otoño 2015
CuLTuRA y ARTe de CoReA
RePoRTAJe eSPeCIAL
Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos Tongyeong
Tongyeong
Tongyeong atrae por su inesperado encanto; Al refugio de las islas, alimentados por el mar; El hogar de los artistas que soñaban con la libertad
tomo 24, Nº- 3
ISSN 1225-4606
ImAgen de CoReA
El invariable deseo de otoño Kim Hwa-young Crítica literaria e integrante de la Academia Nacional de las Artes
“¡Q
ue los 365 días del año sean como Hangawi!” Cuando llega el Chuseok, los coreanos piden este humilde deseo. Hangawi, el otro nombre del Chuseok, cae en el decimoquinto día del octavo mes lunar. Es el festival tradicional de la cosecha, según el calendario lunar, que se celebra en otoño, cuando la comida es abundante. Junto con el Día de Año Nuevo lunar, es la mayor fiesta del año. Alrededor del Chuseok, el tiempo refresca y el cielo está despejado y muy alto. El arroz se mece dorado en los campos. Los granos cosechados con tan duro trabajo durante el año están maduros y listos. En esta época del año, las personas que abandonaron el campo para vivir en las ciudades, de pronto recuerdan sus lugares de origen, donde aún viven sus ancianos padres, que siguen trabajando esa tierra que pasó de generación en generación. Este año Chuseok cae el domingo 27 de septiembre, según el calendario solar. Las vacaciones de Chuseok son oficialmente tres largos días; pero cuando un día de fiesta nacional cae en domingo, se añade un día más, por lo que las vacaciones de Chuseok de este año se ampliarán a cuatro días. Cuando se acerque esa fecha tendrá lugar la “gran migración” y un 75% de los coreanos afirmará que tiene intención de visitar su lugar de origen durante el Chuseok. Las autopistas colapsarán y los billetes de tren se agotarán en un instante. En Chuseok, un festival de la abundancia y de acción de gracias, la gente visita las tumbas de sus antepasados para cortar la maleza que crece en los montículos, y realizar ritos de agradecimiento a sus antepasados por cuidar de sus vidas. Un alimento insustituible tanto en la mesa del ritual de ofrenda a los ancestros, como en la cena en este día festivo, son los songpyeon. Se trata de unos pasteles con forma de media luna hechos de arroz, el alimento básico del pueblo coreano, y todo un símbolo del Chuseok. La harina de arroz se mezcla con agua caliente para formar una masa. Luego esos pequeños trozos de masa se rellenan con nueces, frijoles rojos, semillas de sésamo, piñones o dátiles, se les da forma de media luna, y luego se cuecen al vapor. Para asegurarse de que los pasteles de arroz -tan cuidadosamente elaborados- no se peguen entre sí, ni pierdan ese sutil aroma de pino, se cuecen al vapor en capas sobre agujas de pino. Por eso se les llama songpyeon, que literalmente significa “tortas de pino”. Los Songpyeon simbolizan muchas cosas de la vida de los coreanos: el aroma de los pinos, tan abundantes por todo el país, las manos que hicieron los pasteles de arroz, y el amor y la risa de quienes los compartirán al comerlos. Pero los tiempos han cambiado y, en lugar de preparar songpyeon caseros, cada vez más personas optan por comprar los pasteles de arroz, ya preparados, para la mesa del ritual de agradecimiento a los ancestros. Y en vez de ir desde la ciudad al campo, o a su tierra natal, ahora se da una especie de “regreso inverso”, y son los padres –de edades avanzadas- los que viajan del campo hasta las ciudades para estar con sus hijos durante las vacaciones del Chuseok. Muchos coreanos jóvenes actualmente prefieren galletas envasadas, bocadillos y hamburguesas antes que los tradicionales pasteles de arroz. La vida cambia… pero pese a todo, la luna llena se elevará alta sobre el cielo de otoño. Y ese deseo de plenitud permanece invariable: “¡Que los 365 días del año sean igual que Hangawi!” (Traducido por Javier Castañeda)
dIReCToR edIToR eJeCuTIvo edIToReS JeFe ConSeJo edIToRIAL
dIReCToR CReATIvo edIToReS dIReCToR ARTíSTICo dISeñAdoReS
Yu Hyun-seok Yoon Keum-jin Javier Castañeda, Kim Un Kyung Bae Bien-u Choi Young-in Emanuel Pastreich Han Kyung-koo Kim Hwa-young Kim Young-na Koh Mi-seok Song Hye-jin Song Young-man Werner Sasse Kim Sam Kim Jeong-eun, Noh Yoon-young, Park Sin-hye Lee Young-bok Kim Ji-hyun, Lee Sung-ki, Yeob Lan-kyeong
ComPoSICIón y dISeño Kim’s Communication Associates 385-10 Seogyo-dong, Mapo-gu Seoul 121-839, Korea www.gegd.co.kr Tel: 82-2-335-4741 Fax: 82-2-335-4743 TRAduCToReS
Kim Un Kyung, Javier Castañeda, Raimon Blancafort, Atahualpa Amerise, Joo Hasun
Precio por número en Corea ₩6.000 Resto del mundo US$9 Para conocer el precio en detalle de las suscripciones, lea por favor la página 80 de Koreana. SuSCRIPCIón/CoRReSPondenCIA oTRAS ZonAS (InCLuyendo CoReA) The Korea Foundation West Tower 19F Mirae Asset CENTER1 Bldg. 26 Euljiro 5-gil, Jung-gu, Seoul 100-210, Korea ImPReSA en oToño 2015 Samsung Moonwha Printing Co. 274-34 Seongsu-dong 2-ga, Seongdong-gu, Seúl 133-831, Corea Tel: 82-2-468-0361/5 © Fundación Corea 2015 Todos los derechos reservados. Esta publicación no admite reproducciones totales ni parciales sin el permiso de la Fundación Corea. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente representan a los editores de Koreana o a la Fundación Corea. Koreana, registrada como revista trimestral en el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo (número de registro Ba-1003 con fecha 8 de agosto de 1987). También se publica en alemán, árabe, chino, francés, indonesio, inglés, japonés y ruso.
Carta de los editores
Hacia un pueblo y un festival En este momento, mientras las pruebas finales de esta edición de Koreana están siendo revisadas antes de ir a la imprenta, la situación que rodea a esta dividida península está aparentemente entrando en una nueva fase. En las maratonianas negociaciones -que comenzaron en medio de una elevada tensión militar- las dos Coreas finalmente acordaron evitar un enfrentamiento armado y continuar dialogando para resolver la crisis y mejorar sus relaciones. Pero el pasado reciente de las relaciones intercoreanas se opone a cualquier suerte de apresurado optimismo. Mucha gente quizá sospeche que esta podría ser solo otra tregua de corta duración: las reuniones de las familias separadas podrían volver al ostracismo con un solo acontecimiento político o los altavoces de la frontera reanudar la emisión de mensajes propagandísticos. Sin embargo, pocos dudan que una gran mayoría de los coreanos a ambos lados de la frontera esperan lo mejor. Especialmente, el último enfrentamiento debe haber llevado a los residentes de Daeseong-dong, el llamado Pueblo de la Libertad, a contener la respiración. Por cierto, este número de otoño ofrece una historia sobre la vida cotidiana de los residentes de esa comunidad, aislada dentro de la zona de tensión de la frontera más fortificada del mundo. Dicho pueblo se ubica frente a su homólogo norcoreano, Kijong-dong, al otro lado de la Línea de Demarcación Militar, a tan sólo una milla de distancia. “Historias de las dos Coreas” aborda la división territorial de Corea desde una perspectiva social y cultural. Resulta triste que las primeras aldeas cada lado de la frontera intercoreana junto a la línea de fuego, surgidas a causa de la rivalidad durante la Guerra Fría, recuerden la separación entre las dos Coreas al realizar sendos festivales de música para conmemorar al mismo compositor, Yun I-sang (conocido internacionalmente como Isang Yun), que anualmente celebran Pyongyang y Tongyeong. El reportaje especial de este número trata sobre Tongyeong, la ciudad natal de Yun I-sang a donde nunca se le permitió regresar por maquinaciones políticas. Tongyeong es también el hogar de muchos distinguidos escritores y artistas, al tiempo que fue cuartel general naval de la Dinastía Joseon, comandada por el almirante Yi Sun-shin, un invencible héroe del siglo XVI. Invitamos a nuestros lectores a disfrutar de una perspectiva de esta encantadora ciudad portuaria. Javier Castañeda, Kim un Kyung Editores-jefe
CuLTuRA y ARTe de CoReA otoño 2015
Una publicación trimestral de la Fundación Corea 2558 Nambusunhwanno, Seocho-gu, Seúl 137-863, República de Corea http://www.koreana.or.kr
“Los sonidos del mar de Tongyeong” Suh Hyung-il Óleo sobre lienzo, 45,5 x 53.0cm de 2011
ENtREVIStA
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‘Mi talento es esperar, mi fuerza es sentir compasión’ Im Heung-soon, ganador del León de Plata en la Bienal de Venecia de 2015
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LIBRoS Y mÁS
“Princess Bari” una inquietante historia de mezcla de mito y realidad
“Sin ti, no hay nosotros” una singular mirada al interior del “Reino ermitaño”
Kwon Keun-young
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EL GUARDIÁN DEL PAtRImoNIo
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Embalar tesoros culturales: Pasión y carrera de una vida
“Breve biografía de Yuja” Representación sarcástica de la modernización de Corea
http://www.kmdb.or.kr/eng/
Chung Jae-suk
Tesoros hallados en la Filmoteca de Corea Charles La Shure, Lee Woo-young
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oPINIóN DESDE LA LEJANíA
¡Yo viví en Corea!
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Guillermo Ortega
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RePoRTAJe eSPeCIAL
La alosa manchada, más suculenta en época de cosecha arrocera Park Chan-il
tongyeong: Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos REPoRtAJE ESPECIAL 1
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DELICIAS DEL GoURmEt
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ENtREtENImIENto
Las grandes películas que tocan el corazón de los coreanos Kim Young-jin
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EStILo DE VIDA
Tongyeong atrae por su inesperado encanto
Una nación obsesionada con el café
Han Kyung-koo
ENAmoRADo DE CoREA
REPoRtAJE ESPECIAL 2
Yukari Muraoka: Atraída por el sabor de la cultura
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JoRNADAS DE LItERAtURA CoREANA
Darcy Paquet
Kang Je-yoon
EN EL CAmINo
REPoRtAJE ESPECIAL 3
‘Una enciclopedia de Arte andante’ Kim Dal-jin
El hogar de los artistas que soñaban con la libertad
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Amasar — Un proceso de reconciliación
Al refugio de las islas, alimentados por el mar
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Kim Yong-sub
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Chang Du-yeong
Fideos Kim Sum
Kang Shin-jae
Lee Chang-guy
REPoRtAJE ESPECIAL 4
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Revivir la artesanía tradicional con sensibilidad moderna Lee Kil-woo
REPoRtAJE ESPECIAL 5
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Exquisitas delicias del mar Song Young-man
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RePoRTAJe eSPeCIAL 1 Tongyeong: Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos
Tongyeong
Han Kyung-koo Antropólogo cultural; Profesor de la Facultad de Artes Libres de la Universidad Nacional de Seúl Ahn Hong-beom Fotógrafo
atrae por su inesperado encanto Tongyeong ha sido elegida por los coreanos como una de las tres primeras ciudades del país a las que se mudarían si se dieran las circunstancias. Sus múltiples atractivos, como su colorida historia y su tonificante vitalidad, la convierten en un lugar difícil de definir. Con una población de 140.000 habitantes, esta pequeña ciudad en la costa sur de Corea ha prosperado pos su constante ritmo de cambio y tras atravesar diversas circunstancias. en su día fue punto neurálgico del transporte marítimo, así como ciudad militar, y hasta centro para la artesanía y el comercio tradicional. Tongyeong es ampliamente conocida como ciudad de la cultura y las artes, hogar de muchos escritores, pintores y músicos. También distribuye productos del mar, deliciosos mariscos que durante todo el año atraen a los amantes de la gastronomía. Como Centro Regional de Competencia de las naciones unidas, Tongyeong aspira hoy a convertirse en una Ciudad Creativa de la uneSCo gracias a sus recursos musicales. 4 KoREANA otoño 2015
Vista desde el aire del centro de Tongyeong, la isla de Mireuk y las islas de la costa de Tongyeong, parecen conformar una hermosa pintura de acuarela. Vista aérea de Tongyeong al amanecer.
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ongyeong no es una isla. Conectado con el continente por un estrecho istmo, hasta las invasiones japonesas de finales del siglo XVI era un apacible pueblo de pescadores llamado Duryongpo (“Puerto de la Cabeza del Dragón”), aunque es cierto que tenía la personalidad de una isla. La primera victoria de Corea contra los invasores japoneses durante la guerra de los siete años fue la batalla de Okpo, desatada en las aguas que rodean a la isla de Geoje. La batalla de la isla de Hansan, que proporcionó una de las tres victorias cruciales de la guerra, tuvo lugar en el séptimo mes de 1592 frente a la costa de Tongyeong. Para centralizar el control de sus fuerzas navales, en el octavo mes de 1593 la corte de Joseon
nombró a Yi Sun-shin almirante principal de la Comandancia de Marina de las Tres Provincias (Gyeongsang, Jeolla y Chungcheong). El comandante era responsable de los funcionarios y las flotas de las tres citadas provincias del sur, así como de cinco puestos navales. Como tal, comandó el grueso de las fuerzas navales de Joseon y dirigió todas las batallas navales en las aguas del sur.
Centro neurálgico marítimo y bastión defensivo La base naval regional se estableció en la isla de Hansan por primera vez y a partir de entonces se trasladó en varias ocasiones hasta situarse en 1604 en su ubicación permanente de Tongyeong. CULTURA Y ARTE DE CoREA 5
Estuvo operativa durante casi trescientos años hasta su cierre en 1895. El nombre de Tongyeong proviene de la palabra tongjeyeong, que significa “cuartel general de la armada”. Desde 1955 hasta 1994 fue llamada Chungmu en referencia al título póstumo Chungmugong (Señor de la Lealtad y la Caballería) del almirante Yi Sunshin. Tongyeong logró convertirse en un potente centro comercial en la segunda mitad de la Dinastía Joseon, y durante el período colonial (desde 1910 hasta 1945) un considerable número de expatriados japoneses se establecieron en la zona, gracias al papel de la ciudad como un núcleo de transporte marítimo; pues estaba cerca de Busan y de la isla de Tsushima, y también se encontraba en la ruta de Busan a la provincia de Jeolla. Esta ubicación privilegiada convirtió a Tongyeong en un blanco de ataque de las fuerzas norcoreanas durante la Guerra de Corea (1950-1953). Corea del Norte pretendía tomar Tongyeong y utilizarlo como base para avanzar hasta Busan a través de la isla de Geoje y de Masan, lo que presentaba una grave amenaza para las fuerzas de Corea del Sur y de las Naciones Unidas. Sin embargo, la unidad naval enviada para defender la isla de Geoje llevó a cabo un desembarco anfibio y más tarde logró expulsar a los norcoreanos y retomar Tongyeong; hecho que tuvo lugar un mes antes del famoso desembarco de Incheon en septiembre de 1950. Tongyeong fue el primer lugar del país en el que se intentó esa estrategia. Las fuerzas navales de Corea se hicieron famosas en un artículo escrito por la corresponsal de guerra del New York Times, Marguerite Higgins (1920-1966), donde relataba: “Son capaces de capturar hasta al diablo”.
una ciudad militar que aspira a la paz Si vis pacem, para bellum (Si quieres la paz, prepárate para la guerra). Tongyeong se desarrolló como ciudad militar para acoger el traslado de la sede naval de las tres provincias del sur de Joseon. Sin embargo, puede considerarse una ciudad de paz, ya que se planeó con el objetivo de prevenir guerras e invasiones futuras y por tanto de mantener la paz. En el centro de la ciudad hay un imponente edificio histórico -que es al mismo tiempo funcional y simbólico- constituido como el corazón de las fuerzas navales de Joseon. Bautizado con el nombre de Sebyeonggwan, esta majestuosa estructura manifiesta el deseo de poner fin a todas las guerras manteniendo alejadas las armas. Su puerta principal se llama Jigwamun, y fue denominada así por su disposición a deponer guardadas las armas de guerra, como expresión de la voluntad del Estado de preservar la paz manteniendo una defensa fuerte. Desde el momento de su fundación, la sede de la Armada trató de financiarse de forma independiente. En plena guerra, el almirante Yi Sun-shin no podía esperar a recibir apoyo financiero del gobierno central, por lo que ordenó cultivar las granjas para asegurar alimentos para sus tropas y también aportar alimentos a los 6 KoREANA otoño 2015
civiles. Sus soldados también acumularon pescado y sal para financiar los esfuerzos bélicos. Además, se crearon los Doce Talleres de Tongyeong, donde expertos artesanos fabricaban armamentos y otros equipos militares; y produjeron no solo productos militares, sino también herramientas agrícolas y artículos de uso doméstico. Algunos de ellos eran enviados a la corte como ofrendas, mientras que el resto eran vendidos para financiar la sede naval. Por tanto, la fama de Tongyeong como centro de artesanía -sirvan como ejemplo los diversos tipos de colchas que allí se fabrican- tiene sus raíces en la historia naval. La demanda de tela acolchada surgió al precisarse para los uniformes militares; y se dice que todas las mujeres de Tongyeong se convirtieron en maestras en el arte de acolchar, ya que cosían uniformes para sus maridos e hijos.
Avances en el comercio y la industria Los Doce Talleres finalmente comenzaron a aumentar su producción de artículos para el hogar y productos para la vida diaria, además de suministros militares. Durante los años de Yeongjo (quien reinó desde 1724 hasta 1776) y de Jeongjo (desde 1776 hasta 1800) las habilidades de los artesanos se desarrollaron lo suficiente como para acuñar monedas de forma independiente. También se introdujo la producción cooperativa, lo que supuso el primer paso de la sociedad tradicional hacia la industrialización. Como los talleres prosperaron y ganaron fama en todo el país, sus productos -entre ellos los sombreros de crin para hombres de la clase alta, las mesas de comedor y las incrustaciones de perlasse expandieron en los mercados locales y aumentó el tamaño de la población residente. La tecnología utilizada para construir y reparar barcos de guerra se aplicó a la fabricación de buques comerciales, a la vez que se crearon almacenes de productos finalizados. Con el aumento del tráfico marítimo de pasajeros y mercancías, las autoridades navales tomaron medidas para ampliar el mercado. Entonces comenzaron a aparecer tiendas especializadas en arroz, telas, accesorios, tabaco y pepinos de mar, convirtiendo a Tongyeong en un núcleo comercial clave de la región costera de Gyeongsang. El centro de la ciudad se expandió, como es natural, en respuesta a estos avances. A medida que esta zona central se volvió más congestionada, la gente comenzó a asentarse en las islas cercanas y la población de Tongyeong se duplicó entre el siglo XVIII y el final del siglo XIX. Con 7,2 personas por hogar su densidad de población era mucho mayor que la de Seúl, cuya cifra solo era de 4,4. Justo antes de la llegada de la era moderna, Tongyeong era la décimo segunda ciudad más grande de Corea en términos de población, por delante de Mokpo y Jinju. el aumento de los problemas y la explotación colonial Los habitantes de Tongyeong no solo eran incansables supervivientes, sino que también tenían un gran orgullo y una fuerte conciencia social; algo que se podría atribuir a la presencia de la base
Un viejo mapa de Tongyeong creado en 1830 muestra el centro de la ciudad rodeado de murallas, así como Gangguan, el puente Gullyang que conecta con la isla Mireuk e innumerables islotes de todos los tamaños en el mar. Este mapa fue adquirido en una página extranjera de subastas online por Seol Jong-guk, director del hotel Geobukseon en Tongyeong.
Tras la apertura al exterior de los puertos de Corea, Tongyeong emergió como uno de los lugares más cosmopolitas del país, absorbiendo rápidamente las influencias japonesas y occidentales. Por otra parte, con la afluencia adquirida gracias a la pesca y a las actividades comerciales, se puso a la vanguardia de la modernización de Corea. CULTURA Y ARTE DE CoREA 7
naval en la ciudad durante trescientos años. En la jerarquía oficial de Joseon, el comandante naval ostentaba un segundo puesto, equivalente al de un gobernador provincial. Once pueblos cercanos, entre ellos Jinju, Changwon, Gimhae, Jinhae, Sacheon y Geoje, así como 23 campos de las fuerzas navales, fueron colocados bajo su supervisión. Cuando había alguna emergencia, los líderes de estos distritos y sus tropas seguían sus órdenes. Fue un gran shock el momento en que se clausuró la sede naval de las tres provincias del sur, junto con la comandancia naval provincial de Gyeongsang, como parte de las reformas de Gabo de 1895, que Joseon aplicó como parte de un movimiento hacia la modernización. Los numerosos oficiales y personal que habían trabajado en la sede naval perdieron sus puestos de trabajo; y una gran parte de los artesanos que habían tomado parte en los Doce Talleres regresaron a Seúl y a otras regiones del país. Algunos se asentaron en las proximidades y siguieron trabajando en la zona, pero la artesanía tradicional en su conjunto experimentó un descenso. Cuando Joseon finalmente abrió al mundo sus puertos en el siglo XIX, llegaron los pescadores japoneses en busca de nuevos caladeros. Respaldados por el apoyo político y administrativo de su país, los pescadores japoneses trajeron tecnología y equipos avanzados que, junto con el capital, fueron utilizados para monopolizar los caladeros más abundantes. Así, comenzaron a controlar los asuntos comerciales y financieros en Tongyeong; y el número de ciudadanos japoneses que residían en la ciudad también comenzó a aumentar. Algunas autoridades regionales de Japón, como las de la prefectura de Okayama, aportaron subvenciones a la pesca para alentar a sus pescadores a establecer un asentamiento colonial de facto en Corea. La industria pesquera de Tongyeong, que afrontó serias dificultades durante los turbulentos años que siguieron a la liberación de Corea del dominio japonés en 1945, logró pasar de los métodos tradicionales a los modernos, y fue creciendo de forma estable. En 1966 se estableció una base para el desarrollo de la pesca en la isla de Yokji, y al año siguiente se inauguró un criadero de peces en Tongyeong para promover la piscicultura. Bendecido con unas perfectas condiciones naturales, Tongyeong surgió como uno de los principales centros neurálgicos de pesca. Aunque no dejó de ser un núcleo de la industria pesquera moderna y del transporte marítimo, la capacidad económica y cultural de Tongyeong disminuyó durante el período de rápido crecimiento económico de Corea. Por otra parte, la industria pesquera en su conjunto se topó con una serie de diversas cri1 sis. Cuando la marea roja llegó 8 KoREANA otoño 2015
a sus aguas provocó muertes masivas de peces y mariscos, lo que supuso el cese de las exportaciones de ostras de Tongyeong. En los años 80 y 90 la ciudad experimentó un bache, al registrar un crecimiento de la población cercano al cero por ciento. A mediados de la década del 2000 prosperó la industria de la construcción naval y por un tiempo superó en importancia a la industria pesquera. Finalmente, sin embargo, se valoró positivamente el hecho de que el aislamiento relativo de Tongyeong respecto al desarrollo industrial ayudara a preservar su entorno natural.
