ÍNDICE
008
TEMA DEL CONGRESO CONGRESS THEME
COMUNICACIONES COMMUNICATIONS 012
1939-1953, ARTE Y ARQUITECTURA EN ESPAÑA. OLVIDO Y RECUERDO DE “LO ABSTRACTO” 1939-1953 ART AND ARCHITECTURE IN SPAIN. FORGETTING AND REMEMBERING “THE ABSTRACT” Gillermo Zuaznabar Uzkudun, Juan Fernando Ródenas García y Manel Ferrer Sala
032
TRADICIÓN DE FUTURO. ALEJANDRO DE LA SOTA: LO POPULAR COMO REFERENTE DE UNA NUEVA ARQUITECTURA FUTURE TRADITION ALEJANDRO DE LA SOTA: THE VERNACULAR AS A REFERENCE FOR A NEW ARCHITECTURE Alejandro Tomás Roldán
052
NOTAS PARA UNA POSIBLE HERMENÉUTICA DE SÁENZ DE OÍZA NOTES FOR A POSSIBLE HERMENEUTICS OF SÁENZ DE OÍZA Alejandro Ferraz-Leite Ludzik
070
PENSAMIENTO, FILOSOFÍA Y PRINCIPIOS ARQUITECTÓNICOS EN LA OBRA DE RAFAEL LEOZ: EL ESPACIO COMO MATERIA PRIMA THOUGHT, PHILOSOPHY AND ARCHITECTURAL PRINCIPLES IN THE WORK OF RAFAEL LEOZ: SPACE AS MATERIA PRIMA Jesús López Díaz
094
VIGENCIA DEL PENSAMIENTO DE JOSÉ MARÍA SOSTRES. APUNTES SOBRE DOCENCIA APPLICABILITY OF THE THOUGHT OF JOSÉ MARÍA SOSTRES. NOTES ON TEACHING AND THE PROFESSION José Julio Martín Sevilla
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FISAC, PERIODISTA. DIFUSIÓN DE TEMAS DE ARQUITECTURA EN LA PRENSA NO ESPECIALIZADA FISAC, JOURNALIST. DIFFUSION OF ARCHITECTURE ISSUES IN NO SPECIALIZED PRESS Alberto Ruiz Colmenar
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BONET CASTELLANA EN MADRID, DEL PLANO TERSO AL PLANO CONVULSO BONET CASTELLANA IN MADRID. FROM THE SMOOTH PLAN TO THE SHUDDERED PLAN Juan Gavilanes Vélaz de Medrano
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LA CASA DEL SEISCIENTOS. ARQUITECTURA PARA LA SEAT EN ESPAÑA (1957-1973) THE ‘SEISCIENTOS’ HOME. ARCHITECTURE FOR SEAT FACILITIES IN SPAIN (1957-1973) Jesús Gallo Gutiérrez
168
EL ARQUITECTO ABURTO Y EL EDIFICIO PARA EL DIARIO PUEBLO: DE LA VANGUARDIA A LA INCOMPRENSIBLE PÉRDIDA DEL PATRIMONIO ESPAÑOL ARCHITECT ABURTO AND THE BUILDING FOR THE “DIARIO PUEBLO” : FROM THE VANGUARD TO THE INCOMPRESSIBLE LOSS OF THE SPANISH MODERN HERITAGE Armando Valenzuela Moyano
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FERNANDO MORENO BARBERÁ: ENSEÑANZAS PRÁCTICAS FERNANDO MORENO BARBERÁ: PRACTICAL LESSONS Juan Bravo Bravo
206
LUIS CUBILLO Y LA IGLESIA DE CANILLAS LUIS CUBILLO AND THE CANILLAS’ CHURCH Jesús García Herrero
224
INTIMIDAD Y VANGUARDIA. LA OBRA DE JUAN DE HARO INTIMACY AND VANGUARD. JUAN DE HARO’S WORK Daniel Rincón de la Vega y Luis Tejedor Fernández
238
PANTEÓN DE LOS ESPAÑOLES EN ROMA: UNA CASA PARA SIEMPRE. SPANISH PANTHEON IN ROME: A PERMANENT ABODE Ángela García de Paredes de Falla
252
MODERNIDAD Y TRADICIÓN EN LA OBRA DE LUIS PEÑA GANCHEGUI MODERNITY AND TRADITION IN THE WORK OF LUIS PEÑA GANCHEGUI Mario Sangalli Uggeri
272
UNA CAPILLA, UNAS PATAS DE GALLINAS Y UN PAR DE HORQUILLAS (CODERCH, FISAC Y DE LA SOTA) ONE CHAPEL, SEVERAL HEN’S LEGS AND A PAIR OF HAIRPINS (CODERCH, FISAC AND SOTA) Rodrigo Almonacid Canseco
ARTÍCULOS DE LOS PONENTES INVITADOS SOBRE LOS DEBATES ARTICLES ABOUT THE DEBATES BY KEYNOTE SPEAKERS 294
CRONOLOGÍA DE LA MODERNIDAD ARQUITECTÓNICA ESPAÑOLA A CHRONOLOGY OF MODERNITY IN SPANISH ARCHITECTURE María Teresa Muñoz
296
ARQUITECTURA DE NUESTRO TIEMPO ARCHITECTURE OF OUR TIME Josep Llinás Carmona
298
“NULLIUS IN VERBA” “NULLIUS IN VERBA” Francisco Alonso de Santos
302
PIONEROS. DOS DÉCADAS (1950-1970) PIONEERS. TWO DECADES (1950-1970) José Manuel López-Peláez
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ANEXO I: PROGRAMA DETALLADO DEL CONGRESO: LECTURA DE COMUNICACIONES Y DEBATES ANNEX I: DETAILED CONGRESS PROGRAMME: COMMUNICATIONS AND DEBATES
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ANEXO II: ÍNDICE DE COMUNICACIONES ACEPTADAS PUBLICADAS EN ACTAS DIGITALES ANNEX II: INDEX OF ACCEPTED COMMUNICATIONS, PUBLISHED IN THE DIGITAL RECORDS
Tradiciรณn de futuro Alejandro de la Sota: lo popular como referente de una nueva arquitectura Future tradition Alejandro de la Sota: the vernacular as a reference for a new architecture Alejandro Tomรกs Roldรกn Arquitecto, profesor asistente de proyectos en la BTU Cottbus, Alemania. www.tm-architekten.de tomas@tm-architekten.de Architect, assistant professor for architecture design at BTU Cottbus, Germany
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I C O N G R E S O N A C I O N A L P I O N E R O S D E L A A R Q U I T E C T U R A M O D E R N A E S PA Ñ O L A : V I G E N C I A D E S U P E N S A M I E N T O Y O B R A
Resumen: Alejandro de la Sota Martínez (1913–1996) puede ser considerado como uno de los arquitectos más innovadores e influyentes de la segunda mitad del siglo XX en España. Su aportación al pensamiento arquitectónico de la época supone, por un lado, la puesta en valor de la arquitectura popular, que estudió con profusión en la primera etapa de su producción arquitectónica, y, por otro, la incorporación de vanguardias nacionales y europeas, que junto con su interés por la incipiente introducción de nuevas tecnologías y la prefabricación, caracterizó su obra en las siguientes etapas. Su pensamiento y su obra arquitectónica suponen un distanciamiento de la arquitectura “oficial” de su tiempo y una vuelta a los valores de la llamada “arquitectura sin arquitectos”, en la que basó el desarrollo de una nueva arquitectura, y de la cual asimiló paulatinamente aquellos aspectos más esenciales asociados a ésta: carácter anónimo, funcionalidad tipológica, adaptación al paisaje, al clima y a los recursos materiales disponibles, sencillez y claridad de formas así como la trasmisión de elementos culturales y de identidad, sin pretender imitarla formalmente. Esta dualidad entre tradición y modernidad, entendida ésta como la adaptación a los aspectos éticos, estéticos, sociales, técnicos y económicos de cada momento en el que el arquitecto realiza su trabajo, convierten su obra simultáneamente en personal y anónima. Personal desde el punto de vista de la interpretación de los elementos adoptados, dependiendo del bagaje cultural y arquitectónico del autor, y anónima tanto desde el punto de vista de la universalidad e intemporalidad de sus planteamientos como de la posible adopción, como método general, de sus principios. La vigencia de su pensamiento radica precisamente en este punto, en el hecho de entender la arquitectura como un proceso de asimilación de lo conocido –en este caso las construcciones populares- y de creación de lo desconocido –abriendo nuevos caminos a través de nuevas técnicas, nuevos materiales, nuevas y viejas necesidades humanas, nuevas sensibilidades artísticas, nuevos recursos...-, partiendo de unas constantes que sean comunes a ambas posturas: el paisaje, el clima, la funcionalidad o su carácter de servicio a quien las usa. De este modo establece un nexo entre aquella arquitectura que no precisa de arquitectos y la hecha por éstos, la que De la Sota denominaba “intelectual”, dotando a esta última de continuidad, mesura y compromiso. Estos valores y el método descrito para obtenerlos pueden ser extrapolados a nuestros días, por lo que siguen siendo vigentes. A través del análisis de 5 de sus obras (Misión Biológica, Pontevedra 1949, Residencia Miraflores, Madrid 1957, Viviendas, Salamanca 1963, Aulas y seminarios, Sevilla 1972, Urbanización Alcudia, Mallorca 1984), enmarcadas en décadas distintas de su producción arquitectónica, se expondrá la vigencia de la que aún disfrutan, así como los caminos de futuro que aún abren, al ser éstas consecuencia y ejemplo de una síntesis de valores y elementos de arquitectura popular con elementos innovadores fruto del uso de nuevas tecnologías y materiales, haciéndolas pertenecer al lugar y cultura donde se proyectaron y dotándolas de un carácter atemporal, y por tanto asumibles en el presente. Palabras clave: tradición, identidad, continuidad, compromiso social, creación.
