Mon ontes
Número
86
REVISTA DE ÁMBITO FORESTAL
4.o Trimestre 2006
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a Revista Montes, en este número, rinde un homenaje a Don Juan Ruiz de la Torre, entre otros motivos, por sus constantes contribuciones a la ciencia, la técnica y la profesión forestal, mediante sus trabajos como catedrático, investigador, consultor, funcionario, conferenciante y autor de importantes libros, comunicaciones y artículos. Los que han tenido la suerte de trabajar con él, han sido receptores privilegiados de sus conocimientos en materias como hidrología, edafología, climatología, ecología, botánica, etc, y a veces en algo tan prosaico como pueda parecer la gastronomía, sobre todo si lo que se pretende es degustar un plato sencillo en cualquiera de los pueblos de nuestra geografía, próximos a nuestros montes. Los que hemos sido sus alumnos, en su dilatada época como catedrático de Botánica de la Escuela de Ingenieros de Montes, hemos gozado del privilegio de tener como profesor a un inquieto y preocupado estudioso, no sólo de su asignatura, sino de todos los campos del conocimiento, preocupado de hacernos llegar sus conocimientos con aportaciones siempre exactas y de gran calidad científica; consiguiendo, con su gran humanidad y sencillez, convencernos de que nuestra ingeniería es algo más que algunos fríos cálculos y números, que pueden ser importantes para el manejo de los materiales muertos, pero poco relevantes cuando se trata, con nuestra gestión, de aplicarlos a la permanencia en el espacio y el tiempo de los seres vivos. También, todos sus alumnos, hemos detectado que Don Juan es de esas pocas personas que, además de estar preparado para dominar todo tipo de conocimientos, está dotado del don de la sabiduría, que emplea con éxito para defender nuestra profesión y ganarse el respeto de todos los auditorios en los que participa. Si los árboles se inclinan hacia un lado y otro cuando se desata el temporal, pero los mejores, cuando el temporal cesa, vuelven a recobrar su eje de equilibrio y toda su prestancia, Don Juan, pese a los vientos sufridos a lo largo de su vida, se encuentra ahora en uno de los momentos más prolíficos, pues acaba de ver la luz una de sus obras más completas y significativas: Flora Mayor. Para la profesión es un privilegio poder seguir contando con sus conocimientos y sabiduría, y para los que por uno u otro motivo le seguimos tratando, su humanidad y sencillez nos invitan a mejorar nuestro trato con los que nos rodean. `
Homenaje
Don Juan, GRACIAS
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Presentación del libro “Flora Mayor” E
l pasado 21 de Junio se presentó el Libro Flora Mayor, cuyo autor es D. Juan Ruiz de la Torre, en el Ministerio de Medio Ambiente, bajo la presidencia de D. José Luis Herranz, Director General para la Biodiversidad, y D. Antonio Notario, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid. Este libro es sin duda, dada la minuciosidad y el rigor con los que trabaja el autor, una obra de gran utilidad, no sólo para los interesados en la Flora Española en la actualidad sino también para las generaciones futuras, ya que el conocimiento vertido en la obra abarca desde lo puramente botánico hasta los usos y costumbres, recuerdos de un tipo de vida en el que las plantas eran un medio valioso para una sociedad que se desarrollaba en contacto íntimo con el
medio natural. Por otra parte, no sólo nos describe la vegetación que puebla de forma natural la Península y Baleares, sino que va más allá, extendiendo el conocimiento hacia las plantas foráneas que, de una manera u otra, forman parte cotidiana de nuestras vidas, tanto por aparecer asilvestradas en nuestros campos como por ser utilizadas de forma general en la sociedad. Este libro, de más de 1.500 páginas, es la ampliación del Árboles y arbustos de la España Peninsular que se editó en 1971 y que desde entonces ha sido reeditado numerosas veces, constituyendo un libro básico para profesionales y alumnos de ingeniería de montes, forestal y agronómica, así como para biólogos, farmacéuticos, arquitectos, paisajistas, industriales de la madera y público amante de la Naturaleza.
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El título, conciso, omite indicación geográfica o tópica para evitar una larga paráfrasis que se opta por incluir tras una breve Presentación, en la que se reproduce la Introducción del libro «Árboles y arbustos de la España Peninsular», aparecido en Mayo de 1971. El texto principal contiene descripciones de diferente extensión y detalle, según importancia atribuida, de un nutrido conjunto de estirpes, ordenadas siguiendo el sistema del Profesor danés Dahlgren. Se ha aprovechado la oportunidad para intercalar recuerdos de las relaciones del hombre más próximo con los vegetales espontáneos. También se han incorporado informaciones no disponibles habitualmente, junto con estimaciones del papel de los vegetales más destacados en los eventos hídricos que de cuando en cuando nos afectan en su potencialidad benéfica y protectora. El texto lleva intercaladas detalladas láminas con dibujos de línea realizados por Juan Ignacio García Viñas,
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Jacobo Ruiz del Castillo y de Navascués y Óscar García Cardo, referentes a especies de papel principal. El libro presenta como novedad una serie de mapas realizados por Juan Manuel Martínez Labarga, que presentan las áreas de distribución actuales de algo más de dos centenares de especies. Para finalizar contiene un Glosario que ayuda a precisar el sentido en que se emplea una selección de términos. Se incluyen abreviaturas y símbolos empleados, relaciones de láminas y mapas, y un índice con la ubicación en el texto de una selección de los nombres científicos que aparecen en la obra. `
RM: ¿Cuánto tiempo ha invertido en la elaboración de este libro? JRT (Juan Ruiz de la Torre): Cinco años, habiéndose alargado más de lo previsto por contratiempo físico que ha reducido mi capacidad de trabajo, obligando a retardar su ritmo. Hay que tener en cuenta que las noticias e ideas vertidas en el libro son resultado de acumulación de experiencias que se extiende a cerca de cinco décadas. En parte de los indicados cinco años este trabajo se ha compartido con otros, como la dirección del Mapa Forestal en escala 1:1.000.000, la coordinación y redacción parciales del Atlas Forestal de España y la colaboración, bastante laboriosa, en el Diccionario Forestal Español.
Juan Ruiz de la Torre Con motivo de la presentación de su libro “Flora Mayor”
RM: ¿Con qué medios ha contado para la realización del mismo? JRT: Se ha realizado mediante Convenio entre DGCN-DGB y UPMETSIM. Ello ha proporcionado estímulo de los responsables, coordinador y colegas del organismo patrocinador, consignación para gastos diversos, medios propios de la Universidad y la Escuela y personal colaborador al que quedo muy obligado por su dedicación y profesionalidad, por la calidad del trabajo iconográfico y cartográfico, por las penosas correcciones de pruebas contra reloj y por el afecto que en toda ocasión me han demostrado. Mención particular merece mi esposa, Conchita, por su laborioso trabajo de repetidas correcciones de borradores, sus siempre acertadas sugerencias y el grato medio ambiente de que me ha rodeado. También gratitud a los que han facilitado la realización, como los directores y profesores de Botánica de las Escuelas de Ingenieros de Montes y de Ingenieros Técnicos Forestales, así como a numerosos amigos que han intervenido en diversas formas en trabajos complementarios y con recomendaciones e informaciones. RM: ¿Puede describirnos qué es lo que más le ha costado en la realización de este libro?
JRT: La lucha contra el tiempo. A medida que el trabajo progresaba, cedía a la tentación de enriquecer el texto, agregando la consideración de más especies y de nuevas informaciones para las ya incluidas. Eso ralentizaba el trabajo y alejaba la fecha de terminación. De todas formas, al fin han quedado fuera cosas que no habría deseado omitir. El necesario tope temporal, el contenido del texto y la condición buscada de reunirlo en un solo tomo se han resuelto con la elección del tipo y calibre de papel y a costa de reducir complementos. RM: De todas las especies que describe en su libro, ¿cuál es su preferida? y ¿por qué? JRT: Encontrando difícil pronun-
ciarme, selecciono el pinsapo, por la rara condición de abeto andaluz y por la belleza de la planta y de sus masas. Debo agregar otras especies, como el madroño, considerado por muchos naturalistas como el árbol más atractivo de la Región Mediterránea, sobre todo en la época otoñal, en que a la belleza del follaje, verde brillante si se encuentra limpio, se agregan las flores, blanco-nacaradas, y los polícromos racimos de frutos, en que se entremezclan desde los atrasados verdes a los intermedios amarillos, los anaranjados y los bien maduros, rojo intenso y oscuro. Otro árbol originario del Oriente Próximo y aquí a veces asilvestrado es el granado, que, defoliado en invierno, durante casi todo el verano mantiene follaje verde y una floración de color bermellón intenso que le presta singular belleza, apreciada, junto con el aspecto, estructura y calidad del fruto, por los pueblos de la encrucijada euro-afroasiática, hasta el punto de tomar los cálices florales como inspiración para las coronas reales (primero, la de Salomón) y los frutos para la decoración de los vestidos de ceremonia de los sumos sacerdotes hebreos. No olvido la nobleza y belleza de otros árboles como los majestuosos tilos y los coloridos otoñales de muchos arces, sobre todo Acer opalus, A. granatense y A. monspessulanum, los dos primeros con hojas que viran del oro y naranja al rojo sangre y el tercero con hojas rojo carmín o rosa fuerte. Suele considerarse árbol más típico de la España Peninsular la encina, que es el que más atrae la atención
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de centroeuropeos y nórdicos, por el contraste con sus caducifolios o sus coníferas de hojas en aguja corta y copas estrechas y agudas. También tengo cariño a la encina, que creo fue beneficiada por el hombre, seguramente por la calidad de sus bellotas para montanera, junto a los castigados quejigos y rebollos. No deben quedarse olvidados los árboles frondosos como carballos, hayas o fresnos, arces y serbales, así como gimnospermas de apreciada belleza como los pinos canario, piñonero y negro o el tejo de vocación milenaria. RM: ¿Qué opinión tiene de las tan «traídas y llevadas» especies foráneas? JRT: El carácter de foránea para una especie es, en parte, relativo al tiempo. Los fósiles y aún testimonios históricos informan de las variaciones que experimentan las áreas de las especies, como consecuencia de cambios en los regímenes de factores y en el proceder de los agentes. No se puede olvidar que el hombre es un agente que puede influir o determinar cambios de área de las especies vivientes. En el Sefer Bereshít o Génesis se especifica que Dios puso al hombre en el Jardín de Edén para que lo cultivara, lo que supone traslados y cambios de especies desde su distribución primigenia. La alimentación implica acciones que producen cambios en la distribución de vegetales y animales, sin que se pongan objeciones a ello, a menos que no se repare en condenar al hambre a poblaciones humanas. Nadie critica la producción de arroz en el Nuevo Mundo, la de maíz en el Antiguo o el cultivo de solanáceas y leguminosas americanas en Europa. Platos hoy mundialmente considerados específicamente españoles, como la paella, la fabada asturiana o el gazpacho tipo «zoque», más adjetivado reductivamente como «andaluz», son resultado del encuentro de diferentes «mundos». La paella se basa en el arroz, que proviene del Lejano Oriente, la fabada tiene como ingrediente fundamental la mejicana alubia y el gazpacho asalmonado o sonrosado ha de llevar tomates triturados, al lado de pimientos, ambos americanos, y otros
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ya sí mediterráneos, como la cebolla o el pepino. Hasta el chorizo, que casi todo español actual considera producto patrio ancestral, legado probablemente celtibérico, es modificación de la salchicha o la longaniza, que aún podemos degustar por Aragón y otras regiones asadas en parrilla, y el que debe sus más típicas características actuales al americano pimiento. Es obligado preguntarse: ¿si en lo agrícola se admiten por todos importaciones de especies foráneas para cultivarlas en nuestras tierras, por qué no se ve con buenos ojos su empleo en el campo forestal? Otras consideraciones podemos añadir. Muchas especies introducidas se integran bien y perviven sin causar dificultades ni molestar a las indígenas. La mayor parte de las execradas se pierden al cesar los cuidados propios del cultivo. Alguna de origen exótico es capaz de convertirse en invasora, como el ailanto, que tiene apreciable valor estético, madera buena pero desconocida y cuya fuerza expansiva se puede mantener controlada con facilidad; más graves han llegado a ser los procesos de invasión rápida protagonizados por algunas americanas en nuestro Norte, como Cortaderia argentea o Baccharis halimifolia, que se apoyan principalmente en terrenos baldíos o solares en reserva para la urbanización. Algunas especies, consideradas hoy como autóctonas, tal vez hayan sido introducidas, como Tetraclinis o Ulmus minor. Entre los integrantes de la actual fauna española, los hay considerados procedentes de introducción antigua, como el conejo y su enemigo nato el hurón. Si el recurso a foráneas se materializa en acciones prudentes, puede elevarse la biodiversidad, bien considerado hoy universalmente como positivo. Recordemos que, para Platón, la prudencia es el acierto en las decisiones, lo que presupone cuidadoso estudio previo de todas las posibilidades. RM: ¿Alguna anécdota curiosa en el proceso de elaboración de su nuevo libro? JRT: Repetidas veces hemos tenido encuentros en parques o jardines, calibrador en mano, con responsables de los mismos, preocupados en principio al ver a un extraño
manipulando en el ramaje de un árbol estimado, hasta que comprobaron que sólo se trataba de medir diámetros de brotes y entrenudos para dar a conocer los resultados y poner de manifiesto cuándo se produce el primer engrosamiento importante en diferentes especies. Otras incidencias, propias de trabajos que conlleven recorridos comarcales o regionales con actuaciones puntuales en diferentes puntos de los itinerarios, nos han ocurrido en relación con la preparación de este libro, como llegar a un albergue donde habíamos reservado plaza y encontrar el clásico letrero de «cerrado por vacaciones». Ésto, en más ocasiones, por no haber efectuado la reserva, en lugares donde nunca nos había resultado necesario. Sí se ha repetido al desear comer en un lugar y caer allí en el día de descanso semanal; o lo que aconteció al arribar al Santuario de Santa Casilda, en la Bureva, que encontramos desierto, sin previo aviso, por haber bajado los regentadores a Briviesca para reponer material comestible. RM: ¿En qué nuevo proyecto está ahora trabajando? JRT: En primer lugar, intentar restablecer mi salud, algo quebrantada, mediante un urgente descanso y los convenientes tratamientos. Después, legar sugerencias, ideas y materiales a los discípulos que muestran mayores inquietudes para ello, con el fin de que hagan trabajos que ya no estoy en condiciones de emprender, algunos necesarios y que se echan en falta, pese a la admirable actividad reciente en los campos en que me muevo. RM: ¿Cuál ha sido el mayor desafío profesional al que se ha enfrentado a lo largo de su carrera? JRT: Hace ya más de cuarenta años, la organización del Servicio de Aplicaciones Forestales de la ahora extinta Confedración Hidrográfica del Sur de España y el tener que desarrollar el trabajo a un nivel aceptable, dado que buena parte de los colegas eran destacados profesionales de elevada categoría científica, técnica y humana, a los que tengo que agradecer su afectuosa acogida y lo mucho que de todos ellos aprendí, conservando aún duraderas buenas amistades entonces nacidas. `
Homenaje a D. Juan Ruiz de la Torre E
ste número 86 de la Revista Montes quiere ser un homenaje a la persona, obra y trayectoria profesional de Juan Ruiz de la Torre, ilustre y admirado Ingeniero de Montes. Por este motivo, no sólo encaja perfectamente la reciente presentación de su libro «Flora Mayor», motivo por el cual ha sido sencillo justificar una entrevista a D. Juan, sino que se ha intentado centrar o enfocar de alguna manera las distintas secciones en él (dentro de lo posible); también se ha publicado de nuevo su artículo «Distribución y Características de las Masas Forestales Españolas», ya editado en el ejemplar Fuera de serie Nº1 de la revista «Ecología», con el permiso de dicha revista; y por último se han recogido una serie de artículos escritos por algunos de sus compañeros de trabajo, que van desgranando con interés y sensibilidad las distintas facetas de Ruiz de la Torre, en un intento de plasmar por escrito sus cualidades profesionales y sin poder escindir de ellas, en muchos casos, ciertas pinceladas personales que, con gran intensidad, caracterizan su hacer.
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Juan Ruiz de la Torre como compañero Carlos de Juan y Díaz Dr. Ingeniero de Montes
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onocí a Juan Ruiz de la Torre en 1945 en la academia Pérez Jofre de la Gran Vía, donde los dos comenzamos a prepararnos en octubre de ese año para el ingreso en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes. Superadas las pruebas correspondientes, tuve la suerte de ingresar junto con Juan en dicha Escuela en 1948. Durante los cinco años de carrera pude apreciar no sólo las grandes capacidades de aprendizaje que tenía Juan, sino también sus enormes virtudes de compañerismo que ejercía con toda sencillez y humildad. Recuerdo que en cierta ocasión fui a su casa para que me explicara alguna lección difícil de comprender. Lo que me dejó asombrado fue la facilidad que tenía para comprender y asimilar lo que leía. Lo que a mí me costaba cierto tiempo y mucho esfuerzo en aprender, a Juan le bastaba con leerlo una sola vez. Era algo extraordinario. Pero aparte de esta capacidad para el estudio, siempre se portó conmigo como un buen compañero y me ayudó en todo. Juan fue, con todo merecimiento, el número 1 de la promoción de 1953, y todos los componentes de la misma lo hemos considerado siempre como el mejor representante que teníamos y no dudaba en atendernos en toda ocasión. Acabada la carrera, cada uno nos marchamos por caminos diferentes para iniciar nuestra profesión de Ingeniero de Montes. A lo largo de los años, he tenido ocasión de comprobar la rapidez con la que Juan se prestaba a ayudar como un extraordinario compañero a todos los que le solicitaban su ayuda.
Juan Ruiz y la algarabía Carolina Martínez Santa-María Profesora Titular de Hidrología en la EUITF Ingeniera de Montes Antonio Morcillo San Juan Profesor en la ETSIM Dr. Ingeniero de Montes
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uizá el título de estas breves notas resulte un poco forzado a la vista de su contenido. Aunque puede que no tanto.
Quiero contar una anécdota que me ocurrió a medidos de los años 60. Me habían encargado que hiciera el Proyecto de Ordenación del Monte Sierra del Real B, de Istán (Málaga). Estando en dicho monte me encontré por casualidad con Juan que había ido allí a herborizar. La alegría que me llevé fue enorme, y sabiendo su gran preparación y sus grandes conocimientos botánicos le pedí que me hiciera el estudio botánico que todo proyecto de Ordenación debía llevar, y que redactado por él sería mucho mejor que el que yo podría hacer. Así fue. Sin dudarlo ni un momento, y con toda naturalidad, me fue indicando todas las especies vegetales que se encontraban en el monte. Le estoy profundamente agradecido. Recuerdo también que, más recientemente, en los años 90, nos encargaron a Pepe Ferrando, también de nuestra promoción, y a mí un estudio de un jardín histórico. Pepe le llamó para que con su «sabiduría botánica» nos ayudara y, en efecto, dejando sus múltiples ocupaciones y compromisos, quedamos citados una mañana y nos facilitó una exhaustiva lista de todas las especies vegetales que se encontraban en el jardín, con indicación de sus nombres científicos y comunes. Todo ello hecho con la mayor naturalidad y sencillez, demostrándonos que era un gran compañero que se desvivía por ayudar a sus amigos en toda ocasión. Con Juan me une una gran amistad y le aprecio como un magnífico compañero y amigo. He viajado con él en todos los acontecimientos en los que nos hemos reunido los componentes de la promoción con nuestras respectivas mujeres (Cercedilla, Galicia, Cuenca, Serranía de Ronda, Marbella, etc.). Últimamente, los pocos que quedamos de la promoción en Madrid nos reunimos todos los meses un día para comer juntos. Quiero terminar estas breves líneas dando gracias a Dios por haber tenido como amigo y compañero a Juan Ruiz de la Torre, a quien todo el Cuerpo de Ingenieros de Montes en general, y toda mi promoción en particular, tanto le debe. `
Cualquier diccionario define, en su primera acepción, la palabra algarabía simplemente como «lengua árabe». Cierto es que vulgarmente se emplea para denotar una situación de confusión, griterío o un modo de hablar atropellado y desordenado, que debía ser la sensación que percibían los cristianos al escuchar el habla de los moriscos españoles. Pero, insistimos, éste no es su primer significado. También sabemos que el profesor Ruiz de la Torre domina la lengua de nuestros vecinos de la ribera Sur, en su doble vertiente hablada y escrita. Esto se debe, sin duda, tanto a los períodos de su vida transcurridos en el Norte de Marruecos por motivos profesionales, como a la gran inquietud intelectual que ha demostrado y sigue demostrando cada día. Inquietud especialmente patente en lo que al estudio de las más diversas lenguas cultas se refiere (también maneja con soltura el hebreo, lo cual queda de manifiesto si leemos la introducción a su último trabajo, Flora Mayor).
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Curiosamente, el diccionario también admite un segundo significado para la palabra algarabía, que nos viene, como se suele decir, que ni pintado, pues se trata de un término botánico: planta anual silvestre de la familia de las Escrofulariáceas, de seis a ocho decímetros de altura, de tallo nudoso, que produce dos vástagos opuestos, los cuales echan también sus ramos de dos en dos, con hojas lanceoladas y tomentosas y flores amarillas. Se trata, en definitiva (y corríjanos, profesor, si nos equivocamos) de algunas especies del género Odontites (O. lutea, O. verna). Pero a lo que íbamos. El título que encabeza estas notas se nos ocurrió para recordar una de las obras más tempranas de Juan Ruiz de la Torre, publicada en 1956 bajo el título: La vegetación natural del Norte de Marruecos y la elección de especies para su repoblación forestal. Esta obra, junto con la denominada: El matorral en Yebala (Marruecos Español), de un año antes, 1955, son dos trabajos clave para conocer la flora forestal marroquí. El primero de ellos contiene una extensísima relación de nombres vulgares árabes de plantas leñosas espontá-
neas en dicha zona, con su correspondiente transcripción en árabe y en español, y una referencia a la zona geográfica en la que fueron recogidos dichos nombres. El segundo recoge un más que interesante estudio sobre las formaciones de matorral en la región de Yebala, así como recomendaciones para su tratamiento y aprovechamiento en relación con la defensa y protección del suelo contra la erosión. Ah, y lo más sorprendente: ¡lo escribió siendo estudiante de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes a través de una beca del Instituto de Estudios Africanos! En fin, queda demostrado que la palabra algarabía puede definir perfectamente la personalidad del profesor, en cuanto a gran conocedor de la lengua árabe (primer significado) y reconocido especialista en Botánica (segundo significado). A ello cabría añadir un tercero, del cual nosotros damos fe: algarabía como sinónimo de algazara, expresión de persona alegre capaz de trasmitir ilusión y vitalidad a todos los que le rodean. Como viene haciendo desde siempre Juan Ruiz de la Torre. `
A Conchita y Juan Santiago Serrano Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
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onocimos a Conchita y Juan o Juan y Conchita (tanto monta…), no recuerdo bien, pero posiblemente alrededor de una tetera con té moruno, con hierbabuena naturalmente, rodeado de amigos muy queridos. Ellos venían de vez en cuando a Málaga, del entonces Protectorado de Marruecos, de paso para Granada. Porque no hemos dicho todavía que ellos son de la Alpujarra, medio morisca, medio mozárabe.Las veladas en torno al té se amenizaban con parloteos de todo lo divino y humano y alguna canción que entonaba divinamente Conchita, acompañada con la guitarra de Juan. Finalmente vinieron a Málaga a los Servicios Hidráulicos del Sur de España.Juan sintió siempre la relación tan entrañable que existe entre el Monte y el Agua y su trabajo en Obras Hidráulicas se prolongó a lo largo de muchos años. Ya en Málaga, aquellos encuentros esporádicos se convirtieron en una normal relación de amigos, cada vez más amigos. Desde salidas a las playas o cenas en la entonces incipiente Costa del Sol, ¡ay aquellos años 60!, hasta suministrar a María Luisa las hierbas para aderezar aceitunas: ajedrea, tomillo real, etc. recogidas en aquellos lugares conocidos solamente por expertos, como Juan. Y hablando de expertos. Juan, en cuantos trabajos en Montes principalmente y Obras Hidráulicas han sido objeto de su dedicación, ésta ha sido total, con todo amor y con toda inteligencia. Por los frutos les conoceréis. Valga de muestra, lo que puede ser el compendio de una vida dedicada a la ciencia forestal, su Flora Mayor. Hay que añadir que el papel de Conchita en todo esto ha sido imprescindible y definitivo.
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23/08/1960: Juan Ruiz junto al primer Tetraclinis articulata que encontraron tras mucho buscar por Almería y Murcia. En la ladera de la Peña del Águila, al este de Portman (pedanía de La Unión). Foto de Rafael Ayala
Conchita y Juan, al margen de su dedicación profesional, son de una finura y una cortesía hoy verdaderamente llamativas. En esto son auténticas piezas de museo. Nuestros sucesivos destinos en la Administración nos han separado físicamente, en varias ocasiones, pero nunca afectó a nuestra amistad. Al venir yo destinado a Madrid, como director general de Obras Hidráulicas, y más tarde, una vez jubilados ambos, nos hemos vuelto a encontrar y hemos podido de nuevo vernos asiduamente, y seguir hablando de lo divino y lo humano. Ahora, eso sí, casi siempre surge la ocasión para que Juan nos explique que la «Genista triacanthos tiene cojinete poco desarrollado, con una costilla y dos dentículos laterales; ramillas lampiñas o algo pubérulas de jóvenes». Con todo afecto, María Luisa y Santiago Serrano os dedicamos estas sencillas palabras, fruto del cariño que os profesamos. `
Recuerdos de Juan en Obras Hidráulicas José María Gil Egea Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
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l final de los años 50 coincidí con Juan en la vertiente Sur de Sierra Nevada; él prestaba sus servicios en la Confederación Hidrográfica del Sur de España y yo en la Comisaría de Aguas de la misma cuenca. Pronto nos encontramos en nuestras andanzas por La Alpujarra y nuestra amistad creció rápidamente, apreciando yo, que procedía de carreteras, los conocimientos de Juan sobre hidráulica torrencial y su entusiasmo por la repoblación forestal en aquellas regiones tan áridas. Es de notar que el «hábitat» de la hidrología torrencial podría ser la vertiente Sur de Sierra Nevada, cuya pendiente transversal, superada en Europa sólo por los Alpes, unida a su predisposición para la «gota fría», dan una idea de su extraordinario carácter torrencial. Por ello, sus estudios e informes resultaban de gran valor, tanto en la estimación de avenidas como en el conocimiento de sus arrastres, aspectos muy importantes en aquellas cuencas tan erosionadas y en las que apenas se había profundizado, hasta entonces, en estos temas. Recuerdo que al estudiar una fuerte avenida en la Rambla de la Posta (Motril) obtuve un valor para su caudal unitario verdaderamente insólito, que rebasaba notablemente los máximos citados en tratados de Hidrología. Comprobé los datos, revisé los cálculos y no salía de mi perplejidad, hasta que supe, con gran alegría, que Juan había estudiado, también, aquella avenida obteniendo, de otro modo, resultados similares. Su entusiasmo por la Botánica era tan manifiesto y transferible que llegamos a compartirlo, hasta el extremo de celebrar juntos nuestros encuentros fortuitos en el campo con aromáticas infusiones en aquellas viejas ventas de La Alpujarra; allí, previamente, Juan me mostraba, lupa en mano, las bolitas de esencia donde radican las virtudes, que a la vez ensalzaba, de la salvia, o de la labiada, que íbamos a degustar minutos después. Dirigía con gran atención las arriesgadas repoblaciones forestales que la Confederación ejecutaba en la provincia de Almería. Recuerdo la visita que hice con él al vivero de Cuevas de Almanzora y a las plantaciones de pinos que realizaba en Huercal-Overa, éstas eran verdaderas avanzadillas en el desierto almeriense. A mediados de los años 60, pasé a la Comisaría de Aguas del Segura perdiendo mis contactos con él hasta que, al comenzar los 70, coincidimos de nuevo en la Dirección General de Obras Hidráulicas; él en el Centro de Estudios Hidrográficos y yo como Comisario Central de Aguas. Fueron años en los que Juan desplegó mejor sus capacidades profesionales, solo limitadas por el rigor presupuestario. Impulsó los estudios batimétricos de los embalses españoles, –pocos como él podían intuir la pérdida de capacidad útil de éstos– y, desarrolló los aforos de aportaciones sólidas en las cuencas con más arrastres.
Foto tomada en un cortijo de la sierra de Almagro, término de Cuevas de Almanzora. Juan Ruiz de la Torre, sentado en el centro. A su izq., Rafael Ayala, y a su dcha., Juan Tenorio. Foto de Rafael Ayala
Mejoró y extendió los estudios sobre eutrofización de las aguas embalsadas incidiendo en sus causas y, consiguientemente, en la explotación ganadera de sus cuencas. Promovió los estudios de las masas forestales como indicadoras de la pluviometría que recibían sus respectivas zonas; un programa de singular interés para nuestra hidrología. Se recorrió con detalle España, reconociendo y anotando las características hidrológicas y forestales de innumerables parajes y, quizás, sin darse plenamente cuenta, fue cimentando su posterior y gran labor científica. Recuerdo la ilusión con que organizaba sus viajes de trabajo y conservo, indeleble, su imagen al iniciarlos: sentado al volante de su modesto y sufrido V.W, con su inseparable y encantadora Conchita a su lado, y un ramillete silvestre con florecillas de erica unido a la guantera. Aparte de estas actividades, tenía a su cargo otra serie de asuntos que le incumbían, como los encargos directos que recibía de la Dirección General, especialmente, sobre las avenidas que por su carácter catastrófico eran seguidas con especial interés por la Dirección. Sus informes eran muy valorados y en varias ocasiones oí al Director General referirse a ellos elogiosamente. Entre éstos, recuerdo, uno relativo a una riada muy fuerte, con daños importantes, en un cauce – quiero recordar, cerca de La Contraviesa- que tras leerlo, en presencia mía, el Director General y otro Subdirector comentaron, además de la calidad y el interés técnico del informe, su excelente redacción. Terminaba éste evocando el lejano sonido de un tractor con las últimas luces del día cuando Juan dejaba la zona siniestrada. Pensé que, tal vez, quiso así dejar constancia del ánimo y tesón con que aquellas sufridas gentes reconstruían sus huertas arrasadas, horas antes, por la avenida. Era natural que en sus escritos, incluso técnicos aflorase también su calidad humana. Pero un inoportuno, o providencial, Decreto vino a interrumpir la enriquecedora compatibilidad con que él armonizaba la Cátedra de Botánica, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, y sus trabajos en el Centro de Estudios Hidrográficos; optando Juan por consagrarse a la Cátedra, sin duda, para gloria de la Botánica, en cuyo campo fructificarían, genuinamente, su vocación y su trabajo con una ejemplar labor docente y una espléndida producción científica. `
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Un recuerdo muy personal Rafael Ceballos Ingeniero de Montes
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uántas veces dejamos pasar la ocasión de hacer o decir algo porque pensamos que mañana, o más tarde, lo haremos. Transcurre el tiempo y ese después no se presenta. Hay oportunidades en la vida que no se pueden dejar escapar, y este número especial de la Revista MONTES es buena coyuntura que aprovecho para expresar a nuestro ilustre compañero Juan Ruiz de La Torre mi personal admiración y agradecimiento. Juan: Hace cuarenta años, tras el sexto congreso forestal mundial, que se celebró en Madrid, me llamaste para que colaborara contigo en la Confederación Hidrográfica del Sur de España (quién la ha visto y quién la ve) en los incipientes estudios sobre la evolución biológica de las aguas embalsadas y me hiciste un hueco en aquel Servicio de Aplicaciones Forestales que con tanto tino organizaste. A los pocos días de mi incorporación, con motivo del espantoso incendio que arrasó 4.500 ha en la Sierra Bermeja de Estepona, fuimos a ofrecer nuestro apoyo a los Técnicos del Distrito Forestal que gestionaban la actuación y me enseñaste a colaborar lealmente con nuestros compañeros de otras Administraciones.
Me educaste en el orden. Recuerdo aquella lista que hacíamos, antes de cada salida al campo, con los elementos que teníamos que llevar para que luego no echáramos en falta nada que pudiera perturbar el trabajo: desde el lápiz y la goma de borrar, hasta el altímetro, pasando por las bolsas de plástico para su uso cual caja linneana. Me instruiste con refranes, aforismos y anécdotas, en el mejor cumplimiento de nuestra responsabilidad profesional. Me decías: «Si tu trabajo está bien hecho, nadie preguntará ni cuánto ha costado, ni cuántas veces lo has repetido o cuánto tiempo has invertido en hacerlo; todo lo contrario de lo que sucederá si el proyecto o el trabajo resulta mal ejecutado, en que serás culpado de pérdida de tiempo y derroche de dinero». También me dijiste: «Lo mejor es enemigo de lo bueno», y cuántas veces he tenido que aplicarlo; otras tantas me he acordado de ti y, junto al éxito, te he tenido presente. Sin hablar de la Botánica, porque resulta obvio, me inculcaste amor por la Geología y otras ramas del saber, empujándome a su estudio para mejor conocer los procesos hidrológicos. Recuerdo aquellas areniscas, en el camino hacia el embalse del Conde de Guadalhorce y el vivero de Ardales, que semejaban bocas de tiburón; y aquellos asperones, prismáticos, en la Sierra de Almagro, que lanzábamos al vacío desde un alcor, girando y haciéndolos silbar cuando sus aristas rasgaban el aire. Me vienen a la memoria los encuentros con compañeros de otras Confederaciones; cómo olvidar a nuestro llorado Pepe Méndez. En aquellas reuniones en las que no faltaban chascarrillos ni anécdotas, desplegabas tu magisterio y con gran sutileza, cuidando no herir susceptibilidades profesionales, aprovechabas el momento para instruirnos en el comportamiento de las distintas cuencas ante los fenómenos torrenciales. Nunca olvidaré estos sabios consejos de humildad, trabajo en equipo, estudio constante, comunicación con amenidad, rigor en los escritos, ..., enseñanzas que consolidaron las recibidas en mi ámbito personal y familiar que tan bien conociste. No seré el mejor ejemplo; pero sí puedo dar testimonio de tu buen hacer, que tanto ha significado en mi camino. `
Con todo cariño, Rafa
Rafael Ceballos con nuestro homenajeado en la Festividad de San Francisco de Asís
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Una huella profunda y duradera Miguel Torres Corral Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Juan Avilés García Ingeniero de Montes Ramón Peña Martínez Ingeniero Técnico Forestal
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odos los humanos, en el desarrollo de su actividad y en el contacto con sus semejantes, van generando impresiones, sensaciones, recuerdos que, con el tiempo, se convierten en huellas que permanecen, más o menos profundas, y marcan el camino seguido, el trabajo realizado, pero sobre todo la relación humana con los demás. El caso de Juan Ruiz de la Torre, gran maestro incansable trabajador y entrañable amigo es buena muestra de la huella dejada a su paso por el Centro de Estudios Hidrográficos. Aquellos orígenes, al final de los años sesenta, incorporando ya los conceptos de calidad referidos a las masas de agua, fueron sin duda el germen de lo que constituye hoy la preocupación básica en la planificación hidrológica.
Embalse y pantano de Iznájar
El estudio de la eutrofización del Embalse de Iznájar realizado en 1970, elegido en aquel momento como modelo por su reciente puesta en servicio, su carácter de hiperembalse, la estratificación térmica que en él se producía y su ubicación en una cuenca donde existían numerosos puntos de contaminación tanto difusa como puntual, fue determinante para los siguientes estudios de eutrofización que, de forma continua, se vienen realizando en el Centro de Estudios Hidrográficos, incorporando en la actualidad las nuevas tecnologías de teledetección, estudios avanzados de flora
y fauna acuática, determinación de índices bióticos como determinantes de calidad, etc. Sin duda si el Centro de Estudios Hidrográficos es hoy un punto de referencia nacional e internacional en estos temas, se debe en parte aquellos orígenes impulsados por él en sus años de trabajo en esta casa. La preocupación por considerar de una forma integral los fenómenos de la erosión, pérdida de suelo, aterramiento de embalses estableciendo métodos para cuantificar y medir la perdida de capacidad del mismo y todo ello ligado con el estado trófico del agua embalsada, la situación de la cubierta vegetal de la cuenca y la detección de los focos origen del aporte de nutrientes, marcaron de forma evidente el análisis que hoy es obligatorio hacer como requisito indispensable exigido por la Directiva Marco del Agua a la hora de la Planificación Hidrológica y de la conservación del buen estado ecológico de las aguas. Sin duda fue una visión avanzada y precursora de lo que hoy día, con otras herramientas y con nuevos criterios, estamos realizando los que hemos continuado con estas tareas. La vocación interdisciplinar que imprime a su trabajo encontró buen refugio en el Centro de Estudios Hidrográficos, donde los grandes maestros de la planificación hidrológica que siempre han trabajado en él, siendo obligado citar a José Maria Martín Mendiluce, han valorado su valiosa aportación en los estudios sobre hidrología forestal. Siempre mantuvo y mantiene magnifica relación profesional y humana con otros compañeros de otras disciplinas con los que encuentra complementariedad con sus conocimientos. La Botánica es algo más que una disciplina académica para Juan. Entra de lleno en el terreno de la afición apasionada que llega a transmitir e inculcar a todos los que le rodean, alumnos, compañeros de trabajo, familiares, amigos, etc. hasta hacerles sentir la misma pasión suya. Utiliza además una vía curiosa y muy personal, envolviendo el discurso profundamente científico con anécdotas nada gratuitas que fijan la atención y enriquecen el aspecto académico que interesa resaltar. En sus libros y publicaciones se ve este aspecto que tanto valoran los que le han tenido como profesor, tanto en la cátedra como en sus conversaciones. Fue importante el contenido técnico-científico de la actividad que el dirigía pero aún más importante, por trascendente y duradera, fue la experiencia de su calidad humana y su vocación de maestro que transmite conocimientos y crea ilusión a los demás con el trabajo. Sin duda, todavía se percibe hoy en esta casa, su huella indeleble, imagen amable, su vocación profunda a la enseñanza y a la apertura de nuevas vías de aplicación de sus amplísimos conocimientos. `
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En los pinsapares Rifeño-Penibéticos Diodoro Soto García Ingeniero Técnico Forestal
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esde su creación en 1848, la Escuela de Montes de Madrid ha tenido tres figuras prominentes y de vidas paralelas en la docencia y la investigación botánica forestal: D. Máximo Laguna y Villanueva (1826-1902, cátedra: 1855-1864); D. Luis Ceballos y Fernández de Córdoba (1896-1967, cátedra: 1940-1966) y D. Juan Ruiz de la Torre (1927, cátedra: 1968-1997). Los tres han dejado escuela y obras científico-técnicas perdurables: Botánica, Ecología y Mapa forestal. Y los tres han valorado la singularidad estenoica y estética del A. pinsapo, el más evolucionado de los abetos europeos, con presencia singular en los principales jardines botánicos del globo, de especial aprecio intelectual por el Dr. Ruiz de la Torre y plantado por su mano en la ETSIM. Iniciados sus estudios botánicos como discípulo aventajado de D. Luis, los prosigue, como alumno becario de la sección de Flora del IFIE en 1951, ampliándolos como ingeniero agregado (1953-1954) y como Director del Centro de Investigaciones y Experiencias Forestales en Larache (1954-1958), donde fraguó su madurez fitológica en campo y laboratorio, cuyo primer fruto fueron sus publicaciones «El matorral de Yebala» en 1955, y «Vegetación natural del N. de Marruecos» en 1956. Ambos contienen la descripción ecológico-vegetal en una superficie de unos 4000 kilómetros cua-
Sintonía con el hombre que homenajeamos Pedro Montserrat Recoder Dr. en Ciencias Naturales
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ude conocerle bien con ocasión de las oposiciones para la Cátedra de Botánica en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, tras la jubilación del inolvidable Luis Ceballos. Entonces tomó el relevo con decisión y eficacia. El Profesor Bustinza era Presidente del Tribunal y me nombraron a mí vocal del mismo, por lo que tuve ocasión de ver y admirar sus publicaciones, tanto las de botánica como las de administración forestal –en la Península y el norte de África– que presentó.
