Latidos de Playa Gata by Susana Moliner

Latidos de Playa Gata

L AT I D O S

DE PLAYA GATA Latidos, recetas y recuerdos de Fuencarral

Latidos de Playa Gata

Latidos de Playa Gata Proyecto desarrollado desde:

Experimenta Distrito (Medialab-Prado) y Junta de Distrito Fuencarral - El Pardo Textos por:

Silvia Nanclares, Jesús Vidal, Pablo Garcinuño, Jorge Marrón, Adela Salgado, Sandra Pintos, Amparo Olabarria, Diego Andrés Ramírez, Marian González, María Antonia Zamorano, Antonio Martín, Nelly Marcadet,Victor Valiente, Victor Bustarviejo, Yolanda Salamanca Ilustraciones por:

MªAntonia Zamorano

Diseño por:

Sandra Pintos y Adela Salgado

Fotografias por:

Marian Gonzalez Saugar, Susana Moliner y Jorge Marrón

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DE PLAYA GATA Latidos, recetas y recuerdos de Fuencarral

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Latido positivo

Memoria colectiva de un barrio por (re)conocer Dijimos que íbamos a hacer un fanzine pero, en verdad, andábamos buscando un corazón. Un corazón silenciado. Nos habíamos impuesto esa misión, demostrar que en la periferia también bullen latidos, suficientes para montar una publicación y lanzar la botella al mar. En tres sesiones mensuales nos hemos conocido como grupo, hemos compartido ideas, recuerdos, textos, recetas, referencias, bibliografía y nachos con guacamole. Nos hemos mezclado, aborígenes de Fuencarral-El Pardo y visitantes, todas, al fin y al cabo: aprendices de barrio que hemos puesto todo lo que teníamos. Desde esta orilla donde vivimos y trabajamos, muchas veces nos quedamos sin aire contemplando la ciudad. La orilla de la M-30, del cercanías, las cuatro torres y las montañas azules en el horizonte. De este lado, sin embargo, el pueblo de Fuencarral y sus barrios, como granero de historias y de vida, nos hablaba, nos nutría, os guiñaba un ojo zalamero y diverso. Porque también miramos hacia dentro, para darle jaque a esa eterna y excluyente partida entre centro y periferia, para hacer que nuestras conversaciones e historias sean importantes. Y en ese ida y vuelta, cómo nos hemos querido. En este taller nos hemos empleado a fondo con el ecógrafo. Buscando latidos. Personas, objetos, palabras y memoria compartida. Y al final, mejor que buscarlo, hemos creado un corazón. Lo tienes en tus manos. En esta publicación que es como un altavoz, como un mapa del tesoro. Ahora es tú quien tiene que encontrar ese pum-pum dentro de este fanzine.

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Mi querido Fuencarral La ciudad nos inspira Las bravas del Ortego Cada barrio tiene su bar-emblemático-de....patatas bravas. Las bravas del antiguo Ortego, antojo omnipresente en mis dos embarazos. Camareros viejunos, simpáticos, con buen oficio y solícitos con la parroquia según estabas entrando en el local. Sus camisas blancas, pantalón negro, sello de oro en el dedo anular, repeinados, sofocados por la freidora..... Ambiente de vecinos, matrimonios, familias, chiquillos..... Salsa brava elaborada con una receta secreta que ya no conoceremos. ¿Qué tiene esa salsa que sólo recordarla me sube el ánimo? Ahora ya no está, bueno, el bar existe pero ya no es. Ahora paso de largo, no me gusta el hedor del kebab que inunda la calle, los hombres que vociferan apostados en la puerta que miran algunos, a veces, de manera intimidante......

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Vinagritos Ir a buscar vinagritos. Ir a buscar moras. Buscar y encontrar. Tesoros porque solo nosotras sabemos que están ahí. Esperando a ser descubiertos. En pandilla, aventura asegurada. El campo con sus miles de plantitas. Cada una se expresa a su manera. Y además de acariciar la mirada o el moflete o los muslos, además,algunas se comen. ¡Qué suerte! Todavía me gusta, me encanta salir al campo.Coger setas. Tesoros escondidos. Alguno se va a caer. y no es la primera vez.

