NUMERO 26
25 diciembre 2019
Arrastrando pinos - Fotografía: Rubén García Blázquez
Revista de cultura, arte, historia y tradición
de los pueblos del Bajo Tietar en Avila
Guisando - Arenas de San Pedro - Candeleda - El Hornillo - El Arenal - Poyales del Hoyo -Mombeltran - Cuevas del Valle - San Esteban del Valle - Santa Cruz del Valle - Villarejo del Valle Revista no dependiente ni adscrita a ninguna organización ni entidad privada o pública Revista de divulgación cultural y sin ánimo de lucro. Libre de publicidad o patrocinio. Director y Editor: Miguel Camacho Camacho Redacción: Miguel Camacho Camacho, Jesús Jara García, Julio Fernando Palacios García. Colaboradores: está abierta a todo tipo de colaboración y se tendrán en cuenta todos los artículos y aportaciones que se realicen dentro del ámbito de la temática de la revista. DEPOSITO LEGAL:
El día 5 de Octubre de 2019 se celebró en Madrigal de la Vera el I ENCUENTRO DE LOS JARA DE GREDOS. En el mismo nos juntamos 209 personas con el denominador común de ser descendientes de Sebastián Sanchez de la Jara que nació en Guisando aprox 1580. Nos reunimos de numerosas poblaciones situadas en la cuenca del Rió Tietar al Sur de Gredos, éramos de Guisando, El Hornillo, Arenas de San Pedro, Poyales del Hoyo, Candeleda, El Raso, Madrigal de la Vera, Villanueva de la Vera, Parrillas, Navalcan, Oropesa y Castañar de Ibor que con 89 personas fue el pueblo mejor representado. Durante el Encuentro expuse 14 grandes árboles genealógicos, uno de ellos como tronco común que iba de 1580 a 1900 y luego otros 13 con los arboles de los Jara con mayor representación en las últimas 7 generaciones. En total la genealogía de los JARA de Gredos con 16 generaciones. El Encuentro era muy esperado por muchísimos de los Jara de diferentes pueblos y no defraudó pues fue una extraordinaria experiencia de hermanamiento entre muchas familias de diferentes pueblos y donde nos conocimos por primera vez muchísimas personas que nos unen numerosos lazos de familia, con numerosos antepasados comunes, y en muchos casos familiares de 3º, 4º y 5º grado que no se conocían. Nos congratulamos del éxito del Encuentro y esperamos que se produzcan más. Miguel Camacho Camacho
ESTRAGOS DEL TEMPORAL
Queremos dejar constancia de las fuertes lluvias que la tormenta Elsa está dejando en nuestros pueblos de Gredos, donde se están viendo crecidas de arroyos y ríos que hacia mas de 30 años que no se conocía. A colación de esta noticia dejamos constancia de las fuertes tormentas que ocurrieron en diciembre y enero del año 36 que provocaron muertes y grandes perdidas en nuestros pueblos. AÑO XVII I Jueves 2 de Enero de 1936
La Libertad MADRID - Diario republicano independiente Varias casas derrumbadas en un pueblo.- Daños en el pantano de Cíjara Almadén, 1. — Reina un fuerte temporal. En el pueblo de Herrera del Duque se ha derrumbado una manzana de casas situada en el barrio llamado de Rubilla, y otras varias han quedado con grandes desperfectos. En varios pueblos están cortadas las comunicaciones telefónicas y telegráficas. El pantano de Cijara ha sufrido considerables destrozos. Avila, 1.—En Ramacastañas ha aparecido otro cadáver, desnudo, de una mujer, al que le falta el pie izquierdo. Se supone que sea uno de los desaparecidos en San Esteban del Valle. Son extraídos los cadáveres de la familia que ocupaba el automóvil que cayó al Tiétar Oropesa, 1-- Por la tarde fueron extraídos los cadáveres de los ocupantes del automóvil que hace unos días cayó al río Tiétar. Los trabajos se han realizado bajo la dirección del ingeniero jefe de Obras públicas de la provincia de Cáceres. El primer cadáver que se vio fué el de María Serrano Castañar, esposa del alcalde; a continuación se encontró el de éste, Máximo Simón Morcuende, y luego el del chofer, José Muñoz Sánchez. Este contaba treinta y cinco años, y deja tres hijos. Por último fue hallado el cadáver del hijo del alcalde. Todos los cadáveres, a excepción del del chofer, presentan mutilaciones. Han sido trasladados al pueblo de Madrigal de la Vera, donde se les practicará la autopsia. Hoy estuvo en el lugar del suceso el ingeniero de Caminos don Manuel Cañizo, enviado por el ministerio de Obras públicas, acompañado por el comisionado de los pueblos Francisco García Prieto. Inmediatamente ha comenzado el ingeniero sus estudios para ver la forma en que se pueden realizar los trabajos que permitan restablecer cuanto antes el tráfico entre Oropesa y los pueblos con la Vera.