Summary: Alejandro de la Sota Martinez (1913-1996) is considered to be one of Spain’s most innovative and influential architects in the latter half of the 20th century. His contributions to the architectural ideas of the time included firstly, a greater recognition of vernacular architecture, which he studied in detail during his first architectural period, and secondly, the input of concepts from the Spanish and European avant-garde which, together with his interest in incipient construction technologies and prefabrication, characterized his work in his following periods. His architectural ideas and output were a departure from the “official” architecture of the time and a return to the values of “architecture without architects”, on which he based the development of a new architecture. He gradually adopted its core aspects: anonymity, typological functionality, adaptation to the landscape, the climate and the available resources, simplicity and clarity of forms, and the transmission of aspects related to culture and identity. However, he did not attempt to imitate the forms of vernacular architecture. This duality between tradition and modernity, understood as an adaptation to the ethical, aesthetic, social, technical and economic context of each moment in the architect’s working life, make his output personal and at the same time anonymous. It is personal in the sense of the interpretation of the chosen aspects —which depend on the author’s cultural and architectural background — and anonymous in the sense of the universality and timelessness of the architect’s proposals, as well as the possible adoption of their principles as a general method. The relevance of de la Sota’s ideas down to the present day lies precisely in this point; in the act of understanding architecture as a process of assimilating what is known —in this case vernacular construction— and the creation of the unknown —opening up new routes through new techniques, new materials, new and old human needs, new artistic sensibilities and so on, all based on constants that are common to both positions: landscape, climate and the functionality or service provided to their users. By this means he established a link between architecture that does not need architects and architecture produced by them —what de la Sota called “intellectual” architecture— which he filled with continuity, moderation and commitment. These values and the method described to obtain them can be extrapolated to the present day. They are therefore still cogent. Five of de la Sota’s works (Biological Mission, Pontevedra 1949, Children’s residence, Miraflores, Madrid 1957, Residential block in Salamanca, 1963, Lecture and seminar rooms, Sevilla 1972, Housing estate in Alcudia, Mallorca, 1984), each one from a different period of his architectural career, are used to illustrate their ongoing validity and the future directions that they point to even today. These new directions are a consequence and an example of a synthesis between values and components from vernacular architecture and innovative aspects resulting from the use of new technologies and materials. They make them belong to the location and the culture where they were designed, and they give them a timeless character, thus making them applicable in the present. Key words: tradition, identity, continuity, social commitment, creation. 33
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“La arquitectura es intelectual o es popular. Lo demás es un negocio”1 Esta frase de Alejandro de la Sota Martínez (Pontevedra 1913 - Madrid 1996), formulada en un conocido artículo del año 1982, resume, de forma tan radical como enigmática y al mismo tiempo sumamente precisa, la posición frente a la arquitectura que su autor defendió durante las casi cinco décadas de su actividad profesional. Para poder definir lo que él mismo entendía por arquitectura, qué lo era y qué no, De la Sota la dividió en esas dos categorías, definiendo lo que para él significaban, tratando de establecer además una tercera: la suya propia. Resulta interesante que al nombrarlas cite en primer lugar a la arquitectura intelectual antes de la popular -teniendo en cuenta que ésta última surge de forma espontánea de la necesidad humana de encontrar cobijo y de adaptarse al entorno que le rodea, apareciendo sólo más tarde una aspiración intelectual o artística en las construcciones- pero, en cualquier caso, es la “intelectual” la que De la Sota describe en el citado artículo y, en definitiva, la que le interesó en mayor medida, ya que la consideraba la única que podía hacerse, pues la arquitectura popular no requiere, por definición, de la participación de arquitectos. Se refiere así a la arquitectura histórica, la de los estilos, la que “se repitió siempre”,2 abogando por una única vía para hacer nueva arquitectura: dejar de repetirla, dejar de hacerla. Aboga por lo que llama arquitectura lógica. Aquella que, tras un intenso proceso analítico, se piensa para resolver problemas, con el uso de los materiales adecuados, con la intervención de una técnica acorde con su tiempo y con la sensibilidad social y estética que requiera su función.3 Para llegar a esta definición de lo que debe ser la arquitectura, tan despojada de lo superfluo como la cabeza del busto de Nefertitis que mencionaba citando a su amigo Antonio Coderch,4 De la Sota pasó por un largo proceso de búsqueda desde los comienzos de su vida profesional; un proceso de asimilación y renuncia. Asimilación de aquello que consideraba digno de ser incorporado a su propio lenguaje arquitectónico, de elementos auténticos, sencillos y sinceros que encontró en la arquitectura popular y de las vanguardias internacionales, que poco a poco se iban haciendo hueco en la cultura arquitectónica española, y renuncia a todo aquello que pervertía el sentido último que De la Sota atribuía a su labor como arquitecto: a la ornamentación y estilismo formal, a la incoherencia funcional y estructural o al estancamiento de los avances constructivos o tecnológicos. El pensamiento arquitectónico de De la Sota se encuentra disperso por una serie de escritos, conferencias y publicaciones en las que él mismo da pistas de sus inquietudes y anhelos, así como de los aspectos relevantes de su actividad y sus inspiraciones en cada época de su producción. Analizados con detenimiento estos escritos y, con el conocimiento de sus obras -realizadas o no-, junto a las memorias que las acompañan, se nos presenta un Sota de una coherencia doctrinal asombrosa a pesar de la variedad de los resultados que ese pensamiento arquitectónico produce a lo largo de sus años de trabajo. Uno de los aspectos esenciales que da coherencia a su obra reside precisamente en las referencias a la arquitectura popular. La presencia de lo popular en el pensamiento y obra de De la Sota permanece hasta sus últimos trabajos, en mayor o menor medida y subyace en la raíz de su entendimiento de la arquitectura. Desde unos dubitativos ensayos formales -con una cierta tendencia al mimetismo de la tradición popular- de los primeros años, pasando por la cita de elementos populares integrados -adoptados y reinterpretados dentro de una nueva sensibilidad estética y constructiva- de las etapas intermedias, y hasta la total abstracción de lo vernáculo haciéndolo formar parte del propio lenguaje arquitectónico “sotiano” e integrándolo dentro de una “actitud” frente al proyecto que coincide en sus planteamientos con el modo de hacer de esa arquitectura sin arquitectos de sus últimas obras, es posible constatar esa presencia en gran parte de su trabajo. Lo relevante en la presencia de la tradición en su obra es más esa “actitud” ante el proyecto, que las propias fuentes de las que bebe. De la Sota se desinteresó pronto por los aspectos formales de 34
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“Architecture is intellectual or vernacular. The rest is business”1 This quote from a well-known article written in 1982 by Alejandro de la Sota Martínez (Pontevedra 1913 - Madrid 1996) sums up in a radical, enigmatic yet highly accurate manner, the approach to architecture defended by the author during his almost five decade-long career. To define what he understood by architecture —what it was and what it was not— de la Sota divided it into these two categories, while also striving to establish a third category: one in his own right. It is interesting to note that he mentions intellectual architecture before the vernacular. Although it is true that the latter emerged spontaneously from the human need to find shelter and adapt to the surrounding environment, while intellectual or artistic aspirations emerged much later in constructions, the “intellectual” type is what de la Sota describes in the article and what he was ultimately most interested in, since he considered it the only field that could be produced, given that by definition, vernacular or folk architecture does not require the intervention of an architect. In the essay, he refers to historic architecture, an architecture of styles which is “always repeated”2, and suggests that there is one way to make new architecture: stop repeating it, stop doing it. He proposes what he calls logical architecture, something which, after an intense analytical process, is thought up to solve problems using the appropriate materials, an appropriate technique for its time which embodies the social and aesthetic sensitivity required by its functions.3 De la Sota arrived at this definition of what architecture should be —as devoid of the superfluous as the head of Nefertiti’s bust he mentions in a quote from his friend Antonio Coderch4— after a long search that began at the start of his professional life, a process of assimilation and relinquishment: assimilation of what he considered worthwhile adding to his personal architectural language, of authentic, simple, sincere aspects that he found in both folk architecture and the international avantgarde which was gradually making its way into Spanish architectural culture, and relinquishment of all that perverted the ultimate significance that de la Sota attributed to his work as an architect: ornamentation and formal stylism, structural and functional inconsistency, and stagnation in building and technological progress. De la Sota’s architectural philosophy is scattered through essays, lectures and publications which hint at his concerns and aspirations, and also appears in relevant aspects of his work and inspirations, manifested in each of his design periods. A carefully analysis of these texts in conjunction with his projects —both built and unbuilt— and their accompanying summaries, brings to light an Alejandro de la Sota with an astonishing doctrinal consistency despite the wide range of results generated by these architectural ideas in the course of his career. One of the core aspects that lends coherence to his work lies precisely in his references to vernacular or folk architecture. Folk-related aspects lay at the root of de la Sota’s understanding of architecture, and they continued to a greater or lesser extent in his ideas and projects until his final work. This presence can be detected in much of his career, from a few tentative experiments in his early years—where he tended to imitate popular traditions—, proceeding to include references to traditional elements in his intermediate period —adopted and reinterpreted in a new aesthetic and constructive sensibility—, and then going on to a total abstraction of the vernacular, making it part of the “Sotian” architectural language and an “attitude” to the project which, in his final work, coincided in its approach with the way this architecture is built without architects. The most salient feature of the presence of tradition in his work was this “attitude” to the project, more than the actual sources that he drew from. De la Sota soon lost interest in the formal aspects of folk architecture and its imitation, and focused on extracting its most useful core values to create a new architecture based on them. One could speak of a modus operandi developed in the course of his creative trajectory which drew him closer to the implicit ideas of folk architecture: desire for anonymity, adaptation to the place, the landscape and the climate, formal abstraction and 35
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la arquitectura popular, de su imitación, para más bien extraer de ella sus valores más esenciales y útiles para crear una nueva arquitectura a partir de ésta. Podría hablarse de un Modus operandi desarrollado a lo largo de su creación arquitectónica, que le acerca a los planteamientos implícitos de la arquitectura popular: aspiración al anonimato, adaptación al lugar, al paisaje y al clima, abstracción y reducción formal, coherencia funcional, racionalización de los recursos materiales y constructivos al alcance o la trasmisión de elementos culturales y de identidad. Muchos de estos aspectos eran compartidos por la vanguardia arquitectónica europea que, a la búsqueda de nuevas vías para adaptar la arquitectura a las necesidades estéticas y sociales a partir de la segunda década del siglo XX, volvió sus ojos al legado de lo popular, en parte por necesidad ante la escasez de recursos a causa de las guerras, en parte por convencimiento de poder hallar en estas arquitecturas valores puros, no contaminados por la escuela académica de la que pretendían ser una alternativa. De la Sota adopta progresivamente el discurso de la modernidad perdida acompañándolo de los factores éticos, sociológicos y económicos específicos de la situación española para arrancar en su trayectoria arquitectónica y los pone frente a esos valores de la arquitectura popular. Si bien De la Sota llega a ellos por caminos bien distintos, los resultados hacen que su propia obra pueda entenderse como una pervivencia de la tradición, como una progresión de ésta, que hace que, por un lado, su mensaje sea comprensible, adquiera ese grado de coherencia del que se hablaba y, por otro, eleve a la categoría de método la actividad creadora basada en el estudio de la herencia popular de la arquitectura y su reinterpretación acorde a las circunstancias en las que ésta se realice. No sorprende que su pensamiento y su obra gocen hoy de vigencia como en el momento en que se formularon o realizaron, pues, tanto entonces como ahora, pertenecen ambos a un modo de afrontar los problemas arquitectónicos que surge de las circunstancias a las que han de ofrecer soluciones y son capaces de reinventarse a sí mismos.
