NUMERO 11
24 marzo 2016
Revista de cultura, arte, historia y tradición
de los pueblos del Bajo Tietar en Avila
Guisando - Arenas de San Pedro - Candeleda - El Hornillo - El Arenal - Poyales del Hoyo Mombeltran - Cuevas del Valle - San Esteban del Valle - Santa Cruz del Valle - Villarejo del Valle El Raso - La Parra - Hontanares - Ramacastañas Dirección: San Nicolás, 10 28912 Leganés (Madrid)
Revista no dependiente ni adscrita a ninguna organización ni entidad privada o pública Revista de divulgación cultural y sin ánimo de lucro. Libre de publicidad o patrocinio. Director y Editor: Miguel Camacho Camacho Redacción: Jesús Jara García, Julio Fernando Palacios García, Daniel Peces Ayuso Cristina Nogal Blázquez, Fidel Jara Tiemblo, Miguel Camacho Camacho, Juan Manuel Jara Garro. Colaboradores: está abierta a todo tipo de colaboración y se tendrán en cuenta todos los artículos y aportaciones que se realicen dentro del ámbito de la temática de la revista. DEPOSITO LEGAL: Solicitado
El Ayuntamiento de Guisando ha presentado un
Plan Director de Turismo
que tiene como objetivo relanzar el municipio como destino turístico. El plan ha recogido los atractivos de este municipio ubicado en el espacio protegido de la Sierra de Gredos, sus recursos y su posición estratégica, cercana a provincias como Cáceres, Toledo o Madrid, además de contar con un patrimonio que hace que la localidad cuente con la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de conjunto histórico. El plan es el resultado de un trabajo conjunto en el que se ha contado con la implicación de diversos colectivos del municipio, que han aportado opiniones, sugerencias e iniciativas. Desde la Revista Las Majadillas apoyamos toda iniciativa para mejorar el futuro de Guisando y pedimos la colaboración de todos para conseguirlo.
UNA PLAZA MAYOR CON TRES CARAS
Investigación: Lourdes Garro y Fernando Palacios (La Gargantilla 1993)
EL PRIMER ARREGLO DATA DEL AÑO 1905 A comienzos del siglo XX Guisando cuenta con una Plaza Mayor muy pequeña, apenas unos cuantos metros entre los comienzos de las calles Carrera y del Mercadillo. A la derecha de la calle Carrera existe un corto trecho con soportales de madera, en línea con el edificio del Ayuntamiento, que está fuera de la plaza. A propuesta del entonces Alcalde, Felipe González Fraile, dado el mal estado en que se encontraba la «Plaza Constitucional», la Corporación por unanimidad aprueba el arreglo y empedrado de este espacio. El diseño de la obra, realizado por los propios ediles, cuidaba aspectos como la seguridad y el satisfacer a los vecinos más directamente afectados; tal como podemos leer en los siguientes párrafos: «El empedrado de la plaza se hará con piedra menuda, procurando dejar libres y salvadas las entradas para todos los edificios que por la misma la tienen y que no resulte perjudicial para ninguno de sus vecinos». «Como se ve por el diseño de la obra, en la parte inferior de la Plaza se harán tres escalones para salvar todo lo posible las pendientes, los cuales serán de decímetro y medio de altura aproximadamente y se construirán de piedra de grano desbastadas por la cara del frente y del piso, cuidándose de que éstas junten perfectamente entre sí y de que no queden huecos entre ellas». «A partir del último escalón se procurará dejar nivelada la Plaza lo más posible, poniéndole dos hileras de piedra de grano, desbastado el piso en la forma en que aparece en el plano, con el fin de que sirvan de seguridad al empedrado». «El grueso de las piedras de grano será de decímetro y medio, conveniente para que quede asentada con la seguridad debida».
Fotografias de Otto Wunderlich 1926
Las obras, cuyo presupuesto ascendía a 320 pesetas (a pagar en tres plazos iguales con intervalos de 15 días), fueron sacadas a subasta pública y era condición indispensable que el adjudicatario concluyese el trabajo 45 días después del citado día de subasta. Como notas sociolaborales, el presupuesto detalla que ha de pagarse por una huebra de arrastre cinco pesetas, que el maestro albañil y el cantero cobrarán dos cincuenta pesetas de salario por su jornada de trabajo, y una cincuenta pesetas el peón de albañil.
EL ENSANCHE DE LA PLAZA EN 1940
Plano de la plaza en 1905.
Plano de la plaza y casa a expropiar para su ampliación.
Los años cuarenta traen nuevos bríos, nuevas necesidades y aires de cambio a este municipio. Así, una de las iniciativas con más empuje y polémica fue el ensanche de la Plaza. Nada ilustra mejor las razones esgrimidas para ejecutar estas reformas que las recopiladas en la «Memoria descriptiva y pliego de condiciones de la reforma de la Plaza de Guisando»: «Las reducidas dimensiones actuales (unos 50 metros cuadrados) de la Plaza de Guisando y muy particularmente el estrechamiento de la calle del Puente, donde está emplazado el Ayuntamiento, restan a este pintoresco pueblo las posibilidades de celebración de fiestas, bailes, etc.. tan características y necesarias para el esparcimiento de los habitantes del pueblo». En consecuencia, en sesión celebrada el 17 de abril de 1940, la Corporación Municipal acuerda por unanimidad proceder a la expropiación de seis casas para poder ampliar la Plaza. Será el señor Alcalde, Norberto González, el encargado de «tratar» con los propietarios de los inmuebles apuntados, para determinar el precio de tasación de los mismos. Las expropiaciones siempre tienen un carácter lesivo para los intereses de los expropiados y crean serias controversias. Esto sucedió con el caso de las casas de la Plaza. A los propietarios les fue fijado un plazo de tiempo para que expusieran el precio que creían razonable por la enajenación de sus casas. Sólo uno de ellos indicó el precio y tras negociar con el Ayuntamiento recibió un total de 1.500 pesetas por su casa. El resto de partes se negaron, pese a que el Ayuntamiento, según aparece en otro documento, estaba dispuesto, en caso de avenencia amistosa, a indemnizarles globalmente con 30.000 o 35.000 pesetas. Transcurrido el plazo asignado y asesorados por un perito, los dueños de las cinco casas en discordia estimaron que la tasación total de las mismas ascendía a 78.000 pesetas.
