PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE FACULTAD DE ARQUITECTURA, DISEÑO Y ESTUDIOS URBANOS ESCUELA DE ARQUITECTURA
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SUBSUELO PÚBLICO UNA VISIÓN TOPOLOGICA DEL ESPACIO URBANO
Tomás Folch Aedo Profesor Guía: Alberto Sato
TESIS PROYECTUAL PARA OPTAR AL TITULO DE ARQUITECTO
Y AL GRADO DE MAGISTER EN ARQUITECTURA Santiago, Chile - Marzo 2006
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FotografĂa de portada: auditorio subterrĂĄneo del Instituto Nacional. 2004. (Autor)
Agradecimientos A mi familia por su apoyo y motivación respecto a las decisiones personales. A mi hermano Cristobal por su enorme generosidad y confianza. A Nathalie Colomer por tu apoyo, cariño y absoluta disposición. A Emilio de la Cerda por sus correcciones, la discusión planteada y compromiso constante. A todos los amigos que colaboraron en el desarrollo de la tesis. A Alvaro Benítez, Daniel Rosenberg, Daniel Barra, Raúl Ponce y Daniel Wurman. Por último agradecer a mi profesor guía Alberto Sato, por su presencia, claridad y entusiasmo para desarrollar la investigación.
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RESUMEN
La tesis tiene como objetivo plantear una visión tridimensional del espacio público de la ciudad a través del caso del subsuelo como problema urbano.
la reflexión en torno a las disciplinas que los manejan y la forma en que ellas pueden aportar a la discusión de los problemas en arquitectura.
Frente a la constante presión por superficies que permitan intensificar y evitar un deterioro de las zonas centrales de las ciudades, el subsuelo se presentaría como una oportunidad para responder a dichos requerimientos en áreas donde la consolidación de lo edificado, asociado a fuertes condiciones patrimoniales, impediría un crecimiento sobre la cota cero.
Por su parte, el trabajo sobre el Centro de Santiago permitirá constatar una condición urbana latente, estableciendo la magnitud del problema tratado y definiendo un área de aplicación concreta.
Plantear la extensión de la experiencia urbana en el eje vertical requeriría hacer de los diferentes estratos considerados una estructura conexa y continua para lograr desarrollar un ámbito espacial fluido. Se trataría entonces de una visión topológica del espacio urbano que involucraría una disolución del concepto del plano que es considerado público, y que coincide con el nivel 0.00. Estos dos requerimientos –la conectividad y la continuidad– son los que estructuran la investigación y los que desarrollan
En cuanto a la forma de asociar las dos partes independientes de la investigación –la reflexión teórica y el desarrollo empírico- los desarrollos proyectuales actúan como la zona de mediación que permitiría pensar desde la arquitectura los problemas relacionados al diseño y la construcción de estructuras afines a los requerimientos establecidos.
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Introducción
PARTE I: CONECTIVIDADES
CAPÍTULO_01
La construcción de un mito
p.21 p.53
CAPÍTULO_02
CAPÍTULO_A
El subsuelo de Santiago
p.83
Movilidades urbanas
p.103
Proyecto_01
CAPÍTULO_B
Trazado de un circuito
p.131
PARTE II: CONTINUIDADES
CAPÍTULO_03
Programación de un subsuelo
p.147 p.163
CAPÍTULO_04
De la arquitectura a la topografía
Conclusiones Bibliografía Índice de imágenes
CAPÍTULO_C
Condiciones de habitabilidad
p.177 p.213
Proyecto_02
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p.241
CAPÍTULO_D
Forma resistente
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(0.1) Asian City of Tomorrow.
INTRODUCCION
La presente tesis tiene como punto de origen la constatación -desarrollada a lo largo del taller dos de magíster- de que la condición subterránea del centro de Santiago conformaría una superficie de gran magnitud, progresivamente desterritorializada, instantánea e inmediata, donde la falta de accesibilidad y conectividad estaría directamente relacionada a su marginación y deterioro. Podríamos hablar de una suerte de periferia al interior de la ciudad que aparecería por todas partes, y cuya utilización urbana permitiría definir nuevos puntos nodales, atractores y distribuidores de flujos al tiempo que vínculos entre diferentes programas. _Crecimiento Urbano
A medida que las ciudades se desarrollan, la necesidad de espacio ha sido constante y progresiva. Una de las lógicas urbanas empleadas para multiplicar la superficie útil en las zonas demandadas ha sido el crecimiento vertical, donde la ciudad queda definida por estratos:
aquello ubicado sobre la cota cero -zona cuyas condiciones de habitabilidad permiten ubicar los más diversos programas- y aquello ubicado bajo la cota cero -zona generalmente destinada a servicios e infraestructuras. Esto ha determinado que entendamos la ciudad “desde” y “en” el suelo, definiendo la experiencia de la arquitectura desde el nivel de la calle. “El primer nivel no puede ser otro que la superficie ciudad y, por lo tanto, le corresponderá la cota + 0,00. Sobre la superficie ciudad se ordenaran los niveles correspondientes a la superficie interior, que deben encontrarse ya sea en cotas más (+0,00) o menos (-0,00). La superficie del interior no posee las características de la superficie ciudad: de tal modo, los niveles no serán únicos ni continuos: por el contrario, pueden ser divididos y sectorizados.”1
Sin embargo, en la actualidad este tipo de estrategias se enfrentarían con centros urbanos cuyas superficies se encuentran en gran medida “congeladas”,
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(0.2) Koolhaas: Proyecto Euralille.
debido a fuertes condiciones patrimoniales que dificultarían su transformación. Como consecuencia de esto se originarían procesos de deterioro y migración de actividades ligados a la imposibilidad de incorporar las nuevas demandas asociadas a usos, programas y superficies. 12 _Condición Latente
Volver la mirada sobre el estrato supeditado a la infraestructura y los servicios –como es el subsuelo– sería reconocer nuevas y concretas alternativas de crecimiento e intensificación, principalmente en los centros de las ciudades. La importancia de llevarlo a cabo se definiría en el reconocimiento de la condición tridimensional del espacio urbano. Si bien constatar la existencia de una infraestructura en desuso permitiría, mediante su reutilización, intensificar una zona mediante la articulación de situaciones y programas, dicha operación no asegura necesariamente la incorporación del estrato subterráneo al sistema de conexión urbana; no basta con reconocer la existencia de diferentes planos superpuestos e independientes para su habilitación, sino como hacer de ellos una estructura unitaria y conexa. Interesa entonces, tanto la forma de conectividad
entre los espacios subterráneos y de ellos con la superficie, como la continuidad de la estructura resultante. En este sentido, la relevancia de la investigación se definiría desde dos aristas. Por un lado, constatar una condición latente que, mediante su incorporación a una experiencia urbana de uso, modificaría la actual configuración del denominado espacio público, cuestionando la condición de plano horizontal -coincidente con el nivel 0.00- que ha primado para definir el lugar donde la ciudad como espacio urbano se genera. Por otro lado reconoceríamos que al plantear la incorporación de estos nuevos estratos asociados a una fluidez en el eje vertical, se estaría definiendo un interés disciplinar en cuanto a pensar la arquitectura desde conceptos asociados a estructuras continuas y los problemas relacionados para su conversión en proyecto. _El Problema de la Continuidad Urbana
Si la tradición pública del espacio urbano se apropió del nivel 0.00 horizontal, y el desarrollo privado lo hizo con el eje vertical densificando los usos en altura, la investigación planteada intenta recupe-
(0.3) Estructura de recorrido continuo. (Autor)
(0.4) OMA: Esquema de circulación, proyecto biblioteca de Jussieu.
rar una dimensión inclusiva que otorgaría conectividad a los distintos planos. De acuerdo a esto, se trataría de una visión topológica del espacio urbano. El problema entonces tendría relación con la disolución del plano que habitualmente se considera como público, que es el nivel 0.00, y que no considera la ocupación del subsuelo ni de los niveles superiores a efectos de uso urbano. Frente a lo anterior cabrían una serie de interrogantes: ¿Cómo extender el espacio público en más de un nivel? ¿Podría el subsuelo ser considerado parte de este espacio público tridimensional? ¿Cómo podríamos relacionar dichos niveles con el objetivo de volverlos una estructura única y continua? ¿Cómo llevar esa continuidad a ámbitos proyectuales tales como la forma o constructivos como la estructura? Al respecto se plantea que el subsuelo representaría una oportunidad para el crecimiento e intensificación de las áreas centrales de la ciudad, disgregando de paso la rigidez del llamado espacio público. Esto requeriría de aproximaciones que
permitan dotarlas de conectividad entre ellas y con la superficie, volviendo la superposición de estratos en una estructura única y continua con la intención de establecer mayor fluidez para usos y programas, evitando el desarrollo de una ciudad análoga e independiente que deteriore a la primera. De esta forma, si reconocer el subsuelo de la ciudad hace referencia a la generación y recuperación de múltiples estratos y horizontes programáticos, el considerarlo desde los principios de la topología eliminaría la cota cero y fusionaría los niveles en una estructura unitaria y compleja. Dicha estructura permitiría diluir la limitante del “-” y el “+” a través de un sistema continuo de conexión entre ellas y la ciudad. De este modo, una propuesta de utilización del espacio público efectivamente tridimensional consideraría la continuidad y conectividad de los niveles antes mencionados a objeto de proporcionar un ámbito espacial fluido. En definitiva se estaría trabajando desde el quiebre con el concepto de horizonte como experiencia urbana la existencia y distinción entre un arriba y un abajo- para, llevándolo al contexto de la ciudad, presenciar un orden espacial
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(0.5) Parent: tercer orden urbano -oblicuo- para una continuidad espacial y programática.
público no necesariamente asociado a un plano único.
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En relación a lo planteado, se podrían reconocer dos objetivos asociados a la investigación. Por un lado, trazar una visión tridimensional del espacio denominado público -que requeriría de nuevos planteamientos teóricos y proyectuales para permitir la conexión y continuidad entre diferentes niveles– y, por otro, incorporar el subsuelo como un tema actual de la ciudad contemporánea, el cual requiere de nuevos enfoques que definan su operatividad y rol en el desarrollo urbano. Es en base a este último –el subsuelo como caso- que se han desarrollado lo que podríamos considerar los objetivos específicos de la investigación. Ellos tienen directa relación con las interrogantes acerca de la forma en que el marco teórico es traspasado a un contexto operativo; es decir, aportar a los problemas arquitectónicos y a sus posibilidades de conversión en proyecto. De una manera secuencial al avance de la investigación, ellos podrían ser definidos como: plantear la conectividad de estructuras existentes en el subsuelo; avanzar desde esta conectividad hacia una continuidad entre las estructuras y la superficie; reconocer las con-
diciones que permitirían su habitabilidad; proponer la construcción concreta de una estructura basada en la continuidad, tanto en su uso como en su condición espacial y resistente. La forma en que la investigación es desarrollada tiene directa relación con la estructura de organización de la tesis. Los problemas planteados al considerar una visión urbana tridimensional quedarían definidos en base a la conectividad y continuidad de los diferentes estratos. Sobre estos planteamientos es que la investigación define la reflexión y abre campos de debate a partir de sus posibilidades de aplicación a nivel urbano. Los problemas ahí detectados son la base del marco teórico y del desarrollo empírico de la investigación. Son consideraciones específicas que involucran problemas mayores, y que son atingentes al desarrollo de la ciudad: ¿Cómo y en base a que objetivo se puede hacer del subsuelo un estrato conexo que permita asociarlo a escalas urbanas de desarrollo? ¿De qué manera se puede establecer una continuidad tridimensional bajo una lógica de desarrollo del espacio público bidimensional?
(0.6) Continuidad entre niveles.
Estas dos preguntas o perspectivas son las que articulan la estructura de la tesis y abren la discusión en torno al desarrollo del subsuelo con carácter urbano. La manera de ordenar sus áreas de estudio específicas dentro de la tesis será la siguiente: Parte I: Conectividades Parte II: Continuidades A su vez, cada parte consta de cinco divisiones: dos capítulos teóricos y dos proyectuales intercalados entre sí, más un ejercicio proyectual que recibe el nombre de su respectiva parte y que busca definir una exploración puntual sobre un mismo caso de estudio. Si bien los proyectos funcionan de manera independiente, son acercamientos escalares al mismo problema, permitiendo al segundo ser entendido como un desarrollo puntual y avanzado del primero.
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NOTAS 1. GARRETÓN, Jaime. Una teoría cibernética de la ciudad y su sistema. Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 1975. p. 240.
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PARTE I CONECTIVIDADES
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CAPÍTULO 01_ LA CONSTRUCCIÓN DE UN MITO
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(1.1) John Martin: ilustración del Pandemonium.
La imagen primitiva del subsuelo está asociada a un tipo de ocupación que tiene su origen en lógicas de sobrevivencia supeditadas a la pobreza, falta de recursos constructivos o clima. El subsuelo y el nivel cero, pertenecían a dos realidades paralelas. Ya desde las catacumbas Romanas, sus lugares de animales y esclavos, los baños, alcantarillados y necrópolis, demostraban que el nivel superficial funcionaba con una contraparte constituida por el mundo subterráneo. Incluso antes, la mitología griega definía al subsuelo como la oposición a la superficie, incluso a la vida. Hades -que en la mitología romana sería llamado Plutón- es el dios del reino bajo la superficie; representante del infierno y rey de los muertos. Hermano de Zeus y Poseidón, el mito dice que recibió el inframundo tras la victoria en la Titanomaquia –guerra donde derrotaron a su padre Cronos- y que de aquel lugar no volvió a salir. Al igual que su nombre, Hades -que significa el invisible- la imagen del inframundo se construyó en base al mito; como lugar terrorífico, no habitable por humanos, y relacionado con el mal. Esta imagen social que se construyó alrededor del subsuelo es más bien un
intento por constituir un lugar, de características abstractas, que permitiera apoyar la construcción de una narración. Así, conceptos como la vida y la muerte, el bien y el mal, o el paraíso y el infierno, serán opuestos recurrentes en la historia, donde el llamado inframundo servirá como locación para apoyar un determinado argumento o valor. Una mirada, en cambio, desprejuiciada de valores y centrada en la condición espacial, mostrará al mundo subterráneo como una “combinación de encierro y verticalidad –una combinación no encontrada en ciudades o naves espaciales”1, lo cual otorgará, según Rosalind Williams, su poder único como modelo de un ambiente tecnologizado. La característica principal de los ambientes subterráneos, continuará Williams, será la exclusión de la naturaleza; de diversidad biológica, estaciones, plantas, el cielo y las estrellas. Si existe una imagen iconográfica sobre la estética relacionada al espacio del subsuelo, no cabe duda que el mundo creado por las prisiones imaginarias de Piranesi –siglo XVIII- se presentará como uno de los más dramáticos y siniestros de aquel ambiente tecnologizado. Es, según Marshall Berman2, lugar de confusa orien-
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(1.2) Piranesi: Cárceles imaginarias.
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tación, donde enormes estructuras de las cuales no se reconocen funciones ni fundaciones, constituyen un espacio atravesado por cables y escaleras sin razón u origen, perspectivas casi opuestas de un lugar a otro, elementos que no hacen otra cosa que construir contradicciones; la posibilidad del más puro espacio negativo nunca antes imaginado3. La rara iluminación que permite ver con altos grados de detalles las diferentes partes, apoya esta idea. “La ausencia de entradas o salidas, la forma en que los pesados pilares están apilados unos sobre otros y parecen desplazarnos hacia abajo, le otorgan un aura de desastre a punto de ocurrir.”4 Dicha verticalidad, a la que hace alusión Rosalind Williams, habrá sido representada por primera vez, de manera espacial y arquitectónica, con el desarrollo de las prisiones imaginarias. Desde aquel momento en adelante, aquella relación será inseparable, avanzando desde una imagen cosmológica basada en el mito, a la construcción real de sus rasgos más particulares.
LA HISTORIA ENTERRADA
“El ambiente subterráneo es un ambiente tecnologizado, pero es también un paisaje mental, un terreno social y un mapa ideológico.”5
Si hasta el momento, el subsuelo era cargado con adjetivos e imágenes sombrías, el surgimiento de las ciencias históricas del siglo XIX, lo posicionaría con nuevas referencias frente a la sociedad. La geología, la paleontología, la antropología y la arqueología fueron, según Rosalind Williams, construidas como una narración mitológica6. El bajar hacia el subsuelo, no solo muestra una imagen ausente de naturaleza; ahora se suma la imagen del viaje hacia el descubrimiento bajo la superficie. La línea en común de las nuevas ciencias es el descenso hacia el inframundo, regido por una búsqueda de la verdad. En este contexto aparece el concepto de “tiempo profundo”; un tiempo, en palabras de Williams, relacionado al espacio, “donde el excavar se entendería como un ir de vuelta hacia el pasado.”7 La excavación, liberada de la asocia-
(1.3) Superposición de estratos geológicos.
ción de trabajo forzado, fue vista “como una versión moderna de la cruzada mitológica de encontrar la verdad en las regiones escondidas del inframundo”8, llegando a ser una metáfora central para la investigación actual de la era moderna. En este contexto, los filósofos deberán descender desde la luz del día hacia la cueva, con el objetivo de extraer sus secretos escondidos. La minería9, que hasta el momento había sido considerada como un trabajo apropiado solo para los esclavos, quedaría ahora elevada como un modelo para la actividad intelectual. La historia en este ambiente no será el resultado de su escritura, sino de su búsqueda. Dentro del mundo intelectual, la contemplación ha dado paso a la acción como forma de encontrar la verdad.
SUELO DENSO_LA SUBESTRUCTURA DE LA VIDA MODERNA
Si el descenso bajo la tierra fue una de las tareas para la búsqueda de la verdad científica, el triunfo de la vida e industria moderna surgirá, en palabras de Williams, “de las conexiones confinadas bajo la superficie de la tierra”10. La base subterránea de la industria moderna comienza a ser construida entre finales del siglo XVIII y finales del siglo XIX como parte de un sistema distribuidor para la producción en base a redes de canales de transporte. Un segundo momento llegó con la construcción, en la mitad del siglo XIX, de las redes que sustentan las metrópolis de la era industrial: alcantarillas, calefacción, agua potable, metros, líneas telefónicas, cableado eléctrico. La planificación de la ciudad comenzó ya desde el siglo XIX a analizar no solo la disposición sobre la superficie, sino también bajo ella. En palabras de Lewis Mumford: “el sistema subterráneo de funciones se constituye, como si fuera un sistema fisiológico de la nueva
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(1.4) La excavación como imágen cotidiana del siglo XIX.
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ciudad”11, donde sus planes de desarrollo involucrarían una coordinación de lo “Sobre Superficie” con lo “Bajo Superficie”. La Ciudad Moderna será, según muchos historiadores, una ciudad de redes, las cuales se encuentran arraigadas en su gran mayoría, con el subsuelo. Si las ciencias históricas habían disociado en un primer momento la relación entre el subsuelo y el trabajo forzoso llevado a cabo en las minas, la instalación de la infraestructura definirá, por primera vez en la historia, a la excavación como algo propio de la vida diaria. Esta será, de ahí en adelante, la imagen genérica del trabajo, generando una ansiedad inusitada, puesto que se relacionaba con la llegada de nuevas tecnologías y formas de vida; una metáfora del abstracto progreso de la civilización. Es con la Revolución Industrial que las grandes obras subterráneas se hicieron próximas, centrales y a gran escala, a diferencia de lo remotas, periféricas y pequeñas que habían sido hasta ese minuto. La idea de progreso reemplazó gradualmente al imaginario que ligaba dichas construc-
ciones a hechos aislados -como los túneles Romanos- desarrollados por grupos sociales inferiores tales como esclavos, criminales o prisioneros de guerra. “Si la generación de una red de canales y vías férreas fueron la primera etapa en la creación de una infraestructura industrial moderna, la creación de redes urbanas definió la segunda. Por primera vez, la ciudad fue pensada como un sistema unitario, su funcionamiento adecuado dependía de los subsistemas enterrados; redes eléctricas, alcantarillado y agua potable, el metro y las líneas telefónicas. En la ciudad entendida como red, la integridad de los barrios era menos importante que el funcionamiento de la metrópolis como un todo. Solo cuando el subsuelo estuvo copado de líneas de utilidad pública, se hizo posible el proveer relativamente de condiciones de vida decentes para la gran cantidad de gente agolpada sobre la superficie. Esta ciudad fue la que hizo posible la aparición de la ciudad de los rascacielos.”12
Gran parte de la transformación de París llevada a cabo por el Barón GeorgesEugène Haussmann -Prefecto del Sena durante el Segundo Imperio, Napoleón III, 1852-1870-, está comúnmente asociada
(1.5) Alcantarillas del París del siglo XIX.
(1.6) Escena subterránea de una calle en París del siglo XIX.
a la reconstrucción superficial de la ciudad. Sin embargo, el trabajo desarrollado bajo ella es un hecho sin precedentes en la historia y uno de los antecedentes que haría posible su futuro desarrollo. En solo 20 años se construyeron unos 160 km de alcantarillas que, recorriendo París, dotaban a la ciudad de una red de galerías subterráneas que permitirían múltiples usos. Su sección alcanzaba tal magnitud que de sus cielos y paredes podían colgarse las demás redes. Pronto se transformarían en un punto de interés turístico, atrayendo incluso a las visitas reales para la exposición internacional de 1867.
LA REPRESENTACIÓN DE UN
A finales del siglo XIX y comienzos del XX la escala cambió hacia infraestructuras mayores y de alta incidencia sobre la población; comenzaban las excavaciones de túneles bajo el río en Londres, y trazados de metro en París. La tecnología cambiaba apresuradamente, los procesos comenzaban a hacerse más extensivos en las ciudades, y las externalidades ligadas a la construcción, cada vez menos invasivas sobre la población.
FUTURO TECNOLÓGICO
“Entre finales del 1700 y principio del 1900, el suelo de Inglaterra y Europa fue excavado para situar las fundaciones de una nueva sociedad (…) la iconografía subterránea conectó la experiencia histórica de la excavación y la interpretación literal del inframundo como un ambiente tecnologizado.”13
Si el ambiente subterráneo es al mismo tiempo que un ambiente tecnologizado, un paisaje mental, un terreno social y un mapa ideológico14; la visión de disciplinas de creación, como la literatura, generarán su propio mundo en base a expectativas e imaginarios sociales, reflejo de las proyecciones generadas por los avances tecnológicos de la época. Al respecto, Rosalind Williams describe que, ya desde el siglo XIX, las narraciones acerca del mundo subterráneo han entregado una visión profética acerca del futuro de nuestro medio. Entornos subterráneos, sean ellos reales o imaginarios, entregan un modelo de ambiente artificial donde la naturaleza ha sido extirpada totalmente.
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(1.7) Frankenstein.
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En los años finales del siglo XV –cuando comienza la época de las grandes exploraciones desde Europa hacia el nuevo continente- las narraciones acerca del mundo subterráneo tenían relación con la idea de un cosmos vertical y se situaban en el campo del mito. El proceso de secularización inicia el desplazamiento del mito sagrado de la literatura occidental hacia nuevas formas basadas en la ficción. El campo de posibilidades que dicho traspaso significa, constituye un punto de interés para la presente tesis por cuanto el subsuelo, más que una locación para relatar un suceso acontecido, será ahora el lugar desde donde se construirá la imagen del futuro. Luego del siglo XVII -período durante el cual la novela gótica se encargó de crear mundos misteriosos e insondables, apoyados muchas veces en una visión oscura del subsuelo-, el siglo XVIII interpretaría la tradición épica de un viaje al mundo subterráneo, reemplazando en dicho proceso lo mutable de la transmisión oral por la definición de la escritura y su carácter sa-
grado por temáticas acordes a los nuevos intereses de la época. Narraciones como The journey of Niels Klim to the world underground (1741) de Ludwig Holberg, Viaje al centro de la tierra (1864) de Julio Verne, The time machine (1899) y The underground man (1905) de H.G. Wells o The machine stops (1909), de E.M Foster a principios del siglo XX, serán ejemplos donde la tecnología y la ciencia van marcando pautas que incidirían directamente en las líneas de escritura, y donde, en palabras de Williams, texto y contexto se interpenetran. No serán historias de una realidad sagrada sin tiempo, sino proyecciones dentro de un futuro humano altamente tecnologizado. Entrando al siglo XX, aquellas imágenes estarán contextualizadas en un momento en que las ciudades seguían creciendo de manera acelerada. La tecnología había expandido las posibilidades del subsuelo al ejecutar líneas de metro bajo ciudades como París, Londres y Nueva York, levantando, sobre esta última, gran-
(1.8) The Third Man.
des rascacielos supeditados a la existencia de un subsuelo altamente desarrollado. Por estos años, la incursión del cine comenzaba a compartir terreno con las letras respecto a la creación de representaciones acerca de la realidad. Éste aprovechó las posibilidades de moverse libremente dentro de un espectro de imágenes que iban desde visiones próximas a lo existente a creaciones fantásticas o imaginarias, donde los nuevos medios y tecnologías incorporadas permitirían hacerlas parecer reales. Dentro de este nuevo campo de representación, el subsuelo fue incorporado como un tema abierto, diverso, y podríamos decir, en muchos casos, indeterminado. Visiones cargadas de la oscuridad del siglo XVII, como en Frankenstein (1931) de James Whale, se contraponían con las locaciones reales en las alcantarillas de Viena, como en The third man (1949) de Orson Wells, o incluso en un mismo film las lecturas podían ser tan variadas como opuestas, como es el caso de Metrópolis. Ésta última, del año 1926 y dirigida por Fritz Lang, hacía alu-
sión a un mundo subterráneo en el cual los obreros vivían y trabajaban en condiciones degradantes. Gracias a él los ciudadanos de la superficie podían desarrollar sus vidas de manera cómoda, sobre un proletariado que nunca veía la luz natural. Podríamos decir que en Metrópolis se plantean dos temas interesantes acerca del subsuelo: por un lado aquella imagen lúgubre de mundo paralelo opuesto a la superficie -un inframundo terrorífico e inhabitable-, lugar incomprensible como producto de la era industrial y los supuestos avances que la tecnología traería para la humanidad. Por otro lado, se encontraría una construcción alegórica del subsuelo como visión moderna de la ciudad; aquella parte constituyente e invisible que define el motor y la viabilidad de la metrópolis contemporánea. Es la representación de aquella infraestructura extensiva que se despliega a lo largo de la ciudad proveyendo acceso a transporte y servicios desde cualquier punto donde nos situemos. Aquella visión dual, donde pasado y
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(1.9) Metrópolis.
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futuro convergen, sigue arraigada en las urbes de hoy. Por un lado reconoceríamos una suerte de arqueología urbana conformada por edificaciones cuyo subsuelo construiría retazos de la historia de las ciudades -edificaciones anteriores que yacen enterradas bajo otras- y, por otro lado, construcciones subterráneas que actualmente no tienen un uso preciso. Son éstas edificaciones, muchas veces anacrónicas, las que de manera latente conformarían aquella infraestructura que permitiría el futuro desarrollo de la metrópoli. La aparente contradicción que la idea esbozada sugiere, donde un espacio ya existente y subutilizado podría constituir la principal fuente de reserva, encuentra cierta coherencia en el siguiente pasaje que Marc Augé dedica a la presencia de las líneas de metro: “Bien se comprende la doble y contradictoria hipótesis que podría sugerir así la evidente “carga” histórica de los recorridos del metro. Tantas estaciones y otras tantas situaciones o personajes reconocidos, conservados, magnificados: el tren se desliza por nuestra historia a
velocidad acelerada; incansable cual una lanzadera que va y viene en los dos sentidos, une los grandes momentos, pasando de Gambetta a Louise Michel, de Bastille a l’Etoile o de Stalingrad a Campo Formio y viceversa. De manera que tomar el metro sería en cierto modo celebrar el culto de los antepasados.”15
“... un laberinto de innumerables salidas o más bien un dispositivo escénico pero desmultiplicado: decenas de escenarios, que no sólo se reparten en una red sobre toda la extensión de la zona urbana y periurbana sino que se disponen en varios niveles, son invadidos a intervalos regulares por una multitud más o menos compacta de comparsas de todos los géneros que obedecen a algún misterioso director de escena, dios arquitecto de este universo subterráneo.” 16
(1.10) Estación de metro en Washington.
LA CIUDAD ACTUAL
Dentro del contexto actual de desarrollo de las ciudades, parece que la visión fenomenológica del pasado acerca en relación al subsuelo, pasa a ser ahora una visión fundada en la necesidad. Ciudades saturadas, abundancia de monumentos históricos, deficiencia de espacio y requerimientos medioambientales, serían nuevos antecedentes a considerar, donde la arquitectura contemporánea podría presentar una serie de ventajas. Temas como la emancipación del estacionamiento, la necesidad de incorporar nuevos metros cuadrados a edificaciones existentes –museos subterráneos-, la creciente generación de más y nuevas infraestructuras de transporte, entre otros, hablan de campos y oportunidades donde la arquitectura deberá operar en un escenario próximo. Así, las limitaciones urbanas de espacio, las preocupaciones por el contexto y la extensión de la ciudad, o la inquietud
por el patrimonio, han dado paso en muchos países a una clara orientación hacia la explotación del subsuelo urbano. Él es el catalizador de la ciudad moderna, el lugar donde se muestra su estructura constituyente, sus fundaciones y redes. Tanto las edificaciones nuevas como las antiguas están sujetas a requerimientos estructurales que determinan amplios espacios que, a pesar de que en muchas oportunidades no han sido concebidos como parte integrante de la arquitectura, progresivamente han asumido diversos tipos de usos: pasajes y bodegas, auditorios, archivos u otros programas afines. Revisar la explotación contemporánea del subsuelo urbano para uso ciudadano, es precisamente el introducirse en el desarrollo del metro y las externalidades producidas por éste. Las nuevas necesidades en transporte, apoyadas en tecnologías como el ascensor o la escalera mecánica, hicieron de la construcción subterránea una alter-
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(1.11) El subsuelo de la ciudad contemporánea.
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nativa donde día a día los requerimientos van multiplicándose, haciendo de las estaciones de metro estructuras cada vez más complejas y donde simultáneamente se ha incorporado comercio, oficinas, estacionamiento u otros usos. Visitar el metro es enfrentarte, usando la expresión de Marshall Berman17, al ágora moderna. Éste conlleva la democratización del acceso a la ciudad, dando libertad de ir desde y hacia cualquier lugar a toda la ciudadanía. Cada día más, el metro amplía sus zonas de cobertura, llegando en ciudades como París a transformarse prácticamente en una infraestructura más de los sistemas de urbanización18. Su imagen varía radicalmente de uno a otro, pudiendo encontrar verdaderas catedrales en Moscú19, espacios platónicos en Washington20, o deteriorados y malolientes rincones en Nueva York. Aquellos enfoques, entre los que
consideraríamos a Berman, que le atribuirían características de índole pública al metro, aparecerían contrapuestas en enfoques como los de Marc Augé. En su libro El viajero subterráneo: un etnólogo del metro21 hace referencia al metro como la colectividad sin el festejo y la soledad sin el aislamiento. Una estructura de incontables flujos y aglomeraciones diarias que no gozaría de características netamente urbanas o públicas, entendiendo éstas como propias de lugares en donde la multiplicidad generaría intensidad. Podría pensarse entonces, que no existe dicha multiplicidad sino, más bien, la omnipresencia de un determinado código de comportamiento a seguir hasta el momento en que volvemos a encontrarnos con la superficie, “en” la ciudad22. A pesar del reconocimiento de un determinado código de comportamiento que de alguna manera anularía la llamada urbanidad, es interesante el observar que
(1.12) La Défense, París. La utilización del subsuelo ha dado paso a diferentes niveles conectados, donde el nivel cero se ha modificado hacia una compleja estructura tridimenisonal. (Autor)
es en el metro donde se generan fuertes alegorías al mundo moderno23, siendo, el usuario, constantemente bombardeado con imágenes del exterior -belleza, vacaciones, moda, comercio, cultura- donde a falta de estímulos distractores, sus cargas se vuelven aún más significativas. Por otro lado el comercio va instalándose progresivamente en empalmes de líneas o estaciones de flujos importantes y, lo que resulta más interesante, desbordando a sus inmediaciones. La instalación de una estación de metro en las zonas centrales de la ciudad cambia la fisonomía del contexto inmediato, aparecen flujos de miles de personas diarias antes inexistentes, las plusvalías cambian y el mercado recibe estas señales incorporando nuevos y diversos programas. Así, el metro ya no podría considerarse únicamente como una estructura relacionada al transporte. Su trazado expansivo va cubriendo grandes superficies
donde las estaciones, como nodos de una red, son los catalizadores de intensidad de flujos de los cuales otros programas se benefician, tanto en el nivel de la mesanina, como en las zonas exteriores adyacentes. Su construcción actual podría entenderse –paralela a la introversión, autonomía y poca cohesión con la ciudad- como un incentivo para el desarrollo de estructuras subterráneas ligadas a sus flujos. Montreal, por ejemplo, ha desarrollado en el área comprendida entre dos líneas de metro –la verde y la naranja-, una ciudad subterránea que luego de casi 40 años24 incorpora estaciones de metro, comercios, estacionamientos y edificios entre sus programas25. Dicha estructura consiste en 30 km de galerías desarrollados en 13 km2 de superficie que, uniendo una serie de espacios climáticamente controlados, llegan a contener el 80% del espacio de oficinas y el
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(1.14) (página siguiente) Secuencia acerca de un intercambio entre líneas de en la estación de metro Chatelet-Les Halles en París. Recorrido aprox. 8-12 minutos. (Autor)
(1.13) Metro de Moscú.
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35% de todo el comercio de la zona central de la ciudad. La conectividad subterránea supera ampliamente el estrato comercial y de transporte, incorporando desde bloques de vivienda y edificios federales de gobierno, hasta paseos relacionados al turismo que cruzan por ejemplo, el subsuelo de la Catedral Católica de la ciudad. La mayor parte de la Réso26 opera a lo largo del horario en que lo hace el metro –de 5:30 am a 1 am- lo cual permitiría hipotéticamente, y considerando que los edificios de viviendas también se encuentran conectados a la red subterránea, desarrollar una cotidianeidad sin salir a la superficie; habitación–trabajo-ocio bajo una misma estructura. Por otra parte, la administración de los diferentes fragmentos de la ciudad subterránea se encuentra supeditada a las autoridades de cada uno de los edificios que la conforman, sistema privado que si bien hace perder una cierta unidad a nivel de arquitectura y señaléti-
ca, permite la adecuada mantención de las zonas abiertas al público. Si consideramos la pesada humedad del verano y el frío inclemente del invierno, factores climáticos que complican el uso intenso de la superficie, podremos notar que las ventajas de una ciudad de estas características son innumerables. Sumado a la condición ambiental, el disponer de una red de este tipo en cualquier centro urbano actual permitiría la reducción de los conflictos entre el auto y el peatón, mermando la demanda por espacio de estacionamiento y, por ende, la contaminación; permitiendo aumentar la intensidad de uso y reteniendo la vitalidad económica de la zona. Conexiones subterráneas entre construcciones vecinas y con el metro, accesos de edificios llegando hasta el subsuelo, concentración de comercios y servicios, posibilidad de emplazar programas de
35
(1.15) Ciudad subterránea de Montreal.
36
grandes superficies como malls y centros de convenciones, aumento de plusvalía por conexiones a la red bajo la superficie, instalaciones de arte de los principales museos entre otros, invalidarían hoy en día aquella visión que le otorgaba al subsuelo un carácter de localización secundaria, donde las ventajas superan ampliamente a lo que podría aparecer como inconveniente –ventilación, iluminación, orientación-, temas que con la tecnología actual pueden ser abordados de forma expedita.
ESTRATO DE UNA HISTORIA
El reconocimiento del subsuelo por parte de las ciencias históricas del siglo XIX estableció la relación entre el tiempo y el espacio en el fenómeno que Rosalind Williams ha identificado con el nombre de tiempo profundo -forma de expresar la asociación entre la excavación con una vuelta al pasado. Reconocer el subsuelo era en parte reconocer la historia, encontrar elementos para volver a construirla con una claridad proporcional al hallazgo descubierto; mientras más se excavaba mayor era el grado de precisión histórica. Dicho encuentro se desarrollaba en lugares donde el paso del tiempo había sepultado aquello que ahora era necesario sacar a la luz. La imagen arqueológica de las excavaciones Mesopotámicas es fiel reflejo de este tipo de subsuelo histórico; lugares deshabitados en climas desérticos que calzaban con las supuestas localizaciones de los pueblos antiguos y que permitían encontrar ciudades enteras en excelente estado de conservación. El campo
(1.16) Museo del Louvre. La expansión hacia el subsuelo aparece central en cascos históricos o edificios patrimoniales. (Autor)
de estudio arqueológico que a la presente investigación le resulta más pertinente, sin embargo, no es aquel que se encauza hacia los primeros períodos de la historia, sino aquel enfocado hacia momentos más recientes donde la atención está centrada en una serie de condiciones que podríamos llamar urbanas. Casos como los de Ciudad de México o Roma pertenecen al segundo grupo mencionado, por cuanto han construido en forma sucesiva -y a modo de un palimpsesto- la nueva ciudad sobre los fragmentos y vestigios de la antigua. Las construcciones de la superficie frecuentemente presentan modificaciones, sin embargo aquellas que permanecen latentes en el subsuelo, se han mantenido prácticamente inalteradas, dejando rastros de su historia en un subsuelo próximo a ser descubierto. Podríamos decir entonces que hay un subsuelo arqueológico que define un estrato anterior donde la excavación es la acción a desarrollar para iluminar y ha-
cer visibles aquellas estructuras. Paralelo a él, el concepto del patrimonio actual de las ciudades ha construido una segunda lectura. En ella el concepto de conciencia histórica hacia las construcciones consideradas parte de la herencia urbana, ha fundamentado desde la segunda mitad del siglo XX, el desarrollo del subsuelo como alternativa para un crecimiento e intensificación de las ciudades. Así, por ejemplo, tipologías tales como los museos comienzan a presentar relevantes transformaciones respecto a su concepción original. La imagen decimonónica de abstracto olimpo artístico, separado por largas y ascendentes escalinatas que mediaban el acceso a un piso noble, ha dado paso al descenso. En estos casos, la operación de habilitar el subsuelo ha permitido aumentar la superficie útil sin modificar los atributos originales del cuerpo edificado. A continuación se presentarán dos casos que, desde campos diferentes –el arte y la arquitectura- se han considerado útiles para exponer la distinción mencionada.
