LUIS IGNACIO GOMENSORO
EL UNIVERSO DE JUAN STORM
EL UNIVERSO DE JUAN STORM EXPOSICION Y VENTA A partir del 26 de julio de 2016 a las 19:00 horas. DIRECCIÓN: Gabriel Otero 6450, esq. Arocena.
HORARIO Lunes a viernes de 11:00 a 19:00 horas. Sábados de 11:00 a 14:00 horas.
ORGANIZA Luis Ignacio Gomensoro Piñeyro Mat. 5342 ligomensoro@tazart.com.uy luisignaciogomensoro@gmail.com (00598) 99 604 277
IMPRESIÓN:
Empresa Gráfica Mosca Depósito Legal Nº: 366.921
DISEÑO
Bettina Goller
Gabriel Otero 6450 esquina Arocena - Celular: 099.604.277 www.tazart.com.uy/ Catálogo Completo en Facebook: tazart JULIO 2016 - TAZART
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Bienvenidos al Universo de Juan Storm.
Gracias por acompañarnos en la primera muestra de Arte en Tazart y al Gran Artista Juan Storm que físicamente no está, pero
logró la inmortalidad en el tiempo a través de su legado al Arte y como ser humano.
No tuve la suerte de conocer al Artista Juan Storm cuando aún vivía en este mundo, pero siento hoy que lo conozco a través
de sus imponentes Obras, y de historias de familiares, alumnos, periodistas, críticos de Arte y amigos que lo querían y apreciaban mucho.
Les estoy muy agradecido a coleccionistas, clientes y amigos por las estupendas Obras que conforman esta muestra y a Juan
Storm (H), Magdalena y familia, por todo su aporte y ayuda.
Luis Ignacio Gomensoro.
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
JUAN STORM
Nació en 1927 en Montevideo y murió en la misma ciudad
en 1995. Hasta los 12 años vivió en el campo, en la estancia paterna de la localidad de Los Molles del departamento de Durazno, a donde retornaría en su vida adulta.
A partir de 1952 se formó con Alceu Ribeiro y desde 1954
en el Taller Torres García con Julio U. Alpuy. Entabla una fuerte amistad con Augusto Torres y entre 1954 y 1957 participa de varias muestras colectivas con el Taller Torres García.
Expone por primera vez en forma individual en “Amigos del
Arte” en 1957. Le siguen seis exposiciones en Galería Moretti entre 1960 y 1976; Galería Aele de Madrid en 1975; Galería Vermeer de Buenos Aires (cuatro muestras entre 1978 y 1986); dos en Galería Latina en 1981 y 1986; Galería Brela en 1982; Embajada de Uruguay en Argentina en 1986; Centro Cultural Recoleta en 1991 y Galería Sur en 1992 y 1993. Participa en importantes muestras colectivas (“Arte Actual de Iberoamérica” Madrid, 1977 y “De Blanes a nuestros días” en el Museo Nacional de Bellas Artes de Uruguay en 1984). En 1977 es elegido el “Pintor del año” por el diario “El País” de Uruguay y figura en 1989 como parte del envío uruguayo a la Bienal de Cuenca (Ecuador). Su obra fue elegida para representar a Uruguay en la Edición Homenaje de Martín Fierro en 1985. Diez años más tarde será también uno de los cinco seleccionados para el Premio Figari que otorga el Banco Central del Uruguay (primera edición). Luego de su fallecimiento se llevaron a cabo exposiciones en el Museo de Arte Americano de Maldonado (1999), APEU Molino de Pérez (2001), Galería del Notariado (2002), Galería MVD (2002), Hotel Conrad (2005) y Museo Zorrilla (2010). Recibió los premios póstumos de AGADU y MUSA (2003).
Poseen obras suyas colecciones privadas en Uruguay,
Argentina, Brasil, Chile, USA, España, Italia e Israel. Su obra se encuentra representada en el Museo de Arte de Madrid (España), el Museo Nacional de Artes Visuales (Uruguay), el Rally (sede Punta del Este) y la Pinacoteca del Banco Central del Uruguay.
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“LA MANGUERA ROJA” Oleo sobre tela; 100 x 100 cm. Firmado y fechado ´95 abajo a la izquierda. BIBLIOGRAFIA Esta obra fue presentada por el Artista en el año 1995 para el Premio Figari, promovido por el Sr. Presidente Dr. Julio María Sanguinetti. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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Le gustaba pasar conversando con su familia y a veces en sus silencios,
sentíamos la presencia de la misma como eje muy importante de su vida. Hablábamos de otros tiempos, de la vida en el campo, de caballos y jinetes, admiraba al Hombre de a caballo, el de las Revoluciones Gauchas, de sus aperos de sus armas, de historia, literatura, de cine, de hechos y circunstancias diversas. De pintura hablaba él, yo sólo le hacía alguna pregunta para entender mejor su arte en la total dimensión del mismo.
“LA PENCA” Oleo sobre tela; 80 x 100 cm. Firmado y fechado ´89 abajo al centro Colección Particular Montevideo - Uruguay
Presente siempre en los recuerdos cariñosos e imborrable de los que lo
conocieron, orgulloso de la permanencia en el tiempo de su Universo.
Con los años valoramos cada vez más la educación y las enseñanzas de
un Padre que no impone un pensamiento único y articulaba una idea de comprensión entre dos generaciones basada en una escala de valores eterna y universal.
Juan Storm (H)
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“HOMENAJE A DE CHIRICO” Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado y fechado ´87 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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El Pintor del Campo
“Lo que identifica la Obra de Storm es un Universo Campestre donde caballos y jinetes comparten un cielo potente. En esos cielos azules desolados es donde se hace más crudo y sensible el Arte de Storm.”