El desacuerdo entre partes inició un largo trámite de réplicas, contrarréplicas y descalificaciones personales, e incluso llevó a la paralización parcial de las obras y a la intervención del Gobernador Civil y la Dirección General de Bellas Artes. El caso del expediente de expropiación de las casas de la Plaza queda zanjado en junio de 1949, tras dictar sentencia la sala cuarta del Tribunal Supremo a favor del Ayuntamiento: los propietarios reciben por la expropiación de las cinco casas la cantidad de 4.596 pesetas, dinero que el Ayuntamiento había dejado en depósito en la Caja General de Depósitos desde el año 1941, y que correspondía más o menos al valor catastral de dichos inmuebles en ese año.
Don Ignacio Fiter es el autor del proyecto. Plaza y calle del Ayuntamiento
El arquitecto asignado en 1940 para redactar el proyecto de reforma y ampliación de la Plaza será don Ignacio Fiter. Este traza una plaza donde se eliminan seis casas que, a su juicio, «carecían de ambiente y belleza alguna. eran modestas y en precarias condiciones de salubridad e higiene». Recomienda al Ayuntamiento que los nuevos propietarios que tengan fachadas a la nueva Plaza sean obligados a construir dichas fachadas con «respeto total y absoluto al ambiente de la Plaza y construcciones típicas del pueblo».
La nueva Plaza va a sufrir una modificación con respecto al proyecto inicial. Este, en principio, valoraba el precio de la obra en 22.004,32 pesetas, pero quedó reducido a 14.418,5 pesetas tras suprimirse una escalinata de piedra para acceso al recinto desde la calle del Puente, frente al Ayuntamiento. En la subasta de la obra se obligaba al constructor adjudicatario a emplear obreros de la localidad. A nivel técnico se construye una plaza con losas de granito en el solar que ocupaban las casas expropiadas. «Las diferencias de nivel de la calle del Puente y la Plaza proyectada se salvan con la construcción de un pretil de manimstería; otro pretil se coloca mirando al arroyo». Por tanto, existirá un buen desnivel, una buena atalaya para que los curiosos que asisten al baile tengan su punto de observación estratégico. La Plaza, en la parte opuesta al Ayuntamiento, no quedaba recta sino que se dejaba entrever un entrante, que es enajenado a los vecinos colindantes para de este modo posibilitar que la plaza tuviese un trazado regular y recto en ese lateral. La nueva estructura de la Plaza quedó terminada en 1943. Arquitecto y aparejador son obsequiados con una gratificación conjunta de 2.000 pesetas.
LA ULTIMA REFORMA
1967
Según aparece en el Decreto de la Alcaldía de Guisando de 1 de marzo de 1967, la reforma de la Plaza queda justificada por las siguientes razones: «Estando muy avanzada la construcción del nuevo Ayuntamiento de esta villa y siendo de gran necesidad y urgencia, al objeto de que se inaugure ello al mismo tiempo, la urbanización de la Plaza Mayor, donde está situado el mismo...». Durante el mandato como Alcalde de Gregorio Fraile Jara, en pública subasta celebrada el 21 de junio de 1967, las obras para la urbanización de la Plaza Mayor le son adjudicadas al contratista Santiago Galán Grande (único participante) en 836.247,32 pesetas. El nuevo proyecto de reforma de la Plaza fue diseñado y redactado por el arquitecto Diego de Corral y Jordán de Urríes. Las novedades más destacadas de esta nueva actuación, con respecto a la fisonomía anterior, son: desaparece la calle de bajada que desde la calle del Puente partía hacia el arroyo del Covacho; la Plaza aumenta su superficie al quedar incorporados tanto el saliente que mira al arroyo, acaparando esta vez el espacio que ocupaba la calle antes citada, como el tramo de calle que existía entre el Ayuntamiento y el muro de cierre de la anterior plaza; es decir, por primera vez el acceso a la Casa Consistorial desde la Plaza es directo y libre de obstáculos. Es una Plaza abierta desde el punto de vista de la comunicación y enlace con las calles adyacentes, es un recinto amplio y acogedor, como escenario de celebraciones, que además cuenta con la virtud de poseer una extraordinaria acústica. Y como, a veces, una imagen vale más que una secuencia de pala bras, os recomendamos que observéis detenidamente las fotografías que ilustran este texto.