Sota y la tradición popular De la Sota era gallego. Su relación con la arquitectura que le rodeó en su juventud se hizo patente durante toda su trayectoria, de forma consciente o inconsciente, como bagaje cultural que aportó al enfrentarse a la resolución de sus proyectos. Y no sólo la arquitectura, sino la topografía gallega, los modos de vida, el clima y las diversas soluciones constructivas, así como ciertos patrones de asentamiento en el terreno, influenciaron su entendimiento básico de la arquitectura y su universo espacial de forma decisiva. En muchas ocasiones posteriores, De la Sota manifestó la importancia del respeto por el lugar, las tradiciones locales y el trabajo de los artesanos.5 Era, además, un excelente músico. Su relación con esta actividad, a parte de dotarle de una finísima sensibilidad estética, le ayudó en su labor como arquitecto, al establecer un cierto paralelismo entre la capacidad de abstracción de ideas -que no son perceptibles visualmente ni palpables físicamentepropia de la música y el proceso de “desmaterialización” y síntesis que experimentó su obra durante su trayectoria. La inspiración musical basada en la recogida de melodías populares para incorporarlas al acervo creativo de muchos maestros fue, asimismo, un recurso que el propio Sota cita y traslada a su actividad arquitectónica.6 Sus viajes por España, visitando y estudiando la arquitectura de los pueblos como parte de su actividad en el Instituto Nacional de Colonización al que entró a trabajar tras finalizar sus estudios en el Madrid de la posguerra, completan su conocimiento básico de la cultura arquitectónica popular y suponen el punto de partida para su propia actividad creativa. Su entendimiento de “lo popular” abarcaba tanto las expresiones vernáculas de la arquitectura rural -bien gallega como de cualquier otra zona geográfica-, como la de los núcleos urbanos que, a pesar de ser realizadas en su mayoría con la intervención de arquitectos, reflejaban la sabiduría de siglos de adaptación al clima, la cultura o las necesidades de sus moradores, aún cuando estuvieran dotadas de elementos estilísticos reconocibles, fruto de la historia de la arquitectura. No contempla, sin embargo, ningún matiz regionalista que identifique la expresión popular de la arquitectura con 36
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reduction, functional congruence, rationalisation of the material and building resources at hand, and the transmission of aspects related to culture and identity. Many of these issues were shared by the European architectural avant-garde. In its search for new ways to adapt architecture to the aesthetic and social requirements of the second decade of the 20TH century, this movement turned towards the folk legacy, partly due to necessity created by postwar scarcity, and partly due to a conviction that pure values, uncontaminated by academic schooling —to which it was seen as an alternative— could be found in this architecture. In the course of his career, de la Sota gradually came around to the discourse of a lost modernity, accompanying it with specific ethical, sociological and economic aspects of the Spanish situation which he juxtaposed against these values of folk architecture. Although de la Sota arrived at each one along different paths, the results permit an interpretation of his work as a survival or progression of tradition that facilitates the comprehension of his message and gives it consistency, while at the same time raising to method status all creativity based on the study of the vernacular heritage of architecture and its reinterpretation according to the context. Not surprisingly, his ideas and work remain just as valid today as when they were formulated and produced. Then and now, both are part of a method for tackling architectural problems arising from the circumstances which require solutions and are able to reinvent themselves.
Sota and the vernacular tradition De la Sota was a Galician. His relationship with the local architecture in his youth came to the fore —consciously or unconsciously— as cultural baggage that helped him to make project decisions. But it was not only vernacular architecture that had a decisive impact on his core understanding of architecture and his spatial universe, but also the Galician topography, its lifestyles, its weather, the range of local building solutions and the patterns of installation on the ground. Later in his life, de la Sota often mentioned the importance of respect for location, local traditions and the work of craftspeople5. He was also an excellent musician. His relationship with music not only gave him a fine aesthetic sensibility but also helped him as an architect to establish parallels between the capacity for the abstraction of ideas which are not visually detectable or physically palpable, characteristic of music and the “dematerialization” and synthesis processes found throughout his career. The musical inspiration of many masters, based on gathering traditional tunes and bringing them into the global creative heritage, was also a resource that Sota not only mentioned in passing but also applied to his architectural work6. His travels around Spain, visiting and studying village architecture during his time at the National Colonization Institute after graduating during the difficult post-war period, filled out his basic knowledge about folk architecture. This marked the starting point for his own creative activity. His understanding of the “folk” realm embraced vernacular expressions of rural architecture —in Galicia and every other part of Spain as well— and also urban architecture which, despite being built with the aid of architects in most cases, reflected the wisdom of centuries of adaptation to the local climate, culture and the inhabitants’ needs, even when they contained recognizable stylistic aspects, a product of the history of architecture. His work did not, however, contain regionalistic nuances which might identify a vernacular architectural expression with specific boundaries or cultures, and much less with the projection of an ideology. It was more the result of an adaptation to the needs and resources that arise in a particular place, which can yield similar results in other cultures and other latitudes, giving it a universal character. Nor did he advocate the revival of building techniques, forms or type that had been superseded by time, industry or need. Instead, he suggested that we should proceed in the same way as these architectures had done, i.e., through this process of adaptation to a new situation, responding in accordance with the new parameters and at the same time, contributing other aspects that broaden 37
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unas determinadas fronteras o fruto de una cultura exclusiva y, mucho menos con la trasmisión de ninguna ideología, sino más bien como el fruto de la adaptación a las necesidades y recursos que surgen en un lugar determinado y que pueden dar resultados similares en otras culturas y otras latitudes, confiriéndola un carácter de universalidad. Tampoco aboga por la recuperación de técnicas constructivas, formas o tipos superados ya por el tiempo, la industria y las necesidades, sino, más bien, por actuar tal y como estas arquitecturas lo hacen, es decir, mediante ese proceso de adaptación a la nueva situación, dando respuestas acordes a los nuevos parámetros y aportando simultáneamente otros elementos que hagan avanzar el horizonte estético, técnico y sociológico de la arquitectura.7 Podría hablarse de un proceso de asimilación de lo conocido y de creación de lo desconocido. En ciertos aspectos, se percibe un carácter antropológico en su pensamiento, que identifica el nacimiento y desarrollo de la arquitectura con la aparición del hombre y sus necesidades básicas, denotando cierto rechazo a la cultura arquitectónica que olvida ese carácter primario para recrearse en su propia retórica.8 Este discurso le acerca a la esencia de la arquitectura popular, en un sentido amplio, y coloca su pensamiento en línea con los movimientos sociales y artísticos de corte más humanista de la Europa de entreguerras. A medida que esas corrientes y sus creadores superan las barreras del aislacionismo español y van llegando a manos de la generación de arquitectos a la que pertenece De la Sota -en su caso la obra expresionista de Mendelsohn, el racionalismo de Le Corbusier, Mies o Gropius, el organicismo de Aalto o Wright, después Breuer…- se abren posibilidades para dotar a la arquitectura española de una nueva sensibilidad y de perspectivas para salir de la crisis en la que se encontraba. Para De la Sota, la arquitectura popular y la racionalista, en definitiva, suponen la esencia de su creación arquitectónica, en la que, tras un proceso de transformación, la segunda asimila a la primera: aquella que en los primeros años posibilitó su distanciamiento de la línea monumentalhistoricista oficial del régimen -la popular-, pudo evolucionar mediante la incorporación de esas nuevas tendencias hasta una arquitectura personalísima que mantenía en su fondo esos principios de “lo popular”, incorporándolos a un nuevo lenguaje. El pasado, lo constante, se traduce en futuro, lo creativo. Los cinco proyectos a continuación expuestos parten de ciertas similitudes de planteamiento y pueden ser tomados como referencia para exponer la evolución del pensamiento de De la Sota en torno a la arquitectura popular como referencia y ser extrapoladas a otras obras.