“MEDITACION” Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado y fechado ´87 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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La admiración por Juan Storm me la transmitió mi madre, Raquel.
Ella sentía gran cariño por Juan y le entusiasmaba su pintura, llena de sueños,
cielos y campos, que le recordaban su propia niñez.
De vez en cuando, atraída por los colores de Juan, mamá nos llevaba a su casa-
taller, en San José de Carrasco, para que nosotras pudiéramos admirar sus nuevas obras.
Me acompañan en las paredes de mi casa algunas de esas pinturas que mi madre
adoraba. Uno de esos cuadros, que representa el tema preferido de Juan Storm, es el de los gauchos a caballo conversando, titulado “Compañeros”. Tengo el privilegio de admirarlo todos los días frente a mi cuadro predilecto de Juan, “Homenaje a De Chirico”, que me hace
“LOS COMPAÑEROS”
oír el silencio de este gaucho, solitario y surrealista, y sentir la paz del alma, sin pensar en los mandatos del espacio y del tiempo.
Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado y fechado ´90 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay Dennise Caubarrere
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“BESO Y LUNA LLENA” Oleo sobre tela; 41 x 51 cm. Firmado y fechado ´92 abajo a la derecha. Colección Particular Carlitos Páez
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“CRUZ Y FIERRO” Oleo sobre tela; 102 x 120 cm. Firmado y fechado ´87 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“EL DESCANSO” Oleo sobre tela; 53 x 68cm. Fechado ´87 abajo a la izquierda. Firmado abajo al centro. Colección Particular Carlitos Páez
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“CAPATAZ DE ESTANCIA” Oleo sobre tela; 100 x 80 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“UN OFICIAL DE 1904” Oleo sobre tela; 122 x 102 cm. Firmado y fechado ´92 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“UN CAUDILLO” Oleo sobre tela; 143 x 112 cm. Firmado y fechado ´94 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“CAUDILLO EN LA PULPERIA” Oleo sobre tela; 132 x 100 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la izquierda. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“UN CAUDILLO ORIENTAL” Oleo sobre tela; 132 x 90 cm. Titulado arriba a la izquierda. Firmado y fechado ´86 arriba a la derecha. Al dorso Vuelto a titular Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“VIVA EL GENERAL RIVERA” Oleo sobre tela; 105 x 77 cm. Titulado arriba a la izquierda. Firmado y fechado ´88 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“LA MUERTE DE ANACLETO MEDINA” Oleo sobre tela; 64 x 75 cm. Firmado y fechado ´95 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“LA MUERTE DE ANACLETO MEDINA” Oleo sobre tela; 100 x 123 cm. Firmado y fechado ´93 abajo a la derecha Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“GAUCHOS EN LA LAGUNA” Oleo sobre tela; 45 x 60 cm. Firmado y fechado ´95 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“PONCHO AMARILLO” Oleo sobre tela; 73 x 92 cm. Firmado y fechado ´87 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“GAUCHOS, ESTANCIA, CAMINO Y LUNA” Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado y fechado ´89 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“GAUCHO Y BAR” Oleo sobre cartón; 40 x 50 cm. Firmado y fechado ´90 abajo al centro. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“DON ENRIQUE” Oleo sobre tela; 62 x 74 cm. Firmado y fechado ´77 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“GAUCHO Y PICASSO A LA LUZ DE LA LUNA” Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado y fechado ´93 abajo al centro. Colección Particular Familia Lannes
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RECUERDOS DE JUAN STORM CASTELLANOS
Corto se me hizo el tiempo que duraron mis conversaciones con Juan Storm Castellanos (abril de 1990 a mayo de 1992) para la publicación de un
libro sobre su vida y su obra que Ediciones de la Plaza presentó en el Teatro del Centro, el 27 de setiembre de 1994, edición hoy agotada. Creo que en estas entrevistas nunca pensé en una pregunta. Siento la voz inconfundible de Juan confesando su vida desde la niñez, pienso en los campos en que vivió y por los que pasaba en tren viajando a casa de sus tíos en Montevideo para ir al colegio.
Lo veo recordando sus nostalgias, su amor mágico por Bimba cuando la conoció, el amor a sus hijos, su recurrente soledad en todo tiempo
y momento, su necesidad de esa soledad para recoger sus sueños y convertirlos en una poesía de colores, con tanta verdad como en el relato de sus sentimientos.
Recuerdo su fidelidad en la amistad, su respeto por la valentía y el silencio de los gauchos recios y misteriosos como el paisaje que con ellos
compartía. Juan amaba su familia y amaba el campo.
Con las herramientas obtenidas en el Taller Torres García, sus conversaciones con Augusto a quien lo unía una íntima amistad y afinidad (me decía
que conversaban a veces toda una noche y que él, Juan, no cesaba de preguntarle, de aprender con Augusto, de admirar su talento y bonhomía).
Con estas enseñanzas Juan Storm emprendió un camino propio, original: devolver con poesía los colores de sus sueños. Le escuché decir : “Sin
poesía no hay arte”.
Nada he olvidado de aquellas horas en su casa-taller cerca del viejo aeropuerto, camino a Pando. Sigo aún hoy envuelta en aquella ensoñación a
la que me llevaba escuchar el comentario de sus lecturas, Melville, Shakespeare, Borges, Homero, en aquella intimidad de colores en los atriles y paredes, en aquella austeridad de su lugar donde hasta las puertas había pintado convirtiéndolas en obras de arte. Todo era un motivo para transformar la realidad del tiempo que se vive con sus alegrías, dolores y trabajos, en un sueño que transporta más allá de toda medida; un sueño en el que es posible detenerse, meditar y ser feliz aún cuando el dolor sea muy profundo.