FIESTA DEL SOPETON EN GUISANDO Sopetón, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, significa: de golpe, inesperadamente. Para los guisanderos, sopetón tendría una derivación más próxima de sopa, pues no en balde, sopa significa mojar pan en caldo. Nuestro sopetón, lo obtenemos mojando un trozo de pan, previamente tostado al fuego, en aceite caliente. Todos los guisanderos que peinan canas y los que las hemos perdido, recordamos con añoranza como el Tío Quintín, el Tío Urbano o el Tío Alejandro, para no
Los cocineros y repartidoras del Sopetón. Junto a las vallas Soledad, Conchita, Dionisia, Ana y Margarita. Bruno, como siempre arrimando el hombro, sin
necesidad de pedírselo. Es así de generoso.
Dominga, José Manuel, Félix, Tere, Manoli, Julián, Agustín (fotógrafo), Felipe, Luis y Daniel , fueron los artistas.
relacionar a todos los lagareros del molino de la Tía Pascuala o la Prensa mancomunada, nos obsequiaban con aquellos trozos de pan, que primero calentaban en el horno de calentar el aceite y la borra procedente de la molturación de la aceituna, y luego sumergían en la caldera del aceite. Los hijos y nietos de la familia que estaba moliendo la aceituna, acudían al molino, al salir de la escuela, para recibir el preciado “sopetón”. Era nuestra merienda de ese día y el apetito no perdonaba el calor que despedía el trozo de pan. Más de una vez nos hemos quemado los labios por no dejar enfriar adecuadamente el pan empapado en aceite y pinchado en una vara de oliva. Los más golosos lo añadían azúcar y los demás nada o un poco de sal. La realidad, es que para muchos, el “sopetón” era un manjar, que solo se repetía una o dos veces al año, siempre coincidiendo con el periodo de molturación de las aceitunas, que en tiempos pretéritos se realizaba desde mediados de enero hasta final de marzo. Porque esas eran otras, en la mitad del siglo pasado, a nadie se le ocurría avarear las aceitunas en noviembre o diciembre. Siempre se empezaba la recogida a partir de “Los Reyes”. Si acaso, alguno empezaba a coger “las del suelo” primero y después del quince de enero empezaba el avareo, para no pisar las que el viento y los gusanos tiraban. ¿Quien no recuerda aquellos olivares llenos de colorido, de cánticos y gritos, o aquellas columnas de humo de las lumbres donde se cocian las oyas para la comida del meyodía, mientras las cuadrillas de mujeres recogían, a dos manos y con extraordinaria destreza, el fruto de las olivas? Por cierto, a los niños les tocaba recoger las cabras, que no era ganado precisamente, sino las aceitunas sueltas y desperdigadas por las orillas, que obligaban a doblar el espinazo unas cuantas veces. ¡Ahora íbamos a poder hacerlo! Nos romperíamos los riñones a las primeras de cambio. ¡Los años se cobran unos intereses muy altos!
¿Cuántos hombres pueden presumir de haberse escapado sin sufrir el temido maculillo por parte de los grupos de mujeres, además de llenarles la bragueta de tierra? ¿Quién no recuerda aquellas puches con las que los amos obsequiaban a las acetuneras la noche del día del remate de las acetunas? ¿Quiénes no recuerdan los cánticos de las cuadrillas en su regreso a casa al final de las peonadas? Allí salían el Paquito, Paco o la Valenciana y tantos otros cantares. En definitiva, salía el buen humor y la alegría de aquellas mujeres que volvían cansadas y con las rodillas y los riñones doloridos por las posturas del trabajo, pero contentas de poder aportar unas perras a la economía familiar, además de haberse enterado de buena parte de la vida oculta de la otra gente del pueblo. Porque cogiendo acetunas las manos estaban muy ocupadas, pero las lenguas podían trabajar en paralelo y vaya si lo hacían. Por esto se dice aquello de que: “la mujer es el único ser que puede hacer dos cosas al mismo tiempo” Este año, alguien de la Junta Directiva de la Asociación de Jubilados y Pensionistas, propuso a sus compañeros la recuperación de esta vieja tradición guisandera y de otros pueblos de nuestro entorno. Después de documentar a algunos el significado del evento, no olvidemos que tenemos varios “forasteros” felizmente guisandeados, que desconocían su alcance, la propuesta fue muy bien acogida y se empezaron a hacer los preparativos necesarios. Finalmente, se fijó el domingo, día 21 de febrero, para su ejecución. La Asociación convocó a sus socios, guisanderos y de otras localidades y al público en general para que asistieran a la fiesta a celebrar en la Plaza de la Constitución, con el correspondiente comunicado a la Autoridad para contar con su inestimable e imprescindible colaboración. Rememorando tiempos también pasados, se convocó al pueblo a la salida de misa, como se hacía en los grandes acontecimientos a celebrar en el pueblo y aunque este fue grande, en solera y en recuerdos, solo pretendía recuperar los recuerdos de la infancia de casi todos los socios y de las personas mayores del pueblo y enseñar a los jóvenes y niños que hace muchos años, los entonces niños y jóvenes, que no disponíamos de lo que a muchos de los actuales les sobran, nos chupábamos los dedos con aquellos sopetones que nos preparaban en el molino, Los socios de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Guisando y el público en general no les fallaron y entre todos compusieron un precioso cuadro de convivencia y colaboración que la Junta Directiva no puede obviar. El comportamiento de la gente, significa un reto que la Asociación no puede ignorar y la ha comprometido a repetir la fiesta y si es posible a mejorarla. Escrito por: Jesús Jara García “Chuito”
Parte de la Junta en plena faena (no todos) de preparación y reparto de los sopetones y vino de pitarra (José Manuel)
