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Suplemento Institucional - 31 de marzo del 2008

160 000 fAMILIAs cONstRUYeN sU PROPIO desARROLLO.

l Fideicomiso Ecuatoriano de Cooperación para el Desarrollo (FECD) es una institución privada, sin fines de lucro, cuya misión es mejorar, de manera sustentable, las condiciones de vida de los grupos más vulnerables del Ecuador. Su trabajo se basa en el fortalecimiento de las capacidades locales, entendidas como lo que la gente tiene, sabe, quiere y está en posibilidad de hacer para potenciar su desarrollo. En los proyectos que apoya, la participación ciudadana asume la dirección y toma de decisiones de sus propias propuestas. Busca “enseñar a pescar, no regalar el pescado”. Formula propuestas integrales de desarrollo, que apuntan a conseguir resultados concretos en cuatro dimensiones: económico-productiva, social, ambiental-territorial y salud-educación. Todos los proyectos incorporan componentes de género e interculturalidad. Esta publicación es un homenaje a las familias ecuatorianas que participan en la construcción de su progreso, y un agradecimiento a las organizaciones que le apoyan para el éxito de esta empresa.

alternativas para superar la pobreza

Randimpak: mujeres indígenas

se vuelven empresarias Desde el 2002, mujeres indígenas de cinco provincias producen e industrializan quinua, amaranto, chocho, fréjol, haba, cebada y trigo para la exportación.

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Rosa María Lemay y a Gladis Armas, el Proyecto Randimpak les cambió la vida. Las dos son campesinas de la provincia del Chimborazo, y hasta hace tres años no concebían otra forma de vivir que la que tradicionalmente tenían las mujeres de sus comunidades. “Nuestros padres prohibían que (las mujeres) salgamos a trabajar. Decían que solo teníamos que cocinar, lavar, cuidar los animales. A los 16 ó 18 años nos hacían casar sin conocer a los novios”, afirma Rosa. Una vez casadas, todo lo decidía el marido. “Una ocasión estaba enferma y tenía que operarme. Lo único que teníamos para conseguir plata era un huagra (toro), pero no podía venderlo sin autorización de mi marido. Él no estaba y hubo que esperar a que llegara; podía morirme pero no se podía vender”, cuenta Gladis. Hoy estas dos mujeres son dirigentes y promotoras en las comunidades de San Juan y de Tushi San Javier, y forman parte de las más de 5 849 familias campesinas en Chimborazo y otras cuatro provincias que participan en el Proyecto Regional Radimpak, promovido por el Fideicomiso FECD. Randimpak es una expresión campesina que denota la solidaridad, es prestarse las manos entre vecinos y familiares. El proyecto nació en el 2002, de una alianza entre el Fondo Ecuatoriano Canadiense de Desarrollo, actualmente Fideicomiso FECD y la Fundación Mujer y Familia Andina (FUNDA-

MYF). Posteriormente se unió la Corporación Andina de Fomento (CAF), para construir una propuesta innovadora a favor de las mujeres campesinas de esa provincia. La estrategia para el mejoramiento de los ingresos familiares es la producción y comercialización de granos y cereales andinos: quinua, amaranto, chocho, fréjol, haba, cebada y trigo. Randimpak arrancó con 500 mujeres y sus familias. En apenas un año contaba ya con 1 000 participantes activas. El éxito del proyecto permitió, en su primera etapa, incorporar a 5 500 mujeres indígenas, con una inversión de solo USD 66 al año por familia. Como resultado, aumentaron los ingresos familiares de USD 150 a USD 980 anuales, y entre los indicadores sociales, se redujo el de desnutrición infantil del 70% al 30% en las comunidades participantes. En el 2006, Randimpak se convirtió en un proyecto regional extendido a Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar y Cañar. Se espera que en el período de su ejecución aglutine cerca de 15 500 familias kichwas. Junto con la asistencia para la producción de los granos andinos, las mujeres y sus familias recibieron formación y capacitación como promotoras en salud y educación. Las mujeres de Chimborazo se convirtieron en dinamizadoras de un proceso de desarrollo que sienta las bases para romper el círculo de la pobreza en la población indígena. Son las constructoras de su propio futuro.