37
38
(1.17) Intervención subterránea bajo dependencias del Hospital Salvador. (Autor)
Formando parte del proyecto denominado Intervenciones de Utilidad Pública, el artista Sebastián Preece27 desarrolló la llamada “Intervención subterránea bajo las dependencias del Hospital Salvador”28. Basándose en los objetivos de habilitar y reactivar un espacio residual, la obra pone de manifiesto una nueva lectura del edificio sobre –bajo- el cual trabaja. Su proceso toma como punto de partida la excavación de un patio para introducirse luego bajo el edificio, definiendo un recorrido a través de sus fundaciones. Se ha reemplazado el proceso de construcción convencional -ligado a la sumatoria de partes tendientes
a formar un conjunto coherente- por la operación de restar material; en ella reside ahora la construcción misma. Lo develado será una espacialidad ligada a los cimientos exhumados del edificio, un recorrido a través de zanjas subterráneas a las cuales se puede acceder mediante dos puntos. Los nuevos elementos introducidos son, básicamente, una serie de planos vidriados, un juego de focos halógenos y un enchufe –instalado en el fondo del recorrido- que permitirá al visitante iluminar el recinto a su voluntad. La iluminación del subsuelo permitirá reconocer la acción de desentierro del estrato fundacional del
(1.18) Trabajos en la Catedral de Santiago. Descubrimiento del Solar original.
edificio, quedando en evidencia las estructuras e instalaciones que sustentan el funcionamiento del programa hospitalario situado en la superficie29. Los puntuales paños de vidrio separarán, como en una vitrina, lo que es recorrido de lo que no lo es, confiriendo un carácter expositivo a aquel descubrimiento. Por su parte, en ausencia de iluminación artificial, las entradas de luz natural generarán reflejos exteriores en los vidrios, dando al subsuelo la propiedad de traer al exterior bajo tierra. Los puntos de conexión con la superficie están construidos a través de rasgaduras definidas con vigas superpuestas de hormigón armado que, junto con iluminar el interior, crean vistas renovadas hacia el ceibo30. Así como Preece excava el subsuelo para reconocer el edificio desde otro horizonte, poniendo en evidencia el estrato latente de las fundaciones y las redes de su construcción, el caso de la Cripta de la Catedral de Santiago supondría también un descubrimiento, orientado ahora hacia aquel estrato histórico que va sedimentando a medida que la ciudad se transforma.
Durante la ejecución de las obras, y a medida que avanzaba el proceso de excavación, se fueron encontrando diversos vestigios bajo la zona definida por el altar mayor. Estos pertenecían principalmente a evidencias del solar original, a estructuras anteriores a la Catedral que se levantó posteriormente en él31, y a restos de personajes históricos que por diversas razones fueron enterrados en aquel lugar de honor –como fue el caso de Diego Portales. Lo anterior ejemplifica aquella condición que Williams le otorga al subsuelo y según la cual éste constituiría una pieza clave de la historia, ya que a través de su excavación se podría volver al pasado. Por otro lado, hay en el proyecto mismo de la cripta un tema interesante que consideraría aquella atemporalidad de “lo subterráneo”. Esto tiene relación con que el proyecto de la cripta es una estructura pensada para adosarse a un edificio de fuerte carga histórica, al mismo tiempo que su función es dar cabida a la sepultura de los Cardenales por los próximos trescientos años. Considerar la construcción de un edi-
39
“ ...uno de los grandes desafíos de la especie humana es lograr mayores densidades al tiempo que mejora la existencia urbana. En muchos casos, tu podrías incluso crear cierta cantidad de espacio exterior al situar programas bajo tierra. Funciones que tradicionalmente requieren de mucho espacio al nivel de la calle, como oficinas o espacio industrial, cafés o restaurantes, pueden ser parcialmente incorporados bajo tierra para alivianar la presión en el nivel del suelo. Uno podría elaborar sobre ese principio de una manera ambiciosa cuando se desarrolla a gran escala, creando un nuevo nivel bajo la superficie para funciones específicas.” 33
(1.19) Espacio público a desnivel. Nijmegen, Holanda.
40
ficio que deba perdurar por dicho período de tiempo no es un encargo precisamente contemporáneo, donde lo actual y lo obsoleto pueden distanciarse a veces por pequeños períodos de tiempo. Reflexionar sobre el encargo desde este punto de vista descartaría pensar en estilos de época, más aún cuando la intervención será llevada a cabo en una construcción patrimonial, donde lo nuevo no debiera generar conflictos de lectura con la estructura existente. Más que un proyecto de arquitectura, la cripta cabría dentro del plano de una estructura de soporte, en la medida que ella se irá constituyendo de acuerdo a la ocupación de sus nichos y no en el momento en que la construcción sea entregada32. La función de dicho soporte sería de orden “estructural”, pues responde a un requerimiento de resistencia para un determinado período de tiempo, al final del cual esta estructura pasaría a formar parte de aquel estrato histórico ya mencionado.
POSIBILIDADES URBANAS DEL SUBSUELO
Pensar que ciertas zonas estratégicas de la ciudad pueden actualmente abrir el subsuelo relacionándolo con la superficie, no parece ilógico dentro del enfoque de esta tesis. Casos de reconstrucciones como las de Rótterdam y Nijmegen en Holanda, han dado ejemplos de lo efectivo que puede ser tomar posturas que consideran la utilización del subsuelo como medida de rehabilitación. En estos proyectos se conecta el nivel -1 con el suelo, dejando al peatón sin poder determinar exactamente la cota en la que se encuentra. Reconocer las posibilidades del suelo en su condición tridimensional está impulsado por la necesidad de hacer de él una estructura unitaria. No basta con reconocer la existencia de distintos planos superpuestos e independientes sino que la complejidad del problema radica en la manera en que éstos se fusionan en un conjunto coherente.
(1.20) Norman Foster: Estación Canary Wharf.
A medida en que las ciudades se desarrollan, la necesidad de espacio ha sido constante y progresiva. La lógica de multiplicar la superficie útil en las zonas de mayor demanda por medio de cuerpos verticales constituye una solución que hoy en día define completamente la fisonomía de los principales centros poblados. Resulta paradójico sin embargo que dicha intensidad se haya traducido casi exclusivamente en las cotas superiores al nivel cero y que bajo éste las áreas útiles hayan sido destinadas sistemáticamente a zonas de servicio e infraestructura. Con las actuales mejoras en tecnologías de construcción, iluminación, ventilación y acústica el subsuelo ya no está fuera de las posibilidades. La permanencia en espacios de ambientes controlados se vuelve cada vez más frecuente y prolongada: salas de concierto, multicines, túneles y carreteras intraurbanas y sistemas de transporte subterráneos entre otros. El valor de la centralidad y la accesibilidad a los centros urbanos tendría como contraparte los costos de construcción
más altos ligados a la habilitación de estructuras subterráneas. El valor otorgado a dichas lógicas de localización ha definido en muchos casos el desarrollo del subsuelo en los centros de las grandes ciudades.
41
(1.21) OMA: Secciones del proyecto para la Bilbioteca Nacional de Francia. La biblioteca es interpretada como un bloque sólido de información, donde los espacios públicos más importantes son definidos como ausencias de edificio, vacíos excavados en el sólido.
42
ESTRATEGIAS DE VACIADO
Si la condición de estrato histórico hacía de la excavación del subsuelo una acción relacionada al descubrimiento de una verdad o certeza, el desarrollo de cualquier acción de esta naturaleza que no considere una condicionante arqueológica sino más bien proyectual al momento de operar, asumirá la excavación como una acción arquitectónica espacial. Ya no se buscará desenterrar sino más bien vaciar, diferenciando el tipo de proyecto a ras de suelo –superpuesto- con el subterráneo, donde el primero se construye mientras que el segundo se excava. Asumir esta idea hará trabajar el subterráneo sobre configuraciones de espacios regulares e irregulares, donde el rasgo fundamental del edificio será precisamente la ausencia de él. La importancia de la estructura no estará centrada en los elementos arquitectónicos, sino más bien
en las relaciones entre estos. Como señala Stan Allen al referirse a su definición de condición de campo: “la forma importa, pero no tanto la forma de las cosas como la forma entre las cosas.”34 Enmarcados en aquella estrategia, podríamos situar por ejemplo los modelos futuristas para la expansión de la ciudad de Ámsterdam desarrollados por la oficina MVRDV para superficies de 3 km3. Su búsqueda se orienta hacia soluciones integrales basadas en el principio de la excavación del subsuelo. Mediante dicha estrategia, la ciudad expandida hacia el subsuelo podría albergar grandes superficies para usos y programas actualmente relegados a las periferias. Los siguientes ejemplos trabajan sobre tres diferentes maneras de producir la denominada colonización del subsuelo.
(1.22) MVRDV: Gotham City (arriba) y Mine City (abajo). Posibilidades para un crecimiento de la ciudad de Amsterdam en 3 km3.
1_ En el primer modelo llamado “Gotham City”, donde el suelo es eliminado como referencia, el refuerzo de los muros perimetrales de los edificios permitiría su extrusión hacia los pisos inferiores. Calles y plazas son quitadas con el objetivo de llevar luz y ventilación bajo tierra, suprimiendo el grado referencial que el suelo poseía. La disposición de los programas se desarrollaría en el eje Z, eliminado la condición absoluta de un arriba y un abajo, dejando tal relación como una dato incierto y múltiple. 2_ “Mine City”, en cambio, responde a la forma constructiva con que se genera, el socavamiento. Tomando el sistema empleado en la industria de la minería, el proyecto buscaría liberar espacio del sustrato de la ciudad por medio del vaciamiento y posterior edificación mediante construcciones con forma de domo. El modelo de ciudad quedaría definido mediante un sistema de pasajes y vacíos con funciones
complementarias; domos de shopping, líneas de movimiento, patios de luz etc. En este caso el crecimiento urbano se iría desarrollando de manera imperceptible a medida que sus necesidades así lo requirieran. En “Mine City”, a diferencia de “Gotham City”, el suelo se mantendría como el único plano de referencia. 3_ Finalmente, el modelo de “Sandwich City” se genera de la organización de las infraestructuras bajo el nivel del suelo entiéndase todo tipo de cañerías, cableados, estructuras, alcantarillados etc.-, en una grilla situada justo bajo el nivel de los edificios y espacios públicos. Esta nueva capa se estructura en base a una gran malla de vigas pre-tensadas de hormigón armado, la cual descansa sobre un sistema de fundaciones hecho en base a grandes muros y pilares. Las plataformas creadas por estos espacios permitirían situar los halls urbanos, edificios de oficinas, cines y estadios entre otros.
43
44
(1.23) OMA: Souterrain, túnel de equipamiento de La Haya.
Por más utópicas e irreales que parezcan estas propuestas, el interés de traerlas aquí se centra en su radicalidad espacial y magnitud urbana. Frente a ellas, muchas de las actuales soluciones se presentarían como casos aislados que difícilmente podrían llegar a concentrar la riqueza de la calle, ya que no logran en sí mismas hacer del subsuelo un estrato unitario y conexo. Es precisamente sobre este punto, donde el proyecto subterráneo involucraría no solamente una ocupación, sino también una intensificación de un área mediante la articulación de situaciones y programas, que podríamos situar la estrategia del proyecto de OMA35 para el túnel de equipamiento de La Haya. Éste configura una completa porción de ciudad bajo tierra, intervención que sobrepasa con creces lo que podría considerarse como
usual para el desarrollo de una estación subterránea de tranvía. Por medio de la excavación de un túnel de tres niveles con una longitud de 1250 m, se incorporan 475 estacionamientos, dos estaciones de metro y un recorrido peatonal que las comunica. La estrategia de excavación busca, en la medida de lo posible, ir modificando la altura y el ancho del espacio con el objetivo de conectar física y visualmente los elementos del programa, generando vistas hacia el exterior y produciendo conexiones con las tiendas y con los estacionamientos de la zona. Como señala OMA al referirse al proyecto: “Este edificio-túnel actuará como espina dorsal que vertebrará los diferentes órganos, creando un cuerpo de conexiones subterráneas que darán servicio a la ciudad desde el subsuelo.”
45
La forma en que se trabaja la conexión de la calle (0,00) con la del andén del metro (-13,00) pasa a ser uno de los puntos esenciales para una real incorporación del subsuelo a la ciudad. Tanto la continuidad física como visual permiten dar respuesta efectiva a temas relevantes en este tipo de proyectos, como son la orientación y el aislamiento relacionados a la ocupación bajo tierra. Claridad, luz natural y transparencia entre recintos generan claves para la existencia de un control recíproco al interior de espacios cargados culturalmente de externalidades negativas.
REPRESENTACIÓN DE UNA ARQUITECTURA SIN FORMA
Podríamos decir que la modernidad acusó, en gran parte del siglo XX, una fuerte carga formal relacionada al objeto arquitectónico como una entidad absoluta. En Hacia una arquitectura36, texto capital en la gestación del nuevo movimiento, Le Corbusier señala que “masa y superficie son los elementos con los cuales la arquitectura se expresa.”37 Dichos criterios, referidos principalmente al edificio en sí y definidos mediante una serie de atributos ampliamente propagados durante el periodo -e identificados posteriormente bajo el nombre de Estilo Internacional38-, asociarían conceptos como la belleza a la claridad alcanzada en torno a la apreciación de la forma.
(1.24) Claridad de una forma pura.
46
(1.25) Relación directa entre el interior y el exterior.
Veinte años después en Espacio, Tiempo y Arquitectura39, Siegfried Giedion señalará, al hacer referencia a la obra edificada de Le Corbusier, que éste desarrolló el principio de interpenetración del espacio interior y exterior apoyándose en las relaciones entre arquitectura y construcción fijadas en los llamados cinco puntos40. En relación a esto, reconoceríamos que uno de los cambios relevantes que la modernidad desarrollo tendría relación además con la forma en que el interior se proyecta hacia el exterior, una lógica excéntrica en base a la cual el proyecto se define desde adentro hacia afuera. Frente a estas dos características, el proyecto subterráneo establecería un contrapunto, ya que por un lado aparece ausente de una forma exteriormente reconocible -donde lo que entendemos por
fachada ha sido eliminada- mientras su naturaleza concéntrica lo definiría como una interior volcado hacia adentro, limitando su vinculación con el exterior a elementos puntuales como, por ejemplo, los accesos. Este giro hará resaltar en la representación de los proyectos las diferencias entre lo lleno y lo vacío de manera radical puesto que, en muchos casos, más allá de los muros de contención no habrá nada. En esta lógica donde la elevación se suprime, deberán ser incorporados cortes axonométricos que permitan representar el espacio interior -que es el que ha dado forma al proyecto. De tal manera, más que hacernos una imagen definida del proyecto, reconoceremos las relaciones internas que éste articula.
(1.26) OMA: representación del túnel de equipamiento subterráneo de La Haya.
47
De la misma manera, lo que generalmente entendemos por planta dejará de ser un corte definido de un nivel determinado, para superponer diferentes estratos que den cuenta de la complejidad vertical que se podría llegar a presentar.
NOTAS 1. WILLIAMS, Rosalind. Notes on the underground: an essay
poder reconocer el total significado de la presente trans-
on technology, society, and the imagination. Cambridge,
formación del subsuelo.
Massachusetts y London, The MIT Press, 1992. p. 9. 15. AUGÉ, Marc. El viajero subterráneo: un etnólogo en el 2. BERMAN, Marshall. Notes from the Underground. Har-
metro. Barcelona, Colección El Mamífero Parlante, Editorial
vard Design Magazine, (15): 70–75, Fall 2001.
Gedisa, 1987. p. 35.
3. Sería interesante destacar que el contexto en el cual
16. Ibid. p. 91.
Piranesi había desarrollado su trabajo, se situaba cercano al período “iluminado”, donde ideas de liberación y justicia
17. BERMAN, M. Op. Cit. p. 75.
asomaban en escritos como los de Rousseau, y donde, paralelamente, la novela gótica avanzaba creando mundos
18. La cobertura del metro parisino es prácticamente total
misteriosos y oscuros; piranésicos.
Asociaciones como
en las áreas centrales de la ciudad, desarrollando una red
la salida desde la caverna hacia la luz en Platón, serían
en base a dieciséis líneas cuya distancia entre estaciones
asociadas al paso desde la esclavitud hacia la democracia,
no llega a ser mayor que 500 m entre cada una.
potenciando aún más aquellas cualidades negativas del inframundo.
19. La primera línea de metro de Moscú data del año 1930, y fue concebida por orden de Stalin para llegar a constitu-
4. BERMAN, M. Op. Cit. p. 72.
irse en un verdadero paraíso del proletariado bajo el ideal comunista. Hoy en día alcanza los 200 km de recorridos.
5. WILLIAMS, R. Op. Cit. p. 21. 20. Marshall Berman desarrolla en su ensayo la asociación 6. Ibid. p. 23.
48
entre el metro de Washington con dos espacios que él llama filosóficos: las prisiones imaginarias de Piranesi y
7. Ibid.
la caverna de Platón. “La luz no era solo tenue para leer, también transformaba a la gente de todos los colores en
8. Ibid.
sombras. Uno no podía tener una imagen clara de la persona de al lado, o bajándose del metro uno perdía la vista
9. La palabra minería hace alusión aquí a la palabra inglesa
de la persona de al lado; por otro lado, cuando te subes
“mining”; gerundio de la palabra mine –mina-. Relacionado
a un carro, las sombras que te han rodeado se vuelven,
a la extracción, la asociación con la mina hace referencia
súbitamente, humanas”. BERMAN, M. Op. Cit. p. 70.
a la búsqueda de algo puntual detrás de la mera acción de excavar el terreno.
21. AUGÉ, M. Op. Cit.
10. WILLIAMS, R. Op. Cit. p. 52.
22. “Está, pues, muy claro que si en el metro cada cual “vive su vida”, ésta no puede vivirse en una libertad total,
11. Ibid.
no solo porque el carácter codificado y ordenado de la circulación del metro impone a cada cual comportamientos
12. Ibid. p. 70.
de los que no podría desviarse sino exponiéndose a ser sancionado, ya sea por la fuerza pública, ya por la de-
13. Ibid. p. 82.
saprobación más o menos eficaz de los demás usuarios”. Ibid. p. 55.
14. Ibid. p. 21. Rosalind Williams explora las implicancias sicológicas, políticas y sociales de la vida en entornos
23. “En la estación o en su alrededores se podrían hacer
predominantemente tecnologizados. Las lecturas acerca
todavía numerosas observaciones interesantes; nuestro
del subsuelo serían, debido a esto, simultáneamente di-
etnólogo podría observar por ejemplo que poco a poco
versas entre mitos, narrativas e ideologías; debiendo ser
se instalan diferentes comercios, con autorización oficial
asumidas desde aquella complejidad con el objetivo de
o sin ella, en ese cruce de líneas que se llama empalme,
y podría pensar en la sacralización progresiva de un lugar
el aporte del Fondart, su realización formaba parte del
en el que se concentran todos los componentes y todas
proyecto “Intervenciones de Utilidad Pública” inaugurada
las alegorías del mundo moderno (la prensa y las actu-
el día 15 de Noviembre de 2002.
alidades del día, el comercio y la moda, la publicidad y los ideales que ella sustenta y modela, la función pública
29. En un comienzo, Preece buscaba generar una conex-
detrás de sus ventanillas, la ley y sus representantes
ión desde el subsuelo excavado con el programa situado
–cosas todas más visibles quizás en République que en
sobre él. Las características del programa, el Laboratorio
Franklin-Roosevelt- y también la juventud, el trabajo, las
de Toma de Muestras, hizo imposible la autorización para
futuras vacaciones -representadas en los muros como una
la concreción de los objetivos originales. Aquel tema del
promesa-, el extranjero turista o inmigrante)”. AUGÉ, M.
recorrido será una intención recurrente en el artista en
Op. Cit. p. 111.
obras posteriores, como la desarrollada en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) el año 2003. La obra denomi-
24. El punto de partida de la llamada ciudad subterránea
nada “Visita guiada: la ruta lógica” era una propuesta de
de Montreal reside en la construcción, en el año 1962,
intervención espacial que buscaba generar una ruta de ex-
de la torre de oficinas Place Ville-Marie –diseñando por
pedición que uniera los dos museos colindantes –el MAC
Ieon Ming Pei y Vincent Ponte e inspirado en el Rockefeller
y el MNBA- pasando a través de la techumbre. El proyecto
Center de Nueva York- la cual incorporaba un mall sub-
solo fue llevado a cabo en una sala de MAC quedando in-
terráneo con túneles que los conectaban con la estación
conclusa.
central –Gare Central- y el hotel Queen Elizabeth. Cuatro años más tarde, al inaugurarse el metro, ya eran diez los
30. Preece ha hecho referencia a la instalación como un
edificios que se conectaban directamente con sus, reci-
depósito contenedor que con el tiempo acumulará y con-
entemente abiertas, estaciones.
servará las hojas caídas del gran ceibo situado en el patio intervenido.
25. “Hoy en día la ciudad de abajo alcanza los cuatro millones de metros cuadrados y contiene casi todo lo
31. Tres fueron las construcciones erigidas -entre 1557 y
asequible en la ciudad de arriba. Sus corredores y esta-
1758- en el mismo sitio de la Catedral, cuya construcción
ciones de metro conectan con 2 terminales de buses, 10
comienza en 1748 con la iglesia que, 92 años después,
estaciones de metro, 1.200 oficinas, 2.000 tiendas, 1.615
sería nombrada Catedral de Santiago por el Papa Gregorio
unidades habitacionales, 200 restaurantes, 40 bancos, 40
XVI.
cines y teatros, 7 importantes hoteles, un campus de la Universidad du Québec, la Universidad de Montreal, el
32. Se aclarará que la obra es entregada al cliente en un
Olympic Park, la Place des Arts, 2 importantes tiendas de
determinado momento, no pudiendo sostener que en ese
departamento, 1 centro de convenciones –Palais des Con-
momento ha sido terminada. Esta tesis considerará el pro-
grès de Montreal-, y el centro Olímpico.”
ceso concluso al momento en que la cripta utilice todos
<http://www.hackwriters.com/Montrealsubway.htm>
sus nichos y por lo tanto cumpla su vida útil. El proceso de construcción será entonces de trescientos años finali-
26. En el año 2004 la ciudad subterránea de Montreal fue
zando en el momento de su posible demolición.
rebautizada con el nombre de Réso, palabra basada en el francés “réseau”, cuyo significado es red –network en
33. FOSTER, Norman. En: VON MEIJENFELDT, Ernst y GE-
inglés-; una suerte de alegoría a la red de túneles que la
LUK, Marit. Below ground level: creating new spaces for
conforman.
contemporary architecture. Basel, Birkhäuser Publisher for Architecture, 2003. p. 133.
27. Artista chileno. Nace en 1972. Licenciado en Bellas Artes de la Universidad Arcis, Magíster en Artes Visuales
34. “Form matters, but not so much the forms of things
en la Universidad de Chile.
as the forms between things”. ALLEN, Stan. Points + Lines: diagrams and projects for the city. New York, Princeton
28. Obra situada en el Hospital del Salvador de Santiago de Chile. Av. Salvador Nº 364, Providencia. Apoyada con
Architectural Press, 1999. p. 92.
49
35. Office For Metropolitan Architecture. 36. Vers une Architecture. Libro publicado en el año 1923. Es una compilación de los artículos escritos por Le Corbusier para su revista, L´Esprit Nouveau. 37. “Mass and surface are the elements by which architecture manifests itself” LE CORBUSIER. Towards a new architecture. New York, Dover Publications Inc., 1986. p. 26. 38. Nombre con que se intentó congregar corrientes y tendencias disímiles de la arquitectura del siglo XX, mediante similitudes estilísticas y de propósito general. Su aparición calza con la Exhibición Internacional de Arquitectura Moderna, desarrollada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York –MOMA- en el año 1932, cuyo comisario fue el arquitecto Philip Johnson, junto a su colaborador HenryRussell Hitchcok. 39. GIEDION, Sigfried. Space, time and architecture. Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, 1940. 40. Elaboración de 5 puntos que a modo de principios de
50
diseño y construcción, definían una base operativa para la arquitectura moderna. Ellos eran: la utilización de pilares (pilotis), la independencia funcional del esqueleto o estructura, la liberación de la planta de elementos rígidos, la ventana corrida o fachada libre y la terraza jardín.
51
52
53
CAPÍTULO A_ EL SUBSUELO DE SANTIAGO
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(A.1) Edificios patrimoniales y monumentos históricos en el centro de Santiago. (Autor)
(A.2) El trazado del metro impide la ocupación de sus pre-
(A.3) Metro Los Leones. Espacio de uso público y propie-
dios en superficie.
dad privada. (Autor)
LA PRESIÓN POR ESPACIO
de nuevas actividades, su intensificación y renovación.
Con la misma lógica que en otras ciudades, el desarrollo de las zonas céntricas de la ciudad de Santiago va generando una continua demanda por espacio libre, sobre el cual se ejercen constantes presiones para dar mejor cabida a las actividades o para incorporar otras nuevas. A los habituales problemas de congestión, se suman los relacionados al tema del estacionamiento, la falta de superficies peatonales, la reducción y deterioro de los espacios verdes, la saturación de las veredas por parte de pequeños programas como kioscos y otros. Dichas zonas presentan una doble condición cuya paradoja entrega algunas luces respecto a los postulados de esta tesis. Si bien en ellas se superponen una serie de ventajas en cuanto a la localización -ya que cuentan con un completo sistema de redes, infraestructura y servicios-, la saturación del suelo edificado y la existencia de una condición patrimonial que lo congela hace difícil la incorporación
Dentro de este contexto, la presión por incorporar el subsuelo ha generado, debido a la falta de sistemas regulatorios que aúnen todos los intereses e instituciones vinculadas, una subutilización de las posibilidades que estas superficies traerían para la ciudad. En el mismo sentido, las restricciones que el concepto de propiedad posee en el marco legal, hace imposible que el subsuelo y la superficie sean desarrolladas de manera independiente y complementaria, generando por ejemplo que el paso del metro por una propiedad fiscal impida el desarrollo de la superficie sobre su trazado, o al revés, que el intento de hacer de la salida del metro Los Leones un subsuelo comercial, haya obligado a la desafección del espacio público transformando la antigua calle Las Palmas en un predio privado con una servidumbre de paso.
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(A.4) Superposición de infraestructuras y servicios bajo la Plaza Mekis-Teatro Municipal de Santiago. (Autor)
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SUBSUELO ESPESO_ INFRAESTRUCTURA DE LA CIUDAD
Al igual que en el París de Napoleón III, el desarrollo del subsuelo urbano comenzó en Santiago con la incorporación de las infraestructuras de servicios; un estrato que ha ido acogiendo la localización de las diferentes redes que permiten el adecuado funcionamiento de la ciudad. Ya desde 1900 ésta presentaba una importante red de alcantarillado y de aguas lluvias desarrollada por Batignoles-Fould, la misma empresa francesa que había estado a cargo del tema en la renovación de París. Durante todo el siglo XX aquel espesor que va desde el nivel 0 hasta el 3 aproximadamente, fue el encargado de incorporar el crecimiento, la modificación y la sumatoria de nuevas infraestructuras. Cada empresa estatal trazaba en él y
de manera independiente el recorrido de sus servicios, sin demasiadas restricciones incluso al momento de expropiar y con ausencia de catastros tanto de las instalaciones propias como de las ajenas. Con la llegada del metro en la década del 70 aquel estrato sería complejizado mediante un nuevo uso, el transporte de pasajeros -sistema que ampliaría su cobertura utilizando el subsuelo entre el 12 y el -16 m aproximadamente. Así, al comenzar a ser privatizadas las diferentes empresas de servicios, la realidad era una suerte de anarquía regulatoria que hasta el día de hoy no tiene instancias superiores –como una superintendencia del subsuelo- que regule su gestión1. Es más, al existir una aplicación separada de sistemas regulatorios generada por los diferentes servicios, “ha quedado de manifiesto que en una estructura de pasajes ejecutada conforme a las disposiciones de la Ley General de Urbanismo y Construcción y
-0.60m -1.20 m
redes
telefonía
gas
agua potable -3.00 m alcantarillado
metro -12.00 m
-16.00 m
(A.5) Esquema de las infraestructuras bajo la superficie. (Autor)
su Ordenanza no es posible cumplir con los requerimientos técnicos de distanciamientos entre redes.”2 Como consecuencia de esto, salvo las redes que se disponen en los túneles del metro, las municipalidades no poseen ninguna información catastral de las infraestructuras que pasan por su subsuelo, reconociendo parte de su trazado en la medida que las respectivas empresas desarrollan trabajos transitorios.
LA CONDICIÓN SUBTERRÁNEA DEL CENTRO
Si bien la condición subterránea es entendida como cualquier lugar o espacio que está debajo de la tierra3, al hacer referencia a un trozo de ciudad será más preciso el determinarla como todo aquello situado bajo la superficie. Por otro lado, al hacer un mapeo del subsuelo de la ciudad con la finalidad de reconocer sus usos, éste se restringirá a la condición que sus lotes4 presentan y no a los posibles programas que el subsuelo público pudiera ostentar, debido a que éste presenta en su mayoría una ocupación orientada a las redes de servicios. Para los intereses de esta tesis se ha acotado el campo de estudio a los predios situados al interior del Triángulo Fundacional o Casco Histórico del Centro de Santiago5. La clara determinación por el
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(A.6) Catastro fotográfico de usos subterráneos en el centro de Santiago. (Autor)
área responde a la densidad de actividades, programas y edificaciones consolidadas que hacen de la muestra un escenario potencialmente más interesante. En el mismo sentido, y como se ha planteado en el primer capítulo, es en las áreas centrales de las ciudades donde, como consecuencia de las necesidades de espacio, el subsuelo comienza a ser considerado como un recurso vital para el desarrollo
de la ciudad, y por ende la factibilidad de operar sobre ellos. Enfrentarse al tema del subsuelo de Santiago6 produce una aproximación bastante rotunda. Si bien se podría considerar, luego de haber recorrido las áreas centrales, que efectivamente existen usos subterráneos fácilmente reconocibles –metro, multicines, galerías, restaurantes, etc.-,
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no deja de sorprender que la existencia de edificaciones subterráneas dibuje una superficie bastante homogénea. Según el SII7 cada uno de los predios graficados podría poseer uno o más roles asociados en uno o más niveles subterráneos, lo cual evidenciaría un cierto uso o actividad al interior de ellos. Si bien, la superficie estudiada esta
compuesta por 1.714 predios, de los cuales 838 presentarían uno o más subterráneo, se desprende de la porción cubierta por estos (fig 36), que presentan superficies considerables respecto a los que no poseerían subsuelos, debido a que la zona cubierta correspondería a menos de la mitad de los predios pero a más de la mitad de la superficie.
(A.7) Predios en los cuales existe al menos un novel subterráneo. (Autor)
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Debido a la localización del caso de estudio -una de las áreas más consolidadas de la ciudad- las estructuras subterráneas ahí presentes gozarían de una gran ventaja; su inmediatez y presencia en relación a una zona que diariamente mueve miles de personas en torno a las más diversas actividades. Su carácter omnipresente y potencial, nos hablaría de una configuración del centro tridimensional, no solo desde el suelo hacia arriba sino también hacia abajo, pero que aún no ha sido aprovechada en relación a los alcances que podría llegar a desarrollar. Para ello debería ser posible, luego de constatar la real magnitud del tema, reconocer cualitativamente como son aquellos espacios, su calidad constructiva, metrajes y usos permitidos entre otros. Con la finalidad de desarrollar un
mapeo de la situación existente, la tesis se centrará en la zona del casco histórico de la ciudad, pero con la exclusión de la zona al oriente del cerro Santa Lucía. Esto debido a las razones prácticas que permitirían el trabajar con un caso acotado, la alta presencia de subsuelos, y la incipiente gestión de concesiones subterráneas bajo el espacio público que definirían a esta área en particular, como la de mayor interés en relación al tema. En este sentido, la decisión no sería arbitraría sino estratégica. Dentro de esa área, las estructuras corresponden en su mayoría a hormigón armado, albañilería y acero8, cuya data, en general coincidente, definiría que se trata de construcciones finalizadas en los últimos 25 años9. Sus metrajes pueden llegar a alcanzar en muchos casos más de 7000
(A.8) Clasificación de predios subterráneos según superficie edificada. (Autor)
m2, considerando en oportunidades superficies cercanas a los 20.000 m2. La subutilización de dichas instalaciones, cuyas magnitudes permitirían especular diversos escenarios de uso, contrasta fuertemente con la intensidad del actual Paseo Ahumada, donde el metro cuadrado de arriendo constituye el valor más alto de Sudamérica a nivel de calle comercial, llegando a los US$105 mensuales10. Al respecto, más que centrar la atención en el valor actual que tendrían aquellos subterráneos –debido a que no son transferibles de manera directa los valores del primer piso a un subsuelo- la constatación de aquella realidad subterránea nos permitiría considerar factible la incorporación de programas cuyas grandes
dimensiones no podrían solventar los altos costos de arriendo que la superficie ostenta. De esta manera, salas de conferencias, establecimientos deportivos, supermercados, instalaciones culturales etc., podrían gozar de altos niveles de integración y centralidad, ofreciendo alternativas a su actual localización periférica, la cual merma las reales oportunidades del centro para competir con las nuevas áreas del crecimiento urbano. La instalación de este tipo de usos podría cambiar la intensidad actual del centro, generando nuevos puntos que actuarían como atractores a modo de nodos en un circuito, permitiendo generar vínculos y canalizar flujos dentro de la actual trama. Esto no parece en absoluto fuera de
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(A.9 y A.10) Usos subterráneos del centro de Santiago. (Autor)
foco si consideramos que actualmente, a pesar de que las autoridades han restringido el subsuelo público para concesiones de estacionamientos, los subterráneos de los predios privados presentan de hecho una multiplicidad de usos y programas propios de la superficie: salud, deporte, comercio, culto o hasta habitación. En muchos casos éstos han podido incorporarse luego de la liberación de espacio producida por la transformación tecnológica, donde amplias superficies destinadas a bodegaje han sido reemplazadas por sistemas de respaldo digital.
Podría decirse entonces que este tipo de estructuras subterráneas gozarían de una altísima presencia a nivel urbano y que, considerando su buen estado de conservación y similitudes estructurales, su incorporación programática a la ciudad no sería mayormente compleja. En el mismo sentido, la situación de adyacencia entre ellas -separadas únicamente por un muro- daría para proyectar su conexión y pensar el subsuelo, no como una sumatoria de pequeñas estructuras una al lado de la otra, sino más bien como un nuevo mapa de la ciudad, paralelo a la actual, que permitiría otorgarle una nueva fisonomía.
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(A.11) Predios cuyos usos subterrรกneos presenta estacionamiento o bodega. (Autor)
Introdúcense las siguientes modificaciones a la ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades: 1. Intercálase en su articulo 5º, letra c), entre las palabras “público” y “existentes” la frase”, incluido su subsuelo,”. 2. Intercálase en su artículo 32 inciso primero entre las palabras “público” y “que” la expresión “, incluido su subsuelo,” 11
STATUS JURÍDICO DEL SUBSUELO URBANO
Desde el año 1995 la ley Nº 19.425 introduce modificaciones a la ley Nº 18.695, orgánica constitucional de municipalidades, en lo relativo al subsuelo de los bienes nacionales de uso público. Su reciente elaboración -no cuenta con más de diez años- pone de manifiesto un tema aún no resuelto respecto al subsuelo: su ordenamiento normativo y propósito. A pesar de estar permitida la construcción bajo la superficie, aún no hay definiciones de cuál es el papel que éstas juegan en la ciudad, sus posibles alcances urbanos y usos aceptados. La complejidad del tema comienza desde el concepto de propiedad que la ley maneja, donde la adquisición de un predio cuya magnitud está determinada en m2 permite su desarrollo en m3. Esto dará como resultado la posibilidad de construir una cierta altura sobre el nivel de la superficie y una determinada profundidad bajo
ella. Sobre este último punto no hay una definición tan clara como en la construcción sobre el nivel del terreno, haciéndose necesario estudiar el tema en base a casos que se han adelantado a la planificación y que van definiendo la doctrina12. Ya el solo hecho de determinar el rango espacial máximo que tendrían los inmuebles se vuelve complejo. Al hacer referencia al plano horizontal, el problema se encontraría resuelto a través de los deslindes del lote, que establecerían una dimensión límite. Pero tal criterio no es aplicable para el caso del plano vertical, donde dos son las superficies que se encuentran involucradas: el espacio aéreo y el subsuelo. El problema radica en la ausencia de cualquier disposición que en la legislación civil determine el derecho propietario del suelo para extenderlo hacia arriba y hacia abajo. Para unos, los artículos 931 inciso tercero y 941 del Código Civil otorgan al propietario del suelo el de-
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(A.12) Imágen interpretativa de la extensión vertical de la propiedad según la legislación española.
