v e rano 2011
Cultura y arte de Corea
LA isla de jeju
Tomo 20, Nº- 2
Especial veran o 2011
Jeju: pasado, presente y futuro Oración por la misericordia de la diosa del viento En busca del caballo de Jeju
ISSN 1225-4606
To mo 20, Nº- 2
Nacida de la lava: éxtasis y pesar de la isla de Jeju
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Cultura y Arte de Corea Verano 2011 Una publicación trimestral de la Fundación Corea 2558 Nambusunhwanno, Seocho-gu, Seúl 137-863, República de Corea www.kf.or.kr
Plantas meciéndose al viento en la costa de la isla de Jeju brm1a-018h, 2002 © Bae Bien U Caligrafía © Kang Byung-in
sea1a-051h, 1999 © Bae Bien U
Bienvenidos al nuevo diseño de Koreana Como pueden comprobar los lectores, la edición de verano presenta novedades para hacerla más atractiva. Creemos que es momento de implementar las mejoras que hemos venido considerando desde hace tiempo. Desde sus inicios en 1987 para la versión en inglés, el año anterior a la celebración de los Juegos Olímpicos de Seúl, y en 1990 para la versión en español, esta publicación se ha convertido en referente del arte y la cultura de Corea en todo el mundo, algo que ha llenado de orgullo a la Fundación Corea y todas las personas involucradas en el proyecto. Con el tiempo, tanto el interés de los lectores como las aspiraciones de quienes hacemos
Koreana han evolucionado. Este nuevo formato es un paso más en nuestro deseo de dar respuesta a las exigencias de una audiencia mayor y más diversificada. Seguiremos renovándonos para mejorar tanto su contenido como su presentación, por lo que recordamos a todos quienes nos leen que sus comentarios y sugerencias son siempre bienvenidos. Gracias por su continuo interés. José María Areta y Kim Un Kyung Editores jefes de la versión en castellano de Koreana
eSpecial
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Jeju: Perspectiva general
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Heo Yeong-seon
Evolución de Jeju
Jeju: pasado, presente y futuro
Choi Sung-ja
Rituales chamanísticos
Oración por la misericordia de la diosa del viento: Ios ritos chamanísticos de Yeongdeung Kim Yoo-kyung 28
herencia feminista
La legendaria fortaleza de las mujeres de Jeju
Heo Yeong-seon
Cría de caballos
En busca del caballo de Jeju
Kim Yoo-kyung
Delicias de gastrÓnomo
Explorando los manjares de Jeju
Choi Sung-ja
Perspectiva foránea
Mudarse a Jeju: un relato personal
Werner Sasse
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Origen volcánico: éxtasis y pesar de la isla de Jeju
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Foco I
¡Corea redescubierta! Los museos alemanes exhiben sus tesoros coreanos
Maya Stiller
Foco II
Un nuevo icono cultural de Seúl anima el día a los transeúntes
Koh Mi-seok
critÍca de arte
Tears of Heaven La vanguardia de la incipiente industria de los musicales de Corea
Won Jong-won
Descubrir corea
Mi acercamiento a la literatura coreana
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Charles Montgomery
entrevista
La arquitectura del “pastel de arroz arcoíris” de Hwang Doo-jin
Robert J. Fouser
en el escenario global
Retrospectiva en el Guggenheim Lee Ufan: marcando la infinitud Jung Hyung-mo
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en el camino
Bukchon: un precioso vistazo al Seúl de antaño
Kim Yoo-kyung
Libros Kim Hak-soon
Retratos antiguos que ofrecen una perspectiva de la historia y cultura del país
Great Korean Portraits, de Cho Sun-mie
El relato cultural sobre árboles de un científico: “Hay una historia oculta en cada árbol”
Uri namuui segye, 2 vol., de Park Sang-jin
La última colección de ensayos de “la narradora de nuestra época”
Mot gabon giri deo areumdapda, de Park Wan-suh
80
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opiniÓn desde la lejanÍa
Educación sin límites: Corea del Sur y el desafío del idioma español. estilo de vida
La juventud quiere unirse a los Marines
Kim Dang
jornadas de literatura coreana
Critica Apacible armonía de la sombra y el espacio ‘Taengja’, de Yoon Dae-nyeong
Bok Do-hoon
Natalia Pedrozo
© The Dong-A Ilbo
ESPECIAL Jeju: perspectiva general
Origen volcánico: éxtasis y pesar de la isla
de Jeju
Amanecer desde la cumbre del monte Halla.
Suba a un oreum y mire el vasto mar que se abre ante usted y el monte Halla. La ondulante línea de la cumbre, el propio oreum , las casas con tejados redondeados de paja y la costa, los valles, los muros de piedra que rodean los huertos, los túmulos... Jeju es una tierra de elegantes curvas. Heo Yeong-seon Poeta | Sou Jea-chul Fotógrafo
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Reflejo del monte Halla en las aguas que rodean Jeju.
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l negro perfil de la cima se contorsiona. Grupos de oreum se despiertan, dispuestos a salir corriendo hacia algún lugar. Así amanece en la isla. El viento y la luz viven juntos en este cono parásito de Yongnuni (Yongnuni Oreum). Las hepáticas blancas se mecen. Los campos están repletos de flores silvestres. Esta isla tiene más conos de este tipo que cualquier otro lugar del mundo. Podríamos subir a uno por día durante todo el año y todavía nos quedarían por ver.
El monte Halla y los oreum Los oreum más grandes contienen tumbas tradicionales modestas rodeadas de muros de piedra. Parece que el final de una vida sea el principio de otra. Las estatuas de chicos jóvenes cubiertas por el musgo centenario han entablado amistad con los fallecidos. Los que tallaron estas imágenes con sus expresiones sublimes, que capturan la felicidad y tristeza de la humanidad, deben de haber sido habitantes anónimos de la isla. De lejos vienen los gritos de un ganadero que reúne a sus caballos. Las vacas pastan en las llanuras. Los oreum son jar-
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Baengnokdam, un lago en el cráter del monte Halla, da la bienvenida a la primavera.
dines repletos de helechos y otras hierbas silvestres y medicinales y lugar de descanso para el cansado. Estas formaciones fueron fortalezas durante las luchas de los isleños y cementerio para los que habían terminado sus días. El viento aquí no se calma fácilmente. Tiene el delicioso sabor salado del mar. Suba a un oreum y mire el vasto mar que se abre ante usted y el monte Halla. La ondulante línea de la cumbre, el propio oreum, las casas con tejados redondeados de paja y la costa, los valles, los muros de piedra que rodean los huertos, los túmulos... Jeju es una tierra de elegantes curvas. Cerca del de Yongnuni está el de Darangshwi, el rey de todos. En una noche despejada ahí se acuesta nuestro satélite. Este cono es como la línea de los pechos de una mujer tumbada o agachada. Estas aberturas son la matriz de la tierra, con toda la creación y toda la destrucción. Jeju es una isla repleta de luz. Esta y el viento crean sobre el oreum un color inimaginable. El fotógrafo Kim Yeong-gap estaba tan ilusionado con este espectáculo que tras su primera visita a la isla se asentó aquí definitivamente. Durante algún tiempo, miraba sorprendido la luz de ese cráter y la de la tierra que fluía sobre el de Yeongnuni. Estas formaciones pueden
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Abu Oreum es un ejemplo de uno de los cerca de 360 cráteres parásitos esparcidos por el monte Halla.
verse en su galería, en Samdal-ri. Ahí podemos sentir cómo su fotografía se volcó en el entorno natural de la isla desde su juventud. El camino a Sara Oreum, que pasa por el lago Sanjeong, es la carretera al monte Halla. El sendero hacia la cumbre, que comienza en Seongpanak, está lleno de destellos carmesíes de los arces, del verde de los árboles de hoja ancha, y el rojo de las bayas de la fotinia (Photinia). Para los residentes de la isla, este monte es la fuente de la vida y la base de su imaginación. Visto desde arriba, es como una alfombra persa. ¡Halla: la montaña desde la que se puede alcanzar la Vía Láctea! Si nos tumbamos y miramos al cielo, lo veremos cubierto de estrellas. Este lugar es mítico. Es una cumbre maternal: solitaria, pero lo abarca todo con su firme abrazo. Resiste tifones y la presión externa, protegiendo a quienes la necesitan. Pensemos en lo que tenemos aquí. Grandes rocas redondeadas que rodean los árboles y otros árboles que las abarcan. Lugares como estos en los que ambos se hallan entrelazados se denomina gotjawal. Son bosques primigenios que muestran el carácter natural de la isla. En ningún lugar hay un instinto salvaje más fuerte. Jeju es una isla volcánica que surgió de
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Yeongsil, en el monte Halla. Los colores del otoño adornan sus fascinantes precipicios y formaciones rocosas.
un pilar de fuego hace dos millones de años. La corriente de lava, rápida pero constante, ha dejado trazas en todos los lugares. El alto de la Camelia, en Seonheulgot, también lleva la marca del fuego. Este gotjawal es un hallazgo de la esencia de la vida. Aquí vemos la historia y existencia que los residentes de Jeju han formado. Aquí se hace carbón, se recogen bayas y se cortan árboles para construir casas; es hogar de todo tipo de plantas raras y de otros seres vivos, como el venado. Lo mismo ocurre con el camino a Geomun Oreum. Este viejo bosque nos habla: “Vosotros, humanos, también sois parte de la naturaleza, así que adoptad sus modos”. Nos pide ser humildes. Aquí debemos andar más despacio por los senderos, con la cabeza agachada en señal de respeto.
Parque geológico Jeju es un punto en el océano. A diferencia del Mediterráneo u otros mares, aquí el agua grita con toda su fuerza. ¿Cómo es posible que aparezca de color tan distinto de un pueblo a otro? De índigo a zafiro, azul marino e incluso negro como la tinta.
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La cueva de Yongcheon, una de las nueve del sistema de tubos de lava de Geomun Oreum, es una de las nueve grutas características de piedra caliza (Patrimonio Natural Mundial de la UNESCO y Parque Geológico del Mundo).
Un día de niebla espesa, las melodías melancólicas de la canción de un chamán se extienden por su superficie. Son más sombrías incluso que las rocas negras. Son oraciones por las almas de los pescadores desaparecidos. Durante el segundo mes lunar, llega la Abuela Yeongdeung, la diosa de los vientos. Esta isla tiene 18.000 deidades: Halla, el océano, las cuevas y cada pueblo están sobre raíces míticas. Cada una de las poblaciones tiene un santuario comunal, donde todos celebran sus ceremonias funerarias. La belleza de la isla es fruto del viento y las olas. Más allá de Seosokkak, en Seogwipo, la belleza de la costa de Oedolgae y Daepo-ri y los acantilados de Yerae-dong dejan a la gente boquiabierta. Son fruto del origen volcánico de la isla. Hay rastros de lava que se detuvo en su camino. La tierra del volcán: Jeju es una isla de fuego, tallada en capas y dibujada por el viento. Es una obra maestra de los dioses a base de vendavales y olas. Es estimulante estar frente a los pilares (jusangjeolli) que se alzan del océano. Hace tiempo, cuando el volcán entró en erupción, soltó lava, que se retorció y fluyó como un río rojo hacia el océano, donde sus lágrimas se detuvieron al contacto
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Jusangjeollidae es un curioso paisaje formado por la actividad volcánica.
con el agua. La fuerza del magma creó atracciones naturales como el monte Halla, los tubos de lava de Geomun Oreum e Ilchulbong, el Pico del Amanecer. Toda la isla es un parque geológico: apilamientos, terraplenes, túmulos y salinas. El basalto, lleno de agujeros, lo llena el viento. Los mayores cortan esas rocas y las tallan en utensilios de uso diario. Formaciones volcánicas con forma de animales, rocas con rostros humanos y el antiguo folclore de Jeju... El lugar para experimentarlo todo es el Parque de Piedra, un jardín mitológico impregnado con la leyenda de la Abuela Seolmundae, la gigante que creó la isla, y sus 500 hijos. El tiempo parece detenerse. Los que van apresurados no deberían parar aquí.
El esplendor del monte Seong y el pico Suwol Esta montaña nos ofrece un amanecer tan magnífico que la gente le rinde homenaje. ¡Una cumbre surgida del mar! Es incluso más elegante en la distancia y más aún si lo vemos desde arriba. Y sin embargo, ¿por qué hay ojos tristes mirando la costa desde el Pico del Amanecer? Para entender la isla en toda su
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Seopjikoji, en el monte Seong, es un promontorio que sobresale del mar, una de las atracciones costeras de la isla.
complejidad, hay que conocer sus heridas. Sólo así entenderemos por qué este lugar, cubierto de amarillas flores de la colza bajo el sol primaveral es tan encantador; por qué las camelias son más rojas que la lava. Jeju ha sido testigo de varios alzamientos. Era el destino de una isla situada en el centro de Asia Nororiental. En la costa del Pico del Amanecer hay varias cuevas. Son las de Jinji, que tienen su origen en el periodo colonial japonés. La gente que tuvo que cavarlas eran los impotentes residentes del lugar. Hace seis décadas, la isla fue el centro de la Rebelión del 3 de Abril (1948-1954), una tragedia de la historia moderna del país. Este conflicto, uno de los más sangrientos originados en la lucha ideológica entre la derecha y la izquierda tras la liberación de Japón, produjo un horrendo sacrificio de vidas humanas; duró desde abril de 1948 hasta el invierno del año siguiente. Muchos buscaron refugio en el monte Halla. Ninguna de las maravillas naturales de la isla escapó a la masacre. El Parque de la Paz del 3 de Abril está dedicado a este acontecimiento. La carretera al monte Songak también está sumida en esa historia. Incluso hoy, los hangares construidos durante el
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El monte Sanbang, alzándose sobre una amplia meseta, es un volcán sin cráter (Parque Geológico del Mundo de la UNESCO).
periodo colonial agarran la tierra con sus fauces. Seodal Oreum está lleno de cicatrices de esa Rebelión de 1948. Si paramos y nos agachamos, podemos escuchar las canciones de aquellos que trabajaban, hundidos en una vida desgarradora, en este terreno volcánico, seco y desmigajado, atrapado por su naturaleza desde hace mucho. Finalmente, llegamos al monte Songak, de vientos recios. Desde aquí, donde incluso la hierba desconoce el descanso, podemos ver las islas hermanas: Gapado y Marado. Para ver otras mejor, hay que alejarse. Dentro de lo que se considera Jeju hay cinco islas: Biyangdo, Marado, Gapado, Chujado y Udo. El pesar de este lugar puede rastrearse hasta el estado independiente de Tamna durante el periodo de Joseon. Para sus habitantes era un lugar duro y árido, una isla solitaria donde incluso lo poco que se tenía era arrebatado por los piratas japoneses cada cierto tiempo. La Dinastía de Joseon (1392-1910) utilizó Jeju como lugar de exilio: el castigo para los criminales que escapaban de la pena de muerte. Pero la belleza de la isla hacía que el aislamiento de los exilados se sublimara en arte. Kim Jeong-hui, erudito de finales de la Dinastía y famoso calígrafo, forzado a vivir aquí durante nueve años tras ser víctima
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Esta vista aérea del Pico del Amanecer, en el monte Seong, muestra que el cráter plano cubre todo el islote. Los especialistas consideran este lugar un “manual fundamental para la investigación de los volcanes marítimos” (Patrimonio Natural Mundial de la UNESCO y Parque Geológico del Mundo).
de las luchas políticas, es un ejemplo destacado. Al atardecer, los oreum se duermen de nuevo para formar negras sierras. En Chagwido, el brillo de la puesta de sol es embrujador. Desde lo alto del pico Suwol, un parque geológico en el extremo occidental de la isla, el atardecer parece cuestionarnos sobre la vida que hemos tenido, la que vamos a llevar y lo que hemos perdido. Así que para buscar cura e inspiración, deje todo y venga a este lugar. Sentirá la energía de la isla. Siempre que la mire, sus ojos verán el horizonte, el monte Halla y los oreum . El serpenteante Sendero Olle, el del bosque de Saryeoni, las rutas costeras, los caminos rocosos… Quienes han caminado por aquí conocen cuán bendecida está Corea por tener Jeju. No llama la atención pero está repleta de todo tipo de belleza; una sinfonía del sur, tierra de éxtasis y pesar que ha sobrevivido al viento y la lluvia. Jeju, una isla secreta pero deslumbrante de roca negra, debería ser apreciada por todo el mundo.
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Jeju: pasado, presente y futuro Jeju, la isla más meridional de Corea, está a tan sólo una hora en avión desde Seúl. Este paraíso volcánico cuenta con un entorno primigenio e inalterado, aparte de un puerto franco. Choi Sung-ja Periodista | Suh Heun-gang Fotógrafo
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eju da la bienvenida a los visitantes con su singular apariencia y el típico aroma del océano en cada estación. El pico más alto, los 1.950 metros del monte Halla, puede verse desde cualquier lugar de la isla. El viento siempre acarrea el olor del mar. Este lugar es de origen volcánico, que creó sus característicos oreum (cráteres o conos parásitos), además de sus campos y su costa. Sus rocas, de formas caprichosas, despiertan la imaginación. Con ellas se ha creado el Parque de Piedra, que ocupa unas 300 hectáreas. Aquí podemos conocer los mitos y leyendas que esconden estos peñascos, más allá del uso que se les da en los muros típicos hallados en toda la isla. Jeju tiene una forma ovalada y es el territorio no peninsular más grande de Corea, con 75 kilómetros de este a oeste y 41 de norte a sur. Está situada al sur, entre China y Japón. Tiene cuatro estaciones diferenciadas pero el clima es templado. La temperatura raras veces baja de cero grados, incluso en invierno, excepto en lo alto del monte, que ocupa la parte central de la isla. Está repleta de vida de tipo subtropical, adaptada a su clima templado y frío, y un paraíso para las mariposas e insectos. Hay unas 8.000 especies de plantas y animales. Algunas semillas han llegado arrastradas por las corrientes de Kurushio y la de Taiwán, como el crinum, nativo de África pero que crece aquí.
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El Sendero Olle Hacer esta ruta está de moda. Olle es una palabra original de esta isla que se refiere a un sendero a lo largo de un muro bajo de basalto, que servía como cortavientos y que se originaba en la calle de la casa. La puerta de una casa tradicional, con tejado de paja, daba a uno de estos caminos. Antes conectaba a los vecinos y ahora une pueblos y ciudades, serpenteando por huertos y arrozales hasta llegar al
1. 1. Parque de las Esculturas de Jeju. 2. Sala de exhibiciones de arte de medios en el sótano de Genius Loci, de Tadao Ando. 3. La Glass House, de Tadao Ando, está diseñada para admirar el Pico del Amanecer, en el monte Seong, los mares circundantes y las vastas praderas.
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mar. Los visitantes pueden dejar el ajetreo y bullicio de la vida diaria y sumergirse en el entorno natural de Jeju. “El aire y agua aquí son geniales porque están limpios”, nos dijo un senderista con una sonrisa. La idea de este Sendero fue de la periodista Seo Myeong-suk, originaria de aquí. Se inspiró en el Camino de Santiago, la senda de peregrinación española. Hasta la fecha se han abierto 18 rutas, cada una de unos 15 kilómetros, para las que son necesarias 5-6 horas a pie. El sistema conecta caminos costeros, de montaña, callejones, rurales e incluso cuevas de lava, y da la vuelta a la isla. En noviembre se organizará el Jeju Olle World Trekking Festival (festival internacional de senderismo Olle).
Diversión y ecoturismo Jeju tiene un medio ambiente maravilloso, por lo que es un destino turístico de primera categoría. La economía local se centra en esta industria y en las relacionadas con el crecimiento sostenible, centrado en los recursos acuáticos. En 2010, la isla atrajo unos 7,5 millones de visitantes, nacionales y extranjeros, que representan 15 veces la población local, de unas 500.000 personas. Ciudadanos de 180 naciones pueden visitar la isla sin necesidad de visado. Entre los extranjeros hay americanos y europeos, pero la mayoría son nuestros vecinos chinos y japoneses. Últimamente, muchos de China, ya que desde Pekín o Shanghái se tarda hora y media. Se dice que están comprando instalaciones turísticas y terrenos aquí. Park Yung-soo, presidente de la Organización de Turismo de la isla nos lo explica: “Los americanos que vienen quieren relajarse en la playa, mientras que a los alemanes y franceses les atraen las características geológicas como isla volcánica y buscan explorar e involucrarse en el ecoturismo. Los coreanos, chinos y japoneses siempre van de lado a lado, aventurándose por cada rincón de la isla”. Para comprender mejor la historia y cultura locales, los turistas pueden ver gran cantidad de museos, como el de Historia Natural y Folclore, el Nacional y el de las Haenyeo. Después de aprender más sobre las buceadoras de aquí (haenyeo) en este último, pueden dirigirse a la costa y observar cómo sacan moluscos del fondo marino. Un túnel de 2 kilómetros, excavado por los japoneses durante el periodo colonial, es la pieza central del Museo de Historia de la Guerra. El Salón Conmemorativo de Hendrick Hamel es un barco restaurado en recuerdo de este contable de la Dutch East India Company, que naufragó en Jeju con otros 36 tripulantes en 1653. En 1668 regresó a su país, Holanda. Sus memorias en la isla son la primera presentación de la geografía, costumbres y comercio de Corea a los lectores europeos.
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1. El Club House Agora, de Mario Botta, tiene la forma de una pirámide de cristal 2. Se dice que Church of Sky, de Itami Jun, es la impresión del artista sobre el arca de Noe. 3. El hotel Podo, de Itami Jun, inspirado en los oreum de la isla y las casas con techumbre de paja, que presenta líneas curvas.
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“Los americanos que vienen quieren relajarse en la playa, mientras que a los alemanes y franceses les atraen las características geológicas como isla volcánica y buscan explorar e involucrarse en el ecoturismo. Los coreanos, chinos y japoneses siempre van de lado a lado, aventurándose por cada rincón de la isla”
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Geomun Oreum, origen de las cuevas de lava
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Estos días, los visitantes se inclinan por el ecoturismo en las atracciones naturales. Por eso fui a ver Geomun Oreum. Este cráter parásito fue creado durante las erupciones volcánicas. El área es ahora un bosque exuberante. Hong Seong-pyo, conservador del Museo de Historia de la Guerra durante los días laborables y guía voluntario los fines de semana, me dijo: “La lava que fluyó del cráter siguió por el valle durante 14 kilómetros y formó las cuevas de Manjang, Gim nyeong y Yongcheon. Geomun Oreum es el origen de las grutas de la isla”. La roca volcánica de este río de magma está muy húmeda. Las raíces de los árboles no se extienden por el suelo, sino por esta escoria. La de Manjang, conocida como “obra de arte de lava”, es la mayor del mundo, con 7,6 kilómetros. En 2005, un poste telefónico junto a la carretera se hundió en el terreno y así se descubrió la caverna de Yongcheon. Contiene un lago de unos 800 metros de longitud, donde viven algunos peces con la visión muy reducida debido a la oscuridad. Se han hallado fragmentos de carbón y alfarería de hace unos 1.400 años, lo cual indica la existencia de poblaciones en la zona. En 2007, esta formación, que había cautivado a los geólogos de todo el mundo, fue incluida entre las cuevas y tubos de lava de Jeju, designados por la UNESCO patrimonio natural mundial.
Industria del agua Este líquido siempre ha sido escaso en Jeju por sus capas porosas de basalto. Las jarras de barro exhibidas en el Museo de Historia Natural y Folclore simbolizan las dificultades de las mujeres del lugar, que extraían agua de pozos artesianos. Esta agua subterránea, que tanto incomodaba en el pasado, es ahora el valioso recurso de una próspera industria. La marca Samdasu, obtenida de acuíferos en el subsuelo, es la versión coreana de Evian. El gobernador de la isla, Woo Keun-min, se la ofrece a sus invitados en vez de café o té. “Samdasu se obtiene a 420 metros de profundidad. La lluvia que cae sobre el monte Halla pasa por docenas de capas de basalto volcánico hasta que alcanza el nivel freático, un viaje que tarda 18 años”, nos dijo. Todos los días, la planta puede procesar 2.100 toneladas de esta agua, que ha pasado las inspecciones pertinentes de la FDA estadounidense y del Ministerio de la Salud, Trabajo y Bienestar nipón. Se exporta a los Estados Unidos, China, Japón e Indonesia. Es mineral natural, refrescante y ligeramente alcalina. “El agua mineral de Jeju es de primera calidad. Tenemos planes para crear un centro de la industria acuífera que incluirá un centro de hidroterapia y fábricas de licores especiales, bebidas tonificantes y
1. El Museo de Arte de Duson, de Itami Jun. 2. El interior del Museo del Agua, de Itami Jun. 3. Woo Keun-min, el gobernador de Jeju, pasea por el sendero Olle con Kathleen Stephens, la embajadora de EE.UU. en Corea. 4. Los caballos pastando en las praderas de Jeju son un motivo fotográfico irresistible para los turistas.
