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YO DIGO - Municipios sin estrategias de seguridad

Crisis. Entre enero y abril de este año se han iniciado un total de 18 mil 522 carpetas de investigación por actos de delincuencia en el estado.

Hidalgo vive un momento tenso en materia de seguridad y aunque no se encuentre ante un panorama desbordado o de claro enfrentamiento con las células delictivas del país, sí hay una situación de gravedad en varios municipios.

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Los hechos ocurridos el pasado domingo 14 de mayo en Atotonilco de Tula fueron el inicio de la discusión que ha durado toda la semana respecto a la inseguridad y la presencia del crimen organizado en Hidalgo.

Sin embargo, la crisis de ingobernabilidad que lleva a la gente a estar armada, a delinquir, a permitir que ocurran todo tipo de actos ilícitos y de corrupción en sus colonias y comunidades, no es de ahora ni de hace 8 meses, ni siquiera del gobierno anterior; se trata de un fenómeno que tiene al menos una década aquejando a los hidalguenses de la franja limítrofe con el Estado de México, tanto en la zona de Tula y Tepeji como en la de Tizayuca y la carretera México-Pachuca.

Por la vecindad metropolitana se trata evidentemente de casos en donde el narcomenudeo, el huachicol, el secuestro y la extorsión tienen mayor presencia que en otras partes de Hidalgo; las estadísticas muestran que al menos la mitad de las denuncias que cada año contabiliza la Procuraduría provienen de dichas áreas metropolitanas además de la capi- tal Pachuca, donde recae todo el peso político de la inseguridad.

El gobernador Julio Menchaca tiene claro el panorama para actuar en contra de los grupos delincuenciales; incluso cuenta a comparación de los gobiernos anteriores, con el apoyo de las fuerzas armadas y de la presidencia de México para poder dar un giro en la política de seguridad.

Un punto de partida son los municipios cuyas corporaciones son las más vulnerables ante la fuerza de fuego del crimen organizado, quienes aprovechan que hay pocos agentes en zonas como Atotonilco de Tula, Tepeji del Río y Tula de Allende para ingresar y operar a sus anchas.

Las formas en las que se ha adentrado la delincuencia en las colonias y fraccionamientos habla también de la falta de recuperación del tejido social y del aumento en la marginación y pobreza, así como las pocas oportunidades para que se mejore la calidad de vida de los hidalguenses que habitan en dichas partes. Es todo un reto que tendrán que afrontar y tratar de solucionar ahora con el gobierno de la 4T en Hidalgo.

De acuerdo con información obtenida por MILENIO Hidalgo, entre enero y abril de este año se han iniciado en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo, un total de 18 mil 522 carpetas de investigación. Los delitos más denunciados en los cuatro primeros meses del 2023 son el robo con cuatro mil 72 carpetas de investigación, violencia familiar con dos mil 437, lesiones con mil 978, amenazas con mil 49, daño a la propiedad con 856, fraude con 604, abuso sexual con 256, violación equiparada 191, narcomenudeo 191, violación simple 179 y 172 carpetas por delitos cometidos por servidores públicos.

Adicional a esto, en los primeros seis meses de la administración del gobernador Julio Menchaca Salazar, se abrieron 226 carpetas de investigación por el delito de homicidio. Pachuca, Tulancingo, Tepeji del Río, Tizayuca, Ixmiquilpan y Tula registran el mayor número al contabilizar 107 carpetas, cerca de la mitad del total. De los 84 municipios del estado en 51 se han registrado homicidios, mientras que 33 no presentan este delito.

De seguir así, los gobiernos municipales terminarán sus períodos en 2024 con cifras alarmantes en cuanto a la inseguridad y la falta de estrategias claras para hacer frente al crimen no se detendrá ni por el cambio político de un régimen, por un nuevo partido en el poder, porque lleguen funcionarios de seguridad que no tienen que ver con el pasado, o porque haya nuevos presidentes municipales.

Eduardo González eduardogonzalez.lopez@milenio.com

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