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LAS ELECCIONES GENERALES ESPAÑOLES DE 2015
Después de semanas de propaganda, debates y campañas, las elecciones generales tuvieron lugar el 20 de diciembre – y han producido unos resultados verdaderamente únicos en la historia política moderna de España. El Partido Popular (PP), el partido del presidente actual, Mariano Rajoy, ha ganado las elecciones, pero ha perdido su mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, mientras que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) perdió 20 escaños. Por su parte, nuevos partidos en el panorama político, Podemos y Ciudadanos (C’s), han conseguido adquisiciones históricas. Como se puede observar del gráfico, el PP todavía necesita 50 escaños para lograr una mayoría absoluta. Esto no es inusual en España, pero sería casi imposible para el PP gobernar solo con tan pocos escaños. Al inicio de un nuevo ciclo parlamentario, todos los diputados se reúnen para elegir al Presidente – y sin el apoyo de otros partidos, será imposible para Rajoy quedar Presidente.
Para formar un gobierno con una mayoría absoluta, es probable que se necesite una coalición con otros partidos. Como ganador de las elecciones, Rajoy tiene prioridad para formar gobierno. Es improbable que el PP quiera negociar con el PSOE y Podemos, partidos de la izquierda, ya que han dicho, junto con C’s, que rechazarán el gobierno del PP en el parlamento, aunque Rajoy sigue confiando en que pueda ganar su apoyo. Si no hay acuerdo, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, tendrá la oportunidad de intentar formar gobierno, pero necesitaría el apoyo de Podemos y C’s para obtener una mayoría. Es improbable que Podemos y C’s quieran una coalición juntos, y Podemos insiste en que el PSOE tendría que ofrecer un referéndum sobre la cuestión de la independencia de Cataluña, algo que el PP, el PSOE y C’s quieren evitar desesperadamente.
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En España, un primer vistazo nos ilustra que la situación ha dado un gran giro. Mientras que el PP ganó el número más elevado de representantes, sufrió una caída precipitada. Por ejemplo, perdió el número más grande de escaños desde 1982, con una cifra de 64 escaños perdidos y una reducción de un 16 por ciento, la peor desde 1989. Además el PSOE perdió 20 asientos y no consiguió tener un gran impacto sobre los avances del PP. Sin embargo, lo más sorprendente es que el partido más abiertamente a la izquierda en sus políticas, Podemos, ganó 5 millones de votos, un 20 por ciento del total, 69 escaños y soló fue un 1,3 por ciento. Esto es completamente contrario a las predicciones de muchos expertos. Mientras que este acontecimiento ilustra los fracasos en el sistema de predicciones y encuestas, el hecho es que, a pesar de las campañas de ultraderechistas, los izquierdistas están haciendo progresos.
No obstante, con respecto a la población de España después de la elección, la demografía de votantes se parece a la de Inglaterra en mayo. Por supuesto, es cierto que el PP controla el centro de España: las zonas autónomas de Galicia, Castilla, León y Castilla la Mancha son dominados por el PP. Por el contrario, el PSOE todavía tiene apoyo en Andalucía y Extremadura, en las zonas de Sevilla, Córdoba y Badajoz. Por otro lado, la adición más chocante e interesante en el mapa político es el control de Catalunya y Tarragona por parte de Podemos. Lo que ha chocado a mucha gente es que el partido cuyo origen fue el movimiento social de ‘Los Indignados’ apenas se fundó en marzo del año pasado.
En conclusión, a pesar de una victoria en teoría para la Derecha, nunca se hubiera imaginado que podría ser evitada por una coalición de la Izquierda. Mientras que la polémica con respecto a Cataluña es la gota que podría colmar el vaso, es necesario que se tenga en cuenta que el avance enorme de la izquierda el año pasado representa un rechazo debido a la desigualdad, el paro y las políticas de austeridad.
por Connor Haines por James Hill