AÑO 1 LIMA, SETIEMBRE 2012
Santa Cruz, la aldea encantada, de Jorge Coáguila Entrevista con Rafo Ráez
El tren eléctrico elevado, una estafa en nombre del país y de SJL.
BARRIO MIO: El encuentro de Susana Villarán, Alfonso Barrantes y su propia gente.
HOMENAJE POR LOS 20 AÑOS DE LA CANTUTA
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Lima, Setiembre del 2012
Presentación de La Higuerilla
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l contexto en el que hoy nos toca vivir y comenzar este proyecto es el de un país convulsionado, divido en sus opiniones, un país que sabe que puede dar más pero no cómo hacerlo. Un país al que se le ha vendido la idea de que la minería, el tren eléctrico, la modernidad indolente, es el salvoconducto al progreso, el último arcángel que traerá el Edén hacia nuestras tierras, la visa hacia una mejor vida. Por eso no podemos hacernos de la 'vista gorda' y resulta necesario ya no solo ser espectadores, sino actores totalmente compenetrados con la vida política del país. Pero no solamente la vida política, sino también la vida cultural, espacio que hoy en día es dejado de lado para dar paso a los grandes bloques de espectáculos. Porque qué mejor arma que la cultura, el arte, para decirle no a este proceso de deshumanización que estamos viviendo en estas últimas décadas, a esta enfermedad latente en los peruanos llamado olvido que hace que sentencias como las del titular de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, Javier Villa Stein, quien redujo la condena de algunos miembros Grupo Colina de 20 a 25 años, sean posibles (por eso en este primer número nuestra portada es un homenaje a nuestros hermanos que perdieron la vida en el crimen de La Cantuta, a quienes hoy quieren asesinar y desaparecer nuevamente con leyes tales como el “negacionismo”). Abriendo un periódico podemos leer noticias de espectáculos y no hacemos más que preguntarnos dónde se encuentran las páginas culturales que antaño prevalecían sobre noticias faranduleras. O si prendemos el televisor, podemos ver durante todo el día, programas que no ayudan a enriquecer, intelectual y moralmente, a nuestros jóvenes, sino al contrario, los embrutecen, los distraen, buscan transformarlos en seres frívolos que se sometan sin discusiones a las leyes de la modernidad mientras que nuestros escritores se “mueren de pie” en este país de todas las sangres, olvidados y poco valorados por la prensa de este país, y tal como lo dijo el poeta horazeriano Manuel Morales, refiriéndose a los vates nacionales: Ser poeta en el Perú, no se lo recomiendo ni a Superman. Nosotros queremos (y debemos) cambiar ese dilema.
Una nueva generación de jóvenes está apareciendo, jóvenes ávidos de expresar su voz, de decirle no a la injusticia, la corrupción, la impunidad. Jóvenes con ganas de ser escuchados, hartos de ser relegados por sus mayores y por una sociedad que margina todo pensamiento que sea distinto al sistema que han consagrado para su beneficio. Manuel Gonzales Prada, exclamó, con mucha razón, en su 'Discurso del Politeama': “!Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!”, convocando la necesidad de la lucha por el cambio social, económico e ideológico. Por eso es necesario y urgente, hoy más que nunca, rescatar aquella frase y comenzar a crear esos espacios donde la voz de la cultura pueda hacerse escuchar, espacios donde uno tenga la libertad de decir las cosas que siente, de afirmarse con el mundo o discrepar con él, cualquiera sea su caso, e incluso discrepar con nosotros porque lo que se busca es crear ése espacio donde la crítica pueda desarrollarse libremente, sin tapujos (y, sin embargo, esto no quiere decir que no tengamos una idea clara: la postura que tomamos y sostenemos es a favor del pueblo, el arte, y, sobre todo, el arte del pueblo y para el pueblo, este nuestro pueblo heredero de una cultura milenaria, preciosa).Y, también, un espacio donde se pueda hablar del amor, la amistad, la nostalgia, la tristeza, conceptos que dieron vida a muchas grandes obras de arte de la humanidad y que terminan, finalmente, por definirnos como seres humanos. Es una apuesta difícil, idealista, pero hoy nosotros lo hacemos, hoy retomamos esas apuestas hechas por grandes hombres de nuestro pasado: erigir un espacio donde la política y la cultura converjan y con el tiempo suceda la fusión que les permita transformarse en algo imponente, en una bestia mítica, hermosa y terrible.
pados. Véanla cómo crece en el arenal, sobre el canto rodado, en las acequias sin riego, en el desmonte alrededor de los muladares. Ella no pide favores a nadie, pide tan solo un pedazo de espacio para sobrevivir. No le dan tregua el sol ni la sal de los vientos del mar, la pisan los hombres y los tractores, pero la higuerilla sigue creciendo, propagándose, alimentándose de piedras y de basura. Por eso digo que somos como la higuerilla, nosotros, la gente del pueblo. Allí donde el hombre de la costa encuentra una higuerilla, allí hace su casa porque sabe que allí podrá también él vivir”. Para Ribeyro queda claro y para nosotros también: si hay algún símbolo, algo en la naturaleza que identifique al hombre de pueblo, al hombre pobre, al peruano sin recursos, es esta planta que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados. Aquella característica fundamental, su tenacidad, hoy nosotros la tomamos, la hacemos nuestra. Por eso, esta revista es una invitación y una provocación al mismo tiempo. Invitación a leernos, a participar de este proceso histórico que el país está viviendo, a aventurarse con nosotros en este viaje por océanos temibles e inciertos del cual regresaremos con múltiples heridas, pero también con mucha más experiencia. Provocación al sistema, al establishment, a las verdades absolutas, a la modernidad indolente, a ese mercado frívolo y voraz que pretende convertirnos en un producto más a ser exhibido en el mostrador de la vida. Nace así esta revista que está pensada para el ciudadano-lector interesado en la vida política y social del país y que al mismo tiempo disfruta de la cultura; pero sobre todo para los que no, para aquellos que piensan que una cosa está separada de la otra. Ya la historia nos juzgará, para bien o para mal, algún día como es debido.