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cosméticos”, nos dijo el gobernador, destacando su compromiso para hacer que esta marca sea conocida globalmente. “El año que viene saldrá al mercado una ‘cerveza de Jeju’ de primera calidad, hecha con cebada local y Samdasu”.
Puerto franco Jeju está cambiando sin prisas pero sin pausa. Han surgido numerosas estructuras diseñadas por arquitectos de renombre internacional a lo largo de los 258 kilómetros de costa. Se ha prestado atención a armonizar estas construcciones y el entorno natural de la isla. Phoenix Island, en Seogwipo, alberga el Club House Agora, del maestro de la arquitectura geométrica Mario Botta, y la Glass House y Genius Loci, de Tadao Ando, de estilo minimista. En otros lugares están la galería de arte de la piedra de Itami Jun, Wind Art, Church of Sky y el hotel Podo. La North London Collegiate School Jeju, de la Ciudad de la Educación Global, que comenzará a dar clases en septiembre, también ha sido diseñada por Itami Jun. Esta Ciudad de la Educación es un ambicioso proyecto de las autoridades locales, junto con el desarrollo de la industria médica y de la salud en general. Para 2015, se prevé la finalización de 12 escuelas internacionales, un centro educativo en inglés y otras instalaciones relacionadas en el área de Seogwipo, lo cual atraerá, según los planes, a 23.000 residentes. Tanto La North London Collegiate School Jeju como la Branksome Hall, de Canadá, tendrán escuelas aquí. La isla también está desarrollando la industria MICE (Meeting, Incentive, Convention and Exhibition –reuniones, incentivos, convenciones y exhibiciones) para convertirse en una de las 25 primeras ciudades del mundo para estas actividades. “Jeju ha organizado la reunión de la ASEAN 2009, la de China-Japón-Corea de 2010 y una docena más de este tipo de cumbres, aparte de 147 conferencias internacionales sólo el año pasado”, nos dijo Woo. El Congreso de la Conservación 2012 también se celebrará aquí. En él participarán unas 10.000 personas, entre expertos internacionales en medio ambiente y líderes políticos, que discutirán sobre el entorno. “Si uno visita el Gran Cañón, verá únicamente un espectáculo natural sorprendente; y sólo unos cuantos elegidos pueden ascender al monte Kilimanjaro y apreciar su belleza”, nos contó Woo. “Pero en Jeju, todos pueden experimentar la cultura y encanto de nuestro pintoresco ambiente natural y sentir el entorno en las vidas de los residentes”. El eslogan del gobierno provincial es: “El mundo viene a Jeju y Jeju va al mundo”. Y así es: Jeju está abierto a todos, con todos sus atractivos.
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1. En el Parque de Piedra podemos ver el proceso de formación de Jeju y cómo ha afectado a su cultura. 2. La cascada de Jeongbang, donde se originó la leyenda de Xu Fu. 3. Estos iconos representativos de la cultura folclórica de la isla (los dol harubang , o abuelos de roca) llaman la atención de los turistas en el Parque de Piedra.
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La leyenda de Xu Fu y la “meditación artística” Hay una legenda en la isla de Jeju sobre el emperador chino Qin Shi Huang (259-210 a.C.). Narra el viaje del mago de la corte Xu Fu (Seo Bok), enviado por el emperador Qin para hallar el elixir de la vida en el monte Yeongju (Halla), una de las tres montañas sagradas donde se decía que 2
vivían los inmortales. Según este relato, para cumplir las órdenes del monarca, el brujo subió a la montaña con miles de niños y niñas en busca de la bebida mágica. Cuando llegó a la cascada de Jeongbang, se sintió tan cautivado por su belleza que escribió la inscripción “Xu Fu estuvo aquí” en la roca, y se dirigió al oeste. El nombre de Seogwipo, según se cuenta, deriva de esta anotación. La galería de Xu Fu fue inaugurada en 2003 sobre el acantilado occidental de esta catarata y enraíza con esta leyenda. A la entrada, hay una talla en piedra en la que podemos leer “parque de Xu Fu”, escrito por el propio Wen Jiabao, primer ministro chino. La legendaria búsqueda de la longevidad sigue viva hoy en la disciplina de la “meditación ar tística del cerebro”. Todos los años, unos 3.000 visitantes de lugares como los Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Rusia y Hong Kong vienen a experimentar este viaje meditativo que por 10 años ha dirigido Lee Il-chi, presidente del Instituto de Ciencias del Cerebro (KIBS, por sus siglas en inglés), en la sección dedicada a la salud y la longevidad dentro del Parque Temático de Historia y Cultura. Esta actividad involucra la meditación tradicional coreana y práctica de ejercicios, como los de gi , respiración hipogástrica y técnicas de reflexión. La finalidad es descubrirse a uno mismo y curar la mente. Lee cree en la leyenda de Xu Fu y la búsqueda del elixir, relacionada con las “tres nadas” por las que Jeju es famosa: sin ladrones, sin puertas y sin mendigos. El gobernador de la isla, Woo Keun-min, cree que esa famosa pócima que buscaba el mago era del árbol Dendro-
panax morbifera , al que se atribuye un agente farmacológico eficaz contra el envejecimiento. Woo ha permitido el uso de equipo de grabación en 3D para investigar el acantilado de 23 metros de altura y 10 metros de anchura cercano a la cascada de Jeongbang, donde se dice que hizo la inscripción Xu Fu.
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ESPECIAL Rituales chamanísticos
1. El chamán Kim Yun-su durante un baile con “espadas” rituales en ambas manos. 2. Las haenyeo queman papeles con sus ofrendas para apaciguar al rey dragón y pedir por la seguridad de los marineros del pueblo.
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Oración por la misericordia de la diosa del viento: los ritos chamanísticos de Yeongdeung
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La diosa del viento cabalga en la brisa proveniente del oeste y se baja en la isla de Jeju. Los residentes, cuya supervivencia depende del mar, se reúnen para rezar: “Planta abundantes semillas en los campos del océano”. Kim Yoo-kyung Periodista | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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urante el segundo mes del calendario lunar, que generalmente cae entre mediados de febrero y de marzo, la isla de Jeju, famosa por sus vientos, es víctima de una ola fría. Esta época se conoce como Mes de Yeongdeung y marca la visita de esta anciana, la diosa del viento. Es costumbre que los residentes dejen sus actividades cotidianas: la pesca (incluso las haenyeo, las buceadoras que cogen moluscos del fondo del mar), los traslados, las reparaciones en las casas, los viajes e incluso reemplazar el papel pintado.
Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO Al este de la capital de la isla, en la ladera del pico Sara, está el santuario de Chilmeori, uno de los muchos dedicados a distintas deidades de Jeju. Originalmente estaba cerca de los muelles del puerto, pero cuando se construyó una nueva carretera, se trasladó aquí. Durante este proceso, se perdieron distintos objetos, así que ahora sólo se han colocado tres piedras de los espíritus, una al lado de otra. Para los isleños, mayoritariamente pescadores, el viento es un elemento que controla sus vidas y su supervivencia, por lo que, en muchos pueblos costeros, se realizan rituales chamanísticos para rezar por grandes capturas. Los ritos de Yeongdeung en este santuario (Chilmeoridang Yeongdeunggut) tienen la finalidad de fomentar el bienestar de la comunidad. Fueron designados Importante Patrimonio Cultural Inmaterial por el Gobierno coreano en 1980 y entraron en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2009. Esta ceremonia consiste en tres partes distintas: la Bienvenida, la
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Despedida y otra realizada en Soseom (Udo), o isla de la Vaca, donde Yeongdeung, según las creencias, permanece un día antes de regresar a casa. La primera, celebrada el primer día del segundo mes lunar, es simple y se realiza en el interior del mercado de pescado. La Despedida se hace dos semanas después, y es la más importante, por lo que mucha gente participa, incluyendo las haenyeo, los armadores y los demás residentes. El ritual final se lleva a cabo en una época en la que viajar a la isla puede ser peligroso, por lo que los residentes de Soseom lo realizan por su cuenta.
Ceremonial por lo sagrado y lo mundano A las nueve de la mañana del 18 de marzo, comienza el rito de Despedida de Yeongdeung en un área al aire libre entre pinos negros cerca del santuario de Chilmeori. Largas serpentinas y piezas de papel de cinco colores y estandartes en lo alto de pértigas de bambú ondean al viento en el altar. Suenan al mismo tiempo los tambores en forma de reloj de arena, los gongs y tamborines de latón específicos de Jeju para estos rituales, lo cual indica el inicio. El chamán Kim Yun-su, con una túnica escarlata y un sombrero negro con plumas de pavo real, comienza a bailar y a narrar una historia. Veintidós hombres y mujeres de la Sociedad de Preservación de los Ritos de Yeongdeung, realizan el acompañamiento musical. También hay varios miembros de linajes antiguos de chamanes. Delante de un biombo entre las piedras de los espíritus, hay unas 30 mesas, grandes y pequeñas, repletas de ofrendas de alimentos
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de las haenyeo , de los armadores y de otros residentes. Se parecen a las que hay en cualquier otro ritual chamanístico, pero incluyen productos específicos para esta ocasión: pasteles de masa de arroz glutinoso planos y redondos, huevos cocidos, arroz envuelto en papel blanco para el rey dragón y productos del océano, como oreja de mar, caracoles y pulpo. Los principales participantes, como las haenyeo con cha2 quetillas y faldas blancas, y las familias de los dueños de los pesqueros, alzan sus copas de licor y hacen una marcada reverencia con la cabeza ante el altar. “Mira, las velas arden con llama estable incluso con este viento”, susurra alguien. Un montón de papeles blancos son las oraciones de los clientes regulares del chamán con sus deseos de fortuna. Hay también papeles colgados de una cuerda en lo alto con los nombres de varias deidades para simbolizar su presencia en la ceremonia. Otra cuerda presenta los de quienes han donado dinero y material, incluyendo la Administración del Patrimonio Cultural y funcionarios como el gobernador y los de la Cooperativa Pesquera, junto con otros relacionados con los barcos, las haenyeo, negocios de productos del mar, residentes, propietarios de negocios, karaokes, grupos de baile, editoriales y grupos dramáticos y de música tradicional. Hay algunos billetes de 10.000 wones bajo cada nombre. Este rito fue una exquisita mezcla de lo sagrado y lo mundano, de los dioses y el dinero, la seriedad y el desenfado. Había algunos turistas japoneses que observaban todo el proceso sentados en alfombrillas. Uno de ellos, preocupado sobre las consecuencias del terremoto y tsunami
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de la semana anterior, dijo: “Yo rezo para que Japón no se hunda”.
Importancia de estos ritos “La ceremonia comienza con la apertura del cofre donde se almacenan las tablillas de los espíritus de las deidades”, dijo el chamán Kim Yun-su. “Después de todo, sólo cuando se alza la tapa pueden venir los dioses a participar. Hay una danza al abrirlo y otra para comprobar su interior. Primero, invito a las divinidades a que vengan, luego compruebo que ninguna falta y les ayudo a sentarse. Recito la historia del ritual y entretengo a la invitada de honor, la Abuela Yeongdeung, lo mejor que puedo: con ofrendas de alimentos, cantando y bailando. Luego pido una pesca abundante y que se lleve toda la mala suerte cuando se vaya. Es una ceremonia similar a las empleadas para recibir a altas personalidades de Estado en la actualidad. También negociamos, discutiendo qué debemos dar y tomar”. Kim danzó por todo el área con varios objetos: “espadas” rituales, bambú, un quemador de incienso y un vaso de licor. Según se incrementaba el tempo así lo hicieron sus pies. Kim Jeong-ja, espectadora que ha visto el espectáculo muchas veces, nos comentó: “El chamán no hace muchos movimientos cuando baila, pero sus pies son rápidos y ligeros. Además, canta bien”. De hecho, Kim recibió el premio del Presidente en el Concurso Nacional de Artes Folclóricas de 1990 por su interpretación de Seoujetsori (danza y canto originales de Jeju) al frente de un grupo de 250 personas. En la isla se realizan 76 rituales chamanísticos y Kim domina la danza, la ceremonia y las canciones de todos ellos. Tam-
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1. Para expulsar a la mala fortuna, un “ogro” baila con una antorcha en la mano. 2. Un estandarte para los rituales ondeando al viento. 3. Una escena de “La representación del anciano”, la parte final de los ritos de Yeongdeung.
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bién actúa en los rituales iniciáticos para nuevos chamanes, lo cual puede llevar hasta 14 días. Los de Yeongdeung presentan una escena de caza, con una pantomima de tiro con arco, para dar la bienvenida al general jefe, la deidad principal del santuario de Chilmeori. Kim se ata tiras de tela en los antebrazos y torso para evitar zarandear el arco y carcaj imaginarios
hija, la temperatura será agradable”. Kim siguió su relato: “En otra parte del rito, arrojamos semillas al mar para que haya muchos peces y para preparar fielmente el camino al rey dragón, y así pedimos al general jefe que deje esa vía libre. Canto el Seoujetsori dos veces. Los residentes de la isla cantan esto cuando trabajan, cuando se divierten y cuando se sienten oprimidos. El rito termina con “La representación del anciano’, una interpretación secular para protegerse de la mala “Recito la historia del ritual y entretengo a la invitada de honor, la fortuna”. Abuela Yeongdeung, lo mejor que puedo: con ofrendas de alimenLos himnos chamanísticos de Jeju pueden durar de 30 a 40 minutos. Comienzan con la tos, cantando y bailando. Es una ceremonia similar a las empleadas creación del universo y luego cuentan la historia de Corea, desde la antigüedad hasta las para recibir a altas personalidades de Estado en la actualidad. Tamcrónicas modernas de la isla. Lo que canta bién negociamos, discutiendo qué debemos dar y tomar”. Kim es un tipo de literatura narrativa, que cuenta las andanzas de los dioses antiguos mientras danza con una botella de licor en la mano, lo cual crea una y los generales legendarios hasta hechos históricos recientes, como atmósfera apasionada y agresiva. la Guerra de Corea y el trágico hundimiento del Namyeong, un barco Cuando le preguntamos cómo se comunica con esta divinidad prinde pasajeros, en 1970. Aunque es difícil entender la letra, debido al cipal, nos dijo: “Arrojo la botella de licor a los 3.000 soldados bajo su singular dialecto de Jeju, un mensaje es claro: “Por favor, cuidad de mando mientras les ruego que por favor queden satisfechos con eso nosotros, descendientes vuestros”. Las suplicas, repetidas fervientey me dejen pasar. Entonces es cuando el espíritu entra, por lo que no mente una y otra vez, piden que los mares sean seguros. puedo distraerme. Le pregunto si nos concederá una pesca abundante Aparte del valor místico, hay también humor en este ritual. Cuanese año y él me dice que, para los que viven del mar, este año será mejor do las buceadoras y los armadores queman los papeles donde están que el anterior. También me cuenta que el clima será cálido, por lo que escritas las plegarias, el chamán advierte: “¡No os queméis el pelo!”. lleva ropa suelta. Dicen que cuando la Abuela Yeongdeung venga con su Estar en contacto con la realidad mientras uno se comunica con los
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1. Este barco de paja, lleno de ofrendas, se echa a la deriva para que se lleve la mala fortuna. 2. Estas hojas de bambú, tras ser introducidas en licor, se usan como hisopo para purificar el sendero que las deidades usarán al asistir al lugar del rito. 3. Para dar la bienvenida al general jefe, el chamán se ata telas a los brazos y realiza el baile del arco, después del cual arroja una botella de licor para que los soldados que acompañan a la deidad se aparten.
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dioses es otra característica peculiar del chamanismo coreano. Lee Yong-ok, de la Sociedad de Preservacíon de los Ritos de Yeongdeung, observa lo siguiente: “Sabemos que las divinidades nos miran desde todos los sitios, así que nos concentramos y les hacemos reverencias muy corteses, y en esos momentos sentimos su peso descansando en nuestros hombros. Se arrojan monedas antiguas o vasos para ver cómo caen y así adivinar si tendremos éxito en los mares”. Los participantes esperan ansiosos para saber qué peces cogerán en abundancia y si serán bendecidos con la buena fortuna. El poder de la literatura, el arte y la religión se emplean conjuntamente para honrar e influir en las fuerzas de la naturaleza, que quedan más allá del control humano. En la actualidad, el número de rituales celebrados en Jeju ha disminuido considerablemente. “Antes, los dueños de los pesqueros eran todos residentes de la isla y también había más haenyeo , así que teníamos muchas más mesas para las ofrendas. Pero ahora, hay menos buceadoras y muchos armadores son de la península. A pesar de ello, ahora que estos ritos son patrimonio cultural, la gente parece aceptar la situación actual. Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que se preserve”, se comprometió Lee.
Alejar la mala fortuna La siguiente parte del rito es sobre “conseguir reconocimiento”. Se recoge una ofrenda nominal en una cesta, así que todos sienten curiosidad por saber lo que dirá el chamán a cada persona y su reacción.
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“¡Oh! ¡Eres estudiante! ¡1.000 wones para ti! Está bien. Ese hombre con la cámara: ¡si no pides reconocimiento, tus fotos saldrán todas negras!”. Para los extranjeros, un simple 2 “Hola” u “OK” basta. “La representación del anciano”. que tiene el propósito de alejar la mala fortuna, es un tipo de actuación al aire libre. Los siete hijos de un ministro de Seúl interpretan el papel de viejos dokkaebi, u ogros. El más joven, conocido como el “Tejón Pillo”, reside en el monte Halla y, según se narra, provoca enfermedades y tormentas, mientras sus hermanos mayores se acercan y se lo llevan. Se construye un pequeño barco de paja, que se llena con todo tipo de ofrendas, y se suelta en el mar con los viejos ogros. Entre las ofrendas hay “monstruos” como carne de puerco y alcohol. Este año, se pusieron dos cabezas de cerdo en las mesas de las ofrendas y se coció carne para hacer un caldo en el que poner unos fideos para los espectadores. Los viejos ogros llevan máscaras blancas, sombreros de bambú destrozados y abrigos negros. Saltan al escenario del ritual de todas las direcciones con antorchas y largas pipas y cantan y bailan. Luego, ponen las ofrendas en el barco: arroz blanco, pargo rojo, pasteles planos de arroz glutinoso, algas, bebidas energéticas, caramelos y una cabeza de cerdo de las mesas. A las seis de la tarde, parten tres barcos del muelle occidental. En cierto momento, arrojan al agua la embarcación con las oblaciones, la cual, decorada con telas de cinco colores, se mantiene a flote y es arrastrada por las olas. De este modo, se envía lejos la mala fortuna, junto con los avarientos ogros.
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ESPECIAL Herencia feminista
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ás allá de los ondulantes campos de flores de la colza palpita el mar azul oscuro. Las haenyeo (buceadoras), jóvenes y no tanto, sólo con la ayuda de una calabaza, se hunden en las profundidades. Son heroínas que sienten el océano muy cercano. Su vida y también su muerte están ahí. “Cuando medimos la profundidad y nos hundimos unos metros, pasamos entre la vida y la muerte”, nos contó una de ellas.
La mujer en la mitología de Jeju Los mitos y las canciones chamanísticas de la isla tienen muy a menudo como protagonistas a mujeres. Son el medio que une ese territorio y el mundo exterior. Prestan sus cuerpos también a la creación mientras que se labran vidas totalmente independientes. No necesitan ser cautas o vergonzosas ante los varones; eligen a sus maridos y emplean su coraje, inteligencia y capacidad para reaccionar
La legendaria fortaleza de las mujeres de Jeju Vieja hierba plateada, abatida por el aire salado, ondula su pelo blanco. En la superficie del mar, aletas negras se alzan y desaparecen repentinamente. ¡Fu, fu! Melodía singular de las haenyeo cuando llenan sus pulmones de aire — el sonido se aleja y desparece en el viento. Heo Yeong-seon Poeta | Brenda Paik Sunoo, Sou Jea-chul Fotógrafos
1. Una obra de la colección de la reportera gráfica coreana americana Brenda Paik Sunoo titulada Mareas de la luna — las abuelas del mar de Jeju, que muestra las vidas diarias de las buceadoras de esta isla. 2. Estas haenyeo se dirigen al mar para pescar. 3. Estas mujeres bucean sin equipo. Sus únicos utensilios son una calabaza como flotador en aguas profundas y una nasa para guardar el fruto de su trabajo.
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si sus comunidades corren peligro. La Abuela Seolmundae es, según el mito, la deidad creadora de la isla. Con su enorme e ilimitada generosidad, es la divinidad que abre la puerta al Pacífico. Esta gigante es tan grande que si se tumbara con el monte Halla como almohada, sus pies descansarían en la isla de Gwantal. Tenía el instinto de una madre dedicada, quien, mientras hacía gachas de arroz para sus 500 vástagos, acabó cayendo en la cazuela y falleciendo. Era lo suficientemente atrevida para imaginar la isla y la península unidas. Se dice que hizo un montón de tierra en su falda para construir un puente, pero se derramó para crear los aproximadadamente 360 oreum de la isla.
obligada a tomar sus propias decisiones. Luchó por superar su estatus de gisaeng (animadora y cortesana) dedicándose a los negocios. No se rindió y tuvo éxito en el comercio, por lo que amasó cierta fortuna, que usó con mentalidad comunitaria. Los isleños siempre han oído de niños que “deben todo a la Abuela Man-deok”. En 1794, cuando una hambruna barrió la isla, usó toda su riqueza para comprar arroz, con el que salvó a 1.100 residentes. Cuando el rey Jeongjo supo esto, le dijo que le concedería cualquier deseo. Kim le dijo que quería ver el monte Geumgang (diamante). Así, se convirtió en la primera isleña en visitar a la península y ver esa sierra, lo cual terminó con la prohibición de que la gente de Jeju fuera al continente. El motivo de este impedimento provenía de principios del periodo de Joseon, cuando los varones de la isla se alzaron contra el Gobierno por la carga del servicio militar y por tener que pagar tributos. Sufrían enormemente cuando eran movilizados para ocuparse de las fortificaciones de la isla o cuando debían pagar impuestos (mandarinas, caballos y orejas de mar). Con el paso del tiempo, más residentes se trasladaron a la península para escapar de estas obligaciones. Esto condujo a la prohibición de que visitaran el territorio peninsular (1629) y también al reclutamiento de mujeres para el ejército. Por esta razón,
La acaudalada mercader Kim Man-deok Como las diosas isleñas, las mujeres poseen un fuerte sentimiento de identidad personal y una fortaleza interna que les permiten trazar sus propias vidas. En el estéril entorno natural de Jeju, las féminas de antaño, para satisfacer las demandas de la corte real, tenían que ser sobrehumanas. La primera mercader conocida es Kim Man-deok (1739-1812), que no sólo vivió de forma independiente, como una diosa, sino que mostró gran caridad. Perdió a sus padres cuando tenía 12 años y se vio
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la captura de orejas de mar, que antes la realizaban los hombres, se hizo labor femenina desde el siglo XVII. Las haenyeo tenían que pagar lo que cogían como tributo al Gobierno central o local. El mar se convirtió así en el medio de vida de las mujeres de Jeju. Comenzaban a bucear ya de niñas y seguían hasta la vejez con una capacidad excepcional. A veces, arriesgaban sus vidas, buceando a profundidades peligrosas. Incluso tras dar a luz, volvían a sumergirse tras un descanso de tres días.