Misión Biológica en Salcedo, Pontevedra 1949. La convivencia Durante la década de los 40, De la Sota, junto a la ya mencionada actividad al servicio del INC, realiza sus primeros proyectos como arquitecto independiente. Encargos de reformas y otros de viviendas en Madrid se combinan con las primeras obras de nueva planta en Galicia. En estos proyectos, la influencia de la arquitectura popular se hace muy patente. Tanto en el edificio para la Escuela de Agricultura de Bastiagueiro en La Coruña de 1945, como en el de los laboratorios para la Misión Biológica del CSIC de 1949 en Pontevedra, la arquitectura del pazo gallego se usa con la intención de integrase en su entorno, con esa actitud de respeto que De la Sota había preconizado en otros proyectos. El refugio en la tradición le sirve para distanciarse de la arquitectura monumental del momento, como ya se ha descrito, muy en especial al tratarse de un edificio público y de carácter educacional (Fig. 1). Mientras en el caso de Bastiagueiro la similitud formal y tipológica del modelo es más patente, en la Misión Biológica se observa un proceso de manipulación del tipo más abstracto, más generalizador. La composición volumétrica del edificio, situado en una maravillosa finca en la que también se encuentra un edificio histórico -un pazo, mezcla de construcción palaciega y fortaleza- incide en las características de la arquitectura gallega más tradicional, a base de la adición de geometrías puras y rotundas, pétreas. El edificio se asienta en el terreno adaptándose a la topografía, orientando su 38
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the sociological, aesthetic, technical and architectural horizon 7. This might be described as a process of assimilation of the known and the creation of the unknown. An anthropological approach can be detected in some aspects of his ideas, identifying the birth and development of architecture with the emergence of humans and their basic needs, denoting a rejection of an architectural culture that ignores this primary character and is recreated in its own rhetoric8. This discourse brought him closer to the essence of folk architecture, in a broad sense, and aligned his thinking with the more humanistic social and artistic movements of inter-war Europe. When these trends and their creators —the expressionist work of Mendelsohn, the rationalism of Le Corbusier, Mies and Gropius, the organicism of Aalto and Wright, then Breuer— began to overcome the barriers of Spain’s isolation and arrived at the hands of de la Sota’s generation of architects, Spanish architecture was able to be impregnated with a new sensibility and prospects to shake off its crisis. For de la Sota, folk and rationalist architecture were ultimately the essence of his architectural creativity, in which a transformation process led the latter to assimilate the former. In his early years, this allowed him to distance himself from the regime’s official monumental-historicist line —the vernacular— and evolve by incorporating these new trends into a very personal architecture which nevertheless kept these “vernacular” principles in the background, including them in a new language. He translated the past, the constant, into the future, the creative. The following five projects have somewhat similar approaches. They may be used as points of reference that explain the evolution of de la Sota’s ideas about folk architecture, and facilitate their extrapolation to other works.
Biological Mission in Salcedo, Pontevedra 1949. Coexistence Alejandro De la Sota designed his first projects as an independent architect in the 1940s, while working for the aforementioned INC. They included commissions for renovations and homes in Madrid and his first new buildings in Galicia. The influence of folk architecture is quite clear in these projects. In both the Bastiagueiro School of Agriculture in La Coruna (1945) and the CSIC Biological Mission laboratory in Pontevedra (1949), de la Sota adopted Galician pazo or manor architecture in order to integrate the new buildings with their environment, an attitude of respect that he manifested in other projects as well. By taking refuge in tradition, he was able to distance himself from the prevailing monumental architecture of the time, particularly relevant in this public educational building (Fig. 1). While a formal and typological similarity is more obvious in the case of Bastiagueiro, in the Biological Mission there is a more abstract, more generalising handling of the type. The volumetric composition of the construction, set on a beautiful property with an historic pazo, a mixture of palace and fortress architecture, borrows from the Galician architectural tradition, based on the aggregation of pure, powerful, stone geometries. The building adapts to the site contours, its main fig. 1 Arriba, Pazo de Leis, La Coruña. Foto: Javier Pais. Abajo, Misión Biológica, Pontevedra. Foto: Alejandro Tomás. Fuente: Wikipedia.org, con licencia Wikipedia Commons Above, Pazo de Leis, La Coruña. Photo: Javier País. Below, Biological Mission, Pontevedra. Photo: Alejandro Tomás. Source: Wikipedia.org, Wikipedia Commons license
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fachada principal al Sur y a las vistas y protegiendo la norte con la vegetación, recursos todos ellos de la arquitectura tradicional. Aunque el exterior evoca esa arquitectura popular -en su faceta cultivada del pazo- con el uso del sillar de granito, la formación de aleros, la composición volumétrica o el elemento de solaina o corredor exterior, y a pesar de la reinterpretación de Sota de estos motivos, la verdadera novedad, aunque tímidamente, está en el interior. Dos arquitecturas conviven simultáneamente. Cuando se observa la planta, su sistema compositivo recuerda a algunos ensayos de los maestros modernos -se piensa en la biblioteca de Viipuri de Aalto-, con la articulación de sus elementos mediante la rótula del vestíbulo de entrada y la presencia de la escalera principal, que en este caso, se muestra hacia el paisaje en la fachada posterior. Tanto esa escalera principal como la secundaria y, sobre todo, ese misterioso mirador de la fachada norte (que sólo aparece en unos dibujos de 1964, posteriores a su construcción) (Figs. 2 y 3) remiten a esa segunda arquitectura, fruto de otra sensibilidad, de otra tecnología. La sinuosa ligereza de la escalera principal -evocadora de la de Mendelsohn en Berlín9 y antecesora de otras más conocidas del propio Sota10- la elegancia de las barandillas de tubo o la pirueta tecnológica del mirador, reinventado de la arquitectura local, muestran el camino que De la Sota seguirá en el futuro: reinterpretar mediante un proceso de abstracción elementos y actitudes de la arquitectura popular, adaptándolos en su función, construcción y significado.
Residencia infantil en Miraflores de la Sierra, Madrid 1957. La separación El edificio para residencia de verano, fruto de un concurso en colaboración con Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún (y dejando al margen las patentes influencias entre los tres arquitectos) incide en algunos aspectos ya presentes en la misión Biológica: la coexistencia de dos arquitecturas y la aparición de nuevos parámetros que se aportarán a lo conocido; en este caso la tecnología. La piedra, en muros de mampostería, vuelve a ser aquí la protagonista, realizados esta vez por canteros del lugar, in situ, de forma tradicional y pretendiendo que den respuesta a lo que De la Sota denominó “oír la voz del lugar”.11 Esto es, adaptarse a la topografía y preparar el terreno para acoger en su desmonte las funciones principales del edificio, con materiales locales que estén en condiciones de enfrentarse a los rigores climáticos de la sierra madrileña. A partir de ahí, una segunda acción, una cubierta ligera de madera -que también se adapta a la topografía asumiendo la misma pendiente-, sobre una estructura de acero y cerramientos de paneles de vidrio, todo ello construido en taller -en Madrid-, y montado sobre el terreno. Estos dos mundos, el de la tradición y el de la industrialización adquieren en este proyecto categorías propias, se apoyan el uno en el otro, separados horizontalmente por una línea invisible pero interconectados entre sí, formando un todo complejo -lo estereotómico y lo tectónico-. El muro asume la labor del refugio (de la cueva), del sólido asiento sobre el terreno como cualquier constructor popular lo hubiera realizado con aquello que tenía a mano y con la técnica que dominaba. fig. 2 Izquierda, escalera principal. Derecha, fachada norte con mirador. Fundación Alejandro de la Sota. Fuente: Fundación Alejandro de la Sota, Madrid Left, main staircase. Right, north facade with glazed balcony. Alejandro de la Sota Foundation. Source: Fundación Alejandro de la Sota, Madrid
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facade faces towards the south views and the north side is sheltered by vegetation, all techniques borrowed from traditional architecture. While the granite ashlar on the outer walls, the eaves, the volumetric composition and the solaina or outer glazed corridor evoke this type of traditional architecture, reinterpreted by de la Sota, the real —albeit timid— novelty is the interior. Two architectures coexist here. Looking at the plan, the composition reminds one of experiments by the Modern masters. Aalto’s Viipuri Library comes to mind, with its components articulated by a joint, the entrance hall, and the main staircase, in this case facing the landscape at the rear. The main and secondary staircases and, above all, a mysterious glazed balcony on the north wall (only seen in sketches from 1964, after its construction, Figs. 2 and 3) refer to this second architecture, the result of a different sensibility, a different technology. The sinuous lightness of the main stairs, reminiscent of Mendelsohn’s work in Berlin9, the predecessor of better-known examples by Sota10 , the elegance of the metal railings and the technological pirouette of the glazed balcony, reinvented from local architecture, show the path taken by de la Sota after this project: reinterpretation through a process of abstraction of elements and attitudes of folk architecture, adapting their functions, construction and meaning.
