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El club sanmiguelero Acroflyers se prepara para el Campeonato de Europa
El equipo de gimnasia acrobática acude por segunda vez a este torneo internacional, tras arrasar en el nacional de Pontevedra redacción, tsa.
Acroflyers es el primer equipo de gimnasia acrobática de Canarias y, además, representarán a España en el Campeonato de Europa que se celebrará en Varna, Bulgaria. Este club de San Miguel de Abona se creó en 2017 y, desde ese momento, no ha parado de cosechar logros. El equipo, junto con su entrenadora, presidenta y fundadora Candelaria Alonso, han visitado los estudios de Onda Tenerife para anunciar su participación en el europeo y contarnos más sobre su club.
Tal y como ha contado Candelaria, “todo comenzó con un sueño, que era volar. No existía esta modalidad en Canarias y soñábamos con llegar a campeonatos internacionales y poder representar a nuestro país en europeos, mundiales y demás”. Sobre su viaje a Bulgaria, Candelaria ha adelantado que “si todo va bien, en octubre estaremos con cuatro de nuestras gimnastas en el Campeonato de Europa en barra”.
A pesar de que ya han cumplido su objetivo principal, Candelaria asegura que “siempre queremos más. Todavía no existen olimpiadas en nuestra modalidad deportiva pero todo se andará”. Agrega que “es cierto que la meta diaria que nos ponemos los entrenadores es que los gimnastas cada día mejoren. De hecho, ellas mismas pueden decir que cada día tienen que salir del tapiz con un buen sabor de boca y eso significa mejora”. Además, al hacer balance de este último año,
Candelaria ha asegurado que se sienten muy orgullosas de los resultados. “Este año, de catorce equipos que llevábamos, hemos traído catorce podiums, aunque dos de ellos no han podido estar en pódium porque habían varios equipos en una misma categoría”. De esta manera, en el último Campeonato de España, celebrado en Pontevedra, Acroflyers logró hacerse con diez medallas de oro, tres de plata y una de bronce.
“Después de este recorrido que comenzamos en los nacionales de 2018, hemos estado en todos y cada uno de ellos y en ascendente, a excepción del año 2020, que no hubo campeonato por culpa de la pandemia. Al primer nacional al que fuimos, si no recuerdo mal, llevamos ocho equipos y ya uno de ellos trajo una medalla de oro”, explica Candelaria.
Este año, tras el gran éxito obtenido en el nacional de Pontevedra, las gimnastas viajarán a Bulgaria, donde representarán a España, y concretamente a Canarias, en el Campeonato de Europa. Sin embargo, esta no es su primera toma de contacto con esta competición internacional. Según ha declarado Candelaria, “el año pasado fuimos por primera vez a este campeonato internacional y la sensación fue como si estuviéramos en un mundial, exactamente igual. Son casi treinta países los que participan, provenientes de todas las partes del mundo. Vimos muchísima gente y, sobre todo, muchísima calidad de trabajo. Llegamos expectantes a ver qué pasaba y con la mentalidad de aprender. De repente, fuimos pasando de fase y nos codeábamos con gente que va a mundiales y europeos. Piensas que no lo estamos haciendo tan mal y que nosotras podemos”. En 2022 el equipo no logró pasar a la final, pero este año sí han pasado a la última etapa. “Es un orgullo poder estar allí. Simplemente somos felices haciendo lo que hacemos cada día con motivación”. En este sentido, pone de relieve que “necesitamos patrocinio o ayuda para acudir al torneo”.
Al Campeonato de Europa irán dos parejas. Una de ellas está conformada por las gimnastas Andrea Huber y Luna Fumero. Entre ellas se llevan seis años pero, a pesar de la diferencia de edad, saben compenetrarse a la perfección.
