Primavera 2017
Bodas
BODAS
FORMAS COREANAS DE DAR EL SÍ
Bodas tradicionales: pasado y presente; Las bodas reales de la dinastía Joseon a través de los documentos Uigwe; Casarse hoy en Corea: del honsu a la luna de miel; El futuro del matrimonio; El matrimonio, un jardín para los viejos sueños de amor y felicidad; El matrimonio internacional: una experiencia personal
ISSN 1225-4606
Tomo 26, Nº- 1
Literary Translation in a Post-Trump World | Seoul International Writers’ Festival 2016 LTI Korea Translation Award | Reviews of latest translations | Book excerpts
rePortaJe esPeCIal
Pr mavera 2017 Tomo 26, Nº- 1
WINTER 2016
Cultura y arte de Corea
http://KoreanLiteratureNow.com
IMAGEN DE COREA
HACERSE MAYOR DE EDAD EN EL EJÉRCITO Kim Hwa-young Crítico literario y Miembro de la Academia Nacional de las Artes
“¡
Tus padres y hermanos duermen tranquilos, depositan su confianza en ti!” Frente a un exagerado cartel al fondo que emite un mensaje profundamente emocional, se ordenan largas hileras de jóvenes varones con el pelo rapado que avanzan rápidamente. Parecen tensos. Pero no son ni prisioneros de guerra ni condenados que llevan sus escasas posesiones en pequeñas bolsas de la compra. Son candidatos al servicio militar: jóvenes que se inscriben para destinar dos o más años de su primera juventud al servicio de proteger a la comunidad nacional, por lo que “sus padres y hermanos [pueden] dormir tranquilos”. Esta escena se repite cada lunes y cada jueves en el Centro de Entrenamiento del Ejército en Nonsan, provincia de Chungcheong del Sur, ubicado en el flanco costero occidental del país. Además del cartel que saluda a los nuevos reclutas, una pantalla muestra el equipamiento militar, las armas, los uniformes de combate, y otros dispositivos que llevarán una vez entren al Ejército. En la República de Corea, todo joven sano de más de 18 años debe cumplir este trámite. El día de inicio tiene un aire curiosamente festivo, y reúne a unas 7.000 personas en la ciudad: padres, novias y otros miembros de la familia que vienen a ver a los 2.000 candidatos militares. Cuando la ceremonia de admisión termina y las familias se marchan, los nuevos cadetes se unen a sus batallones, y pasan los siguientes tres días entre exámenes físicos y pruebas de aptitud. Después, reciben los suministros militares y comienzan cinco semanas de duro entrenamiento. Dos semanas más tarde, a los padres se les notifica por teléfono a qué regimiento han sido asignados sus hijos, y se envía la ropa civil de los reclutas a sus casas con una carta. Cuando los padres reciben ese paquete de ropa, sus preocupaciones aumentan, pues señala el inicio de los casi dos años, a veces más, del cumplimiento de un deber militar que podría poner a sus hijos en peligro. Pero durante más de 60 años –transcurridos desde el estallido de la Guerra de Corea en 1950- la gente se ha acostumbrado a vivir bajo la amenaza de una guerra; así como de la violencia terrorista en países lejanos, que cada vez parece más aterradora e inmediata. El Centro Nonsan del Ejército es uno de los mayores complejos de entrenamiento militar del mundo, y sus vastas instalaciones son 76 veces el tamaño del estadio de la Copa del Mundo Sangam en Seúl. En este enorme complejo residen unas 16.500 personas, casi la población de la ciudad más cercana, entre nuevos reclutas, soldados de instrucción y formadores. Actualmente, Nonsan responde del riguroso entrenamiento del 45 por ciento de los 125.000 reclutas que cada año sirven en el Ejército nacional. Desde que el centro fue inaugurado en 1951 hasta la fecha, ha formado a unos 7,8 millones de nuevos soldados. El misterio por descifrar es cómo un notable número de varones coreanos, que consigue eludir este ritual de la mayoría de edad tras fallar en las pruebas físicas, después presumen y se autoproclaman como futuros líderes de la sociedad. (Traducido por Javier Castañeda)
Carta de los editores
El matrimonio y sus consecuencias en el futuro de Corea La institución del matrimonio es universal, pero tanto las bodas como los procedimientos ceremoniales para formalizar la unión de dos individuos como pareja casada varían entre los distintos grupos culturales, étnicos y religiosos, así como entre las diversas clases sociales. Las bodas también reflejan las diferentes costumbres y tradiciones de familias y sociedades, por no hablar de los valores individuales de los prometidos. El tema especial de este número, “Bodas: formas coreanas de dar el sí”, tiene como objetivo ofrecer a nuestros lectores la oportunidad de conocer mejor los enlaces coreanos, tradicionales y modernos, como aspecto vital de la sociedad y la cultura coreanas. Desde las bodas reales de siglos atrás hasta las ceremonias de boda contemporáneas, los reportajes que hemos preparado llevarán a nuestros lectores a diferentes escenarios de boda, donde presentaremos diversas prácticas rituales y sus simbólicos significados. Nuestros colaboradores también debatirán sobre el estado actual y futuro del matrimonio, abordando perspicaces puntos de vista sobre las cambiantes normas y todo lo concerniente al amor y a las relaciones conyugales; debates profundamente relacionados con los problemas demográficos a los que se enfrenta Corea hoy en día. El volumen de matrimonios y partos continúa disminuyendo a medida que los jóvenes aplazan cada vez más, o hasta evitan, formar familia por el desempleo y la inestabilidad financiera, entre otros motivos. A continuación les presentamos un artículo sobre la preocupante situación demográfica de Corea, ante la baja natalidad y el envejecimiento de la población. Esperamos que nuestros lectores aprecien estas historias y las encuentren útiles para entender la complejidad de un problema que no sólo afecta a Corea, sino también a muchas otras naciones del mundo. Javier Castañeda y Kim un Kyung Editores-jefe
“Boda” Atribuido a Kim Hong-do (1745-después de 1806) Siglo XVIII-XIX, Tinta y color en seda, 53,9 x 35,2 cm.
DIRECtOR CREAtIvO EDItOREs DIRECtOR ARtístICO DIsEñADOREs
Lee Si-hyung Kim Gwang-keun Javier Castañeda, Kim Un Kyung Bae Bien-u Charles La Shure Choi Young-in Han Kyung-koo Kim Hwa-young Kim Young-na Koh Mi-seok Song Hye-jin Song Young-man Werner Sasse Kim Sam Lim Sun-kun, Park Do-geun, Park Sin-hye Lee Young-bok Kim Ji-hyun, Kim Nam-hyung, Yeob Lan-kyeong
COMpOsICIóN y DIsEñO Kim’s Communication Associates 44 Yanghwa-ro 7-gil, Mapo-gu Seoul 04035, Korea www.gegd.co.kr Tel: 82-2-335-4741 Fax: 82-2-335-4743 tRADuCtOREs
Kim Un Kyung, Javier Castañeda, Raimon Blancafort, Atahualpa Amerise, Joo Hasun
Precio por número en Corea ₩6.000 Resto del mundo US$9 Para conocer el precio en detalle de las suscripciones, lea por favor la página 84 de Koreana. susCRIpCIóN/CORREspONDENCIA OtRAs ZONAs (INCluyENDO COREA) The Korea Foundation 2558 Nambusunhwan-ro, Seocho-gu Seoul 06750, Korea IMpREsA EN pRIMAvERA 2017 Samsung Moonwha Printing Co. 10 Achasan-ro 11-gil, Seongdong-gu, Seoul 04796, Korea Tel: 82-2-468-0361/5
CultuRA y ARtE DE COREA Primavera 2017
El novio y la novia, y sus asistentes, se dirigen a la casa del novio para celebrar la ceremonia de boda. De esta serie de pinturas se desprende qué acontecimientos constituían el ideal en la vida de un hombre de la dinastía Joseon.
DIRECtOR EDItOR EJECutIvO EDItOREs JEfE CONsEJO EDItORIAl
© Fundación Corea 2017 Todos los derechos reservados. Esta publicación no admite reproducciones totales ni parciales sin el permiso de la Fundación Corea. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente representan a los editores de Koreana o a la Fundación Corea. Koreana, registrada como revista trimestral en el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo (número de registro Ba-1003 con fecha 8 de agosto de 1987). También se publica en alemán, árabe, chino, francés, indonesio, inglés, japonés y ruso. Una publicación trimestral de la fundación Corea 2558 Nambusunhwan-ro, Seocho-gu Seoul 06750, Korea http://www.koreana.or.kr
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FOCO
Las penas comienzan cuando la población envejece Lee Seung-wook
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EL GUARDIÁN DEL PATRIMONIO
Yi Seong-mo: diseña trajes de buceo para las haenyeo de Jeju
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Heo Young-sun
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ENAMORADO DE COREA
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Las aventuras de Barry Welsh en Seúl
LIBROS Y MÁS
Kim Hyun-sook
For Nirvana: 108 Zen Sijo Poems
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poesía de la paradoja: una larga ruta hacia el descubrimiento
Letters from Korean History, I–V
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Historia de Corea para jóvenes lectores
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REpORtAJE EspECIAl
Bodas: formas coreanas de dar el sí REPORTAJE ESPECIAL 1
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Jorge Moreno Roa
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INGREDIENTES ESENCIALES
Samgyeopsal : los coreanos aman la “carne de tres capas”
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Soul Ho-joung
EN EL CAMINO
Las bodas reales de la dinastía Joseon a través de los documentos Uigwe
El viento, las rocas, y los suspiros del tiempo en el sur de Jeju
Yi Song-mi
Gwak Jae-gu
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UN DIA CUALQUIERA
Casarse hoy en Corea: del honsu a la luna de miel
Dependientes de tiendas 24h: vidas similares pero distintas
Lee Yoon-jung
Kim Seo-ryung
REPORTAJE ESPECIAL 4
Charles La Shure, Kim Hoo-ran
¡Queda mucha más Corea!
Han Kyung-koo
REPORTAJE ESPECIAL 3
Instrumentos tradicionales para la música de hoy
OPINIóN DESDE LA LEJANíA
Bodas tradicionales: pasado y presente
REPORTAJE ESPECIAL 2
Mask Dance
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JORNADAS DE LITERATURA COREANA
Clásico melodrama de un escritor maduro Choi Jae-bong
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Los días más felices y hermosos de la vida Gu Hyo-seo
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El futuro del matrimonio Baek Young-ok
REPORTAJE ESPECIAL 5
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El matrimonio, un jardín para los viejos sueños de amor y felicidad Lee Chang-guy
REPORTAJE ESPECIAL 6
El matrimonio internacional: una experiencia personal Charles La Shure
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REpORtAJE EspECIAl 1 Bodas: formas coreanas de dar el sí
BODAS TRADICIONALES: PASADO Y PRESENTE En la Casa de Corea la típica ceremonia de bodas resulta muy tradicional pero también es muy moderna a la vez. No solo se comprimen el tiempo y el espacio, sino que además distintas personas, que nunca se habían visto antes –los familiares directos e indirectos y los invitados de la novia y del novio- se reúnen en un mismo lugar para el enlace y la posterior recepción. 4 KOREANA Primavera 2017
Han Kyung-koo Antropólogo cultural y profesor de la Facultad de Estudios Liberales, Universidad Nacional de Seúl Ahn Hong-beom Fotógrafo
E
s sábado al mediodía. Hace bastante frío, pero el sol brilla y el cielo se ve despejado y azul. En la Casa de Corea, un espacio cultural en pleno centro de Seúl dirigido por la Fundación del Patrimonio Cultural de Corea, el patio está abarrotado de gente. En la parte central se han instalado una marquesina y una pantalla plegable. En la base de piedra de uno de los pasillos de madera que rodean el lugar, se disponen de forma ordenada siete músicos con coloridos trajes tradicionales, dando a este espacio un ambiente ceremonial formal, pero cargado de encanto. En el suelo cubierto de esteras se ha instalado una mesa alta de boda frente a una pantalla; mientras que a cada lado, al este y al oeste, se ubican mesas pequeñas y bajas. La mesa del novio se encuentra en el este y representa el yang (energía positiva) y a los hombres; mientras la mesa de la novia es la del oeste, que representa al yin (energía negativa) y a las mujeres.
Ceremonia de boda en un patio tradicional En la mesa alta de la boda se colocan algunos platos de comida como dátiles y castañas, así como un pino en miniatura y una planta de bambú en una maceta. Debajo de los árboles se coloca una gallina. La comida en la mesa puede variar de una región a otra, pero los dátiles y las castañas son elementos comunes que simbolizan los deseos de longevidad y la abundancia de niños. El perenne árbol de pino y el resistente bambú representan la lealtad y la fidelidad, respectivamente. Aunque en esta ocasión la ceremonia es en pleno día, sobre la mesa se colocan dos velas, azul y roja, también como símbolos del yin y del yang. En el pasado, cuando las bodas se celebraban por lo general de noche, las velas eran absolutamente imprescindibles. Sin embargo, incluso en las salas de bodas modernas -en las que cuelgan del techo lujosas lámparas de araña- todavía se observan estos cirios sobre la mesa. Y las bodas casi siempre comienzan con las madres de los novios entrando juntas en el salón y encendiendo las velas. En la Casa de Corea, al sur de la mesa nupcial, se encuentran las sillas dispuestas en filas, como en cualquier otra boda. A un lado se sientan los invitados del novio y al otro, los de la novia, mientras muchas otras personas se quedan en el patio. Algunos permanecen de pie porque no hay asientos libres, y también hay turistas extranjeros; pero la mayoría acude solo para entregar sus sobres de regalo con dinero en efectivo, saludar a la novia, el novio y sus familiares, y después marcharse rápidamente sin esperar a que acabe la ceremonia. Aunque en Corea cada vez aumenta la preferencia por las bodas pequeñas, la mayoría de las ceremonias en el país siguen siendo eventos a los que uno debe asistir con un sobre de dinero en la mano. Es por eso que recibir en el correo una
La novia y el novio se sientan a ambos lados de la mesa nupcial decorada con telas rojas y azules, uno frente al otro, en una ceremonia tradicional de boda, celebrada en el patio de la Casa de Corea, en el centro de Seúl.
CULTURA Y ARTE DE COREA 5
invitación de boda a veces se considera como “el pago de una factura”. Por último, acude al lugar el simpático y llamativo maestro de ceremonias que, vestido con un largo esmoquin blanco y un sombrero negro, ocupa su lugar en el lado norte de la mesa. En tiempos recientes, cuando la boda no está a cargo de un ministro o un sacerdote, este papel lo desempeña uno de los antiguos profesores del novio o un amigo de los padres, siempre que sea una figura respetada y con buena reputación en la sociedad. Sin embargo, en una boda tradicional todo lo que se necesitaba era alguien capaz de leer el orden de los procedimientos nupciales, por lo que en la mayoría de los casos, la persona a cargo de oficiar la ceremonia era un anciano vecino que pudiera leer caracteres chinos. El actual maestro de ceremonias es un anfitrión profesional registrado en la Casa de Corea que a veces presenta las competiciones de ssireum (lucha coreana). Finalmente, éste abre el gran abanico plegable, sobre el que está escrito el orden de los procedimientos, y anuncia solemnemente que ha comenzado la boda con las palabras: “Haeng chinyeongnye”. Por si acaso los presentes no entendieran esta arcaica expresión sino-coreana, inmediatamente explica con palabras simples que el novio procederá ahora a saludar a la novia.
El saludo a la novia en su casa Según la tradición confucianista, el chinyeongnye es el rito por el que el novio va a buscar a la novia y la lleva a su casa para la boda. Los “Anales de la Dinastía Joseon” de los primeros tiempos recogen: “Según las tradiciones de nuestro país, el novio va a vivir a casa de la novia, y sus hijos y nietos crecen en el hogar de su familia materna. A diferencia de los chinos, nosotros no tenemos la costumbre de que el novio lleve a la novia para vivir en su casa familiar. En vez de eso, los hombres consideran la casa de su esposa como la suya propia y a sus padres como los suyos, y les llaman madre y padre”. A medida que la influencia confuciana crecía y se apoderaba de Joseon, los eruditos neoconfucianos sostenían que, debido a que el hombre es yang y representa el cielo, y la mujer es yin y representa la tierra, las mujeres deben obedecer a sus maridos e ir a vivir a casa de ellos tras el matrimonio. Es decir, el hombre no debe mudarse a la casa de su esposa tras el casamiento, sino acomodar a su mujer en casa de sus padres. La familia real predicó primero con el ejemplo y después animó a la gente común a practicar también el chinyeong y enviar a la
mujer recién casada a vivir al hogar del marido. A veces se aplicaba esta costumbre, pero con poco éxito, porque el matrimonio no solo gira en torno al lugar donde la pareja va a vivir. También entran en juego muchos otros temas de carácter social, como la herencia de bienes y la celebración de ritos conmemorativos ancestrales. Por tanto, se llegaba a un acuerdo y se establecía la costumbre del ban-chinyeong (“medio chinyeong”), es decir, la ceremonia de la boda se llevaba a cabo en la casa de la novia y, después de vivir allí durante algún tiempo, la pareja se iba a vivir a la casa de los padres del novio. De hecho, se propusieron varios tipos de compromiso. Al principio vivían en la casa de soltera de la mujer durante tres años, pero se dice que este período fue acortado a solo tres días. Previamente, el oficiante anunciaba antes el inicio del chinyeong, pero en este caso parece que la Casa de Corea ha sido designada como el hogar de la novia para la ceremonia de boda de hoy. Cuando los músicos comienzan a tocar, el maestro de ceremonias utiliza las palabras clásicas sino-coreanas y del coreano moderno, para anunciar “la entrada del novio y del padre del ganso”. El llamado “padre del ganso” es un amigo del novio que sirve como asistente, y porta un ganso de madera para entregarlo como regalo a la familia de la novia, en un rito llamado jeonanrye. El ganso es un tradicional regalo de bodas, porque se sabe que este animal va y viene según las estaciones (lo que simboliza el flujo del yin y el yang) y suele aparearse de por vida. De este modo, se considera símbolo de fidelidad. Rápidamente, la comitiva del novio entra en el patio desde la parte de atrás del edificio de enfrente. El novio va vestido con una túnica carmesí de oficial y con un sombrero negro de estudiante, y simula el uniforme de un funcionario de alto rango de la dinastía Joseon. Como Joseon era un estado confuciano, aprobar los exámenes estatales y convertirse en funcionario del gobierno era todo un ideal masculino. De este modo, incluso a los hombres de la clase plebeya se les permitía llevar uniforme de oficial el día de su boda. Guiando al novio, hay dos muchachos jóvenes: uno lleva una linterna roja y el otro una linterna azul. Esta es una tradición adoptada de las bodas occidentales, donde hay niñas que llevan flores, así como damas de honor y acompañantes. El maestro de ceremonias llama a realizar los siguientes procedimientos: “El novio irá a casa de la novia para llevarla a la ceremonia... El novio se va a arrodillar y a colocar el ganso sobre la mesa... El novio se va a levantar y hacer dos reverencias”. Al igual
En una boda tradicional coreana la pareja no solía pronunciar votos ni tampoco había intercambio de anillos. Simplemente, la novia y el novio se posicionaban frente a frente y se saludaban con reverencias, para después mirarse el uno al otro entre copas de licor. Así, se prometían mutuamente y de forma relajada, que pasarían la vida juntos. 6 KOREANA Primavera 2017
que antes, pronuncia las palabras originales sino-coreanas, y luego ofrece la traducción actual, y una explicación en caso de ser necesario. A continuación el novio da el ganso a los padres de la novia, sentados en la parte delantera de la sala, y hace dos profundas reverencias. Con esto termina el rito de presentación del ganso. El novio se vuelve y se dirige hacia el patio y, siguiendo las instrucciones del maestro de ceremonias, la novia hace acto de presencia. Ataviada con una falda roja y una chaqueta verde claro, sobre la cabeza lleva una corona con piedras preciosas. Este vestido de boda es copia del atuendo ceremonial de las mujeres de la clase alta del período de Joseon. Al igual que al novio, a la novia de clase humilde se le permitía llevar este tipo de vestimenta el día de su boda, ya que estaba destinado a ser el más feliz e importante de su vida.
la llegada de la pareja a la ceremonia Ahora el rito nupcial se desplaza por las escaleras hacia el patio. Los muchachos que llevan la linterna van delante; primero les sigue el novio y luego la novia. Este procedimiento también es una ligera variante de la entrada del novio primero y la novia después de una boda occidental. El novio se sitúa en el lado este de la mesa nupcial y la novia en el lado oeste. Se lavan las manos como símbolo de la purificación de su cuerpo y su mente, y después hacen reverencias mutuas entre sí. Este rito se denomina gyobaerye (“rito de intercambio de reverencias”), e implica la promesa de pasar la vida juntos. Aunque para las parejas actuales no es raro casarse después de que la mujer se quede embarazada e incluso tras dar a luz, en tiempos previos, cuando el matrimonio era algo acordado entre dos familias, en vez de entre los novios y protagonistas, el rito de intercambio de reverencias se llevaba a cabo cuando la novia y el novio se veían por primera vez. La novia, con la ayuda de sus asistentes, primero hace dos reverencias ante su futuro marido y este, por su parte, le devuelve una. Una vez más la novia hace otras dos reverencias y el novio hace solo una. El maestro de ceremonias explica que la mujer es yin, que equivale a números pares, y el novio es yang, que equivale a números impares, ya que probablemente las jóvenes invitadas se pregunten por qué la novia tiene que hacer el doble de reverencias que el novio.
La novia y el novio intercambian tres copas de licor en el “rito de unir las copas”, que simboliza la unión de dos personas en una.
una unión sellada con tres tazas de licor Cuando la ceremonia de las reverencias finaliza, comienza la parte principal de la boda: el hapgeunrye o “rito de copas unificadoras”. La novia y el novio beben durante la ceremonia tres tazas de licor. El maestro de ceremonias explica que la primera copa representa un voto al cielo y a la tierra; y la segunda copa es el voto para darse el sí; mientras la tercera es el voto de amarse el uno al otro y permanecer unidos de por vida. Las tazas para el tercer voto se fabrican con las dos mitades de una calabaza partida. Después de que la pareja haya intercambiado sus copas de licor y haya suscrito sus votos, se unen de nuevo las dos mitades. Esto significa que ese hombre y esa mujer están hechos el uno para el otro, y que ahora CULTURA Y ARTE DE COREA 7
Cambios en las Costumbres matrimoniales nismo en el proceso de modernización de la nación, se puso de moda la Los coreanos han considerado tradicionalmente el matrimonio como llamada boda de estilo occidental, pero con un maestro de ceremonias el momento más importante en la vida de una persona. Mucho antes que no era un ministro o sacerdote. El lugar de la ceremonia también del confucianismo, la armonía y la unión de la mujer y el hombre -el yin cambió, de la casa de la novia a una iglesia o salón de bodas. El debate y el yang- formaban parte de la cosmología chamánica y de la cosmovisobre el matrimonio entre las dos familias involucradas (uihon) todasión. Los hombres y las mujeres tenían que casarse y la posibilidad de no hacerlo era contemplada como una gran desgracia. En la sociedad vía se celebra, pero los deseos y preferencias del novio y la novia se han agraria de Joseon, los funcionarios locales buscaban a hombres y mujeconvertido en algo mucho más importante. Incluso han surgido empreres que no se habían casado y encontraban a su media naranja. Se creía sas especializadas en buscar pareja. Como el hombre es yang, sin que si el yin y el yang no estaban en armonía y el cielo se llenaba de perimportar lo que piense la gente, la familia del novio envía a la de la novia sistentes lamentos y rencores y el flujo de energía celestial quedaría la carta de propuesta de matrimonio y los cuatro pilares del prometido desordenado, lo que en último término traería a la población hambre y (hora, día, mes y año de nacimiento) en un procedimiento llamado napsequía. La tendencia moderna de importar novias del sudeste asiático chae; mientras que la familia de la novia remite una carta a la familia para casarse con hombres del campo coreanos que no pueden encondel novio para notificar la boda en un procedimiento llamado yeongil. trar esposa, no es ajena a esta línea Estas costumbres permanecen hasta de pensamiento. La costumbre de ofinuestros días, aunque a menudo se ciar un matrimonio espiritual para los omiten. hombres y mujeres jóvenes que mueSobre el procedimiento del nappye, ren solteros, todavía se mantiene hasta cuando la familia del novio envía regael día de hoy. Uno de los cuentos translos a la novia en un cofre, en el pasado mitidos desde la antigüedad es que los era costumbre mandar sedas u otros fantasmas más temibles son de soltetejidos para que la prometida pudiera ras y solteros que murieron antes de confeccionar su vestido de boda. Debipoder casarse. do al rápido crecimiento económico de A día de hoy, sin embargo, la proCorea, sin embargo, se agregaron al porción de jóvenes coreanos que opicofre joyas y bisutería, como anillos y nan que el matrimonio no es necesario collares. Hace apenas una década, no 1 ha aumentado hasta superar con creera inusual observar el espectáculo ces el 50 por ciento. En 2016 el númede los amigos del novio, cuando iban a 1 En la mesa de boda hay alimentos como dátiles y castañas, un árbol ro de enlaces matrimoniales anuales la casa de la novia a “vender el cofre”. de pino en miniatura y una planta de bambú, que simbolizan lealtad se situó por debajo de 300.000 por Un amigo hacía de “caballo” con una y fidelidad. También una vela roja y una vela azul. Tradicionalmente, primera vez en 40 años. Con las cammáscara de calamar seco en la cara solía haber un gallo y una gallina vivos, respectivamente envueltos en paños rojos y azules, que se ubicaban en una mesa pequeña bajo la biantes normas de género en la sociey el cofre a la espalda, mientras otro mesa principal; pero en la actualidad se usan réplicas. dad de Corea, donde durante mucho amigo hacía de “cochero” que dirigía el 2 Tras la ceremonia de la boda, los novios se sitúan frente a sus padres tiempo los roles y las relaciones entre caballo. Cuando el grupo se acercaba e invitados y hacen reverencias en expresión de gratitud. Este gesto es influencia de las bodas modernas. hombres y mujeres han sido justificaa la casa de la novia, los chicos decían dos y explicados bajo la teoría del yin que no podían avanzar más con un y el yang, tal vez sea inevitable que estén cambiando las ideas sobre el cofre tan pesado, por lo que la familia de la novia y sus amigos salían de matrimonio. Algunos argumentan que los factores económicos, entre su casa con comida, bebida y dinero, para aportar la energía suficiente ellos los prohibitivos precios de la vivienda, son los culpables de que los para entrar en la casa con el tesoro. Simulaban discutir entre ellos, una jóvenes retrasen la boda o incluso renuncien a ella, así como de la cada de las partes se negaba a moverse y la otra empujaba hacia la entrada. vez más tardía edad del primer matrimonio. La edad promedio de boda A veces el sentido del humor de los amigos del novio iba un poco lejos y ha aumentado en cinco años tanto para hombres como para mujeres hasta levantaban la voz. durante los últimos 15 años. Así, términos como “vieja señorita” o “hija Además, existía la vieja costumbre de tomar el pelo al novio. Cuando que ha superado la edad de casarse” han quedado obsoletos. éste llegaba a la casa de la novia para la boda, los jóvenes de la aldea o Las costumbres matrimoniales en Corea experimentaron grandes los jóvenes varones familiares de ella ponían a prueba su capacidad, con cambios durante la dinastía Joseon cuando el confucianismo se alzó varios trucos y bromas. La tradición de burlarse del novio, originalmencomo la ideología gobernante. Más tarde, con la introducción del cristiate a cargo del lado de la novia, hoy la conservan los amigos del novio.