una hermosa ciudad llena de sorpresas Tongyeong se enorgullece de ser una ciudad de las artes; pues un gran número de reconocidos escritores y artistas han nacido y crecido en esa ciudad, incluyendo a los poetas Kim Chun-su (19222004) y Yu Chi-hwan (1908-1967), al dramaturgo Yu Chi-jin (19051974), al compositor Yun I-sang (1917-1995),al pintor Jeon Hyucklim (1916-2010) y a los novelistas Park Kyong-ni (1926-2008) y Kim Yong-ik (1920-1995). No en vano, en las calles y los parques de la ciudad abundan los monumentos, galerías y salones conmemorativos dedicados a la memoria y obra de estos artistas. La mayoría de la gente se sorprende de que una ciudad tan pequeña pueda producir tantos ilustres artistas. Algunos aseguran que es por la belleza del entorno, mientras otros afirman que la tradición de los Doce Talleres fomentó un ambiente creativo ideal. Sin embargo, lo primero que hay que tener en cuenta es que la mayoría de estos artistas realizaron su actividad durante el mismo período histórico. Aunque hoy es un lugar pequeño y gastado por el tiempo, en el pasado Tongyeong fue una ciudad próspera y conocida por su ambiente moderno. Fue la primera ciudad planificada de Joseon y una urbe pionera en las reformas económicas y sociales. Al ser el centro neurálgico de la región de la costa meridional, la ciudad era un terreno fértil para la cultura y las artes. Tras la apertura al mundo exterior de los puertos de Corea, Tongyeong emergió como uno de los lugares más cosmopolitas del país, absorbiendo rápidamente las influencias japonesas y las occidentales. Por otra parte, tras la afluencia adquirida a través de la pesca y las actividades comerciales, se ubicó a la vanguardia de la modernización de Corea. Con la vista puesta en las oportunidades económicas del lugar, muchos japoneses ya se habían establecido en Tongyeong incluso antes de la anexión de Corea a Japón en 1910. Todos los edificios de la base naval, a excepción de Sebyeonggwan, fueron demolidos y en su lugar se construyeron una escuela, un
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juzgado y una oficina de recaudación. La ciudad creó un moderno centro al estilo japonés y se repararon las carreteras y las instalaciones portuarias. En 1931 se completaron el canal y el túnel submarino de Tongyeong; y a mediados de la década de 1930 había unos 6.000 ciudadanos japoneses viviendo en el Condado de Tongyeong, de los que aproximadamente la mitad residían en la ciudad. La influencia occidental también llegó desde el principio a Tongyeong. Misioneros anglicanos y presbiterianos de Australia comenzaron a realizar actividades de proselitismo religioso en la ciudad entre 1894 y 1895. En 1905 se construyó una iglesia, y posteriormente un jardín de infancia entre 1911 y 1912. Aunque los misioneros fracasaron en su objetivo de fundar un centro educativo de primaria, abrieron la Escuela de Formación de Jinmyeong para educar a las niñas mayores, y también operaban colegios nocturnos. Tongyeong participó activamente en diversas iniciativas sociales, como el Movimiento por la Independencia del 1 de marzo de 1919, el movimiento juvenil, la lucha obrera y el activismo campesino; así como el movimiento político nacionalista de Singanhoe (“Nueva Sociedad Original”). Por otra parte, la pasión por la educación de los residentes locales era tan fuerte que, excluyendo a Seúl, Tongyeong era la localidad que más jóvenes enviaba a estudiar a Japón. Después de la liberación del dominio japonés, los ciudadanos de Tongyeong fueron muy activos a la hora de construir una nación democrática independiente. Esta tradición de activismo social tiene su origen en las impor-
1 Las réplicas del barco tortuga o geobukseon (izquierda) y el panokseon (derecha) están atracadas en la bahía de Gangguan. El barco tortuga, diseñado por el almirante Yi Sun-sin, tenía una cubierta superior de metal y picos de hierro para repeler el ataque de las fuerzas navales japonesas. Junto al panokseon -un buque de guerra con la torre de mando en la parte superior de la cubierta- el barco tortuga, con su formidable arsenal de armas, fue clave en la victoria de Joseon en las batallas navales contra los invasores japoneses en la guerra de Imjin de finales del siglo XVI. 2 Sebyeonggwan (“Sala de limpieza de armas”). Construido en 1604, fue uno de los principales edificios de la Comandancia de la Armada de las Tres Provincias, con sede en Tongyeong. Su nombre significa “limpiar las armas con la fuerza de la galaxia” y expresa el deseo de evitar que se repita la guerra.
tantes iniciativas de base que continúan caracterizando a Tongyeong, incluso a día de hoy. “Green Tongyeong 21” es una asociación público-privada creada para llevar a cabo en el ámbito regional los objetivos del Programa 21, aprobado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. La ciudad también ha sido nombrada Centro Regional de Competencia de las Naciones Unidas (RCE) en Educación para el Desarrollo Sostenible. Green Tongyeong 21 ha revivido con éxito Dongpirang, un barrio en ruinas bajo amenaza de demolición, y lo ha convertido en un inspirador pueblo de murales en el que han resurgido las comunidades, hasta el punto de convertirse en un popular destino turístico. Sin duda, Tongyeong continuará reinventándose y nos seguirá sorprendiendo con su increíble diversidad y su imperecedero encanto. (Traducido por Atahualpa Amerise) CULTURA Y ARTE DE CoREA 9
RePoRTAJe eSPeCIAL 2 Tongyeong: Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos
AL ReFugIo de LAS ISLAS, ALImenTAdoS PoR eL mAR Kang Je-yoon Poeta; Director del Instituto de Humanidades Pressian, Escuela Insular Choi Jung-sun Fotógrafo
Tongyeong es una agradable mezcla de montañas, islas y mar. dos montañas guardianas, yeohangsan y mireuksan y la Bahía de gangguan abrazan su orilla, junto a la que durante todo el año se aposenta un bullicioso y transitado mercado: estas son algunas de las cosas que hacen vibrar y dan vida a la ciudad. Los mares de la costa están repletos de islas de todos los tamaños, que son como joyas en el agua. veamos cómo viven las personas que han instalado su hogar en tan pintoresco entorno.
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Las anchoas reciĂŠn capturadas se agitan en las redes del barco de pesca. Las anchoas de Tongyeong se procesan en el barco para mantener su frescura. Un convoy de pesca de anchoas consta por lo general de cuatro embarcaciones: un buque de exploraciĂłn, dos barcos de captura con redes y uno con instalaciones de procesamiento.
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“U
n lugar donde el mar te llama, incluso cuando estás dormido”. Tongyeong es una hermosa ciudad portuaria, bañada por el salobre olor del océano. Gracias a la isla Mireuk (“Isla del Buda Maitreya”), que se encuentra frente a la península de Tongyeong y actúa como rompeolas, este es un puerto natural bendecido con vientos y aguas apacibles. La bahía Gangguan, que llega al centro urbano, es el corazón de la ciudad. Los barcos surcan el agua a cualquier hora del día, mientras que los peces que fueron capturados durante la noche se venden en el Mercado Central, que se alza junto al agua. La bahía y los barcos de pesca convierten a Tongyeong en un privilegiado centro de distribución de productos marinos.
el monte mireuk y el pueblo de dongpirang El monte Mireuk alberga cómodamente la ciudad de Tongyeong. En la montaña se ubican el Templo Yonghwa y la ermita Dosol, de más de mil años de antigüedad. El monte Mireuk no sólo protege la ciudad: además de resguardar a las personas de los fuertes vientos y las feroces olas, durante mucho tiempo también ha sido por sí mismo objeto de culto. Actualmente un teleférico transporta a los visitantes hasta la cima de la montaña, donde una gran perspectiva se extiende frente a la vista: la ciudad de Tongyeong y las islas abajo frente a la costa, y Samcheonpo y Namhae, al igual que las islas de Goseong, Sacheon y Geoje, en la distancia. Además, la cumbre alberga sobre un montículo el faro de la Comandancia de Marina de Tres Provincias, que vigilaba la zona durante la invasión japonesa (conocida en Corea como la Batalla de Imjin, 1592-1598). No en vano, el pueblo que se ubica al pie de la montaña se llama Bongsugol, que significa “valle del faro”. 12 KoREANA otoño 2015
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1 La mayoría de los peces recién capturados por los pescadores de Tongyeong se secan en el acto. Aunque requiere mucho trabajo elaborar el pescado seco, los productos terminados se venden a altos precios, por lo que a los pescadores realizar esta tarea les merece la pena. 2 Las mujeres de la aldea se encargan de las redes de pesca. Las redes dañadas deben ser reparadas con cuidado para asegurar que puedan usarse de nuevo.
Entre el camino que sube por la ladera sur del monte Mireuk está el templo Mirae. Entremezclado con el paisaje de montaña que lo rodea, este templo budista es famoso por su increíble arquitectura; pero su mayor tesoro es su bosque de cipreses. Sus árboles fueron plantados por los japoneses durante el período colonial (1910-1945), y más tarde fue adquirido por el templo para su cuidado y gestión. Con una superficie de unos 50.000 pyeong (unos 165.000 metros cuadrados), el bosque se considera un lugar idóneo para la sanación. Caminar por sus senderos es una indiscutible forma de limpiar el cuerpo y el espíritu. En estos días la mayor sensación de Tongyeong es el pueblo llamado Dongpirang. Su nombre significa “acantilado del lado oriental”. El que en su día fuera el barrio más destartalado de la ciudad de Dongpirang, comenzó a ser noticia cuando una organización cívica local llevó a cabo un proyecto para revitalizar la zona. En 2007, el gobierno de la ciudad de Tongyeong elaboró un plan para demoler todo el pueblo y crear un parque en su lugar. Pero la responsable de la organización cívica no quería que las casas antiguas, ni los callejones, ni otros vestigios del pasado desaparecieran, y sugirió un plan para conservar lugar en vez de acometer una reurbanización. En vez de destruir el barrio, convenció a las autoridades de la ciudad de que merecería la pena tratar de imbuir el lugar con la cultura, de forma que reflejara y abrazara la historia de la zona y la vida de los residentes. Ella pensaba que tanto ese antiguo y destartalado pueblo como sus callejones eran preciosos y valía la pena preservarlos. Los estudiantes universitarios llegaron y empezaron a pintar murales en las paredes de los edificios en ruinas. Y cuando Dongpirang se hizo famoso por los murales, los turistas comenzaron a llegar. Todo lo que hicieron fue pintar unos murales en las paredes de las casas antiguas, pero eso fue suficiente para que el pueblo volviera a la vida. El barrio antiguo -amenazado de CULTURA Y ARTE DE CoREA 13
extinción- es tan agradable al espíritu que revivió por su colorido paisaje.
La bahía de Tongyeong y la isla de yokji En las aguas de Tongyeong hay unas 500 islas de todos los tamaños, muchas de ellas rodeadas de piscifactorías. Tongyeong es especialmente famoso por sus ascidias y sus ostras, que representan entre el 60-70 por ciento de la producción total de Corea. Criadas en aguas claras y limpias, las ostras frescas de Tongyeong en invierno poseen un maravilloso y suave sabor. Tongyeong se convirtió en criadero de ostras en la década de los 60, cuando las balsas flotantes llegaron al pueblo de Gwangdo. En la primavera de los barcos van y vuelven por la bahía, remolcando los frutos marinos criados en las piscifactorías agrupados entre las redes; y las ascidias parecen flores rojas que florecen en el agua. Las ascidias (Halocynthia roretzi) empezaron a ser un alimento conocido tras la década de 1 1970, cuando se empezaron a cultivar por primera vez en Tongyeong y otras zonas costeras. Antes solo las comían aquellas personas que vivían a orillas del mar. Así, las ascidias salvajes recogidas por los buzos en el mar eran un preciado bien que rara vez llegaba a los habitantes de la ciudad. Actualmente, en las ciudades, las ascidias se comen generalmente crudas; mientras que las personas que viven junto al mar las preparan de varias formas: cocidas en sopa, crudas y sazonadas o mezcladas con arroz. La isla de Yokji, que agrupa una serie de islotes a más de una hora en ferry desde Tongyeong, ofrece una vista abierta al mar. Es un lugar especial que ofrece la abigarrada belleza del archipiélago marino Dadohae mezclada con la emoción del mar. Unas 1.500 personas viven en la isla. Sus hermosos senderos para hacer caminatas atraen a personas durante todo el año, sobre todo al punto más alto de la isla, Cheonwangbong (“Pico del Rey Celestial”, a 392 metros). Desde allí las innumerables islas de los alrededores quedan a la vista. La perspectiva desde la gran roca plana a la que se llega tras cruzar el puente colgante es verdaderamente increíble. Como toda la isla es montañosa, posee infinidad de bosques; pero sin duda el mejor es el de castaños chinquapines (Castanopsis cuspidata var. Thunbergii) en Jabupo; pues es poco común que los castaños crezcan de forma natural entre los cálidos bosques de Corea. Otra famosa atracción de Jabupo son las “abuelas baristas”, un grupo de mujeres de avanzada edad -de entre 60 y 80 años- que regentan una cafetería donde hornean galletas hechas de batatas cultivadas en la isla y tuestan sus propios granos de café. En los viejos tiempos, la isla de Yokji era un importante centro de pesca que congregaba a miles de barcos; pero actualmente la piscifactoría es la principal industria y las aguas cercanas están repletas de jaulas para criar besugos, pez roca (cabracho) y mero. En estos días también abunda la cría de caballa, que comenzó a hacerse popular en la isla de Yokji y ahora se ha extendido a otra isla próxima, Yeonhwa. El 14 KoREANA otoño 2015
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1 Jabupo es un lugar famoso por las “abuelas baristas”, mujeres de edad avanzada en sus 70 y 80 años, que regentan un café en la isla de Yokji. Tomar una taza de café y galletas hechas de batata cultivadas en la isla, es uno de los mayores atractivos para los turistas. 2 Otrora amenazada de demolición, la aldea de Dongpirang se hizo famosa cuando artistas jóvenes llegaron y pintaron murales en las paredes de sus edificios en ruinas. La aldea es ahora una de las atracciones más famosas de Tongyeong, y congrega a turistas de todo el país.
Los estudiantes universitarios llegaron y empezaron a pintar murales en las paredes de los edificios en ruinas. Y cuando Dongpirang se hizo famoso por los murales, los turistas comenzaron a llegar. Todo lo que hicieron fue pintar unos murales en las paredes de las casas antiguas, pero eso fue suficiente para que el pueblo volviera a la vida. El barrio antiguo -amenazado de extinción- es tan agradable al espíritu, que revivió por su colorido paisaje.
sabor de la caballa fresca cruda es tan dulce y sabroso que le hará olvidar cualquier otro pescado crudo que jamás haya podido probar.
Los isleños En la isla de Daemaemul hay un camino largo que bordea la costa y permite pasear sin perder de vista el océano. Es un placentero y agradable sendero que conduce a los acantilados. Cuando acaba el bosque se entreabre la fantástica vista de unas llanuras cubiertas de hierba con el mar al fondo. La parte de atrás de la isla está repleta de fantásticas formaciones rocosas; y por entre las rocas de la ladera de la montaña, cada vez asoman más árboles de hoja perenne, como castaños chinquapines y camelias, que como si fueran ramos gigantes de flores verdes. Desde el observatorio en la cima de Jangunbong (“Pico General”), las CULTURA Y ARTE DE CoREA 15
islas Somaemul y Deungdae parece que estuvieran al alcance de la mano, y su perspectiva evidencia la famosa belleza de isla Somaemul. Así que, el mejor lugar para apreciar tanto la isla Somaemul como la isla Deungdae, es otra isla: Daemaemul. Allí las mujeres buceadoras, conocidas como haenyeo, reúnen abulones, peonzas cornudas, erizos de mar y ostras, entre otros frutos marinos. Uno de los grandes placeres de viajar a las islas es permanecer sentado en el muelle con una bebida y comer ostras del tamaño de un puño recién traídas del agua por las buceadoras. En isla Chu abunda el pez baboso (Liparis tessellatus) y todos los barcos de pesca de la isla ponen trampas para capturarlo. La temporada dura desde finales de otoño hasta invierno, y durante este periodo, toda la isla se convierte en un campo de secar pescado. Secar el pescado es un trabajo duro, pero es mucho más rentable que venderlo fresco. Como simple curiosidad, su sopa es un infalible remedio contra la resaca. Isla Yeonhwa (“Isla de Flor de Loto”) es una gran montaña. Sus residentes viven cómodamente agrupados en sus empinadas laderas. La vista de la costa de Yongmeori (“Cabeza del Dragón”) desde la cima de la montaña es impresionante. Las viejas damas de la localidad de Yeonhwa-ri venden un makgeolli, vino de arroz casero, del que una sola copa es más que suficiente para saciar la sed de cualquier viajero. A su lado está isla U, cuyas rutas de senderismo a lo largo de la costa son impresionantes. El plato típico de la isla son las algas, ingrediente principal del menú que suelen preparar las esposas de los pescadores, servidas con arroz en distintas modalidades. No hay nada más saludable que el arroz al vapor con tot (una variedad de alga marrón) o que el arroz con diversos tipos de algas, como la alga roja, mezclado con salsa de soja. Los platos elaborados con liebre de mar y percebes son exquisitos manjares que rara vez se pueden degustar en otro lugar. (Traducido por Javier Castañeda) 16 KoREANA otoño 2015
UN ANCIANO CON EL CORAZÓN DE UN BODHISATTVA
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En el muelle de isla Yeonhwa, un anciano repara su red de pesca (jubok, en coreano). Es una red que se amarra a la tierra, un tipo que apenas se usa ya. Trabajaba bajo el calor del sol portando un sombrero en forma de pequeña sombrilla, y me pareció una buena idea comprar uno para protegerme. Le pregunté de dónde había sacado el sombrero y me respondió: “¡Venden un montón en internet!”. El anciano nació y se crió en la isla. Tras cumplir con sus obligaciones militares pasó más de 30 años como maquinista en un trasatlántico. Sólo regresó a la isla cuando su anciana madre cayó enferma con demencia. Desde entonces, el viejo ha estado cuidando de su madre, que ahora tiene 92 años. Pero no arregla la red de pesca para él. Las jaulas de las piscifactorías se hallan dispersas por todas las aguas entre las islas de Yeonhwa y de U; pero a veces las redes se rompen y los peces escapan en masa. Entonces, los propietarios de las piscifactorías incurren en grandes pérdidas que a veces les llevan hasta la quiebra. El viejo ha visto a varias de esas personas caer en la desesperación tras un incidente de este tipo. Así que se dispuso a reparar su red, sin buscar nada a cambio; para que la próxima vez que alguien sufra un incidente similar, intentar minimizar la pérdida de peces usando su red. Él cree que instalando esta red a cada lado del lugar donde se produzca la fuga, ayudará al acuicultor de turno a recuperar -al menos- algunos de los peces. Preocupado porque los propietarios de una piscifactoría en quiebra “no puedan siquiera ir a buscar trabajo a ninguna parte” si su negocio se hunde, el anciano espera que su pequeña aportación pueda servir de alguna ayuda. Me recordó a un bodhisattva, cuyo objetivo es ayudar a otros a alcanzar la orilla.
1 La irregular costa rocosa de la isla de Yeonhwa forma un paisaje espectacular. La vista del agua de color de jade bajo la pasarela de suspensión, inaugurada en 2011, es inolvidable. 2 Un anciano que nació en la isla de Yeonhwa y pasó 30 años trabajando en un trasatlántico, pasa los días arreglando su red de pesca y cuidando de su madre, que padece demencia. Comenzó a usar esas redes cuando vio que algunos de los pescadores de la isla se iban a la quiebra cuando ocurría un accidente en sus piscifactorías.
©Kang Je-yoon
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RePoRTAJe eSPeCIAL 3 Tongyeong: Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos
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eL HogAR de LoS ARTISTAS que SoñABAn Con LA LIBeRTAd
Lee Chang-guy Poeta y crítico literario Ahn Hong-beom, Choi Jung-sun Fotógrafos
nacidos en la época de la dominación japonesa, los artistas de Tongyeong marcaron toda una época con sus pinturas, canciones, poesías y novelas. Tongyeong, una ciudad moderna, autosuficiente y próspera, les proporcionó un terreno fértil para que florecieran sus sueños. esta pequeña ciudad portuaria en la costa sur de Corea, ofrece un ambiente artístico único que inspira a las personas hasta convertirse en artistas o poetas. 18 KoREANA otoño 2015
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os lugareños de Tongyeong no dudan en referirse a su localidad natal como “ciudad del arte y la cultura”; si bien aquellos que al oír esta descripción piensan inmediatamente en Florencia, París o Viena podrían mostrarse escépticos. ¿Ha desarrollado Tongyeong realmente una cultura capaz de definir una época, al igual que esas otras ciudades europeas de ilustre reputación? En general, podemos decir que un lugar adquiere una identidad distinta cuando cierta imagen mental es compartida por aquellos que la experimentan a través de su comprensión del lugar y el contexto de las actividades humanas que allí se desarrollan, lo que hace que el sitio en cuestión sea especial. Las personas que preguntan “¿qué ocurrió aquí?” o “¿quién vive aquí?” valoran la ciudad según la relación de ésta con eventos o personas importantes. Un ejemplo es Salzburgo, famosa por ser el lugar de nacimiento de Mozart, aunque la gloria que rodea al gran compositor brilló plenamente en Viena, donde pasó gran parte de su vida profesional. Tongyeong no es una ciudad que se haya creado de forma natural. Fue una urbe militar estratégicamente desarrollada después de los siete años de la guerra librada con Japón a finales del siglo XVI. ¿Cómo llegó entonces a ser una ciudad del arte y la cultura?
el conflicto entre la experiencia colonial y la modernidad Tongyeong cuenta, en primer lugar,
con una larga lista de grandes artistas: el compositor Yun I-sang (1917-1995, conocido internacionalmente como Isang Yun), el dramaturgo Yu Chi-jin (1905-1974), los poetas Yu Chi-hwan (1908-1967), Kim Chun-su (1922-2004) y Kim Sang-ok (19202004), los novelistas Park Kyong-ni (19262008, también conocida como Pak Kyongni) y Kim Yong-ik (1920-1995), y el artista Jeon Hyuck-lim (1916-2010), entre otros. Todos ellos nacieron o crecieron en Tongyeong y sus brillantes logros artísticos marcaron el comienzo de la época dorada de las artes modernas coreanas. Todos ellos ya habían logrado una fama considerable a principios del siglo XX, cuando su patria estaba bajo dominio japonés. Durante gran parte de la Dinastía Joseon (1392-1910) Tongyeong prosperó como sede de la Jefatura de la Armada de las Tres Provincias, pero perdió ese esta-
tus en 1895. Para entonces, sin embargo, ya había crecido hasta convertirse en núcleo de pesca costera en el litoral del sur. Con la corriente cálida de Tsushima fluyendo en sus cercanías, la zona era abundante en recursos pesqueros. La ciudad desarrolló desde el principio la industria pesquera y disfrutó de la prosperidad económica. Los constantes intercambios con los japoneses que se habían asentado en la región -incluso antes de que Corea fuera colonizada- también hicieron que sus ciudadanos tuvieran contacto con la nueva cultura. Cuando después del Movimiento de la Independencia del 1 de marzo de 1919 surgió la moda de la educación occidentalizada, los potentados de la ciudad y los propietarios de las zonas de pesca enviaron a sus hijos a estudiar a Japón, con la esperanza de que tuvieran la oportunidad de hallar un trabajo en condiciones.
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1 El Parque Memorial Isang Yun cuenta con una sala de exposiciones que muestra los instrumentos, partituras y otras reliquias del compositor. Situada al lado de su lugar de nacimiento, la exposición permanente ayuda a los visitantes a comprender quién era el compositor y lo que significaban para él su música y su país de origen. 2 Nacido en la adyacente ciudad de Geoje (Bangha-ri, Dundeok-myeon) y criado en Tongyeong, Yu Chihwan fue conocido por su “poesía de la vida, su nihilismo y su resistencia”. El poeta expresó en sus obras un profundo anhelo de su ciudad natal y ahora yace enterrado allí en el cementerio familiar.