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Franja emetréintica Sandra y el barrio de la Concepción. Me llama la atención cómo es capaz de atraparte un barrio, como forma parte de ti y ayuda a forjar tu identidad. Sandra no sería la misma Sandra si hubiera vivido al otro lado de la M-30. Por mucho tiempo que pase, queda un hilo invisible que te une a tu barrio, ese hilo puede ser tu gimnasio, tus bares de copas, tus amigos, sus olores, sus sabores… Se entusiasma al hablar de su barrio. Concepción, es el barrio de la Concepción. Separado por una grieta emetreíntica, ruedas, ruedo, lejos y cerca de Las Ventas. Toreros frente a abejas. Sangre y asfalto, y al otro lado miel, la culminación de las colmenas.

No todo es color de rosas Desde la preocupación por un deshaucio de una familia querida y cercana y la montaña rusa de barrio que es Fuencarral, pueblo: En la periferia/ Fuencarral, el tiempo se mastica, el aire se descomprime pero los problema no se diluyen... si levantas la cabeza hay momentos que puedes mirar por encima del hombro al centro/poder, puedes sentirte poderoso por un instante...luego volverán los problemas y respirando profundamente y con la sinfonía de los estorninos de fondo, intentaras masticarlos...

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Llevo un pie en el aire cuando voy al Centro y al final tengo que salir porque no puedo ni respirar Yolanda lleva un pie en el aire cuando viaja al centro de Madrid. Nada más coger la línea 10 en Fuencarral, le empieza a levitar un pinrel, a veces el derecho, a veces el otro. Al principio no son más que unos centímetros, pero la cosa empeora a medida que avanzan las paradas. Su pierna ya dibuja una “L” cuando llega a Cuzco y tiene que apoyar el pie en la barandilla del vagón para disimular. Hace con que estira algún músculo remoto, escondido por las entretelas de su muslo. A la altura de Santiago Bernabéu la “L” se convierte en una “V” abierta y ya no hay nada que disimular. La “V” se cierra a la vez que avanza el Metro y por Alonso Martínez el pie se introduce suavemente en la boca de Yolanda. El zapato tiene un sabor agradable, como de ensaladilla rusa, pero hay que rendirse a la evidencia: es complicado respirar con algo así entre los dientes.

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Fuencarral 2099 Tuve que parar en el Viejo Montañés a tomar el zumo sintético de proteínas. Hoy iba a ser un día duro: el naranja mecánico de la cúpula protectora estaba, sin duda alguna, más denso que de costumbre. Maldita radiación solar. Me tomo esa papilla con una mueca entre asco y responsabilidad y me subo a la cinta transportadora mientras reviso constantes vitales y dispositivos aumentados. Al fondo, Puerta Castilla. Un transporte cuántico y dos sociocrímenes nos esperaban.

Confieso que he vivido… Siento la periferia como esencia de mi identidad…, pero cómo transmitir lo que fue, lo que somos… el cómo vivimos nuestro sentimiento de pertenencia. En Fuencarral se respira pasado, historias de lo que fue y de dónde venimos... pero…¿Por qué es una periferia no identificada? Fuencarral es visible a los ojos de una ciudad que absorbió sueños de un futuro mejor y que de alguna forma atrapó a un pueblo convirtiéndolo en un barrio más, ajena a sus raíces… Creo en Fuencarral como PERIFERIA “no visibilizada” que sabe que existe y que proyecta día a día su futuro.

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La infancia no es sólo una idea Cuando era pequeña, había por casa una enciclopedia infantil, en una de sus páginas explicaba lo que era una casa y había una ilustración con una casa cortada en la que se podían ver los distintos espacios, la cocina, el salón, las habitaciones, la leñera, el sótano, etc. Esos espacios se llenaban y vaciaban con mi imaginación. Era una tarea de “si fuera mi casa quitaría esto y pondría esto otro”. Algo similar bulle ahora en mi cabeza con espacios de Fuencarral que conozco y que redistribuiría, que sueño diferentes y que podrían convertirse en “mi idea brillante”, una idea brillante que presumo no ejecutada.

Pensando en MARRÓN Fluido, vivo, casi vertiginoso..así es él. Con un fuerte sentimiento de pertenencia y un profundo amor a su entorno natural. Él es saber, vida y pura pasión...es sin duda latido y sentimiento. Mirada limpia, verbo poderoso. Me transmite amor hacia su pueblo: el de Fuencarral.

