Los judíos de Praga SU HISTORIA, SUS LEYENDAS, SUS LUGARES, SU GENTE
Santiago Raigorodsky TARBUT SEFARAD
Febrero de 2012 Texto y fotografías: Santiago Raigorodsky Correción ortotipográfica y maquetación: L. Camí Asociación Cultural Tarbut Sefarad: www.tarbutsefarad.com Contacto: sefarad@tarbutsefarad.com
INTRODUCCIÓN Este artículo surge luego de un viaje a Praga, viaje que, junto a mi esposa, representaba una ilusión postergada algunos años.Teníamos algunas referencias de esta ciudad y de algunas de sus circunstancias, pero pocas. Hoy, a través de los medios, existe bastante información; no obstante, es imposible saber y conocer todo aquello que hay en este mundo maravilloso; sobre todo, conocer un lugar sin haberlo vivido, aunque sea mínimamente, es no conocerlo. Algún amigo checo, lecturas de Boumil Hrabal, Milan Kundera y sobre todo Kafka (así como una excelente exposición vista hace unos años en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona) fueron alimentando esa ilusión. Finalmente había llegado el día de hacerlo realidad. Las consultas previas, una guía de lugares a visitar, el puente de Carlos, la torre de la Pólvora, el castillo, el reloj astronómico, la iglesia de Tyn y otros lugares emblemáticos de la ciudad comenzaban a tomar forma. Por supuesto, y sobre todo, siendo judíos, no podíamos dejar de visitar la que fue llamada ‘la Ciudad Judía’, con su viejo cementerio y sus antiguas sinagogas. Todo aquello que hoy maravilla al turista, pero sobre lo que pasa raudamente. Maletas y, sobre todo, máquina fotográfica. Y esto último me ha hecho reflexionar sobre cómo enfocar esta historia, que no es la mía, pero me pertenece de alguna manera. Mi máquina fotográfica tiene una buena lente, ella me permite enfocar el paisaje lejano y, también, pequeños detalles. Es así como quise contar este viaje que tanto me sensibilizó, acercando la historia a las pequeñas y grandes cosas que allí sucedieron. La vida judía en Praga, como centro de la vida de los judíos checos, ha sido intensa, importante, y por muchas circunstancias es uno de los 3
máximos exponentes de lo que ha sido la vida judía en la Europa central. Y esta vida, sin duda, ha estado totalmente imbricada y afectada por las circunstancias del país, de su pasado, y hoy, de su presente.
SU HISTORIA Cuenta una vieja tradición que ya en tiempos del Segundo Templo, en el lugar que ahora ocupa Praga, existía una ciudad boyante en la que habitaban judíos. Pero esta ciudad fue destruida en época posterior, siendo sus moradores expulsados. Libuse, que hizo construir Praga en el año 730, era tenida por vidente, como es bien sabido; en su lecho de muerte mandó llamar a su hijo Nezamysl y le habló así: «Voy a reunirme con mis ancestros, mas antes de morir quiero revelarte acontecimientos futuros. En el época en que tu nieto gobernará a mi pueblo, una tribu proscripta y acosada que adora a un Dios único buscará refugio en nuestros bosques. Mi voluntad es que esa gente sea acogida hospitalariamente y que tu nieto la proteja, pues su presencia beneficiará a los campos de nuestro país». Cuando, transcurrido más de un siglo desde la muerte de la reina Libuse, Hostivit vino a ocupar el trono de sus antepasados, Libuse se le apareció en sueños y dijo: «Ha llegado el tiempo en que se cumplirá mi profecía. En las gradas del trono aparecerá implorando ayuda un pequeño pueblo acosado que adora a un Dios único. Acógelo hospitalaria y benévolamente concédele tu protección y amparo». La historia de Praga, actual capital de la República Checa, como la de muchas otras ciudades, es una historia larga y llena de luces y sombras. Inmersa en continuas luchas religiosas, luchas por sus reinados, terribles epidemias, fuegos devastadores, reyes capaces y reyes incompetentes, largas guerras, dos de ellas mundiales, hicieron de ella muchas ciudades dentro de una. Pero Praga, al contrario de muchas, es diferente, intensa, misteriosa, profunda, una ciudad con torres y fantasmas; recorrida por reyes, alquimistas, matemáticos y rabinos, espíritus del siglo XIV, del siglo XVI, del siglo XX. Una ciudad de creadores de homúnculos y de marionetas, recorrida por misteriosas leyendas, duendes de la historia y de la literatura. 4
Situada en el mismo corazón de Europa y extendida a ambas orillas del río Moldava (en checo Vltava), es un lugar donde durante siglos se han ido mezclando sangres de diferentes naciones y donde estas naciones convergieron y fundieron sus diversas culturas. Transitar por las adoquinadas calles de la Praga de hoy es transitar por la historia de Europa y por sus diversas corrientes culturales, filosóficas y religiosas. Entre todas ellas, la comunidad judía de Praga tiene una larga y rica historia, que data del siglo IX. Se sabe que los judíos habían comenzado a llegar a tierras checas en tiempos del reino de la Gran Moravia. Sus primeros asentamientos estaban, con mucha probabilidad, al pie del castillo de Praga, en un lugar del barrio de Malá Strana. Sin embargo, es más tarde, en el siglo XII, cuando comenzaron a instalarse al otro lado del río, no lejos del puente de Carlos. Durante siglos este pequeño asentamiento creció formando un barrio judío que posteriormente se llamaría la Ciudad Judía, que tuvo en sus comienzos su propia representación, un sistema judicial propio y una extensa autogestión. Los judíos sin duda contribuyeron al desarrollo de las actividades comerciales, artesanales y financieras y hasta los comienzos del siglo XIII fueron considerados como extranjeros que podían desarrollar libremente todas sus actividades; es decir, vivían en la ciudad sin limitaciones, pero sin protecciones jurídicas. Ellos podían domiciliarse libremente, hacer negocios y ejercer oficios. A comienzos de ese siglo XIII, y una vez fundada la Ciudad Vieja, su población se situó principalmente en los alrededores del sitio donde se halla actualmente la sinagoga Española. Ya a mitad de ese siglo se con-
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Adolf Kohn: pinturas del gueto
gregaron también en los alrededores de la sinagoga Viejo-Nueva. Estas concentraciones serían el inicio de lo que posteriormente fue el gueto de Praga. Sin embargo, la posición de los judíos, que hasta ese entonces gozaban de una relativa tranquilidad, comenzó a complicarse a causa de las cruzadas, edictos eclesiásticos y una marcada intolerancia religiosa. Aunque fue a raíz del Cuarto Concilio de Letrán, en 1215, cuando se hizo más notable el empeoramiento de la posición social de los judíos. Esta situación derivó en reiterados, aunque no masivos, ataques contra los judíos, en vista de lo cual el rey checo Premysl Otakar II promulgó en 1254 la ley real denominada Statuta Judaeorum, es decir, Estatutos Judíos. Los Estatutos se convirtieron en una base de la legislación judía en Bohemia y Moravia hasta el siglo XVIII. El documento estipuló que todo tipo de ataques antisemitas, incluso acusaciones infundadas, se considerarían y castigarían como un ataque contra la Majestad real. Gracias a este código, la posición de los judíos checos en el siglo XIII fue jurídicamente más asegurada que en cualquier otro país europeo de su época. Fue en ese entonces que las entradas al barrio judío de Praga fueron cerradas con seis puertas principales, para la protección de los judíos como súbditos directos del rey. Si bien los sucesivos gobernantes se esforzaron por mantener estos principios de convivencia, el reino prácticamente viviría en una gran confusión hasta 1310, cuando fue coronado Juan de Luxenburgo. Posteriormente, bajo el largo reinado de su hijo Carlos, fue que el reino alcanzó su máximo esplendor político y cultural.
CARLOS IV Carlos IV, quien fuera Carlos I de Bohemia y IV de Alemania, reinó de 1346 a 1378. Habiendo nacido en Praga en 1316, accedió al trono al fallecer su padre. Durante su reinado, y gracias a su esfuerzo, la diócesis de Praga pasó a ser la arquidiócesis. El 7 de abril de 1348, Carlos IV fundó la que sería la primera universidad de Europa central, el Carolinum, hoy llamada Universidad Carlos, y en el mismo año fundó también la Ciudad Nueva (Nove Mesto), junto a la Ciudad Vieja. Reconstruyó el castillo de Praga, dentro del cual se comenzó a construir la catedral de San Vito, construyó la 6
fortaleza de Vysehrad, así como se realizó un nuevo puente, que hoy conocemos como puente Carlos, puente que reemplazó al antiguo puente Judith, que se había derrumbado. Con él se unieron los núcleos urbanos en ambas márgeMaguen David en la Bandera de los judíos nes del río Moldava. fachada del de Praga En 1355, Carlos IV Ayuntamiento Judío fue coronado emperador en Roma y Praga se convirtió en capital del Sacro Imperio Romano. Carlos quería hacer de Praga la ciudad más bella del mundo, la ciudad más poderosa de todo el imperio, con sede del poder en el castillo y en la catedral de San Vito. Todo en la ciudad comenzó a ser construido en un grandioso gótico y decorado con un estilo conocido como escuela de Bohemia. Carlos IV es recordado como el rey checo más querido y «padre de la nación checa». Pero, en términos generales, y por encima de todo, el reinado de Carlos IV representó una época de paz en Europa central, que sirvió para aumentar el prestigio y la seguridad de toda Bohemia. No obstante, en lo que se refiere a los judíos, son destacables dos hechos. En principio, vemos que, a pesar de la permanente ofensiva antisemita del papado en el siglo XIII, esto poco había afectado a las condiciones de vida de la comunidad judía de Bohemia, que gozaba de inmunidad desde hacía años. El emperador Carlos IV había garantizado su protección e incluso permitió a los judíos de Praga tener su bandera propia, una bandera roja en la que aparece en oro la característica estrella de seis puntas, conocida como la estrella de David o sello de Salomón, a menudo considerado como el primer uso de un Magen David para representar a una comunidad judía. El segundo aspecto destacable, que repercutió negativamente en el futuro de los judíos, fue el hecho de que en las postrimerías de su reinado Carlos IV renuncia a parte de su potestad sobre la comunidad judía (una potestad que significaba también protección), que luego se acentúa du7
rante el mandato de su hijo Wenceslao IV, medida que tenía que ver, entre otras cosas, con una lucha por el poder. Este enfrentamiento se prolongó hasta los siglos XV y XVI, lucha que afectó tanto a la realeza como a terratenientes y burgueses de la nobleza rural, quienes entre otros aspectos trataban de controlar los asuntos judíos y las finanzas. La muerte de Carlos IV, en 1378, coincide también con el inicio del gran cisma de Occidente (1378-1417), en el que tres papas se disputaron el control de la cristiandad, hecho que aumentó considerablemente las tensiones entre los poderes seculares y eclesiásticos. Por otra parte, una de las hijas de Carlos IV, Ana de Bohemia, casada con Ricardo II de Inglaterra en 1382, defendía frontalmente en Praga las ideas reformistas del teólogo inglés John Wycliffe. Ideas que eran apoyadas también por Jan Hus (Hussenitz,Bohemia del Sur, 1370 – Constanza, Alemania, 1415), quien fuera teólogo, filósofo y reformador checo, y que se desempeñó a partir de 1402 como profesor de la Universidad de Praga y a partir de 1409 como rector de la misma universidad. Hus era, además, predicador de la recién fundada capilla de Belén, edificio con aspecto de granero, un espacio austero que había sido diseñado así en contraposición al manifiesto lujo de las iglesias góticas. Hus, en sus sermones, exhortaba a favor de la vuelta a los preceptos y valores cristianos básicos, la redistribución de los bienes de la Iglesia y un mayor respeto por las Escrituras Sagradas.