Children’s home in Miraflores de la Sierra, Madrid 1957. Separation This summer school, designed for a competition in collaboration with Antonio Corrales and Ramón Vázquez Molezún, revisited some of the aspects seen in the Biological Mission, setting to one side the patent cross-pollination between the three architects. One was the coexistence of two architectures, the other was the emergence of new parameters added to the known, in this case, technology. Stone walls were once again the highlight, this time hewn on site by local stonemasons using traditional methods. De la Sota described this process as, “listening to the voice of the place”11, i.e., adapting to the contours and preparing the quarried ground to receive the building’s main functions using local materials that could cope with the harsh mountain climate in Madrid’s hinterland. This led to a second initiative, a lightweight timber roof which also adapted to the land, set on the same angle as the hillside. It rested on a steel structure with glass panels used to clad the walls, all workshop-built in Madrid and assembled on site. In this project, these two realms, tradition and industrialization, were raised to categories in their own right. They relied on each other, separated horizontally by an invisible line while at the same time remaining interconnected to form a complex whole -stereotomics and tectonics. The wall plays a role as a refuge (cave), resting solidly on the ground, just as any folk builder would have done with the materials on hand and the skills he knew. The roof also made use of what was on hand as a result of technological progress: modular timber beams fig. 3 Izquierda, fachada este. Derecha, escalera secundaria. Fundación Alejandro de la Sota. Fuente: Fundación Alejandro de la Sota, Madrid Left, east façade. Right, secondary staircase. Alejandro de la Sota Foundation. Source: Fundación Alejandro de la Sota, Madrid
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La cubierta supone tomar aquello que también se tenía a mano gracias a los avances tecnológicos: despieces modulares de madera para mayores luces, grandes superficies vidriadas o estructura de acero, elementos todos ellos disponibles en ese momento y que modifican la arquitectura dotándola de ligereza, diafanidad, luz y grandes vistas. Y la separan de ese terreno12 (Fig. 4). El artesano popular hubiera tenido que seguir utilizando la piedra para rellenar la estructura de madera y procurar un cerramiento exterior eficaz ante el clima o renunciar al uso de pilares o carpinterías metálicos y a los vidrios de grandes dimensiones; según De la Sota, si esos medios hubieran estado a su alcance, el artesano también los hubiera usado. Las referencias que se hacen además al paisaje circundante -la roca y el arbolado- y el mimetismo con éste de los dos materiales básicos utilizados -piedra y madera- parecen denotar un afán de integración a pesar de la dualidad de la arquitectura conseguida. Especialmente interesante resulta el carácter de la yuxtaposición de ambas arquitecturas, que revela más una aspiración de reinterpretación y avance de las construcciones populares, que la ruptura que parece sugerir el corte horizontal de las dos estructuras, muy especialmente cuando los materiales del zócalo y la cubierta se encuentran (Fig. 5). En el interior, los grandes espacios arquitrabados y aterrazados a modo de galerías, con su carácter de corralas cubiertas, lugar de comunicación y relación, evocan asimismo una arquitectura conocida y reconocida, una apuesta por la arquitectura que pertenece al lugar donde fue construida. De este modo, De la Sota cita los referentes sabidos sin mimetizarlos, sino extrayendo su esencia en un ejercicio de rigor proyectual, adaptación a los medios disponibles y estableciendo un equilibrio entre aspectos de la cultura constructiva del lugar y otros más lejanos, propios de la cultura arquitectónica universal.13
Viviendas en la Calle Prior, Salamanca 1963. La integración A diferencia de los dos proyectos anteriores, estas viviendas se integran dentro de un contexto claramente urbano cargado de historia, donde la arquitectura de referencia del entorno rural y el paisaje natural no están presentes. De la Sota gozaba ya de reputación, algunos de sus más famosos edificios habían sido construidos -Gobierno Civil en Tarragona, Gimnasio Maravillas, Central Lechera Clesa, Edificios Tabsa…- y en pocas ocasiones se había enfrentado al proyecto entre medianeras. Su actitud ante el encargo será resumida por el propio arquitecto: las plantas resuelven con oficio el programa “sin mayores pretensiones de novedad”14 y las difíciles condiciones geométricas del solar; el peso de la arquitectura se lo llevará la fachada. Con la obligación por ordenanza de usar la piedra arenisca salmantina, De la Sota vuelve a enfrentarse de nuevo al material cargado de tradición. En la génesis del proyecto no habrá una contraposición entre aspectos tradicionales e innovadores como en los casos anteriores, sino que ambos serán tratados del mismo modo; es decir tradición, material, técnica y estética se homogeneizarán en un todo a fin de integrar una nueva arquitectura en la existente dando continuidad a esa tradición, tal y como se ha venido haciendo por otras buenas arquitecturas urbanas en el casco histórico. fig. 4 Residencia infantil Miraflores de la Sierra. Fundación Alejandro de la Sota Children’s residence, Miraflores de la Sierra. Alejandro de la Sota Foundation
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to cover larger spans, bigger glazed panels and a steel structure, all readily available at the time and capable of changing architecture by giving it lightness, free-flow spaces, light and good views. These devices also separated the building from the ground12 (Fig. 4). Folk craftsman would have had to continue with stone to fill the timber structure and construct an efficient protective envelopment against the inclement weather, or relinquish the use of pillars or metal joinery and large-format glazing. However, de la Sota went so far as to claim that the same craftsman would have used these solutions if they had been available to them. The references to the features of the surrounding landscape —rock and forest— and their reflection in the two basic materials —stone and wood— suggest an effort to integrate them despite the duality of the resulting architecture. The juxtaposition of these two architectures is particularly interesting. It reveals a reinterpretation and advancement of traditional buildings more than a break suggested by the horizontal split of the two structures, especially in the interface between the base material and the roof (Fig. 5). Inside, the large gallery-like architraved, terraced spaces, somewhat like roofed courtyards, zones for meeting and transit, also evoke an acknowledged, recognizable type of architecture; a commitment to an architecture that belongs to the place where it is built. In this way, de la Sota alludes to his known references but does not mimic them. Instead, he extracts their essence in an exercise of design discipline, an adaptation to the available resources and the establishment of a balance between aspects of the local building tradition and others from further afield, from a global architectural culture13.
Residential block on Calle Prior, Salamanca 1963. Integration Unlike the two previous projects, these building are integrated into a clearly urban context steeped in history, where references to rural architectural and the natural landscape are absent. De la Sota already enjoyed a reputation as a result of some of his most famous buildings —the Civil Government in Tarragona, the Maravillas Gymnasium, the Clesa dairy factory, the Tabsa buildings and others. However, he had rarely tackled projects between party walls. He summarized his approach to this commission as the use of the plans to resolve the brief —”with no greater pretensions to novelty”14— and the difficult geometry of the site. The weight of the architecture was carried by the facade. Obliged by the building regulations to use Salamanca sandstone, de la Sota found himself once again face to face with a material dripping with tradition. The genesis of this project contained no contrast between traditional and innovative aspects, unlike the previous cases, and instead he treated both equally. In other words, tradition, material, technique and aesthetics were homogenized in a whole that merged new and pre-existing architecture in a continuity of tradition, like other good urban architecture in historical precincts. In this case, the stonework was not placed in the hands of craftsmen, and instead, he cast his gaze at the city’s humble convents with their unpolished dry built stone facades, cantilevered in this case on a steel beam in the building, separating it from the crystalline ground floor and exhibiting its filmfig. 5 Izquierda, residencia infantil. Fundación Alejandro de la Sota. Derecha, arquitectura popular en Mogarraz, Salamanca. Foto: Jaime Tello Left, children’s home. Alejandro de la Sota Foundation. Right, folk architecture in Mogarraz, Salamanca. Photo: Jaime Tello
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El tratamiento de la piedra no se dejará en este caso en manos de los artesanos, sino que el arquitecto se fijará en los humildes conventos con sus fachadas de piedra sin pulir y aparejada a junta seca, para después colocarla en voladizo sobre un perfil de acero en el edificio, separándola de la cristalina planta baja y mostrando su carácter de lámina. El otro elemento de la arquitectura popular, el mirador -el que persigue a de la Sota desde sus inicios- será también manipulado en su forma, material y estética, conservando y potenciando su función original al hacerlo más esbelto y dotarlo de más superficie de cristal: la de mirar! De este modo, tanto los elementos como los materiales tradicionales serán integrados en un mismo proceso creador, en el que se revisarán los principios básicos que los originaron, se analizarán técnicas centenarias y tecnologías contemporáneas simultáneamente, combinándolas bajo el aspecto de su eficacia y estética -en el caso de la piedra tratándola como se hacía en el pasado y modificando sólo su “puesta en escena” y en el caso de los miradores, optimizándolos gracias a los avances que la técnica del acero y el vidrio hacen posibles y recogiendo inspiración de la industria de la automoción-. Después de la manipulación, esos elementos siguen siendo reconocibles, siguen transportando códigos históricos legibles, pero revelan una nueva sociedad tras ellos (Fig. 6). El resultado es fascinante. El paso desinteresado frente a esa fachada hace percibirla como si hubiera estado ahí siempre, mientras que su análisis con detenimiento no deja de sorprender tanto por su conocimiento y respeto al pasado como por su mensaje de futuro. En nuestros días se hablaría de sostenibilidad.
