Revista tn lucha libre

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Las batallas Alonso Guzmán

Esa es la verdad. Fui para ver qué show. Tú sabes,

¡Pues a huevo que he ido a la Arena!

la odiaba pero en el fondo… llegué a su cantón. No había nadie. Había un guion, efectivamente, pero no era eso lo que quería. Quería que le prestara la

Con mi jefe. Con mi máscara de Espectro. A huevo que

colección de máscaras de mi padre. Mi padre co-

había estado ahí, en Constituyentes, a ladito de los hela-

leccionó máscaras gran parte de su vida. Las tiene

dos Elite. Las puras vecindades de la ciudad vieja. Si nos

todas acomodadas por años y etiquetadas y todo el

viera el dios Tolo, man, se quedaría con su cabecita ga-

pedo. Es lo único que le interesó hasta que la lucha

cha. Acá le damos en la madre a todo. Ni busques. Verás

se convirtió en un pinche teatro de pésimos actores,

el zaguán enrome y azul de la arena, pero alrededor ni

eso dice él.

madres, nada. Puro pinche edificio del gobierno. Un estacionamiento (a huevo) y un edificio inhabitado y verde, ahí

Desde entonces, con los pedos de la triple A y el

donde la Yadi quería hacer el corto del enano cantautor.

consejo y la llegada de pinches luchadores faroles, mamados pero faroles que no luchan ni un kilo de

Recuerdo la entrada a la Arena llena de garnachas, con

tortillas, mi jefecito dejó de coleccionar esas ma-

ese olor a tierra mojada de la noche confundiéndose con

dres. Pero eso no quiere decir que le valgan verga.

el olor del chorizo y el cilantro. El olor, padrino, frío como

Al contrario, las ama. Incluso dice que son mi heren-

la chingada. Acá todo es frío, el olor, la lluvia, las ban-

cia (menuda herencia).

quetas, las llantas de los autos. Cuando regresé después de años, nunca imaginé que sería para pedir un paro.

“Nel” le dije a la Yadi, pero ya sabes cómo es y pues comenzó a hacer aquello bonito que llaman

Un paro machín. ¿Qué querías que hiciera? ¿Con quién

amor y valió. Le dije que sí, que sí aflojaba las más-

iba? Le dije al Chunde que me hiciera paro, pero no. Se

caras; pero ese no fue el pedo. El purrún fue que

abrió. No lo culpo. A la banda de Santa Ana. Mi banda.

no sé por qué entró su nuevo man. Un tipo increí-

Nada. El Rafita hasta se río de mí y eso que es mi mejor

ble de mamado y grande como un bocho parado.

amigo. Sabía que la Yadi era medio itinerante, pero de

Sí, nos vio y sí, me soltó un mandrake porque la

eso a que se estuviera cotorreando al Black Jack y que

Yadi comenzó a gritar que la estaba violando. Pude

ese man estuviera bien clavado con ella, pues ni en cuen-

reaccionar, por suerte. Brinqué por ahí y por allá y

ta. Mira que enamorar al mejor luchador del valle, pues

salí. Me correteó por todo artículo 123. Yo conocía

está cabrón.

el barrio y pude meterme a un callejoncito que me salvó de una madriza.

La verdad yo hice todo manipulado por la Yadi. Llegué a su casa porque me dijo que quería ayuda

Yo había visto a ese cabrón, lo conocía porque mi

para tallerear un guion. Desde que me había deja-

jefe cotorreaba con los del Halcón Galáctico, el

do por ese trovador enano pues no la había visto.

gym detrás de la Panzacola, donde entrenan todos

Se me hizo extraño, sí, pero pues la morra me gusta.

los luchadores de Toluca.

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Le dije a mi jefe que si recordaba a tal tipo y de

Vi dos espaldotas gruesas, cabronas. Una era del

inmediato me dijo que era el Black Jack. Un wey,

Canek y la otra de su compadre el Black Jack. ¿Te

dijo, que no debería estar en la lucha libre porque

has preguntado que siente un calcetín cuando lo

era un pedote cocainómano y que además tiraba

volteas? Así sentí yo. Sentí que me sacaban por el

piedra. Todo un caso el malandro ese. Temí lo peor.

fundillo el ser… y la nada. Todos los weyes que di-

No me equivoqué.

cen que la lucha es puro cuento están pendejos. Los cabrones me llevaron al ring. El público eran otros

Sé que es una pendejada. Pero, ¿qué querías que

luchadores bien pedos cagándose de risa. Me pu-

hiciera? Se me ocurrió cuando vi la lucha del jueves

sieron una máscara bien sudada que no me dejaba

anunciada en esos cartelotes amarillos que emba-

ver ni madres, ni respirar. El Black Jack me jodió

durnan de engrudo. Hasta arriba estaba Canek. El

bonito. Las cuerdas queman cuando te lanzan con

mismísimo príncipe maya, mi ídolo de la infancia.

huevos. Sentir arriba de ti más de cien kilos de mala

A huevo, pensé. Le voy a pedir un paro al Canek,

vibra pueden quebrar al más rijoso. Pero lo que sí

¿por qué no?

no tiene madre es sentir las manotas de los otros en el pecho, man, arde hasta el nervio pudendo. “Para

Llegué. Me puse unas barbas falsas y unos lentes.

que no se siga pasando de verga, putito” me decía

Me agazapé a unos pasos de la entrada. Sabía que

el Black Jack. No aguante ni dos caídas, es la ver-

los luchadores dejaban su auto sobre Constitución

dad. El Canek era el réferi y me contó espaldas pla-

así que esperé ahí al Canek. Había ensayado lo

nas a los 10 minutos o menos. Todos se reían. Me

que le iba a decir. Cuando llegó me le paré enfren-

desmayé. Soñé que tenía la máscara del Espectro y

te. Iba con su máscara verde. Se la canté derecho,

que le daba en la madre al Black Jack. En sueños,

acá y allá, detalles. Se tomó su tiempo. Me palmeó

padrino, en sueños.

con sus manazas de continente africano. “Vente a verme después de la lucha”, me dijo. Me dio unas

Cuatro costillas rotas. Fisura en el brazo derecho.

entradas y me dejó ahí. Nervioso, sí. Ilusionado,

Traumatismo en el cráneo. Boca floreada. Vértebras

también. Me valió madre que el Black Jack luchara

al borde de un ataque. Deshecho humano, así me

esa noche. Ya tenía el paro del Canek y mis barbas

dejaron. Por eso te digo que sí he ido a la Arena

falsas. A huevo.

