VERANO 2013
Cultura y arte de Corea
Vida diaria eu un templo budista
sum m er 2013 2012 To voml.o26 VERANO 22,nNo-ยบ. 2
ESPEC IAL
Camino hacia el auto conocimiento : Vida diaria eu un templo budista El templo, un espacio para encontrarse a uno mismo; Luces y sonidos que despiertan al templo
To mo 22, Nยบ- 2
ISSN 1225-4606
DIRECTOR EDITOR EJECUTIVO EDITORES CONSEJO EDITORIAL EDITOR ASOCIADO DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA
Yu Hyun-seok Zeon Nam-jin Javier Castañeda Kim Un Kyung Bae Bien-u Elisabeth Chabanol Han Kyung-koo Kim Hwa-young Kim Moon-hwan Kim Young-na Koh Mi-seok Song Hye-jin Song Young-man Werner Sasse Lim Sun-kun
DIRECTOR ARTÍSTICO Lee Duk-lim DISEÑADORA Lee Young-bok, Kim Ji-hyun COMPOSICIÓN Y DISEÑO Kim’s Communication Associates
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Cultura y arte de Corea Verano 2013
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Un juego de paneles de la "Nueva Generación de retratos de Buda" (2008) -por Moon Bong-sun- adorna la pared tras la imagen del Buda Sakyamuni, en el salón principal del Templo Myohyang en el condado de Chilgok, provincia de Gyeongsang del Norte. La fusta de bambú o jukbi, es un símbolo de la meditación en el budismo coreano. Se sostiene en la mano derecha, mientras que con la parte hendida se golpea en la palma de la mano izquierda, lo que produce un nítido chasquido que indica el principio y el final de las sesiones de meditación. © Ha Ji-kwon
Carta de editores
Con deseos de paz y compasión
Surgido en la India hace dos milenios y medio, el budismo ha dejado una marca indeleble en la cultura y en la psiquis de los pueblos del Noroeste de Asia. Este penetrante impacto se mantuvo a través de la Escuela Mahayana o el “Gran Vehículo”. La llamada Escuela Septentrional del Budismo es un movimiento básicamente ecuménico, comparado con la Escuela Theravada o el “Vehículo Menor”, que se concentra más en los logros filosóficos de cada uno de los monjes, que en orientar a la masa a un camino de autorreflexión. El budismo llegó a Corea durante el periodo de los Tres Reinos a través de China. Los patriarcas chinos de principios de la dinastía Tang, desempeñaron un papel decisivo en la difusión del budismo en esta parte del mundo, con su interpretación del Sutra Avatamsaka (Flores de Guirnalda); y establecieron las bases del método Chan (Zen o Seon en Corea) para llegar a la iluminación. Estos pensamientos son los pilares del budismo de Corea que todavía practican los monjes coreanos. Actualmente, el budismo coreano está al alcance de cualquier persona, y existe
la oportunidad de experimentar la vida en el templo en monasterios ancestrales. Los programas de estancia en templos fueron objeto de interés durante la Copa Mundial 2002 Corea-Japón, momento en que los templos desplegados por todo el país se ofrecieron para acoger a los visitantes extranjeros. Desde entonces, esta práctica se arraigó como un popular atractivo turístico, lo cual sirvió para que el budismo coreano rejuveneciera. Mientras que el budismo chino perdió vigor debido a las reglas del comunismo, y el budismo japonés en gran medida se ha secularizado, el budismo coreano continúa atrayendo a jóvenes ascéticos con fervientes deseos de tomar el arduo camino de la búsqueda de la sabiduría. Esperamos que estos diligentes exploradores sean capaces de permitir que el budismo coreano extienda su mensaje de paz y compasión al mundo entero, contribuyendo, a la vez, a encontrarse a sí mismos. Javier Castañeda y Kim Un Kyung Editores
eSpecial Vida diaria en un templo budista
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eSpecial 1
El templo, un espacio para encontrarse a uno mismo
Moon Tae-jun
eSpecial 2
Luces y sonidos que despiertan al templo
Bae Bien-u 7
eSpecial 3
Gente ordinaria en contacto con la vida monacal: Lo que se obtiene al vaciar la mente Yoo Cheol-sang eSpecial 4
La cocina del Templo Unmun
Kim Young-ock 18
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focus
Cómics coreanos: vanguardia en un entorno digital altamente cambiante
Park In-ha
Entrevista
Yu Jin-gyu, mimo pionero, lidera el Festival Internacional de Mímica de Chuncheon
Kim Jung-hyo
artesano
Han Soon-ja: bellas flores sobre esteras de junco de una maestra tejedora
Park Hyun-sook
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Enamorado de Corea
La pasión insaciable por la exploración cultural del periodista británico Tim Alper
Charles La Shure
En la carretera
Vida lenta en la isla de Cheongsan
Kang Je-yoon
En su propio camino
Son Sung-mok: Toda una vida coleccionando gramófonos
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Kim Hak-soon
Libros y más Charles La Shure El rompecabezas de un corresponsal británico en Corea
“Corea: el país imposible”
Guía de prácticas budistas para lectores de habla inglesa
“Seis caminos hacia el corazón: la esencia de las prácticas budistas coreanas” Corea observada por la esposa de un antiguo enviado estadounidense
“Cartas desde Joseon” 67
K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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opiniÓn desde la lejanÍa
“Al evento social que fueres, haz lo que vieres”
Carlos Alfonso Macías Valadez Elias
Entretenimiento
La televisión adora la comida
Lee Young-mee
Estilo de vida
La crisis económica desata la fiebre por la acampada entre los coreanos
Kim Young-ju
Jornadas de literatura coreana
Crítica:¿De quién es la pesadilla? Uh Soo-woong La habitación que baila de Ivan Menshkov Lee Jang-wook
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eSpecial 1 Vida diaria en un templo budista
El templo un espacio para encontrarse a uno mismo
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las 3:00 de la madrugada, el templo se despierta con el sonido del gong que toca el monje, un rito que purifica el ambiente antes del servicio matutino de adoración al Buda. El rito empieza, cuando el monje -encargado de cuidar el templo y de oficiar las ceremonias- enciende las velas del santuario principal, quema los inciensos, ofrenda agua limpia al Buda y recita el sutra. El monje da una vuelta por el templo, tocando el gong de madera y entonando oraciones budistas. El sonido del gong despierta de su profundo sueño a todos los seres que habitan este universo. Dicho instrumento se toca suavemente al principio, para luego ir in crescendo. Se hace así para que todo ser vivo que habita este mundo, despierte gradualmente sin asustarse. Los monjes y los fieles dentro del templo se preparan para el
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servicio de adoración matutino. Generalmente esta ceremonia se oficia tres veces al día: temprano por la mañana, a las 11:00 antes del mediodía y por la noche. El servicio empieza con la interpretación de los cuatro instrumentos acústicos budistas -el tambor, el gong de madera en forma de pez, la campana y el metal en forma de nube-. Sirve para que cada uno aprenda de los grandes maestros que llegaron a la iluminación y memorice las escrituras que contienen las enseñanzas del Buda para grabarlas en el corazón.
El camino de los ascetas Un monje es un asceta que renunció a la vida mundanal. Es una persona que medita, aprende los sutras y pone en práctica la correcta ley, en busca de la sabiduría. Es una persona que guía a Cu l tu ra y a rte d e Co re a
El poeta y asceta indio Kabir canta “No vayas al jardín para ver las flores. Dentro de tí, hay un jardín lleno de flores”. Nos recomienda así que volvamos la mirada a nuestro interior y que nos apoyemos en nosotros mismos, porque el corazón de todos y cada uno de nosotros, es como una flor en pleno auge. La iluminación de la que habla el budismo no es muy diferente. Aún hoy, hay personas que van al templo a fin de encontrar ese jardín interno. Entre ellas hay quienes permanecen allí un día o se quedan por el resto de sus vidas. Moon Tae-jun Productor de radio y televisión budista BBS (BuddhistBroadcastingSystem) | Park Bo-ha, Ahn Hong-beom, Ha Ji-kwon, Na Sang-ho Fotógrafos
otros en base a la sabiduría obtenida. Es una persona que logra llegar por cuenta propia a la sabiduría y la difunde a la masa. El asceta, que abandona la vida mundanal, se corta el cabello y la barba. Este acto simboliza la eliminación total de agonías y delirios. El asceta empieza así una nueva vida. Sus únicas posesiones son tres prendas de ropa y un bol para la comida. Al principio, el asceta aprende de un maestro sabio. Este periodo dura entre seis meses y un año, mientras prepara la comida, recoge leña y labra la tierra para -durante este proceso- adquirir las cualidades básicas necesarias para seguir en el ascetismo. Existen muchos preceptos que el asceta debe cumplir. No debe matar, robar, caer en la obscenidad, mentir o beber alcohol. Tampoco debe comer si no es hora de comida. No debe maquillarK o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
Clase de sutras a la que asisten aprendices de monjes de primero y segundo año en el Templo Unmun. La conferencia se celebra en Cheongpungyo (“dormitorio del viento limpio”), sala de estudio de los monjes y su espacio para dormir. Tras la puerta que está más a la izquierda, se observan hileras de cuencos de madera cuidadosamente ordenados en los estantes.
se o usar accesorios, acostarse en una cama confortable o llevar objetos preciosos como oro o plata. No debe aceptar objetos nuevos, aunque alguien se los regale. Solo debe comer cuanto le den, y no pedir más por muy poco que le hayan dado. Existen cientos de estos preceptos, cuyo propósito es limpiar -como el agua- las impurezas del cuerpo y del alma. El asceta estudia en el seminario, una institución tradicional de educación budista. Los monasterios con una larga historia y de gran-
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des dimensiones, cuentan con este tipo de instituciones, en donde el asceta aprende tanto los sutras como los rituales del budismo. En el templo, donde los ascetas viven en colectividad, a cada uno se le asignan tareas específicas. Por ejemplo, tocar la campana, preparar el té o la comida, conseguir leña, enseñar a los practicantes, inducir a otros hacia la autorreflexión, oficiar ceremonias, etc.
La práctica de la meditación Las escrituras budistas afirman que el asceta debe ser como la luna que se llena. Debe cultivar en sí una luz de sabiduría como la luna, que con los días se robustece y se transforma en un perfecto círculo. Para ello, el primer método ascético a usar es la meditación. Es el esfuerzo que uno debe hacer para tranquilizar el alma, eliminar las impurezas del corazón y darse cuenta del Buda que tiene en su interior. Mientras medita, uno no debe hablar. Incluso hay muchos practicantes que siguen en la meditación día y noche sin siquiera acostarse. La meditación sobre las palabras y acciones del Buda y el hwadu, destinada a ordenar la mente atrapada en agonías y emociones destructivas, es la forma más representativa de meditación en el budismo coreano. El hwadu son preguntas o frases que sirven para penetrar en la esencia de las cosas. Por ejemplo, “¿qué es eso que va, viene y habla?” o “el perro no tiene las cualidades para
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ser Buda” son hwadu. Plantear el hwadu significa que uno lo tendrá en el centro de su corazón; y la meditación basada en el hwadu, y la duda ferviente aspira a llegar a la esencia fundamental de las cosas, superando el juicio sobre los valores y las distinciones relativas como el bien y el mal, lo bueno y lo malo, yo y el otro, la existencia y la inexistencia, lo grande y lo pequeño, esto y aquello, ir y venir, etc. Aquí la duda ferviente es la pregunta esencial. El objetivo es hacer que la meditación sea una práctica cotidiana arrojando preguntas intensivamente, ya se esté en movimiento, quieto, sentado, acostado, hablando o en silencio. El fiel budista se esfuerza también mediante el método ascético de la meditación por liberar su mente de toda discriminación y manipulación, engaño y argumentos, y mantener un estado pulcro y recto para encontrar el Buda en sí mismo. Sólo en la Orden Budista Jogye-la congregación budista más grande de Corea-, más de 2.000 practicantes se alejan de la vida mundanal durante tres meses, dos veces año. Por este periodo, permanecen en el monasterio y se dedican sólo a meditar. Esta tradición del retiro ascético se originó en India. En un principio, los ascetas -retirados completamente del mundo terrenal- deambulaban de un lugar a otro, en vez de quedarse en un sitio. No obstante, en temporadas de lluvia, debido a que diferentes clases de pequeñas criaturas y organismos vivos salían a la superficie terrestre, los Cu l tu ra y a rte d e Co re a
1. Aprendices de monjes leen sutras a primera hora de la maĂąana en el Templo Haein. 2. Monjes practican la meditaciĂłn para despejar su mente y despertar en su K o r e ainterior n a Äą Velar anaturaleza n o 2 0 1 3 original de Buda.
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1. Monjes caminan en fila india, en una imagen que asemeja una “procesión de gansos”, en los terrenos del Templo Songgwang. 2. Un monje sale por la puerta principal del Templo Magok. 1
ascetas se instalaban en un templo por miedo a pisarlos. Éste fue el origen de la tradición del retiro ascético. Y al difundirse el budismo a China y Corea, los ascetas empezaron a permanecer en un lugar también durante el frío invierno. La época del retiro budista en Corea hoy en día es calculada según el calendario lunar. El retiro estival comienza el decimoquinto día del cuarto mes y finaliza el decimoquinto día del séptimo mes, mientras que el invernal, se extiende desde el decimoquinto día del décimo mes, hasta el decimoquinto día del primer mes del año siguiente. Al terminar estos dos periodos, el asceta viaja por el mundo para enseñar a gente ordinaria, no devota, todo lo aprendido. Comparte con los demás los resultados que obtuvo de una práctica ascética, marcada por un estilo de vida estoica y una constante lucha consigo mismo, y da a conocer las enseñanzas de Buda. Las escrituras budistas usan la metáfora de que este acto de compartir del asceta, es como si edificara un puente y construyera un barco para que la gente pueda cruzar el río. De hecho, actualmente, hay muchos practicantes que siguen con sus actividades ascéticas aún finalizada la época de retiro budista, o que prestan sus servicios de voluntariado en centros de bienestar social. Otro método ascético es el llamado yeombul, que quiere decir “pensar en Buda”. Pensar en Buda es recordar el significado del nombre de Buda, su rostro y su alma. Es pensar tanto en las accio-
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nes de Buda como en su grandeza y el bien que hace para la gente. Finalmente, es abrazar a Buda, abrigar un sentimiento de respeto hacia él, y tener la voluntad de esforzarse para ser como Buda. Esta práctica puede dirigirse a otros budas como Amitabha, o bodhisattvas como Avalokitesvara y Ksitigarbha. También es un método ascético la lectura de sutras que contienen las enseñanzas de Buda. Esta práctica consiste en entender correctamente las palabras de Buda y purificar el alma con sus enseñanzas. Más allá de simplemente leer los sutras, se trata de estudiarlos interiormente. Otra práctica es la memorización y el recitar de palabras o versos que sintetizan el contenido de los sutras. Mediante ello, el asceta borra el karma del pasado y purifica el corazón. El objetivo es eliminar pensamientos o comportamientos codiciosos, insensatos, rabiosos y corruptos, para ser como Buda y renacer después de la muerte en un mundo sin sufrimientos.
Moderación ante la comida En el Budismo Coreano, la etiqueta sobre la mesa requiere una atención especial, ya que existen todo un conjunto de normas y principios que rigen el comportamiento de los ascetas a la hora de comer. Uno de ellos -y tal vez el más importante- es consumir lo mínimo para mantenerse físicamente. Uno no debe comer hasta llenarse, sino parar cuando aún sienta que le falta un poco. Por Cu l tu ra y a rte d e Co re a
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Las escrituras budistas afirman que el asceta debe ser como la luna que se llena. Debe cultivar en sí una luz de sabiduría como la luna, que con los días se robustece y se transforma en un perfecto círculo. Para ello, el primer método ascético a usar es la meditación. Es el esfuerzo que uno debe hacer para tranquilizar el alma, eliminar las impurezas del corazón y darse cuenta del Buda que tiene en su interior. eso, algunos comen solo una vez al día, mientras otros ascetas no comen después del mediodía. Sin embargo, la mayoría desayunan con gachas de cereales, almuerzan con arroz y pequeñas guarniciones y comen una cantidad mínima en la cena. Ante cada comida, el asceta repite lo siguiente: “De dónde vino esta comida. Quienes trabajaron para que esta comida pudiera llegar a mi mesa. Me avergüenzo porque no soy lo suficientemente virtuoso como para merecerla; pero, la acepto como un buen remedio que me permitirá superar la avaricia y mantener el cuerpo, para finalmente lograr la iluminación”. Con este verso budista, el asceta agradece todo el proceso que ha hecho posible que la comida esté sobre su mesa y reafirma su determinación de seguir en la práctica ascética. Es una tradición en el budismo coreano usar siempre el mismo bol en las comidas, acompañar al arroz con un número reducido de platos secundarios, y no dejar restos de comida. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
El camino de los devotos Los devotos o budistas seglares, que realizan actividades ascéticas sin apartarse del mundo, son personas que han hecho la promesa de respetar y creer tanto en Buda y sus enseñanzas, como en los grupos de ascetas. Obtienen una educación básica como fieles en los templos, se convierten en discípulos de Buda y reciben un nuevo nombre (su nombre budista). Asimismo, son instruidos con los principios que deben seguir en la vida cotidiana, participan regularmente en seminarios sobre las enseñanzas de Buda varias veces al mes, y experimentan la vida de los monjes mediante programas para pasar una noche en los monasterios o retiros ascéticos de tres meses. Los devotos practican los métodos ascéticos anteriormente aludidos, tales como plantearse los hwadu, pensar en Buda (yeombul) y memorizar y recitar los sutras. Sin embargo, el método ascético
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1. Un monje golpea el tambor para indicar que comienza el servicio de canto vespertino en el Templo Buseok. 2. La puesta de sol en un templo de la monta単a, Cu l tu ra y da a rtepaso d e Co re a a la oscuridad con el sonido del servicio vespertino.
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por el que opta la mayoría es el de las reverencias. La reverencia es el acto de agachar la cabeza e inclinar el cuerpo hasta el piso frente a Buda. Por ende, un acto que plasma humildad y respeto. Existen dos formas de hacer reverencias: unir las manos frente al pecho e inclinar el torso; y agacharse hasta tocar el piso con las dos rodillas, los codos y la frente. En el budismo, este último movimiento se repite varias veces para desecharse a sí mismo. La reverencia es una práctica ascética para el alma, que se realiza mediante la actividad física. Según el número de repeticiones, existen prácticas de 108 reverencias, de 1.080 reverencias y de 3.000 reverencias. Los fieles budistas realizan a menudo la labor de soltar peces u otros animales capturados a su hábitat original, siendo éste un acto de compartir y de amor a la vida. También ofician ceremonias para que los espíritus de los muertos vayan a un buen lugar. Es una forma de borrar las maldades que el fallecido cometió en vida, los resentimientos que sintió y las malas relaciones humanas que tuvo, para ayudarle a renacer en un mundo mejor. Estas ceremonias no consideran que la muerte sea el fin, ya que se basan en la filosofía de la continuación de la vida. Reflejan así la visión budista tanto del tiempo como del mundo, que no distingue entre la vida y la muerte.
Como la luna aparece al desvanecerse las nubes Las enseñanzas del budismo permiten el descanso mental y K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
benefician al mundo. El descanso mental no es otra cosa que desechar las ilusiones engañosas y la avaricia. Si comete alguna maldad, uno debe confesar, reflexionar inmediatamente sobre su conducta, y comprometerse a no incurrir en lo mismo. Como la luna que por fin aparece al desvanecerse las nubes, uno puede recuperar la pulcritud del alma a través del arrepentimiento. En el budismo, se dice que el alma no se crea o desaparece, por lo que es como el vacío. Descansar la mente significa, por consiguiente, mantenerse en paz y serenidad sin perseguir el placer sensorial. Esto es parte del auto-control. En otras palabras, es parte del control de uno mismo sobre su propio cuerpo: la boca (la palabra) y el sentido (la intención). De la serenidad lograda mediante un exitoso auto-control se deriva la sabiduría. El budismo enfatiza que es posible acabar con el sufrimiento mediante la rectitud en el pensamiento, la opinión, la palabra, la conducta, el estilo de vida, el trabajo y la concentración; y que por este camino, el asceta puede llegar a un estado perfecto de generosidad, cumplimiento de los mandamientos budistas, tolerancia, tranquilidad y entendimiento. El hombre, por naturaleza, envejece. Tarde o temprano se convierte en un saco de enfermedades y al final muere. Pero mientras los deseos mundanales consumen la mente humana, la meta de las prácticas budistas es eliminar ese sufrimiento y lograr el confort y la felicidad. (Traducido por Joo Hasun)
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eSpecial 2 Vida diaria en un templo budista
Luces y sonidos que despiertan al templo Bae Bien-u Fot贸grafo
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Cu l tu ra y a rte d e Co re a
La arboleda de bamb繳 se agita con el viento en el Templo Songgwang.
K o r e a n a 覺 Ve r a n o 2 0 1 3
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Los monjes practican reverencias en las que inclinan todo su cuerpo, poniendo las rodillas, los codos y la frente en el suelo, en sus oraciones de la mañana en el Templo Songgwang.
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n la madrugada, cuando siquiera los albores se hacen sentir, el sonido de un gong de madera rompe el silencio en el patio del Templo Songgwang, rodeado de viejos pinos con grandes ramas extendidas. A continuación, el recitar
de los sutras se esparce serena, suave y solemnemente. Éstos son sucedidos por el eco de los cuatro instrumentos acústicos budistas; mientras el místico sonido del servicio de adoración que ofician los monjes se escucha en todo el templo e invoca la luz, dispersándose como si fueran cien diferentes hilos en un momento, y uniéndose al siguiente como si fueran solo uno. Finalmente, cuando el sol se asoma por el horizonte, los pájaros son los primeros en responder a la luz, y
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Cu l tu ra y a rte d e Co re a
las ramas de los árboles empiezan a ondear con el viento. El bosque comienza lentamente a susurrar. Los rayos del sol se sientan sobre el viejo tejado del templo y los bambúes, al tiempo que los pinos despiertan pausadamente de su sueño, y se mecen al ritmo del viento y la luz. Es la hora en la que toda vida en este mundo reacciona con voz propia. El sol matutino inunda con su luz el patio del templo y los árboles del jardín trasero, y motiva a cantar no sólo a los pájaros, sino también a los más pequeños seres animados. Así el silencio de la madrugada se derrite con la luz. Bajo el cielo azul, las verdes hojas crean olas que se agitan como el flujo y reflujo del mar. Entre vientos se encuentran y desK o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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El Templo Songgwang se ubica en el verde bosque de pinos al pie del Monte Jogye, en Suncheon, Jeolla del Sur.
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Cu l tu ra y a rte d e Co re a
encuentran, produciendo tiernos sonidos. Pasada la tarde, cuando la luz cae por el oeste tras una larga trayectoria por el cielo, el patio del templo se impregna de los maravillosos colores del atardecer. Una vez más, resuena el eco de los cuatro instrumentos acústicos budistas, que ilumina el corazón de hasta el ser más insignificante, cuando el sonido del servicio nocturno de adoración al Buda se hace más profundo. Entonces, el azul oscuro de la noche, que emana de la cresta de la montaña, envuelve el viejo templo.
(Traducido por Joo Hasun)
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eSpecial 3 Vida diaria en un templo budista
Gente ordinaria en contacto con la vida monacal: Lo que se obtiene al vaciar la mente Levantarse a las 3:00 de la mañana. Ordenar la mente al sonido del tambor y la campana del templo que espantan a la oscuridad. Asistir al servicio matutino. Hacer las 108 reverencias. Realizar el rito de la comida formal con cuatro cuencos (barugongyang), que no desperdicia ni un grano de arroz ni una partícula de ají en polvo. Meditar y pasear descalzo. Pasar una noche y dos días en un templo budista fue una experiencia de lo más especial. Yoo Cheol-sang Escritor de viajes | Ha Ji-kwon, Ahn Hong-beom Fotógrafos
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Cu l tu ra y a rte d e Co re a
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Las familias que participan en el programa ‘Estancia en el templo’ de Donghwa, toman un descanso en el porche del Monasterio de Stupa.
l programa ‘Estancia en el Templo’ (Temple Stay) comienza frente a una gran canasta, en la que los participantes se ven obligados a depositar sus teléfonos móviles, billeteras, cajetillas de cigarrillos y otras pertenencias. Antes de que los móviles sean confiscados, todos aprovechan el último minuto para hablar por teléfono con sus familiares y seres queridos; o para terminar algo que hubieran dejado incompleto. Después, frente a los participantes que están incómodamente sentados con la toga budista, aparece el monje a cargo del programa y les indica las reglas básicas de la vida en el templo. Los dos aspectos más importantes parecen ser el chasu y el anhaeng. “El chasu es llevar las manos una sobre la otra y colocarlas encima del vientre. Dentro del monasterio las manos al moverse deben estar siempre en esta posición. Cuando caminen, deben hacerlo en fila, como los gansos. A esto se le llama anhaeng. Deben mantener tanto una mente como una postura cautelosas, como si estuvieran sobre una fina capa de hielo”. ¿Sobre una fina capa de hielo? En realidad, el vivir diariamente ha sido hasta ahora como una fina capa de hielo, sobre la que uno andaba como si fuera un camino sólido, olvidando o tratando de olvidar que solo a un paso había un precipicio sin fondo.