Yang, la buceadora lejos de su casa Las haenyeo, que aprendieron a bucear en las aguas de su isla, a menudo se ganan la vida en otros lugares cuando crecen. Se aventuran más allá de los mares del Este de Asia desde Guryeongpo, el puerto de Cheongjin, y la isla de Daemado (Tsushima), hasta Taiwán,
Qingdao (China) y Vladivostok (Rusia). Las que se fueron a Japón en los años 20 del siglo pasado formaron una red social allí. Sus vidas son reflejo de la tumultuosa historia de Corea. Se pueden ver sus experiencias en el documental Ms. Ryan, the ‘Ama’ Diver, del director nipón Haramusa Masaki. La protagonista, Yang Ui-heon, fue a Japón para bucear y se asentó allí tras casarse. Esta mujer, que mantenía a su familia buceando en las peligrosas aguas de una tierra extraña, tiene ahora 96 años y vive en Ikuno-ku, Osaka. Algunos de sus siete hijos se trasladaron a Corea del Norte en los años 60 y ella ha estado allí más de 20 veces para verlos. Encuentros fugaces, largas separaciones… Esta madre del mar, que soporta la pena de la distancia en su corazón, sólo piensa en la unificación de la península. Siguió buceando hasta los 80 años. Había aprendido exactamente
La mítica Abuela Seolmundae era lo suficientemente atrevida para imaginar la isla y la península unidas. Se dice que hizo un montón de tierra en su falda para construir un puente, pero se derramó para crear los aproximadamente 360 oreum de la isla.
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dónde hallar las algas, la oreja y el caracol de mar. Fue, por supuesto, una veterana haenyeo que se sumergía en las aguas de Dongbok-ri, en Jeju. También lo ha hecho al sur de Japón: Kagoshima, Tsushima, Ehime y Mie. Hay haenyeo que han buceado en los islotes de Dokdo desde 1952. “Leones marinos del tamaño de vacas descansan en las rocas y luego se lanzan al agua”, dicen quienes han jugado con las crías ahí, que han comido tantos huevos de gaviota que pensaban que esta especie estaría en peligro de extinción, y muchas orejas de mar, que eran abundantes entonces. Las algas eran el único buen medio de vida en esa época, así que se iban allí durante meses para pescarlas. Esta isla ha sido su lugar de trabajo desde hace tiempo y ha sido siempre territorio coreano, por lo que se sorprenden de que Japón quiera iniciar de repente una disputa territorial.
Espíritu de resistencia La fortaleza de carácter de estas buceadoras se vio durante el periodo colonial nipón. Durante dos años, desde 1931, los japoneses movilizaron a los residentes de Jeju como mano de obra, pero en vez de aceptarlo, las haenyeo se lanzaron a las calles armadas con cuchillos. Comenzó como una rebelión por el derecho a la pro-
pia subsistencia pero sin su espíritu de resistencia no habría durado mucho. Más de 17.000 se juntaron en toda la isla para participar en la única lucha contra los japoneses dirigida por mujeres durante los 35 años de control nipón. Fue la revuelta más grande de pescadores en el país. El Museo de las Haenyeo cuenta la historia de este acontecimiento. Las mujeres de Jeju han sido siempre víctimas en distintos alzamientos producidos en la isla. Su dolor alcanzó el punto más intenso durante la Revuelta del 3 de Abril (1948-1954), que devastó la isla. En este sangriento conflicto, tuvieron que ser testigos del horror de ver a sus hijos e hijas mutilados y asesinados. Incluso entonces, cuando se les arrebató todo, siguieron viviendo y sobreviviendo como flores silvestres. Esta resistencia proviene de la necesidad de luchar contra los fuertes vientos que azotan la isla. A pesar de haber padecido todas las penurias imaginables, han logrado sobrevivir y crecer como árboles centenarios. De este modo han envejecido. Son las abuelas amables que se ven en los mercados rurales y en los tenderetes al lado de la carretera, en el mar y en los campos. Poseen la misma dignidad que se atribuye a las mujeres míticas de Jeju.
1. Estas famosas buceadoras de Jeju no son sólo hábiles pescadoras, sino también buenas agricultoras cuando no están en el mar. 2. El Pico del Amanecer, en el monte Seong, como telón de fondo del regreso de las haenyeo a la costa.
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ESPECIAL Cría de caballos
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ay tres razas de caballos en Jeju: el indígena de la isla (un tipo de poni), purasangres para carreras y el de Halla, un cruce de las dos. Estos animales no se usan para el ejército ni el transporte ni el trabajo agrícola sino para carreras, para la monta de diversión y como fuente de carne. El doctor Lee Jongeon, del Instituto Nacional de Veterinaria nos dijo: “El noventa por ciento de los veintisiete o veintiocho mil caballos de todo el país proviene de esta isla. Aquí se cría el 70 por ciento”.
Orígenes Estos animales merecen tener su propia página en la historia del país y en los textos sobre su estudio. Eran famosos los potros de Buyeo y Goguryeo, pero el primer documento que menciona los de Jeju es de 1073, cuando “se enviaron ejemplares al rey Munjong, de Goryeo”. Las fuerzas especiales de defensa de esa Dinastía resistieron a los invasores mongoles en Jeju pero fueron derrotadas en la península. Después, la Dinastía mongola Yuan, de China, creó un rancho en la isla para criar caballos que sirvieran en combate, lo cual cambió la historia de la isla. “La llegada de 160 caballos de Fergana en 1276 con un gran número de expertos en su cría puso los cimientos del sistema de ranchos de Joseon más adelante”, nos contó Lee. “Los caballos nativos, que habían vivido en esta isla desde la antigüedad, desaparecieron, mientras que los de Fergana, que se adaptaron al duro entorno, se convirtieron en los pequeños pero resistentes de Jeju que vemos hoy. Estamos investigando formas de criar caballos de monta con las ventajas de esta raza singular”. El caballo de Fergana era una buena casta de Dayuan, en Turkmenistán, Asia Central, del que se decía que podía correr 1.000 li (unos 400 kilómetros) diarios, y que su sudor tenía el color de la sangre. Cuando el emperador Wu de la Dinastía Han supo de este animal, invadió Dayuan y, tras una dura lucha, logró capturar varios ejemplares y llevárselos a China. Durante 100 años, desde 1276, los que se criaban en Jeju eran enviados a Yuan. Hacia finales de la Dinastía Goryeo, durante el reinado de
Gongmin, Jeju se convirtió en territorio coreano cuando en China, el linaje de los Yuan dio paso a los Ming, lo que hizo posible que Goryeo gestionara directamente la cría de caballos. Pero cuando Ming exigió que le dieran varios ejemplares, los criadores mongoles, que se habían asentado en la isla, rehusaron entregárselos al enemigo. En el alzamiento que siguió murieron cientos de funcionarios de Jeju. En 1374, el general Choe Yeong necesitó un gran ejército para sofocar la rebelión. Cuando pasaba por el islote de Oedolgae, reflexioné sobre cómo el general había aprovechado este afloramiento rocoso para derrotar a los rebeldes. Sus rastros, en relación con el caballo y con Yi Seong-gye, otro general con el que peleaba, pueden verse en la ruta que se denomina Sendero Olle, que domina este tranquilo lugar. Se dice que uno de los ocho caballos que montaba Yi, el fundador de la Dinastía Joseon, era de Jeju. Hay también un documento que afirma que Yi era un guerrero tan diestro en la monta que “podía bajar a caballo por un empinado acantilado”.
Documentos históricos de los caballos de Jeju Esta isla tenía 10 ranchos de gran tamaño en el periodo de Joseon. Durante el reinado de Sejong, en el siglo XV, se construyó un muro de 200 kilómetros de longitud alrededor del monte Halla para evitar que los animales escaparan. También se prohibió el consumo de su carne para protegerlos. Jeju entregaba 300 caballos a la corte de Seúl como tributo anual y al magistrado de la comarca cada tres años. Si la calidad de los potros no era satisfactoria, las autoridades despedían al responsable, así que los funcionarios de la isla hacían todo lo posible para asegurarse de que sólo se elegían los mejores ejemplares. Era un privilegio poseer cuadras en esa época. La familia Hong recuerda cómo uno de sus antepasados, que “nunca había aceptado un soborno en su vida, no pudo resistir la tentación cuando le ofrecieron un caballo y por ello fue despedido”. El número de estos animales criados en Jeju alcanzó los 20.000 a finales de Goryeo y principios de Joseon. Yi Hyeong-
En busca del caballo de Jeju Los caballos que pueden verse en manadas por los cerros de Jeju, entre 200 y 600 metros de altitud, son un símbolo de la isla. La hierba es abundante en este rico suelo volcánico, el clima es templado y no hay depredadores, por lo que es un entorno ideal para este animal y para el ganado en general. Kim Yoo-kyung Periodista | Sou Jea-chul, Ahn Hong-beom Fotógrafos
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1. Caballos de Jeju en las laderas del monte Halla. 2. Caballo de Jeju , de Yi Myeong-bok (pintura acrílica sobre lienzo). 3. El jinete Kim Wan-bo a lomos de un caballo al que adiestra para la monta.
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“El noventa por ciento de los veintisiete o veintiocho mil caballos de todo el país proviene de esta isla. Aquí se cría el 70 por ciento”.
sang, magistrado de la isla, escribió en su libro sobre una inspección del territorio (Tamna Sullyeokdo) en 1702 que el número de caballos era de 9.372, el número de vacas 703, y el número de residentes 43.515.
Muro de roca volcánica Tras el advenimiento del automóvil, los caballos dejaron de ser necesarios. En 1984 había menos de 1.000 de pura sangre en la isla. En 1986, unas docenas con el pedigrí adecuado fueron designados monumentos naturales. Hoy, según datos de las autoridades locales, hay 1.392 caballos de Jeju (de los cuales 200 son de pura raza y están registrados), 4.179 de carreras y 16.692 de Halla, que es una mezcla. En total, 22.223. Se crían en 1.157 granjas en toda la isla. Se sacrifican 1.000 al año. Las industrias relacionadas con el caballo que tienen más éxito son las carreras y el turismo, aunque también se consume su carne y se emplea su grasa para la elaboración de productos cosméticos. El hipódromo ha sido un remedio eficaz para dar nuevos impulsos a este animal. Cada año se crían para carreras 80-90 purasangres que tienen chips implantados. Los rastros de la larga historia de la cría en la isla pueden hallarse en el muro de Jatseong en las regiones altas. Estas construcciones dobles, de metro y medio de altura, marcan los límites de cada una de las antiguas propiedades. Cada distrito tiene su propia forma de levantar estas barreras, por lo que cada sección tiene una apariencia distinta. Hay partes que llegan a lo profundo de las montañas. Se pueden ver restos en Geomun Oreum, patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Los criadores mongoles acabaron integrándose en la población. Jwa Dong-ryeol, que estudia los rituales de la agricultura en la isla nos contó: “Uno de mis antepasados era un cuidador y veterinario que vino de Yuan”. Me sugirió que visitara Majodan (santuario de los caballos) en la capital, cerca del cruce del hotel KAL. Se realizan ceremonias en este lugar para que se multipliquen los ejemplares de este animal. Hay un monumento en el lugar original en un cerro pintoresco.
El último pastor de caballos Hay especialistas en pastorear estos animales, que viven en proximidad con ellos. El libro infantil Majimak taeuri (el último pastor de caballos), escrito por Bak Jae-hyeong, de la Oficina de Educación de Jeju, cuenta la historia de Go Tae-u, de 82 años, que ha pasado toda su vida entre potros.
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“Antes, todas las familias criaban caballos, así que nos turnábamos en llevarlos por las montañas donde la hierba era buena. Los pastores eran los profesionales que hacían esto y los demás simplemente los vigilábamos hasta que les llegaba el turno”, nos dijo Go. Su forma de llamarlos es una melodía espiritual que les permite comunicarse. Conocí a Go Gyeong-hyeon y Kim Wan-bo, dos propietarios de ranchos que hablaron sobre la cría de caballos en la actualidad. “Incluso los métodos empleados con los caballos nativos de la isla y para los importados son diferentes. Los de aquí son duros”, nos explicó Go. “Por eso, puedes dejarlos entre la nieve y hallarán alimento, pero sólo son la mitad de rápidos que un purasangre. Estos son veloces, pero no tan inteligentes”. Los pastores ahora no llevan a los animales a ningún prado. Cargan sus vehículos de alimento y agua y los llevan a sus propias granjas en las montañas. El pastoreo está prohibido en Gotjawal porque hay plantas protegidas en los terrenos de lava. Los caballos reconocen el sonido del vehículo y esperan con el cuello erguido. “Mi especialidad es criar animales de monta y durante generaciones hemos tenido resultados excepcionales. Me siento orgulloso de desarrollar una raza que puede galopar e inmediatamente cambiar al paso. Aprovecha las ventajas de los caballos de Jeju y los de carreras”, nos explicó Kim. Incluso aunque diluviaba, los animales andaban tranquilos, sin inquietarse. Los dos granjeros también se veían despreocupados, atendiendo a los animales bajo la lluvia o comprobando que todo estaba en orden. “No quedamos más que un puñado de pastores en la isla. Realmente tenemos cariño a estos animales”, nos dijeron. No hay duda de que los artistas de Jeju pintan, esculpen y fotografían los caballos porque aman el tema. Caballo de Jeju, de Yi Myeong-bok, pintor que se trasladó aquí y abrió la galería Nori, retrata a un animal con la apariencia de una persona salvaje, sin domar. Yi está pensando en una exhibición con el tema de este animal. En el hipódromo, los espectadores disfrutan de las emociones del pleno galope, de las crines al aire. Un animal que corre a esa velocidad debe descansar durante dos semanas. Los mongoles, que trajeron sus potros a este territorio, montan a unos 50 en un escenario al aire libre, mostrando sus sorprendentes técnicas, pero lo hacen sobre caballos de Halla.
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ESPECIAL Delicias de Gastrónomo 1. La parte con más carne de la perca de dientes de sierra (dageumbari) se sirve cruda (derecha); los bocados más suculentos, como las carrilleras, la parte inferior de las aletas, la espina dorsal, la ventresca, los morros y los órganos del pescado se emplean en la elaboración de otro plato especial (izquierda). 2. Blanquillo (okdom ) a la parrilla. 3. La oreja de mar hervida es un plato típico de la isla. 4. Carne de caballo aderezada a la parrilla. Esta carne es producto de la industria de cría de caballos de Jeju.
Explorando los manjares de Jeju
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Como saben quienes han pasado su luna de miel aquí, la base de la cocina de Jeju son los productos marinos. Pero el pescado crudo fileteado y la oreja de mar no son los únicos manjares de este paraíso escénico, la isla más meridional, que también tiene grandes cultivs favorecidos por su clima subtropical, donde se cosechan muchos productos hortícolas; aquí también se cría ganado. Choi Sung-ja Periodista | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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os productos marinos son los reyes de la cocina de la isla, distinta a la gastronomía peninsular. Los filetes de pescado crudo, frescos, relucientes, casi transparentes, de ejemplares que acaban de ser capturados, son una obligación para cualquier amante de la comida, al igual que los estofados de oreja de mar, que hierven en cazuelas de barro con distintos mariscos, conocidos como obunjagi haemul ttukbaegi. El okdom (blanquillo, Branchiostegus japonicus ) a la parrilla y el galchi (pez sable) se derriten como la mantequilla en la boca. Este último, largo y plateado, da buen sabor a una de las sopas favoritas. Un tipo de alga (mojaban, sargassum fulvellum) se sirve en un caldo de carne de cerdo conocido como momguk. El erizo de mar también da sabor a otros caldos locales. Aquellos no familiarizados con el mundo del sashimi “de agua” deberían intentar esta especialidad: se meten los palillos en un cuenco lleno de tiras suculentas de jaridom (Chromis notata, variedad local de fula) crudo, tierno y suculento, un pez parecido al besugo, o de hanchi (calamar mitrado). He estado en varios restaurantes famosos en la isla para estudiar mejor estos manjares.
Obunjagi Ttukbaegi Para los que no están familiarizados con este plato, les diré que se hace con orejas de mar pequeñas (obunjari), que están pegadas a las rocas a una profundidad de 20 metros. El setenta por ciento de este molusco consumido en Corea proviene de Jeju. A este estofado, aliñado con doenjang (pasta de soja) y gochujang (pasta de pimentón picante), que le otorgan un sabor refrescante y
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picante singular, también se añaden distintos caracoles de mar, como la peonza rugosa cornuda, junto con gambas y almejas. En Yeon-dong, en la capital de la isla, el restaurante Yuri-ne es famoso por su versión de este plato y por la sopa de erizo de mar y algas, pez sable a la parrilla y sashimi “de agua”. Este local se siente orgulloso de su reputación, como puede verse en sus paredes y techo. Muchas personalidades famosas, incluyendo varios presidentes, han comido aquí y han firmado su autógrafo junto a muchas otras personas que han firmado por este lugar. Los banchan (platillos de acompañamientos) son abundantes. Entre ellos hay bing tteok (especie de crepes), para que cada comensal pueda disfrutar mientras espera la llegada de su comida. Se elaboran con una masa de harina de alforfón con tiras finas de rábano chino aderezado escaldado, que se hace como un crepe fino y luego se enrolla.
Fideos de cebada negra La nostalgia culinaria está de moda ahora que se presta más atención a la salud, así que los platos típicos de nuestras abuelas vuelven a tener un encanto que habían perdido. En el restaurante Black Barley Noodle (fideos de cebada negra), en Ildo 2-dong, ciudad de Jeju, Kim Jeong-ja, la propietaria, se inspiró en su recuerdo de los sabrosos crepes de cebada negra que hacía su abuela. Usó este cereal como el principal ingrediente de sus pajeon (crepes de cebolleta), sujebi (caldo con ñoquis cortados a mano) y fideos. “De la variedad negra hay menos que de la regular pero su fragancia es deliciosa. Tiene cinco veces más fibra que la normal y es rica
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La percepción de que la gastronomía de la isla tiene algo que ver con la longevidad de su población está haciendo que se destaquen los beneficios para la salud y la influencia general de su cocina.
en hierro, fósforo, potasio y otros minerales, ideal para prevenir las enfermedades de la edad”, nos dijo Kim. Cuando prepara su masa de harina de cebada, añade patata molida, ñame silvestre y setas para crear una textura esponjosa. Para su sopa, hace un caldo ligero con algas, anchoas secas y sal. A su plato de sujebi añade distintos caracoles de mar, otra de las especialidades de la isla, para darle un sabor marcado.
en esa carne en un hanok, situado en la zona turística de Jungmun, Seogwipo. La carne estaba macerada y se hacía a la parrilla. Luego, se mojaba en salsa de soja con wasabi. Era muy tierna, con un sabor suave. Si se cocina demasiado, se endurece. “Los clientes nipones prefieren la carne picada cruda, que también toman los chinos, aunque ellos suelen pedir el menú completo, que incluye también tuétano y naengchae (un tipo de ensalada con marisco o verduras en juliana)”.
Carne de caballo En cuanto a la carne, Jeju es famosa por su faisán, su cerdo negro y su caballo. En el pasado, se criaba este animal en la isla, por lo que era abundante y surgieron platos elaborados con su carne. Se dice que durante la Dinastía Joseon, junto a las mandarinas y la oreja de mar, se entregaba como tributo a la corte, por lo que probablemente era servido como parte del sura (comidas principales) del monarca. Pero esta carne no era sólo para la realeza. La gente común también la consumía, sobre todo después de octubre, según el calendario lunar, cuando su sabor era menos intenso. Como tiene poca grasa, se comía cruda picada, se asaban las costillas o se hacían a la parrilla. Los huesos se empleaban para caldos o se molían para tratar las neuralgias. Comenzó a aparecer en las cartas de los restaurantes en los años 80, cuando los turistas que buscaban este manjar acudían a la isla en grandes números. Ahora hay más de 40 locales que sirven esta carne. Comí en Mawon, un restaurante especializado
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Café y chocolate con mandarina El cultivo de fruta principal de la isla es la mandarina, dulce y sabrosa, que puede verse en muchos huertos. Hay 20 variedades de estos cítricos, entre las que están la Hallabong y la Cheonhyehyang, que pueden conseguirse en todos los mercados del país. Han aparecido también cosméticos con extractos, al igual que perfumes y ambientadores. Se emplean también para aromatizar el chocolate y el makgeolli, una bebida de baja graduación elaborada con arroz, que se ha puesto de moda. La piel de este cítrico también se emplea como ingrediente medicinal. La de la variedad jin se hierve y el líquido se usa como alivio para problemas digestivos, mientras que
1. Hallabong es una mandarina de primera calidad de Jeju.
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2. Crepes de alforfón, o bing tteok , rellenos de rábano chino.
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Kang Chang-geon, maestro de dageumbari “¿Ha probado alguna vez un pescado crudo tan delicioso?”. Para los que nunca han saboreado el dageumbari (perca de 1
dientes de sierra/Niphon spino-
sus ) crudo, es difícil describir lo sabroso que está. Por ello, es necesario ver al jefe de cocina de este restaurante, Jinmiga, situado en Sagye-ri, Andeok-myeon, Seogwipo, donde se puede disfrutar de uno de los mejores.
la de la cheong se utiliza para tratar la malaria y distintas enfermedades bacterianas.
La gastronomía de la isla Los turistas pueden aprender sobre la cocina de Jeju en el Museo de Historia Natural y Folclore, gestionado por el Gobierno autónomo de la provincia. En el pasado, como la vida en este lugar era tan básica, la alimentación tenía una importancia especial. Además, la preparación debía ser simple, ya que la mayoría de las mujeres trabajaban como haenyeo (submarinistas) y no tenían mucho tiempo para dedicarse a las tareas domésticas. Se prefería, por tanto, platos crudos, que requerían menos atención. Como resultado, se ponía especial atención en el sabor primario más que en las salsas, algo que caracteriza la gastronomía local. Estas cualidades despiertan el interés en la actualidad por su relación con la salud y su posible vinculación con la longevidad de la isla, ya que en ella viven muchas personas centenarias. En una encuesta realizada en septiembre de 2009 en 16 ciudades y provincias, se vio que en Jeju viven 53 personas que superan los cien años, una densidad que duplica la media nacional. La percepción de que la alimentación característica de la isla puede tener relación con esta longevidad está provocando un renovado interés en los beneficios para la salud de la gastronomía local: especialmente el hecho de que los ingredientes sean básicos, provenientes del océano y de los campos cercanos, caracterizados por su limpieza, y que su preparación también sea rápida, lo que causa poca pérdida de nutrientes. Según Hyeon Hak-su, funcionario de relaciones públicas del Gobierno local: “Tenemos planes para promocionar 470 platos saludables de la isla, que favorecen la vitalidad”.
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El famoso dueño y “maestro de dageumbari” , Kang Chang-geon, de 57 años de edad, abrió este local a principios de 1990. Cuando se celebró la cumbre entre Corea del Sur y la antigua Unión Soviética en 1991, en el banquete en honor del presidente Mijaíl Gorbachov, Kang sirvió 27 tipos de este pescado crudo. Su contribución a este hito diplomático le trajo fama nacional. En octubre de 2006, fue incluido entre los 100 mejores cocineros, de una lista de 1.000, de 150 países, por su experiencia con este producto, para asistir a Terra Madre, la bienal de la Slow Food Network, en Turín, Italia. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo crea un dageumbari tan delicioso? Dominó su preparación por su pasión en investigarlo. Ha creado unos 30 platos distintos, e incluso patentó su preparación en 2002. El secreto, según Kang, es su “propio método de manipulación del pescado y su empleo del cuchillo en partes específicas”. “Es también importante mantenerlo vivo tras su captura metiéndolo en un acuario”, añadió. “El tanque está oxigenado, con la temperatura correcta. Además, pongo música. Si el pez está quieto la carne pierde calidad. Hay que crear olas como en el océano para que se mueva”. Cuando se preparan las distintas partes, según nos explicó, el cuchillo se emplea de forma distinta para destacar su sabor característico. Cuando se filetea, hay que inclinar la tabla de cocina 45 grados y poner el cuchillo a 135 de ella.
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ESPECIAL Perspectiva foránea
Mudarse a Jeju: un relato personal Siéntese e intente ver todos los colores del mar –ocre claro con manchas verdes de algas flotando cerca de la playa, que se vuelve turquesa o esmeralda más allá hasta transformarse en distintos tonos azules e incluso adquirir una tonalidad acero oscuro en el horizonte. Cuando el cielo anuncia lluvia, el mismo mar es negro, y cuando las nubes son altas y blancas, se transforma en plateado. Eso sin mencionar el dorado del amanecer y el rojo del atardecer. Werner Sasse Pintor y especialista en Corea | Bae Bien-u, Sou Jea-chul Fotógrafos
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os sentíamos como si hubiéramos vivido aquí desde siempre. El continuo movimiento del mar y su amplitud es reconfortante. El paisaje rocoso, estructurado por los característicos muros de piedra, resultado de miles de años de esfuerzo humano para conseguir el mayor terreno arable posible, es un panorama singular. Entre estas parcelas amuralladas, otras con abundante matorral, mucho de ello oculto en los cauces de arroyos y profundos cortes que crean los chaparrones de la temporada de lluvias, generalmente secos durante la mayor parte del año. Dominando todo esto, el monte Halla, el volcán del que surgió esta isla paradisiaca.