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los dos están unidos en un solo ser. Tradicionalmente la calabaza se decoraba con hilos rojos y azules y colgaba del techo de la habitación de los recién casados para protegerles. En el transcurso de su vida de casados, cuando el matrimonio tenía problemas, debían observar la calabaza y plantearse las cosas de nuevo. En una boda tradicional coreana la pareja no solía pronunciar votos ni tampoco había intercambio de anillos. Simplemente, la novia y el novio se posicionaban frente a frente y se saludaban con reverencias, para después mirarse el uno al otro entre copas de licor. Así, se prometían mutuamente y de forma relajada, que pasarían la vida juntos. A continuación, el maestro de ceremonias anuncia que la pareja de recién casados hará una reverencia a los padres y a los invitados. Este procedimiento, llamado seonghollye , también deriva de las bodas modernas. El oficiante señala el final de la boda, aconseja a la pareja que se amen el uno al otro, que críen bien a sus hijos, que se muestren agradecidos y obedientes con sus padres, y que sean miembros útiles para la sociedad. Por último, dan las gracias a los invitados por haber dedicado un tiempo de sus ocupadas vidas en ir a la boda. Es un discurso muy breve y de estilo similar al de las bodas modernas occidentales. La ceremonia tradicional en la Casa de Corea ha llegado a su fin; pero en el caso de la mayoría de las salas de bodas modernas, aún espera otro ritual. En una habitación reservada exclusivamente para este propósito tiene lugar el hyeongugorye o “rito de presenta-
ción de los suegros”. Tradicionalmente, este rito por el que la novia recibía formalmente a sus suegros, tenía lugar después de pasar la primera noche en la casa familiar del novio (en el caso del chinyeong) o después de pasar las primeras tres noches en el hogar de la novia (en el caso del ban-chinyeong). Sin embargo, a día de hoy se ha incorporado a la ceremonia de boda.
Epílogo Las normas coreanas relativas al matrimonio han sido criticadas por fomentar la dominación del hombre sobre la mujer. Sin embargo, los cambios en los últimos tiempos parecen indicar que estamos retrocediendo a los días de Joseon, antes de que la ideología confuciana arraigara tan fuertemente en la sociedad. En las parejas de recién casados, las relaciones con la familia de la mujer parecen estar estrechándose más que los lazos con la familia del hombre. Y, en lo que concierne al marido, cada vez se distingue menos entre sus padres y los padres de la esposa, en lo relativo a las reglas y costumbres de los ritos funerarios. En términos de herencia, por último, legalmente no existe distinción alguna entre hijos e hijas. En la Corea actual la boda parece no ser tanto un rito solemne, sino más bien una especie de acontecimiento social: un evento que puede ser organizado libremente, o rediseñado desde cero. (Traducido por Atahualpa Amerise)
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REpORtAJE EspECIAl 2 Bodas: formas coreanas de dar el sí
LAS BODAS REALES DE LA DINASTÍA JOSEON A TRAVÉS DE LOS DOCUMENTOS UIGWE
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los uigwe, una extensa colección de los registros oficiales de las principales ceremonias y ritos de la familia real en la dinastía Joseon (1392-1910), son muy valorados por la exquisita calidad de sus descripciones textuales y gráficas. Ofrecen perspectivas muy cercanas de las bodas reales, que influyeron de varios modos en las costumbres de las ceremonias matrimoniales de las personas de todas las clases sociales. yi song-mi Profesora Emérita de Historia del Arte, Academia de Estudios Coreanos
Pintura de la procesión real del “Uigwe”, que se recuperó gracias al acuerdo establecido el 7 de febrero de 2011 entre Francia y Corea y el convenio firmado entre el Museo Nacional de Francia y el Museo Nacional Central de Corea.
CULTURA Y ARTE DE COREA 11
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enemos frente a nosotros veinte registros oficiales de matrimonios reales de la dinastía Joseon, que ofrecen información sorprendentemente detallada sobre sus meticulosos procederes. Datados desde principios del siglo XVII hasta comienzos del XX, estos libros antiguos documentan a través de textos e ilustraciones rituales las bodas de miembros de la familia real Joseon que tuvieron lugar entre los años 1627 y 1906. En Joseon, un estado fundado bajo los principios del neoconfucianismo, se oficiaban todos los rituales importantes a nivel estatal de acuerdo con las reglas estipuladas en los “Cinco Ritos del Estado” (Gukjo orye ui), compilados en 1474. Los “cinco ritos” se refieren a las ceremonias ancestrales de adoración (gillye ), las bodas reales y otros ritos de celebración (garye), los ritos militares (gunrye) , la recepción de los enviados extranjeros (binrye ) y los ritos funerarios (hyungrye). De acuerdo con el capítulo sobre las bodas reales, cuando el tribunal decide celebrar una de ellas el primer paso es elegir a la futura novia a través de un proceso de tres etapas llamado gantaek . Los nombres de las doncellas candidatas, pertenecientes a las familias de importantes funcionarios y académicos, se presentan junto con los nombres y títulos oficiales de su padre, abuelo y bisabuelo. También se entregan los nombres y títulos oficiales de su linaje materno hasta su abuelo.
selección de la novia en tres fases La doncella que finalmente es elegida en la tercera etapa de un meticuloso proceso de selección es considerada como parte de la familia real desde ese momento y no regresa a casa de sus padres. En vez de eso, la llevan a una residencia llamada byeolgung , un palacete separado donde permanecerá hasta el día de la boda recibiendo instrucciones sobre la etiqueta, las costumbres y el estilo de vida en palacio. Por razones prácticas, una casa privada no se consideraba adecuada para la serie de eventos ceremoniales previos a la boda real. Estos seis eventos ceremoniales, conocidos como los “seis ritos”, o yungnye , incluyen la pedida de mano real (napchae ), la aceptación de la propuesta (napjing), el anuncio de la fecha de la boda (gogi ), la investidura de la reina o de la princesa coronada (chaekbi o chaekbin), la visita del novio real al palacete separado para reunirse con la novia y llevarla al palacio (chinyeong), y la ceremonia formal de la boda (dongroe-yeon). La ceremonia final tenía lugar en el palacio real, mientras que los cinco primeros ritos se llevaban a cabo generalmente en el palacete exterior. Ahora conoceremos dos bodas reales gracias a sus documentos uigwe: la boda del príncipe heredero Sohyeon y la princesa Kang en 1627, y la boda de un rey en el cargo, Yeongjo, y la reina Jeongsun en 1759. El “Uigwe de la boda del príncipe heredero Sohyeon” consiste en un volumen que concluye con una pintura de la procesión de la ceremonia de la boda repartida en ocho páginas. Sin Heum (15661658), el ministro de la izquierda y el segundo consejero de Estado, 12 KOREANA Primavera 2017
fue nombrado superintendente del Garye Dogam, la oficina provisional para supervisar todos los procedimientos de la boda real. En esta ocasión, el lugar de nacimiento del hermano menor del príncipe Sohyeon sirvió como residencia de la novia. Los cuatro primeros ritos -de los seis en total- se oficiaron allí, mientras que el quinto, la visita del novio a la novia, y la ceremonia final de la boda, tuvieron lugar en el Taepyeonggwan (Salón de la Gran Paz), que se utilizaba normalmente como casa de huéspedes para los enviados de China. Según el documento uigwe original, la primera ronda del proceso de selección de la novia real tuvo lugar el día 25 del sexto mes. En cuanto a los sucesivos procedimientos su agenda fue así: la propuesta se realizó el día 28 del décimo mes; la aceptación de la propuesta el día 28 del undécimo mes; el anuncio de la fecha de boda el día 21 del undécimo mes; el nombramiento de la princesa coronada el cuarto día del duodécimo mes; y la visita del novio al palacete exterior el día 27 del duodécimo mes. Sin embargo, en vez de visitar la residencia de su novia, el príncipe heredero fue directamente al Taepyeonggwan y esperó allí a que ella viniera para la ceremonia de la boda. La novia llegó en su palanquín, acompañada por sus guardias de honor. Al ser esta la boda de un príncipe heredero, hay un ritual más que se realiza el mismo día del quinto rito, antes de que el protagonista salga al exterior para encontrarse con la novia. El príncipe heredero comparece ante el rey y sus cortesanos en el palacio principal frente a la sala del trono. El rey ordena a su hijo: “ve y encuentra a la novia y ordénale que herede los asuntos del Santuario Real Ancestral y dirija con autoridad a los subordinados”. El príncipe heredero acata la orden pronunciando la frase: “Su súbdito llevará a cabo la orden con el máximo respeto”. Luego se inclina cuatro veces para hacer reverencias al rey.
la sofisticación de los seis ritos En el proceso de los seis ritos la familia real envía un obsequio en forma de ganso al palacete exterior de la novia en dos ocasiones, una en el momento de la propuesta, y otra durante la visita del novio al palacio separado. En ambas ocasiones se especifica que ha de ser un solo ganso vivo (saeng-an), y no un par de gansos de madera como suele hacerse hoy en día. Los coreanos mantenían la creencia de que un ganso permanece fiel a su pareja hasta su muerte. Por lo tanto, el ave se convirtió en símbolo de la fidelidad matrimonial. Como el ganso estaba vivo, tenía que ser atado del cuello y su cuerpo quedaba envuelto en un paño especialmente confeccionado a tal efecto. En la segunda ocasión, el portador del ganso va a caballo por delante del palanquín del príncipe y entrega a éste el ave a su llegada. El príncipe coloca entonces el ganso en la mesa ceremonial, para el rito de presentarlo a la novia, conocido como jeonanrye. Acto seguido, la pareja real se dirige al lugar de la boda, tras intercambiar una taza de vino. Desde el sexto mes de 1627 hasta el primer mes de 1628 se registraron todas las fases de los preparativos de la boda; que
En esta pintura de la procesión de la novia en la boda real, del “Uigwe de la boda del príncipe heredero Sohyeon”, el palanquín de la novia es escoltado por dos hombres con linternas azules, mientras que otro lleva un paraguas azul y asistentes de palacio a cada lado; así como señoras de la corte suprema a caballo y con velo, y otro personal de palacio. Archivos Jangseogak, Academia de Estudios Coreanos.
El príncipe heredero comparece ante el rey y sus cortesanos en el palacio principal frente a la sala del trono. El rey ordena a su hijo: “ve y encuentra a la novia y ordénale que herede los asuntos del Santuario Real Ancestral y dirija con autoridad a los subordinados”. CULTURA Y ARTE DE COREA 13
incluyen la adquisición de bienes y materiales para cada una de las etapas, especificando las normas de etiqueta para las vestimentas de todos los asistentes, y la lista de regalos a enviar a la casa de la novia. La oficina de bodas reales tenía tres secciones llamadas bang, para la gestión y puesta en marcha de estos asuntos. La primera sección era responsable del documento para el nombramiento de la princesa y sus vestidos especiales; la segunda sección se encargaba de proveer las banderas y armas ceremoniales para la procesión de los guardias de honor, la decoración interior y exterior de las salas de eventos, las cajas de los artículos de los rituales, y todas las pinturas de los paneles, incluidas las del palacete exterior; y la tercera sección se encargaba de producir el libro de bambú que contenía las instrucciones del rey para la princesa coronada y el suministro de utensilios. La pintura de ocho páginas de la procesión por rangos (banchado) es la menor de todas las de este tipo que existen en los protocolos de bodas reales. Esto es porque el novio fue al Taepyeonggwan, en vez de ir al palacete separado de la novia, para conocerla. Así que la pintura representa solo el palanquín de la novia. Al ir acompañada por las mujeres de palacio, su palanquín viene precedido por cua-
tro palanquines más pequeños que portan diversos objetos rituales como la carta real de nombramiento, el sello de princesa coronada, su libro de investidura hecho de bambú y algunos vestidos formales. La pintura de la procesión de la segunda boda del rey Yeongjo en 1759 representa por primera vez los palanquines del rey y de la reina. La primera esposa del rey Yeongjo, la reina 1 Jeongseong (1692-1757), falleció sin dejar un heredero varón al trono. La corte escogió como nueva pretendiente a través del proceso de selección formal de tres etapas a la hija de Kim Han-gu, un joven erudito sin posición oficial. En ese momento Yeongjo tenía 66 años y la novia tenía 15 años.
El segundo matrimonio del rey sexagenario Su ceremonia matrimonial fue la primera desde la publicación de la “Secuela de los Cinco Ritos del Estado” de 1744 y el “Reglamento ejemplar de las bodas reales” (Gukhon jeongrye) de 1749, donde se redujo la cantidad de trajes y regalos de boda en consonancia con la política de Yeongjo que hacía hincapié en la frugalidad. Como otro cambio importante, el rey se dirigió en persona al palacete de la novia para luego ir a palacio juntos, en la misma pro-
2 Pintura de la procesión real del “Uigwe”, que se recuperó gracias al acuerdo establecido el 7 de febrero de 2011 entre Francia y Corea y el convenio firmado entre el Museo Nacional de Francia y el Museo Nacional Central de Corea.
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1 La bandera de los dragones cruzados, llamada cesión. Así, la pintura de la procesión de su quines que llevan la letra del nombramiengyoryonggi, figuraba entre los detalles ceremoniales boda representa los palanquines ambos, to real, el libro del jade, el sello de oro y los más importantes de la procesión real. Seda, 404 x escoltados por sus respectivos guardias de trajes oficiales, todo para ser entregado a 345 cm. Museo Nacional del Palacio de Corea. 2 Pintura de la procesión del rey del “Uigwe de la boda honor. Todas las pinturas posteriores de las la nueva reina, guiada esta por el sanggung del rey Yeongjo y la reina Jeongsun”. Aunque el paprocesiones de las bodas reales reprodujeecuestre o señoras veteranas de la corte. lanquín del rey está abierto por los cuatro costados, En la procesión también figuran las interon esa composición. el propio rey no aparece representado. Previo al evento, la oficina encargada de la boda real produjo Sin Man (1703-1765), primer concejal de grantes del personal de palacio, algunas una pintura de la procesión, llamada banchado, Estado, fue nombrado para supervisar la a pie y otras a caballo, todas con el rostro que ubicaba a la gente según su rango y su rol, y lo oficina de la boda real. La selección en tres bien cubierto y precediendo al palanquín presentó al rey para la inspección. 3 Detalles de la pintura de la procesión real de la etapas de la novia se llevó a cabo desde el de la reina; mientras que otras asisten“Uigwe de la boda del rey Yeongjo y la reina Jeongdía 2 al 9 del sexto mes y los seis ritos se tes femeninas adicionales, como doctoras, sun”. Sobre las partes que se repiten, se asume que el bloque de madera era tallado para cada sección realizaron desde el día 13 hasta el día 22 siguen al palanquín de la reina que, a difeconcreta, estampado en papel las veces que hiciera del mismo mes. rencia del palanquín del rey, está cerrado falta, y coloreado más adelante. La procesión incluye El uigwe de esta boda real, el primero y velado con cortinas rojas adornadas con a soldados a pie portando variedad de banderas y de armas ceremoniales (arriba), a la caballería patrones hexagonales en línea verde. de este tipo producido en dos volúmenes, porteando las fundas del arco y las flechas (parte no incluye ninguna mención a las pinturas inferior izquierda), y al personal femenino y las de los paneles realizadas para la ocasión. la gran procesión de boda masajistas a la grupa y portando velos (parte inferior derecha). Obviamente, el rey ordenó que los paneles Esta gran procesión de boda atravesaba existentes fueran reparados y reutilizados. la amplia calle partiendo del palacete sepaAsimismo, mandó reutilizar en su ceremonia de boda las figurirado de la novia, ubicado en el actual Sajik-dong, en la parte noroeste del Palacio de Gyeongbok, hasta el Palacio de Changgyeong, a llas de jade ya existentes y confeccionar todos los accesorios de oro unos 3,6 kilómetros de distancia. En una procesión como esta, el rey de las vestimentas ceremoniales con metal chapado en oro. Sin estaba de sobra expuesto a la gente a lo largo del camino. embargo, las dos tazas rituales de vino para la novia y el novio se Con aproximadamente 150 años de diferencia, las dos bodas reahicieron con oro. La pintura de la procesión de la boda del rey Yeongjo es una de les de la dinastía Joseon muestran cambios en algunas formalidalas más bellas de este tipo que se conocen hasta hoy y se desarrodes, pero en otros detalles permanecen casi igual. En ambas bodas, el orden de los seis ritos permanece prácticamente inalterado, lla en más de 50 páginas. Las páginas 1 a 28 se enfocan en la secexcepto por el hecho de que el rey va a visitar a la novia en persona ción del rey en la procesión y las páginas 29 a 50 en la sección de la al palacete exterior y, a través de una gran procesión, la lleva a su reina. Conducido por 18 hombres, el palanquín del rey se muestra palacio donde se celebrará la ceremonia matrimonial. Previamente, abierto de par en par por los cuatro lados, aunque el rey no aparece el novio de sangre real no realizaba este recorrido; sino que esperarepresentado pues, por la idea de máximo respeto al trono, la imaba a que la novia llegara a la ceremonia de boda. Tal vez las prefegen del rey nunca era representada de ninguna forma, a excepción de los retratos oficiales a lo largo de la Dinastía Joseon. rencias personales del rey Yeongjo, así como su imponente persoLa sección de la reina comienza con los guardias y los objetos nalidad, lo llevaron a tomar la iniciativa a la hora de decidir la forma para la ceremonia de la boda, seguidos por cuatro pequeños palande celebración de los ritos. (Traducido por Atahualpa Amerise)
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REpORtAJE EspECIAl 3 Bodas: formas coreanas de dar el sí
CASARSE HOY EN COREA
DEL HONSU A LA LUNA DE MIEL
lee yoon-jung Editora-Jefe, Noblesse Ahn Hong-beom, Kim Dae-hyun Fotógrafo
¿seguir las costumbres o intentar ser original? Al planear sus bodas, muchas parejas de novios han de transitar por una línea fina entre la tradición y la expresión individual. pero al tratarse de una cuestión directamente ligada con los gastos de la boda, puede ser un dilema agonizante. 16 KOREANA Primavera 2017
Actualmente, las parejas optan más por bodas íntimas, solo con los familiares y amigos más próximos en espacios al aire libre, en vez del típico salón de bodas.
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asta finales de los años noventa, cuando yo me casé, era normal que los jóvenes vivieran con sus padres hasta el matrimonio. A menos que hubiera un motivo inevitable, como que los estudios o el trabajo quedan demasiado lejos de casa, el matrimonio se consideraba la única razón legítima para abandonar la casa de los padres. Entonces, a menudo conocía personas que querían casarse sólo para escapar del control de los padres. Pero ahora vivimos tiempos bien distintos. Conozco a un buen número de solteros que viven solos. No hay una edad fija en la que la gente decida aventurarse en ir por su cuenta, ya que para hacerlo solo basta tener independencia financiera. Este factor puede haber influido en la cambiante actitud hacia el matrimonio de los jóvenes, pues cada vez lo ven más como una opción, no como una necesidad. En tanto, el concepto de “edad adecuada para casarse” va remitiendo. También hay muchos que desearían casarse, pero no pueden o no lo harán, en gran parte por los múltiples gastos que conlleva una boda. Una boda puede suponer una pesada carga para la mayoría de las jóvenes parejas. Así, las opciones para los jóvenes de hoy en día son, o bien trabajar como un perro hasta ahorrar el dinero suficiente, o bien haber sido bendecidos con unos padres pudientes. Según Estadísticas de Corea, el coste promedio del matrimonio en 2015, incluida la vivienda, ascendió a 250 millones de won (unos 218.000 dólares USA).
Obstáculos en el camino hacia el matrimonio Un hombre y una mujer se encuentran, se enamoran apasionadamente y deciden comprometerse. ¡El romance termina aquí! Una vez que los padres se encuentran y la fecha de la boda queda fijada,
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la realidad golpea duro. Ahora toca buscar el lugar adecuado para el enlace, encontrar el vestido de novia perfecto, y… surge toda una interminable lista de cosas por hacer. Pero a esas cargas hay que añadirle la preparación del honsu, los bienes necesarios para el matrimonio, y los regalos que han de intercambiarse entre las familias del novio y la novia. Los regalos enviados por la familia de la novia a la familia del novio se llaman yedan, y suelen incluir lencería de cama para los suegros, cubiertos, ropa, un bolso y dinero. La gama de artículos varía en función de la situación financiera de la familia. Los regalos que los padres del novio dan a la novia se conocen como yemul. Se colocan dentro de un cofre de madera llamado ham, junto con el honseoji (carta de matrimonio que agradece a los padres la concesión de la mano de su hija en matrimonio), que se envía a la familia de la novia. Unos días antes de la boda, los amigos del novio llevan el cofre a casa de la novia, donde la familia les saluda con un banquete de comida y bebida. Los regalos más apreciados incluyen joyas, un reloj, un bolso, un monedero, ropa, productos cosméticos y zapatos, y varían en base a las costumbres de la familia y a su capacidad económica. Para mostrar su riqueza, las familias de clase alta suelen incluir artículos caros de piel, o una chaqueta de cuero y joyería de alta gama. La costumbre de intercambiar regalos y dinero puede, en ocasiones, convertirse en fuente de conflicto por un desajuste de expectativas; pero si además los familiares intervienen y echan leña al fuego, puede haber tropiezos entre las dos familias. Así, una tradición que supuestamente se observa con respeto y decoro, a veces se convierte en semilla de discordia y, en el peor de los casos, lleva hasta a cancelar la boda. Para evitar tan fatal desenlace, algunos optan por no intercambiar ni regalos ni dinero. Pese a todo, la mayor preocupación para las parejas es encontrar un lugar para vivir. En el pasado, la casa era considerada generalmente responsabilidad del novio, mientras que la novia debía preparar el ajuar. Eso no ha cambiado mucho hoy día, pero cada vez más parejas comparten las cargas de la vivienda, debido a los exorbitantes costes inmobiliarios.
tendencias en joyas Volviendo a mi matrimonio, los padres solían ser los que tomaban las principales decisiones al elegir los artículos y regalos de la boda. Ni la novia ni el novio tenían mucho que decir en la elección del reloj y
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1, 2 Los tiempos pueden haber cambiado, pero el deseo de todas las novias sigue siendo lucir el dĂa de su boda como la mĂĄs hermosa, perfectamente maquillada y con un glamuroso vestido.
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©Kim Bo-ha
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1, 2 La costumbre tradicional, donde los amigos del novio solían llevar el “ham” (cofre lleno de joyas y otros regalos para la novia) y lo "vendían” a la familia de la novia, casi ha desaparecido.