WENCESLAO IV El hijo de Carlos IV, Wenceslao IV (1378-1419), ascendió al trono y reinó hasta las guerras husitas del siglo XV. Este rey fue designado como monarca de Bohemia y Luxemburgo, y también rey de Alemania. A diferencia del período en el que gobernó su padre, todo cambió durante su débil reinado. Bajo su mandato se agudizaron notablemente las tensiones nacionalistas entre checos y alemanes. A pesar de las leyes existentes y del ambiente cosmopolita que se había creado con anterioridad, las diferencias entre la religión y las diversas culturas estaban comenzando a ser un problema. En la Pascua de 8
1389, miembros del clero de Praga anunciaron que los judíos habían profanado la hostia, alentando a las turbas a asaltar y saquear el barrio judío. Una gran parte de la población judía de Praga murió en esos vandálicos ataques. El rabino Avigdor Kara es autor de una desgarradora elegía que describe el sangriento progrom que se abatió sobre el gueto praguense en 1389. Es en ese momento histórico que cobra relieve la figura de Jan Hus, que seguía impartiendo sus sermones en checo con el fin de difundir lo más posible sus ideas acerca de la reforma de la Iglesia, redoblando sus condenas a ésta. Cada vez se oían más voces que se oponían a las injusticias de la Iglesia. La situación también era complicada debido a los enfrentamientos nacionalistas, los checos se oponían al clero ya que éste, además de considerado corrupto por los husitas, era predominantemente de origen alemán. Los sermones de Jan Hus, que prefiguran el protestantismo, provocaron la repulsa de la Iglesia, pero tuvieron un gran eco en todo el país. Hus fue llamado en 1414 a Constanza para afrontar un tribunal eclesiástico con cargos de herejía. A pesar de las presiones y al encarcelamiento, Hus no se retractó de sus opiniones. El 6 de julio de 1415 fue quemado como hereje, por decisión del Concilio. Este terrible hecho provocó una protesta masiva por parte de sus seguidores, los husitas. En 1419, Jan Zelivsky, otro predicador fiel seguidor de Hus, capitaneó lo que se llamó la Primera Defenestración de Praga, en la que los habitantes pobres de la Ciudad Nueva asaltaron el Ayuntamiento y arrojaron al alcalde y a varios concejales por la ventana. El rey Wenceslao murió 16 días después de este suceso. A raíz de estos acontecimientos, el papa Martín V y el sacro Emperador romano emprendieron en 1420 una sangrienta cruzada internacional contra los checos husitas, pero en los primeros enfrentamientos, los ejércitos husitas, integrados mayoritariamente por campesinos y dirigidos por Jan Zizka, se hicieron fuertes al este de Praga, donde derrotaron al ejército al frente del rey católico Segismundo en la batalla de Vítkov. Tras años de conflictos y luego de inmensos daños, las llamadas guerras husitas dejaron en la sociedad checa diversas cicatrices políticas e ideológicas, entre católicos y husitas, alemanes y checos, y entre señores y plebeyos. 9
Obviamente, también esta guerra afectó a la comunidad judía. Los husitas fueron calificados por los católicos como una secta del judaísmo ya que ellos mismos en alguna medida se identificaban con el Israel bíblico. Los judíos simpatizaron con los husitas por su lucha contra la Iglesia católica. Como consecuencia de estas guerras se debilitó la influencia de la Iglesia y del poder real en beneficio del poder de la nobleza y de las ciudades independientes. Pero, finalmente, el conflicto terminó con un acuerdo entre los husitas y la Iglesia católica. Los husitas fueron capaces de elegir a un protestante checo, Jorge de Podebrady (1458 – 1471), como nuevo rey de Bohemia. A la muerte de este «rey husita» sube al trono checo la dinastía polaca de los Jagellón, que gobernará hasta el año 1526. Estos años trajeron gran incertidumbre y confusión, fuertes disputas por la corona de Bohemia, polémicos nombramientos y continuos episodios de violencia que se sucedieron a ciertos períodos de relativa calma. Tras la muerte del rey Luis de Jagellón en la Batalla de Mohács, fue elegido rey checo el católico Fernando I de Hasbsburgo.
LA CASA DE HABSBURGO En 1526, Fernando I de Habsburgo (Alcalá de Henares, 1503 – Viena, 1564) fue Rey de Hungría y Bohemia y, a partir de 1558, emperador del sacro Imperio romano germánico. Era hijo de Felipe el Hermoso y de Juana I de Castilla y, por lo tanto, hermano de Carlos I de España. Nombrado rey de Bohemia, su reinado trajo muchos infortunios, tanto a los checos como a los judíos. Una vez más, los conflictos religiosos aparecieron cuando los Habsburgo, que eran fervientes católicos, invitaron a misioneros jesuitas a predicar en Bohemia. Fue una etapa en la que se comenzó a perseguir y ejecutar a importantes miembros de la nobleza protestante. En 1541 hubo una disputa entre Fernando I y los burgueses del lugar, que querían la expulsión de los judíos debido a la importancia que éstos habían cobrado en el marco de la ciudad. Fernando, que si bien no tenía animadversión en contra de los judíos, acabó anunciándoles que no podía continuar otorgándoles su protección. Y, por lo tanto, y en contra de sus propios intereses (ya que la Corona se beneficiaba de la comunidad 10
judía a la que se le cobraban grandes impuestos por su actividad comercial), les ordenaba dejar Bohemia, Moravia y Silesia. La prohibición duró dos años, al cabo de los cuales, y paulatinamente, los judíos pudieron reintegrarse a la ciudad. No obstante, otra expulsión temporal tuvo lugar en 1557. Tras la muerte de Fernando en 1564, la situación mejoró para los judíos de Praga. A Fernando le sucedieron en el reinado Maximiliano (1564-1576) y Rodolfo II (1576-1612), período este último especialmente al que se lo llamó la edad de oro de los judíos de Praga.
RODOLFO II Durante el gobierno de Rodolfo II (1576-1611), Praga se vuelve a convertir en centro del Imperio y uno de los centros culturales más importantes de Europa. Este excéntrico emperador dejó de lado la política y se lo consideró como un líder indiferente a la contrarreforma católica en el imperio de los Habsburgo. Rodolfo II pasó a dedicarse al coleccionismo y la ciencia. Su aparente desinterés por la realidad social, política y económica propició no pocas revueltas y conspiraciones para destronarlo, fundamentalmente debido a la anarquía que reinaba. Rodolfo fue considerado un espíritu original, gran protector de las artes y las ciencias, que atrajo a su estrambótica corte a los más geniales matemáticos, físicos, químicos, médicos, artistas, astrónomos y astrólogos, entre ellos Kepler, Tycho Brahe o Athanasius Kircher. El hijo de la reina María de España también fue mecenas de grandes artistas, como Giuseppe Arcimboldo, quien le retrató en un célebre cuadro en el que aparece el rostro del emperador hecho de frutas y hortalizas, titulado Vertumnus, por el dios romano de la vegetación. Al establecer la libertad de cultos fue posible que, durante su reinado, la comunidad judía viviera una época de florecimiento económico y cultural. Rodolfo II volvió a reafirmar los derechos de los judíos e incluso ofreció la seguridad de que los judíos nunca más serían expulsados de Praga. La comunidad, una vez adquirida la independencia, adquirió un gran desarrollo en todos los aspectos, hecho que permitió que se multiplicase considerablemente el número de habitantes. Esto generó que un 11
gran número de eruditos y pensadores judíos se reunieran en Praga para hablar y practicar su religión sin los impedimentos interpuestos por la Iglesia católica. A los judíos se les concedió libertad económica, lo que generó un gran florecimiento de la cultura judía. En Praga, el gueto pasó a ser el centro de la mística judía. El barrio judío se convirtió oficialmente en el gueto y durante este período fue ampliado porque los judíos fueron autorizados a comprar tierras para consRetrato de Rodolfo II,Giuseppe truir nuevas viviendas. Esta época del Archimboldo. renacimiento se vio fortalecida por uno de los personajes más prominentes de la comunidad, Mordechai Maisel (1528-1601), judío de la corte y financiero de Rodolfo II. El nombre de Maisel, como veremos, está relacionado con la mayoría de las actividades edilicias del gueto praguense. A su vez, el representante más importante de la vida religiosa de la comunidad fue el rabino Yehuda Löew ben Betsalel (1512-1609), conocido como rabi Löew o el Maharal de Praga (Maharal es el acrónimo hebreo de Moreinu ha-Rav Löew, ‘nuestro maestro el rabino Löew’), rector de la famosa escuela talmúdica praguense y autor de una serie de tratados religioso-filosóficos. Entre sus discípulos más importantes se encontraban el matemático, astrónomo e historiador David Gans (1541 – 1613) y el rabino Yom Tov Lipmann Heller (1579-1654), autor, entre otros escritos, de un excelente comentario de la Mishná. A principios del siglo XVII, la melancolía congénita del emperador Rodolfo II, que todavía no tenía descendencia oficial, desembocó en locura. En 1611 fue obligado a abdicar a favor de su hermano Matías, quien luego propuso a su hermano Fernando II como heredero al trono, perpetuando así la línea de los Habsburgo. Muerto Rodolfo II de Habsburgo (1612), se inicia la lucha por el trono entre católicos y protestantes. Fernando II llegó a gobernar, pero los protestantes no lo admitían y consideraban como rey al calvinista Frederick Vof Pfalz. El clima llegó a tensarse nuevamente hasta que los protestantes, desesperados por la 12
conducta de los jesuitas, arrojaron a tres gobernantes católicos por las ventanas del castillo de Praga (1618). A este hecho se le llamó la segunda defenestración de Praga (la primera había sucedido exactamente igual 200 años antes), y es, a partir de este momento, que se inicia uno de los períodos más duros de la historia de la Europa moderna, la guerra de los Treinta Años.