La reverencia Como los participantes vienen desde distintas regiones del país, las actividades del programa ‘Estancia en el Templo’ empiezan por la tarde. Por eso, el itinerario del primer día es más bien suave. Entre amenas charlas con el monje, las horas necesarias para adaptarse a la toga budista y los paseos por entre los pinos centenarios del Monte Taehwa, los participantes comienzan a sentir hambre. Después de cenar, aprenden a hacer reverencias. Es un ensayo para el servicio matutino. Para hacer correctamente una reverencia, uno debe primero juntar las rodillas y los pies, y después inclinarse hasta el suelo para que la frente toque el piso. Aunque muchos lo hayan visto hacer en televisión u otros medios, para la mayoría supone la primera vez que hacen personalmente una reverencia completa al estilo budista. Hay quienes solo consideran una reverencia completa la del budismo tibetano; que consiste en inclinarse hasta acostarse en el suelo y extender los brazos y las piernas en forma de cruz, pero ésta es una idea equivocada. Es más, en cierto sentido, la genuflexión que realizan los novicios ante la cruz -en el momento de recibir el hábito en la Iglesia Católica- no se diferencia tanto de la reverencia budista. Tenía razón el monje al presentar los términos “templo” y “reverencia”-que tienen el mismo valor fonéticoen coreano- como un juego de palabras, y decir que “se llama templo (jeol), porque se hacen en este lugar muchas reverencias (jeol)”. Incluso hay muchos cojines de asiento que están gastados solo por las partes sobre las que se apoyan las rodillas y los codos. La reverencia es un acto que simboliza humildad, así como un proceso de búsqueda del verdadero yo, escondido detrás del orgullo, la fanfarronería, la angustia y el temor. En el monasterio budista, el dormir también es una práctica ascética. Es un tipo de meditación zen que se realiza sobre el suelo. Para ello, uno debe acostarse en silencio sobre el piso, juntar las manos, tenerlas sobre el vientre, sentir cuidadosamente el aire que inhala y exhala, sin olvidar hacer introspección hacia sus adentros, y reflexionar sobre qué pensamientos entran y salen del corazón. El monje budista recomienda no proceder a una lucha forzada contra la ansiedad mundanal, que nos persigue hasta en la oscuridad de un templo en lo más profundo del monte. Recomienda que simplemente se contemple. Desde el momento de ir a la cama hasta finalizar el desayuno, los participantes deben guardar silencio. No deben intercambiar miradas o gestos con otros. Se procede así para mirarse a uno mismo, sin distracciones. En algún rincón, alguien empieza a roncar. El servicio matutino 3:03 de la mañana. Los participantes se despiertan al sonido del gong de madera, que desplaza a la oscuridad. Todos se levantan, doblan las mantas que utilizaron y se reúnen frente a la pagoda de la campana. Nadie dice nada ni hace siquiera un guiño. El monje se detiene frente al tambor, después de tocar el instrumento acústico de metal en forma de nube. Toca el tambor, que es mucho más grande que su cuerpo, y despierta a todas las criaturas de este mundo que aún permanecían dormidas en la oscuridad. El sonido del tambor se esparce en la madrugada y hace eco al chocar con el Monte Taehwa, que envuelve al templo.
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Todavía de madrugada, la luna brilla sobre los abetos más allá del Puente al Paraíso. Los participantes marchan en una fila hacia el edificio principal del templo, al sonido de las 33 campanadas. Tras un breve servicio, hacen las 108 reverencias al compás del palo de bambú que hace sonar el monje con las manos. Mientras el monje reitera a los participantes que han de mirar hacia sus adentros; sus mentes se vacían debido a la respiración que se agita y al dolor que empiezan a sentir tanto en la cintura como en las rodillas. El rito de las reverencias termina antes de lo imaginado y los participantes se sientan arrodillados. Sin embargo, en esa incómoda postura, tampoco les resulta fácil ordenar su mente. Concluido el servicio, los participantes caminan con piernas temblorosas hasta la fuente al lado del templo. Siguen guardando silencio. Mientras cruzan el puente de rocas que atraviesa el valle y pasan por un sendero lleno de juncos, escuchan el lento despertar de las criaturas del cielo y la tierra. Sienten que su cuerpo y su mente reaccionan al más pequeño estímulo, a diferencia de cuando estaban en la gran ciudad.
Un tour por el templo El día ya está lleno de luz. El templo, repleto del cantar de los pájaros. Un extraño sonido, que se escucha como “rat-tat-tat-tat” está por todos los rincones. ¿Será la taladradora que los obreros utilizan allá donde se lleva a cabo la construcción de una carretera? En breve, se descubre el autor de ese sonido. Es el pájaro carpintero que todos vieron alguna vez en su infancia en los dibujos animados. Los participantes tratan de encontrarle para ver cómo pica el tronco de los árboles. Sin embargo, solo alcanzan a ver la cola del pájaro, que echa a volar. Finaliza la hora del desayuno. Por fin los participantes pueden hablar. También es momento para dar un paseo por el milenario Templo Magok, bajo la guía del monje. El Templo Magok se ubica en un hermoso valle. Sus edificios se levantan armoniosamente a ambas orillas del Arroyo Taehwa. Por un lado, está el modesto espacio para los ascetas y por otro,
Prácticas durante un programa de ‘Estancia en el templo’: cuando los participantes aprenden los rituales del templo para hacer reverencias completas (1), circunvalar la pagoda (2), e ingerir la comida de los cuatro cuencos (3), se encuentran cara a cara con su yo interior.
el majestuoso edificio para los oradores. Esta original arquitectura es lo que diferencia a este monasterio de otros templos budistas. Los visitantes deben caminar un largo rato por el valle, después de atravesar el puesto de venta de entradas, para llegar a Haetalmun o la Puerta de la Iluminación, que es la puerta principal del templo, y a Cheonwangmun o la Puerta de los Cuatro Reyes Celestiales, que es la segunda puerta principal. Luego hay que caminar por medio de una colección de estupas y dar una vuelta por la Sala del Pico del Buitre, antes de atravesar la Puerta de los Cuatro Reyes Celestiales, cruzar el Puente del Paraíso y llegar finalmente a la Sala Preciosa de la Gran Luz, donde reside Buda Vairocana. Unos pasos más hacia adentro, se sitúa la Sala del Gran Héroe, dedicada a Sakyamuni, donde los servicios a Buda se ofician tres veces al día. Los participantes del programa ‘Estancia en el Templo’ se hospedan en un edificio junto a la Sala Preciosa de la Gran Luz (Daegwangbojeon). Con los tesoros nacionales y otros numerosos patrimonios culturales que alberga, el Templo Magok es un espacio encantado en el valle de una montaña; cuyos edificios y pagodas encajan perfectamente con la naturaleza que les rodea, llena de pinos frondosos y hermosos cerezos.
La comida formal de cuatro cuencos Durante el almuerzo, se desarrolla el rito de la comida formal de cuatro cuencos o barugongyang. En un templo budista, incluso la comida es una forma de práctica ascética. Lo que se hace es juntar las manos al sonido del palo de bambú del monje y ordenar los cuatro cuencos sobre la bandeja según su tamaño. Luego, hay que verter en el recipiente más pequeño el agua necesaria para limpiar los cuencos una vez finalizada la comida, y seguidamente servir en el resto de los recipientes la sopa, el arroz, el kimchi y otras guarniciones en cantidades moderadas. Un último paso que se debe realizar antes de comer es coger un
Ubicación El Templo Magok se ubica en la localidad de Unam-ri, Sagok-myeon, en la ciudad de Gongju, provincial de Chungcheong del Sur (www. magoksa.or.kr). Para llegar, hay que tomar la Autopista 1 (Autopista Gyeongbu) y salir en la Intersección de Cheonan, para seguir por la Autopista Cheonan-Nonsan. Luego, hay que salir en el Cruce de Jeongan y conducir por la Carretera Local 604 durante unos 15 minutos, aproximadamente. Entonces, a la izquierda verán una señal que indica ‘Templo Magok’. Instalaciones La mayoría de los templos que forman parte del programa ‘Estancia en el Templo’ cuentan con un espacio de hospedaje para los participantes. El estado de estas instalaciones difiere según el monasterio. Las del Templo Magokson bastante confortables. Además, incluyen un gran comedor donde se ofrece un buffet, modernos cuartos de baño, etc. Los dormitorios son de uso colectivo, con la única distinción que se hace entre espacios para hombres y para mujeres. Las habitaciones cuentan con un óptimo sistema de calefacción y sábanas limpias. Pero, si son comparadas con las del Templo Geumsan o las del Templo Naeso, que son sólo para cinco personas, puede que mucha gente se sienta incómoda en ellas. (Dirección de la página web en inglés sobre el programa ‘Estancia en el Templo’ que la Orden Jogye administra a nivel nacional. http:// eng.templestay.com)
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Seúl
Montaña Museong Templo Magok
Interseccioñ de Cheonan Cruce de Jeongan Gongju
Montaña Chilgap
Autobuses express Autobuses interurbanos
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“Cuando participas en un programa de ‘Estancia en el templo’, abandonas el deseo de acaparar algo para ti mismo. Cuanto más dejas atrás antes de venir, más puedes llevarte”. 1
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2 © Unidad de Budismo Cultural de Corea de la orden budista coreana Jogye
1. La meditación en el bosque es parte del programa ‘Estancia en el templo’ de Tongdo. 2. Rito de preparación del té en el Templo Geumsan. 3. Los servicios de canto de sutras son los rituales más importantes del programa ‘Estancia en el templo’.
pedazo de kimchi, limpiarlo en la sopa y ponerlo a un costado del cuenco de arroz. Ya cuando se empieza a comer, uno debe procurar producir el menor ruido posible con los palillos, y por supuesto, guardar silencio: hay que comer sin hablar. Al terminar de comer, hay que echar un poco de agua en el recipiente donde se sirvió el arroz, y limpiar todos los cuencos de la bandeja con el pedazo de kimchi anteriormente aludido. Después de este procedimiento, uno debe comer ese trozo de kimchi y tomar el agua utilizada para la limpieza. Pero, esto no es todo. Como paso final, uno debe lavar el interior de los cuencos por última vez con el agua que había vertido al principio en el recipiente más pequeño. Dos tercios de esta agua son desechados, mientras el sobrante -con restos de condimentos y de arroz- debe ser tomado por quien sirvió la comida.
Epílogo Los programas ‘Estancia en el Templo’ difieren -aunque no mucho- según quienes participen. Pero en general, la parte más memorable suele ser la hora para “adentrarse en la mente” del primer día, y el paseo por la montaña con los pies descalzos de la segunda jornada. La hora para “adentrarse en la mente” es cuando cada uno de los participantes se presenta brevemente, y habla con total honestidad de las experiencias más difíciles que tuvo en la
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vida o de sus más fervientes deseos. Para la sorpresa de muchos, este intercambio de los pensamientos más profundos de uno mismo con otras personas, en su mayoría desconocidos, motiva a cada uno a echar una mirada a su interior. El paseo por la montaña con los pies descalzos, por su parte, permite a los participantes meditar mientras caminan por el Monte Taehwa durante más de dos horas. Sin embargo, la caminata no es solemne todo el tiempo; puesto que después de meditar –y a lo largo de diversos tramos del camino- los participantes conversan sobre cosas que no llegaron a compartir antes, en un ambiente ameno y riendo como niños. Para los participantes el paseo representa un momento de perfecto control mental y unión con la naturaleza. Después de atravesar la puerta final al abandonar el templo al día siguiente, uno recuerda las frases que escuchó cuando se inscribió en el programa ‘Estancia en el Templo’: “El Budismo se caracteriza por la falta de limitaciones. Lo llamamos también el vacío. Aceptamos a cualquiera sin condiciones. Cuando usted participe en el programa ‘Estancia en el Templo’, borre el deseo de obtener algo para sí mismo. De cuantas más cosas o pensamientos de deshaga antes de venir, más se llevará de esta experiencia”. Personalmente, no sé cuántas noches necesitaré pasar en un templo para librarme de todo el polvo acumulado en mi mente durante mis treinta y tantos años de vida; pero, al menos tomé la determinación de intentarlo de nuevo en un futuro cercano. (Traducido por Joo Hasun)
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Programa Estancia en el Templo en Seúl Templo Hwagye Es un monasterio que
de este recinto budista es de una noche y dos días; y se desarrolla el último fin de semana de queda cerca de la Intersección de Suyu; pero cada mes. Incluye ocho horas de meditación en su interior presenta un ambiente de lo más Seon al día, con la práctica del hwadu; así como sereno y encantador. Tras su puerta principal se la observación del silencio y el rito de las 108 reerigen robles, olmos y otros árboles que tienen verencias. Al final del itinerario, los participanuna fresca sombra. Es posible sentir la paz solo tes toman té con los monjes, pudiendo aprocon mirar el arroyo fluir desde lo alto del monvechar este momento para hacerles preguntas te Samgak, cuyas faldas se extienden detrás de sobre los temas de su meditación. este recinto budista. Establecido por el monje Tanmun del reino de Goryeo en el siglo X, este Teléfono: 02-3672-5945 templo conserva la historia y las tradiciones Sitio web: www.kilsangsa.or.kr budistas en sus altares y su campana. Aquí, Dirección: En la salida 6 de la Estación de la los participantes del programa ‘Estancia en el Universidad Hansung, de la línea 4 del metro Templo’asisten a servicios oficiados en el patio seulita, tomar el bus local número 2 o 3 y bajar mayor, cerca de la entrada al recinto monacal, en frente del SeonjamComplex. El templo está a en vez de la sala principal, que es un espacio La estatua de Avalokitesvara del Templo unos cinco minutos a pie desde la parada. cerrado. Asimismo, experimentan lo que es la Gilsang recuerda a la Virgen María. meditación Seon en el cuarto piso del Centro Zen Internacional. Muchos ascetas provenientes de otros países per- Templo Bongeun Este es un monasterio milenario que se ubimanecen en este lugar por una residencia de largo plazo; y por eso el ca entre los rascacielos del moderno barrio de Samseong-dong, en programa ‘Estancia en el Templo’ administrado por este monasterio Gangnam, la parte sureña de Seúl. Fue establecido por el Preceptor es de un solo día y está centrado en la meditación. En todo caso, in- Nacional Yeonheo del reino de Silla en el siglo VIII; y era el lugar cluye otras actividades ascéticas, tales como participar en los servicios, donde se llevaban a cabo los exámenes estatales de monjes durante la realizar trabajos comunales, meditar y dar paseos. Los paseos, que Dinastía Joseon. Si uno camina por el sendero de tierra desde la sala tienen lugar en el bosque y que invitan a los participantes a plantearse principal hacia donde están guardados los sutras en tablas de madera, el hwadu , son especialmente populares. puede ver a fieles rezando en la Sala Maitreya, que alberga una gran estatua del Futuro Buda. Mientras, al final del camino de madera y detrás del depósito de las tablas de los sutras, está el centro de meditaTeléfono: 02-909-2663 Sitio web: www.hwagyesa.org Dirección: En la salida 3 de la Estación de Suyu, de la línea 4 del me- ción Seon, donde tienen lugar las actividades del programa ‘Estancia tro seulita, tomar el bus local (Maeul Bus)número 2 con dirección al en el Templo’. Para organizar un programa de una noche y dos días, es necesario que se inscriban un mínimo de 10 personas. Pero también Templo Hwagye. existen otros programas más cortos, como el de tres horas -que se Templo Gilsang Ubicado en el barrio residencial Seongbuk-dong inicia a las 2:00 de la tarde todos los jueves- para invitar a los particide Seúl, el Templo Gilsang está abierto al público en general. En este pantes a experimentar la vida monacal. El programa incluye la comimonasteriono es necesario subir escaleras; ya que uno puede ver a da formal de cuatro cuencos, la práctica de la meditación, el servicio Buda a distancia. Sólo hay que caminar entre unos árboles para lle- budista y un taller de confección de tablas de sutras. Los participantes gar a un patio, donde se levanta la Sala del Paraíso (Geungnakjeon). son asistidos también por un grupo de voluntarios, entre ellos, fieles Detrás de la sala principal, hay un hermoso camino de madera que se budistas que saben hablar idiomas extranjeros y que poseen vastos extiende hasta el dormitorio de los monjes y el Pabellón del Retrato, conocimientos sobre budismo. donde yace el retrato del monge Beopjeong, que fue el pilar espiritual de este templo hasta su muerte en 2010. El hermoso paraje natural del Teléfono: 02-545-1448 monte Bugak, que abraza el centro seulita, se despliega hasta ambos Sitio web: www.bongeunsa.org Templo Hwagye costados del templo, haciendo de este lugar el favorito de los locales Dirección: En la salida 6 de la EstaTemplo Gilsang para disfrutar de una agradable caminata. A diferencia de los “templos ción de Samseong, de la línea milenarios” que existen en Corea del Sur, el Templo Gilsang se fundó 2 del metro seulita, caminar en 1995 en un lugar que previamente había sido un restaurante de alta recto unos 100 metros hacia la Templo Bongeun gama, que fue donado por su propietaria -una ex gisaeng o mujer de Torre ASEM. La entrada al Templo entretenimiento- antes de morir. El programa ‘Estancia en el Templo’ Bongeun está cruzando la calle. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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eSpecial 4 Vida diaria en un templo budista
La cocina del Templo Unmun La vida en el Templo Unmun respeta estrictamente el principio de "Un día sin trabajo es un día sin comer", que hace hincapié en la importancia del trabajo productivo en la vida cotidiana de los ascetas budistas. Las novicias -para ser Bhikkhunis del monasterio- se encargan de todos los quehaceres del templo, incluida la preparación de la comida diaria para casi 200 personas. Hasta cultivan con sus propias manos los granos y vegetales que sirven de ingredientes. Kim Young-ock Escritor autónomo | Ha Ji-kwon, Na Sang-ho Fotógrafos
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n cada templo hay una estructura tradicional llamada Iljumun, que literalmente significa “puerta de un pilar”, también conocida con el nombre de Puerta de la No-dualidad. Esta primera puerta del templo, es la puerta que separa el mundo secular y el recinto monacal. Sin embargo, a pesar de su nombre “puerta de un pilar”, la puerta no tiene un solo pilar sino dos que están alineados en una fila horizontal. Algunos afirman que su nombre proviene del precepto que establece que cualquier persona que entra en el templo por esta puerta, debe perseguir un solo propósito y librar la mente de todo conocimiento secular mientras busca la verdad. El Templo Unmun o Templo de la Puerta de la Nube, ubicado en Cheongdo, provincia de Gyeongsang del Norte en la parte sur de Corea, fue construido hace unos 1.500 años. Este gran monasterio de bhikkhunis (bhikkuni, palabra en sánscrito que se refiere a una mujer monástica budista) también tiene su propia “puerta de un pilar”. Sin embargo, lo que en este lugar sirve realmente como puerta que hace de límite entre dos mundos diferentes, es el extenso bosque de pinos que se erige a la entrada del monasterio. Se dice que los bosques de pinos tienen el poder de liberar de los problemas de la vida la mente de quienes habitan o pasean por su interior. Incluso se cuenta que realmente hubo una mujer que renunció a la vida secular para convertirse en asceta, después de ver a unas monjas con túnicas grises en los pinares.
Las bhikkunis y el Templo Unmun El Templo Unmun, no es simplemente un templo budista; sino que además es un seminario donde K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
se enseñan y se investigan las escrituras budistas. En él, residen unas 200 monjas y, de ellas, unas 150 son alumnos de la universidad monástica. En cuanto al número de estudiantes, este Templo cuenta con el mayor número de estudiantes monásticos, no sólo de entre los cinco monasterios para bhikkunis del país; sino también tomando en cuenta las instituciones que enseñan a los bhikkus (bhikku, palabra en sánscrito que designa a un hombre monástico budista). Una de las costumbres tradicionales que aún se observa en la universidad monástica de este histórico templo es la práctica ascética -que continúa las 24 horas del día- la cual obliga a los alumnos a intervenir en las actividades monacales durante todo el día. Las monjas que aún son estudiantes pasan cuatro años en el templo, atendiendo a los cursos requeridos para ordenarse monjas. Durante el periodo de vida en común, leen las Escrituras y aprenden los rituales para iniciarse en el duro camino del ascetismo. Llevan una agenda diaria muy apretada y programada de antemano hasta el más mínimo detalle. El día comienza a las 3:00 de la mañana, cuando avanzan por el pasillo principal Dharma, cantando oraciones al compás del sonido del gong de madera, para limpiar el templo antes del servicio matutino. Después de este servicio de la mañana, meditan o estudian en sus habitaciones hasta el desayuno. Desde las 2:00 de la tarde toman clase durante dos horas y de nuevo meditan durante varias horas, desde que finaliza el servicio de la noche hasta las 9:00, momento en que terminan
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1, 2. Monjas en preparación realizan trabajos comunitarios. 3. Una carretera tranquila -que se abre paso entre un espeso bosque de pinos- conduce al Templo Unmun.