“Luna de azúcar” y boda Elegimos Jeju como nuestro hogar cuando estábamos de “luna de azúcar”. Los coreanos gustan de jugar con las palabras y han dado a esta expresión un significado especial: si una luna de miel es el viaje de bodas, “luna de azúcar” es un viaje anterior al enlace. Poco después de llegar, tras unos días viajando por la isla, ya habíamos decidido que dejaríamos nuestras casas en la península –la suya era un pequeño refugio de montaña en la provincia de Gyeonggi y la mia, un
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bello hanok (casa tradicional) en las llanuras de la provincia de Jeolla. Después de decidir mudarnos, también planeamos casarnos aquí. Un amigo nos sugirió que lo hiciéramos en el maravilloso Parque de Piedra, que tiene un paisaje encantador con rocas esculpidas por la naturaleza y los hombres dispersas por el terreno. Nos vestimos con un traje tradicional coreano (hanbok ) especial, hecho de papel de morera (hanji) y comenzamos la ceremonia con la escena de la reunión en un escenario sobre el estanque del Cielo, el tejado del Museo de Piedra, que es subterráneo. Después, nos pusimos trajes de estilo ceremonial de Pyongyang y nos casamos según un rito abreviado norcoreano: ¡una novia del este y un novio del oeste casándose con una ceremonia de estilo septentrional en la isla más meridional de Corea!
Isla serena pero dinámica Cuando me preguntan qué nos atrajo de la isla, sólo puedo dar algunas razones al azar, porque vivir en este maravilloso lugar es demasiado complejo para explicarlo. Primero, hallamos las condiciones básicas para el tipo de vida que queríamos tener; el ambiente
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1. Un nuevo día en el Pico del Amanecer, en el monte Seong. 2. Werner Sasse, profesor de estudios coreanos ya retirado, se dedica a su carrera artística en Jeju.
nes apropiadas para un estilo de vida alternativo al ajetreo y bullicio de Seúl y otras grandes ciudades. Jeju es una “isla lenta” que no se aferra románticamente a su pasado sino que mira al futuro.
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general era el ingrediente más importante. Como mi mujer es bailarina de vanguardia y maestra en meditación y yo soy pintor y especialista en Estudios Coreanos, necesitábamos un lugar tranquilo, por un lado, y activo, orientado al futuro, por otro. La cultura y el estilo de vida de Jeju cumplen estas dos condiciones aparentemente contradictorias. Los isleños todavía tienen un fuerte sentimiento de la tradición y convicción en su cultura, distinta a la peninsular, lo cual resulta en un ritmo encantadoramente pausado. Al mismo tiempo, hay proyectos en cualquier lugar, bien privados bien públicos, para perfilar el futuro de la provincia. Los periódicos hablan continuamente de planes para crear un entorno social y ecológicamente saludable. Hay también innumerables reuniones sobre ello. En estos planes, los residentes intentan equilibrar el turismo nacional e internacional con una economía y un estilo de vida sostenibles. El foco de todos estos proyectos es la educación, el desarrollo de productos naturales/biológicos, de los parques de recreo médico, en vez de los “lúdicos” orientados a la distracción, y de las artes. El aire puro, el agua limpia y el clima templado de Jeju forman las condicio-
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Jeju tiene dos rostros. La gente llega generalmente en avión o barco, normalmente a través del norte, que es la capital, sede del Gobierno provincial. De aquí, hay una hora de viaje a la ciudad meridional de Seogwipo y el área turística de Jungmun. La carretera (todas están en buen estado en esta isla) nos eleva a unos 800-1.000 metros de altitud, donde uno puede ver dos paisajes totalmente distintos pero igualmente fantásticos según la climatología: los numerosos cerros volcánicos, llamados oreum, con una connotación afectiva por los locales, y unas pequeñas islas a lo lejos si el día está despejado; o bien los húmedos bosques de montaña, envueltos en la niebla. Una vez que pasamos esa montaña abandonamos la región septentrional, más dura, con más viento y más frío; nos hallamos repentinamente en un entorno subtropical y abundante vegetación y flora que desprende una dulce fragancia. Sin embargo, hay un elemento que unifica ambos mundos: la luz. Es mucho más brillante que en la península, algo que como pintor aprecio. En Europa, muchos artistas se trasladan a la costa mediterránea en busca de inspiración por su claridad. En Jeju, uno siempre se siente cautivado por ella. No es de sorprender que muchos artistas y artesanos se hayan venido a vivir, permanente o temporalmente, para trabajar en esta luminosidad, ya sea en estudios en la Aldea de los Artistas de Jeoji, en talleres privados en los valles o en las espaciosas mesetas del interior, cercanos al cielo. Es, no hace falta decirlo, más que un medio de inspiración artística; este brillo es la mejor
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medicina para el cuerpo y la mente. De hecho, los que vienen brevemente a Jeju, tomando fotos continuamente en cualquier lugar y marchándose tras una o dos noches, nunca han venido de verdad. Sólo han visto y tocado la superficie de la isla. Este lugar no revela su belleza al principio; uno tiene que reposar, adaptarse al ritmo y mirarla pacientemente. El mar, por ejemplo, siempre es fascinante: las olas coronadas de espuma llegando sin cesar y rompiendo contra las rocas o la playa, y marchándose para ser tragadas por la siguiente ondulación. Lo único constante es el cambio, símbolo de la vida. Siéntese e intente ver todos los colores del mar –ocre claro con manchas verdes de algas flotando cerca de la playa, que se vuelve turquesa o esmeralda más allá hasta transformarse en distintos tonos azules e incluso adquirir una tonalidad acero oscuro en el horizonte. Cuando el cielo anuncia lluvia, el mismo mar es negro, y cuando las nubes son altas y blancas, se transforma en plateado. Eso sin mencionar el dorado del amanecer y el rojo del atardecer. Las aguas que rodean la isla son el deslumbrante reflejo de un cielo siempre cambiante, sobre todo aquí, por el viento. Por ello, si sale a hacer senderismo por la ruta que se conoce como Olle en medio de la niebla de una temprana mañana veraniega, le aconsejaría que llevara un chubasquero y un bañador. Dependiendo de cómo evolucione el tiempo, podría necesitar uno de ellos, o los dos.
Viento, piedras y mujeres El viento es una de las “tres abundancias” con las que está bendecida esta isla, junto con las rocas y las mujeres. Estoy de acuerdo. Hace mucho viento e incluso a veces hay grandes tormentas, así que
“¡Jeju! ¡Ese es el lugar! Nos mudaremos allí”. Esta decisión fue espontánea y bastante reciente, tan sólo unos meses. Pero ya sabíamos que era la mejor posible. las olas danzan furiosamente antes de golpear la costa. Pero yo debo ser el único intranquilo cuando se acercan las tempestades. Si uno se viste adecuadamente, es refrescante y vigorizante pasear en esos momentos ya que nos permite liberarnos de los pensamientos y sentimientos desagradables. Sí, es verdad que las rocas y el viento abundan en Jeju y son características de su entorno natural, un fenómeno posiblemente eterno. Pero la abundancia de mujeres tiene razones socioeconómicas mutables. La gente de aquí explica que muchos pescadores han perdido la vida en el mar, dejando a sus viudas la responsabilidad de mantener a sus familias, así que han tenido que endurecerse. Otro punto de vista extendido es que las féminas que viven en la costa son más fuertes porque son quienes ganan el sustento para los suyos. En Jeju, muchas tareas que normalmente desempeñan ellas tenían que
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hacerlas los varones: los trabajos domésticos, criar a los hijos y cuidar las pequeñas huertas mientras sus esposas se iban al mar a recoger cohombros, cangrejos, algas, pulpo, moluscos y otros productos comestibles. Las famosas buceadoras de Jeju, llamadas haenyeo , que significa “mujer del mar”, pueden descender a profundidades de 20 metros, donde permanecen durante varios minutos sin ayuda de bombonas de oxígeno. Aunque su número está descendiendo, todavía puedo ver algunas de ellas si miro desde mi despacho, o escuchar sus silbidos al respirar cuando paseo por la costa. Algunos dicen que Jeju era una sociedad matriarcal. Estemos o no de acuerdo, las mujeres están ahora a la cabeza del desarrollo que está ocurriendo en la sociedad coreana. Cada vez un número mayor son económicamente activas y más independientes que nunca, espe-
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La luz y el color maravillosos de los mares de Jeju han servido de inspiración a los artistas locales y extranjeros desde siempre.
brm1a-049hc, impresión cromogénica, 260×135cm 2002 © Bae Bien U
cialmente desde que se fundó la Dinastía Joseon hace seis siglos. Y el papel transformador de la mujer está aumentando. Me pregunto, por ejemplo, quién tendrá más éxito entre, digamos, 20 estudiantes en un cibercafé, de los cuales 17 son chicos y 3 chicas, ya que la mayoría de ellos estarán jugando con el ordenador mientras ellas estarán leyendo páginas informativas o escribiendo cartas.
El monte Halla y el Sendero Olle Nuestra vivienda, temporal hasta que hallemos otra definitiva, es un piso sobre una roca junto al mar, por lo que el ruido de las olas proviene de debajo de nuestro balcón. La costa, sin embargo, no es la única opción para los que se trasladan aquí. El monte Halla tiene 1.950 metros de altitud y está situado en el centro de la isla, en el kilómetro 41 del eje norte-sur, y en el 73 del eje este-oeste. Aunque está a sólo unos kilómetros al interior, la vegetación y el clima cambian. Si uno empieza a ascender, sólo a 4-5 kilómetros de la costa, las plantas subtropicales dan paso a densos bosques y vegetación de altura donde pastan los caballos y las vacas. Y mientras que el Sendero Olle a lo largo de la costa atrae a muchos
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turistas, también hay muchas rutas en este monte. Todos están bien marcados y senderistas inexpertos como yo agradecen los muchos puentes y secciones elevadas de las sendas sobre terreno abrupto. Otra característica que me agrada es la forma en que muchos caminos costeros están hechos para que podamos parar e ir a comer o beber. La gastronomía de la isla es maravillosa. Por supuesto, como ocurre con otros lugares similares, muchos restaurantes están especializados en pescados y mariscos, cocinados o crudos. Muchos de ellos sólo se pescan en estas aguas y únicamente en temporada. Hay también manjares locales de carne, como el famoso cerdo negro, el caballo o el faisán. Estos platos se sirven con una gran cantidad de verduras incluso en invierno. Jeju es un lugar recomendable para los que buscan campos de golf, casinos, parques temáticos, museos y galerías, además de hacer deportes como submarinismo o montar a caballo, aunque yo no estoy interesado en ellos. Por último, querría destacar la hospitalidad y simpatía de los isleños, cuyo comportamiento a veces parece simple y directo, pero siempre es honesto.
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¡Corea redescubierta!
Los museos alemanes exhiben sus tesoros coreanos
“¡Corea redescubierta! Tesoros de los museos alemanes”, una exhibición itinerante iniciada por la Fundación Corea y organizada conjuntamente por 10 pinacotecas alemanas, se inauguró el 25 de marzo pasado en el Museo de Arte del Este de Asia, Colonia. Esto marca un punto de inflexión en la historia de estas exposiciones en Europa ya que todas las obras mostradas provienen de las colecciones de las organizaciones involucradas. Maya Stiller Investigadora de Historia de las Religiones y del Arte Coreanas de la Universidad de California en Los Ángeles
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Corea redescubierta! Tesoros de los museos alemanes”, una exhibición itinerante de obras de arte coreanas en aquel país europeo, se inauguró el 25 de marzo pasado en el Museo de Arte del Este de Asia, Colonia. Adele Schlombs, directora de esta pinacoteca, dijo en su discurso de apertura ante unos 400 representantes de la cultura local y de las comunidades diplomáticas: “En los últimos 30 años sólo ha habido seis exhibiciones de arte y cultura coreanas en Europa. Debemos admitir que nuestro interés en aquel continente se ha centrado en China y Japón, pero esta exposición pretende cambiar esa percepción”. Este proyecto conjunto, patrocinado por la Fundación Corea y el Museo de Etnología del Estado de Linden, en Stuttgart, en el que participan10 pinacotecas germanas, demuestra a 1 la audiencia europea que hay más en Corea que móviles de Samsung, coches de Hyundai y los Diablos Rojos, los seguidores de la selección nacional de fútbol. Por primera vez en la historia de estas muestras en Europa, los 116 objetos de esta fueron cuidadosamente elegidos por un panel de conservadores de arte asiático representantes de estas instituciones de los cerca de 8.000 que componen sus colecciones.
Colaboración de 10 museos germanos Estas obras de arte fueron adquiridas principalmente por diplomáticos, comerciantes y misioneros que vinieron a Corea desde finales del siglo XIX al principio del XX. Entre ellas hay pinturas religiosas y costumbristas, cerámica, cajas lacadas con incrustaciones de madreperla, biombos, esculturas y libros impresos con tipos móviles. Tras la primera exposición en Colo-
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nia, que seguirá hasta el 17 de julio, viajará al Museo GRASSI de Etnología, Leipzig (27 de febrero-27 de mayo del próximo año), al de Arte Aplicado, Fráncfort (28 de junio-9 de septiembre de 2012), y al de Etnología del Estado de Linden, Stuttgart (17 de noviembre de 2012 hasta el 17 de febrero de 2013). “Estas muestras ofrecen una oportunidad única de ver las obras de arte coreanas en poder de los principales museos alemanes en un único lugar. Los visitantes podrán observar las correlaciones culturales y estilísticas entre ellas”, dijo Siegmar Nahser, el conservador de arte asiático en el Museo de Etnología de Berlín. Nahser estaba entre los conservadores de las 10 pinacotecas que se reunieron por primera vez en verano de 2008 por invitación de Min Young-joon, la directora de la oficina en esa ciudad alemana de la Fundación Corea, para planificar una exposición itinerante por todo el país. En la investigación posterior se descubrieron 10.000 objetos coreanos almacenados en los museos en toda Alemania, muchos de ellos guardados desde el momento de su adquisición. Cada institución tenía también una historia distinta sobre cómo había adquirido la colección. Los conservadores se pusieron de acuerdo en estudiarla y cómo había llegado a manos de la pinacoteca. Como resultado, se publicó un catálogo de 410 páginas con ensayos sobre el tema, en alemán e inglés, junto con fotografías de las obras. Este catálogo es un análisis descriptivo, aparte de contener la historia de esas colecciones y de las relaciones culturales y diplomáticas entre ambos países a principios del siglo XX. En este proceso de preparación se realizaron curiosos descubrimientos: “En nuestras reuniones cada uno presentó su
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1. Pendientes de oro del Reino de Silla (siglo V-VI, longitud: 10 cm, Museo de Etnología, Hamburgo, donados por Namkoong Ryun en 1986). 2. Recipiente de verdeceladón de la Dinastía Goryeo (siglo XII, altura: 26 cm, Museo de Arte del Este de Asia, Colonia, comprado por Adolf Fischer en 1905). K o r e a n a ı S u mme r 2 011
3. Jarra azul y blanca de la Dinastía Joseon con figura de dragón (siglo XVIII, altura: 45 cm, diámetro: 32,5 cm, Museo GRASSI de Etnografía, Leipzig, colección de H. Sanger, comprada en 1902). 4. Avalokitesvara agua-luna , Dinastía Goryeo (siglo XIV, rollo colgante, altura: 98 cm, anchura: 55 cm, Museo
de Arte del Este de Asia, Colonia, comprado por Adolf Fischer en 1909). 5. Talla en madera de la Dinastía Joseon de un niño ayudante con un fénix (siglo XVII-XVIII, Museo de Arte del Este de Asia, Colonia, comprada por Adolf Fischer en 1910).
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colección a los demás”, nos cuenta Dieter Grundmann, del GRASSI. “Estaba claro que cada institución se centraba en un aspecto distinto de la cultura coreana”. En muchos casos, fue la primera vez que muchos supieron de las otras obras. “Por ejemplo, el GRASSI fue una revelación para mí. Algunos de sus cuencos y jarrones de porcelana de los siglos XVIII y XIX son fantásticos”, reveló Adele Schlombs.
Descubrimientos notables Cerca de la mitad de las obras expuestas son del Museo de Arte del Este de Asia, Colonia, que posee una enorme colección de más de 400 objetos. El fundador de la institución, Adolf Fischer (1856-1914), admiraba profundamente la cerámica y pintura budista del periodo de Goryeo (918-1392). Cuando visitó con su esposa Corea en 1910, compró arte a los tratantes nipones y una gran parte de esa adquisición se muestra ahora. El cuadro Avalokitesvara agua-luna, del siglo XIV, uno de los objetos centrales de la exhibición, es testimonio de los conocimientos de Fischer en esta área. A pesar de la oscurecida seda, podemos discernir claramente la sublime imagen de una deidad popular con una túnica y unos accesorios resplandecientes, todo fruto de una pincelada exquisita. Proveniente del Museo de Etnología de Berlín tenemos la vestimenta de un noble coreano, adquirida por Paul Georg von Moellendorff (1848-1901), que fue vicesecretario de Asuntos Exteriores del rey Gojong a principios de la década de 1880, lo cual ilustra la cooperación que hubo entre ambos países
en un momento decisivo de la historia moderna. Los cuadros de costumbres del pintor del XIX Kim Jun-geun (de pseudónimo Gisan), también del Museo de Berlín, indican el interés que tenían los primeros visitantes alemanes por el arte folclórico coreano y el estilo de vida de su pueblo. Otra obra notable es el collage en vídeo de Nam June Paik Global Groove, del Museo Ludwig, tributo a este artista pionero en este medio, que comenzó su vida como creador en esa ciudad germana estudiando música con Karl-Heinz Stockhausen. La obra de Paik es un puente entre el este y el oeste, y sirve de broche perfecto para la exhibición, que comienza con cuadros de rituales chamanísticos con imágenes místicas de tigres y deidades de las montañas. Esta exhibición conjunta sólo presenta 116 objetos, pero su importancia va más allá. Los conservadores, después de grandes esfuerzos durante los últimos dos años, se han dado cuenta de que es necesario más trabajo para catalogar e investigar las colecciones de arte coreanas en sus museos. Por ello, es el principio de una era en cuanto a hacer el patrimonio cultural nacional más visible para el público germano. Susanne Knoedel, la conservadora de arte coreano del Museo de Etnología de Hamburgo, revela los planes de su institución: “Este proyecto conjunto ha aumentado el interés en Corea y ha provocado que se acelere el proceso de datos sobre nuestra colección. Siguiendo la inspiración de esta muestra, planeamos exponer una selección propia de 2.600 obras coreanas en 2013”.
1. Invitados a la apertura de la exhibición itinerante ¡Corea redescubierta! Tesoros de los museos alemanes observan las obras en exposición en el Museo de Arte del Este de Asia, Colonia, el 25 de marzo de este año.
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Esta exhibición conjunta sólo presenta 116 objetos, pero su importancia va más allá. Los conservadores, después de grandes esfuerzos durante los últimos dos años, se han dado cuenta de que es necesario más trabajo para catalogar e investigar las colecciones de arte coreanas en sus museos.
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2. Tigre y espíritu de la montaña (principios del siglo XX, rollo colgante, altura: 61,5 cm, anchura: 46,5 cm, Museo de Etnología, Hamburgo, comprado con fondos de la Asociación de Amigos de dicha pinacoteca en 1980). 3. Adolf Fischer (1856-1914), fundador del Museo de Arte del Este de Asia, Colonia, y su esposa. La pareja
adquirió muchas obras de arte coreanas durante su viaje al país a principios de la década de 1900. 4. Vestimenta de la Dinastía Joseon, adquirida originalmente por Paul Georg von Moellendorf (siglo XIX, longitud del abrigo: 140 cm, Museo Etnológico, Museos Nacionales, Berlín).
5. Caja de cosméticos con incrustaciones de madreperla y caparazón de tortuga, Dinastía Joseon (siglo XVIII, altura: 20,5 cm, longitud: 19 cm, anchura: 32 cm, Museo de Arte Asiático, Museos Nacionales, Berlín, donada por Barbara y Wolfgang Rabi en 2008).
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Foco ii
Un nuevo icono cultural de Seúl anima el día a los transeúntes Susurra la primavera. Flores, esperanza y amor. No temas.
Durante los últimos 20 años, el letrero de poesía instalado en la fachada frontal del edificio de Kyobo Life Insurance en Gwanghwamun ha intentado animar a los residentes de Seúl. En un breve mensaje, los transeúntes pueden hallar un momento de frescura, consuelo e incluso esperanza. Koh Mi-seok Periodista de la sección de arte y diseño de The Dong-a Ilbo | Ahn Hong-beom Fotógrafo “¡Oh, búho! Pon otra cara. Esto es lluvia primaveral”.
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ran poco más de las 6 de la tarde del primer día laborable de marzo. Como siempre, la calle de Sejongno, en el centro de Seúl, estaba repleta de gente que volvía a casa tras la jornada. Entre ellos estaba Ha Ji-yeong, una oficinista. Al pasar por la plaza de Gwanghwamun, notó un gran letrero en el edificio de Kyobo. En un instante, su rostro se iluminó. Se acercó a una floristería cercana y compró un ramo de fresias. “Mientras iba a casa con el ramo entre los brazos, me sentí rodeada por su fragancia. Era ya primavera para mí”, se dijo. “Cuando le di el manojo a mi madre, pude ver también esa estación en su rostro”. Ese impulso para sentir la brisa primaveral en su cara vino tras el siguiente verso en el edificio: “Siento un impulso repentino de comprar flores. ¿Qué otra cosa podría ser sino flores?”. Es un verso del poema de Lee Jin-myeong “Jenjang, ireon sigeuro ggotseul sana” (¡maldición! ¿Por qué compro flores así?). Esta cita es como esa brisa primaveral para los residentes de la capital, que escasamente pueden hallar un momento para detenerse en sus atareadas vidas. Ese es el poder de un mensaje poético en un letrero de 20 metros de longitud por 8 de anchura en esa plaza.
Mensajes de inspiración y esperanza. Este “letrero de poesía de Gwanghwamun” se instaló por primera vez en enero de 1991 por sugerencia de Shin Yong-ho, el ya fallecido fundador de Kyobo Life Insurance. Se pondría en él un mensaje
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lo suficientemente corto para que cualquier transeúnte lo leyera de un golpe y estaría ahí durante los tres meses de cada estación y cambiaría en marzo, junio, septiembre y diciembre. Al principio, eran instrucciones, pero tras la crisis financiera que barrió el país en 1997, cambió. Los mensajes empezaron a ser de esperanza y consuelo, la mayoría, versos; al final se convirtieron en una institución cultural para los seulenses. “La gente parece apreciar el letrero porque no presenta máximas trilladas sino textos de distintas obras literarias con mensajes de ánimo, esperanza, algo sobre lo que reflexionar o pensamientos divertidos”, nos dijo Eun Hee-kyung, novelista y miembro del comité de 2009 para elegir las frases. Ahora no es sólo un letrero para potenciar la imagen de la aseguradora, sino un icono cultural de la capital.
Proceso de selección Después de que se instalara, los mensajes se elegían en la empresa, pero desde diciembre de 2000, Kyobo tiene un comité de siete miembros que los escogen, entre los que hay escritores, profesores y periodistas. Según las sugerencias del público en la página web de la empresa y las recomendaciones del panel, se culmina el proceso tras discutirlas y votarlas. Luego, un equipo de seis a diez diseñadores trabaja en su presentación para que la tipografía sea elegante y fácilmente legible. El texto se presenta en un letrero, que se reemplazará por otro a los tres meses. Gwak Hyo-hwan, poeta y director de la Fundación Daesan, crea-
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El letrero de la poesía en la fachada principal del edificio de la aseguradora Kyobo Life en Gwanghwamun es un símbolo cultural de la capital coreana que intenta transmitir mensajes de esperanza y ánimo a todos los transeúntes.
