Boletín del Jubileo, núm. 10-11

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Boletín del Jubileo de Juan Calvino 2009

Núm. 10-11 | México, D.F.-Barcelona, España | septiembre-octubre de 2009

El festejo continúa: en efecto, en los casi tres meses que restan, pero muy especialmente en octubre, tradicional mes de la Reforma Protestante, las celebraciones por el Jubileo continúan por todo el mundo. Especialmente en América Latina, se anuncian algunos eventos interesantes y originales, como en República Dominicana, Colombia, Perú y México. Pero también en otros países sigue viva la llama del análisis, el debate y la polémica. Aquí deseamos divulgar la intensidad de las conmemoraciones a finde que los y las lectores formen parte de las mismas, inmersos como estamos todos en la exigente cotidianidad. El año cerrará con muy buen ánimo.

comité editorial Iván Efraín Adame | Arturo Arce | Reinerio Arce | Alberto Arenas M. | Rubén Arjona Mejía | Mariano Ávila Arteaga | Bernabé Bautista | Carlos Capó | Carlos Curiel | Sergio Cárdenas T. | Leopoldo Cervantes-O. (coordinador) | Zwinglio M. Dias | Eva Domínguez Sosa | Jeremías Escalante V. | Rodolfo Espinosa Ceballos | Emmanuel Flores Rojas | Israel Flores Olmos | Eduardo Galasso Faria | Dan González Ortega | Hugo Gallardo Duarte | Silfrido Gordillo B. | Víctor Hernández R. | Amparo Lerín Cruz | Rubén Montelongo | Viridiana Moreno V. | Juan F. Muela | Joana Ortega | Salatiel Palomino López | José Luis Pérez Santiz | Lemuel Reyes Santos | Lidia Rodríguez | David Abdiel Rodríguez | Alberto F. Roldán | Ignacio Simal (maquetador de la revista) | Luis Vázquez Buenfil | José Luis Velazco M. | Pedro Zamora | Germán Zijlstra

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El reformador que desencarnó la encarnación Alain Besançon

Pocos franceses han dejado una huella duradera, visible y reconocida sobre la faz de la tierra. No hablo de quienes han lanzado una moda intelectual o artística, porque esos son muchos. Tampoco de quienes forman parte ya de los clásicos, como Montaigne, Pascal, Balzac, Cézanne y muchos otros. Pienso sólo en los que han empujado a una parte de la humanidad europea y la han desviado de su camino histórico habitual, que no han tenido la fuerza de imprimirle otra dirección. No veo más que dos: Rousseau, sin duda, que remodeló el siglo XIX y hasta el XX, pero aún más Calvino (10 de julio de 150927 de mayo de 1564). Incluso porque era extraordinario, no hubo sino hasta ahora en la colección más apareciada de clásicos franceses un volumen de Calvino. La obra completa de Rousseau se publicó hace tiempo. Lutero también tiene un volumen. He aquí, puies, que finalmente Calvino llega a la Pléyade (Œuvres [Obras]. Edición de Francis Higman y Bernard Roussel. París, Gallimard, 2009, 1432 pp.) Si es posible afirmar que sin Calvino la reforma luterana se habría quedado en una cuestión meramente alemana y más tarde podía haber sido reabsorbida. Después de toda la ofensiva católica, al inicio del siglo XVII se había restablecido ya la jerarquía en los puertos del Báltico, antes de la fulmínea contraofensiva sueca, patrocinada por Richelieu. Hubo aproximaciones por todo el siglo XVII. Bossuet y Leibniz lo soñaron, Bach no tuvo problemas para poner música a las misas. Nada parecido a los calvinistas, severamente separados, como por un muro. Fue sobre todo bajo la forma calvinista más que por la luterana que la Reforma avanzó en Polonia y Hungría. En Francia, el partido calvinista casi consiguió apoderarse del Estado monárquico, y a pesar de que la Noche de San Bartolomé lo decapitó, pudo sostener todavía una guerra de 30 años y no fue eliminado más. La fuerza del calvinismo consistió en haber difundido su modelo de cristianismo en las regiones más progresistas: Holanda, la parte más dinámica de Inglaterra, Escocia, y, sobre todo, en Estados Unidos. En Holanda, me decía un colega que la ha visitado ampliamente y ha escuchado al nuncio papal decir que el paisaje religioso se divide hoy en calvinistas protestantes, calvinistas católicos, calvinistas judíos y calvinistas libres pensadores. Tan profunda es la huella dejada por el reformador francés. No menciono la inmensa literatura dedicada a él. Quiero refutar alguno de los prejuicios más comunes. Dada la violencia en la polémica destada en su contra, no es inútil afirmar que Calvino es cristiano. Se adhirió plenamente a los Credos de Nicea y Constantinopla. Creía en una única Iglesia, santa, católica (aunque prefería decir universal) y apostólica. Creía en la Trinidad, el pecado original y, de manera actual, en la salvación a través de Jesucristo. Si bien él no quería que la Madre de Dios fuese objeto de la predicación, él la honraba y creía firmemente en su virginidad perpetua. Mantuvo dos sacramentos, el Bautismo y la Cena. Contrariamente a lo que se dice, creaía en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, aunque sin aceptar el concepto católico de la trasnustanciación. En materia dogmática, Calvino, de una generación más joven que Lutero, es un luterano, puro y simple. En Estrasburgo, en un ámbito reformado, adquirió su convicción definitiva, a la que se adhirió plenamente, sin cambiar nada, a los dos principios de la justificación por fe, (sólo la fe, sólo la gracia), y la soberanía de la Biblia (sólo la Escritura). Son dos principios que el concilio de Trento, demasiado tarde, desafortunadamente, ya que la ruptura ocurrió, reconoció que hubieran podido ser acogidos en la ortodoxia. Si hay un punto a partir del que se percibe mejor que Calvino se aleja de la tradición católica, y va hasta más lejano que Lutero, es su determinación iconoclasta que no imaginó pudiera ser a la raíz de una divergencia grave. No soportó el acervo acumulado en las iglesias de su tiempo, imágenes demasiado venerables, reliquias dudosas, en las que vio, no sin motivo, una recaída idolátrica. Pero haciendo profunda


limpieza en los templos y, al mismo tiempo, cortando en la espesura de las tradiciones dogmáticas, expulsando el vasto magma de las devociones populares, no creo que se haya dado cuenta de que alteró el dogma de la encarnación, que, sin embargo, no dejó de profesar sinceramente. Lo empujó hacia la abstracción, lo extenuó. Lo intelectualizó. Desencarnó la encarnación en pocas palabras. En la Institución de la Religión Cristiana lo expone de manera casi geométrica. Se insertó así en la gran corriente de la individualización de la relación con Dios, surgida a comienzos ddel siglo XIV, y que no ha dejado de afirmarse hasta hoy. Individualismo, relación personal, autónoma, con Dios, la sociedad, el Estado, la Ley: Calvino estuvo anticipadamente en sintonía con toda la modernidad. E incluso con la racionalización, aunque de ella lo separó una alta inspiración mística (cf. C.A. Keller, Calvin mystique, 2001). De mi parte creo que ésta es muy fuerte, aunque Calvino no hable de ella y la esconda lo más posible. Yo la percibo hasta en Kant. Lutero fue incapaz de fundar una verdadera Iglesia. No había encontrado la guía al principio. En su esperanza de hacer nacer una cristianidad más pura y más perfecta de aquella con la que rompió, creyó que el príncipe cristiano podía ser de ello el "obispo natural." Calvino no comparte esta ilusión. Él fundó un sistema eclesial penetrado en la sociedad civil y, al mismo tiempo, suficientemente independiente, sometido por un lado al magistrado legítimo, pero por el otro, capaz de tenerlo a distancia e influir sobre él. La organización calvinista es una creación genial. Es capaz de adaptarse a la monarquía, empujándola hacia la aceptación de la representación; al patriciado de las ciudades modernas, su ámbito preferido; a las repúblicas aristocráticas; a las repúblicas democráticas. Resiste ágilmente todos los cambios y las revoluciones de la modernidad. Su superioridad histórica —es decir, su eficacia— es patente, comparada con la rigidez autoritaria del mundo luterano. Y comparada, naturalmente, con la inmensa, la compleja, la antigua organización católica, extremadamente difícil de mover. En la doctrina calvinista hay un punto célebre, la predestinación. Supone que Dios asigna libremente a cada ser humano la salvación o la condenación, incluso antes del pecado original que lo tiene radicalmente corrompido y que le hace merecer, con todos los demás, en plena justicia, el castigo eterno. Doctrina que el propio Calvino juzgó como "dura‖. Pero hace falta entenderla, de parte del cristiano que se adhiere a ella, como un encomendarse con total confianza a Dios. Como un pleno abandono a la providencia divina. De modo que, una vez completado este paso supremo del acto de fe, el creyente siente y sabe formar parte de los predestinados a la salvación. Superada esta prueba, que puede compararse con la de Abraham al momento de sacrificar a su hijo, el o la persona calvinista, se siente en posesión de la salvación. Y se queda tranquilo. Ahora puede y debe ocuparse de la santificación del mundo a la que es llamado, con un sentimiento de gratitud debida y ferviente al Dios que lo ha salvado gratuitamente. Es una ocupación de tiempo completo que no deja demasiado espacio al arte o la especulación. Lutero confundió la justificación y la santificación, Calvino las distingue y pone una en función de la otra. La doctrina supralapsaria de la predestinación ("antes de la caída"), ha sido abandonada por la mayor parte de las comunidades de tradición calvinista, pero no del todo. La confortante certeza de la salvación (certitudo salutis) siempre está ahí. Regresando a la edición de La Pléyade: en la bibliografía noto que la única edición de las obras completas de Calvino fue publicada en Alemania entre 1863 y 1990, en no menos de 52 volúmenes. Los grandes reformadores no se pusieron en huelga. Otra edición en curso desde 1992 es de la ginebrina Droz. Las ediciones escogidas en francés no parecen numerosas ni amplias. Una decisión maravillosa. No se encuentra en la Pléyade el texto más clásico de Calvino, la Institución de la Religión Cristiana ni siquiera la de 1536 en latín —cuando Calvino tenía 26 años—, ni tampoco la de 1541 en francés. Calvino reelaboró la misma obra hasta su muerte. Las ediciones actuales, que no son críticas, se basan en la de 1560. Si La Pléyade no ha creído útil publicar el compendio canónico del


