Especulaciones desde el aislamiento

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1er Semestre 2019 - Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica - Área de Teorías e Historias


PRESENTACIÓN


En el ámbito de la situación de emergencia global producto de la propagación de la enfermedad denominada COVID-19, la coordinación del Área de Teorías e Historias de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica invitó a la comunidad estudiantil de la Escuela de Arquitectura a participar en la primera convocatoria de la serie Especulaciones titulada Especulaciones desde el aislamiento. Desde 03 de abril y hasta el 30 de mayo se recibieron ejercicios de carácter explorativo y experimental. A través de diarios espaciales desde el aislamiento, storyboards, registros del espacio doméstico y del espacio individual, estudios sensoriales desde el aislamiento, diseño imaginativo de artefactos arquitectónicos relacionados con la higiene, la salud y las políticas y algunas propuestas fantasiosas. Trece estudiantes procuraron formular ejercicios que permitieran explorar y especular acerca de la capacidad de acción de la arquitectura en un escenario en el que el confinamiento obligó a trasladar algunas actividades al espacio digital. La participación de Óscar Ruiz-Schmidt y Paz Monge en función de curadores permitió la selección de cuatro propuestas, consideradas como las que más preguntas generaban: Escafandra para el concreto por Zetty Alonso Young, La mejor arquitectura es una ventana por Judith Obando Miranda, Ensamblaje de un espacio asumido: Modos de observar y ser observado en actos de aislamiento por Maximiliano Morales Quesada y Rituales: Espacio ceremonial imprevisto por Alejandro Quesada Víquez. El registro de la convocatoria pretende servir de insumo para estimular e informar discusiones acerca de la formación en arquitectura y las prácticas de diseño ante la realidad social, ambiental y sanitaria que atraviesa el planeta, a la fecha. Finalmente, cabe resaltar que el presente documento es resultado de un trabajo conjunto realizado por un grupo de estudiantes: Zetty Alonso Young, Diana Dávila Arias, Mónica Cerdas Jiménez, Jeremy Salazar Aguilar y Julio Matamoros Alberty, y el Área de Teorías e Historias de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica, coordinada por la Dra. Natalia Solano Meza.

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COMENTARIOS DE PAZ MONGE Y OSCAR RUIZ-SCHMIDT


Durante esta pandemia mundial, todos nuestros entornos cambiaron radicalmente. Nos vimos en un confinamiento nunca antes visto, donde fuimos aislados del exterior, y el interior se convirtió nuestra nueva normalidad. La convocatoria de Especulaciones desde el Aislamiento de parte del departamento de Teorías e Historias de la Facultad de Arquitectura resultó como un ejercicio muy provecho de traducción visual para estos posibles entornos. Todas las propuestas recibidas fueron una viva reflexión de un pensamiento que se reflejaba en su inmediato, en una imaginación alterna o en homenajes a lo que pudo ser. Desde su aislamiento, cada estudiante reinterpretó su entorno en base a otras conexiones con: movimientos y grupos arquitectónicos, la mundanidad, estructuras hogareñas y rutinas cotidianas o altamente personalizadas. La convocatoria se vio como un esfuerzo fuerte para los estudiantes de realmente especular y reinventar su pensamiento. Algunos buscaron la necesidad de especular en sus entornos más cercanos, como el domicilio, sus familias. Otros recurren a fragmentos de memorias, pensamientos e historia de espacios arquitectónicos. El sentimiento general de todas las propuestas ponía en observación y pensamiento la idea de aislamiento como objeto, que transfiguraba en un plano personal o analítico. Un aspecto muy interesante como factor común de la mayoría de las propuestas fue la gran entrega y detalle a la estética de la imagen de dicha traducción visual–de la especulación textual o ideal a un vocabulario visual. Con matices modernistas, futuristas o ambientes tropicales, las imágenes lograron enmarcar el aislamiento en una dimensión justa para que la especulación se convirtiera en una posible realidad. Con posibilidades infinitas, el paisaje compuesto por estas propuestas crea ventanas de visualización ante diferentes momentos de especulación y claridad mental. La traducción y aplicación de estas propuestas hacia otras áreas y disciplinas artísticas o históricas muestra una visión amplia de cómo la arquitectura se logra permear en todo tipo de especulaciones, y el vasto manejo de referencias conectadas entre estas disciplinas. El aislamiento, y las diferentes posibilidades de creación proveniente de él, nos fuerza a acoplarnos en una auto-reflexión crítica de nuestros entornos, rituales, intereses y capacidades de entender un mundo que especulamos ver. En palabras del estudio radical italiano, Superstudio: la arquitectura se convierte en un objeto cerrado e inmóvil, que guía a ningún lado otro lado, pero a sí mismo y al uso de la razón. Esta misma dinámica resuena en un espacio de aislamiento: como estos pensamientos en confinamiento y especulaciones son trazos de nosotros mismos y nuestras séquelas de memorias, ideas, alrededores y rutinas

Paz Monge Curadora independiente Master of Arts, University College London

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__DETENER_CONSERVAR_PROTEGER__ El aislamiento llegó abruptamente a modificar todo lo que conocíamos. La primera acción fue detener. Con la pausa, el suspenso. La sensación de una gravedad desactivada y las cosas que antes eran importantes, ahora todas flotan. Especular se ha convertido en una práctica cotidiana que nos da a veces sanidad mental, a veces lo contrario. La normalidad que conocíamos dejó de serlo y las estructuras que nos contienen se reconfiguran día con día.