Según Kyobo Life, las 65 citas han sido recibidas con entusiasmo, pero los versos más populares son de Ko Un: “Cada uno de nosotros, en conjunto, formamos los bosques” y “Si no hay camino, abre uno al avanzar. Ahí empieza la esperanza”. Los mensajes que invitan al desafío también son populares: “¿Cómo puede surgir una flor sin agitarse?”, de Do Jong-hwan; y “Por la mañana, no existe el destino. Sólo un nuevo día”, de Jeong Hyeon-jong.
da por Kyobo, ha participado en el proceso desde el principio. “Es una experiencia interesante ponerse en contacto con una obra de poesía en la capital, en el corazón de la ciudad”, nos dijo. “Es positivo para los que la ven y disfrutan de un momento de contemplación y para los que tienen la oportunidad de presentarse ante los ciudadanos”. En la elección de los textos se tiene en cuenta el interés actual, su adecuación a la estación y la facilidad con la que transmite el mensaje. Hasta la fecha, se han colgado frases de 40 poemas y obras de intelectuales de temática, época y lugares tan distintos como Confucio, Hermann Hess, Alfred Tennyson, Pablo Neruda, Seo Jeong-ju, Ko Un y Do Jong-hwan, además de moralejas de las fábulas de Esopo, de las escrituras budistas e incluso una canción del artista de hip-hop Kebee: “Tú y yo, cada uno en nuestra maceta, disfrutamos del mismo sol”. Las metáforas poéticas son las más populares. El autor del que más frases se han utilizado (siete veces), es el coreano Ko Un, nominado repetidas veces para el premio Nobel de Literatura.
‘100 personas que iluminan nuestro mundo’ Estos breves mensajes, puestos en un letrero tradicional en la fachada de un edificio, han despertado la atención de la gente por su valor social y cultural durante los últimos 20 años. Tan pronto como aparece una frase nueva, se extiende rápidamente en las bitácoras personales e incluso aparecen comentarios en los diarios.
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En diciembre de 2007, este cartel fue elegido una de las “100 personas que iluminan nuestro mundo” por la Korea Green Foundation, a pesar de no ser, obviamente, una persona. En marzo del año siguiente, recibió una mención por sus esfuerzos para fomentar el coreano en la Cultural Union for Hangeul, una agrupación oficial. Un libro publicado en octubre de 2010, Gwanghwamuneso ikda geonilda neuggida (leer, pasear y sentir en Gwanghwamun), contiene una lista de los textos del letrero. Hay también una aplicación gratuita para los smartphones que permite a los usuarios descargárselos. Asimismo, Kyobo recibe innumerables solicitudes de agencias gubernamentales y distintas empresas que tienen interés en poner sus propios letreros. La aseguradora ha puesto carteles semejantes en otros edificios suyos en todo el país: el barrio de Gangnam (Seúl), Cheonan, Daejeon, Busan, Gwangju, Daegu y Jeju.
El poder de la empatía y la metáfora Este letrero se siente tan cercano porque refleja la realidad de la gente y sirve como ventana a la sociedad coreana. Los mensajes son una mirada al camino que la sociedad ha recorrido en su conjunto. Recientemente, un equipo investigador dirigido por el profesor Yi Myeong-cheon, de la Universidad de Chung-Ang, publicó un estudio que evalúa los temas y características estilísticas de los textos. La conclusión es que “es un caso sin precedentes de publicidad externa en términos de situación, que le permite servir como monumento,
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¡Salta, pez! Al primer contacto te agarraré.
es grande en contraste con otros letreros, está expuesto a un millón de transeúntes y 250.000 vehículos diarios y, sobre todo, existe desde hace 20 años”. Según este trabajo, el letrero ha sido tan bien recibido durante tanto tiempo gracias a sus expresiones de empatía y metáforas. Es decir, en vez de usar mensajes directos, ha logrado aceptación por medio de su atractivo emocional y por haber llegado al corazón de la gente con sus provocadoras metáforas. Cuando se puso en 1991, el letrero decía: “Trabajemos juntos para darle nuevo ímpetu a la economía”. Después vinieron otras frases con la misma finalidad: “No es demasiado tarde. Demos el gran salto a la prosperidad económica” y “Los grandes resultados se originan en un gran comienzo”. Cuando Corea sufrió las consecuencias de la crisis a finales de 1997, estos lemas fueron reemplazados por palabras de ánimo. El propio Shin Yon-ho sugirió este cambio: “Olvidémonos de dar publicidad a la empresa. Usemos el letrero para consolar a los ciudadanos”. En febrero de 1998, empezó una nueva etapa con estas líneas del poema de Ko Un “Natseon god” (un lugar desconocido): “Sal hacia un lugar desconocido, lejos de la rutina diaria”. Después, han aparecido mensajes de ánimo y esperanza para un pueblo sumido en la recesión. Con la crisis económica, el letrero mostraba principalmente textos de consuelo, esperanza, introspección, perseverancia y valores semejantes. En invierno de 1998, por ejemplo, una frase sobre la convivencia y la prosperidad común buscaba alentar al público: “Cada uno de nosotros, en conjunto, formamos los bosques. Todos y cada uno de los árboles, erguidos, sin cortar, forman los bosques. Volvemos a esa época de los bosques”. Cuando la sociedad superó la crisis y recuperó su estabilidad, el amor surgió como tema dominante: “Al igual que amo tiernamente tu corazón, amo el mundo en que vivimos” (verano de 2008); “La primera flor silvestre que surge de las grietas de las nieve y el viento, espero que seas tú” (invierno de 2010). La creciente popularidad de este medio ha provocado varios incidentes. A principios de 1998, animado por el mensaje de “Sal hacia un lugar desconocido…”, un funcionario de la oficina presidencial, Cheong Wa Dae, dimitió de su cargo para perseguir su antiguo sueño.
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En 2004, un joven recién licenciado del servicio militar y preocupado por su futuro halló inspiración en “¿Cómo puede surgir una flor sin agitarse? Las bellas se sacuden antes de florecer”. Al expresar su gratitud por el texto, el joven remarcó cómo este poema había restaurado su confianza en sí mismo. En la primavera de 2008, con el nuevo Gobierno, surgió un animado debate político sobre un verso de Pablo Neruda, el famoso escritor chileno: “Salud, amor, salud por todo lo que cae y lo que florece”. La gente discutió con ahínco su interpretación de “lo que cae y lo que florece”. También destacó el mensaje que apareció en la primavera de 2009. Por coincidencia, apareció un haiku del poeta nipón Kobayashi Issa (“¡Oh, búho! Pon otra cara. Esto es lluvia primaveral”) el 1 de marzo, el aniversario de la revuelta de 1919 por la liberación del Gobierno colonial. Kyobo tenía mucho interés en saber cómo la gente respondería ante esta delicada situación. Afortunadamente, fue aceptado y bienvenido por lo que expresaba, lo cual indicaba la aceptación de la diversidad cultural del país.
‘Un regalo especial sólo para mí’ Según Kyobo Life, las 65 citas han sido recibidas con entusiasmo, pero los versos más populares son de Ko Un: “Cada uno de nosotros, en conjunto, formamos los bosques” y “Si no hay camino, abre uno al avanzar. Ahí empieza la esperanza”. Los mensajes que invitan al desafío también son populares: “¿Cómo puede surgir una flor sin agitarse?”, de Do Jong-hwan; y “Por la mañana, no existe el destino. Sólo un nuevo día”, de Jeong Hyeon-jong. Los escritores han expresado su ardiente deseo de que este letrero, un icono cultural singular casi inexistente en otros lugares, sea permanente. “Al igual que estos versos pueden animarme, veo que pueden abarcar a todos, suavizar su dolor y preocupación y restañar las heridas abiertas y las cicatrices de sus almas (Jang Seok-ju, poeta). “El letrero de Gwanghwamun es el azul azulado sobre Seúl. Es brisa fresca en la monotonía de la cotidianidad, un río azul que ha fluido por las calles de Gwanghwamun durante 20 años” (Kim Yong-taek, poeta).
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crÍtica de arte
Tears of Heaven La vanguardia de la incipiente industria de los musicales de Corea
La producción original Tears of Heaven (lágrimas celestiales) fue un éxito gracias a la incorporación de jóvenes ídolos de la música pop y a una intensa publicidad del álbum. Sin embargo, hay que dar respuesta a varios problemas antes de lograr que, como se espera, debute en Broadway. Won Jong-won Crítico musical y profesor de Comunicación de Masas de la Universidad de Soonchunhyang
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Cuántos musicales se representan en Corea todos los años? Sorprendentemente, más de 180, y aquí no incluimos siquiera los infantiles o aquellos con propósito educativo. Este número tan elevando puede hacernos creer que la gente relacionada con este tipo de espectáculo gana enormes sumas. Pero el mercado no funciona así. La creciente brecha entre los más pudientes y los menos favorecidos domina todo el ámbito cultural, y los musicales no son una excepción. Los productores citan el desequilibro entre las obras locales y las importadas como uno de los problemas más acuciantes. Sólo los grandes éxitos internacionales o adaptaciones que tienen licencia para representarse aquí tienen garantizados los beneficios, mientras que las creaciones propias basadas en temas culturales coreanos con recursos humanos locales y capital nacional lo tienen cada vez más difícil para competir. La producción y puesta en escena de tantas obras también significa que pueden representarse sólo durante periodos de tiempo limitado. La mayoría son desplazados por éxitos mundiales, que son algo seguro. Por ello, no tienen las mismas posibilidades de llegar a la cartera del espectador y sus posibilidades de fracaso son especialmente grandes para salas con capacidad para más de 1.000 espectadores. Por ello, el mercado busca
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En Tears of Heaven , el protagonista, Joon (el soldado coreano en la página anterior) ha de ir a la Guerra de Vietnam. El cantante pop Kim Jun-su demostró que la gente le sigue ya que atrajo a sus legiones de fans.
desesperadamente producciones nacionales competitivas.
Historia coreana y producción global Tears of Heaven , cuyo estreno fue del 1 de febrero al 19 de marzo en el Teatro Nacional de la capital, tiene una gran significación por intentar dar respuesta a las preocupaciones del mercado. Las dos productoras del país, Creative Productions y Seol and Company, buscaron un elenco de ídolos del pop y trabajaron con un equipo de producción global para atraer a una audiencia internacional. Todo esto refleja las aspiraciones de transformar el mercado local de comprador de licencias a fuente de creatividad. Algunos ven esta obra como un producto cultural “multinacional” que combina capital local y planificación conjunta con un equipo foráneo, pero sea como fuere, su intento de adaptarse al mercado global, o al menos de aceptar el desafío, es notable.
¿Otro Miss Saigón? El escenario de Tears of Heaven es la Guerra de Vietnam. La gente podría cuestionarse, en un primer momento, la razón por la que hacer otro musical con ese tema tras la popularidad de Miss Saigón, que fue un gran éxito internacional. Pero después, sin embargo, la intención de los productores se hace evidente. En esta obra, se reconstruye ese conflicto, como acontecimiento histórico, desde una perspectiva nacional (Corea del Sur envió más de 300.000 soldados a luchar en ese enfrentamiento, el segundo contingente en número tras el de EE.UU., y ahí sufrió numerosas bajas).
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En “Raining Fire” el coro canta a la muerte entre la guerra y la destrucción, mientras que el actor principal y otro miembros cantan “Can You Hear Me?” según avanzan a la primera línea. El impacto emocional de las escenas se ve potenciada por una música y canto conmovedores.
Una buena respuesta a la pregunta de si los musicales locales podrán liberarse de Miss Saigón la dio el actor Brad Little, que desempeñó el papel del coronel americano James Grayson: “¿Por qué no puede haber otro musical que cuente otro aspecto de esa conflagración?”
Broadway en el punto de mira El complejo escenario es persuasivo y crea una experiencia agradable. Los paneles con iluminación LED que cubren el suelo emiten un arcoíris de colores, que ayuda a modificar el ambiente, mientras que como fondo se presenta un típico espectáculo de sombras asiático multimedia. La “puerta”, que se mueve a distintos sitios para crear distintos espacios, da la oportunidad de disfrutar de la interpretación. El decorado, diseñado por David Gallo, aclamado por su trabajo en The Drowsy Chaperone y Throroughly Modern Millie, es imaginativo e ingenioso. Las canciones, compuestas por Frank Wildhorn, son apasionantes y atractivas para el público, como las de sus otros musicales, como Jekyll y Hyde y Monte Cristo, ambos representados en Seúl a principios de año. En “Raining Fire” (lluvia de fuego) el coro canta a la muerte entre la guerra y la destrucción, mientras que el actor principal y otros miembros cantan “Can You Hear Me?” (¿me escuchas?) según avanzan a la primera línea. El impacto emocional de las escenas se ve potenciada por una música y
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Escenas de Tears of Heaven . Brad Little (izquierda, otra páginal), que interpretó al coronel Grayson, fue elogiado por su interpretación dramática. Los personajes principales (sobre estas líneas): Linh (lee Hye-ri) y Joon (Kim Jun-su).
canto conmovedores. Hay que destacar la publicación del álbum del musical antes del estreno, una rareza en Corea, algo singular y novedoso. Dado el papel fundamental que la música desempeña en estas producciones, ese cedé, que incluía las canciones “Can You Hear Me?”, interpretada por Onion, y “Tears of Heaven”, por Lee Hye-ri, de la banda femenina Davich, sirvió para despertar el interés de la posible audiencia, que se familiarizó con los temas antes de ver la representación. El número de aficionados a la música pop coreana sigue aumentando, gracias a la influencia del hallyu, u Ola Coreana, por lo que estos discos sirven como una herramienta publicitaria muy útil. Tears of Heaven ha sido una producción musical nueva y original que ha triunfado pero hay numerosos obstáculos que superar para asegurarse de su éxito futuro. En particular, hay que revisar o mejorar su brusco vaivén emocional, la lentitud de su argumento y la inverosimilitud de ciertas coincidencias. Su estreno en Seúl ofreció una experiencia valiosa para que se pueda prestar más atención a determinados detalles y mejorar su calidad general. Si se aprovecha, podemos esperar su debut en Broadway.
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Descubrir corea
Mi acercamiento a la literatura coreana Todos los días han sido una aventura desde que comencé a interesarme por la literatura coreana hace seis años, cuando tenía 45. En cada esquina se puede hallar algo nuevo y cada libro que descubro enriquece mi conocimiento. Una vez por semana visito las librerías especializadas en obras importadas en Seúl. Pretendo crearme una biblioteca con todas las traducciones publicadas de obras literarias modernas coreanas. Charles Montgomery Profesor del Departamento de Traducción e Interpretación de Inglés de la Universidad de Dongguk | Ahn Hong-beom Fotógrafo
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ace unos 15 años, en un laboratorio de idiomas en Hayward, California, un joven tutor coreano llamado Ed Park se me acercó y me preguntó si podíamos comer juntos para hablar de literatura. Allí, bajo los fluorescentes de la clase y el sonido de los ordenadores, empezó mi educación sobre Corea. Park y yo nos hicimos grandes amigos, trabajamos juntos en muchas traducciones y continuamente discutíamos sobre literatura. Nueve años después, vine a Corea por primera vez para asistir a su boda en Gwangju. Más tarde, me convertí en el padrino de su hijo. En cuanto aterricé en el aeropuerto de Incheon, sentí que estaba en medio de algo importante. Quizá por el aeropuerto y su prestigio internacional; quizá porque sentía el desajuste horario. Ese sentimiento nunca desapareció. Mientras viajaba por el país supe que algún día volvería en busca de mi vocación cultural.
Descubrir la literatura Al regresar a los EE.UU., comencé mis estudios de posgrado en Literatura Inglesa. Con la fecha límite de mi tesis ya cerca, hallé “They Won’t Crack it Open” (no lo abrirán), de Kim Yong-ik, autor al que no conocía. Su retrato de la vida y vidas en distintas culturas era sorprendente. Busqué en internet detalles sobre él. Su biografía era asombrosa: había ido a EE.UU. y aprendido inglés lo suficientemente bien para usarlo como idioma en su obra. ¡Y qué obra! La mayoría de sus libros estaban descatalogados, pero pude hallar muchos en la Red, así que comencé a crear una biblioteca privada con ellos. Algo que me impresionó mucho es que trataba de problemas reales de gente real. Me parecía literatura popular, no sólo para especialistas. No sólo me dio el tema de mi tesis de maestría, sino que estimuló mi interés en las letras coreanas. Poco después, fui a ver a Ed y le pedí que me recomendara obras traducidas. Me dejó Nuestro frustrado héroe, de Yi Mun-yol. Lo leí de un tirón y me sorprendí de lo relevante que parecía en todas las culturas y lo entretenido que era, a pesar de la traducción. Poco a poco comencé a leer más literatura coreana. Además, con mi título de posgrado en el bolsillo y con el deseo que tenía de acercarme a la fuente de esas creaciones, comencé a buscar trabajo en Corea. En marzo de 2008 me vi de nuevo en el mismo aeropuerto. Esta vez, sin embargo, había dejado mi trabajo como director de mercadotecnia del Distrito Universitario Comunitario de San José/Evergreen, y me dirigía a Daejeon para enseñar en la Universidad de Woosung y en la Solbridge International School of Business. Una vez me asenté en esa ciudad, comencé a ir con regularidad a Seúl para buscar libros. Comprar en las librerías siempre ha sido uno de mis pasatiempos y, pocos meses después, cuando mi bibliófila esposa vino conmigo a Corea, esta afición se convirtió en una parte regular de nuestra vida. Un día, hallé un ejemplar de Portable Library of Korean Literature (biblioteca abreviada de literatura coreana), una colección de relatos traducidos con el apoyo del Korean Literature Translation Institut (instituto de traducción de literatura coreana) y publicada por Jimoondang. Entre ellos estaban “Sajingwan sarin sageon” (traducido al inglés como “Photo Shop Murder” –el asesinato del estudio de fotografía–) y “Elibeiteoe kkin namjaneun doeodna” (“Whatever Happened to the Guy in the Elevator” –lo que ocurriera al tipo del ascensor–), de Kim Young-ha. Ambos eran increíbles. Su estilo lacónico me atrapó inmediatamente. Este libro me hizo tomar la decisión de leer todos los volúmenes de dichas editoriales y reseñarlos en mi bitácora. No hacía mucho que había sentido la necesidad de compartir la literatura; creía que leyendo y reseñando podía ayudarme a comprender mejor las obras. Con el paso del tiempo, esto dio como resultado un blog totalmente dedicado a la literatura moderna coreana. Eso es KTLIT (www.ktlit. com), donde escribimos Ed Park y yo. En este viaje iniciático por la ficción del país sentí la necesidad de compartirla. Al final de mi primer año, tuve suerte. Solicité un puesto en el Departamento de Traducción e Interpretación de Inglés de la Universidad de Dongguk, Seúl, que logré. Ahí hallé colegas agradables y unos estudiantes magníficos. Todos con quienes trabajo son expertos en algún aspecto de la literatura corea-
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na y están siempre dispuestos a compartir sus conocimientos conmigo. Además, tuve el privilegio de trabajar como editor con el Instituto de Investigación de Estudios de la Traducción (TSRI, por sus siglas en inglés) de la misma Universidad. Esto me acercó a más obras y a cómo los coreanos las ven. Según leía, hacía descubrimientos sobre la cultura del país. Cada libro era una puerta a comprenderlo –su historia, su cultura, su pueblo. Cada lectura revela algo nuevo. La niebla semialucinatoria de “Nalgae” (“Wings” –alas–), de Yi Sang me hizo entender mejor los efectos del colonialismo nipón. Leyendo bundan munhak, literatura de la división, pude tener una perspectiva totalmente nueva de los efectos de la Guerra de Corea. Mujeong (The Heartless –crueldad–), de Yi Kwang-su, y Samdae (Three Generations –tres generaciones–), de Yeom Sang-seop, me explicaron la vertiginosa velocidad a la que ha cambiado la cultura coreana desde el siglo pasado. Había temas que quedaban fuera de mi comprensión: he leído muchas veces Memilkkot pil muryeop (Cuando florece el alforfón), de Yi Hyo-seok, en diferentes traducciones, pero todavía no llego a entender su atractivo. Lo mismo se puede decir de “Sonagi” [el chubasco, de Hwang Sun-Won], que tantos coreanos adoran, pero que me parece simple y predecible. Y es parcialmente por esas diferencias en gusto y atractivo por lo que la narrativa coreana mantiene su misterio y despierta mi interés. Creo que esas mismas diferencias, junto con las similitudes e interacciones, llevarán a las letras nacionales a una audiencia internacional más amplia. Al mismo tiempo que leía comencé a viajar por el país y a disfrutar de su cultura en sentido más amplio. Un viaje a Gyeongju me introdujo en el reino de Silla. Todavía recuerdo ver desde el taxi que me llevaba a la gruta de Seokguram el Museo Literario de Kim Dong-ni/Park Mok-won. De regreso, convencí a mi familia (y al taxista, no acostumbrado a parar ahí) de que teníamos que hacer un alto en ese lugar. Había leído los relatos de Kim contenidos en Ggachi sori (The Cry of Magpies –el graznido de las urracas–) y Munyeodo (The Shaman Sorceress –La chamana exorcista–), pero verlos en este museo, con una atenta azafata que me seguía haciéndome fotografías, fue una experiencia impagable. En un viaje a Chuncheon, llegué a la Casa Literaria de Kim Yu-jeong. Fue otra coincidencia afortunada ya que uno de los volúmenes de la “biblioteca abreviada” era Dongbaegkkod (The Camellias –las camelias–). En ese lugar, tomé cientos de fotografías y practiqué mi pobre coreano con mi extremadamente paciente guía. Mi viaje ha continuado. En mayo, fui de gira por la provincia de Gangwon y paramos en el Centro Cultural de Kim Satgat. Varios meses antes había leído la excelente novela El poeta, de Yi Mun-yol, por lo que me sentí privilegiado de estar en el hogar del legendario narrador que da nombre al Centro y ver cómo la historia se “hacía viva” en esta institución en la forma de manuscritos, obras de arte, edificios e incluso su túmulo funerario. Las traducciones han seguido aumentando. En el último año, ha habido al menos dos importantes que prometen hacer que las letras coreanas destaquen más. Geu mandeon singaneun nuga da meogeosseul-
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gga (Who Ate Up All the Shinga? –¿quién se comió toda la shinga?–), de Park Wan-suh, es una encantadora historia de una madre y su hija que mezcla hábilmente una anécdota familiar con la moderna historia del país. El otoño pasado, Houghton Mifflin Harcourt publicó Your Republic Is Calling You (bicheui jaeguk –la república te llama–), de Kim Young-ha. Es un momento importante para los aficionados a las letras coreanas ya que están llegando al mundo del inglés nuevos estilos y géneros
El proyecto de la Wikipedia Según he aprendido más de literatura coreana, soy más consciente de que no tiene el reconocimiento internacional que merece. Esto era evidente entre mis amigos “literarios” en los Estados Unidos y el Reino Unido. Cuando les decía que estaba estudiando y leyendo literatura coreana, respondían con amabilidad, pero estaba claro que nunca habían oído mencionar a los autores y obras de los que hablaba. Ninguno de ellos podía definir qué era un sijo o el pansori, pero sabían bien qué era un haiku y el kabuki. ¿Por qué ocurría eso? Al buscar en internet me di cuenta de que las letras coreanas apenas se mencionaban en los concursos internacionales de literatura o en las páginas internacionales de obras traducidas. Intenté en distintas formas de buscar un lugar adecuado para las letras nacionales en el mundo. Por ello, comencé a trabajar en el proyecto de la Wikipedia, un intento personal para aumentar la informa-
En mayo, fui de gira por la provincia de Gangwon y paramos en el Centro Cultural de Kim Satgat. Varios meses antes había leído la excelente novela El poeta , de Yi Mun-yol, por lo que me sentí privilegiado de estar en el hogar del legendario narrador que da nombre al Centro y ver cómo la historia se “hacía viva” en esta institución en la forma de manuscritos, obras de arte, edificios e incluso su túmulo funerario.
ción sobre este tema en la versión inglesa. Casi el 80 por ciento de los usuarios de internet en inglés usan Google como motor de búsqueda y para “literatura coreana” el primer resultado es una página de la Wikipedia. Desafortunadamente, esta enciclopedia sólo tiene información esquemática sobre los autores y las obras de Corea. Comencé a completar las páginas existentes y a crear nuevas. Este esfuerzo pronto llamó la atención de uno de mis colegas en Dongguk, Kim Soon-young, que quiso involucrar a toda la Universidad. En la actualidad, hay un programa para incrementar el impacto de la literatura coreana en las páginas de internet en inglés. En esta tarea, es importante que la “marca” coreana sea presentada de forma consistente e inteligible a los extranjeros, y que se le dé publicidad continua en todo el mundo. Además, deben hacerse más esfuerzos para traducir literatura nacional. Me refiero a esfuerzos para elegir las obras “adecuadas”, que puedan interesar a los anglohablantes, y también a los traductores “adecuados” que puedan verter el texto en un inglés fluido y natural. Finalmente, estas traducciones deben ser accesibles para cualquier lector interesado.