AJP-GUISANDO — COMIDA DE NAVIDAD 2019 La Asociación de Jubilados y Pensionistas de Guisando, un año más, convocó a sus asociados a la Comida de Navidad, que celebraron en los salones Carrington, de Arenas de San Pedro. El programa de la comida era suficientemente atractivo, como para llamar la atención de los componentes de esta floreciente asociación: Recogida en autobús de los asociados de Guisando y su traslado al restaurante Comida - Sesión de Bingo Social - Baile – Regreso en autobús a Guisando
El programa resultó, como no podía ser de otra manera, del agrado de una parte importante de asociados, por lo que se reunieron hasta 176 comensales, que disfrutaron de un suculento menú, muy bien servido por el servicio del restaurante. La Asociación de Jubilados quiso aprovechar el evento para festejar el haber conseguido entregar el carné número 500. La poseedora de este carné fue Dña. Pilar Jiménez Esteban, a la cual la Tesorera de la Asociación, Dña. Otilia González Carrera, la entregó un precioso ramo de flores y ella misma, junto al Presidente, D. Félix González Serrano, la obsequiaron con una bonita placa de cerámica alusiva a la circunstancia.
La Junta Directiva contó, como invitados de honor, a los colaboradores en las distintas actividades que desarrolla a lo largo del curso: gimnasia, alfabetización, belén popular, etc. La Asociación de Jubilados, que se inició con nueva Junta Directiva y poco más de 25 socios de pago, allá por el año 2009, ha conseguido alcanzar tan elevado número de participantes, gracias a su extenso programa de actividades, al trabajo de sus componentes y también a la incorporación de muchos socios de Arenas de San Pedro, Pedro Bernardo y Candeleda. También cuenta con socios que viven en Australia, Sao Paulo, París, Cataluña y varios lugares más, precisamente atraídos por tan atractivo programa. Como colofón y para aliviar los efectos de la comida, los mayores dedicaron una hora larga en practicar los pasodobles, rumbas, etc., que les ofrecieron desde el animador.
Feliz Navidad y Año 2020
El 29 de Septiembre, día de San Miguel hizo de pregonero de las fiestas, el artista Heliodoro Pedregal, conocido artísticamente como Helio Pedregal (Oviedo, 21 de septiembre de 1949). Hizo un repaso por sus muchos años de estancia estival en Guisando y demostró conocer a las gentes y costumbres del pueblo. El 6 de Octubre y tras celebrar el I ENCUENTRO DE LOS JARA DE GREDOS el día 5 de octubre en Madrigal de la Vera, un numeroso grupo de la Familia JARA de Castañar de Ibor hicieron una visita a Guisando. Son descendientes de Juan Jara “el Grande” de los LARGOS y tienen a orgullo el ser “JARAS” y descender de “GUISANDO”. Durante la visita Raquel, Inmaculada, Chuito y yo tuvimos el honor y el placer de hacer de guias y cicerones enseñándoles y explicándoles numerosos rincones del pueblo.
El 2 de noviembre se celebró en Guisando la vuelta ciclista de la MTTB del Bajo Tietar. La cantidad de participantes, los tiempos marcados a pesar del mal tiempo reinante y la extraordinaria preparación y organización del Evento, hace que se consolide como una prueba MTTB a tener en cuenta para las próximas ediciones. Debemos remarcar la participación de muchos jóvenes. El 20 de octubre se entregaron en Guisando los siguientes Premios GREDOS: Emilio de Justo, torero Paco Buyo, ex portero del Real Madrid Jesús Manuel Sánchez Cabrera, alcalde de Ávila Tomás Sánchez, fisioterapeuta en Avila Benjamín y Raúl Serrano, patatas fritas Maria Retamal El día 1 de noviembre en el Círculo Candeledano se hizo la presentación del libro “LOS AMANTES DE CANDELEDA” escrito por Teofilo Blazquez de la Cruz “LIN”. Es el relato verídico de una tragedia acaecida en Candeleda en 1910 en el que un candeledano se suicida con un cartucho de dinamita y asesina a la joven de la que estaba enamorado porque se iba a casar con otro. La joven era guisandera desplazada a Candeleda durante la Diáspora de los cabreros.