Aulas y seminarios para la Universidad, Sevilla 1972. La evocación Al igual que en los proyectos anteriores, y siguiendo el modo habitual de aproximarse a los encargos o concursos, De la Sota procede en el aulario de Sevilla al análisis de su entorno. Y es la ausencia de éste precisamente, la que genera el proyecto. Sin ningún referente cercano -por no materializado o por no poder llegar a un consenso con aquellos que habían de darle forma-15, De la Sota busca referentes en la arquitectura popular en la lejanía, evocándola. El patio o el corral de vecinos andaluz, la calle protegida con toldos que ofrecen sombra o las arquitecturas masivas, encerradas en sí mismas –protegidas del caluroso clima y de miradas exteriores- típicas de Andalucía, aspectos todos que el arquitecto conocía bien y cuya sabiduría popular había podido experimentar en los años 5016 vienen a su mente y el proyecto cobra vida (Fig. 7). En el proceso proyectual de la obra se renuncia a toda cita formal. El arquitecto se encuentra en una fase de su producción en la que se despoja progresivamente de todo aquello que signifique arquitectura-arquitectura, y va persiguiendo la materialización de ideas. La estructura, el material y las formas simples, despojadas de elementos añadidos, junto a una estética cada vez más purista -casi dadaísta- deberán, por sí solas, asumir el reto de convertirse en
fig. 6 Izquierda, fachada principal. Derecha, detalle mirador. Fundación Alejandro de la Sota Left, facade. Right, detail of glazed balcony. Alejandro de la Sota Foundation
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like character. The form, materials and aesthetics of another aspect of folk architecture, the glazed balcony, which had followed de la Sota from the outset, was also manipulated, preserving but enhancing its original purpose —to look— by making it more slender and giving it a larger glazed area. Traditional elements and materials were thus integrated into a single creative process in which the original basic principles were revised, centuries-old techniques and current technologies were analysed simultaneously and combined for their efficiency and aesthetics. The stone was treated in the same way as in the past, only changing its “presentation”, while the glazed balconies were optimised with new glass and steel technology, inspired by the automobile industry. These elements remained recognizable after their manipulation, they still bore legible historical codes, but they bore the hallmark of a new society (Fig. 6). The result is fascinating. Passers-by can be excused for thinking that it has always been there, while a detailed perusal is rewarded with a surprising comprehension and respect for the past and its message for the future. Nowadays one might talk about sustainability.
University lecture and seminar rooms, Seville 1972. Evocation As in the previous projects, de la Sota took his usual approach to commissions and competitions, analysing the context of the lecture room project in Seville. However, it was precisely the lack of context that generated this project. With no nearby references —either because they had not been not built or because consensus could not be reached with those who had to give them shape—15, de la Sota sought to evoke references to the vernacular architecture that could be seen in the distance. The typical Andalusian neighbourhood courtyard or corral, the streets protected by shady awnings or massive, introspective architecture —sheltered from the hot weather and prying views— were familiar to the architect, who had experimented with this vernacular architectural wisdom in the 1950’s16. When these features sprang to mind, his project came to life (Fig. 7). At this point, de la Sota was at a stage in which he gradually stripped his output of everything which implied architecture as such, eschewing all formal references in the design phase, and began to pursue the materialisation of ideas. Simple structure, material and forms, stripped of extraneous features, together with increasingly purist, almost Dada aesthetics, were expected to take up the challenge of becoming architecture. A close analysis of the brief and its creative functional layout were to be the guarantors of the good use of the building. Nothing in this building makes specific reference to tradition. But there was more. De la Sota breathed life into the building with a series of aspects that converged it with the place, albeit from a distance, as mentioned before, and with an identifiable heritage. These aspects emerged in a new, interpreted, reinvented, non-literal form. Hence the use of a large garden-courtyard as key organizing feature of the building, crossed by small bridges and covered by awnings to feed fresh air, shade and relaxation into the building (de la Sota speaks of a
fig. 7 Izquierda, Calle Sierpes. Foto: Fototeca del Patrimonio Histórico. Derecha, Corral del Conde, Sevilla. Foto: trianeandoxsevilla Left, Calle Sierpes. Photo: Patrimonio Histórico photographic archive. Right, Corral del Conde, Seville. Photo: trianeandoxsevilla
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arquitectura. Un análisis meticuloso del programa y su ordenación funcional creativa serán garantes del buen uso del edificio. Nada en el edificio alude a una tradición de forma explícita. Pero hay algo más. De la Sota insufla un alma al edificio, una serie de elementos que lo hacen entroncarse con un lugar, aunque lejano como quedó dicho al principio, y con un acervo reconocible. Estos elementos surgen nuevos, interpretados, reinventados y desprovistos de literalidad. Aparece así el gran patio-jardín como elemento organizador principal del edificio, cruzado por los puentecillos y cubierto por los toldos, introduciendo aire, frescor, sombra y reposo al interior del edificio (De la Sota habla de claustro) al igual que en muchas otras calles, patios o corrales sevillanos (Fig. 8). Al exterior se presenta cerrado, con aspecto más andaluz gracias al uso mudéjar del ladrillo que los folklóricos remedos de los pueblos blancos de cal, emparentándolo más bien con las viviendas-patio populares del casco histórico de Sevilla con sus rejas y celosías. Una nueva arquitectura está en marcha. Austera, sencilla, concisa, sin estridencias, los tiempos lo requieren; pero cargada de emoción y evocadora de una cultura sin casi citarla o celebrarla, llena de guiños a aquella que siempre le servirá de referente, la popular.
Urbanización en Alcudia, Mallorca 1984. La asimilación Se trata este de un proyecto no realizado, el único de los hasta ahora citados. La vivienda popular en el Mediterráneo, como ya lo había sido para arquitectos como Sert, Le Corbusier o Coderch posteriormente, siempre fue un tema recurrente en la búsqueda de patrones e ideales de modos de vivir y de arquitecturas genuinas (Fig. 9). De la Sota se enfrenta a este proyecto en su fase de madurez. Volviendo la vista hacia todo el bagaje y experiencia que llevaba consigo, lo afronta por igual con una sorprendente candidez y profundidad. Los dibujos, planos y memorias que dejó sobre el proyecto hacen referencia más a un modo de vivir que a una arquitectura. El mar, el sol, la naturaleza, el hombre en libertad son los protagonistas de las escenas, la arquitectura organiza simplemente el marco de las actividades. En la memoria del proyecto17, De la Sota habla de biología, de territorio, de clima, de refugio, de naturaleza, elementos todos ellos tan inespecíficos como inherentes a la creación de arquitectura. Se habla también de patios, tapias, toldos, terrazas, elementos primigenios de la arquitectura mediterránea. Y se habla de prefabricación, de chapas, de instalaciones y sistemas de montaje, aspectos de una cultura y estética modernas, al servicio de un ideal de sociedad de descanso. En estos tres ámbitos, junto a una lógica funcional de las estancias se resume el acercamiento al proyecto. De la Sota actúa como un campesino que ha de construir su casa en la costa mediterránea, simplemente cambiando los parámetros culturales, las necesidades a cubrir, los medios con los que cuenta y el fondo estético. fig. 8 Izquierda, patio del aulario. Fundación Alejandro de la Sota. Derecha, patio de vecinos Sevilla. Foto: Anna Mayer Left, patio classrooms. Alejandro de la Sota Foundation. Right, neighbourhood patio in Seville. Photo: Anna Mayer
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cloister), like so many other streets, patios and courtyards in Seville (Fig. 8). Outside, it is closed, with a more Andalusian aspect due to the use of Mudejar-style brickwork rather than a folk-like imitation of whitewashed villages, reminiscent of the traditional patio houses in Seville’s historic district with its window gratings and lattices. A new architecture was thus underway. Austere, simple, concise, non-aggressive —what was required by that time— yet full of emotion and evoking a culture that was almost unmentioned or celebrated, full of hints at the source that was to always serve as a point of reference- the vernacular.
Housing estate in Alcudia, Mallorca 1984. Assimilation This is an unbuilt project, the only one in this selection. Traditional Mediterranean housing types had been a recurring theme in the search by architects like Sert, Le Corbusier and later on, Coderch for lifestyle patterns and ideals and genuine architectures (Fig. 9). De la Sota tackled this project at a mature stage in his career. Looking back at his baggage of experience, he approached it with surprising candour and depth. His sketches, plans and summaries for the project refer more to a lifestyle that an architecture. The sea, the sun, nature and people living in freedom are the protagonists of the scenes. His architecture simply organizes the framework for their activities. In the project memorandum17, de la Sota speaks of biology, territory, climate, shelter and nature, all of them unspecific yet inherent to the creation process of architecture. He mentions patios, walls, awnings, terraces, all core aspects of Mediterranean architecture, but also prefabrication, sheeting, installations and assembly systems, all of them aspects of modern culture and aesthetics, placed at the service of an ideal leisure society. His approach to the project is summarised in these three areas, along with its functional logic. De la Sota acts like a farmer who has to build his house on the Mediterranean coast, merely changing the cultural parameters, the requirements to be met, the resources available to implement the idea and the aesthetic background. The imagined results are surprisingly close to the architecture found scattered across the islands. In this project, de la Sota assimilated the essence of the folk tradition, appropriating it without mentioning it at any point, bringing it into his work and at the same time becoming part of that tradition (Fig. 10). To some extent this project marks the completion of a cycle in his thinking. It is interesting to compare the first project in this series, the Biological Mission, with its almost mimetic resemblance to local architectures and the emergence of a new architecture inside, with these homes in which this new architecture now exists outside as well, closely resembling its surroundings, but only in the sense of sharing the same root pattern while ignoring the underlying architecture and architect. fig. 9 Finca Can Frare Verd, Ibiza. Foto: Jan Manu Can Frare Verd farm, Ibiza. Photo: Jan Manu
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Y los resultados se imaginan asombrosamente no muy distantes de las arquitecturas que pueblan las islas. De la Sota ha asimilado en este proyecto, al apropiarse del método de la tradición sin citar ésta en ningún momento, la esencia de lo popular, haciéndola suya y pasando a ser parte de esa tradición (Fig. 10). Esta obra constituye, de algún modo, un ejemplo del cierre de un ciclo en el pensamiento del arquitecto, y resulta interesante comparar la primera obra citada, la Misión Biológica, con su semejanza casi mimética a las arquitecturas cercanas y en la que surge una nueva arquitectura desde el interior, y estas viviendas en las que esa nueva arquitectura ya ha salido completamente al exterior y se asemeja mucho a la de su entorno, pero única y exclusivamente por razón de que comparten el patrón de génesis, olvidando la arquitectura y al arquitecto que se esconden detrás.