LA GUERRA DE LOS TREINTA AÑOS Aunque inicialmente se trató de un conflicto religioso entre estados partidarios de la reforma y la contrarreforma dentro del propio sacro Imperio romano germánico, la intervención de distintas potencias europeas, gradualmente convirtió el conflicto en una guerra general que se extendió por toda Europa, por razones no necesariamente relacionadas con la religión. Independientemente de esto, sus verdaderos objetivos eran la búsqueda de una situación de equilibrio político y la búsqueda para alcanzar la hegemonía en el escenario europeo, entre otras cosas. En 1620, los ejércitos combinados del sacro Imperio romano germánico de Fernando II derrotan a sus oponentes protestantes en la batalla de la Montaña Blanca y ocupan la ciudad ejecutando a los disidentes, entre ellos, a los 27 nobles protestantes que habían dirigido la revuelta. En 1623 y 1627, Fernando II (1620-37) confirmó los privilegios anteriores de los judíos, permitiéndoles comerciar libremente y vender sus propios productos en todo el país. Los judíos estaban exentos de derechos de aduana y de peaje, y los poderes de autogestión aumentaron. A cambio, sin embargo, la comunidad judía tuvo que acceder a un considerable aumento en los impuestos con el fin de proporcionarle al emperador cuantiosos préstamos para sus gastos de guerra. En 1638, los suecos protestantes se unieron a los checos contra los católicos imperiales, pero la batalla final no se libró hasta 1648, en Praga. Los suecos fueron derrotados y expulsados de Staré Mesto. Los judíos que se habían posicionado del lado de los vecinos de la Ciudad Vieja defendieron con éxito la urbe. En recompensa, Fernando III (1637-1657) les autorizó a levantar en la alcaldía del gueto una torrecilla con campana y les otorgó el derecho de emplear como señal distintiva la estrella de Da13
vid y en el centro un sombrero que, según algunas versiones, sería un yelmo sueco. Con la paz de Westfalia, en 1648, el destino checo quedó sellado. Los Habsburgo recuperaron el poder. El gobierno austríaco convierte a Bohemia en una provincia más, se confiscaron los bienes de la nobleza protestante y se emprendió una política de germanización que reprimió duramente cualquier muestra de cultura nacional. En Praga, los jesuitas consiguen una total supremacía, el catolicismo pasó a ser la única religión oficial. La capital del reino, a partir de ese momento, pasó a ubicarse en Viena. Además, la guerra había diezmado absolutamente el país (que pasó de tener tres millones de habitantes a ochocientos mil). Los máximos pensadores checos debieron partir al exilio y los que quedaron fueron obligados a convertirse al catolicismo. Después de la guerra de los Treinta Años, las medidas tomadas por las autoridades estatales tuvieron como objetivo reducir el número de judíos, además de separarlos del resto de la población. La aplicación de estas medidas se evitó, en parte, debido a un terrible brote de peste acaecido en 1680, brote que se cobró la vida de más de 83.000 habitantes, entre ellos 3.500 judíos. Poco después, el 21 de junio de 1689, el barrio judío fue golpeado por un devastador incendio que destruyó 318 casas y 11 sinagogas; muchos de sus habitantes murieron entre las llamas. Después del incendio, y aprovechando esta coyuntura, las autoridades de Praga nuevamente reanudaron sus esfuerzos por reducir el territorio de la Ciudad Judía; sin embargo, gracias a la ayuda financiera de las comunidades judías del exterior, el gueto fue rápidamente recuperado. Después de numerosas y difíciles circunstancias, paulatinamente la población judía volvió, y en 1708 representaba ya alrededor de un cuarto de la población de Praga. La ciudad de Praga, después de la guerra se fue recuperando. Antiguos pobladores y jóvenes extranjeros también fueron llegando y, si bien el gobierno de los Habsburgo acabó con las aspiraciones nacionalistas del pueblo checo, el período posterior sirvió para que Praga se convirtiera en la joya barroca de la Corona austríaca. Contribuyeron a ello artistas italianos, alemanes y nativos. 14
Los años siguientes fueron de relativa calma para la comunidad judía, que siguió aumentando paulatinamente a pesar de algunas leyes impuestas para evitar un mayor crecimiento de la población. El emperador Carlos VI (1711-1740) publicó en 1726 la Ley Familiants (ley que estuvo en vigor hasta 1848, adoptando diversas formas, y que limitaba ese crecimiento). El primer censo detallado de barrio judío de Praga se llevó a cabo en 1729 y reveló que 2.335 familias judías, con 10.507 personas, vivían en el gueto.
MARÍA TERESA Por desgracia para los judíos, luego de este largo período de relativa prosperidad, todo cambió con el ascenso de la emperatriz María Teresa (Viena, 1717- 1780), archiduquesa de Austria, reina de Hungría y la República Checa. Ella fue la única mujer gobernante en el trono checo. María Teresa era la hija mayor del emperador Carlos VI de Alemania o Carlos II de Bohemia. La política antijudía del Estado alcanzó su cumbre durante el reinado de María Teresa (1740-1780), quien, en diciembre 1744, ordenó la expulsión de los judíos de Praga, aunque se les permitió volver en agosto de 1748 debido a la intervención de personas influyentes y después de haber acordado un sustancioso aumento en los impuestos. Los altos impuestos y un nuevo gran incendio en el barrio judío, ocurrido en 1754 (que causó la destrucción de 190 viviendas y seis sinagogas), condujo a una paulatina decadencia a largo plazo en la fuerza económica de la comunidad judía de Praga. A pesar de esto, la cultura judía siguió floreciendo. Entre los rabinos prominentes en el siglo XVIII vemos a Simon Spira-Wedeles, David Oppenheim y Yehezkel Landau, entre otros. Un hecho de gran relevancia fue la llegada de la IlustraSinagoga Viejo-Nueva, grabado de 1836
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ción en 1773, y con ella, la tolerancia religiosa. También con ella finaliza el poder de los jesuitas, a quienes se les confiscan sus propiedades.
JOSÉ II José II de Habsburgo - Lorena (1741-1790) fue un archiduque austríaco y luego emperador del sacro Imperio romano germánico (1765 - 1790), rey de Hungría (1780-1790) y rey de Bohemia (1780-1790). Durante el reinado de José II, las puertas del gueto se volvieron a abrir para los judíos y éstos mejoraron sus condiciones de vida gracias a su Edicto de Tolerancia, en octubre de 1781, que afirmaba algunos derechos para los no cristianos y especialmente para los judíos, tanto para la comunidad de Praga como de otras regiones del reino de Bohemia, derechos que antes les eran vedados. Permitió a los judíos participar en todas las formas de comercio, la agricultura y las artes, así como poder asistir a escuelas superiores checas, entre otras numerosas medidas. Las reformas del emperador José supusieron un progreso importante: prohibió la Órden de Jesús y la tortura, separó el poder judicial del ejecutivo y, en 1781, suprime la servidumbre y aprueba la tolerancia religiosa, eliminando cualquier tipo de señal o ropa especial que habían obligado a llevar a los judíos. Sin embargo, al mismo tiempo se produce la centralización de la administración en Viena y la germanización del idioma, así como la de la escuela superior y los órganos de la administración. Además, las personas tuvieron que adoptar nombres alemanes y todas las transacciones comerciales tuvieron que llevarse a cabo en ese idioma. En 1784, los tribunales judíos se debieron someter a la supervisión del poder judicial público, limitándose a decidir solamente sobre los casos de la ley religiosa y la familia. Las cuatro áreas independientes urbanas de Praga fueron unidas por José II en 1784 y el nombre de Josefov (en homenaje al emperador, quien les había concedido la autonomía) fue introducido en el centro histórico de Praga. La ciudad fue de nuevo volviendo a la vida. En 1787, Wolfgang Amadeus Mozart visitó Praga y su ópera Don Giovanni tuvo su estreno en el Teatro de los Estados. 16
Praga, en última instancia, se convirtió en un centro de gran importancia de la Haskaláh (Ilustración judía), con figuras como los rabinos Herz Homberg, Moshé Landau, Peter Beer y Shelomoh Rapoport. El siglo XIX constituyó uno de los periodos más gloriosos de la historia de Praga. Liberada del poder de los Austrias, la nación checa redescubrió su propia historia y cultura; la lengua checa, silenciada durante largo tiempo, volvió a ser la oficial, se construyeron grandes monumenJosefov- calle Cervená en 1900, tos (Teatro Nacional) y se renovaron el antes de su demolición barrio judío y la Ciudad Nueva. El gueto fue abolido en 1852 y Josefov se convirtió en el 5º distrito de Praga. En los años siguientes fue suprimida la permanencia forzosa en los guetos, algunas familias consiguieron permisos para vivir en los barrios adyacentes de la Ciudad Vieja y en 1859 se les concedió el derecho a poseer tierras. Finalmente, la Constitución de 1857 declaró plena igualdad civil y política de los judíos de Austria-Hungría. En el siglo XIX, los judíos se vieron envueltos en las guerras culturales entre la clase media de habla checa y los miembros de habla alemana del Imperio austro-húngaro. Los judíos, como muchos otros, habían comenzado a adoptar la lengua y asimilar las pautas culturales alemanas. En todo este lapso de tiempo la cultura checa estuvo influenciada por la alemana. En 1882 la universidad se dividió en una sección checa y otra alemana. Praga llegó a ser, a finales del siglo XVIII, un centro importante de la Ilustración judía. La intelectualidad judía empezaba a hacerse un lugar en la medicina, legislación y ciencias humanas. En tanto que los habitantes judíos acomodados se habían comenzado a trasladar fuera de Josefov, éste se fue deteriorando y convirtiendo en el barrio pobre del estamento praguense. La edificación de la Ciudad Judía estaba descuidada y comenzaba a deteriorarse rápidamente. Luego de aprobarse un proyecto de saneamiento y mejora del barrio, en 1896 comenzó la reconstrucción del mismo. La mayoría de los edificios 17
del gueto fueron derruidos; no obstante, y gracias a la acción de algunos representantes de la vida cultural checa, se pudieron documentar y salvar los que hoy son verdaderos monumentos y testimonios de la antigua Ciudad Judía. Todo lo que ha quedado de la Ciudad Judía ha sido el contorno de los caminos originales, seis sinagogas, el Ayuntamiento Judío y el Viejo Cementerio Judío. Los tesoros históricos de las sinagogas destruidas se han conservado en el Museo Judío. En Praga, en 1899, el sionismo se había hecho muy popular entre los jóvenes profesionales y estudiantes. Ellos formaron su propia organización sionista, Bar Kojba, que publicó Selbstwehr (‘Legítima defensa’), una publicación quincenal sionista que circuló en Praga desde 1907 hasta 1938.
