acceso a un tinaco, por lo que se puede decir que hay ciertas condiciones para enfrentar un desabasto; sin embargo, no es parte de una política pública de gobierno, ni de ningún plan de políticos y partidos, el poder ofrecer una solución al tema del acceso al agua potable.
Diferencia abismal
Según datos de este año, que se ofrecieron en foros de discusión en la Cámara de Diputados en San Lázaro, al Valle de México le tocan apenas 144 metros cúbicos por habitante; mientras en la frontera sur cada persona cuenta con 18 mil litros diarios.
También, se confirmó este año que sólo 20 por ciento del líquido usado en el país es tratado y la mayoría de cuerpos de agua están contaminados y sobreexplotados.
A esto se suma que en los últimos 110 años la reserva de agua por persona en México se redujo más de 88 por ciento, al pasar de 31 mil a sólo 3 mil 586 metros cúbicos anuales. Además, hoy existen más de 12 millones de personas sin agua potable y ocho de cada 10 cuerpos de agua están contaminados con descargas industriales.
A lo anterior se suma que la Comisión Nacional del Agua, sí ha decretado que hay una crisis muy complicada en cuanto a la captación, extracción y distribución, al grado que 2022 se perfila como el segundo año con la menor recaudación, solamente superado por 2009.
El abastecimiento del Sistema Cutzamala a la fecha es de poco más de 373.2 millones de metros cúbicos de agua, iguales a 47.7 por ciento de su capacidad total, por lo que se contabiliza un déficit de 153.3 millones de metros cúbicos.
Hidalgo no podrá contar con una buena distribución del agua para las viviendas de sus habitantes, sino se soluciona a nivel nacional el tema, y si no se permite a los municipios intervenir en la planeación de las construcciones, sin permisos a manos abiertas y cheques en blanco a constructoras, que no garanticen casas con cisternas como mínimo para que en caso de desabasto, que ya es algo permanente, se puedan tener opciones de captación, sin contar el desarrollo de tecnologías sustentables como la de agua de lluvia, algo que ni en sueños vemos de cerca para el cuidado del medio ambiente.
Eduardo González eduardogonzalez.lopez@milenio.com