Tanto aprendí al lado de Juan. Tanto sentí su amistad verdadera, admirando su fragilidad que se hacía fortaleza a través del sentimiento
admirablemente expresado en sus pinturas y en sus palabras que trasmitían lo que había vivido, leído, aprendido, disfrutado y sufrido. Su bondad me acompaña siempre; su idea de trascender para poder vivir es la mejor lección que he recibido en la vida. Su pintura es la que sin duda más me conmueve y cuando la miro siento su voz que me cuenta cómo hizo ese cuadro y por qué. Nada le pregunté. Todo me lo dio en palabras de verdad y en la poesía de su arte.
Elisa Roubaud
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“EL BESO” Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado y fechado ´89 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“ESTANCIA DE ARERUNGUA” Oleo sobre fibra; 80 x 100 cm. Firmado y fechado ´75 abajo a la izquierda. Colección Particular Carlitos Páez
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“CAUDILLO” Oleo sobre tela; 148 x 112 cm. Firmado y fechado ´86 arriba a la derecha Colección Particular Montevideo - Uruguay
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Lo que se agradece en un paisaje de Storm es la relación tan
uruguaya entre cielo y tierra: la atenuada topografía de la superficie permite que la masa azul del aire - apenas perforada por la luna - adquiera un peso avasallante. Pero luego todo lo demás que se agradece está desprendido de esa referencia a lo material. Se vincula un cambio con un desconsuelo personal que impone a la recreación pictórica un trasluz interior indesmentible: la posición aislada y casi siempre marginal del jinete es la forma en que el propio artista asoma a un mundo en el que sólo calza con comodidad de vez en
“MIRANDO EL HORIZONTE” Oleo sobre tela; 82 x 100 cm. Firmado y fechado ´94 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
cuando. Y esa prolongación poética de la obra se extiende a un cromatismo que tuvo sus palideces pero se vuelve cada día más ácido (los azules dejan paso a los lilas) quizás porque la visión se hace cada vez más subjetiva.
Jorge Abbondanza , extracto del prólogo para el libro “Juan Storm”, de Elisa Roubaud, 1994
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“PAISAJE CON GAUCHOS, ESTANCIA Y LUNA” Oleo sobre tela; 100 x 120 cm. Firmado abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“Un pintor de la Banda Oriental”
Un día llegué a visitar a Juan a caballo. Era un sueño cumplido tener un caballo en casa. Charlamos y Juan vio la
fusta que traía. Se levantó y sacó un arreador de plata, que tenía colgado en la cabecera de su cama, junto a los facones y cuchillos sobre una manta india del Norte Argentino y me lo dio: ”Martín, el arreador impone respeto”, me dijo. Desde entonces yo cabalgué con el símbolo de autoridad por la playa.
Mi vinculación con Juan fue la pintura. Él fue mi profesor. Desde que lo comencé a tratar dividimos, como en
vidas paralelas, las charlas sobre arte de las que trataban sobre el campo y la vida en general. En una era un Maestro, en otra, una persona frágil, tímida, introspectiva. Era un intelectual de literatura y música variada, amante del jazz y de las armas. Esa persona cariñosa, a veces hermética, necesitaba de la pintura y ésta se enriqueció de su personalidad única.
Juan era en algún modo Juan Dahlmann, el personaje del Sur de J. L. Borges, que leía, el campo de lanceros,
alzamientos de Javier de Viana, así como de W.H. Hudson. Era un criollo de origen nórdico e ibérico, que nunca se disfrazó de folklore. Le gustaba decirse oriental más que uruguayo. De a caballo con un perro junto al estribo, que también podía ser un dachshund o un cockerspaniel.
Juan plasmó su ser en su pintura. Siempre abstracta en su figuración, el tema como escusa para crear una quietud
metafísica, armónica, entonada, clásica y vinculada a toda la tradición que viene desde los orígenes del arte.
Martín Rodríguez
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“TOMANDO MATE” Oleo sobre tela; 102 x 82 cm. Firmado y fechado ´92 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“EL GAUCHO Y DOS OBEROS” Oleo sobre tela; 64 x 75 cm. Firmado y fechado ´77 abajo al centro. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“ISABELINO PEREIRA” Oleo sobre tela; 112 x 102 cm. Firmado y fechado ´95 arriba a la izquierda. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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JUAN STORM
Nacido en 1927, Juan Storm vive en el interior del departamento
de Durazno su niñez y juventud. A la edad de 25 años comienza a frecuentar el taller de Alceu Ribeiro y dos años más tarde el Taller Torres García bajo la dirección de Julio Alpuy. Durante siete años se somete a la disciplina propia del taller para estudiar dibujo y pintura.
En entrevistas que le realizara Elisa Roubaud entre los años 90 y
92, Juan Storm cuenta su relación con Augusto Torres y manifiesta: “tengo que reconocer que mi gran maestro, mi único maestro en la vida a quien recuerdo siempre es Augusto Torres. Me enseñó hablando”. Compartieron largas noches conversando sobre pintura. El diálogo se establecía en el juego clásico del maestro frente al alumno inquieto que preguntaba sin pausa. “...¡Qué paciencia tenía Augusto conmigo!... veía que yo tenía ansiedad por aprender... yo tenía el entusiasmo de la juventud y él tenía la sabiduría, yo le transmitía juventud y él me transmitía sabiduría. Gran maestro”, decía en la misma entrevista.