pensamiento calvinista, es, supongo, porque se puede encontrar fácilmente en otros lugares. Tampoco se incluye otro texto fundamental, el Catecismo de Ginebra, publicado en francés en 1542. El volumen, quizás más raro que tengo en mis manos, ha sido publicado en Sudáfrica, dónde se ha mantenido el calvinismo más riguroso. El interés de los editores, Francis Higman y Bernard Roussel, no parece estar centrado en la teología de Calvino, sino en su persona, su pensamiento, su vida y estilo. Su prefacio es un modelo de concisión y precisión. Ellos encontraron la manera de solucionar en pocas líneas el problema dejado por Max Weber. Ofrecen una interpretación convincente sobre la naturaleza del régimen ginebrino, no teocrático como se cree, puesto que los magistrados civiles mantuvieron el control. Sobre la presunta "maldad" de Calvino. Sobre la lengua y sobre la grafía adoptada en esta edición. Trung Tran da todas las explicaciones necesarias. Las notas abundantes, eruditas, necesarias, ocupan un tercio del volumen. La materia está subdividida así. Je n'ai pas cherché à plaire, (―No he tratado de gustar"), reúne las primeras cartas de Calvino, a Louis du Tillet, y en particular a Sadoleto, que da una idea de su formación y el surgimiento de su carácter en Picardía, así como de sus estudios de derecho en la universidad de Orléans. Sigue una selección de comentarios bíblicos. Calvino ha comentado incansablemente las Escrituras. Pronunció unos 250 sermones al año, de una hora, en su mayoría, explicaciones bíblicas. Sobre la doctrina: la Institución y el Catecismo son reemplazados por otros textos como el Pequeño tratado de la santa Cena, la Declaración para mantener la verdadera fe, la Breve resolución sobre los sacramentos. Calvino ha luchado en todos las frentes. Contra los papistas, sobre todo, pero también contra los nicodemiti (los que buscaban un compromiso con Roma) y contra los anabautistas. Esta fe es la ubicada en la llamada "reforma radical", la que prescinde de una organización a amplio rango de acción y de pastores ordenados regularmente. Los anabautistas fueron objeto de una caza despiadada en el siglo de la Reforma en la que participaron protestantes y católicos por igual. A pesar de estas matanzas espantosas, los hallamos hoy en plena forma en Estados Unidos, dónde su número supera ampliamente a los de otras denominaciones protestantes, calvinistas incluidos. Han conservado viva la lógica y la esencia del espíritu calvinista. El volumen acaba con los últimos escritos testamentarios de Calvino. Como se sabe, quiso ser enterrado de modo tan discreto y simple, al grado de que no se sabe dónde se encuentra exactamente su tumba en el cementerio de Ginebra. Cómo Moisés. El estudio sobre la lengua de Calvino ocupa un gran espacio en el volumen. Como debe ser. La he practicado un poco. He hecho un poco de esfuerzo en algunos tramos, pero luego he sido fascinado por esta lengua marmórea, atemporal. Luego de los principios, destejo exposiciones de Calvino en su Tratado contra los anabautistas: "Exponer y deducir distintamente las materias y con cierto orden, aclarar un punto después del otro. Sopesar bien y mirar de cerca las frases de la Escritura para extraer de ella el sentido verdadero y natural. Valerse de una sencillez y redondez de palabra que no esté lejana del lenguaje común. Yo trato de disponer en orden lo que digo, para obtener de ello una comprensión más clara y fácil". Fue una novedad. En su época, todos admiraron el estilo de Calvino, su "miel", aunque, para los católicos, fue una miel "envenenada". Lo que me abruma es que el programa retórico de Calvino precede y anuncia el programa metodológico de Descartes. Estamos en el mismo clima de pensamiento. Un clima francés bastante típico, o ante uno de los climas franceses. Rousseau, el otro autor decisivo, es de otro clima. © L'Osservatore Romano, 3 de julio de 2009 www.vatican.va/news_services/or/or_quo/cultura/150q05a1.html Versión de L.C.-O.


El Calvino desconocido… (Algunos apuntes sobre Juan Calvino antes del calvinismo) (fragmento) Zwinglio M. Dias* Conferencia presentada en el ciclo “"El pensamiento reformado en el contexto cultural actual" Toluca, Estado de México, 5 de septiembre de 2009 Toda la historia moderna occidental hubiera sido irreconociblemente distinta sin la perpetua influencia de Calvino. J.T. MCNEILL No es del todo fantasioso decir que, en un escenario menor pero con armas no menos formidables, Calvino hizo por la bourgeoisie del siglo XVI lo que Marx hizo por el proletariado del siglo XIX… R. H. TAWNEY

Introducción Dicen que Karl Marx, al leer un texto de presentación de lo que se reputaba como marxismo, se quedó muy frustrado y declaró que si aquello fuera marxismo, ¡él no sería jamás marxista! Esta anécdota ilustra muy bien el hecho de que casi siempre los seguidores o reducen o van más allá de aquel a quien dicen seguir o representar. Yo pienso que Calvino difícilmente se identificaría completamente con la mayoría de los ―calvinistas‖, incluso aquellos de las primeras horas, ya fuera porque hayan tergiversado aspectos importantes de su pensamiento o de sus propuestas, o porque no entendieron con claridad detalles significativos de su percepción global. Además, es importante subrayar que los rápidos cambios históricos, acaecidos por la introducción de novedosos conceptos teológicos y sus resultados prácticos en la reestructuración social de la iglesia y la sociedad ginebrina, fueron trasformando muy rápidamente la coyuntura socioeconómica y política de aquella ciudad-Estado. Y esto demandaba un esfuerzo permanente de ajuste de los conceptos o, si se quiere, de una permanente hermenéutica de la realidad a la luz de la Palabra de Dios. Es eso lo que explica la continua revisión de su texto teológico fundamental, la Institución, que alcanzó cinco diferentes ediciones, como la búsqueda continua de la interpretación de las Escrituras por medio de los comentarios bíblicos y su exposición pública cada semana. La Venèrable Compagnie des Pasteurs, más los laicos interesados, se reunían a cada viernes para los llamados ―Coloquios‖ de Ginebra, aunque su exacta designación fuera: ―Les Congregations‖. Dado que un elemento central de la teología de Calvino era el ejercicio de la fe, personal y explícita, con su incidencia en todas las dimensiones de la vida cotidiana, esto implicaba en la discusión permanente, a partir del texto bíblico, de las cuestiones de orden político, económico, social y personal, que involucraban la vida de los ciudadanos ginebrinos. Es decir, el ejercicio de aquello que, en términos actuales, llamamos de análisis del desarrollo de la coyuntura socioeconómica y política de tiempos en tiempos para evaluar la situación, detectar comportamientos desviantes, en el plan concreto de la vida, y corregir el rumbo del testimonio de la comunidad de fieles bajo la luz de la Palabra. Doctor en Teología por la Universidad de Hamburgo, Alemania. Coordinador y profesor del Programa de Posgrado en Ciencias de la Religión de la Universidad Federal de Juiz de Fora, Brasil. Pastor de la Iglesia Presbiteriana Unida de Brasil. Editor de la revista electrónica Tempo & Presença. *


Los tiempos eran muy duros. Había persecución, a raíz de los conflictos político-religiosos, por todos los lados. Roma era todavía bastante fuerte e aun disponía de mucho poder. Ginebra se transformó, rápidamente, en una ciudad-refugio para protestantes, humanistas y descontentos con las políticas de los gobiernos regionales y centrales aliados de la iglesia romana. Calvino mismo era un refugiado. Fue, pues, en medio a esa situación de inquietud, de incertidumbre, de ausencia de paz y tranquilidad, o sea, en una situación-límite, donde todo estaba por ser hecho, que Calvino desplegó su ingenio organizativo y normativo, revelándose un gran conductor de gentes. Organizó y dirigió la comunidad reformada de Ginebra durante 23 años, hasta su temprana muerte, y sólo pudo gozar de una cierta paz y tranquilidad en los últimos 10 años de su vida. Al leer sus textos y conocer sus, muchas veces, discutibles decisiones, uno tiene que tomar mucho en el trasfondo sobre el que tenía que moverse. Con eso no queremos disculparlo por sus exageraciones y equívocos, pero sí deseamos llamar la atención hacia el hecho de que estamos delante de un hombre en lucha permanente, cercado de enemigos, en plena batalla… Calvino como teólogo Es increíble pensar que fue en medio de una situación tan cambiante y confusa que este joven cristiano desarrolló un pensamiento ordenado y claro acerca de lo que debería ser la sociedad y, dentro de ella, la Iglesia. Así, en un tiempo de trasformaciones profundas que tocaban todas las dimensiones de la experiencia humana, el movimiento conducido por este joven francés de frágil apariencia ha consolidado algunas conquistas teológicas que tuvieron un enorme impacto en el desarrollo de todo el protestantismo posterior, dando forma a un ethos y a una visión de la sociedad humana que resuena hasta nuestros días y dejando señales indelebles en muchas culturas. Como ya señalamos anteriormente, el Dios de Calvino es el ―Totalmente Otro‖, distinto e imposible de ser aprehendido por los seres humanos. Creador de todo lo existente es radicalmente distinto y aparte de sus obras, de suerte que sólo por su soberana decisión sus creaturas le pueden tener acceso. Es un Dios que se revela actuando, moviéndose dinámicamente al interior de su creación. Si vamos a él es porque él ha venido primero a nosotros. Por lo tanto, es Él mismo quien provoca y suscita en nuestra experiencia la percepción y el sentimiento de su presencia en el mundo,. Solos, los seres humanos no tienen condiciones de acercarse de Él y acoger su gloria, aunque Él haya dejado vestigios o señales de su presencia en todo aquello que ha hecho. Pero los seres humanos no lo pueden reconocer hasta que El mismo se les revele. Como lo dice el mismo Calvino: ―Es verdad que su esencia es incomprensible, de tal suerte que su deidad transciende todo sentimiento humano; pero Él ha inscrito en cada una de sus obras ciertas notas y señales de su gloria tan claras y tan excelsas, que ninguno, por ignorante y rudo que sea, puede pretender ignorancia‖ (IRC I, v, 1). Basado en su profundo conocimiento de la literatura y de la filosofía clásica, así como del contenido de las Escrituras, Calvino va a dar énfasis en el carácter misericordioso, clemente y justo del Dios que se revela a Israel y, después, de modo muy significativo y ejemplar, en la persona de Jesucristo. Por su clemencia y misericordia él se empequeñece, se acomoda, se adapta a los límites de la criatura, para asumir la condición humana en el hombre Jesús que se vuelve, entonces, la revelación plena de su gloria y verdad. De ahí que, por causa de nuestras limitaciones de criaturas sólo podemos vislumbrar, de hecho, lo que Dios es en la persona de Jesucristo. Y esto bajo la unción del Espíritu y la gracia del Padre. Aquí Calvino hace eco a las formulaciones de Agustín en donde, a su vez, resuena la comprensión eclesiológica de Pablo.