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recho al espacio aéreo, pues el primero de ellos establece que “es denunciable toda obra voladiza que atraviesa el plano vertical de la línea divisoria de dos predios...”; mientras el segundo señala que si un árbol extiende sus ramas sobre suelo ajeno, podrá el dueño del suelo exigir que se corte la parte excedente. En relación al subsuelo, la utilización que el propietario del terreno pueda hacer de él, no presenta mayor dificultad, ya que siendo parte de su dominio y sin haber sido refutado aún por la jurisprudencia, éste puede efectuar sobre él todas las facultades que el derecho le otorga. Así, si pudiéramos especular sobre la real magnitud de un terreno, parecería absurdo pero no equivocado decir que, a diferencia de otras legislaciones, en Chile un terreno sería un volumen cónico proyectado hasta el centro de la tierra, si es que dicho volumen es aprovechable por su dueño13. En cambio, al estar en presencia del subsuelo de un bien nacional de uso público, el tema de la utilización es diferente. Como consecuencia de los primeros proyectos de estacionamientos subterrá-
neos construidos, bajo ellos y bajo predios municipales, se modificó la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, definiendo que el subsuelo pertenecía a los llamados bienes nacionales y que la administración de este subsuelo le correspondía a los municipios. De esta manera, el Derecho Chileno ha seguido la Doctrina Romana Clásica, con las limitaciones establecidas en legislaciones especiales como la minera y la relativa a las aguas subterráneas14. Según la interpretación jurídica, se estima que la propiedad del suelo abarca lo que se halla sobre y bajo el terreno, constituyendo elementos del mismo y permitiendo el usufructo de sus partes interiores y exteriores -salvo limitaciones relacionadas al dominio eminente del estado sobre las minas, sustancias fósiles y las aguas según el tratamiento legal especial. Debido a esto, y a pesar de que la ley considera al subsuelo como una zona definida y diferente del suelo, la doctrina de unicidad entre ambos se convierte en uno de los mayores problemas al momento de considerar una subdivisión. Al respecto la ley define claramente que en el plano horizontal los
(A.13) Sección ideal del espacio jurídico virtual de regularización y urbanística en el espacio de dominio público envolvente.
bienes no tienen mayor problema para ser divididos, sin embargo no existe factibilidad de hacerlo en el plano vertical; suelo, espacio aéreo y subsuelo son una sola identidad. Al no poder separarse de la superficie, el subsuelo no puede tener valor; hecho que le impide ser transado en el mercado y lo obliga a desarrollar usos complementarios y dependientes: estacionamientos, bodegas, etc. Por otro lado, al no responder la edificación subterránea a un determinado coeficiente de constructibilidad sino más bien a mínimos establecidos por la ley, se impide que el subsuelo de un predio entregue ventajas respecto a otro, coartando en él un rol más protagónico. Por esto, bajo el supuesto escenario de posibilitar la separación entre el subsuelo y el suelo, habría que señalar que dicha acción introduciría una complejidad inusitada al permitir la utilización del espacio situado por debajo de la superficie privada para usos públicos, y el empleo del subsuelo público para actividades de índole lucrativa, sin la obligación de ex-
propiar, desafectar, comprar o vender la propiedad. Hasta el momento, países como Francia han visto las ventajas y oportunidades que, a nivel de gestión y desarrollo de sus ciudades, conlleva la operatividad del suelo de manera independiente.
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LA CIUDAD PÚBLICAMENTE TRIDIMENSIONAL
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En razón de la ley Nº 19.425 del año 1995, la cual modificó la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, la explotación del subsuelo de Bienes Nacionales está bajo la administración de la Municipalidad respectiva, estableciéndose que éste puede ser objeto de concesiones y permisos a objeto de construirlo y explotarlo. Tales concesiones se entregan previa licitación pública y pueden ser transferibles, debiendo asumir el adquiriente todos los derechos y deberes del contrato de concesión. Paralelo a esto, la Ley de Concesiones de Obras Públicas, según el Decreto Supremo del Ministerio de Obras Públicas Nº 900 del año 1996 en su artículo 39, dispone que en las obras que se otorguen en concesión en virtud de esta ley, se podrán incluir conjunta o separadamente la concesión del uso del subsuelo y los derechos de construcción en los espacios sobre bienes nacionales de uso público o fiscales. Este ministerio será la autoridad competente para otorgar en concesión toda obra
pública, salvo que éstas sean de la competencia de otro ministerio o servicio público, municipio o empresa pública. A pesar de estas modificaciones, la visión planar con que la regulación urbana opera15 en relación a los usos permitidos, ha dejado al subsuelo supeditado como complemento de los programas situados sobre él. Aquello que no es considerado un bien de uso privado, que es hacia donde principalmente se enfoca la ley del subsuelo, sería la superficie que establecería los bienes nacionales, entendiendo por estos las calles, plazas, puentes, caminos, el mar adyacente y sus playas. Estos predios, que recibirán la categoría de “espacios públicos”, conformarían lo que se encuentra únicamente en la superficie, y por ende los posibles usos y programas permitidos se encontrarían también sujetos a dicho nivel. Tal escenario se complejiza de sobremanera al aparecer modificaciones sobre el concepto de bienes públicos que la ley maneja; desde la introducción de la palabra subsuelo en
69
(A.14) Centro de Santiago: Superposición de una “plano” regulador en el eje vertical. (Autor)
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el año 1995, uno podría pensar que la ciudad es reconocida por la ley como un estructura tridimensional, y que si los urbanistas han pensado la ciudad superficial, pues ahora deberán hacerlo también con lo que quedó bajo ella. Sin embargo, el que ahora los bienes nacionales sean reconocidos como todo lo que no es privado tanto en superficie como bajo ella, cambia radicalmente la forma de operar sobre la ciudad. Ésta ya no debería considerar el nivel de la calle como el estrato desde donde la ciudad se construye, se experimenta o se establecen las relaciones entre y con lo edificado. Lo público, ahora subterráneo, comenzaría a vincularse con el hasta ahora desarticulado subsuelo privado, estableciendo nuevas y complejas relaciones donde los límites, cada vez más borrosos y menos rígidos, generarían nuevas continuidades entre la actuales dicotomías de la ciudad; lo público y lo privado, lo vacío y construido, la calle y el edificio, la figura y el fondo. La calle es el límite de lo cotidiano, lugar por esencia dotado de carácter público y abierto. Como dice Humberto Gian-
nini, es a ella donde va a dar la “evanescente opinión pública con sus múltiples rostros”16 y es en ella donde el transeúnte yendo por lo suyo, en cualquier momento puede detenerse, distraerse, atrasarse, desviarse, extraviarse, seguir, dejarse seguir, ofrecer y ofrecerse. Si a esa calle que goza de ser el sustento de lo público -el tejido que construye el entramado de la ciudad-, se le incorporara un segundo estrato, ahora subterráneo, veríamos modificadas las relaciones entre el peatón, la calle, la plaza, los edificios y todos los elementos concernientes al espacio público, otorgándoles nuevos y más complejos vínculos. Cada uno de dichos elementos superficiales de la ciudad pasarán a formar parte de una estructura definitivamente más rica, donde la superficie del nivel cero que antes asumía el rol de lo público, pasará ahora a ser parte de un espesor; un plano que ha tomado un cierto volumen.
LA OPERATIVIDAD ACTUAL DEL SUBSUELO
Si bien el subsuelo ha sido declarado como parte de los Bienes Nacionales de Uso Público o Bienes Públicos de la Nación, la mencionada visión planar que el urbanismo maneja, ha hecho imposible que dichos espacios pasen a formar parte de la estructura urbana de la ciudad. A pesar de que la Secretaría Regional Ministerial (SEREMI) metropolitana ha declarado sus intenciones a los municipios de que el subsuelo sea incorporado en los planes reguladores comunales correspondientes, la inoperancia respecto al tema lo ha impedido17. Al intentar considerar el subsuelo público de una manera activa para una posible ocupación programática -al tiempo que sobre ella residen programas de flujos como calles, veredas, puentes y caminos, o de detención y recreación como plazas, playas o mar adyacente- el urbanismo se enfrenta al desafío de quebrar su visión estática y repetitiva mediante la cual ha normado la ciudad en el eje vertical. Esto debido a que los diferentes usos de sue-
lo que se debieran incorporar serían, en la mayoría de los casos, diferentes a los de la superficie, lo cual requeriría que un determinado paño de suelo pudiera poseer una doble, triple o cuádruple normativa superpuesta y no una sola normativa repetida verticalmente como generalmente ocurre en la actualidad. Hoy en día ese tipo de leyes aún no han sido pensadas y aquellos proyectos que intentan trabajar en aquel espacio subterráneo de los bienes públicos se enfrentan a escenarios donde la jurisdicción de actores diferentes hacen compleja la operatividad. Como se ha nombrado, los Bienes Nacionales de Uso Público o Bienes Públicos son definidos en el artículo 589 del Código Civil como aquellos cuyo dominio pertenece a la nación toda y cuyo uso pertenece a todos los habitantes, como el de las calles, plazas, puentes y caminos, el mar adyacente y sus playas. Previo a la ya mencionada modificación incorporada a la ley en 1995, la instancia que establecía la factibilidad en
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los usos de espacios subterráneos era el Ministerio de Bienes Nacionales por medio de su titular. Su labor ha sido la que ha permitido que proyectos de hace ya varios años como los estacionamientos subterráneos del metro Escuela Militar o los más recientes en Avenida Providencia y el centro de Santiago, hayan podido realizarse por medio de concesiones privadas sobre el espacio público. Actualmente dicha función ha sido delegada, en el caso de que el plan regulador no establezca normativamente el uso del subsuelo público, a la respectiva SEREMI de la región. Ésta apoya sus decisiones mediante una serie de oficios emanados desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo como respuesta a sus consultas y que actúan a modo de instructivos para la regulación de las edificaciones en el subsuelo de Bienes Nacionales. En ellas se destacan cuáles son aquellos de uso público, a quien pertenecen, y cuál es el rol que debieran jugar en la ciudad; esto es ser espacios de reserva para uso futuro de los habitantes, excluyendo por lo tanto
su uso con fines exclusivamente privados. Los únicos informes favorables para el otorgamiento de concesiones del subsuelo público han sido hasta el momento para la edificación de estacionamientos subterráneos. Esto debido a que la SEREMI se opone a permitir otros usos que requerirían de un análisis profundo acerca de las consecuencias involucradas en su posible instalación bajo la superficie. Dicha responsabilidad, postula, correspondería a cada municipio y debiera ser parte del plan regulador comunal correspondiente.
TRANSACCION BAJO SUPERFICIE
Al no existir una determinada normativa que defina las reglas del juego, pero reconociendo que las autoridades están dispuestas a comenzar a definir una postura al respecto, es que han comenzado a aparecer iniciativas que buscan ser aprobadas al mismo tiempo que van configurando una suerte de doctrina respecto al tema. El año 2003, y dentro de las posibilidades de inversión de la Municipalidad de Santiago, se comenzó a elaborar al interior del taller de proyectos de dicha institución, la ampliación del actual Teatro Municipal de Santiago. Este proyecto consistía básicamente en la construcción de una nueva sala, la cual, utilizando el subsuelo público bajo la calzada de la calle Agustinas, permitiría duplicar la capacidad de de las instalaciones actuales. Se daba de esta manera un paso importante para la modernización del Teatro Municipal, a pesar de que en estricto rigor este proyecto no poseía conexión importante
con la edificación original18. Con el proyecto definido se comenzó su tramitación con el fin concretar el proyecto, instancia en la cual los gestores notaron que al no contar el municipio con una normativa del Plan regulador que incorporara el uso del subsuelo, el proyecto debería ser presentado a la SEREMI con el fin de obtener la aprobación de la concesión del subsuelo. Ésta comunicó que dicho uso debería estar condicionado en la propia normativa municipal para hacer viable el proyecto, que ellos consideraban únicamente las concesiones para estacionamientos y que cualquier alternativa a éste sería rechazada. Al parecer, lo engorroso y largo que un cambio normativo significaba, hizo desistir a las autoridades de seguir adelante con el proyecto19.
73
(A.15) (A.15-A.19) Anteproyecto para la nueva sala de conciertos del Teatro Municipal bajo el bien de uso pĂşblico. (A.16)
74
Mac-Iver
Tenderini
San Antonio
Agustinas
(A.17)
(A.18)
(A.19)
75
76
De un orden y complejidad absolutamente diferente a las ya conocidas concesiones de estacionamientos, es el proyecto desarrollado por el banco Santander-Santiago para su sede central de la calle Bandera. Este daba respuesta a una serie de problemas y antecedentes que la empresa debía afrontar: 1. El banco Santander y el Banco Santiago habían llevado a cabo una fusión de sus empresas. Este último estaba en proceso de gestión de su edificio corporativo el cual se situaría frente al del Banco Santander en la calle Bandera. 2. El edificio del banco Santander no presentaba estacionamientos subterráneos. 3. El futuro edificio del banco Santiago se emplazaba en un terreno estrecho y, según la normativa municipal, no se podían situar accesos de estacionamiento por la calle Bandera, sino por Moneda. 4. Sobre el terreno que colinda con el del banco Santiago, situado en la esquina de la calle Moneda con Bandera, se disponía a construir el proyecto denominado “Patio
Centro” del grupo económico Consorcio. En base a estos antecedentes los arquitectos postularon las siguientes soluciones: 1. Los edificios se conectarían por un puente elevado situado a la altura del décimo piso, en el nivel de la cafetería ubicada en el lado oriente, permitiendo a sus trabajadores transitar directamente y contar con un espacio común de reunión. Dicha intervención permitiría al mismo tiempo representar la imagen corporativa de la fusión a la ciudadanía. 2. Se acordaría una servidumbre de paso desde cada uno de los estacionamientos subterráneos del edificio “Patio Centro” para permitir la circulación de los vehículos desde la calle Moneda hacia el nuevo edificio. Esto permitiría dotar a la empresa de estacionamientos ante la imposibilidad de acceder por Bandera, maximizando el espacio para ello gracias a que las rampas entre pisos no serían desarrolladas en su subsuelo. 3. Se conectaría el nivel -3 del edificio del
banco Santiago con el -2 del banco Santander mediante un túnel que atravesaría la calle, permitiendo a los altos funcionarios conectar sus oficinas con los estacionamientos. Si bien la servidumbre de paso es una medida común entre predios adyacentes, lo interesante del tema de los estacionamientos es que su resolución se centra en la conexión de subsuelos diferentes, lo cual más que concernir por el tema de la gestión, que radica en un determinado arriendo entre privados, destaca porque permite intervenir configuraciones distintas, hecho que a nivel estructural podría ser considerado complejo de llevar a cabo. Por otro lado, en relación al puente y el túnel, la tesis considera relevante el hecho de que ejemplifican concesiones del bien de uso público – aéreo y subterráneo a tipos de programas diferentes a los aprobados hasta ahora, centrados principalmente en estacionamientos ubicados bajo la cota cero. Sobre el segundo punto, resulta atractivo el hecho de que su desarrollo incorpore altos grados de fle-
xibilidad, tanto en planta como en corte, posibilitando la conexión con sistemas estructurales preexistentes a bajo costo, tanto de proyecto como de arriendo20. Los casos que se pueden encontrar relacionan actores de distinta índole. Así, intereses públicos, privados y públicoprivados han dado pie a proyectos donde el subsuelo comienza a ser considerado como una real posibilidad de desarrollo y donde, a pesar de no existir normativas precisas que avalen su realización, los casos han impulsado a las autoridades a tomar la iniciativa. La especulación aparece instantáneamente al considerar que los mismos problemas y soluciones podrían asumir ahora escalas urbanas; reales magnitudes donde el subsuelo pasaría a jugar un rol determinante y donde el manejo de diversos estratos permitiría la unión de estructuras hasta ahora autónomas. La incorporación de estas lógicas haría posible modificar la actual cartografía que los espacios públicos manejan, y generar nuevas y mayores intensidades de usos.
77
(A.20)
15 CIRCULAR
DIAGRAMA 2 (A.21) CIRCULACIONES HORIZONTALES AGUSTINAS
PASEO AHUMADA
PASAJE BOMBERO ADOLFO OSSA
BANDERA
78
(A.22)
79
(A.23)
(A.24)
(A.20-A.25) Banco Santander Santiago: servidumbre de paso subterrĂĄnea, tĂşnel y puente sobre la calle Bandera.
(A.25)
NOTAS 1. Los intereses son tan diversos que un proyecto de
variable según las ventas. AHUMADA, LA CALLE MÁS CARA
infraestructura que involucre la utilización del subsuelo
DE LATINOAMÉRICA. El Mercurio, Santiago, Jueves 27 de
público, dependiendo de las condiciones puntuales, de-
Octubre de 2005. p. 5 col. 1 (En sección: Economía y Ne-
berá tratar con la Municipalidad respectiva, el SERVIU, el
gocios).
Ministerio de Bienes Nacionales, la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la
11. LEY NUM. 19.425. Diario Oficial de la República de
Dirección de Vialidad, entre otros.
Chile, Santiago, Lunes 27 de Noviembre de 1995. p. 2 col. 1.
2. BARROS, Rodrigo. Gestión Local del Subsuelo Urbano. En: Seminario Santiago Sub-Terra: Desafíos y Oportuni-
12. Actualmente el máximo de pisos subterráneos desar-
dades (2005, Santiago).
rollados por algún proyecto llega a 9 pisos, correspondiendo al proyecto “Territoria 3000”, situado en la comuna
3 Diccionario de la Lengua Española. Real Academia Espa-
de Las Condes, frente a la Plaza Perú.
ñola (RAE). 22º Edición, 2001. <http://www.rae.es/>. 13. Diferente es el caso de legislaciones como la espa4. RAE: Cada una de las parcelas en que se divide un ter-
ñola, la cual declara la naturaleza del subsuelo como
reno para su edificación. En relación al centro de Santiago
estrictamente pública, restringiendo el derecho privado
será entendido como una unidad territorial que en térmi-
a aquella zona donde pudiera darse un aprovechamiento
nos legales determina, frente al SII, una o varias propie-
o “esfera de interés”, determinada por una accesibilidad
dades con sus respectivos roles.
directa desde el nivel de la superficie, la cual responde a las respectivas normas de edificación. Además se destaca
80
5. Al referirme al Centro de Santiago, se está haciendo
que en el supuesto que la planificación afecte el espacio
referencia al área comprendida entre la Avenida Bernardo
situado entre el suelo y la cota menos 12 m para usos o
O’Higgins al sur, la Costanera Andrés Bello al norte y la
servicios públicos de cualquier tipo, el mencionado espa-
Ruta 5 al poniente.
cio deberá ser objeto de expropiación, lo cual daría para entender el límite de la propiedad sobre su subsuelo.
6. Al hablar de Santiago en esta tesis, se estará haciendo referencia al Municipio de Santiago y en especial a su
14. Éstas se constituyen como casos especiales y corre-
casco histórico. Cuando se pretenda referirse a la ciudad
sponden a la situación jurídica de las minas y las aguas
de Santiago se precisará como “El Gran Santiago”.
subterráneas que no es aplicable a otros inmuebles. Respecto a la primeras, éstas se encuentran excluidas de toda
7. La base de datos con la cual se confeccionan los mapas
apropiación directa por los particulares, pues es el Estado
temáticos relacionados a los roles que cada predio posee
quien tiene el dominio absoluto y exclusivo de todas las
proviene de Servicio del Impuestos Internos (SII).
minas, aun cuando las sustancias minerales se encuentren en propiedad de un particular, para lo cual éste requerirá
8. Si bien estas son las materialidades que representan
de un permiso de la autoridad competente respectiva para
el mayor porcentaje de la muestra, faltaría incorporar la
ser propietario de ellas. Bajo este marco, es perfectamente
madera y el adobe para graficar todos los casos, sin em-
posible que un concesionario pueda intervenir en terreno
bargo su incidencia es muy inferior para hacerse una idea
particular para desarrollar su concesión. Respecto a las
de la situación general. Información obtenida del catastro
aguas subterráneas será necesario obtener el Derecho de
manejado por el SII del año 2003.
Aprovechamiento para hacer uso de ellas, tanto las respectivas al bien público como al privado.
9. Fuente: Departamento de Catastro. Municipalidad de Santiago. 2003.
15. Esta tesis sostendrá que la planificación urbana actúa de manera bidimensional debido a que la forma de operar
10. Solo es superado por centros comerciales de ciudades
es la de definir en el plano los diferentes usos permitidos
como Sao Paulo donde los valores son cercanos a los US$
para las diferentes zonas de la ciudad. Por otro, lado a
115 y su fijación es de acuerdo a un valor fijo más uno
pesar de tener consideraciones tridimensionales, estas
no están orientadas respecto al uso, sino más bien a la volumetría. Así, tanto rasante, coeficiente de constructibilidad y ocupación de suelo serían consideraciones volumétricas y no programáticas; restricciones que limitarían la extrusión del “plano regulador”, norma pensada para el primer piso de la ciudad que da como resultado una estructura tridimensional, donde la complejidad de mixturas de usos y programas estaría, de manera estricta, definida horizontalmente. 16. GIANNINI, Humberto. La reflexión cotidiana: hacia una arqueología de la experiencia. Tercera Edición. Santiago, Editorial Universitaria, 1993. p. 29. 17. Cabe destacar que desde el año 2005, el desarrollo del Plan Regulador de la Municipalidad de San Ramón, a cargo de la Oficina de Servicios Externos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (SEREX), está incorporando el subsuelo público dentro de su normativa. 18. La conexión se desarrollaba mediante un hall común producto de un nuevo acceso creado en el subsuelo de la calle Tenderini. 19. Desde Agosto de 2005, la Municipalidad de Santiago está llevando a cabo un proceso de licitación para la construcción y explotación de un estacionamiento subterráneo para 269 automóviles en la Plaza Alcalde Patricio Mekis –la misma donde se pretendía construir la sala de conciertos. 20. De acuerdo a la Resolución Nº 25, fechada el 16 de agosto de 2002, la Dirección de Obras de la Ilustre Municipalidad de Santiago, le otorgaba al Banco Santander Chile la concesión y construcción de la obra “Construcción y Mantención del Túnel de Conexión en Calle Bandera” por un período de 50 años –renovables– con un pago mensual equivalente a 13 unidades tributarias mensuales (UTM). El costo de ejecución y construcción sería, de acuerdo a la oferta, de $ 99.984.897.
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CAPÍTULO 02_ MOVILIDADES URBANAS
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(2.1) Le Corbusier: Ciudad construida sobre pilotes.
LA DISOCIACIÓN DEL SUELO MODERNO
La incorporación del estrato subterráneo para un uso ciudadano contempla la dotación de espacio con carácter público a un nivel distinto del que tiene usualmente, el cual suele coincidir con el nivel de la calle. Esto no debería ser considerado como una acción nueva ya que, por el contrario, tendría antecedentes en las primeras infraestructuras de transporte incorporadas en ciertas ciudades europeas durante el siglo XIX. El desarrollo del metro a fines de dicho período, ya introducía la discusión acerca de la colonización urbana de nuevos territorios mediante el soterramiento de los medios de transporte. Sin embargo, no se presentaba como un hecho aislado, sino como la continuación de operaciones urbanas en las cuales los sistemas de infraestructuras de servicios, que requerían
coberturas a gran escala, comenzaban a ser dispuestos bajo el nivel de la calle. Llegado el siglo XX, aquellos temas relacionados al desplazamiento a desnivel de los sistemas de flujos –tanto de servicios como de transporte- comenzaron a ser presentados dentro de las preocupaciones de la arquitectura, llegando a constituir una pieza destacada de los aportes del Modernismo en el campo del desarrollo urbano. Le Corbusier sería pieza clave en las nuevas visiones de ciudad que relacionaban temas tales como el trabajo, el domicilio o el ocio, con conceptos funcionales de circulación vehicular y peatonal. Ya en 1915, en su modelo de ciudad fundada sobre pilotes que presentara en Hacia una Arquitectura, había expuesto sus ideas sobre la separación de la circulación en diferentes horizontes. En ella evitaba construir fundaciones bajo la tierra, desarrollán-
85
(2.2) Hilberseimer: Esquema de la ciudad rascacielos, calle este-oeste
86
dolas sobre pilares que soportarían a los edificios mientras las calles y veredas se constituían como estructuras voladizas. En aquella altura ganada, de 4 a 6 m, se dispondrían las infraestructuras de servicios de fácil acceso para su mantenimiento, se harían transitar los camiones pesados y se localizaría el metro -en reemplazo del tranvía-, que llegaría a puntos situados directamente bajo los edificios. Esa nueva red circulatoria, independiente de los peatones y vehículos rápidos, era vista como una ganancia urbana que correría libremente entre los volúmenes edificados, permitiendo desarrollar todas las labores de abastecimiento o intercambio sin dificultar la anhelada circulación. Actividades como los cafés u otros lugares de recreación típicos de las veredas de ciudades como París, serían desplazados hacia las azoteas de los edificios, al igual que todo el comercio de lujo. El traspaso de una a otra azotea se realizaría
mediante el uso de cortas pasarelas que permitirían dotar de una peatonalización integral a estos barrios recuperados y destinados al ocio. Ya en 1933, con la publicación de La Carta de Atenas1, se reconoce en la circulación al interior de la ciudad una de las funciones primordiales de la vida urbana. Sin embargo, y como consecuencia de la incorporación de las nuevas velocidades mecánicas representadas por el auto, los autobuses, camiones o tranvías, esta comenzó a ser vista como el origen de muchos conflictos al interior de los centros poblados. A raíz de esto, se llegó a postular que para las zonas críticas se haría necesaria la separación radical entre el peatón y los vehículos motorizados2, permitiendo a cada uno seguir caminos diferentes. Hacerlo no significaba dividir el plano en diferentes tipos de circulación, sino más
(2.3) Kahn: Estudio de flujos para la ciudad de Filadelfia.
bien comenzar a superponer los flujos por medio de la utilización de nuevos niveles para diferentes funciones. Dentro de la misma línea podríamos situar las reflexiones acerca de la planificación y el diseño urbano que arquitectos como Khan3, Hilberseimer4 y Candilis, Josic y Woods5 desarrollarían a través de sus propuestas urbanas a finales de la década del 50. Estos últimos se habían formado bajo las líneas teóricas del CIAM, evidenciando en sus reflexiones su fuerte carga ideológica. En ellas reconocían una velocidad de cambio en la sociedad que no había podido ser asumida por los planificadores, donde las respuestas eran por un lado formales, con características estáticas, precisas y fijas. Frente a aquella constatación el objetivo no era desarrollar tipos edificatorios flexibles, sino hacer del complejo urbano un ente flexible capaz de generar
las condiciones óptimas para adecuar lo incierto del futuro de una sociedad abierta. Defendían la visión modernista donde el tráfico peatonal y automotor se constituyera de manera independiente entre sí, donde el dominio peatonal fuera absoluto, relegando al tráfico vehicular a una escala suburbana. Sus propuestas se basaban en la consolidación de estructuras llamadas troncos, correspondientes a calles de peatones compuestas de actividades comerciales, sociales, educacionales, de esparcimiento u otros elementos que pudiesen estar vinculados a la vivienda. La conexión de dos troncos generaba una red, la cual al igual que los troncos, por ser abiertos, permitirían el crecimiento y el cambio. La idea de continuidad manejada en este tipo de proyectos buscaba que una determinada organización evitara el aislamiento de partes al interior del sistema, donde las relaciones y las circulaciones, aseveraba Woods, “son continuas, cíclicas y tienden hacia el infinito”.6
87
(2.4) Candilis, Josic, Woods: Toulouse-le-Mirail
88
Al observar su propuesta para el concurso de Toulouse-le-Mirail del año 1961-1962, reconocemos la gran sintonía que sus reflexiones tenían con los primeros proyectos urbanos de Le Corbusier7, donde la estructura de tronco separará completamente al tráfico, situando los estacionamientos, calles y patios de servicio en un nivel inferior de modo que el peatón quedara libre en sus movimientos. Las viviendas eran desarrolladas a lo largo de los troncos, en edificios de seis, diez y catorce pisos, los que interconectados mediante calles aéreas permitían que la ciudad conquistara nuevos espacios para los usuarios. En el proyecto para el centro de Frankfurt desarrollado un año más tarde, la construcción de las circulaciones peatonales sería la base funcional y estructural de la propuesta. Tramas superpuestas en varios niveles permitirían el acoplamiento de diversos usos y funciones, mientras distribuían la circulación a través de recorridos horizontales e inclinados.
En los mismos años, los Smithsons definían a la movilidad como la característica de su tiempo, situándola como clave social y organizativa de la planificación. Su proyecto desarrollado para el centro de Berlín en el año 1958 asumió dichos temas como fundamento sobre los cuales proyectar la ciudad. La red de circulación separaba el tráfico rápido a las zonas tangenciales del centro, donde senderos irregulares constituidos en plataformas peatonales, se desarrollaban sobre las azoteas de los edificios bajos. De manera similar a las visiones de Le Corbusier, este nuevo nivel urbano definiría el estrato de negocios y restaurantes relacionados a terrazas-jardín. Esta plataforma serviría además de acceso a las torres más altas de oficinas, mientras su conexión hacia el suelo se resolvería mediante escaleras mecánicas dispuestas, de manera equidistante, en la ciudad.
(2.6) Yona Friedman: Estudios de la ciudad espacial. (2.5) Kurokawa: Ciudad en hélice.
Uno de los problemas de este tipo de proyectos es que, al fundamentarse en la duplicación de estructuras urbanas basadas en sinergia, como es la calle, omiten un dato que históricamente ha estado contenido en la idea de ciudad, el hecho de ser zona de intercambio y cruce. Hay en ellos no solo una separación de flujos, sino que sus postulados asumen que al evitar el contacto la ciudad funcionaría de mejor manera. Siguiendo la misma línea de ideas respecto a la condición viviente y cambiante de la ciudad, los metabolistas japoneses8 generarán a finales de la década del 50 una serie de propuestas donde, entre otras cosas, aparecerá la multiplicidad de horizontes relacionados a los distintos tipos de circulación. Cambio, crecimiento, interacción y simultaneidad de funciones son los componentes integrantes de su pensamiento y escritura.
Al igual que en los proyectos de Candilis, Josic y Woods, la idea de sistema abierto aparece incorporando no solo el crecimiento externo mediante la adición de partes, sino también el interno, llamado, en el proyecto, metabolismo9. Interesante resulta en este sentido la propuesta de Noriaki(Kisho) Kurokawa para la ciudad de Tokio. El modelo desarrolla un elemento llamado Conector Urbano que destacaba por ser una estructura ubicada a 31 m sobre el nivel del terreno -la altura máxima permitida en Tokio en 1959- y que sería la encargada de vincular las cuatro aglomeraciones mayores de la zona central de la ciudad. Esa estructura servía en realidad para peatones y para el tránsito de esparcimiento, mientras que el tránsito metropolitano existente sería transferido a tubos ubicados bajo tierra o en el aire. No solamente se pretendía desplazar
89
(2.7) Arata Isozaki: Sistema de construcción espacial.
90
el sistema de flujos hacia un nuevo horizonte, sino más bien se buscaba la creación de terrenos artificiales desprendidos del suelo. En sintonía con esto último Fumihiko Maki y Masato Ohtaka desarrollarán por su parte proyectos basados en la generación de suelos artificiales a una altura de dos pisos sobre el nivel del suelo. Un año más tarde Arata Isozaki planteará la denominada construcción espacial, la cual generaba un sistema de núcleos programáticos dispuestos entre pilares de 12 m de diámetro. Estos constituirían la circulación vertical, mientras los núcleos funcionarían como calles horizontales de uso peatonal. Al igual que en muchas de las propuestas presentadas, el nivel del suelo daría lugar al tránsito automotor, mientras el subsuelo estaría destinado tanto a estacionamientos como a los servicios generales. Según Günter Nitschke10, hay un elemento común entre los proyectos de esta época y es aquel que tiene relación con la ruptura de los antiguos vínculos con el
suelo que acompañaron a la arquitectura hasta el Modernismo. A partir de los casos presentados podríamos constatar que la generación de circuitos y redes con independencia de flujos constituye parte de las claves a la hora de dotar de carácter urbano una configuración de múltiples alturas. Sin embargo, el riesgo de este tipo de planteamiento radica en que el desfase de las circulaciones pone en peligro la intensidad de uso de la ciudad en el nivel de la calle; lo puntual de las relaciones entre cada uno de los horizontes impediría generar reales continuidades de uso, posibilitando procesos de obsolescencia y deterioro.
PRINCIPIOS DE ECOLOGÍA
Considerar una estructura que base su funcionamiento en el desarrollo de circuitos peatonales, que incorpore diferentes niveles de actividad, los asocie formalizando redes y no presente altos niveles de obsolescencia, es la base de una de las actuales formas de comercio y ocio: el shopping.
relaciones de intercambio, éstas cabrían dentro de los principios y teorías de la ecología del paisaje. A través de ella sería posible entender sus patrones de distribución espacial y su capacidad de asumir cambios en el tiempo.
Tae-Wook Cha11 asevera que el shopping es una forma de ecología. Esto debido a que no estaríamos equivocados al ver en él una red de intercambio entre la industria del retail y los consumidores, donde las especies continuamente nacen, se ajustan, mutan y se transforman; los compradores transitan por medio de zonas y corredores en busca de comida, ropa y juguetes, asimilándose a animales que buscan sustento en el paisaje.
Según la ecología12, el paisaje está compuesto por tres tipos de elementos espaciales; áreas, corredores, y matrices13. Utilizar el modelo que se basa en ellos permite analizar y comparar diferentes paisajes reconociendo patrones y principios tanto físicos como funcionales. Según Tae-Wook Cha, el shopping es una ecología basada en relaciones orgánicas entre sus participantes, su área, corredores y la matriz que habitan. El modelo PCM (Patch, Corridor, Matrix) revela que el shopping es un sistema vivo que, como cualquier sistema contenedor de vida, exhibe estructura, función y, lo más importante, cambio.
Podría decirse, sin embargo, que el ejemplo anterior define analogías demasiado simples y presenta faltas de precisión, pero, al ser consideradas como
Con el fin de reconocer ciertas claves que, sacadas del contexto del paisaje, puedan orientar decisiones para trabajar estructuras de circulación a desnivel, lo
91
(2.8) Patch ecológicamente óptimo.
92
que nos permitiría abarcar el caso de los subterráneos al interior de la ciudad, se presentarán a continuación los tres elementos que constituyen el modelo ilustrado anteriormente. 1_ El patch o área: se define como una zona relativamente homogénea donde las especies se ubican de manera diferenciada de lo que las rodea. Es la unidad básica que en el caso del shopping estaría representado por lo que llamamos tienda. Los elementos que definen su función ecológica son: tamaño, forma, límite y borde, y biodiversidad. El tamaño permite traer más beneficios si es grande y se traduce en beneficios suplementarios si es pequeño. La forma es como concepto mucho más rico que el tamaño ya que puede llegar a definir en sí el tipo de uso del espacio. Borde y límite de un área son tan importantes como la totalidad de ésta, el primero corresponde
a la porción más alejada del centro -una zona donde el ambiente difiere significativamente del interior– mientras el segundo define la zona compuesta por bordes de ecosistemas adyacentes o una división artificial entre interior o exterior. Por último la biodiversidad de especies y ecosistemas completa los elementos constituyentes del patch y será entendida como el número y la variedad de formas de vida, la cantidad de ecosistemas y las variaciones genéticas de sus espacies. El efecto de borde -Edge Effect, un principio de la ecología de la vida silvestre– estaría definido como una zona de alta densidad de población e importante diversidad de especies localizadas en la zona perimetral de un área u otro elemento espacial. De esta forma, el borde y el límite pueden considerarse como el hábitat más importante para el shopping, ya que es aquí donde la diversidad es exhibida a través de una variedad infinita de fachadas
(2.9) Diversidad del borde estructural.
(2.11) Conectividad y circuitidad de la red.
que compiten por atraer la atención. 2_ Los corredores: medio a través de los cuales se llevarían a cabo el movimiento y el cambio, son entendidos en ecología como aquellas líneas que se diferencian de lo que las rodea y que permean al terreno. Tienen la función de conducir y desplazar elementos a través de él, filtrando diferentes áreas a la manera de surtidores y atractores que absorben o generan actividad de matrices vecinas. Reconociendo su importancia, se podría postular que los corredores son como las arterias que alimentan a los órganos del shopping, la fuerza que le provee de dinamismo. 3_ La matriz: malla formada por la asociación de una extensa variedad de patches y caracterizada por una alta conectividad a través de corredores que ejercen control sobre sus dinámicas interiores. Richard Forman reconoce que uno de
(2.10) Bordes rectos o curvilíneos.