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un día le escondieron su azada. Ante esta acción de sus alumnos, las actividades del día. En las sesiones de la tarde se desarrollan Baizhang Huaihai protestó negándose a comer; por lo que su azada los debates -método de enseñanza de larga tradición en esta unile fue devuelta. Fue entonces cuando el maestro dijo la célebre versidad monástica- seguidos por la preparación de las clases del frase: “Un día sin trabajo es un día sin comer”. Los vegetales que día siguiente. Ante esta apretada agenda, alguien comenta con una el maestro aconsejaba cultivar a sus alumnos durante todo el año, sonrisa: “¡Aquí usted puede hacer 84.000 tareas en un minuto!” dividido en cuatro periodos, incluían lechugas, acelgas, berenjenas, La fiel conservación de los templos y el espíritu de la vida calabazas, pepinos, girasoles, rábanos y espinacas. Los actuales monástica, que caracterizan al Budismo Coreano, destacan en la cultivos cosechados en el Templo Unmun, no comprenden exactahistoria mundial del budismo. Su orden de bhikkhunis,sobre todo, mente los vegetales mencionados en esta antigua lista. Sin embares un patrimonio especialmente apreciado por la dimensión que go, nadie contradirá que este templo sigue fielmente las enseñantiene, así como por las rigurosas prácticas ascéticas que realizan zas de Baizhang Huaihai; y que este aspecto es una característica sus integrantes. Sin duda, es la comunidad monástica de mujeres singular que lo diferencia de otros templos budistas coreanos. budistas más grande del mundo. El Templo Unmun fue construido en 557 por un monje del Reino de Silla que alcanzó la iluminación después de seguir el camino del El rito del comer ascetismo durante muchos años en una pequeña choza en GeumToda actividad llevada a cabo en un templo forma parte de la su-dong, que se ubica al lado de un valle del Monte Hogeo o “Monte práctica espiritual. Junto al recitar de sutras durante los servidel tigre agachado”. El templo cios ofrecidos a Buda, el rito de comenzó como un monasterio la comida es sin duda el más para monjes masculinos; pero simbólico de todos los rituales en 1958 en su interior se inaubudistas por el profundo signiguró la primera universidad ficado que entraña. A la hora de monástica para budistas femela comida, todos los ascetas del ninas de Corea. La venerable templo se reúnen en una gran Myeongseong, que actualmente sala, vestidos con túnicas, para es la monja de más alto rango en llevar a cabo en silencio el rito el templo, asumió la docencia en de la comida formal con cuatro esta institución en 1970. Desde cuencos (barugongyang ). Tan 1977 y durante dos décadas, se simbólico ritual comienza con el 1 desempeñó como abadesa del sonido de un badajo de bambú. templo e instructora-jefe de la Antes de comer, los alimen1. El Templo Unmun, donde viven unas 200 monjas residentes, se encuentra entre los frondosos árboles del Monte Hogeo o “Monte del tigre agazapado”. escuela. En particular, ha contritos son servidos en cuatro reci2, 3. Las monjas estudiantes se encargan de la cocina. Preparan las hojas de té buido en gran medida al progrepientes separados de diferentes (2) y cocinan arroz en la estufa de leña, bajo el santuario del ‘Dios de la cocina’ (3). so del templo, remodelando sus tamaños. Después de comer edificios y formando con dedicación a numerosas monjas estudiantodo el contenido de los cuencos, éstos son enjuagados con agua tes al mismo tiempo. que luego los ascetas beben. Este proceso se repite varias veces antes de secar con un paño y apilar los cuencos. Finalmente, los cuatro cuencos o baru son juntados después de la comida. Quienes Labrando la tierra se inician en la práctica budista deben seguir este rito, que repreEl templo tiene una política de autoabastecimiento en lo que senta las virtudes de la igualdad, la austeridad, la pureza, la modea producción de alimentos se refiere. El trabajo de alimentar a la ración y las Seis Concordias; es decir, la concordia del cuerpo, el gran comunidad comienza a principios de la primavera con los habla, la mente, la moralidad, el conocimiento y la distribución del estudiantes de segundo año de la Universidad monástica, que son sustento. los responsables de las tareas agrícolas. En otoño, época de coseEn cada comida los ascetas reafirman la importancia de este cha, los estudiantes a menudo dedican más de cinco horas diarias ritual, recitando antes de empezar a comer un canto llamado “Las al trabajo comunal (ullyeok). cinco estrofas del conocimiento”, que plantea la siguiente preBaizhang Huaihai (720-814), el maestro Zen chino que realizó un gunta: “¿De dónde procede esta comida?”. “La verdad del monte estudio exhaustivo de las organizaciones e instituciones Zen chino está sólo en el monte”. La comida del templo y las formas de nas para establecer las tradiciones del budismo chino, destacó la prepararla y comerla, atraen las miradas no sólo de los coreanos, importancia del trabajo productivo para los practicantes espirituasino también de extranjeros, por el profundo significado espiritual les. De hecho, él mismo siguió trabajando en los campos, incluso inmerso en la solemne práctica del comer. en la vejez, y sus discípulos, preocupados por la salud del maestro,
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La administración de la cocina La administración de la cocina en el patio trasero del templo y los quehaceres relacionados, están a cargo de los estudiantes de tercer año de la Universidad monástica. Ellos trabajan juntos para preparar la comida, bajo la dirección del administrador-jefe (wonju), responsable general de los quehaceres. El administrador-jefe es asistido en sus labores por el administrador-adjunto (byeoljwa ), que planea el menú y también cocina. Como el menú es estrictamente vegetariano, una importante fuente de proteínas son los frijoles, que bien son donados por los fieles o bien adquiridos en tiendas, dado su difícil cultivo. Los brotes de soja, que necesitan ser regados con frecuencia para que sean de buena calidad, son cultivados en la cocina del templo. En el patio trasero hay mucho trabajo ya desde las 4:00 de la mañana, después del servicio matutino, hasta las 6:00, cuando se sirve el desayuno. La oración al Dios de la Cocina (jowang) es una costumbre que ha sido practicada durante largo tiempo por ascetas y laicos por igual. Se cree que ese Dios protege a las personas de la desgracia y les ayuda a mantenerse saludables; y la costumbre de rezarle implica la gran importancia que se da a la cocina, donde se preparan los alimentos diarios. En el Templo Unmun, las monjas se enjuagan la boca, se lavan las manos y hacen una reverencia al Dios de la Cocina antes de entrar a la cocina todas las mañanas. Asimismo, un servicio de ofrenda al Dios de la Cocina se lleva a cabo cada mes, exactamente durante la mañana del último día de cada mes lunar. Este consiste en colocar pasteles de arroz, cubiertos con frijoles rojos triturados, en el altar del Salón Dorado, el edificio más antiguo del templo. El rito de la comida formal con cuatro cuencos se realiza en la hora del desayuno y todos los miembros de la comunidad participan. En el almuerzo y la cena, seis o siete personas comen juntas alrededor de una misma mesa. Las antiguas reglas de planificación del menú aconsejaban el uso de productos estacionales, recomendaban evitar el uso excesivo de sal o aceite, y prohibían el uso de las llamadas ‘cinco verduras picantes’, entre ellas el ajo, la cebolleta y el puerro, pues se pensaba que perturbaban la mente. Los únicos tres días al mes en los que se aplica con menor rigidez el principio de uso mínimo de aceite, son aquéllos en los que los monjes se rapan la cabeza. Antiguamente se creía que los monjes necesitarían ánimos los días en que se cortaban el cabello, símbolo de emociones destructivas y delirios. En esos días, el menú incluye platos con cierta cantidad de grasa, tales como arroz glutinoso cocinado con frijoles rojos, castañas, dátiles, piñones y otros ingredientes (chalbap), sopa de algas (miyeokguk), champiñones negros fritos con salsa agridulce (mogi-beoseot tangsu), fideos de alforfón salteados con verduras (japchae), y batatas fritas y caramelizadas con azúcar (matang). El menú se decide en base a ingredientes disponibles, ya sean cultivados en el templo o donados, y no se limita a platos tradicionales. Las monjas estudiantes con menos experiencia a menudo no llegan a comer suficiente en el desayuno, que se sirve muy temprano por la mañana, aunque la comida incluya platos no muy fuertes en sabor y de fácil digestión. Esto se debe a los radicales cambios producidos en K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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La vida en el Templo Unmun respeta estrictamente el principio de “Un día sin trabajo es un día sin comer”, que hace hincapié en la importancia del trabajo productivo en la vida cotidiana de los ascetas budistas. Las novicias, para ser Bhikkhunis del monasterio, se encargan de todos los quehaceres del templo, incluida la preparación de la comida diaria para casi 200 personas. Hasta cultivan con sus propias manos los granos y vegetales que sirven de ingredientes. su ritmo de vida diaria después de unirse a la orden monástica. En Tradición y modernidad los días de trabajo agrícola colectivo, cuando todos los ascetas del Uno de los rincones visualmente más hermosos del templo es templo salen a labrar la tierra, se suelen servir pequeñas merien- el patio donde se ubican los grandes tarros de condimentos ferdas, como fideos, galletas de arroz o pan. Sin embargo, aun así, hay mentados, que brillan bajo el sol de la tarde. Cada uno lleva una veces que no es fácil saciar el hambre. Y en estos casos lo que se etiqueta con el nombre del condimento que contiene y la fecha de hace es usar como ingrediente los pasteles de arroz donados por su preparación: pasta de soja, pasta de ají, salsa de soja, vinagre de los fieles para preparar ttokbokki, cortándolos en tiras y cocinándo- caqui, sal, etc. Otro elemento destacable de la cocina del monastelos con salsa picante. También a veces se preparan pizzas, ponien- rio, es la caldera de hierro fundido y de gran dimensión, que se utido diversos tipos de verduras sobre una masa hecha con arroz liza para hervir la soja para la pasta de soja o para cocinar, tanto el arroz como la sopa, para toda la cocido. multitud que se congrega en los La vida colectiva en el templo mayores eventos del templo. Los hace que sus residentes sean alimentos cocinados en la caldemás vulnerables ante afecciora adquieren un sabor profundo. nes contagiosas como la gripe Y tan sabroso aspecto, es difícilo el resfriado. Por eso, cuando mente igualado por platos prealguien adquiere una de estas parados aún con los más moderenfermedades, se le prepara nos equipos de cocina. una sopa caliente con brotes de También son llamativos los soja, rábano y setas cosechadas depósitos de alimentos consy disecadas en otoño. El té de truidos a lo largo del arroyo que canela y el té de jengibre tamfluye junto al templo. Uno de bién son buenos para aliviar los ellos tiene un frigorífico surtido síntomas del resfriado. En otros 1 con kimchi de col china, prepatemplos, el remedio que se utirado antes del inicio del invierliza para el resfriado es el líqui1. Bloques de soja fermentada (meju) se dejan secar al sol. Se utilizan para hacer la salsa y pasta de soja que se consumen en el templo durante todo el año. no por las monjas estudiantes do amarillento que se obtiene 2. El ritual de la comida es una rigurosa práctica que se lleva a cabo en silencio. del monasterio.En él también al remojar los brotes de soja en se guarda el ají en polvo, que es almíbar, mezcla que se conserva a temperaturas muy altas durante unos días. En el templo, los uno de los aderezos básicos de la gastronomía coreana; mientras ingredientes para preparar té no se limitan a las hojas del árbol que los depósitos con un buen sistema de ventilación, son utilizados de té; ya que además se usan la raíz del sello de Salomón, rába- para almacenar las verduras secas elaboradas cada otoño, como nos, alcachofas, bolsa de pastor y dátiles; que son cultivados en el pimientos rojos, soja, semillas de sésamo, semillas de perilla y calabacín, así como hierbas aromáticas silvestres de las montañas; que monasterio o recogidos en la naturaleza. Hay un viejo dicho que reza: “Un grano de arroz es el producto incluyen unas especies de pimienta de montaña llamadas sancho (Z. de siete geun (unas 9 libras) de sudor del campesino”. En honor a schinifolium) o jepi (Z. piperitum), y otras hierbas medicinales. Para su significado, los restos de comida que se producen en la cocina las conservas en salsa de soja, pasta de ají o vinagre; de vegetales del templo, son mezclados con hojas caídas y malas hierbas; así como rábanos, pimiento verde, deodeok (Codonopsislanceolata), como con el serrín sobrante de las obras de renovación del templo, ciruelas verdes, raíces de loto, setas y brotes de perilla, se utiliza un con cenizas y excrementos humanos, que son fermentados para almacén frío. Estos alimentos, perfectamente preparados y ordenaser utilizados como fertilizantes. dos, muestran la dimensión de la cocina del Templo Unmun. Otro
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de los depósitos alberga una gran variedad de herramientas como azadas, escobas, cestas de verduras, taburetes bajos y botas de goma. Éstas permanecen colgadas formando una hilera en la pared, y el paisaje que crean provoca tanto la risa como un sentimiento de solemnidad en quien lo contempla. El aforismo budista “Mira bien lo que hay debajo de tus pies”, que recomienda a los fieles comportarse siempre con cuidado, se refleja no sólo en los zapatos de goma blanca nítidamente colocados frente a la Sala Dharma; sino también en cómo las herramientas son ordenadas en el depósito. Lamentablemente nadie puede afirmar con seguridad hasta cuándo podrá preservarse este paisaje monacal en medio de las fuertes olas de modernidad. Los nuevos tiempos exigen a las universidades monásticas la enseñanza de una gama más amplia de disciplinas; mientras que el número de monjas ordenadas muestra un claro descenso. La edad media de ordenación es cada vez mayor (actualmente unos 30 años); y algunos de los estudiantes, que han experimentado la dureza de las labores del templo, entre la preparación de la comida y el cultivo de un campo de casi cinco hectáreas, sienten que todo ese trabajo es demasiado para ellos. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
Ante esta situación, el Templo Unmun planea renovar su cocina, instalando modernos equipos como lavavajillas; y estufas de gas en lugar de las calderas tradicionales. Incluso debaten sobre si delegar la planificación del menú, que actualmente es una tarea asignada a las estudiantes monásticas, a nutricionistas profesionales. La monja Iljin, es la abadesa del templo que está a cargo de la dirección general de todas las actividades del monasterio; aunque en este proceso siempre agradece los consejos que le pudieran dar los monjes mayores o incluso más jóvenes que ella. También es la profesora de la clase del Sutra Avatamsaka en la Universidad monástica. La monja Iljin aún hace las compras por sí misma; mientras que la gente se pregunta por qué la abadesa del templo se encarga de esta tarea. La respuesta que da la monja, sonriente, es: “Yo no soy la monja de más edad o de mayor rango. Soy la administradora del templo”. La Venerable Iljin dice que hay que respetar y seguir las tradiciones, pero no aferrarse a ellas. Sin duda, es una monja humilde y de ideas progresistas, que cree firmemente que los problemas no deben ser evadidos, sino resueltos del modo más realista. (Traducido por Joo Hasun)
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Cómics coreanos: vanguardia en un entorno digital altamente cambiante
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La exposición especial preparada por Corea para el 40º Festival Internacional del Cómic de Angoulême, el festival de cómics más importante de Europa y el segundo más grande del mundo, celebraba abiertamente la llegada de la era digital. Consiguió mostrar con eficacia el nivel de los webtoons o dibujos animados para web de Corea, esbozando con maestría las líneas futuras o próximos pasos del mundo del cómic.
Park In-ha Crítico de cómics y profesor del
Departamento de Creación de dibujos animados y tebeos del Colegio de Industrias Culturales Chungkang
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urante el 40º Festival Internacional del Cómic de Angoulême, celebrado a principios de este año, Corea presentó una exposición especial de cómics creados para la web o webtoons, bajo el título de “Au-de là Bande Dessinée” (Más allá del cómic). La exposición se llevó a cabo del 31 de enero al 3 de febrero en la Place Saint-Martial, situada en el centro de Angulema, un tranquilo pueblo al suroeste de Francia. Tanto el título como el contenido de la exposición ya albergan muchas implicaciones, máxime si tomamos en cuenta que, cuando Corea participó por primera vez en el festival hace una década como invitado de honor, la atención se centró en el dinamismo del cómic coreano o manhwa, entonces prácticamente desconocido por los lectores europeos.
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La exposición especial de este año, refleja la evolución de los puntos fuertes del cómic coreano. En primer lugar, la muestra tuvo como objetivo conectar más ampliamente con los lectores de cómics en el extranjero, mediante la estratégica adopción en el título de un término más universal como es bande dessinée (literalmente “tiras dibujadas”), en lugar de la palabra coreana manhwa. En segundo lugar, destacaba la dimensión digital única y altamente avanzada de la creatividad en Corea. En efecto, mientras que la primera exposición de 2003 tan sólo anticipaba el incipiente potencial del mercado de webtoons en Corea, la exposición de 2013, bajo el lema “Play with Digital”, puso de relieve los últimos avances tecnológicos del cómic de Corea, basados en creaciones para Internet. Mostraba cómo los artistas coreanos emplean certeramente la animación flash y otras técnicas de etiquetado –o tagging- en HTLM, para maximizar los efectos ópticos y de sonido durante la visualización habitual de los webtoons en dispositivos móviles al hacer scroll-down, o por medio de una lectura vertical descendente. Por ello mostraron diversas piezas webtoon –creadas por profesionales y aficionados- y optimizadas tanto para pantallas anchas como para tablet PCs y otros portátiles digitales.
Un personaje de dibujos animados de "Bandido Lim" creado por Lee Dooho (izquierda); y otro personaje de "La historia de Gisaeng" por Kim Dong-hwa (abajo). Ambos artistas participaron en la Exposición de Caricaturistas Clásicos de Corea, en el 40º Festival Internacional del Cómic de Angoulême.
‘Jugar con lo digital’ Los visitantes franceses que acudieron al festival, disfrutaron enormemente con los webtoons coreanos gracias a las técnicas digitales utilizadas. En el espeluznante “Bongcheon-dong Ghost”, por ejemplo, gritaban cuando el fantasma repentinamente se da la vuelta para mirar a la pantalla; y en el thriller de acción “Gisado”, saltaban cuando la campana de la puerta sonaba inquietantemente. Por poner otro ejemplo, también impactaba “The Story of Constanze: The Strange Survival”, un cortometraje animado que se reproducía de repente, logrando atraer a un público que, inconscientemente, adoptaba el punto de vista de uno de los personajes de este dibujo animado, y era visto a la vez que miraba el vídeo. Pero sin duda la respuesta más sorprendente llegó por parte de los más jóvenes. Un profesor francés de 40 años, que acompañaba a un grupo de estudiantes, dijo: “Fue una experiencia nueva para mí leer cómics coreanos desplazando la pantalla hacia abajo. Los estudiantes parecían disfrutar con ellos, porque esos cómics eran casi como películas”. Asimismo, la revista francesa L’Express también reseñó la aportación de Corea a la muestra, recalcando que los webtoons coreanos supusieron toda una nueva experiencia, sobre todo para los lectores acostumbrados a los cómics impresos convencionales. Debería ser reseñable que incluso Francia, país que cuenta con una industria de larga tradición de dibujos animados impresos, muestre un enorme interés en estos cómics en ciernes creados para la web. El primer portal de habla francesa para webtoons, “Delitoon.com”, fue lanzado en mayo de 2012 por Casterman, la editorial líder de cómics en lengua francesa. “En Europa también muchos artistas de dibujos animados jóvenes y con talento, gestionan sus propios blogs para mostrar sus webtoons. Algunos de los más brillantes han comenzado a dar vida a una serie de dibujos animados en Delitoon, siguiendo el precedente de Corea”, comentó Didier Borg, de 45 años, editor y administrador de Casterman en Delitoon. Los webtoons coreanos empezaron a estar disponibles en Delitoon a partir de marzo de este año. Agitación digital en la industria del cómic Durante la última década los cómics coreanos han experimentado un cambio notable, sobre todo a medida que las plataformas digitales se adueñaron del escenario de la industria editorial de cómics, dejando a un lado los tradicionales medios impresos. Para algunos, el cambio fue rápido y violento, mientras que para otros, fue una transformación más gradual. Los primeros fueron, en su mayoría, aquellos involucrados en la industria del cómic basada en la impresión: editores de dibujos animados convencionales, o propietarios de los míticos cartoon cafes que florecieron décadas antes de la llegada de la revolución digital. Por el contrario, los aficionados a los dibujos en general, parecen haber migrado sin problemas a esa nueva plataforma que es la web, utilizando con destreza sus dispositivos digitales para acceder a sus series favoritas de dibujos animados. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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“Comic Journal” es la más reciente aplicación móvil creada para los fans de los cómics coreanos, tanto en Corea como en el extranjero, y está disponible en coreano y en inglés. Desde esta aplicación móvil, lanzada en marzo de este año por la Agencia Coreana de Contenidos Manhwa (KOMACON), se puede acceder a mucha y variada información relacionada con este nuevo formato digital del género. De hecho, el cambio tecnológico ha supuesto un cambio significativo en el consumo de cómics en Corea. Según una encuesta realizada en 2012 -por la Comisión de Comunicaciones de Corea y la Agencia de Seguridad de Internet de Corea- sobre el uso de Internet en la nación, el 82,1 por ciento de los hogares coreanos tenía acceso a Internet en 2012; frente al 49,8 por ciento de 2002. A partir de julio de 2012, la friolera del 78,4 por ciento de la población de Corea, de 3 años o más, utiliza Internet; cifra que aumenta al 99 por ciento para el grupo de edad de entre 10 y 29 años. Además, la encuesta muestra que un 63,7 por ciento de los niños de 6 años o más, posee sus propios dispositivos digitales como teléfonos inteligentes o tabletas. Gracias a la rápida propagación de este entorno digital, los webtoons en Corea se han convertido en uno de los mercados más grandes de cómics del mundo. Para la mayoría de los coreanos, el acceso a Internet de alta velocidad es el medio habitual de adquisición de información. Más concretamente, sus fuentes en línea están muy centralizadas: los dos mayores sitios web son los portales Naver y Daum, que cuentan con el 73,5 por ciento y con el 20 por ciento del mercado nacional, respectivamente, lo que supone una cuota de mercado del 93,5 por ciento. Como parte de su estrategia para mantener esta posición, estos dos portales gigantes ofrecen una amplia gama de servicios de información gratuitos, e incluso webtoons. El mercado de webtoons ha crecido de manera constante desde la primera serie webtoon aparecida en el año 2000. Y en diciembre de 2012, las actualizaciones semanales de webtoons llegaron a 145 en Naver, y a 108 en Daum. Esto significa que, al menos 253 nuevos episodios se publican cada semana a través de los dos principales canales coreanos en línea, lo que supone un volumen de producción equivalente al de –por lo menos17 revistas convencionales de cómics impresos; dado que un cómic de una revista offline, contiene una media de entre 10 y 15 series de dibujos. Dado que la ubicuidad de acceso a Internet en cualquier parte de Corea, ofrece un ambiente propicio para que en el país crezca exponencialmente el número de lectores de historietas, cada vez más artistas intentan mostrar su vena creativa por medio de los webtoons. E incluso hay agentes de policía o maestros que también comparten sus experiencias de trabajo a través de los webtoons. Por ejemplo
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“PolStory”, abreviatura de “Police Story”, una serie iniciada en 2007 por un oficial de policía llamado Hyeon Gyeong-ju, ha obtenido tanta popularidad que ha logrado mantener un espacio regular en el blog oficial de la Agencia de Policía Nacional, “Pol in love”. Similar es el ejemplo de “Goshisaeng-Toon”, un webtoon sobre el examen estatal de preparatoria, creado por una dibujante llamada SERI, que mostraba la vida cotidiana de la autora mientras se prepara para los exámenes del Gobierno para la acreditación de maestros. Después de haber pasado los exámenes y haberse convertido en profesora, la autora ha iniciado una nueva serie llamada “Saem-Toon”, que significa “webtoon del profesor”.
Explorar el futuro de los cómics Además de la exposición sobre webtoon, el festival de Angoulême de este año también destacó las nuevas tendencias basadas en el formato del cómic tradicional. Las obras de dibujantes clásicos coreanos, como Lee Doo-ho y Kim Dong-hwa, que han sido traducidas al francés, fueron exploradas junto a las obras de otros 13 artistas jóvenes que muestran una fuerte devoción por el auteurism, una tendencia que entró en escena a partir del año 2000. Estos autores presentan una amplia gama de contenido original donde tratan con su yo interior, sus recuerdos nostálgicos, la familia, la historia y las realidades sociales ocultas. Fue una oportunidad única para los aficionados europeos de poder redescubrir el lirismo singular ofrecido en los dibujos animados de Corea. Durante el festival, algunas de sus obras fueron vendidas para ser publicadas en el extranjero. La expresión francesa bande dessinée y la palabra japonesa manga, pueden ser vistas como equivalentes de la palabra inglesa cómic. Sin embargo, desde la década de 1990, los cómics japoneses se han convertido en un género tan bien establecido que el manga es ahora un término aceptado en cualquier idioma. Cuando el manhwa coreano fue presentado por primera vez en el extranjero, solía ser confundido con el manga, debido a la similitud de estilos. El término manhwa comenzó a entrar en circulación después de la participación de Corea en el 30º Festival Internacional del Cómic de Angoulême en 2003, y gracias a los fervientes esfuerzos de los dibujantes coreanos y del Gobierno de Corea por promover el manhwa en los mercados extranjeros. El editor de manhwa Casterman, por ejemplo, utiliza tanto el término de bande dessinée coréenne (cómic coreano) como el de manwha, para referirse a la colección de cómics coreanos de la marca “Hanguk”, que significa “Corea”, traducida por dicha editorial francesa. Las publicaciones de manhwa de Casterman incluyen trabajos como “Catsby” y “Killer Romance” de Doha; “Histoire couleur terre” de Kim Dong-hwa; y “Tiempos” y "Apartamento”, de Kang Full. El uso de bande dessinée en lugar de manhwa en el título de la muestra “Au-de làBande Dessinée”, refleja el carácter prospectivo de esta exposición coreana tan singular. Este término más universal fue deliberadamente adoptado como muestra de confianza en que las obras coreanas marcan el futuro de los cómics en un entorno digital: de que los cómics coreanos de hoy en día esbozan, por así decirlo, una tendencia general de por dónde irán los cómics del mañana. “Comic Journal” es la más reciente aplicación móvil creada para los fans de los cómics coreanos, tanto en Corea como en el extranjero, y está disponible en coreano e inglés. Esta aplicación móvil, lanzada en marzo de este año por la Agencia Coreana de Contenidos Manhwa (KOMACON), ofrece mucha y variada información relacionada con el género, como la “Korean Comics 100 Anthology” (una compilación de los 100 cómics más representativos de Corea); así como opiniones autorizadas, noticias sobre los últimos lanzamientos, entrevistas a dibujantes coreanos, y enlaces a las páginas en redes sociales de los artistas de webtoons de mayor renombre. ¿Pueden las obras coreanas continuar abriendo camino a los dibujos animados del futuro? Depende de la nueva generación del país, que actualmente crece “jugando con lo digital”. (Algunos informes de campo y entrevistas reflejadas en este artículo fueron cubiertos por Lee Young-hee, del JoongAng Ilbo) (Traducido por Javier Castañeda) K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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1. La Exposición Especial de Comics Coreanos, titulada “Au-de LàBande Dessinée”, se celebra en la plaza de Saint-Martial, en el centro de Angoulême. 2. Visitantes contemplan obras de dibujantes coreanos y expresan sus puntos de vista sobre el festival.
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entrevista
Yu Jin-gyu mimo pionero, lidera el Festival Internacional de Mímica de Chuncheon
Yu Jin-gyu ofrece una actuación de su obra mímica “Manos Vacías”. A través de la mímica representa la danza de un chamán. Al usar los cuchillos de un ancestral ritual coreano, expresa el significado que sobre su existencia un hombre adquiere durante la vida, y deja el mundo para siempre, sin posesiones.
