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La traviesa “h”
Las travesuras de la letra “h”
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Seguro ya has sido víctima de los términos hacer, echar y otros más. Hay palabras que suenan igual, pero no signifi can lo mismo
POR SANDRO COHEN
¿Cuántos errores fatales podremos meter en cuatro o cinco renglones? Haber… Bien echas las cuentas, serán muchos. ¡Hay! Y si le hechamos ganas de veras, podríamos a ser de cuenta que serán montones, ¡y solo eh hechado mano de tres verbos! ¿He, qué tal?
Es lógico que se den estas confusiones porque no se trata de errores de sintaxis ni, propiamente, de gramática. Son simples errores (algunos los llaman horrores) de ortografía. Sólo se dan en la escritura. Leídos en voz alta, aquellos renglones que contienen las faltas suenan exactamente iguales a como sonarían con la ortografía correcta, y signifi can lo mismo. Pero si no cambia el sentido, ¿es importante señalar estos errores? ¡Por supuesto! Las letras que usamos o dejamos de usar en el momento de escribir son muy importantes. Primero, porque se trata de una convención que compartimos todos los que nos comunicamos en español por escrito. Sin esta convención, todo el mundo escribiría como se le pegara la gana, y tendríamos que descifrarnos para entendernos, un poco a la manera de los niños que tienen que ir letra por letra cuando empiezan a leer. Segundo, porque hay una historia detrás de cada grafía, y ésta incluye el sentido de las palabras. En estos tres verbos comunes y corrientes —hacer, echar y haber— se encierra una historia que nos viene por lo menos desde el latín, si no antes. Si no tenemos cuidado al escriLos adverbios bir, podemos equivocarnos precisamente porque hechar y echar son homófonos, Modifi can verbos, adjetivos y otros adverbios; no tienen terminaciones (desinencias) como los igual que a ver y haber, hacer y a ser. Entre sí estos verbos nada tienen que ver. Haber, siempre con h, es el auxiliar que empleamos en los compuestos, como hemos escrito. Es irregular. La bronca suradjetivos, que cambian ge cuando olvidamos que empieza con h, según número y género. a diferencia de a ver, que es una expresión
Muchos terminan con que usamos cuando expresamos extrañe–mente, pero no todos. za (¡A ver, a ver! ¿Qué barbaridad estás
Por ejemplo, despacio y diciendo?), o cuando queremos hacer algo rápido, bien y mal. manifi esto (¿No me entendiste? A ver…).
El adverbio es invariable. Y cuando gritamos ¡Ay!, se trata de una Ojo, rápido también puede ser adjetivo: Ella es rápida con la pistola. exclamación, y nada tiene que ver con el verbo haber: “¡Ay! ¡Ya no hay huevos!”. La primera persona singular es problemática, he (como en he terminado), porque mu-
ILUSTRACIÓN: VALERIA ÁLVAREZ
¡Que mueran las haches!
En su discurso de 1997, en Zacatecas, durante el Congreso Nacional de la Lengua Española, el escritor y premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez, proponía una verdadera revuelta lingüística: “Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres”.
chos no saben si la h va antes o después de la e. Va antes. Cuando va después, eh, es interjección: “Te estoy avisando, ¿eh?”.
Echar es un verbo cuya primera persona singular del presente (echo) suena igual que el participio pasivo de hacer (hecho), que conserva siempre su h, como haber. Echo la basura al bote, pero no he hecho mi mejor esfuerzo. En otras palabras, la única h en echar es la del dígrafo ch. No la trae al principio porque echar nada tiene que ver con hacer.
Y, para concluir, cualquier forma de hacer también empieza con h, incluyendo su imperativo familiar haz, que no es ni as ni has ni az. La primera grafía, as, es lo que tenemos en la manga (es una carta o naipe). Has viene de haber: ¿has comido? Y az no existe, por lo menos en español. Así, hacer nada tiene que ver con el verbo ser. Con un poco de cuidado, y práctica, habremos hecho todo para ser y hacernos mejores. ¿Eh?
Sandro Cohen es poeta, narrador y experto en lengua española.
¿Sabes por qué te ríes?
La risa es importante para el cerebro. Libera neurotransmisores que mitigan el dolor y aumentan el bienestar
POR RODRIGO PÉREZ ORTEGA
La risa es una de las reacciones más satisfactorias que tenemos, una experiencia humana contagiosa que trasciende fronteras de lenguaje y geografía; además, es una forma efi ciente de comunicación, más antigua que el lenguaje. “La usamos para comunicar entendimiento, para mostrar que nos gusta y aceptamos a los demás, para remediar situaciones incómodas, e incluso, algunas veces, para ser malévolos”, expone Joe Hanson, biólogo y divulgador de ciencia.
La risa casi siempre está asociada a una interacción en grupo. Según Sophie Scott, del
University College London, puede ser de dos tipos: genuina y falsa. Pero ambas conllevan siempre un mensaje. “La risa es siempre signifi cativa. Siempre estás tratando de entenderla en un contexto”, explica. Mientras la risa genuina es involuntaria y se genera gracias al humor, la falsa es voluntaria y denota entendimiento y aceptación, mas no necesariamente es resultado de algo chistoso.
