Cuántas veces, con la pérdida de un ser querido nos hundimos en el abismo de la tristeza, sin querer salir de él, llorando continuamente a causa de la ausencia y el estado de indefensión en el que nos encontramos… ellos –nuestros seres queridos que ya partieron a la casa de nuestro Padrenos diran: ¡No llores más por mí! Estoy en paz, en la paz de mi Señor.
CONMIGO HOY ESTARÁS
Aunque cueste aceptar que ya no volverás, hay un sol que me aclara y me calma este amar, lo que fue una brisa hoy es vendaval. Cuanto cuesta aceptar si ya nada es igual. Y ese tiempo de ensueños tan llenos de fe, de esperanza y consuelo al saber que estás bien. Porque cuando el tiempo llegó a su final me lloraron los ojos al verte volar.
Son los momentos en la vida que nacen en la luz y en la palabra de Jesús. Son los momentos que van creciendo y aunque ya no estés conmigo siempre quedarán. Conmigo hoy estarás.
Y ahora sé que ya está junto a ti mi Señor y aunque duela aceptar dile que estoy en paz, porque sé que me guía y no me deja en soledad. Hoy se han vuelto eternos su amor y su andar. Y los años que hoy nos separan tal vez son estrellas que ve el nuevo amanecer. Fue tan fría la noche de verte partir, pero ahora es más tibio este día a mi.
Son los momentos en la vida que nacen en la luz y en la palabra de Jesús. Son los momentos que van creciendo y aunque ya no estés conmigo siempre quedarán. Conmigo hoy estarás. Aunque cueste aceptar que ya no volverás, me iluminas el alma al verte volar. Nicolás Majluf