Esta perspectiva sobre la soberanía de Dios que se revela al mundo y a los seres humanos lo hace colocar la majestad y la gloria divina como el centro de la vida de aquellos. Su intención era destacar la fragilidad y los límites de la condición humana, condenar la autocentralización de cada individuo y su hybris y, además, proveerle un espacio para su regeneración en cuanto criaturas de Dios. Como ha señalado Tawney: ―La redención… es obra no del mismo hombre, que en nada puede contribuir para ella, sino de un poder objetivo. El esfuerzo humano, las instituciones sociales, el mundo de la cultura, en la mejor de las hipótesis son irrelevantes para la salvación, y en la peor, perniciosos. Apartan al hombre de la verdadera meta de su existencia y fomentan la confianza en quien no la merece.‖ (Tawney: 1971, 114) De ahí que la Iglesia, la comunidad de los servidores de Dios sea entendida por él como la reunión de aquellos y aquellas que aman a Dios por encima de todas las cosas y, por eso, son capaces de sacar los ojos de encima de sí mismos y, mirando hacia Dios, ver, sentir y servir a sus semejantes. El desarrollo de la vita christiana es el gran objetivo de Calvino como teólogo y reconstructor de la iglesia. Para ello, volvió a la Escritura y a la vivencia de la comunidad cristiana en sus primeros momentos. Fundamentado en la experiencia y en la reflexión de los Padres, especialmente Agustín y Crisóstomo va rechazar y contradecir la especulación filosófica de corte aristotélico que desde el siglo XIII dominaba la teología romana a partir de la obra de Tomás de Aquino. Nunca miró la reflexión teológica como ciencia abstracta (scientia) sino como conocimiento de la fe, sabiduría (sapiencia) que sólo puede aflorar del trato directo con la Escritura. Este modo de leer e interpretar los textos, con su consecuente reflexión aplicada a la situación concreta de sus días va a enmarcar la experiencia eclesiológica de la comunidad ginebrina durante su vida. Lo que vendría después sería otra cosa. Calvino como pastor Para Calvino, la Iglesia es uno de los resultados de la acción del Espíritu de Dios en el mundo. Ella está formada por aquellos y aquellas que se han rendido a la propuesta de Jesús de Nazaret, o sea, por los que han aceptado, por la fe, la gracia de Dios ofrecida en la vida, muerte y resurrección de Jesús. Como expresión de la fe de los ―constreñidos por Cristo‖, la iglesia se constituye en un momento segundo de la aventura de la fe pues es la reunión de aquellos que ya ―están en Cristo‖, para hacer memoria aquí de la expresión de Pablo. Porque la Iglesia es uno de los instrumentos de Dios para el testimonio de los valores del Reino de Cristo Calvino le va a prestar mucha atención y gastar gran parte de su esfuerzo para definirla, organizarla y mantenerla dentro de los patrones que le parecían más acordes con la comprensión de Pablo. Utiliza 19 de los 20 capítulos del libro IV de la Institución para exponer con precisión y amplitud su pensamiento. Él estaba de acuerdo con la distinción, establecida anteriormente por Ulrich Zwinglio, entre la Iglesia de los cristianos concretos, históricos y la ―verdadera esposa de Cristo‖, ―cuyo número de miembros está vedado a los ojos humanos‖. Estos dos sentidos de la iglesia le son muy caros a Calvino. Uno se refiere a la iglesia que los seres humanos pueden ver, sentir, alegrarse o sufrir con ella. El otro es la iglesia que sólo Dios conoce, que sólo Dios ve. Sobre esto escribe él: En esta iglesia están mezclados los buenos y los hipócritas, que no tienen de Cristo otra cosa sino el nombre y la apariencia; unos son ambiciosos, avarientos, envidiosos, malas lenguas; otros de vida disoluta, que son soportados sólo por algún tiempo, porque, o no se les puede convencer jurídicamente, o porque la disciplina no tiene siempre el vigor que debería. Así, pues, de la misma manera que estamos obligados a creer en la Iglesia, invisible para nosotros y conocida sólo de Dios, así también se nos manda que honremos esta iglesia visible y que nos mantengamos en su comunión. (IRC IV, i, 10)


Es muy conocida la formulación ofrecida por el reformador para la identificación histórica de la iglesia y que insistimos en reproducir: ―He aquí cómo conoceremos la iglesia visible: dondequiera que veamos predicar sinceramente la Palabra de Dios y administrar los Sacramentos conforme a la institución de Jesucristo, no dudemos que hay allí Iglesia; pues su promesa no nos puede fallar: ‘Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos‘ (Mt 18, 20)‖. (IRC IV, i, 9). En esta definición, Calvino destaca como la marca fundamental de la comunidad de los seguidores de Jesús la predicación del Evangelio y la celebración de los Sacramentos. Para él estos dos acontecimientos no pueden estar separados. Si la predicación es la Palabra viva de Dios siendo dinamizada en la vida de la comunidad por el testimonio interno del Espíritu Santo, y no simplemente las palabras escritas en un libro sagrado, la Eucaristía completaría el anuncio del Evangelio. Por eso, él insistía que la Eucaristía debía celebrarse por lo menos una vez a la semana acompañada de la predicación del Evangelio. Pero, en este particular él no tuvo cómo imponerse ni en Ginebra, donde se terminó por establecer, contra su voluntad, la celebración eucarística una vez al mes. Esto tiene que ver con la costumbre romana establecida de celebrarla para el pueblo una vez al año. Y eso fue así por siglos, habiéndose arraigado hondamente en el imaginario popular. Ulrich Zwinglio encontró una solución intermedia estableciendo la celebración cuatro veces al año. Calvino no se contentó con eso, pues le parecía que así el sermón se volvería el centro de la liturgia y él buscaba justamente restablecer el equilibrio perdido con la práctica romana. Pero fue vencido por la costumbre de la gente. Como pastor, Calvino fue ante todo un maestro y educador, demostrando una enorme preocupación con la formación de sus feligreses. Así, la enseñanza fue un marco muy significativo en su ministerio al punto de que le exigió al gobierno civil de la ciudad la creación de escuelas, siendo responsable por el establecimiento de la primera escuela gratuita y obligatoria de Europa. La experiencia con los estudios bíblicos semanales de los llamados ―Coloquios de Ginebra‖ formaron la base para la creación de la Academia de Ginebra, embrión de la futura Universidad. Por otro lado, hay que anotar que el tono pedagógico y didáctico que atraviesa todos sus escritos se enmarca en esa preocupación pastoral de llevar a la gente a comprender el verdadero sentido de presencia de la Iglesia en el mundo. Para Calvino además de la Iglesia ser el resultado concreto dentro de la historia, de la articulación de una fe dinámica, ella posee un carácter sagrado, es resultado de la voluntad divina y significa la continuación de la encarnación, o sea, ella es ―el cuerpo de Cristo‖ presente como testimonio de Dios entre sus creaturas y anticipo del Reino de Cristo que está viniendo. Los elegidos de Dios están unidos de tal manera en Cristo, que así como dependen todos de una sola cabeza, así todos ellos no constituyen más que un solo cuerpo: la misma unión que vemos existe entre los miembros del cuerpo humano. Así es que todos forman una sola cosa, viviendo de una misma fe, esperanza y caridad por el Espíritu de Dios… […] los santos están congregados en la compañía de Cristo con la condición de comunicarse mutuamente los beneficios que de Dios han recibido. (IRC IV, i, 2-3) […]