El 12 de octubre y como es tradicional en la familia JARA de Castañar de Ibor (Cáceres) se celebró un encuentro familiar en la finca de LOS LOMILLOS de propiedad familiar. Fuimos invitados a la misma, como otros JARAs de Guisando y Villanueva de la Vera. Nos sentimos muy bien acogidos y disfrutamos del encuentro.
El Manco del Poyuelo Un día en la Casa de Campo. 30 Abril 1937 Con deseos de poder admirar las ventajas obtenidas por nuestros bravos luchadores en los últimos combates, nos hemos dirigido hacia la Casa de Campo. Hemos pasado previamente por el puesto de mando de la Brigada 75, para obtener el correspondiente permiso, y ya con él nos dirigimos a visitar las avanzadillas. En una de las trincheras, cara al enemigo, nos llama la atención un muchacho que hace guardia junto a una tronera. No es su aspecto decidido, ni su cara curtida, ni su traje, igual al de los compañeros, lo que nos atrae. Es que no tiene mano derecha. Y cuando hay quien intente emboscarse en la retaguardia y finge ardides para lograrlo, creemos que el gesto de este muchacho, manco en las trincheras, merece destacarse. Hemos charlado con él. Se llama Valeriano Rodríguez Sánchez (1910-) casado y con dos hijos, Julia y Flores y es de Poyales del Hoyo, en la provincia de Avila. Trabajador en las obras Pantano del Alberche, perdió allí su mano derecha, conociendo de muy antiguo los efectos de la dinamita. Al estallar la guerra, no quiso continuar en su casa y se vino con muchos compañeros a luchar en el glorioso batallón de los Campesinos del Tiétar. Con ellos y desde agosto, ha tomado parte en cuantos hechos de armas, afortunados y aciagos, le cupo en suerte. Escapó milagrosamente en Sotillo de La Adrada, donde estuvo cercado con cuatro compañeros más; se encontró en Chapinería, Colmenar del Arroyo, Valdemorillo y Pozuelo, formando por último el valladar que cortó a los facciosos su paso en el Puente de los Franceses, cuando aquéllos ya se relamían pensando tener en sus manos la imposible presa de Madrid. Desde allí ha pasado a la Casa de Campo, donde es hoy uno de nuestros más aguerridos soldados, excelente dinamitero y entusiasta luchador. No da él ningún mérito a estar luchando sin una mano. —¿Ves este gancho? nos dice— Pues en él engancho la anilla de las bombas, y ya pueden temblar los fascistas. Cuando no, lo hago con los dientes. ¿Y las bombas de mecha? Pongo aquí—y señala el codo de su brazo inútil—la yesca encendida y me arreglo divinamente. ¡Que nos vuelvan a mandar que avancemos! Y esta frase es, en toda su conversación, un estribillo. Nos dice Valeriano Rodríguez "el manco del Poyuelo", como le llaman sus compañeros, el ansia enorme de luchar para aplastar el fascismo que le domina, y sus ojos se llenan de animación al explicarnos que allí, en las trincheras, ha aprendido a leer. ¡Precisamente ahora, antes de entrar de guardia, he podido ya leer el periódico! Y esto es mucho más interesante para él, que lo hayan nombrado cabo de un pelotón de dinamiteros y que su gesto admirable de venir a luchar cuando se le consideraba inútil. Charlando con él se nos ha hecho tarde para la vuelta. Nos despedimos, volviendo a Madrid con el recuerdo obsesionante del manco que lucha, mientras muchos hombres útiles para hacerlo procuran esquivar la obligación.
Reportaje publicado en la prensa de Madrid en 1937.
Imágenes de la Guerra Civil en la Casa de Campo extraidas de internet.
LOS RESINEROS Dedicada a mi abuelo Victor Autorra: Inmaculada Garro García
Los resineros por las mañanas, el primer pote en coger es por su dama. Es por su dama flor de romero, y a mí me gustan y olé los resineros.
Los resineros por las mañanas, el primer pote en coger es por su dama. Es por su dama flor de romero, y a mí me gustan y olé los resineros.
Por las mañanas temprano y al llegar la primavera, mi abuelo se levantaba porque el pinar le esperaba, para recoger la savia que los pinos derramaban.
Yo soy de gran fortaleza y voy con mis compañeros, Yo soy piquero mayor y el remasador detrás, sólo me falta el mulero que viene para cargar.