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drados y adquirieron categoría de consulta en la inmediatamente posterior Administración forestal del reino de Marruecos, según constaté en mis viajes a los pinsapares rifeños entre 1970 y 1995. La última describe unas 250 especies con los nombres vernáculos árabes y unos 400 sinónimos. Su posterior destino en los servicios hidrológico-forestales y en los hidrológicos del MOP entre 1959 y 1968, con ámbito en las cuencas penibéticas, primero, y después en todo el territorio nacional, y su vocación y preparación de naturalista, le propiciaron la candidatura de éxito a la cátedra de Botánica en 1968. En la primavera de ese mismo año tuve la honrosa oportunidad de servirle de guía en su primera visita al pinsapar de Grazalema, donde desarrolló una lección magistral sobre fases climácicas de todos los pinsapares yebalí-malacitanos, con biotopos y biocenosis bastante análogos, por su pertenencia de origen al mismo país geológico hasta su separación tectónica en el Plioceno, aunque con ventajas hídricas por precipitaciones horizontales en verano, para Tazaot y Talassentam, que motivan un mayor desarrollo fisiológico de sus poblaciones –máximo en Tazaot– pero sin la categoría específica que le fuera atribuida por Trabut –A. maroccana en 1906– por incompleta diagnosis referida sólo a una rama sin conos florales ni estróbilos. Su conocimiento botánico en aquella excursión se adelantaba a las diversas especies antes de su aparición, intuidas certeramente por él, y su anhelo protector de esta especie, sometida entonces al diente dañino del ganado caprino, tuvo feliz cumplimiento posterior con la inclusión del pinsapar de Grazalema en el catálogo de parques naturales. A Juan y Conchita, su esposa y colaboradora vital: paz y bien. `
Malas lenguas decían entonces que los ejercicios prácticos, en alguna oposición, tenían opositores «informados» previamente. Con el Presidente, y ayudados por el inolvidable Antonio Rodríguez, preparamos una colección de ramitas –en aquel momento sin hojas–, para ser reconocidas por su corteza con epidermis y lenticelas. El amigo Juan me ha confesado que lo pasó mal…; pero acertó muchas. Quedó evidente que amaba las plantas y era un observador cuidadoso. Ha demostrado su dedicación a la cátedra, dejando el cargo que ya tenía, para organizar el Herbario y otros trabajos de botánica, en especial sobre los «árboles españoles» y la «cartografía forestal» que tanto apreciamos los botánicos. Ha podido terminar su trabajo monumental sobre cartografía en el que colaboramos tanto sus discípulos como quienes por nuestro trabajo estamos en contacto con la vegetación y la vida rural: el tiempo evidenciará, aumentará la eficacia de su obra y la del trabajo realizado por quienes le siguen y admiran. `
Recuerdo de un profesor Fernando Nicolás Dueñas Ingeniero de Montes
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n 1970 comenzamos el tercer curso de carrera con un nuevo catedrático de Botánica, D. Juan Ruiz de la Torre. Sus profundos conocimientos, su amena forma de transmitirlos y su carácter bondadoso y educado nos cautivaron a todos los compañeros de la promoción; alguno de ellos ha seguido sus pasos y es profesor de esta disciplina. Durante el verano siguiente tuve una extraordinaria experiencia que me dejó una enseñanza que nunca he olvidado. La vida, los paisajes, las personas y, en general, todo lo que nos rodea, tienen aspectos que bien nos pueden pasar desapercibidos o por el contrario pueden descubrirnos muchos sentimientos y sensaciones. Nunca podría imaginar que el Amelanchier ovalis diera tanto de sí. Ese verano de 1971, terminado tercer curso y con la Botánica fresca, tuve la oportunidad, junto con mi amigo y también Ingeniero de Montes Julio Casares, de acompañar a D. Juan y su encantadora esposa Conchita durante uno de sus viajes científicos por la provincia de
El magisterio de Juan Ruiz de la Torre José López Quintanilla Ingeniero de Montes Juan Ignacio García Viñas Profesor Titular de Botánica. Ingeniero de Montes
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o reparamos como deberíamos en las cosas magníficas que la vida nos regala. Aprender y disfrutar del magisterio de Juan es una de esas cosas maravillosas con las que hemos tropezado sin merecerlo. Enunciar sus enseñanzas es una tarea difícil porque las ha ofrecido, no ya desde aspectos de la ingeniería y de la botánica, si no desde muchas facetas de su personalidad. Las de carácter científico y técnico las puede encontrar el lector en su amplísima obra. En este escrito queremos hacer homenaje a su magisterio desde la perspectiva de su perfil personal, tarea en la que asumimos que por la limitación de espacio nos van a quedar muchas enseñanzas que nos hubiera gustado destacar. Queremos empezar por sus clases y especialmente por los viajes de prácticas. Ha sido una suerte y un placer para innumerables alumnos de la Escuela de Montes de Madrid tenerle de profesor, no sólo por su erudición y la pasión que trasmitía, si no por su sentido práctico y
Cuenca para estudiar detalles relacionados con esa rosácea de la que yo tan sólo conocía los cuatro párrafos de los apuntes que me sirvieron para aprobar la asignatura. Desde chico he pateado intensamente las laderas de la Hoz del Júcar, la Hoz de Beteta y el resto de parajes donde D. Juan centró su trabajo sobre el guillomo. Son lugares que siempre he admirado por su belleza, especialmente en el otoño, con su perfecta armonía de verdes, amarillos y rojos. Pero apenas había reparado nunca en ese humilde arbusto; a raíz de esa «expedición científica» con D. Juan descubrí que no solamente es un indicador ecológico de gran interés botánico sino, además, es el que aporta junto con moscones y otras especies el color carmesí que tanto destaca en otoño con el amarillo de los chopos y en la salida del invierno toma una tonalidad que hace presagiar la primavera y la efímera floración. Desde aquella experiencia, cuando tengo oportunidad de subir caminando a la ermita de San Julián el Tranquilo siempre reparo en el guillomo, recuerdo a los Ruiz de la Torre y agradezco su contribución a abrir mis ojos y mi mente por las satisfacciones que ello me ha producido. Creo recordar que nos dio una gratificación económica por nuestra colaboración y probablemente la aceptamos. Pero tal vez D. Juan no sepa que la verdadera gratificación que obtuvimos fue compartir unos días con unas personas entrañables que nos enseñaron mucho de Botánica (incluyo por supuesto a Conchita) y de la vida. `
los muchos aspectos forestales que trataba que nos estimulaba a adquirir una visión global y sensata del monte. Aquellas caminatas, como las que realizamos por los montes de Aragón en la semana de viaje de prácticas de Botánica dejaron una huella permanente. Se aprendía y disfrutaba a la vez –el sueño de todo estudiante-. Hay también que recordar las innumerables jornadas de campo que realiza con los ingenieros y guardas de la Administración, especialmente en Andalucía, en los que de la forma más desinteresada y modesta regala sus conocimientos a los asistentes. Es en esos viajes en los que, como el dibujante que con tres trazos define una figura, Juan con muy pocas palabras explica cómo reconocer una especie, la causa de arratonamiento de una repoblación, cómo funciona tal cuenca, o la importancia del papel protector e inductor de la dinámica vegetal de los pinos. Hay que recordar que mucho antes de que se acuñara el término biodiversidad, él nos pone en valor esos retazos de vegetación con abundancia de especies arbóreas y arbustivas alentando a su conservación y especialmente a su fomento. Pero si nos viéramos obligados a destacar una labor personal por encima de las demás es su magisterio a través del Mapa Forestal de España. Durante su realización más de cien personas tuvieron la oportunidad de recibir sus enseñanzas que tantas veces trascendían a la mera realización del trabajo. Con el Mapa se ha formado un grupo de ingenieros con sólidos conocimientos en geobotánica y con gran pasión profesional que nos satisface ver hoy día diseminados por casi todo el territorio nacional. `
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Los viajes de practicas Antonio López Lillo Dr. Ingeniero de Montes
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e tenido la ocasión de comprobar en variadas ocasiones, especialmente en los viajes de prácticas con los alumnos, las muchas facetas que confluyen en la persona de Juan, y que ha utilizado para transmitir sus conocimientos de Botánica. Le conocí en la primavera de 1966, en un viaje de prácticas de Botánica que organizó Don Luis Ceballos por tierras de Cádiz y Málaga, donde en aquellos momentos Juan desempeñaba sus labores profesionales. Desde que accedió a la Cátedra de la Escuela siempre tuvo presente que la mejor manera de enseñar botánica era poner a los alumnos en contacto con el mundo vegetal. Durante varios años he tenido la fortuna de acompañarle en los recorridos que ha organizado por tierras españolas para que sus alumnos aprendieran las plantas sobre el propio terreno y ello ha permitido conocer las múltiples cualidades que le adornan y comprender sus grandes valores científicos y humanos. Con la Cátedra realizamos muchos viajes y excursiones de prácticas siendo los más significativos: la Sierra de San Pedro en Biel (Zaragoza), Sierra Mariola (Alicante), el Puente de San Pedro en el Alto Tajo (Guadalajara), la Alcarria, la Sierra de Altomira, la Dehesa de El Carrascal en Arganda del Rey, el Puerto de San Juan (Madrid), el Hayedo de Montejo de la Sierra, etc, y por supuesto Lourizán. Posee una preparación fundamental y unas condiciones especiales para la enseñanza del mundo vegetal. Además de conocer muy bien las disciplinas complementarias de la Botánica como la Anatomía y Fisiología Vegetales, domina ampliamente todas las ciencias necesarias para comprender la complicada y difícil vida de las plantas. Se puede decir que es un buen geólogo, un gran edafólogo y un experimentado hidrólogo, entre otros variados saberes. Ha sido infatigable a la hora de recorrer el territorio español en su totalidad, ya que ha tenido muy buenas condiciones físicas. Unido a su tesón y constancia así como a sus dotes de observación, podría afirmarse que conoce de vista todas las plantas españolas; dudo que haya otro botánico que conozca mejor el solar hispano y comprenda su geografía. Igualmente es un gran intérprete del medio natural pues es capaz, a través de su gran dominio de la vegetación, de narrar la historia de un espacio natural, de los episodios que han acaecido en el transcurso de los años y analizar cómo está conformado el paisaje. Por ello está preparado de una manera singular para explicar y dar a conocer la flora y vegetación española. Dado su carácter abierto, ha podido adquirir muchos conocimientos sobre los usos tradicionales de las plantas, de sus historias y de su problemática, transmitidos por las poblaciones rurales. A Juan siempre le ha gusta-
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do charlar ampliamente con la gente de campo y aprender de la sabiduría popular, le gusta comentar que es una pena que se pierdan muchos de los conocimientos populares y que solamente pueden llegar por transmisión oral. Sabe como nadie de qué manera se utilizan las plantas en muchos lugares de España y cuáles son sus cualidades, características y los mayores servicios que pueden prestar. Una de sus virtudes como profesor es el buen conocimiento que tiene de los alumnos y del trato con ellos, que hace que no haya Ingeniero que habiendo pasado por sus clases, no mantenga un aprecio especial por su persona. Sabe hacerse querer por sus alumnos, que en la mayoría de los casos no solamente le admiran como un excelente profesor, sino que tiene hacia él un aprecio filial. Su gran memoria la utiliza no sólo para el mundo vegetal, sino que la pone al servicio de los alumnos. He sido testigo muchas veces de cómo, al hacer un viaje con Juan y encontrarnos con Ingenieros que fueron sus antiguos alumnos, es capaz de llamarlos por su nombre y saber, casi sin dudar, a qué promoción pertenecen. Juan es un erudito pues tiene una cultura amplísima: arte, literatura, historia, filosofía, etc., le son familiares y algunas con un gran dominio. Una faceta importante de Juan, que ejerce con gran experiencia, bastante tradicional y complementaria entre los buenos forestales, es el conocimiento de la gastronomía popular. Su extenso deambular por el territorio patrio le ha permitido saber cuáles son los mejores productos culinarios de cada región. Ni que decir tiene que quien haya viajado con él se ha aprovechado de estos conocimientos. Hay que destacar su modestia y sencillez. Puede estar explicando o analizando cualquier tema, por elevado que sea, que siempre lo expresa como si se tratara de mero trámite, sin dar la menor importancia a la cuestión y como sin apreciar el interés que presta el auditorio. Pero lo más importante de Juan es su gran religiosidad, que además hace trascender a los demás. Es consciente de su saber y siempre proclama que le viene de Dios. Que en definitiva en este mundo estamos de paso y todo es efímero. Tiene un amplio dominio de la Biblia y en cualquier momento, para aseverar lo que comenta, se apoya en algún párrafo del Génesis o del Libro de la Sabiduría, algún comentario de los primeros profetas o en definitiva en alguna cita bíblica contundente. Juan está adornado de múltiples cualidades que por encima de todo hacen que sea un hombre bueno, un ser humano excepcional y una gran persona. Sabe transmitir sus enseñanzas y experiencias con gran humildad y sentido común, pero defendiendo sus convicciones con argumentos sólidos, basados siempre en el máximo rigor y conocimiento científico. Creo que ha sido y es una gran figura para la ciencia botánica española en general y particularmente para los forestales, al transmitirles la gran importancia que tiene el verdadero conocimiento de la vegetación y el territorio donde se asienta, para una buena gestión. `
Mapa Forestal y Flora Mayor Ramón Villaescusa Sanz Dr. Ingeniero de Montes
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i relación con Juan Ruiz de la Torre comenzó en el año 1970 cuando coincidimos en Argelia en el desarrollo de un proyecto de ordenación por encargo de la FAO. Fueron unos días inolvidables en los que aprendí a ver el monte desde una nueva perspectiva y me asombré de la facilidad con que Juan, en nuestras salidas al monte, abordaba a cuanto lugareño se encontraba para, en su propio idioma, preguntarle sobre los nombres que allí daban a unas u otras plantas o sobre mil cuestiones más, finalizando en algunas ocasiones compartiendo una taza de te, aceptando su hospitalidad. Todo esto generalmente en compañía de Jacobo Ruiz del Castillo, uno de sus principales colaboradores, del que pronto aprecié sus amplios conocimientos, solo superados, en mi opinión, por su bondad y modestia. Han pasado 36 años desde entonces y mi afecto y admiración por ambos no ha cesado de crecer. Unos años después y como consecuencia de una colaboración entre el ICONA y la E.T.S. de Ingenieros de Montes, tuve ocasión de trabajar otra vez con Juan y su extraordinario equipo de colaboradores en un Inventario Ecológico de la Sierra de Ayllón, en el que también participó el profesor Gandullo, y en un Inventario Florístico de la Sierra de Cazorla, ambos proyectos de grata memoria para mí. Pero, sin duda, ha sido el Mapa Forestal de España lo más destacado de nuestra relación profesional en los últimos veinte años. En efecto, en 1986 encargó el ICONA a Juan Ruiz de la Torre la confección del Mapa Forestal de España a escala 1:200.000, siendo nombrado
Coordinador General del proyecto José Luís Montero de Burgos, a quien tuve el honor de suceder en ese cargo, creo que en 1988, con motivo de su jubilación. El proceso de elaboración de las Hojas del Mapa Forestal de España 1:200.000 comprendía, desde el punto de vista cartográfico, una fotointerpretación sobre fotografías aéreas a escala media 1:30.000, una restitución de teselas sobre las hojas 1:50.000 del Servicio Geográfica del Ejército y una posterior reducción a la escala 1:200.000. Desde el Banco de Datos de la Naturaleza del ICONA consideramos que parte de la información recabada en la elaboración del mapa se perdía en la reducción a la escala1:200.000, por lo que, contando con la aprobación del autor de la obra, propusimos salvarla creando la versión a escala 1:50.000, digitalizada. El Mapa Forestal de España a escala 1:50.000, en formato digital, fue actualizado a partir de 1997 en paralelo con los trabajos del tercer Inventario Forestal Nacional, adquiriendo como éste el carácter de continuo, con periodos de repetición cada 10 años. En la Introducción de su obra más reciente, Flora Mayor, dice Juan Ruiz de la Torre que fue mía la idea de realizar el Mapa Forestal de España condensado a escala 1:1.000.000. Yo, que no tengo tan buena memoria como él, no puedo asegurar que fuera así, aunque, conociéndole, no me extrañaría que estuviera dando una muestra más de su generosidad al atribuirme esa iniciativa. De cualquier modo, se trata de una obra que, en formato papel y digital, da una visión global de la vegetación de nuestros montes, complementando eficazmente las versiones a escala 1:200.000, en papel, y la digitalizada a escala 1:50.000. Flora Mayor ha sido, por ahora, el último eslabón de mi relación con Juan Ruiz de la Torre, al haber colaborado como voluntario en la corrección de alguna de las pruebas de edición, lo que me ha permitido disfrutar enormemente con su lectura. Sirvan estas líneas de homenaje a este insigne ingeniero de montes con el que me enorgullece compartir profesión. `
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D. Juan Ruiz de la Torre y el Mapa Forestal de España César López Leiva Profesor Titular de Botánica. Ingeniero de Montes
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omos muchos, unas 100 personas, los que hemos tenido la inmensa fortuna de participar en los trabajos de realización del Mapa Forestal de España bajo la dirección de D. Juan Ruiz de la Torre (don Juan, como siempre lo hemos llamado) y de considerarnos sus discípulos después de años de colaboración. Cuando nos incorporamos a su equipo ya estábamos persuadidos de que la experiencia iba a ser enriquecedora para nuestra formación, no sólo por lo que implicaba el trabajo en sí mismo, sino sobre todo por poder contar con un trato más asiduo y cercano con D. Juan y disfrutar por tanto de su competencia científica. La mayoría ya lo conocíamos como profesor de la asignatura de Botánica en la Escuela de Ingenieros de Montes y sabíamos, por sus clases y a través de algunos de sus escritos –como el magnífico libro Árboles y arbustos–, de su categoría profesional y docente. En clase y en los viajes de prácticas, le escuchábamos con delectación, con cierta avaricia por no perder nada de la sabiduría que transmite de manera ágil y torrencial. Enseguida, ya incorporados al Mapa, nos íbamos percatando de que su talla humana no le iba a la zaga y de que nuestras expectativas acerca de las posibilidades que nos brindaba la proximidad al profesor quedaban generosamente superadas. Ha sido un verdadero privilegio asistir al desarrollo del proyecto del Mapa Forestal y ser destinatarios de las enseñanzas de D. Juan. Hemos compartido con él trabajos de gabinete y viajes de prospección en el campo, donde presenciábamos en directo cómo procesa increíblemente los datos que pasan desapercibidos para un espectador mediocre, maneja su fino sentido del análisis y hace uso de una sorprendente capacidad para la síntesis, mientras nos asombra con su prodigiosa memoria y el metódico despliegue de conocimientos y medios (y hasta de indumentaria, con la que se pertrecha para las salidas al campo que tanta y tan contagiosa ilusión le producen). En D. Juan vemos al referente para disponer de un repertorio ordenado de ideas, convicciones, experiencias e intuiciones sobre la flora y vegetación españolas. Y, puesto que no se encastilla en las disciplinas de las que es especialista, enseña a interpretar el paisaje vegetal de forma integral, no descuidando las relaciones con otras ciencias y técnicas y adornando sus conocimientos con un ingente caudal de información sobre aspectos tan sólo aparentemente alejados como los históricos, lingüísticos, sociales, antropológicos. D. Juan es el prototipo antagónico de un hombre de ciencia hiperespecializado, que sólo sabe mucho de una sola cosa. Al decir de Ortega: transmite cultura y enseña la «función de idear y de pensar», misión que el filósofo creía constitutiva de la Universidad. Pocas cosas se resisten a su curiosidad intelectual, en casi todo pone un joven entusiasmo, como el de quien
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no pierde capacidad de asombro. Aplica una especie de «taxonomía» inteligente para muchos aspectos vitales y del saber. Disfruta contemplando y describiendo hasta los más pequeños objetos y detalles. Se adaptó sin renuencias al uso de las nuevas tecnologías para el tratamiento de la información, que evolucionaron grandemente mientras duró el proyecto del Mapa. El profesor Ruiz de la Torre comunica con una atractiva precisión y profundidad, empleando para ello un lenguaje rico, asequible, donde cada palabra está usada con fundamento: a D. Juan le gusta buscar el vocablo idóneo para expresarse, para hablar con corrección y para escribir de manera clara y ordenada el caudaloso volumen de información que plasma en sus textos. En muchas ocasiones, se le ve bucear con fruición en la lengua vernácula para dar nombre a las realidades (como en el glosario de términos que añadió al Mapa), pues es, además, un buen lexicógrafo que, en mi modesta opinión, aportaría mucho a algunas instituciones, como la Real Academia. Aparte de con sus conocimientos, D. Juan impregna con su estilo propio toda labor profesional. Sabe transmitir de modo espontáneo la jerarquía de valores y el sistema de tareas para lograr un trabajo bien hecho, sólidamente fundamentado, con un admirable equilibrio entre lo ambicioso de los planteamientos iniciales y la voluntad de ejecutarlos en plazos razonables y de conferir utilidad al producto final, tratando siempre no refugiarse en abstrusas terminologías sólo aptas para elegidos y desbrozando lo primordial de lo secundario. De forma tácita, con su propio ejemplo, sabe hacer responsable a cada uno del trabajo encomendado, y respeta de manera exquisita los resultados obtenidos, corrigiendo –casi con timidez- lo que considera equivocado o insuficiente. Con excesiva humildad, más de una vez ha dicho que la mayor satisfacción de un profesor es verse superado por sus discípulos, pero en esto no habrá logrado quedar contento. En D. Juan hemos visto la entrega leal al trabajo, sin apenas desfallecimientos, con entusiasmo contagioso. Vimos cómo iba superando dificultades inesperadas de tipo administrativo con un sentido práctico con el que él sabe contrarrestar holgadamente sus atisbos de pesimismo. Consigue disciplinar el perfeccionismo paralizador, para, dominándolo magistralmente - y tal vez con cierta violencia interna-, dar a sus trabajos una calidad superior. Siendo realista en sus planteamientos, siempre hemos percibido en él una dosis de ingenuidad ante la que trata de no quedar inerme aplicando un sabio escepticismo a las cosas que lo merecen y unas ciertas gotas de desconfianza hacia todo lo que va más a ras de tierra. De D. Juan siempre se agradece su falta de engreimiento, su cercanía en el trato, su calidez humana, su extremada cortesía sin envaramiento y con campechanía, su voluntad de lograr la armonía en las relaciones personales y en los equipos de trabajo y su caritativa tendencia a soportar con paciencia y comprensión las imperfecciones de los demás. En el Mapa, no quiso caer en un injustificado y cerril «feudalismo», llamando entre sus colaboradores a personas de otras escuelas y titulaciones. Es buen conversador y siempre aporta jugosos comentarios y anécdotas de todo tipo, que cuenta con su rápido verbo y gracejo andaluz. Durante los trabajos de campo, en los momentos de las comidas, valora con gusto la gastronomía tradicional, sin sofisticaciones y con buena materia prima.
Conchita, esposa y compañera
D. Juan Ruiz, también geógrafo del paisaje Josefina Gómez Mendoza Catedrática de Geografía. Ingeniera de Montes de Honor
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principios de los años noventa, lanzados los geógrafos de la Universidad Autónoma de Madrid en la arriesgada y novedosa aventura de impartir, con carácter de título propio, un Magister en Análisis del Paisaje y Territorio, tuve el atrevimiento de dirigirme al profesor Ruiz de la Torre para que acudiera a dar unas clases. La respuesta fue positiva e inmediata, con una generosidad y una sencillez que no olvido: tampoco lo han hecho, me consta, los alumnos, de distintas procedencias universitarias, que supieron apreciar la sabiduría y capacidad de transmisión del gran profesor. Había terminado yo en aquellos años una investigación sobre la ciencia forestal que me había hecho frecuentar con verdadero entusiasmo la lectura de los grandes ingenieros y naturalistas forestales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX. Había seguido en particular a Agustín Pascual en su creación de los conceptos silvícolas, a Máximo Laguna en sus esforzados recorridos para la Flora forestal española, la ambición cartográfica de Francisco García Martino en su frustrado intento de hacer un primer mapa forestal, las atinadas confrontaciones de vocabulario forestal en el diccionario de José Jordana y Morera, o los grandes estudios geobotánicos de Ceballos, con Vicioso y Martín Bolaños, sobre Cádiz y Málaga. La persona y la obra de Juan Ruiz de la Torre suponen en cierto modo la prolongación renovada de todas y cada una de esas tradiciones. Por eso, conocerlo y tener la oportunidad de aprender de él ha sido para mí un privilegio. En mis estudios yo venía percibiendo y documentando lo que entendía como un fuerte carácter geográfico del conocimiento forestal. No dudo en afirmar que algunos de los buenos textos de geografía de España, de
Sería difícil hacer comprender la personalidad de D. Juan sin mencionar a Conchita, su equilibrio, la mujer que sabe darle ánimo, apoyarlo y entenderlo y que lo acompaña en una trayectoria vital donde, curiosamente, algunos de los acontecimientos más significativos han tenido lugar en fechas «redondas», como si la providencia hubiera querido hacer resaltar de esta forma lo irrepetible del personaje: su boda, el 5-5-55; su titulación como Ingeniero de Montes, en el Primer Centenario de la fundación de la Escuela; su jubilación como Catedrático, en el sesquicentenario...; la entrega final de las últimas minutas del MFE, en 1998 –al cumplir los 70 años– y la finalización de las últimas correcciones de pruebas de impresión, en 2000. En D. Juan se trasluce también una acendrada espiritualidad que con seguridad es la base de su afán de conocimiento y de su compromiso ético con la vida. Con un profundo agradecimiento, quiero sumarme con estas palabras al homenaje a D. Juan, un maestro excepcional y un hombre bueno. ` sus regiones, comarcas y paisajes, fueron escritos por ingenieros, sobre todo por los de montes. La lectura de la obra de Juan Ruiz de la Torre no puede sino ratificarme en esa idea. En su estudio sobre los sistemas que integran la biota de los Guadalquivires, cuando era ingeniero en la Confederación, busca incorporarlos en el paisaje para el que se sirve de la autorizada definición del geógrafo francés de la Cantábrica, Georges Bertrand. En el precioso libro, La cubierta vegetal en el Camino de Santiago, escrito en colaboración con algunos de sus compañeros indispensables como en particular el entrañable José Javier Nicolás Isasa, Ruiz de la Torre rehace con precisión y pulcritud los itinerarios vegetales de camino Francés y consigue levantar «la niebla que, cual la historia –parafraseando a Lacarra, citado por los propios autores–, parece adherirse mejor a los terrenos accidentados y cubiertos de vegetación». No se olvidan los ingenieros en este empeño de recurrir sistemáticamente al diccionario de Madoz para saber qué veía el peregrino de hace dos siglos. Juan Ruiz de la Torre en sus recorridos de reconocimiento vegetal, ha recogido las hablas, los nombres populares de la vegetación, consciente de que contienen una verdadera biodiversidad cultural en riesgo de extinción. Las expresiones tradicionales de árboles, arbustos, matas y hierbas, pertenecen a nuestro patrimonio común, y a Ruiz de la Torre le importa sobre manera que no se pierdan. En la sugerente conferencia de clausura del Congreso Forestal de Granada tuvo ocasión de demostrarlo y sistematizarlo. Cumple así con la labor solicitada por el gran lingüista Joan Corominas de que habría que incorporar a los diccionarios los vocabularios populares y expertos de plantas, peces, aves, medicinas, rocas, también los léxicos de oficio. Me hizo el honor Juan de dedicarme uno de sus libros diciendo que me agradecía el haber contribuido a mantener o devolver el prestigio heredado. Reconozco yo hoy con gratitud lo que le debo, lo que le debemos los geógrafos por su geobotánica, por sus geografías botánicas y mapas forestales. Don Juan: los buenos forestales, sobre todo si gustan de reconocer floras y paisajes, no cumplen años, los restan, los incorporan a los bosques, a los arbolados. `
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Poesía escrita por sus alumnos de 3º en 1993 Enviada por Alfredo Rodríguez Garagorri
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u porte se dirá majestuoso y noble su frugal temperamento; su copa, impenetrable de talento, su acervo de saber es asombroso; vegeta en los sustratos más penosos, soporta bien sequías, nieve y viento, es alto en producción su crecimiento, da jóvenes renuevos sin reposo. ¡Excelso monumento, bello pie del género de sabios catedráticos, especie sempervirens, pues con él se han ido incorporando a los botánicos decenas de ingenieros al saber de un verbo tan genial como simpático! `
Mapa Forestal y Flora Mayor Roberto Vallejo Bombín Ingeniero de Montes
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uando desembarqué en el Área de Banco de Datos de la Naturaleza en el año 1994, uno de los principales trabajos que entonces se estaban realizando era el Mapa Forestal de España a escala 1:200.000, cuyo autor, Juan Ruiz de la Torre, fue catedrático mío de botánica. Desde que acabara mis estudios en la Escuela de Montes de Madrid, no había tenido contacto alguno con mi antiguo profesor, siendo a partir de mi trabajo en el Área cuando he podido retomar esa relación iniciada hace casi veinte años. En este tiempo, en el que sucesivos trabajos me han obligado a mantener una relación profesional con él, ha sido un placer poder conversar y aprender parte de lo mucho que alberga su prodigiosa memoria y que, poco a poco, va soltando en forma de jugosas anécdotas que hacen amenísimas las monótonas mañanas del trabajo administrativo en las que hemos tenido que reunirnos para controlar puntillosamente el desarrollo de los diversos proyectos. Da igual la temática inicial que nos ocupara, siempre hemos acabado, o con anécdotas sobre las más variadas lenguas arcaicas, ahondando en el significado de perdidos y olvidados términos, o en recuerdos de un mundo rural que se desvanece y que sólo se mantiene vivo en mentes como la de Juan Ruiz de la Torre o por último, con las vivencias de su pasado como ingeniero de montes del Protectorado Español de Marruecos. Como ya he comentado, el Mapa Forestal de España fue la primera publicación con la que inicié esta nueva toma de contacto con mi antiguo profesor. Independientemente de la publicación clásica en papel, mi entonces jefe Ramón Villaescusa, había iniciado la realización de una versión digital de ese mapa. Al estar en un Banco de Datos Geográfico, parecía obvio que se aprovechase todo ese conocimiento que estaba siendo vertido en la obra en formato de papel, para lograr tener disponible una capa digital de carácter nacional, homogénea en todo el territorio y con una información botánica y forestal asociada muy grande; esa oportunidad la supo transmitir de manera clara Ramón a nuestros superiores que dispusieron los fondos necesarios para que se lograra tener esa versión. Éste fue uno de mis primeros trabajos en el Área, encargarme de su difusión y explotación. No cabe duda que la magna obra de Juan Ruiz de la Torre, se ha visto duplicada en cuanto a utilidad con la versión digital; hoy día sigue siendo la única capa homogénea con información botánica para todo el país y, a pesar de los fallos y errores de cualquier tipo habidos en su digitalización, pensamos que será una información que tendrá una vigencia grande, no tanto por la información de límites geográficos que proporciona y que varía con relativa frecuencia a lo largo del tiempo, sino por la extensa información que guarda en su base de datos, relativa tanto a la presencia
de los diferentes taxones de la flora forestal como a su estructura y fitosociología. Aún hoy sigue siendo referente obligado en múltiples trabajos en los que se utiliza como información de base. A esta versión digital del Mapa Forestal de España le siguió la versión 1:1.000.000, en cuya publicación también colaboré. Pero, si bien las obras anteriores me han permitido mantener un contacto casi continuo con mi antiguo profesor durante muchos años, no cabe duda que la obra en la que se ha hecho más intenso este contacto ha sido su última publicación, en cuya edición he tenido el honor y placer de haber podido colaborar: se trata del libro «Flora Mayor». Esta obra, que se inició como un preciso encargo de nuestra antigua Directora General, Inés González Doncel, ha visto su luz hace ahora dos meses escasos; la obra que en principio iba a ser una nueva edición del libro clásico de Juan Ruiz de la Torre, «Árboles y Arbustos», ha superado con creces esa publicación, para adentrarse en el vasto conocimiento que sobre toda la flora tiene el autor y que ha querido limitar a aquélla que supera la estatura normal de un hombre (flora mayor), no ciñéndose sólo a las especies que de manera autóctona existen en la Península y Baleares, sino que las ha ampliado a gran parte de las que aparecen espontáneamente en nuestros campos, e incluso a aquéllas que, aun no estando presentes en ese territorio, tienen un uso o utilidad extendido en la población. Durante los largos trabajos de corrección de las pruebas de este libro, he podido constatar la perseverancia y minuciosidad con que mi antiguo profesor trabaja, manifestando el entusiasmo de un autor novel; claro que hay que tener en cuenta que detrás de él hay un equipo de «inseparables» que le han apoyado continuamente y entre los que no puedo menos que nombrar a su también incansable mujer Conchita, en la que siempre se ha apoyado, Jacobo Ruiz del Castillo, que colaboró con él ya en la edición de «Árboles y Arbustos» y Juan Ignacio García Viñas que ha prestado su colaboración primordial, especialmente en el auxilio digital y en la logística general de la edición. Consecuencia de todo ello ha sido un libro que en estos momentos estamos muchos amantes del campo desentrañando y disfrutando con la lectura, no sólo botánica, sino además con el extenso anecdotario que contempla. Desde este Banco de Datos, que como se ve ha contado con la colaboración, casi desde sus inicios, de Juan Ruiz de la Torre, esperamos seguir manteniendo esa relación y colaborar en sacar a la luz novedosos trabajos y estudios de nuestro apreciado catedrático. `
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Un perfil del maestro en el campo Carlos Morla Juaristi Profesor de Botánica de la ETSI Montes (UPM). Dr. Ingeniero de Montes
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e resulta grato poder referirme a través de estas líneas a una de las muchas facetas que como docente ejerció mi, primero profesor, más adelante compañero y siempre maestro, Juan Ruiz de la Torre: el ejercicio de las enseñanzas fuera de las aulas. Por fortuna he podido compartir con Juan muchos años de rutas ibéricas en una apreciable diversidad de situaciones, bien anotando su valiosa información en mi libreta de campo, levantando inventarios en aplastantes días soleados de verano o compartiendo desde atalayas privilegiadas algunos de los espectáculos magníficos de nuestra geografía. Ha sido estimable lo recibido en tales escenarios, tanto de su experiencia botánica como de su profundo conocimiento del solar ibérico; pero lo mejor de todo es que tales enseñanzas se desarrollaron en ambiente relajado donde nunca faltó el buen humor. No puedo y no quiero dejar de aprovechar el breve espacio que permite esta reseña para regalar al lector, como homenaje a su persona, algunos de los momentos agradables y divertidos que jalonaron nuestro común transitar por bosques, arbustedos, rutas berroqueñas o matorrales de montaña. Son recuerdos propios o recogidos de los que también estuvieron cerca de él recorriendo nuestros montes.
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Nunca olvidaremos los peculiares modos con que nos hacía recordar caracteres diagnósticos para facilitar las identificaciones botánicas; entre ellos destacan no sólo la apreciación de los olores de las plantas sino también sus sabores; quizás sea esa práctica la causa de alguno de los apelativos cariñosos que le adjudicaron sus alumnos. En una ocasión, ante una muestra de Tamus communis con brotes tiernos, cuyas características le eran requeridas por los alumnos, se comió algunos de ellos con sorpresa de los presentes; éstos probablemente ya nunca olvidarán la calidad gastronómica de la nueza negra. También enseñó la didáctica frase del género Ononis: «los campesinos antiguos procuraban nacer con tres dientes para comer frutas especiales de Aragón»; en ella las palabras, o sus raíces, coinciden por orden con las de ocho especies del género, que de ese modo pueden ser fácilmente recordadas: O. campestris, O. antiquorum, O. procurrens, O. natrix, O. tridentata, O. fruticosa, O. especiosa y O. aragonensis. Así mismo los caracteres del fruto de la familia de las umbelíferas disponen ya de un ingenioso recordatorio, gracias a los «flejes metálicos» cuya flexibilidad recrea la elasticidad de sus mericarpos al madurar y separarse cimbreando. Otros ejemplos inolvidables son los ya inconfundibles sépalos del género Rosa, cuya irregular cadencia de apéndices era versada por Juan en latín; la peculiar «pista de aterrizaje» que definitivamente asociaremos al monolabio del género Teucrium; la acogedora suavidad con que nos recibe, en momentos de pesadumbre, la lisa corteza de Lagerstroemia indica, o la imagen del «árbol de las chistorras» que recrean inevitablemente los individuos fructíferos de Catalpa bignonioides. Quiero referirme también a otros aspectos no estrictamente botánicos pero que, como bien saben todos aquellos que han compartido campo con Juan Ruiz de la Torre, siempre se hallan asociados al escenario vegetal: la cultura del zurrón y la merienda. Sus enseñanzas en este terreno son dignas también de figurar en la parte de atrás (¡o delante!) de nuestras libretas de campo, desde los molletes con tomate o manteca colorá, hasta las exquisitas rodajas de naranja con aceite de oliva que en distintas ocasiones hemos tenido oportunidad de compartir. Y anotar una destreza de Juan en este terreno: su habilidad para «descubrir» engaños como en aquella ocasión en que, tras la comida en día de campo, nos detuvimos a tomar una infusión. Fue solicitada de manzanilla, pero ante el raro sabor que en esta ocasión ofreció tan apreciada compuesta, Juan sospechó «gato por liebre» y, sin tregua, espetó: ¡esto no es manzanilla, es Santolina rosmarinifolia!, dejando de una
pieza al personal del establecimiento que calló resignado. Tampoco dejaré de evocar su presencia cuando aplique aquellos términos, probablemente procedentes del refranero popular, pero que Juan nos transmitió: «las migajas del zurrón a la tarde buenas son»; ¡bastantes meriendas han sido posibles gracias al recuerdo oportuno de la frase!! Quiero terminar estas referencias con el recuerdo de uno de los últimos recorridos que tuvimos oportunidad de realizar juntos, en esta ocasión por la provincia de Málaga. Corría la primavera de 1997 y con cerca de 100 alumnos efectuamos la travesía desde el refugio de los Quejigales (Ronda), hasta la localidad de Yunquera. Primero la cañada del Cuerno con uno de los mejores pinsapares que nos quedan, luego los quejigares de las
dolinas superiores, más tarde reposo y comida en la base del cerro de las Nieves, elegantemente vestido con sus sabinares rastreros, después las peculiares alfombras de matorrales almohadillados espinosos, ... en fin, jornada larga y dura, con más de 20 kilómetros transitando por formaciones de montaña mediterránea (en la foto Juan en uno de los últimos tramos del recorrido), y que recojo aquí tan sólo como ejemplo de otras muchas jornadas de similar calado. Han sido cerca de tres décadas de compartir campo y aula (y también mesa) con Juan; aquí tan sólo he rescatado una pequeña muestra de tantos recuerdos. Todos ellos forman ya parte de mi memoria y los encontraré siempre allí, en los innumerables recodos de la geografía ibérica que nos vieron pasar juntos. `
El herbario de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes (Herbario EMMA)
Desde entonces, la colección crece de manera más o menos continua, siendo de destacar las aportaciones procedentes de la participación en varias exiccatas (como la Exiccata del Instituto Botánico de Barcelona de
Paloma Gil Borrell Profesora de Botánica de la ETSI Montes. Ingeniera de Montes Dedico este trabajo, con todo mi cariño, a Juan Ruiz de la Torre, y quiero expresar aquí mi agradecimiento por todos los años que hemos compartido y por el ejemplo que he recibido de él en todo momento, tanto profesional como personalmente.
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l herbario EMMA es un herbario de plantas vasculares dedicado especialmente a la Flora Forestal Española. Otras floras representadas, aunque en grado mucho menor, son la Portuguesa, la Macaronésica y la Norte Africana, casi siempre en su vertiente más forestal, existiendo también abundantes muestras procedentes de parques y jardines. Aunque los antecedentes del Herbario se remontan a la fundación de la Escuela de Montes en 1855, no ha llegado hasta nosotros ninguno de los pliegos de la colección que fueron formando desde entonces Laguna, Boutelou y Torrepando, ya que en noviembre de 1936 un incendio destruyó completamente lo recopilado. Terminada la guerra civil, D. Luis Ceballos es nombrado profesor de Botánica y Geografía Botánica de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes en 1940. Con ello empieza a formarse la colección principal del herbario actual, pues Ceballos trae a la Escuela la mayor parte del material recopilado en el IFIE desde 1927, en colaboración con Martín Bolaños y Vicioso, para la elaboración del Mapa Forestal de España.
Pliego tipo de Thymus x ruiz-latorrei, C. Vicioso (EMMA 11567).
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Pío Font Quer, o las de la Sociedad Cenomana d’Exiccata), y de la realización para el IFIE, en 1951, de los “Estudios sobre la vegetación y la flora forestal de las Canarias Occidentales”, en colaboración con D. Francisco Ortuño. Tras la jubilación de D. Luis Ceballos en 1966, la cátedra de Botánica es ocupada por D. Juan Ruiz de la Torre desde 1968 hasta 1997. Son casi treinta años, a lo largo de los cuales el Herbario completa prácticamente el tamaño que tiene en la actualidad, gracias a las aportaciones que van realizando D. Juan y los distintos profesores de la cátedra. Mención aparte merece aquí el recuerdo de D. Antonio Rodríguez, colaborador plenamente dedicado al trabajo de la cátedra desde los tiempos de D. Luis Ceballos. La gran cantidad de pliegos herborizados por Ruiz de la Torre son un reflejo más de su extraordinaria capacidad de trabajo, y proceden tanto de los viajes de prácticas realizados con los alumnos, como de su extensa actividad profesional, primero en Marruecos y luego por todos los rincones de la geografía española, que ha recorrido de manera incansable. Además, consiguió para la Escuela la Biblioteca y el herbario del ingeniero de montes D. Rafael Areses, formado a principios del siglo XX con más de 1000 especies, de 450 géneros y 132 familias de plantas exóticas cultivadas en la Península. Otro hecho a destacar al finalizar esta etapa es la formalización de las relaciones del Herbario con otras instituciones similares: desde 1987 está incluido en el Index Herbariorum (http://sciweb.nybg.org/science2/IndexHerbariorum.asp), y es miembro institucional de la Asociación de Herbarios Ibero-Macaronésicos (AHIM) desde su fundación en 1994. En el momento actual, EMMA es un herbario formado mayoritariamente por plantas vasculares, especialmente leñosas, que se separan en Pteridófitos, Gimnospermas y Angiospermas. En conjunto el numero de plie-
gos se aproxima a los 40.000, hallándose representadas más de 5.000 especies. Los pliegos se ordenan por familias, siguiendo la clasificación de Engler. Dentro de cada familia, los géneros y, dentro de éstos, las especies, se colocan alfabéticamente. Cada pliego se identifica con un número único e inamovible, e incluye una etiqueta en la que se indican nombre científico de la planta, localidad, fecha de recolección, el recolector, la persona que ha hecho la determinación y las notas que se hayan considerado oportunas. Desde 1945 estos pliegos se conservan en el laboratorio de la U.D. de Botánica de la ETSIM, en un mueble con 374 cajas de castaño (18 x 48 x 38 cm). La parte más valiosa del Herbario está constituida por los pliegos tipo, utilizados como base para la descripción que valida la publicación del nombre de una especie, que son reflejo del interés por la sistemática y la taxonomía de los responsables de su formación a lo largo de los años. En este campo, tanto Ceballos como Ruiz de la Torre y sus respectivos colaboradores han tenido una notable actividad, de la que, como botón de muestra, traemos a estas páginas el tipo de Thymus x ruiz-latorrei C. Vicioso (EMMA 11567). El principal reto del Herbario de cara al futuro es su informatización, que ya ha comenzado con la intención de que la mayor parte de la información que contiene sea accesible a través de Internet. Para ello se ha incorporado a la Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad (Global Biodiversity Information System –GBIF) a través del correspondiente nodo español (www.gbif.es), desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Esperamos que con ello el herbario pueda seguir mejorando en su cometido como registro de la biodiversidad, y como herramienta de investigación para sistemáticos y taxónomos, y también para todos los investigadores interesados en la determinación, identificación, clasificación, ecología, evolución y fitogeografía de las plantas. `
Contribución al homenaje al profesor Juan Ruiz de la Torre
... No me fue difícil darme cuenta, tiempo después, de que el Ingeniero de Montes al que se había referido elogiosamente D. Luis, era el más tarde opositor a la Cátedra de Botánica de la E.T.S. de Ingenieros de Montes cuya lección magistral sobre el pino silvestre (en esta ocasión el adjetivo reflejó fielmente su condición) produjo admiración en los asistentes y, supongo, que también en el Tribunal, dado el brillante final del acontecimiento. ... Años más tarde, me encontraba en el Jardín Botánico de Madrid enfrascado en la observación de un pliego de Lonicera, cuando tuve un contacto más personal con Juan Ruiz de la Torre, del que él siempre se acuerda con afecto, así como sin duda recordará también (yo, ya no) la especie de Lonicera cuya muestra de herbario estaba yo observando. .... Mi posterior vinculación a la vida académica avivó los contactos con Juan, y aunque siempre he recibido valiosas obras suyas con afectuosas dedicatorias y disfrutado de su enciclopédico saber en el ámbito de la Escuela de Montes, me ha faltado –a pesar de sus ofre-
José Alberto Pardos Carrión Académico de Ingeniería. Dr. Ingeniero de Montes
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llá por el comienzo de los años sesenta del siglo pasado, en una de las «conversaciones botánicas» que tuve el privilegio de tener con D. Luis Ceballos en relación con los trabajos de campo del Mapa Forestal en los que yo participaba, D. Luis hizo referencia a la sólida formación botánica de un Ingeniero de Montes, que a la sazón trabajaba en la Confederación del Guadalquivir y a cuyo nombre, entonces, no presté atención.
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cimientos, postergados siempre por mí– disfrutar de sus conocimientos «a pie de obra», en el monte. ... Los trabajos del Diccionario Forestal, en los que se integró con entusiasmo y rigor profesional, aportando con humildad su sabiduría, han sido para mí un motivo más de aprendizaje sobre Botánica y Geobotánica. Los bosques, los matorrales, los topónimos y un largo etc, sin olvidar las referencias y anécdotas sobre las cualidades gastronómicas de guisos y vinos de los lugares más
ignotos de la geografía nacional, hacían su aparición de la mano del profesor Ruiz de la Torre; aportación al Diccionario que se une a su relevante obra científica, de la que constituye obra singular el Mapa Forestal de España. Obra fruto de una trayectoria profesional no siempre suficientemente reconocida, enmarcada en la vivencia de un humanismo cristiano. Gracias, Juan. `
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De Floras Forestales Jacobo Ruiz del Castillo Dr. en Ciencias Geológicas e Ingeniero Técnico Forestal
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a Botánica forestal en España ha tenido la suerte de contar con una serie de figuras, no numerosas pero de gran calidad y prestigio. Creo que todos compartimos con reconocimiento y gratitud esta herencia conservada y acrecentada por personalidades como el Profesor Ruiz de la Torre. De su extensa obra es una magnífica muestra su más reciente publicación Flora Mayor, algunos de cuyos aspectos y antecedentes comentaremos. Un precedente conocido es la Flora Forestal Española de Máximo Laguna (1883), que describe más de medio millar de especies leñosas peninsulares. Esta obra, fundamental en el ámbito forestal al que está dedicada, constituyó además una referencia importante para los botánicos contemporáneos y posteriores que se ocuparon de la flora española. El paso de los años no ha rebajado sus méritos y la ha consolidado como obra clásica, cuyo uso habitual ha estado vigente durante más de medio siglo. La idea del estudio de la vegetación forestal y de su concreción cartográfica siguió latente; en el primer tercio del siguiente siglo el Instituto Forestal inicia su realización por provincias bajo la dirección de LUIS CEBALLOS; salen así adelante las de Cádiz (Ceballos y Vicioso, 1931), Málaga (Ceballos y Martín Bolaños, 1933), Canarias Occidentales (Ceballos y Ortuño, 1951) y Lérida (Jordán de Urries, 1954), quedando sin publicar las de Huelva y Soria. Al fin, en 1966, Luis Ceballos completó su gran Mapa Forestal de España. Es por entonces cuando se realizan las mayores repoblaciones forestales que transformarán el paisaje de gran parte de España, perdiendo vigencia el lamento de Laguna: Tanta es nuestra riqueza en el número de especies leñosas cuanto grande ha venido a ser nuestra pobreza en los bosques que ellas forman. Pero seguía faltando un texto actualizado sobre nuestra flora forestal. En 1971 Ruiz de la Torre termina Árboles y arbustos de la España Peninsular que, dirigido especialmente a los forestales españoles, incluye descripciones de 125 especies arbóreas o arbustivas de nuestra vegetación forestal y algunas de las exóticas más frecuentes. Desde su publicación se mantiene como libro valioso de texto y de consulta.
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Posteriormente salen a la luz muchos trabajos y buenos tratados sobre nuestros árboles y surge el gran proyecto de Flora Ibérica, impulsado a partir de 1980 por el CSIC y hoy mediada su realización. Cuando podría parecer superflua una nueva publicación es editada Flora Mayor, obra en la que Ruiz de la Torre vuelca su larga experiencia y la adquirida en la realización de su gran mapa a escala 1:200.000 recorriendo toda España y sus lugares más recónditos durante 12 años de trabajos de campo. El número de especies tratadas multiplica por 10 el de su publicación anterior, aportando cartografía rigurosa de más de 200 de ellas y ampliando el ámbito a los archipiélagos canario y balear. El libro incorpora además conceptos originales, datos e informaciones cuyo conjunto no se encuentra en otro tipo de Floras. Detalla la distribución y localización de las especies principales relacionándola con los tipos estructurales diseñados por el autor y fija los niveles evolutivos que pueden alcanzar sus distintas poblaciones. En algún caso hay referencias a ubicaciones hoy desaparecidas o al origen reciente de ciertas masas forestales, como es el caso del hayedo de Tejera Negra. Hay sugerentes previsiones de localización de muchas especies según posibles fluctuaciones climáticas, noción más adecuada que el abusivo recurso actual al llamado «cambio» climático. Es de gran interés el papel atribuido a ciertas especies en la restauración de áreas críticas, concepto desarrollado por el autor en trabajos anteriores, así como la valoración de las cubiertas vegetales por su valor protector o su función reguladora en las cuencas receptoras, partiendo de una larga experiencia como hidrólogo y botánico. Igualmente útiles son las observaciones sobre el comportamiento de diferentes especies ante el fuego y otros agentes, así como sabias recomendaciones sobre usos, plantación, multiplicación, regeneración, etc., y, para las especies principales, tipos de manejo y ordenación. Se encuentran datos de interés sobre rangos de tallas, diámetros, longevidad, longitud de raíces, etc. y es original la aportación de muchos de los nombres vernáculos y en algunos casos de los bíblicos, hebraicos, griegos o norteafricanos; entre estos últimos abundan los árabes y bereberes recogidos por el autor en localidades magrebíes, en parte publicados en La Vegetación Natural del Norte de Marruecos (1956). La Flora Mayor tiene además la virtud de una «botánica pintoresca», tomando la expresión que Font Quer dio como título a uno de sus libros, describiendo «viva y animadamente» las plantas. Hay en ella frecuentes alusiones a aspectos, formas, sensaciones y usos locales, indicando un conocimiento directo, así como referencias a la historia en relación con muchas plantas o sus nombres, anécdotas y comentarios que enriquecen la obra, haciéndola incomparable y aumentando el interés y amenidad de su lectura. Creo que la obra tan sucintamente reseñada refleja la sabiduría, laboriosidad y constancia de su autor y su amplia formación científica, técnica y humanística que él ha intentado transmitir durante su ya larga vida profesional y quedan sembradas para el futuro. Sirvan estas líneas de homenaje de discípulo, colaborador y amigo. `
Determinación de los lugares de distribución potencial del tejo, acebo y alcornoque empleando sistemas de información geográfica sobre los modelos digitales del terreno
Foto 1.- Acebal de Garagüeta (SO).
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RESUMEN
Fernández García Luis Carlos1 y Betegón Baeza Manuel2 1 Ingeniero de Montes. luixkar@gmail.com 2 Dr. Ingeniero Agrónomo. Catedrático de topografía y SIG de la ETSIIA de Palencia. mbetegon@iaf.uva.es Área de conocimiento de Ingeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría. Universidad de Valladolid. Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia
ste trabajo tiene por objeto obtener los mapas de distribución potencial del tejo, acebo y alcornoque empleando SIG sobre diversos Modelos Digitales del terreno (MD). En primer lugar se definen las variables ecológicas que influyen en su distribución y sus límites de tolerancia, plasmándolas en diferentes MD. Estos MD son tratados mediante análisis espacial, obteniendo como resultado una serie de mapas en los que se diferencia el territorio en áreas óptimas, posibles o no aptas para cada una de las especies. Se contrastan los resultados obtenidos con el Mapa Forestal de España y mediante salidas de campo.
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1. INTRODUCCIÓN La planificación forestal es necesaria para el correcto aprovechamiento de los montes, desde los puntos de vista económico, turístico o ecológico. Por otra parte, el desarrollo de los Sistemas de Información Geográfica posibilita el análisis de grandes áreas del territorio siempre que se cuente con datos de partida de buena calidad. Un ejemplo de las aplicaciones de los SIG en la planificación forestal son los mapas de distribución potencial de especies forestales, que pueden ser de gran utilidad a la hora de afrontar el problema de la elección de especie en las repoblaciones, discriminando incluso entre áreas óptimas, posibles o no aptas para cada una de ellas. Este estudio centra su interés en especies autóctonas de distribución reducida en Castilla y León, como son el tejo, el acebo y el alcornoque. Extrapolando la técnica al resto de especies se podrían optimizar los recursos económicos destinados a las campañas de repoblación forestal. Es preciso diferenciar entre el concepto de Modelo Digital del Terreno (MDT) y el de Modelo Digital (MD); el primero representa la variable altitud en cada punto del terreno definido por sus coordenadas planas X e Y. En el segundo, la variable representada es cualquier otra (precipitación, temperatura...) manteniendo dichas coordenadas. Los objetivos de este trabajo son: • Determinar los lugares de dis-
Foto 2.- Tejo de Mijares (AV )
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tribución potencial de especies forestales poco estudiadas (distribución reducida) en Castilla y León. • Obtener una metodología aplicable a otras especies. El estudio completo puede consultarse en FERNÁNDEZ GARCÍA (2005).
LMR). Relacionan mediante regresiones la distribución actual de las especies con los valores de los parámetros ecológicos, extrapolando después los resultados al resto del territorio otorgando valores entre 0 (no apto) y 1 (idóneo) en función de los valores de los parámetros en cada punto. Como ejemplo, HERNÁNDEZ NAVARRO et al (2004).
Antecedentes MATERIAL Y MÉTODOS Los modelos de distribución potencial de la vegetación habitualmente utilizados se basan en relacionar los valores de distintas variables ambientales con la localización de los ejemplares de cada especie. Los autores que previamente han investigado esta temática, emplearon fundamentalmente: – Métodos intuitivos basados en conocimientos propios y experiencia, por ejemplo MONTOYA OLIVER (1980). – Métodos basados en el estudio autoecológico paramétrico de las especies [SÁNCHEZ PALOMARES (2001)]: se establece una serie de parámetros ecológicos de los cuales se toman numerosos datos mediante muestreo en parcelas de campo homogéneas. Posteriormente, se generalizan estos datos al resto del territorio, estableciendo áreas de distribución potencial óptima y marginal. – Modelos de idoneidad desarrollados con métodos estadísticos y aplicaciones SIG (CART, MARS,
Foto 3.- Alcornocal de Foncastín ( VA).
Material • Ámbito de estudio: Castilla y León. • Escala de trabajo: resolución 200 m. • Especies seleccionadas: se escogieron el acebo (Ilex aquifolium L.), tejo (Taxus baccata L.) y alcornoque (Quercus suber L.). Esta selección se fundamentó en: – Son especies de porte arbóreo de relevancia en la CA. – Hay pocos estudios previos realizados en Castilla y León, especialmente en el caso del tejo y el acebo. – Deben ocupar una superficie mínima representativa acorde con la superficie de estudio, para evitar problemas de escala de trabajo. – Son autóctonas. – Potencialidad de la especie, entendiendo como tal sus características productoras, protectoras… – Presencia en la Directiva Hábitats (Directiva 92/43/CEE).
Gráfico 2.- MDT de la Sierra de Gredos
Gráfico 1.- Modelo Digital del Terreno
Gráfico 3.- Relieve de la Sierra de Gredos: en rosa la Clase 1 (ej: Valle del Tiétar), en verde la Clase 2 (ej: laderas de los márgenes del Valle), en marrón la Clase 3 (ej: vertientes de la Sierra), en azul la Clase 4 (ej: gargantas) y en blanco la Clase 5 (ej: líneas de las cumbres)
Gráfico 4.- multiplicación de imágenes binarias
– Representan los ambientes ecológicos presentes en la CA: montaña (tejo), media montaña (acebo) y esclerófilo (alcornoque). • Equipos informáticos y software: se emplearon Sistemas de Información Geográfica, gestores de bases de datos, la aplicación estclima.exe y el programa de análisis estadístico R®. • Cartografía digital: – Modelo Digital del Terreno 50x50 m formato ráster. Constituye la base del método a partir de la cual se desarrollan los MD derivados. – Mapa Forestal de España 1:200.000. – Mapa de clases fitoclimáticas de España. – Mapa de reacción del suelo (básico o ácido).
– Mapas de cuencas y subcuencas hidrográficas. – Mapa longitudes y latitudes. Métodos a.- Análisis de la información contenida en el Mapa Forestal de España: se analizan los datos gráficos y alfanuméricos del MFE200, que supondrá el mapa «verdad – terreno». Las áreas de distribución actual de cada planta son todas aquellas teselas donde el MFE indica que la especie está presente, sin tener en cuenta el grado de dominancia. Existe una actualización digitalizada del MFE a escala 1:50.000, aún no completa al 100%, de la cual se realizó un ensayo con las hojas correspondientes a la provincia de Ávila. Tras este ensayo resultó que no
encontramos presencia de las especies interesantes en nuestro estudio. Por ello, y junto al hecho de no encontrarse terminada la obra en la época de realización del trabajo, los autores optamos por prescindir de este MFE50 y quedarnos con el MFE200. b.- Elección de las variables ambientales: deben representar los factores ecológicos que caracterizan los ambientes de vida de las especies, es decir, factores fisiográficos, climáticos y edáficos [SÁNCHEZ PALOMARES et al (2001)]. Se emplearon: – Altitud (m): valor directo del MDT. – Relieve: clasifica el territorio en función de sus características fisiográficas. – Irradiancia Global Solar (W/m2) del equinoccio de primavera. – Precipitación total (mm): suma de precipitaciones mensuales. – Precipitación total del verano (mm): suma de la precipitación de julio, agosto y septiembre.