DOUBLE DOUBLE, TOIL AND TROUBLE. Las propuestas reunidas por la convocatoria se desplazan entre diversas dinámicas de observación. Gabriela Gamboa se refiere al espacio doméstico entendido como “una caja con un embudo que se observa desde afuera”. Sugiere considerar el techo como un espacio de interés, en el que potencialmente se pueden colocar dispositivos que capturen nuestra atención, ya sea para entretenimiento o decoración. Maximiliano Morales enumera componentes tales como la pausa, el ángulo, el enfoque, el objeto, el sonido, el plano, la luz, la silla, el reflejo, las distancias, lo oscuro o lo nulo y lo propio en espejo. Estos elementos son potenciales para armar y desarmar necesidades físicas en el confinamiento o propiciar especies de escondites dentro de la domesticidad. Julio Matamoros afirma que habitar representa un continuo intercambio entre nuestras costumbres y necesidades que en la nueva configuración, confrontan la vida doméstica con la vida laboral. Si tuviéramos espacios que pudieran desdoblarse, replegarse y/o cerrarse, podríamos activar o desactivar el descanso de la actividad, incluso buscando aislarse de los otros miembros de la “burbuja” en la que vivimos. ¿Cómo nos permiten las escaleras accesar estas necesidades?

LIKE A STAMP TO A LETTER, WE, STICK TOGETHER. Las fiestas de zoompleaños son normales. Celebramos las uniones y la posibilidad de casarnos con quien queramos con una fiesta de zoompromiso para comunicar nuevas alianzas. El fervor religioso de quienes encuentran confort en la fe encuentra nuevas posibilidades en la propuesta de Alejandro Quesada. Posicionarse como observador, registrar los eventos como un funeral, la pascua, o la ceremonia dominical y conferir al espacio doméstico la solemnidad y reflexión que merece la liturgia o el rito. En su dinámica, se dispone de pantallas y objetos electrónicos del hogar para resemantizar el espacio espiritual.

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OUTSIDE, LOOKING IN. Cada mañana me despierto a revisar cuales de mis plantas tienen brotes nuevos. El confinamiento me ha hecho priorizar este tipo de registro sobre otros. La promesa de que la luz que entra por la ventana, extiende la vida. En esta línea, Judith Obando afirma que la ventana es la mejor arquitectura. En ella y desde ella se recortan fragmentos del día, la luz ingresa e inunda nuestros espacios internos. Jose Picado propone reconsiderar los elementos internos como parte de un entorno tropical. En este contexto, ¿pueden materiales como el césped y las plantas de un jardín tropical controlar y disminuir la propagación de un virus?.

PROTECT ME FROM WHAT I WANT. La piel de las manos resentida con el exceso de productos y de agua. Separamos lo sano de lo enfermo. Cuidamos a los enfermos para reintegrarlos. Portamos mascarillas como símbolo de solidaridad y como escudo. Mariela Vargas propone un módulo habitacional de emergencia. Una estructura se despliega para contener, albergar, proteger y preservar. Coincide con Daniel Quirós en su planeamiento de rutas de personas infectadas a través de ductos y conductos separados, o con Esteban Barrantes quien en un futuro distópico ubica a los sobrevivientes de la pandemia, quienes viven en plácido confort gracias a un implante neural, en celdas flotantes que son espacios seguros, a modo de mini arcas de Noé. Mientras muchos hablan de volver a la “normalidad”, aquí, especulamos para existir.

Oscar Ruiz-Schmidt Director creativo y diseñador, Obra Gris Master of Arts (M.A), Kunsthochschule Berlin Weissensee

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PROPUESTAS SELECCIONADAS


Escafandra para el concreto Zetty Alonso Young La arquitectura que aclama por darle espacios para habitar a los cuerpos se ve comprometida con la barrera generada ante estos, que se convierte a su vez en el primer espacio que habitan. Espacio que se construye y deconstruye en escasos milímetros, uno que aplica en donde la arquitectura se limita y que parece cuestionarnos así su posición, sus fundamentos y sus intenciones, pues reafirma la lejanía entre el cuerpo y lo edificado. Es cambiable, maleable y todo lo flexible que la arquitectura no alcanza, es por eso que el primer espacio que habitamos se mueve con el cuerpo porque ese espacio lo vestimos. En su concepción cumple con el manejo de proporciones, texturas, volúmenes, además cumple con el sitio o la temporada climática que afronta y bajo esas afirmaciones no se aleja del todo de la manera en que pensamos arquitectura, además cumple con el movimiento, algo con lo que la arquitectura queda rezagada, limitada a su ejercicio político en un territorio permanente y resignada a la inmediatez de su sitio. Vestir es también un acto político, la facilidad con la que se pueden dejar discursos y cambiarlos a diario a partir de este acto es considerable dentro de las prácticas del ejercicio de nuestra profesión. Esta primera capa material siempre ha estado incluida en nuestros espacios pero ha sido negada o tratada de maneras superficiales al punto de no ser contemplada en su repercusión espacial, nuestra única aproximación fue una variable climática asignada a un sistema que otorgaba colores para ver qué tan bien manejamos el clothing. Esos escasos milímetros tratados superficialmente nunca limitaron los deseos de la arquitectura hasta ahora. Sin importar quién haya diseñado, aún más si celebramos a los star architects, hoy en día todo espacio puede considerarse inhabitable, la ironía apremia pues no existe espacio que no comparta el aire que se volvió crítico para el cuerpo humano. Bajo esta preocupación de la inhabitabilidad de la arquitectura se plantea esta serie de imágenes todavía inconclusas de objetos célebres, pero como un indicio de esta nueva y necesaria forma de vivir los espacios. Esa primera capa material que no contemplamos ocupa hoy en día resguardar las partes del cuerpo que mantienen los sentidos, y es ahí donde una arquitectura que quiso siempre cumplirle a estos se ve por primera vez cuestionada al abandonar los últimos milímetros que tocan el cuerpo. Se adopta el nombre de escafandra1 para el ejercicio, que es el término para designar los trajes de cuerpo completo que protegen ante condiciones inhabitables (que han estado históricamente atados a espacios que transgreden presiones soportables para el ser humano), con la idea de entender que esta protección nos priva ahora de las conocidas formas de estar y relacionarse con la arquitectura, no debería entonces volver a quedar fuera del ejercicio del diseño de nuestros espacios, y podríamos incluso preguntarnos al observar limitaciones de la arquitectura logradas en el vestir, que al pensar y repensar los espacios con esta nueva capa material, o aprender de esta, pueda sin duda cuestionar y ampliar los límites del espacio disciplinar. ___________________________________________________________________ 1