Los resineros por las mañanas, el primer pote en coger es por su dama. Es por su dama flor de romero, y a mí me gustan y olé los resineros.
Los resineros por las mañanas, el primer pote en coger es por su dama. Es por su dama flor de romero, y a mí me gustan y olé los resineros.
Tres niñitas como soles en casa ellas le esperaban, para ver lo que traía y poder saciar sus panzas. Tronquillos para hacer fuego y harina para las gachas. Los resineros por las mañanas, el primer pote en coger es por su dama. Es por su dama flor de romero, y a mí me gustan y olé los resineros. ¿Padre como le fue el día? humildes le preguntaban, y él que no hablaba mucho no sabía contestarlas. Vengo lleno de resina y con el alma cansada.
RESINEROS Y MADEREROS El pueblo de Guisando, junto con el de El Hornillo, nacieron y han permanecido durante siglos como pueblos que económicamente han dependido del castaño y del ganado cabrío. De hecho el pueblo de Guisando se formó por la unión de varias Majadas de cabreros alrededor del arroyo Cobacho. Era tal la experiencia de los guisanderos como cabreros que su fama era conocida por todo el país, siendo buscados para realizar el paso de los rebaños por Madrid durante la transhumancia. Familias como los GARRO, JARA, BLAZQUEZ, BARRERO, CORRAL, ARROYO han coexistido entre Guisando y El Hornillo durante siglos y en el siglo XIX con la diáspora de los cabreros hacia el Oeste debido a la reforestación de pinos en los montes de Guisando y El Hornillo llevaros esos apellidos y sus rebaños de cabras a pueblos como El Raso, Candeleda, Madrigal de la Vera, Villanueva de la Vera, Jerte, Parrillas, Hontanres, Oropesa, Castañar de Ibor y otras localidades. Una epidemia en los castaños y la posterior reforestación de pinos en estos montes hizo que los que quedaron en Guisando y El Hornillo comenzaron a trabajar en el pinar como arrastradores, resineros, muleros, piqueros, remasadores etc. Estos trabajos han sido la base económica del pueblo durante los últimos 150 años. 1300 - 1920 Base económica — Ganado cabrío 1850 - 1980 Base económica — Trabajos del pinar 1880 - 2018 Fuente económica — Trabajos relacionados con el Turismo. Ya se ha dedicado un número extraordinario de Las Majadillas sobre los Cabreros de Guisando y otro sobre El Turismo. A continuación ponemos un trabajo de D. Jesús Jara García “Chuito” sobre los Resineros que sin duda será una buena base para otro número extraordinario sobre los trabajos en los pinares de Guisando.
Arrastradores de pinos - Fotografía Rubén García Blázquez
LOS RESINEROS El aprovechamiento de resinas en nuestros pinares se inició hacia 1845, si bien no es hasta 1892 cuando se le da la importancia que el producto requería y se condiciona el tratamiento de los pinos a ese producto, normalmente aplicando las experiencias derivadas de Las Landas francesas (Cid. 1945). Colofonia y aguarrás fueron dos palabras muy comunes en decenas de pueblos españoles hasta los años sesenta, cuando España y Portugal mandaban en la península y fuera de ella, en la producción de resina que se utilizaba para fabricar barnices, pinturas, la tinta de los periódicos, proteger el casco de los barcos navieros e, incluso, como anécdota, las botas de vino. Cera depilatoria, chicles, las cuerdas de los violines o la capa brillante que envuelve a las naranjas son algunos de los productos que proceden de la resina y que se usan actualmente. El pino pinaster o negral es la especie española del género que mejor se adapta al aprovechamiento resinero, aunque también se han resinado otras variedades. Los ejemplares elegidos para la resinación debían tener un diámetro mínimo de 34 centímetros. Un pino podía resinarse 25 años seguidos, con el método inicial, a razón de una entalladura por año, cinco entalladuras por cara y cinco caras alrededor del tronco. Al final de los 25 años el pino perdía valor como aprovechamiento maderero, por la dureza de la masa maderable y por la pérdida de la misma por las virutas sacadas para obtener la resina. Los resineros estaban formados por equipos de personas, perfectos conocedores del monte, de sus caminos, fuentes, vallejos, etc., que no solo recogían la resina de los pinos. Eran, sobre todo, vigilantes del monte; abrían caminos nuevos a su través y si había un incendio, eran los primeros que aparecían en el monte, para su control y extinción. Les iba en ello su vida, porque sin monte no había resina y sin resina no había ingresos. Además, su perfecto conocimiento del monte, les permitía preveer los movimientos del viento, algo básico para conocer la evolución de un incendio y por tanto, organizar la estrategia para contenerle y sofocarle. Con la desaparición de la resina, como producto industrial, desaparecieron de nuestros montes los resineros y todo lo que ello significaba. Para familiarizarnos y comprender mejor el oficio de Resinero, vamos a presentar los vocablos y nombres más comunes en esta gran profesión, hoy en decadencia y en peligro de extinción: Cuartel: Zona de monte pinar trabajada por un solo resinero o piquero. Miera: Resina. Cara: Superficie del pino, de 250 a 300 cm de alto por unos 12 cm de ancho a la que se le quita la corteza y parte de la madera, a razón de 50/60 cm por año, para llegar a los vasos de canalización de la sabia y conseguir que la misma fluya a la superficie. Roña: Corteza exterior del pino. Desroñe: Operación que se realizaba sobre la cara del tronco del pino para quitar la corteza exterior para posteriormente marcar y abrir la cara. Entalladura: Corte que se hace en la superficie del tronco del pino, de 50/60 cm de alto por 12 cm de ancho, hasta dejar al descubierto los canales de circulación de la sabia del árbol y conseguir que la misma fluya al exterior y pueda ser recogida.