(2.12) Cruces o puntos de intensidad.
los puntos elementales para la ecología del paisaje es la conectividad. Así, mientras la relación de patches conformaría matrices, la interconexión de corredores formaría las redes que incorporan las distintas partes del sistema. Las redes, dice Forman, “acentúan el funcionamiento del paisaje, y debieran ser usadas para facilitar o inhibir flujos y movimientos a través de las matrices.”14 El reconocimiento de un determinado orden general, o más bien de una forma para clasificar dicho orden, definirá los rasgos comunes de configuraciones espaciales donde existen relaciones, jerarquías y enlaces entre elementos. Así, los principios de áreas, límites, bordes, corredores, conectividades, matrices y redes que forman parte de los llamados principios de le ecología, permitirán definir estrategias para operar sobre el subsuelo con el fin de establecer estructuras que intensifiquen su uso y el de la ciudad.
93
(2.13) Galería comercial de principios del siglo XIX. (2.14) William Moseley: The Crystal Way.
REDES PEATONALES
94
Si bien la aplicación de los postulados modernistas relacionados a la separación de flujos en horizontes diferentes de la ciudad nunca encontraron aplicaciones reales para la escala en que fueron pensados, problemáticas ligadas fuertemente a la movilidad de personas, como el shopping, generaron a lo largo del siglo XX estructuras que, sin proponérselo, recogían las ideas del modernismo y formaban matrices compuestas por corredores al servicio del comercio sobre o bajo la ciudad. La movilidad de personas y bienes genera -en palabras de Sze Tsung15- una relación indivisible entre urbanismo y shopping, basada principalmente en cómo desplazar a la gente -a pie, en auto, a través de veredas, bajo tierra, etc. La incidencia del comercio ha generado no solo cambios radicales en la edificación, sino que se ha transformado en una de las más eficaces herramientas para proveer a la ciudad de conectividad, accesibilidad y cohesión. La búsqueda de movilidad en torno al
comercio generó la creación de sistemas de recorridos independientes a otros sistemas de circulación –desde la Roma del César hasta la actualidad. En la medida que éstos se articulan van estructurando redes que podrían llegar a entenderse como sistemas. Ya desde el siglo XIX, las galerías desarrolladas al interior de las manzanas parisinas esbozan las posibilidades que tendrían tales proyectos si fueran aplicados a mayor escala. Así por ejemplo, Georges-Eugène Haussmann había transformado, para el año 1870, el sistema de galerías comerciales en una verdadera red urbana. Paralelo a estas iniciativas, habrá otros que especularan aún más sobre los alcances posibles para un proyecto de este tipo. La unión entre un corredor peatonal, estructuras comerciales y un sistema de transporte, sería clave en las utopías que William Moseley y Joseph Paxton propondrían para el Londres de la segunda mitad del siglo XIX. El primero desarrollaría The Crystal Way, una galería de 3.8 km bajo la cual correría en forma subterránea una
(2.15) 1900: Plataforma móvil en la exposición de París.
línea de metro. El segundo, más que un edificio, produciría en The Great Victorian Way una costura urbana mediante una galería de 16 km que conectaría cada una de las estaciones del transporte subterráneo. Ya en los inicios del siglo XX, el concepto de red de circulación peatonal estaba inserto en la mente de los desarrolladores urbanos; desde el Crystal Palace –anillo comercial peatonal propuesto por Ebenezer Howard para su modelo de Ciudad Jardín- a la implementación de las plataformas móviles en el contexto de la exposición de París de 1889. Años más tarde, al comenzar la década de los años cincuenta, el escenario de posguerra produciría dos visiones diferentes de ciudad. Mientras en los Estados Unidos se introducían las cintas transportadoras como consecuencia inevitable de la tecnologización del comercio, Europa reconstruía sus ciudades según modelos peatonales, intentando evitar así una destrucción mayor. Dicha lógica fue seguida años más tarde por las ciudades Norte-
americanas, fuertemente influenciadas por discursos urbanos como el de Jane Jacobs16 en los comienzos de los años 60. La peatonalización seguirá siendo incorporada posteriormente en muchas ciudades, tanto europeas como norteamericanas. Sin embargo, la tasa y las densidades de personas en los malls suburbanos no bajará; la protección y el confort que éstos proveen no podrán ser asimilados de manera natural en las redes peatonales abiertas17. La respuesta a cómo dotar de mayor intensidad ciertas áreas vendría de la capacidad de generar protección respecto al medio natural, construido y social. Ya en 1962, la ciudad de Mineápolis concibe el Skywalk, una red de recorridos protegidos sobre el nivel de la calle que une la mayoría de los grandes edificios a través de actividad comercial. De la misma manera, aunque en otro estrato, ciudades como Montreal o Toronto18 desarrollarán redes peatonales en un plano distinto al
95
(2.16) Pasajes aéreos en Mineápolis.
96
de la cota cero, el subsuelo, donde existiría la ventaja de establecer relaciones con los sistemas de transporte subterráneos.
LA CIUDAD ANÁLOGA
Tanto el interior climáticamente protegido del Skywalk, como los circuitos subterráneos de Toronto o Montreal, replican el ambiente resguardado de los shoppings suburbanos, permitiéndoles competir con éstos de mejor manera. El modelo es efectivo comercialmente, sin embargo podríamos plantear que, en la medida que se diseñan de manera independiente, configurarían réplicas de malls cerrados al interior de la ciudad, lo cual virtualmente podría coartar la intensidad de la calle. Al respecto, Trevor Boddy reconoce como una suerte de invasión la implementación de corredores vidriados y túneles subterráneos, los que en sus palabras “ejercen una lenta, silenciosa, pero no menos efectiva, agresión tanto por debajo como por arriba.”19 En su ensayo titulado Subterránea y Elevada: La construcción de la ciudad análoga20, Boddy analiza el desa-
(2.17) 1962: Sistema peatonal sobrenivel en Mineápolis.
rrollo y las consecuencias de estructuras a desnivel, tanto pasarelas como túneles, que se han propagado principalmente en ciudades norteamericanas. Sobre ellas destaca el carácter privado de este tipo de lugares, que debido a su alta conectividad serían capaces de evitar que una persona se vea obligada a pasar por las calles convencionales en trayectos cotidianos. Señala además que si bien han sido presentados a la ciudadanía como mecanismos para sortear las inclemencias climáticas, son “una versión filtrada de la experiencia de la ciudad, una simulación de urbanidad.”21 Por otro lado, el texto planteará que con estas “calles sustitutas” la unidad de la manzana se rompe para dar paso a una ampliación de corporaciones que van apoderándose de la superficie urbana. La calle, materialización de la esfera pública, sería reemplazada por una analogía, un sustituto que le haría perder su valor como reflejo de toda la sociedad, para
comenzar a estratificarla, aislando en el nuevo sistema las partes no deseadas. Sus consecuencias se encontrarían en directa relación con una estratificación social y racial, que degradarían las condiciones a las que buscaban dar solución: la amenidad, la seguridad y las condiciones ambientales de la esfera pública. En relación a esto último Boddy señala que “la libre expresión y la libre asociación pierden significado si no existe, literalmente, un espacio público para las personas que sirva de foro donde poder ejercerlas.”22 Esta forma de acción, será asociada con la forma de proceder del urbanismo posmoderno, que prefiere simular una realidad, en el más puro estilo de Disneyland, a través de un parque temático que tiene ejemplos construidos como Seaside23, pero que ahora no se emplazan en la periferia sino que afectan al núcleo de la ciudad.
97
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Conception et implantation :
MC
Informations revisées en octobre 2003
2003, Tous droits de reproduction réservés Arrondissement de Ville-Marie
(2.18) Réso: Planta de la ciudad subterránea de Montreal.
98
Si bien en el siglo XIX surgieron galerías comerciales que generaban alternativas para los flujos peatonales, no fue hasta entrado el siglo XX que comenzaron a aparecer alternativas que incorporaban el cambio de altura como principio. Ya sea por la existencia de nuevas técnicas constructivas o por el alto valor del suelo, casos como el “Rockefeller Center” comenzaron a mostrar las posibilidades que el uso de espacios a desnivel podría tener. La proposición de los Skywalks de Minneápolis surge en el año 1959 como medio para mejorar las condiciones cívicas de la ciudad. A pesar de que el factor climático aparece como relevante en este tipo de casos, no fue él exactamente el que gatilló su origen25 sino el agente que permitió su posterior propagación. Esto coincide con la aparición de los centros comerciales cerrados que le quitaron relevancia a la calle como lugar de intercambio. El concepto de la calle aérea trajo
enormes ventajas para los promotores de la ciudad que ahora veían en su aplicación la posibilidad de doblar la cobertura comercial del centro obteniendo el doble de utilidades. Sin embargo, los alquileres de las segundas plantas nunca alcanzaron los valores de alquiler de las primeras. El sistema de calles aéreas se transformó en refugio y filtro respecto a las clases socioeconómicas bajas, hecho que, posteriormente, y mediante la incorporación de la vigilancia interior, terminó definiéndolas como espacios fuertemente segregadores26. De manera coincidente con un aumento en las tasas de criminalidad y desencanto social en los 80 al interior de las ciudades de Norteamérica, el “estar dentro” de esta red era un símbolo fuerte de protección y apoyo, mientras que el “estar fuera” evocaría la exposición, aislamiento y vulnerabilidad frente al medio, tanto ambiental como social.
(2.19) Sistemas de circulación alternativos a la superficie. (Autor)
Por otro lado, como al interior de estas calles segregadas se da la existencia, al igual que en el metro de Augé, de dos tipos de control: uno formal organizado con personal de seguridad y otro informal por medio de códigos y claves visuales que moldean el comportamiento y apariencia de los usuarios, no podríamos afirmar que se constituyen en lugares de expresión pública. Por el contrario, se trataría de espacios altamente controlados que tienen como consecuencia directa la entrega del nivel de la calle al tráfico vehicular, ya que ambas piezas urbanas no han sido pensadas de manera complementaria. A pesar de existir los mismos códigos de comportamiento, el caso de la ciudad subterránea de Montreal es distinto. Su trazado no solo no compite con la superficie, sino que la complementa, no intenta duplicar la calle bajo ella, sino que la mejora, aumentando la conectividad y uso.
Si en un comienzo de la tesis se planteaba la complejidad de dotar de actividad a espacios que no estuvieran a nivel de la calle como es el caso de los subterráneos, se ha podido reconocer que en la medida que ellos se van recuperando y anexando a otros espacios, generando estructuras mayores, el riego de obsolescencia y abandono pasa de ellos a la superficie. El manejar aquella gestión sin decisiones que aseguren la vitalidad de la calle, pondrá en riesgo -como dice Boddyla urbanidad pública socialmente diversa, multirracial y tolerante, puesto que se ha suprimido la superficie de coexistencia, diálogo y fricción que constituye la superficie, hecho que debería estar asegurado en cualquier intervención de esta naturaleza.
99
NOTAS 1. Denominada también Principios de Urbanismo, es una
nados a la separación de flujos, propios de la modernidad.
publicación del arquitecto Le Corbusier, resultado del
El modelo estaba pensado para una población de un mi-
Congreso Internacional de Arquitectura Moderna –CIAM-
llón de habitantes resultando un esquema más teórico que
del año 1933, la cual basándose en el estudio de 33
formal. Manzanas de 100x600 m que incorporan edificios
ciudades, desarrolla un diagnóstico de sus problemas y
de 20 pisos, destinando los primeros 5 a fines comerciales
presenta líneas de trabajo para solucionar la crisis de la
y laborales, sobre los cuales se edificaban los 15 restantes
ciudad moderna.
destinados a vivienda. El tráfico vehicular utilizaba avenidas de 60 m de ancho, mientras la circulación peatonal era
2. “Es hora ya de remediar una situación abocada a la
separada y elevada al primer piso de la vivienda, generan-
catástrofe. La primera medida útil consistiría en separar
do una red entre las veredas y los puentes que conectaban
radicalmente, en las arterias congestionadas, el camino de
las distintas manzanas. Las vías interurbanas y el metro se
los peatones y el de los vehículos mecánicos”. LE CORBU-
situaban en el subsuelo.
SIER. Principios de urbanismo (La Carta de Atenas). Barcelona, Editorial Planeta-De Agostini, S. A., 1993. p. 99.
5. Oficina formada por los arquitectos Georges Candilis, Alexis Josic y Shadrach Woods.
3. En 1956, siendo arquitecto de la comisión del plan de extensión de Filadelfia, Khan estudio un sistema para la
6. CANDILIS, Georges, JOSIC, Alexis y WOODS, Shadrach.
circulación vehicular y peatonal en el centro de la ciudad.
Reflexiones sobre planeamiento y diseño urbano. Cuader-
Khan, en lugar de hacer correcciones de calles, centró su
nos Summa–Nueva Visión. Serie Tendencias de la Arqui-
estudio en el tráfico motorizado, concibiendo las calles
tectura Actual. (10): p. 24. Septiembre, 1968.
como ríos y canales; los lugares de estacionamiento como puertos o ensenadas. Por otro lado, determinadas calles eran liberadas
100
7. Incluso en proyectos como el del centro de Frankfurt serían basados en el sistema métrico del Modulor.
del tráfico y reservadas a los peatones. Lo interesante del trabajo de análisis desarrollado por Khan es que se abstrae
8. Grupo de arquitectos y urbanistas japoneses, que ven
del edificio como objeto relevante que define los llenos de
a la sociedad como un proceso viviente en constante
la ciudad, para centrar la observación hacia el vacío y las
cambio. Sus propuestas postulan un desarrollo activo de
circulaciones que este acoge. La propuesta buscaba pasar
la sociedad actual. NITSCHKE, Günter. Los metabolistas
de la actual configuración de calles comunes que acogen
japoneses. Cuadernos Summa–Nueva Visión. Serie Ten-
todo tipo de usos, a una segregada donde los vehículos
dencias de la Arquitectura Actual. (20). 1969.
circularan separadamente de los peatones. La estructura propuesta se organiza en 5 categorías
9. “La estructura abierta refleja la aceptación fundamental
de uso, relacionadas a la circulación. De este modo calles
del proyectista del constante crecimiento interno (meta-
de flujo rápido, calles de movimiento moderado, calles de
bolismo) y del constante crecimiento externo (aditivo) de
parada, muelles y calles peatonales permiten que flujos
nuestras ciudades”. NITSCHKE, Günter. La ciudad: estática
y detenciones disímiles no se enfrenten ni se obstruyan,
o dinámica. Cuadernos Summa–Nueva Visión. Serie Ten-
sino que se complementen. El estímulo para circular en
dencias de la Arquitectura Actual. (10): p. 12. Septiembre,
el centro es uno de los objetivos de este tipo de estudio,
1968.
donde el asegurar una correcta fluidez, permitiría luego el fomentar desarrollos edificatorios. De hecho, el proyecto
10. NITSCHKE, Günter. Los metabolistas… Op. Cit.
para el centro de Filadelfia pensado inicialmente para su circulación, dio paso en el año 1961 a nuevos planes que
11. CHA, Tae-Wook. Ecology. En: KOOLHAAS, Rem. The
incorporaban edificios administrativos y comerciales, ins-
Harvard Design School guide to shopping. Köln, Taschen,
talaciones deportivas etc.; propuestas servidas por varios
2001. p. 321.
viaductos que canalizaban las circulaciones. 12. La definición y organización del paisaje según la eco4. Hilberseimer desarrolla un esquema de una ciudad ras-
logía aquí expuesta, corresponde a la presentada en el
cacielos que incorporaba muchos de los temas relacio
texto de Tae-Wook Cha, el cual se basa fuertemente en las
ideas del libro “Landscape ecology principles in landscape
20. Ibid.
architecture and land-use planning” de Wenche Dramstad, James Olson y Richard Forman. Harvard University Gra-
21. Ibid. p. 146.
duate School of Design. 1996. 22. Ibid. p. 147. 13. En inglés: patch, corridor y matrix (PCM). 23. Proyecto ejemplar del denominado Nuevo Urbanismo, 14. DRAMSTAD, Henche, OLSON, James y FORMAN,
el cual se hizo reconocido luego de ser utilizado como
Richard. Landscape ecology principles in landscape ar-
locación de la película The Truman Show de Peter Weir
chitecture and land-use planning. Washington, Harvard
(1998).
University Graduate School of Design, Island Press y the American Society of Landscape Architects, 1996. p. 41.
24. Boddy asocia los primeros sistemas peatonales alternativos a gran escala que aparecieron en Norteamérica,
15. TSUNG, Sze. Mobility. En: KOOLHAAS, Rem. The Har-
con un racismo disfrazado por parte de los urbanistas y
vard Design School guide to shopping. Köln, Taschen,
políticos que buscaban de cierta manera el limpiar y se-
2001. p. 477.
parar a los grupos de inmigrantes no blancos que habrían llegado provenientes del sur a trabajar en las fábricas de
16. Teórica de la ciudad, destacada por sus reflexiones
armamento del norte y la costa oeste.
acerca de la destrucción de la ciudad por parte de los planificadores urbanos en la década del 60. Autora del libro
25. “Sin embargo, en la actualidad cada vez son más
Muerte y vida de las grandes ciudades americanas (1961).
numerosos los contratos con compañías de seguridad para que coloquen unos guardias cuya tarea consiste en
17. En muchos casos, la incapacidad de mantener al-
disuadir sutilmente a los indigentes, a los enfermos, a los
tas densidades de flujos, obligaron en Estados Unidos
negros, a los indios nativos y a los enfermos mentales para
a revertir peatonalizaciones de calles, volviéndolas a su
que no se adentren en un sistema de calles aéreas si no
origen vehicular. Europa, en cambio, vio en ella, la po-
tienen asuntos claros que tratar y sean fácilmente contro-
sibilidad de preservar los centros de las ciudades, y fue
lables.” BODDY, T. Op. Cit. p. 159.
desarrollada paralelamente a una modernización de las redes de los sistemas de transporte. Las que se mantuvieron en América del Norte requirieron mayor trabajo; elaboración de nuevas redes de tránsito, grandes playas de estacionamiento, interiores protegidos y climatizados mecánicamente, buenos sistemas de seguridad, escaleras mecánicas, skywalks, galerías subterráneas etc. 18. La ciudad de Toronto desarrolló en 1980 una red de pasajes subterráneos constituyentes de una estructura mayor llamada “The Path System”. Ésta constituye una extensa ciudad subterránea de shoppings interconectados y recorridos peatonales, que recorría 10 km y conectaba todos los edificios importantes, centros comerciales y estaciones de tránsito del centro urbano. 19. BODDY, Trevor. Subterránea y elevada: la construcción de la ciudad análoga. En: SORKIN, Michael. Variaciones sobre un parque temático: la nueva ciudad americana y el fin del espacio público. Edición Castellana. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2004. p. 145.
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CAPÍTULO B_ TRAZADO DE UN CIRCUITO
104
SITUACIÓN PEATONAL DEL CENTRO DE SANTIAGO
El año 2000 la Subsecretaría de Transportes del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (SEREMITT) licitó la realización de un estudio denominado Análisis del transporte no Motorizado en Santiago1. Este tenía como objetivo la realización de un “detallado diagnóstico y análisis de las condiciones y características de operación del modo caminata en el área céntrica de la comuna de Santiago, como alternativa de transporte en sí o combinado con otros modos, en especial con el transporte público de superficie y subterráneo”2. Su resultado sería utilizado luego por la autoridad como una herramienta con la cual poder orientar el desarrollo de acciones que mejoraran las condiciones en que se lleva a cabo la actividad peatonal en el sector estudiado. Su metodología consistía en la realización de tres etapas: recolección de antecedentes sobre el tema, estudio en terreno y una final que se denominaba diagnóstico y análisis de transporte peatonal, la cual incorporaba
la definición de una “red de transporte no motorizado” y de acciones para que dichos trazados pudieran ser utilizados cómodamente. Interesa en esta tesis explicar dicho informe3 ya que se trata de la más reciente información respecto a flujos peatonales en el centro de Santiago, donde se ha llevado a cabo una recopilación de antecedentes nacionales que en muchos casos son de difícil acceso4 y cuyos datos podrían encauzar muchas de las decisiones proyectuales relacionadas con la investigación. La primera etapa, como se señaló, se centra en la recolección de antecedentes, la cual ha sido dividida en experiencias internacionales y nacionales. Dentro de las primeras se exponen los ejemplos de peatonalización en Latinoamérica, Europa, Asia y Norteamérica (en especial Canadá). Ellos se caracterizan por ser centros de múltiples actividades con elevados niveles de atracción y concentración de peatones y con acceso directo al transporte público,
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que en muchos casos alcanza niveles de estaciones intermodales. Por otro lado, se destaca que el modo caminata está estrechamente ligado a otros modos no motorizados como la bicicleta principalmente. A nivel nacional la experiencia está relacionada a esfuerzos particulares de instituciones como SECTRA, SEREMITT, Municipalidad de Santiago y algunas subdirecciones del MOP. En ellos aparece el predominio de la caminata a través del centro como forma de acercamiento a mejores sistemas de locomoción en el caso del informe de la SEREMITT5, o la permanente búsqueda a nivel de usuarios de los caminos más cortos según la SECTRA6. En el modelo elaborado por ESTRAUS7, la partición modal de Santiago sitúa a la caminata con un 9% del global de los viajes del centro cuando la distancia es menor a los 2.000 m. Si la finalidad específica es el modo bus, la caminata media total respectiva es menor a 600 m. En relación al propósito por el cual los peatones desarrollan la caminata, el informe concluyó que el trabajo, las compras,
los trámites personales y la recreación -en ese orden- eran los de mayor incidencia. La distancia más corta y la habitualidad de la ruta constituyen los motivos principales de elección de una ruta. Sin embargo, y dependiendo del período -de donde se desprende la premura del viaje-, el entorno comenzaría a jugar un rol importante en la elección. La última parte del informe buscaba armar una red no motorizada –RNM- que considerando frecuencias de destinos, finalidades de los recorridos y distancias entre los nodos a unir, pudiera formar uno o varios circuitos que permitieran definir hacia adonde orientar los esfuerzos con el objetivo de mejorar los trayectos de los peatones. Luego de calcular los conflictos entre vehículos y peatones, problema definido como fricción lateral8 de cada arco9, se definió la topología de la red. Esta quedó compuesta por “un grafo conexo G(N,A) formado a su vez, por sub-grafos conexos al interior de cada cuadrante10. Cada polo de atracción y generación de viajes a pie es representado por un nodo del conjunto N
del grafo; mientras que las uniones entre nodos constituyen el conjunto A de arcos de la red.”11 Los nodos de la red fueron definidos como los puntos extremos de cada arco de la RNM y fueron asimilados a los más importantes generadores y atractores de flujos peatonales tales como las salidas del Metro, los principales paraderos de transporte público, los centros administrativos y de servicios, los accesos a las galerías del centro de Santiago, ciertos hitos urbanos etc. Entre estos últimos aparecerían edificios patrimoniales, culturales, religiosos, de servicios y oficinas, residenciales y residencias, centros de recreación y compras, y puntos de intercambio modal. Este procedimiento permitirá definir los nodos que articularán los recorridos. Las rutas, por su parte, serán definidas basándose en la propuesta que el software TRANSCAD12 entregue como solución para la unión de cada uno de los nodos considerando los diferentes valores que a cada uno de los arcos se le haya asignado.
A continuación se presentan dos de los circuitos generados en el informe; el de trabajo y el de compras y servicios. Esta elección responde a que ellos son los presentan mayor cantidad de circuitos y cuyo desarrollo abarca adecuadamente el área céntrica de Santiago. Por otro lado, la finalidad de las caminatas desarrolladas en ellos son las que mayor gente reúne diariamente. Dichos circuitos han sido generados a través de la conexión de las rutas más solicitadas, que técnicamente consisten en una unión consecutiva de arcos de la RNM, cerrada o cíclica, que permite ir y volver hacia y desde cualquier nodo usando arcos propios de cada circuito. Se asignó un nombre a la función de cada circuito de acuerdo a los hitos principales que une, pudiendo existir uno o más circuitos para cada función.
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(B.1) Circuitos de trabajo.
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1. Circuitos de Trabajo
2. Circuitos de Compras y Servicios
Objetivo: conectar centros de empleo principales -oficinas, comercio, servicioscon ejes de transporte público que cruzan el centro y con estaciones de metro.
Objetivo: unir centros de servicios y centros comerciales de magnitud.
Descripción de los circuitos: los principales circuitos de trabajo detectados en el centro de Santiago son cuatro. Están formados por ejes con alta concentración peatonal como el paseo Ahumada y Huérfanos, conectados a vías con importante concentración de transporte público como Bandera, Alameda, Miraflores y Merced.
Descripción: están formados uniendo vías que concentran los mayores volúmenes de peatones en la actualidad. De lo expuesto por el informe llama la atención que si bien en el centro de Santiago los flujos en las horas punta son del orden de 17.000 peatones/hr como máximo por sentido, se da una importante presencia peatonal en vías como Bandera y San Antonio, donde el transporte público entrega escasas facilidades para los peatones y donde la veredas son angostas y se encuentran en mal estado13. Esto podría deberse en parte a que las rutas declaradas por los usuarios son muchas veces de
(B.2) Circuitos de compras y servicios
109
corta distancia y se realizan a través de aquellos tramos que son percibidos como mínimos, aunque físicamente no lo sean. Por otro lado, parece interesante el hecho de pensar un centro estructurado en base a diferentes circuitos peatonales que respondan a diversos tipos de usuarios e intereses. Sin embargo, al ver los trazados propuestos se reconoce que en muchas oportunidades estos pasan por tramos que no se distinguen por entregar muchas facilidades a los peatones –secuencias de cruces, deficiente iluminación, mal estado de zonas públicas– y con una alta presencia de flujos vehiculares, tanto livianos como pesados. Mejorar dichas condiciones en muchos casos perjudicaría a otros o induciría grandes gastos. Así, por ejemplo, peatonalizar una calle o incluso el hecho de ensanchar veredas podría, pa-
ralelo al alto costo de la obra, generar importantes consecuencias al flujo vehicular, que de no ser advertidas para su correcto manejo, podrían definir más problemas que beneficios.
(B.3) Bedolina, Val Camonica, Italia. Uno de los primeros mapas de recorridos que se conocen.
FLUJOS PEATONALES_ CIRCUITOS CONTINUOS
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Exceptuando algunos intentos esporádicos de los ministerios y urbanistas, no se conocen circuitos en el centro diseñados para distintos tipos de peatones y menos una señalización adecuada para este tipo de recorridos. Si bien se reconoce la presencia de calles, paseos y galerías, estas no han sido hasta ahora convertidos en circuitos en la cual se reconozca una continuidad por donde poder desplazarse para llegar de un lugar a otro. Si pensamos que las posibilidades de variación de la estructura de superficie son más bien acotadas, y que el actual trazado tanto de galerías como de paseos se encuentra altamente concentrado, resulta bastante atingente pensar nuevas formas de poder hacer de la actual configuración un trazado más complejo y conexo del que hoy día existe. Dentro de este contexto, el reconocimiento del subsuelo como una infraes-
tructura inmediata, infrautilizada y con una alta cobertura del centro, daría nuevas posibilidades de poder establecer no solo circuitos por donde unir un punto con otro, sino estructuras capaces de cruzar la ciudad con trazados libres de la rigidez de la superficie y con disponibilidad de grandes metrajes para recibir nuevos usos o conectar programas y edificios actuales. Esto permitiría en cierta medida “coser” el actual trazado peatonal existente otorgándole una nueva condición; dejar de ser plano para convertirse en una red tridimensional.
(B.4) Circuito impreso. Estructura de un grafo planar.
DEL CIRCUITO AL GRAFO
Pensar en la ciudad la creación de circuitos, es pensar una determinada configuración geométrica, la cual plantea un conjunto de relaciones, de conexiones o enlaces entre ciertos pares de regiones. Éstas serán representadas por puntos, mientras que las relaciones lo harán mediante segmentos o arcos de curva que los conecten; el conjunto resultante, un grafo. “Llamaremos grafo a una terna G=(V; A; φ), donde V y A son conjuntos finitos y φ una aplicación que, a cada elemento de A, asocia un par de elementos de V. Los elementos de V se llaman vértices de G, los elementos de A serán las aristas de G, y φ será la aplicación de incidencia, que asocia a cada arista sus extremos o vértices.”14
Entendiéndolo de esta manera, al intentar hacer un circuito peatonal, no solo se requerirá mostrar la “ruta” que dicho trayecto está siguiendo sino que, tan necesaria como ésta, será la existencia de un par de elementos de “V” que sean inciden-
tes15 entre sí. Estos vértices serán los puntos atractores de nuestra red que dependiendo de la centralidad, importancia, o algún otro valor, podrían tener diferentes grados16. Dependiendo de las relaciones que el grafo posea se podrán definir los distintos tipos de conexiones que la estructura presenta. Así, si cada arista incide en el vértice precedente y en el siguiente sin repetir alguno de estos últimos se nombrará como cadena simple. Por otro lado un ciclo será una cadena cuyo vértice final coincide con el inicial. Análogamente, un ciclo simple es un ciclo en el que no se repite ningún vértice, con excepción del inicial, que es también el último, y la longitud de una cadena será el número de aristas que la componen.
111
LAS CASAS DE CAMPO
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Tres hermanos han decidido adquirir conjuntamente una gran parcela en una zona rural con el propósito de construir en ellas sendas casas de campo para sus respectivas familias. La primera dificultad del proyecto surge cuando la empresa de electricidad les comunica que sólo puede colocar una conexión por parcela, aunque no hay inconveniente en que los usuarios subdividan la conexión entra las tres casas. Análogas advertencias hacen el servicio de agua potable y la empresa de gas. Además, para evitar inconvenientes técnicos, las conexiones –cables y cañerías- no deben cruzarse. -No es un problema grave, opina el primero de ellos: basta con que ubiquemos convenientemente las 3 casas y los 3 medidores. Nadie obliga a que los conductos sean rectos. Pueden ser curvos. -Hagamos un dibujo, propone el segundo. Dibujemos 3 pequeños cuadrados en representación de las casas, y 3 círculos, uno por cada medidor. Traza rápidamente 8 de las 9 conexiones necesarias, pero la novena se cruza siempre con
alguna de las anteriores. Su diagrama aparece en la Fig.B.5a. -Tu error consiste en la ubicación de los medidores, observa el primero. No es necesario que estén alineados en una fila paralela a la de las casas. Veamos otra distribución. Coloca los tres medidores sobre una línea perpendicular a la de las casas, e intenta dibujar las conexiones. Nuevamente puede trazar 8 conexiones, pero la novena falla, como se ve en la Fig.B.5b. Entonces interviene el tercero que hasta el momento había permanecido callado. -Creo que la dificultad reside en que, al considerar el problema nos hemos limitado al plano, sin darnos cuenta de que hay tres dimensiones. Bastará hacer una de las conexiones eléctricas por el aire en vez de hacerla subterránea.
Este ejemplo que introduce al capítulo 4 del libro Introducción a la Teoría de Grafos17 de Alfredo Toranzos, nos plantea las limitaciones de representación de ciertos grafos en el plano. Considerar, por otro lado, que un grafo puede ser un conjunto de puntos en E3 (Espacio Euclidiano
(B.5) Diagrama de ubicación de las casas y sus medidores.
tridimensional) nos permite saltar las limitaciones que el grafo planar planteaba. Asumiendo dichas ventajas para la realización de una cadena determinada en la ciudad, la incorporación del subsuelo -una de las posibilidades para generar aquella tridimensionalidad- otorgaría nuevos y más complejos escenarios donde concretar los circuitos. Ya no estaremos restringidos al plano como el caso del circuito impreso, sino que los nodos estarán dispuestos espacialmente posibilitando el cruce o la evasión de los recorridos entre sí, dependiendo de la necesidad. Trabajar los circuitos desde la incorporación del subsuelo -público y privadonos permitiría avanzar en las posibilidades de cobertura y conexión, al tiempo que desarrollamos nuevas formas de relacionarnos con la ciudad. El establecimiento de conexiones subterráneas entre los hitos de la ciudad, edificios públicos, estaciones de metro u otros, hará más rica la experiencia urbana, donde a la forma arquitectónica exterior de recorrer y re-
conocer la ciudad de manera formal, se le sumará una interior programática que atravesará los edificios abiertos desde el subsuelo. El edificio será incorporado a la ciudad tanto desde el contenedor como del contenido, permitiendo mirar la ciudad desde una nueva perspectiva, ya no desde la calle, sino desde el edificio, liberando de su hegemonía a la cota cero para hacer aparecer al subsuelo.
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(B.6) Edificios públicos, de cultura y monumentos.
TRAZADO DE UN CIRCUITO
Si el Situacionismo estableció las llamadas derivas urbanas en base a recorridos aleatorios que unían puntos de la ciudad que no necesariamente eran hitos, en la generación de una estructura céntrica que permita el desarrollo de circuitos peatonales, los nodos sí deberían poseer dicha cualidad y preestablecer además su recorrido. Se escogerán puntos notables que son o podrían llegar a ser atractores de flujos, ya sea por su programa, por ser articuladores de otras situaciones, o simplemente por el hecho de ser puntos referenciales para los peatones. Por su parte, el trayecto será previamente definido, a la vez que múltiple, permitiendo variados recorridos para un mismo destino. En este caso el arco será
tan importante como el nodo, ya que una de las propiedades del subsuelo es que ambos componentes de la red constituyen espacios, lo cual daría pie para trabajarlos como circulaciones y programas al mismo tiempo. Para establecer los puntos de la red se considerarán monumentos, instituciones culturales y edificios públicos que de cierta manera articulan los flujos del sector. Éstos cumplirían con el requisito de ser edificaciones que presentan superficies subterráneas y que, debido a su condición pública, contienen en sí mismas la condición de ser -en la práctica o potencialmente- atractoras de flujos. Por otro lado, se trata de edificaciones cuyos predios son adyacentes a otros que poseen la nombrada condición subterránea, por lo que la factibilidad de hacer de ellos nodos
Metro Plaza de Armas
Catedral de Santiago
Iglesia de la Merced
Casa Colorada
Eriazo Auditorio Facultad de música Universidad de Chile
Convento de la Merced
Eriazo
Museo de Arte Jardin Corte Suprema Precolombino
Congreso Nacional
M
Espacio abierto Sucursal Bellas artes
M Comisión Chilena del cobre
Convento San Agustín
Teatro Municipal
Banco Central Min. Justicia Superintendencia de valores Plaza de la Contitución Intendencia Palacio de la Moneda Contraloría
Mineduc
CORFO
Eriazo
Biblioteca Nacional
M
Metro Santa Lucía
M
Santiago Centro
MOP
Museo de la cuidadania
Club de la Unión Teatro Universidad de Chile
metro U.Chile
Iglesia San Francisco
archivo andrés bello
Stgo Downtown Metro Moneda
instituto nacional
de una estructura mayor es real. Habiendo seleccionado los nodos que estructurarán el circuito se deberá definir la forma en que se relacionan entre ellos y con la ciudad. La estructura mencionada busca ser complementaria a los circuitos existentes. Así, los trazados subterráneos propuestos deberán conectarse con la red actual compuesta por ejes vehiculares, rutas peatonales y galerías al interior de las manzanas. La Fig. B.7 muestra el resultado del
(B.7) Nodos y arcos del grafo peatonal.
ejercicio de unir, mediante un arco, los puntos que conformarán la estructura peatonal mixta. Esta se constituye de tramos superficiales abiertos tales como los ejes peatonales Ahumada y Huérfanos, tramos superficiales cubiertos compuestos principalmente por el sistema de galerías al interior de las manzanas, y por trazados subterráneos tanto al interior de las manzanas como bajo el espacio público de las calles -azul, rojo y verde respectivamente.
115
116
La estructura resultante del ejercicio genera una serie de nuevos trayectos que permitirían dar conectividades a un sistema peatonal hasta ahora fragmentado y con pocas alternativas de crecimiento. Por otro lado, al tiempo de superar ciertas limitaciones actuales de las condiciones en que se dan los flujos peatonales, generaría espacios útiles a nuevos programas que gozarían de altos grados de publicidad. Sin embargo, según las variables que los usuarios manejan para optar por una ruta determinada, el trazado nuevo únicamente podría ganar validez si es que su elección es, en cuanto a la distancia, una mejora. Para poder hacer un análisis de este nuevo trazado se deberían testear varios escenarios de acuerdo al costo asociado a la elección de una u otra alternativa. La forma en que se llevarán a cabo dichas pruebas será otorgándole a cada uno de
los tramos, tanto calles, paseos, galerías y subterráneos, un valor que determinaría el costo que por él tendría transitar. Los llamados tramos en este caso son parte de un cierto arco. Así, por ejemplo, el paseo Ahumada ya no será una línea continua, sino que una sumatoria de tramos que comienzan y terminan al cruzarse con otros que el modelo asume como puntos en que sería factible cambiar de dirección. En el caso de los arcos subterráneos que unen dos puntos determinados como nodos del sistema, estos no serán cortados a menos que se considere que en el cruce con otra línea hay posibilidad de cambiar la ruta. Para lo anterior se define en Autocad una red precisa de tramos que combina paseos peatonales, ejes de calles, galerías y trazados subterráneos. Este archivo será el que exportado como archivo “.dxf”18 permitirá en un programa GIS19 evaluar cuán idónea podría llegar a ser la estructura peatonal propuesta. El programa Ar-
(B.8) Interfaz del programa Arcview.
cview, en el cual ha sido importada la estructura, tiene asociado a todo archivo de dibujo, una planilla de datos. El primero es un archivo “.shp” (Autocad shape source) que contiene las líneas y puntos que presente el dibujo, mientras que el segundo es “.dbf” (DBase), el cual en base a una estructura de planilla de doble entrada (similar a Excel) le asigna una identidad y los valores que requieran a cada una de la entidades dibujadas. El network es una extensión del programa Arcview que tiene como finalidad ser una herramienta de estudio de redes. La forma en que opera el módulo de análisis es en base a un mínimo de dos nodos ubicados sobre la red, entre los cuales el programa definirá la ruta óptima de acuerdo al costo que el recorrido tendría para un hipotético transeúnte. Dicho costo deberá estar definido para cada uno de los tramos antes de hacer el análisis.