Calvino como hombre público Nuestro reformador ha pasado a la historia como una especie de hombre-fuerte, dictador o líder absoluto de esta ciudad-Estado. Nada más falso y equivocado. Es verdad que tuvo una influencia arrolladora entre sus conciudadanos, que siempre fue oído por el Consejo civil que dirigía la ciudad (formado por cerca de 200 concejales que no siempre estuvieron de acuerdo con él o aceptaron sus sugerencias) y que él ha estado al frente de una serie de innovaciones en diferentes ámbitos de la vida pública. Ginebra ya era una ciudad protestante antes de su llegada. Se puede decir que el éxito de su trabajo se debió, en gran medida, a la situación experimentada por la ciudad, que vivía un intenso proceso de


transformación sociopolítica y cultural-religiosa desde los inicios de la década del treinta. Su relación con el Consejo político dirigente jamás fue fácil o pacifica. Al contrario, estuvo llena de conflictos y contradicciones en función del interés del Consejo de controlar la Iglesia, aun formando parte de ella. Es bueno recordar que Ginebra había adoptado la Reforma en 1536 y Calvino regresó a Ginebra para asumir, de hecho, su gran ministerio en esa ciudad en 1541, después de haber estado allí por dos años como maestro (lector) de teología en la catedral de san Pedro hasta ser expulsado por el Consejo, juntamente con Farel, en 1538. Hasta su fallecimiento, en 1564, Calvino trabajó en Ginebra en la condición de Ministro de la Palabra (ministre de la Parole). Sistemáticamente rechazó cualquier otro cargo civil o estatal. Su visión de las relaciones entre la Iglesia y el Estado determinó su posición como cristiano, ciudadano y político. En su perspectiva, estas tres cualidades son simultáneas e inseparables. O sea que el cristiano, en cuanto ciudadano de este mundo y partícipe del pueblo de Dios, está definitivamente implicado en el proceso de ordenamiento da vida de la comunidad humana, o sea, la política. Todo esto adviene de la comprensión del sentido de la vocación cristiana en el mundo y de las relaciones entre la comunidad cristiana y la comunidad civil. Deudor de Agustín, principalmente de su obra La ciudad de Dios, donde éste desarrolla la idea de la historia humana siendo atravesada por la tensionada relación de las dos ciudades, la divina y la humana, Calvino retoma y modifica la noción luterana de los ―dos reinos‖. Mientras que para el reformador alemán estos son dos esferas completamente separadas, Calvino los comprende como dos ámbitos distintos, en efecto, pero igualmente ordenados por Dios. Escribe él: ―Vemos, pues, que los gobernantes son constituidos [por Dios] como protectores y conservadores de la tranquilidad, honestidad, inocencia y modestia públicas (Rom 13, 3), y que deben ocuparse de mantener la salud y la paz común‖. (IRC IV, xx, 9) Como ha señalado D. McKim: ―Para Calvino los contornos de la historia son diseñados tanto por fuerzas ‗seculares‘ como por fuerzas ‗espirituales‘. Estas no son independientes las unas de las otras y están sometidas a una interpretación providencial de la historia que es vista caminando hasta su definitiva consumación en el Reino de Dios, o Reino de Cristo‖. (McKim, 1988, 327) Para Calvino, el reinado de Cristo sobre la historia o su dominio sobre ella significa que toda la vida es una sola pieza, que toda ella pertenece a Dios, donde el ‗sagrado‘ y el ‗secular‘ no son compartimientos estanques, cerrados sobre si mismos, pero simplemente espacios distintos bajo una sola dirección del espíritu de Cristo. ―Por tanto, no se debe poner en duda que el poder civil es una vocación, no solamente santa y legítima delante de Dios, sino también muy sacrosanta y honrosa entre todas las vocaciones‖. (IRC IV, xx, 4) Como ha señalado Abraham Kuyper, en esta perspectiva de Calvino, ―toda la vida está consagrada al servicio de Dios‖. […] Epilogo Calvino fue un hombre excepcional que supo reunir en su persona, en mutuo diálogo e interdependencia interior, la capacidad crítica y analítica del teólogo, la preocupación y el desvelo del pastor con la vigilante militancia del ciudadano, políticamente comprometido con el bien estar de su pueblo. Con humildad pero con firmeza ha tomado decisiones muy importantes, aunque a veces trágicas, lamentables y equivocadas, que han marcado para siempre la vida y el desarrollo de la comunidad ginebrina, con repercusiones que han alcanzado el mundo. Fue un hombre integro que intento plasmar su vida según las coordinadas del Evangelio, según él lo pudo comprender. Los contenidos de sus hallazgos bíblico-teológicos, pero ni siempre sus formulaciones, se constituyen, hasta hoy, en una fuente importante para la vida de la iglesia y para la reactualización de nuestras experiencias en cuanto testigos idóneos del Evangelio. Después de 1564, fecha de su travesía hacia los portales eternos, o como dice un novelista brasileño, hacia ―la tercera orilla del rio‖, su experiencia ha sufrido transformaciones muy hondas que le han sacado el brillo y la fuerza de la novedad evangélica que hasta entonces hacia pulsar la vida ginebrina. Es cuando


empieza a nacer el ―calvinismo‖ o el ejercicio de la propuesta de vida de Calvino para la Iglesia y la sociedad, por parte de sus compañeros, seguidores y admiradores de la misma Ginebra y de otras partes del mundo europeo. Calvino falleció un año después del cierre del Concilio de Trento (1545-1563), con la Iglesia romana dispuesta a rechazar radicalmente las doctrinas protestantes. Con eso la segunda generación de reformados se ha sentido obligada a empeñarse en la defensa de la autoridad de la Biblia con los mismos argumentos aristotélicos-tomistas usados por los romanos para justificar la autoridad de la Iglesia. No fue, pues, una decisión libre, pero una imposición del paradigma filosófico dominante, una sujeción al espíritu de la época. A semejanza del luterano Melanchton, Teodoro de Beza, que trabajó con Calvino dirigiendo la Academia de Ginebra y, después lo sucedió en la dirección de la Iglesia, empezó a sistematizar la obra del reformador en términos del molde filosófico aristotélico. Con eso él y sus sucesores han dado origen a un calvinismo escolástico que significó la elaboración de un sistema teológico racionalista y absolutista que, si por un lado correspondía al espíritu del tiempo, en lo que se refiere al énfasis en la especulación racional que, en gran parte, abandona la exegesis del texto bíblico, por el otro representaba la negación del abordaje agustiniano que estaba en el meollo del método teológico de Juan Calvino. Es decir, sus discípulos y seguidores van a sucumbir a la perspectiva dominante de sus opositores (aún firmemente anclados en el paradigma medieval) asumiendo, en contra de Calvino, las categorías metodológicas del tomismo-racionalista del período previo a la Reforma. Este cambio conceptual-metodológico tuvo consecuencias muy hondas para el desarrollo del ethos calvinista subsecuente, en la medida en que la teología pasó e ser entendida como una ciencia abstracta, especulativa y técnica. Todo lo contrario de lo que ella significaba para Calvino, como ya hemos visto. Con eso, el rigor lógico y la precisión han tomado el lugar de la piedad agustiniana-calvinista. Este escolasticismo, que va a predominar en los ambientes reformados durante todo el siglo XVII, encontraría en Francisco Turretin (1623-1687), que asumió la cátedra de Teología de la Universidad de Ginebra en 1664, su gran sistematizador. En la elaboración de su obra fundamental Institutio Theologiae Elencticae [Sumario de teología refutacional] adoptó el método teológico de la Summa de Tomás de Aquino y, cuando fundamenta su doctrina de la Escritura, cita a 175 teólogos y autoridades eclesiásticas, ¡pero no menciona para nada a Juan Calvino! La ortodoxia que se construye a partir de la sistematización, en términos escolásticos, de la experiencia calvinista, es la que va a dar forma y contenido a la cosmovisión reformada que se consolida al interior de la cultura anglosajona en ambos lados del Atlántico. Sus ingredientes teológicos más significativos están presentes en la mayoría de las confesiones, declaraciones o principios de fe de las muchas iglesias presbiterianas o reformadas que se han constituido desde entonces. Infelizmente, como suele acontecer con muchas otras importantes figuras de la historia humana, nuestro calvinismo, en la gran mayoría de sus expresiones, ha contribuido mucho más a ocultar que a revelar a Juan Calvino. Bibliografía Calvino, J., Institución de la Religión Cristiana. Trad. de Cipriano de Valera. Rijswijk, Fundación Editorial de Literatura Reformada, 1981. McKim, D.K., Ed., Grandes temas da tradição reformada. São Paulo, Pendão Real, 1998. Tawney, R.H., A religião e o surgimento do capitalismo. São Paulo, Perspectiva, 1971.


Otras actividades del Dr. Zwinglio M. Dias en México Además de las tres conferencias que presentó, el doctor Dias predicó y acompañó la instalación de una placa conmemorativa por el Jubileo en la Iglesia ―San Pablo‖, de Pilares, Metepec. También se presentó en la Comunidad Teológica de México, el lunes 7, y el martes 8 en el Seminario Teológico Presbiteriano de México. Se reencontró con viejos amigos y fue posible conocer su perspectiva sobre la situación actual de las iglesias reformadas en América Latina y en el mundo.

Calvino y la música de los Salmos José de Segovia Vuelvo a estar en otra conferencia por el aniversario de Calvino, esta vez en el Seminario Teológico de Londres, donde pienso en la recuperación del canto de los Salmos en la Reforma del siglo XVI. Un reciente estudio de Antoni Rossell en la revista de música antigua y barroca Goldberg califica al Salterio protestante bearnés como ―una estrategia religiosa, lingüística y política‖. Aunque al mismo tiempo se pregunta ―qué misteriosa fuerza deben poseer unos textos líricos que han pervivido durante siglos‖, que expresan ―la profunda cualidad de la revelación bíblica, la conexión entre Dios y el hombre‖. Así ―junto a la palabra divina encontramos la respuesta humana, sus pasiones, las preocupaciones cotidianas, la queja del hombre ante la imposibilidad de vencer los propios pecados‖. El libro de los Salmos o Salterio deriva de la palabra griega para referirse a un poema acompañado con un instrumento de cuerda. Se trata de un repertorio de ciento cincuenta textos de alabanza y súplica a Dios, en los que el hombre expresa tanto su felicidad como su lamento, pero Dios habla también al ser humano en su propio lenguaje y experiencia. Lo hace tanto por medio de su Palabra escrita, la Biblia, como encarnado en la persona del Señor Jesucristo.