Conclusiones Resulta siempre gratificante revisar la obra de Alejandro de la Sota. Después de casi dos décadas tras su desaparición y el reconocimiento que en su momento vivió su persona y su legado, una mirada hacia los principios que le movieron y justificaron esa obra revela, no sólo una coherencia encomiable -pese a los cambios que adoptó a lo largo de sus etapas- sino también una vigencia que se extiende hasta nuestros días. Al igual que otros arquitectos españoles de su generación, y algunos de los movimientos europeos, la tradición supuso un refugio en el que sentirse seguro, una fuente de valores considerada genuina y que podía ser utilizada como punto de partida para una nueva arquitectura. En el caso de De la Sota, esa tradición le sirvió para fundamentar una arquitectura basada en la renuncia. La renuncia a todo lo superfluo, a todo lo accidental para obtener la esencia de esa arquitectura. Esto le acerca a los planteamientos del constructor anónimo de la arquitectura popular, en los que esa esencia reside en una claridad de principios, con pocas licencias a lo innecesario y una coherencia constructiva, técnica y formal que la hacen incuestionable.18 Sin embargo, renunció pronto a seguir el camino del mimetismo, de seguir haciendo lo hecho, y su búsqueda de la nueva técnica no le llevó a arrancar de la arquitectura aquello que hace que transporte ideas, nos sorprenda y emocione, y no la reduzca a un perfecto engranaje. No permitió que la técnica ganara la partida. La perfección imperfecta de sus obras le aleja de caer en tecnologismos. La gran enseñanza de De la Sota fue su capacidad de remitirnos con su arquitectura a las formas básicas de una cultura, recogiendo aspectos del pasado y del presente y enriqueciéndolos con aspectos de otras culturas, tratando de que ese esfuerzo, además, se note lo menos posible pero sea reconocible. Su obra no tuvo la aspiración de ser asociada con un lugar o a una cultura concretas, sino de pertenecer al Lugar y a la Cultura. Volviendo a la frase inicial de este escrito, se piensa en cuánta de la arquitectura de los últimos años -no sólo en España- pertenece al Lo demás, al negocio, o cuánta se basa en lo sostenible sin sostenerse como arquitectura, o cuanta otra, en fin, se ha visto derrotada por una técnica que la hace eficiente, confortable y segura, impidiendo el placer de abrir una ventana y sentir el aire fresco por miedo a pérdidas energéticas. Se piensa en excesos, en crisis y en oportunidades para reflexionar. Se piensa también en sí en el pensamiento y la obra de De la Sota, que pasó en su carrera también por crisis profundas -propias o ajenas-, aún puede encontrase algo que aportar a nuestros problemas. Y se cree que una mirada hacia atrás, hacia aquellas arquitecturas coherentes del pasado pueden seguir siendo impulso para replantearse otras nuevas, como lo fueron en su caso, sin perder por el camino la actividad creadora. ¿Cómo puede servir su obra, con sus sensatos planteamientos, de inspiración? La arquitectura de Alejandro de la Sota es difícil de copiar. Y al mismo tiempo, es muy sencillo hacerlo. La progresiva desnudez formal de su arquitectura, la claridad estructural y espacial -a pesar de sus múltiples interpretaciones-, la lógica de sus planteamientos y la variedad de las soluciones que propone, hacen que sus edificios sean reconocibles, pero poco tangibles, demasiado „básicos“ para ser copiados. Se basan fundamentalmente en elementos identificables, combinados en volúmenes sencillos: un patio, 48
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Conclusions It is always gratifying to revisit the work of Alejandro de la Sota. Now, almost two decades since he passed away and received widespread acclamation not only for his legacy but also as a person, a review of the principles that moved and substantiated his work brings to light not only a commendable consistency —despite the changes that took place at each stage— but also a relevance that has continued down to the present day. Like other Spanish architects of his generation and several European movements as well, he regarded tradition as a safe haven, a source of values considered to be genuine and usable as a starting point for a new architecture. De la Sota employed this tradition to justify an architecture based on relinquishment; the relinquishment of all that was superfluous, all that was accessory, in order to arrive at the essence of that architecture. This drew him towards the approach of the anonymous builders of folk architecture, for whom the essence lies in a clarity of principles, with little concession to the unnecessary and a constructive, technical and formal coherence that makes it unquestionable18. He soon moved off the mimetic path, a path of repeating what had already been done. However, his search for new techniques did not lead him to strip his architecture of what allows it to carry ideas forward, which we find surprising and gratifying. He therefore did not reduce it to a perfect cogwheel mechanism: he did not let technique win the game. The imperfect perfection of his work distances him from the temptation of technologism. De la Sota’s great lesson for us is the ability of his architecture to refer us to the basic forms of a culture, taking in aspects of the past and the present and enriching them with aspects of other cultures, striving to make this effort as discrete as possible, but at the same time recognizable. His work had no ambition to be associated with any particular place or culture, but rather to belong to Place and Culture. Returning to the initial quotation of this essay, I am reminded of just how much recent architecture —not only in Spain— is The rest, business; how much of it is based on being sustainable without sustaining itself as architecture, and how much other work has ultimately been defeated by technique that makes it efficient, comfortable and safe, depriving us of the pleasure of opening a window and feeling the fresh air due to a fear of wasting energy. I am also reminded of excesses, crises and opportunities for analysis. I also wonder whether in the work of de la Sota, who also experienced deep crises in the course of his career —crises of his own and of others— we can still find aspects that help us to resolve our problems. I believe that the exercise of looking back at this coherent architecture of the past gives us an impetus to rethink new types, as de la Sota found,
fig. 10 Viviendas en Alcudia. Fundación Alejandro de la Sota Housing development in Alcudia. Alejandro de la Sota Foundation
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una cercha, un mirador, una ventana, una escalera, una galería... Muchos de estos elementos pertenecen a la arquitectura popular, otros son soluciones estructurales o constructivas novedosas. Lo que hace de su método que el resultado sea arquitectura es la actitud, la destreza, la cultura y la sensibilidad de su autor al usarlos: el escuchar la “voz del lugar”, del clima, las necesidades de la sociedad, los recursos disponibles o la estética de su tiempo. Y esto sí es copiable, imitable. Es esa actitud ante la arquitectura la que hace de su pensamiento y de su obra un legado atemporal y cargado de futuro. NOTAS 1 2 3 4 5
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Artículo publicado originalmente bajo el título Por una arquitectura lógica en Quaderns d´Arquitectura i Urbanisme, 152, Mayo-Junio 1982, recogido en Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002), p. 70-71. “La arquitectura intelectual se repitió siempre. Frontones rectos o curvos, enteros o partidos existen en todas las puertas y ventanas del mundo y también rematan edificios de todas latitudes y en todos los tiempos de nuestra civilización.”, en Sota, (op. cit.), p. 70. “Si a nuestro lado no sentimos los cambios sociológicos, económicos, técnicos, materiales; si no son analizados uno a uno con independencia para juntos obtener resultados, ¿cómo puede hablarse de cambios en arquitectura y en nada?”. Sota, (op. cit.), pág 71. “Decía mi inolvidable amigo J. A. Coderch que si se supone que la última belleza es como una preciosa cabeza calva (por ejemplo Nefertitis) es necesario haberle arrancado cabello a cabello, pelo a pelo, con el dolor del arranque de cada uno, uno a uno, de ellos.” Alejandro de la Sota (1989), contraportada. “Soy gallego, de Pontevedra, tierra de la piedra, del granito. Nací y crecí arrullado por la música del picar de mil canteros en obras que envolvían la casa donde yo vivía, casa de piedra, de arquitectura ecléctica de las que se construían cuando ya con la piedra, en la arquitectura, se habían creado todos los estilos.”… …” pensaba yo hasta de mayorcito que todas las casas se hacían de piedra. Siendo de Pontevedra no podía pensar de otra manera y así empecé a trabajar de arquitecto. Hice mis primeras casas en Galicia con piedra, como era lógico.” Alejandro de la Sota (1989) p. 239-241. “Así, las primeras obras que hice en Madrid estaban influenciadas por la arquitectura popular de mi trabajo en los pueblos y es que la arquitectura popular es buenísima. En música tenemos el ejemplo de Manuel de Falla, Béla Bartók, músicos geniales, o Igor Stravinsky mismo.” Entrevista con Pilar Rubio, 1987, en Sota, Alejandro de la. Escritos, conversaciones, conferencias (2002). “Pero han aparecido muchos materiales que han permitido otra arquitectura y, aún más, creo que es la única que se puede hacer, la que emplea materiales en la idea de lo que ha hecho siempre el hombre, utilizar lo que tenía a mano y lo que tiene ahora ha de usarlo porque ahorra dinero, permite la rapidez de la obra y muchas más cosas.” Entrevista con Pilar Rubio, 1987 en Sota (op. cit.), p. 113. “La arquitectura es necesidad, convertible o no en arte.” La arquitectura como arte y necesidad. “La aparición del hombre y de la arquitectura es simultánea, aparición sincronizada. La arquitectura, el cobijo, como el comer, es necesidad biológica, y puede resolverse tan sencillamente como el alimentarse; bastaba matar un animal para tener alimento, encontrar una cueva resolvía el cobijo. Más tarde todo se complicó bastante, sobre todo añadiendo la cultura a acciones tan elementales. Cuando dominó la cultura durante la historia de la arquitectura, la arquitectura se encontró sí misma y se satisfizo ampliamente. Narcisismo puro.” Arquitectura posmoderna. Ambos en Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002), págs.. 168 y 67 respectivamente. Escalera de la sede del Sindicato de Trabajadores del Metal, Berlín-Kreuzberg, 1928-1930. Casa Arvesú, Madrid, 1953-1955. Memoria del proyecto escrita por De la Sota en el año 1959. Publicada originalmente en Arquitectura, núm. 7, Julio 1959 y recogida en Ábalos, Llinás, Puente, Alejandro de la Sota (2009). “La arquitectura es una cosa tan ligada a la tierra que casi te inquieta porque no puedes separarte de ella. Si coges una piedra y la colocas encima de otras haces un muro precioso y las piedras que no has cogido siguen alrededor en buena armonía. Ese mimetismo es un cambio, el de la arquitectura popular. Pero también hay otra posibilidad: … como un mineralogista que ve que los trocitos de esas piedras son los cristales que por unas leyes divinas se cristalizan en formas geométricas y metales…” Entrevista con Marta Thorne publicada originalmente en Quaderns d´Arquitectura i Urbanisme, 157, Abril-Mayo 1983, recogida en Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002), p. 105. “Tiene un gran encanto la situación del edificio de estar bajo desde la carretera y alto sobre el paisaje: dominar y ser dominado, tener vistas fantásticas y no arrogancia.” Ábalos, Llinás, Puente (op. cit.). Alejandro de la Sota (1989), p. 84. Alejandro de la Sota (1989), p. 142. Pueblo de Esquivel, Sevilla 1955 en Alejandro de la Sota (1989), p. 22. Ábalos, Llinás, Puente, Alejandro de la Sota (2009) p. 480, publicado originalmente en Quaderns d´Arquitectura i Urbanisme, 160, Enero-Febrero 1984. “Por sí sola, la sana construcción popular nunca tiene motivo de arrepentimiento para su autor, una vez realizada.” La raya seca, artículo publicado originalmente en A&V, 41, mayo-junio 1993, recogido en Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002).