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Todos los años en mayo, la ciudad lacustre de Chuncheon anticipa la emocionante temporada del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon. El famoso artista mímico, Yu Jin-gyu, lleva organizando los festivales anuales durante los pasados 25 años en esta pintoresca ciudad, bendecida con lagos, montañas y un río. Como las creaciones escénicas propias del mimo han evolucionado para profundizar la comunicación con su público, el festival ha continuado ampliando su compromiso con el público en general. Kim Jung-hyo Crítico teatral y profesor, Universidad de Keimyung | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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n 1968, como estudiante de secundaria, Yu Jin-gyu quedó profundamente impresionado por la poderosa puesta en escena realizada en Seúl por el artista mímico alemán Rolf Scharre. A pesar de que fue a la universidad para estudiar veterinaria, pronto dejó la escuela en busca de una carrera en el escenario como mimo, comenzando en 1971 a participar en talleres de la compañía teatral Ejotto, el primer grupo de mimos de Corea. Él organizó el primer Festival de Mímica en Corea, celebrado en mayo de 1989 en el Espacio Teatral en Seúl. Veinticinco años después, el evento ha crecido hasta llegar a ser uno de los festivales de artes escénicas más prestigiosos del país y del extranjero. Muchos críticos comparan a menudo la historia de la vida personal de YuJin-gyu, con el desarrollo de la mímica coreana como género de artes escénicas.
La mímica aparece Kim Jung-hyo: “Habitación roja”, la primera de tu “Serie de habitaciones”, nos indicó que tu arte mímico había comenzado a evolucionar hacia algo diferente respecto a tus trabajos anteriores. Durante los tres años siguientes, se presentaron “Habitación blanca” y “Habitación negra”. ¿Cúal fue tu intención al crear esta serie? Yu Jin-gyu: Yo siempre había contemplado la posibilidad de ir más allá del uso y la exhibición del cuerpo en el escenario. Quise probar algo nuevo. La inspiración llegó en el momento menos pensado, cuando estuve hospitalizado durante unos seis meses tras un accidente de coche. Mientras me recuperaba de varias operaciones en el hospital, no me permitían moverme. Acostado en la cama, me preguntaba: “¿Cómo podría hacer un espectáculo de mímica con el cuerpo atado?” Y la solución que encontré fue, en vez de moverme yo, hacer moverse al público. Después de recuperarme, hice mi primera representación de “Habitación roja” en el Centro de Arte de Insa, una sala de exposiciones, en vez de en un escenario teatral convencional. En la representación de “Habitación roja”, los espectadores entran en la sala uno por uno, en intervalos de un minuto. Pasan a través de una serie de espacios y finalmente llegan a la última habitación, que es donde estoy yo. Con este esquema, el espectador es actor y observador al mismo tiempo. Cuando se encuentran con mi presencia en la última habitación, les sirvo un poco de vino y té, en un gesto de agradecimiento por su esfuerzo. “Habitación roja” no tenía la intención de mostrar algo al público, pero establece un tiempo/espacio en el que se invita a los espectadores a pensar junto al artista, y a realizar un programa común que, en mi opinión, es teatro en sí mismo. La “Serie de habitaciones” es una cadena de este tipo de intentos de colaboración con el público. En retrospectiva, creo que el dolor físico se ha transformado a menudo en una significativa fuente de inspiración para mi progreso artístico. Por ejemplo, cuando en 1997 me diagnosticaron un tumor cerebral, la enfermedad me dio tiempo para reflexionar sobriamente sobre mis vanos deseos y mi persistencia, que creo fueron la causa de mi enfermedad. Después de recuperarme, en 1998 monté un espectáculo de mímica llamado “Manos Vacías”, como parte de mis esfuerzos para dejar de lado mi ego y obstinación. Traslado a Chuncheon Kim: Naciste en Seúl y la mayoría de tus actividades artísticas también han tenido lugar en Seúl. ¿Qué fue lo que hizo que te quedaras en Chuncheon? Yu: Fui bastante activo en el escenario durante una década, empezando al inicio de los años 70. Pero
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1. Como director artístico del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon, Yu debate con su equipo los planes logísticos orientados a maximizar el potencial de conexión con los ciudadanos y visitantes, y también su participación. 2. El evento llamado "!Ah! ¡Surajang!"da inicio al festival, con un espectáculo callejero, en el que destaca una ráfaga de burbujas gigantes de jabón en el centro de Chuncheon. 3. Actividad de cierre del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon.
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un día me di cuenta de que todo lo que había estado haciendo como artista mímico era falso y sin sentido. Por aquel entonces solo quería vivir una vida normal, y poner fin a mi carrera en el escenario en Seúl. Me fui a Chuncheon en 1981 y crié ganado. Hubo un tiempo en el que tuve hasta 38 vacas en mi granja, gracias principalmente a la subvención del Gobierno. Pero la vida tranquila en el campo no duró mucho, ya que los precios de la carne bovina cayeron en picado. No tuve más remedio que dejar la granja y me gané la vida llevando una cafetería cerca de unas universidades. A finales de 1987, un periodista vino a verme a Chuncheon. Había sido un reportero cultural muy entusiasta cuando yo todavía actuaba en los escenarios de Seúl. Me convenció para que reanudara mi carrera mímica, diciendo que mi prolongada ausencia, al igual que la de la primera generación de mimos coreanos, podría comportar el riesgo de la desaparación por completo del género en Corea. Gracias a su influencia, realicé una representación de regreso en 1988, la cual me dio a mí y a otros cuatro compañeros de mimo, el impulso necesario para poner en marcha un festival de mímica. Queríamos lograr un cambio en los círculos artísticos de Corea, donde el mimo no había sido plenamente reconocido como género legítimo de las artes escénicas. Así fue como se puso en marcha el primer Festival de Mímica de Corea. A partir del segundo festival al año siguiente, trasladamos el lugar del evento a Chuncheon. Kim: El Festival Internacional de Mímica de Chuncheon está entre los tres festivales de mímica más famosos del mundo; junto al Festival Internacional de Mímica de Londres y el Festival de Mímica MIMOS de Francia… Yu: El Festival Internacional de Mímica de Londres utiliza teatros convencionales, buscando el acceso popular. En comparación, el hecho de realizar un festival en una pequeña ciudad en el sur de Francia, muestra que MIMOS se preocupa más por el valor artístico del género, tratando de ir más allá de los límites espaciales convencionales. A diferencia de estos dos festivales, el Festival Internacional de Mímica de Chuncheon [página web oficial: http://www.mimefestival. com/main.asp] enfatiza la fiesta y los elementos carnavalescos, con una celebración nanjang durante toda la noche en su centro. En efecto, Chuncheon abarca una amplia gama de artes escénicas, además de actuaciones mímicas. Eso crea una diferencia clave entre Chuncheon y los dos festivales europeos. Directores artísticos de Londres y de MIMOS, vinieron a ver nuestro festival en Chuncheon y se sorprendieron al presenciar su extención y diversidad, en términos de participantes, el uso del espacio y la duración de la temporada del festival. Creo que la fama mundial de nuestro festival se debe principalmente a las compañías y artistas mímicos internacionales que vienen aquí a participar en sus actividades.
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Kim: ¿Podrías explicarnos la evolución del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon y sus programas? Yu: Desde el primer hasta el quinto año, el Festival se celebró bajo el nombre de “Festival de Mímica de Corea”. Un pequeño número de compañías teatrales trabajaron juntas con el propósito de incorporar el género del mimo en el panorama de las artes escénicas de Corea. A partir del sexto año, cambiamos el nombre a Festival Internacional de Mímica de Chuncheon, ampliando su alcance e invitando a participantes extranjeros. La transición coincidió con la tendencia a la internacionalización de los eventos culturales en el país. Bajo el nuevo nombre, también le dimos un mayor énfasis al elemento carnavalesco del festival. Estábamos convencidos de que los festivales son inherentemente un espacio para el nanjang o locura. Simultáneamente lanzamos una serie de programas nanjang, incluyendo el “Dokkebi Nanjang” durante toda la noche, y “Locura de la noche del viernes”, que está especialmente destinada a un público adulto; junto al “¡Ah!Surajang”, un espectáculo callejero que destaca por los lanzamientos de bombas de agua. El espíritu del festival lo refleja su eslogan: “¡Festival! ¡Hay que volverse loco!”. Hemos ampliado el alcance de las fiestas, desde la mímica hasta otras expresiones corporales, además de invitar a un número creciente de artistas y compañías extranjeros. Este año, se han programado más de 900 artistas individuales y cien compañías de danza y de teatro para presentar sus trabajos; y más de mil personas se ofrecieron como voluntarios para ayudar en la organización del evento. Al igual que en años anteriores, el festival de 2013 también se puso en marcha con el programa “¡Ah!Surajang” en la Avenida Central de Chuncheon, el mediodía del día 19 de mayo. La compañía belga de danza, Les Ballets C de la B presentó “El Viejo Rey” para abrir el festival de este año. Recibió una enorme aclamación de la crítica en el Festival de Avignon de 2012, y la compañía va a dar su primera representación asiática de la pieza en Chuncheon.
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“En el centro del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon, se encuentra nanjang , o locura, una vibrante diversión que dura toda la noche con el espíritu de las fiestas comunitarias tradicionales en Corea.”
1. Proyectado en una lámina de papel tradicional hanji , Yu permanece de pie y desnudo, ofreciendo una actuación de sombras. Su expresión artística busca dar forma a la espiritualidad, en lugar de perseguir un objetivo puramente técnico. 2. Una imagen del “Teatro del Dragón Negro”, de Producciones Shevaka, se presenta como parte de la serie “Locura del viernes noche” durante el Festival Internacional de Mímica de Chuncheon 2012. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
Más allá del icono cultural de Chuncheon Kim: Has expresado tu intención de dimitir de tu cargo como director artístico, tras el empeoramiento de las tensiones entre los organizadores del festival y las autoridades municipales de Chuncheon, sobre la cuestión del lugar de celebración del festival. Yu: Rechazaron mi renuncia y reanudé la tarea de preparar el festival. En realidad, tuvimos algunos problemas para conse2 © Festival Internacional de Mímica de Chuncheon guir un buen espacio para el festival. En busca de un lugar que se adapte mejor a un novedoso esfuerzo artístico, teníamos la esperanza de cambiar la ubicación del festival a la isla de Nami. Las autoridades de la ciudad de Chuncheon se opusieron a la idea. Para nosotros, esto significó un momento crítico para definir la identidad del festival; y si debía servir a los intereses de la economía local o seguir buscando el logro artísitico. El debate fue tan acalorado que algunos incluso dijeron que el festival no es de YuJin-gyu, sino de la ciudad de Chuncheon. Para resolver esta controversia innecesaria, presenté mi renuncia. Kim: El incidente en sí mismo demuestra que el Festival se ha convertido en un referente cultural de gran influencia en Chuncheon. Yu: Esa es la cruda realidad que hay tras el escenario después de estos 25 años de historia del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon. Cuando cambiamos el nombre del Festival, las autoridades municipales nos prometieron un fuerte apoyo para su gestión y organización. Sin embargo, el gobierno de la ciudad debería seguir siendo uno de los patrocinadores, no el organizador. La ciudad solo asigna el presupuesto gubernamental para el evento. Para que el Festival tenga éxito y sea atractivo, asegurar un lugar y el apoyo financiero es de vital importancia para nosotros. Mientras estábamos luchando para hacer frente a estas necesidades prácticas por algún tiempo, la oficina de la isla de Nami nos trajo una propuesta interesante. Al final, llegamos a la conclusión de que Chuncheon continuará celebrando el festival, mientras que se garantice el respeto a las decisiones de los organizadores. Kim: Por favor, cuéntanos más sobre tus planes de futuro. Yu: Personalmente, creo que mis actuaciones trascendieron los marcos convencionales de la mímica como género; pero la gente todavía identifica mi trabajo como piezas mímicas. Por ejemplo, a pesar de que el comunicado de prensa sobre mi representación de “Habitación roja” indicaba claramente que «Yu Jingyu dejará de hacer mímica», los periodistas sin embargo informaron que «Yu Jin-gyu ofrecerá una actuación mímica bajo el título de “Yu Jin-gyu deja de hacer mímica”». Haga lo que haga, voy a seguir siendo visto como un mimo en el sentido trandicional. No obstante, por mi parte, voy a seguir esforzándome para crear nuevas formas de comunicación con mi público. También voy a poner mi máximo empeño en garantizar que se mantenga el aspecto carnavalesco del Festival Internacional de Mímica de Chuncheon. El pueblo coreano tiene una afición especial por los festivales y la diversión colectiva; como se pudo ver con los voluntarios “diablos rojos”, que apoyaron a la selección coreana de fútbol en los partidos internacionales. Espero que este tipo de espíritu comunitario ofrezca una salida efectiva a nuestro festival de mímica en Chuncheon. Invitar a compañías extranjeras de danza y montar espectáculos es un objetivo importante; pero no menos importante es darse cuenta del valor de nuestras propias expresiones corporales y de la mímica. En este sentido, el “¡Ah! Surajang” es una versión moderna de un ritual tradicional coreano de purificación, revivido en el centro urbano de una ciudad contemporánea. (Traducido por Raimon Blancafort)
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pesar de ocupar un territorio relativamente pequeño, Corea cuenta con una amplia variedad climática y geográfica. Este país, que alberga una gran diversidad de flora y fauna, emergió como una sociedad agrícola basada en el cultivo de arroz. Su pasado agrícola dio origen a la elaboración de objetos de artesanía con hierbas y paja del campo. Los tallos de junco, totora o cisca, así como la paja de arroz, la cebada, el trigo, el mijo y otros cultivos, se utilizaban para confeccionar esteras, persianas, cortinas, cestas y otros artículos del hogar. De todos estos objetos, las esteras tejidas con tallos de junco (Cyperus exaltatus var. Iwasakii) fueron muy valoradas al convertirse en una necesidad de los hogares en verano. Como son frías al tacto, permiten que el aire pase a través de ellas y proporcionan amortiguación. Las esteras de junco han sido durante mucho tiempo el perfecto artículo del hogar para los coreanos, que tradicionalmente han preferido sentarse en el suelo en lugar de usar sillas. El junco es tan suave como la paja y tan fresco como el bambú, así que una estera hecha de este material es lisa, brillante y muy resistente. No se deshace o se pela como una de paja, ni es tan dura como las esteras de bambú, que provocan molestias a quien se sienta sobre ellas por un tiempo prolongado. Una estera se puede tejer con herramientas o sin ellas. Es posible tejer totalmente a mano estuches, cestas y pequeñas esteras para sentarse, mientras que las esteras más grandes requieren el uso de telares y otros utensilios. Existen dos métodos para tejer una gran estera de junco. Uno consiste en utilizar un telar simple pero grande, con una barra horizontal gruesa. De esta barra cuelgan los hilos de urdimbre, cada uno con un peso en su extremo
para mantener la tensión. Para tejer una estera grande, hay que voltear estos hilos sobre la barra horizontal cada vez que se agrega una nueva tira de junco. El otro método, emplea un gran marco al que están atados los hilos de urdimbre. Cada vez que se añade una tira de junco en la dirección de la trama hay que entrelazarla con la urdimbre y ponerla en su lugar con pequeños golpes usando una barra montada a lo largo del telar. Debido a los diferentes métodos de tejido, los productos finales tienen diferentes texturas y también varían sus nombres: el primero tiene los hilos de urdimbre visibles en la superficie, en coreano se denomina jari; mientras que el segundo los esconde bajo el apretado tejido que forman las tiras de la trama y se llama dotjari. Un conocido ejemplo del primer tipo es la estera estampada de junco llamada hwamunseok, una especialidad de la isla de Ganghwa en la costa occidental de Incheon. Al usar tiras de junco teñidas de distintos colores, en la estera se pueden tejer intrincados patrones de todo tipo. El proceso de tejido de una sola estera implica unos 600.000 movimientos de la mano; sin duda un laborioso proceso en todas sus etapas desde la obtención de tallos de junco de alta calidad para preparar las tiras, hasta el secado y el tinte de las mismas para tejer el producto final. Al ser un proceso exigente, muchos artesanos prefieren especializarse en producir esteras más grandes, o bien pequeños artículos domésticos como cestas. A diferencia de la mayoría de ellos, Han Soon-ja, titular de la Propiedad Cultural Intangible Número 16 de la Ciudad de Seúl en tejido de junco, ha producido tanto esteras como una amplia gama de artículos para el hogar.
Han Soon-ja: bellas flores sobre esteras de junco de una maestra tejedora Cuando era una niña de cinco o seis años, la maestra tejedora de esteras y cestas de juncos Han Soon-ja, solía ver a su madre y a su abuela en el taller de arte de la familia, mientras jugaba con las tiras de junco que ellas utilizaban. A los 20 años ya trabajaba como profesional de este arte. Actualmente, sus obras se exponen en muchos países de todo el mundo y forman parte de las colecciones del Museo Británico y el Museo del Vaticano en Roma. Park Hyun-sook Escritora independiente | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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Han Soon-ja teje una estera cruzando tensos hilos de urdimbre, con un peso de telar acoplado en su extremo, que se voltean sobre la barra horizontal cada vez que otra tira de junco se coloca en su posici贸n.
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“El tejido de junco es mi destino” Han, de 67 años, nació y creció en la isla de Ganghwa, que es famosa por la calidad de sus juncos autóctonos y por los productos artesanos que se fabrican con ellos. Su tatarabuelo, también nativo de la isla, era un rico agricultor que poseía extensas tierras y excelentes habilidades en la elaboración de objetos de junco. Su hijo heredó tales destrezas y, en la tercera generación, esta tradición artesanal, hasta entonces exclusiva de hombres, se transmitió a las mujeres de la familia. La abuela de Han aprendió el oficio de su padre y se lo enseñó a la madre de Han Soon-ja hasta llegar finalmente a ella misma, que representa la quinta generación de esta familia de artesanos del junco. Aunque Han no tiene hijas, sus dos hijos varones trabajan en el comercio de estos productos, por lo que el linaje del oficio familiar ha cambiado de nuevo a los descendientes masculinos. Cuando era una niña de cinco o seis años, Han solía ver a su madre y a su abuela en el taller de arte de la familia, y jugaba con las tiras de los juncos que ellas utilizaban. En la escuela primaria, las obras de junco que hizo como tarea escolar de vacaciones recibieron profusos elogios de sus maestros. En su juventud le encantaba trabajar con el junco, acariciar su textura crujiente y oler el agradable aroma de la hierba. Por encima de todo, la satisfacción que sentía al ver materializarse ante sus ojos la imagen que guardaba en su mente, le brindaba un poder irresistible que la llevó a dedicarse por completo al oficio. A la madre de Han le preocupaba el excesivo entusiasmo de su hija por este arte; y temía que su salud corriera peligro al pasar excesivas horas tejiendo en el telar, una actividad que entraña riesgos de padecer ciertas enfermedades. Sin embargo, cuando tenía unos 20 años, Han ya trabajaba como una artesana profesional. Aunque sus cuatro hermanas y su hermano rehusaron aprender el oficio, ella sintió una fuerte e inexplicable atracción. Así, cuando se casó algunos años después y se
mudó a Seúl, se llevó con ella su telar y otros equipos para tejer esteras. Las advertencias de su preocupada madre, que le decían que una mujer hábil con las manos estaba destinada a llevar una dura vida laboral, no la disuadieron y siguió trabajando a fondo en su oficio, que hoy mantiene durante casi 50 años. Cuando era joven, le llegaban más pedidos y participaba en muchos concursos de artes y oficios, por lo que pasaba todo su tiempo trabajando en el telar. “Incluso ahora, trabajo durante al menos seis horas al día. Como hay que sentarse con las piernas cruzadas en el suelo durante horas y horas, los artesanos que trabajamos en telares sufrimos enfermedades como artritis de rodilla y problemas de espalda”, comenta Han. “A mí me han tenido que reemplazar las dos caderas, una a los 61 años y la otra a los 62. Ahora entiendo por qué mi madre estaba tan preocupada. Sin embargo, resulta extraño que, a pesar de lo agotador que es este oficio, siempre me haya gustado trabajar en él. Incluso ahora, mi mayor deseo es seguir trabajando en el taller de tejido todo el tiempo que me sea posible. Tejer junco es mi destino”.
Cultivando sus propios juncos Los productos de junco de Han son bellos y están meticulosamente elaborados, con todas las tiras entretejidas de manera uniforme. Usando como lienzo la superficie de la estera, ella dibuja los patrones en una composición simple y natural. Desde el principio tuvo mucho interés en diseñar diversas técnicas para elaborar patrones más atractivos, y uno de sus métodos personales combina la madera con las tiras de junco. Su habilidad y sus esfuerzos fueron reconocidos en el Concurso Nacional de Artes Tradicionales y Artesanía de 1987, en el que ganó el Premio Presidencial. Más tarde, en 1992, se convirtió en la primera mujer designada como maestra artesana en el ámbito de la artesanía de bambú y mimbre, un reconocimiento otorgado por el Ministerio de Trabajo en
Le hace especialmente feliz tejer escenas de cuentos folclóricos coreanos, que presentan un mundo lleno de inocencia y buena voluntad. Por este motivo, disfruta representando imágenes adorables como la del tigre que fuma en pipa y los tres conejos sabios, o los “niños que parten para traer la luna”, así como otros motivos tradicionales del simbólico imaginario local. 1
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colaboración con el Servicio de Desarrollo de Recursos Humanos de Corea. En 2003 recibió la Medalla de la Pagoda de Piedra del Gobierno por su contribución al desarrollo de las artes y artesanías tradicionales. Ha realizado exposiciones en todo el mundo; y algunas de sus obras forman parte de las colecciones del Museo Británico y el Museo del Vaticano. Al preguntarle por qué cree que sus obras son tan valoradas, la artesana comenta: “Como son artículos para el hogar, han de ser a la vez decorativos y funcionales. Para cumplir estos requisitos, se deben utilizar materiales de buena calidad. Incluso el mejor cocinero sería incapaz de preparar un buen plato si los ingredientes no son frescos”, a lo que añade: “Lo que hace realmente atractiva una estera de junco tradicional, es el tenue tinte verdoso que sutilmente se dispersa sobre su superficie. Los tallos de junco, que se secan bajo el sol dispuestos en gavillas, adquieren estos tonos sutiles y diversos de verde tras blanquearse al sol hasta alcanzar el nivel adecuado. Es un proceso bastante complejo, por lo que se puede tener la tentación de recurrir a la cómoda máquina de secado para ahorrar tiempo. Por otra parte, hay algunos clientes que se quejan del tinte verde porque lo confunden con manchas; y me piden que haga una estera impecable. Debido a ello, algunos tejedores optan por usar cloro químico al inicio del proceso. Sin embargo, yo siempre he querido preservar la calidad natural del junco y por eso compongo mis obras utilizando los tallos que cultivo y proceso personalmente”.
1. Han cultiva sus propios juncos para sus obras de artesanía, sin hacer uso del secado con máquinas para agilizar el proceso, ni del blanqueado químico. 2. Conjunto de tres cajas de junco cubiertas tejidas a mano. Utilizando las tiras de junco se han creado varios símbolos de buena fortuna.
El junco es una planta anual que crece hasta dos metros de altura, con tallos flexibles, brillantes y fuertes. Se planta en los campos de arroz en primavera y se cosecha en agosto. Cada tallo se divide en tres tiras antes de secarse, limpiarse y blanquearse al sol, y después se seca de nuevo y se tiñe. El proceso final de secado lleva generalmente de tres a cuatro días, en los cuales los tallos se secan al sol durante el día y por la noche se dejan fuera para que absorban el rocío. Este proceso final de secado es especialmente importante para que las tiras se tiñan de hermosos tonos verdes, tan sutiles como el azul grisáceo del celadón cocinado en un horno de leña tradicional, explica la experta. Además de por la estética, es mejor evitar el blanqueo químico porque reduce la durabilidad del producto al debilitar los tejidos fibrosos del tallo. Han cultiva sus propios juncos en su ciudad natal de Ganghwa, que visita frecuentemente a pesar de que vive en Seúl. Planta los juncos en un campo de arroz con buen acceso a una fuente limpia y de agua abundante; y se abstiene de usar demasiados pesticidas, lo que le permite cosechar tallos huecos más altos aunque también más débiles.