Los Salmos traducidos del latín al francés, constituyeron el germen de la liturgia de la Reforma del siglo XVI. El protestantismo vivía inmerso en el canto salmódico que acompañaba, no sólo culto diario en los templos – como en la iglesia de Ginebra, donde predicaba Calvino cada mañana toda la Biblia –, sino también la adversidad de la persecución y la actividad cotidiana, desde el lugar de trabajo hasta el camino de los condenados a muerte al patíbulo. El Salterio de Ginebra La traducción en verso a la lengua francesa de los ciento cincuenta Salmos, la hace de cuarenta y nueve de ellos Clément Marot y el resto Teodoro de Beza. Su publicación incluye además del Salterio, los Diez Mandamientos (Éxodo 20), acompañados de un verso que no está tomado de la Biblia (lo que pone en duda la idea de la ―salmodia exclusiva‖ y la tesis de que la Reforma sólo aceptaba cantar textos de la Escritura, como ―principio regulativo‖ de la adoración) y el cántico de Simeón (Lucas 2), ambos versificados por Marot. Clement de Marot (1496-1544) era un poeta de la corte de Francisco I, protegido de la reina Margarita de Navarra. Había sido un autor cortesano, hasta que en 1526 es denunciado por una mujer como sospechoso de simpatizar con la Reforma, siendo encerrado en la prisión de Chatêlet, donde escribe una alegoría satírica de la justicia (El Infierno). Tras ser liberado, se vuelve a ver envuelto en otra represión sangrienta contra los protestantes en 1534, por lo que marcha al exilio de Navarra. Es allí donde comienza su traducción de los Salmos, que continua en Lyon, hasta acabar en Ginebra con Calvino, donde acabó su obra. Musitando melodías Los textos de los Salmos fueron acompañados de melodías que en su día eran consideradas simples, aunque aquellos como yo, que nos hemos educados con esta música, nos resulten todavía difíciles de cantar. No era así para sus contemporáneos, que los cantaban tanto en la iglesia como en la casa. La tradición nace de un largo proceso que empieza en 1530 en las comunidades protestantes de Suiza y Francia, sobre todo Ginebra, Lausana y Estrasburgo, que tenían contacto con Lyon. La mayoría de las versiones renacentistas de los Salmos eran polifónicas y en latín. Calvino quería dispone del Salterio en primer lugar en una versión en lengua vulgar, pero también acompañada de una música que se pudiera cantar monódicamente, alejada de las florituras y ornamentaciones, para ser fácilmente asimilable por los fieles. Los Salmos se cantaban en la iglesia en un ciclo fijo de veinticinco semanas, o sea el repertorio completo al menos dos veces al año. Fue tal la difusión de los salmos – oral e impresa –, que las autoridades católicas prohibieron su interpretación en lugares públicos para ―no ofender ni molestar‖ a los defensores de Roma. Los reformados optaron entonces por musitar las melodías, sin pronunciar los textos. Esto dio origen al tópico que los protestantes siempre murmuraban… Versión española Calvino edita ya en 1539 en Estrasburgo una colección, que después se difundió en Ginebra. Comprendía como la versión española actual, sólo diecinueve Salmos, el canto de Simeón, los Diez Mandamientos y el Símbolo o Credo Apostólico, todos ellos en verso. La adaptación española que hace en el siglo XVII Juan Le Quesne (probablemente Juan de Encinas), es de setenta Salmos, más los Diez Mandamientos y el cántico de Simeón, editados bajo el epígrafe de 1 Corintios 13 (cantaré con el espíritu, más cantaré también con el entendimiento). Juan de Encinas es hermano del traductor del Nuevo Testamento editado en Amberes en 1543. Otro hermano, Jaime, publicó un Catecismo en la misma ciudad en 1541. La obra de Juan se recuperó casi


simultáneamente en América y Europa, cuando se hallaron dos ejemplares de sus Salmos. Cecilio McConell reeditó en Santiago de Chile en 1958 una copia que había encontrado en la Universidad de Princeton (New Jersey, EE.UU.) y algunos meses más tarde apareció otra en la Biblioteca Nacional de París. El problema es que los libros no tenían música, aunque se supone que seguían las melodías de Ginebra. En 1553 se reunieron ochenta y tres Salmos – cuarenta y nueve de ellos traducidos por Marot y treinta y cuatro por Beza – con la música de compositores cono Loys Bourgeois (1510-1561), un amigo hugonote de Calvino, Davantés y otros. Antes del Salterio de Ginebra, terminado en 1562 por Beza, un músico como Goudimel ya había compuesto melodías para los Salmos en 1551, que elabora para las versiones de Marot y Beza, siendo luego adaptadas a textos alemanes. La cuestión lingüística No es difícil entender por qué la Reforma se esfuerza en traducir los Salmos a muchos idiomas. Su deseo de que la Biblia sea leída en toda lengua, va acompañada también de la intención que el Salterio sea cantado en lengua materna. Una de las versiones que se han hecho más populares hoy en los círculos de música antigua y barroca es la del Salterio bearnés. Este dialecto del gascón, lo era a su vez del occitano. ¿Por qué traducir los Salmos a una lengua tan minoritaria? Aunque Calvino no utilizaba el picardo –el dialecto de su lugar de origen–, ni en Ginebra empleaba el habla de la zona –franco-provenzal–, la reina de Navarra, Joana de Albret, promueve esta traducción. Convertida al protestantismo en 1569, pide ayuda a Calvino, que le envía un grupo de pastores dirigido por Pierre Viret (1511-1571). Uno de ellos es uno de los autores del Salterio bearnés, Arnaut de la Saleta. La lengua latina fue sustituida entonces en el culto por el bearnés, hasta en el canto de los Salmos, como parte del esfuerzo de reformar la sociedad de Béarn por la influencia de la Biblia. ¿Qué significado tiene todo esto para nosotros hoy? En primer lugar, la cuestión lingüística nos ha de llevar a no despreciar, sino promover la alabanza en toda lengua que se hable hoy, hasta en los dialectos más minoritarios. El auge de la inmigración no tiene que suponer la desaparición de la utilización de cánticos en cualquier idioma que se utilice todavía. Por eso como madrileño, aunque mi lengua materna es el castellano, me alegro de participar en cualquier culto que se habla y canta en cualquier lengua de nuestra geografía. Los salmos hoy En segundo lugar, y creo que esto es mucho más importante, necesitamos recuperar los Salmos para la adoración hoy. No hablo de las melodías en concreto de la Ginebra del siglo XVI, aunque en mi iglesia todavía las seguimos cantando, sino de la inmensa riqueza y variedad de emociones que contienen los Salmos. El pueblo de Dios tuvo desde la antigüedad un particular amor por los Salmos. Fueron siempre de inapreciable valor en la comunicación del Señor con su pueblo. La Iglesia canta así alabanzas a Dios de manera muy diversa. Unas veces clama desde el abismo del pecado y la miseria, otras le alaba por la gracia y la salvación que ha recibido de su mano. Se pide justicia en la opresión, tanto como se muestra gozo y jubilo por el dulce reinado de Dios. ¿No es verdad que nos hace falta esa variación en la alabanza contemporánea hoy? No sólo es la Palabra de Dios, sino que también se expresan todo tipo de sentimientos humanos, angustia, dolor y tristeza, así como alegría, alabanza y bendición. ¿Por qué limitar nuestros cánticos a sólo expresiones de júbilo y gloria triunfal? ¡Cuántas veces nos ha costado identificarnos con sentimientos de euforia, cuando hemos llegado a un culto deprimidos y confusos! No es extraño que los Salmos fueran el libro de alabanzas del Señor Jesucristo, pero Él también lo ha querido así para su pueblo. Porque para Dios, ¡nada humano le es extraño! Protestante Digital, España, 15 de septiembre de 2009


La celebración continúa

Encuentro de Instituciones de Formación Teológica patrocinado por AIPRAL

Barranquilla, Colombia: 28 de octubre-1 de noviembre

Conferencias Mtro. Eduardo Galasso Faria, profesor del Seminario Presbiteriano de São Paulo, Brasil Miércoles 28: João Calvino: Entre o Humanismo e a Reforma. Jueves 29: Calvino e o pensamento social reformado na América Latina. Mtro. Leopoldo Cervantes-Ortiz, Presbiterio Juan Calvino (México) Viernes 30: Calvino en el siglo XXI: La fe reformada ante los desafíos de la posmodernidad Sábado 31: Fe, tradición y cultura: vigencia y transformaciones del pensamiento calvinista Más información: Sergio Bertinat, Director Departamento Biblia y Teología de AIPRAL:claser.arauz@gmail.com, sergiobertinat@yahoo.com.ar El material Calvino, 500 años: celebrando su vida y su legado se puede descargar en: www.aipral.org/publicaciones.htm

Argentina Actividades en el Instituto Universitario ISEDET

Los invitamos a participar en las actividades que se desarrollarán en nuestra casa de estudios con motivo del Jubileo de Juan Calvino 20 de octubre de 2009, 17:30 hs. Apertura de la V Muestra de la Biblioteca del I.U. ISEDET: Calvino 1509-2009 20:00 hs. Conferencia: ―El carácter mundano de la teología de Juan Calvino‖ Alberto F. Roldán, pastor de la Iglesia Presbiteriana, doctor en Teología (ISEDET) y Master en Ciencias Sociales y Humanidades (Universidad Nacional de Quilmes). Entrada libre y gratuita. Informes: rectorado@isedet.edu.ar Camacuá 282, Buenos Aires, Argentina - Tel +54 11 4632 5030/39, Fax +54 11 4633 2825 www.isedet.edu.ar