Considerando que la distancia recorrida es el dato más importante para los peatones a la hora de decidir la ruta a tomar, el costo que pudiéramos asignarle a cada uno de los tramos debiera estar determinado según dicho valor. Seguido de la ruta más corta, entre los motivos de la elección se encuentran el entorno, la vigilancia, el ancho de las veredas, la congestión de personas y vehículos. Aspectos como la iluminación, el ruido o la demora en las intersecciones adquieren poca importancia y varían de acuerdo a los diferentes períodos del día. Asumiendo lo complejo que resultaría darle un valor preciso a cada una de las variables anteriores para el cálculo final del costo, y reconociendo que cada uno de los tipos de tramos -calles, paseos peatonales, galerías y subterráneos- podría agrupar conjuntamente a cada una de dichas variables, es que se decidió otorgarle un valor absoluto a cada uno de ellos. Este
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118
valor por tipo de tramo será el que multiplicado por la distancia, otorgue su costo real. El espectro elegido para fijar un rango de valores asocia las mejores condiciones ambientales de habitabilidad al subterráneo -iluminación, seguridad, amplitud, nuevos programas, etc.- y liga las peores condiciones para el peatón a la calle -estrechez de veredas, ruido, contaminación, imposibilidad de crecer etc. Usualmente en análisis de este tipo, el valor asignado a cada uno de los tramos es resultado de múltiples componentes, donde su definición respondería al trabajo de disciplinas tales como la estadística. Ante la imposibilidad de obtener tal precisión, pero intentando comprobar lo esgrimido en relación a las posibilidades del subsuelo, es que se han definido los valores en base a iteraciones de prueba y error que, respetando la jerarquía entre los tipos de tramos, nos permitan definir un rango que dé como resultado múltiples
alternativas de recorridos. Como resultado de esto, los parámetros asignados a cada tipo de tramo fueron las siguientes: subterráneo=1.0; galería=1.25; paseo peatonal=1.5; y calle=1.75. Estos valores establecerían que el paseo peatonal presenta un costo de circulación menor que la calle, pero mayor que el de una galería, mientras el subterráneo presentaría el menor en relación a los otros tres, lo cual parece atingente de acuerdo a las hipótesis planteadas en la tesis. Para que el análisis tenga una componente comparativa con la cual trabajar, se tomarán las propuestas de circuitos peatonales que se le presentaron a la Municipalidad de Santiago a través del Estudio de Transporte No Motorizado. Sobre ellos, específicamente los relacionados con las funciones de Trabajo y Compras & Servicios, se elaborarán tres soluciones
alternativas. La primera estará relacionada a los mismos nodos que conformaban el circuito propuesto, esto es tomando la ubicación exacta de los vértices del circuito peatonal para correr el análisis. La segunda será marcando la misma cantidad de puntos, pero esta vez desfasándolos en la dimensión a una cuadra -120 m aprox., lo que en estricto rigor conecta las mismas zonas, pero daría alternativas mayores a la propuesta de recorrido. La última definirá en base al circuito original, una alternativa que en su desarrollo permita conectar los nodos definidos como hitos en la estructura elaborada. De cada una de las soluciones se obtendrá su respectivo trazado y costo asignado de acuerdo a su distancia. Muchos de los circuitos arrojados en el análisis desarrollado pueden ser considerados como alternativas que presentan ventajas respecto a los trazados existentes. Sus costos no variaban demasiado en
relación a éstos, pero permitirían incorporar mejores condiciones para el peatón, desarrollando nuevas rutas complementarias a las ya existentes. Si bien las soluciones son presentadas como posibles alternativas, la importancia del ejercicio radicaría en que generando recorridos que se consideran ventajosos respecto a muchos de los actuales, se estaría dando pie para recuperar grandes superficies de estructuras subterráneas cuyos nuevos usos tendrían asegurado constantes flujos peatonales.
119
(B.9) Trabajo / Circuito 1/ Original.
120
(B.10) Trabajo / Circuito 1/ P1/ Costo: 2511 m.
(B.11) Trabajo / Circuito 1/ P2/ Costo: 2102 m.
121
(B.12) Trabajo / Circuito 1/ P3/ Costo: 2038 m.
(B.13) Trabajo / Circuito 2/ original.
122
(B.14) Trabajo / Circuito 2/ P1/ Costo: 2712 m.
(B.15) Trabajo / Circuito 2/ P2/ Costo: 2613 m.
123
(B.16) Trabajo / Circuito 2/ P3/ Costo: 2567 m.
(B.17) Comp & Serv / Circuito 1/ Original
124
(B.18) Comp & Serv / Circuito 1/ P1/ Costo: 2827 m.
(B.19) Comp & Serv / Circuito 1/ P2/ Costo: 2587 m.
125
(B.20) Comp & Serv / Circuito 1/ P3/ Costo: 2580 m.
(B.21) Comp & Serv / Circuito 2/ Original.
126
(B.22) Comp & Serv / Circuito 2/ P1/ Costo: 2019 m.
(B.23) Comp & Serv / Circuito 2/ P2/ Costo: 1790 m.
127
(B.24) Comp & Serv / Circuito 2/ P3/ Costo: 2094 m.
NOTAS 1. CIS Asociados Consultores en Transporte S.A. Análisis
13. La mayor concentración de peatones se da en el Pa-
del transporte no motorizado. Santiago, 2000.
seo Ahumada, Paseo Estado, Bandera, San Antonio, Paseo Huérfanos y Alameda en el sector entre Teatinos y Santa
2. Ibid.
Lucía.
3. Los antecedentes como datos o valores presentados a
14. TORANZOS, Fausto. Introducción a la teoría de grafos.
continuación y que hagan referencia con dicho informe
Washington D.C. Programa Regional de Desarrollo Cientí-
estarán en relación al área del centro de Santiago, dejando
fico y Tecnológico, Departamento de Asuntos Científicos,
de lado los que tengan relación con otras áreas de la co-
Secretaría General de la Organización de los Estados Ame-
muna que forman parte del informe.
ricanos, 1976. p. 8.
4. Entre los antecedentes nombrados aparece:
15. Se dirá que un vértice y una arista del grafo G son
-SEREMITT. Estudio de demanda del sistema de transporte
incidentes si el primero es extremo de la segunda.
público de superficie de Santiago. Santiago, 1998. Este estudio definía los accesos, generalmente caminando, que
16. El grado o valencia de un vértice es el número de
realizan los usuarios de buses hacia y desde los distintos
aristas incidentes en él. Un vértice V se dice aislado si
paraderos.
G(V)=0. Análogamente, W se llamará un vértice pendiente
-SECTRA. Políticas de inversión para favorecer a los peato-
si G(W)=1.
nes. Santiago, 1999. Estudio que analizaba la información del modelo de preferencias declaradas para la elección de
17. TORANZOS, F. A. Op. Cit. p. 3.
rutas peatonales. 18. Drawing Interchange Format. Son archivos de texto, 5. SEREMITT. Op. Cit.
128
exportados desde Autocad, que contienen información acerca de dibujos y pueden ser leídos por otros sistemas
6. SECTRA–CITRA. Análisis y Proposición de Políticas de
CAD.
Inversión para Favorecer a los Peatones. Santiago, 1998. 19. Sistema de Información Geográfica (GIS). Con esta 7. Modelo computacional desarrollado por el Gobierno de
sigla se denomina a los programas que manejan informa-
Chile mediante SECTRA que permite simular el funciona-
ción georeferenciada como Arcview, Mapinfo, etc.
miento de sistemas de transporte urbano. 8. Valor que grafica estimativamente el grado de molestia o desagrado que produce a los peatones la circulación de los vehículos. 9. En teoría de grafos, arco hace referencia a la unión entre dos nodos o puntos. 10. El Centro de Santiago es uno de los cuatro cuadrantes en que la comuna fue dividida para desarrollar el estudio. 11. CIS Asociados Consultores en Transporte S.A. Op. Cit. 12. Software de Sistema de Información Geográfica (GIS) diseñado específicamente para áreas profesionales relacionadas con el transporte que permite almacenar, representar, manejar y analizar información de transporte.
129
130
131
PROYECTO 01_ CONECTIVIDADES
132
(P1.1) Excavaciones centro cultural Palacio La Moneda.
Basándose en la consideración planteada en el capítulo B, acerca de una red peatonal que incorporara preexistencias del subsuelo en el centro de la ciudad, el proyecto uno, denominado conectividades, busca profundizar en aquel grafo conexo para reconocer con mayor precisión el grado de factibilidad y los posibles escenarios en que parte de ella pudiera ser operativa. Con el objetivo de plantear una estrategia proyectual que tenga relación tanto con la zona céntrica de la ciudad como con las temáticas desarrolladas hasta este punto de la tesis, se ha decidido enmarcar la propuesta dentro del escenario de construcción y habilitación del recientemente inagurado “Centro Cultural Palacio La Moneda”(CCPLM). Este proyecto, desarrollado en el marco del bicentenario, une la fachada sur del Palacio de La Moneda con Av. Libertador Bernardo O’Higgins en una explanada continua que considera la remodelación de 10.000 m2 de parque. Bajo él se construye un subsuelo de 25.000m2 correspondiente a estacionamientos subterráneos y centro cultural.
La incorporación de este tipo de espacios a la ciudad muchas veces significa la negación del contexto en que se insertan –en este caso la caja cívica– durante el tiempo que demora la construcción, plazo que en este proyecto fue estimado en aproximadamente dos años. El proyecto expuesto a continuación pretende identificar sistemas de circulaciones alternativos que permitan encauzar y reubicar temporalmente aquellos flujos y actividades que se verán alterados durante la construcción del centro cultural mencionado. Esta intervención permitiría mantener los niveles de continuidad e intensidad presentes en períodos normales en este punto del centro de Santiago.
133
(P1.2) Concentración de personas y líneas de movimiento.
134
_El Movimiento
Con la finalidad de reconocer la intensidad de los flujos que intervienen en el área estudiada, se han realizado esquemas que permiten cuantificar el movimiento y la concentración de personas en el entorno de la caja cívica (fig.P1.2). Si bien los resultados son categóricos respecto a una mayor concentración de gente en la medida que nos acercamos hacia la Alameda, al analizar los desplazamientos en función de las distancias abarcadas y el tiempo empleado en recorrerlas, las medidas reales del área se deforman en función de las circulaciones (fig.P1.3). Las zonas que presentan una deformación asociada a un angostamiento de las manzanas corresponderían a aquellas donde se posibilita un cruce por su interior –una galería por ejemplo– mientras que el distanciamiento
de dos puntos cabría asociarlo a impedimentos que ralentizan el normal desplazamiento de la gente -como el cruce de la Alameda. Reconocer esta deformación nos ha permitido explorar sistemas de circulación que, al conectarse por los centros de las manzanas, podrían constituirse en nuevos circuitos peatonales que involucraran tanto superficies a la altura de la calle como otras a desnivel (fig.P1.4).
(P1.3) Deformaci贸n del 谩rea en relaci贸n al tiempo de recorrido.
135
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(P1.4) Posibilidades de recorridos en superďŹ cie -verde- y en desnivel -azul.
(P1.5) El CCPLM aparece como una estructura más dentro de un contexto subterráneo con posibilidades de conexión.
_Nuevos Programas, Nuevos Desplazamientos
Al cruzar aquellos esquemas con el proyecto de la Plaza de La Ciudadanía, resulta lógico replantear los sistemas de circulación superficiales mediante la rehabilitación de estructuras subterráneas existentes en el centro de Santiago. Esto debido no solamente a los conflictos que pudiera generar una obra de esta magnitud, sino, más importante aún, intentando evitar que un proyecto urbano de tales características quede inconexo de la actividad de la ciudad. En este sentido resulta absurdo que, considerando la capacidad que programas de este tipo presentan para reunir considerables masas de gente y potenciar de paso zonas adyacentes, no se haya considera-
do hacer de este centro cultural un punto que conectara otras estructuras a desnivel –como las estaciones de metro Moneda o Universidad de Chile- y que, atrayendo sus flujos, permitiera la generación de una red más intensa y con fuertes posibilidades de gatillar nuevos desarrollos de este mismo orden, como los ya revisados para el caso de Montreal. _Trazado
Es sobre este punto que el proyecto considera interesante conectar el centro cultural propuesto en el subsuelo con las estaciones de metro cercanas a través de un sistema de galerías bajo tierra. El trazado considera la utilización de estructuras preexistentes en desnivel que, dadas sus condiciones actuales, permitan
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138
(P1.6) Estructura subterránea del club de la Unión: posibilidades de circulación.
generar una circulación que pudiera incorporar otros programas. De esta manera, si bien inicialmente el proyecto ha sido planteado como una red de recorridos, en muchas oportunidades estos asumirían mayores dimensiones, permitiendo desarrollar espacios con posibilidades de incorporar nuevos usos que, gracias a la directa relación con una estructura mayor, dispondrían de un grado de intensidad que aseguraría su activación.
(P1.7) Estructura subterránea del Ministerio de Obras Públicas: posibilidades de circulación.
(P1.8) Estructura subterránea del Banco Estado: posibilidades de circulación.
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(P1.9) Estructura subterránea del Instituto Nacional de la Previsión: posibilidades de circulación.
140
(P1.10) Estructura subterránea del Ministerio de educación: posibilidades de circulación.
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Su organización se estructura en base a cuatro tipos de elementos: 1. Los cruces bajo las calles que permitirían conectar diferentes estructuras subterráneas evitando cruzar obligadamente por vías congestionadas. Basado en un sistema estructural de túnel, su construcción no alteraría la superficie. 2. Las superficies a nivel que pudieran servir para canalizar recorridos y anexarse a las ya existentes. 3. Las estructuras subterráneas en desuso que en sus mayores dimensiones permitirían concentrar nuevos usos y programas. 4. Los patios abiertos al interior de las manzanas u otras zonas que pudieran
servir de conectores entre las diferentes estructuras –subterráneas y superficiales– actuando como articuladores y permitiendo establecer referencias con el exterior, fenestraciones de luz natural, etc. De esta forma, el circuito propuesto permitiría mantener la intensidad de la zona, recuperar los subterráneos en desuso de los edificios aledaños a la caja cívica y facilitar, durante la construcción, el desarrollo de las obras del bicentenario para luego pasar a formar parte de una nueva estructura urbana.
(P1.11) Planta de conectividades.
142 -5.00
-3.50
-5.00 Moptt
-3.50 -3.50
-5.00
-6.50 -3.50
INP
-3.50 Santiago Downtown
Mineduc -3.50 -3.50
metro Moneda
-6.50 Centro Cultural Palacio la Moneda
-3.50 Banco Estado
Club de la Uni贸n
-3.50 metro U.Chile
143 (P1.12) Vista de las diferentes piezas y niveles que constituyen la red. (P1.13) Vista de la propuesta.
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PARTE II CONTINUIDADES
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CAPÍTULO 03_ PROGRAMACIÓN DE UN SUBSUELO
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ATRACTORES_PROVEEDORES
SUPERPOSICIÓN DEL SUELO
Como la tesis ha planteado, el uso del subsuelo tiene directa relación con la posibilidad de establecer sistemas de flujos que permitan hacer de aquellos lugares nodos de redes antes que destinos puntuales. Esto debido a que es mediante la estructuración de circulaciones a través de aquellos lugares, que sus programas podrían llegar a tener ventajas respecto, por ejemplo, a la superficie. Definir roles de atractores y proveedores de flujos respecto a los canales de circulación, determinará lugares con tendencia hacia cierto tipo de usos más que a otros. Programas como las estaciones de metro serán proveedores de flujos mientras que casos como el del multicine quedarán definidos como polos de atracción.
El subsuelo se presenta como articulador de muchos de los proyectos urbanos para centros consolidados de gran escala, siendo reemplazada paulatinamente la acepción que asocia subterráneo a “lo enterrado” por aquella idea que hace referencia a lo que ha sido dispuesto “bajo un suelo”, y estableciendo una superposición de estratos donde comienza a ser introducida la simultaneidad de actividades y programas.
Tener claridad respecto a esto permitirá estructurar de mejor manera una determinada organización de programas. La distancia entre uno y otro dependerá de ellos y de los espacios desarrollados, sin embargo, una relativa alternancia entre atractores y proveedores constituirá un patrón a desarrollar.
Muchos proyectos han reconocido en estas estrategias, buenas soluciones para trabajar zonas de alta intensidad de flujos de diferente naturaleza. Al igual que en las ideas modernistas el tema de la movilidad define muchas de las puntos sobre los cuales se basan las operaciones. La Défense en París, por ejemplo, se presenta como una muestra cúlmine del desarrollo urbano estratificado en una escala que, si bien acoge al peatón, ha sido pensado para sistemas vehiculares. El transeúnte ha sido separado lejos de la tierra mediante una suave pendiente que va desarrollando imperceptibles usos tanto de los
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(3.1) Hacer de la superposición una continuidad.
150
enormes edificios situados en esta zona de la ciudad, como de las estaciones de metro, RER, y viaductos que la atraviesan longitudinalmente. El subsuelo, si es que así se le puede llamar, repite el modelo de la ciudad sobre pilotis de Le Corbusier, acoplando lo relacionado al tránsito vehicular, infraestructuras, estacionamientos y transporte. Por su parte, en el proyecto de Almere, OMA sitúa en un primer nivel a los autos, estacionamientos, shops y calles, disponiendo sobre él un estrato peatonal. Al ubicar las funciones de estacionamiento, carga y descarga bajo la superficie, es posible crear una especie de ciudad compacta tipo medieval, que permita usar el área de una manera más intensa, al tiempo que localizar funciones que usualmente han sido desplazadas a la periferia, como multicines, salas de conciertos, congresos, etc. De esta manera, programas que atraen miles de personas podrían ser acomodados al interior de la ciudad ya que
el suelo se duplica en los puntos cruciales, creando una relación adecuada entre infraestructuras y puntos servidos, todo lo cual permitiría contrarrestar la perdida de intensidad o abandono que los centros de las ciudades han comenzado a experimentar. Lo que este tipo de proyectos está poniendo en discusión, no es necesariamente el tema del desarrollo del subsuelo, sino la superposición de suelos que mediante la simultaneidad van produciendo una ciudad más intensa y conexa. En ese escenario, no importa qué está en el suelo y qué bajo la tierra; se rompe la definición de una cota cero para hablar de niveles donde el horizonte es múltiple, la conexión entre planos es alta y desde aquella desorientación se genera una intensidad vertical.
(3.2) OMA: Proyecto de remodelación urbana para Almere.
LA CAJA SUSTENTABLE
La gran mayoría de los actuales proyectos no son desarrollados en grandes escalas como las anteriormente expuestas. Son proyectos de menores dimensiones y que por lo general han tenido que trabajar sobre contextos de fuertes preexistencias, lo que los ha llevado a estar emplazados bajo otras construcciones, impidiendo la modificación de suelos, dejándolos soterrados. Esta condición orienta el problema hacia la condicionante tecnológica que un proyecto de esta naturaleza debiera resolver para permitir su ocupación. Koolhaas, en Guide to the Shopping1, ha relacionado este tipo de sustentabilidad con el avance que programas como el shopping desarrollaron a lo largo del siglo XX. Su incontrolable crecimiento, argumenta, se debe en gran medida a las posibilidades de habitabilidad al interior de las cajas cerradas o grandes almacenes. Tecnologías como el aire acondicionado han quedado definidas como las herramientas que hicieron posible la habitabilidad ma-
siva por grandes períodos de tiempo, modificando la escala de dichos programas al interior de la ciudad. Al igual que muchos proyectos subterráneos, la evolución del shopping permitió recintos interiores cada vez más grandes, donde la separación con el exterior se hacía más marcada. Espacios artificiales, sin ventanas ni escapes, cerrados y confortables, permitirían acomodar cualquier tipo de actividad humana en cualquier combinación posible. Por otro lado, el shopping ha posibilitado una intensidad en múltiples niveles mediante el uso de sistemas de circulación dinámicos, como es la escalera mecánica, permitiendo dar una nueva dimensión, ahora vertical, a la experiencia urbana. Es en su utilización que se comenzaron a abrir pisos superiores para la colonización comercial, hasta ese momento efectiva únicamente en el nivel de la calle, permitiendo una acumulación de infraestructuras en el eje vertical, ya sea en segundos niveles o subterráneos. Jovanovic y Tsung2 esgrimen que la
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(3.3) Beneficiándose de la disponibilidad de espacio subterráneo, grandes tiendas en costosas ciudades se construyen bajo tierra conectándose con la superficie mediante pequeños lobbies que definen su presencia en la ciudad.
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distinción será clara desde aquel momento –1911. Sobre el suelo la escalera mecánica liberará nuevas áreas para el consumo; bajo él, liberará accesos a grandes distancias urbanas a través de la red del metro. La expansión no solo de las tiendas de departamento, sino de cualquier infraestructura que buscara propagarse más allá del primer piso, no hubiera sido posible sin la incorporación de la escalera mecánica. Ésta, en sincronía con el aire acondicionado y la iluminación artificial, permitió una progresiva aislación de los interiores respecto al exterior, incrementando sus magnitudes y niveles de control. Por sobre la condicionante tecnológica que este tipo de proyectos implica, hay una carga de universo autocontenido frente a la superficie que debiera ser considerado a la hora de operar sobre ellos, permitiendo hacer de aquellas unidades independientes, estructuras complementarias y coexistentes con la calle. Más que centrar la mirada en el acto de shopping, el tema que subyace aquí es
la posibilidad de generar habitabilidad en cualquier lugar y escala. Por otra parte, resulta interesante en el comercio la relación con el tema de la movilidad, donde la escalera mecánica, más que unificar diferentes niveles, permitiría movilizar grandes flujos de gente sin cortar el vínculo con el producto, en otras palabras, poder generar una continuidad en diferentes niveles a través de la circulación. El tema del tránsito o “en tránsito” permite en este caso que determinados programas se vean beneficiadas por flujos externos a su función, donde el shopping propondría la generación de un recorrido determinado, pero que a modo de una cinta de möebius, no lleva a ninguna parte, sino que nos deja en el inicio una y otra vez. Si lo que hizo el mall fue plegar al strip comercial en una suerte de recorrido ambientalmente perfecto con tal de no perder compradores bajo ninguna circunstancia, ahora interesaría pensar el despliegue de éste bajo la ciudad.
(3.4) Transporte y comercio han sido la base del sistema japones depato.
PROGRAMAS DE TRÁNSITO
Como ya hemos visto, el shopping se centra en un recorrido en torno al cual los programas se disponen enfrentando los flujos con el objetivo de obtener la mayor exposición posible. El uso del subsuelo buscará asemejarse a dicha lógica pero con la diferencia de que el recorrido y los programas que podrían articularse en los subterráneos no responderán al modelo de caja autónoma y autosuficiente, sino que deberán funcionar como una pieza integrada y en relación a ciertos puntos de la ciudad, a los ya denominados nodos. Al no responder sus límites a una distribución convencional explicable en términos de proximidad, la actividad del subsuelo estará basada en términos de movimiento y permanencia, de acceso y rapidez. Como dice Mestre y Bercedo, estos espacios de tránsito propondrán una “Arquitectura como episodio, como lugar de paso, asociada a una condición fugaz del espacio (...) contenedor de experiencias, marco para la detención, para la fija-
ción, para un injerto de subjetividades que modifican el espacio al atravesarlo, para el relato o la denuncia, para un escritura lenta, para la producción de lugar mediante una práctica específica.”3 Aquel requerimiento de circulaciones que alimenten este tipo de espacios ha dado pie para la articulación de dichos recintos con sistemas de transporte que, actuando como proveedores de flujos, sustentan la existencia de altas concentraciones programáticas. Las Depato, tiendas de departamento japonesas de la ciudad de Tokio, han sido concebidas como una parte integral de la ciudad, llegando a ser necesarias para el funcionamiento de ésta. Muchas Depatos fueron construidos por los desarrolladores de las líneas ferroviarias, quienes juntaron estratégicamente el transporte con el shopping como una manera automática de crear mercados. Lo interesante de quienes desarrollaron este sistema –Keiretsu4- es que, junto con haber construido y mantenido las redes de transporte, han logrado altos nive-
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(3.5) Flujo y detención interactúan fuertemente generando actividades en una una continuidad.
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les de intensidad, densidad e interacción urbana a través del shopping. En el mismo sentido, dicho sistema ha permitido una superposición espacial de capas en constante cambio respecto a la definición de sus bordes, a nivel programático, arquitectónico y urbano. Los espacios urbanos y la infraestructura se han convertido en uno solo.
EL ABANDONO SUPERFICIAL
Así como la articulación de estructuras subterráneas requiere considerar usos que actúen como proveedores de flujos para sustentar una programación en tránsito, la superficie sobre ellas debiera estructurarse en estrecha relación a su subsuelo, no para asegurar el uso bajo ella, sino para evitar su propio abandono. Esto, debido a que uno de los riesgos de desarrollar el subsuelo creando redes programáticas que se alimentan de sistemas de flujos como el Metro, es que éstas alcancen altos niveles de sustentabilidad que a la postre afecten el uso y la intensidad de la superficie. Lo anterior formaría parte de las aprensiones que Trevor Boddy5 desarrollaba sobre la situación de la ciudad norteamericana en relación al abandono de la calle en favor de las estructuras a desnivel. Si bien su diagnóstico resulta apropiado,
(3.6) Les Halles: Complejidad de un subsuelo denso.
no se establecen en su discurso opciones que permitan desarrollar, de manera acorde con la superficie, un crecimiento de las estructuras subterráneas en los centros urbanos, hecho que cada vez más se presenta como inminente. Al respecto, el concurso de proyectos desarrollado recientemente para la renovación de la estación de Les Halles en París, ostentaría ser una iniciativa de dos etapas donde, a diferencia de la postura de Boddy, al diagnóstico le sucedería un marco de proposiciones que, reconociendo la importancia del subsuelo, buscarían hacer de él un estrato conexo con la superficie.
una alta concentración programática, entre las que hay shopping, piscinas temperadas, multicines y estacionamientos, se adjuntan 5 líneas de metro, 3 de RER, más varias calles subterráneas, todo lo cual ha quedado dispuesto bajo un parque. Este último presenta una fuerte fragmentación en su trazado y una conectividad nula con el subsuelo, hecho que lo ha sumido en un relativo abandono7. Los programas situados bajo él, pese a que presentan alta concentración de personas, han quedado separados ya que no han sido resueltos de manera conjunta, haciéndose imposible reconocer jerarquías ni condiciones espaciales unitarias entre ellos ni con el contexto en el que se insertan.
Lo interesante del caso que se pretende replantear, el cual constituye uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, es que las tres esferas presentes actualmente en él –pública, comercial y transporte- se sobreponen de manera independiente6. A
Al concurso de proyectos mencionado se le encargaba incorporar nuevas actividades además de las actuales8, mejorar la calidad y cantidad del comercio existente, planear el espacio público para una relación armoniosa entre los peatones y
155
(3.7) (3.7-3.9) Les Halles: Estrategías para abrir el subsuelo a la ciudad.
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los vehículos, y hacer frente al tema de los vagabundos que se han reunido históricamente en el lugar. Entre lo que el proyecto debía promover localmente se establecía la integración con el barrio, asegurar fluidez en las comunicaciones tanto peatonales como vehiculares, y relacionar los espacios ubicados sobre y bajo el suelo de una manera continua, legible y simple. A escala urbana se buscaba definir a Les Halles como el núcleo gravitatorio central de la ciudad de 10 millones de habitantes9. Ya en la primera etapa del proyecto, el diagnóstico de las cuatro oficinas participantes –AJN, MVRDV, OMA y SEURA- coincidía en los principios que debiera considerar una futura intervención. Problemas de continuidad de la superficie, nulo reconocimiento del subsuelo como parte de la ciudad y obstrucción entre las partes formaban parte de los puntos a trabajar. Sobre ello, las ideas se centraban en abrir el espacio interior relacionándolo con la ciudad y donde la eliminación de
las nociones de arriba y abajo permitiría crear movimientos fluidos y sin quiebres. Los temas subyacentes a estos alcances se relacionaban de manera directa con el reforzamiento de la circulación, orientación y fusión del subsuelo con la ciudad. Respecto al interior, se buscaba lograr una mayor visibilidad en base a continuidades y centralidades que articularan el proyecto, y donde aparecieran modificaciones tanto de los niveles interiores como de la superficie del parque a través de relaciones cruzadas entre estratos. Sobre estos criterios se desarrolló la segunda etapa del proceso, donde cada equipo definió proyectualmente sus decisiones respecto problema. A continuación será realizada una pequeña reseña de aquellos tres casos que parecen más relevantes para el estudio, presentando los principales enfoques que los diferencian del resto.
(3.8)
(3.9)
1_ Atelier Jean Nouvel definió una propuesta centrada en el desarrollo de tres niveles de parque: la calle, el nivel de la iglesia Saint Eustache y un tercer nivel a la altura de las azoteas de París. Esto permitiría al mismo tiempo sacar a la luz los programas soterrados, relacionándolos con la ciudad y dotando al nivel de la calle de los flujos del Forum. En palabras de su director, “la continuidad entre arriba y abajo será completa, sin una separación perceptible.”10 2_ Por su parte, MVRDV definió la estrategia de su intervención como una suma de mini proyectos con carácter propio que colaborarían para generar un total coherente; como un vitral cuya unitaria magnitud está compuesta en base a fragmentos. Siguiendo aquella analogía, el proyecto buscaba transparentar los usos del subsuelo e “iluminar” con aquellos la ciudad. Además de la pretensión de hacer evidente un tipo de belleza propio de la urbe subterránea a través de la exteriorización del subsue-
lo, internamente se buscaba despejar las vistas para lograr un mayor dominio visual a través de retranqueos y aterrazamientos de las galerías, lo cual permitiría el ingreso de la luz natural hasta los niveles más soterrados. 3_ Al igual que MVRDV, OMA se centra en una estrategia de intervenciones específicas y precisas que acumuladas podrían redefinir un territorio vasto como Les Halles. Su proyecto va más allá de los resguardos patrimoniales de las otras proposiciones, argumentando que París es una ciudad que ha demostrado la capacidad de conciliar modernidad con historia. Basada en un grupo de edificios que son en parte estructuras que emergen del subsuelo y en parte penetraciones hacia él desde la superficie, se busca ajustar la “esquizofrenia entre el subsuelo y la superficie”11, a través de la definición de tres ejes estructurantes. El primero es el eje de los negocios en los niveles subterráneos, el cual busca abrir lo más posible los estratos inferiores con la
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158
(3.10) Les Halles: Proyecto de la oficina MVRDV.
intención de dotar de luz y hacerlos más seguros y agradables. El segundo entrega a la superficie las facilidades del subsuelo mediante el alzamiento de sus programas sobre el nivel de la calle. El último redefine el parque de una manera que pueda ser utilizado en relación con las otras áreas. De esta manera, cada una de las torres, correspondientes a una función específica relacionada a un nivel particular, permitiría exteriorizar hasta el más soterrado de los programas, dejando indefinido el piso desde donde el proyecto se constituye. Lo que proyectos como Les Halles permitirían establecer de manera terminante es que tanto el nivel de la calle como lo situado bajo él serían fundamentales para el funcionamiento de la ciudad; el primero como un céntrico espacio público con vinculaciones a escala urbana,
mientras el segundo se definiría como la puerta de entrada al país, conteniendo las conexiones con Europa. La forma en que los problemas relacionados al subsuelo son abordados en las propuestas presentadas reconocería una rotunda intención de abrir los usos subterráneos para vincularlos de manera real y directa con la ciudad. Internamente, la lógica de apilamiento de plantas daría paso a superposiciones que permitirían trabajar el espacio de manera unitaria, trayendo consigo una marcada intención por fusionar las condicionantes de “arriba” y “abajo” en estructuras donde la indeterminación de un piso noble establecería una nueva forma de ocupación.
(3.11) Les Halles: Estrategia para exteriorizar los programas, OMA.
(3.12) Les Halles: Corte proyecto OMA.
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NOTAS 1. KOOLHAAS, Rem. The Harvard Design School guide to
Halles, una tercera de comunicación espacial originada en
shopping. Köln, Taschen, 2001.
las vías romanas y hoy extendida por las líneas de RER, los viaductos y el metro, y una última residencial.
2. JOVANOVIC, Srdjan y TSUNG, Sze. Escalator. En: Ibid. p. 342.
9. Por otro lado este punto nodal de la ciudad constituía una de las puertas de entrada a París, considerando las
3. MESTRE, Jorge y BERCEDO, Iván. Quaderns d’arquitectura
líneas de RER que conectan con los trenes hacia otras
i urbanisme. 231: p. 3. Octubre, 2001.
partes de Europa y el Aeropuerto Internacional Charles de Gaulle (CDG).
4. Ellos operaban en el Keiretsu System; la forma japonesa de coopetición -de coopetition: cooperation and competi-
10. PARIS–LES HALLES. Concours 2004. Paris, Editions Le
tion- desde donde vínculos y asociaciones son formados
Moniteur, 2004. p. 52.
desde un amplio espectro de corporaciones e intereses, lo cual les permite ir adoptando parcialmente una estructura de tiendas de departamento. 5. En su ensayo Boddy analiza el desarrollo y consecuencias de estructuras a desnivel, tanto pasarelas como túneles, que se han propagado en ciudades, principalmente norteamericanas. Sobre ellas destaca el carácter principalmente privado de este tipo de lugares, y que por su cobertura serían capaces de evitar que una persona se vea obligada a pasar por las calles convencionales en trayectos
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cotidianos. Si bien han sido presentados a la ciudadanía como mecanismos para sortear las inclemencias climáticas, Boddy señalará, que son “una versión filtrada de la experiencia de la ciudad, una simulación de urbanidad.” BODDY, Trevor. Subterránea y elevada: la construcción de la ciudad análoga. En: SORKIN, Michael. Variaciones sobre un parque temático: la nueva ciudad americana y el fin del espacio público. Edición Castellana. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 2004. p. 145. 6. Cada una de ellas es representada por organismos diferentes. Ile-de-France por parte de la superficie pública, Forum des Halles relativo a la función comercial y RATP (autoridad de transporte de París) por los sistemas de circulación pública. 7. Si bien el lugar presenta algo de actividad y flujos, estos se concentran en sus costados, mientras el centro del parque encuentra una mínima recepción de la gente en relación con cualquier lugar de la ciudad que presente esta escala. 8. Cuatro funciones han cohabitado desde tiempos remotos; una simbólica y sagrada representada en el cementerio, una comercial que ahora desempeña el Forum des
11. Ibid. p. 117.
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CAPÍTULO C_ CONDICIONES DE HABITABILIDAD
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Hasta el momento la tesis se ha planteado desde la constatación de una condición urbana recurrente en los centros de las ciudades: la existencia de un estrato bajo la superficie que se presentaría como dato relevante en las posibilidades de crecimiento y densificación de los centros urbanos. Pero, además de reconocer las ventajas y sinergias de esta infraestructura obsoleta respecto a las cotas superiores, y luego de fijar con claridad el marco jurídico que permitiría avanzar hacia su validación y desarrollo como pieza urbana, hay un tema central para que dichas especulaciones adquieran niveles reales de aplicación: sus posibilidades de habitabilidad. Al respecto, hay una serie de temas que debieran ser considerados al momento de operar sobre el subsuelo, los que, dependiendo del caso, serán más o menos atingentes al momento de ser aplicados. Será necesario considerar cada condicionante de manera independiente, a fin de
reconocer su real importancia y operatividad proyectual. Lo primero sería definir qué tipos de espacios son los que consideraríamos dentro de aquellos que operarían bajo condiciones de habitabilidad subterráneas. En principio, podríamos decir que en dicha categorización cabrían tres familias: 1_ Una totalmente subterránea donde la luz y el aire serían proveídos mecánicamente –espectro que, salvo para usos como museos, tiendas de departamento u otros programas que requieran de aquellas características ambientales, sería el menos atrayente desde el punto de vista de su habitabilidad. 2_ Otra que podríamos llamar de espacios sumergidos donde la principal característica sería que, al estar situados justo bajo la tierra, posibilitarían un contacto directo con las vistas y la luz del exterior a través
165
(C.1) Tipos de espacios subterráneos.
166
de elementos como patios, atrios y cúpulas. 3_ Finalmente existiría la posibilidad, aunque no es muy común su presencia en contextos urbanos, de proyectos que podríamos denominar cubiertos, los cuales, sin situarse bajo el nivel de la superficie, presentan sobre ellos una capa de tierra que permitiría a un edificio común incorporar superficie verde.