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Tabla 1.- Análisis univariante para las variables cuantitativas del acebo
PARÁMETRO MEDIA COEFICIENTE DE VARIACIÓN CUANTILES
5% 95%
CUARTILES EXTREMOS DEL BOXPLOT NORMALIDAD DISTRIBUCIÓN ASIMETRÍA APUNTAMIENTO
– Temperatura media anual (ºC). – Temperatura media de las mínimas del mes más frío (ºC). – Temperatura media de las máximas del mes más cálido (ºC). – Fitoclimatología: clases fitoclimáticas según ALLUÉ ANDRADE (1990). – Reacción del suelo: carácter ácido o básico. c.- Obtención de los Modelos Digitales previos (resolución 200 m): – Modelo Digital del Terreno de Castilla y León: obtenido a partir del MDT de la Junta de Castilla y León (50 x 50 m) alcanzando la resolución de 200 m mediante un SIG (ver Graf. 1). – Modelo Digital del Relieve: se analiza el MDT y sus derivados con el fin de clasificar el territorio en formas de relieve, de manera similar al trabajo elaborado por FELICÍSIMO PÉREZ (1994). Se utilizan: - MODELO DIGITAL DE PENDIENTES: pendiente en porcentaje para cada punto del terreno. - MODELO DIGITAL DE CURVATURA: convexidad/concavidad del terreno en cada píxel del MDT. - MODELO DIGITAL DE RUGOSIDAD: con alta rugosidad el terreno será abrupto, mientras que si se aproxima a cero el terreno se puede considerar llano. Obtenidos estos modelos, se analizan los valores que toman la pendiente, curvatura y rugosidad en aquellas zonas de la CA de relieve característico como son: Tierra de Campos, valles del Duero y Pisuerga, gar-
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ALTITUD (m)
PRECIPITACIÓN (mm)
1273 21,22% 833,25 1703,5 1113–1456 599,31–1969,50 NO NORMAL -0,35241 0,57662
1095 56,18% 610 1763 781- 1349 94–2201 NO NORMAL 0,561811 -0,33534
gantas de Gredos... Posteriormente se eliminan los valores extraños de cada una de las imágenes y se agrupan sus valores digitales en 3 clases naturales (valores altos, medios y bajos). Para finalizar, se combinan los distintos grupos de valores de pendiente, curvatura y rugosidad con el fin de crear 5 clases de relieve: áreas llanas, laderas de pendiente media, laderas de alta pendiente, fondos de valle estrecho y crestas. Ver gráficos 2 y 3.
TEMPERATURA IRRADIANCIA MEDIA GLOBAL SOLAR (ºC) (W/m2) 8,41 274,58 17,08% 13,71% 6,1 205,66 10,6 323,42 7,4–9,3 255,7–298,4 4,6–12,1 191,7–362,2 NO NORMAL NO NORMAL 0, 2268347 -1,37096 0, 5383134 4,34101
– Modelos climáticos: se empleó SÁNCHEZ PALOMARES et al (1999), cuya metodología permite obtener los valores climáticos de cualquier punto del terreno de la España peninsular. Con la edición en papel, se acompaña el programa estclima.exe con el fin de facilitar la aplicación de las fórmulas a una gran cantidad de datos. Se podrían haber utilizado otros métodos más complejos como la interpolación por triangulación con el fin de obtener mejores
Tabla 2.- Resumen del análisis estadístico multivariante ESPECIE PARÁMETRO
ACEBO
TEJO
MODERADAMENTE EURIOICA
EURIOICA
ALCORNOQUE
MODERADAMENTE ESTENOICA MODERADAMENTE P EURIOICA EURIOICA CARÁCTER DE EURIOICA LA ESPECIE Tª MEDIA MODERADAMENTE MODERADAMENTE MODERADAMENTE ESTENOICA ESTENOICA ESTENOICA MODERADAMENTE IGS EURIOICA EURIOICA ESTENOICA El parámetro de mayor poder discriminante es la Tª Media, DISTANCIA DE mientras que el inferior es la IGS. La mayor divergencia de MAHALANOBIS hábitat ecológicos se da entre el tejo y el alcornoque. Los hábitat del acebo y el alcornoque también son muy diferentes, mientras que los del tejo y el acebo son los más parecidos. ALTITUD
ANÁLISIS DE COMPONENTES PRINCIPALES
En las tres especies las variables de mayor influencia en la distribución son, en tres componentes, la relación altitud–temperatura, la influencia del Sol y las precipitaciones, es decir, prácticamente la totalidad de las variables cuantitativas tenidas en cuenta, por lo que se mantienen las variables seleccionadas. La de menor influencia es la precipitación total para el caso de acebo y tejo, aunque no así para el alcornoque. La variabilidad de la especie se recoge al 95% en el caso de acebo y tejo y al 94,55% en el caso del alcornoque.
disponible en la web del Ministerio de Medio Ambiente.
mapas climáticos; sin embargo, éste no es el objetivo del trabajo, sino disponer de mapas climáticos con los cuales desarrollar el método. – Modelo Digital de Irradiancia Global Solar: representa el valor de la densidad de flujo de energía solar que recibe cada punto del terreno. Se aplicó la metodología de BETEGÓN BAEZA (1997), consistente en un modelo paramétrico que teniendo en cuenta la posición del Sol, la duración del día, la orografía y la absorción por parte de la atmósfera, permite calcular la cantidad de energía solar media diaria que recibe el suelo. Se calculó para el equinoccio de primavera (21 de marzo) ya que esta estación es de gran importancia para el desarrollo y reproducción de las plantas escogidas. – Mapa de Reacción del Suelo: ante la escasez de cartografía digital en esta temática, se empleó el modelo utilizado por HERNÁNDEZ NAVARRO et al (2004), adecuando su resolución. – Mapa Fitoclimático: se adaptó el mapa de clases fitoclimáticas
d.- Análisis estadístico: una vez elaborados los MD, se realizó el análisis univariante y multivariante de los valores que toman las variables en los lugares de distribución actual de las especies. Con el análisis univariante se comprobó que los valores de las variables corresponden aproximadamente con los otorgados por los expertos en Botánica, observando las medidas descriptoras de los datos. Un ejemplo del análisis univariante figura en la tabla 1. Mediante el análisis estadístico multivariante de las variables se investigan las relaciones que se establecen entre las diferentes variables, la mayor o menor amplitud ecológica (euriocidad / estenoicidad respectivamente) de cada especie y las diferencias entre sus hábitat. El resumen se observa en la tabla 2. e.- Realización de ensayos: se trata de localizar en los MD, y mediante análisis SIG, las zonas que cumplen las siguientes condiciones:
Tabla 3.- Valores de las variables para el acebo ACEBO ENSAYO Nº 1 ENSAYO Nº 2 400–1600 m 60 –1700 m > 600 mm > 600 mm LUGARES FRESCOS LUGARES FRESCOS TEMPERATURA Tª media < 11,5 ºC Tª media < 11,5 ºC ÁCIDO INDIFERENTE SUELO DESCARBONATADO IRRADIANCIA GLOBAL BAJA–MEDIA 20–323 w m2 RELIEVE CLASES 2,3,4,5 CLASES 1,2,3,4 VARIABLE ALTITUD PRECIPITACIÓN
ENSAYO Nº 3 110–1450 m > 750 mm 3,5–9,5 ºC INDIFERENTE 255–299 w/m2 CLASES 2,3,4
TEJO ENSAYO Nº 1 800–1750 m > 600 mm LUGARES FRESCOS Tª media < 11,5 ºC
ENSAYO Nº 2 800–1850 m > 650 mm
ENSAYO Nº 3 1050–1650 m > 1000 mm
5,4–10,2 ºC
6,6–9,3 ºC
SUELO
INDIFERENTE
INDIFERENTE
INDIFERENTE
IRRADIANCIA GLOBAL RELIEVE
BAJA CLASES 2,3,4,5
TEMPERATURA
El análisis SIG realizado con técnicas estadísticas (selección SQL) y combinando imágenes (overlay), se resume en: a. Selección (para cada variable) de territorios definidos por los criterios anteriores. b. Multiplicación de las imágenes binarias obtenidas en a) (ver Graf. 4). El resultado de b) son tres mapas de distribución potencial diferentes para cada especie. Se corresponden con aquellos lugares que cumplen todas las condiciones de los ensayos a la vez. En las tablas 3, 4 y 5 se muestran los valores empleados para cada especie y ensayo utilizados en la selección de territorios. f.- Validación del método: tras los ensayos, se validaron el método y los análisis SIG. Para ello:
Tabla 4.- Valores de las variables para el tejo VARIABLE ALTITUD PRECIPITACIÓN
– Ensayo Nº 1: el criterio de selección son los datos ofrecidos en la bibliografía por los expertos en Botánica. Los datos se han obtenido de obras como DÍAZ -FERNÁNDEZ et al (1996), CORTÉS et al (2000)… y la consulta a expertos (Juan Andrés Oria de Rueda– I. de Montes). En esta metodología influye el grado de estudio previo realizado sobre la especie; así, se aprecian grandes diferencias entre el acebo y el tejo respecto al alcornoque, cuyo grado de conocimiento de la especie es mucho más amplia. – Ensayo Nº 2: el criterio de selección de áreas son los valores correspondientes a los intervalos 5% y 95% (90% central) de la población de la especie. – Ensayo Nº 3: los datos escogidos serán el intervalo 50% central de la población, comprendido entre los cuartiles (intervalos 25% - 75%).
188,8–334,2 w m2 242,1–301,5 w/m2 CLASES 1,2,3,4 CLASES 2,3,4
a. Se calculó la correlación (% de coincidencia) entre los mapas resultado de cada ensayo y los mapas que indican la distribución actual según el MFE (tabla 6). b. Se estudiaron parcelas de campo desde dos puntos de vista: - Analizando estudios realizados previamente en masas de
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Tabla 5.- Valores de las variables para el alcornoque ALCORNOQUE ENSAYO Nº 1 ENSAYO Nº 2 ENSAYO Nº 3 0–1200 m 391–912 m 642–813 m > 400 mm > 490 mm > 581 mm Media de las mínimas Media de las mínimas Media de las del mes más frío del mes más frío mínimas del mes > 0ºC > -1,3ºC más frío >-0,7ºC TEMPERATURA Media de las máximas Media de las máximas Media de las del mes más cálido del mes más cálido máximas del mes >18* >26,4 más cálido >29,8 Media >13 ºC Media >11 ºC Media >11,8 ºC SILICEO SILICEO SILICEO SUELO (REACCIÓN ÁCIDA) (REACCIÓN ÁCIDA) (REACCIÓN ÁCIDA) IRRADIANCIA GLOBAL MEDIA ALTA* 268–325 w m2 289–305 w/m2 RELIEVE CLASES 1,2,3* CLASES 1,2,3 CLASES 1,2 IV4, VI (IV)2, IV (VI)1, VI(IV)2, IV4, IV4, IV(VI)1 FITOCLIMATOLOGÍA VI (IV)4, IV3 IV(VI)1, VI(IV)1 VARIABLE ALTITUD PRECIPITACIÓN
Tabla 6.- % correlación de los ensayos
Foto 4.- Puerto de la Casilla (AV )
interés de las especies. Se observó el grado de coincidencia con los mapas de distribución potencial obtenidos y con el MFE. Los estudios procedieron de TFC realizados en la ETSIIA, como el desarrollado por BARRERA ROMERA (1995). - Salidas de campo: se acudió a zonas ocupadas actualmente por la especie (según el MFE) comprobando si se trata de lugares de distribución potencial según la metodología. Se
ESPECIE ACEBO TEJO ALCORNOQUE
34
ENSAYO Nº 2 78,20% 71,48% 63,34%
ENSAYO Nº 3 9,34% 13,22% 18,68%
observó la descripción forestal de la parcela, especies acompañantes, condiciones del suelo y fisiográficas, ubicación... comparando con los datos ofrecidos por el MFE. Gráfico 5.- distribución potencial del acebo según el Ensayo 1
Gráfico 6.- distribución potencial del acebo según el Ensayo 2
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ENSAYO Nº 1 33,03% 21,72% 31,21%
Gráfico 7.- distribución potencial del acebo según el Ensayo 3
Siguiendo este procedimiento se visitaron: - Acebo: Puerto de la Casilla (AV). - Tejo: Puerto de la Casilla (AV), Mijares (AV) y Pradosegar (AV). - Alcornoque: Foncastín (VA), Villaesteres (VA) y Piedralaves (AV).
RESULTADOS Y CONCLUSIONES
CONCLUSIONES
Resultados
En relación a los resultados, se determinan: • Como lugares de distribución potencial óptima, aquéllos definidos por los valores dictados por los expertos en Botánica (resultados del Ensayo Nº 1). • Como lugares de distribución
Los resultados del trabajo son los mapas obtenidos del análisis SIG junto a los que se indica su porcentaje de correlación con los datos de distribución actual según el MFE (ver gráficos 5-13).
Gráfico 8.- distribución potencial del tejo según el Ensayo 1
Gráfico 9.- distribución potencial del tejo según el Ensayo 2
Gráfico 10.- distribución potencial del tejo según el Ensayo 3
Gráfico 11.- distribución potencial del alcornoque según el Ensayo 1
Gráfico 12.- distribución potencial del alcornoque según el Ensayo 2
Gráfico 13.- distribución potencial del alcornoque según el Ensayo 3
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potencial o posibles, los definidos por el intervalo 90% central de la población (Ensayo Nº 2). • Áreas no aptas: áreas no aptas según el mapa del ensayo Nº 2. En relación a los objetivos: • Diseño de una metodología para la obtención de los lugares de distribución potencial de especies forestales basada en el conocimiento de los expertos en Botánica, diferente de los métodos estadísticos y autoecológicos paramétricos. Éstos en principio no tienen en cuenta este conocimiento a la hora de definir las diferentes áreas. Además, los métodos estadísticos (CART, LMR…) sólo son aplicables cuando la especie es muy frecuente en un determinado territorio y los autoecológicos suponen una gran inversión temporal y económica en realizar muestreos sobre parcelas de campo. • Método extrapolable a otras especies. • Se obtiene una herramienta SIG útil en el campo de la planificación forestal.
BIBLIOGRAFÍA
Es recomendable aplicar estudios de este tipo al resto de especies fo-
precipitación mayor de 1.000 mm. • Para el alcornoque, el valor de las temperaturas empleadas es menor al que habitualmente se considera como «límite térmico» de esta especie en la bibliografía especializada. Al menos ocurre así en Castilla y León, cuyo clima es frío y continental. Problemas detectados: • La elección de unas u otras clases de valor de las variables categóricas provoca grandes divergencias en los resultados. • Las especies eurioicas presentan problemas al concretar sus lugares óptimos, ya que los rangos de valor de las variables son más amplios. • Dificultades: – Escasez de fuentes bibliográficas o estudios sobre las especies, lo que dificulta la elección de los parámetros ecológicos y sus valores. – La cartografía digital disponible sobre algunos parámetros, como la edafología, es escasa. Para otros, debe ser elaborada a partir del MDT (mapas climáticos). `
ALLUÉ ANDRADE, J. L.; 1990. Atlas fitoclimático de España – Taxonomías. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. BANCO DE DATOS DE LA NATURALEZA. Mapa Forestal de España: versión Digital a escala 1/200.000. Ministerio de Medio Ambiente BANCO DE DATOS DE LA NATURALEZA. Mapa Fitoclimático de España: versión Digital a escala 1/1.000.000. Ministerio de Medio Ambiente. Página web: http://www.mma.es/conserv_nat/inventarios/bancodatos/html/banco_datos.htm BARRERA ROMERA, J. M.; 1995. Estudio de los acebares de la provincia de Soria: gestión y conservación. TFC de IT Forestal de la ETSIIA. BETEGÓN BAEZA, M.; 1997. Aplicación de los sistemas de información geográfica al cálculo de la Irradiancia Global Solar para cada punto del terreno. Tesis doctoral de Ingeniero Agrónomo de la Universidad Politécnica de Madrid. CORTÉS S. et al.; 2000. El libro del tejo (Taxus baccata L.). Un proyecto para su conservación. ARBA. Madrid. DÍAZ-FERNÁNDEZ, P.M. et al.; 1996. Regiones de procedencia Quercus suber L. Organismo Autónomo Parques Nacionales. Madrid. FELICÍSIMO PÉREZ, A. M.; 1994. Modelos digitales del terreno: Introducción y aplicación en las ciencias ambientales. Editorial Pentalfa. Madrid. FERNÁNDEZ GARCÍA, L.C.; 2005. Determinación de los lugares de distribución potencial del tejo, acebo y alcornoque empleando Sistemas de Información Geográfica sobre los Modelos Digitales del Terreno. TFC de I. de Montes de la ETSIIA de Palencia. HERNÁNDEZ, S. et al.; 2004. Metodología para definición de la distribución potencial de las especies vegetales en Castilla y León. Aplicación para Quercus pyrenaica y Fagus sylvatica. Incluye la cartografía digital del Mapa de Reacción del Suelo. Proyecto de Investigación (OTP/04/06). Junta de Castilla y león. MONTOYA OLIVER, J. M.; 1980. Los alcornocales. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. ORIA DE RUEDA, J. A.; 2003. Guía de árboles y arbustos de Castilla y León. Ediciones Cálamo. Palencia. RUIZ DE LA TORRE, J.; 1990. Memoria General del Mapa Forestal de España. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. SÁNCHEZ PALOMARES, O. et al.; 1999. Modelos y cartografía de estimaciones climáticas termopluviométricas para la España peninsular. INIA Colección Fuera de Serie. Incluye el programa estclima. exe. Madrid. SÁNCHEZ PALOMARES, O.; 2001. Los estudios paramétricos de especies forestales. Modelos digitales. III Congreso Forestal Español de Granada: Conclusiones, Granada.
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restales, para realizar una mejor selección de las mismas en las repoblaciones situándolas en su lugar óptimo con un coste bajo. De esta manera se aprovecharían mejor los recursos económicos y humanos de las tareas de revegetación. En cuanto a las especies seleccionadas: • Se constata el declive del acebo y sobre todo del tejo, quedando relegado a áreas de difícil acceso y con un número de ejemplares insuficiente para su regeneración adecuada. Sería apropiado realizar un seguimiento dinámico de su distribución con el fin de localizar masas en la CA que puedan ser usadas como Material Forestal de Reproducción. Además, falta una reglamentación de protección de la especie en Castilla y León similar a la que ya posee el acebo. • Las masas de acebo se distribuyen en zonas de orientación más soleada de lo que en principio se afirma en la mayoría de la bibliografía especializada. Sólo ORIA DE RUEDA (2003) afirma que es posible encontrar acebo en lugares soleados (orientaciones Sur o Este) especialmente en zonas con
Juan Ruiz de la Torre1 Dr. Ingeniero de Montes. Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid. Departamento de Flora Forestal y Geobotánica Fotos: Óscar García Cardo
1 Artículo publicado en la revista «Ecología», Fuera de Serie N.o 1,
1990.
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INTRODUCCIÓN TERMINOLÓGICA
Distribución y características de las masas forestales españolas C
omo tema amplio, de extensión indefinida y elástica, el presente habrá de tratarse aquí, donde tiene una función introductoria, en forma resumida, presentando unos rasgos generales e intercalando comentarios e ideas que pueden parecernos útiles para una visión actualizada del tema o algunas de sus implicaciones. Intentará evitar la simple recopilación de materiales bien conocidos, la «autocanibalización» –con expresión de CHANDLER– o la inhibición ante aspectos generadores de controversia. No me sustraigo, para comenzar, a la tentación de inquirir el concepto de términos básicos en este trabajo, cuyo uso constante no ha eliminado su imprecisión. Si bien no voy a conseguir fijar las acepciones, al menos trataré de ayudar a aclarar significados. Comentaremos, sucesivamente, los vocablos «monte» y «forestal» y la expresión «masa forestal». Las citas del Diccionario de la Academia se refieren a la edición XVII, de 1947.
Monte Para el Diccionario de la Academia, en su acepción segunda, es «tierra inculta, cubierta de árboles, arbustos o matas». J. COROMINAS, en su información etimológica y cronológica, da el origen del latín mons-montis, «monte», «montaña», desde aproximadamente 1140. La acepción secundaria, «arbolado o matorral», aparece ya hacia 1140. NEIRA y MARTÍNEZ MATA dan, como primera acepción: «terreno dedicado a la producción de madera u otros productos forestales, o que se mantiene con vegetación leñosa para alguna finalidad, tal como protección del suelo, contención de las aguas o recreo». En España se define así: «todo terreno de considerable extensión, cubierto de plantas espontáneas o de arbolado artificial, logrados con el fin directo de obtener madera, leña o pastos, o de contener los dañosos efectos de la denudación». La tercera acepción es: «en sentido legal, un terreno que se ha declarado oficialmente como tal monte por una disposición especial». Los mismos autores agregan una multitud de tipos y variantes del monte, definidos a partir de sus usuales denominaciones en el léxico especializado. MARÍA MOLINER, en la tercera acepción da: «terreno inculto cubierto de hierbas, matorrales y, a veces, con árboles». Entresacamos a continuación algunos párrafos de J. JORDANA: «....En las Ordenanzas Municipales más antiguas, monte, en su concepto general, era tierra virgen y, como tal, no labrada, tuviese o no plantas leñosas». «....El Fuero Antiguo de Aragón, que se remonta al año 1247, concede a los vecinos el derecho de escaliar, esto es, romper y poner en cultivo las tierras del monte sin permiso de los jurados», «.....Los Estatutos y Ordenaciones de los montes y huertas de la ciudad de Zaragoza, recopilados en 1593, usan la voz monte por terreno secano...». En la Edad Media y Renacimiento, «monte es tierra cubierta con árboles silvestres». Sobre las Leyes de la Nueva y Novísima Recopilación, comenta que a veces monte es «tierra cubierta de árboles», mientras que otras veces es «tierra sólo con pastos». Comenta asimismo, refiriéndose al significado de monte en los siglos XVI, XVII y XVIII que, en general, se aplica a tierra con arbolado y/o matorrales, con dos extremos en su acepción, desde «tierra cubierta de plantas silvestres y espontáneas» hasta «tierra que, por la naturaleza del suelo o por la de su situación no permite de un modo permanente el cultivo agrario». Forestal El Diccionario de la Academia, para este término dice: «Del bajo latín, forestalis, de foresta, bosque, y éste del latín foras, afuera».
Adjetivo. Relativo a los bosques y a los aprovechamientos de leñas, pastos, etc». El mismo Diccionario, para la voz Floresta dice: «Del bajo latín, foresta, y éste de foras, de fuera. Femenino. 1. Terreno frondoso y ameno poblado de árboles. 2. Reunión de cosas agradables y de buen gusto». Del Diccionario de MARÍA MOLINER extraemos las siguientes precisiones: Forest. Raíz del latín foresta (derivado de foras); véase «floresta«, «foresta», fuera. Forestal. De (Del, De los) bosque(s) o de sus productos. Floresta. Del francés forest, del bajo latín forestis, de foras, fuera. Bosque o espesura. Lugar agradable, poblado de plantas y flores. Reunión de ciertas cosas que se especifican, bonitas o agradables. J. COROMINAS presenta Forestal como «derivado de Floresta», a cuyo término remite, con el contenido que sigue:
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Floresta. «Selva amena y frondosa», 1335. «Lugar ameno y poblado de árboles», fin del siglo XVII. «Del francés antiguo forest, femenino (hoy foret), “selva”, de origen incierto; quizá de un fráncico FORHIST, colectivo de FORHA, pino. El derivado es Forestal, 1884». En la Terminología Forestal de NEIRA y MARTÍNEZ MATA no aparece Floresta ni Forestal como adjetivo. Sólo dan la siguiente acepción: «Forestal. Persona formada profesionalmente en la ciencia forestal, o que posee títulos para su ejercicio equivalentes al certificado de una Escuela Forestal de reconocida solvencia. En los Estados Unidos, la Sociedad de Forestales Americanos ha establecido unos grados de capacitación de forestales». J. JORDANA Y MORERA nos proporciona la siguiente información: «Forestal. Lo relativo a los montes o bosques cualquiera que sea el objeto de que se trata. El erudito Pascual atribuye al vocablo origen germánico y dice lo siguiente en la página 97 (Apéndice) del discurso que leyó ante la Real Academia Española con motivo de su recepción como individuo de dicha Corporación, el 30 de abril de 1876: «Forestal, Floresta, por Foresta, desde el siglo XV, término erudito; Foresta, foreste, forestum, forasta, bajo latín; voz formada con el latín forasticus, exterior, Placidus; el verbo forestare, declarar un terreno fuera del aprovechamiento común; foresta, terreno defendido, vedado fue para los germanos lo que para los españoles la voz dehesa, de defesa». Masa, masa forestal MARÍA MOLINER, para Masa, en segunda acepción da: «Conjunto de ciertas cosas apiñadas o juntas: “una masa de nubes”.» El Diccionario de la Academia, para Masa, da, asimismo: «3. Volumen, conjunto, reunión... 5. Conjunto o concurrencia de algunas cosas.» NEIRA y MARTÍNEZ MATA, para Masa (forestal), singular femenino, tras señalar equivalencia con la expresión de Brasil povoamento florestal y con la inglesa Crop (forest), dan la siguiente definición: «Árboles u otras plantas forestales que pueblan una superficie dada». Los mismos autores definen luego: MASA CERRADA, cuando hay contacto entre copas. MASA CLARA, en espesura defectiva. MASA LEÑOSA, porción sin dimensiones para producir madera industrial. MASA O PIES MADERABLES, con madera susceptible de aprovechamiento como tal. MASA PURA, con una sola especie (principal) generalmente con un número de individuos que supera al
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80% del total presente o con, al menos, un cierto porcentaje del área basimétrica total. MASA REGULAR, con diferencia de edades inferior a veinte años o, para turnos de cien-doscientos años, igual o menor que el 25% del turno. MASA TRANSITORIA, circunstancial, sobre terreno destinado a otras especies, pero que se aprovecha para obtener de él una producción provisional, o bien para evitar la erosión mientras no esté creada la masa definitiva. Por nuestra parte, destacamos la importancia del último concepto de los enumerados. De las masas transitorias habría de hacerse uso bastante más frecuente del habitual y a sus finalidades sugerimos la agregación de «para crear sombra y abrigo que posibiliten la instalación perdurable de especies más delicadas y protectoras». De todo lo expuesto, podemos resumir que actualmente no hay unidad de acepciones para los términos monte forestal y masa, que permanecen en una clara imprecisión. A nuestro juicio, la aplicación, extensiva, del término Monte a las superficies sin cultivo procederá, probablemente de la localización y extensión inicial preferente del cultivo y las viviendas humanas por valles, y campos, quedando las montañas casi enteramente cubiertas de vegetación silvestre, con excepciones respectivas para cada caso: los sotos y galerías en los valles y las rozas y escombreras de las minas, tan extendidas desde tiempos pre y protohistóricos, que dieron pedreras «improductivas» o se volvieron a cubrir de manto vegetal espontáneamente al prolongarse el abandono, de más frecuente ubicación en montañas. En cuanto al término Forestal, el paso de foresta a floresta parece deberse a una especie de contagio de ideas unido a similitud fonética (algo así como el paso de ferrojo a cerrojo). El componente de agrado o amenidad, que se subraya desde las definiciones más antiguas, se acentúa dando entrada a la l de flor. Floresta se conservó en España y Portugal, pero el adjetivo sólo se ha generalizado y conservado en el país luso. La sugerencia de COROMINAS del origen en el fráncico coincide en el fondo con la que de PASCUAL menciona JORDANA, pareciéndonos de bastante probable acierto, conllevando un componente alusivo a bosque o arbolado, limitación que se suele sobrentender frecuentemente, en particular cuando se habla de Masa Forestal. Sin embargo, al igual que el de monte, en todo caso el significado más común actualmente es el amplio y coincide, aunque no fuese ése el origen, con el de lo relativo a los espacios exteriores a la vivienda humana habitual (foras), al «descampado» o terreno inculto. Con todo, el límite no está claro entre las cubiertas arboladas naturales y las procedentes de instalación mediante el empleo de medios mecánicos, más o menos potentes, en especial en valles, llanos o glacis (choperas, eucaliptares, etc). La ampliación de lo inculto hasta los terrenos con plantaciones industriales requiere extender el calificativo de forestal, con mayor generalidad, a lo que no requiere labores anuales, aunque a veces sí necesita riegos o tratamientos contra enfermedades y/o plagas.
Para la Masa Forestal creo que debería recogerse la idea de reunión con aproximación («cosas apiñadas») que concreta María Moliner y así sería: «Porción de superficie forestal con cubierta vegetal de mayor o menor espesura», no valiendo, por tanto, para vegetaciones dispersas o semidesiertos y desiertos. El significado de masa forestal puede tratarse con dos extensiones opuestas. - Restringiéndose a los arbolados, arbustedos y aun matorrales altos y densos. Este significado estaría más acorde con el primario de los dos términos que integran la expresión. - Ampliándose para acoger a todos los tipos de cubierta forestal, en su sentido más abierto y general. Como en este número monográfico se va a tratar de protección, erosión, evolución y restauración, entendemos que en nuestro caso particular sería más propio elegir el sentido más amplio posible. Como solución de compromiso, trataremos en general de los arbolados, haciendo referencia, cuando parezca procedente, a las cubiertas menores. DISTRIBUCIÓN DE LAS MASAS FORESTALES ESPAÑOLAS Sucesivamente trataremos de la estructura de la distribución, sus causas naturales y las razones históricas de la distribución. Estructura de la distribución Según el Inventario Forestal Nacional, de la superficie total, un tercio, aproximadamente, corresponde a montes con arbolado y otro tercio, a montes no arbolados, quedando el resto para zonas agrícolas, urbanas, improductivas, industriales y de comunicaciones y otros servicios. La cubierta forestal predomina en áreas montañosas, habiendo sido eliminada mayoritariamente en valles amplios, vegas, llanuras y «campos». En glacis, piedemontes y otras zonas de preferente asiento de la agricultura marginal, hay alternancia de tipos de cubierta, con rotaciones entre cultivos interanuales, pastizales y matorrales, que se suelen repartir el terreno en forma de mosaicos. Para un observador que frecuente poco los paisajes mediterráneos, sorprende la abundancia de masas no arbóreas. Aún muchas de las masas calificadas aquí como arboladas son en realidad matorrales arbustivos (tallas inferiores a siete metros) o paisajes de parque, montes adehesados, con árboles o arbustos esparcidos sobre un fondo bajo de pastizales, matorrales o pastizales leñosos (con mezcla de leñosas bajas y herbáceas). En toda la superficie forestal nacional domina la distribución en forma de mosaicos, originada por la combinación del relieve, los microclimas, el mosaico de litofacies y el mosaico de la propiedad, con la complicación de tratamientos e historia a que da lugar. Aún en unidades de propiedad se practica la distribución superficial de tratamientos en forma de mosaico.
Causas naturales de la distribución de las masas forestales actuales Entre las causas naturales de la distribución actual de las masas, señalaremos el relieve, la ubicación general en relación con las costas y vías naturales de comunicación, la naturaleza del sustrato rocoso y el clima. El relieve tiene en su aspereza un favor de retardo o disuasión de la explotación. Las grandes cordilleras con múltiples divisorias y estrechos y sinuosos valles son más propicias a la conservación de vegetaciones arboladas, espesas y frondosas. La complicación y dureza del relieve está combinada con la facilidad natural de comunicación. Señalaremos como zonas montañosas principales por las altitudes y pendientes, el Teide y otras montañas canarias, Sierra Nevada, las cadenas Pirenaica y Cantábrica y la Sierra de Gredos. La complicación de relieve y el clima se combinan para dar ventaja a Pirineos y Cantábrica frente a las otras, que han visto sus vegetaciones mucho más deterioradas desde épocas tempranas. La masividad de las montañas es factor protector de la cubierta, que explica la existencia actual de grandes extensiones forestales en Pirineos y en la Serranía de Segura, unidades orográficas españolas con mayor porcentaje de superficie por encima de la altitud media. La proximidad a costas y vías naturales de comunicación (valles estructurales, llanuras y costas bajas) actúa en contra de la conservación de las vegetaciones silvestres. Ya se ha señalado el predominio de superficie forestal en áreas montañosas, debido a la extensión inicial de la agricultura por llanos, valles y tierras de escasa pendiente. La naturaleza del terreno actúa también como factor estimulante o disuario de la transformación de la superficie forestal. Las zonas de roca dura o pobre (conglomerados, cuarcitas...) no son atractivas para la agricultura, si bien, en climas secos (mediterráneo), la destrucción de la cubierta vegetal no es compensada por una regeneración rápida; tal destrucción, si es rara con finalidad agrícola, se produce en cambio por razones naturales (rayos) o por el hombre con otras intenciones, pastorales, mineras, etc. El clima se combina con la acción del hombre, a la que también condiciona, para influir sobre la conservación, transformación y recuperación de la cubierta. Sabido es que en climas dulces y húmedos, a igualdad de intensidad de acción perturbadora, es más fácil la recuperación de tallas, densidades y cantidades unitarias de biomasa vegetal y se produce en menor plazo de tiempo que en climas muy fríos, secos o continentales. Se puede decir, en cierto sentido, que en climas adversos el hombre daña o grave o irrecuperablemente a la Naturaleza, mientras que ésta remonta rápidamente el daño causado por los humanos en climas favorables. En la España Peninsular el máximo gradiente climático entre zonas bajas se presenta desde el extremo Noroeste al Sureste, el primero beneficiado por un clima húmedo y templado, fresco en altura, y el segundo de clima seco, cálido en verano y fresco en invierno. Las Baleares tienen clima intermedio, mediterráneo, más próximo y afín del suroriental peninsular. El conjunto de la faja Norte, con el ángulo Noroeste, presenta clima de
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veranos húmedos, de tipo euro atlántico, mientras que el resto es de clima mediterráneo, con veranos largos, cálidos y secos. En Canarias, con clima insular en toda su extensión, como corresponde a su naturaleza y condición, hay una transición casi continua desde el Oeste, húmedo (La Palma), hasta el Este, árido, con humedad ambiental habitual o predominante (Lanzarote y, sobre todo, Fuerteventura). En las costas, a baja altitud, predomina el tipo muy seco en cuanto a precipitaciones pero con humedad de ambiente, propio del Nebelwüste de los autores alemanes (desierto con nieblas). En cuanto a precipitaciones, los extremos de la Península se presentan, para las máximas, en las alturas de las penínsulas de la costa occidental gallega (Castrove, Barbanza, Fornelos de Montes, etcétera), en el bajo Eume, en el Baztán y alturas del Pirineo Occidental, en Gredos y extremo occidental de Sierra Nevada, junto con la conocida por su elevada pluviosidad Sierra de Grazalema. Mínimas peninsulares se presentan en el Sureste, provincias de Almería y Murcia, en Alicante, Hoya de Baza, Teruel y en la Guareña (Salamanca-Za-
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mora-Valladolid). En las Canarias la pluviosidad oscila entre los máximos de La Palma y los mínimos de Fuerteventura. Hay inversión pluviométrica en grandes montañas, destacando la peninsular Sierra Nevada y, por razones de presencia del contraalisio, las insulares del Teide, Garajonay (Gomera) y divisoria de la Caldera de Taburiente (La Palma). En cuanto a las temperaturas, las máximas se producen en la Bética Baja, de Sevilla a Córdoba y Andújar, donde se centra la conocida como «Sartén de Andalucía»: Écija. En esta zona se han registrado máximas de hasta 50º C a la sombra, las mayores de Europa. Las mínimas se registran en Pirineos, Sierra Nevada y macizos orientales Ibéricos, para las poblaciones cabecera de provincia, en Teruel, Cuenca, Soria, Ávila, León y Albacete. En Canarias las mínimas corresponden al Teide y las máximas acontecen en Lanzarote y Fuerteventura cuando sopla el ardiente harmatán, procedente del cercano desierto por antonomasia o Sáhara. La inversión térmica invernal ocurre en valles de zonas continentales (Lérida, León, Albacete) y la estival en las grandes montañas: sierras Nevada, de Lújar, de Gádor e insulares como Garajonay, Pico de las Nieves y Roque de los Muchachos. Polos de frío por mínimas reducidas al nivel del mar se consideran, en valles estructurales o altiplanos, el tramo Calamocha-Monreal del Campo (Teruel) y en montaña los Montes Universales de Albarracín, con las sierras del Tremedal y Bronchales y las tierras altas de Frías, Vega de Tajo, Valdecabriel y Orihuela. La continentalidad, reflejada en las oscilaciones entre temperaturas mínimas y máximas, tiene sus valores más altos en zonas del interior peninsular ubicadas aproximadamente en las longitudes a un tercio de las costas orientales y dos de las occidentales, es decir, hay un corrimiento hacia el Este del centro de continentalidad máxima. Estos máximos ocurren en las tierras altas de las lindes de Teruel y Cuenca, en las zonas que hemos mencionado para mínimas reducidas más bajas: Montes Universales, Vega de Tajo, etc. Las mínimas oscilaciones, correspondientes a clima insular, tienen lugar en Canarias, en pisos bajos. En montaña, las oscilaciones más reducidas aparecen en el Pirineo occidental y empalme de Pirineo con la Cordillera Cantábrica, en los montes de Guipúzcoa y Noroeste de Navarra (Orzanzurieta, etc.). La continentalidad, como ya se ha apuntado, es factor de ralentización de la progresión vegetal, teniendo por tanto su influencia en la estructura actual de la distribución de las masas forestales, si bien, por ser desfavorable para el poblamiento humano, actúa como freno a la acción antrópica. De hecho, los mayores macizos forestales (Serranía de Cuenca-Teruel, Serranía de Segura, Pirineos de Huesca y Lérida) se encuentran en zonas de elevada continentalidad y presentan predominio de masas de árboles resinosos. Razones históricas de la distribución de las masas forestales españolas Así como el detalle de la distribución de las masas corresponde al Inventario con su representación en las
cartografías, la exposición de las causas históricas de la degradación de la vegetación se centra en otro estudio. No obstante, habremos de relacionar los principales tipos de acciones que han ido configurando la distribución de las cubiertas forestales hasta llegar al estado actual. La actuación del hombre sobre la vegetación es más antigua de lo que habitualmente se supone. Cuando se producen las últimas grandes migraciones vegetales tras la última gran glaciación, el hombre ya estaba influyendo sobre las cubiertas, lo que hace a Z. NAVEH hablar de una «vegetación natural que nunca ha existido» al referirse a las teóricas vegetaciones potenciales. Entre los más antiguos tipos de actuación se cuentan los incendios para caza, afectando a zonas indiferentemente montañosas o llanas. A continuación señalaremos la ganadería, que da lugar a incendios periódicos que aún hoy se practican en todo el Noroeste Peninsular, tanto en territorio español como portugués. La extensión de la agricultura y el asentamiento de poblaciones estables se concentraría en valles, campos y llanuras, erradicando poco a poco las cubiertas altas forestales. Las dedicaciones mixtas del terreno irían poco a poco afectando a zonas intermedias, de menor valor agrícola pero de relieve poco marcado. Las invasiones, guerras, revoluciones y las crisis motivadas por epidemias, carestías y migraciones, han supuesto alternancias en los tipos de cubierta de extensas zonas, con cambios entre cultivos de secano, pastizales y matorrales. Aún hoy se contempla la progresión del matorral en comarcas como el Alto Maestrazgo, entre Morella y Ares, sobre laderas con viejos abancalados para cultivos de secano, observables también en otros muchos enclaves de Levante y Sureste. La política naval afectó sobre todo a los montes de robles, agotados en muchos casos y a los mejores pinares, conservados gracias a sus ordenaciones. La minería ha dejado sus huellas por casi todas nuestras montañas, destacando las pedreras de las sierras cuarcíticas de la mitad occidental de la Península, a veces recubiertas por el madroñal y muchas otras casi desnudas, con lentísimas colonizaciones de árboles y arbustos especializados (mostajos, arces, fresnos, cornicabras, etc.). La producción de fibras habrá contribuido a fijar paisajes tan extendidos de antiguo como el atochar y el albardinal, que dieron nombre griego y latino a grandes campos del Sureste (Spartarion Pedion o Campus Spartarius, respectivamente). Las desamortizaciones, destructivas, afectaron a toda clase de masas, pero más extensamente a las de frondosas, por la finalidad preferente de las destrucciones: carboneo o puesta en cultivo, centrada ésta en las mejores tierras. La catalogación de los montes también afectó, positivamente, a toda clase de masas, centrándose en las arboladas o de arbustos de estirpes específicamente arbóreas . Se salvaron así muchas masas dispersas, de limitada extensión, de frondosas (encinas, quejigos, rebollos...), de propiedad comunal. La reconstrucción del área sílvica, a partir del último tercio del XIX, ha dado lugar casi exclusivamente a la creación de grandes masas de resinosas, fundamentalmente pinares, siendo las especies más utilizadas Pinus
pinaster, P. sylvestris, P. halepnsis y P. nigra. Merecen destacarse los papeles desempeñados por las Divisiones Hidrológico-forestales y el Patrimonio Forestal del Estado y los programas realizados en Sierra Espuña (Murcia), Sierras Nevadas y de Filabres y en Tenerife. Hay que señalar como hechos que afectan a la actual distribución de masas y a su naturaleza, la mescolanza de especies indígenas de diferentes procedencias y la frecuente agregación de exóticas. La iniciativa privada ha contribuido ampliamente a la modificación de la estructura del área forestal, en especial en la faja Norte (Galicia-Cantábrico-Vasconia), con plantaciones de Pinus radiata, P. nigra y Eucalyptus globulus; en el oeste, con varias zonas de concentración de plantaciones de eucaliptos (sobre todo en rañas y, abusivamente, en montañas de sustrato ácido) y en el Noroeste, con algunas zonas de plantación de coníferas varias (Montseny), plátanos y avellanos. Por su contribución a la estabilidad de las masas destacaremos la originalidad de las plantaciones realizadas en la costa de Gerona por R. Clopés, con retículo de fajas de avellano encerrando recintos de plátanos o resinosas.
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Finalmente, agregaremos la mención de las colecciones, parques y otros tipos de introducción menor, que pueden presentar gran interés. Pueden citarse las de Sierra Nevada (sobre Lanjarón), Señorío de Bertiz (Baztán), Cebreiro (Lugo), umbrías del monte Aloia (Pontevedra) y umbrías de Montseny (Gerona). Finalidades de aplicación especial, como la carretería, dieron lugar a la profusión de pequeñas áreas dedicadas a la obtención de maderas de olmo común (Ulmus minor), a nuestro juicio especie foránea, traída seguramente por los romanos y que no ha llegado a asilvestrarse en ninguna región española. La preparación de utensilios agrícolas modificando brotes de almez es otro tipo de actuación que no ha influido apreciablemente en la estructura del área forestal y, como la anterior, ha caído actualmente en desuso. CARACTERÍSTICAS DE LAS MASAS FORESTALES ESPAÑOLAS Sucesivamente trataremos de exponer algunos rasgos generales de las actuales masas forestales españolas, sus composiciones, las estructuras y sugerencias sobre la dinámica que presentan o podrían presentar. Rasgos generales En todos los casos las unidades de cubierta forestal están claramente marcadas por la impronta de la actuación, presencia o tránsito del hombre. Las cubiertas menores (matorrales, pastizales, prados, pastizales leñosos) son normalmente resultado de la actuación más o menos persistente del hombre. Pero aun las masas arboladas de mayor aspecto «natural» presentan síntomas de una artificialización avanzada, por la simplificación de las estructuras (reducción de los estratos de sotobosque, frecuentemente reducido a uno solo, bajo, de herbáceas, mixto de leñosas y herbáceas o casi inexistente, sustituido por una capa de pinocha de lenta descomposición) y por la presencia, generalmente abundante, de especies antropocoras, nitrófilas, ligadas al pastado por animales domesticados (vacas, ovejas, caballos). Otro rasgo, ya mencionado, del área forestal española es la abundancia de masas no arboladas. En los casos de las resinosas, las masas residuales en las zonas de mayor aridez o las muestras de extensión más reducidas han sido objeto de una prolongada acción selectiva de extracción de los pies de mayores dimensiones y mejor calidad, quedando muchas veces poblaciones excediendo poco el límite de la talla arbórea o por debajo de la misma. Para las frondosas, en especial las poblaciones de especies de Quercus en el área de clima mediterráneo, la mayor parte de las unidades arbóreas o arbustivas presentan pies que fueron desmochados luengo tiempo ha, tratados por obtención de material leñoso para ramoneo durante siglos y hoy presentan en su cruz centros de desarrollo de pudriciones extendidas por la totalidad de los fustes, ahuecamientos y masas muertas esponjosas que dan lugar a rescoldos con ocasión de los incendios, frecuentes puntos de reactivación
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al retornar el viento tras la extinción aparente pero antes de la auténtica completa. Otro aspecto que nos parece de la mayor importancia es la habitual simplificación del estrato principal, frecuentemente a base de una sola o, a lo más, dos o tres especies arbóreas, ya se encuentren en estado arbóreo (raro) o arbustivo. Esta simplificación, con la también frecuente sustitución de las especies más exigentes en sombra y agua por otras que juegan un papel sucedáneo, lleva frecuentemente a concepciones erróneas sobre la verdadera naturaleza de las vegetaciones potenciales. Aspecto del mayor interés científico es la riqueza en endemismos de las vegetaciones que forman la cubierta forestal española. Aunque algunas de nuestras endémicas figuren en el cortejo de los bosques o auténticas masas forestales en sentido estricto, la mayor parte de las estirpes exclusivas del territorio español son propias de unidades de elevada artificialización (matorrales, pastizales, cultivos de secano y barbechos) o de baja madurez por razones de «explotación natural» (roquedos). La mayor riqueza se manifiesta en la España mediterránea (Baleares y 80% del territorio peninsular), con el endemismo mayor entre los estados europeos por número de estirpes y segundo en porcentaje tras Grecia, así como en las Canarias, de diferente flora, con excepcional originalidad. Ya ha sido destacado el predominio del mosaico en la distribución de unidades de diferentes tipos. En las cubiertas menores aparece en forma conspicua la estructura de la distribución en mosaico, pero aún en las grandes y extensas masas arboladas la naturaleza detallada es de mosaico, si se tienen en cuenta las organizaciones y composiciones de los sotobosques, los matices de naturaleza, estructura y textura de sustrato y suelo y la calidad de las poblaciones de las especies principales, todo lo cual es fundamento de la división de los montes arbolados en rodales. Finalmente, destacaremos la frecuente constatación de dificultades selectivas para la regeneración de especies arbóreas y renovación espermática de sus poblaciones y existencias. Estas dificultades atañen a todas las especies en mayor o menor grado, pero se hacen más generalizadas y observables en relación con las frondosas y en mayor medida en clima mediterráneo. La principal dificultad procede de la acción de los animales lignívoros, ya sean silvestres (cérvidos) o domesticados (caballos y cabras). La acción más intensa es la realizada por la cabra, que se dirige preferentemente a las plántulas o pies jóvenes hasta cerca del estado de monte bravo, atacando en primer lugar a las guías terminales. La cabra da lugar a la eliminación de los diseminados y repoblados y a malformaciones fatalmente permanentes, junto con la ralentización del crecimiento que condicionará las posibilidades de futuro desarrollo y producción, al igual que afectará negativamente a la calidad de las masas. Los lignívoros tienen su función en la economía rural y pueden ser manejados inteligentemente para la evitación de la propagación baja de los incendios, tanto los équidos como el caprino, pero se deben diseñar plazos de regeneración en que los acotamientos aseguren la renovación de las masas. Las dificultades de renovación afectan selectivamente a ciertas
especies arbóreas, como por ejemplo las de la familia de las rosaceas, en particular las del género Sorbus, cuyas plántulas son comidas con fruición por los animales de que venimos haciendo referencia. Esta eliminación selectiva de repoblados de algunas especies contribuye a la señalada simplificación del estrato principal así como a la desorientación al tratar de imaginar la composición de las masas en evolución libre. Composición de las masas Los componentes de las masas son las estirpes de la flora. La flora española peninsular-balear cuenta con un total aproximado de 7.920 especies, de ellas 550 endémicas o exclusivas y 7.370 comunes con otros países. La flora mayor peninsular-balear está integrada por 80 especies arbóreas, de ellas 74 autóctonas y 6 exóticas asilvestradas recientemente; 46 arbustivas, de ellas 40 autóctonas y 6 cimarronas y 150 especies de matas altas, subarbustivas y arbustivas. Con papel de dominantes se cuentan 68 especies de árboles, de ellas 47 autóctonas y 21 exóticas integrantes de masas artificiales, algunas de ellas contadas entre las asilvestradas; 18 especies arbustivas, 60 de matas altas hasta arbustivas, 80 de matas medianas, bajas o rastreras, 42 de herbáceas vivaces y unas 10 herbáceas anuales que forman piezas puras en áreas forestales con vegetaciones de pronta sustitución. En la Península hay masas arbóreas mixtas (integradas por varias especies de árboles) dispersas por diversas regiones, casi siempre en montaña y en todo caso en zonas no cultivables, por lo general en rodales de reducida extensión. Unidades no arboladas del paisaje forestal con mayor significación superficial son manchas, garrigas, brezales y otros matorrales acidófilos mixtos, tomillares mixtos, estepas y pastizales leñosos, prados, pastizales y herbazales. La flora canaria reúne un total aproximado de 1.800 especies, entre ellas 500 asilvestradas en épocas recientes, 700 autóctonas no endémicas de Macaronesia, 500 endémicas canarias y 100 endémicas macaronésicas no exclusivamente canarias, entre las que destacamos el famoso drago, también presente en Madeira y Cabo Verde. En la cubierta forestal intervienen 73 especies de árboles, de ellos 34 autóctonos y 39 asilvestrados recientemente y 22 especies de arbustos, 10 autóctonos y 12 asilvestrados. En las teselas «puras» o con una sola especie dominante claramente destacada, intervienen 20 especies de árboles, de ellos 12 autóctonos y 8 exóticos artificialmente introducidos; 10 especies de arbustos, 32 de matas altas, subarbustivas y arbustivas, 25 matas medianas, bajas o rastreras, algo más de 10 especies herbáceas vivaces y otro tanto de anuales sobre áreas forestales con vegetaciones más o menos fugaces o cambiantes. En los restos de laurisilvas y matorrales higrófilos o termoxerófilos predominan las mezclas. Varias de las especies contabilizadas para rodales puros son de las naturalmente integrantes de la laurisilva que, por razón
de destrucciones y mayor oportunidad de recolonización, se presentan hoy formando pequeños conjuntos puros o casi puros. Consideramos como más naturales, es decir, propias de sistemas poco alterados por el hombre o sometidos a baja presión de explotación, las unidades poliedícicas, con numerosas especies en el estrato superior entremezcladas sin diferenciación clara de dominantes. Las manifestaciones actuales de tales unidades son reducidas y dispersas, siendo las razones de su conservación derivadas de los tipos de actuación humana, normalmente escasa presión, estando generalmente ligadas a la pertenencia a entidades de vida larga y economía desahogada, como casas nobiliarias, otros grandes propietarios y monasterios, a veces ubicación en terrenos comunales sobre partes de mala comunicación, dificultad de movimiento para el ganado y excesivamente laboriosa extracción de productos, como es el caso de la Dehesa de la Rogueira, en el Caurel. Las unidades del paisaje forestal con diferentes composiciones se reparten el terreno en forma de mosaicos, cuyos elementos son, en detalle, otros mosaicos de mayor finura. Los contactos entre piezas de los mosaicos pueden ser bruscos, con discontinuidad, o formar transiciones paulatinas que, al desarrollarse sobre bandas amplias entre puntos de condiciones mesológicas diferentes constituyen variaciones ecotónicas. Unidades entremezcladas en los mosaicos pueden estar constituidas por mezclas de los elementos dominantes en las unidades puras. Son frecuentes las agregaciones de piezas puras salpicadas de otras con mezclas de varias o todas las dominantes simples sin predominio de ninguna de ellas. A estas agregaciones denominamos complejo mosaico / mezcla. Un tipo de variación continua en el paisaje forestal, tanto arbolado como infraarbóreo, es el de transición entre altitudes diferentes, con pérdida sucesiva de especies y aparición de otras al bajar o subir. Es lo que se puede llamar ordenación altitudinal continua, que no sólo afecta a unidades naturales sino que es frecuente en grandes montañas con laderas de fuerte inclinación sobre notable longitud, en las que la reforestación ha empleado varias especies de diferentes intervalos hipsométricos potencialmente solapados. Al bajar o subir las especies se van agregando o eludiendo, resultando mezclas de variación subcontinua y llegándose a contar con hasta cuatro especies diferentes en las partes centrales de tales laderas, como puede verse por ejemplo en la Sierra de Filabres o en la de Baza. Entre las causas de la constitución de los paisajes en mosaico entran las que señalamos a continuación. El relieve, por las diferenciaciones frecuentes de vegetaciones de umbría y solana o por las selecciones de cubiertas por clases de pendientes. En zonas de red de drenaje densa y pocas diferencias de altitud se distinguen a veces cubiertas de vaguada, de cuesta y de loma o cuerda, formando en conjunto un mosaico dendriforme. La orientación de las laderas es origen de los mosaicos de orientación. La litofacies, que aparece formando un mosaico en las zonas de mayor complicación geológico-estructural,
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da lugar a mosaicos de la cubierta, más simples en el Noroeste de la Península y más complejos en las cordilleras del Norte y Noroeste y, sobre todo, en el Sureste, donde el fino mosaico litológico está a la vista, dada la apertura habitual de la vegetación derivada de la vieja presión humana superpuesta a la aridez del clima. La historia de la acción humana da lugar a distribuciones en mosaico, menos marcado en el Noroeste húmedo, por la potencia de cicatrización de la vegetación y en el Sureste, por la irreversibilidad frecuente de la avanzada degradación. El mosaico resultante del tratamiento aparece más marcado en las zonas de clima más o menos mesomediterráneo. Lo dominante es un mosaico de causas superpuestas e integradas. Rasgos decisivos para el tipo de mosaico en zonas de intensa y prolongada actuación humana son el mosaico de la propiedad y los tipos de propiedad, que suelen dar lugar a mosaicos irregulares, con distribución aparentemente aleatoria de formas, tamaños y naturalezas de las piezas. La variación de la composición de grupos ecológicos paralela a la de un factor diferente del propio característico, da lugar también a transiciones continuas, por ejemplo, al variar los integrantes de matorrales basífilos o basífugos sobre zonas con importantes diferencias altitudinales, como ocurre frecuentemente en las grandes Montañas Béticas. Cuando esas transiciones se complican con la inclusión de unidades salpicadas de piezas con dominio de algunos de sus componentes surgen los mosaicos de ordenación altitudinal de vegetaciones definida por su estructura y su grupo ecológico dominante.