En 1957 expone en Amigos del Arte y con regular frecuencia
las exposiciones se sucederán tanto en el Uruguay como en el extranjero durante toda su vida, conquistando en los últimos años un notable prestigio no sólo en Uruguay, sino en Madrid, Buenos Aires y Nueva York, donde logró una respetable cotización para sus obras.
Sus primeras exposiciones fueron un reflejo de la escuela
constructiva. Al tomar mayor conocimiento de lenguajes que el taller negaba, su obra cambió. Estudió la obra de Blanes, Barradas, Figari, Blanes Viale, De Simone y Cúneo. Se interesó por las distintas corrientes en el arte y estudió pintores clásicos de todas las épocas. Storm fue un gran lector y poseía un refinado gusto por el cine y la música. Sus lecturas favoritas fueron Kafka, Proust y Borges. Fue admirador de De Chirico, Modigliani y Braque.
Era una persona que sabía disfrutar de la buena charla y de la
buena compañía en ámbitos muy distintos.
“Las reuniones en lo de Carlos Armand Ugon eran todos los
miércoles. Allí me encontraba con Bergamín, Paco Espínola, Fernando Pereda, Guido Castillo, Maneco Flores, Ricardo Paseiro. Cambiando ideas, hablando sobre literatura Bergamín y Guido eran maestros. Estos encuentros eran fantásticos para un tipo joven que pudo compartir todas las semanas ese mundo que hoy ya no está”.
Su vinculaci;on inicial con el Taller de Torres marcará para siempre
la forma de concebir el trabajo del artista, el respeto por un método y el
la libertad de un artista con sello propio y un discurso personal para abordar los distintos temas.
“En la profesión, al igual que en la vida, se va operando una
revisión de la escala de valores. Pasó el tiempo y empecé a mirar el paisaje y comenzaron a surgir ideas. Después de todo es la experiencia la que permite de modo aluvional ir incorporando ideas. El pintor, igual que el escritor, se enfrenta a la realidad que lo envuelve, como Cervantes en la meseta española o Faulkner en el Sur de Estados Unidos, descubre que vive en un paisaje con caballos, colinas y garzas. Descubre además que puede extraerle una imagen y proyectarla a lo universal. Eso es lo que tiene que ser un artista plástico a partir de la etapa conflictiva en la que comienza a encauzarse. Por todo resulta inevitable eso que el artista uruguayo se enfrente tarde o temprano a un hombre solo en medio del campo, como cifra metafórica de su propia realidad. Al fin y al cabo el uruguayo es un orillero que mira al campo...”
En un tiempo en que todos nos cuestionamos la irradiación e
influencias que ejercen los grandes centros de poder en nuestra cultura la obra de Storm testimonia de sus más profundas convicciones:
... debemos reflejar nuestra idiosincracia, nuestro aire, la luz
peculiar de nuestro entorno, el quietismo de nuestra vida, las extensiones vacías del paisaje, el cielo, la tierra y el hombre como lo hemos venido viendo hasta componer con todo ello un mundo.
El colonialismo estético se ha dado en medidas múltiples, sobre
todo en las culturas provincianas y dependientes como la uruguaya: desde la imitación más obediente hasta el rastro tangencial, esa injerencia ha estado presente como rasgo dominador e irresistible, determinando el grado de hipnosis bajo el cual se formulan propuestas artísticas y se consagra lo epigonal, sin que casi nunca se libere por completo el impulso personal o la modalidad expresiva.
En la obra de Storm, identificamos un artista comprometido con
su esencia y su entorno desde la óptica de su rica formación y su cultura. En Storm la soledad es la independencia pero nunca el aislamiento ni de sus raíces ni de su época.
En su obra reconocemos claramente una etapa constructiva
inicial, compuesta de paisajes urbanos y naturalezas muertas. A lo largo de su producción podemos diferenciar la obra referida al campo, pueblos y estancias, de otras series donde la figura humana es la preponderante en el cuadro: personajes reales e imaginarios, como un retrato de Rivera, otro de Kafka, así como una “...yo no sé en qué van a acabar los colores del cuadro
cuidado técnico estarán siempre presentes en una obra a la que Storm sumará
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que pinto, a veces me sorprendo porque todo lo que había pensado sale
la sólida estructura de sus cuadros, en las líneas que demarcan las figuras y
completamente distinto. Hay una idea primordial del cuadro que es como
en el cuidado de los aspectos formales de la composición que son un punto
un accidente, como un milagro, uno está sentado en un sillón o mismo en
de partida desde el que el artista despliega su potencia creadora, sin ataduras
la cama leyendo y surge una idea, un recuerdo, una imagen, un amor, una
que lo limiten.
portera... en eso nació la idea y en cualquier papel, aunque sea un embalaje,
dibujo, dibujo y dibujo hasta que lo voy perfeccionando, hasta que quede
Juan Storm logra dar una dimensión de lo nacional que alude a realidades
encuadrado en la armonía del cuadro... Cuando ataco la pintura soy como un
universales como la soledad, el devenir y “la búsqueda del tiempo perdido”
toro, ya no veo nada, no veo el cielo, ni al lado, ni nada, estamos la tela y
y que transmite esos contenidos desde un lenguaje plástico significativo y
yo: el gran combate”.
personal, que lo sitúa entre los plásticos más interesantes del panorama
nacional.
Rafael Squirru dice sobre Storm: “El arte de Storm es preciso. Las
Alicia Haber señala que en el estilo constructivo metafísico,
líneas no tiemblan, sus concesiones a la sensibilidad son mucho más sutiles.
