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Cuidado con las mayúsculas

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Astronomía maya

Astronomía maya

¡NO LEVANTES LA VOZ!

A muchos les molesta que no les digan Licenciados, así, con mayúscula. Pero si les decimos LICENCIADOS, pueden ponerse peor

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POR SANDRO COHEN

Las mayúsculas fueron un gran invento, pero las minúsculas son aún mejores. Se muestran pequeñas, es cierto, pero son más fáciles de leer. En lo que llevo escrito hasta ahora, por ejemplo, sólo he empleado tres mayúsculas en lo que han aparecido 225 minúsculas. Es nuestra costumbre en castellano –y en muchos otros idiomas– iniciar nuestros enunciados con mayúscula y concluirlos con punto, tal como puede constatarse aquí mismo con los cuatro enunciados que conforman este párrafo. Las minúsculas son más fáciles de leer que las mayúsculas porque estas PARECEN GRITARNOS, SON INVASIVAS Y NOS CANSAN PRONTO. Quienes no están muy seguros de cuál es su mensaje suelen escribirlo con puras mayúsculas, con la vana esperanza de que el tamaño pueda compensar su falta de claridad. Son como los actores que, faltos de talento, gritan todos sus diálogos y gesticulan con grandilocuencia. Así, las mayúsculas indican sin ambages dónde termina una construcción gramatical para que empiece otra. Pero no es su única manera de servirnos. También indican cuando algo es nombre propio, y no sólo de personas. En gramática (Dios nos libre de hablar de gramática), todos los sustantivos son nombres, y los hay propios y comunes. Estos designan cualquier cosa, sea física o abstracta: tarro, copa, cerveza, vino (cosas físicas); borrachera, embriaguez, beodez, ¿Y eso qué es? inconsciencia (conceptos abstractos). Incluso las acciones tienen nombre, y por

Dicen que cuando recién salió publicada la novela Los miserables, Víctor eso los infi nitivos pueden llevar artículo, aunque no hagan falta: “el tomar ron diario nos predispone a la diabetes”. Todos estos nombres se escriben con minúscu-

Hugo, su autor, estaba de la, excepto si son nombres propios. viaje y le escribió una carta Juan puede llamarse Juan Rulfo, o al editor Hurst & Blackett Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo para preguntarle cómo Vizcaíno. Todos son nombres propios de estaba siendo recibida la persona. Pero no sólo la gente porta nomnovela, pero sólo escribió bre propio. También los personajes, las el signo de interrogación: mascotas, los países, los continentes, los

“?”. Recibió como respuesta el signo “!”. Las ventas iban muy bien. planetas y estrellas; los establecimientos comerciales, las instituciones, organismos de gobierno y no gubernamentales. Incluso los despachos, ofi cinas y “áreas”

ILUSTRACIÓN: CUAUHTEMOC WETZKA

Plural o no plural

En ocasiones recurrimos a un sustantivo para califi car a otro sustantivo. En estos casos, cuando se trata de más de uno, solo se pluraliza el primero: “Juan Rulfo y Jorge Luis Borges son escritores clave”; “Prefi ero no comprar películas pirata cuando puedo suscribirme a Netfl ix”.

pueden gozar de nombre propio, como cuando escribimos “Me mandaron a Recursos Humanos por desobediente”; “Trabajo en Presidencia desde que mi candidato asumió el cargo”.

Todos los nombres propios deben escribirse con mayúscula, pero no así los títulos o tratamientos. Tal vez al licenciado Pérez no le guste, pero licenciado se escribe con minúscula, al igual que general, gobernador, doctor, presidente o incluso los tratamientos don y doña, como en don Julio y doña Blanca.

Hay más usos y reglas para mayúsculas y minúsculas, pero aquí se cubre el 95 %. Uno más, que será útil: las palabras tierra, luna y sol se escriben con minúscula, salvo que la referencia sea astronómica: “Vivo en la tierra, donde apreciamos la luna en la noche y el sol cada día”, pero “La Tierra gira alrededor del Sol, mientras que la Luna gira alrededor de la Tierra.

Sandro Cohen es poeta, narrador y experto en lengua española.

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