Propone

En Europa se venderá sopa de quinua ¿Imagina visitar España y encontrar diversos productos de quinua y amaranto, producidos por mujeres indígenas del Chimborazo? Esta idea es ya una realidad. Juana Guacho de la comunidad La Merced (Chimborazo) participa en Randimpak y se ha convertido en una empresaria exportadora. La quinua, el amaranto, el haba, la cebada y el fréjol son sus productos estrella. ¿Cómo lo consiguió? Junto a otras mujeres iniciaron la producción orgánica de granos y cereales andinos; después gestionaron asistencia en cultura ambiental para aprovechar mejor sus ecosistemas. Con ello mejoraron la productividad y dieron el segundo paso: instalar una planta procesadora en Riobamba con capacidad para 300 quintales de harina al mes. La comercialización asociativa mejoró los precios y los ingresos para sus familias, pero la visión de las campesinas fue más ambiciosa: exportar sus productos. Este reto impuso la necesidad de contar con mayores volúmenes de producción, para lo cual se impulsa la instalación de varios centros de acopio. Entretanto, obtuvieron para sus productos una certificación orgánica de origen alemán BCS, reconocida en Estados Unidos, Europa y Asia. El primer embarque con marca Randimpak se realizó en julio del 2007, con destino a Estados Unidos. A ese país y a Francia, las campesinas están exportando un contenedor mensual de quinua y amaranto. En el segundo trimestre de este año incursionarán en el mercado de España con sopas instantáneas, espagueti de quinua y barras energéticas. También han iniciado negociaciones con Alemania y Asia; y aspiran a proveer de 200 toneladas trimestrales de arvejón blanco al gigantesco mercado de China. La marca Randimpak es promovida como un producto de la economía solidaria, con alimentos orgánicos, sanos, nutricionalmente excelentes y libres de gluten. “Las mujeres que estamos aquí ya no somos las mismas de hace cuatro años. Somos seguras, altivas. Hemos entendido que tenemos derechos y nos asumimos como parte de la vida del país”, dice orgullosa Rosa Lemay.


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Promovemos procesos participativos de desarrollo que incidan en los ámbitos productivo, social, humano y ambiental.

Renace el

cacao

Esmeraldas

cacao tiene aroma de

fino y de aroma

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iguel Herráez vive en el cantón La Joya de los Sachas, en la provincia de Orellana. Hasta hace tres años, su pequeña finca cacaotera era improductiva en un 80%, y la pobreza, su pan de cada día. Él apostó a unirse con otros pequeños productores pobres de la zona para mejorar la producción y comercialización del cacao. Hoy su finca no solo es productiva, sino que además tiene un certificado ambiental de la Organización Internacional Rainforest Alliance. “Eso me enorgullece mucho”, dice satisfecho. Herráez, junto con otras 2 500 familias de 10 parroquias, participó en el Proyecto de Desarrollo Sustentable en el Cantón Joya de los Sachas (PRODESS), promovido por el Fideicomiso FECD, con el apoyo del Municipio local, como ente ejecutor. El proyecto buscaba conformar un sistema de comercialización de cacao, plátano y maíz –tres de los productos fundamentales de la Amazonia- a partir de la organización de asociaciones de productores en la zona. Incluyó prácticas ambientales y procesos de certificación, que han

En Sacha los cacaoteros ganan más. De un ingreso familiar anual de USD 900, hoy alcanzan los USD 1 760. permitido conseguir mejores precios en los mercados. Hugo Ureña, otro habitante de La Joya de los Sachas que participa en el sistema, comenta que “los cacaoteros ahora llegan felices hasta el centro de acopio y se van satisfechos porque cada vez reciben más dinero por el cacao”. Es que, en tres años de esfuerzo propio, y con el acompañamiento técnico del Fideicomiso FECD, en el cantón se crearon 99 Escuelas de Campo, en las cuales se formaron 180 promotores agrícolas, encargados de dar asistencia a las fincas en el manejo adecuado de los cultivos orgánicos de cacao para mejorar la productividad y la calidad. En las Escuelas y las Asociaciones de Productores, los finqueros también fueron capacitados en buenas prácticas ambientales y agroforestales, poscosecha y comercialización asociativa, además de educación y salud. En la cadena de comercialización asociativa participan actualmente 99 grupos y las compras se realizan en un centro de acopio y una bodega en La Joya de los Sachas. Su cacao es muy valorado en el mercado,

ya que 450 fincas cuentan con la certificación de Rainforest Alliance. Esto les ha permitido hacer ventas a compradores importantes, como la empresa Kraft en el 2007. Y, mientras los intermediarios locales ofrecían un precio promedio de USD 77 por quintal, en estos nuevos mercados han obtenido USD 140. En La Joya de los Sachas, al iniciar el proyecto, los finqueros tenían un ingreso promedio familiar anual de USD 900. Hoy casi se ha duplicado: alcanza los USD 1 760. Un resultado exitoso, si se tiene en cuenta que, para lograrlo, la inversión anual por familia fue de apenas USD 64. Eliberto Cuenca nació en el cantón Zaruma, en la provincia de El Oro, pero desde hace 11 años vive en la precooperativa La Independencia de la Joya de los Sachas. Dice que emigró porque en El Oro “los terrenos estaban acabados por mucho verano”. Él se integró al proyecto del Fideicomiso FECD y afirma: “Económicamente me va mejor”. Sobre todo destaca la producción orgánica, cuya ventaja es que “se invierte y no se gasta como antes en (comprar) tantos químicos”.