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Los altibajos de una vida artística En la década de los años 20 los jóvenes de Tongyeong que regresaron de Tokio fundaron una sociedad literaria y publicaban la revista “El limpiador” (Sojebu). Este proceso fue liderado por los hermanos Yu (Yu Chi-jin y Yu Chi-hwan). El hermano menor, Chi-hwan, había regresado de Japón antes de terminar sus estudios al fracasar los negocios de hierbas medicinales de su padre. Sin embargo, ya había establecido su propio estilo literario influido por los escritores anarquistas japoneses que dominaban el círculo literario de Corea de la época; así como del preeminente poeta coreano Jeong Ji-yong (1902-1950). Su primer libro “Colección de poemas de Cheongma” (Cheongma Sicho ) se publicó en 1939. En ese momento, sin embargo, el poeta sufrió graves dificultades financieras y en la década de los 40 se trasladó a Man-
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churia con su familia para trabajar como administrador de una granja. A diferencia de su hermano menor, Yu Chi-jin logró licenciarse en literatura inglesa en la Universidad de Rikkyo en Tokio. Tras regresar a Corea, con grandes ambiciones en las artes teatrales, fundó el Instituto de Arte Dramático, iniciando el Movimiento del Nuevo Teatro. Yu Chi-jin destacó por su retrato realista de la explotación colonial por parte de los japoneses y del consiguiente empobrecimiento del pueblo coreano. El poeta Kim Chun-su, que enriqueció la poesía moderna coreana con su estilo único conocido como “poesía sin sentido”, tenía una estrecha vinculación con Yu Chihwan. Cuando era niño asistió a la guardería donde la prometida de Yu trabajaba como maestra, y también desfiló en la boda de ambos con un ramo de flores para la
novia. Este joven que estudiaba en Japón -sin objetivos claros en su mente- estaba enamorado de la poesía de Rilke. Como los japoneses reforzaron el reclutamiento de hombres coreanos en el tramo final de la Guerra del Pacífico, se escondió en la casa de su suegra en Masan y más tarde, cuando el país fue finalmente liberado en 1945, se reencontró con Yu Chi-hwan en Tongyeong. Recordando ese momento, Kim afirmó una vez: “Inmediatamente después de la liberación, los artistas de Tongyeong, tanto los consolidados como los aspirantes, se reunieron y fundaron la Asociación Cultural de Tongyeong.” El poeta Yu Chi-hwan fue su presidente, y entre sus principales miembros se encontraban el compositor Yun I-sang, naturalizado más tarde en Alemania Occidental, el poeta Kim Sangok, el difunto dramaturgo Park Jae-Seong, el también compositor Jeong Yun-ju y el artista Jeon Hyuck-lim. Estos creadores “albergaban en sus corazones el ambicioso objetivo de inculcar el espíritu nacional, iniciando un movimiento cultural en su ya liberada patria”. Kim recordó, sin embargo, que el movimiento duró menos de dos años. “Éramos tan jóvenes y estábamos tan llenos de valentía juvenil”, expresó en una ocasión. Su juventud y valentía podían interpretarse como pasión y audacia, pero la agitación de los tiempos proyectó sombras oscuras sobre sus vidas. Después de disolverse el Instituto de Arte Dramático, Yu Chi-jin creó una nueva compañía de teatro, poniendo en escena obras según las
Sorprende que esta pequeña ciudad haya producido tan impresionante variedad de artistas de renombre, pero aún más increíbles eran sus actividades. Estos creadores “albergaban en sus corazones el ambicioso objetivo de inculcar el espíritu nacional, iniciando un movimiento cultural en su ya liberada patria”. 20 KoREANA otoño 2015
instrucciones del gobierno general nipón. Como resultado, su nombre fue incluido en la lista de colaboradores pro-japoneses después de la liberación. En cuanto a su hermano, Yu Chi-hwan, que durante mucho tiempo había sido excluido en los acalorados debates sobre la “literatura pro-japonesa”, recientemente fue descubierto que había escrito un poema que simpatizaba con los colonizadores nipones durante su estancia en Manchuria, eclipsando la importancia de su “auto destierro patriótico”. Al compositor Yun I-sang, que había participado en el incidente de espionaje de Berlín Oriental de 1967 y fue calificado como una amenaza para el país, se le prohibió entrar a Corea, por lo que no pudo volver a su querida tierra natal en el resto de su vida. Más tarde, el Servicio de Inteligencia Nacional volvió a investigar el incidente de espionaje y concluyó que había sido políticamente manipulado por el gobierno, con el objetivo de mantener el régimen. Para este y otros desafortunados artistas, ¿cuál era el sentido y el valor de Tongyeong?
Tongyeong, mi hogar “Mi padre me llevaba a menudo a pescar de noche. Solíamos sentarnos tranquilamente en nuestro barco y escuchar el sonido de los peces saltando, y también las canciones de los pescadores de otras embarcaciones. Los sombríos sonidos de las namdo chang , las canciones populares de las provincias del sur, se extendían entre los barcos; y sus ecos llegaban hasta
1 Apodado “el poeta de las flores”, Kim Chun-su es homenajeado en una exposición permanente que ofrece unas 800 reliquias donadas por su familia. Ubicada junto al muelle, la sala de exposiciones exhibe libros y manuscritos del poeta en el primer piso; y algunos de los muebles, ropa, libros y otros enseres personales que utilizó durante su vida en la segunda planta. 2 Como una de los principales novelistas de la literatura moderna coreana, Pak Kyong-ni escribió muchas obras importantes como “Las hijas del farmacéutico Kim” y “La Tierra". Ella escribió una vez: “La forma más pura y profunda de amor es la compasión”. Sus fotos y reliquias, que proporcionan una visión de la vida de la novelista, se exhiben en el salón conmemorativo con vistas al mar de su ciudad natal.
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©Toji Cultural Foundation
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1 El Salón Memorial Jeon Hyuck-lim en Bongsugol, a los pies del monte Mireuk, tiene unas paredes exteriores finamente decoradas con motivos inspirados en la obra del artista y su hijo Jeon Hyeong-geun. En la exposición se pueden ver las pinturas de Jeon Hyuck-lim, que ha sido elogiado por sus “colores del archipiélago” y su “toque mágico de color”. 2 El pueblo de Dongpirang en la colina que mira a la bahía de Gangguan ha sido revitalizado con los murales pintados en las paredes de las casas antiguas, que se aglomeran a lo largo de las estrechas callejuelas. Al atraer a un interminable flujo de turistas, Dongpirang es considerado como un caso exitoso de revitalización de la aldea.
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el otro lado del mar, como si la superficie del agua fuera una gran caja de resonancia. El cielo estaba salpicado de estrellas”. (De la obra “El dragón herido”, de Yun I-sang). “Me fui a estudiar a Seúl cuando empecé la secundaria. Caminando por las calles, ya fuera frente a los grandes almacenes Hwasin, en Jongno, o en algún lugar cerca de Gwanghwamun, de pronto escuchaba a las gaviotas llorar en el cielo del mediodía; no a unas pocas sino decenas. La vista del mar y el cielo que contemplaba en ese momento era la isla de Janggae, mi ciudad natal. Era la de las gruesas capas de nubes blancas en el cielo y el mar añil expandiéndose lejos hasta el canal de Hallyeo” (De “Cabalgando un burro como un poeta”, de Kim Chun-su). “Para un artista la ciudad natal puede ser la fuente de su creación. El color azul que, de modo tan dominante impregnaba
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mi lienzo en aquel momento -mi “período azul”- era la imagen de las luces en el puerto de Chungmu [antiguo nombre de Tongyeong] y el cielo que tocaba el horizonte, así como el maestro de mi trabajo”. (De “El gran maestro de mi trabajo”, de Jeon Hyuck-lim) "Tongyeong es un pequeño puerto cerca del archipiélago de la costa sur. Situado a medio camino de la carretera costera entre Busan y Yeosu, la ciudad es calificada por los jóvenes del lugar como “la Nápoles de Corea”. Por supuesto, el mar es azul y claro”. “(De “Las Hijas del farmacéutico Kim”, de Park Kyong-ni)
una ciudad de pasión En la ciudad de Tongyeong frente al azul del mar, el legado de estos artistas es muy fuerte y las atracciones culturales sobre su memoria alcanzan un volumen consi-
derable. Los principales ejemplos son la Sala de Conciertos de Tongyeong, sede del festival anual de música internacional, que se celebra en homenaje al compositor Yun I-sang; el Parque Memorial Isang Yun, construido al lado de su lugar de nacimiento; el Salón Literario de Cheongma al pie del Pico Mangil; la Sala de Exposiciones de las Reliquias de Kim Chun-su en la carretera de la costa; el Salón Memorial Pak Kyongni más allá del Puente de Tongyeong; y el Salón Memorial Jeon Hyucklim, en la intersección de Bongpyeong. Aparte de estos espacios culturales hay lugares relacionados con sus historias de vida: por ejemplo la Casa del Té de Seonglim en Hangnam-dong, donde el artista Lee Chung-sop celebró una exposición durante la Guerra de Corea (1950-1953); la oficina de correos de Jungang-dong, desde la que Yu Chi-hwan envió 5.000 cartas a su amante; el callejón de la derecha justo enfrente, donde regentaba un taller de bordado; o la lápida grabada con un poema de Baek Seok (1912-1996), erigida en el barrio, donde se dice que el poeta vagaba inquieto y atormentado por el amor no correspondido de una chica de Tongyeong. Por otro lado, hay un lugar que apunta al futuro de Tongyeong como ciudad creativa. La aldea mural de Dongpirang, con vistas al puerto de Gangguan al frente, solía ser un barrio pobre en las afueras de la ciudad; pero en los últimos años se ha transformado en un espacio cultural vivo: sus maltrechas y angostas callejuelas han sido decoradas con imaginativos murales de artistas jóvenes y atraen interminables hordas de turistas. Tongyeong, otrora una remota aldea de pescadores, se convirtió en el siglo XVII en una base naval y más tarde, en el siglo XX, llegó a ser una próspera ciudad comercial. Actualmente se encuentra inmersa en un nuevo proceso de transformación, como ciudad artística que invita a cualquier persona dispuesta a apreciar y a contemplar las aspiraciones y la pasión por el arte y la cultura de los residentes locales. (Traducido por Atahualpa Amerise)
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RePoRTAJe eSPeCIAL 4 Tongyeong: Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos
1 1 Los herrajes para muebles llamados duseok son adornos metálicos elaborados artísticamente y utilizados como protectores de esquinas o bisagras de las puertas en los muebles de madera tradicionales. Cada pieza se completa después de cientos o incluso miles de retoques. Es necesario dibujar el patrón en una placa de níquel, cortarlo con una sierra de alambre y diseñar el grabado en la superficie de metal incrustando diseños con alambres de plata o cobre, y así sucesivamente. 2 Siguiendo la tradición artesanal de Tongyeong, Song Bang-ung es un maestro artesano en incrustaciones de nácar al que se conoce por sus perfectas habilidades en la técnica del mosaico. Los artículos exquisitos con incrustaciones de nácar de Tongyeong han cautivado a muchas generaciones de mujeres.
Revivir la artesanía tradicional con sensibilidad moderna
Lee Kil-woo Periodista, Hankyoreh Suh Heun-gang Fotógrafo
Los productos artesanos tradicionales fabricados en Tongyeong son tan bellos y están tan magníficamente elaborados que fascinan a cualquier amante de lo exquisito. ¿es posible que el entorno natural de esta ciudad portuaria, una pintoresca extensión del océano cuyas hermosas islas albergan esculpidas montañas, haya aportado a la población local una extraordinaria sensibilidad estética? desde la última etapa de la dinastía Joseon los artesanos de los "doce Talleres de Tongyeong" han sido considerados los más cualificados de la nación y su legado continúa hasta nuestros días. 24 KoREANA otoño 2015
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l Cuartel General del Comando de la Armada de las Tres Provincias, establecido en 1604 durante la dinastía Joseon, movilizó a los artesanos en diferentes especialidades para crear un sistema de producción autosuficiente. Nunca antes se había probado en Corea un sistema industrial integrado por artesanos. Aunque es ampliamente conocido como “los Doce Talleres”, la organización en sí se componía de más de doce locales. En coreano el número doce se utiliza a menudo para describir algo grande en número, como en las expresiones “falda de doce piezas”, que se refiere a una falda larga, o las “doce colinas”, que alude a una serie de numerosas montañas.
desde abanicos hasta aljabas, los mejores productos de la nación Bajo la supervisión de la base naval, los talleres producían diversos bienes para el día a día y suministros militares. Entre ellos destacaban Seonjabang, especializado en abanicos plegables, que el rey solicitaba como regalos para sus funcionarios en Dano (la fiesta tradicional del quinto día del quinto mes lunar); Ibjabang, que fabricaba sombreros de pelo de caballo (gat) usados por los nobles; Chongbang, que elaboraba las diademas (manggeon) y los solideos (tanggeon) que se llevaban bajo el sombrero de pelo de caballo, así como los gorros angulares de los eruditos confucianos (yugeon); Sangjabang, con sus cajas de mimbre o bambú; Hwawonbang,
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mapas militares y pinturas ceremoniales; Somokbang, muebles y artículos de papelería; Yajangbang, artículos de ferretería y armas; Juseokbang, herrajes de estaño o níquel para muebles; Eunbang, artículos de oro o plata; Chilbang, diversas artesanías con lacado; Tonggaebang, aljabas o cajas de flechas; Hwajabang, zapatos; Anjabang, sillas de montar; Paebubang, incrustaciones de nácar; Jupibang, artículos de cuero; y Miseonbang, abanicos redondos. Los talleres de Tongyeong producían estos bienes de alta calidad que se ofrecían al rey o se vendían por todo el país. En consecuencia, a finales del siglo XIX habían evolucionado hasta convertirse en la comunidad de artesanos con la mayor producción y capacidad financiera de entre todas las organizaciones regionales de este tipo. En concreto, los armarios (jangnong) de Tongyeong y las pequeñas mesas de comedor portátiles (soban ) con incrustaciones de nácar, gozaban de una gran popularidad que ha continuado hasta nuestros días. Park Kyong-ni (1926-2008), una prominente novelista de esta ciudad, pidió en su testamento que tres de sus pertenencias fueran guardadas: una vieja máquina de coser, un diccionario de coreano y un armario de nácar elaborado por un carpintero de Tongyeong. “La máquina de coser representa mi vida cotidiana, el diccionario mi amor por la literatura, y el armario mi arte”, explicó. Las soban de Tongyeong se conocían por ser tan robustas que un hombre corpulento podía permanecer de pie en una de ellas con un saco de arroz en el hombro. Por su parte los gat eran un impor-
tante accesorio de moda para la noblero 10) que todavía utiliza su propia za y tener un “gat de Tongyeong”era saliva en su arte. La saliva humana indispensable para cualquier elegante a temperatura corporal aumenta la literato. Se dice que el padre del rey viscosidad del pegamento de origen Gojong, el príncipe regente Heungseon animal, por lo que las piezas pulidas (1820-1898), que era el hombre más de concha de abulón se adhieren rápipoderoso de su tiempo, recibía somdo a la superficie lacada. Mientras breros de crin hechos a medida desde que la mayoría de los artesanos apliesta remota ciudad. can agua caliente con un pincel, Song Sin embargo, cuando la sede naval nunca ha dejado de recurrir al antiguo fue clausurada en 1895 también los método. “Si utilizas un cepillo el calor talleres fueron desmantelados. Los desaparece rápidamente y la humeartesanos que perdieron su trabajo se dad aplicada no es consistente. Lo dispersaron por toda la nación, y algumejor es utilizar saliva, al modo antinos de ellos se asentaron en Tongguo”, asegura. yeong. Después de la Guerra de Corea Hay un viejo dicho en el mundillo (1950-1953), la artesanía de Tongdel comercio: “Uno no se convierte en un verdadero artesano del nácar yeong recuperó su popularidad en todo 2 hasta haber ingerido 30 mal (540 el país. En la década de los 60, cuando 1 Jo Suk-mi es una artesana de persianas de bambú de quinta la economía coreana empezó a despelitros) de pegamento”. En toda su vida generación que ha tenido éxito en el negocio familiar heredaprofesional Song siempre ha tenido gar, tener en casa un exquisito artículo do de su padre, Jo Dae-yong. Apenas ocho años después de gotas de pegamento en la lengua. Es de Tongyeong era un signo de riqueza comenzar a aprender el oficio, ganó el Premio Presidencial en la Exposición de Artesanía Tradicional. Con unas ideas más especialmente conocido por su técnifamiliar. Los muebles de Tongyeong, jóvenes, ha aplicado la artesanía tradicional a los artículos como los armarios de nácar y los ca del mosaico –consistente en cortar modernos para el hogar. cofres, ocupaban los dormitorios de la con un cuchillo una tira fina de con2 Fabricar una persiana de bambú comienza con el corte y procesamiento de las piezas de bambú en tiras tan delgadas gente rica; mientras que la industria cha de abulón en pequeños pedazos como un hilo. Al tejer patrones en las persianas ata las tiras del nácar prosperó con sus talleres y hacer patrones acoplándolos uno a de bambú con hilo de seda, Jo Dae-yong suele dedicar más de dispersos por toda la ciudad. Muchos uno sobre la superficie lacada de un 100 días de trabajo a una sola persiana. Capaces de bloquear el calor del verano sin que deje de entrar el aire, las persianas jóvenes elegían aprender este oficio en objeto de madera. Aprendió las habilide bambú tradicionales han sido elogiadas ampliamente por su vez de ir a la universidad. En un tiempo dades de su padre, Song Ju-an (1901belleza sin pretensiones. en que la población de la ciudad era de 1981), un maestro artesano de primeunas 40.000 personas, más de 1.000 se ra generación, quien enseñó la técnidedicaban a la artesanía de nácar. ca del mosaico a su hijo de 19 años de edad. Sin embargo, la ola de modernización provocó la decadencia en “Los buenos productos de nácar provienen de conchas de abula industria artesana. Los armarios de nácar perdieron su atractivo lón de alta calidad. Los colores son más bellos en los abulones y fueron sustituidos por muebles de estilo moderno. La disminución hembra que en los macho, dice Song”, y agrega: “Las conchas de de la demanda condujo a una reducción en el número de artesanos. abulón cosechadas en el mar cerca de Tongyeong son las mejoPocos jóvenes querían aprender un oficio que ahora ofrecía escasas res”. Hacer muebles con incrustaciones de nácar es un procerecompensas. Así, el gobierno comenzó a ofrecer becas a los tituso laborioso. Precisa al menos seis meses terminar una pequeña pieza y más de tres años una grande como un armario. lares de importantes bienes culturales intangibles y fueron desigJo Dae-yong (b. 1950) es un maestro artesano especializado en nadas como “Activos Culturales Humanos” un total de 45 áreas bal, persianas hechas de tiras de bambú tejidas (Importante Proartesanas, de las que cuatro estaban estrechamente relacionadas con Tongyeong o sus titulares eran de la región. Los maestros artepiedad Inmaterial Nº 114). Cuenta que en su infancia llegaba a su casa un flujo constante de clientes desde diversas partes del país sanos en estas cuatro áreas -los fabricantes de sombreros de crin, para comprar persianas de bambú. Recuerda que “las mujeres productos de nácar, herrajes para muebles y persianas de bambúformaban un gye [fondo privado] para comprar las caras persiason auténticos sucesores de los Doce Talleres de Tongyeong. nas de bambú. En aquellos días las persianas de bambú eran una necesidad de la casa para la mayoría de las familias”. Artesanía fabricada a la antigua usanza Crear varios diseños tejiendo tiras finas de bambú con hilo de Song Bang-ung (n. 1940) es un maestro artesano en incrustaseda requiere de una inmensa paciencia y destreza técnica. En priciones de nácar (Patrimonio Cultural Intangible Importante númeCULTURA Y ARTE DE CoREA 27
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A día de hoy la artesanía tradicional está teniendo un nuevo apogeo en Tongyeong. Los coleccionistas extranjeros se interesan cada vez más por los muebles de nácar producidos aquí. Por su parte, los jóvenes coreanos también están desviando su atención de los productos de lujo europeos hacia las obras maestras tradicionales de su país. mer lugar, las tiras delgadas de bambú procesado -colocadas de modo uniforme- se tejen tensamente por la elevación y el descenso de las numerosas bobinas de hilo de seda que cuelgan del telar. Un tejedor necesita al menos 100 días de trabajo para hacer una pieza decente. El negocio de la familia se ha transmitido a lo largo de cuatro generaciones. Hace 160 años, cuando el bisabuelo de Jo esperaba a ser reclutado tras aprobar el examen estatal de oficiales militares, dedicó su tiempo a tejer una persiana de bambú que ofreció al rey Cheoljong. Su abuelo también aprendió el oficio mientras trabajaba como alcalde del municipio; y su padre inventó la técnica de dibujar de forma detallada para tejer patrones en las persianas. Cuando era niño Jo Dae-yong ayudaba a su padre a recortar tallos de bambú y a procesar las tiras pasándolas por el agujero de una placa de metal, o incluso tejiendo persianas sólidas. 28 KoREANA otoño 2015
Kim Geuk-Cheon (n. 1951) y Jeong Chun-mo (n. 1940) también han recorrido el sendero de la artesanía tradicional, especializándose respectivamente en accesorios de metal para muebles (Patrimonio Cultural Intangible Importante número 64) y en sombreros de crin tradicionales (Patrimonio Cultural Intangible Importante número 4). Las habilidades de los artesanos son legadas en general a su descendencia; pero el trabajo es tan exigente y la recompensa tan reducida que ya poca gente quiere aprenderlas.
Heredando el legado Jo Suk-mi, de 39 años, decidió hacerse cargo de la empresa familiar un poco tarde. Su padre es el fabricante de persianas de bambú Jo Dae-yong. Ella, que se había casado y alejado de su ciudad natal, no podía ignorar los deseos de su padre cuando éste le
dijo: “Es un arte tan difícil que nadie quiere aprenderlo, pero eres mi hija. ¿Podrías considerarlo, por favor?” El trabajo resultó muy difícil para esta mujer que, sin embargo, perseveró con la ayuda de su madre, Im Seong-ae, quien había ayudado a su marido en el oficio, haciendo todo tipo de trabajos manuales en lavanderías o en el muelle. Desde entonces han transcurrido ocho años y hace dos Jo ganó el Premio Presidencial de la Exposición de Artesanía Tradicional. Ella fue incluso más allá de la tradición al aplicar las técnicas a otros tipos de artículos del hogar, como posavasos de té, o decorar con bordados las persianas de bambú. “Las persianas de bambú tradicionales son intrigantes artículos para el hogar que decoran su interior sin imponerse”, explica la artesana. Jeong Suk-hee, de 45 años, no nació en una familia de artesanos. En Tongyeong es conocida como una “artesana de nueva generación” por su interpretación moderna del acolchado tradicional. Se trata de dos capas de tejido acolchado con algodón que se acoplan con una costura apretada a mano. El material acolchado ha tenido diversos usos a lo largo de la historia de Corea, desde uniformes militares para proteger a los soldados de las flechas, hasta ropa de invierno para los pescadores, mantas para llevar bebés y también ropa de cama. Jeong ha dado un toque moderno a los materiales pasados de moda y los ha aplicado a diversos artículos de la vida cotidiana como bolsos, monederos, mochilas, corbatas e incluso artículos de cocina. Para hacer la tela más duradera incluso ha añadido una capa de laca. Sus bolsos de estilo moderno con forros impermeables han sido expuestos en varios lugares, desde hoteles de lujo hasta tiendas libres de impuestos, comercios de souvenirs en el Museo Nacional y el Centro de Artes de Seúl, e incluso en la sala de exposiciones de Cheong Wa Dae, la casa presidencial. De esta manera, ella ha ayudado a elevar a un nuevo nivel la artesanía tradicional coreana. “Afortunadamente vi un nicho de mercado. Decidí que el acolchado tradicional de Tongyeong podría aplicarse con éxito a los elementos modernos para el hogar”, comenta. A día de hoy la artesanía tradicional está teniendo un nuevo apogeo en Tongyeong. Los coleccionistas extranjeros se interesan cada vez más por los muebles de nácar producidos aquí; y por su parte, los jóvenes coreanos también están desviando su atención de los productos de lujo europeos hacia las obras maestras tradicionales de su país. (Traducido por Atahualpa Amerise)
1 Un bolso acolchado hecho por Jeong Suk-ji, una “artesana de nueva generación” que ha continuado la tradición de 400 años de los acolchados de Tongyeong. Con diseños refinados que apelan a los gustos modernos y una capa de laca que aumenta la durabilidad de la tela, ella ha aplicado el acolchado tradicional a diversos artículos de uso diario, como bolsos y corbatas. Trabajando con Jo Seong-yeon, otro joven artesano de acolchados, y Lee Su-ryeon, una diseñadora residente en Nueva York, Jeong ha contribuido a ampliar el uso de la artesanía tradicional. 2 Shin Mi-seon, que se crió en un barrio lleno de talleres de objetos de nácar, comenzó en el oficio ya bien entrada en los cuarenta. Al añadir un toque moderno a artículos de uso diario, como fiambreras y joyas con incrustaciones de nácar, trata de hacer los acolchados más atractivos para las generaciones jóvenes.