Toluca o fui, porque después de mi masacre la cerraron para siempre. No por mí, por otras ondas.

No recordaba lo chido de las luchas de pueblo.

Luego llegaron los cristianos y la hicieron suya. Lue-

Pero lo que me sacó de onda es que los luchadores

go llegó el olvido. Por eso te digo que acá le damos

de la capital siempre se vienen a hacer pendejos.

en la madre a todo. Si no me crees pregúntale a la

Ni luchan. Sólo le hacen a la mamada. Canek fue el

Yadi. Cambió su guion, ahora hará un corto sobre

único que se rifó esa noche. L.A. Park, una mamado-

un pendejo que se coge a la vieja de un luchador y

ta. Gronda se jodió la pierna apenas a la primera

al final lo mata en una gran lucha en el cuadriláte-

caída. Creo que hasta llegan pedos. En fin. Llegué

ro. Al menos eso me ha dicho, afanosa como es en

al vestidor a ver a mi valedor. Ese olor a pomadas

involucrarse con sus personajes.

y sudor me transportó a otro mundo un mundo que ignoro pero que siempre ha estado ahí, latente. Pregunté al enanito de la puerta por el Canek y me dijo que estaba atrás.

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Hacia una función estelar: La juventud de Hidalgo en la lucha libre profesional Arturo Flores

Siempre se ha considerado a Pachuca como una capital

Nuevos personajes que forjan sus leyendas propias

cuya pasión y enajenación deportiva, se ha encaminado, por su público, hacia el futbol de una manera religiosa y

Existe en Hidalgo una nueva generación de luchadores

obsesiva. Esto de alguna manera ha quitado la atención

que desde jóvenes han adquirido el compromiso inculca-

a otras disciplinas.

do por sus maestros: el entrenamiento constante, la entrega profesiona y la esperanza de que el día de mañana

Sin embargo, no todo en Pachuca, en el ámbito deporti-

podrán ubicarse en un mercado mucho más amplio, en

vo, es el fútbol soccer: la lucha libre ha ocupado un lugar

cuestiones empresariales; algunos de ellos incluso han

importante, se ha proyectado y logrado poco a poco re-

salido ya de México.

tomar la atención ausente.

Existen en Hidalgo —Pa-

“Dinastía” uno de los más jóvenes integrantes de una

En la escuela del Gimnasio Del Valle han despuntado

familia de luchadores profesionales, la dinastía Crazy

jóvenes cuyos personajes han sido reconocidos por el

de Tulancingo, se ha logrado posicionar en la empresa

público. Talentos como Roco Vann Jr., Rayito De Sol, Ac-

AAA; ahora el joven combate como campeón mundial

ción, Kulikitaka Rebeldía, Gato Tentón, Custodio de la

mini de esta organización.

Muerte, Campesino Del Valle Jr., y el que también se forjó en esta organización, Gotita de Plata, además de De Luto

La actitud ruda y de carisma intenso de Violento Jack,

Jr., Torbellino Boy, GalaxiMan.

aunado a su trabajo en el ring, le llevó en dos ocasiones al país nipón, donde tuvo participaciones importantes en

La lucha libre profesional tiene nuevos elementos que han

luchas contra experimentados orientales en diferentes mo-

luchado en cada compromiso con el corazón y las emo-

dalidades, lo que le permitió tener un aumento considera-

ciones frías.

ble en su experiencia profesional.

En la actualidad la lla-

“Regreso a México, después de mi primera

chuca y Tulancingo—,

mada ‘sangre nueva’ de

participación en una competencia a nivel

empresas que han pro-

Aero Boy, al igual que sus paisanos de Tulancingo, ha

arena Afición ha arrojado a una interesante generación

yectado mucho a sus

logrado viajes importantes al extranjero desde la pasa-

quienes tienen tablas y probablemente un futuro prome-

jóvenes elementos. Qui-

da navidad del 2012, cuando acompañado de Violento

tedor, entre ellos Límite, Dragon Bane, quizás este último

esta disciplina que se

Además de que la escuela de lucha libre de la tradicional

practica en el cuadrilá-

internacional, como uno de los cuatro me-

tero, han trabajado con

jores del mundo. Regreso a México con las

zás los que han tenido

Jack viajaron a una presentación a Japón, y él, el llama-

sea el más joven de la baraja luchística de este recinto

constancia en sus objeti-

manos vacías y la mente llena de conoci-

un mayor impacto en

do marcado por lo extremo, ha tenido presentaciones en

y The Ram.

medios de comunicación

el norte de Estados Unidos de Norteamérica.

vos sobre el ring.

miento, derrotado pero mejorado”

Por ejemplo, de Hidalgo el

luchador

“Pequeño

Violento Jack Luchador Profesional

Y es que hay una nueva generación hay logros, hay sa-

han sido los miembros de la empresa Desastre

Los originarios de Pachuca, Draztick Boy y su hermano

crificios por parte de la juventud hidalguense y la lucha

Total Ultraviolento.

Cíclope —quien actualmente es el campeón extremo y

libre mexicana, no se rinden, eso han aprendido y lo

ultraviolento de DTU—, han demostrado su valor y su ta-

proyectan en el ring.

Cobra” —un joven que forma parte de la empresa Desastre Total Ultraviolento—,

“Pesadilla” quien fuera el último campeón de la categoría

lento; les ha servido para recibir el reconocimiento del

en dos ocasiones, logró volar desde lo más alto de la

‘extrem’ y ‘ultraviolenta’, ya fue a Japón, en su prime-

grupo.

arena Afición; hecho que arrancó el asombro de los pre-

ra gira de trabajo en la empresa Noah Pro Wrestling

sentes, quedando grabado en la historia.

NOAH.

Van caminando hacia su propia función estelar.