LA DESMATERIALIZACIÓN DEL VOLÚMEN Y LA AUSENCIA DE FACHADAS
Frente a aquella estructura de pensamiento reconocible en el Modernismo que establecía un fuerte dialogo con la forma y sus atributos, el proyecto subterráneo establece un contrapunto, mostrándose ausente de una forma exteriormente reconocible y donde lo que entendemos por fachada ha sido eliminado. Su construcción se centra más bien en la organización interna, limitando el rol de la fachada -en cuanto a ente relacionador entre exterior e interior-, a estructuras puntuales como los accesos. El carácter de este tipo de proyectos es fuertemente concéntrico, reconociendo lógicas organizativas más que condiciones formales. Es ahí donde radica uno de los desafíos de su trabajo, donde el volumen o la forma serán, en este sentido, desa-
(C.2) Fachada interior.
rrollados desde adentro hacia afuera, definiéndose como una expresión de su lógica interna desde donde se deriva su exterior. Sin embargo, se podría considerar que si bien el edificio subterráneo no desarrolla fachadas exteriores de manera tradicional, la impronta de éstas se centraría en las interiores, lo cual no necesariamente debiera coincidir con los límites de sus recintos. Esto, porque generalmente se considera que en el edificio subterráneo el muro es la definición de donde el proyecto se acaba, haciendo coincidir a éste con el comienzo de la tierra. El distanciamiento entre ambos permitiría desarrollar la idea de cajas dentro de otras cajas, obteniendo una magnitud dentro de la cual se puedan establecer relaciones con el exterior, introducir luz natural, etc. Dentro de ciertos márgenes de tamaño y habitabilidad, tales espacios tendrían la facultad de transformarse en puntos sustitutos a través de los cuales el subsuelo podría exteriorizarse.
La fachada se constituirá entonces en un muro desplazado mirado desde adentro del edificio que, al hacer reconocible una forma, elaborar una fachada y establecer nuevas relaciones con el exterior, permitirá liberar al subsuelo de su aparente invisibilidad. La posibilidad de constituir conexiones subterráneas a nivel urbano, operación que permitiría crear verdaderas redes de usos y programas, plantea la necesidad de entender este desplazamiento en los límites reales del proyecto subterráneo dentro de una escala potencialmente más rica y compleja. Al no fijar el edificio en una fachada rígida, el contexto debiera ser fusionado a él, intensificando sus usos y haciéndolo parte de la superficie. Así, una manipulación del suelo permitiría establecer una real continuidad entre el subsuelo y la ciudad, haciéndolos uno.
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(C.3) Caja dentro de otra caja.
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POSIBILIDADES DE USO
Aún reconociendo que las condiciones ambientales y tecnológicas permitirían situar en el subsuelo cualquier tipo de uso, existirían, sin embargo, aprensiones que harían más factible la aplicación de ciertos programas por sobre otros. A partir, tanto de la realidad levantada -sus usos, sistemas constructivos o cualidades espaciales-, como de programas que la tesis reconoce dentro de los escenarios no explorados, se proponen una serie de posibilidades que debieran o no ser aplicadas a este tipo de espacios. 1. Vivienda: es difícil, no solo debido a su prohibición normativa, sino a las condiciones necesarias para su adecuado funcionamiento -luz y aire no solo son requisitos legales sino fisiológicos-, donde sería complejo conciliar un escenario en que éstos deban proveerse de manera mecá-
nica. Eventualmente, su desarrollo podría darse dentro del tipo que hemos llamado espacios sumergidos, resolviendo los problemas mencionados a través de elementos como patios, jardines, lucarnas, atrios o cúpulas. 2. Trabajo: es perfectamente aplicable, hecho comprobable en sectores como servicio, gobierno, educación, comercio y producción, donde muchas dependencias han sido dispuestas en espacios bajo la cota cero y donde la habitabilidad de estos recintos ha sido garantizada mediante sistemas mecánicos. La flexibilidad de este tipo de programas les ha permitido situarse en una gran variedad de espacios de esta naturaleza, aprovechando los costos menores que dichas localizaciones tendrían asociados. 3. Shopping: su incorporación subterránea, ha permitido constituir piezas relevantes en ciudades como, por ejemplo,
(C.4) Establecimiento de redes de programas.
Tokio, Singapur o París. Sobre dicha experiencia se reconoce que, para llevar a la gente abajo, se hace necesario desarrollar atractores de mayor escala: supermercados, tiendas de departamento, tiendas de casa, o marcas fuertes con cargas posicionadas: H&M, Ikea, Zara, Habitat entre otros. En este tipo de programas, la luz natural no es una condición estrictamente necesaria, como sí lo sería contar con sistemas de transporte cercanos. Grandes programas de shopping requieren de una masa crítica grande, razón por la cual los programas pequeños necesitan agruparse para desarrollar emplazamientos conjuntos sustentables. En este sentido buscar conexiones a sistemas como el metro, permitiría asegurar un motor para aquellas actividades. 4. Ocio: programas relacionados al descanso y la entretención buscarían condiciones donde, en muchos casos, la iluminación natural resultaría indeseable. Entre
éstos cabrían los clubes, cines, museos y estacionamientos relacionados a ellos. El suministro de todos estos programas podría, de la misma forma, ser desarrollados a través del subsuelo. Su conexión al transporte subterráneo, permitiría evitar todo el sistema de distribución superficial que colapsa las calles céntricas o que requiere de la incorporación de sistemas de movilización eléctricos. Bodegas situadas en la periferia urbana abastecerían de noche a los diferentes programas a través de las líneas inutilizadas, mediante carros especiales para carga. Dentro de estas categorías podrían estar situados todos los usos posibles que, articulados, permitirían el desarrollo de una programación diferenciada que, más que definir una disposición aleatoria, recogería las ventajas y la real factibilidad de su aplicación para cada caso.
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(C.5) Lobby: La relación con la ciudad.
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ASPECTOS CONSIDERADOS PARA UNA OPERACIÓN SUBTERRÁNEA
Consideradas las diferentes categorías de posibles usos a incorporar, resultaría necesario definir aquellos aspectos que, no siendo determinantes en la forma construida que los espacios adquieren, si lo son en la manera en que ellos son habitados. Aspectos que en construcciones sobre el suelo permitirían hacer más cómoda o interesante la obra, en el subsuelo diferenciarían radicalmente lo adecuado, de lo llevadero y lo intolerable. Los aspectos considerados para operar sobre este tipo de proyectos son los siguientes: 1. 2. 3. 4. 5.
Lobby Luz Visibilidad y Orientación Asociaciones Flujos y Puntos
6. Contrastes 7. Condiciones Ambientales 8. Concéntrica-Excéntrica 1. Lobby Constituye lo que podríamos denominar “la cara de un programa subterráneo”. Es más que un acceso, pues determina una entrada que debiera otorgar una vista del espacio bajo tierra, un signo de su existencia que podría presentarse como una pequeña abertura en el suelo o como un movimiento de toda la superficie que se eleva para exteriorizar lo situado bajo el nivel cero. La creación de un lobby, mediante la modificación del suelo, parece ser una alternativa para la revitalización de partes centrales de la ciudad, haciéndolas atractivas sin separar la calle del subsuelo. En base a esto, no debiera considerarse como un punto de entrada, sino como un espa-
(C.6) Estrategias de iluminación.
cio que va desde la calle hasta el programa bajo ella. Es una introducción de parte de lo que el interior posee, cargando con la responsabilidad de romper con la imagen que pudiera llegar a tenerse del subsuelo, donde no debiera existir la posibilidad de confirmar prejuicios. Al respecto, cabría señalar que así como las asociaciones negativas podrían llegar a ser más fuertes que la realidad, el proyecto debiera hacer uso de aquella capacidad para presentar una realidad latente, haciéndola interesante para motivar su acceso. Así como el simple poste señalizando el acceso al metro sería asociado por le gente con la red de transporte situada bajo la ciudad, el lobby definiría una de las claves para representar una imagen urbana del subsuelo.
2. Luz La capacidad lumínica no es tan importante como la falta de visión sobre el ambiente dinámico de la superficie. El proyecto del subsuelo necesita establecer vínculos con el movimiento y las actividades del mundo exterior. Respecto a la condición de la luz natural, ella podría ser introducida a través del lobby o de elementos puntuales pensados para ello tales como patios, lucarnas, taludes u otros relacionados. 3. Visibilidad y Orientación La cantidad de tiempo gastado al interior de programas cerrados -como son aquellos ubicados en el subsuelo- no es menor, por lo que el manejo de la visibilidad será un punto muy relevante en este tipo de proyectos. Si consideramos la dificultad existente para generar una imagen total del edificio, será necesario un
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(C.7) Establecer conexiones con el exterior permite lorientarse respecto a la ciudad.
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esfuerzo extra que permita conseguir una determinada orientación en su interior. Perforaciones que establezcan relaciones con el exterior, además de traer luz y vistas de la ciudad, actuarían como focos de orientación en un plano falto de referencias. En síntesis, existirían dos conceptos que deberían ser considerados como básicos para el trabajo y comprensión del subsuelo: vistas y visión. El primero, incorpora trozos puntuales de la ciudad -que en su conjunto podrían establecer una cartografía de ésta bajo la superficie– mientras el segundo haría referencia al dominio visual o campo para reconocer situaciones dentro de un total.
4. Asociaciones El subsuelo, a diferencia de la condición superficial de la calle, genera un estado de atención en la gente que permite establecer múltiples asociaciones que no necesariamente se supeditan a la ciudad sobre él. De esta forma vemos como, por ejemplo, el metro se constituye diariamente en un terreno explotado por información que, de situarse al nivel cero, no sería recogida con igual intensidad. Viajes, exposiciones, oferta de productos, etc., encuentran en el subsuelo una alta atención abstraída del contexto.
(C.8) Alternativas de recorridos para destinos similares.
5. Flujos y Puntos
6. Contrastes
Muchos de los usos del subsuelo tienen como finalidad establecer un sistema de circulaciones entre diferentes puntos, sean estos, estaciones de metro, programas comerciales, servicios u otros. Es usual que su sistema permita variadas rutas para desarrollar un mismo recorrido. Al respecto, cabe señalar que, al igual que las redes de cañerías de agua, espacios más “suavizados” determinarán velocidades de circulación mayores y más fluidas, mientras configuraciones que incorporen programas tenderán hacia la detención o desplazamientos más pausados. Estas podrían ser concebidas como las más atractivas, mientras las más expeditas como las cortas y funcionales.
Así, como el subsuelo y la superficie se encuentran en el lobby, buscando compenetrarse para el establecimiento de una continuidad urbana, no es menos cierto que este umbral es también la construcción de un contraste que nos permite mantener una lectura diferenciada de cada uno. Es la utilización de esta lógica de opuestos la que, llevada al subsuelo, permite leer con claridad diferentes espacios, cambios de usos y programas. Abierto–cerrado, vegetación-piedra, alto-bajo, pasivo-ocupado, son formas de otorgar mayor legibilidad, diferenciación y orientación, factores que, actuando como un lenguaje implícito, hacen prescindir de señaléticas. Sumado a lo anterior, repeticiones de color y materiales permitirían orientar una determinada ruta a seguir, un sector de edificios, conexiones o intersecciones; sin embargo, cuan gradual sea el manejo
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(C.9) Contrastes.
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de estos temas será la clave para no fragmentar una estrategia basada en conceptos como la unidad y la continuidad. 7. Condiciones Ambientales En cuanto a condiciones ambientales que permitan el resguardo frente a las inclemencias del tiempo, hemos postulado que el subsuelo presenta una serie de ventajas respecto a la superficie ya que, entre otros puntos, es en el estrato inferior donde las bajas oscilaciones térmicas resultarían idóneas para el desarrollo de los más diversos usos. Si atendemos a supuestos impedimentos tales como la luz y ventilación, veremos que un proyecto de la naturaleza planteada no debería limitarse a solucionar dichos puntos a través de los existentes pero costosos medios mecánicos. Buscar elementos que, siendo utilizados con otras finalidades, permitan enfrentar
de manera eficaz estos temas, será una lógica con la cual asumir la generación del proyecto subterráneo. Entre ellas, podemos mencionar la aplicación de masas vegetales y cielos translucidos bajo espejos de agua o la separación de los muros respecto a la tierra; operatorias que, en su conjunto, permitirán regular la humedad ambiental, la presencia de polvo, prevenir variaciones de temperatura y generar ventilaciones hacia el interior.
(C.10) Abertura de los programas hacia la ciudad.
8. Concéntrica-Excéntrica Si el proyecto subterráneo pretende superar su ya mencionada introversión, deberá desprenderse de esa condición de “interior volcado hacia adentro” para avanzar desde un orden concéntrico hacia otro excéntrico. Será ésa la posición adecuada para proyectar sus usos y programas hacia la ciudad y para recibir de ella sus flujos y circulaciones. Una intervención de esta naturaleza no sólo deberá asegurar la continuidad entre niveles, sino que resolver además la forma en que ésta pasará del edificio a las zonas públicas a través de operatorias tales como la disolución de límites, la apertura del estrato inferior de la ciudad y la incorporación de ésta en el subsuelo.
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CAPÍTULO 04_ DE LA ARQUITECTURA A LA TOPOGRAFÍA
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(4.1) Esquemas de relaciones más que definiciones formales.
“Las condiciones de campo se mueven de uno a muchos, de individualidades a colectividades, de objetos a campos.” 1
DEL OBJETO AL CAMPO
Al establecer los principios con los cuales la intervención del subsuelo debiera ser asumida, se ha hecho evidente una tendencia hacia definiciones de relaciones más que a determinantes formales. El aprovisionamiento y la atracción de flujos, la incorporación de programas en las líneas de tránsito, la superposición del suelo y la manipulación de la simultaneidad, conformarían estrategias pero no necesariamente un resultado en sí; referencias hacia vinculaciones con la ciudad centradas en la continuidad, por medio de estructuras fuertemente ligadas a su contexto y donde la condición formal inexistente que el subsuelo presenta sugeriría una ausencia de límites rígidos que extenderían sus usos y flujos hacia la ciudad. Esta lectura en torno a la relación subsuelo–ciudad que la tesis propone, tiene una importante vinculación con el concepto de condiciones de campo –fields conditions2- manejado por Stan Allen. Dicho concepto sostiene que “campo” sería el
espacio de la propagación, de los efectos, que no contendría materia sino funciones, vectores y velocidades. Se asociaría a cualquier matriz física o espacial capaz de unificar diversos elementos manteniendo la identidad de cada uno, y donde los límites de la forma global serían fluidos y menos importantes que las relaciones internas entre las partes: “la forma importa, pero no tanto la forma de las cosas como la forma entre las cosas.”3 Su asociación a un modelo matemático algebraico –más que a uno geométrico cuya propiedad es ser coherente en su totalidad, con jerarquías definidas y proporcionales– considerará las partes de manera independiente y no como unidades de un todo, potenciando el concepto de proceso abierto frente al de objeto concluso, excluyendo de esta manera la forma como finalidad o producto para situar al proyecto como un estado de corte de un “desarrollo informado.”4 Al desligarse de una arquitectura netamente objetual, conceptos como los
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“Hacia evoluciones dinámicas más que posiciones estáticas, Hacia desarrollos impuros más que figuraciones básicas, Hacia razonamientos abiertos más que modelos cerrados, Hacia procesos más que accidentes, Hacia topologías más que tipologías, Hacia paisajes más que edificios, Arquitecturas establecidas desde ahora en adelante como geografías” 5 (4.2) Proyectos intimamente ligados al trabajo del suelo.
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planteados por Allen -inscritos a su vez en corrientes de pensamiento mayores y afines-, han redefinido la relación entre figura y fondo. La primera ya no será vista como un objeto demarcado y leído contra su terreno estable, sino como un efecto emergiendo desde el mismo campo -un momento de intensidad- que permitiría imaginar la figura y el fondo como entes íntimamente ligados. Asociado a este planteamiento, el subsuelo aparecería contrario a aquella rígida óptica gestáltica de la dialéctica entre figura y fondo -o del espacio positivo visualizado por esquemas tipo Nolli– ya que su principal potencial radicaría en la ausencia de límites que, trabajando desde el suelo más que desde los objetos, permitiría canalizar la ciudad en y a través de él.
HACIA UNA ARQUITECTURA GEOGRÁFICA
La relación entre la arquitectura y el contexto heterogéneo al que se enfrenta va constantemente transformando la forma y el tipo de respuestas que definirían una determinada postura operativa. Modernistas, historicistas o regionalistas, por nombrar algunas, han desarrollado diversos lenguajes a partir de un mismo problema: como dar unidad a través de un lenguaje arquitectónico común que enfrente dicha heterogeneidad. Aún cuando estas corrientes distintas asumen un tipo de reacción frente al contexto, en algunos casos tomándolo como principio generador y en otros pretendiendo ignorarlo, no podríamos hablar en ningún caso de una indiferencia real frente al tema, ya sea porque la corriente descansa en él para establecer su negación, o porque en algún momento del proceso, el contexto informará decisiones de proyecto. En su artículo The folded, the pliant and the supple6, Greg Lynn hará referencia al cambio que la arquitectura ha desarrollado en su relación con la ciudad al avan-
(4.3) Estructuras suavizadas con ausencia de límites claros.
zar desde la “contradicción” hacia estrategias suavizadas. En las últimas décadas, arquitectos como Venturi, Rowe, Wigley, Eisenman, Hadid o Tschumi, son reconocidos por haber centrado su trabajo en la producción de una arquitectura heterogénea, fragmentada y con sistemas formales complejos y no lineales que, según sus planteamientos, permitirían hacer frente a las diferencias relacionadas con la diversidad cultural, física y social. El lenguaje arquitectónico que desarrollaron fuertemente en los años 80 –entre los que destaca el deconstructivismo– buscaba representar las contradicciones entre elementos disímiles mediante estrategias basadas en incongruencias, yuxtaposiciones y oposiciones frente al lugar y su programa. En la década siguiente, la búsqueda de modelos para operar sobre la ciudad basados en lógicas de oposición dio paso a alternativas mediante las cuales la arquitectura indagaba en una cierta fluidez –smoothness– en la que pudieran desarrollarse transformaciones capaces de integrar elementos dispares dentro de un
sistema heterogéneo y continuo. “El suavizado no erradica las diferencias, pero incorpora una libertad de intensidades mediante tácticas fluidas de mezcla y combinación.”7
Los mismos arquitectos que abogaban por un lenguaje de discontinuidades, a través de la contradicción y el conflicto, serán los que, perseverando en los temas, evolucionarán hacia sistemas proyectuales dúctiles y continuos. La incorporación de la adaptabilidad como principio les permitirá trabajar la complejidad urbana mediante resoluciones definidas por fuerzas externas y de alta “maleabilidad”; sistemas suavizados que a través de deformaciones complejas darían respuesta a consideraciones programáticas, estructurales, económicas y estéticas, donde la diversidad del contexto sería incorporado con una mínima resistencia gracias a operaciones de pliegue, flexibilidad y adaptación. Más que estructuras formales definidas –donde nada puede ser agregado o substraído– estaríamos haciendo referencia a organizaciones de intensidad que continuamente van incorporando factores
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(4.4) Configuraciones reactivas hacia las fuerzas que sobre ella actúan.
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externos a sus límites, extendiendo su influencia en relación al medio8. Hibridización y heterogeneidad serían características propias de procesos que, superando las viejas categorías ensimismadas, reconocerían operatorias de fuerte simbiosis, en las cuales binomios antiguamente antagónicos del tipo natural-artificial, arquitectura-paisaje, ciudad-territorio, construcción-medioambiente, arquitectura-suelo o figura–fondo, constituirán materias unitarias. Sobre estos nuevos procesos de cambio y transformación, Manuel Gausa9 expone que más que arquitectura de objetos deberíamos ser capaces de hablar de arquitecturas del medio asociadas a un nuevo entendimiento de lugar y del espacio en general -que aparecería ahora como un campo de fuerzas abierto y plural, y no más como un contexto físico estabilizado. La arquitectura será en gran medida una arquitectura reactiva, que responde a lo que la rodea -sea su ubicación precisa o su contexto- y lo activa interviniendo ya sea en forma de bypass entre situaciones distintas o definiendo la condición desde la que podrían establecerse transferencias
entre lugares y usos. Detrás de aquellas ideas, se reconocería una búsqueda de nuevas estructuras de definición topológicas o de deformación, que tendrían como objetivo fundir lo local y lo global de la ciudad con los procesos dinámicos que la gobiernan y que definen un paisaje de múltiples capas. En este nuevo escenario, agrega Gausa, el antiguo genius loci cesaría de parecer inmutable, permanente, básico y con principios siempre identificables, convirtiéndose en una abstracción más difusa. Bajo esta nueva orientación disciplinar, las viejas estructuras operativas de forma y tipología se verán reemplazadas por lógicas de intercambio menos definidas, lineales y literales, más multifacéticas y ambivalentes, reflejando de esta manera la compleja realidad moderna. Proyectos basados en dichos criterios darán nuevos impulsos al lugar, en el sentido de crear resonancia, sinergia e interacción con él. La relación generada entre espacios ya no será entendida en términos de adición de superficies sino como in-
(4.5) Secuencia de combinación por medio de la disolución y desenfoque.
crementos exponenciales basados en los nuevos cruces generados y en la multiplicación de posibilidades. Lo anterior hace referencia a campos que son lugares y que al mismo tiempo promueven la revelación de otros; proyectos con múltiples posibilidades de interacción, generación de nuevas conexiones, activación de programas, usos y múltiples identidades que, en su combinación, producirán relaciones inéditas capaces de -en palabras de Gausa- transformar lugares en protoarquitecturas y arquitecturas en inusuales protolugares. Tal escenario sería capaz de impulsar nuevos intercambios de formas a través de arquitecturas que funcionarían como paisajes y paisajes como arquitecturas. Estos enroques entre arquitecturas y paisajes no serán en definitiva tales, sino más bien diferentes expresiones de la fusión entre la arquitectura y el medio que encuentran antecedentes en una suerte de escepticismo hacia una arquitectura objetual, arrogante, vista únicamente como figura singular desprendida de cualquier base de acción.
La respuesta será entonces reactiva, en donde el proyecto tomará su forma de las fuerzas latentes de otras situaciones y movimientos llevados a su máxima tensión, creando múltiples interacciones entre las configuraciones, jerarquías y actividades. Aquellas interacciones serán cooperativas y de transferencia, tanto unificaciones como multiplicaciones, permitiendo reconciliar las que hasta ese momento eran aparentes contradicciones, logrando la combinación por medio de la disolución, el desenfoque o la eliminación de los límites.
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(4.6) El fondo se desplaza sobre la figura quebrando jerarquías clásicas.
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FIGURA - FONDO
La unificación del aparente antagonismo entre arquitectura y paisaje, o entre arquitectura y suelo, introduce a una discusión anterior en relación a la forma en que ambos -figura y fondo- se han relacionado históricamente. Frente a la clara autonomía entre edificio y suelo sustentada por el modernismo, en donde el contraste entre ambos evidenciaba atributos y límites de manera precisa y conclusa, hoy parece poco confiable asumir de manera estricta una relación de dicha naturaleza en contextos donde el suelo va acaparando cada vez más presencia para dejar de ser un mero soporte. Pareciera que en aquella nueva relación, el paisaje se va configurando como obra frente a un edificio que cada vez se desdibuja más frente al terreno donde se asienta, desde donde la obra emerge.
Esto hará referencia a que la arquitectura y la ciudad remitirían, de manera creciente, a dinámicas más inestables e indefinidas, con construcciones y usos de fronteras ambiguas, capaces de ajustar y de diluir estratégicamente las siluetas, acercándose hacia una visión topográfica donde el suelo vendría a constituir una lógica de transición más fluida y elástica que permitiría dilatar o contraer el límite exterior-interior para dar paso a un tercer producto, arquitectura–suelo, que actuaría fusionando dichas fronteras. Pareciera que ciertas exploraciones en el trabajo de arquitectos como Foa, Eisenman y Reiser & Umemoto, entre otros, se acercarían intuitivamente hacia el tema de la reconfiguración del suelo como problema arquitectónico. Lo anterior sustentaría la discusión en torno a la invalidación del objeto frente al contexto a raíz del desplazamiento que el “fondo” presentaría sobre la “figura”, constituyendo la deformación
“At a time of multiplication of levels of constraint, when alienation has become an ordinary risk, we owe it to ourselves to develop the maximum capacities of the use of space for the inhabitant, through the inclined plane, the
curve, the topological, or rather topotonic travel schema.” 11 (4.7) Virilio: El orden oblicuo.
de una superficie reactiva a los procesos -edificio al tiempo que suelo- donde estaría permitida la detención y circulación, la conjugación de arquitectura y paisaje en una zona de alta intensidad urbana. “Los límites del proyecto se han disuelto; el edificio enraíza en la ciudad a través de flujos y actividades; las fachadas pierden su condición de frontera al ser simultáneamente superficies activas, los suelos pierden su organización estratificada y paralela al incluirse entre los conceptos básicos de estos proyectos, la condición oblicua, que conlleva la continuidad espacial.” 10
LA CONDICION DE LO OBLICUO
Las ideas que subyacen, tanto en Allen como en Gausa, permitirían reconocer un nuevo orden que rompería con aquella condición estática de la arquitectura entendida como objeto para instaurar, ante una disolución de sus límites, una continuidad entre el edificio y la ciudad. Bajo esta mirada, el hecho de incorporar el subsuelo a la ciudad hará necesaria la supresión de dos órdenes que han marcado su desarrollo -el horizontal y el vertical– para fundar desde ahí un tercero. Acorde a este problema, cabría señalar lo que Paul Virilio y Claude Parent denominaron en el año 1966 como la función oblicua12. Tras reconocer que la horizontalidad de los pueblos y su intención por dominar el suelo dio paso al desarrollo industrial, que impuso la verticalidad en grandes ciudades como Nueva York, ambos autores proponían el eje oblicuo y el
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OBLICUO
(4.8) Posibilidades de circulación oblicua.
(4.9) Fatiga y euforia -ascenso y descenso- como forma de combatir la neutralidad presente en las ciudades.
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plano inclinado como el nuevo orden que presentaría todas las condiciones para una reinvención de la arquitectura y la subsanación de la ciudad del estado de crisis en que se encontraba. Aquel tercer orden urbano se consideraba como una mediación entre una actividad terrestre y otra espacial, donde la circulación mecánica y peatonal sería desarrollada en estructuras continuas. Así la incorporación de la condición oblicua como sustento de una continuidad espacial permitiría, de acuerdo a Parent, una subdivisión de usos y lugares sin oponerse a los desplazamientos: “para el hombre en movimiento, el plano inclinado ofrece la potencialidad y la compleja elección del itinerario, la libertad del viaje y la espontaneidad de encuentros y agrupamientos.”13 La incorporación de vectores de fatiga –ascenso- y euforia –descenso-, relacionados al uso de la condición oblicua,
constituirían -en palabras de Parent- los principales efectos con los cuales combatir la neutralidad y otorgar una dirección a la ocupación del lugar. La manera de desenvolverse en la ciudad ya no estaría sujeta al eje vertical impuesto por los criterios estructurales de cargas perpendiculares a la superficie del suelo, sino a una combinación de masa e intención -criterio ligado a un subconsciente condicionado por la arquitectura. De esta manera el nuevo eje permitiría conciliar la separación entre lo circulable y lo habitable bajo una misma estructura, introduciendo otro concepto desarrollado en Architecture Principe14: la circulación habitable15. Bajo este concepto, Virilio y Parent diagnosticaban que la arquitectura seguía estando paralizada frente al movimiento humano, lo cual, además de establecer la incompatibilidad entre permanencia y cir-
(4.10) Programa y uso en una circulación habitable.
culación, entregaba razones que explicarían la destrucción de la metrópolis moderna. En este sentido, la arquitectura no debería sentirse satisfecha en su condición de “compañía de la circulación” ni en el peso neutralizador y limitante del plano horizontal en el que se ha desplegado históricamente, sino que debería tender a un desarrollo urbano donde la función oblicua generara un dominio constante de posibilidades aún no exploradas. En este contexto, el hombre entrará en un constante movimiento insinuado por la arquitectura, “una ciudad que de este modo se convirtiera en un proyector gigante, una cascada de cada actividad y flujo.”16 De esta manera, la condición oblicua condicionará a la arquitectura en todas sus escalas; el antiguo plano vertical dará paso a una superficie utilizable, permitiendo al suelo ser al mismo tiempo cielo, muro y
suelo otra vez. La arquitectura será el soporte del movimiento y éste será a su vez el dato para configurar los recintos, transformados ahora en un paisaje que permitirá ser recorrido libremente y donde la continuidad espacial entre interior–exterior y arriba–abajo será absoluta.
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(4.11) FOA: arquitectura desde la reconfiguración del suelo como problema de arquitectura.
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ACTIVACIÓN DEL SUELO
La ausencia de límites definidos de los programas, la continuidad entre diferentes estratos o la unificación entre circulación y uso, nos estarían introduciendo a una suerte de inestabilidad positiva del espacio, en la medida en que ya no podemos responder a la complejización de las estructuras urbanas con una suerte de rigidez canónica. Ésta debiera ser asumida por configuraciones que, sin ser indefinidas, permitan tanto la disposición y activación de usos como el establecimiento de nuevas relaciones con el medio a través de la multiplicación de sus potencialidades. Operaciones como las mencionadas serán más relacionales que formales. Conceptos como el suelo, usualmente considerados como estáticos o de so-
porte, comenzarán a ser ahora definidos como campos activos y abiertos a una futura programación modificable en el tiempo, donde la intensidad estará construida por la mixtura de diferentes usos y circulaciones a través de estrategias fluidas que permitirán determinar diversos lugares. El suelo será liberado entonces de su horizontalidad y estratificación autónoma para dar paso –como señala Federico Soriano17- a plantas que se estiran y curvan, las cuales despliegan visiones diagonales sobre la sección y donde la estructura no aparece como soporte formal sino como resultado de una definición topológica. El suelo podrá ser ahora definido como una topografía, concebido como y desde movimientos estratégicos de pliegue del territorio, el cual en su lógica de
“Lo que debería hacer atractiva a la topología no son las nuevas formas sino el cambio de énfasis desde la forma hacia la estructura de relaciones.” 18 (4.12) OMA: Proyecto de hotel y centro de convenciones en Agadir.
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superficie tendrá indexado un sistema operativo situado más cerca de la construcción geográfica que de una arquitectura. La obra, por ende, será el suelo mismo; ya no el soporte donde la arquitectura yace, sino desde donde ella emerge. Desde esta perspectiva, el trabajo sobre el suelo no deberá priorizar la masa construida como generadora de una composición formal ligada al objeto, sino que deberá poner énfasis en la reestructuración de las superficies horizontales como manifestación de una geografía artificial de carácter topomórfico.
TOPOLOGÍA ASUMIDA
Al recorrer la zona teórica asociada a muchos de los temas planteados en este capítulo, es fácil reconocer que muchos discursos relacionados a estas materias sustentan sus apreciaciones en conceptos sacados de otras disciplinas, que reinterpretadas a conveniencia –muchas veces de manera poco rigurosa– intentan definir nuevos campos operativos para la arquitectura. Situada en esta zona que podríamos llamar de riesgo, se encontraría la topología y su recurrente utilización para asociar cierto tipo de geometría y las condiciones espaciales surgidas de su aplicación. Será necesario entonces establecer la definición de topología manejada y cómo es que esta rama de la matemática podría llegar a ser
(4.13) Botella de Klein. Asociación ligera de la topología con las formas complejas.
atingente al desarrollo de esta tesis. 190
Basado en una frecuente representación curva que la matemática genera acerca de las estructuras topológicas, muchos discursos errados han presentado a la topología como sinónimo de curvo y viceversa. En ellos se reconocería un acercamiento hacia geometrías topológicas basadas en condiciones estéticas, tecnológicas e ideológicas. Contrario a esto, habría que aclarar que la topología está basada en relaciones e interconexiones y no en cualidades formales específicas, donde su representación es factible a través de múltiples formas, no necesariamente curvas. “Topología es, en otras palabras, menos acerca de distinciones formales y más sobre relaciones espaciales.”19 Lo que hace particularmente interesante la topología en esta tesis, no estaría en el plano de las formas complejas per se –como la botella de Klein o la cinta de Möebius- sino la primacía de la estructura de relaciones por sobre la forma. Otro error común –y que será ne-
cesario aclarar antes de profundizar en el tema– es la asociación que establece que la topología generaría una geometría de naturaleza no euclidiana. En relación a esto será importante señalar que tanto la geometría euclidiana como la no euclidiana son parte del mundo físico, que dependiendo del problema a solucionar es la aplicación de cada una. Roger Penrose20 señala que la geometría que nos fue transmitida por Euclides describe con gran exactitud el espacio físico del mundo en que vivimos, pero no es una necesidad lógica; es solo una característica -aproximadamente exacta- observada del mundo físico.”21 Basada en cinco principios22, esta geometría nos permite estudiar las propiedades del plano y el espacio tridimensional. La imposibilidad de deducción del quinto -los primeros cuatro son fácilmente deducibles–, llamado del paralelismo, fue lo que dio base para la creación de la geometría llamada lobachevskiana23 o hiperbólica. La geometría no euclidiana es un tipo más de geometría, y no una sola; las aplicaciones
de Poincaré en áreas como la balística y la representación de fuerzas electromagnéticas, o el uso que la navegación ha hecho de la desarrollada por Rieman, serían muestra de ello. Sin embargo, la inexactitud o traspaso de una u otra geometría no afecta nuestra vida diaria, sino que el desarrollo del conocimiento en disciplinas como la matemática y la física. Es por ejemplo en las consideraciones de Gauss sobre la geometría no euclidiana del universo, o en los estudios infinitesimales de Riemann, que teorías como la de Einstein -acerca de la relatividad general- basaron problemas de la estructura geométrica del universo. Así, reconociendo el tipo de problemáticas relacionadas a esta geometría, su campo y profundidad teórica, parece no solo inapropiado, sino imprudente, intentar hacer uso de dicho conocimiento en aplicaciones –que sin desmerecerlas- le son propias a la arquitectura. Resulta obvio que en ella se realiza una interpretación que podríamos denominar “intuitiva”
de la topología, no siendo asimilados del todo los problemas sobre los que ésta trabaja. Será necesario aclarar entonces que la interpretación que se haga en esta tesis de dicha rama de la matemática será de los conceptos que involucra –contiguidad, conexión, multiconexión, continuidad- y no de la resolución de los problemas formales o algebraicos que plantea. Penrose24 señala que el concepto se refiere al tipo de geometría –denominada a veces geometría de la lámina elástica– en la que no se consideran las distancias reales sino que solo tienen importancia las propiedades de continuidad de los objetos. También llamado analysis situs, en esta disciplina “dos figuras serán consideradas equivalentes, siempre que podamos pasar de una a otra mediante una deformación continua, cualquiera sea la ley de esta deformación a condición que respete la continuidad.”25 Estaremos hablando entonces no de una geometría métrica ni proyectiva26, sino cualitativa. Así, a diferencia de la geometría
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(4.14) Ejemplo de homeomorfismo. (Autor)
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euclidiana donde la equivalencia entre objetos estará definida por la capacidad de pasar de uno a otro mediante isometrías -rotaciones, traslaciones, reflexionesque conservan las medidas de ángulo, longitud, área y volumen entre otras, en topología esta equivalencia estará sujeta a condiciones mucho más amplias -mismo número de trazos, agujeros, intersecciones–, a través de operaciones como las de doblar, encoger, retorcer, estirar, etc. Reconocer topología bajo los principios de la geometría de caucho no solo involucrará un manejo de las propiedades cualitativas, sino que hará necesario hacer explícito el carácter común de ellas. Si tomáramos aquella figura de caucho y la deformáramos sin desgarramientos ni adherencias, reconoceríamos que ciertas propiedades cambian, pero otras permanecen invariables. Estas definirían las propiedades topológicas de la figura. Isidro Suárez, en su texto Organización, Filosofía y Lógica de la Programación Arquitectural27, hace referencia a que de-
terminada propiedad de un conjunto es topológica si puede ser expresada por medio de la noción de continuidad, a su vez que una propiedad del mismo conjunto será una invariante topológica si se conserva en todo homeomorfismo28. Este concepto es interesante debido a que su enfoque se orienta hacia la estructura relacional de un objeto y no hacia su geometría, donde, por decir un ejemplo, un círculo, una elipse, un cuadrado o un rectángulo se considerarían equivalentes. La topología será el estudio de las propiedades topológicas y, sobre todo, de los invariantes topológicos de las figuras, cayendo dentro de su terreno conceptos como continuidad, conexión, orientación y regionalización de las figuras. Al hacer referencia a los conceptos que relacionan la topología con el programa arquitectural, Isidro Suárez plantea la accesibilidad como la posibilidad de conexión entre los espacios en juego, que “además de tocar el concepto topológico de conexión, toca el concepto de regiona-
(4.15) Suelo, muro y cielo como un continuo.
lización límite del plano”29, lo cual buscaría generar conectividad por medio de la vinculación con otro plano que determinaría una comunicación vertical. “La accesibilidad, el W requiere el análisis de dos tipos de hechos topológicos: la contigüidad, la conexión, la multiconexión y la continuidad que se hacen aparente en la topología combinatoria y la relación binaria de punto de partida y punto de llegada que se hace aparente en la teoría de los grafos, otra rama de la topología.”30
Reconocer operativamente a la topología hará pensar en estructuras donde el nivel ya no estará vinculado al concepto de frontera o límite, sino a las posibilidades de continuidad, conexión y orientación de las estructuras como respuesta a eventos externos, permitiendo incorporar intensidad en organizaciones fluidas. No estaremos considerando a la topología en su aspecto más disciplinar con el fin de solucionar problemas matemáticos, sino haciendo una utilización de sus principios. Como dice Isidro Suárez, “no se trata de matemáticas aplicadas, se trata de mate-
máticas asumidas, incorporadas al proceso del lenguaje arquitectónico como tal.”31 El traspaso de una geometría pensada planarmente a otra que incorpora el cambio y la transformación en base a operaciones inmanentes de su geometría, permite generar una multiplicidad de intersecciones en la coordenada Z, la cual definitivamente dejará de ser solamente “una fricción entre el suelo y un techo continuo”32, para llegar a constituir una coordenada más de la definición y conexión de espacios y eventos. Así, donde antes encontrábamos interiores referenciados así mismo, ahora reconoceremos múltiples relaciones; la estratificación moderna de niveles independientes y autónomos de la planta libre dará paso a la planta fluctuante, cuyo espacio no será una extensión horizontal, vertical u horizontal, sino que “salta entre ellas, palpita inestablemente, vibrando también en las escalas usadas.”33 Si reconocer el subsuelo de la ciudad
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(4.16) OMA: Corte desplegado del proyecto para la biblioteca de Jussieu.