Culto conmemorativo: 30 de octubre Jubileo 500 años del nacimiento del reformador Juan Calvino Las Iglesias protestantes de Argentina daremos gracias a Dios por su vida y recrearemos el testimonio de su fe y teología. Culto celebrativo: viernes 30 de octubre en la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (CEABA) Esmeralda 162, Ciudad Autónoma de Buenos Aires Contacto: FAIE, AIPRAL, Iglesias firmantes de la Concordia de Leuenberg en el Río de la Plata

Bolivia Iglesia Presbiteriana Bíblica, La Paz 500 años del nacimiento de Juan Calvino Carta pastoral “Esperando aquella esperanza bienaventurada” Carta pastoral núm. 411, año 11 Hermano y hermana en la fe: Mateo 5:13-16 (13) Vosotros sois la sal de la tierra: y si la sal se desvaneciere ¿con qué será salada? no vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada de los hombres. (14) Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. (15) Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra á todos los que están en casa. (16) Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen á vuestro Padre que está en los cielos. El 10 de julio de 2009 cumplen 500 años del nacimiento del erudito teólogo y filósofo cristiano Juan Calvino. Juan Calvino nació el 10 de julio de 1509, en la ciudad de Noyón, en Francia, hijo de Gerardo Calvino (Chauvin) y de Juana Le Franc de Chambray. Su padre ocupaba el importante cargo de secretario del obispo de Noyón y además era abogado del cabildo y procurador fiscal del condado. Tales ocupaciones le permitían mantener buenas relaciones con el alto clero de la región. Su madre era una mujer muy piadosa y celosa en el cumplimiento de sus deberes religiosos. Todo esto contribuyó para que el joven Calvino se criase en un ambiente de extrema religiosidad católica, que seguro influyó en la formación de su carácter, que era austero y autoritario. Su padre deseaba que fuera sacerdote, por lo que Calvino recibió la mejor educación intelectual de la época. A la edad de 14 años, ya había ingresado en la Universidad de París, en la cual estudió latín, lógica y filosofía. Luego, decidió estudiar derecho. Siguió más tarde sus estudios en las universidades de Orléans y Burgues, teniendo como maestros a los mejores humanistas franceses. Sin embargo, habiendo muerto su


padre, Calvino se sintió libre para seguir su propia vocación y se dedicó con devoción al estudio de la literatura. Se dice que el primer libro que escribió fue: comentario al tratado De Clementia, de Lucio Anneo Séneca. En esta obra Calvino deja demostrado el alto desarrollo literario que había alcanzado, ya que cita a más de 56 autores latinos y 22 autores griegos. Calvino tenía 21 años de edad. Casi todos los que han escrito sobre la vida de Juan Calvino manifiestan no saber a ciencia cierta cómo ni cuando él abrazó el protestantismo. Sin embargo, su conversión se debe con seguridad a la influencia de un ardiente grupo de protestantes radicados en París. Es probable que haya conocido directa o indirectamente algunos escritos del filósofo Erasmo de Rotterdam (holandés) y de Martín Lutero (alemán), los cuales le habrían impresionado profundamente. La redacción de la Institución de la Religión Cristiana marcó el tránsito hacia la vida adulta, pues a partir de la aparición de esa obra sería conocido en espacios religiosos cada vez más amplios, lo que le permitió llegara a Ginebra con escasos 27 años y comenzar su labor de predicador, maestro de la Biblia. […] Pastor David Quisbert info@pastoral.cl

Chile Conferencias y concierto del Coro Polifónico de la catedral evangélica de Santiago


Costa Rica Celebración de la Universidad Bíblica Latinoamericana y la FTL: 30 de octubre

Cuba Juan Calvino tendrá su primer monumento José Aurelio Paz

La Habana, 8 de octubre de 2009. Ya se encuentra en el país un busto de Juan Calvino, el cual se espera sea develado aquí, el próximo 31, como parte de las actividades programadas por el año de su jubileo, a cargo de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba (IPRC). Lo anterior fue confirmado por la reverenda Dora Arce Valentín, directora del departamento de Programa y Misión de la IPRC, quien expresó que la escultura se encuentra, en estos momentos, en la oficina del doctor Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, a fin de decidir en qué zona del Centro Histórico de la capital será ubicada. ―Esperamos que esta sea una gran celebración –afirma Arce Valentín- a la cual estarán invitadas todas las iglesias de la ciudad, como parte del programa que ha diseñado el comité organizador de la celebración, con el coauspicio del Consejo de Iglesias de Cuba, el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas (SET) y el Centro Memorial Doctor Martin Luther King, Jr. ―Para la ocasión hemos invitado, de manera especial, a la doctora y reverenda Isabelle Graesslé, directora del Museo de la Reforma en la ciudad de Ginebra y al señor François Bonnot, quien fuera el escultor que diseñó y moldeó la pieza, así como al doctor Carlos Emilio Ham, del Consejo Mundial de Iglesias, quien ayudó en la búsqueda de su financiamiento‖. El comité de esta celebración recopiló un grupo de valiosas informaciones puesto a disposición de participantes en la Jornada Teológica que, sobre la efeméride, tuvo lugar en el SET los días 8, 9 y 10 del pasado julio; insumos que sirvieron de base a una amplia y profunda discusión acerca de la vigencia del pensamiento calvinista no solo para los reformados cubanos, sino, también, para todos los del continente.


En relación con dicha compilación, la presbítera había manifestado, anteriormente, que se hizo con la esperanza de que las personas se puedan nutrir de esos materiales para entender mejor el proceso reformador, la vida de su protagonista y su incidencia en Cuba. ―Calvino nos inspira a una reflexión profunda acerca del legado histórico de nuestra tradición, la coherencia de nuestra identidad con una vocación indisolublemente ligada a ella, y a una participación ciudadana responsable. Es el resultado de una visión de la fe cristiana en su auténtico sentido evangélico de compromiso.‖ La develación del monumento valdrá de constancia del aporte del sector reformado cubano a una identidad protestante bien definida por iglesias históricas, dentro del contexto actual; a la par que servirá de obligado sitio de recordación a uno de los más grandes hombres de fe de la Humanidad, que este año cumplió 500 años de su nacimiento. ALC Noticias, 8 de octubre

Estados Unidos Culto especial de las Iglesias presbiterianas del área de San Antonio El culto se llevará a cabo en la Covenant Presbyterian Church, 211 Roleto, Castle Hill. Se presentará también un coro dirigido por George Mims, organista emérito de la Iglesia Episcopal de San Martín (Houston).

Francia Coloquio en París: 16-17 de octubre 16 de octubre: Historia, con Olivier Abel, Bernard Cottret, Hubert Bost y Marianne Carbonnier-Burkard 17 de octubre: Cultura, literatura, música, con Olivier Millet, Laurent Gagnebin, Jean-Daniel Candaux e Isabelle His Calvino y el mundo actual, Jean-Paul Willaime y Karel Blei Iglesia Reformada del Espíritu Santo 5 rue Roquépine París

Calvino y Hobbes: Coloquio Internacional

Organizado por el Instituto Protestante de Teología, Facultad Libre de Teología Protestante (París) y el Centro de Estudios de Retórica, Filosofía e Historia de las Ideas, del Humanismo en la Ilustración, Lyon 14-16 de diciembre de 2009


Programa 14 de diciembre Calvino, teología y hermenéutica bíblica 14 hrs. – Nicolas Piqué (IUFM de Grenoble-CIPh de París), ―Calvino y los signos: iglesia y eucaristía‖ 15.15 hrs. – Max Engammare (FNRS / Director de Ediciones Droz), ―Naamán el siro y Calvino el ginebrino. La analogía de la fe, instrumento hermenéutico de la exégesis calviniana‖ 16 hrs. – Bernard Forthomme (Facultés Jésuites de Paris), ―La predestinación: ¿una aventura?‖ 15 de diciembre Política, derecho y teología política (I) 9 hrs. – François Dermange (Universidad de Ginebra), ―El fundamento de la política: ¿la ley natural o el derecho natural?‖ 9.45 hrs – Isabelle Bouvignies (París), ―¿Calvino sin Hobbes?‖ 10-45 hrs. – George Herbert Wright (Universidad de Wisconsin), ―¿Qué hay de luterano en el calvinismo de Hobbes?‖ 11-30 hrs. – Patricia Springborg (Universidad Libre de Bolzano), ―Calvino y Hobbes a la luz de la Historia Ecclesiastica de Hobbes‖ Política, derecho y teología política (II) 14h30 – Marianne Carbonnier-Burkard (Facultad Libre de Teología Protestante de París), ―¿Obedecer a Dios antes que a los hombres? Los dilemas de Calvino y Hobbes‖ 15.15 hrs. – Edwin M. Curley (Universidad de Michigan), ―Calvino, Hobbes y el problema teológicopolítico‖ 16-15 hrs. – Ghislain Waterlot (Universidad de Gonebra), ―Calvino, Hobbes: ¿el mismo rechazo de la tolerancia?‖ 17 hrs. – Nicolas Dubos (París), ―La fe histórica. Sobre el cap. VII del Leviatán” 16 de diciembre Calvino, Hobbes y los calvinismos 9.30 hrs. – Philippe Crignon (París), ―Unión mística y union política en la corriente calvinista hasta Hobbes‖ 10.15 hrs. – Aloysius Patrick Martinich (Universidad de Texas), ―Los demoniacos y el autor del pecado: dos problemas calvinistas para Hobbes y sus contemporáneos‖ 11.15 hrs. – Dominique Weber (Cerphi, ENS-LSH, Lyon), ―El Cristo Rey: ejemplos de reescritura por Hobbes de la doctrina calvinista de los tres oficios de Cristo‖ Calvino y Hobbes: recepciones, posteridades y prolongaciones 14h30 – Olivier Abel (Facultad Libre de Teología Protestante de París), ―Calvino, entre Hobbes y Milton‖ 15h15 – Marta García-Alonso (UNED, España), ―Bayle, entre Calvino y Hobbes‖ 16h15 – Gilbert Vincent (Universidad de Estrasburgo), ―El concepto de soberanía en Guizot. Guizot, lector de Calvino y crítico de Hobbes‖ Comité organizador: Olivier Abel, Pierre-François Moreau, Nicolas Piqué y Dominique Weber