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La razón de la existencia de masas o unidades mixtas, con intervención de más de una especie dominante o sin diferenciación de dominantes, está en la superposición de hecho de las áreas potenciales de las diferentes especies que pueden entrar a formar un tipo de estructura (bosque, matorral, pastizal, etc.). Para pronosticar la composición de máxima diversidad posible de una estructura en un punto dado, habrán de investigarse las área potenciales de las especies definidoras de tal estructura en la flora del país, entrando en la composición potencial todas aquéllas cuyas áreas potenciales incluyan el punto considerado, excluyendo las eliminables por razones de alelopatía con varias hipótesis de orden de entrada, o eligiendo como potencial la cubierta más compleja entre las reducidas por diferentes alelopatías. Las posibilidades de coincidencia de todas las especies del conjunto potencial están en las oportunidades de acceso de cada una y la posibilidad de persistencia de la convivencia. La oportunidad de acceso está ligada a los agentes de la dispersión que, para las especies principales de las masas arboladas son, fundamentalmente, el viento, las aves y el hombre. Debemos asignar papel natural a la ocupación por antropocoria, ya que el hombre forma parte de la Naturaleza. Muchas veces lo que se tiene por relictos puede no ser más que recolonizaciones por las aves o el viento, a veces a grandes distancias (Vg., Sorbus aria en Canarias, Ribes en Sierra Nevada, Betula en la Serranía de Segura, de aparición intermitente, Sorbus híbrida en la Ibérica o en Sierra Nevada, también intermitente, etc.). El escape de cultivo y el asilvestrado de muchas especies manipuladas por el hombre (Laurocerasus officinalis o Escallonta rubra en Galicia, Spartium junceum en la cuenca del Duero, Ailanthus o Robinia en diversos países, etc.) son ejemplos de ocupaciones de sectores del área potencial, fenómeno natural, a consecuencia de actuación del agente humano. Especies difundidas inconscientemente por el hombre y hoy incorporadas a nuestra flora son, por ejemplo, Asclepias curassavica, Galinsoga perviglora, Euphorbia nutans, Paspalum dilatatum, Cenchrus ciliaris y Sporobolus indicus. Por el predominio o la indiferenciación de los grupos sistemáticos correspondientes en el estrato principal de las masas de especies arbóreas, se califican como de resinosas, de frondosas o mixtas. En la cubierta forestal actual son más abundantes las masas naturales de coníferas o resinosas en la mitad oriental de la Península así como en Baleares y Canarias. Dentro de la Península, las gimnospermas predominan en las cordilleras Pirenaica e Ibérica, Serranía de Segura, montañas litorales catalanas, sierras enclavadas en el Sureste semiárido y litoral del Suroeste. Artificialmente se han extendido sus áreas en esas regiones y se han difundido ampliamente por el Noroeste, montañas del País Vasco, Submeseta Norte y montañas de la mitad occidental de la Península. Las frondosas predominan naturalmente en la mitad occidental, habiéndose extendido artificialmente los eucaliptos por el litoral Norte, Noroeste y Suroeste, mientras que las plantaciones de chopos son más abundantes en la cuenca del Duero, Valle del Ebro, Vega de Granada y Gerona, donde también se han realizado plantaciones de plátanos,
junto con otras a las que anteriormente se ha hecho referencia. Las estirpes específicamente arbóreas que más frecuentemente aparecen en masas puras en la Península y Baleares, como dominantes en extensiones apreciables pertenecen a los géneros Pinus, Abies, Juniperus (en este caso, generalmente parques arbustivos), Betula (B. Celtiberica), Fagus, Castanea y Quercus, en representación natural. Masas artificiales corresponden a los géneros Pinus, Populus y Eucalyptus. Especies representadas como dominantes en extensiones reducidas son Taxus baccata (rodalillos dispersos en diversas regiones); Populus alba, Salix alba y S. atrocinerea (galerías); Alnus glutinosa (galerías, bastante más frecuentes y difundidas que las anteriores, o mejor conservadas); Corylus avellana (representación dispersa, más en Norte y Noreste); Celtis australis (restos esporádicos, principalmente en Arribes del Duero, Mariánica, Maestrat y Oróspeda); Sorbus aucuparia (Ancares y otros puntos del espinazo cantábrico-pirenaico); Sorbus aria (esporádico, en mostajares cantábricos e ibéricos); Ceratonia siliqua (Cordillera Bética occidental: Sierra de Grazalema); Acer monspessulanum (esporádico, en montañas diversas); Acer granatense (restos dispersos en Cordilleras Béticas, mitad oriental); Acer campestre (poblaciones secundarias, marginales o reconstructoras del bosque); Ilex aquifolium (esporádico: Cantábrica, Central, Ibérica Norte) ; Tilia platyphyllos (disperso: Cantábrica e Ibérica); Elaeagnus angustifolia (esporádico: Centro y Béticas); Arbutus unedo (sierras silíceas de Centro y mitad Oeste, sin alcanzar porte arbóreo); Fraxinus ornus (montañas valencianas, disperso); Fraxinus excelsior (montañas septentrionales, disperso, más abundante en Pirineo y Cantábrica); Olea europaea sylvestris (Béticas occidentales). Con origen artificial, a veces muy antiguo (Ulmus, Phoenix), podemos citar: Ulmus minor (en rápida regresión); Phoenix dactylifera (en exterminio); Acacia dealbata y A. Melanoxylon (invasoras en el Noroeste); Platanus hispánica (en regresión, por epidemia); finalmente, varias coníferas exóticas, de los géneros Picea, Pseudotsuga, Cedrus, Larix, Pinus, Cupressus, Thuja, Chamaecyparis, Sequoiadendron y Sequoia. Entre los bosques mixtos peninsulares destacan las fragas (bosques caducifolios mesófilos plurispecíficos, a veces con inclusión de subesclerófilos), los mixtos de coníferas y frondosas (Haya-Abeto, Haya-Pino silvestre, Encina-Pino carrasco, Quejigo-Sabina albar, etc.), los mixtos de frondosas esclerófilas-subsclerófilas (EncinaQuejigo, Quejigo-Rebollo, Encina-Alcornoque-Quejigo, etc.). En Canarias las masas puras más extensas corresponden a Pinus canariensis. Algo más reducidas son las restantes de Myrica faya, Erica arbórea y Phoenix canarienses. En poblaciones reducidas se pueden ver Persea indica, Visnea mocanera, Tamarix canariensis y Erica scoparia platycodon (arbustiva). Manifestaciones artificiales corresponden a Pinus canariensis (muy extensas), Pinus pinea, P. radiata (muy reducidas), Acacia cyclops y A. cyanophylla. Entre las masas arbóreas mixtas canarias destacan las laurisilvas, hoy muy reducidas en superficie y simplificadas en composición, ordinariamente con sólo tres o cuatro especies; el Monteverde, a base de Myrica faya o
Erica arbórea. Finalmente, los bosques secundarios heliófilos, a base de especies de Ilex, Viburnum, Rhamnus, Ocotea, Erica, etc. Las estructuras En el conjunto del área forestal española predominan los siguientes tipos de estructura: dehesas, montes huecos, matorrales, pastizales leñosos, pastizales xerófilos, pinares naturales y artificiales, montes de «matas» de frondosas, bosques mixtos de frondosas y coníferas y, en modesta proporción, fragas y bosques asimilables. Son raras o de escasa extensión las estructuras cerradas, más abundantes en el Norte, escasas en el Sur, rarísimas en el Sureste. Los tipos de cubierta con sus estructuras son calificables de zonales o intrazonales, según dependan del clima o estén condicionadas por otro factor dominante. Los tipos zonales se pueden distribuir en suprasílvicos, sílvicos e infrasílvicos, según se ubiquen por encima del límite altitudinal superior del bosque o vegetación arbórea abierta, en pisos altitudinales y climáticos compatibles con el desarrollo de masas arboladas (independientemente de la espesura máxima posible) o por debajo del límite de disponibilidad de agua que posibilita análogo desarrollo. Por la naturaleza de los elencos de componentes, se segregan las cubiertas peninsularbaleares y las de Canarias, en los tres casos. En Baleares no se alcanzan localizaciones infrasílvicas y en el Sureste peninsular son de reducida extensión que, en cambio, es importante en Canarias. Los tipos sílvicos peninsulares comprenden, en los
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casos de mayor madurez, bosques que, sucesivamente, de climas más fríos, húmedos y en altitud hacia zonas más cálidas, secas y bajas, son de los tipos asimilables a taigá, caducifolio mesófilo, subesclerófilo, esclerófilo y de coníferas xerófilas. En Baleares están presentes las zonas de bosques esclerófilos y de coníferas xerófilas (pinares de carrasco). En Canarias, al descender, en el caso más completo, que es el de Tenerife, encontramos sucesión de tipos entre los que segregamos los correspondientes a pisos beneficiados por la condensación de los alisios (vegetaciones alísicas) y las exteriores a las zonas de nieblas (vegetaciones extraalísicas). Las vegetaciones alísicas, de mayor a menor altura, por las variaciones de temperatura y balance de humedad decrecientes, son: Laurisilva alta o más higrófila, Laurisilva baja o más termófila y menos higrófila, Prelaurisilva, Monteverde y Sabinar fresco. La vegetación sílvica extraalísica está representada por el pinar canario. En los pisos infrasílvicos encontramos en Canarias arbustedos mixtos termófilos y sabinares secos, inclusiones de bosque termófilo, en vaguadas, con carácter subintrazonal y vegetaciones hipertermófilas: tabaibares, toldares, cardonales, aulagares y otros matorrales mixtos. Entre las cubiertas intrazonales podemos considerar las de roquedos compactos, yesares, saladares, zonas húmedas, zonas ventosas, acumulaciones de fragmentos de roca, desiertos de hielo, desiertos de erosión no debidos primordialmente a la acción del hombre y desiertos antrópicos, si se ha alcanzado una degradación irreversible bajo las actuales condiciones de clima. Para las vegetaciones zonales sílvicas, con los estados actuales de la cubierta, al diferenciar estructuras de dominancia regional estableceremos tres grupos. En la Iberia de veranos húmedos –en expresión de E. HERNÁNDEZ PACHECO– domina un mosaico reticular constituido por una red de fajas de vegetación predominantemente arbórea, con piezas interiores alternantes de bosque, cultivo o prados, dominando en el arbolado las parcelas resultantes de reforestación. Son frecuentes las intercalaciones de matorral: brezales bajos mixtos y grandes retamares «xesteiras» o tojares. Las xesteiras son frecuentemente de origen artificial, aprovechándose para obtención de material destinado a cama de ganado, forraje o abono verde, esto último también practicado con tojo, argoma u otía (Ulex). La complicación mayor del paisaje en la España Húmeda lo da el mosaico múltiple, también de estructura reticular, donde la red de setos predominantemente arbóreos se rellena o alterna con rodales, golpes, fajas, líneas y pies sueltos de las mismas especies arbóreas, sobre un fondo o complemento a base de parcelas de cultivo, prados de diente, prados de siega y matorrales altos de leguminosas, con inclusión esporádica de rodales de fraga o bosque caducifolio denso multiespecífico. En la Iberia de veranos secos o de clima mediterráneo, encontramos como más frecuente las siguientes estructuras: - Parques: sabinares, enebrales, matas de frondosas. - Montes adehesados, generalmente de frondosas, con tallas arbustivas. - Montes arbolados de resinosas, predominando los pinares. - Matorrales arbustivos o inferiores de frondosas, en
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los últimos decenios con progresión en talla y densidad. - Mosaicos de vegetaciones densas sobre fondo con escasa tasa de cubierta. - Mosaicos de matorrales y pastizales leñosos, con retazos menores de pastizales xerófilos y lastonares. - Mosaicos irregulares, de tres tipos: • Unidades forestales dispersas sobre un fondo de cultivos. • Alternancia de cultivos y matorrales o matorrales-pastizales-pastizales leñosos. • Alternancia de matorrales, pastizales leñosos y barbechos o zonas resultantes de abandono del cultivo. -Grandes restos de pinares, dispersos en rodales o pies sueltos sobre fondo de cultivos interanuales o en proceso de abandono. -Repoblaciones artificiales, con predominio de los pinares. En Canarias las cubiertas más frecuentes son: - Mosaicos de parcelas agrícolas y semidesiertos. - Mosaicos de parcelas agrícolas alternando con matorrales claros y crasos. - Restos de laurisilva, más o menos incompleta. - Restos de laurisilva degradada, arbustiva y otros tipos de arbustedo. - Pinares naturales. - Pinares de reforestación. - Matorrales de altura. - Desiertos de nieblas. - Desiertos de altura. En los bosques de la Iberia de veranos húmedos predominan las estructuras cerradas, con densidad a todos los niveles y sotobosque escaso, predominantemente herbáceo, higrosciadófilo. En la Iberia de tipo mediterráneo predominan los bosques más o menos claros, con subpiso bajo, a base de matas o mezclas de matas y hierbas vivaces. En las franjas de clima submediterráneo, con veranos subhúmedos y relativamente frescos, las estructuras del bosque son densas, con subpisos bajos en que se mezclan leñosas y herbáceas vivaces. En las montañas y altas cubetas de clima continental, con veranos frescos y relativamente húmedos aparece el tipo taigá (abetares, pinares de uncinata o silvestre), con masas relativamente densas y sotobosques bajos, pobres, hasta empradizados con hierbas vivaces y algunas matas rastretas. Son frecuentes las invasiones de zarzales, frambuesales y otros subpisos espinosos. Entre las cubiertas del área forestal en altitudes suprasílvicas, destacan para la Península los siguientes tipos: - Desiertos y semidesiertos de hielo, rocas, gleras, erosión. - Estepas y estepas leñosas de altura (gramíneas y otras herbáceas vivaces, en mezcla con matillas). - Erizales (matorrales espinosos almohadillados). - Matorrales de ericáceas y afines (a base de especies de Erica, Calluna, Rhododendron, Empetrum, Arctostaphylos, Vaccinium, etc.). - Prados, borreguiles y otros herbazales.
- Sabino-Enebrales. Matorrales rastreros altos a base de especies de Juniperus (J. communis alpina en el área de veranos húmedos del Norte central, J. Communis alpina, J. comm. hemisphaerica y J. Sabina en la España Mediterránea, incluido el Pirineo, país de transición). En Canarias podemos distinguir, en forma sintética, los siguientes: - Desiertos y semidesiertos de altura, con vegetación dispersa, rupícola o glareícola. - Matorrales de compuestas. - Matorrales mixtos, con labiadas y especies de otras familias. - Retamar (Spartocytisus). - Restos de matorral rupícola de cedro, hoy muy restringidos (Juniperus cedrus, en las facies del límite superior del bosque, que sobrepasa tal vez por razones de sequedad, viento y compacidad de roca, más que por altitud). La dinámica Debemos en primer lugar precisar la diferenciación entre lo natural y lo potencial. Se suele sobrentender que lo natural es lo que había antes de la aparición y actuación con fuerte presión del hombre sobre una región. Como cuando se establecen en forma permanente las floras y climas actuales ya estaba aquí presente el hombre y seguramente actuaba de manera que podía cambiar de modo importante las cubiertas vegetales (Vg., por el fuego para caza), podemos aceptar la opinión de Z. NAVEH de que la «vegetación natural» convencional nunca ha existido. Lo potencial, es decir, lo que puede llegar a ser, si que es concebible, aunque mediante hipótesis que pueden ser diferentes para distintos observadores. Podemos, en la búsqueda o concepción de la identidad de lo potencial, partir de las condiciones de vida actuales de las diferentes especies en la totalidad de las áreas que ocupan y considerar sus intercompatibilidades o incompatibilidades. Pero habrá de tenerse en cuenta la modificación que en las condiciones de vida introduce la formación de una cubierta de características diferentes de la actual, la evolución de una cubierta bajo reducida presión de explotación, la continua mejora de las condiciones del suelo y de su capacidad para retener agua en cantidad y plazo de tiempo, la creación de un microclima, la mejora de la absorción de energía, la mejora de la disponibilidad de sustancias nutritivas, etc., lo que hará necesaria una investigación iterativa con creación y corrección continua de unos modelos matemáticos aptos para reflejar la evolución del medio inducida por la de la vegetación. En la dinámica podemos decir, pues, que no hay principio sobre el que basar una historia de la vegetación actual. La situación anterior siempre habrá sido cambiante. El final teórico imaginable como fijo también es difícilmente imaginable. Con las iteraciones anteriormente sugeridas podríamos llegar a un final asintótico. Pero en la Naturaleza parece que no es fácil que
se alcance un estado inmutable. De hecho, por doquier aparecen pruebas de que siempre, en tiempos pasados, también las cubiertas forestales, como tantos otros aspectos de la vida sobre la Tierra, han experimentado pulsaciones en forma de cambios cíclicos, recurrentes o no, en plazos variables y diferentes de unas regiones a otras, lo que parece otorgarles independencia con relación a las fluctuaciones y cambios climáticos. Así parecen delatarlo los análisis palinológicos de las turberas de mayor potencia analizadas en la España Peninsular (información de J. RUIZ DEL CASTILLO). Acerca de las vegetaciones potenciales que, como concepto auxiliar de la planificación dasonómica, podemos concebir, con carácter asintótico, mediante proceso de investigación iterativa, insisto en mi opinión de que se llegaría a cubiertas forestales que, para los pisos sílvicos estarían integradas por numerosas especies arbóreas sin clara definición de dominantes en el estrato superior. Las vegetaciones monedícicas tan extendidas en la región mediterránea, serían en casi la totalidad de los casos (con la excepción de las bandas marginales, de situaciones extremas), resultado de acciones simplificadoras del hombre y de actuaciones tendentes a favorecer determinados tipos de aprovechamientos. En todo caso, predomina, aun en los casos de aparente estabilidad por mantenimiento de actuaciones y de niveles de presión, una evolución más o menos lenta hacia la desertización, con decrecimiento de las tasas de biomasa por unidad de superficie, aclaramiento, reducción de talla y cambios en las agrupaciones con ventaja de los grupos ecológicos de rasos, de nitrófilas, de fuerte xerofilia, de vida corta o extracorta, etc. Las reforestaciones con acotamientos han supuesto procesos localizados de progresión de la vegetación, que han dado lugar en numerosas ocasiones a colonizaciones espontáneas de los sotobosques por especies nobles, sciadófilas, impropias para una colonización directa, natural o artificial, de terrenos rasos inicialmente. No obstante, el azote que se viene desatando las últimas décadas con los incendios extensos, provocados con perversa eficacia, ha contrarrestado la labor positiva de la extensión del área boscosa mediante repoblación de terrenos. Otro aspecto positivo ha sido la reducción, suspensión en muchos casos, de los aprovechamientos de leñas y carbones ante la extensión del uso de combustibles naturales gaseosos y de la electricidad en los usos domésticos. Esto, junto con la regresión del pastoreo motivada por la emigración del campo a las ciudades o a regiones industriales nacionales o foráneas, ha dado lugar a la densificación y evolución progresiva de muchos matorrales, hoy arbustedos o casi de talla arbórea al cabo de unos veinte años de la iniciación del proceso. Estos efectos beneficiosos se pueden contrapesar con los negativos de la despoblación, la vuelta discreta de la extracción de leñas y el pastoreo y las lluvias ácidas, que en nuestro país tienen incidencia localizada (Alte Maestrar) aunque en un macizo forestal de sumas riqueza, belleza y función protectora. Insistiremos sobre la necesidad de corrección de ideas sobre la forma de producirse la dinámica o evolución de la vegetación, con vistas a sus aplicaciones. La idea de clímax, culminación de la escalera o es-
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cala de peldaños que son las fases de una evolución gradual, es ilusoria, por estar basada generalmente en los conceptos de vegetación natural o de vegetación potencial fija y deducida en forma directa de la observación de las condiciones actuales. El concepto de serie es asimismo de una fuerte simplificación, que induce error en las aplicaciones. En otro trabajo desarrollo más extensamente consideraciones sobre ese concepto. Hoy se piensa que entender la serie en sentido determinístico es erróneo, ya que la concatenación de estados o unidades que la integran no representa una sucesión inevitable o única realmente, y si la serie no es determinística sólo conserva el papel de una simplificación útil por su brevedad para la exposición de las posibilidades de evolución, mostrando una entre las múltiples formas de producirse los cambios de la vegetación en un lugar dado. A partir de una agrupación dada, se pueden producir evoluciones que supongan progresión, regresión o cambios con mantenimiento de igual nivel evolutivo. Surge la necesidad de recurrir al concepto de nivel de madurez, para representar cuánto está alejada una vegetación del inicial desierto teórico o creable mediante actuación ad hoc, como descuaje de la cubierta inicial y remoción del terreno, deposición de una capa espesa de tierras u otros materiales, excavación hasta superar las raíces mas profundas, recubrimiento de la superficie con hormigón, asfalto, etc. Los niveles de madurez representarán grados de organización, diversidad, acumulación de biomasa y por ende energía, estabilidad y papel protector. Los niveles se escalonan entre el desierto y las vegetaciones estables teóricas que supondrían permanencia del estado
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de mayor eficiencia para el aprovechamiento de los recursos naturales fundamentales: energía, agua y nutrientes, con realización óptima y continua de la máxima potencialidad de la estación. El ascenso en nivel evolutivo o de madurez es la progresión, resultante de que la explotación global es inferior a la producción. Por el contrario, la regresión está representada por el descenso del nivel de madurez y se debe a un exceso de la explotación sobre la producción (expresable en biomasa seca, en carbono orgánico, u otra forma). La estabilidad supone equilibrio entre explotación y producción, con mantenimiento de las mismas estirpes componentes con grados de presencia relativa moderadamente fluctuante, lo que requiere mantenimiento del conjunto de las formas de explotación y con niveles relativos sensiblemente constante. Para mantenimiento del nivel de explotación pero cambio de sus formas, se producirán cambios de componentes que darán lugar a cambio de la naturaleza de la agrupación o unidad de cubierta, manteniéndose el mismo nivel de madurez, por lo que calificamos este tipo de cambio como idiohipso, por conservarse la misma altura en la representación de los niveles evolutivos de las vegetaciones posibles en una localidad y tipo de estación. En la realidad, no hay dinámica en el sentido usual, ni estabilidad, sino cambios cíclicos o fluctuaciones desarrolladas en ciclos más o menos simplificados, con «metastabilidad», en expresión de WADDINGTON recogida por NAVEH, produciéndose cambios con mantenimiento de flujos, es decir «homeorreis» en contraposición a la estabilidad completa u homeostasis. Los paisajes forestales de todas nuestras regiones son bastante estables o de evolución muy lenta, como originados por combinaciones de formas de tratamiento largamente mantenidas en su naturaleza pero con fluctuaciones importantes en la intensidad originadas por las pulsaciones y extremos climáticos y otros factores a los que antes se ha hecho referencia (guerras, invasiones, epidemias, carestías, revoluciones, etc). Recogemos de NAVEH y concuerda con nuestra experiencia, que «la capacidad de regeneración de suelo y vegetación en las regiones mediterráneas es asombrosa». No menos lo es en la faja Norte con el Noroeste de la Península, que ha sido considerado por muchos dendricultores como una de las regiones privilegiadas a escala mundial para el establecimiento de arboretos de más amplia representación. En Canarias, la formación de suelo es rápida, al igual que la reconstrucción de una cubierta vegetal rota o deteriorada, al menos en las zonas de domino natural de laurisilvas y monteverdes. Por lo que hemos observado, la reconstrucción, rápida al principio, se bloquea pronto, tras destrucción intensa, en cuanto se alcanzan etapas de gran estabilidad, que pueden ser de diferentes niveles de madurez. Es muy frecuente que no haya etapas seriales intermedias.
La identidad de las especies que se establezcan, tanto en primera colonización como en evoluciones posteriores, depende de las diferentes oportunidades de establecimiento que se presenten a las diferentes especies con posibilidad de instalación. En países con floras tan ricas como las regiones peninsulares o los archipiélagos españoles, las posibilidades de combinaciones o de es-
tablecimiento de especies como dominantes son variadísimas, anulando las posibilidades de éxito de toda predeterminación unitaria y por tanto la utilidad del diseño de series simples. Es frecuente que en la evolución, tanto progresiva como regresiva, se produzcan «saltos», en lugar de evoluciones continuas, cambiando en varios grados los ni-
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veles de madurez. Es lo que ocurre cuando un terreno removido y abandonado es colonizado por pinar espontáneamente. La reforestación con resinosas heliófilas autóctonas de un terreno abandonado no es sino la provocación intencionada de un salto evolutivo. El aprovechamiento de la posibilidad de saltos o su provocación tienen una gran importancia en la restauración, cuando se necesita lograr protección frente a la erosión y regulación de escorrentías en el más corto plazo posible y deja abierta la puerta a una acción posterior de establecimiento de vegetaciones nobles y de la máxima estabilidad alcanzable en un plazo discreto. En las evoluciones reales que tienen lugar sobre el terreno, se producen sustituciones de especies representantes de etapas de elevada madurez por otras de más baja significación en esos lugares pero que suponen esa elevada madurez en otros sitios, puede ser adyacentes. Así, la encina suele entrar a suceder a subsclerófilos como rebollos o quejigos. Su presencia, con cortejo de especies propias de etapas de mayor degradación, puede inducir a error al asignar los terrenos a dominios de los diferentes tipos de vegetaciones «maduras». Vegetaciones dominantes en etapas de madurez intermedia pueden establecerse indiferentemente sobre terrenos con variada vocación en cuanto a sus vegetaciones finales o subfinales, pero con diversa significación de madurez en los dominios de distinto final. La degradación avanzada, al deteriorarse el suelo, hace que se reduzcan las disponibilidades de agua en cantidad y plazo, lo que da lugar a cambios de grupos completos de especies de cortejo e induce a establecer hipótesis erróneas acerca de las vegetaciones últimas. De todas las dificultades mencionadas podemos deducir que refuerzan el carácter hipotético de las vegetaciones llamadas «naturales» y que probablemente no es posible comprobar las hipótesis dinámicas sobre finales de progresión en un plazo generacional. La transformación profunda de las condiciones primitivas es casi siempre irreversible, por la pérdida de suelos relícticos, la degradación avanzada de los restantes, la desertización por creciente pérdida de cubierta y, en suma, llegándose a la superación de un «umbral de reversibilidad». En la actualidad vivimos una época con persistencia y crecimiento de la presión humana, cuya reducción hace teóricamente posible, en general, la reversibilidad de la regresión. La progresión rápida, posible aprovechando las oportunidades de colonización y sustitución con saltos en madurez creciente, se logra con un adecuado diseño de medidas restauradoras, con recurso preferente a estirpes autóctonas, programación de actuaciones escalonadas en fases sucesivas, preferencia inicial a fertilizantes (leguminosas, principalmente) e idónea elección de dispositivos protectores y métodos de actuación sobre los terrenos. Agregaremos que la práctica prolongada de la ganadería con apreciables cargas, fija tipos de baja madurez, llegando a dar lugar al bloqueo de la recuperación. Como Anexos a este artículo introductorio, presentamos un resumen de niveles evolutivos para los tipos más difundidos en la vegetación peninsular-balear y las listas de las principales especies arbóreas que pueden
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integrar las vegetaciones forestales mayores de Península-Baleares y de Canarias. `
ANEXO 1 RESUMEN DE NIVELES EVOLUTIVOS EN LA VEGETACIÓN ESPAÑOLA PENINSULAR-BALEAR 9. Bosque poliedícico monostrato. Fraga, laurisilva, etc. 8. Bosque di-triedícico de especies arbóreas principales. 7. Bosque puro de especie principal. Rodales de árboles localmente principales. 6. Bosque puro o mixto de especies no principales. Pinar xerófilo. Abedular. Castañar. Parque. Arbustedo denso estable: madroñal, avellanar, mancha, etc. de especies principales. 5. Matorral alto y denso (especies no principales). Mancha degradada. Bardal inerme. Espinar. Bardal espinoso. Arbustedo claro estable. Monte bajo puro, arbustivo o alto, de especie principal. Brezal alto y denso. Cervunal. 4. Parque de sabinas o enebros. Brezal mediano denso. Monte bajo de talla media, mixto o puro, de especies principales. Garriga densa. Tojar/Aulagar alto y denso Arandanal. Retamar (en sentido amplio, a base de Retama, Sarothamnus, Cytisus, Genista, etc.) Albaidar en región ± árida. Romeral denso en zona ± árida. Prado de diente. Lastonar de montaña. Pastizal leñoso mixto, bajo y denso, del tipo dominante en los altos campos y parameras. 3. Matorral de leguminosas espinosas (excluidos aulagares altos y densos) Erizales. Brezal mediano claro. Gayubar. Garriga baja (sentido amplio, de matorral mixto basófilo). Romeral. Matagallar. Albaidar. Jaral noble (Citus populifolios. C. Laurifolios) Prado de siega. Pastizal estacional denso. Cerveral. Lastonar en baja o mediana altitud. 2. Tomillares (sentido amplio, incluyendo matorrales de compuestas de secanos abandonados, a base de Artemisa, Helichrysum, Santolina). Jaguarzales y carpazales. Brecinales. Pastizal xerófilo claro. Trebolares, melgares, etc. Gramales y espiguillares persistentes. Jarales helioxerófilos. Romeral en roza. 1. Herbazales terofíticos (sentido amplio, incluyendo espiguillares o herbazales de gramíneas, jaramagales, cenizares, barrillares, etc.) 0 0/1 Desierto de líquenes 0/0 Desierto ± completo (cubierta interior al 5%, por pastoreo prolongado con sobrecarga, hielo, erosión, roca compacta, deslizamiento o corrimiento, acción antrópica especial, etc).
ANEXO 2 ESPECIES ARBÓREAS DE LA FLORA PENINSULAR-BALEAR Abies alba A. pinsapo Pinus uncinata P. sylvestris P. nigra P. pinaster P. pinea P. halepensis Tetraclinis articulata Juniperus oxycedrus J. thurifera Taxus baccata Populus alba P. tremula P. nigra Salix pentandra S. alba S. fragilis S. caprea S. pedicellata S. atrocinerea Betula pendula B. pubescens Alnus glutinosa Corylus avellana Fagus sylvatica Castanea sativa Quercus robur Q. petraea Q. canariensis Q. pyrenaica Q. pubescens Q. cerrioides Q. faginea Q. suber Q. ilex Ulmus glabra
Celtis australis Ficus carica Laurus nobilis Sorbus domestica S. aucuparia S. torminalis S. mougeotti S. aria S. latifolia Crataegus laevigata C. monogyna C. laciniata Prunus avium P. mahaleb Laurocerasus lusitanica Ceratonia siliqua Acer pseudoplatanus A. platanoides A. campestre A. opalus A. granatense A. monspessulanum Ilex aquifolium Euonymus Latifolius Tilia platyphyllos T. intermedia T. cordata Elaeagnus angustifolia Punica granatum Arbutus unedo Fraxinus angustifolia F. excelsior F. ornus Olea europaea Viburnum opulus Sambucus nigra
Agregadas a la flora en épocas históricas o protohistóricas o asilvestradas recientemente Carpinus betulus Ulmus minor Melia azedarach Phoenix dactylifera Ailanthus altíssima Robinia pseudacacia
Laurocerasus officinalis Amygdalus dulcis Acacia melanoxylon Acer negundo Punica granatum
Frecuentemente cimarronas, incidentalmente asilvestradas Juglans regia Morus nigra Platanus hispanica Cydonia oblonga Prunus domestica Armeniaca vulgaris Malus communis Pyrus communis Crataegus azarolus
Prunus cerasus Populus euphratica Salix babilonica S. viminalis Ulmus laevis Quercus cerris Gleditisia triacanthos Robinia pseudacacia
Estirpes exóticas más frecuentes en parcelas de reforestación Picea abies Pseudotsuga menziesii Cedrus atlantica Larix leptolepis Pinus canariensis P. radiata P. nigra ss. str. P. ponderosa P. jeffreyi P. brutia Cupressus sempervirens C. macrocarpa C. lusitanica Junipera virginiana Thuja plicata Chamaecyparis lausoniana Sequoiadendron giganteum
Sequoia sempervirens Casuarina cunninghamiana Populus x canadensis Quercus rubra Acacia cyanophylla A. cyclops Eucalyptus camaldulensis E. globulus E. gomphocephala E. rudis E. amygdalina E. viminalis E. resinifera E. citriodora E. dalrympleana E. gunnii
ANEXO 3 ESPECIES ARBÓREAS DE LA FLORA CANARIA Pinus canariensis Juniperus cedrus Myrica faya Salix canariensis Apollonias barbujana A. ceballosii Laurus azorica Ocotea foetens Persea indica Visnea mocanera Laurocerasus lusitanica Sorbus aria Euphorbia mellifera Pistacia atlantica Ilex canariensis I. platyphylla Maytenus canariensis Rhamnus crenulata
R. glandulosa R. integrifolia Tamarix africana T. canariensis Clethra arborea Arbutus canariensis Erica arborea Ardisia bahamensis Heberdenia excelsa Pleiomeris canariensis Sideroxylon marmulano Olea europaea Phillyrea angustifolia Picconia excelsa Viburnum rigidum Dracaena draco Phoenix canariensis
Asilvestradas en época más reciente o persistentes como cimarrones Pinus halepensis P. pinaster P. pinea P. radiata Cupressus macrocarpa C. sempervirens Casuarina cunnighamiana C. equisetifolia Juglans regia Populus alba P. nigra Salix fragilis Castanea sativa Quercus ilex Q. robur Q. suber Celtis australis Ulmus minor Morus alba M. nigra
Amygdalus communis Eriobotrya japonica Prunus cesarus P. domestica Acacia cyanophylla A. melanoxylon A. retinodes A. saligna Ceratonia siliqua Gleditsia triacanthos Robinia pseudacacia Ailanthus altissima Melia azedarach Schinus molle Eucalyptus camaldulensis E. globulus Punica granatum Arbutus unedo Ligustrum lucidum Acokanthera oblongifolia
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Gestión Forestal adaptativa en el Parque Regional de Sierra Espuña:
Vista general del valle de Espuña
El Plan Sectorial Forestal y el Programa de Seguimiento Biológico
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E
RESUMEN
Velamazán, M.*; Yelo, N.**; Martínez, J.E.**; Carrillo, C. **; Atienza, A.***; Pérez, R.***; Cabezas, J.D.**** *Asistencia técnica Parque Regional de Sierra Espuña. Latizal S.L. **Asistencia técnica Parque Regional de Sierra Espuña. Ambiental S.L. ***Dirección General del Medio Natural. Servicio de Ordenación y Gestión de los Recursos Naturales ****Director Conservador Parque Regional de Sierra Espuña
n el Parque Regional de Sierra Espuña (Región de Murcia), el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales define el incremento de la biodiversidad como objetivo prioritario para el proyecto de ordenación de sus montes (Plan Sectorial Forestal). En el presente artículo se describen las actuaciones de regeneración y mejora contempladas, así como las medidas tomadas para que la gestión sea adaptativa, siendo esencial para ello la colaboración con el Programa de Seguimiento Biológico, coordinador de la investigación de flora y fauna dentro del Parque. Analizados los resultados tras el primer año de ejecución, se concluye la importancia de la coordinación de ambos programas, fundamentalmente en espacios naturales protegidos.
INTRODUCCIÓN La importancia de los valores naturales y culturales de Sierra Espuña justifican un conjunto de figuras de protección que hay declaradas (Parque Regional, propuesta de Lugar de Importancia Comunitaria, Zona de Especial Protección para las Aves, Área de Sensibilidad Ecológica (ASE) y Área de Protección de Fauna Silvestre (APFS)) que, superpuestas en el mismo territorio, complican el desarrollo del Plan Sectorial Forestal (PSF), o Proyecto de Ordenación de sus Montes (GUIA, S.A. 2002). Dicho PSF y el Programa de Seguimiento Biológico (PSB), elemento que coordina los trabajos de investigación y conservación de flora y fauna, se apoyan entre sí, por un lado, para dar respuesta a la compleja situación ecológica y legislativa y, por otro, para evaluar la contribución de las actuaciones al objetivo principal que define el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN): conservar y mejorar la biodiversidad. La conservación de la biodiversidad no es un concepto nuevo en el campo de la selvicultura, puesto que siempre se ha contemplado como garantía de estabilidad y de rendimiento sostenido. Sin embargo, sí ha aumentado el número de elementos a considerar en las operaciones, tanto faunísticos como florísticos, especialmente en espacios naturales protegidos (CAMPRODON, J.; PLANA, E. 2001). Paralelamente, el desarrollo de nuevas tecnologías (S.I.G.; Bases de datos...) ha facilitado en gran medida el manejo de toda la nueva información que este concepto más amplio de biodiversidad genera. Numerosas herramientas han contribuido a la inclusión gradual de la biodiversidad en planes y proyectos
forestales, entre ellas, la gestión adaptativa que, a través de indicadores, cuantifica los impactos y el éxito de las intervenciones. De este modo, es posible modificar las actuaciones en función de su contribución a los objetivos definidos en la planificación a corto y largo plazo. Otra herramienta destacable es la certificación forestal, que exige protocolos para el seguimiento de los indicadores y una continuidad en el tiempo.
ZONA DE ESTUDIO El Parque Regional de Sierra Espuña, situado en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, ocupa 17.804 ha de los términos municipales de Alhama, Totana y Mula. Se trata de un macizo montañoso cubierto casi en su totalidad por una masa de pino carrasco (Pinus halepensis) de repoblación que destaca sobre el paisaje agrícola circundante. Presenta una orografía compleja, con altitudes que oscilan entre los 200 y los 1.600 m e importantes variaciones de pendiente. La precipitación media es de 480 mm anuales (Ombrotipo Seco). En cuanto a los termotipos, la masa forestal se encuentra en su mayoría dentro de los pisos Meso y Supramediterráneo, con enclaves oromediterráneos relícticos en zonas cacuminales de fuertes vientos. Los suelos son principalmente de naturaleza caliza (ALCARAZ Y PEINADO, 1987; SÁNCHEZ, P. et al, 1996). La superposición de figuras de protección en un territorio que además es Reserva Nacional de Caza, hace más compleja la gestión, dificultad que se ve compensada en parte por ser la propiedad mayoritariamente pública. De las 17.804 ha del Parque, aproximadamente
Fig. 1.- La superficie del Parque Regional de Sierra Espuña (Región de Murcia) se encuentra distribuida en seis montes de utilidad pública.
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11.000 pertenecen a la Administración Autonómica. Además la titularidad también es pública en las 4.000 ha que componen el monte «Umbría de Sierra Espuña», del Ayuntamiento de Mula. La superficie de la Sierra se distribuye en seis montes, todos catalogados de Utilidad Pública (Fig. 1).
EL PLAN SECTORIAL FORESTAL (PSF) El primer proyecto de ordenación de los montes de Sierra Espuña se realizó en 1943. El método de ordenación elegido entonces fue el de «tramo fijo» y sus directrices permanecieron sin cambios sustanciales en las dos siguientes revisiones (1966 y 1977). Posteriormente, las actuaciones forestales se redujeron al mínimo, al cambiar los criterios de gestión en espacios protegidos, hasta 1995, año en el que el PORN reconoció la necesidad de modificar esa situación y establecer un PSF que orientase y regulase las actuaciones de regeneración y mejora. En el Parque Regional de Sierra Espuña, además de los objetivos «tradicionales», el PORN incorpora de manera explícita el incremento de la biodiversidad como objetivo prioritario para la planificación forestal. Se propone, en consecuencia, un aumento de la diversidad estructural como indicador ecológicamente relevante y fácilmente medible de la diversidad específica y funcional, al suponer su aumento una diversificación de los hábitats de flora y fauna (ABELLANAS, 2003; DEL RÍO et al 2003). Para aumentar la diversidad estructural se ha optado por el método de ordenación de «entresaca por bosquetes» de entre 0,3 y 1 ha, con un turno de 100 años y una rotación de 10. Con ello se pretende escalonar la
regeneración en el tiempo para conseguir una serie completa de bosquetes en cada cantón, de manera que las condiciones de «borde» se maximizan con cortas en pequeños grupos. El resultado será una masa irregular compuesta por mosaicos regulares de todas las clases de edad en cada uno de los cantones (AYUGA et al, 2000; MADRIGAL, 1994). Para aumentar el nivel de detalle al que se proyecta la selvicultura y dar respuesta a una heterogeneidad ambiental típicamente mediterránea, especialmente patente en esta sierra por su compleja orografía, la unidad de gestión pasa a ser el cantón (TISCAR, 2003). Sin embargo, los usos siguen asignándose a nivel de cuartel (Tabla 1) utilizándose, en función del uso principal de cada cuartel, tres tipos de cortas de regeneración: cortas a hecho, aclareo sucesivo y entresaca; este último con varias modificaciones derivadas del marcado carácter heliófilo del pino carrasco (Fig. 2). Las cortas de regeneración, utilizadas como herramientas para la diversificación estructural, disminuyen el tamaño máximo del bosquete y la intensidad del tratamiento a medida que aumenta la dificultad de regeneración (Fig. 3). Definidos los cantones de cada año, se separa el 80% de la superficie de cada uno, en el que se localizarán los rodales de actuación, y se reserva un 20 % con la intención de conseguir un bosque con árboles extramaduros, madera muerta en descomposición… El objetivo es poder estudiar su dinámica, aunque esto hace necesaria una mayor intensidad del seguimiento para poder evitar a tiempo problemas fitosanitarios.
EL PROGRAMA DE SEGUIMIENTO BIOLÓGICO (PSB) El PSB coordina una serie de estudios sobre flora y
Fig. 2.- Ubicación y proporción de superficie de cada uno de los tratamientos de regeneración proyectados
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Tabla 1.- Correspondencia entre la zonificación general y forestal del PORN, con el uso principal asignado a cada cuartel Proporción de superficie, % PORN FORESTAL
ZONA PORN
SUBZONA PORN
Conservación (45,99%)
Conservación Compatible Conservación Compatible Conservación Compatible
Umbrías del Bosque y la Sepultura Estribaciones de Espuña Valdelaparra-Prado Mayor
Conservación Compatible
Cumbres de Espuña y la Hoz
Conservación Prioritaria Uso Público Extensivo Uso Intensivo Uso Público Intensivo Uso Público Intensivo Uso Público Extensivo Conservación Prioritaria Conservación Compatible
Paisajes agrarios
Recreativo (2,34%) Producción (25,45%)
Protección (9,38%) Carrascales (2,03%)
Potencialidad Productiva Protección Conservación Recuperación y Regeneración de Carrascales Conservación Protección Uso Recreativo Protección Potencialidad Productiva
Conservación Potencialidad Productiva
Conservación Prioritaria Conservación Prioritaria Conservación Compatible
Cumbres de Espuña y la Hoz Umbrías del Bosque y la Sepultura Valdelaparra-Prado Mayor Riberas y barrancos Cumbres de Espuña y la Hoz Umbrías del Bosque y la Sepultura Valdelaparra-Prado Mayor
Enclavados
fauna cuyo objetivo es facilitar la toma de decisiones por parte de los gestores. Para ello, analiza la evolución de los ambientes ecológicos y las repercusiones sobre éstos de las actividades humanas, incluida la forestal. Se ha recurrido principalmente a la utilización, como indicadores biológicos para la gestión forestal, de la comunidad de aves rapaces forestales y rupícolas. Estas últimas son consideradas debido a que la gestión del bosque puede afectar a sus áreas de campeo o al entorno de sus lugares de nidificación. La filosofía de gestión del PSB está compuesta por tres tipos de seguimiento: 1. Diagnóstico o seguimiento de detección: tiene como principal objetivo recoger las variaciones que se producen en los sistemas naturales, analizarlas e intentar definir posibles cambios o tendencias a lo largo del tiempo. 2. Seguimiento de evaluación: se centraría en las causas de un determinado cambio detectado y propuesta de las medidas oportunas para que, si se considera necesario, se pueda llevar a cabo un programa de gestión encaminado a contrarrestar los cambios que se hayan originado. 3. Intervención o seguimiento de la gestión: correspondería a planes de seguimiento encaminados específicamente a evaluar el efecto de determinados programas de gestión con unos objetivos muy concretos, es decir, definiendo un estado deseable del sistema.