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL En 1914, el asesinato en Sarajevo de Franz Ferdinand, archiduque de Austria, fue el detonante de la primera guerra mundial y la caída del Imperio austro-húngaro. Esto llevó a la República Checa y a Eslovaquia, cuatro años después de iniciada la guerra, a proclamar conjuntamente una Checoslovaquia independiente, cosa que sucedió el 28 de octubre de 1918. El período comprendido entre la primera guerra mundial y la segunda llegó a ser conocido como la Primera República, con Praga como capital. Es a partir de 1918 que los miembros de los distintos movimientos
Franz Kafka
Max Brod 18
judíos que habían comenzado a organizarse, al igual que muchos representantes de la cultura y la economía, participaron en el apoyo del nuevo estado. En Praga comenzaron a aparecer periódicos y publicaciones judías e incluso se constituyó un Partido Judío, que en las elecciones de 1929 y 1935 obtuvo dos mandatos de diputados en el Parlamento, incluso cuatro miembros de la comunidad judía llegaron a ser ministros del gobierno. En los años 1921 y 1923 en Karlovy Vary, ciudad cercana a Praga, y en la misma Praga en 1933, se celebraron congresos sionistas internacionales. Durante las primeras décadas del siglo XX, los judíos de habla alemana en Praga se habían destacado por la calidad de sus obras. El más famoso entre los escritores fue Franz Kafka, aunque también lo eran Max Brod y Franz Werfel. Ésta fue la última generación de escritores e intelectuales judíos de Praga antes de la segunda guerra mundial. El 14 de marzo de 1939, Eslovaquia declaró su independencia de Praga y firmaron el Tratado de Protección con la Alemania nazi, que al día siguiente ocupó tierras checas.
EL NAZISMO Es así que sólo 20 años después de su fundación, la recién nacida república se vio envuelta en las maniobras políticas que precedieron la dominación nazi en Europa. El Pacto de Munich de 1938 y la ocupación de parte de Bohemia y Moravia por el ejército nazi interrumpieron violentamente el desarrollo de la incipiente república. El país fue ocupado por la Alemania nazi hasta el final de la segunda guerra mundial en 1945, siendo éste el período más trágico de toda la historia de los judíos checos y de toda Europa. Cuando estalló la guerra, vivían en Praga más de 90.000 judíos, casi el 20 por ciento de la población de la ciudad. Praga fue una de las mayores comunidades judías en Europa. Al menos dos tercios de la población judía de Praga pereció en la Shoá; unos 26.000 miembros de la comunidad judía checa escaparon o emigraron a distintos países y regiones, incluyendo Palestina, Estados Unidos, América del Sur y Europa Occidental. 19
La gran mayoría de los judíos checos fueron enviados a Terezin o Theresienstadt (en alemán), que era un viejo conjunto militar que se halla a 60 kilómetros de Praga y que fue utilizada por los nazis como prisión policial y transformada por ellos en gueto modelo. Basta observar un mapa de la Europa ocupada por los nazis para comprobar que Praga-Terezín está ubicada en el centro mismo del anillo de campos de la muerte desplegado por los alemanes. No debe llamar la atención, entonces, que la eficiencia alemana haya transformado a Terezín en lo que fue uno de los lugares más siniestros de Europa central, una especie de estación intermedia en el camino a la masacre, la parada anterior a Auschwitz, Maidanek, Treblinka y Sobibor. El 80 por ciento de los judíos de Terezin fueron deportados a los campos de exterminio. Fueron asesinados más de 97.000 judíos, de los cuales 15.000 eran niños judíos checos. Sólo 132 de esos niños sobrevivieron. Más de un cuarto de millón de judíos checoslovacos fueron asesinados en el Holocausto y más de 60 sinagogas fueron destruidas en tierras checas. Tras la victoria de los Aliados, Terezin fue utilizado para la detención de antiguos miembros de las SS y civiles relacionados con las atrocidades nazis. Inaugurado en 1991, el Museo Memorial de Terezin, en recuerdo de lo allí sucedido, es considerado hoy monumento nacional cultural.
EL COMUNISMO Después de la segunda guerra mundial, de la que Praga salió prácticamente ilesa, el país quedó bajo el poder del Partido Comunista. Alrededor del 95 por ciento de todas las empresas de propiedad privada pasaron a ser propiedad del Estado. Tras el final de la segunda guerra, la renovación de la vida comunitaria judía fue muy dificultosa. A pesar de que en 1948 el bloque soviético apoyó la creación del Estado de Israel y se permitió a los judíos emigrar a ese país, muy pronto cambió la situación. Los judíos volvieron a ser excluidos de la vida política, económica y cultural, y muchos de ellos fueron perseguidos y encarcelados. Los procesos políticos de los años cincuenta, la política oficial anti sionista después de la guerra de los Seis Días, en junio de 1967, así como 20
la política durante la época de la normalización de Checoeslovaquia, en 1968, fue claramente desfavorable para los judíos. En 1968, el moderado Alexander Dubcek (jefe del PC eslovaco) adoptó el programa liberal de reformas conocido como la Primavera de Praga; con su llegada las cosas mejoraron para la comunidad y muchos jóvenes participaron de esos acontecimientos. Sin embargo, el Pacto de Varsovia vio dicho programa como un acto de provocación, lo que llevó al poder a ocupar el país y asesinar a unos 100 disidentes a la entrada de las tropas en la ciudad. Toda resistencia al poder fue brutalmente reprimida. La policía secreta espiaba de cerca a la comunidad judía y muchos profesores universitarios e intelectuales judíos perdieron sus puestos de trabajo. Se eliminaron definitivamente todas las tendencias democráticas. De 1968 a 1989, el Holocausto no podía ser mencionado, pues era un tema subversivo para la policía secreta, los opositores fueron silenciados.
NACE LA REPÚBLICA CHECA A todo esto, el 1 de enero de 1969 Checoslovaquia se había convertido en una república federal, compuesta de la República Socialista Checa y la República Socialista Eslovaca. Los años 70 y 80 son años de las protestas de intelectuales, entre ellos Vaclav Havel. Estos grupos elevaron su voz exigiendo respeto a los derechos civiles; la denegación de éstos condujo a los disidentes a prepararse para la que sería llamada Revolución de Terciopelo (1989). Las manifestaciones estallaron y una semana después de la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, la Revolución de Terciopelo terminó poniendo fin al comunismo. Havel fue elegido presidente en las primeras elecciones democráticas del país, en enero de 1990. El 1 de enero de 1993, el país se dividió en Eslovaquia y la República Checa. Praga, la capital histórica de la región desde el primitivo reino, fue adoptada como capital de la República Checa. El país continuó modernizándose y desarrollándose. En 1999 pasa a ser miembro de la OTAN y en 2002 se convierte en miembro de la Unión Europea.
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El Ayuntamiento JudĂo
Reloj con letras hebreas
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MEMORIAS DE LA CIUDAD JUDIA EL AYUNTAMIENTO JUDÍO Se tienen noticias, no del todo confirmadas, que el edificio del Ayuntamiento Judío existe desde 1541 y probablemente se encontraba en el lugar actual, frente a la sinagoga Viejo-Nueva, en pleno corazón del antiguo gueto. En 1577, bajo el mandato de Mordechai Maisel, se realizó una reconstrucción total del edificio. Para el gueto praguense, el Ayuntamiento era un importante símbolo de su autonomía. En 1689, luego de un feroz incendio, fue reconstruido; no obstante, volvió a ser pasto de las llamas en 1754, debiendo ser renovado nuevamente. De esa época el edificio conserva, hasta nuestros días, el aspecto de un pequeño palacio de estilo barroco tardío. Una torre sobresale por encima de su tejado de mansarda y en ella se encuentra una campana y un reloj con números romanos, que convive con otro, como si existieran dos dimensiones del tiempo, colocado sobre la fachada, que contiene una esfera con letras hebreas y cuyas manecillas giran de derecha a izquierda, de la misma manera en que se leen los textos en hebreo.
EL MUSEO JUDÍO Tiene una de las colecciones de artículos judíos más extensas del mundo, que contiene unos 40.000 elementos de colección y 100.000 libros. La colección es única no solamente por la cantidad de artículos conservados sino, sobre todo, por el hecho de que estos objetos proceden de un territorio homogéneo, Bohemia y Moravia. En su totalidad, 23
la colección presenta una imagen íntegra de la vida e historia de los judíos en esta región. Fueron fundadores del Museo Judío, en 1906, el historiador Dr. Hugo Lieben y el Dr. Agustín Stein, siendo éste uno de los museos judíos más antiguos de Europa. La intención original era la conservación de valiosos objetos de arte procedentes de las sinagogas de Praga, destruidas durante la reconstrucción del barrio judío a comienzos del siglo XX. Después de la ocupación de Bohemia y Moravia por los nazis, el 15 de marzo de 1939 el museo fue cerrado al público. En 1942, los nazis fundaron el Museo Central Judío, con el fin de depositar piezas provenientes de las liquidadas comunidades y de las sinagogas de Bohemia y Moravia. La que podríamos llamar una nueva fundación fue propuesta por K. Stein, junto con otros especialistas, quienes buscaban salvar los monumentos judíos y los objetos de arte confiscados por los nazis. Los nazis aceptaron la idea después de largas negociaciones, pero con el malvado propósito de crear lo que ellos pensaban llamar el museo de la raza extinguida. Después de la segunda guerra mundial, el Museo Judío pasó a manos de la Federación de Comunidades Judías. En 1950, la propiedad del museo fue traspasada bajo presión al Estado, que desde 1948 estaba en poder de los comunistas. La actividad del así creado y rebautizado Museo Estatal Judío estaba limitada por diversas restricciones que impedían el pleno desarrollo de iniciativas de especialización, investigación, de exposición o educacionales. La caída del régimen comunista en 1989 creó las condiciones que condujeron a un cambio del status del museo. El 1 de octubre de 1994, los edificios del museo y sus colecciones fueron restituidos a la Federación de Comunidades Judías en la República Checa y al mismo tiempo surgió el Museo Judío como organismo no estatal. Pertenecen al Museo Judío las sinagogas Maisel, Española, Pinkas, Klaus, el antiguo Cementerio Judío, la Sala de Ceremonias de la Sociedad Funeraria y el cemen Objetos conservados en el terio judío de Zizkov. Museo Judío
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ROBERT GUTTMANN GALLERY En el Museo Judío, es el espacio dedicado a los trabajos de investigación y restauración, así como exposiciones temporales de artistas checos judíos, que se centran principalmente en artistas de finales del XIX y principios de siglo XX. Aunque ocasionalmente se ofrecen exposiciones de arte contemporáneo. El nombre de Robert Guttmann se ha dado en honor a un artista judío de Praga que era muy popular; no sólo por sus habilidades artísticas, sino también por su permanente compromiso con la causa sionista.
Pintura de Robert Guttmann
EL CENTRO DE EDUCACIÓN Y CULTURA Dependiente del Museo Judío. Ofrece programas educativos y culturales, conferencias, programas variados, talleres y ciclos temáticos acerca de la historia bíblica judía, la antigua y la moderna, la cultura del pueblo judío y sus costumbres, el antisemitismo y el Holocausto. El centro está dedicado a todas las personas interesadas, de cualquier origen; alumnos, estudiantes, profesores, investigadores y guías turísticos son quienes conforman permanentemente un amplio público.