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Red-acción Me mueve esto de un equipo de red-acción y si puede ser, nocturno. Fuencarral a vista de pájaro, de dorn o de caminante. ¿Cómo transformar la decadencia? Inventarnos que están pasando cosas en el barrio. En lugares abandonados que realmente tienen posibilidades. Abrir un buzón al pueblo para que cuenten, imaginen hªs. jugamos a que tú eres la madre, yo soy la profe, tú, el padre. Ya estoy en casa. ¿Traes deberes? Me duele la tripa. A ver...que te miro la barriga. A los bonitos mercados de Fuencarral Este pequeño fragmento es un regalo al espacio que me enamoró desde el principio de Fuencarral. Yo me lo imaginaba lleno de ruido, gente hablando y niños jugando al balón, mujeres con carritos de la compra y olores a verdura fresca. Ahora lo veo gris, de hormigón y acero, sucio y en silencio. Y como arquitecta en un futuro me encantaría verlo como era antes. Mi regalo va dirigido a los bonitos mercados de Fuencarral.

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De Fuencarral: De dónde no se sabe mentir. Desde la fuente del piejo hasta el ortego pasando por barrio del pilar. Barras bravas en un precipicio unido por todas las culturas. Universal. Sin bandera, pero con color y carisma. Montañés elemento de libertinaje, ¿Sabes derrapar? Aprende de las canas, tienen más ganas que los niños por volar. La periferia es el centro de la ciudad. ¿De la vida? La honestidad ¿De la literatura? El vacileo de un estado que nos quiere amordazar. Los niños del ghetto ya tienen un sitio donde no sentir soledad, mi barrio, Fuencarral. 28034 distrito más grande de Europa occidental. Erreape concepto de la cuna a la tumba. La ruta salvaje que nos enseñó amar nuestro hogar.

Amor fuencarralero Llegó prendida de amor...tanto que cuando él la llevó a conocer el lugar en el que debía habitar no apreció su fealdad, porque mientras caminaba a sus lado, aquella visión se quedó pequeñita frente a la luz de su amado. Con el tiempo se acostumbró a aquel paisaje que se iluminaba a su paso.

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Llegar a la playa y sentirte como en casa

Pon tu recuerdo o tu sentir

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Calidez

Un grupo muy diverso, en edades, miradas, procedencias pero que encuentra su clave de Sol a base de rimas de rap

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AquĂ tienes tu espacio si quieres jugar con las palabras y los recuerdos de barrio

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Me gusta......................................................................................

Me gusta...................................................................................... El aire limpio y no el impío humo de los coches. Pío, pío. Los árboles y sus flores. Debajo, los señores mayores y sus paseos. Más abajo, los niños y sus ojos de plato, La terraza de un bar al oreo. No sé. El comercio de sonrisa y buen trato. Una piruleta. ¿Hay algo más hermosote? Playa Gata y otras arenas vecinales. Cualquier cosa que nos saque del islote. Olor a puchero para curar nuestros males.

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............................................................................. no me gusta La falta de ascensores que aísla a nuestros mayores. El vertedero, estratos de basura en todos los rincones, los monumentos abstractos mal ubicados las réplicas de neones franquicias que engullen mercados, edificios dentro de edificios. No me gustan las mujeres en bata, los que tiran las latas. El paseo al cercanías, la gente que no dice buenos días, los transportes que no “conectan”. Cerca del desvío me encuentro un pañal tirado en la acera los escasos bancos que hay y que están astillados los muebles y colchones desvencijados Tampoco me gusta el ruido estridente la gente corriendo en el metro, yo corriendo en el metro para huir de la gente.

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El puchero que late -Pisto de la chimbita fuencarra a la lumbre de java Apto para vegetarianos, veganos.... (Po-po-po). -Arepas de Diego -”Tortilla céntrica de Ida y Vuelta” y los “Panecillos Sin Mercadona no hay Paraíso” (muy discutible). -Postre Yolandesco: brochetas -Quinoa “moderna” -Tortillas -Guacamole con yema de huevo y mucho amor afónico -Nachos caseros de nuestra vida (Y esa olla, esa olla cuya espita no para de girar…, como nuestras cabecitas). -Café y sobremesa creativa

Recetas para la resolución de conflictos Brochetas de frutas y macedonia Limemos asperezas con un toque de lima. No peleemos, pelemos la fruta fresca seleccionando los colores más vivos. Eliminemos impurezas, saneemos las piezas golpeadas, descartemos la fruta podrida. Podría trocear con formas sugerentes, combinar los colores alcanzando un brutal arco iris frutal, una unión armónica volviendo a una única rama, depurada, flexible, colorista, aromática. Y si el aroma no es suficientemente intenso, pulverizamos perfume de cariño verde de Victoria Susana y salpicamos con una pizca de azúcar.

