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No sufras más

¡Todos para todos!

Si sientes que nadie te escucha, apoya o asesora en tu proyecto, no sufras más. La clave está en las meetups, reuniones profesionales para alcanzar, más fácil, un objetivo común

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POR MARISOL RUEDA

ILUSTRACIONES: KARLA CUÉLLAR

Te interesaría formar parte de una red de mujeres emprendedoras con éxito? ¿O de una de divulgación científi ca y tecnológica? ¿Aprender fi nanzas personales, comunicación estratégica, desarrollar negocios digitales disruptivos, ciberseguridad para pymes y hasta logosofía (ciencia de la evolución consciente)? No, no es un sueño. Lo puedes lograr si participas en alguna meetup.

Una meetup es un encuentro de personas con los mismos intereses que se reúnen para lograr, en conjunto y con mayor facilidad, un objetivo común. En un evento de este tipo, los participantes intercambian experiencias, escuchan a especialistas y, sobre todo, hacen mucho networking. Gracias a estas redes, puedes conocer a alguien que haya pasado por el mismo problema que tú estás atravesando hoy y su experiencia te puede ayudar a solucionarlo, le puede ahorrar pasos a tu empresa, ayudarte a encontrar el fi nanciamiento que estás buscando u orientarte sobre nuevas oportunidades en otros mercados.

Diálogos productivos

Este concepto surgió en el año 2002, como una plataforma de redes sociales para reunir físicamente a personas desconocidas que comparten un interés común. Hoy, las meetups han funcionado tan bien que diferentes organizaciones, que pueden ser educativas, empresariales o de otro tipo, realizan algunas en torno a temas tan diversos como educación, política, deporte, cultura, salud, tecnología, fi nanzas, etcétera.

En una meetup se encuentran todos los lados de un mismo tema: académicos, investigadores, emprendedores, gobierno, startups, organizaciones no gubernamentales e interesados en el tema. Así, se conforma una comunidad de personas que comparte una visión y la idea de querer hacer algo en torno a un solo tópico. “La idea en una meetup es la posibilidad de establecer conexiones, aprender y hacer sinergias”, explica José Escamilla, director del TecLabs, el laboratorio de innovación educativa del Tecnológico de Monterrey.

Por ejemplo, en una meetup un emprendedor puede encontrar al académico que tenga la solución a la mejora de su producto, al inversionista que quiera fi nanciar su proyecto, al investigador que le ayude a estudiar el impacto de su producto en determinado mercado o, simplemente, a alguien que conozca a la persona que le puede ayudar a solucionar un problema.

Adolfo Ferrer, fundador y director de Liks.co, empresa de innovación educativa que tiene como objetivo empoderar e inspirar a los niños a través de campamentos y talleres de ingeniería y tecnología, buscaba fi nanciamiento para viajar fuera de México con el objetivo de conocer el modelo educativo de cuatro escuelas disruptivas localizadas en Europa. Pudo conseguirlo gracias a que, en una meetup organizada por TecLabs, conoció a una entidad educativa que, a cambio de fi nanciarle el viaje, le pidió compartir sus hallazgos en las escuelas europeas para poder generar contenido en México.

“Lo interesante es que en una meetup puedes buscar lo que tú necesitas en ese momento”, afi rma Patricia González, subdirectora de Innovación Educativa en la Coordinación de Desarrollo Educativo e Innovación Curricular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Hay gente de todos lados y conoces a personas que están intentando hacer lo mismo que tú o que ya lo hicieron y pueden compartirte su experiencia. Es muy importante establecer un diálogo con las personas que, como tú, están tratando de actuar en un sector”, agrega.

Apostar por la democracia

Los creadores del concepto meetup son Scott Heiferman, Matt Meeker y Peter Kamali. Se inspiraron en el libro Bowling Alone, de Robert D. Putnam, quien explica que en las sociedades actua les –principalmente las poscomunistas– hay que fomentar una sociedad civil fuerte y activa, que permita consolidar la verda dera democracia.

¿QUÉ GANAS EN UNA MEETUP?

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Generas networking en tu área de acción profesional. Eso abre oportunidades y vías para resolver dificultades. Estás a la vanguardia en tu sector, porque encuentras los highlights más importantes del momento. Puedes hacer potenciales alianzas o sinergia con socios o empresas. Compartes conocimiento para complementar o mejorar tu proyecto o el de otras personas.

Unión de fuerzas

La red de contactos que se genera a través de una meetup también permite encontrar a quien complemente tu negocio. “En este tipo de eventos puedes conocer a alguien que está haciendo algo que te está faltando, que se dedica exactamente a un pilar muy importante de tu negocio que no es el núcleo de tu empresa, y a raíz de esto puedes delegar estas actividades a través de servicios outsourcing”, explica Adolfo Ferrer.

Otra de las características de una meetup es que siempre hay un panel de especialistas en el tema a tratar, que responden las preguntas e inquietudes de los asistentes y ofrecen recomendaciones. “El panel arranca la discusión del encuentro y el resto del tiempo es networking”, afi rma José Escamilla. El hecho de contar con profesionales de un tema permite a los asistentes saber qué está pasando en su industria y estar actualizados.

Escamilla explica que, si bien debe existir competencia en un sector determinado, también debe haber una unión de fuerzas entre los emprendedores para crecer mutuamente. Una meetup es el escenario propicio para hacerlo. “A lo mejor hay dos empresas que están trabajando sobre temas de analíticas de datos, pero no necesariamente están en el mismo mercado, así que pueden compartir experiencias sobre las herramientas básicas y las analíticas que hacen”, ejemplifi ca. Ello genera la posibilidad de hacer cosas en conjunto, conectarse con otros jugadores del ecosistema, compartir ideas y redirigir esfuerzos o estrategias, en caso de ser necesario.