Tabla 2.- Variables incluidas en el inventario selvícola, realizado de manera previa a cada actuación forestal en colaboración con el PSB 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27
Cuartel Cantón Uso Principal del Cuartel (Situación en el Plan Sectorial Forestal) Situación en el PORN Consideraciones Manantiales Emplazamientos que puedan contaminar acuíferos o aguas superficiales Roquedos Cantiles Suelo singular Zonas con pendiente mayor del 35% Zonas de regenerado susceptibles de ser sometidas a clareo Zonas susceptibles de recibir una clara Árboles singulares Árboles extramaduros Árboles muertos en pie Madera muerta en distintos grados de descomposición Formaciones forestales singulares Formaciones forestales de ribera Hábitats de la Directiva 92 / 43 / CEE Unidades paisajísticas Flora protegida Fauna protegida Barreras artificiales que impidan el desplazamiento de la fauna Parcelas de investigación Densidad y estado de las vías Densidad y estado de las áreas cortafuego
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Fig. 3.- Bosquete de corta en el monte de «Malvariche»
COLABORACIÓN ENTRE PSF Y PSB Una vez definida la estructura objetivo y las directrices principales para las actuaciones forestales, la base de la colaboración con el PSB es considerar la gestión como «adaptativa», es decir, adaptable en función de los resultados de la evaluación de los indicadores. Se trata de un seguimiento continuo, que permite hacer variaciones de los tratamientos anualmente, con el objetivo de organizar los usos de manera que se cumplan los objetivos del plan general (largo plazo) y el plan especial (corto plazo). Como instrumento que garantiza la existencia y utilización de unos protocolos para el seguimiento y el posterior registro de datos, se ha seleccionado la certificación forestal. Así, se ha desarrollado un Sistema de Gestión Forestal Sostenible, como paso previo para acometer un proceso de Certificación por los dos sistemas que actualmente se encuentran vigentes en nuestro país (FSC/PEFC). Las referencias a la conservación de la biodiversidad en ambos esquemas son explícitas y requieren de un seguimiento de indicadores del estado de salud de los diferentes há-
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bitats en los que se interviene y de los daños que en éstos pueden generarse (FERNÁNDEZ y SÁNCHEZ, 2003). El seguimiento de la gestión es el nexo principal entre ambos planes, analizándose la regeneración y distintos indicadores de biodiversidad en superficies intervenidas en años anteriores. En cambio, la Red de Daños del Parque sería un ejemplo del seguimiento definido en el punto anterior como «de evaluación». Constituida por una red de puntos en la que se miden de manera continua los daños debidos a plagas, enfermedades o factores abióticos, su objetivo es definir con la mayor celeridad posible los daños, sus causas y las actuaciones necesarias para corregirlos o paliarlos. Además, este seguimiento es el que permite una selvicultura nula en aquellos cantones en los que no se actuará, salvo que la Red detecte algún problema (20% de reserva, cantones de mayor pendiente...). Quizás el seguimiento de detección sea en la actualidad el de menor importancia para la gestión forestal, ya que su valía como herramienta de diagnóstico en la planificación no podrá ser utilizada hasta la próxima
Fig. 4.- En las parcelas de regeneración se exige el astillado de los residuos una vez efectuado el desrame
revisión. Por otro lado, sí es fundamental la información que de manera continua recopila el PSB; variables muy diferentes que se estructuran en redes como la mencionada en el párrafo anterior. Quedan así definidas la de árboles singulares, estructuras forestales singulares, daños, hábitats protegidos o microreservas de flora. La información concerniente a la ubicación de esos puntos especialmente valiosos y frágiles, o a los condicionantes que su aparición supone para las actuaciones de regeneración o mejora, es revisada con anterioridad a cada plan anual o proyecto de ejecución, recogiéndose en lo que se ha llamado inventario selvícola (Tabla 2) y evitando así daños innecesarios. Casos concretos recientes serían la modificación de los arrastres por la cercanía a una localidad peninsular del endemismo iberoafricano Fumana fontanesii, o el adelanto de la ejecución de dos bosquetes de regeneración en las inmediaciones de un nido de Azor (Accipiter gentilis) para evitar molestias en la época de reproducción.
CONCLUSIONES La definición de nuevos objetivos en la gestión forestal se hace muy clara en los Parques Naturales, en los que son prioritarias la persistencia y la conservación de los valores naturales que han motivado la protección del espacio (ARRECHEA, 2002). Como respuesta a esos nuevos objetivos, se crean nuevas herramientas orientadas a evaluar el grado de consecución de los mismos por parte de las actuaciones selvícolas. Es el caso de la gestión adaptativa o la certificación forestal. La primera introduce en la planificación el análisis continuo de indicadores, así como la posibilidad de modificar los tipos de cortas en función de los resultados del análisis. La segunda está siendo de gran ayuda en la organización de la gestión dentro del Parque, pues añade en este sentido la protocolización y la continuidad en el tiempo de dicho seguimiento. Tanto una como otra requieren de un conocimiento profundo del estado de los ecosistemas, que el PSB proporciona, contribuyendo ambas a que el PSF alcance su objetivo prioritario: conservar e incrementar la diversidad biológica. `
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BIBLIOGRAFÍA
Fig. 5.- Bosquete de corta a hecho con árboles padre justo antes de realizar el desembosque
ABELLANAS OAR, B.; 2003. Selvicultura para la gestión y conservación del bosque mediterráneo. Curso «Gestión para la Biodiversidad en bosques explotados». Universidad Internacional de Andalucía. 6-10 de Octubre de 2003. ALCARAZ, F. Y PEINADO, M.; 1987. El sudeste ibérico semiárido. M. Peinado y S. Rivas-Martínez (Eds.). La Vegetación de España: 257-281. Universidad de Alcalá de Henares. ARRECHEA VERAMENDI, E.; 2002. La Gestión Forestal en un espacio natural protegido. IV Reunión del Grupo de Trabajo de Ordenación de Montes de la Sociedad Española de Ciencias Forestales.10-12 Oct. 2002. AYUGA TÉLLEZ, E.; GONZÁLEZ GARCÍA, C.; MARTÍN FERNÁNDEZ, S.; MANZANERA, J.A.; 2000. Obtención de una distribución equilibrada de una estructura irregular mediante tablas de producción de masas regulares. Aplicación al pino carrasco. Cuad. Soc. Esp. Cien. For. 10: 67-172. CAMPRODON, J.; PLANA, E.; 2001. Conservación de la biodiversidad y la gestión forestal: su aplicación a la fauna vertebrada. Edicions de la Universitat de Barcelona. DEL RÍO, M.; MONTES, F.; CAÑELLAS, I.; MONTERO, G.; 2003. Revisión: Índices de diversidad estructural en masas forestales. Invest. Agrar.: Sist. Recur. For. 159-176. FERNÁNDEZ, Y. Y SÁNCHEZ, L.J.; 2003. Elaboración del Marco de Caracterización y Tipificación de «Pino Espuña» y Certificación Forestal en el Parque Regional de Sierra Espuña. IBERSILVA servicios y Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de la Región de Murcia. GUIA S.A.; 2002. Plan Sectorial Forestal del Parque Regional de Sierra Espuña. Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de la Región de Murcia. Dirección General del Medio Natural. MADRIGAL, A.; 1994. Ordenación de montes arbolados. ICONA. SÁNCHEZ, P.; GUERRA, J.; COY, E.; HERNÁNDEZ, A.; FERNÁNDEZ, S.; CARRILLO, A.F.; 1996. Flora de Murcia. Claves de Identificación de Plantas Vasculares. D.M. Murcia TISCAR OLIVER, P.A.; 2003. La gestión forestal sostenible en el Sur de Europa. Curso «Gestión para la Biodiversidad en bosques explotados». Universidad Internacional de Andalucía. 6-10 de Octubre de 2003.
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Pinsapo de Las Escaleretas Sección elaborada por: Elsa Martín Díaz Ingeniero de Montes
Ficha Técnica ESPECIE Abies pinsapo Boiss.
FIGURA DE PROTECCIÓN Monumento natural.
DECLARACIÓN Decreto 226/2001, de 2 de octubre, por el que se declaran determinados monumentos naturales de Andalucía. BOJA 135/2001, de 22 de noviembre.
MEDIDAS Altura total: 26 m Diámetro en la base : 5,10 m
EDAD Entre 350 y 500 años.
ACCESO Situado en el Parque Natural Sierra de las Nieves, en el noroeste de la provincia de Málaga, accedemos a través de la carretera Ronda-San Pedro, a la altura de la entrada al parque natural, dirección Los Quejigales.
LOCALIZACIÓN Parauta (Málaga).
DESCRIPCIÓN El pinsapo es considerado el árbol emblemático de la Serranía de Ronda en su sentido más amplio, superando los límites provinciales, y podemos decir que de toda Andalucía. Es por ello que hoy nos detenemos en un pinsapo de excepcionales cualidades, que crece en la Sierra de las Nieves, Parque Natural de la provincia de Málaga, que fue declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía en el año 2001: El Pinsapo de las Escaleretas. El nombre de «Las Escaleretas» le viene por estar en un paraje donde las rocas calizas están dispuestas en lajas a modo de escalones. Con sus 26 metros de altura, una proyección de copa que sobrepasa los 200 metros cuadrados, y su impresionante porte, lo podemos ver sobresalir por encima de los demás ejemplares; y con una edad estimada entre 350 y 500 años se convierte en uno de los seres vivos más longevos de esta sierra. El camino para llegar hasta él es el siguiente: Una vez pasado el cortijo de Las Navas, llegamos a un cruce que nos lleva dirección Tolox; allí se puede dejar el coche y hacer el camino a pié, con lo cual disfrutaremos de un paisaje que merece la pena, con vistas al pequeño valle y, al fondo, del cerro de Alcojona dominando el horizonte. Gran parte del recorrido es sobre carril, adentrándonos poco a poco en el bosque de especies como el pino pinaster, carrascos, encinas, coscojas,… y por supuesto, pinsapos. El acceso hasta el Pinsapo de las Escaleretas es sencillo pues está perfectamente indicado; una vez allí, podremos admirar desde un pequeño mirador las espectaculares dimensiones de este «faro y guía de los caminantes» (según cuenta la leyenda). `
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COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS TÉCNICOS FORESTALES
Huelva, 23 de septiembre de 2006
Nuevo Delegado Territorial de Andalucía
E
l pasado día 23 de septiembre tuvieron lugar en la sede del Colegio en Huelva, las elecciones a Delegado Territorial de Andalucía del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, saliendo elegido D. Alfonso Santos Sotelo. La toma de posesión fue el día 9 de octubre. `
COITF: Seguro de Responsabilidad Civil
D
esde el pasado día 1 de octubre, todos los trabajos profesionales visados en el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales llevan consigo un seguro de responsabilidad civil profesional básico con un límite por siniestro y en el agregado anual por asegurado de 60.000 €.
Esta póliza asegura a la totalidad de los miembros del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, legalmente habilitados para el ejercicio de su profesión, con respecto a los trabajos profesionales que hayan sido visados por el colegio. Esta póliza garantiza al asegurado las consecuencias económicas derivadas de cualquier reclamación de
responsabilidad civil contra el asegurado, de acuerdo a la legislación vigente, durante el período de seguro por daños personales, materiales y sus perjuicios consecuenciales, así como los perjuicios patrimoniales primarios causados a terceros por un error o falta profesional, cometido por el asegurado o por personal del que legalmente deba responder en el desempeño de la actividad profesional. Esta póliza es complementaria a la contratada voluntariamente por cada colegiado, actuando como exceso de la misma, es decir, su capital asegurado se suma al ya contratado por el colegiado asegurado. `
Asamblea Territorial de Castilla y León Cervera de Pisuerga (Palencia), 7 de octubre de 2006
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l pasado día 7 de octubre se celebró en Cervera de Pisuerga (Palencia) la Asamblea Territorial de Castilla y León del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. Tanto D. José Antonio Gallegos Sancho, Delegado Territorial de Castilla y León, como D. Félix Centeno Robles, Técnico de la Delegación, sentaron las bases del funcionamiento de la Delegación, a partir de este momento, junto con los colegiados asistentes. A esta Asamblea acudieron también D. Juan Martínez García, Decano, y D. Raúl de la Calle Santillana, Secretario General del Colegio. `
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COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS TÉCNICOS FORESTALES
Jornada: «Situación actual del lobo ibérico en Castilla y León» ETSIA de Palencia, 26 de octubre de 2006
M
ás de 260 personas asistieron el pasado día 26 de octubre a la jornada «SITUACIÓN ACTUAL DEL LOBO IBÉRICO EN CASTILLA Y LEÓN», organizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y que se celebró en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia (Universidad de Valladolid). El lobo siempre ha sido una especie problemática y muy polémica, pero en los últimos años los conflictos se han disparado en España generando niveles de crispación desconocidos hasta el momento, lo que motivó al Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales a organizar una jornada de esta índole. Los objetivos de esta jornada, cubiertos sobradamente, fueron mejorar los conocimientos sobre esta especie y especialmente sobre la gestión y problemática de sus poblaciones en Castilla y León. Igualmente se dieron a conocer las nuevas líneas de ayudas aprobadas recientemente en Castilla y León junto con el borrador del futu-
ro Plan de Conservación y Gestión del Lobo Ibérico. Como ponentes asistieron técnicos, ecologistas, cazadores y ganaderos, que dieron una visión muy particular sobre esta especie, para cerrar el acto con una animada mesa redonda que fue muy participativa y
que tuvo que ser interrumpida por cuestiones de tiempo. Dicha jornada fue realizada gracias a la subvención concedida por la Dirección General de Industrialización y Modernización Agraria de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León. `
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COLEGIO DE INGENIEROS DE MONTES
VIII Premio Periodístico «Montero de Burgos»
C
omo cada año desde 1999, el Colegio y la Asociación de Ingenieros de Montes y el Grupo TRAGSA convocan este premio periodístico sobre el medio natural, sus recursos y el sector forestal. El premio de esta VIII edición, dotado con 3.000 €, ha recaído en D. Luis García Esteban, Director de la Serie Documental «El Bosque Protector», coproducida por la Universidad Politécnica de Madrid (U.P.M), la Sociedad Estatal Televisión Española S.A. y el Ente Público RTVE. Entre los meses de agosto y septiembre de 2005 se emitieron en TVE2 los siguientes capítulos: «Canarias. Un monumento natural»; «Alcornocales. La última selva»; «Repoblaciones. El bosque artificial»; «Gestión cinegética. Un laboratorio natural»; «Pinsapo. El abeto que se quedó en el sur»; «Tierra de pinares. Un mar de pinos». Anteriormente ya se había emitido la primera entrega, de siete capítulos, entre los meses de mayo y junio de 2003, dentro del espacio «La
Aventura del Saber»; y entre los meses de julio y agosto de 2003, en horario de tarde, en TVE2. Además, con fecha 12 de mayo de 2005, se firmó otro convenio para producir seis capítulos más cuya fecha de emisión prevista se estima a comienzos de 2007. Se trata por tanto de un total de diecinueve capítulos. D. Luis García recibió el premio en el acto celebrado el pasado 4 de octubre con motivo de la celebración de la festividad de San Francisco de Asís, Patrón de los Forestales. Objetivos de la serie: Esta serie documental tiene por objeto básico concienciar a la opinión pública de la importancia que han tenido, tienen y tendrán nuestros bosques en la historia natural, social y económica de España, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, así como del negativo y gravísimo impacto de la acción del hombre sobre su conservación. Se enmarca dentro del objetivo básico 5 de la Estrategia Española
para la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, relativo al fomento de la educación, divulgación e información dirigidas a aumentar la concienciación ciudadana y a alcanzar la implicación social en la conservación y uso sostenible de la diversidad biológica. La influencia de los bosques en el medio ambiente y el clima son factores que exigen una toma de conciencia pública que estimule acciones decididas, tanto del sector público como del sector privado, tendentes a la reforestación con especies adecuadas a cada entorno y a la racional conservación de lo existente, con la vista puesta en el largo plazo que exigen los procesos de restauración de la cubierta vegetal. Por todo esto, y apoyados en una base documental y fotográfica muy amplia, gracias a la colaboración de Televisión Española en la serie, están contando con rigor cuál es la verdadera historia de nuestros bosques y, con base en ella, cuáles deben ser las actuaciones a acometer para la mejora y conservación de un patrimonio tan preciado como es el natural. ACCÉSIT: Por otro lado, también se concedió un accésit de 1.500 € a D. Antonio Rigueiro Rodríguez, Dr. Ingeniero de Montes, por su artículo «El Valor Real del Bosque», publicado el 21 de febrero de 2006 en la sección de economía de «El Correo Gallego». Reproducimos en estas páginas su contenido:
EL VALOR REAL DEL BOSQUE Se admite universalmente que el monte arbolado desempeña una múltiple función, económica, ecológica, social y cultural; y los modelos de gestión forestal sostenible, de actualidad en los últimos tiempos, es-
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COLEGIO DE INGENIEROS DE MONTES
pecialmente tras los acuerdos y recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro (Brasil) en Junio de 1992, se plantean alcanzar un equilibrio entre la triple función clásica de los bosques -sostenibilidad económica, sostenibilidad ambiental, sostenibilidad social-, dando además protagonismo a la conservación de la biodiversidad, entendida ésta en su sentido más amplio, es decir, incluyendo las tradiciones, paisajes y culturas además de la vida silvestre. No se trata de arrinconar la función económica, ni de recuperar rivalidades y batallas ya superadas entre «productivistas» y «conservacionistas», sino de llevar las otras funciones del bosque, bastante olvidadas a veces, al lugar que les corresponde, y no solamente por motivos meramente sentimentales o filosóficos, sino también reconociéndoles su importancia socioeconómica y el notable papel que están llamadas a desempeñar en el desarrollo rural, fundamentalmente en el incremento del nivel de vida de los habitantes del campo y en la fijación de la población en las zonas desfavorecidas. Los bosques naturales y las masas arboladas artificiales proporcionan al hombre unos beneficios directos en forma de productos tangibles e intercambiables (madera, resina, corcho, pastos, miel, setas, plantas medicinales y aromáticas, pequeños frutos y frutos de árboles, recursos agroenergéticos...), que tienen un mercado y, por tanto, su importancia económica, que repercute normalmente en los propietarios de los predios forestales, puede ser tasada o valorada sin grandes dificultades. Las formaciones arboladas también contribuyen, y de forma notable, a conservar y mejorar nuestro medio ambiente natural, a través de la llamada función ecológica o medioambiental, a la que cada día se da mayor relevancia, y que se manifiesta a través de aspectos como la regulación de los ciclos hidrológicos, la conservación de la flora, la fauna y los suelos, su papel como sumideros de carbono, la protección
de la agricultura o la prevención de la eutrofización de las aguas continentales, por citar algunas de las cuestiones de mayor interés. Por otra parte, en los últimos lustros ha venido creciendo la concienciación medioambiental de la sociedad y el interés por el disfrute del tiempo de ocio en contacto con la naturaleza, y, como consecuencia, la demanda del uso social del bosque. Los hombres y las mujeres, de forma especial los habitantes del entorno urbano, vuelven la mirada a sus orígenes, a la naturaleza, y desean acercarse a ella para sentirse acariciados por el encanto de los más bellos paisajes naturales. Por eso a la función social del bosque, muy ligada a la ecológica, se le da mayor importancia cada día en los criterios que rigen la gestión forestal -por ejemplo asignando mayor protagonismo al paisaje-, ya que hoy se considera que puede contribuir al desarrollo de comarcas socioeconómicamente deprimidas y a fijar la población en áreas que ofrecen una preocupante dinámica demográfica negativa. Así, desde distintos ámbitos se fomentan modernas iniciativas de disfrute del tiempo libre en contacto con la naturaleza, y se van haciendo familiares conceptos como agroturismo, turismo rural o turismo verde, en los que la función social del bosque tiene, sin duda, una significación notable. Existen también culturas y tradiciones ligadas a los bosques y paisajes culturales de gran belleza y altamente valorados por la sociedad, culturas, tradiciones y paisajes que están amenazados debido al despoblamiento del medio rural. Los beneficios indirectos derivados de las funciones ecológica, social y cultural de los bosques son más difíciles de evaluar y cuantificar, en comparación con los que derivan de la denominada función económica y, tal vez por ello, se ha dedicado menor esfuerzo a estudiar su valoración. Estos beneficios, generalmente, repercuten en mayor medida en personas ajenas a la propiedad de los bosques que en los propietarios de los mismos, los cuales no reciben compensación por ellos ni por el lu-
cro cesante que puedan suponer las limitaciones en el uso de sus propiedades que a veces se les imponen con el fin de garantizar las funciones ecológica y social. En la contabilidad nacional el sector forestal se valora en base a la función productiva o económica considerada parcialmente, incluso-, sin tener en cuenta los aspectos ecológico, social y cultural, y ello explica que su valoración económica no refleje su importancia social. Así, por ejemplo, cuando se dice que el sector forestal gallego solamente aporta un 13% de la Producción Final Agraria de nuestra Comunidad Autónoma, se está hablando solamente de las producciones directas y tangibles, de una parte de ellas
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más bien, sin incluir otros beneficios y servicios ambientales y socioculturales, las llamadas externalidades, cuya importancia y valoración es creciente en la sociedad actual, ni, por supuesto, la transformación de los productos forestales. Incluyendo solamente el valor ambiental y social, empleando las metodologías al uso, se duplicaría el peso del sector forestal en la Producción Final Agraria de Galicia. En nuestra opinión, la valoración de los beneficios indirectos o intangibles que los bosques nos ofrecen es imprescindible para dimensionar con realismo la importancia de estos ecosistemas, justificar las inversiones cuantiosas que su creación, mantenimiento y mejora requieren, cuantificar económicamente, de forma objetiva, los daños y deterioros de los mismos, retribuir a los propietarios forestales las funciones ecológica, social y cultural de los bosques, introducir mecanismos de compensación económica a los propietarios por el lucro cesante que con frecuencia deriva de la obligada y necesaria conservación de ecosistemas singulares, o para abordar, de considerarse oportuno y conveniente en determinados casos, el establecimiento de tasas ambientales, que podrían resumirse en los principios «pagar por disfrutar» o «pagar por contemplar», en línea con el ya bastante asumido socialmente «quien contamina paga», y que, a través de los recursos generados, podrían repercutir en la conservación de los espacios más valiosos. Es por ello que nos parece urgente y de gran trascendencia la modificación de los criterios de la contabilidad forestal nacional, introduciendo la cuantificación de la importancia que los bosques tienen en la conservación y regulación del medio y de su significación sociocultural, sólo así se acercará la valoración económica del bosque a su dimensión real. ` Antonio Rigueiro Rodríguez Dr. Ingeniero de Montes Catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela
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Apuntes sobre el libro: «Apuntes Históricos de la Profesión de Ingenieros de Montes
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a Fundación Conde del Valle de Salazar ha editado este pequeño libro que recoge un resumen equilibrado de los diferentes aspectos relacionados con la profesión de Ingeniero de Montes. Se da información histórica de la Escuela, del Cuerpo, de la legislación, de la organización administrativa y de las principales actividades desarrolladas por los Ingenieros de Montes. Se comenta, también, la situación del Ingeniero de Montes en la época actual, y se hace referencia a las agrupaciones corporativas, al emblema de la profesión, a la revista «Montes» y a la Sociedad Española de Ciencias Forestales. Dice el autor, Antonio García álvarez, y así lo expuso durante la presentación que se realizó de este libro en la celebración del Día de San Francisco, que el trabajo va dirigido, en primer lugar, a los actuales Ingenieros de Montes, con el fin de que conozcan de forma muy asequible la historia de la Profesión, ya que se ha encontrado en su vida profesional con muchos compañeros que desconocían la mayor parte de lo que en la publicación se recoge. Está dirigido, en segundo lugar, a técnicos de otras profesiones que llegan recientemente a materias que los Ingenieros de Montes han desarrollado con alto nivel científico y técnico desde hace muchos años, para que tomen conciencia de dicha labor. Y la publicación va también dirigida, por último, a la sociedad en general, con el fin de que conozca y valore la obra de unos profesionales que en el ejercicio de su trabajo han recorri-
do los lugares más recónditos de nuestra geografía, cuando el acceso a ellos era a pie o a caballo. Es un libro de fácil lectura, que indudablemente conseguirá los objetivos que el autor se propone. `
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Agua y Aves, protagonistas del Concurso de Fotografía Rusticae «Naturaleza en una Imagen»
Primer Premio «Bajo el Puente». Sandra Bau Ruiz (Cáceres)
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ras el éxito obtenido en la primera edición del certamen, el Colegio de Ingenieros de Montes, gracias a la colaboración del Club de Hoteles Rurales con Encanto RUSTICAE, otorgó en el marco de la celebración del Día de San Francisco los premios correspondientes al II Certamen de Fotografía «Naturaleza en una Imagen», que había sido convocado con motivo del Día Mundial Forestal el pasado 21 de marzo. Desde entonces y hasta el 31 de julio estuvo abierto el plazo para recibir las obras relacionadas con el medio natural de nuestra geografía, remitidas por cualquier persona con residencia en España, tanto profesional de la fotografía como aficionada a la misma. El fin de este concurso, como en la anterior edición, es lograr que quienes recorren o pasean nuestros montes descubran otra naturaleza a través de los objetivos de sus cámaras. En esta segunda edición del Certamen, el jurado del Concurso de Foto-
Segundo Premio «Perdiz». Gloria Domínguez Torres (Badalona)
grafía «Naturaleza en una Imagen», preseleccionadas hayan formado formado por Salvador de Miguel, Se- parte de una exposición en el Insticretario del Colegio de Ingenieros de tuto de Ingeniería de España, doce Montes, Margarita Hernández Mor, de ellas serán protagonistas del caIngeniero de Montes, y Elena Bravo, lendario 2007 del Colegio de IngeJefa de Prensa del Colegio de Inge- nieros de Montes. ` nieros de Montes, decidió, después de reunirse el pasado jueves, día 14 de septiembre, a las 19:30 horas, conceder los Premios de esta segunda edición del concurso a las imágenes y a los autores que ilustran esta página. Cada uno de los premiados disfrutará de un fin de semana para dos personas, en régimen de alojamiento y desayuno, en uno de los hoteles Rusticae situados en entornos naturales interesantes para la profesión forestal. Después de que Tercer Premio «Atardecer en Gallocanta». Juan José Molina Pérez (Burgos) las treinta fotografías
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Homenaje a los Decanos del Colegio de Ingenieros de Montes y entrega de Medallas en los Actos con motivo del Día de San Francisco
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Mesa Presidencial arriba y panorámica de los asistentes abajo
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n una novedosa iniciativa por parte del Colegio de Ingenieros de Montes, el primer acto con el que se conmemoró el pasado 4 de octubre el Día de San Francisco tuvo como protagonistas a los decanos que han hecho historia. Durante un emotivo encuentro, Alejandro Valladares Conde descubrió en la sede del colegio –donde quedará permanentemente expuesta– la galería de retratos de los decanos que han dirigido esta institución desde su inicio. Desde Pío García Escudero (1955-1958) hasta el anterior decano, Emilio Serra Payá (1991-1995), fueron homenajeados por sus familiares, colegiados y amigos Jaime Cebrián (1962), José Mª Sanz Pastor (1962-1971), José Mª Rubio Mazón (1971–1975), Eusebio Elorrieta Quesada (1975–1983), José Andrés Torrent Guasp (1983–1987) y Ramón Martínez Ramón (1987–1991). Después, en el Instituto de la Ingeniería de España y contando con la asistencia a nuestra jornada de casi doscientas personas, Valladares Conde dio paso a Miguel Allué-Andrade, que introdujo a su vez a quienes participaron en una breve exposición sobre la profesión y su futuro académico. Sobre estos aspectos reflexionaron el Director de la Escuela de Ingenieros Técnicos Forestales, Javier Zazo Muncharaz; el Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Antonio Notario Gómez; el Decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, Juan Martínez García; y Santos Castro Fernández, Secretario General de Tragsa. Todos ellos destacaron que atravesamos un proceso de adaptación de nuestro futuro profesional a una nueva corriente académica y tecnológica. Satisfechos por los logros alcanzados en cuanto a
D. Juan Ruiz de la Torre durante su intervención
nuestra profesión, que ha cumplido ya los 150 años de vida, el objetivo principal es ahora sentar las bases para que ese cambio de dinámica al que nos enfrentamos para ponernos al día con Europa, sea lo más correcto posible y garantice la existencia de buenos profesionales en nuestro país. Galería de retratos
Entrega a Pino Pliego Alegría de la medalla al Ejercicio Libre de la Profesión
A la tradicional entrega del Premio Montero de Burgos, concedido en esta ocasión a Luis García Esteban, y de los Premios del Certamen de Fotografía Rusticae «Naturaleza en una Imagen», siguió la entrega de insignias a los nuevos colegiados. Tras ellos, recibieron las medallas del Colegio aquéllos que cumplían 50 años como co-
legiados, en representación de las cuales intervino D. Juan Ruiz de la Torre con unas amenas palabras. El reconocimiento al ejercicio profesional de algunos de nuestros compañeros supuso el final de nuestro encuentro anual. Las medallas concedidas a la actividad profesional han sido otorgadas este año a Ramón Argüelles Álvarez (a la Actividad Académica); J. Alberto Pardos Carrión (a la Actividad Investigadora); Mateo Castelló Mas (a la Actividad en la Administración); Román Arregui del Valle (a la Actividad en la Empresa); Manuel Fraga Iribarne (a la Actividad en el Ámbito Político); J. Miguel Montoya Oliver (a la Actividad en el entorno de las Publicaciones); Manuel Martín Lobo (a la Actividad en los Medios de Comunicación); Francisco García (a la Actividad en Instituciones) y Pino Pliego Alegría (al Ejercicio Libre de la Profesión).
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Asistentes al cóctel de clausura
Como Colegiado de Honor ha sido distinguido en 2006 Francisco Rovira Corominas, según decisión del Colegio de Ingenieros de Montes, reunidos en Solsona en Asamblea General el pasado 22 de junio y previo infor-
me de la junta de Decanos Autonómicos. Rovira recibió esta distinción en reconocimiento a su desarrollo profesional: como Propietario forestal fundó la Asociación de Propietarios Forestales del Solsona. En 1996 pasó a
ser gerente del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, tras haber sido Consejero Comarcal del Solsona y Concejal del Ayuntamiento de Lladurs. En 1999 se convirtió en Gerente de FORESPIR (agrupación transpirenaica que agrupa los sectores del bosque y la madera de Cataluña, Navarra, Aragón y sur de Francia), de la que es actualmente Administrador delegado. Preside el Consorcio Forestal de Cataluña y la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España, COSE, y como tal, la representa en el Consejo Gestor de la Plataforma Española Tecnológica Forestal e Industrias Derivadas. Es Vicepresidente primero de la USSE (Unión de Selvicultores del Sur de Europa), de la Confederación Europea de Propietarios Forestales (CEPF) y de PEFC-ESPAÑA (Asociación para la Certificación Forestal Española). Allí mismo, en el Salón Semicircular y los Jardines del Instituto de Ingeniería, tuvo lugar el cóctel de clausura de los actos colegiales del Día de San Francisco, que reunió en un ambiente relajado a los numerosos asistentes casi hasta la media noche. `
Seminario «El papel de los Bosques ante el Segundo Milenio: Efectos sobre la mitigación Universidad Internacional del Cambio Climático» Cuenca. Menéndez Pelayo, 6 al 9 de octubre
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ntre los días 16 y 19 de Octubre, en la sede de Cuenca de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, se celebró el Seminario que sus organizadores Juan Ignacio Fernández-Golfín (Centro de Investigación Forestal del INIA) y Marta Conde (Dep. Ingeniería Agroforestal. Universidad de Córdoba) tuvieron no sólo el acierto de organizar sino también de titular como lo hicieron, ya que en el título se recoge, a nuestro juicio, la esencia de la cuestión del cambio climático para el sector forestal.
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Según Naciones Unidas las principales causas del cambio climático, junto con la contaminación atmosférica, son los cambios de uso del suelo, la desertificación y la deforestación. Se trata por tanto de resolver al mismo tiempo dos de las principales cuestiones ambientales: la deforestación y el calentamiento del planeta. Bajo esta nueva percepción del problema, surge la oportunidad de que se reconozca el papel clave que debe jugar el sector forestal en la lucha contra el cambio climático, y en la consecución de los objetivos del Protocolo de Kyoto para España.
De izq. a dcha.: Marta Conde García, Arturo Gonzalo Aizpiri, Miguel Ángel Martínez Guijarro (Consejero de Medio Ambiente de Castilla la Mancha), Juan I. Fdez-Golfín Seco y José Anastasio Fernández Yuste (Director Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Cuenca)
degradación de las masas, evitar las perturbaciones y fomentar el uso de productos maderables y bioenergía. En este sentido, a lo largo del seminario se reclamó un mayor apoyo a los productos forestales y, en concreto, en relación al nuevo Código Técnico de Edificación, una mayor presencia del uso de la madera como material de construcción que, lejos de producir emisiones, fija carbono, sumando este valor a sus excelentes cualidades constructivas. José Manuel Moreno, Catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla La Mancha, alertó sobre el aumento del riesgo de incendios con el cambio climático. Y se emprendió un interesante debate tras el cual se llegó a la conclusión de que una gestión forestal adecuada ha de ser fundamental para su prevención. Se resaltó también la necesidad que tienen los selvicultores y propietarios de ver recompensados sus esfuerzos en la conservación de las masas forestales, sin menoscabo de su aprovechamiento, ya que la labor fijadora de los bosques se puede potenciar mediante la selvicultura preventiva, con la que se reduce el peligro de incendios y por tanto las emisiones directas que de ellos se derivan. El Foro de Bosque y Cambio Climático participó a través de la ponencia de su presidente José Carlos del Álamo Jiménez, quien explicó la posición del Foro frente al Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión 2008-2012, al cual se han realizado distintas alegaciones. Éstas hacen referencia a la insuficiente consideración que tiene el
El Seminario se centró en la valoración del Protocolo de Kyoto, que entró en vigor en Febrero 2005 y actualmente ha sido ratificado por 166 países o «Partes» de la Convención, cuyas emisiones suponen al menos el 61,6% del total de las emisiones de CO2 de las Partes del Anexo I, países desarrollados, correspondientes a 1990. Entre los participantes se contó con la asistencia de Arturo Gonzalo Aizpiri, Secretario General para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, que expuso la situación de España frente al cumplimiento del Protocolo, informando de la tendencia climática futura (2060), que nos muestra un escenario para la Península de aumento de las temperaturas de 2,5º C, disminución de precipitación en un 8% y re-
ducción global de recursos hídricos de 17%. A pesar de ser la cuenca Mediterránea una zona críticamente afectada por el cambio climático, España está lejos de cumplir el compromiso de las emisiones de gases efecto invernadero, que consiste en un crecimiento de las emisiones no superior al 15% en 2008-2012, respecto del año base (1990), pero actualmente se dan ya unas emisiones del 48% ¡y siguen aumentando!. Y aunque la clave sea el ahorro energético y el cambio en los modelos de consumo, durante el seminario se propusieron estrategias de mitigación de gran valor. Éste fue el caso de Claudio Corner del CIFOR-International en Jakarta (Indonesia), quien propone repoblar, evitar la deforestación, aumentar la concentración de carbono por superficie, evitando la
Claudio Corner (Centre for International Forestry Research CIFOR-International. Yakarta. Indonesia)
José Manuel Moreno (Catedrático de Ecología, Universidad de Castilla La Mancha)
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plan hacia el papel clave de los bosques en el ciclo del carbono, a pesar de que los mismos constituyen una de las mayores reservas y sumideros de carbono en su vuelo, suelo y productos, almacenándolo, en principio, a perpetuidad. Dicho Plan asigna un valor de sumidero al sector forestal y agrícola, conjuntamente, de sólo un 2% de las emisiones del año como valor máximo, mientras que el Foro propone incrementarlo al menos a un 3%, atribuido exclusivamente al papel de los bosques como sumideros. Esta propuesta se ve apoyada por investigaciones recientes, allí expuestas por Gregorio Montero (INIA)1, según las cuales los bosques españoles llegan a fijar, actualmente, el 19% de las emisiones totales del CO2 producidas en el país al año. Finalmente, se propuso que el Estado retorne al sector forestal el importe del 3% que mencionamos anteriormente, dado que las toneladas de carbono fijadas y valoradas a precio de derechos de emisión en el mercado de emisiones le son descontadas al Estado. El Plan también debería empezar a contemplar, para
los próximos periodos, el impulso de medidas de gestión forestal y el fomento del aprovechamiento energético de la biomasa forestal residual, y sobre todo impulsar la consideración de los Sumideros Domésticos en la Unión Europea. También se contó durante el seminario con la asistencia de Federico Estirado (Ministerio de Agricultura), que defendió la necesidad de las reforestaciones para el cumplimiento del Plan Nacional de Asignaciones Español; y de Javier Tordable, quien trató el Comercio de derechos de emisión. Se concluyó con una mesa redonda donde participaron desde la empresa forestal, representada por ENCE, hasta el mundo conservacionista (WWFAdena). También se reclamó un mayor apoyo a los productos forestales, como pueda serlo la madera y en relación al nuevo Código Técnico de Edificación, una mayor presencia del uso de este material de construcción que lejos de producir emisiones, fija carbono sumando este valor a su con excelentes calidades constructivas. En resumen, a nivel nacional sería más efectivo invertir en la promoción
de nuestros bosques, con enormes valores sociales, económicos y ambientales, que comprar derechos de emisión a terceros. Desde la Asociación reivindicamos una valoración económica del papel de los bosques españoles como sumideros, de forma que revierta al monte el esfuerzo de sus propietarios en pro de la consecución de los objetivos del cumplimiento del Protocolo de Kyoto y la mitigación del Cambio Climático. ` Asociación Foro de bosques y cambio climático (www.fbycc.org)
Documentos de Consulta Guías de Buenas Prácticas para LULUCF, en particular cap. 4.3; (Guías de Buenas Prácticas 2000; Guías de Inventarios 1996). www.ipcc.ch Metodologías aprobadas para proyectos forestales: http://cdm.unfccc.int/Reference/Documents 1 Montero G., Ruiz-Peinado R., Muñoz M.,
2005. Producción de biomasa y fijación CO2 por los bosques españoles. INIA. Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid.
Expobioenergía’06. Exito del foro de encuentro para el sector Valladolid, 19 -22 de octubre
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xpobioenergía’06 se anunció como “la cita del año en la Península Ibérica” y no defraudó. Las expectativas generadas por los organizadores, patrocinadores y socios del proyecto se vieron superadas por el número de visitantes profesionales que acudió al recinto ferial y a las rutas profesionales, así como por los contactos establecidos y los negocios cerrados durante los días 16 y 22 de octubre. Como consecuencia del éxito alcanzado y de la gran importancia del tema tratado, aunque se tenía pensado repetir la Feria cada dos años, se quiere hacer otra edición el año que viene, en octubre de 2007. La bioenergía como disciplina que estudia la obtención de energía
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útil a partir de la biomasa está en plena vigencia y evolución. El Plan de Energías Renovables (PER) 20052010 tiene como objetivo pasar en España en términos de energía primaria de una producción de 4,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) a 9,6 millones de tep en aplicaciones térmicas y eléctricas. Este incremento evitará en el año 2010 una emisión a la atmósfera de 9,2 millones de toneladas de CO2. Así mismo, en cuanto a los biocombustibles, el objetivo es pasar de 0,23 millones de tep a 2,2 millones de tep, evitándose en 2010 la emisión de 5,9 millones de toneladas de CO2. Ciertamente esta fuente de energía renovable es sostenible, limpia,
eficiente, y si se incluyen las externalidades, es económica también. La ingeniería forestal actualmente participa con sus grandes aportaciones y seguirá siendo un pilar básico para la consecución de los objetivos previstos en este sentido. Es por ello que los Colegios de Forestales y Montes han participado conjuntamente en la Feria Internacional de Bioenergía con un stand. Además, la Revista Montes ha sido expresamente invitada, dentro del afán de los organizadores del evento por informar a fondo sobre el tema a tratar. Como actividades complementarias a la feria se realizaron una serie de interesantes rutas para aclarar conceptos «in situ». De las cuatro rutas establecidas, en el recorrido
Rueda de prensa
Stand de los Colegios de Ingenieros de Montes y Forestales
sobre valorización energética de combustibles a gran escala (ruta 1) se visitó la red centralizada de calefacción (o «district heating») de Cuellar. Este municipio cuenta con 16 hectáreas de masa forestal que suponen la materia prima para alimentar un «district heating» que comenzó a funcionar en 1998. Estas instalaciones cuentan con dos calderas que proporcionan calefacción y agua caliente a 239 viviendas, un polideportivo, una piscina climatizada, un colegio público y un centro cultural. Tras la visita a Cuellar, y también dentro del recorrido establecido en la ruta 1, se visitó en Soria la planta
de cogeneración de Talosa (una central térmica a partir de biomasa forestal y en la que también se aprovecha el polvo de la madera procedente del lijado de tableros de esta fábrica). Este tour también incluyó la visita a las bodegas Emina (Valladolid), donde emplean una caldera de biomasa en la que se aprovechan como combustible las podas de los viñedos de la bodega, así como los restos de embalajes de madera. Las instalaciones visitadas, junto con los grandes avances tecnológicos, demuestran la gran viabilidad y futuro de la bioenergía y sus aplicaciones. `
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Celebración en Valencia de San Francisco de Los profesionales forestales celebran el día de su patrón, San Asís 2006
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a celebración, organizada por PROFOR-Comunitat Valenciana y los Colegios de Ingenieros de Montes y de Técnicos Forestales de la Comunidad Valenciana, tuvo lugar el pasado sábado 21 de octubre en el Parque Natural de la Font Roja (Alcoi). Así, como en la edición del año anterior (relacionada con el nuevo Parque Natural de la Tinença de Benifassà), se volvía a hablar del tema de la regulación del uso y la gestión en los parques naturales de la Comunidad Valenciana. Durante la mañana los asistentes recorrieron el Parque Natural junto a su director, Juan Luís Albors, quien a lo largo de toda la ruta fue comentando varios temas relacionados con la historia del parque, su diversa vegetación y fauna y los problemas de uso y gestión a los que se han ido enfrentando. El paseo consistió en la ascensión al Menejador (con 1.356 metros de altitud, es la cota más elevada del parque) desde el Santuario de la Font Roja, por la senda del Menejador. Durante el ascenso se comentó el estado actual de la diversa vegetación (carrascal mixto con quejigos, fresnos, arces, tejos, etc.) y su posible evolución histórica desde etapas anteriores, sobre las que influían fuerte-
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Francesc de Asís, visitando el Parque Natural de la Font Roja
mente algunos usos tradicionales como las leñas, el carboneo o el pastoreo. Se trató también la regulación de los usos dentro del parque y su área de influencia, en las diferentes etapas desde su creación; así como de la participación de los agentes sociales implicados, con los que se ha llegado, en la actualidad, a una estrecha colaboración, gracias a la cual se han logrado importantes acuerdos. Además, se debatieron otros temas referentes a la regulación de los usos en
el área de influencia del parque, principalmente en su parte más próxima a la población de Alcoi. El descenso se realizó por la pista de la nevera, en la que se comentó el uso tradicional por el que fabricaban y comercializaban el hielo. Posteriormente se descendió hasta el Santuario y la jornada finalizó con la visita al Centro de Interpretación. Se cerró la celebración con los agradecimientos al director del parque y a los organizadores de la jornada. `
Prevención de Riesgos Laborales en el Sector Forestal en Valencia
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l Colegio de Ingenieros de Montes y el de Ingenieros Técnicos Forestales han organizado, del 6 al 13 de noviembre y en colaboración con la Universidad Politécnica de Valencia, un curso de Prevención de Riesgos Laborales en el Sector Forestal. En el sector forestal se ha avanzado mucho en estos diez años de aplicación de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. Podemos decir que la cultura de la prevención, como en el resto de la sociedad, ha calado en este sector, tanto en los trabajadores como en las empresas. Ya es normal, en cualquier obra, que todos los trabajadores utilicen sus equipos de protección individual. Sin embargo, a pesar de ese avance, sigue habiendo siniestralidad laboral en el sector forestal y por ello hay que continuar con la promoción, divulgación y formación en seguridad y salud. En este curso de 30 horas, los distintos profesores del curso, técnicos con el reconocimiento de la autoridad laboral para realizar funciones de nivel superior en Prevención de Riesgos Laborales (Ingenieros de Montes, Ingenieros Técnicos Forestales, Ingenieros Industriales y Médicos del Trabajo), han tratado aspectos como los estudios y planes de seguridad y salud de las obras forestales, la identificación y análisis de riesgos en las operaciones, las condiciones de seguridad de las herramientas y de la maquinaria forestal, las protecciones personales, la función del técnico en relación con la Prevención de Riesgos Laborales, la vigilancia de la salud, los primeros auxilios y casos prácticos en obras forestales en ejecución en la Comunidad Valenciana. El curso cualifica a los que lo han superado para realizar funciones de nivel básico en Prevención de Riesgos Laborales, de acuerdo con el Reglamento de los Servicios de Prevención. `
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ASOCIACIÓN NACIONAL DE EMPRESAS FORESTALES
BOSQUES Y AGUA. BINOMIO PARA ASEGURAR LA CALIDAD DE VIDA os bosques y el agua son los principales protagonistas del desarrollo de la vida en los ecosistemas: los primeros, por ser productores y partícipes de una gran cantidad de funciones; y el agua, por ser el líquido conductor, regulador y portador de la vida. No hay duda, pues, de que la calidad de vida de los ciudadanos está íntimamente ligada a la buena salud de los bosques y a la disponibilidad de agua. El árbol ha sido y es uno de los aliados más importante y valioso que el hombre ha tenido a lo largo de su historia para combatir la escasez de agua y, sobre todo, para protegerse de las grandes riadas que arramblan con todo lo que encuentran a su paso. Los árboles hacen que la lluvia llegue mansa al suelo, facilita su infiltración, evitando su escorrentía, la retiene en las fuentes y manantiales para devolverla mansamente a los
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valles. Las masas forestales aumentan ligeramente la precipitación proporcionando más agua disponible y de mayor calidad, lo que reduce los costes de depuración. Pero existe otro dato que avala la importancia de los bosques para la gestión sostenible del agua: los suelos forestales absorben cuatro veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos y 18 veces más que el suelo desnudo. Hidrología forestal Durante los pasados siglos XIX y XX se realizaron en España importantes labores de corrección hidrológico forestal. La implantación de cubierta arbórea en las cabeceras de muchos ríos y ramblas, la construcción de pequeñas obras de fábrica, acompañado en algunos casos de una reordenación del cultivo de la tierra, ha conseguido un gran
éxito al reducir sensiblemente los daños ocasionados por las tormentas. Los trabajos forestales, al contrario que otras obras de la ingeniería civil, con el tiempo van adquiriendo mayor valor. Sus beneficios son también mayores y con un coste muy inferior. La vida útil de la infraestructura generada no tiene límite. Si se gestiona adecuadamente, hará que el bosque sea sostenible; es decir, con utilidad indefinida en el tiempo. Sin duda, el bosque se convierte con estos criterios en la mejor infraestructura que el hombre puede generar. El incremento de la utilidad de manera estable, la vida útil indefinida en el tiempo y la obtención de otras muchas utilidades, como madera, frutos, caza, paisaje, biodiversidad y hasta captación de CO2 (de importancia capital para luchar contra el calentamiento global) hacen de la inversión en bosques una de las más rentables económica y socialmente. Esta relación y sus innumerables beneficios nos lleva a pedir la incorporación de la gestión forestal a los planes hidrológicos como una poderosa e insustituible herramienta de gestión del agua y de los ecosistemas que ésta soporta. Se deben promover acciones dirigidas a ciudadanos y responsables políticos para hacerles llegar la importancia de los terrenos forestales en el ciclo del agua, haciendo especial hincapié en su papel en la producción de un recurso limitado de calidad, tanto desde una perspectiva económica como ambiental; sin menoscabo de su valor de protección frente a las avenidas y a la erosión. `
La Dirección General de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente aprueba el Proyecto: Incendios Forestales. Recursos de las Administraciones Públicas para su prevención y extinción, año 2006 Año tras año desde hace décadas, en nuestro país se realizan importantes inversiones en medios materiales y humanos, lo que nos sitúa entre las naciones con mayor experiencia y que más recursos invierte para abordar una cuestión que siempre resulta ingrata por lo penoso de sus consecuencias El Proyecto propuesto se centra en la elaboración de una publicación, disponible en formato papel y digital, que recopilará de forma homogénea todos los datos de interés sobre incendios forestales en España, con especial atención a los aspectos referentes a los medios humanos y materiales invertidos y evolución de los mismos.