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Trocitos de resistencia camuflados en la masa verde que lo emvuelve todo Todos querían unirse a aquella masa verde porque se intuía su riquísimo sabor,pero les costaba perder parte de su identidad. Aquella cebolla fuerte se resistía y aunque perdió su color de ninguna manera podía permitir perder su carácter, sin embargo la lima aspiraba a ser mucho más verde de lo era y a tener un aspectomucho más contundente y estaba encantada de integrarse, al igual que el tomate, que con todo su temperamento y singularidad se hizo muy amigo del aguacate para finalmente perder su color por amor a éste. ¡¡¡Que viva el guacamole¡¡¡ Todos debían de aprender la receta mágica de Victoria Susana aquí en Playa Gata.

Cuando hace plo plo plo Las verduras de un pisto son como los vecinos de fuencarral, cada cual más diferente, de sabor, olor y color. Y sí, por que hay que cocinar a fuego lento en cuenco de barro y que haga po po, evitando la olla exprés y comida precocinada.

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Crujiente de amistad Son ingredientes sencillos, asequibles y habituales en la despensa de cualquier casa. Empieza el ritual..., amasar a mano y con amor todos los ingredientes, con calma, que se unan poco a poco, que se conviertan en uno, uno con sabor a todos. Importante que repose, 10 o 15 minutos. La misma receta que se necesita para vivir en un bloque de vecinos (utรณpico), en el que todos somos asequibles, cercanos, calmados, con 10 o 15 minutos libres para hablar de nada, para mirarnos, para coger los sabores de todos.

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Bulerías Guatemalteca El barrio tiene carácter, tener ese olor. Fuencarral, puro caldo concentrado. Una masa que sube con una pizca de bicarbonato. Y eso que tiramos de lo básico: harina, agua y sal. Y para saber a qué sabemos, tienes que probarnos: no te fíes del pimentón por su color, o te perderás entre el dulce y el salado. Puro arte, puro sabor.

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Cruzado de sabores Llega ese momento del año en el que los vecinos de la comunidad hemos de decidir en que invertiremos el próximo año. Unos traen a la mesa trocitos de preocupación con un toque de acidez con respecto al aseo de las áreas comunes. Otros traen el saber fresco del kiwi frío como el que se cuela por la puerta del garaje que está sin arreglar. Y hay quienes traen una ilusión dulce como el mango de poder hacer algo así como una huerta urbana en las pequeñas jardineras a la entrada del edificio. Cada vecino con su preocupación, cada preocupación con su importancia relativa, y al final luego de algunas (acaloradas y no tan acaloradas) discusiones todo se verá entrelazado por un pincho que le dará el eje a un trozo de (casi) todas las propuestas. La brocheta de este año se ve muy jugosa, aunque tal vez ese saborcito dulzón que daría pintar la fachada del edificio tenga que quedar para la brocheta del próximo año.

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Pisto de la chimbita fuencarra a la lumbre de java Qué difícil parece que un calabacín, una berenjena, una cebolla morada, naturales, con su piel, su semidureza y su diferente sabor, se puedan “hacer amigos”. Más difícil aún es que si además lo guisamos con unas tiras de pimiento rojo (ya elaborados, perfectos, simétricos, un chorrito de salsa de tomate con su trayectoria de fabricación, llegue a buen fin. ¿Cuál es el “misterio”? La solución es..... EL TIEMPO Los tiempos de cocción que requieren cada uno de los ingredientes para que se vayan haciendo y que al mismo tiempo no invada ni solape el sabor del compañero de cazuela.

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Darle su lugar a cada uno, procurar el bien común. Además añadir unas buenas pizcas de sal al gusto por que alegra el espíritu que está contenido bajo la coraza de la piel y un pequeño truco ..... El truquito que aporta esta chimbita fuencarra es un pellizquito de azucar moreno: este toque provoca que esos amigos que se van haciendo a fuego lento vayan adquiriendo un fondo meloso, (apenas perceptible al paladar) que quita la acidez de la salseta de fondo y los liga con mayor fuerza. Como la vida misma......la vida deseable en PLAYA GATA.

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¡Echale un ojo! https://carabancheleando.net/carabancheleando/ Poema periferia (“La memoria y los signos”, 19601965). Jose A. Valente https://vimeo.com/185249708 Contraseña nosecantaconlabocallena1 https://www.youtube.com/watch?v=Ven3dKZldH0

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Este fanzine se cocinó en el CSA Playa Gata, en el madrileño barrio de Fuencarral, a una temperatura de unos 7º durante los meses de Febrero, Marzo y Abril del 2018, pero con mucho calor humano.

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Este es un proyecto colectivo vinculado al Proyecto Libros Libres y Activos Fuencarral Experimenta