En Pachuca también hay recintos y empresas donde los jóvenes luchadores han podido destacar en este mundo deportivo de los costalazos, y del llaveo a ras de lona.

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¡Espectacular revancha! Dan Lee

Íralo, hasta te tiemblan las patitas, Centella. Ya no pienses en eso; el Rafa es un profesional. No te va a dejar caer. Él sabe que el “tope centella” es demasiado peligroso, que puedes quedar paralítico... o hasta matarte. No le saques; el Rafa aguanta. Una cosa es la vida de allá afuera y otra es la del ring; aquí en la Arena no te debe fallar, no te puede fallar. Aunque tú sí le hayas fallado.

En un instante, la subida se te vuelve bajada. Seguro el

¿Pero qué le pasa a Centella Azul, Doctor?, se ve inde-

Rafa sigue ahí, aguantador como siempre; imploras que

ciso, a mí se me hace que ya le dio miedo hacer enojar

por favor no se vaya a quitar mientras las tripas se te pe-

a Valaguez, que es un rudazo de siete suelas, cinco es-

gan al espinazo y cierras la boca apretando el abdomen;

trellas y gran turismo. ¿Cómo crees, Magallán?, ¿cómo

desde el suelo sube un soplo frío mientras te le acercas y tu piel se va enchinando como si fuera la primera vez que

¿Pero a güevo tenías que chingarte a la Martita?, vales

crees?, lo que pasa es que está tomándose su tiempo

madre... Ya, no te desconcentres. Agárrate chido a la

para no fallar el lance suicida que lo ha hecho famoso:

cuerda y bríncale al tercer esquinero. Que no te dé frío,

El tope centella. ¿Famoso dónde, Doctor?, si no sale de

¿cómo rebién que le brincaste encima a la Martita?, hasta

su cocina; todo lo contrario de Rafa “el Ráfaga” Vala-

tres veces, cabrón. Ira al Rafa allá abajo. Todavía no se

guez, figura internacional, que ya se incorpora en la ta-

Parece que Valaguez no ha visto a Centella Azul, Doc-

rima de protección. No va a tener tiempo ni de apuntar

tor. Así es, Magallán, estamos a punto de presenciar de

un madrazo; es eso, la rapidez del bajón, el escuchar

las placas cuando Centella Azul le caiga encima, Ma-

nueva cuenta el tope centella aquí en la catedral de la

los ecos de gritos rebotados en la madera de la tarima,

gallán; míralo, ya prepara su lance en la cima del poste;

lucha libre mundial; ya vemos cómo Centella se proyec-

lo que te hace entreabrir los ojos; ¿pa’ qué chingados

parece clavadista olímpico. Pero si hasta acá se ve cómo

ta desde el tercer esquinero.

vuelas con los ojotes cerrados?, ¿pa’ qué chingados te

levanta chido del látigo, se ve medio apendejado, como cuando te lo encontraste al salir del Jardines de Tlalpan con la Martita, todavía con el cabello mojado y oliendo a Rosa Venus. ¡La cara de pendejo que puso! Rebién que sabías que él quería a la buena a la Martita, pero ai vas, cabrón, nomás a chingar la amistad con tus calenturas. Y

le tiemblan las rodillas a tu Centella, Doctor, ¿me vas a

luego la Martita que hasta viene a la primera fila quesque

decir que es de frío?

a aplaudirte, como si fueras héroe; pinche vieja, namás

te aventaras desde ahí, con el suelo esperándote y una burbujota que se infla desde tu panza hasta la boca y los güevos; Rafa, no te quites por tu mamacita; no quieres abrir los ojos, sientes en tu pecho el golpe de viento que rastrilla el sudor y en los oídos la velocidad te susurra

cogiste a la Martita?, ¿pa’ qué chingados traicionaste al Ni siquiera te puedes persignar en frente de la gente; la

Rafa si sabías que es el único que te puede cachar? A tu

neta, si tú fueras el Rafa te quitabas, ¿a poco no?. Pero

amigo el Rafa... ¿Rafa?, ¡Rafaaaa!

ni pedo, ¿quieres ser estrella, no?. Jala aire y aviéntate.

va a hacer emputar más al Rafa, que es el único con el

Primero hacia arriba, pa agarrar la postura; sepárate del

que has practicado el “tope centella”; el único que sabe cacharte chido... ya te vio, Centella; ya se puso firme.

No tengas miedo, Centella. No veas al Rafa allá abajo.

poste y siente el sudor en el cuello y el pecho cortado

Ora sí, bríncale al poste y que Dios te bendiga.

Nomás calcúlale y ya estuvo. Ya verás cómo no se quita.

por el aire y la velocidad de tu salto; echa las piernas

¡Vaya encontronazo, Doctor!, parece que el médico de

Es un profesional, es el mejor compañero que has tenido,

abiertas hacia atrás y acuéstate, suspéndete un instante

ring tendrá que entrar en acción. Efectivamente, Ma-

es fuerte, sí aguanta. ¿Cuántas veces han hecho juntos

antes de empezar a bajar con la choya por delante y los

gallán, pero así es la lucha libre, ¿quién diría que ese

“el tope centella”?, ¿cuántas?. Y siempre te ha cachado

brazos extendidos como santocristo.

malandrín de Valaguez iba a salir huyendo en el últi-

bien, ni una lesión, ni una sola torcedura. El Rafa es de fiar, no como tú... Y después de todo lo que han hecho juntos tú y él. La neta es que no tuviste madre con lo de la

mo instante? Nadie se lo esperaba, Doctor; aunque más ¡Qué clase de vuelo nos está regalando Centella Azul!,

Martita. Siquiera te la hubieras ido a coger más lejos del

¡esa inclinación de misil en picada!, ¡los brazos como

gimnasio, no que ahí a dos cuadras, ¿cómo no te iba a

alas de ave de presa!, ¡la cabeza como una verdadera

cachar?... ojalá y así de chido te cache orita.

bala humana!

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sorpresiva fue la intromisión de Marta “Panterita” Loyo, que salió de quién sabe donde para salvar a Centella Azul capturándolo al vuelo.

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Luces, máscara… ¡acción! Naomi Tanamachi

La primera vez que vi una lucha en vivo tenía cuatro años.