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del anillo de boda. Pero hoy en día las parejas no están tan dispuestas a cumplir mansamente los deseos de sus padres o sus suegros; y tienden a expresar activamente sus opiniones, pues desean tomar sus propias iniciativas. Por tanto, algunos padres dan dinero a los novios y les dejan comprar lo que quieran. En cuanto a los regalos de boda para la novia, lo habitual en el pasado era entre tres, cinco o siete conjuntos de joyas. El conjunto básico consiste en un anillo, pendientes y collar de oro y diamantes, como zafiro y rubí. Pero la mayoría de las novias actualmente prefieren un simple diamante o un conjunto de perlas que puedan usar luego con normalidad; en vez de piedras preciosas de color, que tienden a parecer algo antiguo. Algunos también prefieren gastar todo el dinero en un anillo con un diamante más grande; pero las piezas ultra llamativas con una piedra gigante son cosa del pasado. La tendencia general es optar por algo práctico, y las novias prefieren joyas que puedan usar más a diario, a piezas caras que terminan en la caja fuerte o en el interior de un armario. Por ejemplo, algunas parejas prefieren intercambiar sólo una sencilla alianza de Cartier. En tanto, las perlas se evitaban en el pasado pues pensaban que se parecían a las lágrimas y traerían desgracia, pero ahora están nuevamente de moda por la tendencia a optar por joyas que se puedan usar casualmente. Según las estadísticas del sector joyero, las parejas gastan en regalos de boda unos cinco millones de won en promedio, principalmente en joyas y relojes. En tanto, Tiffany&Co. y otras de las principales marcas del sector, copan la mayor parte de las ventas de alianzas en Corea. Aquellos menos acaudalados, acuden al distrito joyero ubicado en Jongno 5-ga, en el centro del casco antiguo de Seúl, en busca de unas alianzas de boda de “estilo Tiffany”. También, en el pasado era costumbre elegir relojes de la misma marca, precio y diseño similar para la novia y el novio, pero eso ya
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evoluCión del rol de los organizadores de bodas Los organizadores profesionales de bodas aparecieron por primera vez en Corea hace unos 20 años, y ahora juegan un papel indispensable en el proceso matrimonial. Desde la elección del lugar de la boda, el vestido de novia, maquillaje, fotógrafo y regalos, hasta la planificación de la luna de miel, las parejas ocupadas confían todo al planificador, en lugar de hacer el “trabajo de calle” por ellos mismos. Lee Mi-ja, directora de la consultoría de bodas Marry On Wedding, ubicada en Gangnam, Seúl, explica: “La gente suele venir por recomendación de algún casado conocido o de algún familiar; pero también consultan por su cuenta el sitio web de la empresa para conocer los proveedores, nuestro estilo y los vestidos de novia o marcas de joyerías con los que trabajamos, y así determinar el nivel y calidad del servicio. Las consultoras harán todo lo posible por adaptarse a los deseos del cliente y trabajar dentro de su presupuesto. Después de todo, ése es nuestro papel”. Lee, quien lleva 10 años en el negocio, afirma ver una creciente polarización del sector, como en cualquier otra industria. “El rango medio ha disminuido drásticamente. Ahora, se pasa de una boda extravagante a una boda minimalista, frugal. Por ejemplo, en el caso de los anillos de boda, a excepción de unos pocos que compran varios anillos caros de piedras preciosas, la mayoría se conforma con un simple anillo de platino o de oro de 18 quilates. Incluso hay una marca especializada en alianzas para parejas. Los organizadores de bodas suelen trabajar en un proyecto durante varios meses, y durante ese periodo se comunican constantemente con sus clientes, para conocer sus preferencias y sus gustos, y guiarles en la toma de decisiones. A veces, pueden desempeñar incluso el papel de consejero, porque un desacuerdo menor entre los novios, o entre los miembros de la familia, puede agrietar la relación. “A veces una pareja me expresa su gratitud antes de irse de luna de miel, o bien recibo una pequeña muestra de agradecimiento. Entonces es cuando mi trabajo resulta particularmente gratificante”, comenta Lee. “Por otro lado, me parte el corazón cuando una pareja rompe justo antes de la boda. Espero que el papel de los organizadores de bodas se amplíe, y no nos limitemos solo a encontrar el vestido de novia perfecto o a recomendar proveedores; sino que también podamos aconsejar a las parejas sobre su matrimonio en el futuro”. Un número creciente de universidades coreanas está estableciendo departamentos sobre celebración de bodas, desde el ámbito de la planificación, y se espera que la profesión evolucione en dirección positiva.
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La costumbre de intercambiar regalos y dinero puede, en ocasiones, convertirse en fuente de conflicto por un desajuste de expectativas; pero si además los familiares intervienen y echan leña al fuego, puede haber tropiezos entre las dos familias. no es así. Curiosamente, las novias de hoy tienden a dar mayor importancia a los relojes que en el pasado, cuando les atraían más los anillos o los collares. Un reloj Rolex solía ser, con diferencia, el regalo de boda más popular para los novios. Pero eso ahora es muy distinto, pues todo el mundo tiene un mayor acceso a diversas marcas. No en vano, uno de los motivos que ubica a Corea como uno de los principales compradores de relojes de marca del mundo, es su demanda como regalos de boda.
vestido nupcial y ceremonia Las bodas de estilo occidental se han convertido en la norma en Corea, pero la tradición del pyebaek (los saludos formales de la novia a sus suegros) se sigue observando después de la ceremonia. En el pasado, la novia dejaba la casa de sus padres antes de la boda, iba a la de sus suegros y realizaban el rito allí; pero ahora justo se hace después de la ceremonia, en la misma sala de bodas, que dispone de una habitación separada para el rito. La novia entonces cambia su vestido de estilo occidental por el traje de boda tradicional coreano, hace profundas reverencias a sus suegros, y luego les ofrece licor. A cambio, sus suegros le dan castañas y azufaifos, considerados como símbolo de fertilidad. Como todos los ojos están puestos en la novia durante la ceremonia, el vestido de boda, naturalmente, cosecha gran atención. Pero los vestidos de novia con un largo tren majestuoso han pasado de moda. Ahora, en lugar de exagerados vestidos, las novias prefieren diseños que les permitan expresar su individualidad. Así, al consultar con los diseñadores, en vez de depender únicamente de su consejo, muchas novias actualmente vienen con un concepto bastante claro de lo que quieren, gracias a las ideas y a la información que encuentran en Internet y en las redes sociales. La tendencia actual es que “no hay una tendencia particular para un momento determinado”. Pero asimismo resulta interesante que la frontera entre la moda cotidiana y los trajes de boda se está desdibujando, ante la creciente preferencia a optar por vestidos de novia que puedan utilizarse de nuevo más tarde. Lee Myung-soon, propietaria de una tienda de vestidos de novia durante 27 años en Cheongdam-dong, al sur de Seúl, afirma: “Dejé de alquilar y cambié a vender hace algún tiempo. Las novias ya no quieren magníficos y ornamentados vestidos de novia para usar solo una vez, sino que bus-
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can diseños que les permitan expresar quienes son, su estilo”. El cambio en las tendencias de los vestidos de novia está estrechamente relacionado con las cambiantes tendencias del país. Así, la gente opta cada vez más por bodas personalizadas y al aire libre, en el campo, en un jardín o una casa, antes que el “café para todos” que ofrecen los salones de boda. Pero incluso si eligen una sala de bodas, las parejas desean distinguirse, crear un ambiente íntimo y expresar su personalidad a través de la decoración interior y su atuendo.
Boda sencilla, lujosa luna de miel En el pasado, la boda se consideraba una ocasión para que los padres anunciaran a los parientes que su hijo había crecido y que formaría una familia. Pero también, de algún modo, buscaba mostrar la riqueza y el estatus de la familia. No obstante, las percepciones están cambiando a medida que los hijos de esta generación se convierten en padres. Acelerar este cambio es lo común entre las parejas jóvenes, que piensan que ellos, y no sus padres, deciden encargarse de su propia boda. A diferencia de las típicas bodas de antaño, donde los invitados acudían a la sala de bodas, dejaban su regalo (dinero) en el mostrador de recepción, y apresuradamente se saludaban, cuando en realidad ni siquiera se molestaban en asistir a la ceremonia; muchas parejas hoy en día prefieren una boda más íntima, donde compartir ese día especial con un pequeño grupo de familiares y amigos, y así celebrar el comienzo de un nuevo capítulo en sus vidas También hay una tendencia creciente a celebrar una boda sencilla y luego “derrochar” en la luna de miel. Lim Mi-sook, redactor jefe de The Wedding, afirma: “Hasta hace poco corría el divertido rumor de que las Maldivas eran el destino favorito de luna de miel entre los recién casados en Corea, por un anuncio que decía que las islas podrían hundirse en unos años. Hawái es un destino muy de moda estos días. Su popularidad ha crecido desde la exención de visado para entrar. Las parejas coreanas desean disfrutar un poco cuando se trata de su luna de miel. Buscan resorts de lujo con instalaciones de lujo, en particular, villas con piscina incluida”. Pero las parejas actuales también prefieren planificar sus propios viajes, en lugar de seguir las rutas propuestas por el organizador de bodas. (Traducido por Javier Castañeda)
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2 1 En las bodas de estilo occidental en Corea, es común que las madres entren en el vestíbulo por delante de la novia y el novio, y enciendan las velas rojas y azules en el altar antes de sentarse. 2 Tras la ceremonia, los novios se cambian de ropa. Se visten con trajes tradicionales de boda para el rito del pyebaek y hacen profundas reverencias a los mayores de la familia del novio; que a su vez arrojarán castañas y azufaifos en la falda de la novia, como símbolo de fertilidad.
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REpORtAJE EspECIAl 4 Bodas: formas coreanas de dar el sí
EL FUTURO DEL MATRIMONIO
Baek young-ok Novelista
El concepto de matrimonio está experimentando un cambio radical. la distancia geográfica importa menos que nunca para las parejas enamoradas, mientras que el deseo de mantener la independencia en la relación se fortalece.
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la 1 a.m., hora en que la gente se vuelve más melosa, un sinfín de historias entran en la cabina donde realizo una sección de consejos, en un programa de madrugada en radio FM. Desde la primavera pasada, a través de conversaciones íntimas con los oyentes, he comprendido que algunas cuestiones sobre el amor y las relaciones reflejan un nuevo modus vivendi de nuestro tiempo, donde las personas están conectadas las veinticuatro horas del día mediante las redes sociales.
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la idea de la distancia en el amor En el pasado, solíamos separarnos de los viejos amigos tras la graduación para unirnos a una nueva comunidad y forjar un nuevo conjunto de relaciones. Hoy en día, sin embargo, no hay necesidad de separarse de nadie sólo por la distancia geográfica. Esto opera incluso entre las parejas rotas; pues el algoritmo de las redes sociales nunca nos deja solos. Algunos amigos me dicen que han visto a sus ex en la lista de otros amigos en Facebook o KakaoTalk. Una amiga me dijo que estuvo mal durante varios días, tras ver que Facebook le recomendaba a la novia de su ex como posible amiga. Sintiéndose como un acosador (involuntario, por supuesto), miró en la cuenta de esa mujer y descubrió que pronto iban a casarse (noticia que ella realmente no deseaba oír). En tanto, el aumento de las relaciones a distancia es otra nueva tendencia. Las historias de parejas que viven lejos -en Tokio y Seúl, por ejemplo- llegan a menudo a mi espacio de radio. Pero también hay muchas parejas enamoradas que se separan solo cuando uno de ellos se va al extranjero para estudiar o realizar un intercambio laboral. Vivir separados entre Seúl y Tokio es un caso mejor que el de la mayoría, ya que no hay diferencia horaria entre ambos países. Pero… ¿qué pasa con las parejas que viven entre Londres y Seúl? ¿O entre Seúl y São Paulo? Actualmente, las relaciones a larga distancia no se limitan a parejas no casadas. Conozco a una pareja casada cuyo marido vive en Seúl y la esposa en Pohang; y otra cuya esposa está en California y el marido en Nueva York. Una de mis amigas de Seúl tenía un novio que vivía en Ámsterdam. Un día, ella fue a reunirse con él allí y se quedó tres meses. A medida que se aproximaba la fecha de expiración del visado, tuvo que regresar a Seúl. En el aeropuerto, su novio pensó en una forma para estar juntos más tiempo y le sugirió solicitar la “visa de novios", un mecanismo legal que impide deportar a los prometidos de diferentes nacionalidades. Hoy en día, casi el 50 por ciento de las parejas afirman estar en contra del matrimonio en Europa, donde la distinción entre casarse y convivir se ha difuminado. ¿Y qué hay de los coreanos? La continua recesión económica del país ha llevado a muchos jóvenes a CULTURA Y ARTE DE COREA 25
renunciar a tres de las cosas que solían considerarse “importantes” en la vida: el empleo, las citas y el matrimonio -de ahí proviene la expresión sampo sedae , que significa “generación triplemente resignada”. Al presumir que la institución del matrimonio no va a cambiar, muchas parejas deciden renunciar a casarse porque esa decisión no mejorará para nada sus vidas, al menos en términos económicos. ¿Quién desearía casarse si el matrimonio implica vivir bajo la carga de un préstamo bancario? El amor ya no es el único problema del matrimonio, desde que dicha institución se ha visto afectada por una serie de cargas sociales, incluidas los derivados de bienes raíces y finanzas. Esta amiga, psiquiatra, era firme en su opinión. Afirmaba que tener una aventura era la única solución para superar la carencia de sexo que la lejanía impone a una pareja. Mantenía que la mayor virtud que precisan las parejas actuales a larga distancia es una dosis apropiada de indiferencia, para no intentar saber demasiado sobre sus parejas.
un nuevo tipo de unión El escritor alemán Erich Kastner afirmaba: “La geografía es la ruina del amor”. Casi todos los países del mundo tienen dichos o refranes similares para describir ese efecto, como “ojos que no ven, corazón que no siente”; pero… “¿Cuánta distancia puede tolerar el amor?” En la primera semana del Año Nuevo, en mi programa de radio abordé nuevamente el tema de las relaciones a larga distancia. Dos enamorados, que ni siquiera se habían separado aún, ya estaban aterrorizados por la distancia temporal y geográfica que habría entre ellos. Deseaban casarse, pero se preguntaban si saldría bien, intuyendo el fracaso por adelantado. Quiero preguntarles: “¿Acaso el amor se completa solo con el matrimonio? ¿Implica el matrimonio estar juntos todo el tiempo?”. El matrimonio en nuestra era ha de ser distinto al de antaño, al igual que también han cambiado las condiciones de vida. En una entrevista con la periodista coreana Ann Hee-kyung, afincada en EE.UU., Zygmunt Bauman hizo una declaración interesante: “¿He mencionado al novelista francés Michel Houellebecq? Es un hombre muy sabio que escribió sobre la distopía. Su libro La posibilidad de una isla representa una imagen siniestra de lo que nos espera, en contraposición a la utopía; y explica cómo vamos a terminar si seguimos con las tendencias actuales. En cuanto al
amor, afirma que muchas parejas tendrán solo un compromiso medio con sus relaciones, no tanto por la distancia geográfica, sino porque todos queremos gozar de intimidad pero al mismo tiempo conservar nuestra independencia. Es algo que se escucha mucho en las películas americanas: “Necesito mi propio espacio”. No es más que una súplica que hacemos a otros para que permanezcan lejos, para que nos dejen solos. Esa es la ideología de nuestro tiempo”. Según Bauman, la “dependencia” se considera una condición vergonzosa hoy día. Por extensión, implica que los votos matrimoniales -que comprometen a depender unos de otros en los buenos y en los malos tiempos, ya sean ricos o pobres- se están convirtiendo en un anacronismo. En nuestro tiempo, ese énfasis lo relegamos a la autonomía. Ahora el amor proviene de lugares distintos a los de antes. Queremos estar conectados 24 horas al día, pero la presencia física o real es una especie de fortaleza propia. Al conectarnos sólo en línea, mantenemos una existencia solitaria. Queremos estar conectados porque nos sentimos solos, pero también queremos ser libres para ir a cualquier parte. El problema es que la estabilidad es incompatible con la libertad. La libertad estable es un oxímoron. No hay libertad sin riesgos, y la estabilidad necesita una comunidad. Por estas razones está surgiendo un nuevo tipo de enlace llamado “semi-cohabitación”. Muchos de mis amigos de Internet mantienen sus relaciones gracias a que preservan su propio espacio, y viven juntos o separados cuando surge la necesidad. Una pareja de la isla de Jeju vive así: el marido en Hyeopje y la esposa en Pyoseon, trabajan y viven por separado en días laborables, pero se encuentran el fin de semana. Por supuesto, se llaman o se ven cuando es preciso. Afirman haber encontrado el equilibrio, un perfecto término medio en su 12º año de matrimonio. La cantidad apropiada de libertad y el grado óptimo de estabilidad sirven como estímulo para su relación. Esta pareja ha descubierto la distancia precisa para mantener encendida la llama de su amor. Mientras, “la graduación del matrimonio” es un término acuñado recientemente en Japón. Es un concepto diferente del divorcio, pues implica que los cónyuges permanecen casados, pero viven vidas independientes, sin interferir cada uno en la del otro. La graduación del matrimonio supone una vida mucho más independiente que la semi-cohabitación.
La mayoría nos casamos sin apenas saber nada sobre la institución del matrimonio. Es como enamorarse sin haber aprendido nada sobre el amor. De hecho, lo poco que sabemos sobre el amor son en su mayoría mitos que bordean la superstición. 26 KOREANA Primavera 2017
Mi propio espacio La mayoría nos casamos sin apenas saber nada sobre la institución del matrimonio. Es como enamorarse sin haber aprendido nada sobre el amor. De hecho, lo poco que sabemos sobre el amor son en su mayoría mitos que bordean la superstición. Amor a primera vista. Amor que llega sin esfuerzo. Amor en un momento mágico, donde todo es tan natural que uno siente con toda su alma que esa persona es la suya… Son ilusiones creadas por películas, novelas y dramas televisivos. Si explorásemos lo que constituye el “amor duradero" con la mitad de interés que celebramos “el amor en ciernes”, experimentaríamos el amor de una forma totalmente distinta. Lo mismo ocurre con el matrimonio. Tal vez, este tema ya ha sido suficientemente abordado por el escritor Alain de Botton. En su ensayo “Casarse con la persona equivocada”, publicado en la web “Libro de vida”, describe en detalle cómo un hombre o una mujer normal se convierte en un lunático impaciente y desconsiderado: “Si estamos solos y nos enfurecemos no gritamos, ya que no hay nadie para escucharnos, y por tanto pasamos por alto la verdadera y preocupante potencia de nuestra capacidad de enfado. O gastamos el tiempo sin aprehender nada, porque nadie nos llama para ir a cenar, igual que solemos trabajar mecánicamente para aumentar el control sobre nuestras vidas, mientras podríamos crear un verdadero infierno si alguien intenta detenernos. Por la noche, todo lo que recordamos es lo dulce que sería acurrucarnos con alguien, pero evitamos la ocasión de tener a ese alguien al lado, pues comenzaríamos a volvernos fríos y extraños si alguna vez nos llega a parecer que nos estamos comprometiendo demasiado. Uno de los mayores privilegios es mantener la propia ilusión halagüeña de que uno es, en verdad, una persona muy fácil para convivir. Con un nivel tan bajo de comprensión sobre nosotros mismos, no es de extrañar que no estemos en posición de saber a quién debemos cuidar”. De Botton enfatiza valientemente que una pregunta estándar en cualquier cita temprana debería ser: “¿Cómo, estás loco?” ¡Yo no podría estar más de acuerdo! Al pedirle que defina el matrimonio, podría pensar en más de 30 expresiones, pero la que inmediatamente me viene a la cabeza es la siguiente: El matrimonio significa que fallarás a cada momento, sabiendo muy bien por adelantado que será así. Esto puede sonar exagerado, pero no lo es. Dicho esto, el consejo más realista que puedo dar es: el matrimonio es en realidad una opción sobre si puedes o no soportar el dolor. En el matrimonio, tu pareja probablemente te infligirá una clase de dolor que nunca imaginaste. Por tanto, la decisión de casarse equivale a determinar si la persona con la que vas a casarte merece la pena; si merece el esfuerzo de soportar ese dolor. Nadie puede evitar ser herido en la vida. Aun así, al menos podemos elegir a la persona que va a infligirnos ese dolor. Así, nos sentiremos menos infelices. Después de todo, la más honesta declaración que puedo hacer sobre el matrimonio es que tolerarlo será a veces mucho más difícil si no estamos realmente enamorados. ¿Casarse o no casarse? Esa podría ser una de las preguntas más complicadas de una relación, junto con “¿tener o no tener hijos?” y “¿pueden los hombres y las mujeres ser sólo amigos?”. Sin embargo, lo que he aprendido durante mis más de 15 años de matrimonio es que la vida no permite estar a caballo entre dos opciones sin elegir ninguna. Cualquier elección es intrínsecamente exclusiva y cruel, ya que significa soportar las consecuencias de primar una cosa sobre otra. Además, está claro que cualquiera que sepa cómo vivir solo podrá convivir con otra persona. Probablemente, no sólo los escritores necesiten un espacio propio. (Traducido por Javier Castañeda)
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REpORtAJE EspECIAl 5 Bodas: formas coreanas de dar el sí
EL MATRIMONIO, UN JARDÍN PARA LOS VIEJOS SUEÑOS DE AMOR Y FELICIDAD
©TOPIC IMAGES
Entre la turbulencia histórica de principios del siglo XX, las nociones de nueva literatura y de amor libre provocaron importantes corrientes de discurso social entre los intelectuales coreanos. Bien entrada la era actual y durante la etapa de la industrialización, las novelas retrataron una heterogénea colección de temas matrimoniales y amorosos que apoyaban o se oponían a las convenciones sociales. lee Chang-guy Poeta y crítico literario
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on la llegada del nuevo milenio, los coreanos se vieron estimulados por la primera cumbre intercoreana desde la división del país en la década de 1940 y por la resultante Declaración Conjunta Norte-Sur del 15 de junio. Exultantes de alegría, una y otra vez veían la grabación de los líderes de las dos Coreas dándose la mano y abrazándose entre sí, frente a la trampa de la pista de Sunan, en el Aeropuerto de Pyongyang. Mientras expresaban sus ardientes esperanzas de reunificación, un estallido de discusiones al respecto ensombrecía otros temas. En esta atmósfera la literatura recibía poca atención. “El matrimonio es una locura”, la provocativa novela de Yi Man-gyo, parecía destinada al purgatorio de la oscuridad tras haber sido publicada en mayo de ese año, y pese a haber recibido el Premio al Escritor Actual. Sin embargo, la novela fue adaptada a la película del mismo título en 2002. Posteriormente, en 2006, llegaría “Mi esposa se casó” de Park Hyun-wook, otra provocativa novela sobre el matrimonio que también obtuvo un premio literario y fue asimismo convertida en película. A partir de entonces, surgieron una serie de artículos y críticas con ideas subversivas sobre el matrimonio como fenómeno social.
¿Es el matrimonio una locura? Algunos críticos consideraban los asuntos extraconyugales como un “nuevo código de desviación y matrimonio”, mientras que otros expresaban desprecio por la literatura que abordaba el tema, alegando que “las novelas de adulterio eran basura”. Sin embargo, los lectores estaban fascinados y alarmados a un tiempo por la historia de una mujer que engañaba a su marido, un acaudalado doctor, para apostar por la relación con su amante, un profesor de universidad a tiempo parcial, mientras afirmaba: “A medida que pasa el tiempo me siento cada vez menos culpable. Es como vivir una vida un poco más ocupada que otros” (fragmento de El matrimonio es una cosa locura); y deslumbrados ante el indignante deseo de otra mujer que aducía: “¿Acaso
pido estrellas? ¿Acaso pido la luna? ¡Sólo pido otro marido!” (fragmento de Mi esposa se casó). Usando un tono cínico al entonar frases como, “¿Estás seguro? ¿Realmente crees que puedes continuar enamorado de una sola persona?”, la versión cinematográfica de Mi esposa se casó mostraba la hipocresía de la monogamia, adelantándose al teórico económico y social francés Jacques Attali, quien predijo que la monogamia sería recordada en 2040 con las siguientes palabras: “La monogamia rara vez se ha mantenido en la práctica; pero pronto se desvanecerá incluso como ideal”. Muchos lectores y espectadores quedaron asombrados ante esas historias de la vida mundana inspiradas en suposiciones ficticias. Desde un punto de vista académico, la importancia de estas obras reside en el hecho de que probaron la plausibilidad de un nuevo género que implicaba reconsiderar la institución del matrimonio, separando al sujeto de formas tradicionales de ficción, tales como historias de crecimiento personal y novelas autobiográficas, donde el connubio era utilizado como un factor narrativo importante. A partir de Yi Gwang-su (1892-1950), la literatura moderna coreana precisó de un siglo entero para expandir el matrimonio al reino de un discurso literario totalmente enfocado hacia la institución en sí, y que planteaba preguntas al respecto. En este nuevo paisaje, creado por un cambio de paradigma, los lectores coreanos hallaron, aunque brevemente, una sensación de alivio y de liberación del yugo de tan rígida institución, que era como una segunda piel.
la tradición matrimonial confuciana En términos generales, la cultura espiritual de los coreanos se manifiesta con ceremonias en cuatro hitos vitales: bodas, funerales, ritos ancestrales y mayoría de edad. Establecidas hace casi 600 años, con el arraigo del confucianismo como ideología gobernante del país, estas cuatro ceremonias han sido más que simples rituales para los coreanos: han sido parte prioritaria del orden social, y han ejercido
una enorme influencia sobre sus vidas. El modelo de protocolo para estos ritos fue el clásico chino “Rituales familiares de Zhu Xi(Zhuzi jiali)”. Tomando este manual confuciano como referencia, e incorporando algunas costumbres y prácticas locales, los coreanos expresaron sus propias reglas para los rituales en “Gukjo orye ui(Cinco ritos de Estado)“, incluido en el “Gyeongguk daejeon(Código nacional)”, el más alto código legal de Joseon. Mientras que el manual para rituales de la familia real fue adoptado por otras clases sociales como máximo conjunto de normas para el resto de ocasiones, las bodas fueron una excepción, tal vez porque requerían del acuerdo de dos familias. Concretamente, la práctica llamada chinyeong no se siguió escrupulosamente, por la carga económica que implicaba para el novio ir a la casa de la novia a celebrar la ceremonia de boda y luego llevarla de vuelta a su casa familiar, donde luego residirían (escena a menudo representada en las boda tradicionales plasmadas en los materiales que introducen a la cultura coreana). Durante una parte considerable de la dinastía Joseon temprana, la mayoría de los plebeyos preferían las viejas ceremonias y costumbres matrimoniales que databan del antiguo reino de Goguryeo (37 a. C.-668 d. C.), pues les permitían elegir a sus propios cónyuges, y al marido vivir con la familia de la esposa (como valiosa mano de obra) hasta que los hijos crecieran. Además, en el siglo VI, la princesa Pyeonggang de Goguryeo rechazó un matrimonio concertado por su padre y eligió casarse con Ondal, entonces conocido como un “chico malo” de familia pobre; y la muerte tampoco pudo separar a Yi Saeng de una muchacha de la familia de Choi en “El estudiante Yi Peers sobre el muro” (Yisaeng gyujang jeon), narración incluida en Nuevas historias de la tortuga de oro (Geumo sinhwa), la primera colección de historias de Corea en chino clásico escrita por Kim Si-seup (1435-1493). En resumen, los comuneros de la dinastía Joseon no siguieron los complicados rituales confucianos hasta el CULTURA Y ARTE DE COREA 29
siglo XVIII, cuando las avanzadas técnicas agrícolas y el activo comercio les trajeron prosperidad. Curiosamente, aquellos que habían acumulado riquezas estaban ansiosos de ponerse al día con la aristocracia y observaron las más rigurosas normas de los “Rituales Familiares de Zhu Xi”. Como muestra el proceso de emparejamiento de aquel entonces, la gente de Joseon consideraba el matrimonio no solo como la unión de dos individuos, sino de dos familias y costumbres regionales diferentes. Por tanto ambas familias debían tener una posición social similar y sus necesidades y valores debían ser finamente ajustados por mutua armonía. Eso implica que el proceso era serio y discreto, pero a menudo demasiado largo y complicado, invitando naturalmente al abuso. Sobre todo, en lo referido al orgullo competitivo entre ambas partes, que escalaba en cuanto al gasto ostentoso en formalidades banas. Yi Deok-mu (1741-1793), un 30 KOREANA Primavera 2017
De izquierda a derecha: “Fingiendo ser feliz (La mujer)” por Yang da-hye. 2014. Tinta y color sobre seda, 69,5 x 53 cm; y “Fingiendo ser feliz (El hombre)” por Yang dahye. 2014. Tinta y color sobre seda, 69,5 x 53 cm.
estudioso de la escuela Silhak(Aprendizaje práctico), ya deploró entonces la “corrupción de la ética y la moralidad” entre la gente en general, que “considera el nacimiento de una hija como una desgracia para la familia, por la gran cantidad de dinero que requiere su boda, pues su ajuar precisa de una gran colección de regalos para el hogar. Así, algunos consolaban a los padres, desamparados ante el nacimiento de una pequeña hija, señalándoles que no tendrían que gastar tanto dinero a futuro”, según recogía Sasojeol(Etiqueta elemental para las familias escolares). Pero también resultaba problemático que el emparejamiento fuera en gran medida decisión de los padres, no de los novios. El novelista Yi Gwang-su, anteriormente mencionado como punto de partida de la literatura
coreana moderna, fue víctima de un matrimonio amañado que ignoró los deseos de sus integrantes. Así, resaltando que una boda arreglada podía hacer fracasar el matrimonio, extendió la noción de amor romántico mediante sus novelas.