EN LA MAJADA DE UN CABRERILLO… Daniel F Peces Ayuso CAPITULO V
Tras la cena cogieron trocha abajo, desde los altos del Arniellas –Albillas- dirección a las majadas del Portezuelo de Guisando, donde se unirían a los caberos de las Carboneras, el (J)Hoyuelo, Martin Ibañez, El Nogal del Barranco…. En el camino hasta Guisando, a medida que iban bajando se les iban añadiendo los cabreros del Hoyo del Arriba y los del Guijo con los de ls Jherrezuelas, que subían casi hasta el mismo Portezuelo de Guisando cantando y haciendo sonar panderos, calderos, zambombas y sobre todo castañuelas. Juntos bajarían por el camino de los molinos de los Foratas, hasta dar media legua más abajo con el molino de los Cachizos y las viñas del tío Maracatule. Uno de los guisanderos que mejor hacía, le sacaron muchos cantares de los bonitos y bueno como este que dice; El tío Maracatule, tiene una viña No la cava, ni la poda, pero si la vendimia Y la vendimia niña, de tal manera Que tiene vino, de verano a primavera Cuando la comitiva de cabreros llegaba a la altura del puente viejo de Pelayos – que viene del término “pelaguies, peladores o esquiladores”…- allí estaban los cabreros y quinteros del Arrontejo, el Rancho el Burro, la Pregonera con otros que subían desde Guisandillo y la Gamella por los Barriblancos arriba por cima de Arroyocerezo… y es que era costumbre desde que fue enterrado en su fundación, el Santo hombre Pedro de Alcántara, cogieron por costumbre y como promesa, acudir de todos los rincones hasta la capilla para oir a la media noche la Misa del Gallo. Y desde entonces hasta hace unos años así lo siguieron haciendo. No en balde pastores fueron aquellos cofrades de San Andrés del Monte que le cedieron en usufructo tierra ermita para que fundara, como así sucedió. Cuando la comitiva asomaba por la Cuesta la Pera, se podía sentir desde los barrios de la Nava, Triana, Puerta del Sol y hasta en San Juan Alto, el rrun-rrun de los instrumentos redoblando y repicando de tal manera, como si de una tormenta se tratase. Tormenta de esas en las que el agua con fuerza de todas partes
calándote hasta el tuétano de los huesos…. Así que imaginad siquiera lo que tenía que ser sentirlos entrar por la cuesta de Santa Bárbara, Martinete arriba. cruzar el puente de Aquelcabos, y subir calle arriba hasta el mismo Altozano, para seguir por las calles de Mesones hasta llegar a la antigua Plaza de la Cruz Verde –antes de Las Cuatro Esquinaspara saludar al barrio de La Plazuela y a las monjas del convento que fue fundación de Sata Teresa de Jesús, aunque al final quienes vinieron fueron las agustinas recoletas…. Problemas con la nobleza cutre de Arenas, más concretamente con la condesa de Fría, Magdalena, que quería imponer como abadesa de la fundación a una sobrina, cosa a la que solo accedieron las agustinas… luego seguían su peregrinaje invernal, puesto que lo hacían nevara o cayeran chuzos de punta, como solemos decir…. Siguiendo por la Plaza de los Mayorales y después de El Surtidor…. Ni no sé cuantos nombres más que me la han puesto a la pobre, como si no hubiera habido calles que bautizar en Arenas… Luego subían por las cuestas del barrio de Escalonilla –antiguo asentamiento judío…- hasta dar con la cuesta de la ermita de San Blas, la que va a dar a la misma Cruz de Malpelo, perdiéndose en el eco de las montañas heladas, de los instrumentos incombustibles como el fuego y el viento… dejando entre las gentes de Arenas un sentimiento de alegría, difícil de explicar, máxime cuando muchos de aquellos no tenían apenas que llevarse a la boca o que echarse sobre el cuerpo para abrigar los rigores de las noches. Sin embargo aquel día, y sobre todo la noche de Navidad, era diferente y realmente mágica, ya que pasaban estas y otras cosas realmente maravillosas. Entre ellos siempre venían algunos podríamos llamar representantes de la familia de nuestro cabrerillo. No todos, el camino era largo, hacía mucho frio y era peligroso. Por lo que generalmente solo iban hombres y mozos. Ocasionalmente y bajo la atenta vigilancia de su padre acompañaban chavales que empezaban a pollear, u otros más pequeños envueltos en lana metidos en los serones de alguna caballería. Bien arropados, bajo una o más de aquellas cálidas e impermeables mantas de Pedro Bernardo sin teñir ya que utilizaban la lana blanca de las merinas y la negra de las churras o churretas como se las llamaba en esta tierra. Aquel año el cabrerillo bajó por vez primera a misa del Gallo a San Pedro. Todo un acontecimiento, ya que su padre, al que le gustaba de ir a su aire, ya sabéis buey suelto, bien se lame… pues siempre encontraba una escusa para dejarle en el chozo con el resto de la familia, pero aquel año un primo suyo un poco más mayor que él ya que este nació en el tiempo de las guindas y el otro para el de las brevas, por lo
