ENTREMUROS Marzo del 2012 >> EL NORTE
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Impermeabilizantes reciclados
> Los recubrimientos con material reciclado de llanta están disponibles en color terracota.
Prevención ecológica La aplicación de un recubrimiento hecho con hule de llanta y resinas acrílicas evita la filtración de humedad en el techo y los muros Karina González
Elarmente termina en vulcaniza-
Cortesía: Keven Hui
l hule de las llantas viejas regu-
> Las azoteas forradas con pasto evitan la filtración de humedad.
Tómelo en cuenta De acuerdo con el arquitecto Eduardo Gorozpe, cuando se va a realizar una impermeabilización es importante considerar algunas medidas preventivas: > Antes de aplicar el impermeabilizante en la azotea, revise que la superficie no esté agrietada. Esto evitará que el agua se filtre a través de las fisuras. > Para optimizar la adherencia del producto, remueva los
restos del recubrimiento viejo y deje el área limpia y nivelada. > El sol desgasta el acabado de la azotea, pues la reseca, razón por la cual es importante utilizar impermeabilizantes de color blanco que reflejen los rayos solares.
doras o lotes baldíos. No obstante, ahora este material puede reciclarse y aprovecharse en la impermeabilización de azoteas. “El desperdicio de las llantas es sumamente flexible y elástico y, al mezclarlo con resinas acrílicas que tienen una base solvente de agua, funciona como impermeabilizante. Es tan durable que no se desgasta ni maltrata con el tráfico peatonal. “Este tipo de recubrimientos reciclados no sólo previene las filtraciones de humedad y evita la formación de hongos, moho y salitre en el techo y los muros del hogar, sino que además ayuda a cuidar los recursos naturales del ecosistema”, explicó Javier Sosa, representante de la firma Comex. Para aplicarlo, aseguró, primero hay que limpiar el polvo y los residuos acumulados en el tejado. Después, es necesario sellar la superficie con una capa de poliuretano que elimina las grietas y fisuras, y, posteriormente, con un rodillo o una brocha, adherir el producto. De acuerdo con Sosa, estos im-
permeabilizantes no contienen plomo, solventes tóxicos ni compuestos contaminantes. Además, no requieren mantenimiento, pues son resistentes a la intemperie. “La impermeabilización debe hacerse en épocas sin lluvia”, explicó. “Es importante tener una cultura de prevención y así evitar los daños colaterales producidos por las goteras al interior de las construcciones, que incluso pueden producir cortocircuitos en los electrodomésticos”.
AHORRO ENERGÉTICO Otro tipo de impermeabilizantes son los aislantes térmicos. Estos recubrimientos de color blanco están hechos con cápsulas de cerámica y microcélulas expansibles que fácilmente reflejan la luz del sol y evitan el excesivo calentamiento. “Absorben la energía, lo que evita que el calor traspase al techo. Esto reduce la temperatura al interior del hogar hasta 10 grados centígrados y, además, representa un ahorro de consumo eléctrico”, subrayó Sosa. Según Sosa, actualmente continúan a la vanguardia los sistemas de impermeabilización con sustratos vegetales como el pasto, las plantas y las flores, que permiten crear una azotea verde.