Creando una biblioteca personal Mi viaje continúa y la literatura coreana no deja de sorprenderme. Una vez por semana visito las librerías especializadas en obras importadas en Seúl. Pretendo crearme una biblioteca con todas las traducciones publicadas de obras literarias modernas coreanas. ¿Lo conseguiré? Quizá no, pero tal vez me ayude a hallar creaciones de mayor calidad. Todos los días han sido una aventura desde que comencé a interesarme por la literatura coreana hace seis años, cuando tenía 45. En cada esquina se puede hallar algo nuevo y cada libro que descubro enriquece mi conocimiento. La literatura coreana es muy nacionalista, intensamente personal y revela una historia y una cultura relativamente desconocidas para el mundo. Es el gran regalo que las letras de aquí pueden hacer al mundo anglohablante.
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Entrevista
Gahoeheon, un restaurante italiano en Bukchon, es una combinación singular del espacio occidental y coreano.
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urante los últimos 100 años, muchos arquitectos de renombre han sido críticos con el entorno urbano que enmarca sus creaciones. Estos visionarios han influido en el surgimiento de nuevas sensibilidades que ayudarán a dar forma y reestructurar el paisaje metropolitano y la vida en estas poblaciones durante las próximas décadas. De principios a mediados del siglo pasado, la perspectiva que estos artistas tenían de la ciudad era negativa, por lo que pretendían poner orden en ese caos. Le Corbusier, uno de los pioneros del Estilo Internacional, quería depurar la urbe creando comunidades panificadas de acero, cristal y hormigón. En el otro lado del Atlántico, Frank Lloyd Wright, quizá el arquitecto más distinguido de EE.UU., tenía también una visión pesimista, por lo que buscaba su descentralización por medio de la creación de grandes espacios verdes que la hicieran más soportable.
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A finales del siglo XX se produjeron ciertos cambios, ya que el Estilo Internacional, modernista, dio paso al eclecticismo. Los arquitectos se interesaron en el potencial de la metrópoli como fuente de descubrimiento y estímulo. Al hablar de Nueva York, el famoso arquitecto holandés Rem Koolhaas, por ejemplo, destacó la espontaneidad “semejante a la suerte” de la vida urbana. El giro posmoderno en la teoría ha llevado al auge de ciertos movimientos relacionados, como el Nuevo Urbanismo, el Nuevo Pedestrianismo (New Pedestrianism) y Cittaslow (ciudades lentas), todos centrados en el desarrollo de espacios dinámicos en medio de una economía local en pleno auge y un fuerte sentimiento de comunidad. Y como ocurre con todo en Corea, la velocidad de los cambios causa que lo viejo y lo nuevo coexistan en armonía y en tensión. Aunque el modernismo urbano enraizó durante el periodo colonial nipón, se mantuvo en estado letárgico hasta los años 70 del siglo pasado, cuando se impulsó el desarrollo de nuevas comunidades planificadas en Yeouido y Gangnam. El paradigma de vías anchas y grandes complejos de pisos que surgió entones sigue dominando el paisaje de las ciudades del país.
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La arquitectura del “pastel de arroz arcoíris”
de Hwang Doo-jin Hwang Doo-jin, uno de los arquitectos de Corea más destacados de la actualidad, está enfrascado en rediseñar el antiguo centro de la capital para las generaciones venideras. Sus proyectos se centran en formas de revitalizar los languidecidos vecindarios del núcleo de esta bulliciosa metrópoli para que puedan renacer como espacios culturales donde coexistan la tradición y la modernidad. Robert J. Fouser Profesor adjunto de Educación en Coreano de la Universidad Nacional de Seúl
Les presento a Hwang Doo-jin, uno de los líderes de una nueva generación de arquitectos que ofrece una alternativa al paradigma del piso. Los críticos de este sistema surgieron a finales de la década pasada debido a su preponderancia en el paisaje metropolitano, pero pocos han ofrecido una alternativa viable. En marzo de este año, me reuní con él en su estudio de Tongeui-dong, en el barrio de Seochon, para discutir distintas posibilidades y aprender más sobre uno de los arquitectos coreanos más visionarios. Fouser: He leído en el JoongAng Ilbo que realmente te gusta Seochon (pueblo occidental) y decidiste mudarte aquí. ¿Cuándo lo hiciste y por qué? Hwang: Me trasladé aquí en 2002. Estaba trabajando en un edificio en Hyoja-dong y venía a menudo. Me
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gustó y decidí vivir aquí. Me encanta su mezcla de historia, naturaleza –el monte de Inwang está a un paso– y el ambiente de uso mixto. Uno puede ver capas de tiempo aquí.
Reconstrucción de vecindarios tradicionales Fouser: Vivía cerca de Nuha-dong en 2009 y recuerdo la actitud en la polémica sobre su reconstrucción frente a su preservación. Desde entonces, las autoridades han decidido preservar las casas tradicionales del área. ¿Qué piensas sobre estos temas? Hwang: Creo que el entorno es muy importante. Necesitamos pensar en qué es lo importante de Seochon, en lo que debería conservarse y reconstruirse. Por ejemplo: pienso que la mayoría de la gente estaría de acuerdo en que necesitamos las casas tradicionales, los callejones y los monumentos históricos, y, por supuesto, el entorno natural. Por otra parte, creo que son posibles algunas transformaciones. La infraestructura –el alcantarillado, entre otros– es viejo y necesita mejoras. Más importante es que el área puede beneficiarse de una mayor densidad.
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“Sabes lo que es un ‘pastel de arroz arcoíris’, ¿no? Es un atractivo dulce con capas de diferentes colores. Yo he aplicado esta idea a la arquitectura para el diseño de edificios de uso mixto de dos y tres pisos. Este tipo de estructura se ajusta a los códigos de construcción existentes y creo que funcionará bien en Seochon, donde ya hay mucha actividad comercial. Ofrece un modelo, en mi opinión, para el desarrollo de los antiguos vecindarios urbanos en Corea”.
Jipunhyeon, en Gahoe-dong. Hwang Doo-jin integra elementos modernos en el hanok tradicional pensando en la comodidad de los ocupantes.
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Para ser un lugar céntrico –a menos de 10 minutos de Gwanghwamun– es bastante baja comparada con otras capitales. Mayor concentración significa mayor actividad y una economía local más fuerte, así que es un asunto importante. Además, aunque estamos cerca de la naturaleza, no hay suficientes espacios verdes. Fouser: Las casas de estilo tradicional son de una planta con un patio central. ¿Cómo se puede incrementar la densidad y preservarlas al mismo tiempo? Hwang: Sé que no es fácil, pero hay áreas en Seochon que no se están utilizando bien. Creo que se podrían conservar y aumentar la concentración en zonas donde no hay viviendas típicas coreanas. “Sabes lo que es un ‘pastel de arroz arcoíris’, ¿no? Es un atractivo dulce con capas de diferentes colores. Yo he aplicado esta idea a la arquitectura para el diseño de edificios de uso mixto de dos y tres pisos. La planta baja puede tener una tienda, una oficina o un taller –algún tipo de negocio– mientras que la primera y la segunda son para residencias. Este tipo de
estructura se ajusta a los códigos de construcción existentes y creo que funcionará bien en Seochon, donde ya hay mucha actividad comercial. Ofrece un modelo, en mi opinión, para el desarrollo de los antiguos vecindarios urbanos en Corea”. Fouser: ¡Interesante! Hablemos del palacio de Gyeongbok y de Bukchon (pueblo septentrional) por un momento. ¿Qué piensas de los esfuerzos para preservar las viviendas tradicionales en esa área? Hwang: Se ha empezado tarde –casi perdemos Bukchon– pero creo que con éxito. Gran parte del paisaje de esa zona se ha salvado y muchas casas son ahora lugares atractivos para vivir. Las directrices de preservación que se pusieron al principio se han relajado algo para permitir más creatividad. En mi opinión, es positivo porque muchas casas restauradas tienen la misma apariencia. Fouser: Ahora vivo en Gye-dong, en el corazón de Bukchon, y he notado eso también. ¿Has trabajado en esa zona? Hwang: He diseñado ocho viviendas de estilo tradicional en ese vecindario y dos edificios del mismo estilo para fines no residenciales en la provincial de Gyeonggi. Todavía no he hecho nada de esto para Seochon. Al principio, seguía los diseños al pie de la letra pero, con la experiencia, he integrado otros elementos más originales. Por ejemplo, he incluido sótanos con interiores contemporáneos –que no encajan en el diseño coreano– en algunas de las casas típicas. Fouser: Hay quienes se quejan de que los intentos de preservación no son suficientes. ¿Cuál es tu opinión? Hwang: El problema está en que muchos de esos críticos definen la preservación desde el punto de vista europeo, pero pasan por alto el simple hecho de que las ciudades de ese continente han tenido una gran densidad durante siglos. Lo mismo se puede decir de la costa este de EE.UU. En contraste, la Seúl del periodo de Joseon era una ciudad de una altura con baja concentración. Todo estaba comprimido, pero había poca población en comparación con la de las ciudades de Europa. La preservación en Seúl necesita satisfacer las demandas de una mayor densidad.
Seochon, Bukchon y Gangnam Fouser: He vivido tanto en Seochon como en Bukchon y todavía me cuesta describir las diferencias en el entorno de ambas áreas. ¿Qué piensas? Hwang: También es difícil para mí. Me gustan ambos barrios. Voy a Bukchon a menudo. Es empinado, mientras que Seochon es plano. La topografía hace que las dos se sientan muy distintas. Bukchon tiene un ambiente más pesado, más reflexivo: ahí podemos sentir la historia. Seochon es más diverso, más vibrante, más urbano. Aquí está mi hogar y me siento parte de su comunidad. Fouser: Me gustaría que ampliáramos nuestra conversación a toda la ciudad de Seúl. ¿Qué piensas de ella? Hwang: Quizá no sea primera en ninguna categoría, pero destaca en conjunto. Es una metrópoli antigua y moderna. Tiene también mucha naturaleza, algo que a veces la gente pasa por alto. Sobre todo, pienso que su energía proviene de la velocidad y del dinamismo entre el mundo digital y el real. Hay una ciudad online que va paralela a la física y la interacción entre ambas es fascinante. Fouser: ¿Y qué piensas de Gangnam? Hwang: Gangnam fue un barrio diseñado para ser residencial y ayudar a reducir la masificación de la ciudad en los años 60. Se ha sobreexplotado en cuanto a infraestructura y la carencia de los espacios naturales es evidente. En cierto sentido, Gangnam y las áreas antiguas de Gangbuk son dos ciudades distintas, así que
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1. La clínica Choonwondang, especializada en medicina tradicional. Podemos ver cómo se preparan los brebajes con distintas hierbas medicinales desde fuera del edificio. 2. El Salón Coreano, en el Museo de Antigüedades del Lejano Oriente, Estocolmo, es un diseño de Hwang Doo-jin.
es difícil considerar ambas como un modelo válido para la planificación urbana.
Edificios históricos Fouser: Sé que esta es una pregunta difícil: ¿qué otros arquitectos han influido en sus ideas y sus obras? Hwang: Ludwig Mies van der Rohe es quizá el más influyente. Sus edificios –casi enteramente de acero y cristal– son minimistas. Se nutre de la tradición de la Bauhaus: la idea de que la forma está supeditada a la función. Mis trabajos no son minimistas, pero no me gustan los elementos innecesarios. Louis Kahn es otro artista que me gusta. Y también Frank Lloyd Wright porque sus construcciones reflejan un enraizamiento profundo en un lugar definido: la región central de EE.UU. Fouser: Interesantes influencias. ¿Podrías decirme algo sobre tu vida y tu formación? Hwang: Mis padres huyeron de Corea del Norte durante la Guerra, así que soy parte de la diáspora en el
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Sur. Nunca hemos podido hacer una visita a las tumbas de nuestros antepasados porque están más allá de la frontera, así que siempre me he sentido algo distinto de la mayoría de la gente que me rodea. Crecí en una familia de clase media que valoraba el aprendizaje, me gradué en la Universidad Nacional de Seúl, tanto en grado como en posgrado, y luego logré un Máster en Arquitectura en Yale. Primero me interesé por el localismo en esta Universidad porque intentaba ayudar a New Haven, que tenía bastantes problemas en esa época. Yale es una institución internacional –con alumnos de todo el mundo– pero estaba muy preocupada de su situación en dicha ciudad. Eso me impresionó mucho. Fouser: No te he preguntado sobre tu obra contemporánea. ¿Podrías hablarnos de ella? Hwang: Ya he hablado de la importancia del localismo en la arquitectura, y mi lugar es Corea, o, más específicamente, Seochon, en Seúl. Creo que los edificios contemporáneos que diseño deben reflejar ese localismo. Déjame darte un ejemplo. En 2008, realicé los planos de un edificio para la clínica de medicina oriental Choonwondang y su museo, en Jongno 3-ga. Este sanatorio es el más antiguo de la capital en su especialidad y ha sido gestionado por una única familia durante generaciones. La medicina oriental también es tradicional, puesto que emplean ingredientes naturales en su elaboración. Ese legado y el trabajo tradicional que
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desempeñan ahí me inspiró para poner el taller, el lugar donde se hierven los componentes, delante del edificio tras una cristalera, aunque usualmente está en la parte trasera, oculto. Quería destacar la tradición y hacerla visible. Otro proyecto reciente (2009) es una serie de cinco cafeterías situadas a la entrada de tres puentes que cruzan el río Han. Estos lugares ofrecen una nueva forma de acercar a la gente a ese río –el elemento natural más destacado de la capital; se ve distinto desde la cálida atmósfera de estos establecimientos.
Vista de Suecia desde el Salón Coreano Fouser: Hemos hablado de muchos temas. Me gustaría que tratásemos del papel de Corea en el mundo. ¿Has hecho trabajos en el extranjero? Hwang: Sí. Participé en una exhibición en Fráncfort y di una serie de conferencias sobre arquitectura en distintas universidades estadounidenses. Mi primera obra en el exterior fue el diseño del Salón Coreano, un espacio
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de exhibiciones para arte nacional en el Museo de Antigüedades del Lejano Oriente (Östasiatiska museet) en Estocolmo, que se inaugurará en octubre de este año. Está situado en un extremo del edificio, por lo que ofrece un atractivo espacio relajante. El punto focal del diseño es un largo banco desde el que uno encara el puerto y la ciudad más allá de una ventana. Es una perspectiva muy sueca y quería destacar ese localismo en ese espacio para el arte coreano; quería que armonizaran la esencia de aquí con la de allí. La tranquilidad del entorno evoca la modestia que hallamos en el diseño de interiores tradicionales de Corea. Fouser: ¿Cuáles son tus planes futuros? Hwang: Hasta el momento, he sido un arquitecto muy específico, enraizado en la comunidad. Me gustaría ampliar el ámbito en diferentes colectivos en el extranjero. Quiero compartir lo que mi grupo tiene que ofrecer al mismo tiempo que aprender de otros. El proyecto de Estocolmo es mi primer trabajo real en otro lugar y tengo ganas de ver la respuesta. Fouser: Gracias por compartir tanto tiempo conmigo. Mi corazón todavía está en Seochon, y creo que nos hemos vuelto mejores vecinos hoy. Al hablar con Hwang Doo-jin, me vino a la mente Jane Jacobs. En su obra fundamental, Muerte y vida de las grandes ciudades (1961), criticaba las concepciones modernistas en el diseño urbano que se centraban en construir autopistas y reemplazar las estructuras existentes por otras más “modernas”. Para la vitalidad de las urbes, creía que se necesitaban “cuatro generadores de diversidad”: densidad, usos mixtos, manzanas pequeñas y edificios de varias edades y condición. Su pensamiento estimuló un nuevo interés en cómo la densidad y el “caos” contribuyen a los espacios en la metrópoli. Jacobs nunca visitó Seochon, pero el área es perfecta en cuanto a sus “cuatro generadores de diversidad”, lo cual explica por qué Hwang y otros consideran esa área tan atractiva. Con edificios que van desde viviendas tradicionales a edificios de uso Comvinado al estilo del “pastel de arroz arcoíris”, Hwang Doo-jin ofrece soluciones para potenciar la vitalidad de vecindarios antiguos en las ciudades del país. Al hacerlo, sirve de inspiración para que otros arquitectos en todo el mundo centrados en su comunidad usen soluciones basadas en la densidad y en el uso mixto en sus urbes.
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En El escenario global
Retrospectiva en el Guggenheim
Lee Ufan: marcando la infinitud Las obras de Lee Ufan (Yi U-hwan), prominente artista coreano con más presencia en Japón y Europa, se presentan en una gran retrospectiva titulada “Lee Ufan: marcando la infinitud” en el Museo Guggenheim, Nueva York, (24 de junio-28 de septiembre de este año). La muestra presenta 90 dibujos, cuadros y esculturas desde principios de los años 60 hasta la actualidad. Jung Hyung-mo Editor cultural del JoongAng SUNDAY | Fotografías Museo Guggenheim
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“E
s un gran artista y un gran filósofo. Su arte y sus escritos no tienen parangón en el minimismo y posminimismo. Como su actividad se ha desarrollado preferentemente en Japón y Europa, casi no se le conoce en EE.UU. Esta exhibición llega con retraso”, dijo Alexandra Munroe, conservadora sénior de Samsung para el arte asiático en el Museo Solomon R. Guggenheim, que ha organizado esta retrospectiva. Este enorme evento, que lleva planificándose cuatro años, acerca las obras del artista de origen coreano a los norteamericanos por primera vez. Este tipo de entusiasmo aclara por qué este Museo le eligió a él.
‘Contra el artificio’ Todos los años, este Museo presenta una exhibición de uno o dos creadores contemporáneos. Entre los que han sido elegidos ya están maestros de la vanguardia contemporánea como Joseph Beuys, Matthew Barney y Claes Oldenburg, al igual que el coreano Nam June Paik (2000) y el chino Cai Guo-Qiang (2008). Lee Ufan será el tercero de Asia Oriental en tener una retrospectiva de esta envergadura. Lee es una de las figuras más destacada del Movimiento Mono-ha en el arte nipón. ¿Qué es Mono-ha? Lee explica su origen: “A finales de los años 60, llegó a Japón el Arte Cinético. Era una especie de truco que causaba una ilusión óptica –una confusión entre la existencia y no existencia de los objetos, la confusión de lo justo y lo injusto. Esto me dio la idea de que ‘veo cosas ante mí pero no puedo creer en ellas’. Esta forma singular de criticar la realidad, confundir su verdad, me impactó. El año 1968 fue muy importante en todo el mundo. En Italia, apareció el Arte Povera, el arte pobre, una vanguardia que emplea materiales de uso diario y amplía la perspectiva de una obra al involucrar su exposición y el lugar en el propio trabajo. En este contexto, el Mono-ha (literalmente, “escuela del objeto”) pretendía defender una crítica de los productos comerciales y enfrentarse ‘contra el artificio’”. ¿Qué significa “contra el artificio”? Lee apunta a que el arte, desde los principios de la modernidad, ha sido principalmente “reproducido”. Esto quería decir que los artistas primero visualizan un original en sus mentes y usan esto para crear una forma visible. Mono-ha se cuestiona esta práctica. “Para los creadores de este movimiento, un motivo sigue siendo una oportunidad para hacer una obra. Más importante es que lo que se va a realizar, el tiempo y el lugar, se reflejan interactivamente en el trabajo final”, afirmó. En otras palabras, “intentamos limitar nuestro pensamiento a media obra y a conectar lo visible y lo invisible, el exterior y el interior, la otra mitad.
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2 1. Relatum — una señal (2005): una roca y una plancha de acero. 2. Lee Ufan viaja por todo el mundo para hallar las rocas que emplea en sus obras de arte, muy presente en el tema del diálogo entre las piedras y las planchas de metal.
Instalaciones En este sentido, el tema en todos sus trabajos, creado con puntos, líneas, o una piedra cuidadosamente colocada con una plancha de acero, es el “espacio vacío”. Lee explica en su libro, Art of Blank Space (el arte del espacio vacío): “En mis obras, intento limitar lo que creo y aceptar lo que no he creado, a través de cuyas partes se filtran ambos en una relación dinámica. Intento que, con esto, se abra un espacio poético, crítico y transcendente. Lo llamo ‘arte del espacio vacío’. No es algo que carezca de realidad. Por ejemplo, cuando se golpea un gran tambor, el sonido reverbera en el espacio colindante. Yo llamaría a esta zona, incluyendo el instrumento, un ‘espacio vacío’”. Este entramado de relaciones es lo que Alexandra Munroe espera que sacuda a la audiencia americana. “Veamos su instalación “Relatum — silencio b” (2009). El acero representa a la industria y simboliza la ciudad y los edificios. Por contraste, la piedra es natural. Lee Ufan se centra en la correspondencia entre ambos. Muestra el dialogo entre los dos. Es muy conceptual y dinámico. Golpeará duro en el ego de muchos espectadores estadounidenses. Se sentirán violentados desde el exterior. Esta exhibición intenta que el público obtenga algo más que la posibilidad de ver los trabajos”.
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“Para mí, el arte debe hacer que los espectadores sientan un mundo más elevado, más distante y mayor de lo que ven. Debe abrir un espacio y enseñarles a experimentar algo importante más allá de su percepción”.
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‘Pero mi arte había de ser diferente’ ¿Por qué quería tratar de lo invisible? Lee nació en Haman, provincia de Gyeongsang del Sur, Corea, en 1936. Aprendió a escribir y pintar con un especialista en los clásicos chinos durante su infancia. Elogiaba sus esbozos pero le disuadió de seguir haciéndolos: “Dibujar no es una ocupación adecuada para un hombre. Un hombre debería ser erudito o político”, lo cual confundió al niño, que llegó a la conclusión de que delinear e imitar la realidad era una actividad humilde desprovista de estatus (aunque consideraba la música un gran arte porque era invisible). En 1956, ingresó en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Seúl pero en el verano del mismo año partió a Japón. Su padre le pidió que llevara un medicamento tradicional a un tío que vivía en ese país, que quiso que se quedara con él. Aprovechó la oportunidad y decidió hacer algo nuevo, porque no le entusiasmaba tanto la idea de estudiar arte en Seúl. Quería aprender letras pero necesitaba formarse en filosofía para adquirir los fundamentos. Para ello, le transfirieron a ese depar-
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tamento en la Universidad de Nihon, en Tokio. No era fácil la literatura en otro idioma que todavía no dominaba. “También estaba interesado en política y lo consideré brevemente, pero desistí. No era mi temperamento oponerme a los temas simplemente por hacerlo. Después de entablar amistad con distintos artistas, los imité y creé ciertas obras. Pero mi arte había de ser diferente. No me era suficiente imitar. Para mí, el arte debe hacer que los espectadores sientan un mundo más elevado, más distante y mayor de lo que ven. Debe abrir un espacio y enseñarles a experimentar algo importante más allá de su percepción. Por supuesto, esto es lo que concluí después”.
Nómada global Lee Ufan es un ejemplo entre los creadores contemporáneos coreanos. Sus obras lograron los mayores precios de todos en las subastas internacionales en 2009. Según el informe de este año de Artprice (www.artprice.com), una empresa especializada en analizar los mercados internacionales, sus trabajos alcanzaron un total de 4.160.000 de dólares, lo que le coloca en el puesto 164 en el ranking de artistas en la historia reciente. Ocupa el trigésimo lugar entre los creadores vivos y el décimo tercero entre los asiáticos. Se han vendido creaciones suyas en 65 subastas. El récord por una sola es de 696.600 dólares. Lee enseñó en la Universidad de Arte de Tama, Tokio, desde 1973 a 2007, y fue
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1. Relatum — silencio b (2008) 2. La arquitectura singular del Guggenheim, que se asemeja a un muelle. 3. Desde la línea (1977) 4. Diálogo (2010)
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también profesor visitante en la Escuela de Bellas Artes de París. Ha logrado varias distinciones, como tener su propio espacio: el Museo de Arte de Lee Ufan, en Naoshima, construido por el arquitecto Ando Tadao, inaugurado en 2010. Se ha convertido en una atracción popular entre aquellos que hacen giras artísticas, con unos 1.700 visitantes diarios. Ahora es un artista famoso, un nómada global, que ha tenido que librar una lucha solitaria para crear. “No me he graduado de una facultad de arte, así que nadie me aconsejó ni me apoyó. Tuve que ser agresivo para sobrevivir. A veces, fui aceptado, pero cuando destaqué, me criticaron y excluyeron. He tenido que luchar para no ser apartado. Además, he sufrido discriminación: como japonés en Corea y como coreano en Japón... En Europa, por ser asiático, por lo que me descartaban de las listas aunque estuviera recomendado… Siempre he estado en el margen y solo. Pero nunca me he dicho: ‘No puedo más por la discriminación’. En el momento en que lo hubiera hecho, habría tenido que admitir que era un perdedor”.