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albaricoque o peonías, a menudo con mariposas. Un experto en la El origen del oficio materia puede ser capaz de tejer, tras un día entero de intenso traHan se enorgullece de la historia de las esteras de junco bajo, solo una pequeña parte de una estera de unos 30 centímetros ornamentadas, una notable especialidad de su ciudad natal de de longitud. Una de las obras de Han, de 210 por 300 centímetros Ganghwa. Cuando la Dinastía Goryeo (años 918 - 1392) trasladó - bordada con los diez símbolos tradicionales de la longevidad- le temporalmente su capital a esta isla durante las invasiones monllevó todo un mes de trabajo exclusivo. golas del siglo XIII, los emigrantes que se trasladaron allí desde la capital, Gaegyeong (actualmente Kaesong o Gaeseong), comenzaron a tejer esteras de junco para ganarse la vida. Con el tiempo, Más que paciencia el oficio fue transmitido a los habitantes nativos de la isla. Desde “Tejer una estera de junco requiere tiempo y dedicación. A entonces, los objetos fabricados mediante el tejido de junco, se han menudo, dos o tres personas trabajan juntas en una sola pieza, convertido en una de las especialidades más famosas de la isla. y aún así les lleva cerca de dos semanas. Incluso para tejer una El origen de este oficio, sin embargo, se remonta a antes de cesta de fruta que mida, por ejemplo, 15 cm. de largo y 8 de altura, Goryeo: existe un registro histórico que certifica que en el Reino tengo que pasar por lo menos tres días trabajando exclusivamende Silla (años 57 aC - 935 dC) había un organismo gubernamente en ella”, comenta la experta, que agrega: “También lleva mucho tal encargado de la producción de esteras de junco. En Goryeo su tiempo mantener alineados los hilos de la urdimbre. Si no se reabelleza era muy apreciada por los habitantes liza esta tarea, los espacios entre las tiras de los países vecinos por lo que, junto con el pueden quedar demasiado tensos o excesivaginseng, las esteras de junco ornamentadas mente sueltos, y hay que deshacer la pieza y de Corea eran un regalo muy preciado para empezar de nuevo. Se necesita mucha agililos intercambios diplomáticos. dad y precisión. Cuando era más joven siemBrillantes y duraderas, las esteras son pre escuchaba a la gente decir que tejer una normalmente de color marfil con un tono estera de junco requería mucha paciencia, verdoso. En tiempos pasados se utilizaban pero creo que se necesita mucho más que para ocasiones especiales, como las visieso”. tas de amigos y parientes o los ritos ancesHan cree que la paciencia se puede agotar trales de las familias. En tales ocasiones el fácilmente si al tejer las esteras de junco no gesto de extender en el suelo esteras de junse disfruta de cada paso de la obra. Armarse cos elegantemente modeladas, mostraba la de paciencia puede funcionar de forma temgran estima de la familia hacia los invitados poral, pero una dedicación por el arte a largo 2 o su alto interés en el evento. Las esteras de plazo, asegura, tiene su origen en la alegría junco ornamentadas se contaban entre los de sentir con las manos los tallos de junco; y 1. En Corea, donde sentarse en el suelo es una larga y básica costumbre de vida, las esteras regalos básicos de boda que la novia debía ver cómo el diseño preconcebido va tomande junco ornamentadas han sido altamente enviar a la familia de su futuro marido. Ella do forma, aunque muy lentamente, a medida valoradas como hermosas y prácticas obras de artesanía. entregaba dos esteras: una para los padres que progresa el trabajo. Le hace especial2. Cuando se casó y se mudó a su nuevo hogar, de su marido y la otra para la propia paremente feliz tejer escenas de cuentos folclóriHan se llevó con ella los viejos pesos de su ja. Como eran muy duraderas, no era raro cos coreanos, que presentan un mundo lleno telar. Su taller en Bukchon también se llama como esta herramienta para tejer: godeuque una estera de junco de buena calidad se de inocencia y buena voluntad. Por este motiraetdol, que significa "peso de telar". Antes transmitiera de generación en generación. vo, disfruta representando imágenes adoralos pesos solían ser de piedra; pero ahora, Para tejer una estera ornamentada, se bles como la del tigre que fuma en pipa y los generalmente están hechos de metal. colocan una por una las tiras de junco en la tres conejos sabios, o los “niños que parten barra horizontal del telar -de la que cuelgan alrededor de 140 hilos para traer la luna”, así como otros motivos tradicionales del simde urdimbre- con un peso de piedra en cada extremo. Todos los bólico imaginario local. El amor por tejer y la sensación de alcanhilos con sus respectivas piedras han de voltearse sobre la barra zar logros, son las motivaciones que han llevado a esta artesana a antes de colocar en ella otra tira, paso que se repite cientos de comprometerse con su oficio durante tanto tiempo. A día de hoy, veces. Durante el proceso, se crean hermosos patrones utilizando sigue trabajando largas horas en su taller de Bukchon llamado tiras teñidas que se tejen cuidadosamente en la estera, cumplienGodeuratdol (el peso de un telar); y a menudo muestra su arte a los do con un diseño predeterminado. Entre los motivos típicos utilizavisitantes en el Centro de Educación y Exposición de Bienes Cultudos para las esteras de junco destacan caracteres chinos que sigrales Intangibles de Seúl, situado cerca de la entrada principal del nifican riqueza y prosperidad; animales auspiciosos como grullas, Palacio de Changdeok, que promueve la preservación de las artes y patos mandarines, dragones o tigres; y diversas flores como las de oficios tradicionales. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández) K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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Enamorado de Corea
La pasión insaciable por la exploración cultural del periodista británico Tim Alper El interés de Tim Alper por el fútbol coreano no fue el motivo de su romance con este país, pero le permitió conseguir trabajo y ganar popularidad como reportero y comentarista online. Tras realizar un par de breves visitas después de la Copa del Mundo de 2002, finalmente este periodista independiente británico se trasladó a Seúl hace seis años, y desde entonces ha ampliado su interés por Corea a la comida, la música y, como él dice, “a todo lo nuevo”. Charles La Shure Profesor de la Facultad de Interpretación y Traducción de la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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im Alper cree que la mejor manera de disfrutar la vida es saltar al vacío. Desde que llegó a Corea hace seis años ha cubierto una gran variedad de temas para un amplio abanico de medios de comunicación: ha escrito una columna en el Weekly Chosun sobre la educación en inglés y los peligros del “konglish” (inglés coreanizado); y también artículos sobre diversos deportes como fútbol, béisbol, golf, sumo e incluso K-1. Ha publicado columnas sobre la cultura gastronómica de Corea para la revista de ocio Essen y, en sus cuatro años como productor en la emisora de radio TBS, descubrió el universo de la música coreana. Al mismo tiempo, decidió exponerse lo más posible a la cultura de este país. “Si uno planea vivir en un país necesita sumergirse en la cultura local, desde el idioma hasta la música, la comida y todo lo demás”, nos relata Alper cuando nos citamos con él cerca de su oficina en la Casa del Diseño, donde comenzó hace poco a trabajar como editor de Morning Calm –o Calma Matutina- la revista de la aerolínea Korean Air. “Para mí, eso es lo mejor de estar en otro país: experimentar y aprender cosas nuevas. No quiero vivir en un país de habla inglesa y sentirme como en casa, aunque lejos de mi hogar. Quiero descubrir constantemente cosas nuevas; quiero sorprenderme cada día”.
El fútbol, la puerta de entrada a Corea Nacido y criado en el Reino Unido, Tim Alper siempre había sentido un gran interés por el fútbol y, consecuentemente, cuando decidió adentrarse en el periodismo, su objetivo era escribir sobre este deporte. “Es lo que todos los hombres periodistas quieren hacer cuando empiezan”, comenta con una sonrisa irónica. Pero eso también implica una elevada competencia, por lo que le costaba mucho hacerse un hueco en el mercado laboral. Sin embargo, en lugar de renunciar a su sueño, optó por recorrer un camino menos convencional hacia su meta. “Pensaba que me desenvolvería mejor en alguna especialidad concreta en lugar de ser generalista. Me di cuenta de que, debido a mis circunstancias de entonces, estaba conociendo a un montón de coreanos, y hablando con ellos adquiría mucho conocimiento sobre el fútbol de este país. Luego llegó la Copa del Mundo de 2002, que situó los focos de interés mundial sobre Corea y Japón, y con ello empecé a especializarme un poco más en fútbol asiático”. Comenzó a escribir una columna sobre fútbol asiático en un periódico para coreanos en el Reino Unido. Era una publicación gratuita pero gozaba de gran difusión, lo que le ayudó a conseguir un trabajo de reportero sobre fútbol coreano para una página web. Por supuesto, vivir tan lejos convertía en todo un reto ver los partidos que se jugaban en Corea: las emisiones por “streaming” no eran siempre de la mejor calidad, y la diferencia horaria le obligaba a trabajar en horarios extraños. La primera vez que visitó Corea fue en 2005 para una breve estancia; y el año siguiente realizó un viaje similar, hasta que
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Tim Alper, que también es columnista de gastronomía, disfruta del ambiente tranquilo de las pequeñas tiendas de té cerca de su oficina en Jangchungdong.
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en 2007, tomó la decisión de trasladarse a Corea para poder estar más cerca del objeto principal de su trabajo. A día de hoy, a pesar de que ya no se gana la vida como reportero sobre fútbol coreano, aún trata de ir al estadio siempre que puede para ver partidos. Nos dice que a menudo le piden que compare el fútbol coreano con el japonés. “Hay más similitudes que diferencias. Ambos son muy técnicos, en ambos se tiende a mantener el balón en el suelo y hay muchas menos entradas violentas que en Europa. Una característica que destacaría del fútbol coreano, es que los jugadores mantienen unos niveles de resistencia muy altos, de entre los más elevados del mundo. Por ejemplo, cuando veo jugar a Corea en la Copa del Mundo, nunca deja de sorprenderme la cantidad de tiempo que la selección puede mantener su rendimiento al cien por cien”. Aunque el fútbol existe en Corea desde hace mucho tiempo, la Copa del Mundo de 2002 cambió las infraestructuras futbolísticas de la nación, reflexiona Alper. Luego explica: “Un poco antes de la Copa del Mundo, solo había un estadio exclusivo de fútbol en todo el país, pero ahora hay varios. A lo largo de toda Corea hay fantásticos estadios que se pueden llenar con hasta 60.000, e incluso más espectadores durante los partidos”. Estas infraestructuras, sumadas a entrenamientos intensivos y un espíritu de no rendirse nunca, han dado resultados: “Ahora Corea tiene un gran nombre en el panorama internacional. Ha ascendido mucho en términos de ranking tras ganar la medalla de bronce en los últimos
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Es un gran fan de la música de este país, aunque no tanto del K-pop y la Ola Coreana. El género musical coreano favorito de Alper es el trot o ppongjjak , una fusión de estilos coreanos, japoneses y occidentales, que conforma las raíces históricas de la música pop coreana. Juegos Olímpicos, el primer título relevante para una selección de Asia, y hay un montón de nombres importantes de jugadores coreanos en el extranjero. Si mencionas a Ki Sung-yueng o a Park Ji-sung, la mayoría de los aficionados al fútbol en Europa sabrán exactamente quiénes son”. Una de las cosas que lamenta, no obstante, es la relativa falta de entusiasmo de la gente. “Es un poco triste que no haya tantos coreanos que se animen a salir de casa para ver el fútbol", se queja. “Mucha gente prefiere ver la EPL (la Premier League inglesa) en la televisión. A veces vas a un estadio, incluso a uno pequeño, y está medio vacío. Los jugadores son profesionales y las entradas son baratas, pero aun así se ve a mucha gente que camina en dirección opuesta con desinterés, porque no es la EPL. Sin embargo, el nivel futbolístico es muy alto. No te arrepentirás si vas a ver un partido en Corea”.
Punto de encuentro de gastronomía y cultura Alper advierte de que podría hablar de fútbol durante horas, pero su interés por Corea no acaba ahí. También ha vivido una larga historia de amor con la comida. Cuando estudiaba en la universidad en Reino Unido, trabajó como cocinero en un restaurante. “Me gustaba mucho pero era muy estresante, así que decidí dejar el trabajo. Sin embargo, siempre he tenido afición por la gastronomía; así que cuando llegué a Corea, comencé a desarrollar un poco más este interés personal”. Una vez se dijo de él que su comida coreana preferida era el chueotang, una sopa hecha con pescado que aún se cuenta entre sus manjares favoritos. “Me gusta el sabor fuerte de las tang (sopa en coreano)”, comenta entre risas. Una de las cosas que admira de la comida coreana es el modo en que ha logrado conservar su carácter único. “Ves que han llegado aquí pequeños aspectos de la comida japonesa y china, pero coexisten con los platos locales. No han colonizado la gastronomía y tampoco han logrado modificar de forma definitiva el estilo principal de comer en Corea". Para Tim Alper, ésta es una manifestación importante de la cultura coreana en su conjunto: “Siento como si existiera un ‘espíritu de Corea’ y éste sin duda se encuentra en la gastronomía del país”. Las columnas que escribió para Essen le dieron la oportunidad de seguir desarrollando su pasión por la comida en el ámbito de la cocina coreana; y en ellas abordó desde productos de temporada hasta platos específicos, o ciertos aspectos concretos de la cultura gastronómica de este país. "Pienso que en realidad lo más fascinante de la cocina coreana es descubrir cómo la comida interactúa con la cultura. Escribir sobre la gastronomía de Corea me ha empujado a experimentar diferentes cosas y a pensar en ellas desde un punto de vista diferente”. El referente con el que creció este periodista en cuanto a cultura gastronómica es, por supuesto, la comida británica, que no siempre ha gozado de una gran reputación a nivel internacional. Alper ve el surgimiento de chefs famosos como Jamie Oliver y Gordon Ramsay, unido a la pujante moda de la cultura “foodie”, como una señal de que las cosas van por el buen camino, aunque reconoce que queda mucho por hacer. “La comida británica es tan estandarizada que podemos decir que se compone de carne y dos verduras. Coges un pedazo de carne, le añades patatas, después pones otra verdura, probablemente hervida, y ya está. Estoy bromeando, pero hay algo de verdad en esto”. De este modo, no es una sorpresa que haya quedado impresionado por la diversidad de comida coreana, debido a la variedad de ingredientes que se utilizan y el modo en que éstos se preparan. Esto también se refleja en el idioma: “El vocabulario relacionado con la comida coreana es muy diverso, y a veces es imposible traducir al inglés algunos adjetivos que describen los ingredientes en Corea”. Por supuesto, aquí se da un enfoque completamente diferente sobre lo que los occidentales podrían concebir como los fundamentos de la gastronomía. “En Gran Bretaña, la patata está presente en casi todas
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las comidas, a excepción quizá del desayuno. Pero… ¿cómo utilizan las patatas los coreanos? Las usan casi siempre como guarnición o como banchan (una especie de tapas que acompañan al plato principal). Puedes añadir las patatas a la sopa en el último momento; o si estás cocinando kimchi bokkeumbap (revuelto de arroz frito con kimchi), puedes cortar una patata y añadirla como parte de la receta. Éste no es el modo en que se come la patata en el Reino Unido, ya que allí se conciben como un ingrediente básico, como un alimento que te llena”.
Atraído por el trot , un original género pop coreano La vida en otro país siempre presenta desafíos. Para Tim Alper, uno de estos desafíos es aceptar el hecho de ser diferente. “Te quedas fuera”, asegura. “Recuerdo cuando llegué por primera vez a Corea. La gente me señalaba con el dedo y los niños gritaban y se reían al verme. Estos comportamientos carecen de malicia, por supuesto, pero es verdad que la gente espera de ti cosas diferentes”. Esto no le ha impedido experimentar al máximo la cultura coreana. Además de un amante del fútbol y la gastronomía locales, también es un gran fan de la música de este país, aunque no tanto del K-pop y la Ola Coreana. El género musical coreano favorito de Alper es el trot o “ppongjjak”, una fusión de estilos coreanos, japoneses y occidentales, que conforma las raíces históricas de la música pop coreana. “No estoy diciendo que no me gusten las canciones pop; pero en este caso creo que no hay nada coreano en ellas. Si sustituyeras la parte vocal por otra con un idioma diferente, te darías cuenta de que la mayoría de las canciones podrían provenir de cualquier otro lugar. Sin embargo, el trot es único. Es una fusión de ritmos occidentales a los que se añaden diferentes sonidos de la música coreana y varios estilos de canto de la música tradicional del país como el pansori (ópera narrativa) y el minyo (canción popular)”. No podemos olvidarnos, por supuesto, del idioma coreano. Ha aprendido mucho en su vida aquí, pero nunca acudió a clases. “Aprendí idiomas cuando estudiaba en el colegio y no me gusta el ambiente de las clases. He vivido en España y en Rusia, y logré hablar sus respectivas lenguas. En Corea he hecho lo mismo. Personalmente, siento que estoy en una situación en la que me veo obligado a aprender y a hablar el idioma local, y esto es lo que mejor funciona para mí”, relata. Alper se ha visto en muchas situaciones en las que ha tenido que decidir entre hundirse o salir a flote. "Todos los lugares en los que he trabajado han implicado de alguna manera el uso del coreano, desde hablar con compañeros, hasta leer textos en este idioma y compararlos con textos en inglés. Incluso al principio, cuando comencé a trabajar en el tema del fútbol, me vi inmerso en un mundo de habla coreana al ver imágenes en la televisión o leer artículos sobre este deporte. No he tenido otra opción”. Esta idea de la inmersión es la filosofía de vida de Alper. Tras seis años aquí, hace tiempo que dejó de ser un turista y hoy concibe su vida en Corea como un hambriento invitado a un banquete. “Tienes que salir activamente y encontrar una nueva comida que no hayas probado antes; buscar activamente nueva música que nunca hayas oído, así como aspectos de la cultura, la historia y el folclore que no conocieras con anterioridad. Esto es parte de la experiencia de vivir aquí: es más que dar vueltas sacando fotografías. Cuando vives en un lugar todo el tiempo, eres algo más que un turista. Descubrir cosas nuevas es una de mis principales motivaciones para seguir aquí”, asegura. Esto no excluye la posibilidad de que en el futuro se pueda mudar a otro país. “¿Quién sabe lo que puede deparar el mañana?”, afirma, encogiéndose de hombros. “En todo caso, estoy disfrutando mucho mi estancia en Corea, estoy muy feliz aquí y considero este país como mi hogar”. Visto el entusiasmo con el que hasta hoy se ha aproximado a la cultura de su país de acogida, parece probable que su aventura vaya a continuar por muchos años más. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández) K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
"Si vas a vivir en un país" comenta Alper, "necesitas sumergirte en la cultura local, que abarca el idioma, la música, la comida... todo".
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En la carretera
Vida lenta en la isla de Cheongsan En la isla de Cheongsan uno descubre rápidamente que la mejor manera de dar un paseo, es siguiendo los lentos pasos de un buey a través de un hermoso paisaje. Las imágenes y los sonidos de la vida en la isla a lo largo de la costa, no se pueden encontrar estos días en casi ningún otro lugar. Kang Je-yoon Poeta y director, Escuela Insular, Instituto de Humanidades Pressian | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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na joven soltera en isla de Cheongsan no podía haber comido tres mal de arroz antes de casarse”. Un mal equivale a 8 kilogramos, y esta frase popular, frecuentemente escuchada en las islas del sur del condado de Wando refleja la escasez del preciado alimento básico de la región. Este dicho evoca un tiempo en el que el arroz se valoraba más que el dinero. De todas las islas de la zona de Jeolla del Sur, en el extremo suroccidental de la Península Coreana, Cheongsando fue especialmente conocida por su déficit de arroz. En realidad, la situación en otras islas no era muy diferente, ya que el arroz era poco frecuente en toda la región, donde la gente confiaba en el mar como principal fuente de alimentos para su subsistencia. Nací en Bogildo, otra isla del Condado de Wando, y puedo contar los días en los que comí arroz durante mi infancia. Antes solo teníamos arroz blanco puro en festividades especiales como el Día de Año Nuevo, la fiesta de la cosecha o Chuseok; o un par de días puntuales en los que recordar a los antepasados. En tales circunstancias, a ninguna mujer joven le gustaría, tras casarse, pasar a formar parte de una familia en la isla de Cheongsan; un lugar que arrastra la triste reputación de no poder autoabastecerse de arroz. Los residentes de la isla de Cheongsan se adaptaron a su complicado entorno dando nueva forma a las laderas de las montañas y creando arrozales regados y apuntalados con estructuras de piedras planas. El peculiar sistema de arrozal llamado gudeuljangnon permitía a los habitantes locales producir arroz, un bien definitivamente más valioso que el dinero en su isla. Estas terrazas de arrozales fueron designadas a principios de este año el primer Patrimonio Nacional Agrícola Importante de Corea.
Un paseo por la isla El viaje en ferry dura unos 50 minutos desde la localidad de Wando-eup hasta la isla de Cheongsan, que es una parada en la ruta marítima entre Wando y la provincia insular de Jeju. La isla de Cheongsan ocupa una superficie de 33,3 kilómetros cuadrados y su punto más alto es el pico del monte Maebong, de 385 metros, en la parte sur. Su tamaño es menos de la mitad de la isla de Manhattan de Nueva York (87,5 kilómetros cuadrados) pero alrededor de tres veces el de la isla urbana de Yeouido en Seúl. Cheongsan
llegó a adquirir popularidad en 1993 gracias a la película “Seopyonje”, dirigida por Im Kwon-taek, que ofreció a la gente un motivo para redescubrir los pansori, canciones narrativas tradicionales que constituyen un patrimonio cultural de Corea. La película de Im fue filmada en la isla de Cheongsan, cuya gran belleza escénica se hizo famosa a lo largo de toda Corea. Posteriormente se rodaron en la isla muchos dramas de televisión como “Vals de primavera”, así como nuevas películas, lo que sirvió para atraer turistas. Pero la isla también es famosa estos días por otro motivo. En diciembre de 2007 Cittaslow, la organización internacional del Movimiento Slow, designó a la isla de Cheongsan como la primera ciudad lenta de Asia. A día de hoy otras cinco “ciudades” coreanas más han obtenido esta distinción. Tras ello, en estas tierras se desarrolló un curso de senderismo llamado Cheongsan-Yeosu-gil y apodado Seullogil (camino lento), bajo la influencia de la popular ruta de trekking Jeju Olle que rodea la isla de Jeju. Desde su implantación ha atraído a una multitud de viajeros. El “camino lento” cuenta con 11 circuitos y acumula algo más de 42 kilómetros, una longitud no demasiado amplia para una ruta de senderismo. Sin embargo, la gran belleza escénica que se encuentra al caminar a lo largo de la costa, rápidamente ha convertido a la isla en una atracción turística a nivel nacional. Como nativo de Cheongsan, yo recomendaría un paseo en pleno invierno. En la isla el clima es tan suave en invierno que en cualquier huerto al aire libre pueden crecer espinacas, ajos, lechugas y coles coreanas. Las vistas de los campos teñidos de verde por los brotes de cebada que crecen en la época invernal, nos premian con una especie de bucólica tranquilidad que no es fácil de encontrar en la época de floración.