UNA 'ARTESANA DE NUEVA GENERACIÓN' CON UN CONTENEDOR COMO TALLER Hace dos años un amigo de su marido sacó del mar un contenedor de carga malogrado. Había sido arrastrado lejos por un tifón. Shin Mi-seon, un 2 ama de casa de 46 años, reparó las abolladuras y lo pintó con colores agradables, mientras permanecía anclado en el patio exterior del taller de reparación de barcos de su marido. Luego empapeló las paredes y convirtió el contenedor en su taller. Shin alberga un triste recuerdo de su infancia, ya que cuando solo tenía seis años, su padre se ahogó al naufragar el barco en el que pescaba frente a las costas de Tongyeong. Su familia pasó apuros económicos al vivir con los escasos ingresos que su madre y su abuela obtenían por la recogida de basura. Después de graduarse en una escuela profesional femenina, encontró un empleo y trabajó hasta que se casó y tuvo un hijo y una hija. Hace tres años llamó su atención un anuncio que ofrecía un curso de lacado con nácar. Era un programa de formación patrocinado por la ciudad de Tongyeong. Entonces recordó el olor de la cola de origen animal de su infancia, que emanaba de un taller que fabricaba nácar en su barrio. Sin dudarlo un solo momento, como hechizada, se inscribió en el programa. Shin perfeccionó sus habilidades de trabajo en el taller-contenedor. Apenas un año después de empezar en el oficio, ganó el Gran Premio en la Exposición de Artesanía de la provincia de Gyeongsang del Sur y este año ha recibido el Premio de Plata. Lo que le valió el galardón fue una pequeña fiambrera de dos niveles recubierta con laca y adornada con incrustaciones de nácar. Tenía un aspecto moderno que se alejaba del diseño tradicional. “El recubrimiento de laca sirve para combatir el polvo. Si el polvo queda atrapado entre las capas de laca, la superficie se vuelve áspera”, explica Shin. En el pasado los artesanos aplicaban una capa de laca desnuda para evitar que las partículas de polvo de la ropa arruinaran su trabajo. “El arte del nácar me atrae más porque es muy difícil”, afirma. Shin fue capaz de empezar una nueva vida como artesana gracias al proyecto “Craft 12” que auspicia la ciudad de Tongyeong desde 2008, para continuar el legado de los Doce Talleres de la época de Joseon.
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RePoRTAJe eSPeCIAL 5 Tongyeong: Una ciudad portuaria sureña con una miríada de encantos
exquisitas delicias del mar
Song young-man Presidente, Compañía de Publicaciones Hyohyung Ahn Hong-beom Fotógrafo
Cuando los coreanos piensan en la región de gyeongsang, la comida no es lo primero que viene a su mente; pero Tongyeong es una excepción. esta ciudad portuaria al extremo sur de Corea es un paraíso gastronómico. mariscos frescos recogidos de la costa a lo largo del año estimulan las papilas gustativas de los gourmets de todo el país. 2
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a es un recuerdo muy remoto, pero escuché el nombre de Tongyeong (o Chungmu, que es como se llamaba esta ciudad en aquella época) a principios de los años 60. Estaba en cuarto grado y hojeaba el atlas de mi hermana mayor. Justo al lado del nombre de esa ciudad portuaria, decía “Población 70.000" y “La Nápoles de Oriente”. Sentí muchas ganas de conocer esa ciudad, pero viajar tan lejos era entonces un sueño irrealizable para mí. La “Nápoles vía fluvial del Hallyeo” estaba tan lejos para mí como la verdadera Nápoles en Italia. Debido a circunstancias personales y a la falta de transporte público, apenas tras graduarme pude visitar Tongyeong. Con la inauguración de una autopista entre Daejeon y Tongyeong, hoy en día el viaje desde Seúl a esa ciudad al sur del país se hace en tan solo cuatro horas. Sin embargo, hace 10 años, Tongyeong era un lugar lejano en el extremo sur de la peninsula coreana, al que era posible acceder desde Seúl conduciendo un día entero, y el único camino disponible daba toda una vuelta por Daegu, Masan y Jinju.
Callejones repletos de apetecible comida Tongyeong es una ciudad pequeña pero encantadora. Sus callejones están llenos de agradables sorpresas. El barrio Dongpirang, que se ubica en una cuesta y mira hacia la bahía de Gangguan, se ha convertido en un destino muy popular, donde a lo largo del año abundan jóvenes viajeros procedentes de todo el país. La gente viene a este lugar no solo para disfrutar de la vista, sino también para saborear la deliciosa comida local. Los pequeños restaurantes de la ciudad, alineados en los muelles, venden Chungmu gimbap , pulpo frito y kkulppang , considerados como los platos más representativos de Tongyeong. Todos los restaurantes especializados en Chungmu gimbap se autodefinen como “el creador” del plato. Estos rollitos envueltos con algas secas, contienen solo arroz blanco y son servidos con calamar picante y kimchi de rábano. Este plato, que lleva el sello de Tongyeong, ha adquirido popularidad a nivel nacional y es fácil de encontrar, incluso en las tiendas 24 horas o en los apeaderos de las autopistas de todo el país. Sobre el nacimiento de Chungmu gimbap existe una interesante historia. Cuentan que los ferrys de pasajeros que operaban entre Busan y Yeosu, hacían una breve escala en Tongyeong - ubicada a mitad de camino- a la hora de la comida. Entonces, los vendedores de comida subían a la cubierta ofreciendo gimbap a los que iban a bordo. Pero, en verano, los rollos -que en su forma original contienen, además de arroz, una variedad de verduras cocidas- se estropeaban fácilmente por el calor. Se dice que en esto, alguien tuvo la ingeniosa idea de sacar lo que se introducía en los rollos y servirlo por separado. Como bien reza el dicho: “La necesidad es la madre de la invención”. Kkulppang, literalmente significa “pan de miel”, pero para sorpresa de muchos, no lleva miel. Son más bien unas bolas de masa fritas rellenas de pasta dulce de frijol rojo, cubiertas de jarabe de
azúcar y rociadas con semillas de sésamo. En el pasado, cuando la gente no tenía los recursos actuales, kkulppang era el confite favorito de las jovencitas, pues calmaba su hambre con dulzura. La pobreza les hacía indefensas ante la tentación de lo dulce. No obstante, aún en la actual era de abundancia material, la gente sigue cautivada por el dulce sabor del kkulppang , y termina en Tongyeong comprando varios paquetes de ese “pan de miel” como regalo para los amigos. Hasta ahora, he visitado Tongyeong en unas quince ocasiones: cinco o seis veces en viaje de placer, y otras seis o siete veces en viaje de trabajo. Pero nunca salí a explorar la cultura culinaria local. No tuve tiempo para ello ni tampoco sentí la necesidad de hacerlo, porque nunca fui de esas personas con un paladar exquisito o con una aguda sensibilidad gastronómica. Soy, digamos, una persona que mientras crecía fue ordenada siempre en la mesa a comer todo lo que había en el plato. Ahora, viajar a Tongyeong me emociona más que viajar al exterior. Solo pensar en las muchas cosas que podría ver, probar y comprar en esa ciudad me produce ansia. Viajando es difícil que las tres comidas del día sean deliciosas; pero en Tongyeong no recuerdo haber comido solo para saciar el hambre.
mariscos con olor a mar Tongyeong es un paraíso para los gourmets. Como desayuno, sirven sopa de pez globo y sirakguk (sopa de pasta de frijoles con hojas de rábano secas) para quienes se pasaron de copas la noche anterior. En esta ciudad, ningún restaurante al que entre le causará decepción. Para el almuerzo, la recomendación es disfrutar de un buen bibimbap con algas con olor a mar, o un menú completo con verduras recogidas en el Monte Mireuk. De cena, se ofrece un banquete de mariscos, pues todos los tipos de frutos de mar que uno pueda imaginar están en la carta gastronómica de Tongyeong. Mi primera experiencia de comer pescado crudo, la tuve en las postrimerías de mi veintena, justo durante un viaje de vacaciones a Tongyeong. Habiendo vivido toda mi vida en el interior del país, en la Provincia de Chungcheong y en Seúl, el único pescado que había probado era seco y salado, o corvina amarilla o sardina asada. En aquellos tiempos, fuera uno rico o pobre, los únicos platos de pescado disponibles eran de pescado asado o salado. A mediados de la década de 1980, viajaba frecuentemente a 1 Como crecen en las rocas y se abren como las flores, a las ostras se les llama a veces seokhwa en coreano, que significa “flores de las rocas”. Debido al éxito del cultivo de ostras en Tongyeong, las ostras se han convertido en uno de los manjares favoritos de los coreanos. Las ostras frescas se comen mojadas en pasta de pimiento rojo con vinagre o se cocinan de diversas maneras, por ejemplo en sopa, con arroz, recubiertas de mantequilla o fritas. 2 Antes de ser cultivadas, las ascidias o patatas de mar eran un marisco raro que solo recogían algunas mujeres que practicaban el buceo a pulmón en el fondo del océano. Estos días son mucho más comunes, tienen un precio razonable y componen un popular plato de mariscos crudos. Por lo general la gente las come crudas con pasta de pimiento rojo con vinagre, aunque a los lugareños de Tongyeong y a los que viven junto al mar les gusta degustarlas mezcladas con arroz, verduras y otros condimentos.
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2 1 A diferencia de otros tipos de gimbap normalmente rellenos de carne, verduras y otros ingredientes, los gimbap Chungmu son rollos de algas rellenos solo de arroz blanco servidos con calamares picantes y kimchi de rábano como acompañamiento. Tongyeong anteriormente era conocida como Chungmu y este nombre quedó asociado al plato, incluso después de que la ciudad recuperara su nombre original. Los gimbap Chungmu son populares en todo el país. 2 Los kkulppang fueron comercializados por primera vez por un vendedor callejero junto a una tintorería llamada Omisa en Tongyeong. La tintorería ha desaparecido, pero su nombre perdura en el puesto de kkulppang, que ha dado lugar a otros comercios que venden estas bolas de masa fritas de sabor dulce por todo Tongyeong. 3 Las calles a lo largo de Gangguan Bay y el Mercado Central, que son las principales atracciones turísticas de Tongyeong, están llenas de comercios de gimbap Chungmu y de kkulppang.
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Tongyeong, Jinju y Masan. Fue cuando organicé unas conferencias especiales sobre la economía y la ciencia en el siglo XXI, con el auspicio de un diario. Entonces, me acompañaban otros académicos, economistas y profesores de ciencia de prestigiosas universidades de Seúl. Como conferenciantes nos ofrecían un trato preferencial y fuimos llevados a los mejores restaurantes locales. En esa época, tuve mi primer encuentro con el salazón de entrañas de pepino de mar. El pepino de mar era un marisco que me gustaba mucho, pero hasta ese momento nunca había probado un plato preparado solo con sus entrañas. El ahora difunto profesor del Departamento de Economía de la Universidad Nacional de Seúl, Kang Gwang-ha (1947-2012) era oriundo de Daegu y comentó que él también lo veía por primer vez. Entusiasmados, bebimos varias copas de hirezake (sake caliente con un pedazo de aleta seca de un pez globo). Frente a nosotros había toda una fiesta de mariscos, con pescado y frutos de mar crudos, como sargo negro, corvina y oreja de mar, además de huevas de erizo de mar y mújol. Realmente fue un banquete que incluía los tres manjares más exquisitos de Japón. Aun cuando viajo con mi familia, ya sea a un destino dentro de Corea o en el exterior, me gusta ir a algún lugar especial por mi cuenta. Puede ser un mercadillo o un mercado tradicional al aire libre, lleno de vida. En Tongyeong, mi lugar favorito es el mercado de productos pesqueros. Uno puede comer allí mismo un plato de pescado crudo u ordenarlo para llevar. El concurrido mercado está siempre activo y lleno de los rítmicos sonidos que se producen al cortar los mariscos con cuchillo sobre tablas de madera, así como de gente regateando con la típica entonación del dialecto sureño. Todo tipo de pescados y moluscos frescos, capturados en aguas cercanas a la costa, son colocados en amplios baldes de plástico, mientras abren y cierran sus bocas aún vivos. Abundan los besugos, las corvinas, los lenguados y los pulpos; mientras que las ascidias, los pepinos de mar y las orejas de mar son increíblemente frescos. Tanto que un bocado de pepino de mar, fresco y frío, te hará estremecer.
delicias estacionales Como visito Tongyeong a menudo, tengo la oportunidad de saborear una gran variedad de pescados estacionales; como por ejemplo, róbalo crudo en primavera o anguila cruda en verano. La firme textura de su carne eleva aún más su sabor. Sin embargo, nada es comparable a la corvina y a la caballa cruda que se comen en otoño. La corvina otoñal es particulamente suculenta y su carne contiene todos los nutrientes que el pez absorbió durante el verano. Entretanto, la caballa, que muere inmediatamente después de ser capturada y sacada del mar, raramente se sirve cruda. Por lo general, es salada y en ese estado se utiliza como ingrediente de cocina. Algunos de los criaderos de caballa se ubican alrededor de las islas Yokji y Yeonhwa, y forman parte de la Vía Fluvial Hallyeo. En un reciente viaje a la isla Yokji, me abrumó un paisaje: la peculiar belleza de un criadero de peces circular, que podría ser descrito
Ahora, viajar a Tongyeong me emociona más que viajar al exterior. Solo pensar en las muchas cosas que podría ver, probar y comprar en esa ciudad me produce ansia. Viajando es difícil que las tres comidas del día sean deliciosas; pero en Tongyeong a haber comido solo para saciar el hambre. como un ring flotante de ssireum (lucha tradicional de Corea). Las caballas capturadas en el mar con una red son traídas a ese lugar, para que se reproduzcan allí. Sin embargo, al disponer de poco espacio para moverse, los peces se vuelven gordos y aumenta su propoción de grasa. Esto, en todo caso, es lo que hace a las caballas más deliciosas y por ende más populares entre los coreanos, pese a su alto precio. En invierno cualquier marisco sabe a cielo; pero los habitantes de Tongyeong tienen una especial predilección por la sopa de bacalao y la sopa de pez baboso. Comer esos platos es como un ritual invernal para los locales. El bacalao se traslada hacia las aguas alrededor de la isla Mireuk, siguiendo la corriente Kuroshio a comienzos del invierno y permanece allí hasta los inicios de la primavera en febrero. Se dice que el bacalao capturado ese mes es el mejor. En Tongyeong, los mariscos se comen habitualmente con algún tipo de licor. De hecho, se dice que la buena comida invita a beber. Pero no hay que preocuparse, aún si uno tiene terribles resacas a la mañana siguiente; pues en Tongyeong existe una extensa carta de sopas para esas mañanas, excelentes para aliviar el malestar después de una noche de copas de más, siendo una de ellas la sopa de pez baboso. Esta sopa se conoce como el mejor remedio para la resaca y es similar a la sopa de morena, popular en la costa este. La sopa de platija con artemisa es otra especialidad de la ciudad. Las frescas hojas de artemisa recogidas durante la primavera realzan el sabor de este plato. Y si otoño es la temporada de la corvina, la primavera es la estación para comer platija. Otros platos típicos son sopa de pez globo, que convierte el desayuno en una experiencia cálida; la ascidia, que sabe mejor a comienzos de verano; la anguila, conocida como un alimento revitalizante en la época estival; y las famosas orejas de mar invernales. De hecho, en Tongyeong se concentra el 70% de la producción nacional de orejas de mar. La pregunta es cómo una cultura culinaria tan admirable pudo desarrollarse en una ciudad portuaria tan pequeña. Al respecto,
existen varias teorías. Algunos dicen que la ciudad, con una población de apenas 140.000 habitantes, ha sido la cuna de numerosos artistas de un enorme talento, cuya delicada sensibilidad sigue viva entre la comunidad local. Otros alegan que tras el establecimiento del cuartel general de las fuerzas navales hace aproximadamente 400 años, algunos funcionarios gubernamentales de alto rango pudieron haber sido enviados desde Seúl, y que seguramente llegaron a Tongyeong acompañados de sus cocineras; que debieron transmitir sus técnicas de cocina a los locales. También existe la hipótesis de que la ciudad costera estuvo expuesta a culturas extranjeras, que posteriomente debieron arraigarse e influir en la formación de una cultura local en sumo característica. Pero, por encima de todo, quizá la razón de la rica cultura gastronómica de Tongyeong resida en el hermoso clima de esta ciudad contigua al mar y sus perfectas condiciones geográficas, provistas por las islas que la rodean. Por ejemplo, la isla Geoje bloquea las turbulentas corrientes de agua del estrecho de Corea. Las islas Yokji y Yeonhwa funcionan como una defensa natural contra los vientos, mientras que el Monte Mireuk se erige en el lado opuesto, y la isla Hansan forma un refugio, creando un magnífico estuario. Entretanto, el espectacular panorama que se divisa desde la bahía oeste, en lo alto del Monte Nammang, llevará inspiración poética a cualquiera. Así, bendecido con una belleza natural que estimula la sensilidad poética, Tongyeong nutría su rica y deleitable cultura gastronómica. (Traducido por Joo Hasun)
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enTRevISTA
‘Mi talento es esperar, mi fuerza es sentir compasión’
Kwon Keun-young Periodista cultural, TheJoongAngIlbo Ahn Hong-beom Fotógrafo
Im Heung-soon, ganador del León de Plata en la Bienal de venecia de 2015 Im Heung-soon, artista y director de cine, 46 años, ha participado en la Bienal de gwangju desde 2002, y en 2012 fue invitado al Festival Internacional de Cine de Jeonju y al Festival Internacional de Cine documental dmZ para exhibir su primer largometraje.Sin embargo, era casi desconocido tanto en el mundo artístico como en la comunidad cinematográfica hasta el pasado mes de mayo, cuando fue elegido ganador del León de Plata en la Bienal de venecia. Ahora, el nombre de Im Heung-soon significa “esperanza” para aquellos con menos opciones.
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l León de Plata para un prometedor joven artista en la 56ª Exposición Internacional de Arte, ‘Todos los futuros del Mundo’ fue para Im Heung-soon de Corea del Sur”. El día 9 de mayo de este año, Im Heung-soon subió al podio de la sala de la Fundación Bienal de Venecia, detrás de la Plaza de San Marcos en Venecia (Italia), para ofrecer un discurso de agradecimiento al aceptar el galardón: “Este es un momento emocionante, pero siento un pesar en mi corazón al repasar la realidad laboral que mi película representa. Quiero agradecer a todas las mujeres que han destacado por mantener sus principios en la vida y en el trabajo”. Con su documental ‘Factory Complex’, de 95 minutos de duración, Im obtuvo el León de Plata. Este es el galardón más prestigioso para los jóvenes artistas revelación que participan en la bienal y, de hecho el mayor premio jamás recibido por un artista coreano, desde que Corea comenzó a participar en este evento en 1986.
“mi talento es esperar” Antes de trasladarse a Chang-dong al norte de Seúl, en enero de este año, Im vivió durante cuatro años en el Complejo Digital e Industrial de Seúl, que anteriormente era el Complejo Industrial de Guro. Durante su estancia en la Factoría de Arte de Geumcheon, la residencia de artistas del complejo financiada por el gobierno municipal de Seúl, produjo‘Geumcheon Mrs.’ con mujeres que vivían en esa zona; un cortometraje sobre el pasado y el presente 34 KoREANA otoño 2015
del complejo industrial, así como sobre las historias de las mujeres de su generación. La película abordaba el sentimiento de pena y el aprecio que sienten las mujeres casadas de clase obrera hacia la generación de sus “hermanas mayores”. Estas emociones se amalgamaron para conformarla base de ‘Factory Complex’. ‘Factory Complex’ incluye escenas conmovedoras de mujeres obreras que revelan sus sueños y deseos, en un estilo fantasioso mezclado con elementos documentales, como entrevistas y fotografías. El título, que en la versión coreana original significa “reconfortante complejo fabril”, expone la creencia del director de que la solidaridad de las mujeres hará un mundo mejor. Im Heung-soon pasó bastante tiempo “vagabundeando”. Mucho antes, antes de que el gobierno y las organizaciones públicas empezaran a patrocinar en serio programas de residencia para artistas, promovía proyectos artísticos con residentes locales en diversas partes de Seúl: “‘Seongnam Project’ (1998-1999), aborda del lado oscuro de una nueva ciudad, junto con Kim Tae-heon, Park Yong-seok y Park Chan-kyong; ‘Mixrice’ (2002-2005), con Jeon Yong-seok y Cho Ji-eun, donde trabajó con obreros emigrantes extranjeros; la secuela de ‘Seongnam Project’ (2006-2007); y ‘Public Art Itda’, organizado en complejos de viviendas públicas en los distritos de Seongsan-dong y Deungchon-dong. Los diez años que estuvo involucrado en proyectos artísticos de la comunidad, fueron un ejercicio en el arte de esperar. En el complejo de viviendas públi-
cas de Deungcheon-dong, tuvo que esperar tres meses para obtener la aprobación de un proyecto presentado para usar una sala para recreo ciudadano que estaba abandonada. Pero tras la espera fue capaz de convertir ese espacio en una biblioteca para la comunidad, en una sala de descanso y en un aula para proyectos artísticos. Un espacio donde los residentes locales hicieron películas donde aparecían contando historias personales basadas en su vida. Tales actividades no dieron lugar a un tipo de “obras de arte” que pudiera exhibirse o venderse, como cuadros y esculturas. Tan solo los diversos registros escritos y fotográficos ofrecen una evidencia indirecta de la lucha de Im en cada una de esas ocasiones. Kwon Keun-yong Sacar lo mejor de los aficionados debe ser más difícil de lo que parece. Im Heung-soon Es cierto. Las cosas no suceden exactamente como se planean; pero yo quería ver qué podía hacer para la sociedad a través del arte. Pintar murales o hacer esculturas era un trabajo personal y tuve que reflexionar sobre qué podría hacer con la gente en el espacio que habían formado para sus vidas. Y encontré vías e historias ilimitadas. Kwon ¿No se siente vacío después de potenciar el arte en un nuevo lugar y dirigir el programa, solo para dejarlo todo atrás después de un cierto tiempo? Im No se ama para ser amado a cambio. Si un lugar se cierra después de habernos ido, creo que no es nuestro fracaso sino su responsabilidad. Si el arte crece más vivo por ellos, eso es también su logro. ‘Factory Complex’ muestra, sin dramas añadidos, las alegrías y las penas de las obreras, desde el Complejo Industrial de Guro en la década de los 70, hasta las fábricas de ropa en Vietnam y Camboya, así como las actuales industrias de tecnología punta y de servicios. La película incorpora entrevistas con 65 mujeres trabajadoras en diversos puestos de trabajo, una de las cuales se logró tras seis meses de esperar. En total, tardamos tres años en completar la película. “Esa es mi actitud hacia el trabajo y la vida. No fuerzo ni doy prisa a la gente para proponer historias. Ese no es mi estilo. Respeto y confío en la gente, y también creo en las personas”, expresó. Después, procedió a hablar largamente sobre su arte, un sendero que pisó lenta y firmemente.