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La exhibición del Guggenheim es otro desafío para él. Este Museo tiene una arquitectura y un interior singulares. El edificio blanco, diseñado por Frank Lloyd Write, parece un muelle de acero. Las obras se ven según paseamos por una rampa circular, ya sea subiendo o bajando. Incluso el director, Richard Armstrong, lo ha señalado: “Nuestro espacio es tan particular que a los artistas les cuesta controlarlo. Se requiere una personalidad fuerte. Es un enorme desafío para los creadores”. Para Lee, que quiere lograr la armonía entre su obra y el espacio, esta exhibición continua, que recuerda a los largos pasillos de un centro comercial, era totalmente desconocida. Por ello, insistió en que se pusiera en el anexo, blanco y en forma de cubo. El director, sin embargo, le animó a que empleara el sitio central, conectado con las galerías de la construcción secundaria. “He comprobado el espacio varias veces y decidí que podía convertirse en un nuevo desafío, ya que se pueden ver las obras del lado opuesto según uno avanza por la rampa. Me animé a usar este lugar para mis trabajos junto con el anejo. Se podrán ver en total 90 piezas entre dibujos, pinturas y esculturas. Siento curiosidad por lo que me dirán en este nuevo sitio”. La retrospectiva, que podrá visitarse desde el 24 de junio al 28 de septiembre de este año, está patrocinada por Samsung, la Fundación Corea, la Fundación Japón y la Fundación E. Rhodes y Leona B. Carpenter.
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En El Camino
Bukcheon, o “pueblo septentrional”, es un distrito de Seúl donde todavía hallamos casas tradicionales, con techumbre de tejas, junto a viejas calles y callejones. Esta área consta de unos 10 barrios, conocidos colectivamente por ese nombre, y que abarcan Samcheong-dong y Gahoe-dong, en Jongno-gu, delimitados por los palacios de Gyeongbok y Changdeok. Kim Yoo-kyung Periodista | Ha Ji-kwon Fotógrafo
Bukchon:
un precioso vistazo al Seúl de antaño
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n un sentido más profundo y simbólico, Bukchon se refiere a áreas más amplias de Seúl donde todavía se conserva el patrimonio cultural de la Dinastía Joseon (1392-1910). Estos límites imaginarios se extienden más allá de los administrativos para incluir todos los lugares de importancia histórica tanto dentro como fuera de las antiguas cuatro puertas principales de la ciudad. Aquí todavía se celebran rituales tradicionales de origen confuciano, budista, chamanístico y erudito. Todos estos barrios de casas con techumbre de tejas, o hanok , se han popularizado como atracción turística, donde la gente viene a echar un vistazo a la esencia del Seúl tradicional. No hace todavía una década, esto hubiera sido difícil de imaginar. Esta zona se consideraba un rincón pobre de la ciudad, con viviendas deterioradas por el tiempo, palacios cerrados y reliquias olvidadas de una época desaparecida –en claro contraste con el desarrollo de Gangnam, el distrito residencial y comercial más vibrante, en el sur de la capital.
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Este barrio de hanok en medio de Gahoe-dong es lo que más destaca del paisaje de Bukchon.
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Se llegó a pensar en demoler sus anticuadas casas y construir nuevos complejos de pisos de estilo occidental, que se veía como la única forma de revitalizar este lugar olvidado. Los restos de proyectos de edificios recientes y algunas calles ampliadas en algunas zonas de Bukchon son el resultado de esta iniciativa de los años 90. Los hogares tradicionales debían modernizarse y esta presión causó que muchos desaparecieran. Los residentes veteranos se lamentan de que el Bukchon de hoy es “demasiado frívolo” y “no como en los viejos tiempos”. Y es cierto que los edificios tradicionales en la entrada del barrio han sido víctimas del “progreso”, como el palacio anexo de Andong. Varias mansiones donde residían los miembros de la familia real han desaparecido. La pérdida de las calles y casas antiguas, marcados por el tiempo, han erosionado la dignidad del lugar.
1. Lámparas modernas cuelgan de las vigas de madera del techo de una residencia tradicional, símbolo de su adaptación a la Corea contemporánea. 2. El ajetreo de transeúntes y tráfico por las calles de Samcheong-dong, en Bukchon, es casi continuo
Revitalización Afortunadamente, la recuperación del barrio ocurrió
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a tiempo, antes de que todo se perdiera, ya que muchos coreanos empezaron a apreciar su valor como atractivo símbolo de su patrimonio tradicional. Las raíces históricas de esta comunidad son tan profundas que una casa que en su tiempo perteneció a Park Heung-sik, un rico emprendedor de principios del siglo XX, es una de las propiedades más codiciadas por los más pudientes de la generación actual. En Bukchon, el espíritu comunitario está vivo y es saludable. Un prominente músico que se trasladó recientemente aquí recuerda su primer paseo por el vecindario, que le dio una sincera bienvenida. Es común ver a la gente compartir su comida, como kimchi, y dar regalos, como dulces de arroz, a los vecinos en ocasiones señaladas. Geográficamente, esta área también ha sido considerada ideal para vivir. Está en la ladera meridional, soleada, de una suave colina, abierta a la brisa y rodeada por un bello paisaje natural. También está cerca del centro de la capital. Podemos ir a este barrio por uno de los cuatro o cinco callejones que se dirigen al norte desde la calle principal a la salida de la estación de metro de Anguk. Aunque todos son agradables para pasear, con lugares adecuados para el descanso, la carretera más transitada, a Samcheong-dong,
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En esta zona, donde hay más de 900 hanok con techumbre de tejas, con sus onduladas líneas y sus tonos descoloridos por el tiempo, tiene una silueta familiar de majestuosidad. Es el único barrio donde hallamos una concentración similar de tales viviendas, una frente a otra en cada callejón. a lo largo del muro del palacio de Gyeongbok, ofrece el acceso más directo. Esta calle tiene kilómetro y medio de longitud hasta el túnel de Samcheong, ascendiendo y descendiendo a lo largo del cerro de Maenghyeon, que se alza a la derecha. Los hogares que solían franquear la carretera se han transformado en tiendas no hace mucho, por lo que hay bastantes vehículos y transeúntes. Hoy, esta vía es la más transitada de Bukchon, repleta de restaurantes de distintas especialidades, cafeterías y galerías de arte. Pero todavía podemos pasar un rato tranquilos para descansar o meditar en el salón de lectura al aire libre del templo de Beomnyeon. Un piadoso miembro de esta congregación cuida las plantas con una dedicación profesional, como ofrenda a Buda. Los callejones están repletos de pequeños talleres y galerías donde jóvenes artistas trabajan en sus creaciones.
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La gente pasea tranquilamente por esta calle, fijándose en todo lo que le llama la atención, y disfrutando del ambiente. Aunque las aceras son estrechas, llenas de cuestas, no ofrecen dificultad. Explorando las distintas callejuelas y subiendo y bajando de Maenghyeon, hacemos un relajante viaje en el tiempo. Desde este vecindario, podemos regresar en minutos a Gwanghwamun, la recientemente restaurada entrada al palacio de Gyeongbok, en el centro de Seúl. Maenghyeon recibe el nombre del funcionario de la corte del siglo XIV Maeng Sa-seong, de quien se dice que subía y bajaba este cerro montado en buey tocando una flauta. En la actualidad, la gente va por aquí en automóvil, no en buey. En ambos lados de la calle principal hay grandes galerías y boutiques de moda, negocios vitales del sector cultural, que abrieron aquí hace mucho. Lee Rhee-za, diseñadora que
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tiene aquí su tienda de trajes tradicionales desde hace 40 años nos contó: “Hay algo en Bukchon que te mantiene despierto. Podría haber ganado más si me hubiera trasladado a Gangnam, que es más rico. Pero este distrito tiene muchas instituciones de élite, lo que me facilita poder observar las tendencias de la moda de mujeres de la clase más privilegiada, incluyendo la primera dama. Lo que buscan no es sólo ropa cara, de moda o elegante porque saben que, a pesar de lo lujoso que sea un vestido, no pueden llevarlo si no se ajusta al protocolo o la etiqueta”.
Estos acogedores callejones entre casas tradicionales en Bukchon atraen a gran cantidad de turistas durante todo el año.
Negocios culturales Paseando por estas calles, podemos hallar bellas obras de arte. En el escaparate de una pequeña tienda, una vez encontré un exquisito recipiente de verdeceladón en forma de hoja de loto. Hay también muchas tiendas de antigüedades. La congestión es un problema en esta área, ideal por otra parte para un paseo tranquilo. Los fines de semana, en especial, hay tanta gente que hay que abrirse camino entre la multitud. El vecindario de casas tradicionales aglomeradas en
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Gahoe-dong es el rasgo más destacado del paisaje urbano de Bukchon. Andar por una zona llena de casas con techumbres de tejas es un gran contraste con hacer lo mismo entre edificios de pisos idénticos. Los residentes se sienten cercanos a sus vecinos, incluso si no se conocen, porque comparten un espíritu comunitario. Los que se conocen bien nunca dejan de mantener una distancia de cortesía, característica de los seulenses. Esta actitud puede ser un recuerdo de la tranquila aquiescencia de los habitantes de la capital de hace tiempo. En esta zona, donde hay más de 900 hanok con techumbre de tejas, con sus onduladas líneas y sus tonos descoloridos por el tiempo, tiene una silueta familiar de majestuosidad. Es el único barrio donde hallamos una concentración similar de tales viviendas, una frente a otra en cada callejón. Podemos dar un vistazo rápido a los 600 años de historia de Seúl y a la vida cotidiana de sus residentes. Hay callejuelas que se hacen más anchas o más estrechas según avanzan entre las casas. El placer de perderse en este barrio proviene de dejar que estos antiguos caminos nos lleven en direcciones desconocidas. Sin edificios altos que bloqueen el sol, toda el área está bañada por una luz agradable y cálida. En un callejón, un niño llama a su perri-
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to, mientras en otro, una elegante mujer pasea al suyo, de mayor tamaño.
Callejuelas encantadoras En Gahoe-dong, estas casas tradicionales van de 11 a 1.000 pyeong (de 33 a 33.000 metros cuadrados) y han sobrevivido a los proyectos de desarrollo gracias a su situación en una ladera empinada y a que las calles son demasiado estrechas para que llegue la maquinaria: continúa la vida en este barrio, hogar para innumerables residentes que lo han habitado y han trabajado en él durante los últimos 600 años. En el límite meridional, el Tribunal Constitucional ocupa el antiguo hogar de la familia de la reina Jo en el siglo XIX, que fue empleado después por el movimiento reformista durante el periodo ilustrado. Después de que algunos miembros fueron hallados culpables de traición y ejecutados sumariamente, el Estado se apropió de la vivienda. La casa donde creció la emperatriz Yun, consorte de Sunjong (r. 1907-1910), el último monarca de Joseon, que había sido transformado en residencias para el personal de la embajada de EE.UU., pertenece ahora al Grupo Samsung. La casa donde vivían dos de las concubinas del emperador Gojong, fuera del palacio, es ahora un templo budista. Lo que una vez fueron grandes residencias sólo tienen intactas sus techumbres y sus estructuras; algunas han sido convertidas en tiendas, y las hileras de habitaciones de los sirvientes están llenas de comercios de todo tipo. En Tongeui-dong, al oeste del palacio de Gyeongbok, estaban los hogares de los eunucos. Se dice que se construyeron con habitaciones y pasajes secretos formando un laberinto. Las casas de las familias acomodadas en Insa-dong también tuvieron un destino semejante. Como los propietarios desmantelaron y vendieron las estructuras poco a poco, ya no tienen la elegancia de una residencia tradicional con un patio espacioso y dormitorios separados. En Chebu-dong, donde sólo hay armazones de viviendas ordinarias, podemos ver signos que expresan la oposición de los residentes a la preservación del vecindario original. Una mujer que conocí en Bukchon me dijo: “Corro todos los días temprano por todo el barrio y me gusta. Mirar el palacio de Gyeongbok al amanecer… He llegado a apreciar lo bello que es Seúl”. El ensayista Na Seong-gyun, que lleva viviendo 50 años en ese vecindario, nos cuenta: “Me encantan las mañanas tranquilas cuando voy a comprar dulces de arroz para el
K o r e a n a ı Ve r a n o 2 0 1 1
desayuno y regreso a mi casa en Samcheong-dong paseando por los callejones entre las viviendas tradicionales de Gahoe-dong”. Las ceremonias tradicionales que se celebran en Bukchon todos los años nos dan una clara idea de un espíritu que no puede experimentarse simplemente paseando por los callejones y viendo los hanok. Los ritos funerarios para la realeza de Jongmyo, uno de los más importantes de estilo confuciano de Corea, sirven para honrar a los reyes y reinas de la Dinastía Joseon. Cuando la Academia Seonggyungwan abre sus instalaciones al público en marzo y septiembre, los visitantes pueden ver la principal institución educativa de ese periodo. En septiembre, Sajikdan, el altar para los dioses de la tierra y los cereales, sirve como centro para ceremonias antiguas, llenas de misticismo, que nos llevan a miles de años en el pasado, antes de que el budismo y el confucianismo llegaran al país. No lejos de este lugar hay santuarios chamanísticos dedicados a los espíritus de las montañas, donde siguen realizándose los humildes rituales gut durante todo el año. Estas celebraciones en Bukchon y sus alrededores la convierten en un área singular para conocer la cultura tradicional del país.
Había una vez en Bukchon Siempre que pienso en este barrio, recuerdo una escena memorable en el hanok de una popular intérprete de música folclórica. La ya fallecida Kim Sohui (1917-1995), famosa por su pansori , una forma de canto recitado coreano, a menudo invitaba a sus amigos, artistas y periodistas, a su casa. En una de esas reuniones, los invitados improvisaron un concierto en el que los músicos tocaban el gayageum y el geomungo , dos cítaras, y un bailarín representaba un salpuri para la purificación espiritual. Yi Maebang se unió para interpretar su aclamada danza del tambor en forma de reloj de arena. Toda la actuación llenó la vivienda de regocijo. Kim So-hui cantó el “Ave María”, de Schubert, uno de sus temas favoritos, con un estilo maravilloso. Ese día llovía. Alguien hizo tortas de calabacín y las compartió con nosotros.
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Great Korean Portraits (grandes retratos coreanos) Cho Sun-mie, Dolbegae Publishers, 352 páginas, 50.000 wones.
Libros
Retratos antiguos que ofrecen una perspectiva de la historia y cultura del país
Cuando los artistas de la Dinastía Joseon (1392-1910) pintaban retratos lo
Great Korean Portraits
hacían con la creencia de que algo incorrecto, incluso una mecha de pelo, haría que
cambiara la persona. Eran tan rigurosos con el detalle que no sólo capturaban la apariencia, sino el espíritu del sujeto.
Kim Hak-soon Periodista
Los coreanos de esa época consideraban que estas imágenes de sus antepasados o sus sagas no eran sólo arte, sino manifestaciones físicas suyas que merecían veneración. Por ello, en tiempos de guerra o cuando había alguna catástrofe natural, lo primero que guardaban eran estos cuadros y las tablillas ancestrales. Los pintores de estas obras no intentaban revelar el estado psicológico del sujeto o su temperamento, como hicieron Rembrandt o Van Gogh retratándose a sí mismos, o como el de Tokugawa Ieyasu, el shogun nipón del siglo XVII Este libro, escrito por Cho Sun-mie, profesora de arte de la Universidad de Sungkyunkwan, explora estas características y se centra en el periodo entre el reino de Goguryeo (37 a.C.-668 d.C.), cuando se hacían numerosos retratos en los murales funerarios, y Joseon. Esta versión inglesa, subtitulada Immortal Images
of the Noble and the Brave (imágenes inmortales de los nobles y los valientes), es
El mundo de los árboles de Corea
una reedición del original coreano de 2009, texto útil tanto para los especialistas en Corea y su cultura como para cualquier lector interesado. La edición en coreano presenta retratos de 74 figuras históricas, entre los que hallamos reyes, eruditos, sirvientes destacados, mujeres y monjes. Se investiga el estilo, las técnicas expresivas e incluso las vidas de los sujetos, y ofrece comparaciones con obras similares chinas y japonesas desde distintas perspectivas. En la inglesa, el número de obras se reduce a 50, todas de personajes importantes desde el punto de vista histórico y artístico. El contenido se ha editado para ofrecer a los lectores una panorámica de la cultura coreana a través de estas pinturas e historias relacionadas. La autora, primera en conseguir un doctorado en Historia del Arte en Corea, lleva estudiando esta forma artística desde hace casi 40 años y es considerada una pionera en el campo. “Mientras que los retratos chinos destacaban la posición social del sujeto y los japoneses tendían a acentuar o distorsionar los rasgos individuales, los de Joseon se centraban en el realismo”, dice. El fondo vacío es también una característica coreana. A diferencia de nuestros
El camino menos transitado es más bello
vecinos, que añadían sirvientes, niños o mujeres, en el fondo para revelar el poder, la riqueza o dignidad del sujeto, los pintores de Joseon no hacían eso para destacar el estatus social, el refinamiento o los gustos. Las distorsiones y alteraciones que se practicaban en Asia e incluso Europa para expresar la individualidad, no se hallan aquí. La traductora del original coreano es Lee Kyong-hee, antigua editora jefe del
The Korea Herald. Gracias a su meticulosa edición, todos los lectores, profesionales o no, disfrutarán de su lectura.
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El relato cultural sobre árboles de un científico: “Hay una historia oculta en cada árbol”.
La última colección de ensayos de “la narradora de nuestra época”.
Uri namuui segye, 2 vol (el mundo de los árboles de Corea, 2 volúmenes)
Mot gabon giri deo areumdapda (el camino menos transitado es más bello)
Park Sang-jin, Gimmyoung Publishers, 608 páginas (Vol. 1) y 572 pages (Vol. 2), 30.000 wones.
Park Wan-suh, Hyundae Munhak (Literatura Moderna), 268 páginas, 12.000 wones.
Los árboles son testigos de la historia y cultura de un país. Com-
La autora de este libro es una narradora contemporánea desta-
parten las alegrías y tristezas de la gente. Han vivido entre nosotros
cada, conocida por varios apodos. Uno es “escritora en activo”, apta
cientos e incluso miles de años y a veces desempeñan un papel princi-
para una creadora que nunca perdió su pasión por la literatura hasta
pal en los relatos folclóricos. Lo que convierte este libro en una lectura
que falleció a los 80 años en enero pasado. Park tenía 40 cuando
excelente sobre humanidades y no sólo en un tratado ecológico es su
publicó su primer libro en 1970. Durante los 40 siguientes, escribió
concepción. Este colosal texto sobre árboles como recursos culturales
numerosas obras que le sirvieron a ella y a los lectores como cura y
ha sido escrito por uno de los mayores especialistas en el campo, Park
consuelo. Era “la madre del mundo literario”, ejemplo para escrito-
Sang-jin, un dendólogo y profesor honorario de la Universidad Nacional
res más jóvenes por su dedicación. Conocía bien la condición huma-
de Kyungbook.
na. Describía a sus personajes en un estilo claro, sin reservas, por lo
El autor ha elegido 242 de entre más de las 1.000 especies nativas,
que también se la llamaba “la narradora de nuestra época”.
y las ha clasificado en grupos como “con bellas flores”, “frutales”, “con
Nació cerca de Gaeseong (Kaesong, Corea del Norte). Vivió la trá-
valor medicinal”, “para jardinería” y “para las calles”. Los interesantes
gica contienda que define la historia moderna del país. Sus experien-
relatos que cuenta sobre estos ejemplares son el resultado de su con-
cias personales durante este tiempo así como su dolor por la pérdi-
cienzuda investigación, con análisis de las cuatro fuentes principales de
da de su lugar de origen y la muerte de muchos de sus familiares se
la literatura histórica: Samguksagi (historia de los Tres Reinos), Sam-
expresaban en sus libros en historias de amor, reconciliación y per-
gukyusa (objetos de interés de los Tres Reinos), Goryeosa (historia de
dón.
Goryeo) y Joseonwangjosillok (anales de la Dinastía Joseon), aparte de
Esta colección de ensayos, publicada en verano del año pasado,
novelas clásicas, antologías literarias de prosa y poesía y obras de lite-
es su última obra, en la que también describe sus inolvidables expe-
ratura moderna y contemporánea.
riencias de este trágico conflicto armado. “Generalmente, he escrito
La historia de amor del destacado erudito confuciano, Yi Hwang
sobre la Guerra de Corea, hasta tal punto que a veces pienso que no
(1501-1570) y una gisaeng llamada Duhyang gira en torno a un cirue-
hubiera sido novelista si no hubiera vivido esta contienda. Pero creo
lo. La pasión de Yi por sus flores era tan extraordinaria que escribió
que todavía me quedan cosas por decir”, dice. Esta confesión de que
91 poemas sobre este tema que compiló en una antología. Según este
quizá no habría tomado ese camino si no hubiera sido por la Guerra
relato, Duhyang se enamoró de él cuando era magistrado de Danyang,
nos indica lo que quiere decir en el título, especialmente en relación
y le regaló este árbol, que tenía unas flores blancas azuladas. Se sin-
con el clásico poema de Robert Frost “El camino no elegido”. Park
tió tan conmovido que también se enamoró. Más adelante, el árbol fue
expresa su última voluntad a los lectores: “Espero no perder mi for-
trasplantado a la Academia Dosan, una escuela confuciana dedicada a
taleza mental hasta el día en que Dios decida llevarme, porque toda-
Yi, e incluso se menciona en sus últimas palabras: “Ve y riega el cirue-
vía deseo escribir obras buenas y ser amada y necesitada en esta
lo”. El billete actual de 1.000 wones tiene las imágenes de Yi y de este
vida”.
árbol.
Este último volumen obtuvo una respuesta tan positiva del públi-
Este libro nos presenta plantas que han inspirado a famosos artis-
co que fue incluido en la lista de los mejores 10 libros del año pasado
tas de Joseon, como Kim Hong-do, Shin Yun-bok y Jeong Seon, y otros
por el diario The Hankyoreh. Desde su primer libro, The Naked Tree
árboles que aparecen en la poesía de Kim Sowol y Yu Chi-hwan, auto-
(el árbol desnudo), escribió obras de diversa temática, tanto novelas
res del siglo pasado muy queridos para los coreanos. Contiene asimis-
como antologías de relatos: A Faltering Afternoon (una tarde titu-
mo unas 700 fotografías y 50 pinturas antiguas de estas plantas. Los
beante), A Very Old Joke (un chiste muy viejo), The Loneliness of You
que quieran leer más sobre el tema pueden consultar los libros ante-
(tu soledad), Who Ate Up All the Shinga (quién se comió toda la shin-
riores del autor con los siguientes temas: “el secreto de las planchas
ga), Kindhearted Bok-hee (la bondadosa Bok-hee), y colecciones de
de madera de la Tripitaka Koreana”, “árboles con historia: mil años de
ensayos: Applause for the Back Marker (aplauso para el rezagado),
vida” y “árboles en los palacios coreanos: mi exploración de estas plan-
Why I am Infuriated Only by the Small Stuff (por qué me irrito sólo por
tas como patrimonio cultural”.
lo pequeño) y A Hoe (una azada).
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OPINIÓN DESDE LA LEJANÍA
Educación sin límites: Corea del Sur y el desafío del idioma español. El español ha ganado terreno en Corea del Sur. Sin embargo, el grado de exigencia en las demandas de la sociedad plantea un gran desafío a la expansión de esta lengua. Natalia Pedrozo Licenciada en Relaciones Internacionales (Universidad Nacional de Rosario, Argentina) y estudiante de maestría en Comercio Internacional (Universidad Nacional de Seúl, Corea del Sur).