que como comprenderéis, poco se llevan. El caso es que entre el uno, el otro y lo que puso de si el vino de pitarra y los aguardientes, pues que el muchacho se calzó bien los patines, se puso las leguis y los zajones de cuero, se abrigó bien con su chaquetilla y su capa y para la misa del Gallo. Misa que al final conllevaba uno de los bailes más divertidos de cuantos tenía el año. Ya que además de cantar y bailar no se paraba de jugar hombres mujeres, ancianos con niños a todo lo que os podáis imaginar y más. Las bromas sucedían el baile, las canciones decían aquellas cosas que solo ellas saben decirnos y el frío de diciembre se tornaba cálido, reunidos todos juntos en torno a grandes hogueras que se encendía por el Campillo y alrededores… eso era lo que más le gustaba al mozo y por lo que insistió tanto a su padre. Había oído hablar a los más mayores que él que en la misa del gallo había chicas preciosas, casándose algunos de ellos con algunas de ellas. Otros contaban otras cosas que por ser picantonas me las ahorro, ya que si sois mayores os las podéis imaginar y si no es así, pues tranquilos y a esperar un poco más que todo llegará… Tras la misa del Gallo y el baile de los Gallos, Gallinas y Pollos, con las primeras luces del alba, iniciaban la vuelta a sus majadas deshaciendo cada cual el camino hecho la noche anterior… el cabrerillo y su primo subían agotados pero felices de todo lo vivido, habían conocido a unas cabrerillas de Las Majadas, con las que incluso habían hablado y jugado, quedándose prendados de dos de ellas. Dos niñas como dos soles, pues haría mal al compararlas con la luna, ya que la luna crece y mengua y en la cara de aquellas no había menguante ninguno. El cabrerillo incluso le dio la cinta de seda labrada a la cabrerilla como señal de afecto y en principio amistad… la mocita la aceptó y se la prendió en el moño de martillo que llevaba muy bien hecho para la ocasión. Y tuvo suerte ya que para la feria de agosto, después de que la peinara una vecina que peinaba a las mozas cuando estas iban de fiesta como ninguna otra mujer. Pasando la noche de las vísperas en vela, sentada en una silla, apoyando la frente en los brazos y estos sobre una mesa, para no despeinarse… cuando a eso del alba llaman a su puerta con el aviso de que había fallecido un tío abuelo… así que a por la mantilla negra y los velos de luto y tomar vientos el moño y la noche toledana que pasó para nada… Y es que antes, hace unos años, aunque no había peluquerías si había “peinadoras profesionales”, estas dedicaban buena parte de su tiempo a estas faenas, sobre todo las vísperas de fiestas, ferias o bodas, ya que a las serranas y sobre todo a las cabreras el ir bien peinadas y calzadas estos días, era más que importante una constante muy común. Los hombres por su parte solían andar descalzos o en abarcas en verano o borceguíes en el invierno, pero también tenían y lucían buenos zapatos de cordobán y botas de cuero los días de fiestas… era muy normal verlos bien elegantes
caminar descalzos cuando acudían a las fiestas o ferias de algún pueblo desde sus majadas, con los zapatos atados por los cordones y echados al hombro, como si fueran una a la forja, poniéndoselos nada más llegar al pueblo, para que no se manchasen, ni estropeasen… De hecho nada más llegar a la choza principal de su majada, el padre y el hijo lo primero que hicieron tras colgar la corona hecha con una ramita de la zarza milagrosa sin espinas de San Pedro –amuleto arenense que espanta todo lo malo o pernicioso…- fue quitarse las galas, mientras su madre y hermanas la iban cepillando y colocando en el arca cada pieza. La más pequeña se encargó de quitar los botones de plata con rica filigrana de los chalecos, chaquetillas y leguis, ya que estas cosas, como los dijes que llevaban prendidos en el pecho, iban guardados en una cajita de plomo forrada con madera de enebro y nogal que tenía una llave con la que se abría y cerraba. Y que escondían tras una piedra de la choza por dentro de la chimenea. Según se iban quitando unas ropas, se iban poniendo otras más acorde con las labores pastoriles. La rica camisa deshilada y bordada de buen hilo, se trocaba e tosca y amplia camisa – camisón de lino, sin apenas adornos más que los propios de su corte vetusto. Los calzones del mismo modo, y la braga de terciopelo grana, con el chaleco y chaquetilla haciendo juego, ahora era blusón quesero, chaleco de paño y manta de Pedro Bernardo. El pañuelo de seda y el sombrero Rocaor, también se guardaron en el arca, poniéndose el sombrero corto el hijo y uno grande de Banasta, el padre. A las piernas buenas medias lanas de seda y cuando salían al campo con las cabras duros leguis de cuero y zajones de igual material. Sin los leguis y los zajones de cuero, la ropa y sobre todo las medias y las bragas, poco les iban a durar, al quedar enganchados entre los jarales, brezos, zarzales, tomillares o roquedales de estas montañas, sierra y valle. Por eso todos los pastores, todos, tenían y usaban siempre estos complementos… incuso para los lugares más desangelados los pastores usaban unos chalecos especiales con la piel de los machos cabríos, pieles que no se pelaban para que diera más calor. Dejando la parte interna fuera y los pelos por dentro del chaleco, para de este modo además de abrigar más, impermeabilizarlo. Los que usaban estos chalecos también usaban sombreros Rocaores pero en vez hacerlos con el paño y el terciopelo, los hacían con el cuero de los machos cabríos o incluso con el de las caballerías o bueyes que iban muriendo de viejos. El día de Navidad lo pasaba cada cual con los suyos en sus casas, los abuelos eran los que realmente reunían a los clanes. Ya que todos se juntaban a comer ese día en sus casas… la tarde de Navidad era el momento de pedir el aguinaldillo, así que volvían a coger los instrumentos la familia entera y se iban a visitar a las majadas vecinas, para pedir el aguinaldo ya sabéis; “higos o castañas o cualquiera cosa”. En la choza quedaban los abuelos y los más chiquitillos del clan, ya que tenía que haber alguien en su choza para dar el aguinaldo a quienes vinieran a pedirlo. Ya que ese día todo el mundo salía cantando de puerta en puerta bellas canciones de este tiempo y fiestas, a cambio de las cuales, cada cual iba dando lo que buenamente podía o quería. Lo más normal y en los mejores casos era dar algo de la matan-