“mi fuerza es sentir compasión” Im Heung-soon nació y creció en Seúl. Su patio de juegos era Dapsimi, un barrio de renta baja en la ladera de una colina conocido como “aldea de la luna”. Su familia no podía costear actividades extraescolares ni clases particulares, por lo que pasaba su tiempo haciendo deporte o con los amigos. En la aldea de la luna, las luciérnagas volaban después de ponerCULTURA Y ARTE DE CoREA 35
se el sol. Como destacaba en arte ya en la Escuela de Secundaria Jeonnong, se unió a la clase de arte por recomendación de un profesor. Mientras su padre le presionaba a estudiar intensamente para poder ganar dinero, su madre le animaba diciéndole: “Haz lo que quieras hacer”. La vida de sus padres forma parte de la historia de los pobres urbanos. Su padre, tras un accidente en una fábrica de hierro en Cheonggyecheon que le costó una mano, rotó por distintos trabajos. Su madre, que llegó a Seúl a los 18 años desde Goesan, en la provincia de Chungcheong del Norte, trabajó durante más de 40 años como asistente en una fábrica de costura. “Como llegamos a ser más pobres, mis padres vendieron nuestra casa y nos mudamos a una aldea en la ladera de una colina. Cuando se desarrolló la parte más baja del barrio, nos trasladamos más arriba, pero cuando la colina se urbanizó del todo, tuvimos que mudarnos abajo otra vez, a un sótano alquilado”. Estas circunstancias se reflejan en su primer trabajo audiovisual, ‘The Way to Icheon’ (1998), que documenta la visita de sus padres a su casa en Seongnam y al lugar de residencia de su hermano mayor en Icheon. “La historia personal de mis padres me llevó a interesarme por la historia de los pobres urbanos y de la clase obrera, mientras que las historias de las condiciones de la vivienda de esas personas en las décadas de los 60 y los 70 me llevaron hacia proyectos artísticos comunitarios en complejos de viviendas públicas. La historia de mis padres es también la historia de nuestros vecinos, e incluso la historia de la gente en otros países. Mi historia no es diferente de las historias de otras personas”, afirma. 1
Kwon Estudió arte en la Universidad Kyungwon (ahora Universidad Gachon) y también recibió su título de maestría allí. En ese cambio de enfoque del arte al cine, sus padres tuvieron cierta influencia, ¿no es así? Im Trabajé como asistente de cátedra durante la escuela de posgrado para pagar mi matrícula. Descubrí una pequeña cámara de vídeo en la escuela, la cual usé para grabar una película de carretera cuando mis padres viajaron entre mi lugar de residencia y el de mi hermano mayor. Mientras miraba el vídeo, a simple vista aparecieron ante mí imágenes inéditas. Vi el barrio, y las expresiones faciales y las arrugas de mis padres con una luz diferente. Fue fascinante. Decidí usar una película en lugar de un pincel. Sentí que podía expresar mejor lo que quería decir con una cámara de vídeo que con un pincel. Kwon ‘Factory Complex’ también involucra a su familia, pero la película se mantiene a cierta distancia de ella y desarrolla la historia en un tono universal. Im La experiencia fue de una indecisión extrema. Convirtió la debilidad de mi carácter, es decir, una incapacidad para ir directo o estar al margen, en fuerza. Pienso que sentir compasión es la fuerza que impulsa mi trabajo: hace que quiera arreglar las cosas. Esto no es una falsa humildad que oculta un ego inflado. Lo importante es trabajar juntos. Kwon ¿Por qué cosas sientes compasión? Usted no se descarriló ni hizo daño a nadie. Im Por no conseguir un trabajo regular o no haberme casado... Lo lamento por mis padres por no haber logrado lo que la sociedad esperaba de mí. Pero dado que elegí seguir mi propio camino, creía que debería soportar cierto grado de dificultades.
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‘Factory Complex’, la película galardonada del cineasta, muestra sin dramas añadidos las alegrías y penas de las obreras, desde el Complejo Industrial de Guro, en la década de los 70, hasta las fábricas de ropa en Vietnam y Camboya, así como en las actuales industrias de tecnología punta y de servicios. La película incorpora entrevistas con 65 mujeres trabajadoras en diversos puestos de trabajo, una de las cuales se logró tras seis meses de espera. 36 KoREANA otoño 2015
Su camino, tras un largo rodeo, lo ha llevado ahora hasta la posición de cofundador del estudio de cine Bandal Doc. No ondal (luna llena), sino bandal (media luna), nombre que encierra el deseo de trabajar con otros para llenar una parte vacía. La directora de producción Kim Min-kyung es otra de los cofundadores y su compañera de vida.
el tiempo nunca se desperdicia Im, como él mismo expone, nunca logró nada en un primer intento. Empezó la universidad a los 25 años tras licenciarse en el Cuerpo de Marines. En realidad, ni siquiera terminó su servicio militar de una sola vez. “Porque era blando y débil”, dice. “Intencionadamente solicité el Cuerpo de Marines para endurecerme; pero fue un error. Dejé el cuerpo tras descubrir que no era para mí. Hacer cosas que no me gustan es angustioso. Hacer cosas que te reducen es una agonía”. Si bien el trabajo de Im con las mujeres de Geumcheon sirvió como base para ‘Factory Complex’, ‘This War’ se convirtió en el trabajo preparatorio para su película ‘Reincarnation’, exhibida en la Bienal de Sharjah en los Emiratos Árabes Unidos y en el MoMA PS1 de Nueva York a principios de año. “En lugar de utilizar sus historias solo como material, traté de abordar el problema de qué hacer con esas personas que todavía quedan”, dijo.
1 'Factory complex' (2014), que transmite el estilo único y cálido del director Im Heung-soon, finalizó su rodaje después de tres años y un largo viaje de 22.000 kilómetros. Es una película documental que se considera una obra de arte. 2 El director Im Heung-soon posa con el director de producción Kim Min-kyung, su compañera en la vida y el arte, después de recibir el 9 de mayo el León de Plata en la Bienal de Venecia 2015. 3 El filme "Reencarnación" de Im, de 24 minutos de duración, se presentó en la Bienal de Sharjah en los Emiratos Árabes Unidos y en el MoMA PS1de Nueva York a principios de este año. Im está preparando un largometraje a partir de esta producción.
3 ©BANDAL doc
Kwon Parece ser que ya ha dejado ese largo rodeo, pero mirando hacia atrás, usted siempre ha avanzado en una dirección. Im He tenido un montón de fracasos y he cometido muchos errores. El 80 o 90 por ciento del trabajo que hice cuando era treintañero acabó en fracaso. Nuestra sociedad te reconoce solamente cuando te acreditas a ti mismo con premios y otros resultados visibles, pero yo difícilmente he hecho un trabajo de una sola vez. Pero en algún momento comprendí que un fracaso no era simplemente un fracaso, sino parte de un proceso. Kwon Creo que ser más considerado y cortés como director, en vez de ser dogmático, le ha llevado a una nueva manera de plantear su trabajo. Im En el caso de ‘Jeju Prayer’, reviví las tomas descartadas al conectarlas como si fueran cortes. Hay una escena de una mujer anciana visitando una tumba. Cuando la dividí en varias partes, logré un nuevo efecto intrigante, evocando una discontinuidad de la memoria. Kwon ¿Cree que el arte es poderoso? Im En mi caso, he llegado tan lejos porque soy bueno haciendo ésto y es lo que quería hacer. Pero no todos pueden hacerlo; por eso deseo una sociedad en la que las personas puedan al menos hacer lo que quieran hacer. Todos tenemos una fuerza especial, pero desafortunadamente la sociedad coreana no ha madurado lo suficiente como para permitir a la gente encontrar su propia fuerza. (Traducido por Raimon Blancafort) CULTURA Y ARTE DE CoREA 37
eL guARdIÁn deL PATRImonIo
Embalar tesoros culturales
Pasión y carrera de una vida
Chung Jae-suk Editorialista y periodista cultural en el diario JoongAng Ilbo Shim Byung-woo Fotógrafo
Poca gente ha oído hablar de la profesión de embalador de bienes u objetos culturales. Kim Hong-sik, jubilado de setenta años que fue comisario del museo nacional de Corea, ha dedicado toda su vida a este inusual oficio hasta convertirse en un verdadero maestro. Su espacio de trabajo era el trastero subterráneo del museo, que alberga muchos de los tesoros culturales de Corea. La minuciosidad de Kim por la seguridad de las obras y su firme compromiso con la discreción sobre su trabajo le han valido el reconocimiento internacional. 38 KoREANA otoño 2015
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ebido a su experto conocimiento sobre nuestros tesoros nacionales, a Kim Hong-sik se le conoce como un “bien cultural andante”. La gente dice que sus manos valen un millón de dólares. Durante casi 40 años esas manos han embalado innumerables ocasiones objetos de incalculable valor. Sin él los bienes culturales que alberga el Museo Nacional de Corea no podrían haber sido transportados a cualquier otro lugar. Este maestro artesano se ha dedicado por completo a salvaguardar los tesoros del museo, hablando en silencio con los objetos en el almacén y estudiando la manera de garantizar su seguridad. Después de tantos años en este trabajo, su rostro parece haber adquirido cierta similitud con las reliquias.
un pionero convertido en auténtico maestro La profesión de embalador de bienes culturales se considera excéntrica. Es un trabajo con poco reconocimiento social que en gran medida sigue siendo desconocido para el público. En Corea, Kim fue un pionero en este campo. Comenzó en la profesión a mediados de la década de los 70 y desde entonces siguió ese camino. Cuando en junio de 2005 se retiró después de prestar sus servicios durante 32 años en el Museo Nacional de Corea, no había ni un solo objeto de la colección que no hubiera pasado por sus manos. Durante su trayectoria participó en tres reubicaciones del museo en ciclos de 10 años, convirtiéndose en un auténtico maestro en el arte de embalar bienes culturales. Nos reunimos con Kim en el Museo Nacional de Corea en Yongsan, Seúl. Al volver a ver su lugar de trabajo de toda la vida, parecía haber quedado inmerso en los viejos recuerdos. Afirmó que raramente visitaba el lugar porque no quería incomodar al personal, pero sus ojos brillaban como si se hubiera reencontrado con un viejo amigo. Chung Jae-suk Este solía ser su apreciado lugar de trabajo. Parece que algo ya le ha llamado la atención… Kim Hong-sik ¿Ha visto la pintura ceremonial del templo Cheongnyong que está expuesta? Es un cuadro enorme de más de 7 metros de largo que ha sido designado Tesoro Número 1257. Estos días no es fácil encontrar alguien que sepa cómo enrollar correctamente este tipo de obras. Quizá a primera vista no parezca un trabajo difícil, pero los profesionales como nosotros podemos detectar fácilmente los daños, cuando las obras no se enrollan de forma adecuada.
Kim Hong-sik, ex comisario en el Museo Nacional de Corea, inspecciona antiguas esculturas budistas -la de Bodhisattva Maitreya (Tesoro Nacional No. 81) y la de Buda Amitabha (Tesoro Nacional No. 82) del Templo de Gamsan- para preparar su embalaje.
CJ Aún usando guantes para manipular las obras de arte y tratándolas con mucho cuidado, habrá situaciones en las que toda precaución sea poca… KH Sí. Mira esa estela del Maestro Zen Wollang del Templo de Wolgwang. Fue la primera en Corea equipada con un aislador de vibraciones para protegerla contra terremotos. En aquel entonces nadie pensaba que un terremoto pudiera destruir una reliquia cultural, así que tuvimos que adoptar esta tecnología de Japón y adaptarla a nuestras condiciones. CJ Abrir nuevos caminos no es tarea fácil. ¿Cómo comenzó en el sector? KH Conseguí un trabajo en el Museo Nacional de Corea cuando estaba en el Palacio de Gyeongbok, donde a día de hoy se ubica el Museo Folclórico Nacional de Corea. Sin embargo, sentía que no estaba realmente hecho para la clase de trabajo que lleva a cabo la gente educada en prestigiosas universidades. Así que empecé a averiguar qué podía hacer en el Departamento de Gestión de Colecciones. Me gustaba tener un estrecho contacto con los objetos y sentía que esto me permitía seguir siendo yo mismo. Desde que en 1973 comenzó a trabajar como empleado temporal hasta 2005, y cuando se retiró como comisario al frente de la gestión de la colección del museo, Kim custodió fielmente el almacén subterráneo. Dedicó un gran esfuerzo a estudiar y a aprender de memoria las decenas de miles de obras de arte albergadas en este espacio. Trabajó de 7 de la mañana a 10 de la noche estudiando 100 objetos por día en promedio. Dejó de fumar por temor a causar daños a las obras de arte. Algunas asignaciones difíciles le provocaron noches de insomnio. El relicario de Seokgatap (Pagoda de Sakyamuni, Tesoro Nacional número 126) del Templo de Bulguk fue un proyecto particularmente complicado. Los pequeños adornos que colgaban de las esquinas del cofre sarira planteaban un problema. Kim dio vueltas a su cabeza durante una semana, contemplando el cofre cada día durante horas, hasta que finalmente encontró una solución. Enrolló una fina pieza de hanji (papel de morera coreano libre de ácido) para apoyar los adornos, y luego colocó otro papel en medio para fijarlos. Este delicado trabajo le llevó dos días completos, otro ejemplo que justifica su afirmación de que “el tiempo es dinero", como el principio número uno del embalaje de bienes. CJ Según parece, el papel es un material esencial en el embalaje… KH Se puede decir que sí. Cuando me retiré tenía 20.000 piezas de hanji. Eran muestras enviadas por los fabricantes. El precio por unidad varía dependiendo del tipo, pero yo solo uso las de un metro, elaboradas con tallo de morera. Su excelente calidad hace que su elevado precio valga la pena. Muchas veces me sorprendía de lo resistente que era ese papel, aunque también se apreciaba cuando éste estaba gastado por algún lugar. CULTURA Y ARTE DE CoREA 39
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©Kim Hong-sik
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1, 2 El objeto se coloca primero en su lugar y se envuelve en material amortiguador libre de ácido. 3 La caja de embalaje es de madera de paulownia, con una compuerta que se desliza verticalmente. 4 Para finalizar el trabajo, la caja de embalaje se ata con firmeza. 5 Kim Hong-sik (a ras de suelo) supervisa el embalaje del Buda Sentado de Hierro de Chungung-ri, Gwangju (Tesoro número 332), que mide 2,8 metros de altura y pesa 6,2 toneladas. Se coloca un tablero de madera de pino en el suelo cubierto con lámina de caucho de 15 mm para absorber el choque y luego se cubre de nuevo con una hoja de papel o un paño, antes de poner encima la escultura. Para evitar la decoloración y otros cambios, el cuerpo de la escultura se envuelve en hanji libre de ácido, se cubre con pañales de algodón y se venda como una momia. Alrededor de la cabeza se coloca una jaula de 10 cm de espesor para fijarla en su lugar. Por último, se monta la caja de embalaje alrededor de toda la escultura.
CJ He escuchado que sus habilidades tienen una gran demanda, y puedo entender el porqué. KH Un día alguien me llamó pidiendo ayuda desesperadamente. Se había roto la boca de un jarrón de celadón que valía 1.000 millones de wones (casi 1 millón de dólares) porque no había sido embalado correctamente. Habían tratado de ahorrar en gastos de embalaje, pero debido a los daños en el jarrón, su valor había caído a 100 millones de wones. Yo soy capaz de saber si alguien conoce las técnicas adecuadas de embalaje solo con ver la forma en que ata una cuerda. El corte del papel es lo primero que se enseña a los nuevos empleados cuando se unen al Departamento de Gestión de Colecciones. Puede parecer algo simple, pero no hay muchos que lo hagan del todo bien. Puedo decir si una persona tiene potencial o no simplemente por la forma en que agarra un cuchillo.
el Sr. Kim, la leyenda Corea ha logrado reputación internacional por su gran experiencia en embalaje de bienes culturales. Parte de este mérito corresponde a Kim Hong-sik. Tanto que hay toda una serie de anécdotas sobre el legendario “Sr. Kim”. En 1.998 iban a enviar a Estados Unidos unos 300 tesoros coreanos para una exposición especial para la inauguración de la Galería de Corea en el Museo Metropolitano de Arte. La comisaria del museo, que se encontraba en Seúl para supervisar el proceso, vio a Kim en acción y quiso contratarlo. “Su embalaje es impecable. Estoy sorprendida de su eficiente trabajo y me encantaría tenerlo como compañero”, afirmó. En octubre del año 2.000, cuando estaban en marcha los preparativos de una exposición especial para conmemorar la inauguración de la Galería de Corea en el Museo Británico, su comisario llamó al Museo Nacional de Corea y dijo: “Me temo que no vamos a poder permitir que vengan los tesoros coreanos a menos que el Sr. Kim se encargue del embalaje. Además, agradeceríamos mucho que viniera en persona a Londres para supervisar el desembalaje”.
“Yo era quien daba la aprobación final antes de salir del museo. La luz y el agua sólo se podían cerrar después de que yo concluyera la última comprobación; y no me quedaba satisfecho hasta haber inspeccionado todos los rincones del almacén y de la oficina, incluidas las papeleras. Aún cuando estaba seguro de haber hecho un buen trabajo, de pronto aparecía algo en el lugar más inesperado. Es un trabajo con mucha tensión”.
CJ ¿Por qué cree que Corea se ha convertido en uno de los líderes mundiales en cuanto a técnica de embalaje de bienes culturales? KH En otros países cuando un cartel dice “no tocar” la gente obedece; pero los coreanos son un poco distintos. Por ejemplo, si hay una taza de agua y te dicen que no la vuelques, los coreanos necesitan comprobar por sí mismos si el agua realmente se derrama o no. De este modo, tenemos que prepararnos a fondo para prevenir todas las contingencias posibles. CJ ¿Guarda secretos especiales a la hora de embalar objetos? KH Me aprendo de memoria todas las características de cada objeto y los manejo con cariño. Practico cientos de veces para reducir al mínimo el margen de error. Literalmente, dedico mi corazón y alma al trabajo. Los procesos que en Occidente son automatizados, en Corea se realizan de forma manual.
Prioridad número 1: la seguridad de los bienes Kim es un testimonio vivo de la historia del museo y vivió tres cambios de edificio para reubicar las instalaciones. Primero se localizaba en lo que hoy es el Museo Folclórico Nacional de Corea, cerca de la puerta oriental, y desde allí se trasladó al ya demolido antiguo edificio del Gobierno General Japonés, en 1986. Posteriormente, en 1996, se reubicó en el lugar donde actualmente se encuentra el Museo Nacional del Palacio de Corea, cerca de la puerta oeste. Y finalmente en 2004 se estableció en el complejo actual de Yongsan. Trasladar más de 100.000 tesoros culturales fue una tarea extremadamente difícil. Tanto que los comisarios del museo a menudo solían preguntarle en broma: “Sr. Kim, ¿por qué no crea su propia empresa de embalaje? CJ ¿Cómo fue participar en tres grandes reubicaciones del museo? KH Yo era quien daba la aprobación final antes de que los objetos salieran del museo. La luz y el agua sólo se podían cerrar después de que yo concluyera la última comprobación. No me quedaba satisfecho hasta haber inspeccionado todos los rincones del almacén y de la oficina, incluidas las papeleras. Aún cuando estaba seguro de que había hecho un buen trabajo, de pronto aparecía algo en el lugar más inesperado. Es un trabajo con mucha tensión. Mi mente tenía que estar totalmente enfocada en garantizar la seguridad de las obras durante el transporte. La gente me tildaba de difícil y obstinado, pero me daba un poco igual. Mi prioridad número uno era proteger los bienes. CJ ¿No siente que su oficio ha recibido muy poco reconocimiento en Corea respecto a otros países? KH En los países occidentales la mía se considera una ocupación profesional, categorizada como “registrador”. Requiere de una amplia experiencia y conocimientos en diversos campos, así como un fuerte sentido de la responsabilidad. A medida que se incrementan las exposiciones y los préstamos entre museos de distin-
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tos países, necesitamos más jóvenes que aprendan este oficio, así como más inversión y nuevas perspectivas por parte del mundo académico. “Solo un país que invierte en su cultura logrará pervivir”, afirma Kim. Son las profundas palabras de una persona que ha dedicado toda su vida a cuidar los bienes que encarnan el espíritu de nuestros antepasados. Él ha sido todo un guardián de nuestros tesoros culturales y ha vivido con la meta de transmitir su espíritu a las generaciones futuras. “Nada me hacía más feliz que ver regresar a casa sanos y salvos los objetos que habíamos enviado al extranjero”. Con estas humildes palabras se despidió del hogar donde habitan los tesoros que con tanto cariño había custodiado. (Traducido por Javier Castañeda)
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enAmoRAdo de CoReA
Yukari Muraoka
yukari muraoka conoce el sabor
ATRAÍDA POR EL SABOR DE LA CULTURA
en obtener el título de Sommelier
darcy Paquet escritor independiente Shim Byung-woo Fotógrafo
de Corea. Como primer japonés del licor tradicional de Corea, ha estudiado, probado y disfrutado las innumerables variedades de makgeolli, soju, vino medicinal y vinos de frutas que componen el patrimonio de bebidas alcohólicas de Corea. Apasionada por la comida y la bebida, y fiel defensora del intercambio cultural, trabaja duro para introducir, tanto a coreanos como a no coreanos por igual, en un nuevo mundo de sensaciones.
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la bebida a veces se le atribuye la capacidad de estrechar la relación entre las personas. Pero… ¿puede unir también dos culturas? Yukari Muraoka así lo cree. Hablamos de una experta culinaria que abandonó su Kobe natal en Japón, para mudarse a Seúl en 2010. Muraoka es una acérrima defensora del makgeolli (licor de arroz sin refinar), así como de otros tipos de licor tradicional, tanto coreanos como japoneses. No sólo dirige una asociación de 1.200 entusiastas aficionados al makgeolli en Japón, sino que aquí, en su país de adopción, también ha recibido elogios por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales, por sus esfuerzos para promover la cultura de la bebida tradicional coreana.
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una entusiasta del arte culinario El interés de Muraoka por los alimentos procede de su primera infancia. “Mi madre era una gran cocinera, así que desde que recuerdo he tenido interés por la cocina”, afirma. “Cuando estaba en primer grado, mi madre me dio un cuchillo y para empezar a practicar. Ella no me enseñó a usarlo, pero
me hacía ponerme a su lado y observarla, para luego experimentar por mi cuenta”. A medida que crecía, la pasión de Muraoka por los alimentos de gran calidad iba en aumento; pero además, vivía en una región conocida por sus destilerías de sake. “La región de Kobe, donde crecí, tiene agua especialmente pura y deliciosa. Al agua de aquí en japonés la llamamos: 'Miyamizu' (literalmente “agua celeste”). El sake hecho con Miyamizu es considerado como el mejor de Japón, así que pude aprender mucho sobre el alcohol y sus formas de elaboración desde una temprana edad”. Después de graduarse de la universidad, Muraoka inicialmente se dedicaba a los negocios y pasó cinco años en Canadá trabajando para una compañía de venta de maderas. Sin embargo, a los 30 años decidió perseguir su sueño de convertirse en una experta culinaria. “En esa época me interesé particularmente en la relación entre el alcohol y los alimentos. También aprendí que el alcohol de cada país sabe mejor cuando se combina con la cocina local. Más tarde empecé a impartir clases de cocina, pero los platos que enseñaba
1 En la Galería Sool de Insa-dong en Seúl, donde trabaja la tradicional sommelier especializada en bebidas coreanas Yukari Muraoka, se exhiben los principales licores regionales de Corea. Desde arriba en el sentido de las agujas del reloj: Igangju, vino refinado de arroz que contiene jugo de pera y de jengibre, de Gyeongju; Vino Chusa de manzanas de Asan, de la provincia de Chungcheong del Sur; Soju de Andong; y licor de helechos de la isla de Jeju. 2 Yukari Muraoka, que se crió en un pueblo de Kobe (Japón) conocido por sus destilerías de sake, siente un amor especial hacia los licores tradicionales coreanos. Ella vino a Corea para estudiar los licores y platos tradicionales, y en 2014 recibió la certificación de sommelier de licores tradicionales coreanos.
a la gente en Japón eran todos aperitivos o platos secundarios, para acompañar al alcohol [anju]”, comenta.
el encanto del licor tradicional coreano Como tantas otras personas de Asia y de todo el mundo, Muraoka se quedó enganchada con la serie de televisión coreana “Dae Jang Geum” (Joya en Palacio) cuando se emitió en Japón en 2004. El drama gravita en torno a una joven que entra a trabajar como cocinera del palacio real, y más tarde se convierte en la primera mujer médico en servir al rey. Y esa relación entre medicinas y alimentos fue lo que cautivó tan fuertemente la atención de Muraoka. “En Corea existe la expresión ‘yaksik dongwon’ o ‘uisik dongwon’, que alude a que el tipo apropiado de comida y de bebida puede actuar como medicamento y prevenir enfermedades. Y esta forma de pensar se refleja no sólo en la cocina coreana, sino también en su alcohol tradicional”, asevera. “Lo que realmente me impresiona es que el alcohol tradicional coreano procede de ingredientes que son muy buenos para la salud”. El interés
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“A menudo me preguntan cuál es mi alcohol o licor tradicional coreano preferido, pero honestamente puedo decir que no tengo uno favorito, porque el alcohol tiene un sabor diferente cada vez”.
de Muraoka por Corea seguía creciendo, mientras que en su país natal, comenzó a haber muchos aficionados al makgeolli, en gran parte debido a la expansión de la cultura pop coreana. “Mucha gente en Japón ha desarrollado una gran pasión por el makgeolli”, afirma. “Al principio, la gente bebía makgeolli importado, pero tras probarlo en Corea, comprendieron que sabe mucho mejor cuando es fresco”. Uno de los encantos del makgeolli es que su sabor cambia constantemente desde el momento en que se fabrica, debido al proceso de fermentación y a la gran cantidad de bacterias del ácido láctico que contiene. Generalmente se considera que es mejor tomarlo entre tres y cinco días después desde su preparación. “Al estar tan cerca, hay entusiastas del magkeolli en Japón que vuelan a Corea cada mes, solo para tomarlo recién hecho. Y en los últimos años, cada vez más y más personas en Japón han comenzado a fabricar makgeolli -tanto coreanos como japoneses-, explica Muraoka.