Andrea vio nacer a Acroflyers, ya que se unió en 2017. Sobre su evolución durante todos estos años, asegura que “ha sido un cambio bastante radical. Empezamos entrenando en unas instalaciones muy pequeñas, con un techo muy bajito, que en ese momento era suficiente para nosotras pero que hoy en día se nos quedaría muy corto. Empezamos con dos colchonetas, a trabajar nosotras por nuestra cuenta, nuestra entrenadora también estaba empezando a meterse en este mundo de la gimnasia acrobática. No sabíamos prácticamente nada y fuimos creciendo en ese primer nacional. Hicimos un muy buen papel para ser nuestro segundo año y, a partir de ahí, nuestra carrera despegó y ha sido un cambio muy grande”. Además, nos cuenta que, en el momento de competir, tem- plar los nervios “es complicado, pero hay que confiar en tu trabajo y en que llevas meses preparándote para salir a la moqueta dos minutos y medio, a lo máximo, mostrar todo lo que tienes y lo que llevas trabajando tanto tiempo. Si tú confías en que lo has hecho bien y en que puedes hacerlo es suficiente. No puedes centrarte en lo que están haciendo las demás, sino en lo que tienes que hacer tú, que es lo que has estado entrenando mucho tiempo”. En este sentido, explica que la confianza es un factor funda- mental. “Primero en ti misma y después, por supuesto, en tu compañera, porque esto es un trabajo en equipo. Yo confío plenamente en mi compañera Luna y ella en mí, y eso es esencial en este tipo de deporte”.
El caso de Luna es diferente. Comenzó a competir a los seis años, como alevín que es la categoría más baja que existe. Inicialmente, formaba parte de una pareja mixta junto con un chico que ya no forma parte del equipo. Después del primer Campeonato de España, se le propuso el proyecto de comen- zar como pareja femenina junto a Andrea y saltar a cadete, lo que suponía estar dos categorías por encima de la que ella estaba. En palabras de Andrea, “para ella hubiera sido un cambio muy brusco y muy difícil para conseguir los objetivos. Nunca llegamos a competir en cadete, porque llegó la pandemia y nos quedamos sin competir. Así que la siguiente competición fue en juvenil, que es una categoría por encima y nos trajimos dos platas y un oro en el campeonato de España”. Además, tras cuatro años juntas, Luna asegu- to de cumplir 18, también vio nacer Acroflyers y lleva practicando gimnasia acrobática desde 2017. Afirma que “es un deporte que doy gracias que lo descubrí, porque me encanta, me hace sentir feliz y libre”. Nos cuenta que la sensación al participar en campeonatos, ya sean nacionales o internacionales, es “diferente”, puesto que sus instalaciones no cuentan con un tapiz similar al que se utiliza en los torneos. “Se siente diferente, porque nosotros no tenemos el mismo practicable y siempre llegamos con la curiosidad de ver cómo hacemos la coreografía y demás. Pero, a pesar de todo, se siente bien, como tiene que ser”. Agrega que “llegamos a la competición con la intriga de no saber cómo nos va a salir la coreografía. Aunque antes era peor, porque entrenábamos en un tatami de kárate con muy poco grosor. Ahora al menos tenemos el practicable y los muelles que es lo que hace que rebote”. Sobre el éxito de Acroflyers, asegura que el secreto se encuentra en que “llegamos siempre con mucha ilusión y yo creo que eso ha sido lo que nos ha permitido avanzar tanto”. ra que “todo ha sido esfuerzo y trabajo, y estamos muy felices juntas. Entrenamos cuatro horas de lunes a viernes ahora en verano. Entrenamos duro cada día con el objetivo de mejorar nuestro trabajo”.
Sarah Hernández y Lidia Edmons también viajarán a Bulgaria para participar en el torneo internacional. En el campeonato nacional, ambas se alzaron con el tercer puesto en la categoría pre-júnior, consiguiendo de esa manera una medalla de bronce.
Sarah, con 17 años y a pun-
Su compañera, Lidia, practica este deporte con 12 años y, a pesar de la diferencia de edad, ambas están de acuerdo en que se compenetran a la perfección y en que confían plenamente la una en la otra, lo que les hace trabajar mejor y obtener buenos resultados. Lidia explica que “me encanta entrar y sentirme feliz haciendo el trabajo”, y que, además, se siente “muy orgullosa” de todo lo que está consiguiendo el equipo. El éxito que están cosechando se debe, en gran medida, a los entrenamientos. Lidia nos cuenta que, junto a Andrea, entrenan cuatro horas cada día y explica que “el primer ejercicio es saltar a la comba, para luego comenzar con los de flexibilidad. A continuación, practicamos las figuras y por último hacemos todo lo que tiene que ver con el baile”.
Desde Acroflyers agradecen al Ayuntamiento de San Miguel de Abona, municipio que las acoge y donde se encuentran las instalaciones que les permiten entrenar cada día. Además, el club ha sido reconocido por sus logros, esfuerzo y dedicación diaria en la presidencia del Cabildo de Tenerife, donde fueron recibidos por su presidenta, Rosa Dávila, y la consejera de Deportes, Yolanda Moliné.