za, un chorizo si había compromiso, una morcilla de calabaza si el compromiso era menor, frutos secos en especial nueces, castañas y avellanas… algún dulce tradicional, y cosas así. Los chorizos y morcillas los iban colgando de un palo o lata, que llevaban al hombro dos de los acompañantes, otros llevaban una o dos cestas de mimbre, en la que iban echando todo cuanto les iban dando. Ya que la costumbre era comerse todo al día siguiente juntos en torno a una hoguera, en la que no dejarían de sonar los cantes y las castañuelas de los bailadores y bailadoras. Para pedir el aguinaldo en esta tierra había y hay una canción especial, “El guinaldillo”, que se cantaba tras llamar a la puerta de las casas con la que los amos de la misma se veían un tanto obligados a a abrir y darles el aguinaldillo. Para ello se entonaban coplas como esta que estimulaban la generosidad; Es usted muy buena, y muy agradable, no tiene usted cara, de ser miserable. Una lucecita, veo relucir, jamón y chorizo, nos van a partir. Bendita sea esta casa, y el albañil que la hizo, que por dentro está la gloria, y por fuera el paraíso…. Y cosas así. Cuando no abrían o les daban poco más o menos que las buenas noches les cantaban otras coplas que llegaban incluso ofensivas, como esta por ejemplo que dice así; Estas puertas son de hierro, y los cerrojos de alambre, vámonos de aquí muchachos, que están lampando de hambre. El aguinaldo te pido, no me le quisiste dar, lastimita se te seque, la tripa de cagalar… La verdad era que el que más y el que menos siempre te daba algo de aguinaldo, fuera mucho o poco acabando lo recaudado siendo repartido equitativamente entre todos los que lo hubieran pedido la tarde anterior. Esto pasaba sobre entre las pandas de chiquillos, ya que cuando los que pedían el aguinaldillo eran adultos, lo que se solía hacer era invitarlos a entrar a la casas para agasajarlos con buenos vinos, licores, productos de la matanza, queso, frutos secos, higos pasos, arrope, membrillo o cualquier dulce tradicional. Cosa que conllevaba el tener que estar en cada casa que se acudía al menos el tiempo suficiente como para beber una copa, comer un dulce y echarse tres piezas, la de bienllegada, la de cortesía y la despedida. Por eso estos aquinalderos y aguinalderas acababan la ronda tomando el chocolate y los churros bien entrada la mañana. En esos momentos entre canción y canción se aprovechaba para templarlos un poco. Ya que el frío y la humedad de estas tierras destemplaban los parches de los panderos y zambombas cuando rondaban las calles. Aunque ya sabéis lo que dice el cantar; “Para calles Nochebuena, cuando yo las paseaba, que era de noche y llovía, pero yo no me mojaba”… En las montañas, nuestro cabrerillo salió a pedir el aguinaldo junto a los hijos de otros cabreros y parientes cercanos, pero al día siguiente las cosas volvían a ser de nuevo la misma rutina, hasta la noche de fin de año, que aunque no se hacía tanta fiesta, lo cierto es que también reunían los abuelos a sus hijos y nietos, por lo que terminaban organizándose del mismo modo buenas fiestas. En la choza del cabrerillo se juntaron sus abuelo materno y la abuela paterna – los otros habían fallecido- también estaban los hermanos de su madres y
cuatro de los ocho hermanos de su padre con sus hijos, mujeres y algunos hasta nietos… aunque eran muchos, no todos se quedarían a dormir, por lo que aunque el espacio era poco, lo cierto es que se apañaban bien, con unos pocos piornos, unas mantas recias y poco más que heno fresco del que se les daba a los bueyes y caballerías. Los abuelos dormían en las mejores camas, los demás dónde les tocara, y si el espacio no era suficiente, los hombres más jóvenes dormirían al raso en la estanza de la choza, haciendo gala de su vigor y resistencia a las inclemencias meteorológicas, envueltos en sus ropas de lana y lino, sus capas y mantas de la mejor lana. De hecho muchas noches les tocaba dormir a hogueril, que es como ellos decían cuando tenían que dormir al aire libre, todos entorno a las brasas de una gran hoguera. Sobre todo aquellas noches de invierno, en las que los lobos se acercaban hambrientos a ver si podían llevarse una chiva a las fauces… Y ya hasta el día de Reyes nada. El día de Reyes a los niños y a las niñas los Reyes les regalaban cosas de gran valor, ya que si por ejemplo había un niño que no le gustaba mucho el agua y el jabón… pues los Reyes le traían una esponja, un jaboncillo, y un estropajo metidos en un colador… cosas que sin duda el niño usaría ya que se lo habían traído ni más ni menos que los Reyes Magos… y ese era el sentido de los Reyes Magos, educar, formar, enseñar a vivir y a saber que aunque las cosas puedan tener un precio marcado, otras, las que son realmente positivas y útiles no lo pueden tener, al no poderse tasar su verdadero valor. A una niña que siempre contestaba mal a sus abuelos, le regalaron en un trapillo de fieltro, un manojo de guindillas y un trozo de carbón. Cuando la niña fue a sus padres más enfada que un gato en la bañera, estos la dijeron, que a buen seguro los Reyes Magos, la estaban castigando por s comportamiento, y que las guindillas eran para que se untara con ellas, cada vez que contestara mal a sus abuelos… la niña dejó de hacerlo. A los niños y niñas que eran más mayorcitos solían recibir alguna prenda para vestir. Y los demás, nada. Bueno la verdad es que había algunos pocos clanes que si se regalaban cosas todos a todos, pero no era lo más común. Y así con estas y con la certeza de que a partir de Reyes, ven la tarde los bueyes, solo había que esperar unas semanas para las mejores fiestas que ha habido en estas tierras de los Rebeldes… las Fiestas de Invierno, entre ellas y a destacar S Sebastián, S Antón, S Blas, Sta Águeda, los Quintos y los Carnavales… CONTINUARÁ...