Término utilizado por primera vez por el francés Jean-Baptiste de La Chapelle en su libro Tratado de la construcción teórica y práctica de la escafandra o barco del hombre, 1775, donde proponía un traje de corcho para militares con el fin de que pudieran flotar. Scaphandre en francés, que proviene del griego skaphe (barca) y andros (hombre). El término y la idea se popularizaron al punto de que el mismo Leonardo Da Vinci realizó sus propuestas de escafandras.

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Un baĂąo en las termas. Fotomontaje a partir de la fotografĂ­a de Fernando Guerra en las Termas de Vals de Peter Zumthor, 1993-1996.

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Tomando el sol en Calpe Fotomontaje de La Muralla Roja, Proyecto habitacional del arquitecto Ricardo Bofill, Calpe, España, 1973.

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Un día por París Fotomontaje del Centre Pompidou Arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers, París, Francia, 1977.

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La mejor arquitectura es una ventana Judith Obando Miranda Al ser el día 75 de confinamiento en Costa Rica, dictado desde el 16 de marzo por parte de las entidades rectoras de salud, a causa de la pandemia global COVID-19. El país y la ciudadanía experimentó cambios en los modos de vida y formas de relacionarnos. Entró en juego el “distanciamiento social” como estrategia de contención para mitigar la propagación del virus, como efecto colateral trajo consigo el acatamiento inmediato de empresas en delegar el Teletrabajo, la suspensión del curso lectivo de escuelas y centros de formación superior, con el fin de “permanecer en casa” y salir lo estrictamente necesario. Ahora todos estábamos de nuevo en casa, realizando parte de las actividades que realizábamos afuera de ella, en medio del bullicio de una casa donde se cocina más, los perros ladran, acompañado de artefactos domésticos como la aspiradora, podadora, licuadora de fondo en medio de las videoconferencias. De pronto era normal sintonizar religiosamente la conferencia de prensa a partir de la 1:00 pm y observar el exterior a través de la ventana, a modo de respiro, de distracción. La Ventana elemento fundamental en la arquitectura, que más allá de su función intrínseca de dar confort climático, iluminación, protagonista en la relación interior- exterior. Muchas veces son colocadas por cumplir con permisos de construcción, o meramente dotar de luz, son muchas veces colocadas al azar según el “aquí podrir ir una ventana”, poco se piensa en el ESPACIO VENTANA. En esa área cóncava del muro, en estos momentos se convierte en un espacio preciado, que me permite conectarme con el otro, con el exterior, con otros seres vivos. Sin darnos cuenta teníamos una ventana favorita, de pronto fotografiábamos el atardecer que el cielo dispone cada día, a pesar de que se observe desde la misma ventana. Para este relato de confinamiento desde la ventana, se planteó mediante la consulta a un grupo de aproximadamente 20 personas, en diferentes lugares entre ellos: Heredia, San José, Puntarenas y un participante que se encuentra atrapado en Chile. Los participantes de edades entre 25-65 años, por tanto, en el grupo hay pensionados, amas de casa, personas en condición de teletrabajo y estudiantes. Se les propuso compartir una fotografía de la ventana con la que han tenido mayor relación desde que inicio el confinamiento. La respuesta fue sumamente rápida. De la misma forma llegaron las conclusiones que son duda marcan una pauta en la forma de cómo estamos proyectando el espacio y la forma que el mismo es vivenciado. Las ventanas de la planta baja son las de mayor predilección, en específico las de la cocina. Las ventanas de la sala a modo de vestíbulo, espacio predilecto para trabajar, no hay relación directa. Las de los dormitorios se convierten es ese espacio de retrospección, donde es meramente para la observación las mismas se encuentran a una altura superior a 1m, para observar desde la cama o una silla, con una temporalidad muy marcada. Este experimento me acerco a la reflexión de que la ventana es la mejor arquitectura. 12


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Ensamblaje de un espacio asumido: Modos de observar y ser observado en actos de aislamiento Maximiliano Morales Quesada Contenido: Reservados en el acto del aislamiento, nuestros paisajes imaginativos se encapsulan por arquetipos ya vivenciados. El cómo se llevan a cabo en el registro del espacio ajeno, se vuelve un ensamblaje único de cada quién, a partir de referencias estéticas auspiciadas por otros canales. Es entonces, donde estas formas de imaginar serán moldeadas por otros caminos ante la distorsión de la realidad. Nuestra envoltura doméstica se rompe y despierta el instinto por escenificarla frente a la apertura del escrutinio; desplegando un manual de lectura para el otro. Esta apertura, hacia nuevos medios de interacción social, reduce nuestro espacio al fragmento disperso en un distanciamiento desconocido. Es en donde, la invalidez del espacio arquitectónico como herramienta de contención ante lo externo, abre paso a la interpretación ajena de lo que solo era nuestro. Por lo tanto, aún sin la existencia de una revisión crítica desde la arquitectura, el acto de interpretación o de traducción se convierte en principio fundamental, para la puesta en marcha, de esta primera reflexión. Componentes tales como la pausa, el ángulo, el enfoque, el objeto, el objeto en común, el sonido, el plano, la luz, la silla, el reflejo, las distancias, lo oscuro o lo nulo y lo propio en espejo, permitirá dejar de lado al individuo para la construcción de métodos de ensamblaje en espacios desconocidos. A continuación, este primer ejemplar, pondrá en observación al fragmento de un objeto arquitectónico y su potencial como medio de extracción informacional. Por ende, este espacio contactado a la distancia, será recurso para mapear la posible ubicación de un sujeto desaparecido de la conversación. A manera que, la reflexión de este ensamble final, quedará como itinerario del espacio percibido sin sentido alguno, hasta entonces, sea determinado su uso específico. Fin de la descripción.