El matrimonio en la literatura coreana moderna En su ensayo “Sobre el matrimonio”, Yi Gwang-su criticaba la costumbre contemporánea de los padres de seguir sus propias ideas respecto al matrimonio de los hijos de la siguiente forma: “Uno propone: ‘Dame a tu chica para que sea mi nuera’, y el otro responde: ‘Bien, voy a tomar a tu hijo como mi yerno’. Se ríen y beben una taza de vino de arroz, y el matrimonio queda apalabrado, decidiendo así el destino de dos personas para el resto de sus vidas. Pero el matrimonio debe ser un contrato entre un hombre y una mujer adultos por voluntad propia”.
Tras sufrir por su infeliz matrimonio con una perfecta extraña, Yi Gwang-su abogaba por el matrimonio por amor, por la independencia de las mujeres y por la igualdad de género. En su novela de 1917 Sin corazón (Mujeong), el autor destacaba la auto concienciación de las mujeres, así como la liberación de la ética y las normas tradicionales a través de la heroína Park Yeong-chae, que intenta permanecer fiel a su amante incluso poniendo fin a su propia vida. Otro novelista, Kim Dong-in (1900-1951), describió las contradicciones internas de las “chicas modernas" de los años veinte que apoyaban el amor libre, provocadas por la falta de independencia para fomentar una conciencia sexual liberal. En La tristeza de los débiles , el autor describe las pruebas que ha de atravesar una chica moderna huérfana y en soledad llamada Kang Elizabeth, que trabaja como institutriz infantil y mantiene un romance con el barón K, padre del niño al que educa.
lar riqueza. La novela gira en torno a las tres hijas de un exitoso pequeño empresario, al destacar lo que cada una de ellas ve de valor en el matrimonio, y cómo esos ideales son aplastados por la realidad de la sociedad coreana a través de la vida matrimonial. La hija mayor, Cho-hui, se niega a vivir como sus padres, que tuvieron que soportar inefables penurias para huir de la pobreza, y elige a un “indecente hombre de la riqueza" en sus 50 años, en vez del hombre al que ama. Sin embargo, al final ella arruina su vida por un romance con su ex amante. Por otra parte, la segunda hija, U-hui, se casa con el hombre al que ama pero ve cómo su vida queda atrapada en tareas mundanas -como vaciar el orinal de su suegra- mientras habla del “amor como si fuera un hechizo mágico" y atisba un futuro “hastiado de pobreza como un cuarto de motel sucio". En tanto la hija menor, Mal-hui, mira a sus dos hermanas con una mezcla de simpatía y desprecio. Su perfil es el de una chica inteligente que encuen-
Entre nerviosos y atemorizados, los jóvenes coreanos de hoy en día flotan diletantes frente a ese jardín con un viejo letrero que dice “amor y felicidad”. Al aparecer nuevas fórmulas familiares alternativas, el matrimonio podría no ser la única vacuna capaz de mantener ese jardín sano y salvo. El matrimonio de clase media durante la industrialización Pero una nueva perspectiva del matrimonio por amor comenzó a aparecer en la literatura coreana en la década de 1970, un período de relativa estabilidad y prosperidad para los coreanos, derivado del rápido crecimiento económico y de la pasión colectiva por la educación. En Swaying Afternoons (1976), Park Wan-suh (19312011) realizó una lúcida representación de la década de los 70, retratando a la que definió como era de una “clase media vulgar" surgida de la nada para tener éxito, pero sólo en la competencia para acumu-
tra a un hombre rico y adorable, y se va con él al extranjero para salir de su casa. Hasta la fecha, el “amor y la ambición" de estas tres mujeres, descritos en la novela, han sido un tópico recurrente en los dramas televisivos coreanos. Mientras que Park Wan-suh logró esbozar las condiciones sociales de la época mediante un retrato popular del matrimonio, Oh Jung-hee (1947-) construyó una imagen esencial y reflexiva de la vida matrimonial en El viejo pozo (1994). La narradora es una mujer común de mediana edad que ya no comparte “los sueños del día anterior" con su esposo, sino sólo “las preocu-
paciones triviales de la casa, la comida y el sexo". Un día se encuentra con un antiguo amor que siempre extrañaba en secreto y anhela "ir a algún lugar privado y quedarse allí juntos con los cuerpos enredados". Sin embargo, él parte y ella se siente “aliviada al ver el barco que viene a llevarles de vuelta a la seguridad de los lugares de donde vinieron". Después, ella aprende de su muerte, pero todo lo que puede hacer es “doblar la ropa, empapar col en agua salada durante toda la tarde para preparar kimchi, cocinar el almuerzo de su hijo, e intercambiar bromas con su marido mientras ve la televisión". Ella vuelve a su rutina diaria, mientras recolecta del viejo pozo saturado con el misterio de la vida y la muerte, en una vieja casa llena de recuerdos olvidados. Finalmente, llora en soledad al comprender que está condenada a “seguir sobreviviendo en el pantano de la rutina, abrazando la sombra de la muerte en este mundo, las innumerables almas que han desaparecido con el paso del tiempo".
En espera de nuevas perspectivas sobre el matrimonio Ninguna otra institución como el matrimonio está tan repleta de secretos sobre ignorantes y torpes, de la lúgubre y patética naturaleza de las relaciones humanas. Siempre con infinita persistencia, exagera los contrastes entre los valores familiares e individuales, entre el “tú" y el “yo", entre la razón y la emoción, y entre el hombre y la mujer. Entre nerviosos y atemorizados, los jóvenes coreanos de hoy en día flotan diletantes frente a ese jardín con un viejo letrero que dice “amor y felicidad". Al aparecer nuevas fórmulas familiares alternativas, el matrimonio podría no ser la única vacuna capaz de mantener ese jardín sano y salvo. Si la soledad no es la respuesta, al menos debemos intentar conocernos mejor a cada uno de nosotros y también aprender más sobre la naturaleza humana. Eso nos permitirá superar el miedo que instiga la enemistad y mitigar el control del capitalismo, que nos conduce a una competencia implacable. (Traducido por Javier Castañeda) CULTURA Y ARTE DE COREA 31
REpORtAJE EspECIAl 6 Bodas: formas coreanas de dar el sí
Cuando uno se casa, ha de hacer los ajustes necesarios para asegurar el éxito de su matrimonio. por lo general, las parejas internacionales suelen afrontar más retos en este aspecto. No obstante, las cosas también pueden resultar inesperadamente más fáciles, tal y como fue mi caso. Desde que hace 20 años me casé con una mujer coreana y me instalé en Corea he sido testigo de importantes cambios en la sociedad del país, en cuanto a la percepción sobre los matrimonios internacionales.
EL MATRIMONIO INTERNACIONAL
UNA EXPERIENCIA PERSONAL Charles la shure Profesor, Departamento de Lengua y Literatura Coreanas, Universidad Nacional de Seúl Kim Dae-hyun Fotógrafo
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E
s marzo de 1996. En este momento llevo unos seis meses en Corea. Estoy en la mesa de un restaurante frente a la puerta principal de la Universidad Femenina de Ewha, esperando a que llegue mi compañera de intercambio de idiomas para que podamos comenzar nuestra sesión de coreano e inglés. Miro mi reloj y pasan 10 minutos de la hora a la que habíamos quedado. En ese momento una chica a la que nunca antes había visto entra apresurada y se sienta frente a mí. “Lo siento, llego tarde”, dice con un inglés nervioso. La chica explica que mi compañera de intercambio de idiomas está ocupada con un trabajo escolar y me pregunta si puede encargarse ella de la clase. Frunzo el ceño, pero decido dejarlo estar y ver cómo van las cosas. En ese momento pienso en dar algunas clases con ella y luego poner alguna excusa para dar por finalizado el pacto de intercambio de idiomas. Para mi sorpresa, sin embargo, mi nueva compañera muestra mucho entusiasmo a la hora de enseñarme coreano. Continúo estudiando con ella de modo informal hasta matricularme en un programa de idiomas de la Universidad de Yonsei y ella continúa ayudándome mientras curso mis estudios allí. Pero entonces sucede algo que va más lejos de aprender el idioma. Exactamente un año después de ese día de marzo de 1996, nos casamos.
De intercambio de idiomas a compañera de vida Desde entonces han pasado casi 20 años y seguimos estando muy unidos. La gente suele preguntarnos sobre los retos a los que nos hemos enfrentado como matrimonio internacional. Supongo que esperan que las cosas sean mucho más difíciles que en lo que se considera un matrimonio “normal”. Por supuesto, he de reconocer que hemos tenido que realizar algunos ajustes culturales. Hay cosas que en Corea son de un modo, y de otro muy distinto en Estados Unidos, y viceversa. El ajuste o adaptación cultural es un aspecto importante a la hora de vivir en cualquier país extranjero, y cuando compartes tu vida con alguien de ese país es mucho más urgente y vital. En todo caso, no solo ha habido dificultades y obstáculos. También han surgido agradables sorpresas por el camino. Por ejemplo, en Corea un yerno es tradicionalmente acogido con mucha calidez en el hogar de su esposa y la suegra aprovecha cualquier oportunidad para mostrarle su aprecio. El yerno es, según reza una expresión coreana, un “huésped durante cien años”. En la otra cara de la moneda, la relación entre una suegra coreana y su nuera ha sido tradicionalmente conside-
rada como “difícil”. En Estados Unidos las cosas son diferentes, o más bien todo lo contrario. Las suegras y los yernos a menudo no se llevan bien, mientras que las suegras y las nueras no viven momentos tan duros como en Corea. Como resultado, mi esposa y yo nos beneficiamos de lo mejor de ambos mundos: ella se lleva bien con mi madre, mientras que la madre de mi mujer era para mí, antes de fallecer, mucho más que una suegra. Para ser sincero, la mayoría de los ajustes que hemos tenido que hacer no han sido culturales sino personales; es decir, hemos tenido que experimentar las mismas conciliaciones por las que todas las parejas casadas tienen que pasar para disfrutar de un matrimonio exitoso. Básicamente, uno tiene que aprender a compartir su vida con otro ser humano. Aunque esto a priori puede parecer extraño, de alguna manera creo que quizá fue más fácil para nosotros por el hecho de ser una pareja “internacional”. Creo que mi esposa y yo teníamos una ventaja porque nos casamos esperando que las cosas fueran difíciles. Después de todo, procedíamos de dos culturas completamente diferentes y nuestros trasfondos culturales eran totalmente distintos. ¿Cómo podría no ser un gran desafío?
Más ajustes personales que culturales Lo cierto es que, en sentido figurado, todos los que se casan lo hacen con alguien de cultura diferente. La pareja puede ser del mismo país y tener la misma cultura en general, pero sus orígenes suelen ser distintos: se criaron en diferentes familias y tienen sus propias experiencias de vida. Tal vez lo más importante es que los hombres y las mujeres son muy diferentes, sin importar de qué cultura provengan. De alguna manera, una mujer coreana puede tener más en común con una mujer americana que con un hombre coreano. Sin embargo, a menudo me pregunto si las personas que componen los matrimonios “intranacionales” profundizan en sus relaciones con una comprensión adecuada de los desafíos a los que se van a enfrentar. Mi esposa y yo comenzamos nuestro matrimonio listos para lidiar con graves problemas de adaptación y creo que esto nos permitió superar muy pronto muchas de nuestras diferencias. Cuando uno de nosotros hacía algo que frustraba, confundía o perjudicaba al otro, era bastante fácil simplemente calificarlo como parte de las “diferencias culturales” y dejarlo atrás. A medida que pasaba el tiempo, nuestras asperezas se fueron limando gradualmente y aprendimos a llevarnos bien. Esta ha sido mi experiencia como cónyuge en un matrimonio internacional, pero no soy un caso típico. Soy un hombre estadounidense casado con una mujer coreana, pero no soy un inmigrante matrimonial; es decir, no me mudé a Corea con el propósito de casarme. Simplemente ya vivía en el país cuando conocí a mi esposa. Otra cosa que nos distingue de otras parejas es que no tenemos hijos. Supongo que sería necesario otro artículo para explorar más en detalle estos aspecUna pareja internacional sontos secundarios, pero en todo caso creo que es ríe feliz durante una reciente correcto decir que somos inusuales en ese sentido. ceremonia de boda en Seúl. Aunque normalmente se suSegún las estadísticas del Gobierno de 2015 pone que las parejas internasobre “matrimonios multiculturales”, el clásico cionales han de realizar más enlace internacional es el formado por un homajustes, superar los retos de cualquier matrimonio tiene bre coreano y una mujer china o vietnamita. Quimás que ver con las diferenzás la imagen más difundida del matrimonio intercias personales que con la nacionalidad. nacional en Corea es la de un hombre joven de CULTURA Y ARTE DE COREA 33
Es difícil predecir el futuro de los matrimonios internacionales en Corea. Sin importar lo que ocurra el día de mañana, los acontecimientos pasarán a formar parte del desarrollo general del multiculturalismo en este país. De forma natural, habrá una mayor aceptación de los matrimonios internacionales a medida que las personas que no han nacido en Corea o no son de etnia coreana pasen a ser una parte más aceptada de la sociedad coreana.
una aldea rural que se casa con una mujer del sudeste asiático. De hecho, las estadísticas de 2016 muestran que el 22,7 por ciento de todos los matrimonios en los últimos cinco años entre los hombres agricultores o pescadores coreanos fueron con extranjeras (y pese a todo es una cifra inferior al 40 por ciento de 2007). Cuando los coreanos piensan en el matrimonio internacional, a menudo esta imagen es la que les viene a la mente. Por supuesto, hay aspectos tanto positivos como negativos sobre este fenómeno. Por un lado aborda -y en cierta medida mejora- un problema social real en el campo de Corea, como es la escasez de mujeres; pero por otra parte es muy fácil encontrar historias negativas relacionadas con estos matrimonios internacionales. Es común, por ejemplo, escuchar la historia de una esposa de un país más pobre que huye de vuelta a su tierra poco después de llegar a Corea. Mientras, el gobierno continúa aplicando medidas para llevar ante la justicia a los agentes matrimoniales involucrados en prácticas ilegales.
Inmigrantes matrimoniales y multiculturalismo El Gobierno de Corea reconoce las dificultades a las que se enfrentan aquí los inmigrantes matrimoniales, es decir, aquellos que emigran a Corea con el propósito de casarse. En el Primer Plan Básico de Política de Inmigración (2008-2012) el ejecutivo dedicó una subsección completa a los inmigrantes matrimoniales, destacando la necesidad de aplicar medidas para ayudarles a adaptarse a la sociedad coreana y alcanzar independencia financiera. El Gobierno también admitió en este documento que los inmigrantes matrimoniales se enfrentan a la discriminación e incluso a abusos contra los derechos humanos, y por tanto ha adoptado medidas para abordar esas cuestiones. El Ministerio de Igualdad de Género y Familia publicó un “libro de bienvenida” en ocho idiomas que está diseñado para proporcionar información práctica sobre cómo adaptarse a la vida en Corea, y diversas actividades, como los festivales de kimchi y otros programas educativos, están diseñados para enseñar a las esposas extranje34 KOREANA Primavera 2017
ras aspectos importantes de la cultura coreana. Tal vez más importante que los esfuerzos del gobierno y otras instituciones para beneficiar a los inmigrantes matrimoniales y otras parejas internacionales es la percepción que el ciudadano coreano promedio tiene sobre los matrimonios internacionales. Es cierto que todavía hay mucha cobertura mediática negativa en torno a los matrimonios internacionales, centrada principalmente en los “enlaces fraudulentos” o las “estafas matrimoniales”, pero entre el público en general parece haber mejorado la percepción de las relaciones y los matrimonios internacionales. Como anécdota personal, recuerdo el tiempo en que la imagen de un hombre extranjero caminando de la mano con una mujer coreana provocaba al menos ceños fruncidos entre los viandantes, y en ocasiones insultos y abusos. Ahora, sin embargo, los ciudadanos parecen aceptar mucho más a las parejas internacionales y multiculturales. Esto se debe en parte a la creciente aceptación de los extranjeros en general en la sociedad coreana, pero va bastante más allá. Muchas más personas parecen ser propensas a la idea de que los residentes extranjeros pueden jugar un rol integral en la sociedad coreana, y no ser única y necesariamente visitantes temporales. Curiosamente, mientras aumenta la aceptación social y cultural de los matrimonios internacionales en Corea, el número de enlaces de este tipo ha experimentado un declive. Si bien la tasa de matrimonios en general ha disminuido, el descenso en la tasa de los matrimonios internacionales ha sido aún más pronunciado. En parte por el incremento del control sobre las agencias matrimoniales y por la adopción de criterios más restrictivos en 2011 para otorgar visa de matrimonio a inmigrantes, el número de matrimonios internacionales respecto al total de matrimonios celebrados en Corea cayó del 10,8 por ciento en 2010 hasta un 7,4 por ciento en 2015. Destaca el hecho de que han disminuido en particular las bodas con cónyuges chinos, mientras que los enlaces con cónyuges de EE.UU. y otros países de la OCDE van en aumento. Este fenómeno puede ser indicativo de un cambio en los tipos de matrimonios internacionales que se concretan, más que de una tendencia que vaya a continuar de forma indefinida.
Cambios en la percepción de los matrimonios internacionales Es difícil predecir el futuro de los matrimonios internacionales en Corea. Sin importar lo que ocurra el día de mañana, los acontecimientos pasarán a formar parte del desarrollo general del multiculturalismo en este país. De forma natural, habrá una mayor aceptación de los matrimonios internacionales a medida que aquellos que no hayan nacido en Corea o no sean de etnia coreana, pasen a ser una parte más aceptada de la sociedad coreana. Pero los matrimonios internacionales también servirán para redefinir Corea y lo que significa “ser coreano”. Como nación, Corea tiene una identidad étnica muy fuerte. Esta iden-
tidad fue forjada, por supuesto, a lo largo de muchos siglos, pero una época especialmente importante fue la del período colonial japonés, durante la primera mitad del siglo XX. A medida que Corea perdía su condición de nación y el pueblo coreano se arriesgaba a ser absorbido por el imperio japonés, desarrolló esta fuerte identidad étnica como un mecanismo de defensa. Como resultado, hoy los coreanos se identifican como tal por su origen étnico, no por el pasaporte que poseen. Esta es la razón por la cual un coreano estadounidense -que puede haber nacido y haberse criado en Estados Unidos- todavía es considerado “coreano”, mientras un occidental naturalizado como ciudadano coreano, seguirá siendo concebido como “extranjero”. Es probable que la nueva era de los matrimonios internacionales y las familias multiculturales sirva para cambiar esta percepción de identidad, ya que el multiculturalismo también significa por lo general diversidad étnica. Las ideas sobre los linajes de sangre o sobre el estatus de Corea como nación de un solo grupo étnico (danil minjok gukga ) tendrán que replantearse -y
de hecho ya están siendo sometidas a debate estos días- a medida que la población coreana se diversifique tanto cultural como étnicamente; y así se ampliará el núcleo de la identidad coreana; al incorporar algo que pueda ser compartido por todos los que consideran a Corea como su hogar. Basta dar un vistazo a los acontecimientos actuales para comprobar que el multiculturalismo está siendo asediado en Occidente. Hay quienes todavía esperan que personas de diferentes culturas puedan vivir juntas en paz, adoptando valores comunes que beneficien a todos. Pero hay otros que sostienen que el multiculturalismo es un experimento fallido; que los valores apreciados por muchos en Occidente están en peligro de ser derrocados, y han de ser defendidos contra fuerzas externas. No sé cuál será el futuro del multiculturalismo occidental, pero creo que es seguro decir que Corea se enfrentará a muchos de estos retos si continúa por la senda del multiculturalismo. ¿Podrá Corea sortear algunos de los obstáculos del camino? Probablemente, la situación de los matrimonios internacionales, qué papel juegan en la sociedad, cómo son percibidos por los ciudadanos, etc., será un buen indicador de lo que está por venir. A juzgar por mi propia experiencia las señales son positivas, pero aún queda mucho camino por recorrer. (Traducido por Atahualpa Amerise)
Las cambiantes percepciones del matrimonio internacional entre los coreanos han transformado la idea de Corea como “nación étnicamente homogénea”.
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fOCO
lAs pENAs COMIENZAN CuANDO lA pOBlACIóN ENvEJECE
lee seung-wook Profesor Emérito, Escuela de Posgrado de Salud Pública, Universidad Nacional de Seúl
Con la disminución de la tasa de fertilidad y el aumento de la esperanza de vida, la estructura de la población de Corea está experimentando rápidos cambios, más que cualquier otro país del mundo. El descenso de la población total de la nación está llevando a una drástica transición demográfica, que se caracteriza por una contracción de la mano de obra y una creciente relación de dependencia, factores que plantean un grave problema para la sociedad coreana.
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El aumento de la esperanza de vida es una buena noticia, pero la caída de la tasa de natalidad y la creciente tendencia a evitar el matrimonio, presagian un futuro sombrío, al aumentar la carga de mantener a la población de edad avanzada.
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radicionalmente, los coreanos consideraban tener muchos hijos como una de las cinco bendiciones. La expectativa de que sus hijos les apoyaran en la vejez era mayor que la carga de criarlos, y se pensaba que tener muchos hijos traería prosperidad a la familia.