El nombre que adoptamos se lo debemos a Julio Ramón Ribeyro (a quien en este número rendimos homenaje por un aniversario más de su nacimiento a través de un Setiembre, 2012 extracto de la biografía en preparación: Ribeyro, la elocuencia del mudo, que nos en- Román Paredes tregó gentilmente Jorge Coáguila), que en Juan Mauricio Muñoz su cuento Al pie del acantilado escribe: “Nosotros somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escar-
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Contactenos: lahiguerillarib@hotmail.com www.lahiguerilla.com
Director y Editor General: Román Paredes Cosquillo Sub Director: y Director Financiero Heli Paredes Velazquez Editor: Juan Mauricio Muñoz Montejo Fotografía Contraportada: Nadia Cruz Portada: Lici Ramirez Diseño y Diagramación: Roberto Flores higuerillarib Coordinador de Impresión: Antonio Palomino
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El principio y el fin del Conga Por Leonardo Junco
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n Río de Janeiro, Brasil del 20 al 22 junio del 2012, se realizó la Conferencia de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible con l50 mil participantes y 130 jefes de Estado quienes reconocieron que el mundo enfrenta, en este momento, una gran crisis ambiental. Sin embargo, no llegaron a adoptar decisiones drásticas en cuanto a la defensa del medio ambiente, aun cuando el mundo entero sabe de la existencia de la confrontación ambiental en la ciudad de Cajamarca. Si bien después de doce meses el Ejecutivo y la empresa Yanacocha han anunciando, finalmente, que se suspenderá el Proyecto Conga, ante la contundente encuesta de Ipsos Apoyo que demuestra que la mayoría de la población de Cajamarca( del 74% al 93%) no aprueba el mentado proyecto, este hecho no esperado coloca a la lucha andina en una nueva etapa donde los actores de los dos lados del conflicto evalúan lo ocurrido y proyectan el futuro con una idea clara: este es un conflicto ambiental que no solo se ciñe al Perú y América Lati-
na, también al mundo. El protagonismo de Cajamarca en defensa del medio ambiente, con soberanía y democracia popular. Ciertas ciudades en el mundo asumen protagonismo en defensa de la vida y ahora Cajamarca asume la defensa del agua, de los flujos subterráneos, las cabeceras de las cuencas, la biodiversidad frente a la voracidad y el poder gigante del proyecto Conga-Yanacocha que, tan igual que otros agentes económicos, se adueñan de nuestros recursos naturales, y al mismo tiempo de las mentes de muchos de nuestros compatriotas. Por eso Cajamarca les dijo, sin dubitaciones: “¡Alto! Ustedes no podrán adueñarse de nuestras esperanzas, de nuestras tierras”. Hoy queda claro que el protagonismo de la Ciudad de Cajamarca no es una lucha aislada, esta lucha ambiental comprometió a los más amplios sectores de
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la sociedad peruana, tan igual como Bagua. El firme posicionamiento social le dio a la lucha ambiental de Cajamarca capacidad de sobrevivencia, pero la primera derrota del gobierno de Ollanta Humala dependió de toda la sociedad peruana que lucha por la soberanía, la redistribución justa de nuestra riqueza, la defensa de la biodiversidad y la descentralización del poder político ahora en manos de las mineras y el mercado financiero. Necesitamos ciudades con democracia y bienestar que hagan contrapeso al poder limeño en manos de un Estado indolente. Esas nuevas ciudades serán fruto del la propia imaginación y esfuerzo de su gente. El conflicto Cajamarca puso de manifiesto, de una manera clara, dos estilos, dos estrategias, dos visiones totalmente excluyentes y contradictorias en cuanto a la democracia y a la producción minera: de un lado, el ex -primer Ministro, Oscar Valdez y ahora el nuevo, el Dr. Juan Jiménez (y aún está fresco en nuestra memoria el tipo de defensa que asumió el primero por el Conga-Yanacocha: las armas, el estado de emergencia, el encarcelamiento como formas para resolver los conflictos). El diálogo no desplaza a la represión pero lleva a Yanacocha y al Ejecutivo a una derrota aplastante. El sábado 23 de junio del 20012 el pueblo de Espinar libera al alcalde Oscar Mollohuanca y se abre así un espacio de diálo-
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go y se establece un equilibrio en la opinión pública. Sin embargo, la represión se mantiene utilizando el doble discurso y mientras en el pueblo del Espinar-Cuzco se dice que el diálogo es el espacio más adecuado para resolver conflictos sociales , en Cajamarca la represión deja el saldo 5 muertos y cientos de heridos. Estos hechos de sangre y muerte posibilitan que todas las fuerzas amantes del la paz y partidarios del diálogo, la concertación y la consulta popular, pasen a la ofensiva. Así esta lucha nacional dura alrededor de 60 días y pasa por dos momentos claves:
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presa declaran que Conga no va como respuesta a la encuesta trabajada por Ipsos Apoyo que demuestra que la mayoría de los ciudadanos de la ciudad de Cajamarca no están de acuerdo con el proyecto. El análisis de estos dos momentos y la lucha de conjunto nos plantea lo siguiente conclusiones:
a) Hoy los perdedores de las elecciones 2011, los dueños del Perú, tienen el control del Estado, son los que gobiernan y ellos representan el neoliberalismo. a) El nombramiento de los sacerdotes Admiten el diálogo solo de manera unicomo mediadores del conflicto de Calateral y por lo tanto jamás entenderán jamarca. que este es voluntad de las dos partes Esta medida fue un acierto ya que ayuque integran el problema. Así lo condó a que el dialogo pase a ser la estratefirma la lucha ambiental que ha pregia de solución de conflictos predomisenciado el país durante los últimos donante para la opinión pública. ce meses. b) Ante el repudio nacional a la con- b) El Primer Ministro Óscar Valdés, priducta autoritaria del Primer Minismero encarcela al alcalde Cusqueño, tro Oscar Valdez, el 28 de julio, el el pueblo lo libera y obliga al EjecutiPresidente de la República, lo remvo levantar el Estado de Emergencia y plaza por el Dr. Juan Jiménez. dar inicio el diálogo, pero esta conLa opinión pública nacional acepta al quista no se extiende hasta Cajamarnuevo primer ministro que opta por leca. En esos días Valdés prefiere usar gitimar el “diálogo” como camino pala represión para doblegar por la fuerra resolver conflictos sociales, regioza de las armas el paro cajamarquino nales y étnicos, pero cuando se espera opuesto al proyecto Conga: la prensa que el premier pase del discurso a la nacional lejos de abrir causes al diaacción, el Consejo de Ministros acuerlogo sataniza a la justa defensa del meda mantener el Estado de Emergencia dio ambiente por Cajamarca y a sus líimpuesto a la ciudad de Cajamarca por deres, es decir, esta prensa, lejos de tender puentes para garantizar el diano encontrar, según ellos, condiciologo entre las dos partes del conflicto, nes para levantarla. Esta decisión tensa fomenta y estimula escenarios de relas fuerzas en pugna y cuando los mepresión como forma para hacer sentir diadores llaman a la calma a las dos el poder (algo que sabemos no es repartes del conflicto, el gobierno y la em-
ciente y va más allá del continuismo neoliberal, es una conducta política histórica del Estado criollo). El país ha visto nuevos actores, la lucha ambiental es frontal, ninguna fuerza política real se puso al costado del conflicto, incluso las posiciones intermedias libertarias que frecuentemente buscan diluir estos conflictos a favor de la derecha, ahora, tomaron distancia de las fuerzas políticas retardatarias: todos marchan a configurar una nueva correlación política en el país buscando la real presencia del Estado en todos los escenarios de la sociedad. La derecha perdedora de las elecciones 2011 ya es gobierno, su primer objetivo fue desplazar a los actores progresistas y de izquierda, incluso desactivaron el PNP como partido de gobierno. Esta experiencia nos dice que el interés minero y financiero que controla el Estado no necesita partido para gobernar, tiene a los medios de comunicación y el poder del dinero. Este tipo de poder nos enseña que no es suficiente tener el voto mayoritario de la población peruana, que es necesario y urgente construir un estado pluricultural desde la sociedad y desde sus tejidos políticos y culturales. Aquí está el aspecto de fondo en la presente disputa política, la nueva articulación de fuerzas por el cambio recomienda contar con un liderazgo extraordinariamente consecuente, flexible, que proponga un nuevo Perú sin recurrir a la violencia, priorizando el diálogo, la concertación como principal arma de lucha, el derecho que tienen los pueblos a ser consultados cuando el estado y/o las empresas privadas decidan realizar obras de envergadura en el campo de la producción, extracción, e infraestructura de alto costo.
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BARRIO MIO: El encuentro de Susana Villarán, Alfonso Barrantes y su propia gente. Por Heli Paredes Velásquez.
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entenas de líderes y dirigentes tienen como propósito trasformar la ciudad más contaminada, la quebrada que alberga más de un millón de habitantes y tiene tan solo dos salidas, el espacio dormitorio donde reina la especulación urbana en una ciudad de productores y un mercado multicultural. Este propósito y el plan que guía sus acciones no puede ser obra de una sola persona por más imagen y talento que tenga, menos de una élite ingeniosa, será obra creadora, finalmente, de sus líderes que salen del tejido institucional que tenemos y sobre todo de la misma gente que construye esta ciudad con sus propias manos dentro de una coyuntura dramática. No obstante, aunque esta tesis nos coloca en el sector de la renovación política total, no es suficiente, necesitamos un liderazgo con capacidad para movilizar a todos los agentes económicos, privados y públicos, que tiene Lima y contar con que las múltiples y variadas or-
ganizaciones constituyan, en este periodo político crucial, el soporte y la fuerza que necesita la ciudad para construir una infraestructura de calidad tanto en salud, economía, medio ambiente, cultura y vías de tránsito (proyectos de gran envergadura cuyo costo, más o menos, asciende los 10 mil millones de soles). Solo asumiendo todo esto el reto de hacer de San Juan de Lurigancho una ciudad de productores del presente siglo será posible (en esta época donde las ciudades son las protagonistas de los grandes cambios sociales y económicos). No se puede construir una ciudad si esta no entiende cabalmente, la población, sus líderes y funcionarios, de dónde vienen, qué son y hacia dónde van. Así el proyecto Barrio Mío, cuyo objetivo es que la población ubicada en zonas vulnerables acceda a la vida urbana de una manera integral, se ajusta a las aspi-
raciones de un distrito y de su gente. No solo se trata que un título y servicios básicos. Se trata de que tengan un trabajo digno, ya sea como asalariado y/o a cuenta propia. Necesitamos, hoy en día, productores que trabajen con sus propias manos. Si es asalariado y/o empleado privado o público, que tenga un ingreso digno por lo menos al nivel del costo de la canasta familiar que le permita contar con una vivienda segura ante cualquier catástrofe y que los seres humanos de cualquier edad o condición económica se puedan realizar en paz, sin miedos, sin incertidumbres por el mañana. Barrio Mío no es la llave mágica que abrirá las puertas de este sueño, pero sí es una palanca para alcanzar una vida digna y por ello no se puede construir de un modo aislado. Como solución está relacionado con el proyecto de Infraestructura vial que busca salidas al centro, al sur, al norte y al este, al país y el mundo. San Juan de Lurigancho debe terminar con su encierro. El acceso a la vida urbana no es solo la forma-
