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Consumo responsable, Consumo sostenible // FEDERICO BUYOLO GARCÍA
Consumo responsable, Consumo sostenible
FEDERICO BUYOLO GARCÍA
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EX DIRECTOR GENERAL DEL ALTO COMISIONADO AGENDA 2030
Inauguramos un nuevo decenio. Diez años que han de estar protagonizados por la puesta en marcha de todas las acciones necesarias para acabar con la devastación del planeta, la desigualdad social. Un momento para construir juntos una nueva economía que genere prosperidad para todos en una sociedad inclusiva y un planeta saludable. El 29 de julio de 2019 llegamos al punto de “sobregiro del planeta” el momento donde hemos consumido todos los recursos que el planeta es capaz de generar en un año, el momento donde se demuestra claramente la insostenibilidad que nos ha llevado a consumir durante el año 2019 los recursos de 1,7 planetas, es decir, casi el doble. Desde el año 1973 venimos consumiendo más recursos naturales que el planeta es capaz de regenerar, tenemos te revertir esta situación.
Se calcula que en el mundo cada año un tercio de todos los alimentos producidos termina pudriéndose sin tan siquiera llegar a ser procesados o cocinados, un desperdicio alimenticio que equivale a un valor
superior a 1.000 millones de dólares. En una sociedad donde la oferta está por encima de la demanda, es necesario re-equilibrar esta situación, avanzar hacia un sistema sostenible donde el consumo y la producción responsable jueguen un papel predominante en una visión de largo recorrido.
La adopción de la Agenda 2030 por Naciones Unidas el 25 de septiembre del 2015 trata de integrar en una misma acción una visión social, económica y medioambiental que permita transformar el mundo que vivimos para que nadie quede atrás. Trabajar por la sostenibilidad supone trabajar por la personas y el planeta, por una prosperidad inclusiva construida desde la generación de alianzas para lograr la justicia social. Este camino no puede ser transitado ni solo desde una visión, ni por un solo actor, es necesario generar colaboraciones radicales que permitan transformar el mundo que vivimos desde la acción directa y con una visión de futuro.
MI PADRE ES EL MONTE.
Están las manzanas. Y después está Marlene®, hija de los Alpes. Su madre es la luz del sol, su padre el monte, su cuna el Alto Adige/Südtirol. Las dos mil horas de sol al año y las sensibles variaciones de temperatura entre el día y la noche aseguran el gusto único que Marlene® ofrece al paladar. Marlene® estará muy pronto en boca de todos; el porqué te lo dice ella misma en marlene.it marlene
En este sentido, el consumo y la producción han de entrelazarse en base a los mismos objetivos, una misma visión de sostenibilidad. Este comunión entre consumo y producción sostenible establecido en el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12 constituye un planteamiento sistémico que permite romper con el binomio crecimiento económico y usos masivo de recursos que genera más de un tercio de desperdicio alimenticio y altas cuotas de emisiones innecesarias de CO 2 naturales que actualmente vivimos. Por ello cuando hablamos de consumo y producción responsable estamos refiriéndonos a implementar un enfoque sistémico que tiene en cuenta las tres dimensiones de la sostenibilidad tanto en la producción como en el consumo.
El bienestar de las personas y de la sostenibilidad del planeta no puede estar sometido a una acumulación de bienes materiales que rompa el equilibrio social, económico y medioambiental. Este enfoque es igual de válido tanto para las empresas como para la ciudadanía y nos obliga a cambiar nuestros patrones de consumo así como de los procesos y prácticas utilizados en la producción.
Trabajar por la sostenibilidad supone trabajar por la personas y el planeta, por una prosperidad inclusiva construida desde la generación de alianzas para lograr la justicia social. Este camino no puede ser transitado ni solo desde una visión, ni por un solo actor, es necesario generar colaboraciones radicales que permitan transformar el mundo que vivimos desde la acción directa y con una visión de futuro
La buena noticia es que está en nuestras manos, que podemos hacerlo, que disponemos de los recursos necesarios y que nuestra calidad de vida con estas transformaciones no sólo no se merma sino que por el contrario se incrementa y mejora.
La Agenda 2030 nos aporta una visión compartida de un desarrollo que solo puede ser sostenible. Una acción que nos lleva a compartir los mismos valores con acciones diferenciadas para cada uno de los actores, pero que pone en nuestras manos la posibilidad de ser actores fundamentales de la transformación. En un mundo globalizado no podemos ser inmunes a las realidades que se viven en otras zonas, ser ajenos a un mundo de injusticia e insostenibilidad que nos afecta a todos, no podemos ser por acción u omisión participes de un consumo que nos empobrece a todos.
Estamos decididos a mejorar nuestra calidad de vida mediante nuestra acción de un consumo responsable para participar en la sostenibilidad el planeta. Consumir responsablemente es consumir sosteniblemente, está en nuestras manos.