Guatemala Festejos en Quetzaltenango El Seminario Juan Calvino de Guatemala y la Iglesia Presbiteriana Emanuel se complace en invitarle a las celebraciones con motivo de la Inauguración del Jubileo Juan Calvino 2,009, por conmemorar 500 años de su nacimiento, vida y obras que hasta nuestros días han sido un legado para la humanidad e Iglesia del Señor. Calendario de actividades: 25 de julio 10:00 horas, Conferencia de mujeres 14:00 horas, "El legado de Juan Calvino" 26 de julio 9:00 horas. "Juan Calvino y el ecumenismo" 27 de julio 10:30 horas, Servicio especial por inauguración de actividades Todas las actividades se realizarán en las instalaciones de la Iglesia Presbiteriana Emanuel, 7a. avenida 2-72 zona 2, Quetzaltenango, Guatemala.

México Presentación de libro colectivo Editorial CLIE, la librería Maranatha y la Comunidad Teológica de México invitan a la presentación del libro

Participan: P. GONZALO BALDERAS VEGA, OP (Universidad Iberoamericana) Lic. DEYSSY JAEL DE LA LUZ GARCÍA (Red Mexicana de Estudios sobre el Protestantismo) Mtro. JOSÉ LUIS VELAZCO M. (Ex director de la Casa Unida de Publicaciones) Sábado 17 de octubre de 2009, 16 hrs. Bolívar 8, Centro Histórico, México, D.F. (Metro Allende)

ENTRADA LIBRE


Celebración juvenil en Perú: 22-24 de octubre

Se expondrán cuadros o piezas gráficas de inspiración religiosa (protestante). Esta servirá para hablar de las manifestaciones contemporáneas de una religiosidad vivencial, una experiencia con Dios traducida por medios artísticos. La exposición será llevada a cabo en paralelo a las conferencias y la celebración. Puede ser una exposición itinerante, dependiendo de si hay instituciones interesadas en exponer la muestra en otro lugar, al finalizar las actividades de Jean Calvin, D Aniversario. Conferencias: “El humanismo social de Calvino" y "Relación: Iglesia - Estado" Fecha propuesta: jueves 22 y viernes 23 de octubre (de 7:00 p.m. a 9:30 p.m.) Dos conferencias que tomen como punto central algunas de las ocho enseñanzas de Juan Calvino, además de sus aportes al protestantismo de ahora y a la sociedad. Estas conferencias buscarán despertar el tema entre los jóvenes creyentes, ya que algunas de las preocupaciones de su tiempo, se repiten hoy. Celebración juvenil interdenominacional: Fecha propuesta: sábado 24 de octubre (de 6:00 p.m. a 9:00 p.m.) Es la actividad culminante, este culto juvenil espera congregar a los y las jóvenes de las iglesias en una celebración juvenil interdenominacional, donde todas las manifestaciones juveniles de la herencia protestante en el Perú (Lima) se sientan juntos y fraternos, adorando al mismo Dios. A los y las asistentes que participen en los tres días de celebración se les entregaran materiales sobre Juan Calvino.

Puerto Rico celebra los 500 años del nacimiento del reformador protestante Juan Calvino “Desde Jerusalén, por Ginebra, hacia la eternidad”


El pasado viernes 10 de julio de 2009, la Iglesia Presbiteriana Reformada del Caribe en San Juan (OPC), y el Seminario Reformado del Caribe, con el respaldo de varias iglesias cristianas y reformadas llevó a cabo los actos de conmemoración oficial en Puerto Rico de los 500 años del nacimiento de Juan Calvino. La actividad se realizó en las facilidades del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico. Precisamente ese día, hace 500 años, nació Juan Calvino en Francia el cual conjuntamente con otros, cambio el curso de la historia. En su carácter de teólogo, humanista, abogado, pastor y líder de la Reforma protestante, estableció las bases para un nuevo pensar teológico y político en la sociedad occidental. En dicho evento Puerto Rico se unía a la conmemoración con muchas naciones del mundo que reconocen el valor histórico de la aportación de Juan Calvino a la humanidad. La actividad consistió de dos conferencias y un servicio de adoración al único Dios verdadero. La primera conferencia la dictó el profesor Rev. Néstor del Valle con el tema: El concepto de Dios en Juan Calvino. La segunda conferencia por el Profesor Rev. Carlos Cruz Moya trató el tema: El concepto de la predestinación en Juan Calvino. La distribuidora de libros ―Sola Scriptura‖ presento una exhibición de la obra magna de Juan Calvino Institución de la Religión Cristiana en varios idiomas y de distintas épocas. Además estaban disponibles para la venta las diversas obras de Calvino traducidas al español. Los presentes disfrutaron de una Cena de Confraternización en la que el Conjunto de Cámara Porta Coeli les deleitó con música de cuerdas como un tributo a Dios y en reconocimiento a la influencia del protestantismo en el desarrollo de todas las esferas del quehacer humano. La Reforma Protestante marco el camino de una renovada fe en las Sagradas Escrituras como el faro que guía al que providencialmente recibe la fe salvadora en Jesucristo. Calvino bebió de la savia escritural de la Biblia y confió plenamente en la labor del Espíritu por su Palabra para enseñar la misma. El fue instrumental en sistematizar el análisis de las ideas que fueron puntales del pensamiento de la reforma. La iglesia Presbiteriana Reformada tiene la convicción que la iglesia debe continuar su edificación sobre las bases bíblicas redescubiertas en la Reforma. Y esta conmemoración se realizo en la esperanza de que los cristianos sigamos el ideal que marco la vida toda de Juan Calvino. Toda la Gloria sea para Dios. Para más información favor comunicarse con: Reverendo Carlos M. Cruz Moya 787-649-8253, Jaime Zapata Rodríguez, Anciano Gobernante 787-410-7899 http://juancalvino500pr.com/home/


República Dominicana De las tinieblas a la luz, obra teatral sobre Calvino 16-17 de octubre Santo Domingo. Los días 16 y 17 de este mes, el teatro La Fiesta del hotel Jaragua recibe una producción escénica que romperá con la tradición de ese recinto: La obra teatral "De las tinieblas a la Luz", con la que se conmemora los 500 años del nacimiento de Juan Calvino. La producción que reunirá a un elenco integrado por unos más de cien artistas, es una iniciativa del Ministeiro de Integridad y Sabiduría. En visita a DL, Mariela Freundt, directora del montaje, explicó que la apuesta, que tiene un guión elaborado aquí y en el que además de ella intervinieron otras personas, tiene como norte unirse "al gran jubileo mundial que conmemora los 500 años del nacimiento de Juan Calvino". "Se trata de una pieza de corte histórico que narra la vida y labor de este teólogo francés, reconocido como uno de los padres de la reforma protestante. Manifestó que Juan Calvino quizás sea, "después de Agustín de Hipona (San Agustín), el hombre con más seguidores por sus escritos teológicos. Su devoción por la majestad de Dios, y el celo que sentía por su Palabra era extraordinaria. Calvino creía que la Biblia era la lámpara que había sido robada de las iglesias y el volverla a enseñar fue la lucha a través de toda su vida. Sostenía que no es posible una sociedad reformada sin antes transformar conjuntamente los poderes político y eclesiástico a través de Dios y su palabra". El actor José Mendoza personifica a Juan Calvino.


La obra, que será presentada en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua y cuenta con el patrocinio del Grupo Omnimedia, tendrá una una función especial para estudiantes de intermedia y secundaria a las 10:30 a.m. y la premier a las 8:00 p.m., y sábado 17 de octubre, con funciones a las 4:00 p.m. y 8:00 p.m. Los boletos de entrada estarán a la venta en los supermercados Bravo, tiendas El Punto, y Face Shop. Asimismo, en la Librería Emmanuel, Videoclub Cristiano y Librería Cristiana, e igualmente en las oficinas del Ministerio de Integridad & Sabiduría 809 563. 4540 y Ticket Express 809 563.1111. De las tinieblas a la Luz es una obra de corte histórico que inicia a mediados del 1500 en la Francia de Francisco I, donde el joven Juan Calvino abría su mente a las premisas humanistas que luego le servirían de base para cuestionar todos los dogmas y tradiciones aceptados de su época. Ficha técnica Dirección y producción general: Mariela Freundt; dirección artística: Angie Rondón; dirección actoral: Karina Noble y Vicky Berroa; dirección musical: Henry Eli; dirección de vestuario: Cinthia Martínez; dirección técnica: Indira Garrido; regiduría: Yanet Acevedo; Diseño de escenografía: Odrys Quéliz; diseño de luces: Roberto de León http://www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=217799

Suiza La Guía de Calvino en tres idiomas

Se puede descargar en: www.calvin09.org/media/pdf/Materialpool/10751_FEP-guide-Digest_F.pdf