Es evidente la seguridad con la que plantea y resuelve su problemática
González, Luis Solari, Hilda López, Carlos Fossatti, lograron transmitir
creativa”.
contenidos muy propios del país, sin caer en el localismo folklórico y
Juan Storm expuso en la Galería Moretti en reiteradas ocasiones
En nuestro país, artistas como José Cúneo, Pedro Figari, Carlos
oportunista. Juan Storm se encuentra en ese grupo de artistas que han
entre los años 1960 y 1976. En ese año fue elegido para la muestra “Lo mejor
rescatado y jerarquizado rasgos que nos definen como nación y que
del año” en la Alianza Francesa, en 1977 expone en Galería Bruzzone y es
contribuyen a nuestro sentimiento de ubicación en el mundo desde nuestra
elegido “Pintor del año” por el diario “El País” y seleccionado para participar
especificidad, que nos diferencia de otros hombres aún compartiendo los
de la Exposición “Arte Actual en Iberoamérica” en el Instituto Culural
mismos sentimientos e interrogantes frente a la vida.
Hispánica Madrid, España. En 1978 expone por primera vez en la Galería
El tema, la forma y el contenido aparecen en las obras de Storm en perfecta
Veemeer de Buenos Aires, con la cual mantendrá vinculación durante toda
armonía. Como bien establece Alicia Haber en la nota de “El País” de mayo
la década del ´80. En 1986 expone en Galería Latina y en la Embajada del
de 1986 “construye su campo a través de deformaciones expresionistas
Uruguay en Buenos Aires. En 1988 participa de la muestra itinerante “Arte
y geometrización constructiva, que le sirven para pergeñar esos hombres
Actual Uruguayo” que fue enviada a Moscú y a Roma. En 1989 forma parte
hieráticos y esos particulares caballos que no logran quebrar la soledad,
del envío uruguayo a la Bienal de Cuenca, Ecuador junto a Fernando López
que son una presencia casi tangencial en sus telas. ...Con esos recursos
Lage, Hilda López, Hugo Longa y Ernesto Vila.
Storm dota a los seres y las cosas de una calidad intemporal que acentúa
su carácter enigmático y la meditada composición crea un logrado clima
Sus obras más emblemáticas son los paisajes de campo uruguayo
al que conoció en forma directa . En esos paisajes encontramos las desoladas
de inmutabilidad metafísica, con mensajes que aluden al misterio de la
llanuras, con sus islas de montes, hombres a caballo, animales y un ambiente
existencia”.
de soledad logrado gracias a la escala tierra-cielo-hombre que manejó con
sobrada maestría.
como reveladoras de toda su maestría sus maturalezas muertas, de ellas
dice en una extensa nota del año 1981: “Son sus naturalezas muertas las
A ellos se refiere Alicia Haber en una nota aparecida en el diario “El
Sin embargo el calificado crítico Roberto de Espada destaca
País” en estos términos: “La ambivalencia de la realidad espacial, la evocación
que plantean hasta dónde preocupan a JS los problemas de estricto dominio
de lo remoto, la perspectiva emocional y la combinación de la percepción
pictórico. Cada una postula un espacio estrictamente plástico erigido
e imaginación recuerdan a la soledad metafísica de De Chirico. El cielo azul,
a partir de la jerarquización de los planos y los objetos, para marcar la
dominador del espacio, entidad trascendente, infinita, inaccesible y absoluta
perspectiva que siempre se preocupa en subvertir, de poner en tela de juicio;
se impone, connotándolos de la potencia celestial frente a las limitaciones
la composición de sus naturalezas muertas explica claramente su vocación
de lo humano, en esa naturaleza en la que cielo y tierra empequeñecen a
por desafiarse en la resolución de problemas muy conflictivos para el pintor,
hombres y seres vivos”.
desde el impresionismo hasta nuestros días.”
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En el estilo de Storm está presente su formación torresgarciana en
EL UNIVERSO DE JUAN STORM
En reiteradas ocasiones hemos visto alusiones a la impronta
metafísica en la obra de Juan Storm, que es la asociación que genera el clima
alcanzado en sus cuadros por la particular magestuosidad de la soledad del
mayoritariamente estará expuesta en este homenaje que realiza la
campo.
Asociación de Pintores y Escultores del Uruguay en el Molino de Pérez y a la
El propio artista ha ironizado al respecto diciendo: “Este país se
La obra de Juan Storm que pertenece a su familia es la que
que se suma el Club de Arte. Se trata de una colección que sorprende por lo
presta a la metafísica: todo está quieto, misterio así como de silencios y
homogéneo de su calidad y que revela el cuidado con que el artista destinó
soledades de un país que no encuentra su destino.”
esas obras a su familia, seleccionando a lo largo de su carrera puntos altos de
su producción para su colección.
El hombre y su caballo en medio de cielos insaciables, donde la
figura humana se instala como nexo entre tierra y cielo, por lo cual Roberto
La obra de Juan Storm es una obra que estuvo y está destinada a
de Espada sostiene que es lícito hablar de una visión metafísica del campo.
perdurar y que representa junto a otros grandes artistas lo más significativo
...”lo que JS rescata es justamente la vastedad del cielo, esa inmensidad
del arte del país.
siempre misteriosamente resuelta en colores que evocan lo infinito, lo
J.A.
insondable, pues todo cielo suyo es diferente, lo que siempre aporta es la cuota de misterio. Un campo trascendido a escenario capaz de albergar todo tipo de aventura, incluidas las mitológicas.”