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PREMIO A LA CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE Y EFICIENTE NEGOCIA CON LOS CON MADERA SINDICATOS EL CONVENIO DE LAS adergia ha logrado el premio al INDUSTRIAS DE LA mejor proyecto empresarial en la décima edición del Concurso MADERA Y EL MUEBLE de Proyectos Innovadores para Jóvenes
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Emprendedores, IDEACTIVA 2006. De este modo se reconoce el valor de una idea que pretende ofrecer nuevas alternativas a la arquitectura bioclimática. Este galardón es entregado anualmente por el Gobierno de Navarra y está dotado con 10.000 € de premio. Con su entrega se trata de impulsar la innovación empresarial mediante la promoción de empresas basadas en iniciativas innovadoras, que conlleven la modernización de la estructura productiva. Madergia es una ingeniería especializada en soluciones con madera. Su razón de ser es la prestación de servicios de ingeniería de construcción sostenible y eficiente en madera. Con amplios conocimientos del sector, acometen funciones de ingeniería, asesoría técnica, planteamiento de edificaciones, reforma, mantenimiento y ejecución de obras. El objetivo de la empresa, que tiene como referentes Suiza, Austria y Alemania, es la introducción de nuevos sistemas estructurales con madera como forjados macizos, placas mixtas de madera y hormigón, forjados, paredes y techos prefabricados. Para prestar estos servicios de ingeniería la empresa utiliza las últimas tendencias y tecnologías de la construcción en madera, de modo que se logren satisfacer los nuevos requerimientos en construcción al mismo tiempo que se minimiza el consumo energético y se potencia el cuidado del medio ambiente. `
a Confederación Española de Empresarios de la Madera, CONFEMADERA, y los sindicatos MCA-UGT y FECOMA-CC.OO, están negociando el próximo convenio estatal de las industrias de la madera y el mueble, que afecta a más de 240.000 trabajadores de cerca de 40.000 empresas. Uno de los puntos clave es la implantación de la clasificación profesional en el sector. Durante el último año y medio ha trabajado una comisión negociadora con el objetivo de avanzar en la negociación de la clasificación profesional, en cumplimiento de los compromisos firmados en el II Convenio Estatal de la Madera. En este sentido, Confemadera y los sindicatos han elaborado un documento que clasifica a los profesionales en función de la formación, la experiencia, la responsabilidad y complejidad que cada puesto de trabajo requiere. Así, se han fijado grupos profesionales que comprenden todo el organigrama de las compañías desde altos directivos, mandos intermedios y tareas auxiliares. En cada uno de estos grupos se especifican la formación requerida y las tareas a realizar. Tanto los sindicatos como Confemadera consideran urgente adecuar la organización de las empresas de la madera y el mueble a los desafíos de futuro del sector ante la creciente
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competencia de los países emergentes, la liberalización del mercado mundial y su impacto en los sectores manufactureros, la ampliación de la Unión Europea y los cambios en los sistemas productivos. «La competitividad del sector no se puede basar en los bajos costes sino en el valor añadido y la diferenciación de los productos”, ha destacado Francesc de Paula Pons, Secretario General de Confemadera. Recientemente se ha firmado el capítulo de Salud Laboral, que era una cuestión pendiente del II Convenio Estatal. Igualmente, los sindicatos y Confemadera están negociando el salario mínimo sectorial para cada uno de los grupos profesionales, que estará por encima del salario mínimo regulado a nivel estatal. Confemadera y los sindicatos trabajan conjuntamente en el desarrollo de iniciativas que mejoren el sector español de la madera y el mueble. Ejemplo de la colaboración conjunta es el Observatorio Industrial de la Madera que a través de análisis exhaustivos contribuirá a dar respuesta a los retos que afrontan las empresas del sector. Otro proyecto es «Madera sin riesgos», para prevenir riesgos laborales y formar en seguridad y salud en el trabajo. Confemadera y los sindicatos también han puesto en marcha un programa de formación que, con un presupuesto de más de seis millones de euros, organiza cursos tanto en materias específicas del sector como en otras de carácter general. Para Pons, «el sector se enfrenta a una situación de incertidumbre, en la que las empresas están teniendo serias dificultades tanto de productividad como de competitividad, por lo que debe hacerse un esfuerzo desde todas las partes implicadas para garantizar su supervivencia en el mercado, ya que el futuro de esta industria pasa por un sector cohesionado que trabaje unido». `
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EVALUACIÓN DE LA FORMACIÓN CONTINUA EN EL SECTOR DE LA MADERA
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l estudio «Evaluación de la Formación Continua en el Sector de la Madera» es un proyecto de investigación promovido por CONFEMADERA y en el que también participan las centrales sindicales FECOMA-CCOO y MCA-UGT. Está financiado por la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo en el marco de las Acciones Complementarias y de Acompañamiento a la Formación 2005 (BOE 22/8/2005. Anexo V). Con el objetivo de contribuir a mejorar la calidad y accesibilidad a la formación profesional continua en España, desde una perspectiva sectorial, el proyecto de evaluación de la formación continua en el sector madera responde a los siguientes objetivos: Evaluar el grado de implantación de la formación continua en el sector madera mediante el análisis de la participación de trabajadores/as y empresas en la misma, así como de las causas de no participación. Evaluar la calidad y adecuación de la formación continua desarrollada en los tres últimos ejercicios en el sector madera, mediante el análisis de la formación realizada por trabajadores/as y empresas. Con los resultados de esta evaluación se puede conocer qué piensan los principales agentes implicados en la formación (empresarios y trabajadores): por qué participan o no participan en la formación, qué resultados obtienen, qué calidad tiene la formación que reciben… Los resultados de la encuesta evidencian que se trata de un sector especialmente atomizado (la actividad económica se desarrolla a través de pequeñas e incluso micro empresas, muchas de ellas familiares) y profundamente masculinizado (tan sólo existe un 26% de mujeres frente un 74% de hombres). En opinión de las empresas encuestadas, el principal cambio que
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va a incidir en su funcionamiento es la introducción de equipos informáticos (40%), seguido por los cambios en herramientas y materiales empleados (18%) y cambios en la organización y distribución del trabajo (13%). Entre otros datos el estudio recoge que del total de las empresas participantes en el mismo, un 56% ha realizado acciones de formación en los últimos tres años y un 44% no lo ha hecho. Este dato reafirma la importancia del tamaño empresarial como condicionante de la participación en formación. Además, en opinión de las empresas que no han realizado formación en los últimos tres años, los principales obstáculos son la falta de utilidad y aplicabilidad de los mismos (50%), la falta de información (30%) y la inexistencia de una necesidad a cubrir con formación (20%). Las dificultades de financiación de la formación no son señaladas como un obstáculo para participar en el aprendizaje, tal vez debido a que es financiada mayoritariamente por las administraciones públicas (86%). Por otro lado, los cursos más ofertados por las empresas que han desarrollado formación en los últimos años han sido: informática (67%), seguridad (60%), calidad y ventas/administración (53%). Dentro de la formación específica del sector, Control Numérico ha sido ofertada por el 27% del total, y un dato significativo es que el 70% de las empresas encuestadas no han realizado formación específica del sector madera en los tres últimos años. Este dato se corresponde con el apartado «tipología de las acciones formativas», en donde se comprueba que son los contenidos de carácter transversal (calidad, prevención de riesgos e informática) los más frecuentes entre la formación ofertada. En opinión de las empresas que no han realizado formación en los últimos ejercicios, hay ciertas dudas sobre el impacto en el rendimiento profesional: el 44% considera que la formación no mejora el rendimiento profesional. Sin embargo, las empresas que han realizado formación consideran (100%) que la formación mejora el rendimiento profesional. `
JORNADA SOBRE NORMATIVA MEDIOAMBIENTAL EN EL SECTOR DEL ASERRÍO
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l azulado afecta de manera importante a la madera de pino en Galicia, por las condiciones ambientales existentes. Hasta el momento, existían tratamientos químicos muy efectivos pero altamente contaminantes en el tratamiento del azulado. Con las nuevas restricciones legales está permitido usar productos menos nocivos, y a su vez menos eficaces; de ahí la importancia de llevar a cabo una serie de recomendaciones prácticas encaminadas a encontrar la mayor eficacia en la prevención. Ésta es una de las principales conclusiones de la jornada celebrada el pasado 27 de octubre en Santiago de Compostela, que llevó por título «Normativa medioambiental aplicada a los tratamientos de antiazulado en el sector del aserrío». Este encuentro, organizado por FEARMAGA, se enmarca dentro del proyecto «Aula Magna Empresarial para el Medio Ambiente en el Sector Forestal Español (II)» cofinanciado por el Fondo Social Europeo y Fundación Biodiversidad. El objetivo era proporcionar a los trabajadores del sector información básica sobre las causas que provocan la aparición de azulado en la madera, las principales recomendaciones y el marco legislativo. Según la nueva Directiva comunitaria relativa a la comercialización de biocidas y su trasposición a la legislación nacional y autonómica, aprobada en el mes de septiembre de 2006, se clasifica a los protectores de la madera dentro del grupo 2, tipo de productos 8, para lo que se elaboró una lista de sustancias no permitidas entre las que se encuentran muchos de los protectores antiazulado utilizados actualmente. Además, se anunció la reciente publicación de una nueva orden: SCO/3269/2006 del 13 de octubre, que establece las bases para el Registro Oficial de
establecimientos y servicios biocidas. La última de las ponencias versó sobre la creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente durante los últimos años. Debido a la vulnerabilidad ecológica de los suelos, la legislación española ha promulgado el Real Decreto 9/2005 de 14 de enero, con el fin de dar cumplimiento a la Ley 10/1998 de 21 de abril sobre Residuos, por el cual los aserraderos estarán obligados a entregar un informe a la Consellería de Medio Ambiente antes del 7 de febrero de 2007, para conocer su grado de cumplimiento. `
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NUEVA TECNOLOGÍA DE SIMULACIÓN PARA LA FORMACIÓN DE MAQUINISTAS EN EL SECTOR FORESTAL Con este sistema se potencia la prevención de riesgos laborales
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ara hacer frente a la demanda de técnicos especializados en el uso de la maquinaria forestal, la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, la empresa pública de Gestión Medioambiental (EGMASA) y la Asociación Andaluza de Empresas Forestales (AAEF) han llegado a un acuerdo para la futura formación de maquinistas mediante simuladores de maquinaria forestal. Este acuerdo alcanzado por el Comité de Prevención de Riesgos Laborales en el Sector Forestal, creado recientemente entre la Empresa Pública Egmasa y AAEF, cumplirá tres objetivos fundamentales: Formar a los trabajadores en los procedimientos para el manejo de la maquinaria forestal. Potenciar la prevención de los riesgos laborales en la utilización de esta maquinaria. Fomentar el empleo en un sector carente de mano de obra especializada. En una reunión mantenida el pasado verano por la Junta directiva de AAEF con el Consejero Delegado de EGMASA, Juan Jesús Jiménez, y la Directora de la División de Medio
Natural, Silvia Pardo, se acordó la puesta en marcha de estos cursos de formación con la utilización de los simuladores de maquinaria forestal. Para llevar a cabo esta actividad, se prepararán cursos de formación eminentemente prácticos que, tras un adiestramiento teórico-práctico a través de los simuladores de maquinaria forestal, se completarán con prácticas reales en las empresas. Para el desarrollo de estos cursos se contará con los centros de capacitación forestal de la Junta de Andalucía y centros de trabajos de la empresa pública y las empresas asociadas a la AAEF. El Comité de Prevención de Riesgos Laborales de AAEF y EGMASA tiene también entre sus objetivos impulsar una normativa específica para la regulación de la prevención de riesgos laborales en el sector forestal andaluz, inexistente en la actualidad. Asimismo, está en proyecto la definición de un posible carné forestal con el objetivo de acreditar la profesionalización de estos trabajadores. ` Fuente: agroinformación.com
Por su parte, la Unidad Docente de Botánica de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid ofrece a través de su página web (http://www.forestales.upm.es/unidades/htdocs/unidaprincipal.htm) una serie de archivos en formato pdf que sirven de base para el desarrollo de la asignatura de Anatomía y Fisiología Vegetal.
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Las Escuelas Forestales Sección elaborada por: Fernando Magdaleno Ingeniero de Montes
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En la página web de la Unidad Docente de Botánica, Geobotánica y Dendrología de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, que acaba de estrenar un nuevo servicio de e-learning propio de la Universidad Politécnica, los estudiantes pueden acceder a un programa de reconocimiento práctico de especies, y obtener información, entre otros temas, sobre los viajes de prácticas que lleva a cabo la Unidad a lo largo del curso académico. http://www.montes.upm.es/Dptos/D ptoSilvopascicultura/botanica/mont_ 01.html
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Los estudiantes de Ingeniería Técnica Forestal en la Universidad de Lleida cuentan con un herbario virtual de especies de índole agrícola y forestal, en la dirección http://botanicavirtual.udl.es/. Junto a los apartados relacionados con la sistemática y la morfología de estas especies, los alumnos pueden utilizar una aplicación para auto-evaluar su conocimiento botánico. Asimismo, pueden profundizar en el conocimiento de esta ciencia a través de los numerosos enlaces que contiene la página a Archivos y Organismos relacionados.
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Finalmente, os proponemos una visita al Departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Huelva, una de cuyas Unidades Docentes, la correspondiente a Hidráulica Forestal, ofrece en su página de Internet (http://www.uhu.es/03009/tv_new/in dex.html) una amplia recopilación de apuntes, programas informáticos y enlaces relacionados con esta ciencia. Entre otras, se proporcionan aplicaciones informáticas para el cálculo de tuberías o indicadores fitoclimáticos, y extensiones de Sistemas de Información Geográficas para el cálculo de la USLE. `
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¿QUÉ ENCONTRAMOS EN LA RED REFERENTE A D. JUAN RUIZ DE LA TORRE?
El tema de la sección de hoy era más que obligado: un número que va a homenajear la figura de D. Juan me lleva a mostrar algunas de las referencias que he encontrado en la red acerca de él. He aquí la pequeña aportación de un antiguo alumno suyo, que disfrutó sus excursiones y viajes de prácticas, y lo más importante, aprendió Botánica con él.
MAPA FORESTAL ESPAÑOL http://www.mma.es/portal/secciones/biodiversidad/mon tes_ politica_ forestal/mapa_ forestal/
Quizá sea ésta una de sus principales obras, que de la mano del Ministerio de Medio Ambiente podemos encontrar en Internet. Esta web ofrece información relativa al proyecto: muestra una serie de pinceladas históricas de los distintos mapas forestales realizados hasta la fecha y nos informa de sus distintas versiones (papel o digital). También recoge la distribución de las masas forestales españolas desde que se iniciaran sus primeros trabajos, hace algo más de cien años. En la actualidad, el proyecto ha adoptado un carácter periódico que lo hará revisable cada diez años. Es considerada una cartografía básica para la gestión medioambiental, siendo además la base cartográfica del Inventario Forestal Nacional.
VALORACIÓN: 6666
MIEMBROS DE HONOR DEL INSTITUTO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA http://www.iies.es/portalIIE/portal/pagina/canal_b.jsp?id =63_13_117
Aquí se informa del nombramiento de D. Juan como Miembro de Honor del Instituto de Ingeniería de España y se presenta un pequeño CV.
VALORACIÓN: 666
ENTREVISTA … CON UN CURIOSO TITULAR http://dichoyhecho.wordpress.com/2006/04/02/no-creoen-el-cambio-climatico/
Se trata de una entrevista a D. Juan Ruiz de la Torre, hecha por María Rodríguez Bezares, encontrada en DICHO & HECHO, un blog sobre entrevistas realizadas por periodistas noveles. Que no llame a engaño el titular …
VALORACIÓN: 666
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CATÁLOGO DE PUBLICACIONES http://www.montes.upm.es/fundacion/cat%C3%A1logo_de_ publicaciones.htm
En el catálogo de publicaciones de la Fundación Conde del Valle de Salazar podemos encontrar gran parte de su bibliografía. ¿Quién no ha tenido alguna vez en sus manos el “Árboles y Arbustos de la España Peninsular”?. VALORACIÓN: 666
CONFERENCIA II JORNADAS FORESTALES DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE ÁVILA http://www.universia.es/html_estatico/portada/actualidad/noticia_actualidad/param/noticia/hjheg.html
En el año 2005 se celebró la segunda edición de estas Jornadas y en ella intervino Juan Ruiz de la Torre mediante la conferencia de clausura “El siglo XX: cien años de cambios forestales”. También en esta web podemos encontrar un pequeño resumen de su biografía.
VALORACIÓN: 666
FESTIVIDAD DE SAN FRANCISCO DE ASÍS 2006 http://www.ingenierosdemontes.org/SanFrancisco2006.asp
Por último, la más reciente de todas las páginas encontradas. Nos habla de su participación en los actos de San Francisco de este mismo año.
VALORACIÓN: 666
Criterios de Valoración:
66666 - Imprescindible, colocarla en favoritos. 6666 - Web bastante buena. No dejar de visitarla. 666 - Podría ser interesante para echar un vistazo. 66 - No está mal, pero ..... 6 - Se puede pasar sin verla.
Sección elaborada por: Jesús Mª González Ingeniero de Montes.
* Además de las páginas que proponemos, podrás encontrar muchas más, también comentadas, en www.ingenierosdemontes.org
F E D E E R R ATA S
En el artículo «LA RESTAURACIÓN PAISAJÍSTICA. PROYECTO: MEDIDAS CORRECTORAS DE LA CONEXIÓN NEGRATÍN-ALMANZORA, publicado en el n.o 85, el pie de foto n.o 5 corresponde a la foto n.o 6 y viceversa
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S E N E G A L
Estado de África occidental. El país, en su conjunto, es llano; el terreno se va elevando paulatinamente a partir de la costa en una sucesión de planos monótonos y desérticos, como la meseta de Ferlo, hasta llegar al SE donde se alcanzan alturas que oscilan alrededor de los 600 m. El núcleo central del país es desértico pero está rodeado de zonas fértiles: el valle del Senegal al norte y al este, el Cayor –llanura costera de origen aluvial- al oeste, y la húmeda llanura de Casamance al sur. La vegetación al norte es la propia del sahel, abundando estepas con matorrales espinosos en el interior y sabanas en las costas. Destacan las palmeras, el baobab, el árbol del caucho, las acacias, etc. `
Mangifera indica
Anacardum occidentalis
Elaeis guineensis
CENTRO DE INGENIERÍA FORESTAL Borassus flabellifer
Sección elaborada por: Gerardo García Rodríguez Dr. Ingeniero de Montes
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Obras y Proyectos en el Ámbito Forestal, Rural y Ambiental • Ordenación de recursos naturales • Reforestaciones • Recuperación de márgenes • Jardinería Juan de Urbieta, 42 - Local 6 Tel.: 91 446 53 42 • Fax: 91 593 37 42 28007 Madrid
Lo forestal y el cine Sección elaborada por: Alejandro Cantero Amiano Ingeniero de Montes
Al Sur de Granada España (2003) Director: Fernando Colomo Reparto: Matthew Goode (Gerald Brenan), Verónica Sánchez ( Juliana), Guillermo Toledo (Paco), Antonio Resines ( Virgilio), Ángela Molina (Doña Felicidad), …
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n el páramo universitario español, de vez en cuando surgen perlas como la de D. Juan Ruiz de la Torre. Los que hemos tenido la suerte de disfrutar de su sabiduría recordaremos siempre sus clases magistrales, sus amenas salidas de campo y sus agudos comentarios. Aprovechando la ocasión, querría hacerle un modesto homenaje glosando una película rodada en unas tierras granadinas que él bien conoce y que se ambienta en los mismos años en los que nació.
La trama Gerald Brenan, un joven escritor inglés, llega por azar en 1920 a un pequeño pueblo de la Alpujarra granadina, Yegen. Tras él llegan dos mil libros que espera ir leyendo con tranquilidad y que deben servir para hacerle olvidar su amarga experiencia en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Pero en vez de paz para poder escribir, lo que encuentra es un bullicioso pueblecito que le enseña la amistad, el amor, la pobreza material y la riqueza espiritual. Allí se quedó más de una década y volverá intermitentemente, hasta su muerte en 1987 en Alhaurín el Grande (Málaga). Su legado hispanista y los afamados colegas artistas que le visitaron en esos años (los liberales del llamado Grupo de Bloomsbury) son quizá lo más recordado de la vida de este escritor, que ha dejado una honda huella en los pueblos de esta preciosa comarca. Uno puede temer lo peor cuando le cuentan que se trata de la historia de un inglés enamorado de Andalucía (flamenco, toros, superstición, …), pero los temores se van disipando según avanza la peli. Una mezcla de comedia y drama, con pícaros y caciques locales, bastante agradable de ver. Una sencilla
historia humana, con diversos detalles forestales salpicados a lo largo de la película. Las últimas escenas son muy parecidas a las de otra película con tintes forestales, La mitad del cielo (1986). Lo que pudo haber sido y no fue se despide del protagonista alejándose lentamente, una niña, una preciosa música de fondo, … pero no pienso contar el final.
El escenario Cuando llegó «Don Geraldo», Yegen era un pueblo de 750 habitantes; hoy son 500. El geólogo y geógrafo Juan Carandell (18931937) calculó que la población alpujarreña se había sextuplicado entre 1572 (año de la expulsión de los moriscos del antiguo Reino de Granada) y 1928. Por ello, se puede suponer que Brenan conoció una población en apogeo, llena de jóvenes y escasa de ancianos. Más o menos, lo que hoy existe enfrente, al otro lado del Mediterráneo. Qué diferente era la España de 1920. Según las cifras del INE, en esa época una cuarta parte de la población española vivía en núcleos rurales (de menos de 2.000 habitantes), el 43% era analfabeta y el 57% trabajaba en el sector agrario. Fue precisamente en el periodo 19201930 cuando esas cifras comenzaron un marcado descenso que se ha prolongado hasta la actualidad. Hoy la Alpujarra adolece del mismo fenómeno de despoblación rural que se ha podido observar en otras comarcas rurales españolas: mientras la población granadina total ha aumentado de 580.000 a 822.000 entre los Censos Oficiales de 1920 y 2001, en esta comarca se ha pasado de 70.200 a 49.450 habitantes. ¿De qué vivía tanta gente en 1920, en un área montañosa sin apenas comunicación con el exterior? Pues, obviamente, de lo que obtenían de los (escasos) cultivos y de los montes, trabajando de sol a sol y buscando el alimento por cualquier rincón. Serían analfabetos, pero conocían los secretos del mundo natural mucho mejor que nosotros. En 1933, mientras Brenan vivía en Yegen, se avistó el último lobo de Sierra Nevada. Otras especies han tenido más suerte, como diversos endemismos vegetales que han podido sobrevivir. Según Carandell, «en el corazón del verano, los buscadores de manzanilla, los buscadores de plantas medicinales, sobrepasando los rebaños, suben hasta las cumbres». Hoy, en cambio, se ha llegado a condenar a un pastor por recolectar manzanilla de Sierra Nevada. Brenan aparece al comienzo de la película cruzando cumbres nevadas y a lo largo de las distintas escenas de campo (cazando, construyendo la carretera, cosechando) aparecen
de fondo montes pelados, sin apenas vegetación arbórea de entidad. No hay que olvidar que Yegen se sitúa en la vertiente sur del Parque Natural de Sierra Nevada y a unos 5 km del límite del Parque Nacional. De las cerca de 86.000 ha con que cuenta este enorme Parque Nacional de alta montaña mediterránea, las masas arboladas ocupan menos de la tercera parte y en su mayor parte son pinares de repoblación (18.000 ha), procedentes del esfuerzo reforestador de la época franquista. En las escenas iniciales de la película se divisa alguno de estos pinares, claramente anacrónico. La secular influencia de la cerilla, el hacha y la cabra sobre el paisaje español ha sido repetidamente descrita por el profesor Ruiz de la Torre. Lo explica muy bien en el libro Árboles y Arbustos (1979), sobre todo en su Introducción, cuando habla de la tradicional enemistad entre el español y el árbol y del agotamiento de los recursos. Aunque llevan décadas en proceso de recuperación, el intenso aprovechamiento del recurso bosque en estas montañas andaluzas durante milenios fue suponiendo su práctica erradicación, sustituyendo arbolados de frondosas y coníferas por arbustos y matorrales. No hay problema, hoy disponemos de expertos fitosociólogos que escriben sobre las bondades del uso agrario tradicional, sobre series de vegetación de frondosas climácicas y sobre matorrales potenciales. Qué poco han leído algunos al señor Ruiz de la Torre. `
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r e v i s t a m o n t e s . n e t D. JUAN RUIZ DE LA TORRE PRESENTE EN EL BUSCADOR DE ARTÍCULOS on muchas las ocasiones en las que es necesario consultar bibliografía que pueda orientar en la búsqueda de soluciones durante el desarrollo de un proyecto. Gracias al Buscador, ahora es más fácil conocer los artículos publicados en la Revista Montes que puedan aportar ideas y transmitir experiencias de profesionales muy cualificados. En este momento se pueden hacer búsquedas sobre más de 4.200 artículos y documentos publicados en la Revista Montes, al mismo tiempo que se pueden descargar 400 de dichos artículos. Por ejemplo, se podrían encontrar todos los artículos que D. Juan Ruiz de la Torre ha publicado en la Revista, o todos aquéllos en los que se hace referencia a él. A continuación mostramos los resultados que hemos obtenido en el Buscador introduciendo la voz «Juan Ruiz de la Torre» dentro de los distintos criterios que ofrece esta herramienta:
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BÚSQUEDAS POR AUTOR: Aplicaciones de la Fitosociología Autor: Juan Ruiz de la Torre. n.º 14. Año 1987. In Memoriam: Arturo Sáez Baz Autor: Juan Ruiz de la Torre; José J. Nicolás Isasa y Fernando García Robredo. n.º 75. Año 2004. La Vegetación Mediterránea Autor: Juan Ruiz de la Torre. n.º 13. Año 1987. La Vegetación Mediterránea Autor: Juan Ruiz de la Torre. n.º 15. Año 1987. La Dehesa del Vértice Norte de Madrid Autor: Juan Ruiz de la Torre. n.º 1. Año 1984. Objetivos de Diversidad Biológica en la Reforestación de Tierras Agrícolas de Implantación Autor: Juan Ruiz de la Torre. n.º 34. Año 1993. BÚSQUEDAS POR RESUMEN: Fue Noticia n.º 83. Año 2006. `
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ANA AGUADO ORTEGA Ingeniero de Montes DGB-MMA. Valencia aaguado@mma.es 1. Sí. Su minuciosidad, seriedad y humanidad en el trabajo realizado. 2. No. 3. Fue miembro del tribunal de mi oposición al Cuerpo de Ingenieros de Montes y en una pregunta que se me hizo, relativa a algo sobre expedientes administrativos, de la cual yo no tenía mucha idea, claramente me echó un buen capote para que pudiera salir del paso y así superar el ejercicio. `
ALEJANDRO ANTÚNEZ FORTÚN Ingeniero Técnico Forestal Egmasa. Sevilla aantunez@egmasa.es 1. Sí, la conozco, y además tuve el gusto de conocerle personalmente. La obra junto a Luis Ceballos es una de mis favoritas. 2. No he tenido la ocasión. 3. En una visita de campo, durante unas jornadas del día forestal mundial, subía la montaña mejor que muchos jóvenes. `
RAFAEL AYALA PÉREZ-MONTOYA Ingeniero Técnico Forestal Jubilado. León rayala@ono.com 1. Conozco «Árboles y Arbustos». Él me lo regaló y lo he consultado muchísimas veces. Conozco parte de sus otras publicaciones. De su obra destacaría a él, a Juan. 2. Trabajé con él en el proyecto de corrección y repoblación de la cuenca del pantano del Almanzora. Para 1961 era un proyecto de los «gordos»: 333 millones de pesetas de las de entonces.
¿Cuál es tu opinión? D. JUAN RUIZ DE LA TORRE Dado que este número de la Revista Montes está dedicado a D. Juan Ruiz de la Torre, y a la vista del gran aprecio que todo el que le conoce tiene a este magnífico Ingeniero de Montes, optamos por abrir una ventana a nuestros lectores, con el fin de que todo el que quisiera pudiera participar en este testimonio de respeto que pretendemos ofrecerle. Como resultado de vuestra colaboración, a través de las respuestas y anécdotas recogidas, se ha conformado, de una manera diferente, un pequeño mapa de los aspectos más relevantes de la persona homenajeada. Algunas de las opiniones vertidas no han podido ser publicadas por problemas de espacio en la edición en papel, pero pueden ser leídas en la página Web de la Revista. 1. ¿Conoces la obra de Juan Ruiz de la Torre? ¿Qué destacarías de la misma? 2. ¿Has trabajado en algún proyecto con él? ¿Cómo valoras, en dos palabras, su aportación en el mismo? 32. ¿Podrías contarnos alguna anécdota significativa, y relacionada con la profesión, que hayas vivido con él? A continuación se exponen las opiniones manifestadas a través de la Página Web de la Revista:
3. El 9 de octubre hizo cuarenta y seis años que tuve la suerte de empezar a trabajar, durante casi dos años, con D. Juan Ruiz de la Torre. Corría 1.960 y uno de aquellos estupendos días subíamos él, Juan Tenorio (así se llamaba el conductor del Land Rover) y yo a la Sierra de Las Estancias. Subíamos por la ram-
bla del Saliente en el término de Albox. Como se nos hacía tarde, y se nos hubiera hecho mucho más, le preguntamos a la señora de un cortijo si nos podría dar de comer. Después de insistirle un poco tuvimos la suerte de que nos hiciera unas migas. Mientras las preparaba Juan hizo dos o tres inventarios de las plantas de los alrededores, como le habréis visto hacer muchas veces. Nos dimos una «panzá» de migas. Con poco compango, eso sí, pero estaban ricas. Tomamos unos higos chumbos de postre y se le ocurrió a Juan, menos mal, que nos tomáramos una tisana. Me dijo que trajera una bolsa que teníamos en el coche. Sacó unas matas, le dijo a la señora que calentara agua, hizo la tisana y nos la tomamos. No habían pasado tres horas, qué digo, menos tiempo, y ya queríamos merendar: él sabe qué matas, quizás gedrea. Lo pasé muy bien y aprendí muchísimo con él. Gracias Juan. `
LUIS FELIPE BERGASA ZAPATA Ingeniero de Montes Autónomo. Aldeanueva de Ebro (La Rioja) fbergasa@hotmail.com 1. Sí, conozco el libro «Árboles y Arbustos», y algo del «Mapa Forestal», aparte de que fui alumno suyo. Además de la exactitud de toda su obra, yo destacaría la gran cantidad de información que nos brinda en todos los aspectos. 2. No. 3. Yo siempre me acuerdo de la primera clase de botánica. En ella demostró cuánto disfruta de las plantas. Recuerdo que dijo «Si fuera por mí, ahora mismo yo aprobaba a todos, y el que venga a clase que sólo lo haga porque quiere aprender, pues yo no soporto que nadie sufra por la botánica». Otra anécdota: en clase de botánica, después de decir numerosos nombres de plantas y sus características, no se acordaba de un detalle sin importancia y dijo «Cómo se pierde la memoria». Y yo pensé, «madre mía, ya nos conformábamos con un 10% de la memoria que le queda». `
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JOSÉ ÁNGEL CARRERA MORALES
DAVID GARCÍA MONTEJO
Dr. Ingeniero de Montes Jubilado. Málaga jacarrera@telefonica.net
Ingeniero de Montes Madrid dgmontejo@gmail.com
1. La conozco bien. Toda ella es excelente, pero sobre todo el «Mapa Forestal de España», a mi juicio la mejor y más completa obra jamás publicada en España sobre botánica. 2. Nunca he tenido la ocasión de trabajar con él, aunque sí he estado con él en el campo. Su conocimiento del medio forestal es único. 3. Tengo mala memoria y no recuerdo ninguna anécdota concreta, pero por su extraordinario conocimiento de España y por su gran talante humano, siempre se aprende algo de él. `
1. Sí. No solamente su detallado conocimiento botánico, sino su amplia cultura en general, y particularmente, en el mundo de la ingeniería forestal. 2. Como la mayor parte de los ingenieros de montes de Madrid de los últimos años, mi relación fue profesor-alumno. En este sentido comentar lo amenas que eran sus explicaciones salpicadas de curiosidades del mundo vegetal y del origen lingüístico de los nombres, lo que facilitaba su comprensión y aprendizaje. 3. No la viví con él pero, casualidades de la vida, coincidí una vez con una persona que había trabajado con él como conductor en Marruecos; y me contaba cómo en mitad de la nada, a pleno grito, hacía parar el coche, y mientras los demás se quedaban expectantes preguntándose qué es lo que sucedía, él corría colina arriba para ver de cerca una plantita que había identificado como singular. `
ROMÁN ESTEBAN DÍEZ Ingeniero de Montes Tragsatec. Madrid red@tragsatec.es 1. Por supuesto; considero que es un apoyo magnífico para la profesión cualquiera de sus facetas: repoblaciones, restauraciones, estudios de impacto ambiental, parques y jardines... Destacando en todos los casos la forma en la que Don Juan aborda los temas a tratar, consiguiendo una obra con rigor que no deja en ningún momento de ser amena y entretenida. 2. Desgraciadamente no he tenido ese privilegio, pero tuve la suerte de cursar la asignatura de Botánica en su último año a cargo de la asignatura. Con su manera de dar las clases, en la que parecía que cada planta fuera un amigo que quisiera descubrirnos sus secretos, hacía que una asignatura tan densa fuera agradable de estudiar. 3. Todos los que hemos tenido el placer de asistir a sus clases en campo recordaremos con cariño su «procedimiento de identificación patentado» para alguna de las plantas; así como la energía y vigor que demostraba en las mismas, dejando atrás a chicos y chicas que podrían haber sido sus nietos. `
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JOSÉ MARÍA GUERRERO JIMÉNEZ-CASTELLANOS Ingeniero de Montes Egmasa. Córdoba pepeguerrerojc@yahoo.es 1. Con seguridad las obras que mejor conozco de D. Juan Ruiz de la Torre son «Árboles y Arbustos» y el «Mapa Forestal de España». Si bien como buen Ingeniero de Montes supongo que trabajaría en las «olvidadas» y denostadas restauraciones hidrológico forestales. También su labor docente, que probablemente, le ha propiciado el reconocimiento público tras muchos años de trabajo y estudio en nuestros montes. 2. Desgraciadamente no he tenido la oportunidad de trabajar en ningún proyecto con él. Pero sin duda «Árboles y Arbustos» y el «Mapa Forestal de España» han sido para mí de constante utilidad.
3. Puesto que no he tenido un trato directo con él, no puedo aportar ninguna anécdota junto a D. Juan Ruiz de la Torre, un Ingeniero de Montes de los de la vieja (¿nueva?) escuela. `
FRANCISCA MARÍA DE LA HOZ MARTÍNEZ Ingeniera de Montes Consejería de Medio Ambiente Sevilla franciscamhoz@juntadeandalucia.es 1. Sí. El Mapa Forestal. 2. Tuve la suerte de que me diera clase de botánica en la Escuela de Montes de Madrid y aprender de él en numerosas excursiones. Destacaría su memoria extraordinaria. 3. Cuando estábamos en el monte, corríamos tras él (que aunque ya era mayor iba que se las pelaba), porque una vez identificada la planta se la comía y si no llegábamos a tiempo no sabíamos cuál era. `
JUSTO MARTÍNEZ SÁNCHEZ-PALENCIA Ingeniero de Montes Eulen S.A. Sevilla jmartinezs@eulen.com 1. Si. La pasión que pone en todo lo que realiza siendo contagiosa y haciéndote partícipe de ella 2. No, solamente fui su alumno en los años 80. 3. La anécdota que recuerdo en estos momentos es de aquellos largos viajes de prácticas a Lourizán, adonde se tardaba en llegar 12 horas agotadoras. Él, por supuesto, no se dormía y recomendaba a los profesores que hicieran lo mismo, con lo que el viaje se convertía en un sinfín de cabezazos de todos sus colaboradores. `
JESÚS M. MERINO DELGADO Ingeniero de Montes INGEA jmmerino@iies.es 1. La rigurosidad. 2. No. 3. Creo que esta pregunta sobra. No podemos hacer un homenaje en el que las anécdotas pesen tanto como la propia vida o su propio trabajo. El anecdotario está bien, pero no creo que deba ocupar este lugar. `
ISIDORO MIGUEL PÉREZ
JOAQUÍN NAVARRO HEVIA
LAURA NÚÑEZ RODRIGO
Ingeniero de Montes Ministerio de Medio Ambiente. Madrid isidoro_miguel@yahoo.es
Dr. Ingeniero de Montes Universidad de Valladolid. Palencia jnahev@iaf.uva.es
Ingeniero de Montes. Educadora Ambiental. Inatur Sierra Norte S.L. Madrid lauranunezrodrigo@yahoo.es
1. Sí, y considero que son obras de consulta obligada a la hora de plantear cualquier tipo de planificación o proyecto. Es capaz de dar a sus escritos un enfoque global e integrado en las múltiples materias que conforman nuestra profesión. No sólo de botánica vive el Ingeniero de Montes sino también de Hidrología, Edafología, Climatología, Ecología, etc., materias todas que Don Juan domina a la perfección. 2. No he tenido esa suerte, aunque fue profesor de botánica en mi promoción. Sus clases eran conferencias magistrales en las que quedarse absorto escuchando sus explicaciones y anécdotas. 3. Recuerdo un viaje de botánica al sur de la Península en la que Don Juan hizo parar al conductor del autobús en mitad de la autopista, porque creía haber visto un raro endemismo desde su asiento y quería comprobarlo....(sic). `
1. Principalmente su labor docente y su libro «Árboles y Arbustos». Destacaría su buen hacer como profesor ejemplar y su magnífico libro, que todavía no ha logrado ser superado por ninguno de su categoría. 2. He sido alumno suyo, lo cual es suficiente para sentir por él el más profundo respeto y singular aprecio. 3. Siempre recordaré los bolsillos de mi gabardina llenos de agua por la pertinaz lluvia que caía durante las prácticas de Botánica en el Retiro. La práctica no se suspendió. Bajo aquel aguacero hicimos todo el recorrido botánico de interés para la asignatura. Él en ningún momento dudó si suspendía la clase. Es un hombre incombustible, duro, frugal, serio, pero con una gran alegría en su trabajo. Gracias por todo, D. Juan. `
1. Seguro que una pequeña parte de todo lo que ha hecho. 2. No, pero me hubiera encantado. 3. Seguro que más de uno la comparte. Cuando salíamos de excursión con él y el camino era más bien costoso, él sacaba de su bolsillo una bolsita de azúcar y se la tomaba entera, porque decía que así aguantaba andando todo el tiempo que quisiera. `
JOSÉ LUIS NUÍN SUSÍN RODRIGO DE MINGO DÍAZ Ingeniero de Montes Urci Consultores S.L. Almería rdemingo@urciconsultores.es 1. Parcialmente. Destacaría el trabajo que se esconde detrás de las publicaciones. 2. Muy ilustrada. 3. Me suspendió el reconocimiento de botánica de tercero por confundir el avellano con el haya, con el comentario de «a un ingeniero no se le puede permitir eso». `
JOSÉ MOLINA ROLDÁN Ingeniero de Montes de la Hacienda Pública Gerencia Territorial del Catastro. Santa Cruz de Tenerife jmolrol@tenerife.catastro.minhac.es 1. Sí, el Mapa Forestal de España. 2. Sí, en el Mapa Forestal de España. Magnífica y muy buena. 3. Conoce hasta los lugares más pequeños y escondidos de España. `
Ingeniero de Montes Diputación de Alicante jlnuin@dip-alicante.es 1. Conozco, creo, relativamente poco de su obra: El libro de «Árboles y Arbustos», «Inventario Nacional Forestal» y una edición sobre restauración de espacios degradados editado por la Junta de Andalucía. 2. Conozco la vertiente docente de él, porque me impartió clases durante los años 95 y 96. 3. Bien, resumiendo, tendría que decir que es una excelente persona, cercano, amante del conocimiento en todas sus vertientes, generoso, sencillo, elegante y para mí uno de los profesionales que más me motivaron, directa e indirectamente, a terminar mis estudios. En fin, creo que se merece el reconocimiento. Gracias y un saludo a vosotros. `
GONZALO OLIVEROS GARCÍA Ingeniero de Montes Azertia. Madrid gonzalooliveros@hotmail.com 1. Conozco alguno de sus libros y trabajos forestales, los cuales he utilizado como guía fundamental para el aprendizaje de los conocimientos de botánica y geobotánica exigidos en la carrera. Creo que es destacable lo metódico del trabajo de este ilustre Ingeniero de Montes, así como la exactitud de sus aportaciones. 2. No he trabajado con él, pero sí que he tenido el inmenso honor y placer de recibir clase de él, un gran ilustrado, conocedor de una «Cultura General» muy vasta y de tal variedad de campos que se le puede considerar como un hombre Sabio. 3. Examen de reconocimiento visual de especies (Botánica): un alumno estaba observando un ejemplar de zarzaparrilla sin estar seguro de la respuesta correcta. Don Juan se acercó a él y le miró. Revisó la hoja de respuestas y comentó: «Si me respondes bien a una pregunta apruebas». El alumno aceptó y centró toda su atención sobre las plantas que allí tenía, repasando mentalmente todos los datos de esos ejemplares. Entonces el ilustre profesor preguntó: «Para qué se usa la zarzaparrilla». El alumno, totalmente desconcertado, buscaba una respuesta basada en la lógica, en el color, en las cualidades decorativas de esta especie, ... Finalmente
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se le ocurrió que podría ser utilizada como alimento animal y dijo: «¿Para comer?». Don Juan sonrió: «Bien, está muy rica la tortilla de zarzaparrilla». `
SAÚL ORTIGA HERRERA Ingeniero de Montes Jefe de Obras y Servicios. SUFI S.A. Madrid sortiga@gruposyv.com 1. No sólo a lo largo de la carrera, sino también en multitud de trabajos, proyectos e incluso intereses no profesionales, me ha sorprendido encontrar su nombre como parte fundamental de la creación de infinidad de libros, estudios, artículos, etc. Su conocimiento va mucho más allá de la Botánica y siempre he pensado que su cerebro es de ésos que debería poderse conservar para poder aprender de él eternamente. No es (sólo) peloteo sincero, mis compañeros saben muy bien lo que me llegó a costar superar la asignatura que impartía él, pero ahora conservo con especial cariño los libros que adquirí escritos por él y los he hecho parte de mi propia historia. 2. No he trabajado directamente con él salvo en lo que atañe estrictamente a las clases que recibí de él. Recuerdo las prácticas de reconocimiento mediante guía en las que, con una paciencia infinita, como la del abuelo que desea que su nieto haga suyos sus conocimientos, J.R.T. trataba de hacer visibles los caracteres que encerraban las particularidades de cada especie vegetal. 3. Recuerdo que las clases eran verdaderamente interesantes porque en numerosas ocasiones sus explicaciones trascendían al programa y profundizábamos en la cultura egipcia en busca de los usos y orígenes de una determinada Familia, o en la medicina tradicional, descubriendo las increíbles utilidades de una especie vegetal. En estas clases, J.R.T. descubría sorprendido la hora tardía que se echaba encima y sin ninguna dificultad nos explicaba deprisa, en cuestión de media hora, todo lo que había venido a contarnos. La perspectiva y el descubrimiento posterior de la figura de este Señor de la Botánica, me hacen guardar
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todos estos recuerdos con gran cariño. `
CRISTINA ORTUÑO SÁNCHEZ Consultora Medioambiental CH2M-Hill España. Madrid cristina.Ortuno@ch2m.es 1. Juan Ruiz de la Torre es un gran investigador, y su trabajo es siempre claro y enriquecedor. 2. Le realicé varias consultas con respecto a mi proyecto de fin de carrera, que consistía en una restauración ambiental de un vertedero en Alicante. Con sólo cuatro datos del proyecto, me dio una información muy útil sobre la elección de especies; tanto que al ejecutar el proyecto, sus especies, contra todo pronóstico «bibliográfico», fueron las más acertadas. 3. — `
DANIEL OTERO CABEZA DE VACA Ingeniero de Montes Tragsatec. Madrid danielocdv@hotmail.com 1. Conozco algunas de sus publicaciones, escritas en solitario o con otros autores, como Don Luis Ceballos. Respecto a su actividad laboral fuera de la docencia, he oído hablar de sus actuaciones en Andalucía y Marruecos, así como de su Mapa Forestal de España. Creo que destacaría su gran polivalencia, pues ha trabajado en multitud de campos diferentes. Por supuesto me admira la profundidad de sus conocimientos botánicos y etnográficos. 2. Nunca he tenido ocasión de colaborar con él directamente, aunque tengo referencias de colaboraciones esporádicas en diferentes publicaciones. Su aportación es siempre exacta y de gran calidad científica. 3. Recuerdo una anécdota que Don Juan contaba a sus alumnos acerca de sus estudios de botánica en Italia, donde aprendían las características de las distintas especies recitando poemas expresamente compuestos para cada una de ellas. En cuanto a sus discursos y comentarios dentro y fuera de las aulas, demostraban sin duda alguna su gran calidad profesional y humana. `
MARÍA ELENA PÉREZ GÓMEZ Ingeniero Técnico Forestal Delegación de Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Toledo. Toledo elenap@jccm.es 1. El Mapa Forestal de España. 2. — 3. Tuve la suerte de recibir varias clases de D. Juan Ruiz de la Torre en un Master impartido en la Escuela de Montes, en el curso 2001-02. Me impresionaron tanto sus conocimientos de geobotánica como su capacidad de transmitírnoslos con sencillez y cercanía. Nos enseñó mucho sobre la distribución de las especies vegetales, pero principalmente recibimos una lección de humildad. `
JAVIER PÉREZ TOUS Ingeniero de Montes Generalitat de Cataluña. Tarragona jperto@terra.es 1. Conozco la bibliografía de la asignatura de botánica de la ETSIM (por ej. Árboles y Arbustos). También he leído múltiples artículos divulgativos en revistas forestales. 2. No: mi relación ha sido alumno profesor. 3. Una vez, durante una de sus clases de botánica (año 1985 aprox.), preguntó si alguien de la clase procedía de Tarragona. Levanté la mano y preguntó si conocía el bosque de Poblet. Contesté afirmativamente, pensando que así era. A continuación, fue detallando un sinfín de ubicaciones geográficas -que yo desconocía por completo- con sus particularidades botánicas y forestales. Esto era habitual en sus clases: conocía perfectamente la geografía nacional y sus características botánicas. `
DANIEL RAMOS ARÁNGUEZ Director Ambiental Ineco. Cuenca draranguez@lpdr.net 1. Más ó menos, conozco la obra a nivel general de alumno, sobre todo el libro de referencia que sigo utilizando «Árboles y Arbustos». Destacaría su minuciosidad y su entrega a la ciencia de la botánica, cosa que es de agradecer, porque no puede ilusionar al alumnado un profesor que no ama la asignatura que explica.
2. No he tenido la oportunidad. De todas formas la botánica no era mi fuerte en la Escuela. 3. Sí. Cuando me examiné de reconocimiento de herbario ocurrió lo siguiente: Al irme preguntando especies, en una de ellas le contesté «Crataegus azardus» y me dijo «se dice «Crataegus azarolus»; usted ha copiado mal las fichas del herbario de otro compañero». La verdad es que así había sido: el herbario fue prestado y me lo aprendí de memoria. Le dije «pues sí». Me miró, no dijo más sobre el asunto, siguió preguntando y al final me aprobó. Le agradezco de verdad a D. Juan que no fuese inflexible y que al final valorase sólo mis conocimientos y no mi pereza infinita en aquel entonces para hacer un herbario. `
ANTONIO RIGUEIRO RODRÍGUEZ Catedrático. EPS de la Universidad de Santiago de Compostela. Lugo anriro@lugo.usc.es 1. La obra de Juan (Juanón para los amigos por sus dimensiones físicas y, habría que añadir, también de humanidad) es prolija, muy práctica y muy rigurosa. Pocos, quizás nadie, conozcan como él y su inseparable compañera de fatigas y de vida, Conchita, la flora y vegetación de los montes españoles peninsulares e insulares, incluidos los «recunchos» más inaccesibles. De su amplia e importante obra destacaría el Mapa de Vegetación Forestal de España, el libro Árboles y Arbustos y su última obra Flora Mayor. Con permiso de D. Máximo Laguna, D. Luis Ceballos y algún otro colega, considero que es el Ingeniero de Montes que contribuyó en mayor medida al progreso de la Botánica Forestal en España. 2. Juan ha sido mi maestro, él me ha introducido en la Botánica, ha dirigido mi Tesis Doctoral y ha sido y es
un importante referente en mi vida profesional y personal. Mis dos palabras para definirlo son: SABIO Y HUMILDE. 3. Un día, en un viaje de prácticas a Galicia, a la Residencia de Lourizán, salimos en autobús a visitar lo que actualmente es el Parque Natural de la Baixa Limia y Serra do Xurés. En una de las paradas, cuando nos disponíamos a bajarnos del autocar, apareció un perro con muy malas pulgas que no cesaba de ladrarnos. Juan dijo: «tranquilos, sé como afrontar estas situaciones». Sacó un pañuelo blanco del bolsillo, lo extendió, metió una esquina en la boca sujetándola con los dientes y bajó del autocar. Se puso a «cuatro patas» frente al chucho, levantando y bajando la cabeza, movimientos con los que el pañuelo prendido en su boca ondeaba como una bandera. El cánido lo miró fijamente con aires de extrañeza, dio la vuelta y se marchó. `
JUAN CARLOS SANTAMARTA CEREZAL Ingeniero de Montes Instituto Tecnológico de Canarias. Santa Cruz de Tenerife jcsantamarta_obracivil@yahoo.es 1. Aunque sonará a tópico, obviamente destaca en sí misma su dedicación a la Botánica. Hacer un mapa forestal, sin los medios de hoy en día, creo que denota un ejemplo a seguir para aquellos técnicos que los hacen sin pisar el monte, basándose sólo en la tecnología. Es de valorar el interés con el que daba sus clases sobre la flora en las Islas Canarias, donde no debemos olvidar existen unas 2.000 especies. 2. No he trabajado con él, únicamente fui alumno suyo. 3. Creo que fui el último alumno al que evaluó en su carrera docente, ya que en el año que se retiró co-
mo profesor fui el último que entregó el herbario que solicitaban para aprobar su asignatura; y puedo asegurar que hasta el último minuto mantuvo el nivel de exigencia y profesionalidad al que nos tuvo acostumbrados. `
LUIS ZUMÁRRAGA SIRVENT Ingeniero de Montes HITDMA S.L. Madrid lzumarraga@gmail.com 1. Conozco, cómo no, el «Árboles y Arbustos». Es un libro magnífico, extremadamente didáctico. Destacaría la calidad de los textos, lo preciso de los datos y, muy especialmente, las valiosísimas aportaciones de «saber tradicional» sobre usos y utilidades de las especies comprendidas en la obra. 2. Desgraciadamente no he trabajado en proyectos con él. Afortunadamente pude disfrutar de sus clases magistrales; muy poco después se jubiló y dejó la enseñanza. 3. Son muchas, sobre todo las relacionadas con las excursiones de la asignatura de botánica... le encantaba tocar, oler y saborear las hojas o frutos; con eso nos daba excelentes pistas para identificar las plantas, y esta habilidad le hizo ganarse entre los alumnos el apodo cariñoso de «el cabra». En las excursiones por el Pirineo, armado de bastón y boina, dejaba a los más aguerridos «jóvenes montañeros» totalmente rezagados y con la lengua fuera... Además, le encantaba comentar los apellidos de los alumnos que tenían algún significado forestal. En mi caso me decía «Zumárraga, hmm, un apellido muy forestal... lo sabía usted? Zumar en euskera es olmo, y zumarraga bosque de olmos, u olmedal». Yo claro que lo sabía, pero me dejaba alucinado que lo supiera él... `
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EUROPA FORESTAL
La Biomasa está de moda…, también en Europa Sección elaborada por: Antonio Morcillo San Juan Dr. Ingeniero de Montes
Introducción
Llama la atención comprobar cómo en los últimos meses se ha incrementado, diríamos que de modo exponencial, el interés por la biomasa como fuente energética, en nuestro país y en el resto de Europa. A lo largo de 2006 se han producido numerosas manifestaciones relacionadas con el tema, bien en forma de jornadas, exposiciones, encuentros, publicaciones, etc. La Unión Europea ha sido también protagonista de este interés, desarrollando un proceso institucional destinado a dar a conocer su Plan de Acción sobre la biomasa. La biomasa, ingente depósito de energía, engloba diversas materias primas orgánicas de origen vegetal: productos selvícolas, determinados cultivos, residuos agrícolas, industriales o domésticos reciclados, etc. Constituye el cuarto recurso explotado a escala mundial (14% del consumo del planeta). Sin embargo, salvo en Austria, Finlandia y Suecia, donde ocupa un lugar nada despreciable, la biomasa sólo representa el 4% del balance general de Europa. Produce una energía almacenable y no fluctuante, además de encerrar numerosas ventajas. Respecto a la amenaza del efecto invernadero, la utilización de la biomasa resulta neutra, ya que los vegetales explotados para fines energéticos restituyen el carbono almacenado durante su crecimiento. La creación de una verdadera industria de la biomasa, potencialmente generadora de empleo, puede constituir una línea de evolución de la política agrícola común.