La aparición del cine en México fue, aproximadamente,

La gran odisea de estos filmes fue sin duda el reclutamien-

Cuando, cerca de 1952, en la pantalla ya no hubo lugar

Mi papá vendía refrescos en la Agustín Millán, arena im-

siete meses después de su triunfal presentación en Paris.

to de recursos humanos: luchadores que no eran actores,

para charros, madres abnegadas, rumberas ni prostitu-

provisada de mi natal Toluca. Honestamente no recuerdo

Cuando el presidente Porfirio Díaz presenció estupefacto

actores que no sabían luchar, aunado a que, tanto los

tas, las películas de luchadores subieron por primera vez

mucho, sólo tengo en la mente la imagen de mi padre

las imágenes en movimiento enviadas por los Lumière,

presupuestos destinados a la producción de estas pelí-

a un cuadrilátero cinematográfico y con ellas se conso-

ignorando a los sedientos aficionados para gritarle “de

reconoció en ellas un nuevo medio de entretenimiento

culas como los mismos guiones eran risibles e ingenuos.

lidó un cine fantástico que, con la combinación de las

cosas” a no sé cuál luchador. Escándalo, estaba asusta-

cuyo éxito sería inmediato... y lo fue. Sin embargo, en

Aun así, películas como Santo y Blue Demon contra los

hazañas de estos guerreros mezcladas con fenómenos

da y al volver a casa juré que nunca más regresaría a

1950, después de que la Época de Oro se vino abajo,

monstruos, Los tigres del ring, Santo contra el espectro es-

extraterrestres y sobrenaturales, construyeron un género

semejante espectáculo, aun cuando fuera el trabajo de

el cine mexicano experimentó su primera crisis temática

trangulador, Huracán Ramírez y la monjita negra y El mis-

de culto con toques de ciencia ficción muy a la mexicana.

mi padre. Mordida de lengua.

y de calidad. Las producciones de Luis Buñuel, el origen

terio del Médico Asesino, pusieron en alto los nombres

La gran odisea de estos filmes fue sin duda el reclutamien-

del cine independiente y, por supuesto, el cine de lucha-

de luchadores que resonaban en las pantallas y poco a

to de recursos humanos: luchadores que no eran actores,

Años más tarde (yo tenía apenas diez), cuando la teleno-

dores, fueron las novedades que rescataron a la agotada

poco transformaban éste en un deporte de espectáculo

actores que no sabían luchar, aunado a que, tanto los

vela de mi Geñita había terminado, aparecieron ante mis

industria cinematográfica.

(porque no todo quedó en el cine, quién podría olvidar a

presupuestos destinados a la producción de estas pelí-

El Audaz y su tributo musical a Pedro Infante, ¡chulada!).

culas como los mismos guiones eran risibles e ingenuos.

ojos los mismos luchadores (o eso creí) que años atrás había visto en la Agustín Millán. Sólo que esta vez había

Cuando, cerca de 1952, en la pantalla ya no hubo lugar

Aun así, películas como Santo y Blue Demon contra los

algo diferente: estaban detrás de una pantalla. Quedé

para charros, madres abnegadas, rumberas ni prostitu-

Eventualmente, en la década de 1970, el cine de lucha-

monstruos, Los tigres del ring, Santo contra el espectro es-

pasmada, de haber sabido que los luchadores defendían

tas, las películas de luchadores subieron por primera vez

dores fue declarado muerto. Sin embargo, este estilo de

trangulador, Huracán Ramírez y la monjita negra y El mis-

a México de los zombis, las vamipresas, el Hombre Lobo,

a un cuadrilátero cinematográfico y con ellas se conso-

cine aún se sostiene con sus colores deslavados, sus hilos,

terio del Médico Asesino, pusieron en alto los nombres

Drácula (personajes tan exóticos que pensaba sólo se

lidó un cine fantástico que, con la combinación de las

disfraces hechizos, transmisores de cartón, etc. Todavía

de luchadores que resonaban en las pantallas y poco a

dignaban a tocar suelo gringo), entonces no habría sido

hazañas de estos guerreros mezcladas con fenómenos

sobrevive y es aclamado en nuestros días. La populari-

poco transformaban éste en un deporte de espectáculo

tan dura. Comprendí que aquello no era únicamente un

extraterrestres y sobrenaturales, construyeron un género

dad de este género trascendió de tal manera, que en

(porque no todo quedó en el cine, quién podría olvidar a

deporte: era un arte, una identidad.

de culto con toques de ciencia ficción muy a la mexicana.

Francia el cine de luchadores se considera un producto

El Audaz y su tributo musical a Pedro Infante, ¡chulada!).

casi artístico y ¿cómo no? Eventualmente, en la década de 1970, el cine de luchadores fue declarado muerto. Sin embargo, este estilo de cine aún se sostiene con sus colores deslavados, sus hilos, disfraces hechizos, transmisores de cartón, etc. Todavía sobrevive y es aclamado en nuestros días. La popularidad de este género trascendió de tal manera, que en Francia el cine de luchadores se considera un producto casi artístico y ¿cómo no?

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portafolio

errerĂ­as

Daniela

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El vacío

El entrenamiento

Óscar Pérez

Óscar Pérez

“¡Chíngate diez!” La voz sonó como un trueno, -no había

Recién se percató de que existía y de las dimensiones de

Después de la lucha, las cuatro esquinas del ring permane-

lugar para el diálogo con palabras pues la respuesta a

dolor a las que lo podía llevar. Él miraba más allá de la

cen silenciosas, agotadas las cuerdas, vacías las butacas.

aquella orden sólo la podía ejecutar el cuerpo, el conjunto

barrera de los años, traspasaba con sus pensamientos el

Los pasos se han vuelto ecos, el sudor evaporado se filtra

de huesos, músculos, sangre; moviéndose, siempre movién-

presente y se fugaba: escudriñaba las reacciones antes que

por los muros, se desliza rítmicamente como una marea,

dose, coordinados, exactos, eficientes. El cuerpo obedeció,

las acciones, y el cuerpo lo llevaba, día a día, entrenamien-

olas de cansancio salidas de carnes magulladas.