EL VIEJO CEMENTERIO JUDÍO Fue fundado en la primera mitad del siglo XV y, junto con la Sinagoga Viejo - Nueva, es uno de los monumentos más importantes que se conservan de la Ciudad Judía de Praga, siendo a su vez uno de los cementerios judíos más antiguos y mejor conservados de Europa. No obstante, no era ésta la necrópolis más antigua de la comunidad judía, ya que se sabe de la existencia de otros dos cementerios anteriores. 25
La tumba más antigua data de 1439 y pertenece al estudioso y poeta Avigdor Kara, y la losa de su sepulcro se encuentra expuesta actualmente en la sinagoga Maisel. El cementerio cuenta con unas 12 000 estelas funerarias, aunque el número de personas enterradas allí es mucho mayor. Pese a que el cementerio fue ampliado varias veces en el pasado, su área era insuficiente para nuevos entierros y, puesto que la costumbre religiosa prohíbe retirar los sepulcros antiguos, se hizo necesario añadir varias capas de tierra trasladando las estelas de los sepulcros a la superficie. De esa forma surgió una gran acumulación de losas de diferentes siglos, una al lado de otra. Con el tiempo, muchos sepulcros resultaron destruidos o se hundieron en la tierra, dándole al cementerio un aspecto muy particular y conmovedor. Si bien los primeros sepulcros eran muy austeros, realizados en negras piedras de arenisca, fue a partir del siglo XVII y XVIII que se comenzaron a utilizar mármoles blancos y rojizos en su construcción, así como las escrituras hebreas comenzaron a incorporar diversos elementos, inscripciones y símbolos decorativos. Las inscripciones en las losas indicaban el nombre del fallecido y la fecha de nacimiento y muerte; también se comenzaron a colocar datos sobre el oficio del difunto, a elogiar sus facultades, educación y sabiduría. Los símbolos, en general, provenían de la literatura bíblica; como, por ejemplo, la corona, símbolo de sabiduría y erudición, o el racimo de uva, que representaba una vida rica y fecunda. El símbolo de las manos que bendicen representaba la condición de los kohenes (los sacerdotes del templo), mientras que un jarro o cantarillo designaba las tumbas de sus ayudantes, los levitas.
Izquierda: El símbolo del León (Yehuda, Arie) Derecha: El cantarillo, simboliza a los levitas
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El Viejo Cementerio Judío Viejo Cementerio y sinagoga Klausen
Símbolo de las manos, condición de los kohenes
Piedrecillas en las tumbas
A menudo, el nombre del difunto era acompañado por relieves de distintos animales, siendo los más frecuentes el león (yehuda, arie), el cervatillo (zvi, hirsch), el lobo (zeev, wolf), el oso (dov, baer), el pez (fischel, karpeles), el zorro (fuchs) o el ratón (maisel). Representaciones de la paloma (jona), el gallo (hahn), el ganso (gans) o el pajarillo (feigele), así como animales mitológicos, que a su vez tenían un significado simbólico o de protección. Las profesiones también se expresaban con un instrumento característico, tijeras en el caso de los sastres, lancetas para los médicos, libros para los sabios o un violín en la tumba de un músico. Una figura de una mujer solía representar la tumba de una moza joven fallecida sin haberse casado. Algunos restos de sepulcros hallados en los cementerios medievales anteriores se encuentran emparedados en un monumento junto a la fachada de la sinagoga Klausen. 27
Entre las personas de mayor relevancia enterradas en el Viejo Cementerio Judío encontramos, sin duda, al gran erudito religioso y pedagogo Jehuda Lewa ben Betzalel, conocido como el rabino Löew (fallecido en 1609), la del primado Mordechai Maisel (1528-1601); la de David Gans, erudito del Renacimiento, historiador, matemático y astrónomo (fallecido en 1613); a Josef Shelomo Delmedigo, científico e historiador (fallecido en 1655) y David Oppenheim, rabino y coleccionista de manuscritos y textos impresos hebreos (fallecido en 1736). No se hicieron más enterramientos allí desde 1787.
ALTNEUSCHUL, LA VIEJO-NUEVA SINAGOGA Al lado del viejo cementerio se alza, desde el siglo XIII, la más antigua sinagoga que conserva Europa y la más empapada de leyendas. Ha sido la principal sinagoga de la comunidad judía de Praga por más de 700 años. Originalmente se la llamó la Sinagoga Nueva o Grande. Pequeña, íntima, sobrecogedora, allí se conserva el sillón del Maharal de Praga, el famoso rabí Loëw, quien, para proteger a su judería, habría creado un Golem insuflando vida a la materia inerte mediante el tetragrámaton, el inefable nombre oculto de Dios. Una leyenda cuenta que los ángeles trasladaron a Praga los restos del destruido Templo de Jerusalén y que estas piedras sirvieron de base para la construcción de la sinagoga, con la condición de que éstas se devolvieran en el momento en que se renovara el templo. Agregan, además, que durante un incendio en el barrio judío, esos ángeles, criaturas llameantes, aparecieron en forma de palomas sobre la techumbre puntiaguda de la sinagoga, protegiéndola del fuego con su presencia. Otra de las leyendas cuenta que en su subsuelo están depositados los restos del Golem. La sinagoga, con una doble nave, es una estructura rectangular, con tejado a dos aguas y grandes fachadas góticas; los 28
La Sinagoga Viejo-Nueva
gruesos muros exteriores se encuentran soportados apoyados por contrafuertes. El edificio principal está rodeado en tres lados por los anexos bajos que sirven como vestíbulo y un sector para las mujeres. De acuerdo con la tradición y como un signo de la humildad, el ni La Sinagoga Viejo-Nueva, interior vel del piso de la sala y la nave principal está varios grados por debajo del terreno circundante. La nave está cubierta por una bóveda de seis partes, con cinco nervaduras y sostenida por dos pilares octogonales de gran tamaño. Las doce ventanas ojivales simbolizan a las doce tribus de Israel. Los soportes de piedra y los capiteles presentan una ornamentación escultórica con motivos vegetales, principalmente hojas de vid. De mayor valor artístico es la decoración del tímpano sobre el arca de la Torá. Los rollos de la Torá son guardados en el arca santa (aron ha-Kodesh) en la pared oriental de la sinagoga, frente a Jerusalén. El arca está cubierta por una cortina bordada (parokhet) y una colgadura (kapporet), que están adornadas con símbolos que recuerdan el Templo de Jerusalén. La decoración interior de la Sinagoga Viejo-Nueva se complementa con una bandera de altura, que simboliza el estado de la importante comunidad judía de Praga, que data de finales del siglo XV. En el centro de la bandera se aprecia la estrella de seis puntas de David con un sombrero o yelmo, que a partir de ese siglo pasó a ser el símbolo oficial de la comunidad judía de Praga. El texto de la fe judía, Shemah Yisrael, se inscribe en los bordes de la bandera. La Sinagoga Viejo-Nueva ha sido siempre la principal sinagoga de la comunidad judía de Praga. Ésta vio en vida, en el siglo XVI, a rabinos de la importancia de Eliezer Ashkenazi, Mordecai Jaffe ben Abraham, Jehuda Lewa ben Betzalel (el gran rabino Löew) y su más directo discípulo Iom Tov Lipmannn Heller, quien fue conocido por sus comentarios de la Mishná. Entre los rabinos posteriores sabemos que fueron Ezequiel Landau, una gran autoridad en el aprendizaje rabínico tradicional, 29
y Salomón Judah Leib Rapoport, un destacado representante de la Ilustración judía (Haskalá). Lo cierto es que entrar hoy al recinto de este pequeño templo es una experiencia impactante. Allí se respira espiritualidad, eternidad. Un mágico juego de sombras luminosas invita a bajar la voz y a andar en puntas de pie. En lo alto, sobre la rugosa textura de los muros desnudos, se ven dibujadas letras hebreas que parecen mensajes cabalísticos escritos en otros siglos para la gente de todos los tiempos. Afuera -hay que buscarla-, una conmovedora escultura de Frantisek Bilek nos muestra a Moisés, nuestro maestro, en una postura dramática, poderosa, vuelto también sobre sí mismo.
LA SINAGOGA ALTA Construida en 1568 y financiada por Mordechai Maisel, la Sinagoga Alta tenía su entrada, originalmente, por el Ayuntamiento Judío, y se ubicaba en el primer piso del edificio, de allí su denominación de Sinagoga Alta. Hoy la sinagoga es un edificio que consta de dos pisos. En el primero, vemos su espaciosa sala que está iluminada por altos ventanales y cubierta por una bóveda renacentista con lunetas en los rincones. El espacio interior de la sinagoga, con la bima en la parte central y los asientos a lo largo de sus paredes, es uno de los espacios mejor conservado de todas las sinagogas de la Ciudad Judía. A finales del siglo XVII, una galería para mujeres fue añadida a la cara meridional de la sinagoga. La entrada de la sinagoga, que hoy da directamente a la calle, data recién del siglo XIX. Fue en ese período cuando la Sinagoga Alta se convirtió en una entidad separada del ayuntamiento, con su propia entrada principal y escalera interior. Durante la restauración del tabernáculo, en 1982, fue descubierta una abigarrada policromía original. En 1995, la Sinagoga Alta fue reconstruida y desde entonces sirve como oratorio para los rabinos, celebrándose también bodas y circuncisiones. En el segundo piso se encuentra la sala de estudios tradicional, la midrashá.
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LA SINAGOGA KLAUSEN Está situada junto al Viejo Cementerio Judío. Toma su nombre de la palabra alemana klause, que se deriva del latín ‘claustro’, que significa edificio pequeño. Con el mismo término en plural, klausen, se conocían los tres pequeños edificios originales que Mordechai Maisel, jefe de la Comunidad Judía de Praga, había erigido en honor a la visita que el emperador Maximiliano II realizó al gueto de Praga en 1573. La Sinagoga Klausen Con posterioridad a la destrucción causada por el fuego de 1689, comenzó la construcción del edificio de la sinagoga actual, la Klausen, que se completó en 1694. Su interior está formado por un amplio espacio cubierto por una bóveda baída (bóveda de pañuelos) con cuatro pares de lunetos a los que corresponden dos filas de ventanas semicirculares. En una construcción suplementaria fue instalada la galería para mujeres. En el amplio espacio de la sinagoga se encuentra la caja de tres grados para los rollos de la Torá. Una nueva reconstrucción de la Sinagoga Klausen se llevó a cabo en la década de 1880. Fue ampliada en su parte occidental, la bóveda fue unificada con la decoración de estucos y se pusieron vidrieras de color en las ventanas. La sinagoga tuvo un lugar importante en la historia del barrio judío de Praga, fue la sinagoga más grande del gueto y la sede de la Sociedad Funeraria de Praga. A partir de junio de 1946 fue abierta, en la Sinagoga Klausen, una exposición permanente del Museo Judío dedicada a las tradiciones y costumbres judías. Una última renovación fue llevada a cabo entre 1995 y 1996, y en 1997 fue abierta una nueva exposición llamada Festividades y Tradiciones Judías. La Sinagoga Klausen, interior
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La muestra contiene piezas relacionadas con la vida cotidiana de la familia judía y las costumbres relacionadas con el nacimiento, la circuncisión, la bar mitzvah, la boda, el divorcio y la familia judía.