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hacía referencia a una recuperación y generación de múltiples estratos y horizontes programáticos, la topología eliminaría la cota cero y fusionaría dichas capas, definiendo una estructura unitaria y compleja, de múltiples niveles, basada no solo en la posibilidad de conexión sino también en la continuidad entre ellas y con la ciudad. Tomando la descripción que Koolhaas hace respecto al proyecto de la Biblioteca de Jussieu: “En lugar de un simple apilamiento de plantas, las secciones de cada nivel serían manipuladas para conectar con las situadas arriba y abajo; todos los planos quedarían conectados por una trayectoria simple, un bulevar interior alabeado que revelaría y relacionaría todos los elementos del programa.”34
DE LA TOPOGRAFÍA A LA ESTRUCTURA
Hasta ahora la tesis ha reconocido en el subsuelo una suerte de analogía de la ciudad, una superficie que, si consideramos las posibilidades tecnológicas con que actualmente se cuenta y la necesidad de generar nuevo suelo en algunas zonas, podría ser dotada de condiciones ambientales aptas para la incorporación programática. Tal operación permitiría hacer del subsuelo el escenario natural de expansión y continuidad de la ciudad. Pero así como ciertas condiciones propias de la superficie no sólo son deseables sino necesarias en un eventual uso subterráneo, existen criterios cuya incorporación podría ser considerada forzosa por cuanto omiten propiedades intrínsecas ligadas al subsuelo. A este último grupo pertenecen las lógicas estructurales con que usualmente son resueltas las intervenciones desarrolladas en este estrato. Hasta el momento, dichas estructu-
(4.17) Corte transversal de la estación de metro Universidad de Chile.
ras se generan como una consecuencia espacial de la continuación y réplica del sistema estructural pensado para levantarse sobre el suelo. Pilares, muros, vigas y losas son repetidos a imagen y semejanza de los pisos superiores para mantener la coherencia del conjunto; los empujes laterales del terreno son apaciguados mediante costosos muros de contención que intentan repetir, en el gran vacío subterráneo generado, las propiedades conocidas de aquello ubicado sobre la cota cero. Lo anterior resulta comprensible para aquellos casos en que el subsuelo se encuentra localizado bajo otras construcciones, ya que idealmente las líneas por donde bajan las fuerzas deben ser continuas, pero resulta menos claro en intervenciones desarrolladas integramente bajo la superficie. La tónica hoy visible en estas últimas –como es el caso de estacionamientos subterráneos ubicados bajo bienes nacionales- es la de reproducir la lógica conocida, postergando así eventuales aproximaciones a sistemas estructurales más idóneos al subsuelo. Instintivamente,
y entendiendo que el medio en que se insertan genera esfuerzos a los que las edificaciones superficiales no se ven enfrentadas, podríamos llegar a pensar que las fuerzas que actúan en una y otra situación no son iguales ni de la misma naturaleza, lo cual haría pensar en la necesidad de generar nuevas formas de asumir el problema y su solución; nuevas arquitecturas.
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(4.18) Desplazamiento vertical de las cargas por medio de estructuras adinteladas.
DESPLAZAMIENTO VERTICAL DE LAS FUERZAS.
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Según Fernando Pérez35, la condición de firmeza de la tríada vitruviana36 es uno de los tres puntos de referencia en las discusiones sobre la naturaleza de la arquitectura. En el mismo sentido dirá que la concepción arquitectónica de Alberti no es preponderantemente formal sino física, haciendo alusión al esfuerzo estructural al que toda construcción se encuentra sometida. Esto definiría una relación inmanente entre la forma y la materia, donde no se sustentarían las frecuentes oposiciones entre ambas: “Es difícil pensar una forma carente de todo soporte material como es también difícil imaginar una materia que no presente rasgos formales en lo absoluto.”37 La dimensión tectónica de la arquitectura aludiría, entre muchos otros factores, al hecho de ser pensada como estructura soportante, donde el problema del
equilibrio y la resistencia responderían a la acción coordinada de pesos y esfuerzos. La acción de erigir, propia de la disciplina, hace alusión -según Fernando Pérez- a una voluntad por ganar altura, donde tanto la dimensión vertical como el esfuerzo por constituirla se manifiestan plenamente. Habría tras esta intención un propósito constante por vencer la gravedad mediante una condición de equilibrio entre pesos y fuerzas que permitiría definir la forma, reconocida ahora como el resultado de una fuerte relación entre la dimensión arquitectónica y constructiva. De esta manera, se podría leer claramente que detrás de cada cuerpo edificado habría un esquema de relaciones que debe asegurar que tanto el peso propio como los esfuerzos sobre la construcción lleguen hasta el suelo. “El espacio arquitectónico es entonces, desde sus fundamentos, un espacio orientado. Esto es válido no solamente frente al clima, sino también frente a la realidad gravitacional.”38
Al hablar acerca de la tectónica, Fernando Pérez asevera que el rol de los
(4.19) Verificación de línea de empujes al interior de la cúpula de San Pedro. Giovanni Polemi (1748).
materiales en la arquitectura no es el de actuar como relleno de una forma que se define previamente, sino contribuir a través de su condición material a la configuración de ella. Pero así como la forma no puede forzar las propiedades de la materia hasta hacerla perder sus lógicas internas, las posibilidades formales -si bien se encuentran latentes– no emergen espontáneamente del material en sí, sino que responden a una interpretación, a una idea en diálogo con el material. A este tercer elemento, que será el puente abstracto mediante el cual la materia deviene forma, la tesis lo ha identificado bajo el nombre de geometría. La dialéctica entre una abstracción geométrica y la realidad tectónica permitiría decantar desde las formas más básicas hasta aquellas que llevarían al extremo las posibilidades del material. Si consideramos la piedra como ejemplo, reconoceremos entre las primeras a las pirámides –bloques sobrepuestos actuando a la com-
presión– o al Partenón –orden adintelado y definido por el momento flector sobre la materia. Dentro de las que podríamos considerar de mayor complejidad reconoceríamos aquellas que Jacques Heyman denomina arquitecturas de fábrica39 -como la bizantina, romana o gótica–, las cuales mediante un fuerte desarrollo geométrico han permitido nuevas formas que, utilizando la tectónica de la piedra, superaban al mismo tiempo las limitaciones que ésta había presentado hasta ese momento. Las luces alcanzadas en este tipo de arquitectura significaría el paso desde un esquema lineal de fuerzas a uno compuesto, donde a las cargas verticales se le sumarían los empujes horizontales provenientes de los arcos, bóvedas y cúpulas. La solución de las cubiertas la entenderíamos mediante el teorema de Robert Hooke40, que aludiendo a la figura invertida de la catenaria en tracción, permitiría reconocer la geometría del arco soportando las cargas en compresión. Por su parte, los empujes impuestos por las bóve-
197
(4.20) Arbotante. Sección tranversal de la abadía de Wetminster.
198
das requieren ser bajados a través de los muros laterales, lo cual hará necesaria la existencia de estribos41 que, de no haber naves laterales, deberán adosarse directamente contra los muros. En el caso de que sí las haya –como en el gótico– los empujes serán transmitidos por encima de la techumbre mediante el arbotante42. De ahí en adelante, los sistemas resistentes darán paso a estructuras mixtas donde la compresión estará acompañada de la tracción y donde la incorporación de nuevos materiales como el hierro y el hormigón, al ser más dinámicos en su comportamiento estructural, impedirán reconocer tan nítidamente aquella relación entre forma, geometría y materia. Al referirse a la planta libre de la modernidad, Federico Soriano señala que ésta se disolvió en el mismo momento en que un dibujo fue tomado directamente como tipo constructivo . De la misma manera, si consideramos el avance que la construcción desarrolló a finales del siglo XIX y comienzos del XX, podríamos establecer
que la lógica formal en base al equilibrio de fuerzas y pesos señalada por Fernando Pérez, dejó de ser tan directa desde el momento en que la estructura pasó a ser una solución fuertemente estandarizada por principios fijos y no por relaciones dinámicas. Ahora, al plantear la utilización del subsuelo, reconoceríamos que el espacio orientado y opuesto a la gravedad de la tierra, la voluntad por ganar altura y el traspaso vertical de las cargas al suelo -propias de una arquitectura superficial- han primado bajo la cota cero. Frente a esto será necesario volver a plantear aquella estabilidad entre forma, materia y geometría, para construir un equilibrio que involucre nuevos pesos y esfuerzos.
“Because these various orientations, positions, and movements are not regulated or reducible to a single orientation, position, or movement, the burrow floats below the ground.” 45
(4.21) Configuración laberíntica de la madriguera.
LA LIGEREZA SUBTERRÁNEA
resistencia.
En su texto “Differential Gravities”46, Greg Lynn asevera que la discusión arquitectónica acerca del peso ha involucrado dos supuestos: que existe una gravedad arquitectónica única –la de la tierra-, y que ésta condiciona, en orden a proveer protección, que los edificios deben levantarse.
Un ejemplo de esto podría ser reconocido en un caso como el de la madriguera. Lynn plantea que la liviandad de este tipo de organizaciones se encontraría en el hecho que ellas no han sido definidas por la simple fuerza gravitatoria de la tierra, ya que al ser estructuras sobresalientes y enterradas al mismo tiempo la incidencia de la gravedad sobre ellas no direcciona ningún plano –ni simple o esencial- de organización.
La tendencia hacia una verticalidad constructiva asociada a un suelo absoluto, evidenciaría una concepción de la gravedad como una fuerza simple y constante que direcciona las cosas de una manera continua. A pesar de esto, ya nadie duda que las dinámicas estructurales son mucho más complejas que la transmisión perpendicular a la tierra de las cargas. Lo anterior hará necesario desarrollar no solo una idea más compleja de gravedad, sino también establecer relaciones arquitectónicas con estas gravedades, que ya no serán reducibles a un punto ideal o punto de
“Organizaciones subterráneas son extendidas gracias a la densidad de la materia alrededor, la cual provee un suelo denso, sobreestructurado, con el cual poder desarrollar una multiplicidad de potenciales pasajes.”47
Sin embargo, la liviandad de aquel espacio arquitectónico no se definiría únicamente por su condición “enterrada”, la cual permitiría un desarrollo en un medio estructurado, sino también en su configuración laberíntica, donde el avance horizontal–vertical aludiría a una progresiva
199
(4.22) Cripta ubicada en la casa central UC. Al estar enterrada, la estructura es liberada de los arriostres para soportar los empujes horizontales. (Autor)
200
separación de la fuerza gravitacional, más que una disposición ortogonal de ángulos. Según Greg Lynn, habrá tal diversidad de “gravedades” y “suelos” como orientaciones y vectores de movimiento existan, haciéndose necesaria por lo tanto la definición de una arquitectura que asimile dicha multiplicidad a través de lógicas muy distintas a las de unicidad gravitacional con la cual hemos operado hasta ahora . De acuerdo a esto, podríamos plantear un nuevo concepto de liviandad que no necesariamente tendrá relación con la ausencia de material49, sino con la manera en que la estructura es pensada en determinado medio, con la multiplicación de orientaciones, posiciones y movimientos que la forma genera. La liviandad asociada al trazado –orientación, posición y movimiento– tendría relación con una arquitectura que en su alineación con el suelo se complejiza, y donde sus pesos y esfuerzos son transferi-
dos a través de una diversidad de vectores asociados a la complejidad del trazado, los cuales serán asumidos en la generación de la forma, tanto en su sentido transversal –corte– como longitudinal –desarrollo. “When the gravity of the earth is understood as one force among many, matter no longer has a primary but rather secondary, or tertiary relationship to the ground form of the earth. With lightness more dynamic, multiple, complex and differential forms of stability emerge.”50
El otro principio relacionado a la liviandad será el “medio”, el cual se fundamentará en una fluida relación de equilibrio entre un cuerpo y el entorno en el cual éste se encuentra inmerso51. Así como en un ambiente líquido el peso del cuerpo es reducido por la igualación entre la masa y el medio en el cual se sitúa, permitiendo la flotación, un edificio bajo la superficie encontrará una mayor diversidad de alternativas de equilibrio. Al no responder a esfuerzos netamente lineales sino que a cargas ejercidas en
(4.23) Red de isostáticas en un túnel.
todas las direcciones, las posibilidades de estructuración se multiplican. De acuerdo a esto, entenderíamos que la liviandad y la gravedad serían conceptos variables y no absolutos, existiendo tantas gravedades como cuerpos y medios en los cuales sumergirse52. La analogía de la ballena permitiría representar de alguna manera el concepto de estructuración difusa planteado por Lynn. Al estar varada en la playa sus cargas se concentran sólo en la zona que tiene contacto con el suelo, haciéndose de pronto extremadamente pesada en relación al medio, pero, al estar en el agua, donde la masa de su cuerpo se iguala con el medio acuático, la ballena se mueve casi sin esfuerzo, volviéndose liviana. En el mismo sentido, la madriguera será liviana por no haber una fuerza de gravedad simple que defina su trazado laberíntico: “casi en cualquier dirección u orientación es posible estructural y gravitacionalmente.”53
“La liviandad no es la eliminación de la gravedad sino una igualación de gravedades. La inmersión implica que los límites entre la figura y fondo se vuelven difusos y sus envoltorios negociables.”54
Volviendo sobre la discusión planteada en la tesis acerca de la interpretación de la forma como resultado de una relación dialéctica entre materia y geometría, y considerando los nuevos antecedentes que cuestionarían una aplicación subterránea basada en la lógica proyectual de la superficie, será necesario avanzar hacia una definición más precisa tanto de los aspectos que deben ser incorporados como del universo de formas aplicables al medio subterráneo. A la luz de lo esgrimido, podríamos plantear que la condición material de la construcción –tectónica- no jugará un rol relevante en comparación con el medio en la cual ésta se sitúa. Por su parte, si bien la geometría mantendría un rol preponderante, ahora conjuntamente con la definición estática de la figura que per-
201
202
mite desplazar las fuerzas a través de su sección, cobrará importancia el “trazado” que aquella figura define y que otorga la llamada multiplicidad gravitacional. De esta manera, en donde antes considerábamos una dialéctica entre dos elementos –materia y geometría– de la cual se desprendería la forma, ahora, y como respuesta a las condicionantes a las que el subsuelo se ve enfrentado, la figura quedaría definida como una tríada en la cual la forma podría ser entendida como una relación entre Medio, Geometría y Trazado.
TOPOLOGÍA ESTRUCTURAL
El laberinto y la tierra –trazado y medio- presentes en la madriguera, sugerirán nuevas oportunidades para el subsuelo, no solo en lo referido al desarrollo de una topología que permita la continuidad de usos sino también a la condición estructural que de aquella topología pueda derivar. Si por un lado definimos la resistencia de la madriguera en directa relación a las posibilidades estructurales del medio en que ella se excava, también lo hicimos de acuerdo a la relación existente entre geometría y trazado. Por ésta última, reconoceremos la generación de un recorrido basado en la continuidad de su desarrollo –avance– y corte. Así entendido, la topología del espacio –continuidad de formaserá producto del avance del corte sobre un recorrido libre y, por ende, resultado de su condición estructural.
(4.24) Elevaciones de anclajes del túnel bajo la calle bandera. (Autor)
Bajo estas condiciones podríamos reconocer los sistemas estructurales de la nueva línea 4 del metro y del túnel del banco Santander Santiago bajo la calle Bandera. Si bien en los casos planteados, tanto el túnel del metro como el túnel de Bandera, reconoceríamos una continuidad formal en el “trazado”, ésta se debe en gran medida a que la sección es siempre la misma, estableciendo la condición topológica en base a la unión de secciones iguales situadas a diferentes alturas. Al volver sobre la madriguera, reconoceríamos que si bien su función principal es la movilidad, la cual define en gran medida su configuración en base a túneles, su trazado no solamente se definirá en base a esta función, sino que será acompañado de espacios de detención que permitirán otras funciones. De acuerdo a lo expuesto en esta tesis, la utilización del subsuelo debiera
estar basada en una fuerte diversidad de usos y programas, los cuales requerirían de diferentes condiciones espaciales y en donde la topología permitiría trabajar formas adaptables a las diferentes situaciones. Si bien, de acuerdo a esta rama de la matemática, las condiciones de continuidad entre cada una de las diferentes secciones sería incuestionable si es que se da una equivalencia entre ellas mediante un homeomorfismo, la utilización que nosotros debiéramos hacer del termino continuidad requeriría de mayor “precisión constructiva”. Esto debido a que no solo nos interesa que una sección sea “equivalente” a otra, sino que el paso de una a otra sea al mismo tiempo continua. Por poner un ejemplo, la equivalencia entre la cinta de möebius y la cinta normal propugnada por la topología, desde el punto de vista constructivo no sería tal ya que la paradójica continuidad de la primera
203
204
(4.25) Planta y vista perspectiva de anclajes del tĂşnel bajo la calle bandera. (Autor)
(4.26) D’Arcy Thompson: División celular.
(4.27) D’Arcy Thompson: Transformación cartesiana de una especie de peces.
es reestablecida mediante un corte que modifica la relación entre los puntos de la cinta original durante su transformación. Asumir la condición topológica desde la construcción, requerirá no solamente una continuidad de la forma habitable para un movimiento fluido, sino al mismo tiempo deberá responder a una continuidad entre las diferentes secciones: un sistema constructivo genérico evolutivo, capaz de crecer, desarrollarse y transformarse, y donde las diferentes geometrías que definen la deformación se fusionarían con la estructura total, no siendo reconocibles salvo por los cambios de uso a lo largo de ella. Cada sección será diferente de la que la antecede y de la que la sucede, sin embargo, en ellas se reconocerá un código formal común interpretado por un determinado proceso de cambio, lo cual introducirá el problema de la variación o transformación de una forma a otra. Para D’Arcy Thompson55, cada forma
podría ser entendida como una permutación o deformación de otra. Su trabajo buscaba estudiar la relación entre el crecimiento y la forma de especies relacionadas, donde, más importante que la forma en sí, tomarían relevancia las deformaciones necesarias para pasar de un estado a otro. De acuerdo a esto, la teoría de las transformaciones encontraría fundamento en el método de coordenadas, en el cual la deformación de aquel sistema, representado a través de una grilla o cuadrícula, permitiría entender la deformación de cualquier figura inscrita en ella. La relación de equivalencia expresada en la topología mediante el homeomorfismo, podríamos entenderlo, en el caso de D’Arcy Thompson, como la comparación que define que una forma es la representación deformada de la otra56. Lo interesante del concepto de transformación de Thompson radicaría no solo en el hecho de involucrar un estado inicial y uno final, sino en considerar el paso regulado de una forma a otra como clave del proceso; un código de deformación que permitiría
205
controlar la continuidad entre una y otra sección.
206
Si bien en la topología reconocíamos la condición de continuidad entre dos formas o momentos, la transformación como proceso cargará de valor a la forma desplegada entre ambos, al movimiento entre uno y otro. “El movimiento así concebido será, pues, el paso regulado de una forma a otra, es decir, un orden de las poses o de los instantes privilegiados, como en una danza”57
Al hablar del concepto de movimiento manejado por Bergson, Deleuze58, al referirse a su segunda tesis, señala que éste no puede ser reconstruido con posiciones en el espacio –cortes inmóviles- sino es uniendo a las posiciones la idea abstracta de sucesión59. Interpretando esta definición en relación al problema tratado, podríamos definir al movimiento como el desplazamiento entre una y otra forma, el que finalmente dotaría -a lo que hemos llamado condición topológica- de una continuidad real, tanto estructural como habitable.
Si bien la transformación cartesiana de Thompson ya consideraba el proceso de cambio que ahora denominaríamos movimiento, la incorporación de este último remitirá al mismo tiempo a la idea de la unidad métrica que definirá finalmente la fluidez del mismo. Así, mientras el cine procede con una cantidad de fotogramas por unidad de tiempo -veinticuatro por segundo, que es realmente lo que reconstruye al movimiento fragmentado-, la deformación entre los cortes deberá contemplar aquella distancia que permitirá reconocer la continuidad en su recorrido. A diferencia del cine, el cual reconstruye el movimiento en base a cortes móviles que incorporan el movimiento como dato inmediato60, la generación de la forma en el subsuelo lo hará desde una condición estática que, luego de construir cada uno de los cortes, deberá generar el movimiento entre ellos. De esta forma cada parte de la estructura constituiría un instante modificado del anterior, permitiendo una transformación referida a un código común.
207
NOTAS 1. ALLEN, Stan. Field conditions. En su: Points + Lines:
13. Ibid. p. XVI.
diagrams and projects for the city. New York, Princeton Architectural Press, 1999. p. 92.
14. Manifiesto desarrollado por Paul Virilio y Claude Parent, y publicado mediante nueve facsímiles mensuales en
2. Ibid.
el año 1966. Fue ahí donde las ideas de la función oblicua, el tercer orden urbano y la circulación habitable entre
3. Ibid.
otras, fueron expuestas por primera vez.
4. Esta práctica tendría relación con procesos dia-
15. VIRILIO, P. Op. Cit. p. XIII.
gramáticos que buscan ordenar, procesar y transmitir la información acerca de condiciones complejas, las cuales
16. Ibid. p. X.
“informarán” al proyecto de arquitectura, el cual quedará definido como proceso de una incorporación selectiva de
17. SORIANO, Federico. Planta Fluctuante. Fisuras de la
variables.
cultura contemporánea. Madrid, (3): p. 67. Diciembre, 1995.
5. GAUSA, Manuel. Architecture is (Now) Geography (other urban ‘Natures’). En: BRAYER, Marie-Ange y SIMONOT,
18. KOLAREVIC, Branko. Architecture in the digital era: de-
Beatrice. ArchiLab’s earth buildings: radical experiments
sign and manufacturing. New York y London, Spon Press,
in land architecture. London, Thames & Hudson Ltd, 2003.
2003. p. 6.
p. 40. 19. Ibid. 6. LYNN, Greg. The folded, the pliant and the supple. En
208
su: Folds, bodies & blobs: collected essays. Brussels, Se-
20. PENROSE, Roger. La mente nueva del emperador: en
ries Books-by-Architects, La Lettre Volée, 1998. p. 109.
torno a la cibernética, la mente y las leyes de la física. México D. F., Fondo de Cultura Económica, 1996.
7. “Smoothing does not eradicate differences but incorporates free intensities through fluid tactics of mixing and
21. Ibid. p. 190.
blending”. Ibid. p. 111. 22. Los principios en los que se basa esta geometría son: 8. “Intensity describes the dynamics internalization and
I. Dados dos puntos se puede trazar una y sólo una recta
incorporation of external influences into a pliant system.
que los une.
Distinct from a whole organism –to which nothing can be
II. Cualquier segmento puede prolongarse de forma conti-
added or subtracted– intensive organizations continually
nua en cualquier sentido.
invite external influences within their internal limits so
III. Se puede trazar una circunferencia con centro en cu-
that they might extend their influence through the affilia-
alquier punto y de cualquier radio.
tions they make.” Ibid. p. 117.
IV. Todos los ángulos rectos son iguales. V. Por un punto exterior a una recta, se puede trazar una
9. GAUSA, M. Op. Cit.
única paralela.
10. Quaderns d’arquitectura i urbanisme. Barcelona, 220.
23. “Nicolai Ivanovich Lobachevsy (1792-1856) fue uno de
1998.
los que, independientemente, descubrieron este tipo de geometría como alternativa a la de Euclides. Otros fueron
11. VIRILIO, Paul y PARENT, Claude. Architecture prin-
Friedrich Gauss (1777-1855), Ferdinand Scheweickard y
cipe: 1966 et 1996. Paris y Los Angeles, Les Éditions de
Janos Bolyai”. PENROSE, R. Op. Cit. p. 191.
L’Imprimeur y Form Zero Editions, 1997. p. XVII. 24. Ibid. p. 115. 12. Ibid. p. III. 25. FRÉCHET, Maurice y FAN, Ky. Introducción a la to-
pología combinatoria. Tercera Edición. Buenos Aires, Edi-
38. Ibid. p. 58.
torial Universitaria de Buenos Aires, 1967. p. 6. 39. “Cualquier construcción o parte de ella hecha con 26. La primera está basada en la noción de distancia, en al
piedra o ladrillo recibidos, en general, con mortero o ar-
cual dos figuras se consideraran equivalentes cuando son
gamasa. También se llaman fábricas las construcciones de
iguales en un sentido métrico. La segunda en cambio está
adobe o tierra y hormigón en masa.” HEYMAN, Jacques.
fundada en la noción de la línea recta, donde la equivalen-
El esqueleto de piedra: mecánica de la arquitectura de
cia sería definida mediante transformaciones proyectivas.
fábrica. Madrid, Instituto Juan de Herrera, Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo (CEHOPU)
27. SUÁREZ, Isidro. Organización, filosofía y lógica de la
y Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas
programación arquitectural. Volumen V. Santiago, Ponti-
(CEDEX), 1999. p. 189.
ficia Universidad Católica de Chile, 1977. 40. “Robert Hooke se había interesado en la verdadera 28. “Se llama homeomorfismo o transformación topológica
forma matemática de todos los tipos de arcos de los edifi-
a toda transformación biunívoca y bicontinua. Si se desea
cios, y en 1675 público un anagrama (incluido en un libro
expresarlo de una manera intuitiva se puede decir que un
sobre relojes solares) que una vez descifrado y traducido
homeomorfismo entre dos figuras (o entre dos conjuntos
del latín dice lo siguiente: del mismo modo que cuelga
de puntos) es una correspondencia tal que todo punto de
el hilo flexible, así, pero invertido, se sostendrá el arco
una de las dos figuras corresponde un punto y sólo uno,
rígido. Ibid. p. 9.
de la otra, y que a dos puntos vecinos de una corresponden dos puntos vecinos de la otra”. Ibid. p. 86.
41. “La fábrica o machón que soporta o contrarresta el empuje de un arco o de una bóveda. En los puentes, las pi-
29. Ibid. p. 113.
las extremas construidas en los márgenes.” Ibid. p. 189.
30. Ibid. p. 73.
42. “Arco por tranquil o rampante que transmite en estado pasivo el empuje de una bóveda a un machón o estribo
31. Ibid. p. 115.
exterior llamado botarel. Es estado activo puede transmitir los empujes resultantes de la acción del viento sobre la
32. SORIANO, F. Op. Cit. p. 66.
techumbre. Con frecuencia los arbotantes son dobles: el superior resiste el viento y el inferior el empuje de la
33. Ibid. p. 68.
bóveda. Por lo general soporta un trozo de muro, macizo o calado, que se corona con un nervio o albardilla inclinada,
34. KOOLHAAS, Rem. Dos bibliotecas en la Universidad de
que suele contener un canal para conduce el agua de lluvia
Jussieu. El Croquis. (53+79): p. 118, 1998.
desde la cubierta a las gárgolas que la arrojan fuera del edificio.” Ibid. p. 182.
35. PÉREZ, Fernando. La palabra y la figura. En: PÉREZ, Fernando, ARAVENA, Alejandro y QUINTANILLA, José. Los
43. SORIANO, F. Op. Cit. p. 68.
hechos de la arquitectura. Santiago, Serie Arquitectura -Teoría y Obra, Ediciones ARQ, Escuela de Arquitectura
44. Con lo anterior hace referencia a que la cristalización y
Pontificia Universidad Católica de Chile, 1999.
automática repetición del logro alcanzado al situar los elementos verticales en el perímetro, operación que despe-
36. Firmeza, comodidad y hermosura.
jaba amplias superficies en planta para diversos usos, tuvo como contraparte que las posibilidades de libertad en el
37. Pérez, Fernando. Forma, materia, uso, lugar. En: PÉREZ,
sentido vertical quedaran restringidas a las estrictamente
Fernando, ARAVENA, Alejandro y QUINTANILLA, José. Los
necesarias cajas de ascensores o escaleras.
hechos de la arquitectura. Santiago, Serie Arquitectura –Teoría y Obra, Ediciones ARQ, Escuela de Arquitectura
45. LYNN, Greg. Differential gravities. En su: Folds, bodies
Pontificia Universidad Católica de Chile, 1999. p. 52.
& blobs: collected essays. Brussels, Series Books-by-Ar-
209
chitects, La Lettre Volée, 1998. p. 96.
movement and structure are shifted and multiplied with the differing relations between bodies and environments;
46. Ibid.
in this way there are as many gravities as the are bodies. This principle of suspension –surrounding and object
47. “Subterranean organizations are massive, yet the den-
with a diffused field of structure that is roughly equivalent
sity of the surrounding matter provides a thickened, over-
to its mass and density- suggest that in order to become
structured ground within which a multiplicity of potential
light, structures need not be increasingly dematerialized
passages can be developed.” Ibid. p. 95.
(becoming lightweight) but must instead become more diffuse.” Ibid. p. 104.
48. “John Rajchman’s call (through Nietzsche) for a reconceptualization of the earth as light opens the way for
53. Ibid. p. 106.
many different gravities and therefore for a multiplicity of grounds. Rather than liberating lightness from the pull of
54. “Lightness is not the elimination of gravity but is in-
gravity, what is required is a liberation of lightness from
stead an equalization of gravities. Immersion implies that
the understanding of gravity as a single force emanating
the boundaries between figures and grounds become
from the earth. From the simple gravitational force of the
blurred and envelopes become negotiable.” Ibid.
earth, and the vertical grounding of architecture upon it, lightness moves the concept of gravity in many directions.
55. THOMPSON, D’Arcy. Sobre el crecimiento y la forma.
When defined by the qualitative relations between par-
Edición abreviada y editada por John Tyler Bonner. Madrid,
ticularities of matter rather than by the relation of various
Hermann Blume Ediciones, 1980.
masses to a single ground form, a multiplicity of potential architectural gravities emerge.” Ibid. p. 100.
56. “El morfólogo no pretende dibujar sus formas orgánicas en una nueva proyección artificial, sino que en el as-
210
49. “But lightness is not an absence of materiality and it
pecto inverso del problema, trata de averiguar si dos for-
is therefore not simply opposed to the weight and fixity
mas diferentes pero más o menos relacionadas se pueden
of the earth. This dialectical and oppositional definition
analizar e interpretar de manera que se consiga demostrar
of lightness and gravity encourages the rather simplistic
que una de ellas es una representación transformada de la
speculation that soon the material architectures of the
otra”. Ibid. p. 263.
earth will be eclipsed by the new, immaterial technological architectures of cyberspace. Such an argument discrimi-
57. DELEUZE, Gilles. La imagen-movimiento: estudios so-
nates between two ideal Cartesian worlds: one of abso-
bre el cine 1. Barcelona, Editorial Paidós, 1984. p. 17.
lute weight and the other of pure immateriality. Both are based on simple concepts of the earth, matter and gravity:
58. Ibid.
as there is only one gravity there can be only one lightness. This rather limited understanding of architecture’s
59. “Pero, antes de iniciar su desarrollo, la primera tesis
grounds –as either absolutely earthly and tectonic or
tiene otro enunciado: vosotros no podéis reconstruir el
absolutely ethereal and electronic- makes it Impossible
movimiento con posiciones en el espacio o con instan-
to develop concepts of differing degrees of gravity and
tes en el tiempo, es decir, con «cortes» inmóviles... Sólo
different conceptions of the earth.” Ibid.
cumplís esa reconstrucción uniendo a las posiciones o a los instantes la idea abstracta de una sucesión, de un
50. Ibid. p. 98.
tiempo mecánico, homogéneo, universal y calcado del espacio, el mismo para todos los movimientos”. Ibid. p. 13.
51. “The light effects of hovering, levitation, and floating depend on an intricate relationship of equalization
60. “El cine procede con fotogramas, es decir, con cor-
between a body and the environment in which it is im-
tes inmóviles, veinticuatro por segundo (o dieciocho al
mersed.” Ibid. p. 103.
comienzo). Pero lo que nos da, y esto se observó con frecuencia, no es el fotograma, sino una imagen media a
52. “At the moment our bodies begin to float we lose our
la que el movimiento no se añade, no se suma: por el con-
mostly vertical posture and enter into a new relationship
trario, el movimiento pertenece a la imagen media como
with the ground and thus the earth. The potential for the
dato inmediato”. Ibid. p. 15.
211
212
213
CAPÍTULO D_ FORMA RESISTENTE
214
(D.1) Sistema constructivo Shotcrete para obras civiles.
Al referirnos a las nuevas posibilidades estructurales relacionadas al subsuelo, reconocimos tres condiciones que definían la forma en que los esfuerzos son transmitidos: el medio, el trazado y la geometría. Mientras el primero se encontraría determinado como invariante de un contexto particular y el segundo daría respuesta a los requerimientos de recorrido y conexión a través de una continuidad, es en el tercero –la geometría– donde radicarían las posibilidades proyectuales de una supuesta intervención, entendiendo que las primeras dos responden a consideraciones que no remiten a condiciones netamente espaciales. La determinación de la sección que permita dar resistencia a las cargas y empujes del medio en que se insertan, es la característica en la que la gran mayoría de las obras civiles se sustentan para construir en el subsuelo. Su proceso constructivo se basa en la disposición de las secciones a una distancia que permita que el terreno resista las cargas verticales mientras es llevada la excavación, entre 50 y 100 cm aprox., entre las cuales se proyectará un hormigón de resistencia máxima
de 300 Kgf/cm2. Esta tecnología permite construir prácticamente cualquier tipo de forma que las secciones definan, por ende entenderíamos que la riqueza del tipo de espacio se encontraría en las posibilidades que dichos marcos provean. En el caso de sistemas estructurales como los usados en la nueva línea 4 del metro o el túnel bajo la calle Bandera, la definición del espacio construido se origina en la repetición de una sección a lo largo de un eje que define el recorrido. Su problema reside en que, ante la imposibilidad de variación y crecimiento de una sección compuesta en base a diferentes arcos, su aplicación define una única espacialidad para una sección particular. Tanto el túnel como la estación y sus pasillos se construyen en base a diferentes geometrías que, al actuar de manera independiente, impiden establecer una continuidad entre cada una de las partes, obligando a incorporar elementos ajenos al sistema –muros verticales– para permitir la conectividad entre las diferentes secciones. Tanto en el paso bajo nivel de la calle Bandera, en el túnel o en una determinada
215
(D.2) Línea 4 del metro: Cruce de secciones diferentes.
216
estación del metro, los requerimientos se encuentran tan acotados que no se haría necesario implementar cambios espaciales importantes. Por el contrario, si se intentara establecer un proyecto subterráneo de gran diversidad programática y espacial, la rigidez del actual sistema constructivo no se presentaría como el modelo más idóneo a aplicar, salvo que las secciones fueran absolutamente diferentes. Lo anterior haría que la implementación de un proyecto como el mencionado a escala urbana se transforme en un proceso inabarcable. Se requeriría entonces un sistema estructural basado en una geometría que permita, según su propia lógica, la transformación de la sección. En otras palabras, demandaremos que, en base a una forma genérica, ésta sea capaz de generar transformaciones que permitan producir diferentes condiciones espaciales, una continuidad estructural con cambio formal donde cada sección se constituya
como una modificación de la anterior; una transformación basada en una ley constante que avance desde la repetición de secciones idénticas propias del sistema actual, a una sucesión ordenada de diferentes cortes.
(D.3) Línea 4 del metro: Secciones constructivas de los marcos estructurantes.