Cambios demográficos y políticas gubernamentales A partir de 1955, poco después del final de la Guerra de Corea, la nación experimentó un fuerte incremento en la tasa de natalidad, provocando el llamado ‘baby boom’. Las estadísticas muestran que, en 1960, la tasa de fecundidad total o TFR (el promedio de hijos nacidos de cada mujer durante sus años fértiles, es decir, entre 15 y 49) alcanzó 6,0. Pero ante la paupérrima situación económica y por la escasez de alimentos, la gente vivía en la indigencia y muchos murieron de hambre durante la temporada de primavera. Para hacer frente al problema, el gobierno introdujo en 1962 un programa de control de la población como prioridad política nacional, aplicando amplias medidas de planificación familiar. Dicho programa demostró ser inmensamente eficaz y finalmente los ciudadanos pasaron a considerar que tener sólo dos hijos era una virtud. En 1983, a medida que el reemplazo poblacional había caído hasta un TFR de nivel 2,1 (tasa de fecundidad en la que la población permanece sin cambios de generación en generación, como el actual, que es de 2,1 hijos por mujer, incluidas las muertes tempranas). A medida que el TFR alcanzó el nivel de reemplazo, los demógrafos debatieron si los proyectos de planificación familiar deberían continuar o no. La opinión estaba dividida. Algunos argumentaban que el programa de control de la población ya no hacía falta, toda vez que la población había sido reducida con éxito, mientras que otros sostenían que al interrumpir los programas, el TFR podría volver a subir. La tasa de fertilidad mostró un ligero aumento, pero mientras el gobierno permanecía indeciso por la imprevisibilidad futura, el país se vio afectado por la crisis financiera asiática en 1997, lo que llevó a una significativa tendencia a la baja de la fertilidad. En 2005, el TFR cayó a 1,03, un nivel sin precedentes, y fue un impactante aviso de que la población coreana se reduciría a la mitad en el futuro. Baja fertilidad y envejecimiento de la población Corea es un país pequeño pero cuenta con una población desbordante. No en vano, es el tercer país más densamente poblado del mundo, después de Bangladesh y Taiwán. Entonces, ¿por qué una baja tasa de natalidad supone un problema? El desarrollo económico, la mejora de los niveles de vida y los avances en medicina han aumentado significativamente el promedio de esperanza de vida de los coreanos durante las últimas décadas. En 1970, la esperanza de vida promedio de los coreanos era de 58,7 años para los hombres y de 65,6 años para las mujeres. Entonces era costumbre celebrar una gran fiesta de cumpleaños para los padres al cumplir los 60 años. Pero en 2015, el promedio CULTURA Y ARTE DE COREA 37
de esperanza de vida para los coreanos llegó a 79,0 para los hombres y a 85,2 para las mujeres, registrando un aumento de aproximadamente 20 años, y esa tendencia continuará a futuro. Ahora, en vez de a los 60, la gente celebra a lo grande el 80 cumpleaños. A partir de 2015, el país registró 3.159 coreanos mayores de 100 años; y se acerca rápidamente a la “edad centenaria”. Así, el promedio de esperanza de vida para los coreanos es de 1,1 años más que la media de la OCDE para los hombres y 1,9 años más para las mujeres. La población juvenil alude a los menores de 15 años, edad en la que legalmente se permite realizar actividades económicas, mientras que la población de avanzada edad incluye a los mayores de 65 años, generalmente considerada la edad de jubilación. Estos dos grupos etarios dependen de la riqueza creada en el país por la población económicamente activa, es decir, aquellos entre 15 y 65 años. En tanto, el índice de dependencia infantil se obtiene al dividir el porcentaje de población infantil entre la población económicamente activa, y es un indicador que refleja el número de niños que ha de apoyar cada trabajador adulto. Del mismo modo, la tasa de dependencia de la población envejecida es el porcentaje de aquellos en edad avanzada dividido por la población económicamente activa, lo que indica el número de personas mayores por persona en edad de trabajar. Una elevada tasa de dependencia infantil indica que la población económicamente activa aumentará a futuro; mientras que una alta tasa de dependencia en la tercera edad, sugiere un aumento de la población que requiere apoyo económico a la vejez. En 2015, la tasa de dependencia infantil de Corea fue de 18,8 y la tasa de dependencia de la tercera edad registró 17,5. La Oficina de Estadísticas de Corea ha pronosticado, no obstante, que estas dos cifras se invertirán en 2017 y para 2065, la tasa de dependencia infantil se mantendrá prácticamente sin cambios en 20,0, mientras que la proporción de dependencia de la tercera edad se elevará hasta 88,6. La estructura de la población de Corea era habitualmente representada por una pirámide estable con una gran población juvenil en la base, que daba apoyo a la
población de edad avanzada y estrechaba en la parte superior; y gradualmente está cambiando hacia una pirámide invertida. Pero esta coyuntura no es un problema que haya surgido de la noche a la mañana, sino una predicción avanzada hace tiempo que ahora empieza a concretarse. Este año marca el punto de inflexión, y por tanto recientemente el tema ha obtenido gran cobertura en los medios, que se han hecho eco del comienzo de la inversión demográfica y del abismo poblacional. A partir de 2015, la población económicamente productiva registró 37,44 millones; dato que se espera caiga bruscamente hasta 20,62 millones en 2065, un 55,5 por ciento de la cifra actual. La estructura poblacional del país está experimentando rápidos cambios en muy poco tiempo, lo que plantea un gran desafío a la hora de establecer políticas que permitan abordar eficazmente el descenso de natalidad y el envejecimiento de la población, que otros países desarrollados de Occidente ya experimentan.
Enfoque económico y sociocultural Hasta 1970, más de un millón de bebés nacían cada año en Corea, pero esa cifra ha venido disminuyendo desde entonces. En 2015, el número de recién nacidos fue de 438.400. Para el año 2029, se espera que el número de nacimientos y de muertes sea aproximadamente el mismo: 410.000. A partir de 2031, las muertes superarán en número a los nacimientos y la población coreana comenzará a disminuir. En 2065, se espera que los ancianos representen el 42,5 por ciento de la población total, y los jóvenes sólo el 9,6 por ciento. Entonces, el soporte económico a los ancianos se convertirá en un grave problema social y en una tarea política crítica. Los jóvenes de 15 años, que están creciendo en una era de percepciones cambiantes sobre el matrimonio y la natalidad, se unirán a la población envejecida. En la era de la industrialización fue posible reducir la tasa de natalidad con campañas como “Tener sólo dos hijos y criarlos bien”; pero ese enfoque ya no es viable para aumentar la tasa de natalidad. La educación y la industria en Corea se han desarrollado en línea con la población actual, y sin embargo el
Para 2065, se estima que los ancianos representarán un 42,5 por ciento de la población total, y los jóvenes tan sólo el 9,6 por ciento. Entonces, apoyar económicamente a los ancianos se convertirá en un grave problema social y en una tarea crítica para la política nacional. 38 KOREANA Primavera 2017
El año 2017 marca el comienzo de la inversión poblacional en Corea. Hay un activo debate por establecer medidas para paliar los cambios socioculturales, que va más allá de promover el parto y el bienestar de los ancianos.
desempleo aumenta por la falta de puestos de trabajo. A medida que la natalidad continúe disminuyendo, las instalaciones educativas serán redundantes, lo que conducirá a la pérdida de puestos de trabajo relacionados. Algunas escuelas elementales ya se han visto obligadas a cerrar sus puertas por falta de estudiantes, y las universidades podrían enfrentarse al mismo problema en un futuro próximo. Pero la disminución de la población implica una disminución del poder adquisitivo y un estancamiento económico. Las empresas no podrán mantener con facilidad el volumen de mano de obra actual, ni mucho menos contratar a nuevos aspirantes, y todo ello tendrá graves repercusiones en la actividad económica y estructural del país. Además, la creciente población de ancianos exacerbará el problema. Los jóvenes de hoy en día, que son renuentes a tener hijos, crecerán algún día. Cuidar de ellos tras la jubilación recaerá sobre el gobierno, o más concretamente, sobre los impuestos recaudados de la población en edad de trabajar. No tener hijos puede ser una elección individual, pero desde la perspectiva de la administración estatal es una forma de egoísmo, pues las personas sin hijos en la vejez tendrán que apoyarse en los impuestos que paguen los hijos de otras personas. Además, un descenso de la población económicamente activa implica una disminución de ingresos fiscales, lo que significa que al disminuir la fuerza de trabajo el gobierno tendrá que aumentar los impuestos, y eso podría generar conflictos entre jóvenes y ancianos. Para amortiguar esta situación, el gobierno tendrá que recurrir a inmigrantes de países del tercer mundo para suplir la falta de mano de obra. Desde la perspectiva de un demógrafo el futuro parece sombrío. Pero a diferencia de los animales, los seres humanos no pueden vivir solo con alimentos; crean civilización y cultura, y ponderan no sólo cuestiones económicas, sino el significado de la vida. Los cambios demográficos o los cambios en la estructura poblacional, conducen a cambios en la cultura humana. En caracteres chinos, la palabra “población” significa literalmente “la boca de una persona”. Esto implica que las personas se dedican a una actividad económica para poder comer y vivir bien. La boca es la abertura que permite a los alimentos entrar en el cuerpo, pero también hace salir las palabras. Si el alimento es la economía, entonces el lenguaje es la cultura. Por ende, para enfrentar los desafíos demográficos del futuro, la nación necesita políticas que consideren los cambios económicos y socioculturales. (Traducido por Javier Castañeda)
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El GuARDIÁN DEl pAtRIMONIO
yI sEONG-MO: DISEñA TRAJES DE BUCEO PARA LAS HAENYEO DE JEJU yi seong-mo fabrica trajes de buceo para las legendarias haenyeo, las mujeres buceadoras de las profundas aguas de la isla de Jeju. Consciente de que la seguridad de estas mujeres que trabajan varios metros bajo el agua sin respiración artificial depende de su oficio, siente por ellas una infinita sensación de solidaridad y afecto. Heo young-sun Poeta lee Han-koo Fotógrafo
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l corazón de este hombre se llena de alegría cuando ve un sentativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de grupo de haenyeo (“mujeres del mar”) que emergen de las la UNESCO el año pasado se ha ampliado el apoyo financiero del aguas de forma majestuosa con sus trajes negros chorreangobierno local, lo que en consecuencia ha incrementado la carga de trabajo para el artesano. do agua salada. Él es Yi Seong-mo, un sastre artesano que fabrica los trajes de buceo de estas señoras. Los trajes, destaca con orgullo, proporcionan protección a las buceadoras para salvar sus vidas, Marido e hijo de una Haenyeo y a su vez les garantizan el sustento. Durante más de 40 años, él ha Yi Seong-mo explica cuál es el motor que impulsa su dedicación sido el encargado de cubrir a las buceadoras de Jeju con sus armaa este oficio: “Es mi deber ser perfecto en el trabajo. Si el traje es un poco más grande de lo que debiera o tiene la menor grieta, el agua duras acuáticas. se escapa; y esto es algo frustrante para las buceadoras. ImagíneYi vive en Seongsan, la primera aldea en la isla en recibir el sol del alba con la mejor vista desde Seongsan Ilchulbong(el Pico del se su cuerpo mojado en un día frío. Bucear en el mar para recolecAmanecer), un cono de ceniza que se elevó desde el mar en una tar mariscos es un trabajo en el que se pone en riesgo la vida. Sería erupción volcánica prehistórica. Dentro de su taller -llamado Sora un crimen para mí cometer un error. Las buceadoras de Jeju están Trajes de Buceo- la pared está decorada por un conjunto en miniatan comprometidas con su trabajo que no salen del agua, ni siquietura de tewak, un dispositivo flotante de fabricación local, todavía ra cuando sus trajes de neopreno se vuelven permeables. Por lo en uso entre las buceadoras de Jeju. En una esquina hay una hilera general, trabajan durante cinco horas seguidas”. El artesano añade: de cestas, cada una etiquetada con el nombre de una aldea, y con“Además, cada una de las ancianas buceadoras es como una madre para mí, así que debo dedicarles el mayor cuidado”. tienen las hojas que indican los tamaños de los trajes de neopre¿Será quizás el destino? El hombre que dedica su vida a fabrino y las medidas corporales de cada una de las buceadoras de la aldea. Una de las habitaciones está repleta de telas de goma negra car trajes de buceo para las haenyeo es el hijo y el marido de dos o naranja, mientras los trajes de neopreno colgados en perchas de estas buceadoras. Su madre, Han Yang-chun, era una veterana aguardan a sus dueñas. buceadora de nivel superior (las haenyeo se clasifican en tres gruEl taller de Yi se caracteriza por un pos según su nivel de habilidad: superior, olor peculiar, ya que los trajes de neopremedio e inferior) del condado de Bomok1 Yi Seong-mo, artesano fabricante de trajes de neopreno, ayuda a colocarse un nuevo gorro de buceo a una ri, en Seogwipo. Su esposa, Kim In-sim, no están unidos con un adhesivo especial, haenyeo en su taller de Jeju. también era buceadora de la pequeña isla en vez de cosidos con hilo. Aunque inclu2 En una esquina del taller, los trajes de buceo cuelgan cercana de Udo, y no tuvo otra opción que so en invierno ha de mantener las ventaen espera de sus dueñas. Yi los fabrica con especial esmero, pues considera que “sus trajes deben ser adentrarse al mar para ganarse la vida. nas abiertas para asegurar una ventilación mil veces más perfectos que otros, para soportar el Cuando tenía sólo seis años, su abuela le adecuada, este olor le aporta una sensadesgaste físico”. sumergió con fuerza su cabeza en un cubo ción de calidez mientras trabaja. de agua para enseñarla a bucear. CuanPor el taller transita un flujo constante de buceadoras de entre 50 y 80 años que do era niña, en los días de buceo en grupo acuden a reparar sus trajes, para tomar tenía que salir de la escuela antes de acamedidas o a recoger sus nuevos conjuntos. bar las clases para ir al mar. Su madre, que Las paredes reverberan con sus risas y sus falleció a los 97 años, era una haenyeo de bulliciosas conversaciones. El día de esta alto nivel que había ido a China a bucear y entrevista, el sastre estaba especialmente hablaba chino con fluidez. ocupado porque al día siguiente iba a haber una jornada de buceo en grupo. trajes de buceo “de marca” “Me queda demasiado suelto en el cue“Sus trajes son los mejores. Se ajustan perfectamente y lucen elegantes. Es genial llo. Se filtra el agua”, se queja una mujer de que podamos tener trajes de baño tan bueSeongsan-ri. Yi se pone entonces a trabajar con sus tijeras. El problema se resuelve nos y cómodos. Y lo que es mejor, podemos perfectamente con lo que parece ser una llevarlos a reparar siempre que necesitasimple solución, que implica un cierto corte mos. Por eso es mejor comprar producy una ligadura. Deberían llamar a este tos de marca”, comenta Ko Yeoung-il, una hombre MacGyver, ya que parece poder buceadora que acaba de entrar en el taller. arreglar cualquier cosa con sus habilidosos Para las haenyeo de Jeju, los trajes de neomovimientos de tijera. Con la inscripción preno de Yi Seong-mo son conocidos como 2 de las haenyeo de Jeju en la Lista Repreartículos “de marca”. CULTURA Y ARTE DE COREA 41
Las bucdeadoras veteranas, que no escatiman elogios a su trabajo, le llaman André Lee, en referencia al fallecido diseñador de moda coreano André Kim. “Sus trajes de neopreno son muy calurosos y suaves. Además, nos trata con tanta amabilidad que siempre le estamos agradecidas, afirma Oh Sun-a, quien a sus 88 años es la clienta más veterana del taller. Ella no puede salir al mar sin su traje de 5 mm de espesor de Sora Trajes de Buceo. Yi Seong-mo explica sobre ella: “A pesar de llevar prótesis en la cadera y las rodillas, el otro día recolectó un montón de moluscos. ¡Es increíble!”.
Aprender de la vida con las buceadoras La regla de oro de Yi en su trabajo es que para hacer buenos trajes de buceo ha de conocer bien a la comunidad de las haenyeo. De este modo, trata de indagar en el pensamiento de cada una de esas mujeres, que a su vez le dan lecciones de vida. Sin embargo, cuanto más tiempo dedica a su oficio, más difícil lo encuentra. En cuanto a cómo ha de ser confeccionado un traje de neopreno, por ejemplo, las buceadoras de edad avanzada siempre le piden que lo haga un poco más grande. Esta es una preferencia habitual, que comenzó porque estas mujeres tenían que conformarse con solo un par de trajes de buceo para todo el año, y se encontraban con el problema de que les quedaba más ajustado en verano que en invierno. “A veces he cometido errores por tratar de cumplir con su demanda. Si usaban por primera vez sus nuevos trajes de neopreno a medida en un día frío, los encontraban excesivamente sueltos. En general, la parte más difícil es negociar con mis clientas y llegar a un acuerdo, en base a lo que ellas quieren y a mi experiencia”. En todo caso, él cree que ha de ser considerado con cada una de las haenyeo. Yi explica: “A diferencia de la ropa ordinaria, los trajes de neopreno son propensos a desgastarse por determinadas partes; y si se enganchan con un anzuelo u otros aparejos es fácil que se abran los puntos deshilachados. Los trajes de buceo están hechos con tejidos de neopreno importados, que son suaves y cálidos. Las buceadoras llevan a cabo su trabajo en mejores condiciones estos días porque el gobierno local paga sus trajes, pero en los viejos tiempos no gozaban de ese beneficio y en muchas ocasiones remendaban los boquetes para ahorrar”. El artesano prosigue: “No emito ni una sola queja cuando me piden que repare sus trajes. Es una regla de mi trabajo. No dejo que mi motivación sea el dinero y trato de mantener la coherencia. A las clientas más exigentes les ofrezco palabras amables, y un gorro o algo más como regalo. Por eso que un gran número de haenyeo en cada aldea me tratan como a un hijo y siempre intentan darme cosas”. la llegada de los trajes de neopreno Antes de que los trajes de neopreno llegaran por primera vez a la isla, a mediados de los años setenta, las buceadoras solían trabajar en todas las estaciones del año con una especie de ropa interior de algodón delgado (llamado sokgot, murot o sojunggi ). En invierno, según salían del agua, su piel se hinchaba, se enrojecía o 42 KOREANA Primavera 2017
se amorataba por todas partes. Los trajes de neopreno fueron para las haenyeo un increíble descubrimiento, y su llegada a Jeju, un punto de inflexión en la vida de Yi Seong-mo. Su introducción en la isla corrió a cargo de un conocido de su esposa, un japonés-coreano de Jeju residente en Ulsan, que le pidió que los vendiera a las isleñas. Yi recuerda: “Al principio, muchas personas mostraban desaprobación cuando algunas de las buceadoras entraban y salían del mar con traje de neopreno. Se oponían a ello sin saber que al final todo el mundo acabaría usándolos. Eso fue así durante un par de años. Solo unas pocas personas con suficiente dinero se lo podían permitir. Con el tiempo, sin embargo, más buceadoras comprendieron que la protección térmica del traje de goma les permitía trabajar bajo el agua durante horas y horas. Entonces todas las haenyeo comenzaron a comprar trajes de buceo, a pesar de que para algunas de ellas suponía una carga financiera considerable”. “A aquellas que no podían permitirse el lujo de comprarlo les preocupaba la posibilidad de caer enfermas”, explica Ko Yeong-il, tras mencionar que para adquirir su primer traje de neopreno tuvo que vender su telar de punto, que venía usando para un trabajo extra, y agregar otros 30.000 wones adicionales. Su hermana tuvo que pedir un préstamo para comprar el suyo. Yi, que cuando tenía 20 años se dedicaba a cultivar mandarinas en su ciudad natal de Bomok-ri, vio potencial en el negocio. Abrió una primera tienda de trajes de neopreno con un socio, pero después de varios giros inesperados, decidió continuar por su cuenta. En busca de un sitio adecuado para su taller se fue a Seongsanpo, el centro neurálgico de la comunidad de las haenyeo en Jeju, a medio camino entre Bomok-ri y la ciudad natal de su mujer, Udo. Importaba los tejidos de Japón e invitó a un técnico para que le enseñara a diseñar y a confeccionar los trajes de neopreno. Pero aun así no era suficiente. Yi recuerda: “He tomado repetidamente las medidas a mis clientas y he estudiado sus patrones físicos y de buceo, para ajustar con precisión la forma y el tamaño de los trajes y que éstos encajen mejor”. El precio de un conjunto, que en los primeros años era de 35.000 wones, ahora alcanza los 320.000 wones.
todas son su familia En 2007 su taller fue devastado por un incendio. Un gran número de trajes terminados y listos para ser entregados quedaron reducidos a cenizas. “Estaba muy preocupado por las buceadoras que necesitaban los trajes para pasar el invierno, pero cuando se enteraron del accidente, me dijeron que no pasaba nada si tenían que esperar. Les debía tanto”, afirma el artesano. Para él todas las buceadoras son como parte de su familia. Conoce bien el modo en que el físico de cada una de las ajimang (“señora” en el dialecto de Jeju) cambia con la edad, cómo se ha encorvado su espina dorsal o cuánto peso han perdido. Cuando una de ellas le llama para comunicarle que tiene un problema, por ejemplo con su gorro, recorre largas distancias para llevarle uno
nuevo en persona. Septiembre es el mes en que su taller se muestra más activo, justo antes de que el frío llegue a la isla, ya que entonces aumenta el número de solicitudes de reparaciones. “Tengo que ir a visitar a aquellas a las que sus trajes de neopreno les han quedado pequeños. Tengo un sentido del deber, porque si no cuido y reparo sus trajes, éstos arruinarán su trabajo. También tengo miedo de que puedan lanzarse al mar con un conjunto mal ajustado o con filtraciones, y cojan un resfriado. Son de ese tipo de personas que rara vez pierden un día de trabajo, ni siquiera cuando están enfermas”. Pero no solo las buceadoras que residen en Seogwipo usan los trajes de Yi. Este sastre cuenta con más de 1.500 clientas, incluidas las que viven a lo largo de la costa y en otras islas de las provincias de Jeolla, así como aquellas que van a bucear a Japón. Se desplaza a cualquier lugar a tomar las medidas, incluso a una isla donde solo tiene una clienta. A diferencia de la ropa normal, este tipo de trajes requiere tomar medidas de más de 20 partes del cuerpo para ser confeccionados con precisión. “Voy a casi todas las islas de las provincias de Jeolla, entre ellas Wando, Geumildo y Soando”. Mientras viajaba para tomar medidas a sus clientes se encontró con una persona que quedaría grabada en su memoria: una haenyeo octogenaria a quien conoció hace unos años en Gangjeong, en la costa sur de la isla de Jeju. Yi describe su encuentro: “Era una anciana que andaba con un bastón. Ella caminaba en la parte trasera del grupo, mientras que algunas buceadoras más jóvenes trataban de disuadirla de salir al mar. Soplaba un fuerte viento. Le dije que hubiera sido mejor para ella quedarse en casa en un día tan frío, y me respondió que había salido porque echaba de menos a la gente, ya que se sentía muy sola”.
Un par de horas después, escuchó la triste noticia de su muerte. Las piernas de la anciana se atascaron entre las rocas bajo el agua.
las haenyeo, sus trajes y la supervivencia Según Yi Seong-mo, nadie puede igualar a las buceadoras de la Isla de Jeju en cuanto a diligencia. Ellas asumen los gastos de su hogar con el dinero que ganan con el buceo, y sus ahorros son los beneficios del cultivo de naranjas. Siempre se conmueve con las historias de las buceadoras mayores de 70 años o incluso de 80, que arriesgan sus vidas trabajando bajo el agua, e invierten en sus hijos los escasos ingresos que poseen. “Nunca dependas de los demás. Ten tu propia cuenta bancaria. Esas son las reglas que siguen de forma estricta estas mujeres. Nunca dejan de dar, hasta la muerte”, asegura. Es posible observar a simple vista que Yi es tan diligente como las buceadoras a las que presta servicio. En temporada alta de trabajo fabrica entre seis y diez trajes de neopreno al día, desde las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche. Este Hasta mitad de la año hubo un aumento considerable en el década de 1970, las volumen de pedidos, lo que le hace desperhaenyeo de la Isla de tar en medio de la noche preocupado por Jeju solían bucear, incluso en invierno, los posibles retrasos. Trabaja con un asiscon ropa interior de tente durante el día y con su esposa, ahora algodón fino. Yi Seongretirada del buceo, de noche. mo, considera que sus trajes de neopreno son Su gran preocupación ahora es cómo indispensables para su mantener viva la tradición de su arte. El integridad y sustento, y volumen de las haenyeo ha venido cayendo lleva protegiendo a las buceadoras de Jeju con en unas 100 buceadoras al año, y es difícil sus armaduras acuátiencontrar a jóvenes a los que formar como cas más de 40 años. artesanos para fabricar equipos de buceo. “Solo tengo intención de seguir trabajando el mayor tiempo posible, ya que estoy en deuda de por vida con las buceadoras”, apunta Yi. Este artesano, que no bebe y se ha abstenido de fumar durante cinco años, tiene como única afición estos días el cultivo de árboles en miniatura o bunjae (bonsai en japonés). Se ha dedicado tanto a su hobby durante los últimos 30 años que se autodefine como un “loco”. De mayo a julio, cuando tiene algo más tiempo libre, sale de excursión para limpiar sus pulmones, expuestos a productos químicos durante todo el día. Pero lo que comenzó como una afición para relajarse, le ha convertido casi en un experto en la materia. Después de jubilarse, tiene el objetivo de crear un jardín de bunjae. (Traducido por Atahualpa Amerise)
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ENAMORADO DE COREA
lAs AvENtuRAs DE BARRy WElsH EN sEúl Kim Hyun-sook CEO, K-MovieLove Ahn Hong-beom Fotógrafo
Desde que llegó a Corea para enseñar inglés en una escuela de secundaria, Barry Welsh se ha familiarizado con seúl, ciudad difícil y desconocida para él al principio, sobre todo a través de libros y películas. Ahora, cuando invita a un autor famoso a sus mensuales “charlas-concierto sobre libros”, los 200 asientos de la sala se llenan. 44 KOREANA Primavera 2017
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n día a principios de enero, los residentes extranjeros de Seúl iban llegando de uno en uno hasta llenar los 200 asientos del salón del Centro Cultural Global de Seúl en Myeong-dong, en el centro de Seúl. Venían al evento del Club del Libro de Seúl organizado por Barry Welsh, un expatriado de Gran Bretaña. El escritor invitado ese día era Jo Jung-rae, autor de Taebaek Mountain Range, El río Han y La Gran Selva. Taebaek Mountain Range, su obra maestra, es una saga que consta de 10 volúmenes. Tras haber vendido más de 10 millones de copias hasta la fecha, dicha novela es considerada como un caso icónico de la literatura coreana, que profundiza en los problemas no resueltos de la división nacional y el conflicto ideológico de la historia coreana moderna. Es uno de los libros más demandados en las bibliotecas universitarias.