giró sobre sí mismo hacia delante, la boca inventariaba los

to tras entrenamiento, lenta, muy lentamente. Cuando ya el silencio parece dominarlo todo con aquella

movimientos: uno, dos, tres… Las rodillas protestaron en la repetición número seis. Un titubeo, el juez lo detectó de

En el cuadrilátero obedecía, escuchaba, atendía; pensa-

mordaza fría y espesa, el vacío repta y cubre cada espa-

inmediato, sancionó. Hubo que hacer otras diez maromas

ba en las arenas, y entonces el patio cruzado por tende-

cio con su lengua ácida; en ese lugar, amordazados, se

—y diez más hacia atrás—, las piernas temblaban, la náu-

deros de ropa se diluía, su pants remendado daba lugar

encuentran los gritos de victoria y de dolor, las palabras de

sea se asomó a su lengua e intentó salir pero una orden en-

a unas mallas del color que debieran tener las escamas

ánimo y las maldiciones, el crujir de huesos, el triunfo y la

dureció a su boca para detener el torrente. Por fin acabó.

de dragón, y su rostro no era más su rostro. Su mirada,

humillación.

afilada como navaja, repasaba las gradas repletas de Después, los pasos a la calle aburrida de las cuatro de la

gente que gritaba su nombre, el verdadero, el único, el

La arena es el mundo donde los dioses combaten, donde

tarde. La gente comiendo, platicando; el frío lamía la ciu-

elegido por él, el que le daba significado y lo sacaba

se decide el destino del universo; tiene cuatro esquinas,

dad, él no lo sintió; el calor en las piernas, en los brazos,

de la escuela aburrida en la que sólo era un número de

puntos cardinales que gobiernan los vientos. Sin embar-

en la frente, lo rodeaba como una película cálida y pega-

folio, un espacio en el registro de inscripción. Volaba en-

go, la arena está partida en dos, la surca una cuchillada

josa. No sentía hambre. Tenía el estómago endurecido, re-

tonces, desplegaba sus alas, se elevaba por encima de

de suerte, buena o mala, eso se sabe hasta el final de la

lleno de yeso. Fue la sesión cinco, otras cuatro hubo antes

las cuerdas, 2, 3, 4 metros, desde arriba, desde la altura

contienda. Los luchadores quedan invariablemente de un

magullándole la carne —cuatro visitas a aquella colonia

inconmensurable de sus diez años. Reconocía su figura

lado o del otro, justa o injustamente, vagan en el recuerdo

extraña y polvorienta— y no acababa de acostumbrarse a

reflejada en las pupilas de los otros, de los que no se

de la fanaticada y van a dar a los cielos del triunfo o se

las miradas depredadoras de los vecinos. Los dolores de la

podían transformar, de los que, atrapados en sus cuer-

despeñan sin descanso: los gusanos comiéndoselos vivos,

carne no tenían tiempo de irse, se le quedaron colgados a

pos fofos y tibios, se habían quedado pegados al suelo

las llamas en los ojos, los dientes desprendidos, hasta los

la osamenta como pinchos helados; andaba entumecido,

observando cómo los enmascarados tomaban un lugar

precipicios de la derrota.

mareado, con los codos doloridos y los brazos llenos de

entre las estrellas.

moretones. Hasta ahora, no había sido consciente de su cuerpo, de aquella masa de carne que lo contenía, ese recipiente que limitaba su ser.

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Ilustraciones: León Cuevas

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El Cucaracha vs la Máscara del héroe Alejandro Solano Villanueva

Ya ves, nombre de maricón, repitió mi entrenador. Me llevé

No escuchaba que Atlantis me gritaba: ya estuvo, cabrón,

Salí de la México lleno de emoción y le propuse al promo-

al niño, muy pequeño, a la Arena de Puebla; me pagaron

ya bájale, ya se rindió. Me tuvieron que separar, pues el

tor y a mi entrenador que nos fuéramos a echar unos tragos

doscientos pesos, suficiente para comer unas semanas y

Villano estaba desmayado y ya no tenía respuesta. Lo miré

por ahí. Pues total, se merece un descanso este muchacho,

comprarle algo bonito. En la tercera caída me sentí muy

horrorizado, me acomodé la máscara que estaba echa

dijo el promotor. Mi entrenador tenía sus reservas, alegaba

madreado.

trizas y fui a donde el réferi nos levantaba la mano en

que ya era tarde, que eso no era propio de un deportista

señal de triunfo. Ya en los vestidores, Máscara Sagrada se

profesional, son indisciplinas de maricones.

Esa noche en que casi le rompo el cuello al Felino, llegué

Felino era muy rápido y en eso me vencía; corría de cuer-

acercó hacia mí y me dijo que me calmara, que luchaba

a casa y lo abracé con las fuerzas que aún conservaba; le

da a cuerda; en una de esas, lo pesqué por el cuello y le

bien, pero que se trataba de un show, no tenía que haber

Al final cedió, pero nunca me dijo que Adrián me esperaba

dije que no quería dañar a un compañero, aunque fuera mi

apliqué un candado constrictor. Enceguecido por la furia o

heridos.

en mi casa para felicitarme. Tenía mucho que no lo veía,

rival, aunque fuera mi trabajo. Adrián nació cuando yo ya

por los gritos de la gente, no me di cuenta que ya se había

era un luchador profesional. Nunca me casé con su madre,

rendido, y por poco lo estrangulo. Reaccioné cuando el

Tenía razón, pero cuando el corazón me comenzaba a la-

alcohol, me puse la máscara en el bar y la gente me llena-

quizá no la amaba tanto, pero al niño, cómo lo quería, se

réferi me jaló del brazo, fue como salir de un sueño. Me

tir, cuando sentía el calor de los golpes sobre la máscara,

ba de su cariño, a mí, al nuevo héroe. Incluso me llevaron

lo juro.

arrinconé en las cuerdas, pues eso nunca me había pasa-

se apagaba todo, mis brazos y mis piernas no eran más

muy borracho a mi casa y aún con la máscara puesta.

do; temí de mí mismo.

que armas que destruían rivales.