Los científi cos dicen que somos buenos para diferenciar ambos tipos de risa. Esto parece ser porque el cerebro las procesa de
Nada de seriedad
La risa indica el clima emocional de un equipo de trabajo. “Refl eja claramente la conexión, el grado de entendimiento que hay entre los que la comparten”, dice José María Acosta en Dirigir. Liderar, motivar, comunicar, delegar, dirigir reuniones… manera diferente. Las risas genuinas tienen un timbre más alto y activan más a la corteza auditiva. “Cuando escuchas a alguien reírse involuntariamente, escuchas sonidos que no escucharías en otro contexto”, explica Scott. En cambio, cuando escuchamos que alguien se ríe de manera falsa, se activan áreas asociadas a pensar lo que está pensando alguien más.
Por otro lado, la risa es un desestresante que puede mejorar la función de los sistemas cardiovascular, inmune y endócrino. ¿Por qué se siente tan bien? En una investigación fi nlandesa publicada en 2017, se encontró que la risa genuina causó que se liberaran opioides endógenos –encefalinas y/o endorfi nas, neurotransmisores involucrados en la reducción del dolor y el bienestar– en regiones cerebrales involucradas en el procesamiento de recompensas y la excitación –el núcleo caudado y el tálamo–, así como en la corteza insular, involucrada en la interocepción y el procesamiento del dolor. El estudio concluye que la liberación de estos opioides endógenos podría ser la base neurobiológica de la propiedad analgésica de la risa, así como su papel esencial en la vinculación social.
La risa, además, es un indicador de patologías del cerebro: por lo general, las personas que padecen depresión, ansiedad social, enfermedad de Parkinson, e incluso niños con riesgo de convertirse en psicópatas, tienen una percepción disminuida del humor. Pero la risa también es muy benéfi ca en la psicoterapia y la asesoría para promover relaciones sanas. La risa “no sólo es una manera de sentirnos bien, sino de sentirnos bien, juntos”, asegura Joe Hanson.
Rodrigo Pérez Ortega es divulgador de ciencia y neurocientífico.
11 DÉCADAS DE FUTBOL EN MÉXICO
La historia contemporánea de México no podría entenderse sin el futbol. “Es una actividad cuyos rastros pueden hallarse en casi todo lo que vemos, leemos y escuchamos”. Bajo esta premisa, el Museo del Objeto reúne, por prime ra vez, varias colecciones futbolísticas importantes de este país, donde “para muchos representa una forma de vida, un factor de identidad, una pasión que da sentido a su cotidianidad”, escriben Christian y Manuel Cañibe, responsables de la muestra, en el sitio web del recinto. Algunos temas de la exposicón son los diferentes equipos que han existido, así como su vestimenta y el paso de México por varios mundiales. Entre los objetos que se exhiben hay pertenencias de Hugo Sánchez, Rafa Márquez, La Tota Carbajal, así como una camiseta del Necaxa de la época de los Once Hermanos y boletos para los partidos del Mundial México 86. La muestra estará abierta hasta marzo de 2018 (elmodo.mx).
“PARA MUCHOS EL FUTBOL REPRESENTA UN FACTOR DE IDENTIDAD” Matemáticas invisibles
CIENCIA QUE VA DE LA ABSTRACCIÓN A LA VIDA COTIDIANA
Las leyes del universo se vuelven inteligibles a través de la luz que nos aportan los números y sus interacciones. En Las matemáticas ocultas (Alianza, España, 2017), Robin Jamet facilita la comprensión de lo abstracto, por medio de conceptos cercanos a la cotidianidad y conexiones entre la naturaleza, el ingenio humano y la historia de las matemáticas. RENÉE ARENAS
¿De dónde venimos?
Dos años, diez países y una multiplicidad de fuentes le fueron necesarios a la escritora Karin Bojs para rastrear el trayecto evolutivo europeo. Mi gran familia europea entrelaza la arqueología, la lingüística y la genética para conocer el origen de una de las grandes raíces de la humanidad.
Mi gran familia europea (2017), Karin Bojs, Ariel, Barcelona.
Pensar la ciencia
Los enigmas ocultos en la ciencia han provocado a millones de personas de todos los tiempos; por esa razón, en este libro, Carlo Grabetti selecciona juegos y misterios que inquietan e invitan a la refl exión del lector. ¿Es posible que un reto científi co pueda cuestionar toda nuestra estructura de pensamiento?
El diablillo de Einstein y otros enigmas perturbadores (2017), Carlo Grabetti, Alianza Editorial, España.
Talento joven
Salvador Lira reúne las creaciones literarias de 13 jóvenes, de entre 15 y 17 años, en este libro. Cada uno de los textos seleccionados es producto del Taller de Escritura Creativa del Tec de Monterrey, Campus Zacatecas, que estimuló el talento de los participantes, que hoy se expresan por medio de ensayos, cuentos o poemas.
Avenidas (2017), Salvador Lira (comp.), Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México.