El camino lento y sinuoso El camino lento comienza en la aldea de Docheong-ri, donde echan ancla los barcos de pasajeros. Desde este muelle podemos ver a algunos pescadores ocupados cuidando sus cultivos de algas. Arrastrando tiras y extrayendo de ellas la cosecha traída por el mar, adhieren esporas de algas en las cuerdas y las vuelven a echar al agua. La mayoría de las algas que crecen alrededor de esta isla se utilizan para alimentar a los abulones. El cultivo de
1. Terrazas de campos de arroz con muros de piedra, creadas por los isleños, para satisfacer sus necesidades básicas de arroz. El arrozal de gudeuljang fue designado primer Patrimonio Agrícola Importante de Corea a principios de este año. 2. Un pueblo a lo largo de la costa y el mar, visto desde una colina del Sendero Sopyonje. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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abulones es la principal fuente de ingresos de los isleños. En el pasado, Docheong-ri era muy conocido por el pasi , un mercado de temporada dedicado a la caballa. Pasi , que significa “mercado de las olas”, era un espacio donde se comerciaban los pescados de temporada. Durante la temporada de la caballa se instalaban comercios temporales para cubrir las necesidades de los marineros, tales como tiendas de equipos para barcos de pesca y relojes, bares, restaurantes, hostales, peluquerías y casas de baño. Con esto, los habitantes locales podían hacer negocio cuando llegaban los pescadores y marineros. Las flotas de barcos de pesca de la caballa traían grandes capturas cada vez que salían a faenar. Si capturaban más ejemplares de los que podían almacenar en la embarcación, arrojaban algunos al mar. El olor a caballa en proceso de putrefacción en las aguas aledañas se convirtió entonces en un gran problema. Los aldeanos salaban las caballas pescadas y las conservaban en tarros. Y si aún sobraba algún ejemplar, hacían compost. Esto suena como una leyenda en estos días, en los que el pescado está tan caro. El mercado de la caballa en la isla de Cheongsan cerró a mediados de la década de los 60, cuando disminuyeron los bancos de este tipo de pez. Fue sustituido por un mercado de melva cuando este otro pescado todavía abundaba. Sin embargo, la excesiva pesca causó una disminución del número de ejemplares de melva a mediados de la década de los 80, y provocó finalmente el cierre total
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del mercado de pescado. Al desaparecer las poblaciones de peces, también se desvanecieron de la zona los barcos de pesca y los pescadores. La población de la isla, que en 1973 alcanzaba las 13.500 personas, actualmente se ha reducido a 2.000 y Cheongsan ha vuelto a ser un lugar tranquilo. Estos días sus residentes viven, más que de la pesca, del cultivo de abulones y varios tipos de algas marinas. Tras pasar por Docheong-ri, continuamos nuestra caminata por el sendero hacia Donggujeong en Dorak-ri. Donggujeong es el nombre de un pozo excavado en el siglo XVII por un pequeño grupo de colonos que vinieron a vivir a la isla. Incluso en pleno invierno, cuando todo lo demás se congela, este pozo mantiene su agua en estado líquido. El sabor centenario del agua tiene un gusto a historia. Todos los habitantes bebían del pozo, por lo que era una fuente de vida. A día de hoy no hay mucha gente que transite este camino, lo cual es una suerte para el viajero. Caminar es un ejercicio tanto de la mente como del cuerpo. Tomar un tiempo para caminar en calma nos pone en contacto con nuestro ser interior. La reflexión finalmente comienza, y uno oye algo desde dentro por primera vez. Éste es el regalo más valioso que un paseo lento es capaz de ofrecer. Al llegar a cierto lugar en el camino, se observa el sinuoso sendero que aparece en la película “Seopyonje”. El pavimento de hormigón a lo largo del “Sendero de Seopyonje” y el estudio de telenovela emplazados en medio de un campo de cebada, dejan con la Cu l tu ra y a rte d e Co re a
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boca abierta a los amantes del cine. Pero el lugar principal -y también más pintoresco- de esta parte de la ruta es el santuario de Dang-ri. Es un edificio simple rodeado por altos muros de piedra sin tallar, erigido en medio de elevados pinos al comienzo del Sendero de Seopyonje. Es un sitio sagrado para los isleños y un bien de interés cultural. Durante más de mil años, el espíritu que aquí yace ha sido un santo patrón de la isla. Aún así, las personas que vienen para visitar los lugares famosos de las telenovelas y las películas apenas se fijan en el santuario. Este probablemente se debe a que, desde la llegada del cristianismo a Corea, las creencias populares han sido ignoradas y tratadas como superstición. El santuario está dedicado a Han Nae-gu, una figura legendaria del reino de Silla. Según la tradición oral, el general Han era un subordinado de Jang Bo-go (787-846), cuyo ejército privado comandó el paso por las aguas del Mar Amarillo, desde el cuartel general de su guarnición apostado en Cheonghaejin, en la isla de Wan. El general Han custodió la isla de Cheongsan y se ganó el respeto
de los locales. Cuando envejeció y murió, construyeron para él una tumba de piedra, y a su lado edificaron un santuario para venerarlo como a un santo patrón, algo que han seguido haciendo durante más de mil años. Es sorprendente encontrar un santuario de tal antigüedad en una isla tan pequeña. El santuario es un lugar sagrado para los isleños. Es por eso que no se permite pasar por delante de él a cualquier cosa considerada impura, como por ejemplo un ataúd. La gente que pasaba montada a caballo o en un palanquín, tenía que bajar y caminar a pie ante el altar. Los residentes locales todavía llevan a cabo ritos conmemorativos en honor a su general guardián en el tercer día del primer mes lunar de cada año. Aunque en el pasado solo alguien que hubiera conservado la pureza durante todo el año
1. El Sendero Sopyonje serpentea entre la armonía natural de las flores de canela, un verde campo de cebada y muros de piedra. 2. Junto a la carretera que atraviesa Eup-ri, hay un dolmen y una tableta de piedra con una imagen tallada de Buda, que indican al jinete que debe bajarse de su caballo. 3. Los turistas que transitan por el Sendero Sopyonje, pueden ver actores recreando escenas de una película. K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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En la isla de Cheongsan uno descubre rápidamente que la mejor manera de dar un paseo, es siguiendo los lentos pasos de un buey a través de un hermoso paisaje. Las imágenes y los sonidos de la vida en la isla a lo largo de la costa, no se pueden encontrar estos días en casi ningún otro lugar.
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Seúl
Cómo llegar a Isla de Cheongsan desde Seúl: Un autobús express realiza cuatro veces al día el trayecto de ida y vuelta de Seúl a Wando, que dura cinco horas. Para aprovechar la luz del día, se puede tomar el autobús express nocturno a Gwangju, y desde allí un autobús interurbano que llega por la mañana temprano a Wando. En tren se puede viajar a Gwangju y Mokpo, y en una de estas dos ciudades, tomar un autobús interurbano hacia la isla. Ir desde la terminal de autobuses interurbanos de Wando al muelle del ferry requiere tres minutos en coche o 20 minutos a pie. En la ciudad de Wando-eup, y al caminar por la carretera de la costa, se puede ver el siempre verde bosque de Judo, un monumento natural, y un mercado de pescado. El horario del ferry entre Wando y las islas de Cheongsando, varía según la temporada y las condiciones meteorológicas. En un viaje a las islas es crucial conocer antes el tiempo en la zona, por lo que para evitar problemas, es absolutamente necesario comprobar las previsiones meteorológicas con suficiente antelación. Para el horario del ferry, consulte la página web de las Cooperativas Agrícolas de Wando y Cheongsan: http://www. cheongsannh.com (sólo en coreano). Para el pronóstico del tiempo, puede llamar al teléfono: (+82) 016-131 (dispone de servicio de traducción en inglés y chino).
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Gwangju Mokpo Islas de Wando Islas de Cheongsando
Autobús de ida y vuelta Autobús express Autobús interurbano Tren Ferry
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sueltos tienen huecos; es una especie de acuerdo de paz entre el viento y los isleños. Los muros de piedra son pasajes para el viento. En la gran colina de Gujang-ri cabría preguntarse a quién alberga la tumba de hierba. La tumba de hierba, llamada chobun, es un mausoleo provisional que forma parte de la práctica tradicional pungjang o “entierro de viento”, en la que el cuerpo se deja descomponer antes de realizar la sepultura real de los restos en la tierra. Se parece a un barco con un tejado de hierba: es el ataúd con el cuerpo del muerto dentro, cubierto con un techo de paja de arroz de apariencia envejecida. En este caso, la familia cubrió el techo de paja con una red verde y lo ató con cuerda de nylon. En el techo hay algunas ramitas de pino esparcidas, tal vez para ahuyentar simbólicamente el deterioro del Muros de piedra y un ferry hacia la otra vida cuerpo. Se usan agujas de pino ya que tardan más en descomponerLa ruta de senderismo se abre para mostrar una maravillosa se. Cerca de allí, la brisa ligera mece suavemente los pinos. vista al llegar a los pueblos de Cheonggye-ri, Buheung-ri y WonAl ocupante de la tumba se le concededong-ri: terrazas de arrozales con paredes rá, después de algún tiempo, un espacio de piedra en las colinas, que se muestran en algún lugar del cementerio de su famiverdes por la nueva cosecha de arroz de la lia. La sepultura sólo se permite después temporada. Estos son los famosos arrozade haber transcurrido tres años desde la les de gudeuljang de la isla de Cheongsan, muerte. Se consulta a un experto en feng que fueron cultivados en terreno montashui para determinar el día correcto y si ñoso, extendidos juntos y regados con un no se encuentra un día propicio ese año, ingenioso sistema de piedras planas. Me hay que esperar otros tres años. Eso explipregunto si desde el inicio de la sociedad ca por qué a veces en el pasado algunos agraria algún otro patrimonio del campo cuerpos dentro de tumbas de hierba perha sido concebido de forma tan desespemanecían décadas sin ser enterrados. rada como estas terrazas de arroz. CultiEsta tradición de la doble inhumación desvados por primera vez en el siglo XVI, estos apareció hace mucho tiempo en territorio arrozales fueron creados con piedras pla2 continental coreano; pero ha continuado nas debajo de un terraplén, y rellenados hasta nuestros días en las islas del Mar de barro para su impermeabilización con 1. Campo de arroz con muro de piedra y escena junto al mar al atardecer. La isla de Wan se vislumbra a lo del Suroeste, probablemente debido a que el suelo encima para contener el agua. lejos en el mar. éstas albergan comunidades insulares que Bajo las piedras planas, se coloca un des2. En Gukhwa-ri, las anchoas que pescan los marineros locales se cuecen al vapor y se secan en bandejas. mantienen sus propios sistemas de creenagüe para desviar el agua a otros arrozacias. La isla de Cheongsan, sin embargo, es les. Basados en la antigua sabiduría de los el único sitio donde todavía se pueden ver las tumbas de hierba. agricultores, arrozales como éste siguen siendo valiosos en la isla En muchos lugares del mundo, la gente cree que los fallecidos incluso estos días, en los que el arroz es más barato que los fideos llegan al reino de los muertos cruzando un río entre este mundo y instantáneos o ramyeon. el más allá. Los muertos de la tribu de Yoruba en África Occidental, Los elementos que definen la isla de Cheongsan son las piedras por ejemplo, son enterrados en una canoa para cruzar el río al otro y el viento. Sangseo-ri y Dongchon-ri son pueblos en los que las mundo. Para los isleños, el mar funciona como algo más que un paredes de piedra conservan perfectamente su forma original. Los espacio en este mundo. Los elevados y tormentosos mares que un sólidos muros de esta isla ventosa se construyen sólo con piedras día pueden amenazar con devorar la isla, pueden ser muy tranquiapiladas que no necesitan unirse con ningún tipo de argamasa, los al día siguiente. El mar puede generar y mantener la vida, pero lo que diferencia mucho a sus viviendas de las que se encuentran también traer la muerte repentina. No solo para navegar a través en la parte continental del país. Aquí todas las casas tienen esos de la vida, sino también para cruzar hasta la muerte, se necesita muros de piedra. No son barreras contra el viento y no se pretenun barco. Existe el mismo mar entre la vida y la muerte. ¿Fabrican de que lo bloqueen. De hecho, las paredes sólidas posiblemente y usan los isleños la tumba de hierba como un ferry para cruzar no pueden cerrar el paso durante mucho tiempo a los constantes ese mar? Hoy, en mi abstracción, observo un barco blanco flotando embates del viento. Los isleños no construían estos muros de piedra para cortar el paso al viento, sino para dispersar la fuerza del sobre la gran colina de Gujang-ri, aquí en la isla de Cheongsan. (Traviento a través de ellos. Esto explica por qué los muros de piedra ducido por Atahualpa Amerise Fernández) podía ser seleccionado como el oficiante principal, actualmente el alcalde de la aldea es el encargado de llevar a cabo dicho ritual. El comité de adoración se compone de cinco personas, entre ellas el oficiante principal. A los seleccionados para oficiar los ritos no se les permite hacer cualquier cosa considerada "impura" durante los 15 días previos al ritual, como visitar una casa donde se vele a un muerto o tener relaciones sexuales. Los tabúes son aún más rigurosos durante el día de la adoración; hasta el punto de que si alguno de los cinco oficiantes se encuentra con alguien en su camino hacia el santuario, debe volver a casa para purificarse.
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En su propio camino
Son Sung-mok
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Toda una vida coleccionando gram贸fonos Cu l tu ra y a rte d e Co re a
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esde la antigüedad, siempre se ha dicho: “Hay cinco lunas alrededor del lago Gyeongpo: la luna en el cielo, la luna en el Mar del Este, la luna en el lago, la luna en la copa de vino y la luna en los ojos de tu amada”. “El lago de Gyeongpo -que se encuentra junto al mar en la ciudad de Gangneung, provincia de Gangwon- es conocido como uno de los ocho lugares más pintorescos de la región oriental de Corea por su hermoso paisaje iluminado por la luna. El atractivo de esta bella zona en la que se encuentra el lago, se ve reforzado aún más por la presencia de un museo de renombre mundial, que presenta la historia de la música y del cine.
1. Los fonógrafos “fireside” de Edison poseen un extravagante cuerno. 2. El fonógrafo en forma de Buda, el único de este tipo en el mundo, fue creado por el fabricante suizo de equipos de audio Thorens, en la década de 1910, por encargo de un creyente budista de Asia. Adornado con oro y varias piedras preciosas, el fonógrafo produce un profundo y retumbante sonido.
Toda una vida de dedicación La mayoría de los visitantes del Museo de gramófonos Chamsori, Edison y cinematografía Ahn Sung-ki, abren bien los ojos con asombro al entrar en este museo de largo nombre, pues frente a ellos se presenta algo que supera con creces su imaginación. Este museo es el hogar de la mayor colección de gramófonos e inventos de Thomas Edison del mundo. En pocas palabras, alberga más inventos de Edison y artículos relacionados con él que cualquier museo en Estados Unidos, el país de origen de este genio. Es por eso que la gente dice: “Incluso los estadounidenses tienen que visitar Gangneung para conocer a Edison” o “Edison nació en Estados Unidos, pero su dirección actual es Gyeongpo”. El museo Chamsori alberga unos 3.500 gramófonos, 2.000 inventos de Edison, 500 proyectores cinematográficos, 1.500 cámaras de cine, 150.000 álbumes fonográficos y 8.000 libros sobre música. Estos elementos integran la colección permanente de Son Sung-mok, fundador y director del museo. El 98 por ciento de los dispositivos de audio que hay aquí están operativos. Llama la atención que el museo conserva un elevado número de dispositivos de audio raros y originales, entre ellos, uno de los seis “fonógrafos americanos” creados por el propio Edison en 1900. En realidad, el fonógrafo americano del museo Chamsori es la única pieza original en todo el mundo que todavía se conserva. Otros objetos destacados que pueden encontrarse en este museo de tres pisos incluyen: un televisor con definición de 30 líneas Baird, el primer aparato de televisión del mundo; un gramófono de papel de estaño, el primero inventado por Edison en 1877; el Edison Clase M, el primer gramófono del mundo hecho en 1899 con cilindros impregnados de cera de abeja; y un gramófono para conciertos fabricado por Edison el mismo año. Además de gramófonos, conservan una fabulosa variedad de inventos de Edison tales como planchas, bombillas, pilas, tostadoras, ventiladores eléctricos, linternas o cafeteras. El museo también exhibe una lámpara de pared, obra maestra de Edison que ganó el primer premio en la Exposición de París de 1881; y otras maravillas como el primer equipo de televisión del mundo, una caja de música anterior a la invención del gramófono, y 150 gramófonos de tipo mueble. El museo Chamsori consta de cuatro salas de exposición, una sala de música, y un mirador en la tercera planta con vistas panorámicas al lago Gyeongpo. La sala “World of Sound” (“Mundo del Sonido”), cuenta con órganos de las épocas gótica y renacentista, pianos de cilindro, cajas de música del siglo XIX, y vehículos fabricados alrededor de 1920. La sala “World of Film” (“Mundo del Cine”), presenta la historia de la tecnología cinematográfica desde el proyector de cine a la televisión, a través de imágenes en movimiento, vídeos, CD, LD y DVD. Por último, la sala “World of Light” (“Mundo de la Luz”), expone la historia de los aparatos de iluminación, tales como lámparas de gas o la primera bombilla eléctrica del mundo.
El Museo de gramófonos Chamsori, Edison y cinematografía Ahn Sung-ki (www.edison.kr) alberga una colección de inventos de Thomas Edison más grande que las de cualquier museo dedicado a este personaje histórico en Estados Unidos. De ahí el epigrama: “Edison nació en Estados Unidos, pero su dirección actual es Gyeongpo”. Gyeongpo se refiere a la zona del lago homónimo de la ciudad costera oriental de Gangneung, provincia de Gangwon, donde se encuentra el museo Chamsori. La notable importancia histórica y cultural de este museo es el resultado de la dedicación y el compromiso de su fundador, Son Sung-mok, durante toda su vida. Kim Hak-soon Periodista | Ahn Hong-beom Fotógrafo K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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Otros artículos de exhibición notables son los altavoces Patrician, fabricados por la firma Electro Voice en 1956, el “Gramófono Automático” -el primer gramófono del mundo con control remoto- y el gramófono “Credenza", creado en 1925 por la empresa Victor Talking Machine. El gramófono británico EMG –uno de los únicos tres ejemplares del mundo fabricados de este modelo- que Son compró a la casa real saudí, todavía puede ofrecer un sonido de alta calidad. El museo Chamsori atrae cada año a unos 500.000 visitantes coreanos y extranjeros. Entre los más notables destacan los miembros de la comisión de evaluación del COI, que vinieron a Corea a valorar la candidatura de Pyeongchang para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018; así como Gordon Brown, justo antes de convertirse en primer ministro británico. Tampoco es un secreto que varios diplomáticos extranjeros, como el ex embajador estadounidense Alexander Vershbow, visitaban el museo cada vez que pasaban por Gangneung. Recientemente la fama de este museo se ha extendido incluso en el extranjero, gracias a la cobertura de diversos medios de comunicación como CNN de Estados Unidos, CCTV de China, Tokio TV de Japón y Euro TV de Europa.
Los desafíos Son inauguró el museo en noviembre de 1992, tras décadas buscando y coleccionando gramófonos antiguos en cerca de 60 países de todo el mundo. Diez años antes, en 1982, había abierto el Chamsoribang (“Sala del auténtico sonido”) en Songjeong-dong, Gangneung. Lo sorprendente de verdad es que Son comenzó a coleccionar gramófonos cuando tenía tan solo seis años, después de que su padre le regalara un ejemplar del modelo Columbia G24. “Yo era el hijo único de la tercera generación de una familia acomodada en Wonsan, en la actual Corea del Norte. Cuando tenía cinco años, mi madre murió al dar a luz a una niña. Después de eso, rara vez salía de casa. Mi padre me regaló un gramófono portátil para consolarme y eso es lo que despertó mi interés por coleccionarlos”, recuerda Son. El día en que estalló la Guerra de Corea, Son tenía ocho años. Cuando su familia huyó hacia el sur, trajo con él su gramófono. A pesar de la reprimenda de su padre, se 1
negó obstinadamente a abandonarlo. Al graduarse en la escuela secundaria ya tenía una colección de 10 gramófonos; y al finalizar la universidad, en lugar de hacerse cargo de la hacienda familiar, como había prometido su padre, abrió una tienda de electrónica en Donghae, una ciudad costera al sur de Gangneung. Su obsesión era tan fuerte que más tarde, cuando trabajaba en una empresa de construcción en Oriente Medio, adquirió cerca de 600 gramófonos. Tras su regreso a Corea amasó una gran fortuna construyendo apartamentos y, tras tomar la decisión de invertirla en construir un museo, se dedicó aún más en serio a coleccionar gramófonos. Son ha llegado a viajar a un país extranjero hasta 10 veces para comprar una marca y un tipo de gramófono en particular. Y en varias ocasiones se ha situado al borde de la tragedia al sufrir incidentes; que abarcan desde colisiones de tráfico hasta robo a mano armada y secuestro. “Me encontraba de camino a Argentina con mi esposa para tomar parte en una subasta, cuando fui abordado en Nueva York por un ladrón armado con una pistola. Me disparó en el hombro, por lo que tuve que renunciar a ir a la subasta. Afortunadamente, el dueño del gramófono se enteró de lo que me había pasado y aplazó el evento”, comenta Son. “Después, gané la subasta de un fonógrafo estadounidense que funciona con monedas, el único modelo de su clase que hoy queda en el mundo”. Pero el camino transitado por Son no fue fácil. Su negocio de cemento quebró tras la crisis financiera asiática de 1997, lo que provocó la clausura del museo por orden judicial. Sin embargo, justo antes de que su propiedad fuera subastada, logró llegar a un acuerdo. “Todavía me quedan deudas por cubrir. El edificio del actual museo fue construido por el Ayuntamiento de Gangneung, y pago una renta anual de 100 millones de wones (unos 90.000 dólares), asevera”.
Una búsqueda interminable A lo largo de su inusual travesía, Son “se encontró” con Edison varias veces. Edison fabricó en 1877 un gramófono de papel de estaño, el primero del mundo. De los seis gramófonos de papel de estaño creados por Edison, Son ha logrado acaparar cinco. Además, el museo posee más de la mitad de los dispositivos inventados por Edison, gracias al inagotable entusiasmo de este hombre. “La
“Al igual que Thomas Edison, el rey de los inventos, dijo una vez que quería vivir 300 años porque quedaban muchas cosas que inventar; Son Sung-mok quiere vivir 500 años porque quedan muchas cosas que coleccionar”. 58
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1. Son Sung-mok, fundador y director del Museo de gramófonos Chamsori, Edison y cinematografía Ahn Sung-ki, ha coleccionado durante toda su vida inventos y fonógrafos originales de Edison. 2. Un primitivo modelo de proyector de cine, da testimonio de los días pioneros de la cinematografía. 3. Margot Piano Orchestrion es una caja de música que puede reproducir los sonidos de un piano, una mandolina, un xilófono, platillos y triángulos de percusión
gente solía llamarme loco. He visitado Estados Unidos alrededor de 150 veces, pero todavía no conozco muy bien la geografía del país. En todos mis viajes allí he ido, he comprado el gramófono que quería, y he vuelto a casa”, relata. La colección Chamsori incluye una de las dos cámaras que se utilizaron para la película “Lo que el viento se llevó”, el primer largometraje en color de la historia. La cámara salió al mercado tras un incendio en los estudios Universal de Hollywood, lo que permitió a Son adquirirla por la importante suma de 300.000 dólares. Lo logró tras dos años de negociaciones con el comerciante, que se mostraba reacio. La otra cámara literalmente “se fue con el viento” cuando los estudios quedaron destruidos. La colección de Son está valorada en más de 100.000 millones de wones (unos 90 millones de dólares), pero su gran volumen no le ha detenido en su afán por coleccionar. “Si dejara de comprar artículos durante dos o tres años, me gustaría poder construir un nuevo museo; pero ningún verdadero coleccionista haría eso. Sí, supongo que se podría decir que ya tengo una colección bastante grande; pero si me detuviera ahora, el museo decaería”, explica. Para conmemorar su medio siglo dedicado a coleccionar gramófonos, Son organizó en 2011 una exposición retrospectiva especial. “Al igual que Thomas Edison, el rey de los inventos, dijo una vez que quería vivir 300 años porque quedaban muchas cosas que inventar, Son Sung-mok quiere vivir 500 años porque quedan muchas cosas que coleccionar”, reza un cartel colgado en la pared, cuyas palabras describen acertadamente la pasión de Son. El sueño de Son es convertir su museo en una auténtica institución de primer nivel mundial agregando un museo del cine y un K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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museo para los niños. A finales del año pasado firmó un acuerdo con Ahn Sung-ki, uno de los actores más famosos de Corea, para abrir el Museo cinematográfico Ahn Sung-ki. De ahí que tenga un nombre tan inusualmente largo: Museo de gramófonos Chamsori, Edison y cinematografía Ahn Sung-ki. El nuevo museo del cine de tres pisos se ubicará en el lado este del actual Museo de gramófonos Chamsori y Edison. Se prevé que la construcción finalice en octubre de este año, para abrir sus puertas al público en febrero de 2014. Contará con una colección de cerca de 10.000 artículos, incluidas unas 50 películas relacionadas con Ahn y materiales sobre su vida y obra; tales como sus trofeos y el vestuario de sus rodajes, así como los proyectores de cine y los celuloides que Son ha coleccionado. El museo del cine supone para Son cumplir el sueño de su vida, al construir un espacio multitemático en el que destacan tres elementos: el sonido, la luz y la visión. También planea construir un museo para niños y crear un recinto para el ocio en familia. Son reconoce que ahora su cuerpo está agotado. Se sometió a una gastrectomía para superar un cáncer de estómago; y hace años a otro procedimiento quirúrgico para vencer un cáncer de colon. Sin embargo, mantiene un pensamiento positivo hacia todo, porque todavía le quedan muchas cosas por hacer y un sueño que cumplir. “He pedido a mis familiares que cuando muera me entierren bajo el nuevo museo. El museo es mi vida. Tengo la intención de crear una fundación que se encargue de gestionar el museo, para que mis descendientes no puedan vender la colección. Aunque haya comprado los artículos para mí mismo, ahora la colección pertenece a nuestra sociedad”, afirma Son. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)
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“Corea: el país imposible” Escrito por Daniel Tudor, 320 páginas, 22,95 dólares, Vermont: Tuttle Publishing (2012)
Daniel Tudor, actualmente corresponsal de la revista “The Economist” en Corea y colaborador de “Newsweek Korea”, trata en su último libro de responder a preguntas clave sobre la Corea de hoy en día, como por ejemplo, “¿cuál es la relación de Corea del Sur con Corea del Norte?”; “¿cómo afecta a la sociedad coreana la fiebre por el aprendizaje en inglés?”; “¿Qué supone para Corea la tendencia del multiculturalismo?”; y “¿qué lugar ocupan las mujeres en la Corea actual?” Incluso antes de que el lector abra el libro, su título inspira curiosidad. ¿Por qué Corea es “el país imposible”? El autor proporciona una doble respuesta a esta pregunta. Por un lado, parecía imposible que Corea del Sur pudiera incluso sobrevivir y mucho menos alcanzar la prosperidad, pero ha protagonizado dos milagros: un extraordinario desarrollo económico, y una rápida transición de la dictadura militar a la democracia. Por otro lado, no obstante, Tudor sostiene que la sociedad coreana impone demasiada presión sobre las personas para que tengan éxito; y las metas que los ciudadanos esperan lograr para disfrutar de ese éxito son, en muchos aspectos, inalcanzables. El libro comienza con un breve resumen de la historia de Corea, desde la prehistoria hasta el final de la Guerra de Corea (1950-1953). El resumen solo se extiende a lo largo de unas pocas páginas, pero proporciona las bases necesarias sobre las que construye el resto del libro. En la primera parte, el lector conoce los seis pilares sobre los que descansa la actual sociedad coreana: el chamanismo, el budismo, el confucianismo, el cristianismo, el capitalismo y la democracia. Es interesante ver unidos en una misma categoría a los cuatro pilares religiosos o filosóficos más tradicionales, y a dos pilares ideológicos modernos, pero la combinación parece acertada. Tudor no se limita a describir los cuatro sistemas de creencias tradicionales; sino que también analiza el modo en que éstos siguen influyendo hoy en día en el pensamiento coreano y, en este sentido, aporta algunas ideas muy interesantes e incisivas. Las cuatro secciones restantes del libro abordan los códigos culturales, incluyendo conceptos “típicamente coreanos” que a menudo se consideran imposibles de traducir, como jeong y han; así como aspectos actuales de la sociedad coreana en ámbitos como la política, el trabajo, la industria en torno al matrimonio y la educación en inglés. También abarca el estilo de vida y fenómenos culturales, como los comportamientos de las personas hacia los espacios de vida compartidos, el cine, la música pop o la cultura de beber hasta altas horas de la madrugada. Por último, presenta una variedad de reflexiones sobre la identidad coreana entre las que se incluyen los debates sobre el nacionalismo, el multiculturalismo, la llamada “Ola Coreana”, la exportación de la cultura de Corea, y el cambio de perspectiva sobre asuntos como la homosexualidad o el rol de la mujer en la sociedad. Estos últimos capítulos son breves (con un promedio de menos de 10 páginas) pero convincentes ensayos con entidad propia, que parecen estar organizados en secciones más por comodidad que por coherencia temática, sobre todo en las partes III y IV. Esto significa que, en gran parte de su contenido, el libro no se guía por un hilo narrativo único; sino que trata de dibujar un panorama más amplio a través de una serie de breves instantáneas. Una ventaja de esta propuesta, es que cualquier capítulo puede ser leído de manera independiente sin perderse. En todo caso, si éstos se conciben como un conjunto, el resultado es superior a la suma de las partes. A través de una serie de instantáneas diversas, el libro presenta una Corea que no se puede explicar de forma simple, una Corea intrincada y compleja. El libro de Tudor funciona de forma sorprendente como guía de la Corea actual y de sus raíces.