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Rituales: Espacio ceremonial imprevisto Alejandro Quesada Víquez Espacio ceremonial imprevisto (i) Para Mariza Peirano, los rituales como cualquier evento son vulnerables al azar y la imponderabilidad pero no están desprovistos de estructura y propósito. Este propósito es más visible si el ojo de quien observa ha sido “entrenado” en los rituales, por lo que se convierten de alguna manera en una escuela o un aprendizaje. Ante la pandemia ocasionada por la enfermedad COVID-19, las ceremonias asociadas a la Semana Santa del 2020 fueron canceladas y en ciertos grupos se adaptaron al espacio doméstico y virtual. Desde la perspectiva de Peirano, quise plantear una observación a este momento específico de la historia y hacia actividades que tienen un papel fundamental en mi familia cada año. Estas actividades implican una intensa preparación en la cual participa toda la familia; pero siempre es llevada a cabo en el templo, con su espacialidad, símbolos y objetos tradicionales. Este año, por primera vez ninguna de estas ceremonias fueron celebradas normalmente. La Pascua, como eje del cristianismo; el aniversario del fallecimiento de un ser querido, las incertidumbres generadas por la pandemia y la ansiedad del aislamiento se convierten en rituales (tradicionales o no) estructurados e incorporados al espacio doméstico. Ante estos rituales quise posicionarse como observador “entrenado”, registrando los eventos, el espacio transformado, las herramientas virtuales, los símbolos y objetos involucrados; pero también como partícipe activo representando los recuerdos y las emociones evocadas.

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Espacio ceremonial imaginado (ii) Mariza Peirano también señala que los rituales simplemente replican, repiten, enfatizan, exageran o acentúan lo que ya es habitual. A partir de la observación registrada en el video, quise plantear una serie de escenas imaginadas del espacio litúrgico inscrito dentro del espacio doméstico, rescatando y exagerando estos aspectos que son comunes o transversales a las ceremonias experimentadas durante la Semana Santa del 2020. Un artefacto imaginario, inspirado en los trípticos del arte católico de los siglos XV y XVI; condensa estos aspectos observados que dan estructura y significado al ritual. La liturgia como tal, puede adaptarse al espacio doméstico considerando que estos rituales no dependen de un espacio arquitectónico determinado, sino de objetos y transformaciones. Se destaca por ejemplo, la necesidad de cubrir (con manteles) o “envolver” el espacio para dotarlo de una nueva solemnidad; la cual es reforzada con imágenes e iconos que dan cuentas de la doctrina y la tradición religiosa. Los objetos como tal, tienen un sentido tanto funcional como simbólico; en donde la Biblia y los libros son la guía para la actividad pero también portadores de la Palabra. El fuego como símbolo de la luz, las flores como símbolo de la belleza, las palmas como símbolo de la victoria o la resurrección, etc. Además, este mundo ritual imaginado se apoya en la tecnología y la virtualidad para reproducir imágenes, seguir transmisiones, reunirse con los miembros de la familia, y complementar las celebraciones. * * * Más allá de una propuesta de diseño, entiendo estas imágenes como un medio para representar lo que considero bello, mis experiencias como ser humano y como habitante de un entorno católico; así como un ritual también para canalizar las emociones, la memoria y el duelo.

Peirano, M. (2006). Temas ou teorias? O estatuto das noções de ritual e de performance. Série Antropologia, 398, 1-8.

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PROPUESTAS PRESENTADAS


MADC 2022 Irena Fonseca Alvarado Para esta convocatoria inicié a partir de dos preguntas, luego de la pandemia, ¿Cómo cambiará la superficie arquitectónica? ¿Qué va a pasar con el arte, los espacios culturales y museos? Me topé con noticias un tanto alarmantes: “Nearly 13% of museums around the world may never reopen,” UNESCO and ICOM said in a joint statement, saying those in poorer countries faced a greater risk.”1 Tal vez existan posibilidades de una arquitectura inventiva e innovadora en el norte global, la cual ayude a los museos ha ajustarse a las nuevas normas sanitarias post-pandemia, pero ¿cómo será la adaptabilidad, o supervivencia, de los museos y/o demás espacios artísticos en los contextos latinoamericanos, donde no existen presupuestos seguros para la actualización de la infraestructura? Propongo un escenario, una historia, como método para explorar una posible condición futura de la superficie arquitectónica, específicamente en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC). Busco generar cuestionamientos más que respuestas. Creo que es posible ver más claramente a la arquitectura cuando se tienen ojos críticos e incluso un tanto pesimistas. Este escenario se compone de un nuevo régimen: se trata de un régimen de jerarquización del contacto, de la cercanía, de la visibilidad y de la superficie. En este régimen las personas son clasificadas y jerarquizadas según su estatus socio-biológico. Existen tres zonas: La Zona 1 (Z-1) acepta a las personas con mayor estatus socio-biológico, es permitido el contacto, el tránsito lento, la conversación pausada y la cercanía con las obras de arte. La Zona 2 (Z-2) impone un tránsito rápido, el uso de equipo de protección y el observar las obras a través de una nueva y transparente superficie arquitectónica. La Zona 3 (Z-3) queda incluso fuera del mapa, las personas de esta condición son privadas del contacto y tránsito por el espacio del museo, su medio de acceso es por medio de una virtualidad remota. En medio de las salas del museo, entre los diversos cuerpos, la arquitectura serpentea generando nuevas barreras, la transparencia de su superficie decide quién puede ver la creación artística con claridad y quien no. El recorrido del museo se fragmenta en una multiplicidad de experiencias sensoriales. La arquitectura se desmaterializa de distintas maneras, y en varias capas: mientras los pasaportes poderosos gozan del contacto con las obras de arte, la virtualidad se convierte en la única oportunidad para los cuerpos con menos poder de acercarse remotamente a la experiencia que se les niega. Quise plantear este escenario como una historia, por lo que las imágenes generadas se visualizan como recursos narrativos donde diversas superficies, cuerpos y objetos son ensamblados y luego fotografiados, para intentar crear múltiples maneras de narrar, visualmente, este escenario hipotético. ___________________________________________________________________ 1