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o solo los productores de cacao en la Amazonia han desarrollado, junto con el Fideicomiso FECD, estrategias exitosas de lucha contra la pobreza. También en Esmeraldas se ejecutan dos proyectos que están cambiando la vida de los habitantes más pobres: uno en el cantón Esmeraldas, y otro en los cantones Eloy Alfaro, Rioverde y San Lorenzo, con apoyo de las organizaciones locales y del Municipio de Esmeraldas. En el primer proyecto, 1 500 familias se han integrado en programas de capacitación, en manejo técnico del cacao, reforestación y comercialización asociativa. En el 2007 recibieron capacitación más de 200 promotores comunitarios en salud y ambiente. En el segundo proyecto, la Asociación de Productores de Cacao del Norte de Esmeraldas, APROCANE, con el apoyo del Fideicomiso FECD, obtuvo un financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para consolidar un sistema de comercialización asociativa provincial. Actualmente la mayoría de las 3 000 ha de cacao fino de aroma cultivado en la zona corresponde a cacao orgánico, y gran parte cuenta ya con certificación de Rainforest Alliance. Olivia Casierra, de la comunidad El Guabal, parroquia Camarones, señala que la unión ha permitido estos logros. “Antes cada uno trabajaba por su lado, ahora todos estamos unidos”, destaca tras contar que las comunidades realizan concursos de viveros para estimular el mejoramiento de la producción y obtener así mejores precios. Por ahora, además de vender a través de los centros de acopio, Olivia también experimenta con el cacao de su huerta, produciendo golosinas como unas deliciosas bolitas de chocolate, que degustan todos quienes la visitan.

‘Mi responsabilidad social demanda una acción permanente’ ECO. ABeLaRDO PaCHaNO, PReSIDeNTe De La JUNTa DeL FIDeICOMISO FECD

¿Es posible superar la pobreza desde el desarrollo local? Es la única posibilidad de hacerlo masivamente. El fortalecimiento de capacidades y la asociatividad les brindará a los grupos pobres la posibilidad de competir en el mercado de manera más equitativa, y generar mejores ingresos

familiares. Adicionalmente, esto contribuye a mejorar sus niveles de participación ciudadana, de propuesta y de negociación, lo que les permitirá acceder a mayor inversión del Estado y sectores privados. ¿Por qué el Fideicomiso FECD prioriza en sus proyectos el desarrollo productivo asociativo? Porque uno de los cuellos de botella del desarrollo es el acceso al mercado, y los pequeños productores tienen posibilidad de insertarse a partir de procesos asociativos que les permita negociar en base a volúmenes y calidad de sus productos. Por eso priorizamos los productos que los pequeños productores tienen y conocen, que son comunes a muchas familias y que tienen demanda local, nacional o internacional.

EL pReSIDeNTe

De La jUNTa DeL fIDeICOMISO, eCO. ABeLaRDO PaCHaNO (IZQ.) eN VISITa a LOS pROYeCTOS De eSMeRaLDaS.

Usted es un importante banquero y ha desempeñado cargos de decisión en la política económica. ¿Por qué ha optado por apoyar este tipo de proyectos? Porque siempre entendí que mi papel y responsabilidad dentro de la sociedad rebasa mi formación, mis actividades públicas o privadas, y demandan una acción permanente con los sectores que carecen de poder político o económico y que necesitan de un pequeño impulso para al-

canzar mejoras en su calidad de vida. El deber por el deber es un norte que me acompaña desde siempre, y con eso en mente busco ser útil a la colectividad. A futuro, ¿cuál es el principal reto del Fideicomiso FECD? Continuar generando resultados concretos en la lucha por mejorar las condiciones de vida de los grupos vulnerables en el Ecuador.

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¿Se puede en el Ecuador luchar contra la pobreza sin apelar al paternalismo y clientelismo? Es la única manera de enfrentar los problemas de la pobreza de una manera sostenible. Las inversiones de los

proyectos de desarrollo deben ser dinamizadoras de la gestión de los actores locales, y deben tener una adecuada contraparte. Se trata de dinamizar negocios y reconocer que la propiedad sobre esos negocios es de los grupos sociales. Por lo tanto, las inversiones deben potenciar su capacidad sin sustituir los roles claves que ellos deben asumir y sin romper sus procesos naturales de crecimiento. Esto es justamente lo opuesto al paternalismo y al clientelismo.

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¿A qué concepto de desarrollo responde la filosofía del Fideicomiso FECD? Responde al concepto de desarrollo integral y sustentable, basado en el fortalecimiento de las capacidades locales, de manera que se construya a partir de lo que la gente tiene y sabe. Esto lleva un compromiso de los actores locales que posibilita acciones en lo económico-productivo, ambiental, social y en el desarrollo humano. Se construye capacidad de autogestión, lo que garantiza la permanencia de estas iniciativas en el largo plazo.