Con relación a sus paisajes enfatiza en los rasgos que le son
propios “el desenfado cromático, ostentoso de sus cielos que se aclaran luminosamente o se espesan en dramaticidad tangible e inmediata; su visión
Entrevistas con Elisa Roubaud Entrevista realizada por Jorge Abbondanza para diario “El País” ibid Jorge Abbondanza Juan Storm entrevistas con Elisa Roubaud
del hombre bajo el magnífico cielo como centauro solitario en una pampa vibrante de color; su distanciada visión - tamizada por la cultura - de un campo desmesurado; pautado por lo macizo de las estancias que parecen desafiar con sus densos muros la fragilidad del hombre mismo que las crea; la rescatada intimidad de las figuras que pueblan esos campos y a la vez el afán de darlos como arquetipos; lo sensual de sus resoluciones a base de los materiales que inscriben en sus netas pinceladas con elocuencia y persuación; su vocación constante de armonía y medida de tono y estructura; su elaboración personal y finalmente su refinada cultura desde la cual puede crear y proyectar un mundo propio terso y áspero, íntimo y profundo a la vez que extrovertido y accesible, sensual y austero, leve y contundente.”
En síntesis, la descripción de la obra de uno de los grandes de
nuestro tiempo.
Sus obras fueron elegidas en 1990 para formar parte de un envío
representativo de nuestro país en Japón, Chile, Rusia y Roma. Participó de la muestra colectiva “Paisaje Uruguayo” que se realizó en el año 1991 en el Museo Nacional de Artes Visuales. Storm impartía clases en su taller de San José de Carrasco.
En el año 1994 Ediciones de la Plaza publica el libro de Elisa
Roubaud, “Juan Storm”.
En 1995 fue seleccionado para participar del Premio Figari. Poco
tiempo después fallece a la edad de 68 años en la ciudad de Montevideo.
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“LA SALIDA” Oleo sobre tela; 90 x 120 cm. Firmado y fechado ´90 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“ATARDECER EN EL PUEBLO” Oleo sobre tela; 82 x 102 cm. Firmado y fechado ´95 abajo al centro. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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EL CAMPO DE UN CREADOR Frente a la pintura de Juan Storm ocurre algo inusual: el observador de ojo afilado por la frecuentación del arte, sabe que está delante de uno de los pocos ejemplos de la plástica uruguaya de hoy que perdurará en el tiempo, no con la suerte azarosa de algunos aportes sorprendentes o espectaculares sino indefinidamente, con la serenidad de las propuestas paradigmáticas. Lo que emana de sus paisajes rurales, nocturnos y desolados, es un hechizo de ondas lentas y de alcance gradual, que opera sobre el contemplador con la misma lentitud (y la misma certeza) a través de las cuales la modalidad expresiva de un creador fue encauzándose hasta esa placidez magistral.
El cielo ocupa la mayor área, como una presencia imperativa,
tara cromática en la pintura uruguaya, tuvo empero sus rasgos fermentales:
imponiéndose a través de una vibración tonal que es preciso recorrer
“la rigurosa formación que adquirí me sirvió para componer el paisaje, para
minuciosamente para descubrir su potentoso dinamismo. No es un cielo
adquirir una técnica y a partir de ella emprender un camino de expresión de
auxiliar sino dominante, como si en lugar de acompañar al paisaje se
ideas.”
desplomara sobre él con la fuerza irreprimible del protagonismo. Es preciso
“
sustraerse a ese plano magnético para descender hacia la línea del campo y
observar entonces la subordinación de sus componentes - un árbol lateral,
comenzaron a surgir esas ideas. Después de todo, la experiencia es la que
una casa remota, un jinete aislado - bajo esa masa que determina no sólo la
permite de modo aluvional ir incorporando ideas. Así el pintor, igual que el
medida de las cosas humanas sino que genera además la magia crepuscular de
escritor enfrentado a la realidad que lo envuelve, igual que Cervantes en la
la composición.
meseta española o Faulkner en el Sur, descubre que vive en un paisaje con
Pasó el tiempo - dice Storm - empecé a mirar el paisaje y
caballos, colinas y garzas. Descubre además que puede extraerle una imagen
“En la profesión, igual que en la vida, se va operando una revisión
de las escalas de valores. Eso se ve claramente cuando uno ya lleva cuarenta
y proyectarla a lo universal. Eso es lo que tiene que ser un artista plástico a partir de la etapa conflictiva en que comienza a encauzarse.”
años de pintar”, dice Storm. Formado en su juventud en el Taller Torres García, sus primeras exposiciones fueron un reflejo de esa escuela constructiva, a partir de la cual fue recomponiendo aquel índice de valores “hasta empezar a ver más claro”, mientras descubría los lenguajes negados por el Taller como el de Blanes, Figari, Blanes Viale, De Simone. “Porque el Taller fue muy rígido y poco nacionalista - puntualiza - negaba lo nacional. Emblemáticamente el Taller Torres García se quedó detenido en el puerto, sin entrar al país. Fue un movimiento sustancialmente europeo, de espaladas al país.”