andaba siempre de viaje. Me embriagué de felicidad y de

El niño vino a cambiar mi vida, porque al principio yo que-

Cuando me recosté en la cama, sólo pude distinguir una

ría llamarme Tornado negro o La fuerza del sur. Esos nom-

Después de dos luchas más, me contrataron en una ca-

Y ahí salió el chance de enfrentarme al gran Lizmark. Fue

sombra que aparecía entre la penumbra y me sentí llenó de

bres son para maricones, estrellitas de telenovelas, dijo mi

ravana. Viajaba por todo el país; en Toluca luché contra

una lucha ríspida, cansada. En la tercera caída, en la Mé-

furia, distinguí la máscara de Lizmark entre la oscuridad,

entrenador; piensa en algo distinto, que hable de ti y de

el Súper Muñeco y en Tijuana contra Octagón. Y Adrián

xico, todos lo veían como el gran ganador de la noche,

giré al cuerpo sobre la cama rápidamente y le apliqué el

tu resistencia a los chingadazos. Estuve pensándolo con

crecía a la par; tenía cerca de trece cuando pasó lo de los

conservaría su campeonato y yo sería sólo una víctima

candado constrictor que me había llevado a la fama.

calma. Mi madre le temía a las cucarachas; le asqueaban

Villanos.

para un retiro digno de héroe. Incluso estaba como second

y eran indestructibles, decía, siempre vuelven. Eso me dio

el junior. Después de que me cayera con una planchita, ya

Cuando encendí la luz, le quité la máscara para maldecir

me sentía desfallecer.

al hombre debajo de ella. Fue cuando noté que era Adrián

alguna idea. Estuve seguro cuando mi hijo tomó un insecto

Me tocó hacer equipo con Atlantis y Máscara Sagrada. Los

del piso, mira papá, un amigo, me dijo. Al final decidí lla-

Villanos nos estaban masacrando; sus máscaras son iguali-

marme el Cucaracha. A Adrián le encantaba mi máscara,

tas, parecía que se duplicaban. Estaba mareado de tantos

Me levanté cansado, dispuesto a rendirme en el siguiente

confundido, horrorizado de mí mismo. Qué clase de héroe

su café claro en la tela y las antenas que se alzaban sobre

golpes, encabronado por mi falta de reacción. Abajo del

golpe. Pero le digo que a veces el cuerpo sólo hace cosas.

mata a su propio hijo en un arranque de furia. Quise salir

el antifaz en un café más brillante.

ring, mis compañeros eran tupidos a golpes. Alcancé a

En una pasada, lo alcancé a jalar de la agujeta de la más-

a gritar o a aventarme de la azotea, pero fue inútil, sólo

queriendo revivir mi victoria de aquella noche. Me sentía

patear al Villano mayor en la rodilla, lo que lo hizo caer de

cara y lo tiré, él también ya estaba cansado, así que no me

me quedé en el rincón del cuarto, llorando debajo de la

Mi primera lucha profesional fue con un hijo de Pepe Ca-

bruces sobre el cuadrilátero; le apliqué el mismo candado

costó trabajo aplicarle La de a caballo, ya sabe, la llave del

máscara. Los llamé en la mañana. Créame, amaba a mi

sas, recién se había cambiado el nombre a Felino Centella.

constrictor que al Felino.

Santo. Se rindió; quedé como campeón.

hijo más que a la lucha, más que a la máscara.

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La lucha

Alejandro Carbonell En mis ojos, el diablo en persona para cubrir mi demen-

Acorralado, dentro del cuadrilátero, las cuerdas limitan la

Me resisto a aceptar la derrota, la retirada a tiempo es una

De nuevo frente a frente, de frente a mis miedos, de frente a

cia, para esconder mi ignorancia, para apoyar mi miedo.

batalla; afuera, nada es prohibido; adentro perder no es

victoria, pero no es tiempo todavía, me levanto y encuentro

mí mismo, a mí que no soy yo, a alguien más, tan anónimo

La boca cubierta de nada para no escuchar mis lamentos,

opción, afuera la gente observa, adentro, motivos para ob-

el momento para acabar con mi oponente, un descuido,

como yo pero que no soy yo, frente a alguien que intenta

para no evidenciar mis debilidades. La cara escondida en

servar.

se ha sentido invencible y descuidó la parte que lo hace

destruirme tanto como yo a él y se detiene la vida, comien-

humano, el dolor. La fuerza de mi lado ataca, mis brazos

za la gesta final, la definitiva.

la tela del juicio de aquellos que no me conocen, porque no saben de motivos, no saben de razones. La sien siempre

El bien y el mal siempre luchan, no sólo por almas perdi-

son hierro, se escucha el reventar de la audiencia que es-

protegida por ese rayo metálico, el símbolo de mi unión

das, a veces luchan por luchar, a veces los martes. El bien

peraba este momento. ¿Mi nombre? No tengo nombre, mi

¿Cuánto tiempo es necesario para vivir de nuevo? Parece

con el misticismo del anonimato.

y el mal se preparan: el bien se exige, el mal se divierte.

nombre es la victoria o la derrota, ese es mi nombre.

que no hay respuesta correcta, ¿cuánto dolor se necesita

Siempre el demonio tiene de su lado cualquier cantidad

para merecer un alma? Todo el que se pueda soportar y a

El corazón cubierto, preparado para el combate, la gesta

de atajos hacia la sensación de dominio sobre el bien y

Minutos. Eternos minutos de lucha, de recordar aquella

veces más, ¿cuánto valor requiero para seguir adelante?

que me tiene preparada el destino. Seguro mi armadura

aquella aburrida técnica perfecta.

doctrina griega de causar dolor al oponente, aquellos ins-

No lo sé.

tintos tan del hombre de hacer daño, minutos eternos de

quedará desecha por los colmillos del hambre de victoria de aquel que se atreve a desafiarme. El corazón latiendo

Cayendo un momento y sufriendo observo mi vida ante mis

De nuevo me encuentro de frente con el piso, con la lona,

después del jerez que prepara al cuerpo para recibir los

ojos, mis brazos inmóviles presos de una llave, el dolor au-

castigos que siempre conlleva una batalla de caballeros,

menta hasta que termina el castigo, aquel que me preparó

No entiendo lo que gritan, veo a través de la tela siluetas

y justo antes del final, revivo, me incorporo, observo de

de cuerpo a cuerpo, sin armas, sin más fuerzas que aque-

la vida por no saber recibir al contrincante, tras golpes y

de personas que saben que estoy ahí pero no saben que

frente de nuevo al otro anónimo y veo que me observa

llas de las que el destino dota a quienes las merecen.

