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I Voluntariado
Donantes de oportunidades
Dos amigas invitan a donar libros para distribuirlos entre personas en situación de calle que, a través de la venta de los ejemplares, acceden a un ingreso. La idea ya se replica en varias ciudades del país.
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TEXTO CATALINA MÁRQUEZ
Preocupadas por el aumento de gente en situación de calle, Cecilia Gallo y Marina Peluffo, dos amigas de toda la vida, decidieron darle vida al proyecto Un libro por una oportunidad, con el propósito de dar una mano a quienes se encuentran atravesados por esta problemática. Los sin techo, muchas veces invisibles para la sociedad, han sido uno de los grupos más afectados por la pandemia.
“En mi barrio había un señor que vendía libros espectaculares a bajo precio y me llamó la atención. Cuando me acerqué, me contó que en su mayoría eran donaciones de vecinos”, relata Peluffo. Esa charla fue el puntapié inicial para empezar a juntar libros y ofrecerlos a las personas que están en situación de calle para que los puedan vender y, de esta manera, acceder a un ingreso. “El objetivo del proyecto es brindarles herramientas y ayudarlos a darse cuenta de que tienen capacidades para salir adelante”, agrega.
Inicialmente arrancaron con dos vendedores por la zona de Recoleta y a medida que se iba replicando la idea fueron ampliando la cantidad de puestos. Hoy cuentan con veintiocho situados en las calles de Buenos Aires, San Fernando, San Isidro y en la provincia de Salta. El secreto, admite una de sus creadoras, fue recibir libros en muy buen estado. “Por un lado se le da una oportunidad al vendedor de salir adelante y, por otro lado, es una oportunidad para el que compra, porque está accediendo a muy buenos libros y a precio accesible”, cuenta Gallo.
Cada vendedor tiene un padrino o madrina, una persona que se encarga de recibir las donaciones en su barrio, ayudan a los vendedores a mantener los puestos en orden y a organizar los libros. Tal es el caso de Nicolás Pinasco, vecino de Recoleta, que se sumó como padrino y tiene tres ahijados. Dos noches por semana recorre el barrio repartiendo comida y ahora invita a quienes viven en la calle a sumarse al proyecto.
“El primer compromiso como padrino es incentivar, no sólo a través de la entrega de libros, sino involucrándose en su persona, su realidad, sus necesidades, su vida”, afirma Pinasco. Además, señala que muchos de ellos vuelven a revincularse y a vivir con sus familias, mientras que, a otros, esta experiencia los motiva a conseguir nuevos empleos. A través de la cuenta de Instagram @unlibroxunaoportunidad, Marina y Cecilia coordinan las donaciones, los changuitos para poder trasladar los libros y reciben a quienes quieran sumarse como padrinos o madrinas.
CÓMO CONECTARSE Un Libro por una oportunidad:
Instagram:@unlibroxunaoportunidad