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Libros y más
El rompecabezas de un corresponsal británico en Corea
Charles La Shure Profesor de la Facultad de Interpretación y Traducción de la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros
Guía de prácticas budistas para lectores de habla inglesa
Corea observada por la esposa de un antiguo enviado estadounidense
“Seis caminos hacia el corazón: la esencia de las prácticas budistas coreanas”
“Cartas desde Joseon”
Escrito por Seong Jae-hyeon, traducción de Hong Yon-ju, revisada por Ross Chambers, fotografías de Ha Ji-kwon, 192 páginas, 20.000 wones, 18 dólares, Seúl: Bulkwang Publishing, Asociación de Órdenes Budistas de Corea (2011)
Escrito y compilado por Robert Neff, 431 páginas, 19.000 wones, 30 dólares, Seúl: Seoul Selection (2012)
Es el segundo volumen de una trilogía, pensado para presentar el budismo coreano a los lectores de habla inglesa. “Budismo coreano”, el primer volumen publicado en 2009, se plantea como una introducción general, mientras que el tercer volumen, “Encuentro con la belleza del budismo coreano”, publicado en 2013, ofrece una visión del patrimonio cultural budista en Corea. En el caso de este segundo volumen, se centra en seis prácticas fundamentales del Budismo de Corea: la meditación sobre temas específicos (ganhwa seon), la recitación de Buda, el mantra, la lectura de los sutras, la copia de sutras y las reverencias. Sirve como una guía práctica para quienes visitan los templos y están interesados en algo más que la historia del budismo en Corea y sus numerosos santuarios. Como su título indica, el libro abarca las prácticas centrales del budismo coreano, por lo que es una obra práctica por definición. Al mismo tiempo, sin embargo, se interpreta casi como una guía de meditación. La introducción, titulada “Un camino a casa” (“A Way Home”), dibuja una vívida e intuitiva imagen del concepto de "hogar" y se compromete a ayudar a dirigir allí al lector. A esto siguen letras de canciones que describen la primavera en la ciudad natal de su compositor. Este imaginario probablemente alude más a los lectores coreanos, ya que se basa en concepciones tradicionales de Corea sobre la “ciudad natal” y las expectativas hacia la misma, pero aun así es muy conmovedor. Incluso en los pasajes más racionales y pragmáticos, el libro mantiene este calmado tono reflexivo, lo que permite que el acto de lectura parezca una práctica meditativa en sí misma. Superada la introducción contemplativa, el lector se hace la pregunta: “¿Cómo es nuestra mente?” Esto conduce a un debate sobre el sufrimiento humano, encarnado en las enfermedades; enfermedades no del cuerpo, sino de la mente. Estas dolencias son causadas por los tres venenos -la codicia, la ira y la ignorancia- y las prácticas budistas se presentan como el antídoto contra ellos; así como la cura definitiva de estas enfermedades. Tras esta introducción llegan los capítulos sobre las seis prácticas. Cada capítulo sigue la misma estructura básica: una explicación de la práctica, un análisis de sus bases en la doctrina budista al que acompaña un breve resumen de su historia, una descripción de cómo se lleva a cabo la práctica en la Corea actual, y una guía -paso a paso- para la realización de la práctica. Cada sección termina con una breve y casi lírica “meditación de un guía”, diseñada para promover la reflexión y la introspección.
Este libro, que cuenta con el largo subtítulo “La Corea del siglo XIX a través de los ojos de la esposa de un embajador estadounidense”, ofrece al lector una visión única y personal de Corea en la última década del siglo XIX, cuando Japón reemplazó a China como potencia extranjera dominante en la península; un cambio que en última instancia, convertiría a Corea en una colonia de su país vecino en pleno despegue. Representa un viaje que comenzó con la publicación de una colección de cartas de John MB Sill, ministro de Estados Unidos para Corea de 1894 a 1897, que llevó a las más de 750 páginas de misivas escritas a mano de la familia Sill -almacenadas en microfilm en la Universidad de Michigan- y que finalmente dio origen a esta fascinante visión de un tumultuoso periodo de la historia de Corea. Además de las cartas de Sally Sill, “la esposa del embajador” mencionada en el subtítulo, el libro también se apoya en las cartas escritas por el propio representante diplomático y por la hermana de Sally Sill, llamada Lily, especialmente en 1894 cuando el reumatismo impedía a Sally escribir. Junto con despachos diplomáticos y cartas personales de otros personajes occidentales de la época, estas misivas proporcionan un colorido relato de aquellos tiempos que contrasta con las historias oficiales. Incluso cuando las cartas narran acontecimientos históricos importantes y divulgados como la Guerra Sino-Japonesa, el asesinato de la reina Min (conocida hoy ampliamente como la emperatriz Myeongseong) o la huida del rey Gojong a la legación rusa; estos relatos proporcionan a la vez la fresca e interesante perspectiva de una familia occidental nueva en Asia. Además de los acontecimientos históricos más trascendentales, las cartas también relatan aspectos de la vida cotidiana de la misión estadounidense en Seúl; como los problemas con el sistema postal, los extraños eventos deportivos en los que participa el personal diplomático; y los escándalos en el seno de la comunidad occidental. En este libro, las biografías de importantes personajes históricos que jugaron un papel significativo en la vida de los Sill, ayudan a profundizar en el elenco de personajes. Y, por supuesto, aporta el hilo conductor el estilo fluido de Robert Neff. Además de proporcionar con su narración los antecedentes necesarios para situar las cartas en su contexto adecuado, Neff va más allá y deja que sean los propios autores de las cartas quienes hablen por sí mismos tanto como sea posible; citando pasajes que van desde un párrafo, hasta varias páginas a la vez en algunos casos. (Traducido por Atahualpa Amerise Fernández)
opiniÓn desde la lejanÍa
“Al evento social que fueres, haz lo que vieres” Carlos Alfonso Macías Valadez Elias Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros
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esde muy niño, mis padres pusieron demasiado empeño por educarme bien, según las normas de urbanidad, etiqueta y buenas maneras que rigen las sociedades occidentales. Recuerdo perfectamente los días antes de venir a este país cuando daba un paseo con mi padre y, a modo de despedida, éste aprovechó la oportunidad para darme un último consejo, que creo es el que más me ha servido en mi estancia en Corea: “Calla, escucha, ve, aprende e imita. Vas a otro mundo y tendrás que adaptarte a ellos, no ellos a ti. Recuerda que estarás en su casa. Seguramente tendrán reglas diferentes, así que no intentes aplicar las que te hemos enseñado salvo una: actúa siempre de buena fe y considerando siempre al prójimo”. Tan metafórico consejo parecía en aquél entonces no tener tanto sentido para mí; sin embargo, al pasar de los años, terminé por entender perfectamente cada una de las palabras que mi sabio padre enunciara en aquella ocasión. Lo que más me sorprende es cómo pudo haber sido posible que él, dada su nula experiencia viviendo en el extranjero, pudiera prever los eventos que el destino me tenía preparados por estos lares: “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, y mi padre de diablo no tiene nada… pero de viejo sí. Llegar a Corea fue para mí algo asi como volver a nacer. Algo como empezar una nueva vida paralela a la que ya tenía. Al andar por las calles de este país, mi cabeza no dejaba de girase para derramar mi visión en todo lo que acontecía frente a mis ojos, que se antojaba extravagante, fantástico y completamente nuevo para mí: luces de neón por todas partes, edificios del tamaño del cielo, gente precipitándose en manada por cualquier lado, anuncios con caracteres que no entendía pero que me parecían artísticos, etc. Esa fascinación, que entonces me robaba la atención por completo, me causó varios “inci-
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dentes” como perder algunas pertenencias (afortunadamente nada de valor), casi ser atropellado un par de ocasiones, y hasta chocar accidentalmente con algunos viandantes. Al poco tiempo de llegar, uno de mis primeros amigos tuvo la gentileza de invitarme a su boda; más como un acto de hospitalidad hacia un recién llegado que otra cosa, porque a decir verdad, solo nos habíamos visto en un par de ocasiones. Con gusto acepté la invitación y me dispuse a prepararme para el evento de acuerdo a las usanzas de mi tierra: mi primer y máximo error. Con los limitados recursos que poseía, opté por comprar un par de toallas, que nunca están de más para quienes empiezan una familia, me puse traje y corbata, y me dispuse a llegar poco después de una hora de lo señalado en la invitación de la boda, ya que en mi tierra nadie llega a la hora señalada a una boda, pues se sabe que los que llegan a tiempo, deberán de esperar aburridos a que lleguen todos los demás, y que lo interesante de este tipo de encuentros, siempre empieza al menos una hora después de lo previsto en las invitaciones. Para mí sorpresa, el lugar de la boda era algo así como un castillo, literalmente hablando, pues la fachada tenía esa forma, y en su interior se encontraban varias salas donde se llevan a cabo ceremonias nupciales; es decir: era algo así como un edificio destinado a bodas exclusivamente. Posteriormente acerté a entender que había cientos del mismo estilo por todo el país. Mi segunda sorpresa fue al llegar a la sala y ver que la ceremonia ya había empezado. El salón estaba dividido por un pasillo, cuyos costados estaban flanqueados por hileras de sillas que llenaban el recinto. Al fondo, había una especie de altar con un anciano que ejercía como “ministro de la boda”, mirando hacía los novios que se encontraban frente a él. Entré a hurtadillas tratando de no interrumpir lo que consideré como
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el “sermón” del ministro, que obviamente estaba en coreano y del que no entendí ni una sola palabra. Me acomodé en la última fila y me dispuse a esperar el fin de la ceremonia. El monólogo del “supuesto ministro” se extendió por una media hora más y, al terminar, la nueva pareja de casados se volvió para saludar a la concurrencia. Y entonces vino mi tercera sorpresa: el recién casado no era mi amigo, sino un completo desconocido. Volví a releer la invitación para verificar que la sala era la correcta; y no había duda alguna: estaba en el lugar adecuado. Y efectivamente mi amigo se había casado ahí, pero una hora antes de que yo llegara. Caí tarde en la cuenta de mi error, mientras que una señorita que trabajaba en ese lugar, amablemente me explicó que –probablemente- mi amigo se encontraría en un comedor adyacente disfrutando del banquete nupcial. Me dirigí inmediatamente al lugar indicado y afortunadamente lo encontré. Le dije que tenía su regalo y me replicó con prisa y un tanto nervioso -por cierto, ¿alguien habrá visto algunos novios tranquilos el día de su boda?- que me dirigiera hacia la entrada, donde encontraría una señorita encargada de eso, y que ella me daría un “boleto” para que pudiera comer. Obedientemente, llegué a la ubicación de la señorita, pero mi sorpresa fue máxima al constatar que me pedía “dinero”. Yo le decía que no traía dinero para mi amigo, sino toallas, pero ella insistió en que debía darle dinero. Le pregunté que cuánto, y me dijo que lo que quisiera. Así que saqué mi cartera y tomé un billete de 5.000 wones (poco menos de cuatro dólares). Ella me miró con cara de decir “qué tacaño eres”. Pero rápido me di cuenta de mi error, así que a los 5.000 wones, sumé otros tres billetes de 1.000 y algo suelto que tenía en el bolsillo. Pero pese a darle todo lo que llevaba encima, no hubo mejora en su rostro impasible. Me dio un sobre, me pidió que escribiera mi nombre en él, e introdujera el efectivo. Le pregunté el porqué, y me dijo que era para llevar un registro; puesto que en caso de que yo me casara, así mi amigo podría luego devolverme el dinero. Yo rehusé a hacerlo puesto que lo que le daba, aunque era muy poco, era un regalo y no pretendía que nadie me devolviera nada. Ella insistió, pero aquello sí iba en contra de mis “principios morales”, y yo me aferré a no escribir nada en el sobre. Finalmente, aceptó el sobre y me dio el boleto para pasar al comedor. Apenas si pude picar algo del bufé preparado, puesto que al momento de acomodarme en una mesa, los camareros empezaron a limpiar todo, al tiempo que los invitados se empezaban a marchar. Una vez más me quedé sorprendido, pues era la boda más rápida a la que había asistido en mi vida. Tras indagar los usos y costumbres en Corea para ese tipo de eventos, y por supuesto tras haber metido la pata cuan-
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tas veces pude en esa boda, entender el porqué de las cosas. Según me dijeron, las bodas se hacen de manera exprés porque resulta práctico, conveniente y económico para la sociedad coreana, que se jacta de ser dinámica y eficiente. Así que si la invitación dice que el evento empieza a una hora, a esa hora sin falta empezará; porque a buen seguro habrá que terminar a tiempo para ceder la sala a la siguiente pareja. En Corea no se usa dar regalos a los recién casados, sino que se opta por dar dinero para que ellos, con lo recaudado, puedan pagar los gastos de la ceremonia y, en caso de sobrar, comprar lo que necesiten; lo cual visto desde un economicismo-pragmático puede resultar muy apropiado; pero visto desde un enfoque afectivo, resultaría un poco falto de calidez. Con respecto a las “tarifas de entrada” por invitación a la boda, suele haber estándares no escritos, pero más o menos socialmente establecidos, que oscilan de acuerdo al grado de intimidad que se tenga con los novios: 30.000 wones para conocidos en general, y 50 o 100.000 wones para amistades muy cercanas. Se suelen dar esas cantidades cerradas por etiqueta (tras saber eso pude entender por qué la señorita encargada de los regalos me quería sacar a patadas de la boda). Se registra en un libro especial lo donado por cada invitado, para que la nueva familia pueda referirse al registro en posteriores eventos de índole similar, y retribuir en la misma medida a cada ser querido. Es decir que, en pocas palabras y aunque suene un tanto feo, es como un préstamo que se hace a los recién casados que, en un futuro, podré recuperar el día en que me case yo. Bueno… al menos así lo percibí. Durante un tiempo, yo criticaba mucho que las bodas en Corea fueran tan rápidas e insípidas; hasta que un buen amigo coreano me explicó que, durante un tiempo, se aceptó la costumbre de hacerlas así, puesto que la situación económica del país era tan precaria hace algunas décadas, que no había recursos para eventos pomposos. En fin, gracias a esta anécdota aprendí que es mejor no criticar, porque seguramente todo tiene una razón de ser. Cuánta razón tenía mi viejo y qué tonto fui por no hacerle caso. Por fortuna, y tras bastantes meteduras de pata y otras vergüenzas, he aprendido muy bien la lección. Actualmente voy a las bodas con mi cuota preparada y llego 10 minutos antes de lo indicado en la invitación. No son tan divertidas como me gustaría, pero para “diversión” ya están los funerales que se organizan por estos lares; en donde hay comida, bebida y ambiente de casino durante toda la noche. Personalmente, no me gustaría casarme al estilo coreano; pero eso sí: ¡me encantaría que mi funeral fuera a la coreana!
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Entretenimiento
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La televisión adora la comida
Los programas sobre diversos estilos de vida, especialmente sobre cualquier asunto relacionado con la comida, dominan la programación televisiva por la mañana y por la tarde, y son muy populares entre los diversos segmentos de la audiencia televisiva. Así, programas educativos y elaboradas series documentales centradas en la comida – sobre cómo ésta se produce, se prepara de diferentes maneras y se disfruta por parte de gente diferente – están también logrando destacables avances. Lee Young-mee Crítica de Cultura Pop y Profesora Adjunta, Universidad de Sungkonghoe
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a creciente y rápida popularidad de la comida como entretenimiento, de forraje o relleno, ha facilitado el crecimiento de una ávida cultura para foodies(amantes de la comida), alimentada por celebridades en los medios de comunicación y en el universo on line, libre de cualquier regla. Meokbang, una palabra acuñada recientemente, hace referencia a filmar secuencias o videoclips que contienen escenas en las que se come. Si se busca esta palabra en Internet, pueden encontrarse fácilmente muchos vídeos de programas de televisión o de películas con primeros planos de celebridades comiendo. Durante la década pasada, los programadores de televisión utilizaron la comida como un contenido popular; y así abrieron y alimentaron el apetito de sus telespectadores, a través de aventuras dedicadas a comer, de comportamientos ridículos y accidentados de gente común, y también de celebridades. Al ser de libre acceso -y gracias a la fácil edición de vídeos en Internet- el público se ha volcado con entusiasmo a consumir, compartir y disfrutar estas secuencias sobre ellos mismos.
De la clase de comida a un viaje a la nostalgia Hasta los años 70, los programas típicos de cocina en la televisión coreana eran cortos e instructivos: un experto culinario mostraba el proceso completo de cocinar un plato en un estudio, en programas como “Cocina casera”. Más allá de la función básica de enseñar a cocinar, esos programas eran también pretenciosos escaparates que estimulaban el deseo de la audiencia por estilos de vida modernos, transmitidos a través de escenas de cocina, en las que se usaban sofisticados utensilios gastronómicos e ingredientes de primera calidad en cocinas de estilo occidental.
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Como en los años 80 se produjeron los más diversos documentales, la comida fue relanzada como un tema de importancia, debido al carácter coreano y a las características locales. En las principales festividades como Chuseok (Festival de la Luna de Otoño) y el día de Año Nuevo, documentales especiales con títulos como “Sabores creados por las manos de una madre” y “Comidas de la principal festividad de Corea”, repletos de narraciones líricas e idealizadas escenas rústicas; llegaron a formar parte de la oferta televisiva típica de esas fiestas. Al mismo tiempo, también se empezaron a hacer programas serios de descubrimiento de platos de comida, que implicaban viajar y filmar fuera del estudio. Buenos ejemplos de ello son los programas documentales ligeros de Korean Broadcasting System (KBS) como “Show de sabor, Show de estilo” (Mat Jarang Meot Jarang), que empezó a emitirse en 1984, y “A lo largo del sabor, a lo largo del sendero” (Mat Tara Gil Tara), que empezó en 1993. Dado que los avances en los equipos de radiodifusión hicieron fácil filmar fuera del estudio, empezó a ser posible producir programas de gastronomía, que incluso visitaban lugares que aparecían en historias televisivas. A consecuencia de ello, la comida empezó a representar una cultura o un aspecto de ocio; y no solamente una parte del trabajo doméstico de las amas de casa. Hay que destacar que este fue un periodo en el que los ingredientes autóctonos y los platos de comida preparados según métodos tradicionales de cocinar, fueron desapareciendo rápidamente debido a los acelerados cambios sociales y la concentración urbana. También fue entonces cuando escribir sobre comida empezó a ocupar un nicho en los medios de comunicación; con ejemplos como columnas escritas en periódicos y revistas que, a modo de excursión de exquiCu l tu ra y a rte d e Co re a
1. Las pinturas murales del Palacio Suan Pakkad de Bangkok, Tailandia, que fueron presentadas en el documental "Noodle Road" (“La ruta de los fideos”), ofrecen pistas sobre cómo las personas elaboraban los fideos mucho tiempo atrás. 2. Escena del documental “Noodle Road” (“La ruta de los fideos”). 3. Escena del programa “Korean Cuisine and Dining” (“Cocina y comida coreanas”), de la emisora KBS 1.
siteces, adquirieron una enorme popularidad. Asociar la comida a ciudades locales o a cultura tradicional, es todavía la fórmula familiar más popular entre los programas televisivos relacionados con comida. De hecho, con la primacía cultural centrada en el cosmopolitismo de Seúl, evocar nostalgia mediante “la comida de los buenos y viejos tiempos” era la vía más fácil para remover los sentimientos de nostalgia hacia ciudades provinciales y áreas rurales.
Programas que estimulan el apetito Hacia el año 2000, los programas de televisión centrados en la comida en sí, empezaron a estimular el apetito de la audiencia. Con la nueva tendencia de “ser saludable” abriéndose camino en Corea, los programas que reflejaron el aumento del interés del público por la salud, como “Vitamina” de KBS-2 y “Cómo comer y vivir bien” de Seoul Broadcasting System (SBS), llegaron a ser los principales referentes y a marcar tendencia en televisión. La película taiwanesa “Yin shinannu”(1994), titulada en español “Comer, beber, amar”, y en inglés “Eat Drink Man Woman”, atrajo la atención hacia los saludables efectos de imágenes mostrando comida, sin tener en cuenta la historia. De este modo, se había encontrado el modo de estimular –intensamente- el apetito de la audiencia. En particular, los platos de comida china en la película eran visualmente dinámicos y coloridos; y la mayor parte de ellos eran cocinados rápidamente a altas temperaturas. Con solo mirar las escenas, los espectadores sentían su apetito fuertemente estimulado, al recordar el olor del aceite y las especias de la comida china. Asimismo los cómics japoneses de cocina, como “Shota no Sushi ”(“Rey del Género Sushi”), atrajeron a un gran número de seguidores, confirmando el atractivo popular de los trabajos centrados en el sabor de la comida. Los dos principales programas que abrieron una era de series dramáticas televisivas relacionadas con la gastronomía son “Proposición Deliciosa” -(en 2001, por Munhwa Broadcasting Corporation o MBC)-que trataba del enfrentamiento entre dos restaurantes chinos; y “DaeJangGeum ”-(“Joya en el Palacio”, de 2002, en MBC)- la cual está basada en escritos sobre la cocina real de la dinastía Joseon. Ambas series están estructuradas como una competición entre chefs, mostrando así la influencia de “Comer, beber, amar” y de“Shota no Sushi”. La tensión creada por el sentimiento escondido de un conflicto, y los enfrentamientos y competiciones de cocina, contribuyeron a la popularidad de estas series dramáticas; aunque la presentación visual en estas series de comida, capaz de estimular el apetito, también era importante. Poco después, la comida pasó a ser un contenido relevante en los programas documentales ligeros, tales como “VJ K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
Fuerzas Especiales” (KBS-2); y programas de entretenimiento como “¡Decide! Sabor vs. Sabor” (de 2003, en SBS). Este último estaba centrado principalmente en la diversión de ver a grupos de invitados luchando por contener su apetito, mientras observaban platos de comida dispuestos frente a ellos. Esto implica que, finalmente nuestra sociedad ha llegado a abrirse con respecto a nuestros deseos y apetitos básicos sin sentimientos de culpa o de vergüenza. En efecto, el apetito por la comida es un deseo físico básico al igual que el deseo sexual. Como tal, las escenas que muestran a gente disfrutando de una deliciosa comida, están próximas tanto a la provocación como a la pornografía. La comida es un material que puede estimular, de forma simple, el deseo básico de los espectadores. Meokbang, mencionado anteriormente, es algo así como pornografía gastronómica equivalente a un vídeo sexual, que muestra a la audiencia la visión de elegantes celebridades que, como seres humanos, al fin y al cabo tienen las mismas necesidades que las de aquellos que comparten y estimulan su propio apetito.
