POESĂ?AS Marcelo Gustavo Augstaitis https://www.facebook.com/marcelogustavo.augstaitis/about?section=bio
Fotografias de NĂşria Tabares
Ta-Lentosediciones.com
[Seleccione la fecha] Poeta y actor de teatro argentino que nunca olvida su faceta de estudiante de artes tan variadas como la Medicina, el Periodismo o la locución.
Y como diría Marcelo:
«Espera lo mejor, prepárate para lo peor… Acepta lo que venga!!»
[Escriba el subtítulo del documento] | irene
VisiĂłn TrĂŠmulo e indeciso a veces no te diviso deberia darme la chance de dejar de ser un cobarde y comenzar a amarte y recobrar mi perdido paraiso
Duda El sol gira en torno a mi y yo en torno a vos... ya no sé qué decir no quiero que sea un adiós No quiero que no me quieras pero tal vez sea tarde para pedir perdón No sé qué te lastimó solo sé que no fui yo tal vez es una burla del destino encontrarte y haberte perdido aunque aun guardo todo lo vivido como un cobarde vampiro... Te seguiré queriendo aunque duela aunque no baje la marea te extraño y te deseo como en una novela y ya no quiero ser actor de reparto...
Como el lobo feroz La noche diamantina espanta la soledad imanta fantasias hasta hacerlas realidad y me refugio a la luz de la luna aullando tu nombre como el lobo feroz que por viejo perdi贸 su instinto m谩s no su pasi贸n, despojado de lo efimero y aliment谩ndose de tu sello divino
Hay amores... Hay amores plat贸nicos y ret贸ricos benditos y catastr贸ficos pero hay un amor eterno y es ese que no da帽a el paso del tiempo es este que yo te tengo sin importarme los espejos ni los miedos ni los desencuentros este amor nuestro necesario y perfecto
Te imagino Te imagino suave tomándote las manos hablándote y escuchándote en una larga noche de magia no habrá tiempo para equivocos simplemente porque solo habrá aciertos necesarios en este tiempo de merecimientos habré hecho todo para tenerte y será cierto eso de que los ángeles cada tanto bajan del cielo
Soledad VencerĂŠ a esta soledad con mis soldados dementes esos que desfilan en mi inconsciente hasta verte desnuda y urgente
Poesia 2 Se deslizan plĂĄcidos dias entre mis dedos Tu savia triste a la deriva naĂşfrago de truenos Abunda la alegria atemporal en el temporal de tu alma Sopla la brisa perfumada ha renacido la ansiada calma
Poesia 3 El aguacero repentino inunda mis ojos debo ver al sol antes de que sea tarde pero es de noche y las sombras se cierran sobre mi... En mis neuronas hay un arco iris, es el de tu aparicion y tambien hay un eclipse, el de tu adi贸s...
Climatol贸gicamente estoy inestable, lluevo mucho pero tengo calor, exagerado por la soledad... Todo es inercia, vacio, sinsentido solo el arte me salva y tu recuerdo en este salvaje lio
Matices Rubias mis debilidades morenas mis pasiones rojizas mis sombras ensueĂąos premonitorios de femeninas presencias en bĂşsqueda intuitiva de mi alma gemela que robe una noche buena y extravie una maĂąana amarga
Biblioteca Mis deseos quedan archivados en tu biblioteca del desconsuelo entre manuscritos inĂŠditos y manchas de humedad de mis desaciertos
Estado Me invade la toxicidad del tabaco y tu despecho en el centro de mi alma pagu茅 un alto precio por desnudar mis sentimientos y no sirvi贸 de nada
Comparaci贸n Cursos de l谩grimas secas delimitan la frontera con tu amnesia de delicada fineza me recuerdas a la palabra esperanza y al silencio de mis dudas respondes con dulzura simple a mis reiterativas preguntas enciendes mi lado oscuro en el preciso instante en que partes hacia otros rumbos y yo solo atino a recordarte entera en mi mundo que solo es una apariencia comparado a tu belleza completa
Dolor Dolor del alma ese que no calman las aspirinas ni nada
dolor de veras, como de muelas en este infierno de fuego congelado mientras me extirpo los labios para no hablar nunca jamรกs
Legado Te lego mi desquicio mis besos,mi delirio mi destino maldito mi soledad y nuestro hijo por concebir en este solsticio
El gigante y el hada Un gigante azul dormia a la vera de un sinuoso camino, hechizado por un mal de amores; nada lograba despertarlo ,por empezar, porque era sordo y además su inconsciente ejercia una resistencia a todo intento de vigilia. Una timida nevisca le regaló un hada que, como toda criatura mágica, podia concederle algun deseo oculto. Estaba claro que el gigante no queria despertar; su dormitar era casi eterno, como su alma de cristal. ¿Cómo podia entonces el hada cumplir su cometido? "Un sentimiento derriba muros", pensó aquella diminuta dama. Y asi, con una simple caricia sobre el rostro de aquel ser enorme, logró deshechizarlo; no sin antes recordarle en un lenguaje universal, que los muros fueron hechos para derrribar, las hadas para curar y los gigantes, para amar.
Locura Si enloqueci por amor la cura no est谩 en la raz贸n sino en la ternura de tu coraz贸n merodeando en las alturas sintiendo el soplo de Dios
Ăšltimo poema En el libro de tu vida escribirĂŠ mi Ăşltimo poema cambiando el papel y la tinta por tu sangre encinta