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Descanso de la escalera
lización de la propiedad como lo piensan los funcionarios y profesionales de COFOPRI. La formalización y su proceso definido tiene que estar integrada a la salud, educación, trabajo, medio ambiente, al sistema vial, a la producción etc. Entonces erradicar la informalidad y la vulnerabilidad consiste en transformar la realidad caótica que tenemos en un barrio donde sus pobladores tengan resueltas sus necesidades básicas y los satisfactores que necesita nuestro tiempo. La gestión de Susana Villarán apunta a este cambio. Si es así ella nunca construirá la ciudad como lo hacen otros que realizan obras para canjearlas después por votos y promocionar candidatos. La gestión de Villarán apunta a un cambio real y Bario Mío no es solo discurso, es, fundamentalmente, un diseño arquitectónico, un arte de gestión que necesitamos para plas-
mar muros, escaleras, áreas verdes, lozas deportivas por donde puedan jugar y correr nuestros niños, las personas adultas y las personas con discapacidad sin dolor alguno. Un proyecto que nos permita contar con profesores con el nivel óptimo para educar a nuestros hijos, un médico de calidad en la manzana donde uno vive, solo a unos pasos de distancia y sin tener que hacer colas excesivamente largas. Barrio Mío ya nació y trabaja con decenas de técnicos que no esperan que los pobladores vayan a la las oficinas de la municipalidad, sino que ellos mismos llegan al barrio donde los necesitan. Así, Barrio Mio, trasciende a ser imagen y visión, símbolo del diálogo, de concertación, de consenso y consulta popular. Decíamos anteriormente, haciendo un
cálculo rápido, se necesita alrededor de 10 mil millones de soles para cambiar el rostro de caos que tiene San Juan de Lurigancho (rostro dejado, no está de más decirlo, por la obra del fujimorismo, el aprismo y sus mejores aliados: Castañeda y Carlos Burgos). Como ninguno de ellos en su gestión, Susana Villarán mediante una carta pública dirigida al pueblo de San Juan de Lurigancho prometió 635 millones de nuevos soles y de esta cifra destinó 90 millones para infraestructura (muros, escaleras, lozas deportivas etc.) Es decir, aproximadamente 22.5 millones por año (y acá no estamos tomando en cuenta la inversión vial, social, cultural que este año esta ejecutando). De ese momento a la fecha ya trascurrieron 16 meses en los que los lideres comprometidos con la gobernabilidad de la Municipalidad de Lima hemos estado trabajando primero como infraestructura a través de EMAPE y ahora con Barrio Mío como programa que tiene un directorio, un ejecutivo y tiene a INVERMET como el órgano ejecutor. Pero Barrio Mío, como programa, sustancialmente es el trabajo concertado de la municipalidad de Lima con la población, su misión es prevenir el riesgo a los AAHH (Asentamientos Humanos) y AF (Agrupaciones Familiares) que se encuentran ubicados en zonas vulnerables y se encuentren en proceso de formalización desde el 2004 y hacia atrás. El plan a corto plazo incluye a aquellos que se encuentran en situación de emergencia y a largo plazo, para los que ya están en condiciones de acceder a la vida urbana. Barrio Mío, cuenta con un diagnostico de estas zonas vulnerables, trabaja un modelo de barrio urbano que no es solo escaleras y muros; es ante todo diseño urbano integral que va de la mano con el saneamiento físico legal
Barrio Mariscal Cáceres
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conjunto con la población utilizando que ejecuta COFOPRI, con la prescripurbana levantando el riesgo y logren ser distintos medios, mecanismos, políción adquisitiva de dominio congelado titulados. ticas, convenios, con el supremo objebajo un convenio COFOPRI – MLM, tivo de que los AAHH y AF consicon los sistemas de agua y desagüe y ale) ¿Qué requisitos necesitarían los gan acceso a la ciudad y al hábitat, y cantarillado definitivo y provisional, con AAHH y AF para presentar a Barrio por este camino superar el déficit de las redes culturales, ambientales, de saMIO y resultar beneficiados con muros, viviendas, el caos y el desorden urbalud y educación que necesitan nuestros escaleras, en sus dos planes? La respuesno, el tráfico, la especulación que se barrios y con la infraestructura vial. ta es la siguiente: da en complicidad de funcionarios Ahora podemos afirmar que Barrio Mío, corruptos. Es de responsabilidad de como modelo de gestión y habilitación - Para los AA.HH y/o AF ya titulados netodas las instancias del Estado, de la urbana, no es del estilo de Castañeda y cesitarán, la mayoría de los casos, levansociedad, de los agentes económicos, mucho menos del actual alcalde Carlos tar las observaciones al 100% (son los Burgos que “construye” una ciudad, y es garantizar el pleno derecho que tiene únicos que tienen presentar Planos de Coinevitable no ponerlo entrecomillas, sin todo ciudadano acceder a la ciudad y fopri) entender los cuatro puntos clave que toa la vivienda. Estos derechos exigen da ciudad necesita saber para prevenir el a las instituciones públicas y priva- La mayoría de las AF que están fuera riesgo y acceder a del perímetro del una vida urbana digAAHH y se encuenna (no improvisada y tran en proceso de forprecaria a la que por “La gestión de Villarán apunta a un malización, tienen inmuchos años se le ha forme de diagnósticondenado al poblacambio real y Bario Mío no es solo co de COFOPRI y dor humilde): de dónotras se encuentran lediscurso, es, fundamentalmente, un de venimos, qué sovantando observamos en este momenciones hechas por la diseño arquitectónico, un arte de gestión to y hacia dónde vaDefensa Civil de Limos. ma. Terminado el que necesitamos para plasmar muros, proceso, la posición Cuatro puntos finaingresa al proceso 1 escaleras, áreas verdes, lozas