Diferencia generacional en el gusto Se trata mayoritariamente de adultos jóvenes y de gente de mediana edad, que tienden a tener la irreverente y franca mentalidad de los antiautoritarios; ya que ven el apetito en sí mismo positivamente, y difunden meokbang cómicos en línea. Pero la audiencia de mayor edad está todavía poco familiarizada con el hecho de ver a gente disfrutando casualmente de un deseo físico básico. Este es el motivo por el que KBS-1, manteniendo unos principios y valores públicos, emite al atardecer programas como “Cocina coreana y cenas”, que combinan características locales, temas nacionalistas y de vida saludable; cuando el índice de telespectadores entre la población mayor es elevado. El tiempo para el espacio televisivo justo antes de ese programa, está asignado a “Mi pueblo natal a las 6”, cuyo contenido principal consiste en mostrar las vidas diarias de granjeros y pescadores, así como presentar las especialidades locales. También en estos programas, por supuesto, hay primeros planos de gente comiendo deliciosos platos de comida, que estimulan ávidamente el apetito de la audiencia y constituyen el mayor atractivo de estas entregas. Pero atraer a los mayores, en cambio, requiere más contenido de interés público. Claramente, existe una diferencia generacional entre estos programas y el meokbang. Paulatinamente, los programas de cocina se van diversificando, a medida que el tiempo provoca una evolución en los gustos por el entretenimiento. Una obra de arte documental, “Carretera de Fideos”, que cubrió el tema de los fideos a la sartén en la historia global de la civilización; obtuvo críticas favorables en Corea y también en otros países. Los canales por cable de entretenimiento y estilo de vida, también están invirtiendo en programas de “supervivencia”, como “Sí, Chef” (Q TV) o “Master Chef de Corea” (Olive TV). En definitiva, parece claro que la comida ha conseguido protagonismo y creado un nicho propio, como uno de los más poderosos contenidos para programas televisivos. (Traducido por Raimon Blancafort)
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Estilo de vida
La crisis económica desata la fiebre por la acampada entre los coreanos Una nueva moda arrasa en Corea: acampar al aire libre. Casi como por arte de magia, han surgido clubs de camping online con más de 200.000 miembros cada uno. Algunos padres han empezado a recortar otros gastos en ocio, para ir de camping y disfrutar con sus hijos del placer de contemplar el cielo nocturno, mientras innumerables estrellas proyectan luz sobre sus cabezas.
Kim Young-ju Periodista, Daily Sports
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i hobby es escalar montañas solitarias donde apenas pueda toparme con otras personas. Me gusta acampar de noche con un reducido grupo de amigos íntimos, en lugares que considere adecuados para poner la tienda. Pero cada vez es más y más difícil encontrar sitios aislados. Estos días he observado un repentino aumento en el número de familias campistas, tanto los fines de semana como en los días laborables. Como soy soltero, a veces me uno a la familia de mi hermana en las acampadas. Me hace feliz asar en la barbacoa carne de cerdo o ternera y boniatos para mis sobrinos. La próxima vez compraré un poco de pescado en un mercado de camino al campamento y lo cocinaré para los niños. Lo mejor de la experiencia de acampar es el entorno natural que te rodea de noche. Cuando uno se acuesta dentro de la tienda, enseguida se siente integrado con la naturaleza. Se trata realmente de una fantástica experiencia para los niños, que pueden observar la luz de innumerables estrellas proyectada sobre sus cabezas. (De hecho, muchas escuelas reconocen como actividad extracurricular la experiencia de los alumnos de acampar con su familia, aunque solo si previamente presentan un plan).
Camping todo el año En una de sus visitas a Corea, Richard L. Guilfoile, presidente de la oficina regional de Asia y el Pacífico de una marca internacional de productos de ocio al aire libre, califica como “dinámica” la fiebre del camping en Corea. Así, Guilfoile afirma: “Corea es probablemente el único país donde la gente disfruta de las acampadas cuando llueve o nieva. Estados Unidos y Japón tienen una más larga tradición de camping, respecto a Corea, pero la pasión de los coreanos es insuperable”. Gracias a la nueva tendencia del camping, en los últimos años los padres coreanos han ganado popularidad en sus propios hogares. Los estadounidenses suelen comenzar a desmontar las tiendas cuando empieza a llover o a nevar. Sin embargo, en sorprendente contraste, muchos coreanos esperan a que caiga nieve para disfrutar de una escapada a un blanco paisaje, según Guilfoile. De hecho, muchos aficionados sueñan con acampar en una llanura cubierta de nieve, que es el espacio de juego ideal para los niños. Cualquier papá gana muchos puntos con sus hijos si les trae algunos materiales de diversión, como trineos. Kim Tae-hyun, quien disfruta con estas aventuras de acampada en familia, tiene una tienda de campaña tipo iglú de tamaño mediano, con paredes diseñadas para acampar en invierno. Al llevar consigo esta tienda, puede construir rápidamente un refugio temporal para su familia en un campo cubierto de nieve cuando el sol se pone rápidamente. Hay unos 400 o 500 espacios para acampar en todo el país. Entre ellos, los arboretos han sido descubiertos por muchos aficionados como maravillosos lugares de acampada, desde hace dos o tres años. Recientemente han abierto uno tras otro numerosos campings al aire libre, que ofrecen tanto la experiencia de acampar, como actividades deportivas. El Resort de Auto Camping de Cheon1
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dong, al pie del monte Sobaek en Danyang, provincia de Chungcheong del Norte, cuenta con un campo de mini-golf. Asimismo, muchos espacios de auto-camping a lo largo del río Bukhan en las provincias de Gyeonggi y de Gangwon, albergan instalaciones para deportes acuáticos.
Mochileros El número de campistas en Corea, que ha aumentado rápidamente en los últimos cinco años, se estima actualmente entre 1 y 1,5 millones de personas que han desarrollado sus propios estilos personales a la hora de acampar. Los más experimentados optan por ir de mochileros para evitar el habitual hacinamiento de los campings. Cuando encuentran un sitio adecuado para acampar al caer el atardecer, se quitan sus mochilas y las desempacan. Para ir de mochilero sólo hace falta llevar las cosas básicas y esenciales. “Ir de mochilero sale aproximadamente por la mitad de precio que el auto-camping. Los niños adquieren sentido de independencia y responsabilidad, ya que tienen que hacerse cargo de sus propios materiales. Además, aprenden a valorar la naturaleza", comenta el veterano mochilero Kang Yeong-seok. La oficinista Lee Jeong-hwa va a la montaña a escalar una vez al mes con su mochila, en la que lleva un fogón de camping-gas, además de ollas y sartenes portátiles. Le gusta transitar desconocidas colinas en las áreas rurales, en lugar de ir a los parques nacionales y las montañas más famosas, en las que está prohibido acampar y cocinar. Le gusta especialmente visitar las islas de Sindo, Sido, Jangbongdo o Gureupdo, cercanas a Incheon. Lee comenta: “Cada isla tiene una o dos colinas. Después de llegar al muelle, normalmente camino durante cinco o seis horas y acampo en algún lugar que considero apropiado. Cuando voy a una isla frente a la costa oeste, puedo disfrutar tanto de un magnífico amanecer por la mañana, como de una fantástica puesta de sol al atardecer. Si puedo preparar una buena taza de café y disfrutarla en cualquiera de estas islas remotas, mi acampada es perfecta”. Esta aficionada lleva consigo una tienda de campaña que sólo pesa unos 2 kilos. Se llama “tienda india” y se puede adquirir a un módico precio de unos 100.000 wones (alrededor de 90 dólares). K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
1. Gracias a la reciente moda del camping, los padres coreanos han logrado acercarse mucho más a sus hijos. 2. El momento culminante de una acampada llega por la noche. Para los niños es una experiencia inolvidable “sentir la luz de innumerables estrellas que se proyecta sobre sus cabezas”, igual que en los cuentos de hadas.
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“Cada isla tiene una o dos colinas. Después de llegar al muelle, normalmente camino durante cinco o seis horas y acampo en algún lugar que considero apropiado. Cuando voy a una isla frente a la costa oeste, puedo disfrutar tanto de un magnífico amanecer por la mañana, como de una fantástica puesta de sol al atardecer. Si puedo preparar una buena taza de café y disfrutarla en cualquiera de estas islas remotas, mi acampada es perfecta”. Equiparse para acampar Casi todas las marcas famosas de ocio al aire libre son extranjeras, por lo que equiparse para acampar puede salir caro. Pero la fiebre por el camping ha tenido un efecto saludable en el rutinario estilo de vida de los trabajadores de oficina. Este nuevo fenómeno puede tener muchas causas; como la prolongada crisis económica, o el creciente número de personas que optan por dejar de lado el alcohol para llevar una vida más sana. He visto con mis propios ojos cómo muchos padres eligen un modo de ocio más saludable: recortan sus gastos personales en otros tipos de entretenimiento y, con el dinero ahorrado, adquieren equipos de camping para su familia. Hay muchas maneras de comprar equipos de camping. Los veteranos ofrecen los siguientes consejos a los principiantes que planean una acampada en familia: “Excepto las ollas y sartenes, es mejor comprar los equipos para acampar en establecimientos de segunda clase”. Deben ser especialmente precavidos si planean comprar tiendas de campaña caras, porque el único modo de saber si son buenas o no, es pasar una noche en su interior”, aseguran. A los principiantes les gusta visitar festivales organizados por marcas de ocio al aire libre o clubes de camping, para saber más sobre los equipos de acampada. Estos festivales, que congregan de forma espontánea a cientos de campistas, se convierten en muestras de material de acampada donde los principiantes pueden
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observar cómo los veteranos manejan los equipos y cómo planean las excursiones. La experiencia y los consejos de los veteranos pueden aportar valiosa información fidedigna, de cara a decidir la compra de sus propios equipos. Los clubes de camping online en los principales portales surcoreanos, como Naver y Daum, organizan concursos de acampada en primavera y otoño; mientras que las marcas de ocio al aire libre organizan festivales sobre todo en primavera y verano. Una de estas marcas patrocina alrededor de 10 certámenes de acampada en familia cada año. También se ofrecen eventualmente cursos de camping para principiantes. Muchos consumidores prudentes acuden a las tiendas online para comprar equipos a precios rebajados. De hecho, algunas marcas locales de ocio al aire libre comenzaron su negocio en internet. Lee Seok-jung, empleado de una de estas marcas, asegura: "El mercado online es probablemente más grande que el tradicional".
Las caravanas El número de campistas con caravana también ha crecido de forma constante. Hay dos tipos de caravanas, móviles y fijas; y de ellas las móviles se dividen a su vez en auto-caravanas, que cuentan con todas las comodidades en el interior del vehículo, y remolques que se acoplan a un automóvil independiente. En otras palabras, la auto-caravana es un vehículo y un espacio de camping a la vez; mientras el remolque es una casa en miniatura transportada por un coche. Todas estas caravanas son importadas. Jeong Han-yeong, un hombre de unos 50 años, se mudó hace unos años del centro de Seúl a un barrio suburbano. El año pasado compró un remolque al creer que sería cómodo para él y su esposa en los viajes de acampada. Sin embargo, todavía está por ver si se va a popularizar pronto en Corea este tipo de acampada con remolque, al estilo estadounidense. Primero, es necesario obtener un permiso de conducir especial para transportar un remolque acoplado al coche. Además, no es fácil aparcar y mantener un remolque grande en una zona residencial, compuesta principalmente por edificios de apartamentos. Aun así, los importadores presentan un panorama optimista. “El mercado ha crecido entre un 20 y un 30 por ciento anual en los últimos tres o cuatro años”, afirma Oh Seong-sik, un importador de remolques de gama alta. “Cada año más de 100 personas compran remolques”, ilustra. Vivac Al aumentar el número de campistas, la gente ha adquirido un elevado interés en el vivac, que consiste en acampar sin necesidad de instalar una tienda de campaña. El excursionista que realiza senderismo en un camino de montaña, simplemente ha de elegir un lugar que le guste, extender una alfombra, meterse en un saco de dormir y pernoctar a la intemperie. En plan mochilero o en solitario, el campista duerme completamente rodeado de naturaleza al hacer vivac, ya que no requiere de tienda de campaña. En pocas palabras, se trata de dormir al aire libre sin ningún tipo de cubierta. El equipamiento esencial para el vivac es un saco de dormir. Las hojas caídas de los árboles pueden hacer la función de esterilla, algo esencial para amortiguar el cuerpo sobre el duro suelo, y protegerse de la tierra húmeda. El excursionista, al acostarse, debe enfundarse rápido en el saco de dormir para protegerse del viento y la humedad del suelo, y también asegurarse de que solo su cara está en contacto con el exterior; y notará una sensación refrescante cuando el aire de la noche acaricie su rostro. La mejor parte del vivac es dormir al aire libre, sin barrera alguna entre el campista y los sonidos de la naturaleza. Se puede pasar la noche escuchando el crujido de las hojas, las caricias del viento sobre las ramas de los pinos y el sonido de los grillos y los animales salvajes. Al margen de la fiebre por el camping, puede que les resulte muy sorprendente que existan tantas maneras de disfrutar por su cuenta de esta actividad. Mucha gente ha encontrado una renovada vitalidad en este gran desafío conocido como ‘acampada en familia’. Se trata sin duda de uno de los efectos beneficiosos de esta prolongada etapa de crisis económica. (Traducido
1. El camping aporta el espacio ideal para disfrutar de un valioso tiempo al aire libre con la familia y los amigos. 2. Auto-camping del Monte Deogyu en el Parque Nacional de Muju, provincia del Jeolla del Norte, impregnado de los colores de otoño. Cada año, durante los días de mayor caída de hojas durante la época otoñal -a mediados o finales de octubrehordas de turistas convergen en este camping, situado cerca de la entrada a un pintoresco valle de 4 kilómetros de largo.
por Atahualpa Amerise Fernández) K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 3
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Jornadas de literatura coreana
crítica
¿De quién es la pesadilla? Uh Soo-woong Reportero de arte y cultura, The Chosun Ilbo
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ace tres años me encontré, por primera vez, con el escritor Lee Jang-wook. Fue en ocasión de la ceremonia de entrega de premios a los “Mejores escritores jóvenes de 2010”, organizado por un grupo editorial llamado Munhak Dongne (“comunidad literaria”). En aquel entonces Lee tenía 42 años, una edad en la que ya no se le consideraba un “escritor joven”. De los siete galardonados, Lee era el mayor del grupo. Munhak Dongne explicó su deliberación del siguiente modo: “Las valoraciones para dar el premio tienen en cuenta los años que han transcurrido desde su debut, el cual no puede ser superior a diez años”. Lee Jang-wook empezó su carrera literaria en 1994 como poeta y fue en 2005 que hizo su debut como escritor de ficción con la novela Alegres demonios de Callot. Con esta primera obra recibió el tercer Premio Anual de Literatura Munhak Sucheop (dedicado a los cuadernos literarios), ocasión que estimuló a Lee para continuar presentándose a cuantos premios hubiera para jóvenes escritores, ya que mostraba tener las cualidades necesarias. Por lo que, en mi opinión, no fue solamente por los estímulos de la crítica que obtuvo, al año siguiente, otro premio al “Mejor escritor joven”. El relato “La habitación que baila de Ivan Menshkov” se considera una “ficción autobiográfica”. Aunque muchas de las novelas que se califican de biográficas tienden a centrarse en la narración en una primera persona que habla fidedignamente y se expresa en tono confesional, esta obra no presenta ninguna de estas características. Es más, la narración es aquí tan vaga e incluso ambigua que es difícil saber con certeza lo que está diciendo. Es un relato que se debe leer teniendo en cuenta que el autor esconde algo a propósito en espera de que el lector lo vaya descubriendo. Los tres personajes que aparecen en la obra son: el protagonista y narrador en primera persona, Ivan Menshkov, el dueño del piso donde se hospeda el protagonista, y Andrei, el amigo que le consigue el piso. Tomadas prestadas las palabras del crítico literario Kim Hwa-Yong, “los tres hombres, cada uno de ellos son creadores, inductores y escritores de novelas de terror. Penetrando en los entresijos de este relato que asemejan capas de una cebolla, se llega al fondo del asunto que es la novela de terror Sueño de Ivan Menshkov.
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Puede que Ivan Menshkov fuera un fantasma o, tal vez, una figura literaria real que pertenezca al mundo de la literatura rusa. Los lectores no pueden llegar a saber si realmente existe o ha muerto, si está vivo o qué muerte tuvo, o si en verdad ha emprendido un extraño viaje para suicidarse. Tampoco se llega a saber con certeza por qué se mueven los objetos en el piso de Menshkov y quién es el que baila en la sexta planta. Andrei es el que le cuenta la historia de Ivan Menshkov al “yo” narrador. Además, este último residió también en 1994 en San Petersburgo, como estudiante de intercambio. Andrei tenía entonces veintinueve años. Actualmente, trabaja a tiempo parcial en un restaurante de sushi y, por las noches, se dedica a escribir novelas. Y nada menos que novelas de terror. Andrei, a su vez, asegura que el famoso novelista Ivan Menshkov es amigo suyo. Pero, mientras más se lo aclara Andrei y más se profundizan las noches de San Petersburgo, más sufre de insomnio y alucinaciones el “yo” narrador. Para ayudar a que los lectores comprendan mejor el relato, quiero dar a conocer una pequeña “nota del autor” que se adjunta a la edición original de la obra, tomada de su propio diario escrito en el año 2007: «Era de noche. Estaba sentado en un pequeño piso en San Petersburgo, Rusia. Era un viejo edificio en el que había que empujar una pesada puerta de madera en la planta baja y subir por escaleras oscuras y con mal olor a moho. La puerta del apartamento tenía tres ojos de cerradura en los que había que encajar en cada uno de ellos llaves oxidadas para que se abriera. Y, cuando me hallaba sentado en el viejo sofá, el crujido de los escalones penetraba deslizándose por el rellano de la puerta. Existen varios museos de chocolate en esta ciudad. Allí, se pueden encontrar figuras de Lenin de chocolate. Están en venta, por lo que los turistas pueden probar fácilmente el dulce de Lenin. Un Lenin hecho de chocolate. No, no. Un chocolate hecho de Lenin. Un arte pop hecho de socialismo. O puede que sea solo una anticomedia de un símbolo sublime que en otro tiempo fue inviolable». Cu l tu ra y a rte d e Co re a
Lee Jang-wook, prolífico poeta, novelista y crítico literario, entreteje ingeniosamente una trama narrativa sobre “una casa encantada” produciendo un relato profundamente intelectual y lleno de originalidad.
Lee Jang-wook
Lee se aloja por unos veinte días en ese piso de San Petersburgo. Viviendo allí escribe: «Me di cuenta de que los escalones no eran de madera, sino de piedra. Los escalones de piedra eran duros, resecos y silenciosos. De ser así, ¿qué serían los crujidos que se escuchaban todas las noches? ¿De dónde vendría ese ruido que penetraba deslizándose en mis sueños? ¿Qué sería de Raskolnikov, que se quedaba mirándome parado en el tramo de la escalera con un hacha en la mano?»
Al leer la prosa personal de Lee junto con esta novela es como se pueden llegar a comprender, a grandes rasgos, los interrogantes y los asuntos en los que se concentraba el autor. A través de esta obra, los lectores pueden darse cuenta de que las olas del capitalismo se han extendido por el territorio soviético. Menshkov, que protestaba contra el sistema, se había transformado en un escritor popular de novelas de ficción, mientras que Andrei, que había sido un estudiante ateo de teología, es ahora administrativo asistente de un restaurante de sushi y escribe novelas de terror. El “yo” anónimo tampoco se diferencia mucho de ellos, aunque esté intrigado por la actitud de Andrei y por la de Menshkov, del que no sabe si es un fantasma o si sigue vivo. Según el crítico Noh Dae-won, “aquellos que aborrecen el capitalismo se hallan un día invirtiendo en el mercado bursátil. La cruel pesadilla de traicionarse a uno mismo”. Es una de las características de los autores llamados de la “generación 386” (coreanos nacidos en los 60, que empezaron a participar en la sociedad en los 80 y que ya habían cumplido los 30 años de edad en los 90). Lee Jang-wook nació en 1968 y es un prototipo de la “generación 386”. Así pues, podría ser esta una obra en la que, sentado solo en un piso derruido de un estilo arquitectónico del siglo XIX en San Petersburgo donde incluso la tenue y sombría luz parecía agitarse, se puso a escribir sobre la realidad de aquellos amigos y escritores en sus cuarenta, quienes habiendo luchado por superar el capitalismo estaban ahora a la vanguardia caminando en la cuerda floja del capitalismo. Además, el lector solo puede dejarse llevar y experimentar las sensaciones de la narración hecha en primera persona, que en absoluto es digna de confianza, y así tomar parte de la confusión y los interrogantes manifestados por el “yo”. La culminación del relato llega cuando el “yo”, sobrecogido de terror por la casa encantada, entra en la habitación de luz azulada de Menshkov y, sin darse cuenta, empieza a bailar claqué. El baile tiene lugar a miles de kilómetros de Seúl. Los lectores, sobrecogidos de terror y ansiedad, se sitúan en la primera línea del neoliberalismo, y este baile de claqué les ofrece la oportunidad de verse a sí mismos verdaderamente reflejados. (Traducido por Kim Un-kyung)
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IMAGEn de cOREA
¿Qué hace en este lugar? / ¿Qué hay adentro? / ¿Vivirá alguien ahí? / ¿Logras ver algo? Destella curiosidad en los ojos de los niños que miran a través de la estrecha mirilla de la puerta. No se ve nada. Sin embargo, el espacio ilimitado que se despliega más allá de la entrada resuena con una pregunta fundamental. ¿Quién soy yo? Colgado sobre la cabeza de los niños, hay un gran rótulo con el nombre de la casa. Cuatro misteriosos caracteres chinos se agolpan en una maraña de trazos y significados: “Una sala de meditación, en la profundidad de la montaña, donde los inmortales viven”. En la columna a la derecha de la puerta hay dos caracteres chinos más que simplemente dicen: “Centro de meditación”. Aun así, la curiosidad de los niños no se detiene allí. Es por eso que en la gran puerta roja y en coreano puro pone: “Centro de meditación de devotos practicantes. Prohibido el paso”. Una vez que la gente cruza esa puerta, no sale sino hasta que encuentra la respuesta que resuena en su corazón. Esa es la puerta por la que el interior y el exterior se encuentran, una puerta roja donde lo mundano y lo ascético disputan silenciosamente su espacio el uno al otro. Beomeosa, uno de los diez templos budistas más grandes de Corea, se sitúa en las faldas de la montaña Geumjeong, en los suburbios de Busan, la segunda capital de Corea. Cuentan que un día en el siglo siete, el rey soñó que un pez bajó del cielo y nadó en el arroyo dorado que fluía desde las grandes rocas de la cima de la montaña; y es por eso que le dio el nombre de Beomeosa, el templo del Pez Celestial. Este centro de meditación se sumerge oculto en dicho templo, donde devotos monjes practican el ascetismo tenazmente. ¿Quién soy yo? La pregunta retumba entre golpes de tambor y ennoblece los alrededores. Los niños que observan por la mirilla de la puerta no escuchan los tambores. Puede que los inmaculados corazones de esos niños que retroceden tras ver el letrero de la puerta, sean la respuesta a esa pregunta.
Contemplación interna,¿Quién soy yo? Kim Hwa-young crítico literario, miembro de la Academia Nacional Coreana de las Artes Ahn Hong-beom Fotógrafo