Buscamos que las personas participen con lo que tienen, saben y quieren hacer para construir un futuro mejor.

maíz El

cambió la vida de Puyango

V

prioriza el

desarrollo local

WILLIAM HERNÁNDEZ, DIRECTOR DEL FIDEICOMISO FECD

Darwin Guerrero, agricultor de la comunidad de Guápalas, en Puyango. El proyecto ha abierto nuevas posibilidades de vida a muchas personas, como testimonia Claudia Chamba, promotora de salud de la comunidad de Mercadillo, en Loja. “Con las bases de primeros auxilios que recibí, me he motivado para estudiar la especialidad de químico biológico en el colegio y luego seguiré medicina. He comprendido que con una mejor salud se logra una mejor economía, y que cuando una persona está mejor capacitada, puede servir mejor a su gente”.

tinela de El Cóndor, afirma que el proyecto ha capacitado a los campesinos. “Mis ingresos mejoraron porque vendo mi café y mi plátano a mejor precio, conjuntamente con mis compañeros de la organización. Ya no nos explotan los intermedia-

“YA NO NOS EXPLOTAN LOS INTERMEDIARIOS COMO ANTES, QUE ÉRAMOS DESORGANIZADOS”.

rios como antes, que éramos desorganizados”, comenta. Junto con la mejora en la producción y comercialización, los pobladores de los cantones participantes han establecido seis Sociedades Populares de Inversión (SPI), para otorgar créditos a los participantes en el proyecto. Manuel Obelencio Morocho, de la comunidad El Pincho, en Yantzaza, comenta que gracias a este proyecto, los agricultores “hemos aprendido a valorar lo que tenemos, a cuidar mejor nuestra finca y producir sin la utilización de productos químicos, esto ayuda a mejorar el medio ambiente y nuestra salud y nuestros productos son apreciados en los mercados”. Víctor Félix Gaona, de la misma comunidad, por su parte comenta que “el apoyo recibido de las instituciones y del proyecto que financia el FECD, nos ha servido para organizarnos, juntar la producción y ofrecerla a través de una sola organización, los precios son mejores cada vez que mejoramos la calidad de los productos”.

¿Cómo se realizó esta transición sin afectar a los proyectos en marcha? El diseño del nuevo esquema tomó dos años y fue el resultado de los aportes de la anterior Junta, de la Agencia Canadiense para el Desarrollo (ACDI), de la asesoría legal de la fiduciaria y del equipo técnico de la institución. La clave fue que se partió de un proceso bien estructurado y ordenado, en los aspectos legales, financieros, logísticos, etc. Es más fácil mudar una casa bien organizada. El seguimiento a los proyectos se estructuró en el marco de consensos con los actores sociales. ¿Cuál fue el reto más importante del Fideicomiso FECD al constituirse de esa manera? Demostrar que el modelo que tenía ya 14 años (con cooperación internacional), podía continuar trabajando con actores locales; trascender el concepto de que los proyectos de desarrollo tienen un principio y un final, para ir a un concepto más institucional que le permite la nueva figura del fideicomiso, porque los fondos institucionales son permanentes y no transitorios. También nos permite poner a disposición del Ecuador una instancia confiable y segura que garantiza resultados a costos muy bajos, lo cual es una ventaja del Fideicomiso FECD, respecto de otras instancias. ¿Cuál es el criterio del Fideicomiso FECD a la hora de seleccionar los proyectos que apoya? Se privilegian los proyectos que surgen de las capacidades locales, dentro de una estrategia integral de trabajo en las dimensiones económico-productiva, social, ambiental y humana (salud y educación). También se considera que los proyectos mantengan como ejes transversales aspectos de género, generacionales, étnicos e interculturales. ¿Por qué el Fideicomiso FECD prioriza la ejecución de proyectos en asociación con actores como gobiernos locales y otras ONGs que trabajan en desarrollo rural? Si el Fideicomiso FECD prioriza el desarrollo local, es necesario que los actores y las organizaciones locales sean reforzadas. Se trabaja desde el concepto de lo que la gente tiene, dispone y es. En la formulación de un proyecto son los propios participantes los que diseñan lo que quieren alcanzar en su futuro. La solidez de los proyectos que apoyamos es que nacen de los participantes. ¿Cómo se mide el porcentaje de éxito de un proyecto de desarrollo que involucra aspectos cuantitativos y cualitativos? La metodología del Fideicomiso FECD permite incluir los aspectos cualitativos en la ejecución de los proyectos. El Fideicomiso FECD pone esfuerzos fuertes en la definición de los aspectos cualitativos, que normalmente son más dispersos y abstractos. En conjunto, podemos medir los aspectos cuantitativos y cualitativos.

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cios. Junto con ello, las familias participantes han recibido educación ambiental, de salud, nutrición y cultura. En dos años, los pequeños agricultores de esta región han conseguido un aumento promedio de 50% en la productividad del maíz y 25% en la de caña. “En las cosechas de maíz los intermediarios nos pagaban USD 4 o USD 5 por quintal y había que venderlo porque no teníamos quién más nos compre. Ahora, con la organización vendemos directamente a las empresas y ponemos los precios de acuerdo al mercado. Ahora sí nos pagan un precio justo”, declara

Zamora apostó a la unión

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El FECD El Fideicomiso FECD es una organización ecuatoriana creada a partir de los activos y obligaciones de la cooperación internacional del Fondo Canadiense.