Aficiones de mucho tiempo El evento duró dos horas. Durante la primera parte, Jo y Gales hablaron con ayuda de un intérprete. Característicamente, el veterano escritor abarcó una amplia gama de temas, desde el dominio de las potencias mundiales hasta el nacionalismo y la inmoralidad de los políticos. Pero a pesar de la densidad de los temas, la audiencia estaba absorta en el diálogo. La segunda parte fue una sesión de debate con preguntas y respuestas. Las manos se disparaban aquí y allá. Una joven de Nueva York realizó una pregunta. Welsh parecía algo avergonzado y sonrió con torpeza cuando Jo habló acusadoramente de la dominación colonial de Gran Bretaña en el mundo durante dos siglos. El evento llegó a su fin y Welsh le ofreció a Jo una botella de whisky de malta que había traído de su ciudad natal en Escocia. “Soy británico. No es inglés, sino escocés”, dijo Welsh. “¿Conoces ‘Braveheart’ [la película de 1995 que representa la Guerra de la Independencia de Escocia], ¿no? El personaje principal estaba en la misma posición que el almirante Yi Sun-sin retratado en ‘Roaring Currents’ [una película de guerra coreana de 2014, también conocida como ‘Myeongnyang’]. Así que puedo entender completamente el resentimiento que la gente tiene contra los invasores”. El club de libros de Welsh es bien conocido por los extranjeros en Seúl. Desde su lanzamiento en 2011 organiza un evento una vez al mes. Muchos de los participantes habituales han llegado a conocerse y, de modo natural, se quedan después para saludar. Parece que la membresía del club de libros se solapa con la de la Sociedad
Barry Welsh, del Club de Cultura y de Libros de Seúl, se dirige a la audiencia en una de sus “charlas-concierto” junto con el novelista Jo Jung-rae como escritor invitado. Welsh es profesor asistente de Inglés de la Universidad de Dongguk.
de Cine de Seúl que Welsh lanzó en 2013. “Somos muy afortunados por tener al Sr. Jo en nuestro evento de hoy. Él no usa ni teléfono fijo ni teléfono móvil. Solo puede ser contactado mediante fax y rara vez acude a eventos externos”, afirma Welsh. En octubre del año pasado, Welsh escribió un artículo para un diario local donde expresaba la esperanza de que más obras de Jo, que tratan sobre la historia y la cultura de Corea, y ayudan a personas de otros países a entender qué influencias históricas han moldeado el carácter de los coreanos, fueran traducidas a lenguas extranjeras. Jo, quien había leído el artículo, aceptó con gusto la invitación para hablar en su club de libros. Pero además Jo rechazó los honorarios, algo que hizo muy feliz a Welsh, pues el precio de la entrada (5.000 won por persona) tan solo alcanzaba pagar la minuta del intérprete y otros gastos. No obstante, cuando sobra algo de dinero se destina a las proyecciones del club cinematográfico, cuya entrada es gratuita. Welsh actualmente enseña inglés como profesor asistente en la Universidad de Dongguk mediante charlas y artículos. “El club de lectura y la proyección de películas son mis aficiones desde hace mucho tiempo”, explica. “Diseño, ejecuto y promuevo todos y cada uno de los eventos por mi cuenta. Por supuesto, mi esposa me ayuda. Tengo la suerte de poder usar una buena sala del Gobierno Metropolitano de Seúl de forma gratuita. Resulta enormemente gratificante conocer a gente buena”.
Así comenzó su viaje Welsh se especializó en literatura inglesa en la Universidad de Liverpool y cursó un M.A. en estudios de cine en la Universidad de Edimburgo. En 2008, cuando trabajaba para una compañía de inversión en la isla de Man, la crisis financiera mundial hizo que su carrera se tornara inestable. Entonces decidió viajar a Asia para enseñar inglés por uno o dos años, y ahorrar algo de dinero para irse a viajar por el mundo y luego volver a casa. Entonces tropezó con una oferta de trabajo para un hablante nativo de inglés en Corea, con términos y condiciones atractivas. Cursó la solicitud y, tras ser aceptado, aterrizó en una escuela secundaria en Seúl. La escuela le proporcionaba billetes de avión y alojamiento. Llegó a Corea por primera vez en agosto de 2009. “Sentía mucha presión trabajando para una firma inversora. No tenía días libres y el trabajo era duro. En cambio, en la escuela, salía del trabajo a las 4:30 p.m. en punto a diario. Y me gustaba enseñar. Además, el transporte era muy conveniente, las tiendas estaban abiertas hasta muy tarde a la noche, y resultaba divertido subir a las montañas próximas los fines de semana”, afirma Welsh. Habiendo vivido por su cuenta desde los 18 años, adaptarse a un país extranjero con algo más de 30 años no le resultó demasiado difícil; pero necesitaba tiempo para familiarizarse con la nueva ciudad. “Intimidado por la escala de Seúl y su moderna elegancia más allá de lo imaginable, durante un tiempo no salí mucho”, explica CULTURA Y ARTE DE COREA 45
Welsh. “Mi vida consistía en trabajar en la escuela, leer en un café cerca de mi casa después del trabajo, y luego ir a casa a dormir. Pero después me arremangué y empecé a explorar la ciudad poco a poco”. Al finalizar su contrato con la escuela de secundaria, Welsh aceptó un trabajo como profesor visitante en Lingua Express, el instituto de educación lingüística de la Universidad de Mujeres Sookmyung. En enero de 2013, se enamoró de una chica llamada Roh Hyun-ui, que le presentó uno de sus colegas. Trabajaba para una empresa comercial tras graduarse en el Departamento de Literatura Inglesa de la universidad y, al igual que a él, le encantaban la literatura y las películas, y jugar con su gato en casa. Podían comunicarse entre sí apenas sin palabras y sentían que estaban hechos el uno para el otro. Pero hubo un tiempo en que sus padres no aprobaban la elección de marido hecha por su hija, y eso le hizo sufrir.
Welsh lo recuerda así: “No dije nada para intentar ganármelos, como afirmar que compraría una casa, cuáles eran mis metas para el futuro, o que no lamentarían la decisión de permitir que su hija se casara conmigo. En cambio, les pedí que respetaran nuestra decisión. Eso hizo que sus padres se sintieran un poco incómodos, pero fue sólo por las diferencias culturales. Ahora todos estamos felices y nos respetamos, por supuesto”. Se casaron en 2015. Ahora, un profesor de habla inglesa coordina el Salón de Exposiciones TIC del Pabellón Digital del noroeste de Seúl, aunque su esposa le ayuda a dirigir el club de libros y cine. Previamente, Welsh hacía todo por sí mismo, incluyendo la publicación de anuncios sobre los eventos del club en inglés, porque no sabía coreano. Pero con la ayuda de su esposa, comenzó a crear anuncios también en coreano. Eso atrajo a los coreanos a los eventos del club, y su participación ha enriquecido el diálogo entre los autores invitados y el público.
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“No sabía que los extranjeros en Seúl tuvieran tanto interés por la literatura coreana. También comprendí que un evento con un autor invitado es una forma muy efectiva de ayudarles a entender las obras de ese autor y el mundo literario”. 46 KOREANA Primavera 2017
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1 La audiencia escucha a Barry Welsh durante un encuentro del Club de lectura celebrado en el Centro Cultural Global de Seúl, en el casco viejo de la capital. Welsh difunde sus eventos en Facebook. 2 La esposa de Welsh, Roh Hyun-ui, contribuye en gran medida a organizar el Club de cine y de libros.
Charlas con los autores La primera obra literaria coreana que Welsh leyó fue Tengo derecho a destruirme a mí mismo, una novela de Kim Youngha. Se sentía atraído por el título y encantado por su tema y su estilo hipermoderno. Reunió a algunos amigos para iniciar un club de lectura, al pensar que también les gustaría la novela. Al principio elegía novelas prominentes y organizaba debates sobre sus obras, pero nunca pensó en invitar a los propios autores. Entonces, un día invitó a Krys Lee, una autora coreano-americana, profesora de la Universidad de Yonsei, a quien había conocido a través de Facebook, a un pequeño evento en el Centro Cultural Global de Seúl, para hablar de Drifting House, la primera colección de cuentos de Lee. Galés se sorprendió al ver como hasta 200 personas acudieron al evento. Su próximo invitado fue Shin Dong-hyuk, un ex escritor norcoreano que había desertado a Corea del Sur. “Ignoraba que los extranjeros en Seúl tuvieran tanto interés por la literatura coreana; pero comprendí que un evento con un autor invitado era una manera muy efectiva de ayudarles a comprender tanto las obras del autor, como el mundo literario”, resalta Welsh. Posteriormente, una galaxia de autores-estrella hay pasado por sus eventos. Una vez que logró llevar a Kim Young-ha, el resto vino de modo natural. “Cuando mencioné que Kim Young-ha había participado en uno de mis eventos, de pronto todo se volvió muy fácil”, explica Welsh con una sonrisa. Entre esos reconocidos autores figuran el poeta Ko Un, los novelistas Gong Ji-young, Hwang Sok-yong, Han Kang, Lee Chang-rae y Shin Kyung-sook, y el escritor de cuentos infantiles Hwang Sun-mi. Welsh se alegró al conocer que Han Kang había gando el Premio Internacional Man Booker por La vegetariana poco después de participar en el club de libros en 2016. Hwang Sok-yong hizo reír al público hasta el final, y Ko Un fascinó a la audiencia con sus apasionados recitales de poesía. Entre sus planes figura invitar de nuevo a Han Kang este año, pero Welsh resalta que también le gustaría invitar al novelista Yi Mun-yol en un futuro próximo. Welsh destaca que le impresionaron novelas coreanas como On the Road to Sampo de Hwang Sok-yong, los cuentos de Pyun Hye-young y de Park Min-gyu, La vegetariana de Han Kang y Modern Family de Cheon Myeong-kwan. Pero no sólo le gustó la novela On the Road to Sampo, su adaptación cinematográfica es una de sus cinco películas favoritas. Aunque vive inmerso en la literatura y el cine coreanos, para subsistir sigue dependiendo en gran parte de traducciones de obras literarias y de subtítulos para películas. Si bien, para mejorar su coreano, ahora está tomando lecciones. “No sé qué otras aventuras nos deparan mientras viva aquí con mi esposa", afirma Welsh. “La vida es lo que ocurre mientras estás ocupado haciendo otros planes, como dijo John Lennon en una canción”. (Traducido por Javier Castañeda) CULTURA Y ARTE DE COREA 47
EN El CAMINO
EL VIENTO, LAS ROCAS, Y LOS SUSPIROS DEL TIEMPO EN EL SUR DE JEJU Gwak Jae-gu Poeta lee Han-koo Fotógrafo
la isla volcánica de Jeju posee una forma oval que se extiende al este y al oeste del monte Halla, mientras se eleva solo en el centro. la mitad inferior de la isla es Jeju sur, y está bajo la jurisdicción administrativa de la ciudad de seogwipo. Como parte más meridional de Corea, es el primer lugar del país que saluda a la primavera.
©KO BONG-SU, SPRING OF JEJU, THE 5TH JEJU INTERNATIONAL PHOTO COMPETITION
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Tras la profusión primaveral de flores violáceas y amarillas está el mar azul y emerge Seongsan Ilchulbong, popularmente llamado “pico del amanecer”.
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H
ola, te digo al encontrarte por primera vez en el camino. ¿Sabías que la felicidad en la vida comienza saludando a quien amas? Que los saludos entre vosotros se amontonen y se conviertan en amor, pues la felicidad es como el vino… Cuando la vida cruza un río de decepción y desesperación, nos ofrece un bote pequeño y un par de remos. Por eso todos necesitamos felicidad. Hoy, voy hacia la parte sur de la isla de Jeju. No sé cuántas veces he empezado este viaje, pero cuando lo hago, digo hola, como si acabara de conocer a mi primer amor. Y con la misma cálida voz tu repites: ¡Hola! Cuando intercambiamos saludos como este, siento un aleteo en mi corazón, y mis ojos brillan como si observara un macizo de flores en el cielo. Así, cualquier sombra de odio o desesperación en mi corazón desaparece como el viento. Estás allí, sonriendo y saludándome. Tú – ¿te has preguntado alguna vez de qué país eres? Soy coreano. Vivo en Corea y escribo poesía. La esencia de los sesenta años que he pasado en esta tierra: probablemente es vergüenza. No he vivido una vida llena de pasión y virtud, y no he sido capaz de escribir los mejores poemas que pude desde lo más hondo de mi corazón. Cuando los críticos dieron su aprobación a un puñado de poemas que escribí en una
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noche, crecí orgulloso, pensando que había logrado lo mejor de mí. Pero cuando pienso que tan solo he cruzado charcos llenos de impaciencia y torpeza, mi corazón se oscurece de nuevo.
por qué el amanecer es hermoso El camino al que saludo es la carretera de circunvalación que rodea la isla de Jeju. Aunque es más conocido por su antiguo nombre de Carretera Nacional Nº 12, en realidad es el Camino Regional Nº 1132. La isla alberga algunos fenómenos naturales asombrosamente misteriosos y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007, bajo el nombre de Isla volcánica y tubos de lava de Jeju. Aldeas rodeadas de lava, profundas cuevas de lava, cascadas que caen al mar y miríadas de pequeñas islas en los mares... en algunas ocasiones todo el paisaje queda cubierto por flores de color amarillo violáceo. Por un momento, olvido de qué país vengo y qué hago para ganarme la vida. Y por un momento, la vergüenza también queda atrás. Por eso vine aquí. La gente olvida su soledad en su encuentro con el camino, y el camino se completa en su encuentro con la soledad y la vergüenza de la gente. Ahora voy hacia el sureste por la circunvalación. En la distan-
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cia más próxima a mí hay una formación de rocas que ostenta la misteriosa forma de un elefante. Los habitantes de Jeju lo llaman Seongsan Ilchulbong, o pico de amanecer de Seongsan. Desde este lugar situado en el extremo oriental de la isla puede verse el más bello amanecer de Corea. Esta formación rocosa surgió cuando una erupción submarina escupió el magma sobre el agua hace cinco mil años, creando una isla al principio que más tarde conectó con tierra por acumulación de sedimentos. El amanecer aquí es particularmente hermoso, por la forma en que el sol emerge en el horizonte regalando una espléndida variedad de colores, pues sus rayos de luz atraviesan la bruma de la atmósfera al amanecer y brillan en verde, rosa, azul y amarillo. Mágico, ¿no crees? Sol con un arco iris de colores. Piensa en las pinturas de Gauguin por un momento. Esos primitivos colores plasmados en las pinturas del “noble salvaje” que terminó sus días en la isla de Tahití, son los colores de la luz del sol. Las negras rocas volcánicas de la isla horadadas por todas partes, las mantas de flores amarillas de colza que ondulantes caían en cascada por el pie de la montaña hasta el mar, las azules olas de mar agitado, entre las largas respiraciones que exhalan las haenyeo, que el sol ilumina.
Deberíamos detenernos unos instantes y hablar de estas buceadoras. Las resistentes haenyeo son símbolo de vida en la isla de Jeju. No llevan equipo de buceo ni de respiración, se zambullen a decenas de metros en aguas heladas hasta el fondo del mar durante horas para capturar abulones, pepinos de mar, conchas y otras delicias marinas. Dicen que los buceadores más experimentados pueden contener la respiración durante cinco minutos. El sonido de la respiración exhalada a medida que se elevan hacia la superficie del agua es, de hecho, no sólo un símbolo propio de las buceadoras, sino también de la poderosa fuerza vital de las mujeres de Jeju. Es tremendamente inspirador pensar en las mujeres buceadores envejecer arrebatándole la vida al mar. En 2016, la tradición cultural de las Haenyeo de Jeju fue inscrita en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. 1 Como una imponente formación de basalto negro, las columnas de acantilados se extienden a lo largo de la costa en Seogwipo. Sin duda, es una de las panorámicas más espectaculares de la volcánica isla de Jeju. 2 Caminando a lo largo de la carretera de la costa que conduce al lugar del exilio de Kim Jeong-hui se llega a una pagoda de rocas, en cuya parte superior hay una figura de piedra con rostro humano. A la derecha, uno de los raros conos volcánicos de Jeju (oreum).
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sitios para visitar en Jeju
SeĂşl
Udo
446km
Pico del amanecer Seongsan Seopjikoji Mt. Halla Mt. Sanbang
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Cascada Cheonjiyeon
Museo de Arte Lee Jung-seob Cascada Jeongbang
Jeju
Había aparcado el coche a la orilla del camino para esperar a que el sol saliera. Primero vi el sol bajar en una mezcla de amarillo y rojo, para luego gradualmente pasar a verde y azul, y finalmente llegar a un rosa glorioso. Sentado entre las flores violáceas en un día de primavera, y contemplando el sol levantarse sobre Ilchulbong, creo que sé por qué los pájaros cantan y por qué los rostros de las flores son tan brillantes. En mi camino hacia Seopjikoji giro sobre mis pasos hacia otra dirección.“Koji” es una palabra del dialecto de Jeju que significa “promontorio muy pequeño”. Cuando fui por primera vez allí hace treinta años estaba en mi luna de miel. Entonces, todavía conservaba su paisaje primitivo. Íbamos los dos, y había viento cargado de olor a flores, había el sonido de las olas y había el sol con sus múltiples colores. Tal vez no había nada en absoluto. Para una joven pareja completamente inconsciente de que la puerta a la severa realidad estaba frente a ellos, este lugar era como un regalo otorgado por la vida; sin embargo, por delante había un futuro impredecible que habría que soportar. Pero ahora hay demasiada gente. ¿Has oído hablar de la serie dramática coreana “All In”? Ese, junto a muchos otros dramas y películas se han filmado allí, por lo que, naturalmente, el lugar atrae a las multitudes. Una vez fue un lugar solitario y enigmático pero encantador, pero ahora ha perdido su gloria. Aunque sólo cuando esa torre de gente se acumula aquí recuerdo que soy humano. Todos habrán tenido su propia desesperación, tristeza y dolor. Quizás todos vinieron aquí para olvidar ese dolor, pienso con cierta compasión, porque yo, y ellos, y todos los seres humanos soñamos nuestros sueños con tristeza.
1 Los turistas serpentean a lo largo del monte Sanbang, por el Camino Olle. 2 Dolharubang, las estatuas de roca de los “viejos abuelos”, pueden encontrarse en cualquier parte por toda la isla
El artista lee Jung-seob y la orilla de seogwipo Hay dos personas que tengo que conocer en mi viaje hacia el sur de Jeju. Ahora es el momento de conocer a uno de ellos. Lee Jung-seob (1916-1956), un artista coreano. Me sentí atraído por su trabajo y su vida cuando tenía unos veinte años. Una y otra vez leí su biografía crítica escrita por el poeta Ko Un, hasta que la portada quedó hecha jirones. Sólo dejé de leerlo cuando llegó mi hora del servicio militar. En la ciudad de Seogwipo, hay un museo de arte y una calle llamada igual en honor del artista. No sé por dónde empezar a hablar de él. Era enero de 1951 cuando Lee Jung-seob llegó por primera vez al sur de Jeju. La guerra de Corea estaba en su apogeo y Lee había venido a refugiarse en la isla con su esposa y sus dos jóvenes hijos. Nacido de una rica familia agrícola, Lee fue a Japón para estudiar arte en sus veinte. Allí conoció a Masako, quien se convirtió en el amor de su vida. Cuando tenía 20 años, la historia de amor entre un joven artista coreano y una mujer japonesa durante el período del dominio colonial japonés hizo que me doliera el corazón. Los dos continuaron su relación, cruzando el mar entre Corea y Japón, y se casaron en 1945. No mucho después, Corea fue liberada del dominio japonés. La pareja, que había vivido en paz en Wonsan, ahora parte de Corea del Norte, huyó al sur cuando la ciudad fue bombardeada en 1950 durante la Guerra de Corea. Fue entonces cuando Lee llegó al sur de Jeju. Después de pasar por la bulliciosa ciudad de refugiados que entonces era Busan, la familia se trasladó a Jeju y vivió en la playa de Seogwipo de enero a diciembre de 1951. Durante ese período, con su esposa y sus dos hijos, Lee vivió 2 con escasez capturando cangrejos para alimenCULTURA Y ARTE DE COREA 53
tar a su familia. Es por eso que sus obras suelen representar cangrejos jugando con sus dos hijos. Hasta una vez Lee pidió sinceras disculpas por lo que le había hecho a los cangrejos. Tras enviar a su esposa y a sus dos hijos a Japón en 1952, Lee vivió en la infelicidad y escribía cartas a Masako cada pocos días. Aquí reproduzco una de ellas: “El arte es la expresión del amor infinito, es la expresión más real del amor. Cuando uno está repleto de amor verdadero, es cuando el corazón se vuelve puro... Más hondo, fuerte y con pasión, amo infinitamente a mi preciosa Nam-deok. La quiero, la amo y la adoro… Y todo lo que en la vida reflejó las mentes puras de dos personas, puede ser nuevamente producido y expresado. A mi siempre suave y cálido Míster Toe (Señor dedo del pie), le envío besos amorosos una y otra vez, y mil veces más de nuevo”. Nam-deok era el nombre coreano de Masako. Hay una parte de esa carta que no puedo olvidar: cuando envía besos cariñosos a Mr. Toe. Esa expresión de amor infinito por algo tan humilde y bajo revela la visión de Lee sobre el mundo. Lee amaba profundamente el dedo del pie de su esposa. En muchas de sus cartas lo mencionaba para mandarle besos. A Lee Jung-seob le gustaba pintar vacas. A partir de la profunda honradez de la vaca él trataba de sacar a la luz la mayor quintaesencia posible de las escenas coreanas. Al no poder comprar pintura ni materiales de arte en mitad de la guerra, utilizaba el forro de papel de aluminio de los paquetes de cigarrillos como lienzo. Al terminar un paquete de tabaco, grababa imágenes en el papel de aluminio del interior, que luego coloreaba con pintura. De las trescientas pinturas realizadas en el interior de paquetes de
cigarrillos producidas por Lee, tres integran la colección del MOMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York). “Family on the road” es mi pintura favorita de Lee Jung-seob. La imagen de un hombre que toma a su esposa y a dos niños cargando un picnic en un carro de mano, es la imagen del mundo con el que Lee soñaba. Lee realizó una exposición final en Seúl en 1955, pero sus pinturas no se vendieron. Mentalmente debilitado, comenzó a negarse a comer y pasó sus últimas temporadas en la sala de un psiquiátrico, hasta que murió en soledad en un hospital en 1956. En el Museo de Arte Lee Jung-seob puedes ver sus pinturas, el arte que él amó toda su vida, y también las cartas a su esposa. Es alentador comprender el significado de la vida de un artista que vivió en la pobreza. La parte baja de la costa Jaguri es por donde Lee solía pasear con su familia. Solo caminar por esta orilla en un día solitario y triste recordando la vida de un artista pobre, puede proporcionar curación mental. Pero otro buen plan es caminar hacia las cascadas de Jeongbang o hacia las cascadas de Cheonjiyeon, a apenas diez o veinte minutos de distancia, para escuchar el sonido de la gente al respirar. Se han reunido aquí porque están solos, ¿no? Un poeta coreano dijo una vez: “Uno es humano porque está solo”.
la vida de un erudito de Joseon en el exilio El monte Sanbang está situado en el extremo occidental al sur de Jeju. Sus crestas tienen un aspecto suave y reconfortante. Podrás ver la pacífica imagen de los caballos nativos pastando sobre la hierba. Al lado hay un pequeño puerto con el encantador nombre de Moseulpo. Caminando a lo largo de las cordilleras, llegó
El trazado entre Ilchulbong y el monte Sanbang es acertadamente llamado carretera del Paraíso. Por supuesto, el atractivo de la naturaleza a lo largo de este recorrido es impresionante. Donde muere la carretera hay un lugar que conserva el aura de erudición de uno de los artistas más apreciados por los coreanos. 1 “Sehando” de Kim Jeong-hui. 1844. Tinta y lavado sobre papel, 23 x 69,2 cm. Una de las obras literarias coreanas más famosas, producida por eruditos más que por artistas profesionales, expresa el estado mental de Kim mientras reflexionaba sobre el significado de la vida, durante sus sombríos años en el exilio en la isla de Jeju. 2 La entrada al museo de Arte Lee Jung-seob en Seogwipo, se enmarca en una estructura de piedra con una imagen tallada de la cara del artista. 1
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a Moseulpo al atardecer, para cenar arenque del Pacífico asado con arroz en un pequeño restaurante. Hacer de la comida la alegría de vivir probablemente sea una tontería. Pero en un día de soledad, en un día de profunda desesperación, sentado en un restaurante destartalado en una pequeña ciudad portuaria, comer solo con una botella de soju como compañía no es tan descabellado. El hombre analiza y rumia a fondo su pasado. No existe razón para no poder encontrar un nuevo camino en la vida. En 1840, un hombre fue exiliado a Moseulpo. Su nombre era Kim Jeong-hui (1786-1856). En el período de Joseon, el exilio era el castigo que se aplicaba a los que desobedecían al rey. Kim vivió exiliado en Jeju durante ocho años. Estaba confinado en una casa cubierta de paja rodeada por una cerca espinosa. Es cierto que, tanto en Oriente como en Occidente, tanto en el pasado como en el presente, los mejores logros en la vida de una persona a menudo llegan en tiempos de pobreza y privación. Fue aquí, en el exilio, donde el aprendizaje y el arte de Kim Jeong-hui alcanzaron nuevas metas. La pintura “Sehando”, conocida por todos los coreanos, nació aquí en 1844.