Media Luna: Util de trabajo que servía para producir una hendidura en la cara abierta en el pino, en forma de “V” o arco, donde se encastraba la grapa u hojalata.
Grapa: Trozo de zinc o hierro galvanizado, de forma rectangular o de “V” que se utilizaba para canalizar la resina que salía de la cara abierta en el pino, hacia el testarro o pote. Hojalata: Grapa Testarro: Recipiente de cerámica o plástico que servía para recoger la resina que caía por la entalladura abierta. También se le denominaba “Pote”. Pote: Testarro Barrasco: Restos de resina seca y adherida a la entalladura, que el resinero recogía en la última remasa de la campaña, con la raedera. Piquero: Persona que se ocupaba de abrir la entalladura en el pino y colocar el pote o testarro para recoger la resina. Mazo: Martillo de madera de roble o encina que servía para golpear la media luna y producir una incisión sobre la madera del pino, donde se clavaría la grapa u hojalata. Clavo: Punta acerada que se clavaba sobre la madera del pino y que servía para sujetar el testarro o pote. Azuela: Herramienta que servía para arrancar las virutas de madera del pino y practicar la cara. Escoda: Es la herramienta utilizada para las picas. En un extremo dispone de una boca de hacha para desroñar, en el otro un alma con dos aletas, situadas perpendicularmente al alma. Existen de derecha y de izquierda. Trazador: Herramienta que sirve para marcar las guías sobre la corteza desroñada para dar la pica. Raedera: Herramienta utilizada para recoger el barrasco existente en la entalladura, al final de la temporada anual. Remasador: Persona ocupada en vaciar la resina de los potes o testarros sobre la lata. Lata: Recipiente metálico donde el Remasador deposita la resina del pote o testarro, para su posterior vaciado sobre los cántaros, posee un asa para facilitar su traslado. Cántaro: Recipiente metálico en forma de ánfora, donde el Remasador deposita la resina procedente de las latas para que los muleros los transporten al muello. Mulero: Persona que recogía los cántaros llenos de resina, en el monte y los trasladaba, a lomos de su caballería, hasta el muelle. También trasladaba al pinar los testarros y demás accesorios, al inicio de la campaña, para que el piquero empezara su trabajo. Alisador: Herramienta utilizada para igualar la corteza de la zona de pica cuando se procede al desroñado. Cubas: Barriles con capacidad de más de 200 kilos en donde se recoge la miera para su posterior transporte a la fábrica. Hacha: Herramienta de corte utilizada para desroñar. Engarillas: Especie de aguaderas de madera o metálicas destinadas al transporte de leña o piedras a lomos de una caballería. Paleta o espátula: Utensilio para raspar las paredes interiores del pote para recoger toda la resina adherida y echarla en la lata. Parihuelas: Armazón formado por dos barras horizontales de madera sobre las que se fija una plataforma del mismo material y que sirve para transportar piedras u otro material por medio de dos personas. Viruta: Lámina de madera de pino que se arranca con la azuela para que la resina fluya por la entalladura y que por la cantidad que lleva impregnada de este producto, era un excelente iniciador del fuego, por lo que solían ser recopiladas para avivar la lumbre de las chimeneas.