íctor Hugo Tinoco es el alcalde del cantón Puyango, en la provincia de Loja. El Municipio de este cantón trabaja desde el 2005 con el Fideicomiso FECD en un proyecto para promover la producción y comercialización asociativa de maíz y caña de azúcar. “Hemos logrado que el agricultor retome la confianza en sí mismo y en las organizaciones. Se han conformado dos grandes organizaciones en el cantón, de productores de maíz y de caña de azúcar, y se ha conformado una de promotores comunitarios de salud”, informa. En este cantón, los pequeños agricultores participantes han formado un Centro de Negocios integrado por la Asociación de Productores Agropecuarios de El Limo (APAEL) y la Asociación de Productores Agro-artesanales de Puyango (APAAP), con el fin de vender asociativamente montos más altos y a precio justo, informa su presidente, Luis Sánchez. Alrededor de 1 000 familias, de seis parroquias, se han unido para mejorar la producción y conseguir mejores pre-

n proceso similar han vivido 1 400 familias de cinco cantones en Zamora. Ellas participan en un proyecto destinado a fortalecer las organizaciones locales para el manejo de poscosecha y comercialización de plátano, café, cacao, maíz y caña de azúcar. En este proyecto han logrado conjugarse los esfuerzos de los habitantes, el Fideicomiso FECD, el Municipio de El Bangui, Centinela de El Cóndor, Paquisha y Yantzaza; este último asumiendo el rol de instancia ejecutora del proyecto. Se cuenta también con el aporte de los ministerios de Agricultura, Ambiente, Salud, Educación, Inclusión Social y de la Federación Shuar. Durante el 2007 se establecieron marquesinas para el secado de café y cuatro centros de acopio. El proyecto ha impulsado la certificación orgánica en fincas de 400 familias y han sido capacitados promotores comunitarios en educación y salud en toda la zona. José Gabriel Gualán, de la comunidad Panguintza, en el cantón Cen-

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Trabajamos desde una visión integral del desarrollo sustentable, a partir de la construcción de capacidades locales.

El agua brota de los

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n Manabí, las microcuencas de los ríos Portoviejo y Chico abastecen de agua potable a más del 40% de la población urbana, y de riego a gran parte de la producción agrícola. La degradación de esas cuencas ha destruido el recurso agua en el centro de la provincia, por ello el Fideicomiso FECD, junto con el Consejo Provincial de Manabí y organizaciones locales, trabajan en alternativas de solución. Científicamente se ha determinado que la caña guadúa es un regulador de volúmenes de agua, controla la erosión del suelo, aporta a la fijación del carbono y a la conservación de la biodiversidad. Plantar caña guadúa, por tanto, permitiría detener la progresiva extinción del líquido vital para los habitantes de esa provincia. Desde hace dos años, cuatro parroquias de tres cantones manabitas participan

en un proyecto para reforestar masivamente 10 000 hectáreas en las cuencas de los ríos Portoviejo y Chico. Al 2007, casi 200 hectáreas habían sido reforestadas con guaduales, y en este año se incorporarán otras 780. Los pre-

cios al productor se han quintuplicado y los agricultores han empezado a comercializar asociativamente. Hoy están en producción más de tres millones de plantas de diversas especies, para fortalecer casi 700 viveros comunitarios y familiares en la zona. “La reforestación atrae la humedad y ahora vivimos en otra forma, no va a suceder como antes que venía la sequía y todo era más difícil. Este año hemos tenido mejor cosecha y mejor producción”, comenta Claudio Pinargote, un agricultor manabita. Además, uno de los resultados más interesantes de este proyecto ha sido la constitución de sistemas de ahorro y crédito autogestionado que, solo en el 2007, permitió el acceso a créditos a más de 700 familias. En esa misma línea de gestión, 80 grupos comunitarios cuentan con cajas de ahorro.

Una cordillera de guadúa

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la guadúa no es solo es una alternativa para preservar el agua en Manabí. También ayudará a mejorar las condiciones de vida en 24 cantones de las ocho provincias de Costa y Sierra que comparten el margen occidental de la Cordillera Andina: El Oro, Azuay, Cañar, Chimborazo, Guayas, Los Ríos, Manabí y Pichincha. En ellas el Fideicomiso FECD, junto con los gobiernos provinciales, municipales, parroquias, el Ministerio del Ambiente y organizaciones locales y no gubernamentales, están ejecutando un proyecto para reforestar otras 10 000 hectáreas con caña guadúa y otras especies nativas. Este proyecto ha conseguido en el 2007, reforestar casi 5 000 ha con caña guadúa, caoba, cedro, teca y balsa. La actividad agrícola ha permitido aumentar los ingresos de las familias y se ha promovido un sistema de ahorro y crédito asociativo y autogestionado, con la creación de 14 Sociedades Populares de Inversión (SPI), que otorgan créditos a los productores. Actualmente en el país existen alrededor de 12 000 hectáreas de caña guadúa. Este proyecto, sumado al que se ejecuta en Manabí, permitirá incrementar sustancialmente la superficie cultivada y propiciará