BIBLIOGRAFÍA / BIBLIOGRAPHY Ábalos, Iñaki; Llinás, Josep; Puente, Moisés. Alejandro de la Sota. Barcelona, Fundación Caja de Arquitectos, 2009. Alejandro de la Sota. Madrid, Ediciones Pronaos, S. A., 1989. AV Monografías. Madrid, Arquitectura Viva, 1997, número 68. Bauwelt. Berlín, Bertelsmann Fachzeitschriften GmbH, 2000, número 43-44. Cabeza González, Manuel. Criterios éticos en la arquitectura moderna española. Alejandro de la Sota – Fco. Javier Sáenz de Oíza. Tésis doctoral, Universidad politécnica de Valencia, Abril 2010. Llano, Pedro de. Arquitectura popular en Galicia. Razón y construcción. La Coruña, Edicións Xerais de Galicia, S. A., 2006; Fundación Caixa Galicia, 2006. Llano, Pedro de. Compañeros de oficio. La Coruña, Fundación Barrié, 2012. Llano, Pedro de. Alejandro de la Sota. O nacemento dunha arquitectura. Pontevedra, Excma. Diputación Provincial de Pontevedra, 1994. Sota, Alejandro de la. Escritos, conversaciones, conferencias. Edición a cargo de Moisés Puente. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2002. Werk, Bauen+Wohnen. Zürich, Verlegergemeinschaft Werk, Bauen+Wohnen, Mayo 1997, número 5.
BIOGRAFÍA Nacido en 1970 en Oviedo. Estudios de arquitectura en la ETSA Valladolid y la BTU Cottbus, Alemania. 2000 título de arquitecto por la BTU Cottbus. 2004 estudio de arquitectura tm architekten berlin. 2004-2014 profesor asistente del departamento de proyectos de la BTU Cottbus. Profesor invitado y conferencias en las universidades de Valladolid, Lasalle Ramón Llull Barcelona, Europea de Madrid, Poznan y Wrozlaw, Polonia. 2010 Premio arquitectura sostenible Colegio de Arquitectos de Brandeburgo. 2013 Premio Racimo de Serrada, Valladolid en la sección de arquitectura. Actualmente trabaja en la tesis doctoral “Tradición e intelecto. Lo popular en la obra de Alejandro de la Sota.” 50
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without losing our creative impulse along the way. How can his work, with such sensible proposals, serve as inspiration for us? The architecture of Alejandro de la Sota is hard to copy. Yet at the same time, it is very easy to do. The increasing formal nakedness of his architecture, its structural and spatial clarity —despite its multiple interpretations— the logic of his approaches and the variety of the solutions that he proposed make his buildings easily recognizable but much less tangible: too “basic” to be copied. They are essentially based on identifiable elements combined in single volumes: a courtyard, a truss, a glazed balcony, a window, stairs, a gallery... Many of these features are borrowed from folk architecture, others are novel structural or building solutions. What converts the result of his method into architecture is his attitude, his skill, his cultivation and his sensitivity in their use: he listens to the “voice of the place”, the climate, the needs of society, the available resources and aesthetics of his time. And yes, it can be copied, it is imitable. It is this attitude to architecture that makes his ideas and his work a timeless legacy, full of future. ENDNOTES 1 2 3 4 5
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Article originally published as Por una arquitectura lógica in Quaderns d’Arquitectura I Urbanisme, 152, May-June 1982, in Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002), pp. 70-71. “Intellectual architecture is always repeated. Pediments, straight or curved, whole or split, exist in every door and window around the world. They have also capped buildings in every latitude and every period of our civilization.” In Sota, (op. cit.), p. 70. “If we cannot sense the sociological, economic, technical and material changes on our side; if they are not analysed independently, one by one, in order to arrive at results in combination, how can we speak of changes in architecture or in anything else?”. Sota, (op. cit.), p. 71. “My unforgettable friend J.A. Coderch said that if we assume that supreme beauty is like a beautiful bald head (Nefertitis for example), each one of them needs to be pulled out, hair by hair, with the initial pain of each one, one by one.” Alejandro de la Sota (1989) cover. “I am a Galician, from Pontevedra, a land of stone, of granite. I was born and raised while being hushed by the music of the picks of a thousand stonemasons at work around the house where I lived, a stone house, an eclectic architecture built when every style had been created in architecture, with stone.”... …” Until I was quite grown up, I thought all houses were made of stone. Coming from Pontevedra, I couldn’t think otherwise, so I started to work as an architect. Logically, I built my first stone houses in Galicia.” Alejandro de la Sota (1989) pp. 239-241. “So the first work I did in Madrid was influenced by the folk architecture of my trade in villages, and in fact folk architecture is very good. In music you have the examples of Manuel de Falla, Béla Bartók, ingenious musicians, and even Igor Stravinsky.” Interviewed by Pilar Rubio, 1987 in de la Sota, Alejandro, Escritos, conversaciones, conferencias (2002). Many materials have emerged that have made another architecture possible. Moreover, I believe that is the only thing to do: to use materials with the same idea that man has always used, using what is on hand, using what is available right now because it saves you money, speeds up work and much more.” Interview with Pilar Rubio, 1987 in Sota (op. cit.), p. 113. Architecture is a necessity, whether or not it is convertible into art.” La arquitectura como arte y necesidad “The emergence of man and architecture was simultaneous- a synchronized appearance. Architecture, shelter, is a biological need, like eating. It can be resolved just as simply as feeding. All you needed to do was to kill an animal to get food; finding a cave solved your need for shelter. Later everything got quite complicated, especially by adding culture to such basic actions. When culture predominated in history of architecture, architecture found itself and became fully satisfied. Pure narcissism.” Arquitectura posmoderna. Both in Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002), pp. 168 and 67. Stairs in Metalworkers’ Uniion head office, Berlin-Kreuzberg, 1928-1930. Arvesu house, Madrid, 1953-1955. Project summary by de la Sota in 1959. Originally published in Arquitectura 7, July 1959, and collated in Abalos, Llinás, Puente, Alejandro de la Sota (2009). “Architecture is so closely tied to the earth that it almost bothers you because you can’t separate yourself from it. If you pick up a stone and place it on top of others, you build a beautiful wall, and the stones that you haven’t used are still scattered around, in harmony. This mimicry is a change: that of vernacular architecture. But there is another possibility: ... like a mineralogist who can see that the little pieces of those stones are crystals which by a divine law have crystallized into geometric shapes and metals ... “ Interview with Martha Thorne, originally published in Quaderns d’Arquitectura and Urbanism, 157 , April-May 1983, reprinted in Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002), p. 105. “The situation of the building is quite charming, being low from the road and high above the landscape: dominate and be dominated, have great views, not arrogance.” Abalos, Llinás, Bridge (op. cit.). Alejandro de la Sota (1989), p. 84. Alejandro de la Sota (1989), p. 142. Pueblo de Esquivel, Sevilla 1955 in Alejandro de la Sota (1989), p. 22. Abalos, Llinás, Bridge, Alejandro de la Sota (2009) p. 480, originally published in Quaderns d’Arquitectura I Urbanisme, 160, January-February 1984. “In its own right, a healthy vernacular building never gives cause for its author to repent, once it is built.” La raya seca, originally published in A & V, 41, May-June 1993, reprinted in Sota, Escritos, conversaciones, conferencias (2002).
BIOGRAPHY Born 1970 in Oviedo, Spain. Studied architecture at ETSA Valladolid, Spain and BTU Cottbus, Germany. 2000 architecture degree at BTU Cottbus. 2004 own office tm architekten berlin. 2004-2014 assistant professor at the chair for architecture design BTU Cottbus. Invited professor and lectures at universities Valladolid, Lasalle Ramón Llull Barcelona, Europea de Madrid, Poznan and Wrozlaw, Poland. 2010 Award for sustainable architecture of the Architects Association Brandenburg. 2013 Racimo Award of Serrada, Valladolid in the section architecture. Currently works at PhD “Tradition and Intellect. The vernacular at the work of Alejandro de la Sota” 51
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