La mayor producción de resina en España se produjo en 1961, con unas 40.000 Tm., correspondientes a unas 270.000 Ha., de monte resinado. A partir de ese momento, la competencia internacional, con costes de explotación más bajos y la escasez de mano de obra hacen que el volumen de producción descienda. A lo largo de estos casi dos siglos de extracción de la resina con fines industriales, se han utilizado varios sistemas de extracción de la sabia del pino.
El primero, llamado Hugues o de caras cóncavas, consistía en quitar la corteza o “roña” del pino y cuando la madera quedaba al descubierto, se extraía parte de la misma, en forma de virutas de entre 15 y 20 cm de largo y unos 5 cm de ancho. A continuación se colocaba una grapa u hojalata para canalizar la resina hasta el testarro o pote, que se sujetaba entre la grapa y un largo clavo que se hincaba en la madera del pino y sobre el que apoyaba el testarro.
Desroñe
Apertura de la cara
El método fue ideado en Francia por Pierre Hugues, un fabricante de productos resinosos de Tarnos, cerca de Bayona, que lo patentó en 1948. El segundo método es el de “Pica de Corteza o Roña, estimulada con ácido”. Para la ejecución de este segundo método, la azuela tradicional se substituye por otra nueva, en la que, como se ve en la foto de la izquierda, es importante mantener muy bien afiladas el ala lateral, porque será la utilizada para realizar la pica. La pica empieza siendo practicamente horizontal y se inicia de derecha a izquierda, aunque a la quinta se inclina ligeramente hacia la izquierda.
Una vez realizada la pica y en un principio, se aplicaba ácido sulfúrico disuelto en agua, en pulverización, sobre la pica, con el objeto de estimular la salida de la resina. El ácido sulfúrico disuelvía la celulosa que taponaba los canales resiníferos y permitía la salida de la resina. El endurecimiento de la resina sobre la entalladura, por efecto del aire y el sol, taponaba la salida de la resina y era necesario repetir la operación a los pocos días. En el tercer método el ácido sulfúrico disuelto en agua, por los inconvenientes que presentaba y entre los cuales figuraba el del “lavado” del ácido por la lluvia, algo normal en primavera, fue sustituido por una pasta formada por lignosulfonatos, que se conoció como “pasta negra”, pero los problemas de descomposición que presentaba llevó a su sustitución por la “pasta zeta”, que estaba formada por ácido sulfúrico y escayola. Este método multiplicaba el rendimiento de la producción de resina y básicamente es el que se sigue utilizando.
Existe un cuarto método, denominado de “arriba abajo” con pasta, pero creemos que no se ha llegado a incorporar en nuestros pinares. En todo caso, presentamos una foto del mismo, tomada de internet. Para la ejecución de todos los métodos, de aplicación en nuestros montes, se requería una considerable cantidad de operarios: Reparadores de los caminos Piqueros Remasadores Muleros Encargado del Muelle Reparadores de caminos: Cuadrilla formada por 8 o 10 trabajadores, cuya función, dirigida por un guarda forestal, era el de ocuparse de arreglar los desperfectos ocasionados por las lluvias o las nevadas, durante el invierno, en los caminos o el de trazar otros nuevos, para poder sacar la resina de los diversos cuarteles. Las herramientas utilizadas por estos trabajadores eran picos, palas, azadas, parihuelas, etc. También se utilizaban las mulas de carga, equipadas con engarillas, que transportaban las piedras necesarias para reconstruir las paredes de los caminos que se deterioraban.
Piqueros: Los Piqueros desroñaban una parte del tronco del pino, mediante el hacha. A continuación, ayudándose del trazador, marcaban la caja, que no debía superar a los 50 o 60 cm de largo, cada anualidad, por unos 12 de ancho. Posteriormente y utilizando la azuela, habrían la entalladura, arrancando las virutas de madera. Después se clavaba la “media luna”, golpeándola con un mazo de madera de encina o roble, porque la madera de estas dos especies arbóreas era muy dura y no se rajaba, para marcar la hendidura en forma de arco o “V”, donde se clavaba la “grapa” u hoja de lata en forma de arco o “V”, que tenía la función de recoger la resina o miera de la cara abierta y canalizarla hacia el testarro o pote.
Desroñe
Extracción de virutas para dar forma a la cara
Por otra parte, el piquero colocaba un clavo debajo de la cara abierta, de forma que el testarro o pote quedara sujeto entre el mismo y la grapa u hoja de lata. Una vez fijado el clavo, colocaba el testarro o pote para recoger la resina que fluirá por la cara del pino que se abrió. El sistema de pica, además de requerir una mano de obra especializada y de gran fortaleza física, por su dureza, tenía el inconveniente de que la resina, al fluir sobre la pica, se endurecía rápidamente en contacto con el sol y el aire y obligaba al piquero a repasar la cara y alargarla ligeramente para que la resina volviera a fluir.