Casert, Raf. “UN Agency Warns Pandemic Could Kill 1 in 8 Museums Worldwide.” AP NEWS. Associated Press, Mayo 19, 2020. https://apnews.com/64aef9a9f98dbb5ff20df60da8914cd6?fbclid=IwAR3ZE_bPCQyo3ZGy rTqc4_p7bWylb5F3yRfwvNizHfVgqUVRVv5My-rlbM8

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¿Cuál será el futuro de los museos y de la superficie arquitectónica?

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Quiebre Mónica Cerdas Jiménez

Luego de semanas de confinamiento el espacio doméstico ha tenido que adaptarse a sus nuevos usos y a sus nuevos ocupantes. De espacios vacíos a espacios revividos, en lo que suceden un sin fin de actividades con una frecuencia desmedida. Cambios constantes, ajustes y desajustes.

Interiores en los que nadie está aislado, en los que el espacio se vuelve impersonal el convivir invasivo. Espacios de todos y de nadie. Límites transgredidos, cuerpos en desequilibrio. ¿Podría alguno perder la cordura?

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A medio decir. Cinco imágenes para especular Juan Leiva Ramírez El aislamiento social que enfrentamos como en pretexto para especular. Los días de restricción sanitaria me han permitido reflexionar sobre las imágenes que producimos. ¿porque producimos? ¿por qué las imágenes se someten a la idea de producción? Es quizás esa asociación naturalizada de las imágenes con un producto: resuelto, definido, claro, legible y didáctico (por mencionar algunos de los argumentos con que se suelen califican y someter las imágenes desde las revisiones de taller en la escuela), la cual motiva estas exploraciones. Existe además una urgencia por generarlas y entenderlas con total certeza, es aquí donde la imagen es concebida como mera ilustración y se elimina su condición de potencia, investigación y proceso. Es, en estos casos, todo superficie, se reduce su capacidad imaginativa, intuitiva y todo se vuelve proximidad, un estado seguro de la imagen donde la estabilidad pesa sobre la ficción. La afición por el entenderlo todo que amarra: a la imagen, sistemas de representación y a las prácticas espaciales, por mencionar algunas. Sobre especular, me interesa esta palabra en su sentido más inicial en donde especular es mirar desde el espejo. Detenerse en este fenómeno de la reflexión es dar espacio a la seudo realidad, a la imagen proyectada de forma invertida. Es en esta acción que las imágenes permiten formular y reformular pensar sobre lo pensado y da valor a las relaciones que se producen más que la imagen en sí misma como una cosa delimitada, fija y estática. Dar espacio a las connotaciones. Especular nos permite tener acción ante las imágenes, es decir: dada la imagen nos permitimos ser más que espectadores, podemos establecer un sitio desde donde decidir qué posición tomar frente a ellas. Se elimina la función dictatorial de las imágenes con la cual nos reducimos a la simple descripción. La especulación cuestiona, desde mi parecer, a la imagen obligada a decirlo todo. Da espacio a la confusión, a la creación de agujeros. Estas cinco imágenes son un intento por explorar dimensiones inconclusas de la representación y la elaboración de pensamiento asociado a prácticas espaciales. A medio decir, es dar espacio a la imaginación, interés en lo no resuelto. Permitirse en el ejercicio de la grafía la posibilidad de segundos mensajes. Estas exploraciones más que descifra, disfrazan, en donde el espacio representado no es algo dado donde todo está decidido, al contrario, es un sitio donde se puede intervenir, donde exista un diálogo. Además de dar pie a las siguientes preguntas, ¿para qué hacemos imagines? ¿Cómo se vinculan las imágenes con las prácticas espaciales? ¿qué hemos entendido por representación? De momento detenerse, desaparecer y aparecer, seducir y dejarse seducir son acciones que valen la pena experimentar en el ejercicio de la representación, frente la imagen y frente a pensar el espacio.