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No obstante, su aprovechamiento plantea problemas logísticos, pues es preciso tratar los volúmenes de materias primas necesarios para obtener fuentes de energía suficientes y rentables. En la actualidad, el coste de la energía producida sigue siendo demasiado elevado en numerosas aplicaciones. Varios estudios europeos sobre tecnologías de conversión (procesos termoquímicos, químicos y biológicos) abren perspectivas de usos finales diversificados, como fuente de calor y electricidad o en forma de biocombustibles.
otras razones de tipo medioambiental, e incluso “sociomedioambiental” que recomiendan la potenciación del empleo de la biomasa como fuente energética. El fortalecimiento de las estructuras económicas regionales y la creación de fuentes de ingresos alternativas para los agricultores pueden ser algunas de estas razones. El antes citado Plan de acción establece medidas para fomentar la biomasa en la calefacción, la electricidad y el transporte, y otras de tipo transversal referidas al suministro, la financiación y la investigación en esta materia.
Algunas reflexiones previas Potencial, ventajas e inconvenientes
La energía es fundamental para que Europa pueda alcanzar sus objetivos de crecimiento, empleo y sostenibilidad. El elevado precio del petróleo ha puesto de manifiesto la creciente dependencia de Europa respecto de la energía importada, lo cual es una clara debilidad estructural dentro de la Unión. Para solventar esta circunstancia se deben abordar determinados retos que, de forma conjunta y nunca aislada, puedan sacar al territorio europeo de esta situación. Estos retos pasan de forma obligada por: • Reducir la demanda de energía mediante políticas de ahorro y eficiencia. • Incrementar la confianza en las fuentes de energía renovable, dado el potencial de los estados miembros para producirlas. La biomasa juega un papel decisivo en estas aspiraciones. Quizá resulte insuficientemente conocido que la biomasa representa actualmente cerca de la mitad de la energía renovable utilizada en la UE. Al margen de los criterios de tipo puramente económico (ahorro en la factura de crudo importado), existen
En la actualidad, la UE cubre el 4% de sus necesidades energéticas con biomasa. Si se utilizase todo su potencial, en 2010 se llegaría a más del doble del uso actual de biomasa (cerca de 185 mtep). Las ventajas en este incremento en el uso de la biomasa pueden centrarse en los siguientes aspectos: • Diversificación del suministro de energía en Europa, incrementando la cuota de energía procedente de fuentes renovables en un 5% y reduciendo la dependencia de la energía importada del 48% al 42%. • Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de 209 millones de toneladas de CO2eq al año. • Empleo directo para hasta 250.000-300.000 personas, básicamente en zonas rurales. • Posible tendencia a la baja del precio del crudo como consecuencia de la menor demanda. Cabe destacar que estos beneficios se obtendrían sin contaminación adicional ni otras formas de daños medioambientales.
No obstante, se deben reseñar también algunos de sus inconvenientes, como son: • Mayor coste de producción frente a la energía que proviene de los combustibles fósiles. • Menor rendimiento energético de los combustibles derivados de la biomasa en comparación con los combustibles fósiles. • Producción estacional. • Materia prima de baja densidad energética (ocupa mucho volumen y por lo tanto puede tener problemas de transporte y almacenamiento). • Necesidad de acondicionamiento o transformación para su utilización. Cuestiones transversales
El éxito del análisis que se ha realizado en párrafos anteriores depende de la disponibilidad de un suministro adecuado de biomasa. Sin unas medidas concretar para fomentar este suministro, no podrán alcanzarse los objetivos deseados. Así, centrándonos exclusivamente en las medidas relativas a la selvicultura, se debe partir de la afirmación de que cerca del 35% de la madera que crece en los bosques de la UE no se utiliza. Ello sin considerar los bosques de zonas protegidas incluidas en la Red Natura 2000. Esta perversa capitalización de las masas forestales supone un desperdicio en el aprovechamiento de un recurso renovable de múltiples utilidades y genera graves problemas de acumulación de combustible que incrementa el riesgo de incendio forestal en estas masas. En muchos países existe sólo un mercado limitado para la madera pequeña procedente de las claras, que puede utilizarse para producir calor y electricidad. La mayoría de los recursos sin utilizar se encuentran en pequeñas propiedades particulares, lo que dificulta su movilización. Algunos países han abordado este problema estableciendo cooperación entre titulares y propietarios de bosques. Cabe recordar, en este momento, que el Plan de Acción para los Bosques presentado por la Unión Europea (véase esta misma Sección en el
Astilladora para el aprovechamiento de maderas de pequeñas dimensiones
número 85 de nuestra revista) contempla, en su acción clave 4, el fomento de la biomasa forestal para la producción de energía.
energético con peso en el contexto internacional. Conclusión
El Libro Verde sobre una estrategiagia europea para una energía sostenible, competiit8iva y segura
En la misma línea de fomento de la diversificación de las fuentes energéticas se sitúa este Libro Verde, aprobado en marzo de 2006, con el que la Comisión pretende desarrollar una verdadera política energética europea que responda a los numerosos retos existentes en términos de abastecimiento y efectos sobre el crecimiento y el medio ambiente en Europa. La UE debe actuar de forma rápida y eficaz para dotarse de una energía sostenible, competitiva y segura. Tanto el mercado interior como la eficacia energética, la investigación y la política exterior deben contribuir a impulsar en Europa un sector
Dentro de la crisis que vive el sector forestal, el aprovechamiento de la biomasa puede ser una salida interesante para numerosas masas forestales que hasta ahora han aportado una escasa rentabilidad a sus propietarios. La escalada en el precio del petróleo, el fortalecimiento del medio rural derivado de la puesta en valor del recurso forestal y el giro en la percepción de utilidad de los bosques frente a la opinión pública son las claves de un proceso que se debe continuar explorando en el territorio europeo. `
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Juan Ruiz de la Torre, semblanza de un amigo José Javier Nicolás Isasa. Ingeniero de Montes
Juan Ruiz de la Torre (sentado en 1ª línea, 3º por la derecha) con la promoción de Ingenieros de Montes de la Escuela de Montes de Madrid que terminaría en 1953. Viaje de prácticas con Luis Ceballos Fernández de Córdoba. Año 1951
RESUMEN Parece imposible que un hombre haya realizado la labor que Juan Ruiz de la Torre ha hecho a lo largo de su vida activa, que esperamos todos que continúe durante muchos años. Aparte de sus cualidades como funcionario, profesor, investigador, consultor, conferenciante y autor de importantes libros, a mí lo que más me fascina es su enorme personalidad, volcada en hacer el bien y ayudar al prójimo. Al hablar de Juan resulta obligado citar a Conchita, pues están los dos tan unidos que casi constituyen una sola persona. La gran categoría de su obra lógicamente inspira admiración a todos los que llegan a conocerla. Pero aún mayor es la atracción que provoca su personalidad. Una y otra son para mí un motivo de enorme aprecio y un afecto verdaderamente fraternal.
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J
uan Ruiz de la Torre es mi amigo desde hace sesenta años. No hablo de conocimiento, sino de sincera y profunda amistad desde un principio, y mis sentimientos hacia él oscilan entre la simpatía, la admiración, el respeto y el agradecimiento. Por consiguiente, quiero advertir que la semblanza que pueda hacer de él resultará cualquier cosa, menos desapasionada. Al tratar de describir a una persona a la que se conoce tan profundamente, surgen dos preocupaciones. Una la de tener que nombrarse a sí mismo en excesivas ocasiones, ya que es un relato personal. Otra preocupación es si no se van a dar detalles demasiado íntimos de la persona descrita, si no se corre el peligro de poder herir su sensibilidad; en este caso, dada la enorme modestia de Juan y sus muchas virtudes y méritos, resultará inevitable el que se sienta molesto de que se hable de ello, por lo que le pido disculpas. Por último, quiero advertir que esta semblanza no pretende evaluar los méritos profesionales, académicos o de inves-
tigación alcanzados por el Profesor Ruiz de la Torre. Otras personas más capacitadas y que han trabajado junto a él en estos campos, lo harán con mayor competencia y conocimiento de causa de como podría hacerlo yo. En mi artículo sólo pretendo reflejar las características humanas que le adornan y de cómo me he visto favorecido y ayudado por nuestra amistad. Claro que resultará inevitable que tenga que referirme a los puestos que ha ocupado y a los éxitos obtenidos, porque la personalidad de Juan se identifica totalmente con su trabajo, al que ha estado dedicado en cuerpo y alma durante toda la vida. Me servirá de guía para recordar su trayectoria profesional un Curriculum Vitae preparado hace casi diez años para una actividad en la que participamos ambos, aunque mi intervención fue de manera muy modesta, casi tangencial. NACIMIENTO Y PRIMEROS ESTUDIOS Nuestro personaje nace en Córdoba, el 11 de octubre de 1927. Su familia procedía de Sorbilán, ese precioso pueblo de la Alpujarra. He oído que la familia tenía, para uso de la casa, una barrica especial con solera antiquísima, que bebían únicamente, y en pequeñas cantidades, en las fiestas familiares, reponiendo cada año el vino gastado, con lo que se conservaba su calidad y la antigüedad de la solera. Los estudios primarios y de bachillerato los realizó en el colegio cordobés de los Hermanos de la Doctrina Cristiana, donde siempre destacó entre sus compañeros por su gran capacidad intelectual, su buen comportamiento y su simpatía personal. Gracias al excelente bachillerato de entonces y a sus dotes personales, llegó a tener un considerable conocimiento del griego y del latín, lenguas que posteriormente le servirían de tanta ayuda en sus estudios e investigaciones botánicas. PREPARACIÓN PARA EL INGRESO EN LA ESCUELA ESPECIAL DE INGENIEROS DE MONTES En 1945 se trasladó con su familia a Madrid y comenzó a preparar, en la academia Pérez Jofre de la Gran Vía, su ingreso en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes. Esta preparación era larga y dura, pues los exámenes de los grupos de matemáticas que constituían la llave del ingreso, eran superados tan solo por el 2% ó 3% de los presentados a cada examen. La mayoría de los aspirantes abandonaban la pretensión de ingresar, después de varios años de intensos estudios, y derivaban hacia otras carreras. Don Aurelio Pérez Jofre, director de la academia, pronto se dio cuenta de la enorme facilidad que el alumno llegado de Córdoba tenía para las matemáticas, ya que adelantaba a los restantes estudiantes en facilidad y rapidez para la resolución de los problemas que el profesor nos planteaba. LA CARRERA EN LA ESCUELA DE MONTES En junio de 1948 superó el conjunto de pruebas que se exigían para el ingreso en la Escuela de Montes (cultura general, francés, inglés, dibujo lineal, dibujo a mano alzada y
Juan Ruiz de la Torre (detrás, con boina) con la promoción de Ingenieros de Montes de la Escuela de Montes de Madrid que terminaría en 1953. Viaje de prácticas a Las Hurdes, con Luis Ceballos Fernández de Córdoba. Año 1951
los dos grupos de matemáticas), comenzando la carrera en el curso 1948-49. Cursó los estudios terminando todos los años en el primer puesto de la promoción, y como tal número uno y con la calificación de Muy Bueno (la máxima nota que se otorgaba por aquellas fechas) terminó la carrera de Ingeniero de Montes el 16 de julio de 1953. Las brillantes notas que obtuvo durante la carrera no se debían a que dedicase muchas horas al estudio, como hacíamos los demás, con bastante peor resultado. En realidad estudiaba de seis a siete de la tarde en la calle de Almirante 23, en casa de otra de las mentes despejadas de esa promoción. El resto del tiempo lo pasaba tocando la bandurria o la guitarra, para lo que tenía notables condiciones, leyendo o recorriéndose Madrid, pues vivía en la Cruz del Rayo, en el otro extremo de la ciudad respecto al lugar donde está emplazada la Escuela de Montes. También dedicaba ciertas horas de la tarde a dar clases particulares de matemáticas a aspirantes al ingreso en una de las Escuelas Especiales de Ingenieros, como hacíamos todos en mayor o menor medida. Los dos últimos años de la carrera, entre 1951 y 1953, trabajó como becario en la Sección de Flora del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias. SU TRABAJO PROFESIONAL EN MARRUECOS El 2 de agosto de 1953 fue destinado en la Jefatura del Servicio de Montes de la Alta Comisaría de España en Marruecos, trabajando en ese destino hasta el 22 de enero de 1954, fecha en la que fue nombrado Ingeniero Jefe de la Región Occidental del citado Servicio de Montes. Ejerció esa Jefatura hasta el 31 de octubre de 1958, cuando fue nombrado Director del Centro de Investigaciones y Experiencias de Larache. Permaneció en Marruecos hasta que el primero de noviembre de 1958 fue nombrado Ingeniero del Distrito Forestal de Córdoba.
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Juan Ruiz de la Torre en un viaje a Marruecos con una de las promociones de alumnos de Ingenieros de Montes dela Escuela de Montes de Madrid.. Año 1970
En 1955 Juan se casó con Conchita Torres, a la que debía de conocer desde hacía tiempo, pues era natural de Bérchules, población vecina de Sorbilán. Conchita se convirtió en su esposa, colaboradora de todas sus publicaciones, que repasa y corrige eficazmente, así como su acompañante en todos los innumerables viajes que Juan ha realizado por España y por varias decenas de países, por razones de estudio o trabajo. Desde entonces forman una pareja feliz, estrechamente unida y volcada hacia los demás, pues siempre acuden en apoyo y auxilio de familiares, amigos o simplemente conocidos, cuando creen que pueden ayudarles o apoyarles en momentos difíciles. Esto lo puedo afirmar por ser yo y algún familiar mío unos de los muchos beneficiados por la acción generosa de este matrimonio ejemplar. Durante el quinquenio en el que permaneció en el Norte de África mantuve con él relación epistolar y tuve noticias de su actuación a través de varios compañeros. Uno de ellos, no recuerdo bien si fue Arturo Sáez o Pepe Méndez, me contó que le había visitado en Marruecos y le acompañó al monte, llevándose la sorpresa de ver que cuando coincidían con una cuadrilla que estaba repoblando, Juan se dirigía a los obreros en fluido bereber, para darles instrucciones o para corregir su actuación. Pero no se contentó con aprender esta lengua usual en el Rif, sino que se dedicó a estudiar también el árabe, hasta lograr dominar este complicado idioma.
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Siendo Director del Centro de Investigaciones Forestales de Larache preparó claves de identificación de todas las especies leñosas del Norte de Marruecos, un mapa de vegetación forestal de esa región y contribuyó a la preparación y ampliación del herbario existente en el Centro. Publicó «El matorral en Yebala», «La vegetación natural del Norte de Marruecos y la elección de especies para su repoblación forestal» y un artículo sobre el mismo tema en la revista Société de Géographie du Maroc. ETAPA ANDALUZA De regreso a España en noviembre de 1958, su estancia en Córdoba fue breve, puesto que el 18 de mayo de 1959 tomó posesión del destino de Ingeniero Encargado del Servicio de Aplicaciones Forestales de la Confederación Hidrográfica del Sur de España, (antes Confederación Hidrográfica del Guadalhorce y Servicios Hidráulicos del Sur de España). El 18 de junio del mismo año obtenía el título de Doctor Ingeniero de Montes y el 1 de julio de 1963 se le nombró Colaborador del Instituto de Hidrología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; participó en cursos de Hidrología General y Aplicada, llegando a desempeñar el cargo de Secretario del Grupo de Erosión, Arrastres y Sedimentación.
Durante los años que residió en Málaga realizó numerosos estudios hidrológicos con determinación de caudales en puntas de avenida a partir del estudio de las características de los cauces y de los materiales de los lechos. También llevó a cabo estudios de indicadores vegetales y de protección hidrológica de diferentes tipos de cubiertas vegetales. Por compañeros que entonces trabajaban en Málaga, fui teniendo noticias de los éxitos profesionales y del prestigio personal que iba adquiriendo Juan. En especial me han hablado de ello Fernando Gil, el prematuramente desaparecido José Méndez Cuadrado y tres Ingenieros de Caminos que se convirtieron en grandes amigos suyos: Santiago Serrano, Eduardo Rodríguez Paradinas y Antonio Devesa. SU TRABAJO EN EL CEDEX Y EN LA DIRECCIÓN GENERAL DE OBRAS HIDRÁULICAS Y SU NOMBRAMIENTO DE CATEDRÁTICO El 1 de marzo de 1967 se trasladó a Madrid, al ser nombrado Ingeniero Jefe de la Sección de Hidrología y Sedimentología de la Dirección General de Obras Hidráulicas (luego integrada en el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, CEDEX), desde donde pasó a la Jefatura de la Sección de Hidrología y Sedimentación de la Dirección General de Obras Hidráulicas, en 30 de mayo de 1972. El 14 de abril de 1968 ganó la oposición a la Cátedra de Botánica Especial, Flora Forestal y Geobotánica de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, cátedra que desempeñó en dedicación parcial hasta el primero de marzo de 1983 en que pasó a desarrollar su labor docente en régimen de dedicación exclusiva. Por estar fuera de Madrid, no pude presenciar los distintos ejercicios de la oposición a la cátedra, pero tuve noticias de ellos a través de otros compañeros que sí asistieron y de mi hermano Antonio, que formaba parte del tribunal de oposición. Una de las cosas que me contaron es que, en el segundo ejercicio, Juan empezó a referirse a las lenguas que dominaba. Del griego y del latín dijo que sabía lo suficiente para traducir y escribir breves notas en sus trabajos botánicos. Del francés, alemán e inglés manifestó que tenía un conocimiento suficiente para entenderse en cada una de esas lenguas. Habló de la comprensión que tenía de otras lenguas románicas, como el italiano y portugués. Dijo también que había estudiado el árabe y que de su derivado el bereber, solo tenía un ligero conocimiento. En ese momento, el tribunal en pleno se sonrió e hicieron comentarios entre ellos. Otra anécdota fue que al finalizar el último ejercicio, uno de los miembros del tribunal se dejó su libreta de anotaciones. Se la entregaron a mi hermano Antonio, quien tuvo que examinarla para ver a quién pertenecía. Me contó que contenía la exposición de Juan con todo detalle y que constituía una verdadera clase magistral. La libreta era del botánico Pedro Montserrat. Habían coincidido dos sabios: uno exponiendo y otro reflejando por escrito esa exposición. El 11 de septiembre de 1979 se le nombró Jefe de la Sección de Características Hidrológicas de las Cuencas de la Dirección General de Obras Hidráulicas. El desempeño de los citados destinos los compatibilizó con otra serie de actividades. Ha sido: Secretario del Grupo de Trabajo para Erosión, Arrastres y Sedimentación del Ins-
Juan Ruiz de la Torre, Antonio Nicolás Isasa y una autoridad forestal marroquí, en el viaje de 1970 con una promoción de Ingenieros de Montes de la Escuela de Madrid
tituto de Hidrología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Profesor del Curso Internacional de Hidrología General y Aplicada para posgraduados (curso organizado primero por el CSIC y más tarde por el CEDEX), Vocal de la Sección de Maderas e Industria Forestal del Instituto de Racionalización del Trabajo, Miembro del Grupo de Expertos en Eutrofización de lagos y embalses de la OCDE, Consultor del Consejo de Europa en Botánica, Hidrología Forestal y Ecología, Vocal de la Comisión Española de Terminología Forestal, Vocal de la Comisión Técnica de los Montes y la Industria Forestal del Instituto de racionalización del trabajo, Consultor de la NASA, Secretario de la Comisión de Estudios (más tarde Comisión de Régimen Docente) de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Vocal en grupos de trabajo en la Comisión Española de Grandes Presas y Jefe del Departamento de Botánica de la E.T.S.I.M. En 1971 se publicó su libro Árboles y arbustos de la España Peninsular, que desde entonces ha sido reeditado numerosas veces y que ha constituido un libro básico para profesionales y alumnos de ingeniería de montes, agronómica, forestal, biólogos, farmacéuticos, arquitectos, paisajistas, industriales de la madera y público amante de la Naturaleza. En un viaje que realizó a Barcelona le acompañé a que entregara uno de los primeros ejemplares de dicha obra al
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Profesor Ramón Margalef, quien después de examinarla detenidamente, hizo grandes elogios de ella. Nos recibió en su despacho de la plaza de la Universidad, que entonces era de muy reducidas dimensiones y estaba repleto de libros y legajos, hasta el punto de que casi no se podía entrar en él. Nos quedamos asombrados de cómo trabajaba un sabio de la Ecología, reconocido como tal en todo el mundo, como era el Profesor Margalef. Afortunadamente, años más tarde, en la nueva Facultad de Biológicas de la Diagonal, ya contaba con una más adecuada instalación. Juan ha sido también Consultor de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, realizó para la D. G. de Obras Hidráulicas un programa de Investigación y Ensayo de Restauración de Áreas Críticas en las cuencas de los embalses de Benínar y del Almanzora, dirigió un estudio de Estabilización de Cauces en las cuencas receptoras de los embalses de Negratín, Canales y Colomera, actuó como Consultor con el Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) para la elaboración del Plan Forestal de Andalucía; dirigió, también para el IARA, un Programa de Investigación y Ensayo de Restauración de Áreas Críticas y Manejo de Masas Forestales Artificiales de las cuatro provincias de Andalucía Oriental. DEDICACIÓN EXCLUSIVA A LA CÁTEDRA Desde el 1º de marzo de 1983 continuó explicando sus clases, con ejemplar asiduidad y puntualidad, atendiendo a los alumnos que requerían su ayuda, participando como Profesor en diversas jornadas y simposios, así como en varios cursos master y otros de postgrado. Las clases las preparaba escrupulosamente y resultaban muy amenas y didácticas. Para recoger el material de flora para los exámenes, salía él personalmente al campo a elegirlo, recolectarlo y transportarlo desde distintos montes de las provincias cercanas a Madrid hasta la Escuela. Los viajes de prácticas los planificaba cuidadosamente y buscaba toda clase de ayudas para que resultaran lo más provechosos posible para los alumnos y, a la vez, lo más agradables para ellos. Cuando disponía de tiempo libre, se dedicaba a seguir recorriendo los montes de las provincias españolas, tomando notas y recogiendo plantas para su herbario. No creo que nadie en nuestro país haya recorrido todos los montes con la asiduidad y constancia con que lo ha hecho el Profesor Ruiz de la Torre. Como tiene una memoria fabulosa recuerda datos topográficos, de vegetación y de cualquier tipo de los distintos lugares de España. EL MAPA FORESTAL DE ESPAÑA En 1985, por encargo del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ICONA), realizó la planificación de un mapa forestal actualizado de España. Entre 1986 y 1997 dirigió y participó activamente en los trabajos de campo y elaboración de las minutas de este mapa, basado en fotografías aéreas a diferentes escalas, según la fragosidad del terreno. La abundante información obtenida a escala 1:50.000 se pasó a la Base de Datos Informática del Área de Cartografía e Inventario del ICONA, donde ha quedado archivada y preparada para su permanente actualización. Está disponible para salidas gráficas automáticas en color con informaciones par-
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ciales seleccionadas, constituyendo la mayor fuente española de información sobre nuestro paisaje y cubiertas vegetales. El Mapa Forestal, a escala 1:200.000, comenzó a publicarse en la década de los noventa, cuando apareció su Memoria General en la que el Prof. Ruiz de la Torre explicaba la concepción y diseño de este trabajo, sus fundamentos, filosofía, finalidad, dinámica de vegetación y ecología del paisaje y descripción de los elementos del mapa. Incluía también dos vocabularios de términos técnicos, preparados por el autor. Sucesivamente fueron publicándose las noventa y dos hojas del mapa, acompañadas con sus respectivas memorias. Esta ingente obra terminó de editarse en el año 2000. En el año 2002 se publicó la memoria y plano del Mapa Forestal de España a escala 1:1.000.000, de más fácil manejo que el de escala 1:200.000 y capaz de proporcionar «una visión de conjunto, a la vez que suficiente detalle para su escala, para relacionar las cubiertas de los puntos visitados con otras análogas, o bien ponderar las semejanzas o diferencias de vegetaciones entre diferentes regiones o comarcas, apreciar las distribuciones de especies principales o dominantes y tipos mixtos, así como el estado de las cubiertas en la época de toma de datos de campo (1986-1997)», como el propio autor explica en el preámbulo de la publicación. Otro de los logros de este Mapa Forestal fue la creación de un grupo de forestales que se hicieron grandes especialistas en la materia y que hoy enseñan en distintos centros universitarios o ejercen cargos importantes en varias comunidades autónomas. JUBILACIÓN Durante el curso 1997 - 1998 cumplió los 70 años, por lo que al finalizar el mismo se jubiló en la cátedra que desempeñaba, aunque poco después fue nombrado Catedrático Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid. Su actividad desde ese momento se centró en las clases de doctorado que le encomendaron, en completar y terminar de ordenar el herbario, que cedió a la Escuela, en participar en varios cursos y tribunales de oposiciones y concursos, desempeñar distintas asesorías y dar conferencias. También ha participado muy activamente en la preparación del diccionario de términos forestales recientemente editado y dirigió y escribió la parte fundamental de las publicaciones «La cubierta vegetal en el Camino de Santiago» y del «Atlas forestal de España» y ha sido autor exclusivo de otras muchas publicaciones. Al disminuir sus obligaciones y disponer de más tiempo, se pudo permitir ampliar y profundizar en sus estudios sobre las Sagradas Escrituras. La convalecencia de una grave operación a la que tuvo que ser sometido le sirvió para ampliar sus estudios sobre el hebreo antiguo y actual. Me maravillaba ver los muchos cuadernos que llenaba con caracteres hebraicos, perfectamente caligrafiados. Al siglo siguiente de publicarse Árboles y arbustos de España peninsular ha salido a la luz su versión ampliada Flora mayor en la que no sólo se describen las especies, sus localizaciones y las propiedades o aplicaciones de sus productos, sino que también se incluyen, para las principales plantas, noticias, curiosidades y referencias de toda clase, fruto del conocimiento del autor sobre el medio natural español, el
contacto que ha mantenido con los hombres del campo y su extensa cultura, y que enriquecen el texto con detalles que no pueden encontrarse en otros que tratan del mismo tema. Si Árboles y arbustos tuvo una gran aceptación general y resultó fundamental para la formación de los técnicos forestales, mucho más lo será este nuevo texto, que sin duda se convertirá en obra maestra de nuestra literatura forestal. RELACIÓN CON LOS MIEMBROS DE SU PROMOCIÓN Juan fue el representante, ante la dirección y profesores de la Escuela, de la promoción que acabó en el año 1953. Al terminar la carrera ha seguido siendo nuestro coordinador y el referente común, por decisión de todos y con cierta resistencia por su parte, pues es la persona que conozco a la que menos le guste mandar, figurar o ser protagonista. Sin embargo, sus cualidades personales han hecho que todos los compañeros le hayamos siempre considerado nuestro líder indiscutible. Así ha organizado periódicamente comidas y celebraciones, a las que hemos acudido con nuestras mujeres, haciendo Conchita de amable anfitriona. Hemos viajado toda la promoción a Tenerife, Gerona, Barcelona, Tarragona, Cuenca y Marbella. Nos ha reunido en misas de sufragio por los compañeros desaparecidos. A pesar de lo precioso que es su tiempo, no ha dudado en dedicar muchas horas en repasar y corregir trabajos que iban a publicar sus compañeros. En esto yo he sido beneficiado de manera especial. ` BIBLIOGRAFÍA DE JUAN RUIZ DE LA TORRE El repaso de los títulos de sus publicaciones puede reflejar la ingente labor que ha llegado a desarrollar. Consciente de que no podrá ser completa la lista, relaciono algunos de sus principales títulos: EL MATORRAL DE LA YEHALA. Instituto de Estudios Africanos del CSIC. Madrid, 1955. LA VEGETACIÓN NATURAL DEL NORTE DE MARRUECOS Y LA ELECCIÓN DE ESPECIES PARA SU REPOBLACIÓN FORESTAL. Centro de Investigaciones y Experiencias Forestales de Larache. Larache, 1956. LA VEGETACIÓN NATURAL DEL NORTE DE MARRUECOS. Notes Marocaines, Nº 9-10. Revista de la Société de Géographie du Maroc. Rabat, 1957. POSIBILIDAD DE UTILIZACIÓN DEL Tamarix aphylla EN LAS ZONAS ÁRIDAS DEL SURESTE DE ESPAÑA. Instituto de Hidrología del CSIC y Confederación Hidrográfica del Sur de España. Málaga, 1965. LA EUTROFIZACIÓN DE LAS AGUAS SUPERFICIALES. Instituto de Hidrología del CSIC y Confederación Hidrográfica del Sur de España. Málaga, 1966. REPOBLACIÓN DE RIBERAS Y MÁRGENES DE EMBALSES: ELECCIÓN DE ESPECIES. Confederación Hidrográfica del Sur de España. Málaga, 1966. MEDIDA DE APORTACIONES SÓLIDAS - RECONOCIMIENTO BATIMÉTRICO DE EMBALSES. Instituto de Hidrología del CSIC y Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1967. CONSIDERACIÓN SOBRE EL CLIMA Y VEGETACIÓN DE LAS SIERRAS DEL SURESTE DE ESPAÑA. Instituto de Hidrología. Madrid, 1967.
NOTAS SOBRE LA FLORA FORESTAL DEL SURESTE DE ESPAÑA. Instituto de Hidrología. Madrid, 1967. RELACIÓN DE ESPECIES LEÑOSAS ESPAÑOLAS. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1968. ÁRBOLES Y ARBUSTOS DE ESPAÑA PENINSULAR. IFIE y ETSIM. Madrid, 1971. LOS MONTES. Dentro del libro SIERRA NEVADA de P. M. Ferrer. Granada, 1971. INVESTIGACIÓN TEÓRICA DE FREATÓFITOS. Aportación al I Simposio Nacional de Farmabotánica. Instituto de Hidrología. Elche, 1971. MIXING WATERS OF DIFFERENT ORIGIN IN DISTRIBUTION SYSTEMS. En colaboración con F. Troyano y J. Oromí. Proceedings of the ninth International congress of Water Supply Association. New York, 1972. ACONDICIONAMIENTO Y UTILIZACIÓN DE LAS BANDAS PERIFÉRICAS DE LOS VASOS DE EMBALSE. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1972 SIGNIFICACIÓN DE LOS PINARES XERÓFILOS. Vida Silvestre nº 6. ICONA. Madrid, 1973. ESTADO ACTUAL DE LA ALBUFERA DE VALENCIA. Boletín de Información del Ministerio de Obras Públicas nº 183. Madrid, 1973. LA TÉCNICA FORESTAL Y LAS OBRAS HIDRÁULICAS. Revista HIDROLOGÍA. Instituto de Hidrología del CSIC. Madrid, 1973. LA SIGNIFICACIÓN DE NUESTROS ÁRBOLES SILVESTRES. ETSIM. II Día Forestal Mundial. Madrid, 1973. RELATONSHIP BETWEEN LIMNOLOGICAL CONDITIONS AND WATERSHED FEATURES: A SURVEY. En colaboración con J.L. Ortiz Casas, J. Avilés García y R. Peña Martínez. First World Congress on Water Resources. New York, 1973. MEMORIA DESCRIPTIVA DEL VIAJE REALIZADO A LA ZONA AFECTADA POR LAS LLUVIAS TORRENCIALES DE LOS DÍAS 18 Y 19 DE OCTUBRE DE 1973. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1973. INFORME SOBRE LOS EFECTOS DE LAS LLUVIAS DE LOS DÍAS 18 Y 19 DE OCTUBRE DE 1973 EN EL SURESTE DE ESPAÑA, DESDE EL PUNTO DE VISTA SEDIMENTOLÓGICO. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1973. PANORAMA DE LAS APLICACIONES EN ECOLOGÍA. Grandes Dilemas Ambientales. Centro de Perfeccionamiento Profesional y Empresarial del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid, 1974. LA EROSIÓN EN EL SURESTE DE ESPAÑA A CONSECUENCIA DE LAS LLUVIAS TORRENCIALES DE LOS DÍAS 18 Y 19 DE OCTUBRE DE 1973. Comisaría Central de Aguas y CEDEX. Madrid, 1974. CONSIDERACIONES SOBRE Teucrium oxylepis F.Q. En colaboración con J. Ruiz del Castillo. Naturalia Hispanica nº 1. ICONA. Madrid, 1974. TEUCRIA MALAGUEÑOS DE HOJAS VERTICILADAS. Boletín de la Estación Central de Ecología nº III-5, ICONA. Madrid, 1974. EL AMARGUILLO DE LA SIERRA DEL CONJURO (GRANADA) Y LA POSICIÓN SISTEMÁTICA DE Teucrium compactum Clem. En colaboración con J Ruiz del Castillo. Trabajos de la Cátedra de Botánica, ETS de Ingenieros de Montes. Madrid, 1974.
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MEDIDA DE PÉRDIDAS DE SUELO EN CÁRCAVAS, EN EL SURESTE DE ESPAÑA. En colaboración con R. Peña Martínez. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1974. ASPECTOS AMBIENTALES DE LOS ESQUEMAS DE BOMBEO DE USO MÚLTIPLE. Instituto de Hidrología del CSIC y Centro de Estudios Hidrográficos. Publicación del seminario sobre esquemas de bombeo de uso múltiple. Madrid, 1974. NOTAS SOBRE FLORA Y VEGETACIÓN EN ESPAÑA. En colaboración con J. Ruiz del Castillo. BOLETÍN DE LA ESTACIÓN CENTRAL DE ECOLOGÍA, nº III-6. ICONA. Madrid, 1974. CAUDALES SÓLIDOS EN LAS TORMENTAS DE OCTUBRE DE 1973 EN EL SURESTE DE ESPAÑA. En colaboración con R. Peña Martínez. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1974. ORDENACIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS. HIDROLOGÍA, Revista del Instituto de Hidrología del CSIC. Madrid, 1975. INVENTARIACIÓN DE FREATÓFITOS EN EL SURESTE DE ESPAÑA EN 1975. En colaboración con R. Peña Martínez. Centro de Estudios Hidrográficos. Madrid, 1975. LA SALINIDAD EN LOS RÍOS ESPAÑOLES. En colaboración con E. Rodríguez Paradinas. Comisión Nacional de Geodesia y Geofísica. Madrid, 1975. LA SEDIMENTACIÓN EN LOS EMBALSES ESPAÑOLES. Comisión Nacional de Geodesia y Geofísica. Madrid, 1975. LA EUTROFIZACIÓN EN LOS EMBALSES ESPAÑOLES. En colaboración con J. Avilés García. Comisión Nacional de Geodesia y Geofísica. Madrid, 1975. EROSION IN FEEDING BASINS OF SPANISH RESERVOIRS: ITS INFLUENCE ON DAMS. En colaboración con J.L. Ortiz Casas y J. M. Varela Nieto. International Commission on large dams, proceedings of the 12th Congress (México). París, 1975. NOTAS DE FLORA BÉTICA. En colaboración con J.L. González Rebollar, J.F. Muñoz Garmendia, A. Rigueiro Rodríguez y C. Soriano Martín. Trabajos de la Cátedra de Botánica II. ETSIM. Madrid, 1975. PAISAJE VEGETAL DE LAS SIERRAS DE SEGURA Y CAZORLA. En CAZORLA Y SEGURA. Instituto de Estudios Giennenses. Jaén, 1975. LA SELVICOLTURA NATURALISTICA NELL’AMBITO DELL’ASSESTAMENTO ECOLOGICO DELLA REGIONE MEDITERRANEA. Collana Verde nº 46. Ministero dell’Agricoltura e delle Foreste. Roma, 1977. ESPECIES DOMINANTES EN LA VEGETACIÓN ESPAÑOLA PENINSULAR. Boletín de la Estación Central de Ecología, VI-11. ICONA. Madrid, 1977. METODOLOGÍA Y CODIFICACIÓN PARA EL ANÁLISIS DE LA VEGETACIÓN ESPAÑOLA. En colaboración con J. Ruiz del Castillo. Trabajos de la Cátedra de Botánica III. ETSIM. Madrid, 1977. IMPRESIONES BOTÁNICAS DE UN VIAJE A ORIENTE. Itinera Botanica 1. ETSIM. Madrid, 1977. LA BIOTA DEL GUADALQUIVIR Y SU CUENCA. En GUADALQUIVIRES, publicación del cincuentenario de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Sevilla, 1977. GESTION DES PETITS BASSINS VERSANTS. IDRIOTECHNICA. Roma, 1978.
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MAPA FORESTAL DE ESPAÑA en escala 1:200.000, compuesto por una Memoria General y 92 unidades cartográficas, cada una de ellas con su correspondiente tomo de Memoria. Trabajo diseñado, dirigido y, en gran parte escrito, por el Prof. Ruiz de la Torre, con el que colaboró un numeroso equipo, instruido por él. ICONA. Madrid, 1990 a 2000. LA VEGETACIÓN EN EL CAMINO DE SANTIAGO. Con la colaboración de J.J. Nicolás y C. López Leiva. Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Madrid, 1999. BOTÁNICA POPULAR. INTRODUCCIÓN A LA DEMOBOTÁNICA. Fundación Conde del Valle de Salazar. Madrid, 2000. VEGETACIÓN, COBERTURA FORESTAL Y OBRAS HIDRÁULICAS. En LAS OBRAS HDRÁULICAS Y EL MEDIO AMBIENTE. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid, 2001 NATURALEZA Y CULTURA POPULAR. Junta de Andalucía, Consejería de Medio Ambiente. Sevilla, 2002. ATLAS FORESTAL DE ESPAÑA. Con la colaboración de J.J Nicolás, Fernando Gil y otra serie de forestales. TRAGSA. Madrid, 2002. MAPA FORESTAL DE ESPAÑA en escala 1:1.000.000. Con un equipo de colaboradores dirigido por el Prof. Ruiz de la Torre. Madrid, 2002. FLORA MAYOR. Organismo Autónomo Parques Nacionales. Dirección General para la Biodiversidad. Madrid, 2006. Además ha prologado trabajos de otros autores, ha preparado apuntes de temas botánicos, geobotánicos y ecológicos para distintos cursos y seminarios, aparte de pronunciar conferencias y clases magistrales que fueron después reproducidas gráficamente. `
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LEGISLACIÓN Forestal y del Medio Natural Sección elaborada por:
José Luis Bordons Escobar y Margarita Hernández Mor
EL CÓDIGO TÉCNICO DE LA EDIFICACIÓN (CTE)
El 6 de mayo de 2000 entró en vigor la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (LOE). La Ley «tiene por objeto regular en sus aspectos esenciales el proceso de la edificación, estableciendo las obligaciones y responsabilidades de los agentes que intervienen en dicho proceso, así como las garantías necesarias para el adecuado desarrollo del mismo, con el fin de asegurar la calidad mediante el cumplimiento de los requisitos básicos de los edificios y la adecuada protección de los intereses de los usuarios». En su Disposición Final Segunda, la LOE autoriza al Gobierno para la aprobación de un marco normativo, el Código Técnico de la Edificación, que establezca las exigencias que deben cumplir los edificios en relación con los requisitos básicos de seguridad (estructural, en caso de incendio y de utilización) y habitabilidad (higiene, salud y protección del medio ambiente, protección contra el ruido, ahorro de energía y aislamiento térmico). Se trata de un código basado en el concepto de las prestaciones u objetivos, en el que se establecen explícitamente los objetivos y el modo de alcanzarlos, sin obligar al uso de un procedimiento o solución determinados. Está previsto incluir los requisitos de accesibilidad, según lo establecido en la Ley 51/2003, sobre Igualdad de Oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal para las personas con discapacidad. El Código tiene dos partes diferenciadas. En la primera parte se fijan las disposiciones generales y las condiciones técnicas y administrativas que deben cumplir las obras de edificación. Además, en esta parte se enuncian las llamadas Exigencias Básicas que desarrollan los Requisitos Básicos, y que en número representan: dos para seguridad, seis sobre seguridad en caso de incendio, ocho de seguridad de utilización, cinco de higiene, salud y protección del medio ambiente, una de protección frente al ruido y cinco de ahorro de energía. En esta parte, el Código define además el proyecto y los llamados «Documentos Reconocidos». La segunda parte del Código la componen los Documentos Básicos, DB, de carácter reglamentario y que ofrecen a los proyectistas una serie de métodos y soluciones que se considera cumplen las exigencias del Código. El nuevo marco normativo, por lo tanto, sigue dando la seguridad
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jurídica que demandan los técnicos, aunque permite la innovación. Los Documentos Básicos, al ceñirse a dar respuesta a cada uno de los seis requisitos básicos establecidos por la LOE, podría decirse que son seis, uno por cada requisito. Sin embargo, el requisito básico de seguridad estructural tiene una peculiaridad. Como se verá más adelante, al glosar estos DB, la parte estructural del Código se compone de un conjunto de documentos comunes (seguridad estructural, acciones y cimentaciones) y un documento por cada tipología constructiva contemplada (acero, madera, fábricas de ladrillo y bloques). En esta primera versión del Código no existe un documento sobre estructuras de hormigón, por lo que se hace una referencia a la normativa española de hormigón estructural, EHE, que contempla en su ámbito todo tipo de obras de construcción, incluidas las de edificación.
• EL REGISTRO GENERAL DEL CÓDIGO
Para crear un marco de fomento de la calidad se creará el Registro General del Código en el que se inscribirán y harán públicos, además de los documentos reconocidos, los distintivos de calidad u otras evaluaciones técnicas de carácter voluntario que contribuyan al cumplimiento del Código.
• CAMBIOS EN EL ÁMBITO DE LA SEGURIDAD ESTRUCTURAL La normativa actual relacionada con las estructuras de edificación (NBE-AE, NBE-EA y NBE-FL), a excepción de la Instrucción de Hormigón estructural (EHE) de 1998, y de la normativa de construcción sismorresistente NCSE2002, es incompleta y en muchos casos ha devenido obsoleta. El Documento Básico DB-SE se organiza en dos conjuntos de documentos. En el primero se establecen las Bases de Cálculo y las Acciones que deben considerarse en el proyecto. El segundo grupo comprende una serie de documentos donde se detallan los aspectos específicos de cada material o tipo estructural: Documento DB-SE-AE sobre Acciones en la Edificación, Documento DB-SE-C sobre Cimentaciones, Documento DB-SE-A sobre Estructuras de Acero, Documento DB-SE-F sobre Estructuras de Fábrica y Documento DB-SE-M sobre Estructuras de Madera.
• CAMBIOS EN EL ÁMBITO DE LA SEGURIDAD EN CASO DE INCENDIO El Documento Básico DB-SI de Seguridad en caso de Incendio sustituye a la NBE CPI/96. Establece las condiciones de reacción y de resistencia al fuego que deben cumplir los elementos constructivos, conforme a los nuevos sistemas de clasificación armonizados en el ámbito europeo (euroclases), como consecuencia de la aplicación de la Directiva 89/106/CE sobre productos de construcción, abandonando los anteriores sistemas nacionales de clasificación. El DB-SI facilita métodos simplificados de cálculo y tablas de especificaciones para calcular la resistencia al fuego de las estructuras, regula las características que deben cumplir las fachadas, con el fin de limitar el riesgo de propagación del fuego por el exterior del edificio, así como los acabados exteriores de las cubiertas ante la acción de un fuego exterior y establece requisitos específicos para edificios de pública concurrencia. • CAMBIOS EN EL ÁMBITO DE LA SEGURIDAD DE UTILIZACIÓN El CTE busca regular, mediante el DB-SU, la seguridad de utilización en relación con los accidentes que se producen en su uso normal, es decir, cuando éstos y sus elementos se utilizan para lo que fueron proyectados (sin pretender regular el uso malintencionado o imprudente de edificios y determinados elementos como barandillas). Para la elaboración del documento de seguridad de utilización del Código Técnico se han identificado y se regulan los siguientes riesgos en los edificios: Caídas, que pueden producirse por resbalones, discontinuidades en el pavimento, cambios de nivel, diseño de escaleras y rampas o durante las tareas de limpieza de los acristalamientos exteriores. Impacto o atrapamiento con elementos del edificio Aprisionamiento en recintos Accidentes derivados de una iluminación inadecuada Accidentes derivados de situaciones con alta ocupación Ahogamiento en piscinas, depósitos, pozos y similares Accidentes derivados de la presencia de vehículos en movimiento Accidentes derivados de la acción del rayo Más que imponer nuevas limitaciones al diseño, debe entenderse que la aplicación del DB-SU va a obligar a modificar determinadas pautas (incluso modas) de diseño que venían traduciéndose en riesgos cada vez mayores para los usuarios de los edificios, como es el caso de las barandillas y defensas inadecuadas o inexistentes, de los suelos excesivamente resbaladizos en zonas públicas, de las escaleras cuyo diseño aumenta el riesgo de caídas, de las ventanas y superficies acristaladas cuya limpieza exterior resulta peligrosa, de los elementos constructivos salientes o en voladizo contra los que las personas pueden chocar, etc. • CAMBIOS EN EL ÁMBITO DE LA SALUBRIDAD
El documento de Salubridad, DB-HS, en sus distintas secciones, trata de afrontar diversos problemas de la edificación en España que afectan a la higiene y salud de las personas y a la protección del medioambiente en el edificio o construcción en general. Se abordan los problemas de humedad en los edificios, tanto sobre rasante como bajo rasante. También se regulan las instalaciones de suministro de agua y de evacuación, la ventilación y la eliminación y gestión de residuos generados en los edificios.
• CAMBIOS EN EL ÁMBITO DE LA PROTECCIÓN FRENTE AL RUIDO La normativa actual vigente sobre condiciones acústicas en los edificios, NBE-CA-88, únicamente regulaba el aislamiento acústico, dejando otros aspectos también importantes sin regular. En el documento básico de protección contra el ruido, DBHR, además del ruido aéreo y de impactos se incluye la regulación del ruido reverberante excesivo, cuantificando el tiempo de reverberación de recintos donde la comunicación verbal es fundamental. Además establece una guía de buenas prácticas constructivas y métodos para minimizar la transmisión de ruido y vibraciones provocados por éstas. En el DB-HR del CTE se han expresado las exigencias de aislamiento a ruido aéreo y a ruido de impactos mediante parámetros verificables en una medición in situ, y se han aumentado sus niveles de aislamiento, ya que se considera que una solución de aislamiento es el conjunto de todos los elementos constructivos que conforman un recinto (tabiques, elemento separador, forjados, fachadas y cubiertas) y no sólo el elemento de separación entre recintos. Es un nuevo enfoque que surge de la necesidad de eliminar el ruido de flancos. • CAMBIOS EN EL ÁMBITO DEL AHORRO DE ENERGÍA
El nuevo Documento Básico DB-HE de ahorro de energía del CTE tiene como objetivo conseguir un uso racional de la energía necesaria para la utilización de los edificios, reduciendo su consumo energético y utilizando para ello fuentes de energía renovable. En relación con la demanda energética del edificio, el código, en su DB-HE, establece unas limitaciones que conducen a unas demandas contenidas y para ello propone dos opciones. Con la denominada opción simplificada, basada en un control indirecto de la demanda energética del edificio, se limitan los parámetros característicos de los cerramientos y particiones que componen su envolvente térmica. Para los casos más frecuentes de viviendas, éste será el camino más sencillo de poder cumplimentar las exigencias. Con la opción general, mucho más precisa, se evalúa la demanda energética del edificio mediante la comparación de ésta con la correspondiente a un edificio de referencia que define la propia opción. Ello requiere unos cálculos más complejos pero de gran precisión que generalmente sólo será necesario realizar para determinados edificios de uso terciario. Para facilitar estos cálculos podrá utilizarse un programa informático denominado «Limitación de la Demanda Energética», LIDER, y tendrá la consideración de documento reconocido del CTE, estando disponible al público para su libre disposición. En ambas opciones se limita la presencia de condensaciones superficiales y en el interior de los cerramientos y se limitan las pérdidas energéticas debidas a las infiltraciones de aire. El objetivo del documento es una reducción media de la demanda de calefacción en un 25% en relación con la situación actual. El documento igualmente trata la eficiencia energética de las instalaciones de iluminación e incorpora la obligación de disponer un sistema de control que optimice el aprovechamiento de la luz natural. Por último, el documento establece que, para el calentamiento del agua caliente sanitaria, habrá que instalar paneles solares de baja temperatura que cubran una parte de las necesidades energéticas y que en los edificios con alto consumo de energía eléctrica se incorporaren paneles fotovoltaicos que produzcan electricidad para uso propio o suministro a la red. `
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Seminario Internacional de Restauración de Ríos El pasado 19 de Septiembre tuvo lugar el seminario internacional sobre Restauración de Ríos, organizado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad Politécnica de Madrid. Con él se creó un foro de discusión, abierto a todos los asistentes, sobre las alternativas de gestión y posibilidades de restauración de los ríos. La visión de un selecto grupo de investigadores del más alto nivel científico sobre el tema de ecología y restauración fluvial, así como la puesta en común de las opiniones y experiencias de los diferentes grupos sociales y administraciones con competencias en los temas del agua, aportó directrices y estrategias que facilitan una gestión más sostenible de los ríos en España, así como su restauración y conservación. Se presentó la guía metodológica para la restauración de los ríos en España. Más información en www.restauracionderios.com
Actualmente, la casi totalidad de estos terrenos de propiedad municipal son gestionados por la Generalitat Valenciana, prácticamente al margen del resto de la planificación territorial municipal, lo que impide que los ayuntamientos tengan capacidad de decisión sobre la gestión de sus terrenos forestales. Esta asociación engloba entidades locales de todos los colores políticos y pretende ser, en palabras de su primer presidente, el Alcalde de Enguera, Santiago Arévalo, «un espacio donde los municipios asociados puedan tener una postura común en cuanto a la gestión de sus terrenos forestales, y además tengan capacidad de decidir qué modelo de paisajes y ecosistemas quieren para sus municipios, puesto que son la población que vive en él y la que mejor entiende las necesidades de sus montes». Quieren así que sus montes estén integrados dentro de una planificación global municipal que cumpla las premisas de gestión forestal sostenible y el enfoque «abajo-arriba» que promulga el principio de subsidiariedad de las políticas ambientales de la Unión Europea, por el que se establece que sean los habitantes de una zona los que decidan cómo gestionar sus recursos. Los municipios fundadores de esta Asociación, pionera en España, son: Cinctorres, Forcall, Morella, Villafranca, Sinarcas, Jarafuel, Gestalgar, Sot de Chera, Enguera, Vallada, Mogente, Pinet, Xixona y Xàbia. Y se tienen acuerdos plenarios de adhesión, a ratificar en la próxima Asamblea General, de tres Ayuntamientos más.