ESTe pROYecTO ha cONSeGUIdO RefOReSTaR caSI 5 000 ha cON caÑa GUadÚa Y OTRaS eSpecIeS. un manejo sustentable de los recursos del Bosque Húmedo Subtropical. La comercialización asociativa de la caña aportará también con material de construcción barato, para cubrir el déficit ha-

bitacional en sectores populares. Este proceso ya se ha iniciado con un convenio con la Fundación Hogar de Cristo, para la provisión de caña latillada. Miguel Abril, un campesino de Puerto Nuevo (Santo Domingo de los Tsáchilas) participa en el proceso, y explica que mensualmente se envía a la Fundación un volumen de latillas, en turnos por productor. “Nos gusta la idea de ayudar a otra gente pobre”, acota.

económicos

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l Fideicomiso FECD ha desarrollado una lógica de localización geográfica de los proyectos que apoya, lo que permite articular redes locales y regionales para generar impactos más amplios. Esta lógica se ha denominado Corredores Económicos; la que permite organizar de mejor forma el manejo de los recursos naturales, facilitar el tránsito de los productos provenientes de las diferentes zonas geográficas y mejorar la comercialización asociativa. Más de 160 proyectos se han ejecutado o están en ejecución en estas provincias, y en ellos participan alrededor de 160 000 familias con altos índices de pobreza. Los proyectos tienen una duración de tres años, y en la mayoría de ellos, los resultados en la mejora de calidad de vida de las familias participantes han sido cuantificados. Bajo esta lógica se ha desarrollado el siguiente trabajo: Corredor Norte: El Fideicomiso FECD fortalece procesos de poscosecha y comercialización de cacao fino de aroma, productos bioacuáticos y productos andinos. Actualmente se ejecutan ocho proyectos en los que participan cerca de 25 000 familias. 1.- Integración Rural del cantón Esmeraldas. 2.-Desarrollo Integral del cantón Eloy Alfaro. 3.-Desarrollo Sustentable en la Reserva Manglares Cayapas Mataje (REMACAM). 4.-Producción y Comercialización de Cacao Fino y de Aroma. 5.-Desarrollo Integral en el Noreste de la provincia del Carchi. 6.-Proyecto de Desarrollo Sustentable en el cantón La Joya de los Sachas. 7.-Proyecto para el Desarrollo Autogestionario Productivo del cantón Tena, centrado en la Producción de Cacao Orgánico en Chontapunta. 8.- Cadenas Productivas Sostenibles en la Frontera y Amazonia Norte del Ecuador. Corredor Central: En las provincias que integran este Corredor, han tomado un gran impulso los proyectos de reforestación en Manabí y comercialización asociativa de granos andinos en la Sierra Central. En la actualidad se ejecutan tres proyectos, en nueve provincias, que corresponden a las regiones que comparten el Margen Occidental de la Cordillera Andina y el Callejón Interandino Central. Aquí participan 6 305 familias. 1.- Guadúa: Alternativa para Mitigar la Pobreza en el Margen Occidental de la Cordillera Ecuatoriana. 2.-Guadúa: Alternativa para la Cuenca de los Ríos Portoviejo y Chico. 3.-Proyecto Regional Randimpak. Corredor Sur: Durante el 2007 han tomado fuerza los procesos asociativos para la comercialización de maíz y se están desarrollando proyectos de comercialización de cacao, café y animales menores. Actualmente participan alrededor de 2 360 familias. 1.-Desarrollo Sustentable en la Microregión Nororiental de la Provincia de Zamora Chinchipe. 2.-Desarrollo Integral en el cantón Puyango.

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guaduales

Los corredores


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Nuestros socios son organizaciones locales y grupos sociales comprometidos en generar soluciones innovadoras para promover procesos de desarrollo sustentables.

Cadenas productivas en

frontera norte

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directora de la Fundación Mujer y Familia Andina (FUNDAMYF), entidad ejecutora del Proyecto Regional Randimpak. Ella destaca que el trabajo con el Fideicomiso FECD ha sido fundamental para el proyecto. “Fue una alianza que nos permitió compartir criterios sobre el desarrollo, compartimos el mismo pensamiento de que los actores de los procesos son las personas y eso facilitó

doce cadenas productiVas Que permitan meJorar las condiciones de Vida de los participantes. ductivas que permitan a sus habitantes mejorar sus condiciones de vida. Durante todo el proceso, las comunidades participantes recibirán asistencia técnica y capacitación, al igual que se buscará fortalecer a las organizaciones de la sociedad civil y a los organismos gubernamentales, regionales y locales. Complementariamente se generará una base de datos con proyectos formulados participativamente en las seis provin-

cias, con sus correspondientes estudios de factibilidad, de alta calidad y susceptibles de ser financiados por agencias de cooperación de desarrollo internacional. En una reunión entre los promotores del Fideicomiso FECD y los potenciales participantes, un campesino afirmó: “Comercializar el cacao es nuestro fin; queremos con estas 1 502 familias emprender la siembra del cacao, si nosotros lo vendemos es una ayuda para nuestros hijos, el estudio, la salud”. Los pequeños agricultores de la zona solicitaron apoyo. “Porque nosotros los campesinos no queremos abandonar las tierras, (queremos) incentivar a nuestros hermanos para que sigan (en ellas) y tengamos prosperidad”.