SALA CEREMONIAL El edificio de la antigua Sala Ceremonial y de la cámara mortuoria, a la entrada del Viejo Cementerio Judío, fue construido en estilo neorománico en 1911–1912 según el proyecto del arquitecto J. Gerstl. En el ámbito del complejo del Museo Judío, la Sala Ceremonial de la Sociedad Funeraria de Praga (fundada en 1564), o Hevra Kadisha, estaba destinada originalmente a la purificación ritual de los cadáveres (tahara) y como depósito para los cuerpos de los fa El autor de este artículo frente a la llecidos. Sin embargo, no sirvió por Sala Ceremonial mucho tiempo para estos propósitos, los cortejos fúnebres sólo se organizaron hasta la primera guerra mundial. Hoy, este edificio se ha convertido en un lugar destinado a exposiciones. Después de la reconstrucción del edificio, acaecida en 1997, se inauguró una sala de exposiciones dedicadas a la historia del Viejo Cementerio Judío y a las actividades de la sociedad funeraria praguense. La obligación de encargarse del entierro del prójimo se considera uno de los mandamientos religiosos más importantes del judaísmo y la pertenencia a la sociedad, al significar un gran honor, la podían alcanzar solamente los hombres más respetables y sabios.
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LA SINAGOGA MAISEL Data de 1590–1592, siendo alcalde de la Ciudad Judía Mordechai Maisel, quien financió la extensa reconstrucción del gueto en estilo renacentista. Fue construida por Josef Wahl y Juda Goldsmied de Herz. El historiador David Gans, contemporáneo de Maisel, cuenta en su crónica que la sinagoga era extraordinariamente hermosa y estaba construida con veinte pilares. El edificio asombraba a la gente por la extensión de su espacio y en hermosura superaba en mucho a las demás sinagogas del gueto. El edificio original, al igual que muchos otros, fue afectado seriamente por el fuego de 1689 y luego tuvo que ser restaurado predominando el estilo barroco. Una vez más, fue renovado en estilo neogótico según el proyecto del Prof. A. Grotte, entre 1893 y 1905. Todo lo que quedó de la antigua disposición fueron las tres naves de la sala central con la galería para las mujeres en el piso superior. La Sinagoga Maisel se usa actualmente como sala de exposiciones y depósito del Museo Judío. La primera parte de la exposición actual, Historia de los Judíos en Bohemia y Moravia desde los Primeros Asentamientos hasta el Período de la Emancipación, ofrece un resumen de la historia de los judíos en estas tierras desde el siglo X hasta el siglo XVIII. La sección introductoria familiariza al visitante con los principales hechos históricos relativos al origen de los asentamientos judíos en Bohemia y Moravia, y el status legal y social de los judíos en el estado medieval. En la exposición se resalta la época del Renacimiento, relacionada con la construcción de la sinagoga y con la figura de su fundador, Mordechai Maisel. La erudición judía tradicional está representada por la obra de insignes estudiosos, quienes sirvieron 33
Fachada principal de la sinagoga Maisel
en las comunidades judías de Bohemia y Moravia, como los rabinos y rectores de escuelas talmúdicas los rabinos Löew y David Oppenheim.
LA SINAGOGA PINKAS Data del siglo XV, denominada así en honor de su fundador, el rabino Pinkas. Está localizada justo detrás de la entrada al Viejo Cementerio Judío de Praga y es la segunda sinagoga más antigua del gueto. El espacio superior de una de sus naves principales está cubierto por una bóveda de nervaduras en estilo gótico tardío; en cambio, la parte del portal de entrada está realizada en formas del renacimiento temprano. Como el resto de las sinagogas, la Sinagoga Pinkas ha sido renovada y restaurada en varias ocasiones; en una de ellas, y debido a unas fuertes inundaciones, el suelo de la sala principal y del vestíbulo fue elevado casi 1,5 metros. En la sinagoga se dieron cita muchos rabinos y hombres de ciencia que se dedicaban al estudio de la mística judía,la cábala. Entre ellos destacaban Yesaja ben Abraham ha-Levi Horowitz y Shabtai ben Akiva Horowitz, autor del famoso tratado de la cábala Shnei luchot ha-brit. Una reconstrucción fundamental se dio entre los años 1950 y 1954; posteriormente, el interior de la sinagoga se convirtió en un monumento en homenaje a los miles de judíos procedentes de Bohemia y Moravia víctimas del genocidio nazi. Sus nombres están inscriptos en las paredes de la nave principal y zonas anexas. El texto de las inscripciones fue compilado de diferentes archivos, a partir de los documentos de transporte, listas de registro y declaraciones de los supervivientes. Las inscripciones comprenden los nombres de las víctimas, su lugar de nacimiento y el lugar de su muerte; en los casos en los que se ignora la fecha del fallecimiento (muchos), está inscripta la fecha de la deportación a los guetos y campos de exterminio. Los nombres están agrupados según las ciudades y pueblos Interior de la sinagoga Pinkas
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en los que vivían antes de la deportación o arresto, y están presentados en orden alfabético. En la nave principal figuran todos aquellos cuya última dirección era la de Praga; el resto del espacio interior conmemora a las víctimas de fuera de la ciudad. A ambos lados del arca sagrada están grabados los nombres de los guetos y campos de concentración donde los judíos fueron deportados y, en la mayoría de los casos, exterminados. En 1968, la sinagoga fue clausurada por el régimen comunista con el pretexto Nombres de víctimas de los de renovarla, ya que se habían producido nazis filtraciones de aguas subterráneas que ponían en peligro la estructura del edificio. Durante los trabajos de aislamiento se descubrieron algunos lugares subterráneos, un antiguo pozo y un baño ritual (mikve). El régimen comunista demoró deliberadamente los trabajos de restauración y en ese lapso de tiempo las inscripciones con los nombres de los asesinados durante el Holocausto fueron prácticamente borradas. No fue posible completar la restauración del edificio hasta 1990, y entre 1992 y 1994 se volvieron a grabar los nombres de los judíos muertos durante el Holocausto. En 1994, la Sinagoga Pinkas, así como el Museo Judío, que está estrechamente relacionado con la sinagoga, recibieron un apoyo independiente del Estado. Las víctimas del Holocausto también son conmemoradas en una exposición permanente de dibujos de niños procedentes de Terezín que, desde mayo de 1997, está alojada en el piso superior de la sinagoga. La historia de los niños deportados a Terezín es descripta en 19 secciones en la habitación adyacente a la galería del piso superior. La historia está relatada a partir de los dibujos de los niños realizados en Terezín entre 1942 y 1944, y que fueron llevados a cabo durante las clases organizadas por Friedl Dicker-Brandeis (1898-1944), una pintora y diseñadora de interiores, también internada en el gueto. Como parte de 35
un programa de educación esencialmente clandestina para los niños de Terezín, las clases de arte se habían convertido en elementos de gran importancia en la vida diaria del gueto. Estas clases funcionaron como una especie de terapia para los niños, lo que les ayudó a sobrellevar la vida en el gueto. Antes de su deportación a Auschwitz, Dicker-Brandeis llenó dos maletas con más de 4.500 dibujos de niños y los escondió. Estos dibujos fueron recuperados inmediatamente después de la guerra Aron ha-Kodesh, rodeado de los nombres de los campos y llevados al Museo Judío de Praga. Ellos de exterminio se han convertido en un recordatorio del trágico destino de esos niños judíos durante la segunda guerra mundial. Sólo unos pocos de esos niños de Terezín sobrevivieron a la guerra: la inmensa mayoría fueron deportados a Auschwitz, para luego ser exterminados.
LA SINAGOGA ESPAÑOLA Fue construida en 1868 en el sitio de la sinagoga más antigua de Praga (la Vieja Escuela). En 1837, en la Vieja Escuela, había sido introducido el servicio divino reformado y comenzó a practicarse en ella la música sinagogal. Para hacerse cargo del desarrollo de los estudios musicales fue invitado el compositor Frantisek Skroup, autor del himno nacional checo y de la primera ópera checa. El espacio de la Vieja Escuela rápidamente había sido insuficiente para las necesidades del culto; fue así que se deci
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dió construir en su lugar una nueva sinagoga, que fue llamada, por sus características, la Sinagoga Española. Su estilo es morisco, según el diseño de Ignátz Ullman. Su estructura cuadrada posee una imponente cúpula que cubre el espacio central. Las galerías, que están construidas sobre una estructura de hierro, se encuentran en tres de sus lados abiertas hacia el espacio interior. Los arabescos en estuco, así como los estilizados motivos orientales del interior, se repiten en las paredes y en la decoración de las puertas, en el Sinagoga Española, interior órgano, las balaustradas y las galerías. Las vitrinas de colores y la decoración interior fueron diseñadas por los arquitectos A. Baum y B. Münzberg; se terminaron en 1893. La sinagoga sirvió para el culto hasta el año 1941. Luego de la segunda guerra, la sinagoga le fue entregada a la gestión del Museo Judío. Con posterioridad, sufrió una profunda remodelación, a partir de 1995, y ya,en el año 1998 fue inaugurada una exposición permanente que continúa la exposición existente en la sinagoga Maisel. Esta segunda parte de la exposición es llamada Historia de los Judíos en Bohemia y Moravia desde la Emancipación hasta el Presente, y cubre la historia de la comunidad judía durante los períodos de la Ilustración y la Emancipación, el Imperio austro-húngaro, la Primera República (1918–1938), el protectorado de Bohemia y Moravia (1939–1945) y las décadas de postguerra. Ocasionalmente, en la sinagoga, como marco incomparable, se celebran conciertos de música religiosa y clásica.