Nace la «Asociación de Municipios Forestales de la Comunitat Valenciana» Crean un nuevo tipo El 19 de septiembre de 2006 se de papel mediante celebró la 1ª Asamblea General de la «Asociación de Municipios Foresta- Biorefinería de les de la Comunitat Valenciana». Catorce ayuntamientos de las tres pro- materias primas vincias han decidido dar el paso para crear esta plataforma, con el fin de vegetales establecer los mecanismos que permitan un mayor protagonismo de las administraciones locales en la gestión de sus terrenos forestales, que representan un tercio del total de la superficie forestal de la Comunitat.
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«Biorefinería de materias primas alternativas a las convencionales. Obtención de pasta celulósica y otros productos de fraccionamiento» es el
título del proyecto que acaba de concederle el Ministerio de Educación y Ciencia a la Universidad de Huelva. El investigador principal es Francisco López Baldovín, profesor del Departamento de Ingeniería Química, Química Física y Química Orgánica. Este estudio, que tiene como objetivo principal la obtención de pasta celulósica para la producción de papel utilizando especies de vegetales no madereros, contará con la colaboración del grupo de científicos de Ingeniería Agroforestal de La Rábida. Los científicos estudiarán la biorefinería integral del material vegetal. Es decir: realizarán la fragmentación de especies no madereras de Leucaena, Paulownia y Arundo donax, especialmente significativas por sus características agronómicas e industriales, con el fin de obtener una serie de productos con valor comercial e industrial. También se pretende recuperar los reactivos (disolventes orgánicos) que se utilicen durante el proceso. Para ello se emplearán en todo momento tecnologías limpias, respetuosas con el medio ambiente, por lo que la contaminación que se puede generar es prácticamente nula. Por otra parte, la especie vegetal no es explotada para un solo uso, como lo suelen hacer las tradicionales industrias papeleras, sino que además de papel se producirán otros potenciales productos, como por ejemplo, compost, energía, lignina que se utiliza como adhesivo, u oligómeros con aplicación en alimentación, entre otros. Fuente: Andalucía investiga
II Plan integral de prevención de Incendios Forestales: Selvicultura preventiva en Castilla y León La Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (FAFCYLE) agrupa a nueve Asociaciones Forestales, una en cada provincia de la
región. En la actualidad cuenta con más de 7.000 socios o «unidades asociativas» (unas 40.000 personas físicas) que aúnan más de 500.000 ha, es decir, alrededor de un 25% de todos los montes particulares de Castilla y León. Esto, unido a más de quince años de experiencia, les permite ser los representantes del sector forestal particular a escala regional y afrontar con solvencia proyectos ambiciosos como el que se presenta. El II Plan Integral de Prevención de Incendios Forestales en Montes Particulares de Castilla y León pretende crear nueve cuadrillas de trabajo (una en cada provincia) que realicen trabajos de selvicultura preventiva en montes particulares con objeto de reducir el riesgo de incendios en las zonas de actuación. La duración inicial del proyecto es de tres años. Más concretamente, las cuadrillas de prevención de incendios que se crean en este proyecto trabajarán en zonas previamente seleccionadas por la gravedad que supongan los incendios, así como por la situación crónica de desempleo en estas zonas; y estarán compuestas por 10 Ingenieros de Montes, 9 Ingenieros técnicos forestales, 45 Peones y 9 Capataces. Entre las actuaciones a realizar se encuentran: la elección de las zonas prioritarias sobre las que actuar, la evaluación de los trabajos selvícolas a realizar, la realización de los trabajos y el posterior seguimiento y control. En la fase de seguimiento y control se comprobará que los trabajos realizados han seguido las especificaciones realizadas y que están cumpliendo los objetivos para los que se definieron. Por medio de esta fase se obtendrá información de gran valor para mejorar los términos generales y particulares de estos Planes y para conseguir una mayor eficacia en el futuro. Los resultados obtenidos en el I Plan de Prevención de Incendios en Montes Particulares serán aplicados en el II Plan con el fin de conseguir una mayor efectividad, operatividad y un mayor logro de los objetivos del mismo. Se trata de un proyecto pionero que en breve se verá respaldado con la firma de un convenio entre Fafcyle y la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
Los científicos logran el primer genoma de un árbol: El Álamo La colaboración de un centenar de científicos de 34 instituciones de todo el mundo ha permitido la descripción del primer genoma completo de un árbol, un álamo, considerado la cobaya de laboratorio de los experimentos forestales. El Populus trichocarpa, la especie de álamo elegida por los científicos para hacer el primer genoma de un árbol, crece muy rápido. Esta característica, por una parte, facilita la experimentación en laboratorio sin tener que esperar mucho tiempo a que crezca, y por otra lo convierte en un árbol muy útil para producir papel, madera o biocombustible. Ésta es la tercera especie vegetal secuenciada, después de la Arabidopsis thaliana (una herbácea también utilizada como modelo de laboratorio) y del arroz, de obvio interés alimentario para millones de personas. Los investigadores, liderados por Gerald A. Tuskan (del Laboratorio Nacional Oak Ridge, EE.UU.) y con una importante participación de instituciones europeas y canadienses, que han trabajado durante cuatro años en el proyecto, han empezado ya a analizar las funciones de algunos de los 45.000 genes del genoma del álamo, como la formación de madera. Por ejemplo, han identificado 93 genes asociados a la producción de celulosa, hemicelulosa y lignina. Los mismos científicos apuntan en su artículo algunas posibles aplicaciones prácticas de su trabajo, como el «desarrollo de fuentes de energía alternativas» y de nuevos enfoques para abordar problemas medioambientales. La nueva información genética puede ayudar a seleccionar las mejores variedades para la explotación a gran escala de estos árboles y a facilitar la obtención de bioetanol a partir de su materia prima. Fuente: El País
La Comisión Europea destinará cerca de 1 millón de euros a proteger a las aves de los tendidos eléctricos Según informó en un comunicado, la Comisión Europea aprobó el pasado 19 de octubre la aportación de cerca de un millón de euros para cofinanciar, a través del programa Life, una iniciativa del gobierno de Murcia destinada a proteger a las aves de los riesgos de los tendidos eléctricos. El proyecto cubrirá el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2010 y su montante total ascenderá aproximadamente a unos 1.800.000 euros, de los que Bruselas aportará la mitad, es decir, 913.000 euros. El Gobierno murciano lleva varios años desarrollando un programa para la corrección de tendidos de líneas eléctricas en zonas de protección especial de aves en la región. El objetivo es supervisar e identificar las áreas prioritarias de actuación para reducir o minimizar los riesgos de electrocución o colisión de las aves amenazadas, entre las que figuran el búho real, el halcón peregrino y el águila real, indicó la Comisión. Para ello «se establecerán acuerdos de cooperación con las principales compañías eléctricas» y se desarrollará una legislación específica con objeto de garantizar la puesta en marcha de medidas preventivas en el diseño e instalación de los nuevos tendidos. Además, se ofrecerán cursos de formación a los técnicos y otros profesionales de la Consejería de Medio ambiente para que apliquen las acciones adecuadas, conforme a la normativa regional. Todo ello se completará con acciones de información para concienciar a los ciudadanos sobre esos peligros. Fuente: www.agroinformación.com
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El nuevo canon ecológico vasco sobre el consumo de agua entrará en vigor en enero de 2008 El nuevo canon ecológico que recoge la Ley de Aguas aprobada el pasado mes de junio por el Gobierno vasco, entrará en vigor en enero de 2008, al mismo tiempo que la Agencia Vasca del Agua. El dinero que se recaude con este canon, que gravará los consumos por encima de los 130 litros por persona y día en el ámbito doméstico, servirá para financiar obras de restauración de cauces y de mejora ambiental. Este nuevo tributo se incluirá en las facturas cuando en los domicilios se consuman más de 130 litros por persona y día, un límite que coincide con la media de gasto de los hogares de la comunidad autónoma. Aunque la Ley de Aguas se aprobó en junio de 2006, su entrada en vigor se producirá el próximo 19 de enero. A partir de ese momento, hay un año de plazo para desarrollarla por medio de decretos. Dentro de ese desarrollo reglamentario, lo más importante es la creación de la Agencia Vasca del Agua y la puesta en marcha del canon ecológico. El canon es novedoso, diferente al resto de tasas y tarifas que hay ahora. Fuente: ASPAPEL e IPE
Medio Ambiente envió la versión definitiva del Plan Nacional de Asignación al Consejo de Estado Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, confirmó el pasado mes de octu-
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bre que la versión definitiva del Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión (PNA) sería enviada por vía de urgencia al Consejo de Estado para que lo dictamine. Tras este dictamen pasará al Consejo de Ministros para su aprobación y, posteriormente, será enviado a la CE, que dispondrá de un plazo de análisis de 3 meses. Este envío al Consejo de Estado se producirá en los próximos días aunque el dictamen podría demorarse hasta un mes. España, que se encuentra expedientada por la CE por no aportar datos sobre su Plan Nacional para el periodo 20082012, hizo público el pasado 12 de julio el borrador del citado Plan. Este PNA se enmarca dentro del sistema de comercio de emisiones lanzado el 1 de enero de 2005 y por el que los gobiernos de los países de la UE conceden al año un número determinado de derechos de emisión de CO2 a las instalaciones afectadas en su territorio. Fuente: www.mma.es
Presentación del borrador de los nuevos indicadores de Gestión Forestal Sostenible Tras la sesión del 16 de octubre del Subcomité 2 del Comité Técnico de Normalización 162 de AENOR, sobre Gestión Forestal Sostenible (GFS), se da por finalizada la revisión de los indicadores de GFS a escala finca y a escala regional (Norma 162.000). El documento resultante es un Borrador de las normas que incorpora las mejoras propuestas en la Conferencia Ministerial de Protección de los Bosques para Europa celebrada en Viena 2003, firmadas por el Estado español. Si el Plenario del CTN 162 aprueba el borrador, éste será sometido a información pública en el Boletín Oficial del Estado (BOE), a efectos de que la sociedad pueda opinar. Desde PEFC-España explican que «Estos documentos son fruto del esfuerzo del colectivo forestal que ha
trabajado en su totalidad en un foro abierto, transparente y con el rigor que caracteriza a las normas oficiales UNE».
Aprobada la aportación de 9,8 millones de euros para la recuperación del lince ibérico en Andalucía En un comunicado enviado el 19 de octubre, la Comisión Europea informó también de la aprobación formal de cofinanciar, con una aportación de 9,8 millones de euros, el nuevo plan para la recuperación de las poblaciones de lince ibérico en Andalucía. Este proyecto, que empezó el 1 de agosto de este año y terminará el 30 de julio de 2011, supondrá una inversión total de unos 26 millones de euros, de los que la Comisión aportará el 38%. El programa de reintroducción del lince tiene por objeto contribuir al mantenimiento y estabilización de este felino, considerado el más amenazado del planeta, y fomentar también la recuperación de su principal presa, el conejo. Los resultados esperados con la iniciativa son la recuperación de los ejemplares en Sierra Morena y Doñana, la reducción de la mortalidad no natural (incluida la debida a los atropellos), seguir manteniendo el centro de cautividad en Acebuche y concienciar a la sociedad sobre los peligros que amenazan a la especie. En particular, «se centrará en la estabilización y mantenimiento de las especies existentes, el incremento de los ejemplares, la expansión del área donde se encuentra repartido y el establecimiento de conexiones entre subpoblaciones aisladas», indica el comunicado de la Comisión. Además, propone por vez primera la reintroducción en la naturaleza de individuos aislados criados en cautividad. Del lince ibérico se calcula que sólo sobreviven unos 200 ejemplares, la mayoría (unos 115 animales)
concentrados en las sierras de Andújar y de Cardeña, en Sierra Morena. Además hay otros 50 ejemplares en Doñana, a los que hay que sumar los que se encuentran en cautividad: una veintena en el centro de Acebuche, cinco de ellos hembras reproductoras, y 11 en el zoológico de Jerez de la Frontera. Fuente: www.agroinformación.com
Asemfo y el Ministerio de Medio Ambiente han convocado el Concurso «Proyecto Bosk» El Proyecto Bosk es una iniciativa de la Asociación Nacional de Empresas Forestales (ASEMFO) y de la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente. Tiene como objetivo «enseñar a los niños y niñas de entre 10 y 12 años (6º de Educación Primaria y 1º de Secundaria) qué es el efecto invernadero, qué lo causa, qué efectos tiene el cambio climático y cuál es la función de los bosques en la captación del CO2». Para ello se convocó un «concurso de ideas y mejores prácticas» que ha contado con la participación de 5.000 colegios de toda España y ha involucrado a unas 160.000 personas, entre alumnos y profesores. Miguel Ángel Duralde, presidente de ASEMFO (Asociación que representa al 85% del sector empresarial del sector), señala que «es de vital importancia que actuemos todos contra el Cambio Climático, principal problema del siglo XXI por los efectos que causará sobre nuestro planeta en el futuro. Porque el Cambio es un hecho real que estamos sufriendo ya, y las soluciones están en nuestras manos, actuando de forma responsable, cambiando hábitos de consumo y educando a los más pequeños». En este sentido, el presidente de ASEMFO afirma que «es
muy necesario que los niños descubran la importancia que tiene nuestro medio natural. Los bosques crean riqueza, generan empleo en el medio rural, protegen nuestra biodiversidad y absorben CO2. Su valor contingente, según el Plan Forestal Español, es de 10.000 millones de euros al año». El concurso, cuyo plazo de entrega terminó el 30 de octubre, contaba con tres categorías de premios, en función de la forma de presentación de los trabajos: Redacción ilustrada, dibujos o collage, o presentación multimedia. El Jurado, formado por representantes del Ministerio de Medio Ambiente y de ASEMFO, ha valorado los siguientes aspectos: Formación y sensibilización por medio de actividades específicas (mesas redondas, etc.) dirigidas a promover medidas para reducir las emisiones causantes del efecto invernadero. En segundo lugar, el jurado ha valorado iniciativas que hayan partido de los alumnos sobre reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y hayan sido puestas en marcha en el colegio. Y, por último, acciones llevadas a cabo o proyectadas para la concienciación del entorno cercano al alumno (familias, vecindario, municipio, etc.) sobre la problemática del cambio climático, sus efectos y la función de los bosques como sumideros de carbono. Se entregaron tres premios a cada uno de los trabajos mejor valorados de las tres categorías del concurso, y cada premio ha consistido en una televisión plana, un home cinema y una colección de DVD’s sobre temas medioambientales. La entrega de premios se realizó el pasado 13 de noviembre y recayó en un colegio de Ibiza, por su Collage y presentación Power Point titulados «La tierra tiene fiebre»; en un colegio de Barcelona por su Presentación Multimedia «Creación de un nuevo bosque»; y finalmente en un colegio de Madrid, a su redacción ilustrada «Los niños de hoy haremos el futuro de la Naturaleza». Toda la documentación está recogida en la Web www.proyectobosk.com en la que también, además de noticias e información diversa sobre el proyecto, se ha habilitado un foro para que los participantes puedan intercambiar opinión y experiencias.
Nace la Fundación Edufores, para la educación Medioambiental Forestal Sostenible
La Fundación nace para dar continuidad a un proyecto de educación forestal nacido en 2003 de la iniciativa privada con el apoyo de los ministerios del Medio Ambiente y Educación, y al que se han ido sumando diversas empresas e instituciones, así como varias administraciones regionales. Al acto de presentación de la Fundación, celebrado el pasado 13 de noviembre, asistieron representantes de los Ministerios de Medio Ambiente y Educación, así como distintos representantes de los gobiernos de diversas Comunidades Autónomas (Cantabria, Navarra, País Vasco y Asturias). Estos últimos presentaron las actividades Edufores desarrolladas en sus respectivas Comunidades, y firmaron sendos protocolos de colaboración con la Fundación. La Fundación Edufores tiene como objetivo el desarrollo de materiales e iniciativas de apoyo a la educación y la formación en materia forestal, dirigidas a la sociedad en general y en especial a los más jóvenes, con el propósito de promover una sensibilización ambiental que genere una cultura de respeto y cuidado del bosque. Para llevar el bosque a las aulas, Edufores, en el diseño de sus mate-
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El Bosque y sus productos: desde la Gestión Sostenible hasta el consumo responsable. Certipack Forestal
riales, ha optado por un maletín multimedia, susceptible de ampliaciones y adaptaciones. El primer desarrollo de este maletín, realizado para Educación Primaria, incluye una guía didáctica para el profesor, un CD Rom con actividades y juegos, un cómic, una baraja de productos forestales y un vídeo con el título «Soy el bosque», en el que el propio bosque le cuenta quién es y lo que hace a una niña que acude a visitarlo. A este primer maletín se han ido añadiendo otros materiales como los cuadernos y mapas autonómicos y actividades como el taller para profesores, la exposición itinerante Expo-edufores, las redes de monitores... La Fundación Edufores se sitúa como pionera, a la cabeza de la educación medioambiental forestal en Europa para fomentar el conocimiento, el respeto y el cuidado del bosque en el marco del desarrollo sostenible, con un proyecto que ya tiene un amplio reconocimiento social. Edufores cuenta con la etiqueta de calidad «Wood & Paper. Opportunities for Generations», respaldada por la Comisión Europea, que avala proyectos dirigidos a la juventud y/o al ámbito educativo. Y con el proyecto piloto de ámbito nacional, Edufores obtuvo en 2004, en la modalidad de Educación y Comunicación Ambiental, el Premio de Medio Ambiente que otorgan la consultora Garrigues y el Grupo Recoletos con la colaboración del IESE.
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El pasado 14 de noviembre, en el salón de actos del Ministerio de Medio Ambiente en Madrid, se presentó el Proyecto Certipack Forestal, una campaña de valorización y divulgación de los productos forestales dirigida a los ayuntamientos. El proyecto Certipack Forestal consta de un conjunto de materiales informativos que se enviarán a distintos ayuntamientos de forma gratuita para información de los habitantes de los municipios. El principal objetivo del Certipack es la promoción del bosque y sus productos: materias primas naturales, ecológicas, renovables y reciclables. Mediante esta campaña se pretende también enfatizar el hecho de que la gestión sostenible de los bosques implica su uso racional respetando los usos tradicionales y tiene como principal objetivo mantener y mejorar las condiciones sociales, económicas y ambientales de los Municipios, contribuyendo así al desarrollo rural. El Certipack contiene así mismo información de gran interés para los ayuntamientos en materia de compras verdes, instrumento que en breve se pondrá en marcha para favorecer la incorporación de criterios ambientales en la adquisición de bienes por parte de las Administraciones Públicas. Como se comentó a lo largo del acto, es importante que estas
compras verdes no se conviertan en meras «importaciones verdes», sino que se estimule el mercado local y nacional, para lo cual éste debe estar preparado. El acto fue inaugurado por Dª. Mª Jesús Rodríguez Sancho, Subdirectora General de Política Forestal y Desertización, quién hizo hincapié en promover el uso de la madera frente a otros materiales más agresivos con el medio ambiente. En este sentido también habló Enrique Eraso, Director del Servicio de Conservación de la Biodiversidad en el Gobierno de Navarra, quien aseguró, al exponer el gran avance de la certificación forestal en su comunidad, que «todo esto no serviría de nada si no culminara en la introducción de los productos forestales en el mercado». Josu Azpitarte, coordinador de la Confederación de Forestalistas del País Vasco, fue el encargado de explicar los puntos básicos de la certificación PEFC, en una exposición titulada «Desde la gestión sostenible hasta el consumo responsable: PEFC España». Afirmó que la adaptabilidad del sistema PEFC es la clave de su éxito: «trata de respetar las peculiaridades forestales de cada estado». Y resaltó, como principal beneficio de la certificación, la consolidación de «una imagen positiva del bosque y de la madera, principal resultado de su aprovechamiento». El presidente de Asmadera y de la Asociación Asturiana para la Certificación Forestal Regional, José Enrique García, expuso, contrastando con el buen avance de la certificación en Navarra, País Vasco y Castilla y León, los problemas con los que se encuentran en el Principado. Sin embargo, declaró que «ve la certificación forestal como una oportunidad para los habitantes de las zonas rurales», y afirmó que «el mundo urbano está en deuda con el mundo rural». En esta línea se habló del intento del Ministerio de Medio Ambiente por hacer llegar al bosque la recaudación procedente de los impuestos gravados a quienes contaminan. El acto finalizó con la entrega del Certipack a distintos ayuntamientos y con una promesa: el Certipack es sólo la primera parte de una innovadora iniciativa.
La primera vez que se menciona nuestro ilustre homenajeado en los contenidos de un ejemplar de nuestra Revista es en 1953, época en la que el nombre de la misma era »Montes. Publicación de los Ingenieros de Montes». Así, en la sección «Legislación y Movimiento de Personal» del Nº 52, JulioAgosto de 1953, tras los listados de Jubilaciones, Supernumerarios, Reingresos y Ascensos, aparecen los Ingresos en el Cuerpo de Ingenieros de Montes: D. Juan Ruiz de la Torre encabezando la lista, como primero de su promoción. Tras esta fecha se encuentra su nombre en esta misma sección cada vez que asciende o cambia su destino como miembro del Cuerpo de Ingenieros de Montes a lo largo de su carrera profesional. Como de estos movimientos ya se da cuenta en otros apartados, sólo señalamos aquí un pequeño ejemplo: «Legislación y Movimiento de Personal» del Nº 55, Enero-Febrero de 1954, Juan Ruiz de la Torre es ya Ingeniero Supernumerario. Después de esto se suceden, además de varias colaboraciones con la Revista Montes, una serie de artículos directamente escritos por Ruiz de la Torre. La publicación de estos artículos en la Revista queda recogida en otra sección de este mismo número, por lo que a continuación se enumeran las noticias que, relacionadas con él, aparecen a partir de 2001: «Día Forestal Mundial» del Nº 64, 2º trimestre de 2001: ESCUELAS FORESTALES DE MADRID: HOMENAJE AL PROFESOR RUIZ DE LA TORRE POR SU ACTIVIDAD PROFESIONAL La ETSI de Montes y la EUIT Forestal celebraron el Día Forestal Mundial, el 21 de marzo, después de más de 20 años sin hacerlo. [...] Los actos consistieron en diversas actividades orientadas al conjunto de la ciudadanía, a los niños y al mundo forestal. Como acto institucional tuvo lugar la realización de un homenaje al profesor Ruiz de la Torre, en reconocimiento por su meritoria actividad profesional. El acto homenaje consistió en la entrega de una bandeja conmemorativa y en la plantación de un pinsapo (Abies pinsapo Boiss.), donado por Patrimonio Nacional, en el Arboreto de la Escuela. Acudieron numerosos alumnos y profesores además del Rector de la UPM.
Juan Ruiz de la Torre y la Revista Montes Durante el acto, el Director de la ETSI de Montes pronunció un sentido discurso, tras el cual el homenajeado, con humildad y sencillez, expresó su profundo agradecimiento. Posteriormente tuvo lugar la plantación, tras un breve discurso del Director de la EUIT Forestal.
«Información Colegial» del Nº 75, 1r trimestre de 2004: DISCURSO DE D. JUAN RUIZ EN LA ENTREGA DE DIPLOMAS A LA XLI PROMOCIÓN DE LA EUIT FORESTALES DE MADRID El día 5 de diciembre de 2003 tuvo lugar, en la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid, la entrega de diplomas de la XLI Promoción. [...] El acto contó con una espléndida conferencia impartida por D. Juan Ruiz de la Torre, catedrático de Botánica y profesor emérito de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, y que versó sobre su brillante trayectoria como profesional y de la que resaltamos algunas de las palabras que dirigió a los recién titulados:
«...El campo comienza donde los desconocidos se saludan al encontrarse o cruzarse; la ciudad comienza donde sólo se saludan los conocidos; en la megalópolis no se saludan ni los conocidos; ...» «...A los jóvenes recomiendo que, en la medida en que les sea posible, busquen reunirse asiduamente en grupos variopintos, huyendo de recluirse en conjuntos de compañeros de trabajo o de profesión, con lo que no harán sino prolongar mentalmente el tiempo dedicado al nicho laboral». «...Tenemos un campo y tarea profesionales envidiables y apasionantes. Disfrutemos con nuestro trabajo y busquemos siempre el buen hacer. Hacer todo lo mejor que se pueda, buscar la bondad, no la perfección que, en principio, hemos de considerar inalcanzable». Durante el acto se llevó a cabo la entrega de diplomas y becas, así como de los diferentes premios [...]. «Fue Noticia» del Nº 83, 1er trimestre de 2006: JUAN RUIZ DE LA TORRE Y JOSÉ MANUEL GANDULLO GUTIÉRREZ NOMBRADOS MIEMBROS DE HONOR DEL INSTITUTO DE LA INGENIERÍA DE ESPAÑA El Consejo de Representantes, órgano soberano del I.I.E., reunido el pasado 19 de diciembre, acordó, a propuesta de la Junta Directora, el nombramiento de 16 nuevos Miembros de Honor del Instituto de la Ingeniería de España en el año de su Centenario. De entre los nuevos Miembros de Honor, destacamos el nombramiento de nuestros compañeros José Manuel Gandullo y Juan Ruiz de la Torre, ambos Ingenieros de Montes y catedráticos (de edafología y botánica respectivamente) en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid. Desde la Revista MONTES les damos la enhorabuena por un merecido reconocimiento a su trabajo a lo largo de sus carreras profesionales. `
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Ferias y Congresos EUROFISHING’07. Feria Internacional de la Industria Pesquera Fecha : Del 24 al 27 de enero de 2007
Lugar: Bilbao Exhibition Centre. Bilbao
Organiza: Sinaval. Programa: Evento bienal del sector pesquero, donde se incluye la acuicultura. Información: visisinaval@bec.eu. www.bilbaoexhibitioncentre.com. Tlf. 94 428 54 27/28; Fax: 94 427 72 34.
Ferias y Congresos SIMA 2007 Fecha : Del 4 al 8 de marzo de 2007
Lugar: Paris-Nord, Villepinte (Francia)
Organiza: Exposima. Programa: Salón profesional completo, abarca todas las necesidades en materia de maquinaria, equipos y servicios para la agricultura, la ganadería y el sector forestal, que se distribuirán entre los 6 pabellones. En la zona exterior estará la maquinaria dedicada al mantenimiento rural y forestal. La edición 2007 favorecerá su desarrollo al estar presentes los expositores especializados en madera, energía, biomasa y energías renovables. Información: Sima Exposium, Isabelle Fabre. Tlf. +33(0)1 49 68 52 42. ifabre@exposium.fr. Promosalons España, C/ General Oraá, 26. 28006 Madrid. Tlf. 91 411 95 80. Fax: 91 411 66 99. promosalons@promosalons.es.
Ferias y Congresos 4ª CONFERENCIA INTERNACIONAL SOBRE INCENDIOS FORESTALES Fecha: Del 13 al 17 de mayo de 2007
Lugar: Palacio de Exposiciones y Congresos. Sevilla
Organiza: Ministerio de Medio Ambiente de España, Junta de Andalucía y Comité Internacional de Enlace con las conferencias anteriores. Programa: La Conferencia constará de Sesiones Temáticas, dedicadas a temas generales, y Sesiones Regionales, dedicadas a temas relativos a las distintas Regiones del Mundo, así como Conferencias encargadas a expertos relevantes en el campo de la defensa contra incendios forestales. Cada Sesión será abierta por un ponente que presentará el tema durante 20 minutos. Después habrá presentaciones de 10 minutos y coloquio. Se dedicarán dos Sesiones Plenarias a la Cooperación Internacional, que permitirán elaborar las conclusiones de la Conferencia. Estas sesiones irán acompañadas de una Exhibición Técnica de innovaciones, nuevas tecnologías, productos y métodos relacionados con la defensa contra incendios forestales. Después de los días dedicados a las Sesiones, se organizarán visitas técnicas de duración variable. Información: http://www.wildfire07.es/index_es.html.
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Ferias y Congresos II CONGRESO NACIONAL DE INGENIEROS CONSULTORES Fecha: Del 12 al 13 de marzo de 2007
Lugar: Salón de Actos del CICCP, Madrid
Organiza: Colegio y Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Ministerio de Fomento, Ministerio de Medio Ambiente y Asince-Tecniberia. Programa: El congreso se desarrollará principalmente a través de cuatro mesas redondas: «La oferta del sector de Consultoría», «La demanda en Ingeniería Civil», «I+D+i en la Ingeniería Civil», «Aspectos sociales y económicos. Responsabilidad de la Consultoría en Ingeniería». Y dos conferencias: «Nuevos mercados y oportunidades de Consultores en Ingeniería», y otra conferencia por determinar. Información: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. C/ Almagro, 42. 28010 Madrid. Tlf. 91 308 19 88; Fax: 91 319 08 88. E-mail: 17mga@ciccp.es. Web: www.ciccp.es.
Ferias y Congresos SYMPOSIUM INTERNACIONAL: Presente y Futuro de la Ciencia y la Tecnología del Reciclado de Papel Fecha : Del 24 al 25 de mayo de 2007
Lugar: Bilbao
Organiza: IPE (Instituto Papelero Español), en colaboración con CTP (Centre Téchnique du Papier, Francia) y PTS (Papiertechnische Stiftung, Alemania). Programa: Los temas prioritarios se agrupan en: De papel usado a papel recuperado De papel recuperado a pasta reciclada Soluciones para los residuos del reciclado (Diferentes opciones de valorización, Tecnologías para la valorización energética). Información: Instituto Papelero Español, Avda. de Baviera, 15, bajo. 28028. Madrid. www.ipe.es. Tlf. 91 576 30 03; Fax: 91 577 47 10.
Cursos y Formación Título:
INICIACIÓN A AUTOCAD APLICADO AL SECTOR (MEDIO AMBIENTE, JARDINERÍA, ...)
Organiza: Duración: Lugar: Programa:
Centro de F.P.E. Lorenzo Milani Del 12 al 16 de febrero de 2007 Centro de F.P.E. Lorenzo Milani. Salamanca. Iniciación al dibujo en 2D. Órdenes de dibujo. Órdenes de edición. Líneas y polilíneas. Bloques y atributos. Salida impresa. Órdenes para 3D. Control de Capas y Filtros. Acotación de planos.
Información:
Centro de F.P.E. Lorenzo Milani, Aldehuela de los Guzmanes, s/n. 37193 – Cabrerizos (Salamanca). www.sapiens.ya.com/lorenzomilani; fpalmilani@planalfa.es; Tlf. 923 18 08 31.
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Ferias y Congresos II CONGRESO NACIONAL DE INGENIEROS CONSULTORES Fecha: Del 12 al 13 de marzo de 2007
Lugar: Salón de Actos del CICCP, Madrid
Organiza: Colegio y Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Ministerio de Fomento, Ministerio de Medio Ambiente y Asince-Tecniberia. Programa: El congreso se desarrollará principalmente a través de cuatro mesas redondas: «La oferta del sector de Consultoría», «La demanda en Ingeniería Civil», «I+D+i en la Ingeniería Civil», «Aspectos sociales y económicos. Responsabilidad de la Consultoría en Ingeniería». Y dos conferencias: «Nuevos mercados y oportunidades de Consultores en Ingeniería», y otra conferencia por determinar. Información: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. C/ Almagro, 42. 28010 Madrid. Tlf. 91 308 19 88; Fax: 91 319 08 88. E-mail: 17mga@ciccp.es. Web: www.ciccp.es.
Ferias y Congresos SYMPOSIUM INTERNACIONAL: Presente y Futuro de la Ciencia y la Tecnología del Reciclado de Papel Fecha : Del 24 al 25 de mayo de 2007
Lugar: Bilbao
Organiza: IPE (Instituto Papelero Español), en colaboración con CTP (Centre Téchnique du Papier, Francia) y PTS (Papiertechnische Stiftung, Alemania). Programa: Los temas prioritarios se agrupan en: De papel usado a papel recuperado De papel recuperado a pasta reciclada Soluciones para los residuos del reciclado (Diferentes opciones de valorización, Tecnologías para la valorización energética). Información: Instituto Papelero Español, Avda. de Baviera, 15, bajo. 28028. Madrid. www.ipe.es. Tlf. 91 576 30 03; Fax: 91 577 47 10.
Cursos y Formación Título:
INICIACIÓN A AUTOCAD APLICADO AL SECTOR (MEDIO AMBIENTE, JARDINERÍA, ...)
Organiza: Duración: Lugar: Programa:
Centro de F.P.E. Lorenzo Milani Del 12 al 16 de febrero de 2007 Centro de F.P.E. Lorenzo Milani. Salamanca. Iniciación al dibujo en 2D. Órdenes de dibujo. Órdenes de edición. Líneas y polilíneas. Bloques y atributos. Salida impresa. Órdenes para 3D. Control de Capas y Filtros. Acotación de planos.
Información:
Centro de F.P.E. Lorenzo Milani, Aldehuela de los Guzmanes, s/n. 37193 – Cabrerizos (Salamanca). www.sapiens.ya.com/lorenzomilani; fpalmilani@planalfa.es; Tlf. 923 18 08 31.
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Cursos y Formación Título:
DISEÑO DE JARDINES ASISTIDO POR ORDENADOR
Organiza: Duración: Lugar:
Centro de F.P.E. Lorenzo Milani Del 16 al 20 de abril de 2007 Centro de F.P.E. Lorenzo Milani. Salamanca
Programa: Planos. Definición de ambientes. Enciclopedia y base de datos. Foto, paseo virtual y simulación. Dibujo y diseño en 3D. Información
Centro de F.P.E. Lorenzo Milani, Aldehuela de los Guzmanes, s/n. 37193 – Cabrerizos (Salamanca). www.sapiens.ya.com/lorenzomilani; fpalmilani@planalfa.es; tlf. 923 18 08 31.
Cursos y Formación Título:
GESTIÓN MEDIOAMBIENTAL EN LOS APROVECHAMIENTOS FORESTALES
Organiza: Duración: Lugar:
Fearmaga 40 horas Online
Programa: Módulo 1: Medio ambiente y sector forestal. Módulo 2: Marco legislativo medioambiental. Módulo 3: Medio ambiente y aprovechamientos forestales. Modulo 4: sistemas de gestión medioambiental: EMAS e ISO. Módulo 5: Implantación de un Sistema de Gestión Medioambiental. Módulo 6 : Auditoría del SGMA. Módulo 7: Adhesión a los SGMA. Información:
www.solocursos.net
Cursos y Formación Título:
JORNADAS TÉCNICAS SOBRE ESTABILIDAD DE LADERAS EN EMBALSES
Organiza: Duración: Lugar:
Ministerio de Medio Ambiente. Confederación Hidrográfica del Ebro Del 23 al 25 de mayo de 2007 Zaragoza
Programa: A lo largo del primer día se tratarán los siguientes temas: Riesgo y peligrosidad. Parámetros de diseño: métodos de cálculo y solicitaciones. Auscultación de laderas. Sismicidad inducida por embalses. Generación de olas por deslizamientos. Aspectos medioambientales. Durante el segundo día se tratarán ejemplos concretos. Y el tercer día se realizarán visitas técnicas a laderas de embalses de la cuenca del Ebro. Información:
www.oph.chebro.es/laderas2007.pdf. Tlf. 976 71 10 00. René Gómez López de Munain. Preinscripción: laderas2007@chebro.es.
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PEDRO CEBALLOS El encargo que me hizo la Revista «Montes» para que escribiera esta nota sobre Pedro Ceballos Jiménez me resulta penoso y difícil. Primero por ser una persona a la que he tenido especial afecto durante muchos años y segundo por tratarse de una personalidad que representa a una gran familia, la de los Ceballos. El abuelo de Pedro fue un preclaro Profesor de la Carrera de Ingenieros de Montes, en los tiempos en que la Escuela estaba ubicada en El Escorial. Su padre, Don Luis, fue el Profesor de Botánica, asignatura básica de nuestra profesión, guía de centenares de Ingenieros, que con su autoridad científica y virtudes humanas nos marcaba nuestra vida profesional. Su tío, Don Gonzalo, aunque con otras características, también nos llevó por la senda de la madrastra (así la nombraba él) Naturaleza. Era un célebre Entomólogo que nos introdujo tanto en las plagas de insectos como en los amplios caminos de la Zoología. Con estos antecedentes no fue nada extraño que el nieto, hijo y sobrino respectivamente, se interesase por estos temas. Más allá de su saber, necesario para ejercer sus trabajos profesionales, supo profundizar en ellos y avanzar con sus experiencias, que quedaron grabadas en sus numerosas publicaciones. Intentar analizar su personalidad sería un difícil problema. Quizás fuera su virtud principal su denodado espíritu de trabajo, que aclara sus logros científicos y técnicos, así como explica que pudiera compaginar sus estudios, su trabajo y sus publicaciones. Fue una amalgama que no es fácil encontrarse: fue ingeniero y fue investigador científico. Sus trabajos de Biología estaban encaminados hacia resultados prácticos. Para corroborar las afirmaciones anteriores, descendemos a datos concretos: Pedro Ceballos nació en 1934. En 1952 obtuvo el título de Ayudante de Montes (equivalente, en la actualidad, a Ingeniero Técnico Forestal) . En 1953 empezó a ejercer en el Servicio de Plagas Forestales. Al mismo tiempo que se involucraba en las campañas de lucha química de las plagas (de encinares y pinares principalmente) siguió estudiando y publicando. En 1966 obtuvo el título de Ingeniero Superior de Montes y en 1986 el de Doctor. El hecho de publicar le exigía una atención especial, un esfuerzo suplementario. Hago notar esta circunstancia porque uno de los defectos más frecuente entre los técnicos es el de no publicar aquello que conocen bien y que se pierde si no se deja impreso. Tampoco preconizamos las publica-
ciones que no tienen sentido y sólo sirven, al peso, para aumentar los «méritos» del investigador. En el Servicio de Plagas Forestales se publicaba todo aquello que pudiera tener utilidad futura. Pedro dedicó especial atención a la lucha biológica: «hormigas rojas», «aves insectívoras» e «insectos parásitos» que introdujo en muchos montes españoles. Fue realmente notable, y se hizo popular, la protección de pájaros insectívoros. Centenares de miles de nidos artificiales se repartieron en jardines y bosques. Además de todo esto también hay que destacar, aunque sea anecdótico, alguna faceta de su personalidad. Una de las que recordamos era su afición a la buena mesa. Era un auténtico «gourmet», que apreciaba tanto las comidas rústicas de las cabañas, a las que bajó, como las de los palacios a los que también subió. Su conocimiento del castellano y su experiencia personal justifican que, en nuestra última conversación, mantenida en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, donde exponía sus grabados, me sorprendiera con un consolador mensaje. A pesar de sus achaques conservaba su buen humor y rezumaba satisfacción con su familia. Al comentar los problemas que nos llegan con los muchos años, me citó un viejo, escueto y expresivo refrán castellano: «si tienes hijas tomarás caldo». No quiero terminar sin recordar a su mujer, Gloria Aranda. No hay que olvidar que «detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer». Llegar a cuajar una familia de la categoría de la que dejó Pedro, con siete hijos, tres varones (uno de ellos, José, Ingeniero de Montes) y cuatro mujeres, con sus siete consortes y sus veinticuatro nietos, no es una tarea sencilla y descansada. En el funeral, que se celebró en su Colegio del Pilar, se demostró el cariño que despertaba. Fue como una manifestación multitudinaria de afecto. Estoy seguro de que a Pedro, en el cielo donde estará justamente instalado, le habrán sustituido el clásico coro de querubines con arpas, por un cumplido coro de pájaros cantores (insectívoros, claro). Sé que estas breves y desordenadas notas que he redactado no son muy académicas. Sólo he querido transmitir mi emoción y el pesar que me embarga al recordar a aquel jovencito de 18 años que apareció en aquel equipo insólito, ejemplar e inolvidable del Servicio de Plagas Forestales. Estoy seguro también de que todos los forestales, especialmente los de Plagas (ingenieros, técnicos y capataces), además de sus parientes y amigos, que hemos tenido la suerte de convivir, trabajar y estudiar con Pedro Ceballos, no lo olvidaremos. Termino y firmo en Madrid, en la víspera del significativo día de Todos los Santos de 2006, entre los que estará Pedro en primera línea. ` José-Andrés Torrent Guasp Ex Director del Servicio de Plagas Forestales
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Descubre tus cañadas/7. Rutas por las Vegas del Tajo, Jarama y Tajuña Autores: Varios EDITA: Comunidad de Madrid ISBN: 84-451-1823-4
Esta guía tiene por objeto facilitar al usuario toda la información posible sobre las seis rutas que propone: Cortijo, los Puentes, los Cortados Yesíferos, la Laguna de San Juan, el Tren y el Quejigar. El esquema general para la definición de cada ruta es el siguiente: croquis cartográfico, ficha técnica con distancias y tiempos de recorrido, perfil de la ruta dividido por tramos, documentos gráficos e información temática. Se proporciona información de la historia de la zona, de la fauna y flora existente, los servicios, las fiestas populares y las costumbres de los cinco municipios, así como de cualquier aspecto de interés. Con un formato atractivo para el usuario y que a su vez es descriptivo, se intercalan dibujos, esquemas y fotografías que ayudan de una manera sencilla a tener un conocimiento previo de los recursos naturales que se van a encontrar en la zona.
4.o Trimestre 2006 - N.o 86 114
Guía de insectos y daños Manual de gestión para en las masas forestales masas procedentes de Pinus. pinaster Ait., P. de Aragón sylvestris L. y P. nigra Autores: Rodolfo Hernández Alonso y Víctor Pérez Fortea Arn. en Castilla y León EDITA: Aragón Vivo, S.L. ISBN: 84-920732-0-9
Obra eminentemente práctica que recoge un catálogo de 108 insectos y los respectivos daños que causan sobre las masas forestales aragonesas. La diversidad de los conjuntos forestales de Aragón hace que este trabajo resulte de gran utilidad en muchas otras zonas de la península y del arco mediterráneo. El libro incluye un apartado que ayuda a su correcta y sencilla utilización, apartado que dota a la obra de un alto valor didáctico.
Autores: M. del Río Gaztelurrutia, E. López Senespleda y G. Montero González EDITA: Junta de Castilla y León ISBN: 84-9718-030-5
Las repoblaciones de coníferas, fundamentalmente del género Pinus, juegan un papel importante en los montes de Castilla y León no sólo por la superficie que ocupan, sino por las funciones y servicios que prestan a la sociedad. Por otra parte, la mayoría de estas repoblaciones está gestionada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. El libro se divide fundamentalmente en cuatro capítulos. El primero trata los Métodos, y en los tres restantes se analiza, para cada una de las tres especies de pinos tratadas: la distribución, calidad de estación, guías de densidad observada, densidad propuesta, propuesta selvícola y Tablas de producción.
Tecnología de la madera
Dehesas de Andalucía
Autores: Santiago Vignote e Isaac Martínez Rojas
Autores: Juan Carlos Costa Pérez, Ángel Martín Vicente, Rocío Fdez. Alés y María Estirado Oliet
EDITA: Ediciones Mundi Prensa ISBN: 84-8476-263-7
El desarrollo tecnológico habido en los últimos años en el campo de la industria de la madera ha inspirado a los autores a acometer una profunda revisión de anteriores ediciones, buscando no sólo la actualización de las distintas materias sino también la mejora en la organización y exposición del texto, así como la ampliación de esquemas y fotografías. Esta tercera edición mantiene la organización general de las anteriores, dividiéndose en las tres partes siguientes: características y propiedades de la madera; tecnología de los procesos; tecnología de la fabricación de los productos de madera. Las novedades respecto a las anteriores ediciones son muchas, pero cabe resaltar los siguientes aspectos: el planteamiento del mercado maderero es totalmente diferente, pues se aborda a nivel mundial, europeo y de España. El capítulo de defectos de la madera aserrada se ha organizado de una forma más sencilla, acorde con la práctica habitual. En el capítulo de características de las maderas, además de renovarse el listado de especies, se han incluido sus fotos de aspecto y se han clasificado según grupos tecnológicos. La segunda parte es la que más cambios ofrece, por la necesidad de incorporar las nuevas tecnologías. Y en la tercera parte, además de incorporar las novedades en los productos de puertas, ventanas y sobre todo parquet, se ha incluido un capítulo de construcción de escaleras.
EDITA: Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía
Inventario Nacional de Erosión de Suelos 2002-2012 I.N.E.S.: Cantabria, Tarragona, Girona, Lleida, Barcelona Autores: Varios
ISBN: 84-96329-81-X
EDITA: Ministerio de Medio Ambiente
Este documento es el resultado de una aproximación al conocimiento del estado de las dehesas, así como de los principales factores que amenazan su supervivencia, no sin antes realizar una actualización de los conocimientos sobre la misma. Así, se muestra la génesis de este ecosistema, se revisan los distintos conceptos de dehesa y se presenta una síntesis de su estructura y dinámica, para luego entrar en la descripción de su situación, no sólo a nivel de la comunidad andaluza, sino también de la península ibérica y ecosistemas adehesados en el resto del mundo. A continuación se analiza de manera sintética el gran valor económico y ambiental de la dehesa, basado en el uso sostenible y múltiple, haciendo también una descripción de sus distintos aprovechamientos y principales valores. En los siguientes capítulos se expone una información precisa a nivel andaluz de las dehesas: Tipificación de las dehesas andaluzas, Diagnóstico y evaluación de las dehesas andaluzas y Diagnóstico Provincial. Por último, se recogen las principales conclusiones extraídas de este estudio, que servirán de base para el establecimiento de unos criterios de gestión aplicables a las dehesas para garantizar su perpetuación.
ISBN: 84-8014-564-1. 84-8014-567-6. 84-8014-565-X. 84-8014-649-4. 84-8014646-X
El Ministerio de Medio Ambiente ha publicado los resultados de cinco nuevas provincias de esta serie, “I.N.E.S. 2002-2012”, que tiene como objetivo detectar, cuantificar y localizar de forma continua los principales procesos de erosión en el territorio nacional, determinando su evolución en el tiempo. Se han editado hasta el momento 16 provincias: Madrid, Murcia, Lugo, A Coruña, Illes Balears, Asturias, Navarra, La Rioja, Baleares, Ourense, Pontevedra, Cantabria, Tarragona, Girona, Lleida y Barcelona, en el marco de un proyecto editorial que abarcará a todas las provincias de España a un ritmo previsto de 5 provincias/año, esperándose culminar la colección completa en 2012. Cada publicación consta de una Memoria, en la que se expone la metodología empleada y los resultados obtenidos, y Cartografía correspondiente a la erosión en la provincia objeto de estudio. Así mismo se incluye un CD con una aplicación informática para la consulta y visualización de los resultados, los mapas y los datos de las parcelas de campo. `
4.o Trimestre 2006 - N.o 86 115
CIS-Madeira
Número 14
EDITA: Centro de Innovación e Servizos Tecnolóxicos da Madeira de Galicia. ISSN: 1886-3752 SUMARIO: • Principales desafíos de la industria forestal comunitaria. • Protección del Medio Ambiente mediante el uso de la Madera «Plan Bois Environnement Construction». • La certificación forestal en Galicia.
Navarra Forestal
Número 14 - Agosto de 2006
EDITA: Asociación Forestal de Navarra. SUMARIO:
ISBN: 1578-0258
• Entrevista a Yolanda Val Hernández, Directora adjunta del P.N. Señorío de Bertiz. • Prevención de incendios y conservación del monte mediante manejo del combustible. • Gestión sostenible: ¿debemos reciclar más papel para no cortar más árboles?
Guardabosques
Número 33 - 3.er trimestre de 2006
EDITA: Asoc. Amigos de los Bosques. ISSN: 1139-4404 SUMARIO: • Fin de la polémica: los agentes forestales, policía judicial. • La recuperación del buitre negro en Mallorca. • Cómo orientarse en el monte en un servicio nocturno.
Stvdia Botánica
Número 24 - 2005
EDITA: Universidad de Salamanca. ISSN: 0211-9714 SUMARIO: • Apuntes sobre la flora gallega, XVII. • Plantas medicinales españolas. Vitis vinifera L. subsp. Vinifera.
Euskadi Forestal
Número 72 - Septiembre de 2006
EDITA: Confederación de Forestalistas del País Vasco. SUMARIO: • Egurtek: La madera reclama su espacio en la construcción. • Apoyo a la repoblación forestal, clave en el Plan de Desarrollo Rural Vasco. • Fusarium circinatum, el hongo causante de la enfermedad del chancro resinoso.
Parjap
Número 43 - Verano de 2006
EDITA: Asociación Española de Parques y Jardines Públicos. ISSN: 1699-3349 SUMARIO: • Valoración ambiental de los ecosistemas urbanos por el método de los indicadores. Aplicación en la Comunidad de Madrid. • Palmeras y viento: un modelo para su diagnosis visual.
4.o Trimestre 2006 - N.o 86 116
4.o Trimestre 2006 - N.o 86 118