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HABITAR - TRABAJAR - CONSTRUIR Julio Matamoros Alberty Especulaciones desde el aislamiento, reflexión acerca del trabajo en el espacio doméstico y sus implicaciones. “Sobre todo hoy considerando que el futuro actúa como un dispositivo que hace intangible el presente.”1 El siguiente ejercicio busca reflexionar en torno a las ideas de habitar, trabajar y construir,durante el aislamiento social consecuencia del virus Covid-19. Se utilizan dos textos como base de este trabajo: Construir y Habitar, Conferencia en la Facoltà di Architettura - Sapienza Università di Roma por Giorgio Agamben, e Historia de las alcobas por Michelle Perrot. El proceso especulativo propuesto parte de la experiencia de cuatro estudiantes que cursan su último año en la carrera de arquitectura. Por esta razón se referirá a la idea de trabajar, desde una perspectiva tanto académica como personal. El concepto de habitar será entendido desde lo propuesto por Giorgio Agamben, quien propone que habitar “significa crear, conservar e intensificar hábitos de habitudes.”2 Habitar representa un continuo intercambio entre nuestras costumbres y necesidades, es la acción de que enmarca nuestros hábitos. Interesa el lugar que habitamos a raíz de sua cambio, ya que ahora también es el sitio de trabajo y esto significa confrontar la vida doméstica con la vida laboral. En cuanto al tercer elemento, construir, hace referencia a la elaboración de este ejercicio, cuya intención es discutir acerca del espacio en el que se trabaja dentro de la vivienda. La idea es registrar algunas ventajas y desventajas de mezclar la vida doméstica y el espacio de trabajo. Entendiendo que, para poder producir algún tipo de trabajo, a parte de tener las condiciones espaciales para hacerlo, también debemos tener las condiciones emocionales. Por ese motivo, se presentarán ciertas experiencias acerca de la realidad anímica de los entrevistados, consecuencia del aislamiento social. El ejercicio consiste en entrevistar a tres estudiantes de arquitectura. Sus relatos, sumado al personal, pretenden ser una compilación de ideas que describen cómo la pandemia ha afectado el desarrollo del trabajo producido y su percepción personal acerca del mismo. A partir de la narración de los entrevistados, se realizará un glosario, mediante el cual se registrarán una serie de vivencias de carácter personal, espacial y emocional. Los actores de esta epopeya del aposento,3 como diría Perrot, somos cuatro y protagonizamos a través de nuestras vivencias, la hazaña de mantenernos trabajando en medio del panorama contemporáneo.

1

Giorgio Agamben, “Construir y Habitar” (Roma: Facoltà di Architettura - Sapienza Università di Roma, 2018).

2

Agamben, ( 2018).

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Michelle Perrot, Historia de Las Alcobas, Siruela (Madrid, España, 2011).

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Les describiré las cuatro historias en paralelo, recalcando esos puntos comunes que nos acompañan y son directa o indirectamente consecuencia del espacio que utilizamos y las condiciones que esta pandemia nos presenta.

Glosario: – Los Puntos Comunes del Aislamiento Social – 1. Personal a. b. c. d.

Descanso. Desajuste en el horario de sueño. Trabajo. Confusión entre las horas de trabajo y las de descanso. Domesticidad. “Distracciones de la vida doméstica”, vida moderna ≠ vida doméstica. Vivienda. “Distracciones”, la vivienda como en espacio de relajación, dificultad para concentrarse.

2. Espacial a. b. c. d.

Patio. Un nuevo espacio de desahogo, antes en desuso. Trabajo. Conexión web determina en parte que espacios utilizamos. Oficina. Los espacios de trabajo múltiple, como la oficina, provoca distracciones. Alcoba. Trabajar en la alcoba es un constante recordatorio de la necesidad de trabajar y del descanso, resulta, en un estado de ambivalencia entre las dos actividades.

3. Emocional a. b. c. d.

Ejercicio. Estabilizador mental, ayuda a liberar presiones. Trabajo. Cambios en cuanto a las cargas de trabajo asignadas, cada vez hay más. Producción. Existe una necesidad de sentirse más productivo -presiones externas“Aprovechar la cuarentena.” Ánimo. Vacío, muchos días no hay ánimo para trabajar del todo.

Este catálogo es una muestra muy breve de algunas consideraciones que atañen a la idea de trabajar desde el espacio doméstico. Cada punto mostrado podría tener una reflexión en sí mismo, pero la intención era exponer algunas de las implicaciones de lo que parece ser una nueva forma de habitar, la cual está ahora condicionada por el trabajar, que parece dominar la escena doméstica y emocional. En particular, al construir este ejercicio y a partir de las ideas expuestas anteriormente, se podría considerar que trabajo desde el espacio doméstico, merece mayor atención desde los estudios en arquitectura.

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Observaciones aisladas María Gabriela Gamboa Alfaro Debido al aislamiento provocado por la pandemia de COVID-19, ciertas relaciones y necesidades, anteriormente segregadas, se han movido al espacio doméstico, al cual entenderé como una caja, y han reforzado los papeles de observador y observado. Primeramente, las relaciones de poder y control entre profesor-alumno y jefe-empleado se trasladan al medio digital ejercido ahora en el espacio doméstico, como un embudo por el que se observa desde afuera hacia el interior de la caja. Por otro lado, el anhelo de espacio abierto en el aislamiento se presenta como una ventana que abrimos para observar fuera de la caja. Y por último, la atención al entorno inmediato se convierte en nosotros observando el interior de la caja en la que nos encontramos. En primer lugar, el papel de observados lo vivimos por medio del control que se ejerce sobre la localización de los cuerpos en el espacio doméstico en casi todo momento, debido a la cancelación de clases presenciales y la urgencia de quedarse en casa. Por otro lado, la intromisión de las cámaras de computadoras o celulares que exponen el hogar a desconocidos mientras que antes este espacio era reservado a la esfera cercana de amigos o familia. En este mismo intercambio nos convertimos también en observadores, esta vez de quien esté al otro lado de la pantalla. Esto recalca la ausencia de espacios de privacidad y comunidad, que pueden ser escasos o auto excluyentes en casas pequeñas con varios habitantes. También, somos observados desde el ámbito laboral debido al requerimiento de realizar registros de tareas sumamente detallados que ejercen la vigilancia mediante el flujo de información. Mediante la especificación de tareas y tiempos, que se extienden al espacio doméstico que antes estaba libre de este control. Este traslado de prácticamente todas las acciones al medio doméstico nos convierte en observadores de otros y otras cosas. Por ejemplo, el anhelo de espacio abierto, que nos saque de las cuatro paredes y que nos conecte con el medio natural aunque se reduzca a la vista del cielo. De esta forma, al salir al jardín, terraza o balcón observamos, a otros o a cualquier objeto, y al mismo tiempo nos convertimos en sujetos de observación. Por último, otra forma de observar en el aislamiento pero que está menos relacionada con la vigilancia corresponde a los cielorrasos y paredes. Ya que tanto en la vivienda como en los hospitales, donde los pacientes permanecen acostados la mayor parte del tiempo, observamos los cielorrasos y paredes, y actualmente la mayoría constituyen planos o estructuras carentes de interés. Esta situación representa un potencial campo de acción para el interiorismo, la tecnología o la arquitectura, y podrían convertirse en lienzos por intervenir por dichos ámbitos, con el fin de romper la monotonía y estirar estas cuatro paredes.