Uruguay Boletín Vida, de la Iglesia Valdense 1509 – JUAN CALVINO – 2009, 500 AÑOS DE SU NACIMIENTO Juan Calvino (1509, 10 de junio-1564, 27 de mayo). Era hijo de un secretario del obispo de Noyon, en Picardía, Francia. Huérfano de madre, fue educado en la casa de un noble. Es decir, que se formó en un ambiente aristocrático. A los 18 años recibió una renta parroquial y la tonsura. Luego se dedicó a los estudios jurídicos y humanistas. Se trasladó a París, donde entró en contacto con simpatizantes de las ideas de la Reforma. Muy pronto hizo suyas las ideas evangélicas, lo cual le volvió imposible su permanencia en Francia. Eludiendo las fuerzas de la represión, debió huir para encontrar refugio en Basilea, donde, profundizando su pensamiento teológico, publica su ―Institución de la Religión Cristiana‖ en su primera edición, exposición sistemática de la fe cristiana, que se volvió un clásico de la Reforma. Después de un tiempo se di rige a Estrasburgo, donde el protestantismo ha sido plenamente aceptado. Por esta razón, piensa Calvino que allí encontrará un ambiente adecuado para llevar adelante sus proyectos literarios. Debe pasar por Ginebra. Ginebra ya se había puesto del lado de la Reforma, no tanto por cuestiones de fe sino más bien por razones políticas, en su lucha por independizarse del ducado de Saboya y sacudir a la ciudad del yugo que le imponía el obispo. Allí estaba trabajando por la Reforma Eclesiástica el reformador Guillermo Farel, quien obligó a Calvino a quedarse y juntos llevar adelante el avance de la Reforma en Ginebra. Calvino y Farel se dedicaron a organizar la comunidad y la vida secular de acuerdo con el Evangelio, tratando de imponer la disciplina eclesiástica a una sociedad licenciosa. Con ello se ganaron una fuerte oposición, lo cual les obligó a abandonar la ciudad en 1538. Calvino se dir igió a Estrasburgo por invitación de Martín Bucero, reformador de Alsacia. Allí fue pastor de la congregación compuesta por refugiados franceses. Preparó un esquema de Liturgia para el Culto, una Versión Métrica de los Salmos, con la colaboración de Clemente Marot. Además estuvo preparando su Comentario a la Carta de los Romanos y representando a la ciudad de Estrasburgo tomó parte en coloquios teológicos con luteranos y católicos de otras ciudades. Poco a poco fue difundiéndose su fama como teólogo y especialista bíblico. Reclamado por los dir igentes de la ciudad, retornó a Ginebra en 1541. Allí procuró organizar la Iglesia de acuerdo a las líneas del Nuevo Testamento, y aunque no ocupó ninguna posición de privilegio en el gobierno de la ciudad, su figura fue dominante en la sociedad por la severidad de sus exigencias éticas, reformando, con su influencia, la ciudad de Ginebra que por entonces era famosa en Europa por la inmoralidad que reinaba en ella. La influencia de Calvino se dejó sentir también en la reforma de las leyes civiles, volviéndolas más humanas, en la formulación de sistemas educativos para la juventud y en la atención a los pobres y los ancianos. Él soñaba con hacer de Ginebra una comunidad cristiana que respondiera a la voluntad de Dios. Bajo la influencia de Calvino, las autoridades de la ciudad abrieron las puertas a los refugiados de todas partes de Europa que huían de la intolerancia religiosa. A veces esta gente volvía a sus pagos con la comprensión del Evangelio que habían adquirido en Ginebra. Por eso el pensamiento de Calvino se difundió ampliamente por Europa a mediados del Siglo XVI. Puede decirse que la idea dominante en el pensamiento


teológico de Calvino es la de la absoluta soberanía de Dios. Toda criatura tiene por finalidad en su existencia el rendir gloria a Dios. La Biblia es la única fuente que el ser humano tiene para llegar a un conocimiento de Dios, de su voluntad y de sus obras en el mundo. Pero la Biblia, al revelar a Dios y lo que Él hace por la humanidad y por el mundo todo, también le proporciona al ser humano la posibilidad de comprenderse e interpretarse. Somos criaturas de Dios y estamos llamados a cumplir deberes o responsabilidades que Dios nos asigna. Por eso no vale el escapismo del mundo para el cristiano. En cuanto al culto, Calvino, así como Zwinglio, eliminó la misa católica. El culto calvinista consiste en la predicación, oraciones y canto de los Salmos. La Santa Cena era celebrada cuatro veces en el año, con la participación abierta a toda la comunidad. Una estricta austeridad en las expresiones físicas del Culto, llevó a eliminar de los templos las imágenes, toda representación pictórica, las velas, las cruces y el mismo altar. La organización de la Iglesia adquirió para este movimiento gran importancia, basándose en las líneas extraídas por Calvino del Nuevo Testamento. En la Iglesia de Ginebra había cuatro cargos eclesiásticos o ministerios: los pastores, encargados de la predicación y la atención espiritual de las congregaciones; los doctores o profesores de teología, para la tarea docente; los ancianos, responsables de la dirección y la disciplina en la Iglesia; y los diáconos, para la atención de los necesitados. Calvino fundó también dos organismos eclesiásticos: la ―Venerable Compañía‖ (Cuerpo Pastoral), formada por los pastores y doctores para la administración de la enseñanza y la selección de los futuros pastores; y el Consistorio, formado por pastores y ancianos para la dirección de los asuntos eclesiásticos de la congregación. A.M.S. www.iglesiaenmarcha.net/2009/01/1509-juan-calvino-2009.html


Novedad bibliográfica en español: Calvino, de Marta García Alonso Madrid, Ediciones del Orto, 2009 (Biblioteca filosófica, 139)

La doctora Marta García Alonso, profesora de Filosofía Moral y Política en la Universidad a Distancia (UNED), de España (www.uned.es/dpto_fim/profesores/Marta/marta_00. html), luego de La teología política de Calvino (Anthropos, 2008), magnífica aportación a los estudios de Calvino, lanza ahora este pequeño volumen introductorio en una prestigiada colección de divulgación para el gran público. La profesora García Alonso tiene una creciente lista de artículos y reseñas relacionados con el reformador francés y con la Reforma en general. Entre ellos se pueden mencionar: ―El Lutero de los teólogos y el Lutero de los filósofos‖ (2001), ―¿Calvino republicano?‖ (sobre A. Rivera, Republicanismo calvinista, 2001), ―Reforma y tolerancia‖ (2003), ―Poder, derecho y secularización. Un apunte sobre Lutero‖ (2005); ―Una ética para los cristianos: el fundamento bíblico de la moral calvinista‖ (2006), ―La contrarrevolución jurídica de Calvino‖ (2007), entre otros. Índice I. CUADRO CRONOLÓGICO II. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO DE CALVINO 1. Interés filosófico del pensamiento de Calvino 2. La idea de Dios 2.1. La Voluntad de Dios, causa de todo acontecimiento 2.2. La Escritura, reflejo de la Voluntad de Dios 3. La idea de hombre 3.1. Antropología 3.2. La sola fides y la doble predestinación 3.3. El problema de la libertad humana 4. La Ley 4.1. La Ley natural 4.2. La Ley moral 4.2.1. Usos de la Ley moral 5. El Estado como Ordinatio Dei 5.1. La doctrina de los dos reinos 5.2. La concepción positiva de la política y de la autoridad 5.3. La función de los gobernantes y los deberes del pueblo 5.4. Los límites de la autoridad política: el derecho de resistencia 6. La eclesiología 6.1. De la iglesia de los elegidos a la iglesia terrena 6.1.1. Las Ordenanzas eclesiásticas como punto de inflexión en su eclesiología 6.2. El derecho eclesial reformado 6.2.1. El funcionamiento del Consistorio III. SELECCIÓN DE TEXTOS IV. BIBLIOGRAFÍA


Muestra de libros y materiales



La celebración continúa

Calendario de actividades

1.10.2009

Conferencia de la Sociedad Reformada

Emden, Alemania

1.10.2009 - 03.10.2009

Obra: "Airport chapel" por el grupo teatral Sketch up

Ginebra, Suiza

1.10.2009

Conferencia y estudio

Arras, Francia

1.10.2009

Estudio: ―los protestantes en Picardía‖

Noyon, Francia

13.10.2009-27.02.2010

Exhibición: "Lyon 1562, ¿capital protestante?‖

Lyon, Francia

16.10.2009-17.10.2009

Coloquio: "El calvinismo y las artes"

Lyon

17.10.2009

Concierto: Música del Renacimiento

Lyon

18.10.2009

Conferencia: "Las mujeres y el protestantismo"

Noyon

22.10.2009 - 23.10.2009

Conferencia: "Calvino en Estrasburgo, 1539 -1541"

Estrasburgo, Francia

23.10.2009 - 24.10.2009

Conferencias: "Calvino 500"

Montréal, Canadá

23.10.2009 - 28.10.2009

Festival de la Reforma

La Rencontre

24.10.2009

Coloquio: "Calvini y la modernidad"

Grenoble, Francia

29.10.2009 - 31.10.2009

Asamblea general de la Alianza Reformada en Alemania

Frankfurt, Alemania

29.10.2009 - 26.11.2009

Conferencia

Münsingen

30.10.2009 - 01.11.2009

Encuentro ceremonial: ―Protestantes en fiesta‖

Estrasburgo

31.10.2009

Simposio

Apeldoorn, Holanda

01.11.2009

Testimonio femenino sobre la Reforma

Neunkirch/SH

03.11.2009 - 15.11.2009

Música para jóvenes: "La generación de Calvino"

Ginebra

04.11.2009

Simposio sobre Calvino: católico y reformado

Glasgow, Escocia

12.11.2009 - 13.11.2009

Coloquio universitario

Orléans, Francia

04.12.2009 - 05.12.2009

Conferencias: "Juan Calvino: un teólogo cambia el mundo‖

Friburgo, Suiza


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