deportivas les a tomar en de COFOPRI. cuenta por donde puedan jugar y correr - Los planos visados a) En primer lugar, sirven exclusivanuestros niños, las personas adultas y Bario Mío, visto mente para los servicomo paradigma, cios básicos y son las personas con discapacidad sin dolor es el encuentro de otorgados por las muSusana Villarán y alguno. Un proyecto que nos permita nicipalidades distriel legado de tales de acuerdo a la Alfonso Barrancontar con profesores con el nivel óptimo ley de municipalidates en los barrios des vigente. para educar a nuestros hijos, un médico de nuestra Lima multicultural. - Muchos necesitan de calidad en la manzana donde uno vive, b) En segundo lugar, actualizar los infortiene como mimes de riesgo, porsolo a unos pasos de distancia y sin tener sión erradicar la que solamente tienen informalidad y vigencia dos años que hacer colas excesivamente largas.” vencer la vulnedesde la fecha de emirabilidad con las sión. Además deben propias potenciapresentar los certifilidades que tiene cados de capacitación de la Municipalila gente del barrio (gente atrapada das, y la sociedad en conjunto, endad de Lima y/o Defensa Civil. por el monóxido de carbono que viecontrar las condiciones políticas, nen con los vientos de sur a norte que económicas, sociales y ecológicas ne- Por eso, Barrio Mío, es, finalmente, un proproducen el parque automotor de Licesarias para convertir el caos, el de- grama integral de habilitación urbana en zoma). sorden urbano en una democracia nas vulnerables física y socialmente (el ámc) En tercer lugar, es una inversión púurbana de bienestar tangible. bito del programa abarca más de mil posiblica y privada en las zonas de expan- d) Barrio Mío, como programa, es pre- ciones urbanas ubicadas en San Juan de Misión urbana de Lima, concretamente vención de riesgo y emergencia, am- raflores, Carabayllo, Comas y mucho otros ubicada en las zonas vulnerables cubos trabajados bajo un plan que ac- más). Solamente en San Juan de Luriganyas salidas en este momento produtúa en dos espacios (zonas en riesgo cho tiene cuatro zonas vulnerables de alto cen un agotamiento del suelo por el y en formalización) ubicadas en las la- riesgo, dato que ya es preocupante. Por eso, desmedido crecimiento horizontal deras. No obstante, el plan también este es un proyecto de gran envergadura que que tenemos (gracias al manejo inesbeneficia a las posiciones urbanas, depende no solo de la Municipalidad de Licrupuloso de malos profesionales, traya tituladas, a aquellos que se en- ma, sino, también, de la población misma ficantes de tierra y un alcalde que solo cuentran en proceso de formaliza- (una forma de trabajo distinta a las vistas en piensa en su bolsillo). Esta situación ción de la propiedad informal desde las gestiones anteriores). Un proyecto que exige al Estado superar sus débiles el 2004 hacia atrás. Se trata de que por todo lo dicho expuesto anteriormente, coordinaciones, promover el trabajo toda esta población acceda a la vida merece nuestro saludo y todo nuestro apoyo.
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El tren eléctrico elevado, una estafa en nombre del país y de SJL. Por el Colectivo de consulta y vigilancia ciudadana de SJL.
Los reyes de la baraja.
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ma junto con otras emblemáticas como el CLAE de Carlos Manrique) . Hoy en San Juan de Lurigancho está sucediendo algo parecido. En pos de la necesidad y la modernidad, García, Plasencia (Director Ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren) y Carlos Burgos (Alcalde de este distrito) han cometido un conjunto de irregularidades y han atentado contra la propiedad privada, el trabajo, el medio amLo cierto es que la necesidad del transpor- biente, el sistema vial, el conglomerado cote masivo sigue siendo una realidad hoy mercial y productivo de la industria de la en día (las necesidades no cambian, lo que madera y otros ubicado en la Av. Próceres cambian son los satisfactores según la épo- de la Independencia (además de 11 conca que nos toque vivir y los cambios tec- sorcios de transportistas, los habitantes de nológicos a los que las sociedades se van la Ciudad Mariscal Cáceres y las trescienajustando). Atendiendo a este proceso his- tas mil familias que están asentadas en tórico, aceptamos, imposible no hacerlo, las laderas de los cerros de la quebrada, toque la necesidad de un transporte masivo dos aportan al desarrollo sostenidos de la moderno, para este distrito, es urgente (co- economía distrital y generan fuentes de mo lo fue hace 25 años para otros distritos trabajo). como Villa el Salvador y Villa María del Triunfo, época del gobierno de Alan Gar- Repetimos: no estamos en contra del tren eléctrico, el transporte moderno es una necía). cesidad irrefutable, a lo que nos oponemos Sin embargo, no podemos volver a permi- es a la forma déspota de querer imponer tir lo que sucedió en esos años cuando en una forma que trae más perjuicios que benombre de aquella necesidad, García, co- neficios a sabiendas que hay otras que gemenzó el proyecto del tren eléctrico con neran mayores beneficios (un proyecto una inversión de aproximadamente 225 que pudo ser aplaudido por esta generamillones de dólares cofinanciados por el ción y la que viene, será rechazado finalgobierno italiano; y que, a pesar de todo es- mente ya que atenta contra la integridad to, no logró concretarse (quién no recuer- del distrito, el medio ambiente, su capacida la gran estafa del tren eléctrico fantas- dad productiva y no maximiza los benefia aparición del Ferrocarril, ícono de la revolución industrial y el progreso, no sucedió de la nada, tuvo su origen en la necesidad de la época y en un país que tenía las condiciones adecuadas: materiales, como la alta producción de carbón en Inglaterra; y humana, una clase dirigente adinerada que no sabía en qué gastarse el dinero más que en actividades banales.
