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CLAVELES Y GARDENIAS

Cuentos que SI son cuentos

CLAVELES Y GARDENIAS

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Jennifer. A. Castro. M

Has escuchado el mito de las flores, aquellas raíces que las unen a un terreno inmóvil, un amor separado por un destino arreglado, pero unido por una fortaleza divina que, hasta el inframundo lloró con aquel relato.

Alégrate nos volveremos a encontrar, ¡Quién eres!, gritó Bastián mientras en su rostro una lágrima caía cual perla pura, al sentir un vacío en su corazón realiza la misma rutina de siempre, pensando en aquellas palabras “Alégrate nos volveremos a encontrar…”, cuando de repente en aquel bosque espeso se encontró “ un hermoso humano que no lo era, parecía un ángel, al tener un rostro tan divino que se creía bendecido por los mismos dioses”, describió esto en su pensamiento, lo que no sabía era que aquella criatura divina era un ángel que sentía curiosidad por los humanos, Adriel era su nombre, y se atemorizó de ser castigado por tal falta de respeto hacia los dioses por encontrarse en un terreno impuro como era la Tierra, será ¿amor a primera vista?, se preguntó Bastián, ¿me parece haberlo conocido? exclamó aquel ángel, sin darse en cuenta se encontraban mirándose fijamente, una mirada que mostraba un amor melancólico no correspondido y una tristeza de la falta de un amor tan pulcro como una flor, sonriendo aquel ángel levantó su mirada que hace tal criatura en este bosque tan peligroso, el joven a darse en cuenta de su pregunta responde con una voz temerosa ¿Quién eres?, aquel ángel con una sonrisa burlona le dice – yo realice la primera pregunta. -pues- le contesta este muchacho necesito madera pronto se acercará el invierno y será malicioso pasar una noche con un frío abrumador no lo crees, Adriel al no entender que es el frío lo mira cual niño ansioso y pregunta -¿Qué es invierno?-, el joven algo anonadado mira aquellas alas tan divinas y se asombra

y pregunta, ¿Tú no eres humano cierto el ángel a ver tal pregunta le responde?, no lo notaste soy ángel mi nombre es Adriel.

Aquellas palabras le dieron vueltas la cabeza, y unos recuerdos atravesaron su corazón y su mente un hombre que al parecer era su amante, pero por que aparece esto, y unas lágrimas consumaron sus mejillas el ángel al intentar tocarlo sufrió lo mismo vio a un joven tan apuesto y cálido como el sol, y sus ojos se llenaron de lágrimas cuál caudal infinito, en aquel momento se dieron en cuenta que estaban destinados a estar juntos, sus encuentros se volvieron más frecuentes se entregaron en cuerpo y alma, se regocijaron con un manto tan puro y durmieron mostrándose como una pintura del pintor más famoso una pintura tan bella y perfecta el amor que ellos representaban, Bastián realiza una pregunta -¿tú sabes que los humanos no somos eternos cierto?- Bastián si lo sé y siempre lo he sabido he visto a muchos humanos a lo largo de mi vida eterna aunque acabo de comenzar, lo interrumpe Adriel entonces, sabes ¿que yo podré morir?, ¿sabes que no siempre podré acompañarte?, ¿sabrás que tendré una descendencia?, ¿sabrás que me casare?, aquel ángel con lágrimas en el rostro lo dice gritando-LO SÉ TODO- sé que no eres mío, sé que no te tendré para siempre, sé que la estúpida sociedad humana y divina odia a parejas como nosotros, ¡LO SÉ TODO!. Pero, entiéndeme no lo soporto no soy aquel ángel que sonríe siempre sé que jamás estaremos juntos en la eternidad, pero (lo abraza) déjame recordar este momento para siempre, Adriel prométeme algo dijo Bastián cuando no me quede fuerzas tú me visitaras y yo te diré algo muy importante, por ahora seamos felices, cambiando de tema quisieras acompañarme a un baile que se realizará serás mi acompañante y no me importa lo que diga este maldito pueblo solo me importas tú y quiero bailar aquella canción que para eternidad será nuestra con la que sellamos nuestro pacto de amor, Adriel secándose las lágrimas acepta y espero esa promesa con ansias.

El día tan esperado llegó el baile y la comida estaba deliciosa pero Adriel no tenía vista para nada más que su amado llevaba un traje de terciopelo de esos que son caros pero elegantes, sus

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cabellos brillaban cual metal precioso, sus miradas se cruzaron y no les importó más bailaron aquella danza sagrada que uniría sus almas eternamente y se fueron a casa del joven, hoy fueron delicados sus suaves labios color durazno besaron el cuello de aquel ángel que tenía una fragancia de rosas, tocó su escápula Bastián recalcó sabes que la escápula es lo que nos resta de las alas a los humanos, sonrieron y prosiguieron en lo suyo, aquella noche sus cuerpos y almas no solo se unieron se fortalecieron y quedaron marcadas con aquella muestra de amor “un beso”, la mañana siguiente la gente del pueblo golpeó la puerta de aquel joven lo apedreo por poseer un demonio seductor dentro de él, le exigieron que abandonara enseguida del pueblo, el joven sonriendo melancólicamente les pidió un favor “aquella persona que reposa en mis aposentos, déjenla no la toquen abandone de inmediato el pueblo permítanme ser libre, volar libre sin culpa”, los pobladores accedieron y él abandonó el pueblo en seguida pero a lado de aquel ángel una carta escribió “mi amor hacia ti es como un diamante hay que pulirlo demasiado para ver su pureza y belleza”.

Los años pasaron, aquel ángel buscaba a su amado. Bastián tuvo su familia y descendencia, muy pronto a la muerte. Aquel ángel lo encontró y el anciano lo que le supo decir fue rogué a los Dioses para permanecer a tu lado, la lluvia conmovió su reencuentro y sabes lo que dijeron nuestro amor será eterno como los claveles y gardenias eso será tu amor y mi amor serán estas preciadas flores la cuales representan el amor y la otra el respeto que tendremos, no importa lo lejos que estemos siempre seremos uno para el otro yo renaceré y tú siempre estarás a mi lado pero por ley humana moriré olvidando nuestra promesa, porque claro la recordé de mi vida pasada lo recordé todo, el ángel llorando ve morir a su amado en aquel lecho, Hades dios del inframundo al enterarse de la historia de un ángel y un humano, una lagrima calmó las almas del inframundo dando a aquel ángel una vida humana, y olvidando su eternidad para poder amar a aquel joven que conquistó su corazón y bailar aquella danza que se mantendrá hasta la eternidad, tales como las flores bellas pero cortas.

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