MEETUP DEL TEC DE MONTERREY

Lo que nunca debes hacer en una meetup

Hay dos cosas que debes evitar a toda costa: guardarte una idea por temor a que alguien te la robe (si no compartes, la gente no va a saber cómo ayudarte) e irte temprano (el networking se genera después de que acaba el panel). Bajo la idea de coadyuvar a crecer el ecosistema de emprendimiento sobre tecnología educativa en México, el Tecnológico de Monterrey creó Teclabs, que reúne personas apasionadas por la innovación educativa. La idea es reunirse tres veces al año en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. En estas meetups se han convocado emprendedores, especialistas en fi nanciamiento, académicos, investigadores, gobierno y ONG que trabajan en educación (teclabs.io).

Así, una meetup permite compartir experiencias, conocerse y entender más hacia dónde va un sector determinado y sus jugadores, agrega el director del TecLabs. Y es el escenario natural para encontrar personas con quienes generar alianzas. También explica que es importante que las personas que están interesadas en un tema en específi co se hablen y se conozcan para aprovechar las sinergias que pueden hacer. Por ejemplo, señala, “hay académicos e investigadores que están trabajando en determinado tema, pero no tienen el drive de emprendimiento; hay emprendedores que no saben cuáles son los problemas importantes y no tienen las soluciones desde el punto de vista académico, conocerse permite complementarse” y cerrar un círculo virtuoso, completa.

Justamente, opina Patricia González Flores, “mucha de la innovación y el potencial de la tecnología surge de la combinación de ideas. El interactuar con otros que están inmiscuidos en el mismo sector que tú te ayuda a encontrar caminos”. Para acercarse a una meetup, lo recomendable es buscar sus convocatorias en redes sociales. Ahí publican cómo registrarse, así como el lugar y la fecha de la reunión. Usualmente son gratuitas o cuestan muy poco.

Ni tan creativos

Si te encanta decir “al final del día”, “por alguna extraña razón” o “con singular alegría”, te tenemos muy malas noticias

POR SANDRO COHEN

Uno de los comentarios que más pueden dolerle a uno es que le digan que sus textos están llenos de lugares comunes. ¡Y no es para menos! Lo son a tal grado que ni cuenta nos damos de su existencia. Y si así es, ¿cómo eliminarlos o siquiera maquillarlos tantito?

En la comunicación oral todos recurrimos a ellos y casi nadie chista porque ni cuenta nos damos. Su carga es más emocional que intelectual; cuando platicamos, nos interesa más que el otro “sienta nuestro dolor” (o alegría) que el altísimo nivel de nuestro coeficiente intelectual. El lugar común es una forma de expresar algo mediante una combinación de palabras prefabricada, la cual habrá sido una ocurrencia genial cuando nació, pero con el paso del tiempo se ha anquilosado tanto que los aventamos de acá para allá como si fueran pelotas de tenis, sin pensarlo mucho. Corrección: sin pensarlo para nada. He aquí el problema. Sinónimo de lugar común es cliché (o clisé), y proviene del mundo de la imprenta. En sus albores, para poder imprimir imá genes había que fabricar en metal un grabado a partir de ellas para fijarlas sobre bloques de madera de modo que quedaran al nivel de la tipografía. Todas las impresiones saldrían idénticas, pues se hacían con un solo cliché: el bloque de

Otra historia ma dera con el grabado encima. Así, los clichés lingüísticos son de plagio conjuntos de palabras ensambladas

Se cree que en el texto “La toma de la Bastilla”, firmado por Manuel Gutiérrez Nájera, en 1881, siempre igual con idéntico sentido. No es necesario que les dediquemos pensamiento alguno. Son fáciles y por eso las usamos tanto. Pero las cosas fáciles no suelen ser buenas. sólo son originales cinco Todos pecamos de esto al hablar. Si párrafos. Lo demás, sería no somos conscientes del problema, una copia confusa de también pecaremos al escribir. A diferenun estudio de Philarète cia de lo que sucede en una conver sación Chasles. Según Clementina (las palabras se las lleva el viento, como Díaz y de Ovando, el plagio reza el dicho), en la escritura los voca blos fue el talón de Aquiles en la se quedan grabados, como tatuajes, para carrera de este cirujano y escritor mexicano. siempre. Al buen lector, además, se le encienden focos rojos cada vez que se topa con un lugar común.

ILUSTRACIÓN: FERNANDA CASTRO

SE ESCRIBE CON “S”

Los infinitivos de los verbos reflexivos terminan con se, no ce. “Hay que hacerse para atrás”, “Nunca se va sin despedirse”. No vayas a escribir barbaridades como “Le encanta contemplarce en el espejo” o “Los niños deben contenerce en los restaurantes”. La última sílaba es el pronombre se, que va pegado como enclítico. Por eso nunca debe ser ce, aunque suenen igual.

El mensaje: este escritor solo repite lo que escucha y no piensa bien.

Debemos escribir de la manera más sencilla y natural posible sin conjuntos prefabricados. Por ejemplo, si tenemos la tentación de escribir “Al final del día, todos saldremos beneficiados”, debemos exclamar “¡Vade retro, Satanás!” y detenernos en seco. ¿Qué es esto de al final del día? En realidad no tiene nada que ver con día alguno. Significa al fin. Así, es mejor: “Al fin, todos saldremos beneficiados”.

Otros clichés espantosos: y esto no es la excepción, un largo etcétera, con singular alegría, por alguna extraña razón, y cuál sería mi sorpresa, a todos y cada uno, desde mi muy particular punto de vista… Y si conoces más, ¡háznoslos llegar! Aquí los compartiremos.

Sandro Cohen es poeta, narrador y experto en lengua española.

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