Todo el mundo debería ver estas pinturas al menos una vez. El designado como Tesoro Nacional Nº 180 rebosa de simplicidad. Hay una casa degradada representada en pocas líneas, un viejo árbol de pino nudoso, y tres pinos coreanos jóvenes. Lleva una inscripción, un viejo refrán de Confucio: “Sólo cuando el año se vuelve frío, entonces sabemos que los pinos son los últimos en perder sus hojas”. Creo que quiso decir que después del frío invierno, damos valor al verde; que sólo después de los días difíciles, la luz de la vida empieza a brillar”. A la pintura se adjuntan los encomios de dieciséis eruditos Qing de China que dejaron escritas sus impresiones sobre la obra. En su hogar del exilio, Kim Jeong-hui se preguntaba sobre el significado de la vida. Seguramente eso en sí mismo sea significativo. El trazado entre Ilchulbong y el monte Sanbang es acertadamente llamado carretera del Paraíso. Por supuesto, el atractivo de la naturaleza a lo largo de este recorrido es impresionante. Donde muere la carretera hay un lugar que conserva el aura de erudición de uno de los artistas más apreciados por los coreanos. (Traducido por Javier Castañeda) CULTURA Y ARTE DE COREA 55
uN DIA CuAlQuIERA
Dependientes de tiendas 24h: vidas similares pero distintas las tiendas abiertas 24 horas son espacios donde el desinterés es una virtud. la mayoría de las personas que trabajan allí ven su tarea como un medio para subsistir. pero en realidad, en ese tipo de trabajo la gente también tiene sus sueños y siente afecto por lo que hacen.
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1 “No basta con estar tras la caja registradora. Una tarea importante para los empleados como yo es ir y venir del almacén a la tienda, y mantener los estantes con productos y bien colocados”, asegura Lee Deok-ju. 2 De su experiencia durante años como empleado de tienda 24h, Lee Deok-ju extrae que su trabajo no requiere tanto un trato afable, como un adecuado nivel de desinterés.
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Kim seo-ryung Directora, Old&Deep Story Lab Ahn Hong-beom Fotógrafo
L
ee Deok-ju, un estudiante universitario de cuarto año que se graduará este verano, trabaja en una tienda de conveniencia GS25 cerca de la estación de Bucheon, en la provincia de Gyeonggi. Durante los últimos tres años, ha trabajado en un espacio de unos 50 metros cuadrados desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, los fines de semana que no tiene clases. Su salario es de 6.470 won por hora, el salario mínimo legal para 2017, un 7,3 por ciento más de los 6.030 won del año anterior. Si usted multiplica eso por ocho, su salario diario por cada día trabajado es de unos 50.000 won así que, trabajando dos días por semana, obtiene el suficiente “dinero de bolsillo” para la semana siguiente. Pero el caso de Lee probablemente no sea el típico caso que describe la realidad de los trabajadores coreanos de las tiendas 24 horas. Sus padres pagan su matrícula universitaria, por lo que trabaja sólo a tiempo parcial y cerca de casa. Además, él considera su trabajo como parte de un esquema más amplio: se prepara para solicitar un empleo como en la oficina de GS Retail, compañía que dirige esa franquicia. Eso
significa que accedió a ser entrevistado, mientras todos los otros 10 o más vendedores de tiendas 24h a los que me acerqué, o bien me rechazaron de inmediato o bien me rechazaron después de hablar durante dos o tres horas, cuando les pedí permiso para hacer una entrevista formal y tomar fotografías. Decir que este país hoy en día es una república de tiendas de conveniencia no es exagerado. Si pasa por una tienda de conveniencia, en apenas un centenar de metros encontrará otra. Por tanto, los trabajos a tiempo parcial en tiendas de conveniencia son algunos de los más fáciles de conseguir, y su tasa de rotación de empleados es bastante alta.
Entrenarse para el mercado laboral Las tiendas de conveniencia venden todo tipo de artículos. Lee afirma que desconoce exactamente el número de líneas de productos de su tienda; pero explica que una amplia variedad de artículos esenciales diarios en oferta, bebidas, aperitivos y alimentos listos para comer, representa la mayor parte de las ventas. Antes, los fideos
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calientes, los triángulos de gimbap y las pequeñas bolsitas del kimchi componían el típico menú de una tienda de conveniencia, pero desde hace un par de años las “lunchbox” llegaron a los estantes y nada ha sido igual desde entonces. Las cadenas de tiendas 24h compiten entre sí al producir su propia marca de almuerzos, desarrollan nuevas recetas y cada vez usan embalajes más atractivos. En la tienda GS25 donde Lee trabaja, estas loncheras representan la mayor proporción de ventas. Pero el año pasado la cadena también lanzó su propia marca de café, y desde entonces gran anuncio que ofrece un café americano recién molido por 1.000 won la taza, permanece estratégicamente ubicado junto a la tienda. Lancé todas las preguntas que había preparado para Lee sucesivamente: ¿Hay un cierto tipo de personalidad más adecuado para este trabajo? ¿Cómo aprendes a lidiar con los clientes? ¿Hay algún knowhow particular para ordenar los productos? ¿Existen reglas sobre cómo poner los artículos en las bolsas? ¿Cuáles son los clientes más difíciles? ¿Alguna vez has
pillado a algún pequeño ladrón? Mientras me preparaba para este artículo, leí la novela de Sayaka Murata, “Convenience Store People”, que el año pasado ganó el Premio Akutagawa, uno de los galardones literarios más cotizados de Japón. En esta novela semi-autobiográfica, escrita a partir de la experiencia de trabajar en una tienda 24h durante más de 18 años, hay una anécdota entretenida sobre el programa de dos semanas de formación para convertirse en un “empleado de tienda de conveniencia”, o como el autor describe, en una “criatura uniforme”. Por ejemplo, debes mirar al cliente a los ojos y sonreír al saludar; tu voz debe ser alegre y aguda; cuando alguien compra las toallas sanitarias hay que embalarlas en una bolsa de papel; los alimentos calientes y fríos deben ir en bolsas separadas; y al recibir un pedido de comida rápida, lo primero que hay que hacer es desinfectarse las manos. Pero, a juzgar por la respuesta de Lee, las cosas son muy distintas en Corea. "Realmente no pasé por ningún entrenamiento especial. Por supuesto, es genial si puedes ser alegre, pero en realidad
evito mirar a los clientes a los ojos. No suele gustarles especialmente el contacto visual”, explica. “Basta con escanear los códigos de barras correctamente y decir el precio total de modo claro. No hay un método especial para organizar los productos, pero hay una regla importante: primero en entrar, primero en salir. Los artículos que llegan antes han de venderse primero: el dueño de la tienda siempre enfatiza que debo seguir este principio”. Pero en función de la colocación de los productos, la atmósfera de las tiendas de conveniencia puede diferir drásticamente. En esta zona hay una gran concentración de estudios, donde básicamente viven trabajadores extranjeros. Eso implica que muchos clientes son de otros países y buscan alimentos de conveniencia, o artículos de necesidad diaria. Los clientes que aún no han aprendido a descifrar el coreano a veces piden ayuda para encontrar los productos que buscan. Sin embargo, en los tres años que Lee lleva trabajando en la tienda, sólo en una ocasión alguien le dijo algo que no estaba relacionado con una compra. “Estaba sentado en la tienda en la CULTURA Y ARTE DE COREA 57
Con la creciente variedad de alimentos recién preparados que las tiendas de conveniencia añaden a sus líneas de productos, los empleados reciben frecuentes entregas de camiones refrigerados.
“Estaba sentado en la tienda en la mañana del Año Nuevo Lunar cuando un hombre de unos cuarenta años me preguntó de pronto, '¿Has tomado tu plato de sopa de arroz de Año Nuevo?' No podía creer lo que oía. Esa fue la primera vez que alguien mostró interés por mí mientras estaba tras la caja registradora. Normalmente, todos pagan y se van sin siquiera mirarme a la cara; aunque eso es más cómodo para mí también”.
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mañana del Año Nuevo Lunar cuando un hombre de unos cuarenta años me preguntó de pronto, “¿Has tomado tu plato de sopa de arroz de Año Nuevo?” No podía creer lo que oía. Esa fue la primera vez que alguien mostró interés por mí mientras estaba tras la caja registradora. Normalmente, todos pagan y se van sin siquiera mirarme a la cara; aunque eso es más cómodo para mí también”. Para ser honestos, los clientes que vienen a comprar leche y rollos de papel higiénico, sin afeitar y vestidos como si acabaran de despertarse, o los que vienen por la tarde a comer algo improvisado, como un triángulo de gimbap o una taza de fideos en una de esas pequeñas mesas de plástico, no esperan nada más del vendedor de la tienda 24h que desinterés. Lejos de ser un lugar de reunión, la tienda de conveniencia es un sitio por donde la gente pasa mecánicamente, un lugar donde el sentido de uno mismo es irrelevante. Los empleados no pueden comer junto a la caja registradora; pero tampoco pueden abandonar su puesto para comer. Por tanto, Lee almuerza sigilosamente una taza de fideos o algo similar
cuando no hay clientes alrededor. “Una vez pillé a un chico de escuela elemental tratando de robar helado, pero nunca ha venido un ladrón de los que asustan. Los clientes masculinos generalmente se dirigen a mí de modo casual, “Hola, estudiante!” Ese es el saludo más amable; pero en general solo dicen: “Eh, usted!” A veces hay clientes que emplean palabras rudas y los que no sólo me dan el dinero, sino que prácticamente me lo tiran. A veces resulta un poco difícil de digerir, pero es lo que hay en este tipo de trabajo. En lugar de pensar si los clientes me miran o no con desprecio, me concentro en observar cómo reaccionan ante los productos. Mi objetivo final es conseguir un trabajo en GS Retail”, afirma.
para otros, es un hogar La persona con la que más tiempo pasé hablando en varias ocasiones fue un tal Sr. Park, un hombre de unos cincuenta años que trabajaba en un Seven Eleven de la calle principal cerca de Dongdaemun (salida Este); pero se negó rotundamente a ser fotografiado. Su situación era completa-
mente distinta a la de Lee. A condición de mantener el anonimato, no pude dejar de incluir su historia. Primero, para Park ésta es su ocupación principal. Trabaja 12 horas al día, en vez de rotar en tres turnos de ocho horas. Aquí la jornada laboral se divide en dos turnos de 12 horas. Entre Park y el propietario se ocupan de la tienda medio día cada uno, cada día; aunque esas horas de trabajo fijas se deben a la consideración especial del propietario hacia la situación de Park. “Es mi lugar de trabajo, pero puedo comer y dormir sin grandes interferencias. No sólo trabajo más horas para ganar 20.000 won extra; sino que trabajo las horas que necesito hacer”, explica. Park, que empieza tras el mostrador a las ocho de la tarde y termina a las ocho de la mañana. No tiene hogar. Se separó de su familia tras un negocio fallido, y desde el principio decidió trabajar en una tienda de conveniencia, porque podía pasar la noche tras el mostrador. “Es como una pequeña celda de prisión; pero uno puede levantarse y salir en cualquier momento. Este lugar está orientado
hacia el este, así que cada mañana puedo ver amanecer. Cambia un poco con las estaciones, pero cuando sale el sol, sé que ya casi es hora de salir”, resalta. Cuando termina su turno, normalmente comienza el día lavándose la cara y los dientes en el baño público del edificio. Algunos días, cuando está especialmente cansado o tiene sueño, va a un jjimjilbang (sauna coreana) cercano. Su objetivo es ahorrar 1,7 millones de won al mes, unos 20 millones de wones al año. Si consigue mantener su meta durante cinco años, tendrá 100 millones de won en el banco. No bebe ni fuma. Ya han pasado dos años y medio desde que la tienda de conveniencia se convirtió en su universo, y está a medio camino de su objetivo. “Estoy en deuda con todos y cada uno de los clientes que entran. Con esa máxima en la mente, siempre saludo a todos de corazón... y algunos clientes vienen con regularidad porque lo aprecian. Así, muchos de los habituales se dejan caer por aquí aunque sólo sea para comprar una botella de agua”, expresa Park. “Lo más importante de tratar con la gente no es el dinero, ya sabes, son los sentimientos. Y eso es aún más valioso para aquellos que no tienen mucho más”. Tal vez por eso un cierto número de clientes le sugieren ir a comer juntos cuando termina el trabajo, e incluso algunos le traen ropa de sobra de sus puestos del mercado. Cuando llegó a la tienda pensó que había tocado fondo en la vida, pero al trabajar aquí, comprendió que en realidad era un lugar cálido para estar. La rutina diurna de Park no es la que usted podría esperar de alguien que pasa toda la noche tras el mostrador. Él va a clase de baile deportivo al centro cívico del barrio, donde por 14 horas de clases de baile al mes sólo paga 20.000 won. También frecuenta la biblioteca local. Ha indagado mil y una formas distintas diferentes de pasar los días de manera productiva sin gastar nada. Incluso hay momentos en que siente que su vida es más completa y significativa que cuando era un hombre de negocios con un
montón de dinero para derrochar. Por tanto, su visión sobre el trabajo en una tienda de conveniencia es más bien una filosofía de vida. “Aparte de los estudiantes universitarios a tiempo parcial que están ahorrando para su matrícula por un extraordinario sentido de la independencia, o porque sus familias no pueden ayudarles más, el resto de nosotros podríamos ser considerados como los perdedores de la sociedad. Pero, si no te importa presumir frente al resto, este tipo de trabajo no es tan malo. ¿Acaso sólo los empleados de las corporaciones ganan un sueldo? También yo gano un sueldo. El salario que entra en mi cuenta bancaria cada mes, es fruto del cielo. Eso lo comprendí después de perderlo todo”, afirma. Park sabe que en su tienda hay exactamente 852 líneas de productos. Para los trabajadores a tiempo parcial de las tiendas de conveniencia, todo se reduce a seguir el libro de normas. Pero al observar esta tienda, es fácil percibir que el carácter del empleado que allí trabaja, ejerce una gran influencia en la atmósfera del local. “Hay un montón de tiendas de conveniencia por aquí, pero la nuestra es la más limpia y los contenedores están siempre en buen estado. Yo no sería capaz de verlos de otra forma”, señala Park. Asegura que no hace falta realizar un seguimiento de las ventas o equilibrar los libros de cuentas, porque el registro está programado para hacerlo automáticamente. “Si vendemos mucho es genial, pero si la recaudación no es buena, siento que es por mi culpa. Supongo que esos son los únicos momentos en que no es tan fácil”, remarca. A partir de ahí, Park concluye con sus preocupaciones por la nación: “Las personas individuales no son el problema. La economía nacional tiene que mejorar, pero… ¿es eso posible cuando los grandes conglomerados están desviando enormes cantidades de dinero a personas en posiciones de poder? Incluso alguien como yo, que trabaja 12 horas al día por 70.000 won, sabe eso”. (Traducido por Javier Castañeda) CULTURA Y ARTE DE COREA 59
Charles la shure Profesor, Departamento de Lengua y Literatura Coreanas, Universidad Nacional de Seúl Kim Hoo-ran Editora Cultural, Korea Herald
LIBROS Y MÁS 60 KOREANA Primavera 2017
Poesía de la paradoja: una larga ruta hacia el descubrimiento for Nirvana: 108 Zen sijo poems (para el nirvana: 108 poemas zen sijo) Autor: Cho Oh-hyun, 118 páginas, 25 dólares / 19 libras, Nueva York: Columbia University Press [2016]
Para el nirvana: 108 poemas zen sijo es toda una paradoja en muchos sentidos. Como señala en la introducción el crítico literario Kwon Young-min, los poemas Musan de Cho Oh-hyun se pueden considerar sijo por su forma. Sin embargo, en contraste con el tradicional estilo lírico del género de la poesía, son a menudo narrativos por naturaleza, tanto que Kwon acuña un nuevo término para describirlos: “sijo de historias”. De este modo, puede decirse que son sijo y a su vez no lo son. Además, tal y como señala el traductor en el epílogo, “la poesía zen es intrínsecamente irónica, ya que el principio básico del zen es una antítesis del texto”. Esto significa que el budismo zen busca la iluminación sin recurrir a palabras o textos, y por tanto puede parecer extraño combinar este estilo con el de la poesía. Por último, el libro en sí mismo es paradójico en su estructura: Los 108 poemas están precedidos de una introducción escrita por un crítico cuya profesión fue juzgada por el propio poeta como una “disciplina inútil” y un epílogo redactado por un traductor que admite que los poemas son “casi siempre, por definición, imposibles de traducir”. Pero esta paradoja de múltiples niveles parece apropiada. El modo de entender estos poemas, un logro que quien escribe no puede atribuirse para sí, no es recto sino que presenta una trayectoria serpenteante. El penúltimo poema, “Mis líneas de vida”, insinúa lo siguiente: “La poesía es de madera, anudada, / y el zen es la veta de la madera, recta”. Solo con muchos giros y vueltas de la mente se puede progresar y el viaje solo acaba cuando el que busca deja de buscar. Cuando uno lee por primera vez estos poemas, su instinto inicial es preguntarse qué significan, tratar de extraer los entresijos ocultos de la sabiduría y así resolver los enigmas que plantean sus textos. Y, de hecho, parece haber puertas que conducen al santuario interior del universo poético de Musan. La serie de diez poemas titulada “Los diez toros de Musan" sigue la tradición zen de usar una decena de poemas o pinturas que representan la búsqueda y la domesticación de un toro salvaje, como metáfora del progreso de una persona hacia la iluminación a través de la meditación. Otra serie de poemas escritos en segunda persona se enfoca en el personaje de Bodhidharma, el famoso patriarca del zen en China. Sin embargo, una tercera serie de poemas se titula “Hablar sin hablar", aludiendo tal vez a la desconfianza zen y al simultáneo reconocimiento de la necesidad del lenguaje. Esta actitud ambivalente puede observarse en todo el volumen, como en “Olas”, donde el poeta afirma: “Los 1.000 sutras, los 10.000 tratados, / son todos olas sacudidas por el viento”; o en la obra final, donde anuncia: “Estas palabras que hasta ahora he arrojado / son todas una tontería”. El lector impaciente podría sentir la tentación de interpretar aquí al poeta al pie de la letra, ya que tal y como se señaló anteriormente, esas puertas y pasajes no son sencillos y los poemas no ofrecen una respuesta fácil. En su lugar, funcionan mucho como zen koan (o gong-an en coreano), lo que implica que no hay “respuestas” ni tampoco existe un destino final. Solo se ofrece un proceso de descubrimiento. La paciencia aquí es una virtud, porque cuanto más tiempo dedicamos a estos poemas, más parecen revelar, no solo sobre la filosofía zen de quien los escribió, sino también sobre la naturaleza interior de quien los lee. Leer esta colección de poemas demora menos de una hora, pero aprehender toda la sabiduría que encierran, llevaría toda una vida. En todo caso, como dice el poeta: “toda una vida / apenas un simple paso / sigue adelante, sigue adelante / solo caminando en el lugar”.
Historia de Corea para jóvenes lectores letters from Korean History, I–v (Cartas de la historia coreana, I-v) Autor: Park Eunbong, traducción de Ben Jackson, 1.264 páginas, 55.000 wones, Seúl: Cum Libro [2016]
Tal y como sugiere el título, este libro de historia de cinco volúmenes está escrito como una serie de 70 cartas. Cada capítulo comienza con la reproducción escrita de una conversación casual y amistosa de unos tres o cuatro párrafos, en la que se plantean preguntas y se invita a los lectores a unirse al autor a la hora de hallar respuestas a los interrogantes y explorar la historia. Si bien completar toda la serie puede parecer una tarea desalentadora para los jóvenes lectores, su lenguaje y su vocabulario simples hacen que la lectura no sea muy difícil. También ayudan las numerosas ilustraciones, mapas y diagramas que acompañan a los textos. Son eficaces para comprender los diversos períodos de la historia y también para visualizar los estilos de vida de las diferentes épocas. Los cinco volúmenes se titulan “De la prehistoria a la Silla unificada y Balhae”, “De los últimos Tres Reinos a Goryeo”, “Joseon desde su fundación hasta los años posteriores", “Del Joseon tardío al Imperio Daehan” y “Del Imperio Daehan al acercamiento entre Norte y Sur”. En estos ambiciosos volúmenes el autor trata de narrar la historia de lo ocurrido en la península coreana desde la era paleolítica (700.000 aC) hasta el año 2000 en un solo relato. A menos que el lector sea un joven amante de la historia, algu-
Instrumentos tradicionales para la música de hoy Mask Dance (Danza de máscaras) Autor: Black String, 17,50 libras, Munchen: ACT [2016]
El geomungo o cítara coreana de seis cuerdas es el instrumento estrella de Mask Dance, el último álbum de la banda de cuatro miembros Black String. El hecho de que la banda se llame Black String, traducción literal de la palabra geomungo, es una prueba del rol central en el grupo de este antiguo instrumento que data del siglo VII. Heo Yoon-jeong (geomungo), Lee Aram (daegeum, flauta travesera de bambú), Hwang Min-wang (janggu, percusión) y Oh Jean (guitarra eléctrica) componen la banda que toca principalmente jazz. La música tradicional coreana destaca por su estilo libre e improvisado. Basta con fijarse en el pansori, un género de canto narrativo solo acompañado por un tambor, para detectar su carácter improvisado y de espíritu libre. Aunque se dan patrones de ritmos específicos, en las actuaciones de música folklórica coreana incluso un oyente casual percibirá que hay mucho espacio para la improvisación. Mask Dance es un tour de force. Cualquier idea preconcebida
nos de los capítulos podrían ser de poco interés para él. Sin embargo, como el estilo narrativo de la serie utiliza un vocabulario fácil, la lectura sobre la vida en el período de los Tres Reinos resulta divertida. El uso de antiguos murales, pinturas y artefactos para ilustrar el estilo de vida de los habitantes de Silla, Baekje y Goguryeo hace que la historia rebose vitalidad. El libro también puede ser disfrutado como una lectura por capítulos individuales. Estos son ricos en su narración y, para los no iniciados, los capítulos que se centran en las figuras históricas tienen interés por sí mismos. Por ejemplo, incluyen la historia del primer medallista olímpico de Corea, Sohn Kee-chung, el maratonista que ganó la presea de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, en el contexto del gobierno colonial japonés en Corea. El autor decidió concluir el libro en el año 2000 con el tema de la “Declaración Conjunta entre Norte y Sur del 15 de junio”. De ahí el título del quinto y último volumen “Cartas de la historia de Corea: Del Imperio Daehan al acercamiento Norte-Sur”. Es un final positivo y con visión de futuro hacia un largo viaje en la historia de la península coreana.