L
ejos quedaron esos años oscuros que sumergieron a Corea en la pobreza y el hambre. Sin embargo, con arduo trabajo, grandes flujos de inversiones en tecnología e innovación, y poniendo la educación como eje de su desarrollo, este país asombró al mundo. En 2008, el ingreso per capita saltó de 110 dólares (en 1962) a 20 mil (en 2008), haciendo palpable el milagro del río Han1. Hoy, las preocupaciones de la población coreana son más complejas que las de hace 40 años. La misma globalización que impulsó al país a abrir su mercado hacia el exterior y pensar en la competitividad es la misma que convirtió la educación, la profesionalización y el aprendizaje de una segunda y tercera lengua en herramientas fundamentales para sobrevivir en este versátil escenario internacional2. A los fines de asegurar el futuro profesional y marcar una diferencia en el mercado laboral, el aprendizaje de lenguas extranjeras es un requisito sine qua non en cualquier país, pero en especial en Corea, donde la educación es un objetivo superlativo. A manera de ilustración, el gasto mensual medio por hogar en educación significó un 12,1% del gasto total del hogar en 2008, lo que representó un aumento de 0,5 puntos respecto al año anterior segun reportes del Centro de Estadística coreano. En 2001, los idiomas extranjeros empezaron a formar parte del currículo en las escuelas secundarias como asignatura optativa. Sin embargo, la enseñanza de lenguas extranjeras a nivel superior data de abril de 1948, fecha en la que se fundó el Instituto Dongyuang con departamentos de inglés, español, francés, alemán, chino y ruso3. A lo largo del tiempo, se puede observar la preponderancia que ha ido adquiriendo el español en Corea debido a una creciente demanda, en especial a partir del nuevo siglo. Los 589 alumnos coreanos que se licencian cada año en la especialidad de español, según lo informado por la embajada de España en Corea, así como los 2.488 alumnos que se matricularon en el examen de español (DELE) en 2010, según agencias públicas de Corea, son algunas de las evidencias más contundentes de esta vertiginosa tendencia. El caso particular de la Universidad Nacional de Seúl, primera en el ranking nacional y sexta a nivel regional (QS), es un claro ejemplo de la tendencia explicada anteriormente. Desde 2004, se ha observado un mayor interés por el español entre los estudiantes, razón por la que se debió ofrecer más clases por semestre para satisfacer esta demanda. Pero si se lo compara con los idiomas asiáticos (ej. mandarín, japonés), estos últimos aventajan al español en las matriculaciones en cursos.
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Por lo antes dicho, ¿se podría decir que el estudiante coreano está perdiendo interés en el idioma español? La respuesta es un rotundo no. Tomando como referencia al francés y alemán, la performance del español, desde el año 2000, ha sido superior en cuanto al volumen de estudiantes registrados. No obstante, el análisis no está completo si se ignoran las razones que llevan a un estudiante/profesional coreano a elegir el español como tercera lengua, después del inglés. Es innegable la preponderancia del español a nivel mundial, siendo el segundo idioma más hablado (4,93%), luego del mandarín (12,65%), y superando al inglés (4,91%)4. En este sentido, la popularidad del idioma no pasa inadvertida en Corea, lo que se ve reflejado en el interés por las novelas, películas, música y arte hispano. Además, la importancia del español en los Estados Unidos, país que marca tendencias en la sociedad coreana, puede aceptarse como otro factor explicativo. Sin embargo, el español es considerado un idioma complejo, principalmente por su conjugación verbal y diferencia de género y número, entre otros. Además, la situación económica-comercial de Corea en la región hace de los idiomas asiáticos un acervo de primera necesidad, con excepción del inglés, relegando al español a una demanda exclusiva de aquellas empresas que tienen negocios con países de habla española como la mayoría de los países de Latinoamérica o España. En fin, no está dicha la última palabra para una lengua viva y joven como lo es el español. Sus perspectivas de expansión son muy prometedoras en toda la región asiática, especialmente en Corea, dado el ascendente volumen de transacciones comerciales y afluencia de capitales hacia Latinoamérica, y sus estrechos lazos culturales con las comunidades hispanohablantes. La curiosidad e interés que despierta el español entre los coreanos en la actualidad, crean un momento inigualable para incrementar la difusión del mismo a través de los medios de comunicación digital y gráficos o a través de eventos culturales y educativos a lo largo y ancho del país, con lo cual se podría consolidar la motivación existente en la sociedad por aprenderlo o, más bien, despertar el espíritu aventurero de aquellos que muy poco saben aún de este rico lenguaje. 1. En honor al río que lleva ese nombre y atraviesa a Seúl, la capital de Corea del Sur. 2. KWON E., “El porqué del español en Corea, El español cumple en Corea sus cincuenta años universitarios”. Anuario del Instituto Cervantes 2005, disponible en línea http://cvc.cervantes.es/lengua/anuario/anuario_05/kwon/ (consultado el 01.06.2011). 3. PARK, CH., “La enseñanza del español en Corea”, X Congreso Internacional de ASELE Nuevas Perspectivas, Cádiz, 1999 4. Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA por sus siglas en inglés), The World Factbook, 2011, en línea en https://www.cia.gov/ (consultado el 04.06.2011)
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1
1. Jóvenes estudiantes hacen maniobras con botes hinchables en el campamento juvenil del cuerpo de Marines, que pretende simular su entrenamiento básico. 2. Reclutas orgullosos tras recibir sus etiquetas carmesís que les identifica como Marines del Ejército coreano tras superar seis meses de “entrenamiento infernal”.
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estilo de vida
La juventud quiere unirse a los Marines
El actor Hyun Bin saluda a sus seguidores mientras entra en el campamento de entrenamiento de los Marines en Pohang, provincia de Gyeongsan del Norte, el 7 de marzo, para comenzar su servicio militar.
E
l lugar del inicio del desfile va a ser inspeccionado; una compañía de Marines se pone firme. Por sus botas de combate, las etiquetas carmesís con sus nombres en letras doradas, sus gorras angulares, su corta cresta de pelo en la parte alta de la cabeza y su distintiva voz marcial podemos ver que no son miembros de las fuerzas regulares, sino un grupo de élite.
Estrellas entran en los Marines
El cuerpo de Marines de la República de Corea (ROK, por sus siglas en inglés) fue fundado el 15 de abril de 1949, un año antes del estallido del conflicto que asoló la península el 25 de junio de 1950. Lucharon junto a las tropas aliadas que vinieron a defender al país y pronto se ganaron el apodo de “Cazafantasmas”. Hoy, es un tema de conversación recurrente incluso en lugares donde no se esperaría. Nunca han recibido tanta atención de los medios de comunicación. Cantantes y actores revelan ahora con orgullo su formación en este colectivo en los programas en los que aparecen. Durante los últimos tres meses, el interés del público ha llegado a su punto más alto cuando Hyun Bin (Kim TaeEl cuerpo de Marines, que goza de una historia muy distinguida desde los pyeong) eligió enlistarse como voluntario en principios de la República de Corea, está de moda entre los jóvenes coreanos. este cuerpo. Está destinado ahora en la unidad 1137. Algunas estrellas de la canción pop se han alistado voluntariamente para hacer El día en que se incorporó, los hoteles y ressu servicio militar obligatorio, lo que ha provocado que legiones de aficionados taurantes de la ciudad de Pohang vivieron una y jóvenes en general los elogien por ello y sigan el mismo camino. Este cuerpo bonanza sin igual, ya que aficionados de aquí, se ve como medio para ponerse a la vanguardia esta sociedad tan competitiva. de Japón, China, Hong Kong, Taiwán y otros Kim Dang Periodista países asiáticos vinieron a ver las instalaciones del campamento, incluso el día anterior, para desearle lo mejor. También el presidente, Lee Myung-bak, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, tomo nota del significado de todo esto: “Hyun Bin tiene un modo de pensar adecuado”. Toda esta atención de los medios y el entusiasmo de la juventud hacia
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los Marines no se debe sólo a la influencia de estas estrellas del pop. Hacer el servicio militar en ese cuerpo siempre se ha considerado una experiencia valiosa.
Atributos por los que morir Una reciente encuesta de opinión del periódico Maeil Business a coreanos de veinte años, a los que se refiere con el nombre de “Generación S”, ha revelado algunos puntos interesantes. Este estudio, que investigaba la conciencia social y valores de ese grupo, halló que la polarización de la sociedad, la enorme competitividad, las dificultades para hallar empleo y la inseguridad del mercado laboral han contribuido a la formación de una generación preocupada, que considera
campamento para reclutas se conoce como “entrenamiento infernal” debido a su dureza para intentar convertir a cada soldado en un miembro merecedor de estar en el cuerpo. La tenacidad de estos pocos y orgullosos Marines comienza con las demandas de una ardua instrucción. El cantante Lee Jung, de treinta años de edad, que estuvo en la unidad 1080 y fue dado de baja en agosto del año pasado, dijo en una entrevista el pasado mes de enero: “Mi corazón palpitaba cuando completé la última prueba, la marcha al pico Cheonja, y recibí la insignia carmesí, lo cual quería decir que ya era miembro del cuerpo”.
Campamento para estudiantes Agosto de 2005 fue un hito para el cuerpo de Marines con la for-
Según el Libro Blanco del año pasado del Ministerio de Defensa, este cuerpo (2 divisiones y 1 brigada) representa sólo el 4,2 del ejército, de 650,000 soldados, personificando así el eslogan del mismo colectivo americano: “A Few Good Man” (algunos hombres buenos). Aunque su número es menor aquí, están muy bien considerados, al igual que los estadounidenses, por su fuerza mental y física y su estrategia táctica en el campo de batalla. Esta reputación ha hecho que cada vez más coreanos decidan hacer su servicio militar en los Marines. “la lucha intensa” y “amasar ‘especificaciones’ para la supervivencia” los principales desafíos de su vida. En su respuesta al cuestionario, un estudiante de segundo curso de la Universidad de Corea, acentuó la importancia de pertenecer a los grupos sociales adecuados. Y por esta razón, eligió los Marines para hacer el servicio militar. “La Universidad de Corea para los estudios superiores; el cuerpo de Marines para el servicio militar y la región de Jeolla como lugar de nacimiento y amistades de la infancia. En la Corea de hoy, cualquiera con esas ‘especificaciones’ será tan poderoso como Terminator”. Los Marines tienen a su cargo la defensa de Seúl, la capital coreana, detener las posibles incursiones por las islas occidentales y noroccidentales y llevar a cabo desembarcos en tiempo de guerra o de alerta. Estas maniobras evocan imágenes del despliegue de tropas desde el agua a su objetivo pero, en realidad, los Marines movilizan todo tipo de transporte: vehículos armados, anfibios y aviones. Como este cuerpo es una unidad de respuesta rápida multifuncional, los soldados reciben un duro entrenamiento. La dificultad de éste sólo lo supera el combate real. Este colectivo es una fuerza rápida, capaz y siempre preparada. Su lema, “Cuanto más sudemos en el entrenamiento, menos sangraremos en combate” destaca su forma de actuación: penetrar en las líneas enemigas para desbaratar sus operaciones y conseguir cabezas de playa para el avance de las tropas. Las seis semanas de
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mación de su unidad 1000. El instituto para Estudios Estratégicos de este colectivo militar quiso descubrir las razones para los alistamientos en las unidades 1000 y 1001. El factor más citado fue “la dureza del cuerpo” (61 por ciento). Tras ello, “la opción de elegir una fecha de incorporación” (19 por ciento), la “imagen inquebrantable” de los marines (14 por ciento) y por “insistentes recomendaciones” (6 por ciento). Tres de cada cuatro reclutas lo eligieron por su dureza. En 2003, un instituto de mercadotecnia que estudiaba la competitividad de las marcas nacionales confirmó este atractivo. Una encuesta reveló que las “marcas representativas” del país eran los móviles de Samsung Electronics, la golfista profesional Pak Se-ri, el lanzador de la liga profesional americana de béisbol Park Chan-ho y el cuerpo de Marines. El interés en este colectivo comenzó a aumentar en 1997, cuando el país intentaba superar las consecuencias de la crisis financiera de Asia. En esa época, este organismo comenzó una campaña social para permitir que los jóvenes pudieran tener una experiencia de entrenamiento militar por medio de su “campamento juvenil”. Jovenes estudiantes, todavía a años de tener que ser alistados o bien gente que había sido exenta del servicio militar, aceptaron esta oportunidad y se sometían a cinco días de entrenamiento de comando, que incluía marchas por la montaña, simulación de detección de fosas comunes y maniobras con lanchas inflables que se asemejaban mucho a lo que hacían los miembros del cuerpo, todo bajo la guía de instructores con experiencia. Estos campamentos, a los que podían ir
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Participantes en un campamento juvenil se suben a un transporte blindado anfibio.
tanto alumnos como alumnas de enseñanza secundaria, al igual que trabajadores, funcionaban durante los periodos de vacaciones escolares de verano e invierno en Pohang y en Gimpo. La demanda fue tanta que no se pudo aceptar a todos los solicitantes. Debido a ello, ahora funcionan campamentos privados del mismo estilo en 15 lugares. El cuerpo de Marines ha dirigido unas 95 de estas sesiones, tres o cuatro por año, cada una con un número de participantes que oscila entre 150 y 300. En total, más de 30.000 pueden declarar ahora: “Una vez de los Marines, siempre de los Marines ”.
estrategia táctica en el campo de batalla. Esta reputación ha hecho que cada vez más coreanos decidan hacer su servicio militar en los Marines. Comparado con otros colectivos del Ejército coreano, los Marines representan una "pequeña élite". En número y calidad, este colectivo está a la par con el de otros países. En cuanto a efectivos, los Marines coreanos ocupan el cuarto lugar entre una lista de 50 en todo el mundo, después de los Estados Unidos, Francia y Taiwán. Su entrenamiento anual con los norteamericanos durante las maniobras conjuntas entre los dos países confirma que merecen el reconocimiento
Tendencias en el alistamiento
como una de las mejores fuerzas de élite del mundo. La atención de los medios de comunicación a los temas relacionados con la seguridad nacional provoca más alistamientos. Además, las historias sobre la preparación defensiva de este cuerpo durante el ataque con artillería a la isla de Yeonpyeong en noviembre del año pasado –el primer ataque norcoreano directo al territorio surcoreanos desde que ambas partes firmaran el armisticio– también ha contribuido al auge en el número de voluntarios. Según la Administración de Personal Militar, la competición para alistarse fue de 4,5 a 1: 4.553 candidatos para 1.011 plazas. Durante el ataque mencionado a Yeonpyeong, murieron dos marines destinados en la isla, pero las tropas restantes quedaron impresionadas por la respuesta tan rápida y tan medida, incluso mientras estaban siendo atacados. Un banco coreano ha ofrecido un trabajo a uno de ellos, que disparaba en su defensa mientras ardía su casco, cuando termine su servicio. La imagen inquebrantable de este cuerpo, empleado en la campaña reciente para atraer voluntarios, quizá ha influido en esta decisión.
La popularidad de este colectivo está relacionada con el servicio militar del país, obligatorio para todos los varones. Los que no pueden realizarlo, por distintas razones, pueden ser estigmatizados socialmente, ya que Corea sigue enfrentada a su militarista vecino septentrional. Mientras que ha habido quienes han intentado evadirse de su obligación de servir en el Ejército, la tendencia hacia sentirse orgulloso por complirla es mayor. Al igual que su modelo americano, este colectivo se caracteriza por su espíritu de cuerpo, que une a sus miembros, una conciencia de élite que puede sentirse en este eslogan: "Si cualquiera pudiera ingresar, yo no hubiera elegido hacerlo". Según el Libro Blanco del año pasado del Ministerio de Defensa, este cuerpo (2 divisiones y 1 brigada) representa sólo el 4,2 del ejército, de 650,000 soldados, personificando así el eslogan del mismo colectivo americano: “A Few Good Man” (algunos hombres buenos). Aunque su número es menor aquí, están muy bien considerados, al igual que los estadounidenses, por su fuerza mental y física y su
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Jornadas de Literatura Coreana
Con sus cuentos, en particular, Yoon dae-nyeong ha sido muy bien recibido por su exquisito estilo, indiscutiblemente poético, pero que se lee como una extensa obra en prosa.
Yoon Dae-nyeong
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CRÍTICA
Apacible armonía de la sombra y el espacio Bok Do-hoon Crítico Literario
E
l escritor Yoon Dae-nyeong (1962) estudió literatura francesa y trabajó como periodista en diversas revistas de moda antes de recibir el Premio al Nuevo Escritor en 1990, otorgado por la revista mensual Literatura y Pensamiento. Ha sido un creador prolífico y una de las voces más destacadas del país. Fue escritor a tiempo completo hasta hace pocos años, cuando le nombraron profesor de creación literaria de la Universidad Femenina de Dongduk. Ha sido galardonado con varios premios reconocidos de literatura. “Taengja” es un cuento de 2005, el año en que se autoexilió en la isla de Jeju. De su gran dedicación son prueba sus seis volúmenes de cuentos, ocho novelas de gran extensión, una corta y una de extensión media. Fue muy elogiado por Eunoe naksi tongsin (traducido al inglés como The Sweetfish Fishing Correspondence -correspondencia de pesca del pez plateado, 1994). Los dos temas que trata, la pesadumbre por su propio origen, que se manifiesta al recurrir a una escuela de ayus, y la soledad de la vida urbana, simbolizada en la correspondencia que mantiene, armonizan fusionándose a través de su fascinante estilo poético. Su maestría, tanto en los contenidos como en el estilo, se ha desarrollado y ha experimentado distintas variaciones. Por ejemplo, en su reciente colección de cuentos, Daesuljuuibo (Warning of a Heavy Snowfall -advertencias de fuertes nevadas, 2010), se puede apreciar una profunda búsqueda de la vida mundana. Sus composiciones más recientes enfatizan la posibilidad del consuelo y sus frases sencillas, apacibles y largas nos hacen verificar que lo terrenal y lo sagrado, en principio, parten del mismo origen. Con sus cuentos, en particular, Yoon dae-nyeong ha sido muy bien recibido por su exquisito estilo, indiscutiblemente poético, pero que se lee como una extensa obra en prosa. Si pensáramos en un autor extranjero de esta índole, sería, sin duda, Jean-Marie Gustave Le Clézio (1940) el que primero nos vendría a la mente. Este escritor tiene fuertes lazos con Corea. Logró el Premio Nobel de Literatura en 2008. Ambos son buenos amigos. No hay quien duda de que Yoon Dae-nyeong abre nuevas perspectivas para la literatura nacional. Los escritores coreanos de mediados
Cu l tu ra y A rte d e Co re a
de los noventa tendían a concentrar sus esfuerzos, en gran medida, en descripciones detalladas y complicadas de la soledad, encuentros y despedidas de jóvenes de la ciudad, personajes que sueñan en huir de la desolación y alienación de la vida urbana. Las frases poéticas de Yoon, aunque siguen este modelo, crearon lo que podríamos llamar la epifanía de la estética, una especie de sismógrafo que percibe las grietas que se producen en la vida diaria. Este instrumento es muy sensible ante revelaciones trascendentales y poéticas que, de cuando en cuando, experimentan con gran intensidad los individuos ya exhaustos de la insípida y extravagante vida urbana. Lo intrigante en las obras del Yoon de los años 90 es que el medio de revelación en cuestión no es algo natural sino un producto creado por el mismo hombre. Por ejemplo, en su primera novela de gran extensión, Yetnal younghwarul boroe gatta (I Went To See an Old Movie - fui a ver una película antigua), el momento en que los protagonistas se dan cuenta de lo inconscientes que eran de su propia existencia, con una vida vacía, llega, no cuando una racha de viento violentamente sacude las hojas, sino cuando escuchan las bandadas de pájaros de la canción “Across the Universe” (a través del universo) de los Beatles, que suena en una tienda de discos. Es cierto que, en los años 90, sus protagonistas están preparados para emprender un largo y arduo viaje a cualquier parte y su desesperada expresión no es un intento de huir de la vida diaria sino, más bien, su propio esfuerzo para recuperar la validez y la autenticidad. La ficción de Yoon Dae-nyeong muestra un cambio gradual al llegar el nuevo milenio. Este giro se puede interpretar como un cambio de perspectiva más propio de un nómada que de un colono. Sus descripciones poéticas persisten intactas aun en este nuevo cambio que adopta. Por ejemplo, cuando detalla el cuadro de Monet Le dejeuner sur l´herbe, título que coincide con el de uno de sus cuento de su antología Daesuljuuibo , Yoon se concentra en la perfecta armonía de la sombra y el espacio, como si contemplara un paisaje oriental en tinta china más que en el deslumbrante volumen y colorido que caracterizan las pinturas occi-
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dentales. Se percibe también este cambio en “Taengja”, parte de su colección Jaebirul guiruda (Raising Swallows -evocación de golondrinas), incluso en la percepción del tiempo. Empieza y termina el relato con el refrán chino gyul-hwa-wi-ji, que significa literalmente “la mandarina se vuelve taengja (naranja amarga)”. La lección que intenta transmitirnos es que la mandarina, que se da en el sur, se vuelve taengja cuando se la trasplanta al norte, dando a entender que la actitud de una persona puede cambiar según las circunstancias. La función de gyul-hwa-wi-ji en “Taengja”, sin embargo, no es servir de moraleja, sino, más bien, de mecanismo literario que muestra la profunda concienciación del escritor. Una mujer, a la que habían tratado como a una criada en la familia, va en busca de su sobrino, ya maduro, tan sólo porque había sido el único que le había prestado atención. Le confiesa sus sufrimientos por los que ha atravesado toda su vida. Le explica sus deseos y sentimientos, expresa sus lágrimas y sonrisas, hallazgos y despedidas, dolores y alegrías. Él, por su parte, la trata con respeto pero sin entenderla; está desconcertado hasta el momento en que se va. Tanto es así que, en la conclusión del relato, cuando se le da la noticia de la muerte de su tía, el narrador y los lectores se sienten apesadumbrados. “Taengja” es un relato conmovedor. No porque la vida de una mujer humilde se haya sublimado poéticamente en una obra literaria. Tampoco porque el taengja se haya transformado en mandarina. ¿Cómo es posible tal metamorfosis? Una naranja amarga es siempre lo que es; una mandarina también, al igual que una humilde mujer no deja de serlo. Lo único es que cada uno crece, madura y concluye su existencia dignamente. Los taengja que la tía trajo a la isla de Jeju el último verano de su vida se volvieron amarillentos en otoño, como ocurrió con las mandarinas cuando ella se fue de este mundo. Y con conceptos antagónicos como el hallazgo y la despedida, el nómada y el colono, lo secular y la trascendencia, la narrativa de Yoon Dae-nyeong es testigo del nivel de la literatura coreana contemporánea.
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IMAGEn de cOREA
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n la isla de Jeju, una hermosa joya de Corea, encantadoras olas de amarillas flores de la colza crecen por encima de los muros de negro basalto, delineando los campos que ondulan a lo largo del paisaje de acuarela azotado por el viento. Esta profusión floral en exquisita armonía con la piedra de las vallas, permanece en la mente de cualquiera que visita este lugar para disfrutar de su encanto natural. La fragancia de estos brotes se extiende por encima de las cercas. En estos campos llenos de un color floral vibrante, como una marea arrolladora, cuerpo y alma se intoxican con su aroma, tanto que no puedo decir si son las flores o yo mismo el que se menea por la brisa. ¿Es que habría alguien que no quede hipnotizado por este intenso color bajo el deslumbrante sol meridional? En primavera, la isla parece danzar en un festival espectacular de estas flores. Los visitantes que pasean tranquilamente por el Sendero Olle exclaman maravillados y no se cansan de tomar fotos. La gente llega en avión o barco para disfrutar de este amarillo primaveral, origen del festival Caminata entre las Flores de la Colza, en Seogwipo. Japoneses, chinos y también rusos se deleitan ante estos tonos. Deténgase un momento para verlas de cerca. Hay algo más en estos brotes que su presencia decorativa. Antes de que esta planta florezca, con sus hojas se hacen ensaladas y se encurten en kimchi. Cuando los pétalos se caen, se extrae aceite de la semilla. Sus hojas tiernas, amargas, se sirven con marisco para atenuar su sabor, añadiéndose a la alimentación de quienes disfrutan la fragancia de sus flores. Cuando las olas amarillas cesan, y la flor se desvanece, la isla adquiere su aspecto cotidiano. Los muros negros se vuelven más brillantes, acentuados por el profundo azul del mar, característico de las olas de verano.
Las olas doradas de la isla de Jeju Heo Yeong-seon Poeta
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