del desarrollo

Sumar fuerzas

Como una organización promotora del desarrollo, el Fideicomiso FECD ha generado una metodología para sumar esfuerzos, promoviendo alianzas con organizaciones locales, regionales e internacionales, lo que permite que los proyectos que apoya aprovechen la capacidad instalada y logren altos impactos que pueden ampliarse a escala microregional, con bajos costos de inversión. En el Fideicomiso FECD se busca unir a los grupos participantes que necesitan alternativas para salir de la pobreza. El éxito de los proyectos de venta asociativa de maíz, cacao nacional fino de aroma, granos andinos, guadúa y otros en todo el país, prueban que el trabajo mancomunado da mejores frutos. Con esa lógica, el Fideicomiso FECD propicia alianzas con todas las organizaciones que tengan afinidad con sus objetivos y muestren disponibilidad para trabajar juntos.

Parte importante de su tarea es conseguir que los diversos organismos de cooperación para el desarrollo, tanto nacionales como internacionales, sumen fuerzas con el Fideicomiso FECD, en pro de resultados sólidos.

Hacer más, con menos

Sumar fuerzas y hacer más con menos, ha sido una de las claves del éxito en los proyectos que impulsa el Fideicomiso FECD. Las actividades que apoya el Fideicomiso FECD mantienen registros rigurosos y son gerenciados bajo sistemas que permiten evaluar su desarrollo y tomar decisiones oportunas para cumplir las metas, esto es lo que hace que los proyectos sean sustentables, una vez que el Fideicomiso FECD concluya su labor. Esos registros han permitido al Fideicomiso FECD establecer, por ejemplo, que para el año 2007, la inversión promedio anual en ellos fue de US$ 46 por familia, una cifra muy modesta frente a los resultados en el mejoramiento de los ingresos y la calidad de vida de las familias participantes.

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vés de la formación de promotores que asuman el manejo de las acciones del proyecto.

el trabajo conjunto”, señala. La dirigente comenta que otro factor de éxito “es la poca burocracia que tiene el Fideicomiso FECD y la cercanía con la población para tomar decisiones”. En el proceso de construcción del Proyecto Randimpak siempre “en la toma de decisiones se respetó las decisiones colectivas y se adaptaron aspectos administrativos y financieros a las aspiraciones de la gente”. Byron Casignia es miembro del Consejo Ecuatoriano de Recursos Naturales (CEDERENA), organización ejecutora del proyecto de caña guadúa en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas. Casignia afirma que el Fideicomiso FECD “ha sido la única institución que ha tomado seriamente el recurso (guadúa) para darle espacio en la protección de los recursos naturales, pero al mismo tiempo como alternativa de vida para las familias campesinas”. El trabajo conjunto “ha sido invalorable, porque con el apoyo financiero, los campesinos han logrado ver las bondades del recurso, tanto en sus tierras por el aporte a necesidades básicas, como el agua y materia orgánica, follaje y madera”. La actividad del guadual es económicamente rentable. 3 200 familias en siete provincias están vinculadas al proyecto. “Esta combinación entre un buen producto y una buena institución ha sido claro”. Rodolfo Quiñónez forma parte de la Unidad Ejecutora del Municipio de Esmeraldas, co ejecutora del proyecto de Integración Rural del Cantón, dedicado a la comercialización asociativa de cacao. El convenio de participación con el Fideicomiso FECD, dice, “ha permitido al Municipio lograr un acercamiento más directo con el agricultor, en el campo”. Destaca que el Fideicomiso FECD fue “un puente para hacer que la gente del campo tuviera mayor inserción en las decisiones del Municipio” y permitió el logro de los objetivos del Plan Estratégico que ya tenía la autoridad cantonal. En el proceso se ha logrado “concienciar a los agricultores en que el desarrollo depende de cada uno de ellos, no de agentes externos, sino del empuje de su comunidad. La gente ya no creía en sus propios líderes y este proceso ha hecho que vuelvan a creer en su gente”. Esa conciencia, junto con la capacidad instalada actualmente, “garantizan la sostenibilidad del proyecto”, concluye.