sobre la música asiática se disipará de inmediato. No es el estilo de melodía meditativa etérea y relajante del New Age que muchos asocian con la música asiática. Con el geomungo actuando más como instrumento de percusión que de cuerda, “Mask Dance” es oscuro y potente en su conjunto. La guitarra eléctrica aporta a la música un sonido metálico agudo para un ambiente ligeramente psicodélico. Las gruesas cuerdas de seda del geomungo se baten con un palo de madera para producir un timbre profundo característico. Es un sonido decididamente masculino; de hecho, el geomungo era conocido como el instrumento de los seonbi o literatos. Es tarea exclusiva del oyente definir la música de Black String, pero su estilo en todo caso no puede ser etiquetado como “cruce musical”. Las melodías de Black String exploran el reino al que se dirigen los instrumentos y la música tradicionales de Corea. (Traducido por Atahualpa Amerise)
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OpINIóN DEsDE lA lEJANíA
¡QUEDA MUCHA MÁS COREA! Jorge Moreno Roa Marine Engineering Coordinator (PROES)
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sta mañana, cuando desayunaba acompañado de mi taza de café, la mirada perdida y la mente aun luchando por entender qué me había sacado de la cama, se deslizó la imagen. Nada podía presagiar hace nueve meses que estaría ante este reto y que lo iba a disfrutar tanto. Todo empezó una mañana de viernes de abril, soleada como acostumbra en Madrid ese mes, cuando recibí una llamada para hacerme la que hasta ahora califico como la pregunta que más impacto ha tenido en mi vida: ¿estás dispuesto a ir a trabajar dos años a un proyecto nuevo en Seúl? Recuerdo que un escalofrío recorrió mi cuerpo, y rápidamente se tornó en preocupación, tanto por el desafío que suponía mandar la “zona de confort” de una patada fuera del campo de juego, como por el vértigo que suponía enfrentarse a una pregunta que ya tenía respuesta. Todo un primer escalón que, cosas del azar… no pudo llegar en mejor momento. Para aquellos que lo desconozcan, esta ciudad es la capital de Corea del sur, para mis amigos “la buena”, cuna de elefantiásicas empresas, y donde prácticamente se puede encontrar todo lo que uno pueda imaginar. Aquí habito: en una colmena de diez millones de personas que aumenta hasta veinticinco al contabilizar el área metropolitana. Tras la abrupta pregunta -con un puente de cuatro días libres por delante y muchos amigos y familiares que visitar- pude hacerme a la idea de lo que dejaba atrás, y con la decisión ya tomada saqué tiempo para buscar información acerca de un Seúl, que hasta la fecha había pasado inadvertido para mí dentro de Asia. Bastaron sin embargo un par de conversaciones para enlazar con gente que ya había vivido en Seúl o, más importante aún, que me podrían poner en contacto con alguien de mi futura ciudad, para allanar mi ruta y, además, amortiguar el vértigo que suponía aterrizar en un país nuevo sin conocer a nadie. Así conocí a una amable chica coreana que años antes emprendió el camino
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inverso al mío para descubrir España y, de paso, llevarse de vuelta unos amigos. A esas alturas ya tenía claro que no iba a estar solo. Apenas unas semanas más tarde -repletas de papeleo, por cierto- y sin haberme hecho todavía a la idea de en qué me había embarcado, aterricé en Incheon junto a una delegación de las empresas que también participarían en ese futuro proyecto con Hyundai, uno de los grandes conglomerados empresariales del país. Tras pasar el control y recoger las maletas, en el aeropuerto nos esperaban con una sonrisa. Siempre reconforta saber que alguien te espera, pensé… Con un pequeña reverencia acompañaron el saludo y continuaron con un agradable “¿puedo ayudarte?”, que casi diría es el santo y seña de esta cultura coreana que no para de sorprenderme. Desde el primer instante, se ofrecieron a facilitarnos la vida, algo que aún a día de hoy no ha cambiado. Las reuniones de lanzamiento del proyecto se desarrollaron con una sorprendente cordialidad. Al ocupar nuestros asientos en las salas, enfrente siempre había una mirada entornada, haciendo gala de una educación y tranquilidad que en ocasiones chocaba con nuestra “sangre mediterránea”. Así, todo transcurrió según el guion establecido, hasta que llegó el día en el que me quedé totalmente solo, tras la partida de mis compañeros. Era el único integrante del equipo que permanecería en el país, para dar seguimiento a lo acordado en las reuniones, hasta que terminaran de definir el resto del personal que iba a desplazarse a Seúl. No exagero en absoluto: en las oficinas estaba todo preparado para instalar a un equipo completo procedente de España, pero en aquel momento, toda la planta era un bosque de cubículos vacíos en el que sólo estábamos una secretaria y yo… Un ambiente desolador, considerando que era la semana de la final de la copa de Europa, que disputaba mi equipo contra el rival de la misma ciudad: un derbi local elevado a evento de clase mundial. Mi prioridad al salir del trabajo era clara: encontrar un
sitio donde ver el partido acompañado, porque la alternativa de verlo solo en una silenciosa habitación de hotel me deprimía. Ese potente motor que rugía de devoción hacia mi equipo, me llevó a contactar con otros españoles que llevaban tiempo afincados en Corea. El resto ya es historia: un partidazo en la mejor compañía, y dos equipos que alargaron con criterio el encuentro hasta que el sol se elevó, bastaron para recordarnos que aún durante el fin de semana seguían vigentes las 7 horas de diferencia con España. Al salir a la calle ya no me quedaban dudas: en Itaewon clavé mi estandarte y decidí que allí buscaría mi casa. Fue un pensamiento inconsciente y totalmente al margen de lo pesada que puede ser a veces la burocracia internacional. Tenía tantos trámites pendientes… cerrar el papeleo para conseguir el visado, volver a España a recogerlo, despedirme de mi tierra y retornar para la gran sorpresa: una vez que vuelves, y a pesar de tener visado, no eres nadie en la ciudad... O al menos nadie, si no tienes la tarjeta de residente, documento cuya ausencia te limita cosas tan necesarias como abrir una cuenta bancaria o contratar una línea de teléfono móvil. Tengo que destacar que cuando salí de Corea ya tenía la aprobación del gobierno y en la embajada se empeñaron en pedirme exactamente los mismos documentos de nuevo para volver a pasar ese trámite… una pérdida de tiempo que me obligó a pasar un periodo viviendo en un hotel, en una minúscula habitación, y escapándome los fines de semana a jugar al fútbol con los mismos cómplices que perpetramos la final de la Copa de Europa. Siempre terminando, o mejor dicho empezando, con unas cuantas cervezas para recuperarnos tras el maratón. Mientras, en la oficina, el hecho de ser el único extranjero me ayudó para que mis compañeros coreanos, que parecen tímidos por naturaleza, se acercaran más y olvidaran sus reparos en abrirse. Con ellos compartí almuerzos, cenas, fiestas, excursiones y atascos en Seúl… ¡Grandes momentos! Pero como a veces las palabras quedan cortas al describir sensaciones, para dar un barniz de lo distinta y encantadora que podría resultar para un español esta cultura, suelo poner tres ejemplos de lo pacientes, vergonzosos y honestos que pueden llegar a ser los coreanos. El primero es de un viaje a la montaña. Salimos de la ciudad a primerísima hora de la mañana, con todos mis compañeros ocupando una minivan y una mochila repleta de gimpap (rollitos de arroz envueltos en algas) para desayunar o comer en el camino sin detenernos. Supuse que ése era el plan que todos aprenden en la escuela de jóvenes, porque medio Seúl nos hacía compañía en el asfalto para recorrer 150 kilómetros en seis horas de viaje. Lo que
en cualquier otro punto del mundo hubiera llevado a cancelar el plan, aquí se transformó en una discoteca-restaurante móvil, con juegos, canciones e historias que contar… pero ninguna queja. El segundo es de un baño en la playa, en el festival del barro de Boryeong, mi primera vez en la costa oeste del país. En plena lucha contra el sol y la humedad de julio, tras colocar las toallas en la arena y analizar la escena gracias a la ventaja de unas oscuras gafas de sol, me quedó claro que de los allí presentes ninguno tenía intención de quitarse la camiseta ni para meterse en el agua, no por respeto como inicialmente pensé, sino por vergüenza a que los demás les vieran. Los coreanos son conocidos por su estilo y su cuidada imagen. En el este asiático son estandarte de moda, y generan tendencias combinando diseños de todo el mundo; y por supuesto ésa cuidada imagen no iba a quedar expuesta en un baño a plena luz del día. El último es de una conversación en el metro. Como siempre, volvía del trabajo con una mochila a la espalda, y como siempre, al llegar al metro me la quitaba del hombro para colocarla delante de mí: un comportamiento común en cualquier pasajero de metro en una ciudad europea. Tras verme repetidas veces, mi compañero se interesó y me preguntó por qué hacía ese gesto. Entonces, respondí que para que nadie me quitara nada de los bolsillos… Pero si él se sorprendió con mi frase, más lo hice yo con su reacción: “¿Por qué te van a quitar nada si es tuyo?”. Sin pensarlo dos veces, sin pestañear, mi compañero había destrozado cualquier percepción de inseguridad que pudiera quedarme mientras todavía estaba descubriendo el país; y su respuesta sacudió mis esquemas de lo que puede llegar a ser la vida en una ciudad. Una respuesta que por su brutal honestidad, de simple e inocente, debería estudiarse como materia obligatoria en más de uno y de dos rincones del planeta. Los meses siguientes, ya adaptado a la vida de Seúl, me sirvieron para seguir profundizando en el país y la cultura, para visitar sus rincones y conocer a más gente… Aunque confieso que, al bajar la guardia, empecé a enamorarme de su ritmo frenético y del fuerte contraste con sus relaciones pausadas. Ahora me resulta difícil imaginarme sin alguno de los símbolos más conocidos de un país, cuyas joyas me temo seguirán ocultas unos años, hasta que la gente descubra el tesoro. Mientras tanto, seguiré disfrutando del kimchi y del bibimbap, del k-pop y del soju acompañando a las míticas barbacoas coreanas, con sus extractores como trompas de elefante. Desde Seúl hasta Jeju y desde Boryeong a Pyeongchang, pasando por Itaewon, Gangnam y Hongdae… ¡Queda mucha más Corea!
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INGREDIENtEs EsENCIAlEs
SAMGYEOPSAL
soul Ho-joung Columnista de cocina shim Byung-woo Fotógrafo
LOS COREANOS AMAN LA “CARNE DE TRES CAPAS” para muchos coreanos, el samgyeopsal -nombre en coreano del corte de cerdo conocido como panceta- es prácticamente sinónimo de carne porcina. por lo general en Corea se come a la parrilla o asado directamente en un recipiente metálico sobre la mesa, y es un producto ampliamente consumido en el país por su suculento sabor. 64 KOREANA Primavera 2017
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l gobierno coreano enmendó en 1992 el artículo 27 de la Ley de parques naturales para prohibir el uso de fuego para cocina y la instalación de tiendas fuera de los lugares designados en parques nacionales y provinciales. En realidad, lo que buscaba esa reforma era impedir que la gente asara samgyeopsal en hornillos portátiles de gas y consumiera alcohol en la naturaleza. La reforma se llevó a cabo ante la preocupación de la opinión pública, pues pensaban que la grasa que salpica al asar el samgyeopsal contaminaría los bosques y el agua de los valles, así como por el alto riesgo de que de los hornillos portátiles de gas causaran incendios. Pero la prohibición se implementó 10 años después de la década de los 80, época en la que los coreanos empezaron a asar samgyeopsal al aire libre en la naturaleza sin restricción alguna.
El pueblo natal del samgyopsal Desde el punto de vista gastronómico, hay siete cortes de cerdo. Estos son, excluyendo la cabeza, cinta de lomo, costillar, espaldilla, tocino, lomo, filete y jamón; y el samgyeopsal es la parte más grasa del tocino. Aunque es poco clara la fuente, se dice que el samgyeopsal empezó a consumirse en Kaesong (actual territorio norcoreano) a comienzos del SXX. Cuentan que las personas de esa región, famosas por su talento innato para el comercio, innovaron en la cría de cerdos alternando distintos tipos de piensos, para que esos animales formaran en su interior capas de carne y de grasa. Choe Sang Ok, nacida en 1928 y fundadora de Yongsusan (una de las cadenas de restaurantes de comida tradicional coreana más famosas del país), recuerda así la primera vez que vio samgyeopsal en Kaesong, su pueblo de origen: “En las carnicerías de Kaesong vendían samgyeopsal cocido en agua. Su sabor era impecable y delicioso. También era exquisito el estofado de kimchi o kimchi jjigae preparado con el caldo que sobraba de cocer el agua de la carne”. Mientras tanto, el documento que alude por primera vez al samgyeopsal es el libro de Cocina variada de Joseon (Joseon yori jebeop), de la pofesora Bang Sin-yeong de la Universidad Ehwa de Mujeres, publicado en 1931. Allí, el samgyeosal es referido con expresiones muy simpáticas y “coreanizadas”, como “corte de tres capas”, “carne de panza” y “carne de cerdo tres-capas”.
Una vez cortada la carne se pone sobre la parrilla caliente. Asado al carbón, el samgyeopsal (panceta de cerdo) es más sabroso y tiene menos grasa que frito.
sopa de cerdo con arroz y filete empanado estilo japonés Por muy sabroso que fuera el samgyeopsal de Kaesong, tradicionalmente a los coreanos les gustaba más la carne de res que la de cerdo. Esta preferencia derivaba, en particular, tanto del rechazo hacia el típico olor de la carne de cerdo, como a una norma general de la medicina tradicional de Corea, que limita a los pacientes el consumo de carne de cerdo. Sin embargo, para la clase trabajadora, la carne porcina siempre resulta una elección correcta, al ser su precio relativamente más bajo que el de la carne de res. Entrando en la década de 1970, se produjo un gran cambio en el mercado nacional de ganado porcino; cambio que permitió a la gente comer carne de cerdo a precios más bajos, y que llegó junto con la bonanza económica de Japón de los años 60. En esos tiempos, en el país vecino aumentó drásticamente la demanda de carne y los japoneses optaron por importar carne de cerdo de Corea en 1973, mayormente de cortes magros y sin grasa. El crítico gastronómico Hwang Gyo-ik explica que en esa época se volvieron populares en Japón los filetes de cerdo empanados o donkatsu, y para cubrir tan explosiva demanda, los japoneses empezaron a importar lomos y filetes de cerdo de Corea, al ser considerados los cortes más apropiados para dicho plato. Entonces, el excedente que no era exportado a Japón comenzó a distribuirse en el mercado nacional a precios bajos y se convirtió en un alimento asequible para las clases media y trabajadora. El crítico estima que, en ese contexto, surgió el rápido incremento de restaurantes especializados en sopa de cerdo con arroz, un plato que se prepara con huesos, entrañas y carne de cerdo, en todo el país. También entonces floreció la industria porcina y emergió con fuerza el sector de embutidos. CULTURA Y ARTE DE COREA 65
la evolución del samgyeopsal En realidad, no se sabe cómo solo el samgyeopsal se volvió tan popular como corte para asado. La hipótesis más convincente por ahora, es la que afirma que el sabor del samgyeopsal a la barbacoa empezó a difundirse a partir del menú que inventaron dos restaurantes regionales -Mansujip y Ddalnejip- en Cheongju, provincia de Chungcheong del Norte, al asar samgyeosal sobre briquetas de carbón. Sobre la moda de comer samgyeopsal, las industrias ganadera y de embutidos afirman unánimemente que se intensificó en la década de 1980, como resultado de la distribución masiva tanto de dicho corte de carne, como de los hornillos portátiles de gas. En concreto, el samgyeopsal se convirtió en el plato preferido de los asalariados como cena con los colegas al salir del trabajo. Pero con el tiempo, el samgyeopsal evolucionó dando lugar a múltiples variaciones, como samgyeopsal asado sobre la tapa de una caldera, samgyeopsal marinado en vino tinto y, más recientemente, samgyeopsal “a la garlopa”, cuyo nombre deriva de la forma en que se sirve la carne: congelada y en láminas finas, como si hubiera sido cortada con una garlopa. platos tradicionales con carne de cerdo Los amantes de samgyeopsal consideran como la mejor carne el ogyeopsal, o carne de cinco capas, del cerdo negro, una raza porcina de la isla de Jeju. De hecho, el oyeopsal, que se extrae del tocino del llamado cerdo negro de Jeju -caracterizado por tener menos grasa que otras razas de cerdo- y que viene con piel, es famoso por su exquisito sabor, su textura y su elevado precio. Sin embargo, a diferencia de lo que muchos creen, el cerdo negro de Jeju, cuya carne se vende actualmente, no es una raza autóctona de Corea; pues solo existen 260 especies de auténtica raza del cerdo negro de Jeju, cuya crianza en la isla comenzó en la Era de los tres reinos (del año 18 a. C. al 668 d. C.) y que en 2015 fue designada como Patrimonio Natural Nacional 550 tras un estricto proceso de selección. La designación implica que esta raza porcina está en peligro de extinción y por tanto no es posible saborearla. Lo que ahora se conoce en el mercado de carne como “cerdo negro de Jeju” deriva de la mezcla de tres razas porcinas, que el Instituto de Fomento de la Industria Ganadera de Jeju realizó con cerdos Landrace, Yorkshire y Duroc. Y la razón por la que hoy en día es considerado como el mejor cerdo es obviamente por su carne, que es sabrosísima; pero también contribuyó la campaña de márquetin que logró con éxito presentar dicho cerdo como raza autóctona de Jeju y convencer de ello a los consumidores. Al fin y al cabo, vivimos en la era del márquetin y las buenas historias venden. En cuanto a recetas tradicionales coreanas con carne de cerdo, hay que reconocer que no son variadas. Excepto el samgyeopsal a la barbacoa, todas son añejas y se mantienen sin cambios desde el siglo XIX. Las pocas que hay son suyuk o carne cocida en agua, pyeonyuk o carne hervida aplastada con piedra, asado de carne marinada, sopa de cerdo con arroz, estofado de kimchi con cerdo y estofado de pasta de ají o gochujang con cerdo.
Según la industria cárnica, la preferencia de los coreanos por el samgyeopsal comenzó en la década de los 80, en el contexto del rápido crecimiento. Su popularidad aumentó al quedar la carne de panceta como excedente, tanto de la producción nacional como de las exportaciones de otros cortes de cerdo, cuando grandes cantidades de samgyeopsal -sobrante de ese comercio exterior- empezaron a distribuirse en el mercado a precios bajos; mientras que también contribuyó el uso generalizado de hornillos portátiles de gas. 66 KOREANA Primavera 2017
El Suyuk, la carne tierna de cerdo hervida con hierbas aromáticas y especias, se corta en finas rodajas y se sirve con verduras frescas y condimentos. Es un plato tradicional coreano que está de moda estos días como alimento saludable. En el plato hay suyuk con ensalada de rábano, kimchi, cebolla verde y pepino en juliana aderezado con vinagre. Se sirve con un tazón de pequeños camarones fermentados, ssamjang (pasta de soja sazonada con pasta de pimiento picante y otros ingredientes) y finas rodajas de ajo.
Pero también destacan las recetas de los isleños de Jeju, que son muy distintas de las de la población de tierra firme. Algunas no existen en otras regiones de Corea, como la sopa de algas con pata de cerdo, con la que las mujeres se recuperan después del parto, y el llamado momguk, una sopa que se prepara con caldo de cerdo y sargazo, que es un tipo de alga marina que se da en abundancia en las aguas que rodean la isla de Jeju.
Dongporou , jamón y rahute China, seguramente es uno de los pueblos del mundo que más ama la carne de cerdo. Es más, hay datos que indican que en 2015, los chinos consumieron el 52% de la carne porcina producida en todo el planeta. Los chinos se refieren a la carne de cerdo simplemente como “carne”, mientras que a la hora de hablar de carne bovina, especifican y la definen como “carne de res”. Se estima que en China existen más de 1.500 platos preparados con “carne”. De ellos, el más famoso es dongporou, cuyo nombre proviene de So Dongpo, célebre escritor y poeta de los tiempos de la Dinastía Song. Dicho plato consiste en un corte de grasa de cerdo, como samgyeopsal, cocido al vapor con salsa de soja y licor. Por el color rojizo que adquiere al finalizar la cocción, también se conoce como hongshaorou, o cocido de cerdo rojo, y era el plato preferido de Mao Zedong. Mientras tanto, la carne porcina más cara del mundo quizá sea el jamón ibérico de bellota de España. El cerdo ibérico es criado entre robles, y se alimenta principalmente con bellotas y setas silvestres. El sabor de su carne es supremo y ampliamente evaluado como el mejor del mundo. El jamón ibérico, que se prepara con la pata de este cerdo, y mediante un proceso de curación que dura unos tres años de promedio, es en sumo apreciado; tanto que cuentan que las novias lo llevaban como parte de su dote. Por su parte en Okinawa, Japón, también se consume gran cantidad de carne de cerdo. Es más, los locales dicen que “del cerdo se come todo menos el gruñido”. Los platos más representativos del lugar son chanpuru, o saltado de cerdo y calabaza agria y rahute , un plato similar al dongporou chino, que consiste en un bloque de tocino de sabor medio dulce, cocido con salsa de soja y licor.
la economía del samgyeopsal En Corea del Sur, debido al constante incremento de la demanda de samgyeopsal , el precio de este corte es casi el triple que el de otras partes del cerdo. Es más, para evitar desequilibrios entre oferta y la demanda, Corea importa cada año grandes cantidades de samgyeopsal de Chile, Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Holanda y España. Si bien a medida que asciende el interés por una dieta sana se aprecia un aumento en la demanda de otros cortes menos grasos, como espaldilla, jamón y filete, la preferencia de los coreanos por el samgyeopsal sigue vigente. (Traducido por Joo Hasun)
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JORNADAs DE lItERAtuRA COREANA
CRítICA lItERARIA
ClásiCo melodrama de un esCritor maduro Choi Jae-bong Reportero, The Hankyoreh
“El protagonista masculino de mi novela nunca termina de confesar su amor y lo mantiene vivo respetándolo para siempre. El lenguaje también es algo similar. Aun refiriéndose a la persona amada, se desliza y mantiene la distancia”.
E
l título de la novela procede de una famosa película de Hong Kong, que a su vez deriva de la expresión tradicional china hua yang nian hua , que significa “los días más felices y hermosos de la vida”. Trata básicamente del amor entre dos personas infelices ya casadas, y la espectacular actuación de Maggie Cheng y Tony Leung hizo que la película haya sido recordada por largo tiempo. El título original en chino es “Una época tan hermosa como las flores” y hace pensar en un amor extramatrimonial imposible de consumar. El título es el mismo que el de una canción popular de la década de 1930, que el director Wong Kar-wai escuchó mientras estaba terminando la producción. Se supone que el autor Gu Hyo-seo lo tomó en consideración al escribir su obra. Los principales personajes del relato, Song-ju de treinta y cinco años y Bong-han, cuatro años mayor, caen víctimas del peligroso reto del amor extramarital. A diferencia de la película, no están ambos casados sino que tan solo Song-ju lo está, ya que Bong-han se mantiene soltero. A mediados de un mes de febrero, Bong-han se dirige a Gwangyang, al sur de Corea, con el pretexto de ver flores de cerezo. El día antes de su partida llama a Song-ju que vive en Gurye, cerca de Gwangyang, para comunicarle su visita. Fueron compañeros de universidad en el mismo departamento y Song-ju, ya casada, vivía en Gurye. Las cosas se complicaron desde el inicio. Bong-han había estudiado en el Departamento de Enseñanza de Len-
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gua Coreana y había leído en los textos clásicos de la literatura coreana sobre la belleza y hermosura de las flores de cerezo en el segundo mes del año. En Corea, los meses del año se enumeran secuencialmente según el calendario solar y lunar, y por lo general el solar va aproximadamente un mes por delante y, en este caso concreto, se entiende que se refería a que las flores de cerezo florecían el segundo mes lunar. A pesar de eso, su ridícula equivocación parece haber favorecido el desarrollo del relato. Durante su comunicación telefónica, simplemente recalca como si fuera una broma que “voy porque quiero verte, ¿qué más razón se necesita?“ A medida que transcurre la historia, hacen recuento de los días pasados y nos damos cuenta de que Bonghan estaba enamorado con obsesión de Song-Ju. Hasta el punto de decir que “su cuerpo se había vuelto un verdadero recinto para Song-ju”. Incluso así, no llegó a culminarse ese amor y la causa principal fue su extrema timidez y vacilación, tal como él mismo afirma diciendo: “Las cosas habían transcurrido de esa manera mientras dudaban“. Todavía después de su casamiento, Song-ju le llamaba ocasionalmente para quejarse de su trajín diario, lo que para nada era relevante. En el relato lo expresa con “un espacio”, una palabra que sugiere que la posibilidad no está totalmente limitada, manteniéndose sus esperanzas latentes. Esto constituye el telón de fondo de la decisión de Bong-han de dirigirse al sur para ver a Song-ju, dando
como pretexto las flores de cerezo. Esta es una obra que se debe leer yendo a la par de los delicados sentimientos que desarrolla. Aunque se aman mutuamente, no pueden ni deben exteriorizarlo y no pueden más que ir por una cuerda peligrosa. Aquí, la cuerda se refiere no solo al juego de tentarse y rehusarse entre sí, sino también a su propio esfuerzo por controlar sutil y delicadamente la aparición o la opresión del deseo. Los dos personajes nunca manifiestan abiertamente sus mutuos sentimientos, sino que hacen un uso retórico de circunlocuciones irónicas, metáforas y paradojas. Como resultado, si uno de ellos opina “A”, hay mucha probabilidad de que para su contraparte sea un “no A”. Los lectores se dan cuenta de que ambos se responden mutuamente haciendo uso de bromas, evasiones y escondiendo sus sentimientos reales, al tiempo que sienten no solo una acuciante tensión sino un agonizante dolor en el interior de su corazón. No hay forma de ver las flores de cerezo y, por eso, fracasan en encontrarlas, pero en su lugar llegan a ver composiciones de figuras que se parecen a las flores de cerezo incrustadas en las rocas de una huerta. Los dos miran los patrones grabados en las rocas, que de ninguna manera son flores de cerezo, pero se miran el uno al otro como si se hubieran puesto de acuerdo y aunque ocurre muy momentáneamente, sus miradas son profundas e intensas como nunca antes lo habían sido. -“Aun sin flores de cerezo, el mundo se ha iluminado con tu sonrisa”. -“¿Qué tal si andamos de amoríos? Como está soltero…”. Aunque estallaron en carcajadas inmediatamente después de esa broma, sus ojos, por segunda vez, se miraron mutuamente chispeando con mucho ardor. Bong-han reafirmó que “habiendo venido incluso en febrero pude ver las flores de cerezo” y Song-ju dijo “podremos ver las flores de cerezo sin importar cuando vengamos”, lo cual se conecta con el título original del relato, insinuando que su amor sigue existiendo como algo potencial. ¿Habría sido bueno que se consumara su amor, aunque tardíamente? La conclusión por la que el autor terminó optando no es así de simple. Gu Hyo-seo es un escritor profano que se maneja amplia y diestramente en un extenso espectro muy diferente de temas y situaciones. Durante sus treinta años de trayectoria desde su primer reconocimiento en 1987, ha publicado más de treinta volúmenes, incluyendo 20 novelas, ocho colecciones de relatos y cuentos, una colección de novela, dos colecciones de cuentos, dos volúmenes de prosa, así como también un volumen de literatura infantil. Se puede afirmar que en “Los días más felices y hermosos de la vida” se concentran todos sus logros. En abril de 2016 publicó su novela melodramática Cuando las estrellas de la madrugada toquen mi frente. En ocasión de su publicación, en una conferencia de prensa dijo “personalmente me gustan las películas y telenovelas melodramáticas, pero es la primera vez que intento tratarlas en mi narrativa”. Aunque sea difícil categorizar “Los días más felices y hermosos de la vida” como un melodrama, no hay duda alguna de que es una obra en la que se despliega ampliamente la capacidad de este escritor de describir los sentimientos y la relación amorosa de una pareja enamorada. (Traducido por Kim un Kyung) CULTURA Y ARTE DE COREA 69
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