una nueva vida en Corea En 2010, Muraoka decidió mudarse a Corea para profundizar en su conocimiento sobre el licor tradicional y la gastronomía coreana. Al darse cuenta de la importancia de las competencias lingüísticas, primero se matriculó en un curso intensivo de dos años en la Universidad de Sogang; aunque en su tiempo libre también ampliaba sus conocimientos sobre licor tradicional. En la época de su graduación, en 2012, de pronto surgió una fiebre repentina por el makgeolli en el distrito que refleja las tendencias de Seúl, Hongdae, al lado de su universidad. “Por lo general, los bares de magkeolli suelen estar decorados con un estilo más bien tradicional. Pero en ese momento apareció un nuevo tipo de bares de magkeolli y se hizo muy popular entre los estudiantes universitarios”, comen44 KoREANA otoño 2015
1 1 Una variedad de granos como el arroz blanco, el arroz glutinoso, la cebada, el mijo y las lágrimas de Job se utilizan para hacer licores tradicionales coreanos. Los granos se cuecen al vapor mezclados con la malta y se fermentan. 2 Cata de vinos en la Galería Sool.
ta. “Hubiera estado muy bien si ese boom hubiera continuado, pero ahora la cerveza artesanal se ha convertido en la nueva bebida de moda entre los jóvenes”. Sin embargo, y pese a que fue una locura fugaz, ayudó a elevar el perfil del makgeolli entre los jóvenes consumidores. Los años siguientes Muraoka estuvo muy ocupada. En 2013 lanzó Global U Co. Ltd., una empresa de consultoría de negocios que entonces era su principal fuente de ingresos. Pero continuó con su pasión y en 2014 participó en un concurso para obtener el título de Sommelier de licor tradicional. Tras realizar primero un examen escrito sobre la historia del licor tradicional coreano, las cualidades científicas del alcohol y las muchas variedades existentes, pasó a la
segunda ronda. “Algunos extranjeros, e incluso muchos coreanos, piensan que el makgeolli es sólo otro nombre para el licor tradicional coreano; pero hay cuatro tipos diferentes de licor tradicional coreano: yakju [vino medicinal o refinado de arroz], soju, makgeolli, y vino de fruta”, explica. “El examen abarca todos los tipos de licor tradicional, con catas a ciegas, y también hay que saber todo sobre su procedencia, pues hay que describir a los jueces la historia y los antecedentes del licor”. Con categorías separadas para coreanos y extranjeros, el examen no era para ir mal preparado. “Estaba tan nerviosa durante la prueba, que casi no podía recordar nada”, afirma Muraoka. Pero tuvo éxito y logró convertirse en el primer japonés en ser nombrado Sommelier de licor tradicional. Tan distinguido honor hizo que más personas conocieran el esfuerzo de Muraoka, incluido Lee Dong-phil, ministro de Agricultura, Alimentación y Asuntos Rurales, quien le entregó un Certificado Oficial de Recomendación en noviembre de 2014. Al siguiente febrero fue contratada por la Galería Sool (también conocida como Galería Jeontongju) en Insa-dong, para ayudar a supervisar sus programas educativos y su centro de negocios. “Los coreanos encuentran interesante aprender sobre su alcohol tradicional de la mano de un extranjero que habla coreano con acento”, señala con una sonrisa. “Tal vez sienten un poco de vergüenza por no saber más sobre su propia cultura de la bebida, por lo que se esfuerzan más en los estudios”.
el licor tradicional coreano como experiencia Existen más de 1.000 tipos diferentes de makgeolli en Corea, por no hablar de las innumerables variedades de yakju, soju, y de vino de frutas. Cuando se le pregunta cuál es su favorito, Muraoka sólo sonríe. “A
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menudo me preguntan cuál es mi alcohol o licor tradicional coreano preferido, pero honestamente, puedo decir que no tengo uno favorito. Eso es porque el alcohol tiene un sabor diferente cada vez que se bebe”. “Lo mejor es beber un alcohol concreto en la zona en la que se produce, y sincronizarlo con la comida tradicional de la región”, afirma. “Entonces logras experimentar esa bebida por completo”. Ella sostiene que todo contribuye a la experiencia culinaria, incluso el estado de ánimo, o el tiempo que hace afuera. Recuerda una experiencia que en particular le causó una fuerte impresión: “Hay un makgeolli muy tradicional que elabora un hombre llamado Song Myeong-seop. Está hecho con arroz y cebada y no contiene aspartamo ni endulzante en absoluto. Su nombre es simplemente ‘Makgeolli Fabricado Personalmente por Song Myeongseop’. Incluso el envase es muy sencillo y directo, al igual que la bebida”. Muraoka
visitó una fábrica de cerveza en Jeolla del Norte, en un acto organizado por un canal de televisión. “Habían preparado una cena especial para nosotros y luego sirvieron ese makgeolli. Su sabor y la forma en que se mezclaba con la comida era tan impresionante, que realmente ponía de relieve el encanto del makgeolli de estilo tradicional”. Con los años, Muraoka ha visitado muchas cervecerías y destilerías. “Si hablamos de licor tradicional coreano, creo que la técnica y el equipamiento o la maquinaria importan menos que la devoción con que se prepara. Me he dado cuenta de que las personas que tienen más pasión por los detalles de su oficio hacen el licor de mejor calidad. Puede percibirse en la apasionada manera en que hablan sobre el alcohol y los alimentos, así como por la forma en que te instan a probar diferentes bebidas. Y es cierto que, después de escuchar las historias sobre el alcohol que fabrican, su sabor se puede apreciar aún más”.
un puente entre culturas El alcohol es a veces descrito como un consuelo, o forma de atraer a la gente. Muraoka prosigue: “Un destilador tradicional me dijo un día: Cuando estás triste, el alcohol es un amigo que se sentará en silencio a tu lado y compartirá tu tristeza. Y cuando seas feliz, se unirá a ti para celebrar tu alegría”. Pero lo que transmite Muraoka es mucho más que amor por el alcohol: “Cuando era joven siempre soñaba con poder actuar como una especie de puente entre culturas”, recalca. “Por supuesto, la relación entre Corea y Japón atraviesa muchos problemas, que ciertamente no está en mi mano resolver. Pero si puedo jugar un pequeño papel en unir a las personas a través de un interés común por el licor tradicional, entonces sentiré que estoy haciendo una contribución positiva”. (Traducido por Javier Castañeda)
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en eL CAmIno
‘una enciclopedia de Arte andante’
Kim dal-jin
Kang Shin-jae escritor independiente Shim Byung-woo Fotógrafo
un niño, que perdió a su madre cuando era joven, comenzó a guardar recortes de arte para superar su soledad. Con el tiempo esa afición se convirtió en su motivación de vida que ha generado una impresionante colección y recopilación de materiales sobre arte. gracias a sus denodados esfuerzos, conserva una gran cantidad de valiosas fuentes, que se han convertido en crónica de la historia del mundo del arte moderno y contemporáneo coreano sistemáticamente organizada. 46 KoREANA otoño 2015
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n día, un niño de 19 años de edad, fue a visitar a Lee Kyungsung, el entonces director del Museo de Arte de la Universidad de Hongik. Por supuesto, el chico nunca había visto antes a Lee, pero hizo una profunda reverencia y luego le mostró unos 10 libros con recortes que traía envueltos en un paño, repletos de fotos a color de grandes obras de arte, publicadas en revistas femeninas y en colecciones de libros de arte mundial. Formaban una compilación de arte occidental en toda regla. Lee palmeó la espalda del nervioso muchacho y le felicitó por su esfuerzo.
Coleccionar recortes artísticos A partir de paquetes de cigarrillos, sellos y envoltorios de chicle, la colección de Kim Dal-jin se fue expandiendo gradualmente, hasta incluir copias de las famosas obras de arte que encontraba en libros y revistas. Con los recortes que iba reuniendo compuso libros de recuerdos, que en sí mismos relataban una parte de la historia del arte occidental. Cuando perdió a su madre a los 11 años, intentó llenar el vacío que sentía recopilando cosas. Y pese a ser un alma introvertida, al tener una misión, pudo adquirir el valor necesario como para visitar a un famoso crítico de arte. Posteriormente, comenzó a recopilar materiales sobre arte más en serio tras graduarse en la escuela secundaria. Enviaba cartas a los editores de revistas, críticos de arte y curadores, explicándoles su compromiso con el arte y pidiéndoles que contactaran con él en caso de poder proporcionarle cualquier material. Recibió una sola respuesta, de Kim Hyung-yoon, editor del ‘Deep Rooted Tree’ (Árbol de raíces profundas o Ppuri gipeun namu, en coreano), una revista de nivel sobre cultura coreana. Su corazón dio un salto de alegría cuando recibió su carta, pero quedó abatido tras leer su consejo final: “Siento tener que decirle que le resultará difícil convertir su hobby en un trabajo”. Pero este incidente no fue tanto un fin, sino un nuevo comienzo. Tiempo después, Lee Kyung-sung fue nombrado director del Museo Nacional de Arte Moderno y Contemporáneo de Corea (MMCA). Con la ayuda de Lee, Kim consiguió un trabajo en el museo, aunque era un trabajo temporal por el que sólo recibía unos 4 dólares por día (4.500 wones). Pero lo más destacable es que pudo seguir con su hobby, con el que continúa durante 45 años, e incluso figura en los libros de texto de secundaria como el “archivero que convirtió su hobby en un trabajo de por vida”. Ahora, con 60 años, Kim se ríe de su propio destino, marcado por una mezcla de coincidencias y conexiones. Al dirigirse a él se refieren como “enciclopedia de arte andante”, pues conoce todo sobre los artistas y la Historia del Arte; incluyendo sus números de contacto, sus círculos de amigos, e incluso sus gustos personales. Este testigo viviente del arte moderno y contemporáneo de Corea, y principal coleccionista de materiales de arte, se ha mudado recientemente de una pequeña oficina de alquiler, a un nuevo espacio de su propiedad. Durante la entrevista se muestra totalmente relajado. “Cuando era estudiante de secundaria, me fascinó la exposi-
ción ‘60 años de arte moderno de Corea’. En ese entonces, era fácil encontrar materiales de artistas famosos como Park Soo-Keun, Lee Chung-sop o Kim Whanki; pero los de los artistas menores eran mucho más difíciles de conseguir. Entonces pensé que debía comenzar a recopilar materiales sobre el arte moderno y contemporáneo de Corea, además de fotos de obras extranjeras”, explica. Kim empezó a mostrarme materiales que había recopilado hace unos 40 años, incluyendo entradas a exposiciones o para el Palacio Gyeongbok, así como diversos folletos. Aquellos días resultaron ser un punto de inflexión en su existencia, que le mostraron una clara dirección en la vida. Trabajó en los archivos del MMCA unos 14 años y como archivero jefe de la Galería de Arte Gana seis años más hasta 2001. Posteriormente, con todos sus materiales, abrió el Museo de Archivos de Arte Kim Daljin.
Recopilando pilas de materiales Optó por un campo de trabajo y se revistió de perseverancia para recoger tantos materiales. Los curadores y galeristas solían referirse a Kim como el “hombre de los viernes” porque cada viernes realizaba rondas por todas las galerías de Insa-dong y Sagandong, en el centro de Seúl, para recoger folletos y catálogos. Uno de sus hombros todavía está encorvado de transportar durante tanto tiempo pesados bultos repletos de materiales. Entonces Kim no establecía límites y recogía todo lo que quedaba a su alcance, incluyendo folletos, catálogos, entradas, carteles, revistas y libros de texto. En un momento dado, su colección pesaba casi 20 toneladas. El suelo de su casa cedió y tuvo que alquilar un espacio en el sótano al lado. Entonces, cuando otras cajas con nuevos materiales volvieron a llenar su casa, terminó por dormir en un colchón sobre las cajas. Sin embargo, Kim siempre está sediento de más recortes y materiales de arte, en particular de rarezas y cosas singulares. Por eso participa regularmente en la subasta mensual Kobay, que principalmente se centra en artículos para los que tienen el arte como hobby. Entre sus compras preferidas, destacan dos copias de la ‘Revista de la Asociación de caligrafía y pintura’, la primera revista de arte de Corea, publicadas en 1921 y 1922. “Mi corazón se puso a latir tan pronto como los vi”, afirma. “Le dije a mi esposa que tenía que comprarlos a toda costa y gané la subasta; pero todavía no puedo decir lo mucho que pagamos por ellos. Son dos ejemplares tan raros que podrían ser designados como Bien Cultural Importante, al igual que la primera edición de la colección de poesía de Kim Sowol, titulada ‘Azaleas’”. Cada vez que mencionaba algunos de esos materiales o artí-
Los paquetes de cigarrillos, sellos y envoltorios de chicle que un niño empezó a recoger para superar la soledad después de perder a su madre, junto con otros materiales que fue recopilando en toda su vida, han aportado una impresionante colección al museo. Gracias a la colección de Kim Dal-jin, director de los Archivos de Arte y Museo Kimdaljin, la historia del arte moderno y contemporáneo de Corea es más rica y precisa.
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Colección de materiales de Kim Dal-jin. En su mayoría se compone de materiales raros recogidos por Kim durante décadas, incluyendo libros académicos de arte, cuentos de hadas ilustrados, entradas de exposiciones, catálogos de exposiciones y carteles.
© Archivos de arte y museo kimdaljin
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De pronto, me pregunté quién sería capaz de unir todos los detalles de la vida de este hombre. Totalmente absorto en cortar y pegar cosas, hurgando y ordenando materiales, Kim ha tenido poco tiempo en su vida para hacer nada más... Todos esos artistas archivados, aunque no sepan cómo llegaron hasta allí, necesitan saber más sobre el hombre que dedicó gran parte de su tiempo a completar la crónica de sus obras y de sus vidas.
culos singulares durante la entrevista, me los mostraba, para que pudiera verlos con mis propios ojos. Parecía como si nunca hablara de nada que no estuviera basado en materiales que no poseyera o no estuvieran en su base de datos. Nunca vagueó sobre un año o una estadística. Meditaba cada pregunta y me daba respuestas que sugerían lo que él esperaba de mí como entrevistador; y no por casualidad cambiamos de enfoque y pasamos de hablar de “coleccionistas” a hablar de “archiveros”.
Coleccionista, Archivero e Investigador El primer trabajo de Kim fue en una revista, como periodista. De 1978 a 1980 escribió artículos para la revista de arte “Exposiciones mensuales” (Wolgan Jeonsi gye). Posteriormente, continuó escribiendo, incluso cuando trabajaba en el archivo de la revista. Él recuerda: “En 1985, escribí un artículo titulado ‘Los visitantes de las galerías son engañados: sugerencias para mantener en orden registros y archivos’. Llamé la atención de la gente al destacar la gravedad de los errores, discrepancias y omisiones en biografías, almanaques y anuarios, citando ejemplos concretos. Por ejemplo, hay una discrepancia entre los libros que citan el número de exposiciones celebradas en 1983: 1.272 en la ‘Revista de Arte de Corea’; 1.695 en el ‘Libro del Año de Cultura y de Arte’; 1.775 en el 'Anuario de Arte de Corea’ y 2.005 en el ‘Almanaque de Arte Yeolhwadang’. Me pareció lamentable que esas inexactitudes históricas fueran citadas en varias ocasiones sin verificar los hechos. Mi artículo fue mencionado en muchos periódicos; al igual que otras de sugerencias posteriores también golpearon los titulares. Yo era conocido como un newsmaker (fabricante de noticias)”. Después de abrir la Consultoría de Investigación de Arte Kimdaljin y el Museo Kimdaljin de Archivos de Arte, se puso a pensar seriamente en cómo sacar el mayor partido y aprovechar al máximo su colección. Como resultado, lanzó la 'Guía del Arte de Seúl’, una revista gratuita con artículos y noticias sobre arte, y el sitio web Daljin.com. Asimismo, habitualmente ayuda a la rápida difusión de noticias de arte en medios y redes sociales. Pero no satisfecho con eso, dijo: “Cuando coleccionas objetos, has de ordenarlos. Y al ordenarlos, se tiende a pensar en cómo darles valor. Sin este proceso, no se puede decir que seas un coleccionista real. Mira esto. Es un folleto de la ‘Exposición sobre Arte Moderno de Bélgica’ celebrada en el Museo Nacional de Arte del Palacio de Deoksu. ¿No es de extrañar que se celebra-
ra en 1952? ¿Una exposición de arte extranjero durante la Guerra de Corea? No tiene sentido, pero sucedió. Si este folleto no hubiera llegado a mis manos, yo nunca habría pensado en verificar ese hecho. En base a esta experiencia, organicé ‘Exposiciones de Arte Extranjero en Corea 1950-2011’ y publiqué un folleto adjunto”. El coleccionismo y las actividades de clasificación de Kim inevitablemente le llevaron a organizar sus propias exposiciones y a escribir sus propios libros. Hasta ahora ha editado ‘Exposición de publicaciones periódicas sobre arte de Corea 1921-2008’, ‘Exposiciones en Ultramar de Arte Contemporáneo de Corea 1950-2011’, ‘Topología de los Grupos de Arte de Corea del Siglo XX’, ‘Perspectiva de los Libros de Texto sobre Arte Coreano’ y una ‘Historia de Concursos de Arte’. En reconocimiento a sus contribuciones, en 2014 fue galardonado con un premio sobre publicaciones de arte por la Sociedad Conmemorativa de Kim Se-joong. También publicó ‘Quién es quién en el Arte de Corea’ y ‘Grupos de Arte de Corea 1945-1999’, publicaciones que sirvieron para crear un archivo base de los círculos artísticos. En ese mismo contexto, fundó la Asociación de Archivos de Arte Corea en 2013. Pero todo este trabajo no hubiera sido posible sin sus minuciosos y detallados análisis. Le miré a los ojos, que han pasado por un duro entrenamiento de más de 45 años, tras peinar innumerables cartas, dibujos y números. “Un día, un periodista me preguntó si estaba paranoico porque seguía señalando errores y discrepancias; y le expliqué lo difícil que me resultaba librarme de ellos una vez que captaban mi atención. Creo que un registro exacto hoy germinará en una historia exacta mañana. Sigo creyendo que un pequeño folleto de exposición o una nota en mi maletín ahora, pueden tener una gran implicación en el mundo del arte a futuro”. Con mirada de determinación, Kim comenzó a mostrarme los archivos de 270 artistas contemporáneos coreanos en un álbum de recortes que ha recopilado, categoría por categoría. Los “pequeños folletos de exposiciones o notas” en su maletín, de hecho equivalen a muchas biografías pormenorizadas de artistas. De pronto, me pregunté quién sería capaz de unir todos los detalles de la vida de este hombre. Totalmente absorto en cortar y pegar cosas, hurgando y ordenando materiales, Kim ha tenido poco tiempo en su vida para hacer nada más... Todos esos artistas archivados, aunque no sepan cómo llegaron hasta allí, necesitan saber más sobre el hombre que dedicó gran parte de su tiempo a completar la crónica de sus obras y de sus vidas. (Traducido por Javier Castañeda) CULTURA Y ARTE DE CoREA 49
Charles La Shure Profesor del Departamento de Lengua y Literatura de Corea, Universidad Nacional de Seúl Lee Woo-young Reportera Cultural, The Korea Herald
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Una inquietante historia de mezcla de mito y realidad “Princess Bari” Por Hwang Sok-yong, Traducido por Sora Kim-Russell, 304 páginas, $15, Reino Unido: Libros Periscope (2015)
Durante los rituales para guiar a los espíritus de los muertos hacia su descanso, los chamanes de Corea cuentan la historia de la princesa abandonada (“bari”). Nacida como la séptima hija de un rey que deseaba un hijo, ella fue abandonada y dejada morir; pero súbitamente sus padres enferman y ella emprende un épico viaje para salvarlos, en busca de un agua que les devolverá la vida. Ella ocupa un lugar especial en el chamanismo coreano y es conocida como “la abuela de todos los chamanes”. La poderosa novela que Hwang Sok-yong escribió en 2007, ‘Princesa Bari’, por fin estará a disposición de los lectores de habla inglesa este año, y trae este mito clásico al mundo moderno. La protagonista, Bari, comparte muchas cosas en común con tan mítico personaje. Ella también es la séptima hija de un padre que desea un hijo, y como su tocaya se abandona y se deja morir. Al igual que la princesa, emprende un viaje agotador. Pero nuestra heroína moderna realiza un viaje diferente, pues huye de la hambruna que padece su tierra natal Corea del Norte, cruzando el río Tumen hacia China, y luego atraviesa océanos ilegalmente hasta llegar a Inglaterra, donde espera poder hacer una nueva vida en una nueva tierra. Sin embargo, durante el viaje, Bari nunca está verdaderamente sola, y ella es sólo una más de entre los muchos que sufren. Como alguien que tiene el “don chamánico” para ver y comunicarse con los espíritus de los muertos, la carga de Bari se torna más pesada mientras viaja; como cuando aquellos que a su alrededor bordean la muerte entre dolor y tormento preguntan: ¿Por qué debemos sufrir? Por supuesto, no hay una respuesta única a esa pregunta, pues la gente sufre por muchas razones distintas: la guerra, la explotación, la pobreza o el fanatismo religioso, entre otros. Pero la búsqueda de Bari para encontrar respuestas, forma parte de un viaje integral encaminado a reconciliarse con sus propias experiencias. ‘Princesa Bari’, a pesar de que no sigue una línea temporal uniforme, está claramente ubicada en las últimas décadas de la historia contemporánea. La hambruna que afecta a Corea del Norte en la juventud de Bari alude a la “Marcha Penosa” (Arduous March) de mediados de los 90. Y la historia termina con un incidente que aún permanecía en la memoria reciente de los lectores cuando el libro fue publicado: los atentados de Londres del 7 de julio de 2005. En definitiva, el libro puede ser una obra de ficción y los episodios chamánicos sin duda una fantasía, pero la novela ofrece un relato sorprendentemente preciso de la realidad. Bari ofrece respuestas, pero es poco probable que el lector no quede satisfecho con ellas como última palabra sobre el tema. No hay ninguna resolución ordenada de la historia, ni un “felices para siempre”, y por tanto da la idea de una historia no lineal sino cíclica: una historia que trasciende a Bari y se convierte en una experiencia compartida por muchos. Al mezclar mito y realidad en la historia de una joven que es testigo de tanto sufrimiento y lucha por hacer frente a todo, Hwang sostiene un espejo y nos pide que miremos en nuestro interior. Cuando la historia de Bari se convierte en nuestra propia historia, resulta imposible que no produzca cambios en el lector.
Una singular mirada al interior del “Reino Ermitaño” “Sin ti, no hay nosotros” Por Suki Kim, 304 páginas, $15, Nueva York: Crown Publishing Group (2014)
La periodista coreano-americana Suki Kim, y también novelista galardonada, viajó a Corea del Norte en 2011, pero permaneció allí algo más de tiempo que la mayoría de los turistas occidentales: visitó el país más hermético del mundo para enseñar inglés en una universidad. ‘Sin ti, no hay nosotros: mi tiempo con los hijos de la élite de Corea del Norte’ narra la experiencia que vivió mientras daba clase en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pyongyang, a cargo de los misioneros cristianos evangélicos. Disfrazada de misionera cristiana, Kim pasó dos semestres enseñando a los hijos de la élite norcoreana. Durante ese tiempo, tomaba notas y escribía a diario; información que guardaba en un USB que le acompañaba a dondequiera que iba. Después de regresar a Estados Unidos, escribió un libro de memorias que ofrece una singular perspectiva de la vida en Corea del Norte. Kim expone tanto los buenos como los malos aspectos de vivir y enseñar a los universitarios de Pyongyang. Por una parte, desarrolla afecto hacia sus alumnos, en los que halla una inocencia que raramente podría ser encontrada en jóvenes estadounidenses de la misma edad. Pero a la vez también se halla bajo la estrecha vigilancia, tanto de sus “acompañantes” de Corea del Norte como incluso de sus propios estudiantes.