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Módulo habitacional ante emergencia Mariela Vargas Abarca

Ante la situación de emergencia mundial con el Covid-19, entendemos que los grupos de migrantes han sido de los más perjudicados. Sabemos que cuando estos grupos son excluidos de los planes de emergencia nacional y servicios, todos estamos en mayor riesgo. Como respuesta a esta realidad, es importante una instalación de módulos temporales que sirvan como una cápsula de protección flexible, ligera, segura y fácil de armar. Es fundamental trabajar por la dignidad de estas personas y dar respuestas humanas a sus necesidades. Se plantea un módulo de emergencia que sea para ubicar en un equipamiento público que complemente para dar protección, acceso a servicios básicos, baños, energía, agua. Esto para evitar el riesgo de que se ubiquen en espacios públicos abiertos, y así generar una situación más digna. El módulo habitacional de emergencia consiste a simple vista en un mueble montado en una plataforma con ruedas. Cuando se abre se despliega una cubierta tipo toldo que se prensa en la base para cerrar totalmente o se puede mantener abierta. En el interior posee un espacio de almacenamiento y 2 paneles plegables, uno para descanso y otro para comer/trabajar. Estos paneles se pueden mantener cerrados si se requiere hacer otra actividad y tener la plataforma libre. En cuanto a su materialidad, consiste en paneles de madera, tubos metálicos, lona de tela resistente y plástico translúcido para permitir el paso de la luz. El módulo permite distintas configuraciones. Está pensado para una persona, pero si se ocupara albergar a más personas se puede adecuar para agregar una cama más, o en el caso de albergar cuatro, se pueden unir dos módulos y conectarlos. Si se necesita liberar espacio en el equipamiento para otra actividad, la flexibilidad del módulo permite cerrarlo rápidamente y rodarlo hacia algún área de almacenamiento. La propuesta puede ser utilizada también para una situación de emergencia posterior a sismo/terremoto o inundación en zona de habitación.

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Aislamiento selectivo Daniel Quiros Monge La pandemia del virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad Covid-19, ha puesto a la humanidad en una situación de aislamiento social como medida para prevenir nuevos focos de contagio de este virus. El confinamiento ha generado muchos sentimientos en las personas que lo están viviendo: la ansiedad se ha vuelto parte de sus días, si antes el desinfectar los productos después de adquirirlos en el supermercado era una señal de patología, ahora se ha convertido en algo normal. La incomodidad que genera el estar cerca de personas que no pertenecen a nuestro círculo social al salir de los hogares, la necesidad de tener que salir a disfrutar un poco el sol antes de perder la cordura al estar todo el día frente a la pantalla del móvil, el televisor o la computadora. El interior de nuestras casas se ha convertido en el nuevo lugar de socialización por defecto, donde tenemos nuestras reuniones vía virtual, nos reencontramos con nuestras familias o inclusiva con nosotros mismos. Este planteamiento nos hace pensar en qué está pasando afuera, o qué pasará cuando esta situación termine y se pueda volver a salir a las calles a realizar las actividades que normalmente llevábamos a cabo en el exterior. Desde un punto de vista de lo urbano y su vivencia, el cuestionamiento parte desde la idea de confort al estar fuera de nuestros espacios domésticos. Stephen Engblom, Vice presidente del AECOM Cities, en una conversación (vía Zoom1) con Peter Murray, presidente de New London Architecture, menciona que la base de una sana reactivación de los espacios urbanos dentro de las ciudades proviene de una sociedad generosa y unificada a nivel global. Con esto busca propiciar un acceso universal a los servicios de salud y los espacios de recreación a la mayoría de los habitantes de las ciudades. Esta especulación propone la forma en la que una ciudad podría llegar a ser generosa con una estrategia de aislamiento social selectivo y no basado en el confinamiento. Para esto se generan intervenciones en el espacio urbano, donde existe gran afluencia de personas. Para ello se implementan varias secciones de aislamiento con módulos de detección de síntomas, en este caso presentados por el Covid-19, y son aislados en nuevos flujos de personas. Estando la persona ya aislada, se dirige por medio del mismo conducto a puntos de atención de la enfermedad que se encuentran a lo largo del recorrido o bien a los centros de salud más cercanos, donde se les realizarán las pruebas correspondientes para confirmar el virus. De forma irónica esta estrategia busca mantener a las personas activas, desde sus medios de producción y capacidades de consumo, evitando la reclusión. Por otro lado, trata de brindar la atención médica necesario con un testeo de síntomas, de manera casi invasiva y obligatoria, a las personas que frecuentan estos flujos de movilidad peatonal. Evidencia también, la poca generosidad de las ciudades a sus habitantes. ___________________________________________________________________ 1