(En cursiva, los fallecidos en su niñez y que consta su fecha de fallecimiento) L
NOMBRE
APELLIDO1
APELLIDO2
NAC
PADRES
MAT
13
EDUARDO
GARRO
DELGADO
05/01/1916 LUCAS - EULOGIA
13
SIMONA ROSALINA GERMAN JUANA MARIA ROSARIO
JARA PEREZ CARVAJAL JARA GARCIA
BLAZQUEZ GARRO BLAZQUEZ DELGADO BLAZQUEZ
13/01/1916 17/01/1916 19/01/1916 08/02/1916 17/02/1916
LORENZO - MODESTA ANTONIO - ESCOLASTICA LEANDRO - TOMASA IRENEO - FEDERICA ANGEL - EUSEBIA
03/01/1946
FELIX FLORENCIO CESAREA ARCADIO JOSE CRESCENCIANA CRESCENCIA DOMINGA DOMINICA CRESCENCIO DOMINGO ALVARA PEDRO JUAN EMETERIO MILAGROS MARIA MILAGROS TEODORO
PEREZ GARRO JIMENEZ JARA JARA
GONZALEZ JIMENEZ BLAZQUEZ JARA BLAZQUEZ
21/02/1916 23/02/1916 25/02/1916 04/03/1916 10/03/1916
ROQUE - MARIA E.DOMINGO - IRENE JUAN - FELICIANA
25/03/1950
13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 13 14 14 14
BLAZQUEZ GARCIA
26/03/1916 FRANCISCO - CATALINA
BLAZQUEZ BLAZQUEZ FRAILE FRAILE GARCIA JARA
JARA HERNANDEZ TOMAS RETAMAL BLAZQUEZ RETAMAL GARCIA
31/03/1916 16/04/1916 22/04/1916 13/05/1916 06/05/1916 21/05/1916 29/05/1916
BLAZQUEZ
SERRANO
25/06/1916 LUCAS - INOCENCIA
FUENTE, DE LA
SEGOVIA, DE
HELIODORA ESPERANZA BLAZQUEZ MARCELINA ESPER
RETAMAL BLAZQUEZ
07/11/1916
CIRILO - BIENVENIDA DEMETRIO - LUCIA ANTONIO - MARCELINA CARLOS - EUSTAQUIA FELIX - MANUELA SEVERIANO - LEOCADIA JUAN - MARIA
03/07/1916 TOMAS - ANTONIA 14/07/1916 ALFONSO - ANGELA
30/08/1968
15/11/1918 09/02/1916 14/10/1918
21/06/1916 08/02/1917 04/08/1916
ALEJANDRO - ENCARNACION
MIGUEL - CONSUELO
FALL
26/05/1945 31/07/1952
09/05/2001 05/07/1997
27/12/1939
29/11/1939
02/01/1992
15/12/1943
29/09/1975 17/03/1917 16/08/1918
11/07/1946
27/05/1970 21/07/1918
GONZALEZ BLAZQUEZ MATEOS DELGADO
27/07/1916 JUSTO - DEMETRIA 05/08/1916 ANDRES - TOMASA
08/11/1944
23/06/1968
14
JULIAN EDMIGIO EMIGDIO JULIO PAULA
RETAMAL
JARA
19/08/1916 PASCUAL - MARTINA
23/11/1939
25/08/1992
14
AGAPITO
TIEMBLO
FRAILE
18/08/1916 JOSE - EUGENIA
14
LUIS
BLAZQUEZ BLAZQUEZ
25/08/1916 SEGUNDO - EMILIA
27/03/1941
14
FELIX
GONZALEZ TIEMBLO
30/08/1916 JESUS - CANDIDA
29/01/1944
14
VALERIANO
GARRO
15/09/1916 JUSTO - LEANDRA
14
14 14
VALERIANA EUFEMIO -
GARCIA
BLAZQUEZ GRANDE NOGAL JARA
15/09/1916 BONIFACIO - LEONCIA 16/09/1916 FEDERICO - MARIA
FRAILE JARA GARCIA GONZALEZ GONZALEZ GONZALEZ
18/09/1916 ANICETO - NATIVIDAD 25/09/1916 ILDEFONSO - BENIGNA 13/10/1916 RUFINO - MARIA
LUCAS JUSTO
JARA RETAMAL
DELGADO GRANDE
EULALIA DAMASA
FRAILE TOMAS
JOSE JUANA
TEJERO TEJERO
31/05/1917
21/12/2002 24/10/1988
25/04/1945 13/11/1986
EUFEMIO CIPRIANO 14 14 14
SOFIA SOFIA DANIELA -
13/07/1917 04/10/1941
29/10/1970
01/06/1942
07/11/1996
18/10/1916 EMILIO - IRENE 02/11/1916 ANTONIO NIC - SATURNINA
15/11/1940
23/03/1995