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SINAGOGA DE JERUSALÉN Esta sinagoga, un tanto alejada del centro de la Ciudad Judía, recibió originalmente el nombre de Sinagoga del Jubileo, en honor al emperador Franz Josep I, ya que la decisión de construirla se tomó en la época en que se celebraron los 50 años de su reinado. Sin embargo, con motivo del nombre de la calle donde se encuentra, Jeruzalémská, prevaleció el nombre de Sinagoga de Jerusalén. Después de la decisión de renovar Josefov, en 1898, se creó la sociedad para la construcción de una nueva sinagoga que pudiera sustituir a las sinagogas derribadas de la Ciudad Judía. Es así que esta nueva sinagoga fue construida en 1906, diseñada por Wilhelm Stiassny. La sinagoga fue creada en un estilo neomorisco con decoración de Art Nouveau, sobre todo en el interior. En su fachada principal hay un gran pórtico con un arco islámico y un rosetón donde se aprecia la estrella de seis puntas en su centro. En el frontón de la fachada podemos apreciar escritos los diez mandamientos y también una cita del Salmo 118.20, que dice: «Esta es la puerta del Señor, y por ella entrarán los justos». La arcada central del pórtico de entrada está ajironada por el verso bíblico que dice: «¿Acaso no tenemos todos un mismo padre, que es el Dios que a todos nos ha creado?», (Malaquias, 2.10). Tres grandes naves forman el espacio central de la sinagoga. Vemos, en su largo interior, dos filas de arcos islámicos que sostienen las galerías para las mujeres. La luz entra a la nave por ventanas con unas impresionantes vidrieras de color. El aron hacodesh (arca de la Torá) alto está decorado con un motivo de la cepa y con las Tablas de la Ley. Decorada con pinturas de estilo morisco en sus paredes e incluso el techo, y con numerosas arañas y lu Entrada a la Sinagoga de ces, su aspecto interior es imponente. Jerusalén
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En el coro occidental se encuentra un gran órgano. Recientemente renovada, la Sinagoga de Jerusalén representa un valioso monumento de la arquitectura praguense de los comienzos del siglo XX y forma parte muy importante de los lugares espirituales y culturales de la Comunidad Hebrea en Praga. En los meses de verano, la sinagoga se encuentra abierta al público y se organizan en ella conciertos y exposiciones de arte. Actualmente los servicios sinagogales se realizan solamente en la Sinagoga Vieja-Nueva, la Sinagoga Alta y la Sinagoga de Jerusalén.
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Sinagoga de Jerusalén, interior
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SUS LEYENDAS, SUS GENTES No obstante el legado material, que está representado en gran parte por los edificios de la vieja Ciudad Judía, así como por los objetos atesorados en el Museo Judío, y a pesar de todos los avatares de la historia, no es solo esto lo que nos ha quedado. Praga, indudablemente, no perdió sus recuerdos, su atmósfera y las leyendas de los tiempos pasados; un pasado en el que el mundo judío fue parte importante. Por esto, allí sigue con vida el espíritu del rabino Löew y del Golem, a quien él había creado; por esto, la fantasía se ve atraída por la imagen de estudiantes que van con prisa al jéder, tiendecitas vivas con artículos judíos muy variados, y por esto continúa la predilección por las anécdotas judías. Hoy es imposible saber dónde comienza o termina la Praga judía. En realidad, podemos encontrar señales de la presencia judía dispersas por toda la ciudad, en sus edificios, en sus monumentos y en el recuerdo de quienes allí vivieron.
EL GOLEM DE PRAGA «Son infinidad las leyendas que se tejieron alrededor del origen de ese hombre artificial. Si nos detenemos en el recodo donde confluyen historia y leyenda, se torna lógico que el imaginario judío haya necesitado crear a un ser sobrenatural -fuerza física en estado puro- que protegiera a los judíos praguenses de las sangrientas calumnias y ataques vandálicos con que los agobiaron. Y resulta coherente con el espíritu judío el que la destrucción del Golem se atribuya a que, desprovisto de alma y raciocinio, haya actuado su fuerza bruta al pie de la letra, poniendo en peligro el objetivo para el que fuera creado.» 41
«Volviendo al Golem praguense cabe una pregunta: los judíos sufrieron persecuciones en los cuatro puntos cardinales de la tierra, ¿por qué, entonces, la leyenda del Golem creado para protegerlos surge precisamente en Praga? Es singular la impronta dejada sobre esta ciudad por ese extraño rey enamorado de lo sobrenatural, Rodolfo II, que en el siglo XVI atrajo a Praga a una multitud de astrólogos y alquimistas, artistas y eruditos, soñadores y charlatanes, ansioso como estaba por dominar los secretos de la vida, el tiempo y la materia, los de la eternidad y el oro. Se podrían citar infinidad de ejemplos para mostrar hasta dónde esa búsqueda desorbitada de lo extraño y del dominio de los elementos, impregnó la atmósfera, la literatura, el arte, la vida toda de Praga.» En consecuencia, también del mundo judío.
HISTORIA DE UN MITO Según la leyenda, el Golem había sido realizado con arcilla del río Moldava. El rabino Löew contó a tal fin con la ayuda de su yerno, Jizchak ben Simson, y de su discípulo, el levita Jakob ben Chajim Sasson. Entre los tres modelaron una figura humana de tres varas de largo con todos sus miembros, mientras entonaban salmos sagrados. Fue entonces que el rabí Löew ordenó al sacerdote Jizchak que, comenzando por la derecha, diera siete vueltas alrededor de la figura de barro mientras le confiaba la zifurim, la fusión de las palabras que debía pronunciar mientras andaba. Lo mismo realizó luego el levita Jakob. Hecho lo cual, de la cabeza de la figura, comenzaron a crecer el pelo y, de sus manos y pies, las uñas. Finalmente, fue el mismo rabino Löew quien dio las siete vueltas de rigor y depositó en la boca del cuerpo de barro un schem (un nombre, se refiere concretamente al de Dios). Y fue así que entre los tres hombres le insuflaron vida al Golem. Según prosigue la leyenda, el rabino Löew le habría dicho al Golem: «Debes saber que te hemos formado con un terrón de tierra. Tu misión será proteger a los judíos contra las persecuciones». En su frente escribió la palabra Emet, que significa ‘verdad’ en hebreo. Todo iba bien hasta que el Golem empezó a atacar también a los judíos y no solo a sus enemigos. El rabino, viendo que no podía controlar a la criatura que había creado, decidió destruirla borrando la primera 42
E de la palabra escrita en su frente, dejando escrita la palabra Met, que significa ‘muerte’. De este modo se autodestruiría la criatura que, según cuenta la leyenda, quedó encerrada en la Sinagoga Vieja-Nueva para ser convocada de nuevo en caso de necesidad. Sin duda alguna, existen infinidad de relatos y versiones al respecto, pero, a pesar de que casi todos coinciden en las partes esenciales de la leyenda, también existen diferencias sustanciales. Posiblemente, el relato más famoso relativo a un golem involucrando la figura del rabino Löew sea la historia del Golem que aparecía, en 1847, en una colección de relatos judíos publicado por Wolf Pascheles de Praga. Aproximadamente sesenta años después, una nueva versión fue publicada por Yudl Rosenberg (1909). Hasta el siglo XIX la figura del Golem no sería conocida por toda Europa. Este fenómeno se produjo gracias a la novela de Gustav Meyrink, titulada El Golem, publicada en 1915.
EL VIEJO GUETO DE PRAGA «Ese viejo gueto de Praga en realidad ya no existe. Hoy paseamos por las amplias calles de la ciudad reconstruida, pero nuestros pasos y miradas son inciertos. Josefov, sin duda conserva esas sinagogas de las que contamos parte de su historia; vemos el viejo cementerio, el antiguo ayuntamiento, penetramos en ellos y sentimos los espíritus de quienes nos precedieron. La Praga medieval está allí, entre altas torres y relojes;está la Callejuela del Oro, de los alquimistas, de los orfebres; se conserva hasta hoy, en la periferia del castillo, compuesta por minúsculas habitaciones, que constituyen las casas, pegadas a la muralla que rodea el Foso de los Ciervos. Fue la magia de esta calle la que llevó a Kafka a vivir en ella durante algún tiempo (1916) y a pintar el castillo de su novela (1922) como un revoltijo de casuchas miserables recostadas unas sobre otras. La pequeña Callejuela del Oro
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casita donde vivió Kafka lleva el número 22 y ahora está dedicada a recordarlo. Camino al castillo, el famoso puente de Carlos (Karluv most) que cruza el Moldava, bordeado por quince esculturas a cada lado. En el tercer grupo escultórico, a la derecha existe un Cristo coronado por una inscripción en letras metálicas hebreas que dicen Kadosh, Kadosh, Kadosh, Adonai Tzevaot (‘Santo, Santo, Santo, Señor de los Ejércitos’). Una placa al pie nos explica que fueron los judíos quienes, en el año 1690, pagaron esa escultura que celebra a Jesús, forzados a hacerlo bajo la acusación de haberse burlado de una imagen cristiana. Sí, Praga maravillosa y fascinante; Praga maternal, pero, como escribiera en su diario Kafka -siempre Kafka- “¡Esta madre tiene garras!”. En el centro del barrio judío, casi escondido detrás de la Sinagoga Vieja-Nueva (en medio de un jardín) hallamos este Moisés realizado por Frantisec Bilek en 1905. Este Moisés, “el héroe más solitario y poderoso de la historia bíblica”, que, según Elie Wiesel, es muy diferente al Moisés de Miguel Angel en Roma, una figura cuyo rasgo dominante parece ser el poder.»