Esa afirmación no impide que Storm reconozca “que los conceptos
de estructura, de idea plástica, de método pictórico, fueran excelentes”, pero asimismo advierte que “sus propuestas contenían ideas para todos, para los alumnos directo del maestro, los alumnos indirectos y los que llegarán después, y no como en verdad ocurrió, que esas ideas fueron para el uso de un grupo elitista y excluyente, como si se tratara de ellos y de nadie más.” Esa suerte de ámbito cerrado, que durante un largo período determinó una
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
Por Jorge Abbondanza
“EL PONCHO PURPURA” Oleo sobre tela; 82 x 100 cm. Firmado y fechado ´94 abajo a la derecha. Colección Particular Carlitos Páez
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“PAZ EN EL CAMPO” Oleo sobre tela; 75 x 94 cm. Firmado y fechado ´80 abajo a la derecha. Colección Particular Carlitos Páez
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“ALADINO DORMIDO” Oleo sobre tela; 82 x 100 cm. Firmado y fechado abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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POR ALVARO DIEZ DE MEDINA
¿Y qué decir de sus paisanos de grandes manos, esos en los que
Amadeo Modigliani hubiera descubierto sus hermanos de sangre: orgullosos y
El domingo fue un día espléndido en Washington. De noche, unos
severos, limpios por fuera y dentro y tan llenos de las cosas nuestras como
amigos llegaron a casa para compartir la espera del indefectible lunes y,
sus uniformes tornasolados, sus mates o chiripás en los que el atardecer
rodeados por la noche, nos detuvimos a contemplar ese cielo tan lacónico
parece siempre hacer su último reducto? Qué decir de sus héroes nacionales,
del hemisferio norte.
de ese magnífico don Frutos al que corona un verdadero graffiti decimonónico: “¡Viva el general Rivera!”
No hay nada que aguarde con tanta intensidad como estos
momentos: son la invitación para hablar de nuestros cielos, cargados de
estrellas, rasgados por tonalidades recorren el espectro sin timidez, cobijando
técnica o don de colores. Su galería de retratos es un registro de huellas
por igual el azul intenso, el lila y el incendiado naranja. Es difícil imaginar
sobre las que se edifica un arte personal y al mismo tiempo universal. Storm
desde esta distancia aquellos cielos en especial para quienes, como mis
fue una de esas almas exquisitas que sabía que traducir el prolijo recato de
amigos, no los conocen.
nuestros rincones hubiera sido imposible sin frecuentar a Proust, a Kafka,
La obra de Storm no representó ese azar al que llaman buena
a Joyce o a Rómulo Gallegos. En este estricto sentido fue universal e
La suerte me acompañaba, sin embargo: en el estar de mi casa
irrepetible, y no puedo concebir mejor caracterización de un artista.
un cuadro ilustra un atardecer de nuestra campaña. Mientras un paisano demora su retorno a las casas y las sombras se alargan desde el monte vecino, dándole elocuencia al latón en el que la leche descansa al borde del alambrado, un cielo inmenso envuelve una de esas lunas que Dios o Cúneo le regalaron a nuestros pagos.
Como hombre, Storm conoció los picos y valles que conforman
el paisaje de la más elevada creación. Quienes recorran su biografía (y Elisa Roubod ya ha comenzado a hacerlo) verán allí el magisterio de Torres y Ribeiro, los dolores del amor fallido, el descubrimiento del metafisismo de De Chirico, la pérdida más dolorosa que un hombre pueda experimentar al pasar
Esta afortunada embajada de nuestros cielos en Washington es
obra de Juan Storm, uno de nuestros más eximios pintores, de quien me dicen que ha muerto en Montevideo a pocas semanas de compartir con nosotros el vino y la mesa en la esperanza de seguir haciéndolo aquí o allá, pero siempre bajo el signo de su inteligencia y sensibilidad.
ante la indiferencia del “mercado artístico”. Cuánto mejor será recordar al hombre amante de los espacios abiertos y los libros cerrados, al asombrado lector de Melville y Borges, al artista disciplinado y comprometido que nunca perdió de vista que, en la soledad de su austero taller, podía comulgar con el silencio, el exilio y la astucia que presiden toda gran creación.
No puedo esconder mi predilección por los cielos que Storm
pintara. Encierran la abstracción de los mejores maestros, y no hablo de Jackson Pollock sino de quien le anticipara, El Greco.
Juan Storm hubiera recibido el recientemente creado Premio Pedro
Figari; lo hubiera merecido, como debe merecer de ahora en más nuestro reconocimiento..
Es que sobre el Molles de Storm (esa hermosa estación que
contemplan, por ejemplo, los clientes del ING Bank de Rincón e Ituzaingó) planean los cielos del Toledo de El Greco: esa osadía que algún despistado atribuye a la técnica pero reverbera, por igual, en el sayo de nuestro Señor camino a su tormento, en el etéreo entorno del San Jerónimo que cuelga en New York o entre las inigualables nubes que reciben el alma del conde de Orgaz en España.
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
Storm fue maestro. La línea, el color, el ambiente no le
pertenecían: eran patrimonio de una civilización, de ese “país de pintores” del que habló y tanto recibió. De él, como del amigo al que Voltaire despidiera en la boca de su tumba, podrá decirse que no se sabe si detenernos en el vacío que deja o en lo mucho que nos ha dejado.
Es que Uruguay debe, de una buena vez, guardar en el rincón más
privilegiado de su corazón la memoria de aquellos de sus hijos capaces de traducir, en los colores de nuestra sensibilidad, la privilegiada elocuencia de nuestros cielos y estrellas.
Anotación final: Storm nunca ocultó su devoción a Guillermo
Enrique Hudson, el autor de “La tierra purpúrea” que Ingleterra perdió. Sería injusto hablar de su pintura sin recordarlo, a tal punto explica ese deleitable texto el tono y el tiempo de su pintura.
Gracias, Juan, por esos horizontes.