BLAZQUEZ GONZALEZ
10/12/1916 BUENAVENTURA - FELISA 11/12/1916 JUSTO - JULIANA
08/01/1944
MUÑOZ MUÑOZ
14/12/1916 JESUS - JUANA 14/12/1916 JESUS - JUANA
DANIELA DOMINICA 14 14 14 14 14 14
23/11/1940
11/12/1916
(En cursiva, los fallecidos en su niñez y que consta su fecha de nacimiento) FALL
NOMBRE
03/01/1916
NICOLASA
07/01/1916
APELLIDO1 GARRO
APELLIDO2
PADRES
NAC
MAT
L
BLAZQUEZ
FRANCISCO - TERESA
01/01/1859 20/02/1882 11
TOMAS DAVID GARCIA
RETAMAL
BLAS - PASCUALA
29/12/1915
10/01/1916
VICTOR
PEREZ
DELGADO
MIGUEL - FRANCISCA
01/01/1842 10/02/1866 11
08/02/1916
ANICETO
BLAZQUEZ
JARA
FRANCISCO - MANUELA
01/01/1841
11
09/02/1916
JUANA
JARA
DELGADO
IRENEO - FEDERICA
08/02/1916
11
17/02/1916
JUANA
BLAZQUEZ
BLAZQUEZ
JUAN - ANA
01/01/1836 17/04/1861 11
26/02/1916
AGUSTINA
GONZALEZ
GARCIA
CASIANO - ISABEL
05/05/1884 10/07/1907 11
05/03/1916
FRUCTUOSA
JARA
GARRO
NATALIO - ANTONIA
25/10/1901
11
05/03/1916
ANTONIO
BLAZQUEZ
BLAZQUEZ
ELIAS - ISABEL
17/01/1914
11
17/03/1916
BALDOMERO FRAILE
BLAZQUEZ
PEDRO - FRANCISCA
01/01/1827
11
10/05/1916
CATALINO
MATEOS
ANTONIO - SANTA
01/01/1865 01/12/1888 11
24/05/1916
EDUVIGIS DO- GARRO MINGO
JARA
JULIAN - MARIA
17/10/1875 12/11/1902 11
29/05/1916
PETRA
BLAZQUEZ
GRANDE
CIRIACO - SABINA
21/06/1916
MARCELO
SERRANO
GALAN
MIGUEL - NICOLASA
01/01/1832 19/11/1855 11
21/06/1916
FLORENCIO
GARRO
JIMENEZ
E.DOMINGO - IRENE
23/02/1916
24/06/1916
SIMONA
GARCIA
GARCIA
CASIMIRO - PETRA
28/09/1880 10/09/1904 11
25/06/1916
FRANCISCO
serrano
GARCIA
PD - CECILIA
16/06/1912
11
11/07/1916
CONSTANCIA - GARRO Fausta C. "CONSUELO"
JARA
NICASIO - ANICETA
30/11/1914
11
04/08/1916
ARCADIO JOSE JARA
JARA
ALEJANDRO - ENCARNACION
04/03/1916
11
22/08/1916
FRANCISCA
DELGADO
GALAN
CIPRIANO - FRANCISCA
01/01/1846 21/04/1879 11
09/09/1916
PEDRO
DELGADO
TOMAS
JUAN - MARIA
07/06/1915
03/10/1916
CASILDO
GONZALEZ
VAQUERO
MIGUEL - ROSA
01/01/1849 04/10/1880 11
11/10/1916
JULIA ROSA - SERRANO JUSTINA FELISA ROSA
JARA
JUAN - MARIA
26/09/1915
11
19/10/1916
RUFINA
SERRANO
RETAMAL
MARCELO - EUSEBIA
16/11/1915
11
20/10/1916
DEMETRIA
BLAZQUEZ
TOMAS
CECILIO - FRANCISCA
22/12/1884 08/10/1902 11
31/10/1916
PASCUAL
Jara
GARCIA
LORENZO - LUISA
14/05/1896
11
07/11/1916
EDUARDO
GARRO
DELGADO
LUCAS - EULOGIA
05/01/1916
11
06/12/1916
JOSEFA
GONZALEZ
RODRIGUEZ MANUEL - EUSEBIA
01/01/1859
11
07/12/1916
PABLO
NOGAL
FERNANDEZ JUAN - GABRIELA
01/01/1849 18/07/1880 11
11/12/1916
DAMASA
TOMAS
GONZALEZ
JUSTO - JULIANA
11/12/1916
11
14/12/1916
DOMINGA
GARCIA
GARRO
LUIS - RAMONA
01/01/1836
11
15/12/1916
JUANA
MUÑOZ
GOMEZ
LORENZO - ESTEFANA
01/01/1887
11
20/12/1916
IGNACIA
FRAILE
FRAILE
EUSEBIO - JUANA
20/04/1877 19/01/1901 11
21/12/1916
SERAPIO
PEREZ
GONZALEZ
ROQUE - MARIA
03/09/1913
BLAZQUEZ
11
11 11
11
11