CULTURA
El rincón de los libros
JUAN ANTONIO FERNÁNDEZ RUBIO Doctor en literatura Universidad de Murcia fdezrubio.juan@gmail.com
En 1982, después de haber recibido el Premio Nacional de Poesía Vicente Alexandre, Pedro Guerrero Ruiz publicó en la Editorial Regional de Murcia el que (en sus palabras) es su mejor poemario: Poética del gesto. Engalanado con abstractas muestras pictóricas de acuarela y oleo de Vicente Ruiz, el lector se encuentra un abanico lírico que se abre con «Variantes de tres» (la pieza galardonada) y siete secciones que configuran el corpus poético: «Gesto permanente», «Variantes de la poética», «Gesto sacudido», «Ternura elemental», «Silencio sobre silencio», «Otros poemas» y «Epístolas». En estos apartados, duermen ochenta y ocho poemas de diverso aspecto formal, temático y musical, donde el poeta, quien siempre ha considerado a este elemento paralingüístico como discurso poético, recoge los recuerdos gestuales de su familia, amigos, personas que se fueron y otros de singular belleza interior y exterior para contemplarse a sí mismo y al mundo al que pertenece.
POEMA I Demasiado rosa en las mejillas y un cuidado excesivo en el perfil de los labios donde se oculta como una sombra estirada que rasga el azul intenso de los ojos donde hay miles de criaturas sin nombre arrastrando demasiada color que no está dicho en los siete pecados capitales.
POEMA II Quiero decirte algo a solas. Llevarte al survacío al norteazul natural sin la poesía. Algo hacia el silencio.
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POEMA III
Hay poetas que no escriben sino que se les oye sembrar con la palabra. Y a pesar del exilio y de la nostalgia siguen repitiéndose los ecos como esa historia no escrita sino que es cosecha de voz. La emoción inconfundible y reveladora de hace años cuando la muchedumbre se apresuraba limpiamente a defender la libertad y no había fonógrafos me recuerda a los poetas Emilio Masiá y Arturo Pasos Rompiendo el silencio establecido.