Por Alvaro Diez de Medina Especial para “El Observador” desde Washington Lunes 30 de octubre, 1995
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“EL GUITARRISTA” Oleo sobre tela; 100 x 80 cm. Firmado y fechado ´80 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“EL SAXOFONISTA” Oleo sobre tela; 117 x 90 cm. Firmado y fechado ´91 arriba a la izquierda. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“EL BANDONEONISTA” Oleo sobre tela; 100 x 75 cm. Firmado y fechado ´92 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“SAXOFINISTA Y TROMPETISTA” Oleo sobre tela; 123 x 102 cm. Firmado y fechado ´95 arriba a la izquierda. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
Las mujeres rosadas y ensoñadas que descansan al borde de la laguna del Tarumán, también son metafísicas y en ellas Storm admite: “Yo reconozco la influencia de Modigliani en mis obras, no hay pintor que no tenga influencias... de la nada sale la nada.”
“DESNUDO RECLINADO CON LUNA” Oleo sobre tela; 100 x 132 cm. Colección Particular Montevideo - Uruguay
Elisa Roubaud, extracto de un reportaje al pintor , El País, 1981
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“VIRGEN DEL TARUMAN CON LUNA” Oleo sobre tela; 100 x 132 cm. Firmado y fechado ´93 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“DESNUDO AL ATARDECER” Oleo sobre tela; 100 x 132 cm. Firmado y fechado ´93 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“DESNUDO SENTADO CON FLOR” Oleo sobre tela; 100 x 82 cm. Firmado y fechado ´92 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“DESNUDO EN REPOSO EN UN PAISAJE” Oleo sobre tela; 100 x 132 cm. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“MARGARITA” Oleo sobre tela; 100 x 75 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“KATIA” Oleo sobre tela; 95 x 75 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“MUJER CON BOINA” Oleo sobre tela; 110 x 90 cm. Firmado y fechado ´92 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“RETRATO” Oleo sobre tela; 100 x 80 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Al dorso Titulado y medido por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“MUJER CON SOMBRERO Y FLOR” Oleo sobre tela; 100 x 80 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“NICOLE” Oleo sobre tela; 94 x 70 cm. Firmado y fechado ´94 arriba a la derecha. Al dorso Titulado y medido por el Artista Colección Nicole Lannes
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“LOLA” Oleo sobre tela; 100 x 75 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Al dorso Titulado por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“MASCARAS” - PALAS DE HORNO
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“MASCARA”
“MASCARA”
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 138 x 42 cm.
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 170 x 42 cm. Firmada y fechado ´94 al dorso
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“MASCARA ALARGADA”
“MASCARA”
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 233 x 10 cm. Firmada y fechada ´94 al dorso
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 196 x 20 cm. Firmada y fechada ´94 al dorso
EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“MASCARA”
“MASCARA”
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 200 x 25 cm. Firmada y fechada ´94 al dorso
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 200 x 25 cm. Firmada y fechada ´94 al dorso
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“MASCARA”
“MASCARA”
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 150 x 30 cm.
Pala de horno, con óleo, incrustaciones de bronce y copones de freno en metal blanco colonial. Medidas: 185 x 14 cm. Firmada y fechada ´94 al dorso
EL UNIVERSO DE JUAN STORM
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Juan Storm, que hablaba muy poco de su pintura, ha dejado en el silencio del tiempo que se interrumpe y se detiene por obra de la imagen, el relato callado y profundo de su propia vida. En sus obras, líneas y formas que componen la estructura escondida detrás de los óleos para sustentar un mundo metafísico, poético, pintado por el artista con los colores velados y entonados de su fantasía interior, cuentan su vida de hombre en el campo y con ello sintetizan la vida del hombre americano. “Hago una síntesis, formo un mundo; es una realidad inventada. Mi esquema para hacer esas cosas es: estructura, forma y color, sea cual sea el tema. La estación Molles es una estación llevada a la abstracción total, pero funciona como estación. Me interesan nuestros temas, el tema americano, llevado a lo universal. Lo
“EL TREN MOLLES”
importante es conocer el objeto. Yo no pinto del natural, pinto de recuerdos
Oleo sobre tela; 74 x 92 cm. Firmado abajo a la izquierda. Fechado ´95 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
y compongo mis cuadros con apuntes y con esos recuerdos. Todos los pintores son en cierto modo abstractos, ya que la realidad es vista por el ojo y de éste pasa por el pintor para luego ir a la tela. Un artista es grande cuando se universaliza. Cuando trasciende la realidad y no cae en lo anecdótico”.
Elisa Roubaud, extracto de un reportaje al pintor, El País, 1981
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“FERROCARRIL RUMBO A MOLLES” Oleo sobre fibra; 70 x 90 cm. Firmado y fechado ´57 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“EN EL BAR” Oleo sobre tela; 97 x 126 cm. Firmado y fechado ´67 abajo al centro. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“NATURALEZA MUERTA CON PUERROS” Oleo sobre tela; 100 x 100 cm. Fechado ´91 al centro. Firmado arriba a la derecha. Al dorso Titulado y medido por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“NATURALEZA MUERTA CON BARCO” Oleo sobre tela; 100 x 100 cm. Firmado y fechado ´95 abajo a la derecha. Al dorso Titulado y medido por el Artista Colección Particular Montevideo - Uruguay
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EL UNIVERSO DE JUAN STORM
“NATURALEZA MUERTA CLAVE” Oleo sobre tela; 123 x 123 cm. Firmado y fechado ´90 abajo a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
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“NATURALEZA MUERTA CON CAFETERA AZUL”
“NATURALEZA MUERTA CENTRO CON FRUTAS”
Oleo sobre tela; 100 x 100 cm. Firmado y fechado ´93 arriba a la derecha. Colección Particular Montevideo - Uruguay
Oleo sobre tela; 102 x 102 cm. Fechado ´78 abajo a la derecha y firmado abajo a la derecha. Colección Particular Carlitos Páez
EL UNIVERSO DE JUAN STORM