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En tres aÑos se fortalecerÁn

Las dimensiones

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ejecutores María Eugenia Lima es

ediante una alianza estratégica con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y con la Agencia para el Desarrollo Internacional (ACDI), quien aporta con sus recursos financieros, en mayo del 2007 arrancó el Proyecto Fronteras Productivas, con un fondo aprox. de USD 5 000 000. La frontera norte de Ecuador se ha convertido, en los últimos años, en una región en la cual los efectos del conflicto armado en Colombia se sumaron a la pobreza, para castigar a sus habitantes. Uno de los proyectos más ambiciosos que ejecuta el Fideicomiso FECD es ofrecer a la población de Esmeraldas, Carchi, Imbabura, Sucumbíos, Napo y Orellana, mecanismos para enfrentar la pobreza y la conflictividad social. La apuesta es promover el desarrollo de las zonas vulnerables en la región, mediante la creación de cadenas productivas con valor agregado. A través de un mecanismo de fondos concursables, las comunidades participantes podrán obtener financiamiento de preinversión para desarrollar sus proyectos, con un enfoque de cadenas productivas, y posteriormente las que sean seleccionadas, recibirán apoyo financiero para su ejecución. Se espera en tres años haber fortalecido en la frontera norte, doce cadenas pro-

a estrategia de trabajo del Fideicomiso FECD considera cuatro ámbitos de acción: económico-productiva, social, ambiental-territorial y desarrollo humano. En lo económico productivo, apoya actividades de poscosecha y comercialización, que vinculen a los grupos al mercado. Promueve el uso sustentable de los recursos naturales. Apoya acciones para armonizar las políticas de Estado y de gobiernos locales, con las de otros programas de financiamiento nacionales e internacionales. En lo social, impulsa la participación de hombres y mujeres y robustece su capacidad de gestión para el desarrollo. Apoya la construcción de redes y alianzas. En lo ambiental-territorial, apoya proyectos con un manejo sustentable de los recursos. Impulsa la agro ecología, la reforestación y la recuperación de conocimientos ancestrales. En el ámbito de desarrollo humano potencia lo existente en cada comunidad, privilegiando el acceso a la salud y la educación, a tra-

La voz de los


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Ponemos al servicio de nuestros socios nuestra capacidad humana y metodológica para promover el desarrollo local.

Memoria

2007

Experiencia a disposición de la

El Fideicomiso Ecuatoriano de Cooperación para el Desarrollo (FECD) presenta a la comunidad su Memoria 2007, que recoge los proyectos desarrollados con los grupos vulnerables del país, mostrando cómo, con pequeñas inversiones y estrategias eficaces, se generan alternativas sustentables para superar la pobreza. La Memoria recoge los resultados exitosos de los proyectos apoyados por el Fideicomiso FECD.

cooperación

H

emos desarrollado gran experiencia en la definición de estrategias, metodologías y herramientas gerenciales, que nos permite gestionar exitosamente todo tipo de proyectos. Estamos fuertemente comprometidos con la calidad de nuestra gestión y sus resultados. La eficiente ejecución del ciclo de proyectos: promoción, formulación, aprobación, seguimiento técnico-financiero, evaluación, cierre, sistematización y evaluación de impactos, garantiza, tanto a los participantes, organizaciones que nos apoyan, y a la so-

Aún hay

Tiempo ‘Aún hay Tiempo’ es el nombre del documental fílmico que recoge la voz de cuatro campesinos de diferentes regiones del Ecuador: Ramona, Mercedes, Ramón y Petrona, quienes a través de sus experiencias y vivencias diarias, nos cuentan con frescura, cómo ha cambiado su vida a partir de la relación de trabajo con distintos proyectos apoyados por el Fideicomiso FECD en sus comunidades. El documental nos involucra en la vida cotidiana de gente común del campo: activas, notables, imaginativas y productivas, cuando de emprender el cambio en su vida se trata.

ciedad en general, el logro de resultados concretos al menor costo y tiempo posibles. Promovemos el fortalecimiento de las capacidades locales para alcanzar la sustentabilidad de los proyectos. Nuestra capacidad instalada, las competencias del equipo profesional, las metodologías de gestión, la capacidad de convocatoria, y sobre todo la credibilidad, son fortalezas que ponemos a disposición de la cooperación internacional, de los gobiernos locales y de otros actores del desarrollo comprometidos con el combate a la pobreza.

Acceder a demo del documental: http://www.youtube.com/watch?v=Kh8Krfgsuu4

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FECD: Prolongación de la Av. Granda Centeno. Urb. El Alcázar Psj. 2 OE7-02 • Telfs: 246 8441- 246 8442- 246 8443 – 244 9660. Fax: 246 9765 E-mail: fecd1@fecd.org.ec. Quito-Ecuador

• Responsable de contenido: FIDEICOMISO FECD • Circula con EL COMERCIO a nivel nacional • Ventas: Micaela Montalvo • Fotografía: Archivo FECD • Diseño, Preprensa e impresión: Grupo EL COMERCIO C.A. • Dirección: Av. Pedro Vicente Maldonado 11515 • Telf: 267 2735 • Fax: 267 4923


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