Las herramientas utilizadas por los piqueros son:
Hacha
Azuela
Media Luna y Maza de Madera
Testarro o pote cerámico
y
Espátula o Paleta Raedera
En un mismo cuartel, que podía cubrir entre 6.000 y 8.000 pinos y con el mismo piquero, el rendimiento de cada pino solía ser diferente, aunque no exista una explicación razonable. Las diferencias podían ser de hasta un 200 %. Cuando la resinación del monte de Guisando, número 10 del Patrimonio, estaba a pleno rendimiento, en el mismo trabajaba una cuadrilla de 10 o 12 piqueros. El trabajo se iniciaba en el mes de Marzo y no se acababa hasta finales de Octubre, periodo en el que el calor ambiente facilitaba la fluencia de la resina y por tanto el rendimiento obtenido era óptimo. Resinero o Piquero
Cuartel
Pedro Carvajal Blázquez
El Joyuelo
Marceliano Carvajal Jara
El mismo, en años diferentes
Juan González Blázquez
Umbría del Castaño
Santos Fraile Serrano
Cabeza del Covacho – La Cuba
Ricardo García Fraile
Guijo al Collado del Yelmo
Antonio Retamal Nogal
Nogal del Barranco – La Bardera
Daniel Blázquez Fraile
El mismo, en años diferentes
Licerio García Tiemblo
La Bardera – Zona de El Camping
Ceferino Martín Serrano
El mismo, en años diferentes
Benjamín Serrano Jiménez
Guisandillo
Adrián Nogal García
Peñita Redonda
Benigno Nogal Blazquez
El mismo, en años diferentes
Mariano Blázquez Martín
Pino Bartolo – Lo Curro
Proceso Carvajal Blázquez
La Lancha – Linde del T. M. El Hornillo
Domingo García Blázquez
El Guijo
Antonio Retamal Garro
El Joyuelo
Alguno de estos cuarteles fue resinado por dos piqueros o resineros distintos, pero en años diferentes. Estamos seguros que hubo otros más, pero sirvan los relacionados para el fin que nos hemos tratados: reconocer el oficio.
Por razones que desconocemos no se resinaban más pinos del término municipal, aunque pudiera ser que algún cuartel hubiera quedado olvidado. Otros guisanderos ejercían esta dura profesión, aunque no en el pinar del monte público número 10. Los hermanos Juan y Cecilio Jara Garro y el hijo de este último, Julián Jara García, extraían la resina de los pinos de Las Costeras, del término municipal de Arenas de San Pedro y no serán los únicos. No es que queramos ignorar a los resineros anteriores, que los hubo, ni tampoco a algún otro que también ejerciera este noble trabajo, pero desconocemos sus nombres y la ubicación de sus cuarteles, por lo que los denominaremos como “los resineros desconocidos”, pero si están englobados en el homenaje que pretende ser este trabajo. Tampoco intentamos olvidarnos de los últimos resineros de Guisando, alguno de los cuales sigue, actualmente, peleando con los pinos: Paulino Jara García Luis Retamal Blázquez Paulino tiró la azuela hace unos años, por razones de salud y Luis sigue en la brecha como único ejemplar de abnegado resinero, aunque, como todos los trabajos, las circunstancias han cambiado. Ahora no hay arregladores de caminos, remasadores, muleros ni encargado del muelle. Actualmente el piquero se ha de ocupar de proporcionar a la industria el producto terminado en el punto de descarga de los camiones, en la fábrica, pero al menos parte del pinar no está solo. Algo más ha cambiado, quizás lo más importante, que son las condiciones económicas. Antes, la industria resinera proporcionaba, gratuitamente, los utensilios para la producción de la resina: potes, hojalatas, clavos, pasta, etc., ahora todo eso lo ha de pagar el resinero. Cuestión de la oferta y la demanda. Remasadores: Cuadrilla, formada por 4 o 5 personas, cuya función era la de vaciar la resina de los testarros o potes y depositarla en las latas o cubos de hojalata. Para sacar toda la resina de los testarros, los remasadores utilizaban la espátula o paleta. Esta misma herramienta podía servir para vaciar adecuadamente las latas A su vez, estas latas servían para llenar los cántaros metálicos que los muleros habían depositado en lugares estratégicos del cuartel.