cios que debería traer una obra de esta magnitud) Por eso, frente a la propuesta inconsciente del tren eléctrico aéreo de Carlos Burgos, hemos propuesto el tren eléctrico subterráneo. No es casual que las megas ciudades del mundo hayan optado por la implementación de este modelo (sin ir muy lejos en nuestra misma Latinoamérica podemos encontrar ejemplos, y los beneficios que contrae, como Chile y Argentina). Creemos que este distrito necesita un tren eléctrico, sí, pero uno que lo beneficie y le permita crecer como metrópolis. Por eso decimos sí al tren eléctrico, pero subterráneo hasta Jicamarca. A la vista encontramos contradicciones en el camino aéreo y son los siguientes: a) El tren eléctrico solo por ser aéreo no resuelve los altos niveles de congestión y saturación de líneas que tenemos. El diseño del tren (hecho por profesionales que están fuera de nuestra realidad, tiene intereses lectorales e intereses subalternos) no está relacionado con las ocho salidas que necesita San Juan de Lurigancho para librarse de su encierro y articularse con las salidas al sur, al este, al norte y al centro de Lima. Aquí
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obra que han empezado no está aprobada hasta el día de hoy, trabaja por partes y su costo es a mano alzada. El tipo de diseño que se ejecuta no justifica razones técnicas, son mayormente razones políticas, centralmente electorales. La memoria colectiva no olvida que el Sr. Alan García no quería culminar su segundo mandato como Presidente de la Republica sin dejar totalmente aprobado el Tramo II, el diseño, de este modo cumplía su promesa electoral hecha al pueblo San Juan de Lurigancho en el 2006. ¿Cuánto costará, entonces, el Tren Línea 1 tramo II? Nuestro pronóstico indica que será doble de los 600 millones dichos, monto más que suficiente para ejecutar el tren subterráneo. Av. Próceres de la Independencia antes de ser talada
esta nuestra prioridad, propuesta y den desarrollar bajo la ignorancia y exigencia. No obstante, no podemos la improvisación electorera. dejar de lado el factor ambiental: hoy se está desforestando la poca área ver- b) Si se suma Jicamarca con Mariscal de que tiene este distrito con la proCáceres el crecimiento poblacional mesa de una posterior compensade ambas, hoy excluidas, harían que ción. O errores como la extensión de el servicio del Tren eléctrico elevala ruta del tren, de 12.5 kilómetros, do colapsara solamente a los diez cuando la Av. Próceres de la Indeaños. La esperanza de vida de cien pendencia, avenida principal del disaños se reduce solamente a diez. trito, tiene cerca de 17 kilómetros lo cual deja fuera a la Ciudad Mariscal c) Según la AATE (Autoridad AutóCareces que existe desde 1985 (y no noma del tren), el alcalde Carlos podemos olvidar que, además, se esBurgos y otros funcionarios asegutá dejando de lado a Jicamarca). ran que el sistema subterráneo pre¿Este es el tipo de “progreso” que senta un alto costo, pero en el fondo queremos? Los proyectos no se pueeste argumento es un pretexto. La
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San Juan de Lurigancho necesita un sistema de tren subterráneo con alta tecnología, pero esto no fue escuchado durante estos últimos 25 años. En la consulta pública realizada el 4 de noviembre del 2010 la totalidad de asistentes fué 41 personas y resulta inaudito que la AATE tome esta medición como suficiente para optar por el camino aéreo. Este hecho indica, por no decir denuncia, que durante los 25 años que tiene este proyecto hubo cuestionamientos diversos pero no fueron escuchados. Las fotografías tomadas del tren aéreo, Línea 1 tramo 1, nos dice que este diseño, en el medio social donde ya está funcionando, es repudiado a pesar del silencio de las autoridades y del Congreso de la República.
Av. Próceres de la Independencia, ahora.
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San Juan de Lurigancho junto con Independencia, son los distritos más contaminados de la ciudad de Lima. El sistema lejos de reducir al mínimo el problema ambiental lo empeora. Alan García, Carlos Burgos y Plasencia, principales promotores del tren eléctrico aéreo y de la provincialización, no tomaron en cuenta un modelo de trasporte masivo concordante con expresiones arquitectónicas que integren la ciudad y que, al contrario, no la divida y siga fraccionando más la vida urbana. Carlos Burgos y Plasencia, lejos de construir una ciudad compatible con la cultura y el deporte, utilizaron 30 hectáreas del IPD (Instituto Peruano del Deporte) a pesar de las quejas y denuncias de los vecinos, prometiendo un Polideportivo, es decir un espacio para varias disciplinas, pero no con el tamaño que necesita la Ciudad Mariscal Cáceres y este distrito. Hace mucho, en 1992, por la miopía de los gobernantes que están fuera de la realidad de SJL, perdimos el espacio para un Hospital de nivel H4. Ahora perdemos el Coliseo Mariscal Cáceres y estamos por perder el Parque Zonal 14 -A que durante los últimos años ya se ha ido reduciendo a la mitad y ahora solamente queda 20 hectáreas que pueden verse finalmente mermadas en solamente 10. El alcalde Carlos Burgos ofrece un parque ecológico en el terreno donde se ubican las cárceles para facilitar que el propietario del terreno lo venda a una Mega Plaza.
Marcha del 28 de mayo.
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g) El diseño del tren subterráneo era polos efectos que viene causando y causible, por la densidad poblacional (hasará esta obra (dicha denuncia legal bitantes por hectárea) y por la calidebe de estar apoyada por la movilidad del suelo. ¿Qué diferencia existe zación y organización del distrito basocialmente entre la población de jo una plataforma que sustente nuesATE-CALLAO con la población de tras demandas). San Juan de Lurigancho para optar para los primeros por un tren subte- 2) El tren en la Av. Próceres de la Inderráneo y para San Juan de Luriganpendencia debe ser diseñado de tal cho, aéreo? modo que sirva de encuentro social, cultural y deportivo con el Parque Finalmente, el alcalde Carlos BurZonas Wiracocha, el Parque Zonal gos, en complicidad de su socio Pla14-A y el Coliseo Mariscal Cáceres sencia, no lograron demoler los bieubicado en el IPD. La propuesta es nes urbanos de la cuadras 28, 29 y 30, que la ejecución del tren exprese de la Avenida Próceres, a mano miliuna nueva dimensión urbana que tar, como dijo el Congresista Lezcapermita hacer de los parques un lugar no. La MML (Municipalidad Metrode encuentro masivo social y cultupolitana de Lima) como la Comisión ral. de Fiscalización del Congreso de la República, reconocen que se trata de 3) La construcción del Tren Eléctrico Líhabilitaciones urbanas reconocidas y, nea 1 tramo II exige reconstruir las en todo caso, el ensanchamiento de la Avenidas Santa Rosa y Canto Granvía de 33 ml a 66 ml obliga al munide. cipio a recompensar con un justo pre- 4) Lejos de destruir el prospero trabajo cio a los expropiados (algo que Burindustrial y comercial de los muebles gos no estaba dispuesto a hacer). y otros rubros compatibles con este, el proyecto del tren debe garantizar Por todo lo expuesto, planteamos lo su permanencia y desarrollo al ser essiguiente: te un gran motor económico del distrito. 1) Después de dos plantones y dos mar- 5) El tren eléctrico debe considerar en chas la PCM (Presidencia de Consesu diseño salidas que no superponjo de Ministros) abrió un proceso de gan a los proyectos viales como el diálogo para tratar el problema, pero Anillo periférico norte y el Peri Urbaen el fondo sus acuerdos no han sido no. cumplidos, lo que nos obliga, ante el avance de la obra, a denunciar a la AATE, a la empresa ejecutora y al alcalde de San Juan de Lurigancho por
Cultura 11
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Al son de Tito Hurtado última Feria del Libro de Lima, dijo el poeta Arturo Corcuera: “En el arte de escribir 'Tito' es inimitable y el estilo es 'Tito' Hurtado. Sólo él puede ser él”. ¿Y quién es 'Tito' Hurtado? Estudiante de Historia en San Marcos, periodista desde los años setenta, adicto a la Sonora Matancera y Cheo Feliciano, amante de Toña la Negra, compadre de Daniel Santos y Javier Solís. Y devoto de Quevedo, Umbral y Borges, sobre todo.