COVID-19 and the future of cities. Stephen Engblom y Peter Murray. 2020. https://www.youtube.com/watch?v=jYYAOAOWC0w&t=10s

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Ciudad de celdas flotantes Esteban Barrantes Jara Reluciente y orgullosa, la nueva ciudad flota a 900 m de altura sobre las ruinas de la civilización. El aislamiento total es la única manera de sobrevivir a un virus letal que se transmite por medio del aire y eliminó al 98% de la población humana. Esto es posible en la ciudad de las celdas flotantes, la cual, conformada por pequeñas celdas, se aleja del contexto contaminado, como un conjunto de islas en el cielo que aparenta superioridad, disimulando la retirada humana ante la naturaleza. Cada celda está configurada en forma cúbica (3.00m x 3.00m x3.00m). Las superficies internas funcionan como emisoras de imágenes, sonidos y olores hacia el interior; un proyector de escenarios y atmósferas individuales. Los escenarios proyectados responden a las necesidades físicas, emocionales y psicológicas de su habitante; reuniones sociales o familiares, sesiones de entrenamiento, retiros espirituales en las montañas o paseos por la costa, entre otros. Se complementa con un único mueble transmutable en el centro de la habitación, el cual conforta las necesidades y la postura de la persona, así como encarga de recibir los desechos y expulsarlos al exterior. Una red de transporte permite él envió de objetos y alimentos a domicilio conectado las celdas con las unidades productoras. Los ductos miden 0.90m x 0.90m de ancho y alto, y se expanden por todo el planeta. El estado de ánimo de los ciudadanos siempre es ideal, estos cuentan con un implante neural que refuerza la percepción de las proyecciones (permite incluso que su habitante pueda sentir cambios de texturas en las superficies proyectadas o el contacto simulado entre los habitantes de otras celdas); además elimina el riego a la depresión por aislamiento, así como el cuestionamiento sobre su realidad. Se ha alcanzado la plenitud de todos los habitantes que viven en estado de perpetua felicidad y seguridad; ignorando de la situación que se vive fuera de la ciudad. Este ejercicio refiere a el trabajo del grupo italiano Superstudio “Twelve Cautionary Tales for Christmas: Premonitions of the Mystical Rebirth of Urbanism” publicado en Architectural Design y en Casabella n361 en 1972; el cual narra las condiciones de "12 ciudades ideales” formulando una especie de contra-utopía que refleja circunstancias vividas en las ciudades del momento; al igual que en las actuales. Esta propuesta para la convocatoria “Especulaciones desde el aislamiento” busca reflejar las circunstancias en las que se desenvuelven algunas personas en el mundo en los tiempos del Covid-19, las cuales fácilmente pueden distraer de la realidad que viven las demás personas. Circunstancias que muchos no experimentamos más allá de las noticias, publicaciones en redes y comentarios, la ausencia de estas historias en nuestras burbujas no representa su existencia.

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Bendita maldita naturaleza José Daniel Picado García Mediante este ejercicio se pretende exponer una serie de reflexiones tanto breves como dispersas, en relación con la arquitectura y sus posibles campos de acción ante el estado actual de emergencia nacional, ocasionado por la propagación de la enfermedad denominada COVID–19. Las imágenes que se muestran en conjunto con el presente texto, son exploraciones que surgen como resultado de constantes observaciones que se realizan desde el inicio del periodo de cuarentena. A continuación, se presentan dos registros, en apariencia aislados: - 21/02/2020 Pese a que han pasado apenas algunos días desde que se confirmó el primer caso de COVID–19 en el país, ya el paisaje exterior comienza a exhibir una serie de condiciones particulares. Parques cerrados con cintas amarillas que exclaman “PRECAUCIÓN”, toldos de “Imperial” y “Pilsen” se ubican en las afueras de la clínica de Coronado y pocas personas transitan por las calles —algunas incluso portan guantes y mascarillas—, estas son parte de las nuevas cualidades que comienzan a caracterizar el exterior. - 11/05/2020 Salir constantemente me ha permitido desarrollar una especie de sensación continua de “sospecha”, específicamente con respecto a los objetos y las superficies en general. Por otra parte, luego de visitar distintos tipos de establecimientos en los últimos días, me he percatado de ciertas modificaciones que han sido realizadas en determinados espacios. Se advierten: marcas en el piso que indican la distancia adecuada entre personas, paneles transparentes que restringen la interacción entre individuos, así como áreas de limpieza y desinfección que se ubican en la entrada de los establecimientos. Con base en las condiciones que se advierten desde la primera hasta la última incursión en el exterior, surgen las siguientes interrogantes: ¿Cuáles condiciones permiten la proliferación de coronavirus como el SARS-coV-2, causante de la enfermedad denominada COVID–19? ¿Cómo se integran en el espacio doméstico aspectos como: “áreas de desinfección”, “distancias adecuadas” y “elementos para limitar el contacto”? ¿Cómo se trata desde la arquitectura —específicamente desde la doméstica— la negación y restricción del exterior? ¿Cómo incorporar algunos elementos característicos de un “entorno tropical” en el espacio doméstico? ¿Cuáles aspectos definen un diseño de paisaje interno-doméstico? ¿En cuáles materiales constructivos permanece vivo el SARS-coV-2 por más tiempo? ¿Cómo repercute en el diseño arquitectónico la restricción de ciertos materiales que propician la propagación de cierta clase de virus? ¿Pueden materiales como el césped y las plantas de un jardín tropical controlar y disminuir la propagación de este y demás virus? ¿Cómo se lidia con lo incierto de las condiciones? Al parecer, especulando…

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