MONUMENTO A KAFKA Junto a la Sinagoga Española, encontramos una de las imágenes más fotografiadas de Praga: el surrealista Monumento a Kafka, en el que el escritor es conducido a hombros por su propio traje vacío. La estatua de Kafka es de bronce y mide unos cuatro metros de altura. Fue inspirada en uno de los pasajes de su primer cuento Descripción de una lucha, escrito alrededor de 1903, donde plantea la angustia del hombre frente al absurdo que le rodea. El autor del monumento es el escultor checo Jaroslav Róna. En la plaza Franz Kafka (Námesti Franze Kafky), donde vivió el escritor y su familia, existe también un relieve recordatorio que representa la cabeza de Kafka. Monumento a Kafka – J.Rona
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MUJERES Y HOMBRES DE ESTA HISTORIA Esto sobre lo que hoy escribo, en realidad es un rápido vistazo sobre una historia que ya ha sido escrita por historiadores, una historia que tiene como testigos mudos viejos edificios y también monumentos de bronce y piedra. Pero la historia verdadera, la historia real, pertenece a quienes la han vivido, a quienes han amado y sufrido en ella, pagando este sufrimiento, como en el caso de muchos judíos inocentes, con sus propias vidas. Es por eso que, en esta breve mención de algunas figuras destacadas, no por ello más importantes, quien escribe este artículo simplemente quiere personificar y recordar a todos aquellos cuyos nombres figuran en las losas de los viejos cementerios, y principalmente en las paredes de la Sinagoga Pinkas. FRANZ KAFKA Nació en Praga en 1883, en los límites de la Ciudad Judía, y murió en Austria en 1924. Pasaron largos años tras su muerte hasta que sus obras obtuvieron cierto reconocimiento. La convulsa historia de la República Checa, como país que quería reafirmar su independencia de Alemania, hizo que su obra no fuera tenida en cuenta, ya que escribió en lengua germana aunque hablaba checo. Su origen judío también puso trabas a la difusión de su obra entre los germano parlantes, por lo que durante décadas Franz Kafka estuvo en el limbo de los autores olvidados Hoy sus escritos son considerados de los más influyentes de la literatura universal en el último siglo, a pesar de no ser una obra muy extensa. Fue autor de tres novelas: El proceso, El castillo y América, y una novela corta La metamorfosis. También escribió un cierto número de parábolas y relatos breves. Además, dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos, la mayor parte publicados póstumamente. De este material, y de las indagaciones realizadas por sus biógrafos, ha resultado la imagen de una persona profundamente sensible, pero físicamente débil. Max Brod, íntimo amigo de Kafka, biógrafo y editor de sus trabajos, con motivo de una inauguración sobre la obra de Kafka dijo, entre otras 45
cosas: «A muy temprana edad tomó conciencia de su patrimonio espiritual y se dedicó con entusiasmo al estudio de la milenaria Ley Judía. En la ética de la Ley Judía y en las tradiciones del judaísmo halló la senda que buscaba. Aún hoy recuerdo exactamente la noche en que en la esquina Homenaje a Kafka en la que fuera su casa de Alstädter Ring y Langengasse me leyó de una antología del Talmud las palabras de Rabi Shimon bar Yojai, del tiempo de los romanos: “Me ha ocurrido un milagro, quiero por lo tanto decretar algo que sea útil a toda la humanidad”(...)». Kafka falleció el 3 de junio de 1924. Su cuerpo descansa en la parte judía del Nuevo Cementerio de Praga. MAX BROD Nació en Praga el 27 de mayo de 1884. Fue escritor, compositor y periodista, gran amigo y editor, entre otros, de Franz Kafka. Estudió derecho en la Universidad de Praga (la cual estaba dividida atendiendo al idioma de los estudiantes; alemán o checo) y se graduó en 1907 para trabajar en el servicio civil. A partir de 1912 fue un pronunciado sionista y, cuando Checoslovaquia se independizó en 1918, trabajó brevemente como vicepresidente del Jüdischer Nationalrat. A partir de 1924, ya establecido como escritor, trabajó como crítico en el Prager Tagblatt. En 1939, al tomar los nazis Praga, Brod y su mujer Elsa Taussig emigraron a lo que entonces era el Mandato Británico de Palestina, donde vivió hasta su muerte el 20 de diciembre de 1968, en Tel Aviv, Israel. Continuó escribiendo y trabajando como dramaturgo para Habima, el teatro nacional israelí. Algunos títulos, entre los muchos que publicó Brod, son: En la belleza de los cuadros feos (1913), Paganismo, cristianismo y judaísmo (1922), Reubeni, el príncipe de los judíos (1925), Biografía de Heinrich Heine (1934) y El pensamiento y la enseñanza de Franz Kafka (1948). 46
FRITZ LÖHNER –BREDA Escritor y músico, nació el 24 de junio de 1883 en una familia judía de Bohemia, de apellido Loewy. Su padre se trasladó junto a toda la familia a Viena cuando Fritz era joven y cambió su apellido por Löhner. A diferencia de muchos de sus compañeros artistas judíos de Viena, Löhner-Breda estaba orgulloso de su herencia judía y criticaba la tendencia de conversión de los judíos de clase media. Desde su adolescencia, su gran amor fue la escritura y el mundo del entretenimiento. Löhner-Breda fue trasladado a Auschwitz en 1942 y falleció el 4 de diciembre. Dos años después de su muerte, sin embargo, su música resonó triunfante cuando los soldados norteamericanos liberaron Buchenwald y los prisioneros sobrevivientes cantaron su Buchenwaldlied por primera vez como hombres libres. MALVA SCHALEK Nació en Praga el 18 de febrero de 1882. Pintora, de familia culta y de buena posición, tenía raíces en Bohemia. En 1942 Schaleck fue transportada al gueto de Terezin. Este fue un período de dificultades físicas y gran angustia. A pesar de su precaria salud, creó muchas obras en secreto, obras que describían escenas de la vida en el gueto. Sus trabajos estaban realizados a lápiz, carbonilla y acuarela, y los ocultaba en las paredes de los edificios. Después de negarse a retratar a un médico colaboracionista, Malva Schaleck fue enviada a Auschwitz el 18 de mayo de 1944, donde murió. HANS KRASA Músico, nació en Praga en 1899; murió en 1944 en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau). En 1920, creo Grotescas, música orquestal, otra de sus creaciones fue un cuarteto de cuerdas y también una sinfonía para pequeña orquesta. En 1921 obtuvo su primer éxito como con sus cuatro lieds para orquesta con textos de Christian Morgenstern. Su Sinfonía se estrenó en 1923 en 47
Hans Krasa
Boston bajo la dirección de Serge Koussevitzky. Con la ópera Verlobung im Traum, basada en una historia de Dostoyevski, ganó un premio; fue estrenada en Praga bajo la dirección de George Szell. Además, compuso numerosas obras de cámara y vocales, así como música incidental. En 1938 escribió la ópera infantil Brundibar, basada en una obra de Aristófanes, para un concurso del Ministerio de Educación, ópera que no llegó a representarse por el ataque alemán a Polonia. Se estrenó clandestinamente en 1941 en el asilo judío. El 10 de agosto de 1942, Hans Krása fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt. Allí, Brundibar se representó más de 55 veces; también en la película Theresienstadt se muestra una representación de esta ópera. En la noche del 16 de octubre de 1944, Hans Krasa fue introducido en un vagón de tren con destino Auschwitz-Birkenau. Allí, fue considerado persona mayor y, como tal, asesinado de inmediato en la cámara de gas. ADOLF KOHN Fue un pintor autodidacta. Sin embargo, su legado artístico tiene un gran valor por haber conservado la atmósfera del gueto de Praga. Kohn también se desempeñó durante muchos años como organista y director del coro en la Sinagoga Maisel. LEO HAAS Nació en Opava, Checoslovaquia (1901-1983). Fue un artista judío checo que, mientras estuvo preso en Nisko y Theresienstadt, durante la segunda guerra mundial, pintó retratos y realizó una gran cantidad de dibujos que documentan la vida los campos de concentración. KAREL FRIEDMAN Médico, nació en Klatovy (Checoslovaquia) en 1897. Su padre era litógrafo y de él heredó su habilidad artística. El 18 de abril de 1942 fue internado en Terezin. Durante su permanencia allí, ocupó puestos importantes en el servicio médico y trató de aliviar el sufrimiento de sus camaradas de internación. A pesar de su agotadora labor como médico, no dejó de pintar, 48
dibujar y escribir poesías en sus escasos momentos libres, generalmente por las noches. En su poesía y sus ensayos, y particularmente en sus muchas pinturas, documentó la cruel realidad de la vida en el gueto. El 23 de octubre de 1944, Fleischmann fue transportado a Auschwitz y asesinado allí. La mayoría de sus dibujos y pinturas así como sus memorias de Terezin fueron donados por su hermano al Museo Judío de Praga. BEDRICH FRITTA Artista judío checo (1909-1945), que dibujó y pintó las condiciones del campo-gueto de Theresienstadt. Fritta fue deportado a Auschwitz en octubre de 1944, donde murió una semana después de su llegada. FRANZ WERFEL Nació en Praga (1890-1945). Novelista, poeta y dramaturgo que adquirió fama en Austria y Alemania al término de la primera guerra mundial. Estudió en el Carolinum de Praga y sirvió en el ejército austríaco durante la primera guerra mundial. La literatura, sin embargo, era lo que más le interesaba; su primera obra teatral se publicó en 1910. Werfel vivió en Viena hasta que el miedo a la expansión nazi lo obligó, debido a su condición de judío, a huir con su mujer, Alma Mahler. Werfel llegó a Francia en 1938 y a Estados Unidos, en 1940, donde Franz Werfel pasó los últimos años de su vida. Entre sus obras teatrales cabe citar Juárez y Maximiliano (1924), basada en la vida del mexicano Benito Juárez, que encabezó la resistencia contra el archiduque Maximiliano I, emperador de México, en 1862; y Jacobowsky y el coronel (1944). Werfel escribió también varias novelas, una de las cuales, Los cuarenta días de Musa Dagh (1933), en la que denunciaba la resistencia armenia frente a la crueldad de los invasores turcos.
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OTROS NOMBRES Así como la literatura checa se vio enriquecida por los escritores judíos, lo mismo sucedió en las otras artes: la música, la pintura, la escultura y las ciencias tuvieron en los judíos una fuente de permanente búsqueda y creación. En realidad, son tantos los nombres y la importancia de cada uno de ellos que se nos hace imposible mencionar a todos ellos, pues este artículo sería interminable; pero, en una última mirada, vemos a unos pocos más. Ellos, junto a los demás judíos de Praga, hicieron a la grandeza de esta comunidad y significaron un gran aporte a la cultura checa. Bedrich Feuerstein (Dobrovice,1892-1936); arquitecto, pintor y ensayista. Emil Orlik (Praga, 1870-1932), pintor. Schmuel Hugo Bergman (Praga, 1883 - Jerusalén,1975), filósofo. Anna Ticho nació en Brno, Moravia, en 1894. Artista. Falleció en Israel en 1980, donde tiene un museo. Gedeon Klein (Moravia, Prerov, 1919-1945); compositor de la música clásica. Walter Suskind (Praga, 1913-1980); director de orquesta. Pavel Haas (Brno, 1899 - Auschwitz, 1944); compositor. MaxWertheimer (Praga, 1880 - Nueva York, 1943); psicólogo, uno de los fundadores de la Gestalt. Sigmund Freud Freiberg (Moravia, 1856 - Londres 1939); médico, fundador del sicoanálisis. Oskar Baum (Pilsen, 1883 - Praga, 1941); músico y escritor. Félix Weltsch (Praga,1884 - Jerusalén,1964); filósofo, escritor, redactor, editor y periodista. Ludwig Winder (Schaffa, Moravia del Sur, 1889 - Baldock, Reino Unido, 1946); escritor, periodista y crítico literario. Johannes Urzidil (Praga, 1896 - Roma, 1970); escritor checo en lengua alemana. Egon Erwin Kisch (Praga, 1885-1948); periodista y reportero. Julius Zeyer (Praga, 1841-1901); escritor. Vojtech Rakous (seudónimo de Vojtěch Oesterreicher), nacido en Velký Brázdim, Bohemia (1862-1935); escritor. 50
Leo Perutz (Praga, 1882 - Bad Ischl, Austria, 1957); escritor y matemático También recordamos a Karel Polácek, Richard Weiner, Frantisek Langer, Jiri Langer, Ivan Olbracht, Otokar Fischer, Jiri Weil, Egon Ostovsky, Hannus Bonn, Jiri Orten y muchos otros. Hoy, los judíos checos, que según estimaciones, siendo apenas unos 3.000 o 4.000 en la toda la República Checa, posiblemente la mitad de ellos en Praga, tratan de rehacer su vida y recuperar su historia. Reaparecieron miles de judíos, muchos de ellos que habían ignorado serlo y retornaron a sus raíces, con lo que aumentó el número de integrantes de la comunidad. Ellos, como muchos otros judíos en otras partes del mundo, intentan renacer de sus cenizas manteniendo viva la memoria de su importante pasado.
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(A finales del año pasado apareció en las librerías checas la segunda edición, revisada y completada, de la monografía del historiador checo, Tomás Pekný, titulada “Historia de los judíos en Bohemia y Moravia”).
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