Representación sarcástica de la modernización de Corea “Breve biografía de yuja” Por Yi Mun-gu, traducido por Jamie Chang, 172 páginas, $7, Seúl: Asia Editores (2013)
Sin duda es una de las principales novelas de Yi Mun-gu (1941-2003), y forma parte de un proyecto para publicar en inglés ediciones de obras literarias coreanas modernas. Originalmente fue publicado en 1991 y es un clásico moderno de obligada lectura en la lista de libros recomendados en la escuela secundaria. La novela muestra, desde un enfoque sarcástico y humorístico, la vanidad y el egoísmo de la gente surgidos en el curso de la modernización del país. La narración está escrita en primera persona, y cuenta la historia de un hombre apodado “Yuja”, que significa “discípulo de Confucio”, quien trabaja como chofer del presidente de un conglomerado. Entre el presidente y Yuja se desarrolla una interesante relación cuando el presidente compra una colorida carpa y su personal crea un estanque de cemento artificial para alojarla en el patio de su casa. Pero no mucho después de ubicar al pez en su nuevo hogar, muere a causa de las toxinas del cemento.
Tesoros hallados en la Filmoteca de Corea http://www.kmdb.or.kr/eng/
La Filmoteca de Corea alberga una amplia gama de materiales relacionados con el cine, incluyendo películas, guiones, carteles, fotos, referencias y DVDs. Cualquiera que precise información sobre películas coreanas estrenadas en el pasado puede visitar dicha página web, donde encontrará más de 3.500 títulos y podrá ver más de 300 clásicos coreanos. El archivo ofrece un recurso integral para los estudiantes de cine, directores, investigadores y medios que buscan información sobre películas coreanas, sus actores, y sobre la historia del cine coreano. Algunos de estos principales clásicos pueden verse gratuitamente, incluso obras maestras como ‘Chunhyang’, del director Im Kwontaek. Pero los amantes del cine coreano también pueden buscar sinopsis e información de las obras, por títulos, en la base de datos, que está organizada por género cinematográfico y por año de lanzamiento. El sitio web también es una guía útil para nuevos aficionados al cine coreano. Ofrece una lista de las 100 mejores películas coreanas y de otras 50 películas independientes, así como información en formato “pregunta/respuesta” sobre las obras. Algunas de la sección de preguntas frecuentes son “¿Qué película coreana tiene el título más largo?” o “¿Cuál fue la primera película coreana reconocida en un festival de cine extranjero?”. (Traducido por Javier Castañeda)
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oPInIón deSde LA LeJAníA
¡YO VIVÍ EN COREA! guillermo ortega Asesor de Comercio Internacional · Cámara de Comercio de España en Corea
D
etrás de cada expatriado que llega a Corea hay una historia muy distinta. Algunos llegan atraídos por la riqueza del hallyu, la ola de la cultura pop coreana –nutrida de ingredientes como el KPop, los cómics, las telenovelas o los grupos ídolos coreanos, por mencionar algunos– y otros lo hacen por motivos laborales o gracias a becas de estudio, mientras que otros tantos, aterrizamos un poco por pura casualidad. A menudo muchos coreanos suelen preguntarme: ¿Por qué viniste a Corea? Es una mítica pregunta que surge tanto para romper el hielo en una conversación informal, como por curiosidad real. Si bien entre mis derivadas comunes entraba la posibilidad de soñar con lejanos y exóticos parajes de sol y playa como posibles destinos laborales, honestamente he de confesar que hace unos años nunca había pensado en Corea como país en el que acabaría viviendo. Siempre me imaginaba en los típicos destinos de revista. Sin embargo, a raíz de una oportunidad laboral, y tras hablar con unos y con otros, la idea de venir a este país comenzó a tomar forma y a rondar mi cabeza, y poco a poco me fui interesando más y más por esta pequeña y populosa península asiática. Precisamente, el desconocimiento que tenía de Corea resultaba ser uno de los factores de mayor atracción. Más allá de las noticias en los periódicos, el K-pop y los cómics, la imagen que tenía del país era bastante difusa. Pensaba que tanto China como Japón, países más conocidos en el imaginario ibérico, quizá no me ofrecerían una experiencia tan singular ni tantas aventuras, pues a través de sus numerosos restaurantes y de sus millones de expatriados, ya estaba mucho más familiarizado con ambas culturas y tenía ciertas nociones de lo que podría esperar en cada uno de esos países. Gastronómicamente, tanto los rollitos de primavera como el sushi o el sashimi, que no dejan de ser tópicos de identidad, ya formaban parte de mi haber. También había visitado el barrio chino de Nueva York, Toronto,
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Londres o París, e incluso había compartido piso con gente de Hong Kong y Pekín. Los países del sudeste asiático se me antojaban bonitos e idílicos destinos de veraneo, pero para mí carecían de la fuerte personalidad, del carácter y la cultura de la entonces para mí desconocida Corea. Finalmente, el destino quiso traerme por estas tierras y, como todo gran cambio, podría pensarse que llegar y adaptarse a un país situado en la otra punta del planeta podría plantearse complicado. Pero –sorprendentemente- la realidad fue muy distinta. Después de encontrar piso en Hongdae, uno de los barrios más divertidos y dinámicos que he conocido en diversas ciudades del mundo, la vida en Seúl no ha podido resultar más gratificante. Y lo cierto es que Corea, país peninsular al igual que España, tiene muchas más cosas en común con éste último de las que uno podría llegar a imaginar a priori: una enorme oferta de ocio, gastronomía rica y variada y gente muy amable. ¿Acaso se puede pedir más? Al llegar a Corea por vez primera, los ojos del extranjero suelen sorprenderse por mil cosas, ante mil detalles: las infinitas luces de neón, el perpetuo silencio del metro, las mareas de gente en barrios como Hongdae, Itaewon o Gangnam; así como por otras tan simples como el hecho de no tener que dejar propina, disponer de baños limpios en cada estación de metro o desviar la atención a esos tubos metálicos que cuelgan del techo –como si fueran trompas de elefante- en cada barbacoa coreana. Muchas de ellas con el tiempo pasan a ser parte del día a día, mientras que otras no dejan nunca de sorprenderme. Sigue siendo difícil acostumbrarse a salir de casa sin llaves y sin cartera –tan solo con una tarjeta de crédito adosada al móvil, costumbre que ya sigo como tantos coreanos- ya que las facilidades para pagar con tarjeta cualquier cosa, incluso pequeños artículos como un refresco en una tienda de conveniencia, hacen que pueda prescindirse por completo de llevar dinero en efectivo.
Sin embargo, a medida que esa mirada ajena del extranjero se va adaptando mejor a la realidad cotidiana, y por tanto aumenta el conocimiento sobre Corea, uno descubre que la esencia del país no es tan diferente del propio como podía pensar al inicio. Cada día puedo constatar el cierto parecido existente entre Seúl y Madrid, así como el paralelismo entre Busan y Barcelona; que a los coreanos les gusta ir a la montaña y a la playa tanto o más que a los españoles; que en ambos países hay un bar en cada esquina, y que los dias festivos los parques y la montaña se llenan de “domingueros”, que buscan el mismo fin: esparcirse. Quizá al ser España y Corea países peninsulares poseen un carácter muy parecido a pesar de las distancias. Los coreanos son amables y buenos anfitriones, son simpáticos y sencillos y, por lo que he visto en cada una de mis escapadas por el país, muy generosos. Al igual que ocurriría en muchos pueblos del interior de España, en varias ocasiones se ha acercado algún paisano local a interesarse por mi procedencia, a preguntarme qué me traía por aquí y a ofrecerme un trago o algún plato de comida local. Estar tan lejos y sentirte como en casa es quizás una de las mayores lecciones de vida que me ha enseñado Corea. Venir pensando que vas a la otra punta del planeta y al llegar comprobar lo fácil que resulta adaptarse a un nuevo entorno, es toda una lección para aprender a sacar el lado positivo de cada experiencia, amén de resultar tremendamente enriquecedor. Gracias a mi trabajo, estrechamente relacionado con el comercio exterior, cada día puedo observar de cerca la cultura coreana y aprender más detalles sobre su realidad económica e histórica. El paralelismo histórico entre España y Corea, especialmente en sus últimos 50 años, desde mi punto de vista es enorme; y hace que muchos de los actuales retos y preocupaciones de los coreanos, sean también los mismos que los de los españoles. Ambos países han experimentado un rápido desarrollo que, si bien ha mejorado el nivel de vida de sus ciudadanos, plantea grandes brechas entre el estilo de vida y la mentalidad entre las nuevas generaciones y las de sus antecesores. Probablemente, cualquier español en Corea habrá detectado detalles que observar con admiración y una pizca de envidia: como el respeto por los símbolos, las normas, las personas y los bienes comunes; el fuerte sentimiento de unidad y patriotismo; la disciplina, el sacrificio, el esfuerzo y la competitividad; así como el civismo y la cooperación como valores colectivos. Y es que, más allá de un modelo económico o educativo de éxito sin parangón, Corea tiene mucho que enseñar al mundo. Para los españoles, acostumbrados a una sociedad festiva, flexible, un tanto aletargada y algo despreocupada –en muchas ocasiones con
valores casi opuestos- todo lo anterior bien podría servir de inspiración y ejemplo para crear un país mejor. Corea es de esos países que te va enamorando poco a poco. Si bien todavía no está tanto en el objetivo del turista occidental, como podrían estarlo otros destinos asiáticos como Filipinas o Tailandia, al visitar las distintas provincias del país, uno queda gratamente sorprendido tras observar la belleza natural que su no muy amplio territorio esconde. Mi cara fue de total asombro al vislumbrar la perspectiva desde lo alto de los montes de Tongyeong y contemplar decenas de islas en el horizonte. Quede atónito al ver las curiosas formaciones de la bahía de Suncheon o los paradisiácos paísajes de Jeju. Después de miles de escalones y unas cuantas paradas para reponer fuerzas, pude contemplar de cerca las escarpadas cumbres de Seoraksan. Y es que, precisamente era ésta la clase de experiencia que esperaba hallar en Corea. Sorprenderme con aquello que nunca podía haber imaginado encontrar aquí, al tiempo que cada día transcurre con una tremenda familiaridad por lo cotidiano. He visitado parajes con tesoros que incluso muchos coreanos desconocen de su propio país. Ver lugares que no salen en las postales y descubrir todos esos enclaves que los turistas europeos y americanos, obvian, bien por pereza o por cierta miopía en su elección, cuando parecen viajar en manada a los mismos destinos, me llevó a descubrir maravillosos rincones que normalmente permanecen como perlas escondidas para éstos turistas occidentales en masa. Así es Corea. Por mi experiencia puedo decir que vivir lejos de la familia y los amigos y no dominar el idioma son, en mi caso, las únicas cosas que me faltan en Corea. Vivir aquí te invita a recorrer Asia pues su ubicación permite alcanzar casi cualquier país asiático en pocas horas. Residir en una ciudad vibrante a la vez que confortable, como es Seúl, al tiempo de vivir experiencias y situaciones nunca imaginadas, dibuja ante mí un camino emocionante por recorrer y repleto de excitantes sensaciones. Dicen que vivir lejos de casa resulta adictivo, y que, una vez se experimenta es difícil de abandonar; pues te permite mirar al mundo con ojos de niño, como si todo fuera nuevo, apreciando cada detalle, cada cambio, cada gesto… Hace que algo tan cotidiano como andar por la misma calle cada mañana, invite a vivir cada instante con el sabor de la novedad, de la primera vez. y te permite conocer a gente nueva e interesante cada jornada. A día de hoy, no puedo sentirme mas satisfecho de haber venido a vivir a Corea. Desconozco cuánto tiempo me quedaré por estas tierras, o cuántas aventuras me quedan aún por vivir en este bello país, pero si con algo me quedo es con un privilegio del que pocos occidentales gozan: el poder decir algún día: “¡Yo viví en Corea!”. CULTURA Y ARTE DE CoREA 53
deLICIAS deL gouRmeT
El jeoneo, un manjar de otoño, es muy sabroso asado. Cuando las temperaturas otoñales caen por las brisas frescas de la mañana y la noche, el jeoneo aporta grasa y tiene un sabor mejor y más pleno.
LA ALOSA MANCHADA Park Chan-il Cocinero, columnista gastronómico Ahn Hong-beom Fotógrafo
MÁS SUCULENTA EN ÉPOCA DE COSECHA ARROCERA 54 KoREANA otoño 2015
E
n otoño, todo Corea se afana en comer un pescado en particular. Los medios lo presentan como el manjar de la estación y estimulan el interés de la gente por su sabor. Este pescado es la alosa manchada o jeoneo en coreano. En realidad, es muy extraño que, en un país donde es posible tener sobre la mesa una amplia variedad de pescados y mariscos durante todo el año, exista tanta apetencia por un solo pescado. Desde siempre ha sido alto entre los coreanos el consumo de pescados y frutos de mar, tales como la corvina amarilla, la sardina, la caballa, el arenque, el abadejo y el calamar. En el caso de la alosa manchada, lo cierto es que no era un ingrediente de cocina ampliamente demandado por los coreanos, por encima de las limitaciones regionales o estacionales. Así las cosas, hay que reconocer que la popularidad de las alosas manchadas se debe en gran parte a los reportajes culinarios aparecidos de los medios de comunicación. Todos los años, cuando llega el otoño, la cobertura que hacen los medios de los festivales de alosa manchada, organizados en distintas localidades en las costas sur y oeste, es muy intensa.
La popularidad de las alosas manchadas Aunque Corea se ubica en una península rodeada por mar, en el pasado no era fácil comer pescado en lugares alejados de la costa, ni en las ciudades ni en el interior del país. Tanto era así que el bacalao y la corvina blanca, considerados en la zona costera como una delicia del verano, no eran tan populares en el interior de Corea, incluyendo Seúl. En cambio, la alosa manchada, pese a ser un pescado que se captura solo en otoño, empezó a ser consumida a nivel nacional, siendo este un caso muy poco usual. Las mayores ventajas de la alosa manchada son que es barata y fácil de cocinar. Preparada como sashimi, su sabor se adecúa perfectamente al paladar del coreano medio; mientras que asada, es especialmente exquisita. Por supuesto, al hecho de que este pescado sea el favorito de muchos coreanos en todo el país, contribuyeron bastante los medios de comunicación. La alosa manchada suele ser un poco más pequeña que la
palma de la mano de un adulto. Pero, de vez en cuando hay también otras mucho más pequeñas o más grandes. Las alosas manchadas comienzan a capturarse en grandes cantidades a principios de otoño, en la ya conocida como temporada de alosas manchadas, cuando los arrozales se tornan dorados. Sin embargo, antes era difícil comer alosas manchadas crudas en las ciudades, dado que morían casi inmediatamente tras ser capturadas. Ahora las cosas son diferentes e incluso en las ciudades lejos de la costa es posible comer sashimi de alosa manchada, gracias al avance de los transportes y a las técnicas de traslado de pescado fresco; así como a los criaderos de alosa manchada que comenzaron a tener éxito a comienzos de la década del 2000. Igual de importante fue el paladar de los oriundos de regiones costeras, que aún tras mudarse a las grandes ciudades, no pudieron olvidar el sabor de la alosa manchada y contribuyeron a su demanda. Actualmente, la cría de alosas manchadas es una actividad habitual que se realiza sobre todo para responder a la creciente demanda de ese pescado. Las alosas manchadas capturadas en su hábitat natural miden aproximadamente 15 centímetros de largo y presentan un color amarillento en la parte del lomo. En cambio, las de los criaderos son más pequeñas y tienen el lomo de color azulino. No obstante, en cuanto a sabor, cuesta distinguirlas. La alosa manchada es un pez que prefiere aguas oscuras y lodosas que aguas limpias y transparentes. Si bien en la actualidad las alosas manchadas son también capturadas en el Mar del Este, debido a los cambios de temperatura en las aguas marinas, las regiones más activas de captura y de cría son las costas sureña y occidental. Habitualmente la alosa manchada es percibida como un pescado otoñal; pero la oferta de alosas manchadas comienza a finales del verano y se mantiene constante durante todo el otoño. Cuando llega noviembre, las espinas se endurecen y las alosas manchadas pierden popularidad. En todo caso, conviene recordar que la temporada de alosa manchada difiere por regiones, siendo las originarias las de Gyeongsang del Sur, que se capturan desde mediados de agosto hasta principios de septiembre, las ideales para comer
La alosa manchada es un pescado suculento, que puede degustarse crudo o asado. de acuerdo a Seo yu-gu (17641845), un estudioso de Silhak -movimiento filosófico de carácter pragmático que surgió en las postrimerías de la dinastía Joseon-, la alosa manchada gustaba a todos más allá de las clases sociales y la gente se refería a ella como
jeoneo (literalmente “pescado dinero”), queriendo decir que todos la compraban sin importar el precio. Ahora, la alosa manchada, que antaño era imposible de ser distribuída a nivel nacional debido a que moría inmediatamente después de ser capturada, conquista el paladar de muchos coreanos con su delicioso sabor, especialmente en otoño, gracias al desarrollo de los medios de transporte y las técnicas acuícolas. CULTURA Y ARTE DE CoREA 55
crudas, mientras que las de la costa oeste son deliciosas para asar, durante el mes de octubre, en pleno otoño.
Recetas más representativas de alosa manchada Las alosas manchadas que se capturan a finales de verano y comienzos de otoño son ideales para comer crudas. Esto se debe a que las aguas en esa época aún son templadas y por consiguiente esos peces no acumulan todavía grasa en su cuerpo. Las alosas manchadas de esa temporada tienen un sabor fresco y su carne puede ser disfrutada incluso con las espinas de la columna vertebral, ya que son blandas. El sashimi de alosas manchadas -comúnmente conocido como sekkosi en Corea- se come con doenjang o pasta de soja fermentada, hojas de sésamo, ají verde y ajo, o mezclado con salsa de gochujang con vinagre y vegetales surtidos. En la región de Jeolla, se agrega a este plato ajonjolí para darle más sabor. A medida que el otoño avanza, las alosas manchadas aumentan de tamaño y sus espinas se vuelven más duras, por lo que ya no es posible comerlas junto con su carne. Cuando empiezan a soplar vientos fríos por las mañanas y las noches, se capturan alosas manchadas perfectadas para asados. La grasa de las alosas manchadas se compone mayormente de ácidos grasos insaturados y contiene elevadas cantidades de sustancias como EPA o ácido eicosapentaenoico, efectivo para prevenir enfermedades relacionadas con un estilo de vida sedentaria. En otoño, el porcentaje de grasa en las alosas manchadas sube, siendo esto lo que hace más sabrosos estos pescados. El tipo de alosa manchada preferido para los asados es conocido en Corea con el nombre de ddeokjeoneo. El ddeokjeoneo, que se captura en ingentes cantidades en los mares frente a Busan y Jinhae, es una especie de alosa más grande y más plana. “Una cabeza de alosa manchada vale un cubo de ajonjolí” o “Al olor del asado de alosa manchada, regresa a casa la nuera que huyó”, son algunos de los dichos poulalres que incrementan el atracti-
vo del sabor de las alosas manchadas. También el dicho “las alosas manchadas, hay que asarlas y comerlas cuando la nuera no está” corrobora que este pescado gustaba desde antaño a muchos coreanos. El denominador común de la mayoría de estos dichos es que hacen referencia al rico olor que se produce al asar las alosas manchadas, y esta alusión al estímulo olfativo hace que la gente guarde un recuerdo multidimensional de ese pescado. En este sentido, resulta particularmente inolvidable el sabor de las alosas manchadas cocinadas a la parrilla sobre fuego prendido con carbón, mientras se airean con un abanico, para obtener un asado perfecto. El sashimi de alosa manchada tiene un sabor fresco y es aún más delicioso si uno mastica bien. Es especialmente suculento si se prepara con alosas manchadas de tamaño mediano, capturadas a comienzos de otoño y cortadas sin retirar las espinas. La textura que uno siente en las muelas al masticar las espinas junto con la carne, es simplemente espectacular. Los pescadores de la costa sur, suelen comer en cubierta mientras pescan las alosas manchadas, los intestinos de este pez enteros con doejang o kimchi , una especie de improvisado platillo conocido como tongmari. Otra forma de degustar la alosa manchada es en salmuera. En las localidades del suroeste coreano, la salmuera de intestinos de alosa manchada es un ingrediente esencial de cocina para sazonar, con un sabor exquisito e intenso, los platos autóctonos de la región. Seo Yu-gu, en su libro de políticas pragmáticas sobre economía rural (Tratado de Economía escrito en retiro), alude a las alosas manchadas. En concreto, describe cómo los comerciantes salaban esos pescados para llevarlos a Seúl y venderlos allí. Las alosas manchadas con una adecuada proporción de grasa, son un perfecto ingrediente para preparar ricas salmueras. Ojalá que en Seúl sea posible saborear de nuevo una buena salmuera de alosa manchada. (Traducido por Joo Hasun)
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1 El pescado crudo se come generalmente sin espinas, pero el jeoneo es un pez que se puede comer con todo, incluyendo la columna vertebral, que sigue siendo suave a principios de otoño. Su delicioso sabor se potencia mejor con pasta de chile mezclada con vinagre. 2 Hay varias maneras de degustar el jeoneo. Una de las más populares es mezclar trozos de un corte fresco de jeoneo con varias verduras en rodajas, incluyendo hojas de sésamo, y aliñarlos con pasta de chile y vinagre. El sabor agridulce del jeoneo y las texturas crujientes del pescado crudo y las verduras conforman un plato verdaderamente maravilloso.
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Las alosas manchadas que se capturan a finales de verano y comienzos de otoño, son ideales para comer crudas. Esto se debe a que las aguas en esa época aún son templadas y por consiguiente esos peces no acumulan todavía grasa en su cuerpo. Las alosas manchadas de esta temporada tienen un sabor fresco y su carne puede ser disfrutada, incluso con las espinas de la columna vertebral, ya que son blandas. Cuando empiezan a soplar vientos fríos por las mañanas y las noches, se capturan alosas manchadas perfectadas para asados. CULTURA Y ARTE DE CoREA 57
enTReTenImIenTo
Las grandes películas que tocan el corazón de los coreanos
Kim young-jin crítico de cine y profesor de la Universidad de Myongji
“Interestelar” y “Frozen” son dos películas de Hollywood que han recibido una excepcional acogida en Corea. en el caso de la primera, su contenido inspirado en la ciencia contribuyó a aumentar aún más la conocida fiebre de los padres coreanos por la educación, mientras que los valores familiares de “Frozen”, cinta que narra magistralmente la conmovedora historia de dos hermanas huérfanas, atrajo a hordas de cinéfilos en el país. en otras palabras, la inclinación de los coreanos por la familia y la educación ejercieron una enorme influencia a la hora de disparar los ingresos en taquilla.