En “Otras disquisiciones” (Lápix Editores, 2012) el ensayista y periodista Víctor Hurtado Oviedo (Lima, 1951) 'sonea' con las palabras, muestra su erudición sin alardes y confirma que en el periodismo hay belleza. Léase con guarachas de fondo esta semblanza sobre el escritor que soñó con ser timbalero.
Un periodista que trabajó con él a inicios de los años ochenta en El caballo rojo (suplemento dominical de El diario de Marka) cuenta que Antonio Cisneros, director del semanario, bromeaba sobre su disciplinado colega: “No es de fiar, no bebe con nosotros”. Otro periodista lo recuerda adusto y silencioso en la redacción de un diario donde fungió de editorialista a mediados de esa década. Lo admiran admirables como César Lévano, César Hildebrandt y Marco Martos, presidente de la Academia Peruana de la Lengua, institución que nombró miembro honorario al hoy editor de culturales de La Nación de Costa Rica. A criterio de los conocedores, Hurtado es uno de los mejores prosistas peruanos vivos.
Por Javier Bedía Prado
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e marchó del país en 1989. Cuatro años de Alan García, ni uno más, se prometió. Víctor Hurtado Oviedo dejó el periodismo y juró decir la verdad. Cumplió el primer voto: se quedó a vivir en Costa Rica, a salvo del segundo gobierno aprista. La otra promesa no la respetó: el ensayista que quiso ser timbalero continuó haciendo literatura en papel periódico y publicó -o dejó que se publiquen, por insistencia de los amigos- dos libros recopilatorios con sus ensayos, crónicas y artículos. Aunque niega ser escritor, “Pago de letras” (Caballo Rojo, 1998) y “Otras disquisiciones” (Uruk, 2009) no pueden convencer de ello a quienes han leído a este militante de la retórica. Aquí se queda desarmado de Aristóteles, imposible persuadirnos, porque los textos de 'Tito' Hurtado suenan a lírica y calle, disparan figuras y humor, blanden ideas y belleza; en suma, todo aquello que diferencia a los artículos para leer en servicios higiénicos de los que son servicios de higiene mental. Política, boleros, filosofía, retórica, son y literatura, mucha literatura, son los temas que abordan sus escritos. "Aprender boleros es licenciarse en retórica, la ciencia más hermosa y menos visitada del lenguaje. Hoy, la mejor forma de guardar un secreto es publicarlo en libros de retórica: nadie los lee -ni siquiera los poetas-. Esto es muy triste. Con la retórica ocurre lo mismo que con el dinero: quienes menos la dominan son quienes más la
Víctor Hurtado escribe como Víctor Hurtado, con la sapiencia y modestia del que ha leído mucho y bien. Es el espíritu espartano de quien no encuentra mayor placer que la lectura el que habla cuando reniega del acto de escribir. "En el tiempo ocioso que me deja la lectura, trabajo", proclama. necesitan", reflexiona. Otra muestra: "Entonces sí que había que leer con avaricia, aunque ya comenzábamos a sospechar que el amor por la lectura es una cualidad que la gente celebra como virtud y elude como vicio. Es la misma gente que se alarma pues, por jugar con la computadora, los niños descuidan el televisor". La editorial local Lápix cometió el acierto de reeditar este año “Otras disquisiciones”. En la presentación de la obra, en la
Lúcidas, cultas y lúdicas, en cada pieza de sus prosas se luce como un sonero del adjetivo, un guarachero de la ironía, un bolerista del verbo. Sus textos huelen a biblioteca de erudito y esquina, saben a Siglo de Oro y barrio. Obsesionado con los estilistas ("Signo de los tiempos: hay más estilistas en las peluquerías que en la literatura") y los alquimistas de la palabra, busca, como ellos, la música en cada línea. Y este timbalero frustrado suele encontrarla.