vuelcos, patadas y cuerdas, tras ver muchas veces de cerca

soy yo, parece que me apoyan, parece que quieren que

también, a través de mis ojos de demonio, alcanzo a decir

el suelo, boca arriba, viendo esa luz, la luz de la muerte, la

termine de una buena vez con mi contrincante; y lo logro,

algo, algo que no se escucha, algo que no supe definir,

Las piernas arden en deseo de batalla, listas para correr

luz de las lámparas, la luz que se ve obstaculizada por la

detenido en un doloroso castigo consigo que se rinda, que

parece más bien un suspiro, el aliento del último esfuerzo.

hacia el oponente, nunca en dirección contraria; listas para

silueta voladora de mi contrincante, dispuesto a despeda-

pida clemencia, que exija piedad, he ganado. He ganado.

Y aquí estoy, frente a todos siendo nadie, sin escuchar el

levantarse tras caer, listas para no temblar de miedo o can-

zar mi alma, cayendo de pronto, ocasionando el pequeño

Uno a uno es la cuenta, uno a uno estamos, la victoria defi-

aliento, sin sentir el dolor, ya nada existe porque nada exis-

sancio. La sangre hierve conforme las botas se amarran,

infarto que me deja inconsciente tres segundos, tres latidos

nitiva se decidirá cuando alguno de los dos vuelva a caer,

tirá si me derrotan, aquí estoy de frente a mis miedos, a mi

fuertemente para hacer notar su llegada simplemente con

del corazón, he perdido. He perdido.

al final de los tiempos, sólo uno alzará la mano.

reflejo, frente a mí mismo que no soy yo, dispuesto a no

gloria, minutos eternos hasta ella.

ese olor a plástico, a derrota, no puedo vencerme ahora

retirarme, dispuesto a no perder, dispuesto a comenzar la

pisar la entrada.

tercera caída de la lucha por recuperar mi alma. Sin un nombre común para evitar ser conocido: el héroe anónimo, el villano escondido, la dosis perfecta de misterio para que nadie sepa siquiera que estuve ahí, presente, ante todos, luchando por la idea de luchar, de ganar, de desafiar a la derrota, tentar al destino, seducir a la muerte, luchando por mí, por mi vida, por ser lo suficientemente digno para dormir en corona de laureles al menos esta noche, al menos un momento.

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Envidia de fe

Susana de la Torre Ponce de León

Nuestras madres lo dicen a menudo, ya sea para justificar

Claro es que, dentro de la filosofía, muchos de sus más insi-

¿Será que mis convicciones son bastante herméticas y cua-

Porque necesitaba llenar un espacio, así nada más, esa era

éste otro dicho que reza: ‘todo pasa por algo’, o para dar

pientes constructores han determinado el porqué de las co-

dradas? La batalla ha sido campal, quizá toda mi vida he

‘la razón de las cosas’. Lo mismo me pasó al leer de pro-

al destino, a la vida o a Dios una serie ilógica de poderes

sas a deidades, demiurgos o poderes superiores, e incluso

estado convencida de muchas cosas del tipo que ya ejem-

pia mano de García Márquez, cuando confesaba en ‘Vivir

sobrenaturales bajo los cuales nosotros, simples terrícolas,

han llegado a decir que, en efecto, todo en la vida ya está

plifiqué, las cuales, parece ser, tienen otras formas de verse

para contarla’ ser dueño de una espantosa ortografía. En

somos incapaces de decidir sobre lo que va a pasar en

trazado y que, el alma —nuestra alma— sólo emprende un

y de tomarse: otros enfoques. Quizá he vivido la mayoría

todos ellos, por más tonto que parezca, descansaba mi fe.

nuestras vidas porque, como dice otro de sus dichos, ‘ya

viaje en círculos viviendo una y otra vez la misma situación.

de mis días criticando erróneamente a las personas que,

Una fe, que entre otras muchas cosas, he visto disminuirse

todo en la vida está escrito’, y Dios sabe el motivo divino

Yo, a pesar de todas estas afirmaciones, sigo creyendo que

según mí forma de ser, son de una mentalidad cerrada, no

considerablemente. Ahora, analizando éste ya lógicamen-

por el cual nos hace pasar por situaciones adversas a nues-

somos seres libres, poseedores de un libre albedrío, de una

perceptivos a los cambios sociales o al avance científico o

te demostrado dicho de: “Cuando te toca, te toca, aunque

tros requerimientos, o nos quita cosas que queríamos con

capacidad de decisión. Esta proposición también ha sido

tecnológico. He pasado mis días criticando la fe ciega que

te quites; y cuando no te toca, no te toca, aunque te pon-

toda el alma. Bajo las concepciones plenamente lógicas

tomada por la filosofía en diversas ocasiones para demos-

profesan algunas personas a esas deidades a las que nues-

gas” caigo en la conclusión de que sí, quizá las personas

de la mente, de algunas mentes, incluyendo la mía, éste

trar su falsedad o veracidad, según la postura que se desee

tras madres les adjudican el porqué de lo que nos pasa

somos capaces de decidir lo que queremos en nuestra vida

dicho no es sólo una mentira, sino una tontería: un lugar de

tomar al respecto. No es que yo cuestione ésta cosa de

en el día a día, sin entender que yo era propia de una fe

o lo que no, pero al final, bastante adentro de nosotros, por

consuelo para las personas que son incapaces de afrontar

que ‘todo pasa por algo’, estoy segura de que es así, de

mucho más ‘flaca’. Con esto no quiero decir que empecé, a

más que roguemos porque algo pase o no, siempre habrá

las consecuencias de sus propias acciones. Sin embargo,

lo que no estoy segura es de que uno no sea capaz de

estas alturas, a envidiar la indudable fe que tienen muchas

algo más, un factor indeterminado al que tendremos que

hace unos días recibí una sorpresa agridulce al respecto:

determinar la circunstancia de cómo y porqué le sucede

personas a Dios, por ejemplo, pero, haciendo un análisis

darle un poco de confianza y echarle un rezo al aire, a

a forma de hacer más dinámica y amena la clase de Ló-

lo que le sucede. Así que, en el momento de escuchar que

hacia atrás, la mayoría de las cosas a las que les he tenido

dios, a la vida o al destino. Siempre habrá un momento en

gica Proposicional, la cual nos es impartida a las 7 am ¡Y

bajo los términos de la lógica formal este enunciado re-

fe las he visto caer. En algún momento, cuando estudiaba

el que hasta el más lógico de los lógicos, el más científico

en ayunas! —como dirían nuestras mamás— mi profesor

sultaba verdadero, me quedé totalmente helada. Y es que

cine, tenía la ferviente idea de que Buñuel era un genio del

de los científicos, o en mi caso, la más burlona de las bur-

decidió tomar no otro, sino éste dicho de “cuando te toca,

todos tienen su fe: a Dios, a la vida, al destino. Pero la mía

surrealismo; su idioma visual, la utilización de los recursos,

lonas respecto a la fe en la vida, tendremos que apretar los

te toca, aunque te quites; y cuando no te toca, no te toca,

estaba ahí: en la lógica, en la ciencia. Y aunque parece

todo me parecía magnífico. Creía, casi al punto de meter

ojos y decir: ‘Que pase lo que tenga que pasar’. Y ahí sí, ni

aunque te pongas” para llevarlo al lenguaje formal lógico

demasiado dramático, el hecho que una ciencia como ésta

las manos al fuego, que todo ‘tenía un porqué’, una ra-

aunque nos pongamos o nos quitemos, lo queramos o no,

y demostrar de qué tipo de fórmula se trataba. Resultó ser

afirmara que un dicho para mi ilógico era lo opuesto me

zón creativa, un motivo para estar plasmados ahí, en esa

pasará exactamente eso: lo que tenga que pasar. Nada

una tautología, lo que en palabras comunes es: ‘un enun-

hizo cuestionarme algunas de mis convicciones. No es el

genialidad cinematográfica.Tiempo después leí algunos de

más ni nada menos. Y nuestra fe, esa que profesamos a

ciado del que, según todas las partes que lo componen, se

hecho literal de que un proceso ‘matemático’ me haya de-

los comentarios que hacía Luis Buñuel al respecto de sus

los cuatro vientos, a lo que sea que la tengamos tendrá

puede decir que es verdadero.’ Aquí estaba, pues, la afa-

fraudado, fueron las dudas que me asaltaron a partir de

propias películas, y al uso de mis tan estimados recursos; él

una cabida en algo que seremos incapaces de determinar

madísima lógica diciéndome que el dicho más tonto que he

este pequeño momento las que me han hecho emprender

mismo se descalificaba y decía, simplemente, que lo había

porque las cosas sí pasan siempre por algo, como dicen

escuchado era, bajo sus términos, una verdad.

una lucha mental constante.

hecho porque sí.

nuestras mamás.

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Las emociones son islas desiertas Javier A. Martín

Siempre he creído que la música es búsqueda. Por eso me

Inhala es también una invitación al baile, como la que lite-

resultan tan poco atractivas las estacio¬nes de radio con-

ral se escucha en la pieza “Estación 1717 (Original Mix)”,

vencionales, que a través de sus ondas heartzianas trans-

donde Nathan Jo incorpora un sonido espacial, lounge e

miten --una y otra vez, hasta el hastío-- propuestas que no lo

incluso regional en la medida en que se cuela el hipnótico

son; productos de la mercadotecnia que se insertan, a base

ritmo de “Nereidas”, el clásico danzón mexicano interpre-

de la repetición, en el inconsciente.

tado en un solo de trompeta que evoca a través de un ritmo electrónico el México de antaño.

En este sucio sentido, los netlabels han sido una herramienta útil al ávido melómano para conectar con miles de

“Liberaos” fue una de las piezas de este disco que más me

creaciones musicales que a diario se publican en la red,

gustó. En ella In Vitro recrea la instrumentación que podría

muchas de ellas con la característica inmanente de estar

emanar del concierto de las altas esferas; un goce espiri-

abiertas al download gratuito y oportuno.

tuoso y marcial, una marcha en clave de dub acompañada por el ritmo de un ave en su aleteo.

Pero ¿para qué “descargar” si detrás de ese acto no se encuentra alguna significación que reverbere en la vida coti-

De “Espiral”, de Ray Garrido, sólo puedo decir que es una

diana? En algo que nos extraiga de la cotidianeidad, como

pieza maestra de minimalismo que evoca el ascenso sobre

el llamado de una isla desierta que invita a ser descubierta.

el abismo.

Quizá ese espíritu de búsqueda sea el aporte más signifi-

Un ejercicio interesante sería decir algo de lo que proyecta

cativo en los esfuerzos del netlabel Breathe Compilations

en el interior de cada cual las piezas contenidas en este

con su disco Inhala, que salió a la luz como parte de su

disco, quizá por ello el álbum viene acompañado de una

celebración por su 5to aniversario.

serie de fotografías que bien podrían refractar el espíritu del álbum.

No es desconocido que para algunos escuchas la música induce a estados de conciencia; un Yo amplificado, expansivo, gutural, sonoro y vibrante. Y muchas veces ese estado requiere de la inhalación profunda y sostenida. Inhalar como el acto que precede toda acción del cuerpo, incluso al trance.

Para escuchar y/o descargar, ingresa a:

http://breathecompilations. org/v-a-inhala/

Rafael Pantoja, luchador de corazón, mejor conocido como Frank Mysterio es un diseñador con gran trayectoria, su pasión por la lucha libre comenzó lo llevó a trabajar en la revista “Super Luchas”. Su trayectoria de diez años como diseñador, nueve como ilustrador, siete elaborando art-toys y cinco grafiteando ha dado fruto para ser reconocido como uno de los mejores artistas de esta vanguardia en México. Su trabajo puede ser encontrado tanto en publicaciones como en las calles del distrito federal.

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