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n total de 10.275.484 personas vieron “Interestelar” de Christopher Nolan en los cines coreanos, y la cinta pasó a ocupar el décimo tercer lugar de las películas más vistas en el país. En Estados Unidos el filme apenas recaudó 180 millones de dólares, cifra ligeramente superior al coste de producción, 160 millones. Tampoco resultó un éxito masivo en otros mercados fuera del estadounidense, a excepción de Corea. Otra superproducción de Hollywood que rompió récords en este país fue “Frozen”, la película de animación de Disney que atrajo a 10.296.101 espectadores, la cifra más alta de este género en Corea. En consecuencia, los productos de merchandising de “Frozen”, desde muñecas, disfraces y juguetes hasta la banda sonora original, se vendieron en masa. Mis dos hijas todavía cantan cada domingo por la mañana “Let It Go”, el pegadizo tema principal de la película.
pre se han visto como una sabrosa comida rápida y llena de calorías vacías, al no discriminar entre públicos. Sin embargo, si los éxitos de taquilla fueran el equivalente cinematográfico de las hamburguesas de McDonalds, fabricadas para satisfacer los gustos del público en general de todo el mundo, sería difícil explicar el motivo de su elevada popularidad en Corea. En el pasado, los espectadores coreanos parecían inclinarse más hacia las películas con un contenido marcadamente local, independientemente de su procedencia. Así, muchos de los éxitos de la taquilla coreana contenían elementos claramente locales que no se entendían fácilmente en otros países. “Silmido” y “Taegukgi: la hermandad de la guerra”, fueron las primeras películas locales que lograron atraer a más de 10 millones de espectadores. Cuando llegaron a los cines en 2004, el lema “superproducción al estilo coreano” parecía una exageración, teniendo en cuenta sus relativamente modestos presupuestos de unos 10 millones de dólares. En cualquier caso, ambas lograron una gran acogida en taquilla y también
Las preferencias específicas de los cinéfilos coreanos Las grandes producciones de Hollywood siem-
©Warnerbros Korea
©CJ E&M ©Showbox
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fueron aclamadas por la crítica. Su épica apeló fuertemente a los espectadores coreanos. La clave de ambos éxitos fue el arraigado sentimiento coreano. La icónica y melodramática escena de “Taegukgi”, donde dos hermanos se apuntan el uno al otro con sus armas en la guerra en una nación dividida, refleja la angustia de Corea. Del mismo modo, para los espectadores extranjeros debe haber sido difícil entender por qué los embrutecidos reclutas de “Silmido”, a los que el gobierno habían dado cruelmente la espalda, echaban de menos a sus madres con la misma intensidad con la que expresaban su voluntad de servir a la patria. Hasta la segunda mitad de la década del 2000, las películas coreanas fueron en general más populares que las estadounidenses entre el público local. Durante algún tiempo, los éxitos de taquilla de Hollywood parecían tratar de esquivar la competencia directa con las producciones coreanas durante las épocas de temporada alta, como vacaciones de verano, Navidad y fin de año. La popularidad de las estrellas del Hallyu (ola de cultura de Corea), que en aquel momento se extendió rápidamente por Japón y China, también alimentó el explosivo crecimiento del cine nacional. Sin embargo, cuando los grandes conglomerados empresariales de Corea se hicieron con la industria cinematográfica, al controlar la inversión, la distribución y la proyección del cine, se redujo la diversidad, al tiempo que aumentaron los costes de producción. Por tanto, es interesante analizar qué características particulares de “Interestelar” y “Frozen” les han permitido ganarse al público en Corea, con mucha más fuerza que en otros países.
Características de Hollywood que fascinan a la audiencia coreana No faltaron quienes hacían bromas sobre el modo en que “Interestelar” se convirtió en un éxito en Corea. La película propone una interconexión del sistema solar con otras galaxias a través de agujeros de gusano, una espectacular fantasía científica bastante nueva para muchos espectadores coreanos, que quizá no poseían
los suficientes conocimientos científicos. Después de que el marketing y las críticas de la prensa destacaran sobre todo el contenido científico de la película, los padres, incapaces de responder a las continuas preguntas de sus hijos, acudían a los cines como si fueran a una visita educativa al planetario. La audiencia coreana también es receptiva al sentimentalismo de las películas familiares en el que se basa “Interestelar". Al igual que “Silmido” y “Taegukgi”, grandes éxitos locales más recientes como “Milagro en la celda número 7”, “El fiscal” y “Oda a mi padre”, comparten una sensibilidad similar. Los coreanos responden rápida y positivamente a las historias de padres que realizan sacrificios desinteresados por sus hijos, y sobre todo ante una madre derramando lágrimas. En el caso de “Interestelar”, Murphy, que era un niño de primaria en el momento en que abandona la Tierra su padre, el explorador del espacio Cooper, se dirige a éste en su lecho de muerte con una apariencia mucho mayor que la de él, en una conmovedora escena empapó con lágrimas los ojos de muchos espectadores coreanos. Según la teoría de la relatividad de Einstein, los viajeros espaciales envejecen más lentamente que los se quedan en la Tierra; fenómeno que se yuxtapone con la realidad fundamental del envejecimiento humano y la mortalidad. Para el público coreano, sirvió para recordar el sincero amor a la familia y la inevitabilidad de la pérdida de los seres queridos. La abrumadora respuesta de la audiencia a “Frozen” puede tener su explicación en el profundo sentimiento propio de los coreanos. El guion de la película transforma la típica historia-cliché de cuentos de princesas, tan propia de las películas de dibujos animados de Disney. La cinta comienza de un principio parecido al de “La Bella Durmiente”, pero los personajes no son una princesa y un príncipe. En su lugar, narra la historia de cómo dos princesas hermanas aprenden a aceptarse y entenderse mutuamente. De forma inteligente, “Frozen” satisfizo las aspiraciones de los padres en cuanto al modelo que desean para las vidas de sus propias hijas. (Traducido por Atahualpa Amerise) Escenas de las películas, de izquierda a derecha: "Silmido", "Taegukgi: La hermandad de la guerra", "Interestelar" y "Frozen".
©2013 Disney
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eSTILo de vIdA
Una nación obsesionada con el café
muchos coreanos comienzan su día con un café. Tienen el hábito de beber café a la mañana. de camino al trabajo muchos paran a comprar un café, o van a la cafetería para disfrutar de un expreso tras el almuerzo. ya sea en el trabajo o en casa, a la gente le gusta hacer un buen receso para tomar un café sobre las 3 o las 4, durante la lánguida tarde. También toman café con los amigos o quedan en una cafetería para luego salir. Kim yong-sub Director, Instituto de Nuevas Tendencias y Creatividad Empresarial Shim Byung-woo Fotógrafo
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l café encabeza la lista de alimentos y bebidas más consumidos regularmente por los coreanos adultos, según una encuesta de salud y nutrición realizada por el Centro Coreano para el Control y la Prevención de Enfermedades en 2013. Según este estudio, los coreanos tomaron café12,3 veces por semana, mientras que -sorprendentemente-comieron arroz 7 veces y kimchi11, 8. De hecho, actualmente los coreanos consumen café con más frecuencia que arroz, el alimento básico, e incluso que kimchi, un plato indispensable en la mesa coreana. Por tanto, basándonos solo en la frecuencia de consumo, no resulta exagerado decir que el alimento preferido o número 1 de los coreanos, ya no es ni el arroz ni el kimchi, sino el café. Pero, ¿de dónde proviene esta abrumadora obsesión de los coreanos por el café?
una bebida de reyes e intelectuales Probablemente, el café fue introducido por primera vez en Corea alrededor de 1890. En ese momento la gente lo llamaba gabi o gabicha. Algunos lo llamaron yangtangguk (“medicina occidental de hierbas”) por su sabor amargo. Entonces se convirtió en una de las bebidas favoritas de la corte real. Los registros históricos señalan que el rey Gojong (1863-1907) probó su primer café durante su breve refugio en la Embajada de Rusia en 1896. Antonieta Sontag (18541925), una alemana que residía en Corea -cuñada del primer cónsul general ruso en Corea, Karl I. Waeber- y administradora de la vivienda de la Embajada, sirvió por primera vez café al rey Gojong. En 1902, ella inauguró el Hotel Sontag, el primer establecimiento hotelero de estilo occidental de Seúl gracias a la confianza y apoyo del rey. Situado en Jeong-dong, que se había convertido en el centro diplomático y enclave de los expatriados de la capital, el hotel pronto se convirtió en importante escenario de la política y la diplomacia cuando Corea entró en el nuevo siglo. Esto naturalmente sugiere que lo más probable es que el hotel sirviera café. Más adelante, el edificio del hotel fue utilizado como dormitorios para Ewha Haktang, la primera institución educativa moderna de la nación para mujeres, pero finalmente fue demolido. Actualmente, en el Salón Centenario de la Escuela Superior de Ewha, hay una cafetería que se encuentra cerca de la antigua puerta del hotel Ewha. A veces tomo un café allí, imaginando cómo alguien en el cambio de siglo debía disfrutar su café en ese mismo lugar, hace unos 110 años. El primer dabang de Corea, que significa “salón de té” o “casa de té”, fue Kissaten (palabra japonesa con el mismo significado), y se inauguró en la Estación de Tren de Namdaemun [la puerta sur], actual Estación de Seúl, en 1909; poco antes del inicio del dominio colonial de Japón. Por aquel entonces había una serie de dabang en la zona, ya que muchos japoneses fueron allí a trabajar en un
proyecto de obras del ferrocarril, que enlazaría Seúl con la ciudad fronteriza noroccidental de Sinuiju. El primer dabang operado por un coreano fue bautizado como Kakadu (Cockatoo), fue inaugurado por el director de cine Lee Kyung-son (1905-1977) en Gwanhun-dong, Jongno, en el centro de Seúl, en 1927. Pero fue después de la década de 1920 cuando el café se convirtió en una bebida popular en Corea. Entonces empezaron a abrir una cafetería tras otra en el centro de Seúl, en zonas como Myeong-dong, Chungmuro y Jongno. Entonces los coreanos comenzaron a consumir café en serio. En los años 20 y 30, los intelectuales y los artistas inauguraron diversos cafés, que se convirtieron en espacios populares,donde la gente se empapaba de la nueva cultura del café y disfrutaba del impulso social de las cafeterías. El escritor Yi Sang (1910-1937), abrió la casa de té Jebi Dabang a la entrada de Cheongjin-dong, Jongno, en 1933 con la ayuda de su novia Geumhong, que era una gisaeng (cortesana). Por su parte, el dramaturgo Yu Chi-jin (19051974) regentaba Platana en Sogong-dong, y la actrizBok Hye-sook (1904-1982), era la propietaria de Venus, en Insa-dong. Por sus orígenes como bebida preferida de los reyes, el café se arraigó en la sociedad coreana como parte de la alta cultura, estrechamente vinculada a los intelectuales y artistas. Posteriormente, la cultura del café se filtró de arriba a abajo y dejó de ser un lujo exclusivo, para pasar a ser uno de los deleites favoritos de la población en general; aunque al principio era un lujo caro. No en vano, muchos coreanos todavía consideran como norma de cortesía servir un café a las visitas que llegan, tanto en casa como en el lugar de trabajo.
¿qué piensas del café que bebes? Los gustos coreanos y la cultura del café confluyeron estrechamente con los estilos de vida que prevalecieron durante el desarrollo socio-político y económico del país en las décadas siguientes al fin del régimen colonial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Así, desde el café de los primeros salones de té, fermento intelectual de la década de los 60, se pasó al café instantáneo para llevar de los 70, y al café en latas o sobres premezclados en la estimulante década de los 80. Más tarde se cerró el círculo dando paso a la nueva tendencia de saborear el café con calma, en la década de los 90, a la que seguiría el café de franquicia en la década del 2000. Desde entonces, los patrones de consumo de café se han diversificado, gracias a la gran variedad de tipos de café disponibles: por goteo, expreso, máquinas de café y cápsulas, etc. Ante tan creciente diversidad, el paladar se fue hacia los granos de café recién tostados, hacia las máquinas de café expreso de alta gama y hacia el café de calidad, tanto en los cafés favoritos como en el hogar. No en vano, estudiar todo sobre el café y convertirse en barista certiCULTURA Y ARTE DE CoREA 61
Los coreanos anhelan el café por su poder energizante, pues funciona como un tónico que les mantiene en constante movimiento y ayuda a llevar su duro ritmo de trabajo, pues hacen muchas horas extraordinarias, fieles al mantra“trabaja duro y juega duro”, que se traduce en muypocas horas de sueño. En Corea el café no es una bebida más: es tanto un estimulante para la “dura vida diaria de los coreanos”, como un lubricante social, y así ha sido desde la llegada de la modernización.
ficado está de moda entre los adultos jóvenes de hoy en día. Pero todavía hay muchas personas que disfrutan del sabor de un sobre de café instantáneo. Las máquinas expendedoras de café siguen estando fácilmente disponibles, incluso ahora que las franquicias de las cafeterías multinacionales se han puesto de moda. Actualmente, hay unas 30.000 cafeterías en todo el país. Atraen a un gran número de parroquianos, porque los clientes pueden básicamente “blindar un espacio” y quedarse allí largas horas por el precio de una taza de café. Además, muchas cafeterías ofrecen conexión de Wi-Fi gratuita. Por tanto, tras comprar un café, uno puede permanecer en la cafetería y utilizarla como oficina por unas horas. Tanto es así que se ha acuñado una nueva expresión “COFFICE” (coffee+officce, café y oficina en inglés), para referirse a aquellos que usan las cafeterías como oficinas: van con un portátil, piden un café y se quedan allí a trabajar. Los gustos de café podrían haber tendido hacia una gama superior, pero la elección del consumidor sigue siendo democrática:
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todavía hay 40.000 máquinas expendedoras de café en funcionamiento en todo el país. En la década de los 90, un café de máquina expendedora costaba unos 100 wones, lo que permitía a la gente disfrutar de un café con una sola moneda. Hoy en día, las máquinas expendedoras siguen siendo para las masas un importante remanente de café listo para beber, aunque queden menos de la mitad, en comparación con sus días de gloria. De hecho, el café las tiendas de conveniencia, el café instantáneo, y el café enlatado, generan una cuota de mercado mucho mayor que los apreciados y carísimos cafés de java que ofrecen las mejores tiendas. Según un reciente estudio de mercado, las ventas de café de la tienda de conveniencia y de café instantáneo generaron casi 2,2 billones de wones (unos 2.200 millones de dólares) en 2012, cifra considerablemente mayor que los 1.58 billones de wones que producen las ventas de café normal. Esto demuestra que todavía muchas personas disfrutan con el barato sabor del café instantáneo a diario. Elogiados por su excepcional gusto, los
1 En una cafetería de la transitada zona de Hongdae en Seúl, (Hongdae se refiere a la Universidad de Hongik), el aroma del café se propaga desde un tostador vintage. El café se prepara en una máquina antigua que usa un método de tostado tradicional. Esto refleja el deseo del dueño de la cafetería de compartir la fragancia del café que sirve a sus clientes, para que conozcan mejor el producto que toman. 2 Clientes conversan tomando un café en el segundo piso de una cafetería que antes era una fábrica de zapatos abandonada.
sobrecitos coreanos de café soluble son apreciados por los bebedores de café en todo el mundo.
¿qué significa el café para los coreanos? Los coreanos anhelan el café por su poder energizante, pues funciona como un tónico que les mantiene en constante movimiento y ayuda a llevar su duro ritmo de trabajo, pues hacen muchas horas extraordinarias, fieles al mantra“trabaja duro y juega duro”, que se traduce en muy pocas horas de sueño. En Corea el café no es una bebida más: es tanto un estimulante para la “dura vida diaria de los coreanos”, como un lubricante social, y así ha sido desde la llegada de la modernización. Pero ahora también es importante saber dónde prefieren tomar café. Con la introducción de la cultura occidental, tras la apertura de Corea al mundo con la llegada del SXX, llegó la cultura del café y los salones de té o dabang, lugares de encuentro cómodos y agradables donde cualquiera podía ir a disfrutar de un café y de una buena conversación. Sólo en Seúl, había 214 dabang tras el Armisticio de la Guerra de Corea en 1953, cifra que ascendió a 1.041 en 1960. Pero los dabang no sólo servían café, sino también otras bebidas tradicionales como ssanghwatang (bebida tónica a base de hierbas). Así, el dabang dejó de ser un lugar de reunión que ofrecía bebidas para convertirse en espacio cultural, a la vez que emergía una nueva bebida favorita: el café. El 26 de octubrede 1909, el patriota anticolonial Ahn Jung-geun (1879-1910) esperó en un dabang de la estación de tren de Harbin,
en el noreste de China, su oportunidad para asesinar a Ito Hirobumi, el primer residente general de Corea. Asimismo, la Historia coreana moderna está repleta de referencias a las cafeterías, como lugares que han presenciado o protegido a algunos de los actores-clave de los principales acontecimientos políticos. Había muchos dabang junto a las universidades en la década de los 80 y 90, cuando germinaron los movimientos de democratización de Corea y las posteriores revoluciones sociales. Sentados en sillas de respaldo alto y bebiendo taza tras taza de café por la miría dade dabang ubicados en todo el país, los estudiantes universitarios debatían sobre política y amor en medio de una espesa nube de humo de tabaco. Esta escena resume el espíritu de esas décadas. Pero el café ya no es una simple bebida para nosotros, los coreanos. Se ha convertido en una necesidad diaria que se asocia y disfruta como parte del ocio; como parte de un tiempo propio para el romance y la introspección. Y es, una vez más, una lujosa indulgencia. En los últimos años, los jóvenes se han vuelto locos con los postres caros -macarrones, chocolates, pasteles y helados- perfectos cómplices que complementan el creciente consumo de café. Los coreanos consumen unas 728 tazas de café por segundo, lo que equivale a 22.900 millones de tazas al año. En este mismo momento, muchos coreanos preparan un café por goteo, disfrutan de un café solo, o hablan con alguien mientras degustan un café. Por tanto, más que ser una moda pasajera, parece que a la obsesión de los coreanos por el café le aguarda un brillante futuro. (Traducido por Javier Castañeda)
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JoRnAdAS de LITeRATuRA CoReAnA
CRÍTICA
AMASAR — UN PROCESO DE RECONCILIACIÓN Chang du-yeong crítico literario
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im sum nació en Ulsan en 1974 y creció en Daejon. Su carrera literaria empezó en 1997 cuando su obra Con relación a la lentitud obtuvo uno de los premios del Concurso Anual de Literatura del diario local Daejon Ilbo. En 1998, con su Tiempo medieval ganó el Premio al Escritor Novel de la revista literaria Munhak Dongnae. Desde el principio, fue objeto de especial atención por sus profundas exploraciones estéticas y experimentales. Los relatos de sus inicios recogidos en Pelea de perros (2005), su primera colección, y en Cama (2007), su segunda colección, son una sucesión de historias crueles y grotescas. En estas obras, concentra el foco de atención, como si fuera un láser, en la angustia y la desesperación de personas que sufren la violencia de nuestra sociedad actual. Su interés principal es retratar las pesadillas, la realidad sombría y la desdicha de la vida interna de aquellos que se sienten asfixiados. Es por eso que, en sus primeras obras, da prioridad a la inclinación descriptiva más que al desarrollo narrativo, anteponiendo la presentación de imágenes. Las obras que se recogen en su tercera colección Hígado y vesícula biliar (2011), comparadas con las anteriores, muestran una representación más próxima a la realidad. En estas obras, la autora describe sin filtro alguno, escenas de la vida diaria de personas comunes y corrientes como las que podemos encontrar, al menos una vez, a nuestro alrededor. La angustia y la descripción que se retrataban un tanto ambiguamente en sus obras previas, se materializan aquí con el frío y poderoso peso de la realidad, dejando entrever también el temor que se experimenta en la frontera entre 64 KoREANA otoño 2015
la vida y la muerte. Puede decirse que fue un cambio de afirmación de formas experimentales a formas reales de la vida. Asimismo, en su cuarta colección Fideos (2014) se mantiene vívidamente esa visión exploratoria de indagar, penetrando en la oscuridad y en las heridas que permanecen ocultas en la vida diaria. En esta obra, es especialmente efectiva la forma en que se establece la personalidad de los protagonistas, colocando a la familia en el centro de la creación de la tensión narrativa. En estos relatos, la autora captura diversos niveles emocionales, como el resentimiento, el odio, el miedo, la aversión, la propia decepción y emociones parecidas que se dan lugar en las relaciones familiares, ya sea entre marido y mujer, entre padrastro e hijastra, entre padre e hijo o entre hermanas. Simplificando la narración y limitando las relaciones humanas a aquellas existentes entre miembros de una familia y capturando las indefinibles emociones que se producen dentro de una familia, donde yace la locomotora del eterno amor y del odio, ella intenta describir la profundidad interior de los seres humanos. Entre estas obras, “Fideos”, que lleva el título de la colección, se concentra en la relación entre madre e hija y trata sobre el significado y las dificultades de vivir como una mujer en una sociedad patriarcal tradicional. Si consideramos solamente la narrativa exterior de “Fideos”, es una obra extremadamente simple. El relato entero trata de la hijastra, la cual prepara fideos para su madrastra que tiene un cáncer incurable. Pero si nos fijamos en los pormenores de la obra, apreciamos que se despliega ampliamente la vida de una mujer como si fuera un panorama, con los dolores y los conflictos que
Kim Sum explora la oscuridad y las heridas. Por esa razón, en sus obras podemos encontrar con frecuencia la decepción y la angustia. Pero eso no quiere decir que sus narraciones estén saturadas de inutilidad y desesperanza. desde sus primeros trabajos hasta la actualidad, sus obras han estado marcadas por intentos de sondear y penetrar en la esencia de las cosas, que es la forma en que busca y rellena la más diminuta grieta de la vida. Pregunta constantemente a los lectores sobre la actitud que debemos mantener ante la vida en medio de una angustia y una desesperación persistentes.
tuvo que soportar esa mujer, como una sombra, durante toda su vida. El resentimiento de su hijastra, que está profundamente enraizado, hace que se niegue a toda costa a llamar “madre” a su madrastra, lo que al mismo tiempo, contradiciéndose, se contrapone a sus irresistibles deseos de probar un cuenco de fideos que la madrastra solía servirle. Es por eso que “Fideos” condensa, de esta forma, el destino de una persona y los conflictos que han perdurado durante tanto tiempo, por lo que es recomendable que se lea con total concentración sin dejar pasar ni una simple frase. Los momentos de amasado son un tiempo de endurecimiento, solidificándose en la masa la pena, el resentimiento, el enfado y la envidia que se restriegan, apretándose y estirándose incesantemente. Es la lucha viva contra los dolorosos resentimientos que se han asentado muy profundamente. Al estar repitiéndolo durante mucho tiempo, el nudo que se le ha formado en el corazón empieza poco a poco a desatarse. El tiempo en que se ocupaba de amasar, le había servido, a “usted”, para consolarse y desatar el nudo que tenía en el corazón. La protagonista, “yo”, se esfuerza en calcular el tiempo que “usted” ha pasado amasando en los pasados veintinueve años, desde que se casó en segundas nupcias con su padre, después de que se divorciara por no poder dar a luz. Intenta desatar cautelosamente ese nudo acariciándole las heridas. El tiempo de amasado es también el tiempo para crear “cuerdas”, y dice que los hijos son cuerdas que no solo la enlazan con el marido, sino también con el mundo entero. Ese es precisamente el origen de la oscuridad y de las heridas de la protagonista “yo”. En definitiva, las horas que “yo” gasta haciendo el amasado no es otra
cosa sino “producir cuerdas” con la masa de harina, sustituyendo a las cuerdas que llamamos “hijos”. Amasar corresponde al esfuerzo de una “mujer estéril” por liberarse del destino, lo que provoca lástima porque el fracaso está previsto. Pero ahora, “yo” se une también a la labor de hacer cadenas. Y no es únicamente porque coincidan en el hecho de que no puedan concebir. Es porque “yo”, a través de un proceso de identificación personal, ha logrado entender la oscuridad y las heridas de la vida que ha atravesado “usted”. Mientras está amasando, el mundo está lleno de paz. Es la hora en que se produce el diálogo entre “usted” y “yo”, como si fueran los únicos supervivientes de este mundo; por mucho que “usted” estuviera dormida y no pudiera escuchar a “yo”, o puede que “yo” se atreviera a hablar a “usted” porque pensaba que “usted” estaba dormida. Si así fuera, más que un diálogo sería una confesión, la forma más pura y respetuosa de comunicación. Este año, Kim Sum obtuvo el 39º Premio de Literatura de Yi Sang con su obra La historia de la raíz. En esta obra, enfatiza que la comunicación es el mejor medio para superar las heridas y comprender los dolores ajenos. “Fideos” tiene un contenido similar. En un simple cuenco de fideos comparte la agonía de haber soportado una dura vida y, además, conlleva la confesión de haberla añorado por mucho tiempo y el deseo de una reconciliación. Kim Sum nos dice que los ardientes intentos de producir cadenas de destinos que enlazan a una persona con otra es la actitud de la vida que debemos mantener hasta el último momento, incluso en situaciones de angustia y desesperación. (Traducido por Kim un Kyung)
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África y 4
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* en los números atrasados, hay que sumar el coste de envío por correo aéreo 1 Este de Asia (Japón, China, Hong Kong, Macao y Taiwán) 2 Mongolia y Sudeste Asiático (Camboya, Laos, Myanmar, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Malasia, Timor Oriental, Indonesia, Brunei y Singapur) 3 Europa (incluyendo Rusia y la CEI), Oriente Medio, América del Norte, Oceanía y el sur de Asia (Afganistán, Bangladesh, Bután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka) 4 África, Sudamérica / Centroamérica (incluyendo las Antillas), y las Islas del Pacífico Sur
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Comentarios del Lector 80 KoREANA otoño 2015
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