Grupo de cántaros preparados para su recogida
Ejemplar de cántaro de metal
En cada cuartel se podían hacer entre 5 y 6 remasas por temporada y llegar a obtener unos 2.000 kg. de resina. Los remasadores no se limitaban a recoger la resina de un cuartel, sino que la recogían de todos los que estaban en producción. Formando parte de diferentes cuadrillas, recordaremos a los remasadores que han llegado a nuestro conocimiento: Donato García Fraile Teodoro Blázquez González Pedro Jara del Palacio Demetrio Serrano Jiménez Domingo Jara García Pedro Blázquez Fraile Benigno Serrano Tiemblo Narciso Garro Jara
Quintín Blázquez Pérez Román Vaquero Garro Juan de Segovia García Vidal Tiemblo Blázquez Licerio García Tiemblo Isaac Blázquez Jiménez Marcos Blázquez Fraile Antonio Fraile Hernández
Muleros: Equipo formado por 2 o 3 personas, acompañadas de sus correspondientes mulas de carga, que realizaban las siguientes funciones: Al principio de la campaña se ocupaban de distribuir los testarros por el área ocupada por el cuartel de cada piquero, para que este pudiera colocarlos junto a cada pino a resinar.
Distribuir los cántaros vacíos, por los lugares estratégicos del cuartel, para que los remasadores pudieran depositar en ellos la resina almacenada en las latas o cubos. Recoger los cántaros llenos de resina y cargarlos en aguaderas de cuatro departamentos para su traslado al muelle de carga de los carros o camiones. Las cuadrillas de muleros recogían los cántaros llenos de resina de todos los cuarteles del término de Guisando. Entre otros y en diferentes campañas, fueron muleros los siguientes: Pedro Tiemblo Carvajal Daniel Garro Delgado Gregorio Palacios Jara Pablo Nogal Blázquez
Celedonio Fraile García José Tiemblo Tiemblo Benedicto Blázquez Blázquez
Encargado del Muelle: Era un empleado, generalmente designado por la compañía resinera, cuya misión era la de coordinar la recepción de los cántaros llenos de resina que los muleros depositaban en el muelle y el trasvase de dicha resina desde los cántaros a las cubas metálicas en las que se habría de trasladar la resina desde el muelle a la fábrica, utilizando carros de mulas o bueyes, inicialmente y camiones en la última época.
El único encargado del muelle situado en la bajada de la Fuente del Risquillo, fue Isaac Fraile García. En tiempos, la Unión Resinera tenía dos fábricas en Arenas de San Pedro, una de ellas en la zona de El Martinete y otra en la ribera del río Arenal, por donde ahora se ubica el Polideportivo.
En Alcolea del Pinar (Guadalajara), se cantaban unas jotillas populares dedicadas a los resineros del pueblo: Que vienen por allá arriba, ¿quienes serán aquellos hombres, que vienen por allá arriba, si serán los resineros, que vuelven de la resina?. Allá va la despedida, la que echan los resineros, que con la escoda en la mano, van derramando salero. Allá va la despedida, la que echan los resineros, cuando acaba la resina, también se acaba el dinero. Estos cantares sirvan como homenaje a los resineros guisanderos, que trabajaban todos los pinos que se subastaban en nuestro término municipal y los más próximos. De lo relacionado anteriormente observaremos que cada año, al menos, en el monte de Guisando había más de medio centenar de personas que se movían por su interior, justo en primavera, verano y parte del otoño, que eran “vigilantes” de todo lo que ocurría dentro del mismo y que, como además, su trabajo dependía de que el pinar se conservara en perfectas condiciones, eran los primeros, junto con sus parientes y amigos, que salían a combatir cualquier incendio que se produjera. (*) Lástima que esta vigilancia y atención, además de los importantes ingresos económicos se hayan perdido, exclusivamente por razones económicas. Jesús Jara García “Chuito”
Fuentes: Propias e Internet.
Colaboración especial de Elías García, Juan de Segovia y Benjamín Serrano *En la actualidad, la falta de ganado cabrío, el abandono del trabajo en el pinar y las leyes restrictivas para el uso del monte, hace que el pinar sea un auténtico peligro para los pueblos de Gredos. Urge la labor de limpieza y entresaca del pinar, volver a su explotación resinera y maderera o su sustitución por vegetación autóctona mas resistentes al fuego como robles y castaños. De lo contrario, lamentaremos no haber tomado estas medidas a tiempo. Miguel Camacho
Arroyo Cobacho a su paso por Guisando
- fotografĂa: Miguel Camacho