ESTRATEGIA DE CORTES
Partiendo de la base de que los sistemas actuales de marcos estructurantes –las denominadas secciones– son una composición geométrica compuesta sobre una serie de arcos de diferentes radios, y reconociendo la viabilidad constructiva que la prefabricación de dichas secciones debiera considerar para una construcción de gran escala, la tesis se centrará en el problema geométrico del cambio de la sección cuyo objetivo se orientará hacia las posibilidades formales que la variación sobre un sistema genérico pudiera llegar a desarrollar. Considerando que la complejidad de las secciones usadas podría presentarse como una de las limitantes para explorar variaciones de transformación y crecimiento, y con el fin de explorar la mayores posibilidades desde una figura base, la investigación simplificará dicho corte a una
circunferencia cuya ausencia de medida y orientación nos permitirá llevar el problema al punto inicial –la forma original de los arcos que conforman la sección- y por ende ampliar los posibles alcances proyectuales. Sin importar el valor métrico, la exploración se centrará en las posibilidades de una circunferencia con medida constante, situando el problema del crecimiento y la transformación en base a la utilización de una única figura y los arcos generados sobre ella. El hecho de asumir el problema en base a una medida abstracta permitirá no sesgar las posibilidades de la exploración a un caso en particular, permitiendo reconocer sus posibilidades en diferentes escalas. Al igual que las secciones estructurales del metro, las propuestas en el ejercicio serán compuestas en base a arcos de circunferencia, los que al provenir de una
217
6X150º
345º
255º
6X150º
(D.4) Posibilidades de escala.
360º
218
345º
330º
315º
300º
285º
270º
255º
240º
225º
210º
195º
180º
165º
150º
135º
120º
115º
90º
(D.5) Arcos de circunferencia utilizados.
de radio constante harían igual de viable su construcción como la constante repetición del marco en el túnel. La utilización de arcos de igual radio permitirá hacer de una posible construcción un proceso estandarizado, al igual que la decisión de operar siempre en base a la misma circunferencia. Sin embargo, con el fin de determinar una cantidad abarcable de posibilidades que se ajuste al discurso planteado respecto a la factibilidad constructiva, será necesario definir otra restricción referida ahora a las medidas de los arcos. Para ello se ha defini-
do un valor de 15º pues parece razonable que tal medida sea un divisor de valores propios a las primeras divisiones de una circunferencia en partes iguales (360, 180, 90, 45). Este valor permite además que en la adición de secciones se generen cambios formales notorios (15, 30, 45, 60).
219 180º
270º
(D.6) Lógica de transformación en base a arcos de la misma circunferencia.
A continuación se presentan 9 ejercicios que, tomando la lógica planteada, generan posibilidades geométricas de secciones compuestas. Al aplicar estas secciones de manera conjunta podrían reconocerse alternativas de crecimiento y variación a través de estructuras topológicamente continuas, tanto en su construcción como en su uso y programación.
360º
(D.7-D.16) Ejercicios de transformación en secciones compuestas a partir de una circunferencia.
partición simple 180º
195º
210º
225º
240º
255º
270º
285º
300º
315º
330º
345º
360º
180º
195º
210º
225º
240º
255º
285º
300º
315º
330º
345º
360º
360/180º
345/195º
330/210º
315/225º
300/240º
285/255º
255/255º
240/255º
225/255º
210/255º
195/255º
180/255º
360/180º
345/195º
330/210º
315/225º
300/240º
285/255º
255/285º
240/300º
225/315º
210/330º
195/345º
180/360º
360º
345º
330º
315º
300º
285º
270º
255º
240º
225º
210º
195º
180º
165º
150º
135º
120º
partición conjunta
partición simple, adosamiento lateral
270º
270/255º
220
partición conjunta adosada
270/270º
adosamiento lateral
adosamiento inferior 360º
345º
330º
315º
300º
285º
270º
255º
240º
225º
210º
195º
180º
165º
150º
135º
120º
115º
90º
120º
135º
150º
165º
180º
195º
210º
225º
240º
255º
270º
285º
300º
partición triple
221 rotación triple 360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
300º
150º
150º
150º
150º
abertura
Partición Simple Define el crecimiento de dos arcos de 180 grados hasta formar dos circunferencias adyacentes
180º
195º
210º
225º
240º
255º
270º
285º
300º
315º
330º
345º
222
360º
0º
18
5º
19
0º
21
5º
22
0º
24
5º
25
0º
27
5º
28
0º
30
5º
31
0º
33
5º
34
0º
36
223
180º 300º 360º 345º 330º 315º 285º 270º 255º 240º 225º 210º 195º
Partición Conjunta Define el crecimiento de dos a tres circunferencias adyacentes mediante el crecimiento de los arcos colindantes
180º
195º
210º
225º
240º
255º
270º
285º
300º
224
315º
330º
345º
360º
0º
18
5º
19
0º
21
5º
22
0º
24
5º
25
0º
27
5º
28
0º
30
5º
31
0º
33
5º
34
0º
36
225
330º 180º 300º 360º 345º 315º 285º 270º 255º 240º 225º 210º 195º
Particiรณn Simple, Adosamiento Lateral De๏ฌ ne una particiรณn simple que simultรกneamente permite el adosamiento con una construcciรณn existente
360/180ยบ
345/195ยบ
330/210ยบ
315/225ยบ
300/240ยบ
285/255ยบ
270/255ยบ
255/255ยบ
240/255ยบ
225/255ยบ
210/255ยบ
195/255ยบ
226
180/255ยบ
º
80
/1
0 36
5º
19
5/
34
0º
21
0/
33
5º
22
5/
31
º
40
/2
0 30
5º
25
5/
28
º
55
/2
0 27
º
55
/2
5 25
5º
25
0/
24
5º
25
5/
22
5º
25
0/
21
5º
25
5/
19
5º
25
0/
18
227
360/180º 180/255º 195/255º 210/255º 240/255º 270/255º 255/255º 225/255º 285/255º 345/195º 315/225º 330/210º 300/240º
Partición Conjunta Adosada Similar a la anterior, permite conjuntamente un adosamiento lateral dejando una sección más para generar conexiones.
360/180º
345/195º
330/210º
315/225º
300/240º
285/255º
270/270º
255/285º
240/300º
228
225/315º
210/330º
195/345º
180/360º
0º
18
0/
36
5º
19
5/
34
0º
21
0/
33
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22
5/
31
º
40
/2
0 30
5º
25
5/
28
0º
27
0/
27
5º
28
5/
25
0º
30
0/
24
º
15
/3
5 22
0º
33
0/
21
º
45
/3
5 19
0º
36
0/
18
229
360/180º 210/330º 180/360º 195/345º 225/315º 240/300º 255/285º 270/270º 285/255º 300/240º 315/225º 330/210º 345/195º
Adosamiento Lateral De๏ฌ ne un adosamiento simple de un arco completo a una estructura adyacente.
360ยบ
345ยบ
330ยบ
315ยบ
300ยบ
285ยบ
270ยบ
255ยบ
240ยบ
225ยบ
210ยบ
195ยบ
180ยบ
165ยบ
150ยบ
135ยบ
230
120ยบ
0º
36
5º
34
0º
33
5º
31
0º
30
5º
28
0º
27
5º
25
0º
24
5º
22
0º
21
5º
19
0º
18
5º
16
0º
15
5º
13
0º
12
231
360º 345º 330º 315º 300º 285º 270º 255º 240º 225º 210º 195º 180º 165º 150º 135º 120º
Adosamiento Inferior Define la conexión entre niveles a partir de la disminución progresiva del arco.
360º
345º
330º
315º
300º
285º
270º
255º
240º
225º
210º
195º
180º
165º
150º
120º
115º
90º
232
135º
0º
36
5º
34
0º
33
5º
31
0º
30
5º
28
0º
27
5º
25
0º
24
5º
22
0º
21
5º
19
0º
18
5º
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0º
15
5º
13
0º
12
5º
10
º
90
233
90º 105º 120º 135º 150º 165º 180º 195º 210º 225º 240º 255º 270º 285º 300º 315º 330º 345º 360º
Partición Triple Permite el crecimiento desde una sección completa a tres arcos de circunferencia de 300º en diferentes niveles.
120º
135º
150º
165º
180º
195º
210º
225º
240º
255º
270º
285º
234
300º
0º
12
5º
13
0º
15
5º
16
0º
18
5º
19
0º
21
5º
22
0º
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5º
25
0º
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5º
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30
0º
36
235
180º 360º 345º 330º 315º 300º 285º 270º 255º 240º 225º 210º 195º
Rotación Simple No define transformación, sino cambio de posición de una sección completa en torno a un eje central definiendo una trayectoria helicoidal.
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
360º
236
360º
0º
36
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36
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36
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0º
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36
0º
36
0º
36
0º
36
0º
36
0º
36
237
360º 360º 360º 360º 360º 360º 360º 360º 360º 360º 360º
Abertura Desplazamiento de arcos de 150º desde una partición simple a una flor de base hexagonal con los arcos alineados en sus aristas, definiendo dos superficies inclinadas –ascendente y descendente– en su transformación.
300º
150º
150º
150º
238
150º
0º
30
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15
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15
0º
15
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15
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150º 150º 150º 150º 300º
240
241
PROYECTO 02_ CONTINUIDADES
242
(P2.1, P2.2) Catastro de flujos a lo largo del paseo Ahumada. (Autor)
A nivel urbano, el subsuelo requiere de la conexión y la continuidad tanto con estructuras subterráneas como superficiales. En este sentido, la estrategia de proyecto busca diluir la limitante del “–” y del “+” a través de la reutilización de estructuras existentes y otras nuevas que las conecten; una compleja condición urbana que amplía los límites de lo que hoy se podría entender por espacio público. Con el objetivo de operar bajo un contexto determinado, el proyecto debe orientarse hacia zonas de alta intensidad programática, donde las características de los planteamientos esgrimidos pudieran encontrar respuesta. En este sentido, parece interesante considerar el encuentro del paseo Ahumada con la Alameda como potencial zona de proyecto, pues su variada condición, intensidad de uso y escala de flujos, permitiría considerarla como una de las más interesantes del centro de Santiago. Actualmente, este paseo se presenta como la zona comercialmente más intensa del centro de Santiago, concentrando los costos de arriendo por m2 más altos de
Sudamérica para este tipo de programas. A pesar de lo anterior, por estos días se ejerce una fuerte demanda por más y mayores superficies cuyo destino sería principalmente la industria del retail. Esto fijaría dos opciones para su eventual desarrollo: el reemplazo de locales en la superficie –lo cual parece poco probable y, dicho sea de paso, eliminaría gran parte de la intensidad al situar un programa exclusivo donde antes habían muchos- o, como en muchas ciudades con fuertes restricciones constructivas, situar lo que no cabe en la superficie bajo tierra. Por otro lado, al analizar la intensidad de movimiento peatonal en dicho paseo, presenciamos un abrupto quiebre en la continuidad desarrollada a lo largo de su trazado. El mayor porcentaje de sus flujos son absorbidos por la estación de metro de la Universidad de Chile mediante conexiones puntuales a través de escaleras mecánicas que nos impedirían hablar de una suerte de continuidad entre ambos lugares, a pesar de que el movimiento peatonal si demuestre una fuerte relación. Por su parte, la Alameda definiría
243
(P2.3) Alameda: Límite del paseo Ahumada.
244
un límite rígido que impediría pensar en que aquellos requerimientos de superficie pudieran ser orientados hacia una virtual continuidad del paseo Ahumada con su contraparte en la vereda sur, la calle Arturo Prat. En este sentido, pensar el paseo Ahumada como una superficie en la que a través de la continuidad entre suelo público y estación de metro se diluyera la rigidez del trazado, permitiría desarrollar nuevas sinergias donde el subsuelo podría ser reconocido como extensión del espacio público, como un nuevo estrato programático.
_La Condición Preexistente
De acuerdo a lo planteado en el desarrollo de la tesis, el proyecto consideraría dos formas distintas de operar: la reutilización de las preexistencias y la generación de nuevas estructuras que las conectarían. Dentro de las primeras reconoceríamos la estación de metro Universidad de Chile (M.U.CH), la cual si bien considera la incorporación de programas comerciales, se presenta como una pieza autónoma en relación al contexto.
(P2.4) Estación metro Universidad de Chile.
_Metro Universidad de Chile
Construida en los primeros años de la década de 1970, la estación del metro Universidad de Chile se estructura en base a 3 plantas situadas en los -5.40, -9.20 y -14.00. Inicialmente proyectado para funcionar como andén en la futura línea 3, el segundo nivel de la estación complejiza de manera importante el que circulaciones se desarrollen de manera más fluida y directa entre el nivel de la calle y el andén al incorporar una serie de programas ubicados al paso entre la superficie y el andén de la línea 1. En base a lo planteado por la tesis acerca de las condiciones de habitabilidad, y de acuerdo a las grandes limitantes que la ubicación de la estación determina, el proyecto desarrolla una serie de intervenciones puntuales que permitirían hacer de la estación un espacio conexo y relacionado de manera más directa con la
superficie. A continuación se explican las operaciones: 1. Sin cortar las vigas, se perfora la losa del cielo de la estación en sus zonas extremas –adyacentes al túnel y coincidentes con los bandejones de la Alameda-, permitiendo la construcción de dos grandes volúmenes vidriados y abiertos en su cara superior. A través de ellos, no solo hará ingreso la luz natural, sino una serie de referencias a la ciudad, tales como la lluvia, las fachadas, etc. Ellos han sido pensados como espacios vegetales plantados sobre una losa fijada a las vigas, a 30 cm aproximadamente sobre el nivel del carro del metro –el nivel más bajo de la actual losa del 2º nivel. Al estar adyacente con el muro que contiene al terreno sobre el túnel, estos volúmenes podrían drenar el agua lluvia que entraría desde la ciudad. 2. Con la finalidad de permitir un dominio total de la estación desde los accesos,
245
246
(P2.5) Estación metro Universidad de Chile. (Autor)
se desplazan los muros laterales del nivel -5.40. 3. Las obras de conexión para la supuesta línea 3 se reutilizarán para generar la continuidad con el paseo Ahumada. Para ello se hará necesario eliminar los locales comerciales de los bordes y desplazar los del centro, definiendo un ancho de 14 metros para extender hacia el subsuelo el paseo de la superficie. Considerando que establecer una real continuidad desde la estación de metro hacia el paseo Ahumada permitiría asumir
que este último no terminaría al encontrarse con la Alameda, podríamos entonces, bajo la misma lógica, pensar la extensión de su superficie hacia el sur de la estación. Con ello se generaría una suerte de extensión de Ahumada y sus programas comerciales, pero que además permitiría incorporar otros complementarios que ampliarían el espectro de lo manejado hasta el momento. Entre estas nuevas alternativas se encontraría la reutilización del teatro subterráneo bajo el Instituto Nacional (I.N.).
247
Vol煤menes vidriados abiertos
Desplazamiento de muros nivel -5.40 m
Nivel -9.00 m, conexi贸n con el paseo Ahumada
(P2.6) Intervenci贸n M.U.CH.
(P2.7)
248
(P2.8)
249
(P2.9) Instituto nacional.
_Subsuelo Instituto Nacional
250
Abandonado en estado de obra gruesa desde 1973, la edificación cuenta actualmente con más de 8.000 m2 de superficie en torno a los cuales se organiza un gran auditorio, salas de conferencia de diversos tamaños, amplios pisos técnicos, instalaciones sanitarias y espacios comunes. Su localización adyacente a la calle Arturo Prat y su organización independiente respecto al Instituto Nacional, permite asumir su real capacidad de conectarse tanto con la casa central de la Universidad de Chile, como con algún espacio de la extensión subterránea propuesta. Desde este punto de vista, su recuperación puede entenderse a una escala más urbana –como por ejemplo los planes manejados por el Teatro Municipal de Santiago para la construcción de una nueva sala– que a un costo inferior podría dar el grado de factibilidad que antes no se alcanzaba. La intervención sobre la estructura se podría distinguir en 4 puntos: 1. Considerando que el proyecto original consideraba al teatro como parte del
instituto, su recuperación requerirá modificar su lógica funcional, con el objetivo de generar su acceso desde el subsuelo. Para ello se baja el patio del nivel 0 al -3.50 m, permitiendo desarrollar un hall en torno a este gran exterior vidriado que toca al subsuelo. 2. La planta de acceso quedará definida con el hall al centro, el gran teatro hacia el sur y un auditorio propuesto que, se asume, debiera haber estado considerado en un proyecto inicial. 3. Sobre este nivel, se recupera la estructura existente utilizada principalmente por la platea alta. Hacia el patio central se definen paños vidriados, al igual que en los muros que se orientan hacia la calle, respetando el modulo estructural de machones de hormigón armado. 4. Tanto el nivel +3.50 como el -9.00 podrían ser utilizados en otros programas, como cafés y biblioteca respectivamente, si su reutilización respondiera a un carácter cultural. El proyecto no los ha definido, pues se enfoca en las intervenciones puntuales relacionadas al interés de la tesis.
251
(P2.10) Estado actual del subsuelo.
252
Nivel 0.00 Auditorio 2 Patio a desnivel Conexi贸n Subterr谩nea nivel -3.50 Auditorio Nivel -9.00 (P2.11) Intervenci贸n I.N.
(P2.12)
253
(P2.13)
254
_Conector Urbano
La conexión entre las piezas reutilizadas o intervenidas vendría a constituir la segunda parte del proyecto, y donde éste encuentra mayor campo de acción. Su lógica responde directamente a lo planteado en el capítulo “forma resistente”, es decir, constituye una aplicación de partes pensadas abstractamente, las cuales se prueban sobre un caso particular. El llamado conector urbano se construye a partir de la sumatoria de las alternativas de las diferentes secciones, lo cual permite hacer del proyecto una estructura continua que se transforma de acuerdo a los requerimientos espaciales o las características del contexto. Así, en algunos casos se levanta para establecer una continuidad con la superficie, en otros se adosa desde el subsuelo a otros edificios, se conecta con la estación del metro, o genera un espacio para que el teatro se abra a él.
255
(P2.14) Proyecto conector urbano.
256
(P2.15)
257
(P2.16)
258
(P2.17)
259
(P2.18)
260
(P2.19)
261
(P2.20)
262
(P2.21)
263
264
265
CONCLUSIONES
266
0.00
-15.00 (00.1) Museo Nacional de Bellas Artes: Zona de expansión subterránea. concurso desierto.
Si bien desde el comienzo se planteó que uno de los objetivos principales de la tesis tenía relación con el proponer una visión tridimensional del espacio de orden público, al llegar a definir ciertas consideraciones finales que reflexionen sobre la investigación realizada, parece más interesante no hacer referencia sobre este punto en particular –ampliamente expuesto en la tesis-, sino sobre otros que apareciendo durante su desarrollo, reflejarían los alcances que la investigación proyecta más allá de sus objetivos específicos. _Representación De Una Condición Latente
El subsuelo se presenta como un dato relevante en Santiago, un problema no dimensionado del que se tienen algunos antecedentes pero sobre el cual la parcialidad de su real dimensionamiento impide a aquellos sistemas definir una determinada operatividad. Es a partir de ahí que la indagación acerca de su real incidencia urbana asume relevancia. Así, desde su constatación, planteamientos acerca de alternativas de crecimiento e intensificación de las zonas centrales de la ciudad
aparecerían, tanto en el contexto de referentes de otras ciudades como a la luz del centro de Santiago, factibles. _Extrema Vigencia o Rápida Obsolescencia
Durante el transcurso de la investigación han aparecido -en el contexto de la ciudad de Santiago- diversos proyectos que definen una fuerte relación con el subsuelo desde el punto de vista de su explotación y utilización en programas de carácter público. Sumados a los ya conocidos estacionamientos subterráneos, aquel estrato fue propuesto para dar solución a la nueva sala de conciertos del Teatro Municipal, al Centro Cultural Palacio la Moneda, a la extensión del Museo Nacional de Bellas Artes y al mall subterráneo en el cruce vial de Irarrázabal con Macúl, entre otros. Al respecto, podríamos decir que la realidad avanzó rápido frente a las especulaciones de la tesis o que, a la constatación de esta condición urbana, ahora se le sumaría una diversidad de propuestas y soluciones que dibujarían un campo de acción y discusión mucho más vital respecto
267
(00.3) Koolhaas: City of the captive globe. la ciudad pensada como desarrollos independinetes.
(00.2) Propuesta mall subterráneo bajo bien nacional de uso público.
268
del momento inicial de la investigación. Definiría una vigencia actualizada del problema que recién comienza a observarse en nuestras ciudades y, por otro lado, la necesidad de plantear la discusión acerca de sus posibilidades y limitaciones, antes de concretar su desarrollo. Se situaría con esto a la tesis en una posición estratégica, pues su desarrollo se genera a partir de la constatación de una condición latente subutilizada, y no de las consecuencias generadas en su intervención, como muchas veces sucede en temas de esta complejidad. _Cambio de Escala
A pesar de reconocer, tanto en el mundo académico como profesional, una cierta presencia de propuestas relacionadas al subsuelo, a la luz de lo planteado por la tesis la discusión que se ha llevado a cabo en torno a ellos parece limitada. Sus alcances residen en plantear -en pocas palabras- que la superficie bajo el nivel del suelo permitiría la incorporación de ciertos usos y programas. Si fuera posible hacer una analogía con la superficie,
diríamos que este tipo de planteamientos serían tan rígidos como pensar que la ciudad se construiría por la disposición independiente de edificios. Cabría reconocer entonces que estos proyectos son solo el grano de un problema más complejo, como es el hacer de ese nuevo estrato un nivel tan conexo como la calle y a la vez continuo con ella, donde la relevancia del proyecto se desplazaría desde el edificio hacia lo que se sitúa entre ellos. _Marco Teórico Vs Desarrollo Empírico
El objetivo de plantear una visión tridimensional del espacio urbano, desarrollado en la discusión teórica de la investigación, esboza una línea de pensamiento abstracto en torno al problema de la continuidad vertical de flujos en la ciudad; lógicas de relaciones que no necesariamente están forzadas de antemano a una resolución formal. En dicho escenario, la topología aparece como un instrumento de análisis adecuado ya que fija su foco en la correspondencia entre puntos y no necesariamente en las cualidades materiales, tamaños o criterios estructurales de
(00.4) Kiesler: Planta Endless House. 1959
(00.5) Toyo Ito: Opera de Taichung, posibilidades formales del Hormigón proyectado
un cuerpo edificado. El traspaso de estas lógicas abstractas en su estado inicial a un proyecto de arquitectura puntual que ponga a prueba tal discusión urbana, constituye un punto de interpretación delicado por cuanto exige una serie de definiciones que pertenecen exclusivamente al ámbito del objeto construido, tales como los aspectos relacionados a tamaños o geometrías. Lo anterior plantea inmediatamente la pregunta acerca de cómo construir una continuidad apoyada en una visión topológica de la ciudad. Este distanciamiento no solo se presenta en esta tesis, sino en la mayoría de los proyectos ya expuestos que manejan planteamientos similares: desde la casa sin fin de Kiesler, los análisis de flujos de Kahn en Filadelfia o los de Tange para Tokio, hasta casos más recientes como la terminal portuaria de Yokohama proyectada por FOA. Dichos ejemplos, al igual que esta reflexión, buscan reconocer estas diferencias y acortar la distancia entre un planteamiento teórico y una operatoria proyectual.
Será en problemas tales como la variación métrica de la sección en donde la topología no consideraría uno de los requerimientos básicos de la construcción: la medida. Preguntas como cuál es la distancia entre X e Y para hacer de Z una continuidad toman relevancia y validez al alejarse de la topología para entrar en su aplicación proyectual. Así reconoceríamos que los problemas de la ciudad son topológicos mientras su resolución no lo es, definiendo un problema que si bien en la tesis es asumido para operar con el proyecto, queda planteado y abierto a respuestas que difieran de las aquí presentadas. _Sobre la Topología y su Aplicación
La topología permite aludir a una visión relacional que la tesis ha utilizado para hacer referencia a la ciudad. La condición de campo de Allen, la teoría de grafos o las invariantes topológicas aluden a problemas alejados de la definición de la forma como finalidad, para plantear la discusión desde las relaciones entre ellas, su conectividad y continuidad.
269
(00.6) Terminal portuaria de Yokohama: Disociación de la geometría del proyecto y la construcción
270
Si bien la investigación alude a una conectividad y posterior continuidad de carácter urbano, podría su resultante formal caber dentro de una clasificación de “superficies curvas”. Se requeriría plantear, a modo de advertencia, que ellas son el resultado de un proceso y no una finalidad formal predeterminada, frente a lo cual cabría señalar que su aplicación no asegura nada de por sí, no posee un valor propio fuera de sus atributos formales, como tampoco asegura que tras ellas esté una condición topológica como las planteadas por la tesis. La topología no son formas curvas, sin embargo estas pueden ostentar propiedades topológicas, a lo cual se aplicaría la advertencia planteada intentando evitar una lectura errónea acerca del tema en general y de la tesis en particular.
para la formalización de la arquitectura. La forma no encuentra limitantes constructivas o modulares, salvo un sistema que permita dar la forma que la construcción rigidizará. Si bien en este caso se asumió un sistema en base a secciones, exploraciones como las Shoei Yoh se presentarían como ejemplo de las potencialidades y riesgos que conllevaría una arquitectura formalmente ilimitada. La tesis encuentra un punto de partida en la definición de un sistema genérico donde la variación formal sería articulada a partir de una transformación constante, reconociendo una cierta coherencia en la imposición de restricciones. Las otras posibilidades no formarían parte de esta tesis, a pesar de reconocer que desde ella se podría dar paso a su exploración.
_Del Sistema Constructivo y sus Posibilidades Geométricas
_Proyección
Junto a las consideraciones de geometría, medio y trazado definidas en el capítulo 4, reconoceríamos que el definir un sistema constructivo como el hormigón proyectado abre nuevas posibilidades
La conectividad y continuidad como principios urbanos trasciende su aplicación sobre un estrato definido como es el subsuelo. La investigación ha buscado reflexionar acerca de los problemas que
(00.7) Shoei Yoh: Lámina de Hormigon en base a una grilla de bambú.
estos términos plantean a la arquitectura como disciplina, tanto a nivel urbano como constructivo. Así entendido, aquella visión tridimensional propuesta, dejaría planteada una discusión que requeriría de nuevas exploraciones. Solo como respuesta a las de la tesis podríamos reconocer dos. Por un lado parecería obvio que así como se definió al subsuelo como un nuevo estrato que permite activar nuevos usos en la ciudad, un paso a seguir sería orientar aquella mirada sobre los otros niveles segundos o terceros pisos- que permitan dar mayor complejidad a este tipo de planteamientos. Por otro lado, estrategias arquitectónicas sobre la base de una continuidad formal son reconocidas en el discurso contemporáneo de la disciplina. Si bien la tesis establece cierta inclinación por ellas, define como base el orientar la discusión a partir de una condicionante constructiva que trascienda a la manipulación de superficies de los sistemas de modelamiento, para desde ahí definir nuevos problemas y oportunidades.
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41. <http://www.hackwriters.com/Montrealsubway.htm>
273
ÍNDICE DE IMÁGENES
INTRODUCCIÓN (0.1) O.M.A., KOOLHAAS, Rem y MAU, Bruce. S, M, L, XL. New York, Rem Koolhaas and The Monacelli Press, Inc, 1995. p. 1056. (0.2) GUIHEUX, Alain. Collection d’architecture du Centre Georges Pompidou. Paris, Èditions du Centre Pompidou, 1998. p. 192. (0.3) Terminal Internacional 1, Aeropuerto Charles de Gaulle. Foto del autor, 2005. (0.4) O.M.A. / KOOLHAAS, Rem. EL CROQUIS. 53+79, Edición conjunta ampliada. Madrid, El Croquis Editorial, 1998. p. 116. (0.5) VIRILIO, Paul y PARENT, Claude. Architecture principe: 1966 et 1996. Paris y Los Angeles, Les Éditions de L’Imprimeur y Form Zero Editions, 1997. Facsímil Nº 3.
274
(0.6) Le Corbusier, Parlamento de Chandigarh. <http://www.google.com>
(1.7) VON MEIJENFELDT, E. Op. Cit. p. 15. (1.8) Ibid. p. 209. (1.9) Metrópolis (1926) de Fritz Lang. <http://www.graphicwitness.org> (1.10) VON MEIJENFELDT, E. Op. Cit. p. 174. (1.11) MACAULAY, David. Nacimiento de una ciudad moderna: el subsuelo. Barcelona, Editorial Timun Mas, 1978. p. 14 y 108. (1.12) La Défense, París. Fotos del autor, 2005. (1.13) Metro de Moscú. VON MEIJENFELDT, E. Op. Cit. p. 56, 57 y 175. (1.14) Metro Chatelet-Les Halles, París. Fotos del autor, 2005. (1.15) Ciudad subterránea de Montreal. <http://www.buildingsrus.co.uk/montreal_scrapbook/volume_3/En%20Famille%20-%20Montreal/target22.
CAPÍTULO 1 (1.1) WILLIAMS, Rosalind. Notes on the underground: an essay on technology, society, and the imagination. Cambridge, Massachusetts y London, The MIT Press, 1992. p. 67. (1.2) SCOTT, Ian Jonathan. Piranesi. London, Academy Editions, 1975. (1.3) VON MEIJENFELDT, Ernst y GELUK, Marit. Below ground level: creating new spaces for contemporary architecture. Basel, Birkhäuser Publisher for Architecture, 2003. p. 93 (1.4) WILLIAMS, R. Op. Cit. p. 53. (1.5) Ibid. p. 73. (1.6) Ibid. p. 72.
html>,
<http://www.specker.li/albums/montreal/
dscn2493.jpg>, <http://www.letmestayforaday.com/photo/ 1050705833Mvc-004s.jpg> (1.16) Museo del Louvre. Fotos del autor, 2005. (1.17) Hospital Salvador. Fotos del autor, 2003 y 2005. (1.18) Foto: El Mercurio, Santiago, Jueves 2 de Junio de 2005. p. 1. (En sección: El País). (1.19) VON MEIJENFELDT, E. Op. Cit. p. 55. (1.20) Ibid. p. 71, 72 y 73. (1.21) Cortes Proyecto Concurso Biblioteca de Francia, París, 1989. O.M.A. Op. Cit. p. 673.
(1.22) VON MEIJENFELDT, E. Op. Cit. p. 62, 65, 66 y 67.
(A.18-A.21) Autor.
(1.23) Souterrain, O.M.A.
(A.22) UNO Arquitectos.
<http://www.iwan.com/photo_spui.php> <http://www.lab-da.nl/english/souterrain.htm>
(A.23-A.25) Fotos del autor, 2005.
<http://www.archined.nl> (1.24) FRAMPTON, Kenneth. Le Corbusier. London, Edito-
CAPÍTULO 2
rial Thames And Hudson, Colección World of Arts, 2001. p. 78.
(2.1) LE CORBUSIER. Towards a new architecture. New York, Dover Publications Inc., 1986. p. 59.
(1.25) GIEDION, Sigfried. Space, time and architecture. Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press,
(2.2) HILBERSEIMER, Ludwig. La arquitectura de la gran
1940. p. 547.
ciudad. Versión castellana. 2ª Edición. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, S. A., 1999. p. 19.
(1.26) O.M.A. / KOOLHAAS, R. EL CROQUIS... Op. Cit. p. 363.
(2.3) GIURGOLA, Romaldo y MEHTA, Jaimini. Louis I. Kahn. Barcelona, Editorial Gustavo Gili S.A., 1976. p. 213.
CAPÍTULO A
(2.4) GUIHEUX, A. Op. Cit. p. 69.
(A.1) Autor.
(2.5) Ibid. p. 196.
(A.2) Google Earth.
(2.6) Ibid. p. 112.
(A.3) Foto del autor, 2006.
(2.7) ISOZAKI, Arata. Arata Isozaki, Arquitectura 19601990. Edición castellana. Barcelona, Editorial Gustavo Gili
(A.4-A.5) Autor.
S. A., 1991. p. 32.
(A.6) Fotos del autor, 2006.
(2.8) DRAMSTAD, Henche, OLSON, James y FORMAN, Richard. Landscape ecology principles in landscape ar-
(A.7-A.11) Autor.
chitecture and land-use planning. Washington, Harvard University Graduate School of Design, Island Press y the
(A.12) Ciudad y Territorio: estudios territoriales. Vol. XX-
American Society of Landscape Architects, 1996. p. 32.
VIII. Tercera época. Nº 109, Otoño 1996. p. 393. (2.9) Ibid. p. 28. (A.13) Ibid. p. 400. (2.10) Ibid. p. 30. (A.14) Autor. (2.11) Ibid. p. 42. (A.15) Fuente: Ilustre Municipalidad de Santiago. (2.12) Ibid. p. 43. (A.16) Autor. (2.13) KOOLHAAS, Rem. The Harvard Design School guide (A.17) Fuente: Ilustre Municipalidad de Santiago.
to shopping. Köln, Taschen, 2001. p. 478.
275
(2.14) Ibid. p. 480.
(P1.11) Autor.
(2.15) Ibid. p. 484.
(P1.12-P1.13) DE LA CERDA, E. Op. Cit.
(2.16) Ibid. p. 496. CAPÍTULO 3 (2.17) Ibid. p. 497. (3.1) MVRDV. Farmax: excursions on density. Rotterdam, (2.18) Réso.
010 Publishers, 1998. p. 397.
http://www.voyagezfute.ca/download/document/réso. PDF
(3.2) O.M.A. / KOOLHAAS, R. EL CROQUIS... Op. Cit. p. 389.
(2.19) Terminal Internacional 1(arriba izq), Aeropuerto Charles de Gaulle/ Terminal internacional, Aeropuerto
(3.3) Explotación comercial del subsuelo, París.
de Frankfurt (arriba der)/ Metro de París (abajo). Foto del
Fotos del autor, 2005.
autor, 2005. (3.4) KOOLHAAS, R. The Harvard... Op. Cit. p. 264. CAPÍTULO B
(3.5) Terminal internacional, Aeropuerto de Frankfurt. Fotos del autor, 2005.
(B.1) CIS Asociados Consultores en Transporte S.A. Análisis del transporte no motorizado. Santiago, 2000. p. 32.
(3.6) PARIS–LES HALLES. Concours 2004. Paris, Editions Le Moniteur, 2004. p. 31.
(B.2) Ibid. p. 34. (3.7) Ibid. p. 37.
276
(B.3) Bedolina, Val Camonica, Italia. CARERI, Francesco. Walkscapes: el andar como práctica
(3.8) Ibid. p. 38.
estética. Barcelona, Land & Scape Series, Editorial Gustavo Gili, 2002. p. 43.
(3.9) Ibid. p. 40.
(B.4) http://platea.pntic.mec.es/~lmarti2/psicodelico_ar-
(3.10) Ibid. p. 101.
chivos/image005.jpg (3.11) Ibid. p.121. (B.5) TORANZOS, Fausto. Introducción a la teoría de grafos. Washington D.C. Programa Regional de Desarrollo Cientí-
(3.12) Ibid. p. 132.
fico y Tecnológico, Departamento de Asuntos Científicos, Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, 1976. p. 4.
CAPÍTULO C
(B.6-B.24) Autor.
(C.1-C.10) Autor.
PROYECTO 01
CAPÍTULO 4
(P1.1) Foto: El Mercurio, Santiago, Viernes 12 de Noviem-
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(4.7) VIRILIO, P. Op. Cit. (4.27) Ibid. p. 288. (4.8-4.10) Ibid. (4.11) FOREIGN OFFICE ARCHITECTS. The Yokohama Pro-
CAPÍTULO D
ject. Editado por Albert Ferré, Tomoko Sakamoto y Michael Kubo en colaboración con FOA. Barcelona, Actar, 2002.
(D.1) PREMIX. Áridos, cementos, asfaltos y hormigones.
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Ficha 6a.
(4.12) O.M.A. S, M, L, XL... Op. Cit. p. 383.
(D.2) Fotos del autor, 2006.
(4.13) GAUSA, Manuel, GUALLART, Vicente, MÜLLER, Willy,
(D.3) Metro S.A.
MORALES, José, PORRAS, Fernando y SORIANO, Federico. Diccionario Metápolis Arquitectura Avanzada. Barcelona,
(D.4-D.16) Autor.
Actar, 2001. p. 456. (4.14) Autor.
PROYECTO 02
(4.15) O.M.A. S, M, L, XL... Op. Cit. p. 634.
(P2.1-P2.2) Autor.
(4.16) O.M.A. / KOOLHAAS, R. EL CROQUIS... Op. Cit. p.
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132 y 133. (P2.4) Autor. (4.17) Metro S. A. (P2.5) Fotos del autor, 2006. (4.18) SUMMERSON, John. El lenguaje clásico de la arquitectura. Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 1984. p. 23.
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(P2.11-P2.21) Autor.
ción de Obras Públicas (CEDEX), 1999. p. 46. (4.20) Ibid. 109.
CONCLUSIONES
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(00.2) Foto: El Mercurio, Santiago, Lunes 13 de marzo de 2006. p. 11. (En sección: Nacional).
(4.22) Fotos del autor, 2005.
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(00.3) O.M.A. / KOOLHAAS, R. EL CROQUIS... Op. Cit. p. 21. (00.4) Frederik J. Kiesler: Endless space. Editado por Bogner Dieter y Noever Peter, Mak Vienna and MAk Center, L.A. in cooperation with the Austrian Frederick and Lillian Kiesler private Foundation. Viena. Hatje Cantz Publishers. 2001. (00.5) Arquitectura Viva. 103. Madrid. Arquitectura Viva SL. 2005. p. 11. (00.6) ARCHITECTURAL DESIGN. 72 (1). Londres, John Wiley and Sons Limited, January, 2002. p. 90. (00.7) LYNN, Greg. Folds, bodies & blobs: collected essays. Brussels, Series Books-by-Architects, La Lettre VolĂŠe, 1998. p. 181.
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