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Ciencia Ficción: Foro sobre la gestión sostenible del agua en el Congreso Por Anaximandro Sánchez
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stoy muy confundido, sin ganas de leer ni escribir, espero que no me esté viniendo mi periodo, sería la primera vez que me pasa. Para relajarme voy a un foro de ciencia ficción sobre “La gestión sostenible del uso del agua”, lo organiza el congresista Juan Pari. El foro comienza una hora tarde porque el organizador llegó una hora tarde, y llegó tarde porque sí. Después de pedir las respectivas disculpas por cumplir, da por inaugurado el evento. El primer expositor, el Ing. de minas Rómulo Mamani, gerente general del grupo PEVOEX contratistas, muy orondo, felicita por la iniciativa. Se presenta como ex congresista en el 2001, asistente a dos foros mundiales del agua y señala que el agua es un mineral cuyo uso en el Perú se divide de la siguiente manera: 80% agricultura, 6% consumo humano y 2% minería. Agrega que en la agricultura la eficiencia de uso es de 0.3% a 0.35% en promedio. Su argumento de que en la naturaleza no hay agua limpia, porque siempre tiene compuestos, solo que en límites que no hacen daño, me deja perplejo. Termina su exposición con un cuento, un chiste, porque estamos muy serios: Un Ing. de minas le dice a un campesino que su agua está bien y el campesino le responde: Si mi burro ahora no la quiere tomar. Casi relincho. Ji jaaa. Pasada su exposición, noto que entre los expositores no hay un representante de la
actividad agrícola y son los que usan el 80% del agua, en cambio la minería tiene cuatro representantes y solo usa el 2%, también están en la mesa de honor dos representantes de la entidad nacional del agua y uno de una ONG extranjera. Hay pancitos de jamón y palta y café
gratis. Si la convocatoria que hace un representante del pueblo, un congresista, un representante de la mayoría, cuenta con cuatro personas con intereses mineros y ningún representante del agro, de la mayoría; entonces, como diría mi abuelo: La cosa está muy jodida. El siguiente expositor es el Ing. mecáni-
co Carlos Carreras Mariani, Gerente de Proyectos Unitex S.A.: El agua es dura pes. Los posos se secan pes. Y si pongo “pes” es porque así habla pes, lo malo es lo que dice a continuación: ¿El mundo a dónde va? En Arabia Saudita se usa purificación de agua por ósmosis inversa desde 1978. En Antofagasta se purifican 50 000 metros cúbicos al día desde el 2003. En la playa Santa María se detuvo un proyecto de una planta desalinizadora y no entiendo por qué, es muy simple pes: Yo vengo, pongo la planta y le vendo el agua a la población por unos años. En el mundo el 50% del agua se produce por desalinización y el Perú casi no participa. Agregó que el costo operativo de desalinizar es casi el mismo que el del precio del agua del recibo (ese “casi” es como casi meterla). Mientras que el “costo” puesto en planta es de 0.9 US$ aprox. por metro cúbico, el “precio” del agua en un asentamiento es 10 soles el metro cúbico –arguye indignado. ¿Y cuántos agricultores hay en Arabia Saudita? ¿Cuántos ríos en Antofagasta, Chile? En muy pocos países se pone el agua en manos de una empresa privada y extranjera, por la importancia de ese recurso, es como dejar las llaves de la virginidad de tu hermana a un pervertido. Lo que no dice el expositor, cada vez que insiste sobre la tendencia del mundo, es que muy pocos países tienen la cantidad de ríos y cuencas que tiene el Perú. Explica que se puede usar esa agua, pero que son obras faraónicas que tardan muchos años, la solución más inmediata es desalinizar agua de mar. El costo operativo que presenta del agua desalinizada es en la
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Opinión 13
playa, sin tomar en cuenta las bombas y tu- ma CIHA y absorbe arsénico, metales pe- tos a los representantes de la minería? Los berías que se requieren para llevar esa sados, acido sulfhídrico y sulfatos. En contraargumentos de la ANA fueron los siagua potabilizada a un hogar, eso por un Inglaterra lo usan. Los ingleses saben. guientes: Tenemos el Plan Nacional de Relado, por el otro, el costo fijo, del cual no En Inglaterra son tan buenos que conta- cursos Hídricos. Ajá. Las políticas y estrahabla en ningún momento, implica una de- minan sus ríos para darle trabajo a este tegias que dispone el Perú se han actualizapendencia tecnológica y económica con hombre, démosle trabajo en Perú tam- do en el 2011 en la web del recurso hídrico. Vaya. El público grita emocionado, y un una empresa privada y extranjera, depen- bién. profesor, cerca del coma emotivo, ronca a dencia que solo podrían asumir campesimi lado. nos cuyos árboles den frutos de oro, campesiEl señor Zamalloa, renos de fantasía, mejor presentante de Cader aún, solo las mineras u “Pasada su exposición, noto que entre los Perú, es tan breve y etéotras empresas muy rentables. El precio del expositores no hay un representante de la reo que solo merece esta mención deshonrosa. pasaje en tren es 1.5 soactividad agrícola y son los que usan el les, en combi un sol, Finalmente, para cerrar ¿cuántos usuarios pueel foro con broche de 80% del agua, en cambio la minería tiene den asumir el costo fijo oro, vuelve a pronunde comprarse un tren o ciarse el congresista Pacuatro representantes y solo usa el 2%, una combi? ri, filosofa sobre el problema y posibilidad también están en la mesa de honor dos Después participa el soque significa el agua paciólogo Francisco Barepresentantes de la entidad nacional del ra el país. Los mineros zo. Se acerca pesadasonríen. El olor a sanmente al micrófono y guchitos entra con fueragua y uno de una ONG extranjera.” repite, por millonésiza. Pari alza la voz, pima vez en este año: No de menos algarabía en se puede vivir sin la mila sala porque hay muernería. El guano y el salitre –agrega- no dio Cuando el presentador nos aclara, a pe- tos y no reaccionamos. Me cago y salgo cograndes saltos al país, ahora el objetivo es cho alzado y voz en cuello, que en todo rriendo al baño... Una vez limpio, temiendo que la minería no sea para los mineros, si- foro se debe presentar la otra mirada y haber perdido la sesión de preguntas, me no para la población... Y nosotros, la au- presenta a la Autoridad Nacional del acerco, casi con el pantalón abajo, a averidiencia, saltamos extasiados de gozo. En Agua (ANA), casi me cago. Me comien- guar en la puerta de la sala en qué concluyó ese mismo instante viajo en el tiempo, por- zo a sentir mal, enfermo. ¿El conflicto ac- el foro. No hubo preguntas porque era deque resulta que lo mismo dijeron hace tan- tual no es entre los agricultores y los mi- masiado tarde, era la hora del almuerzo. Y tos años sobre el guano y el salitre: El obje- neros? ¿Fantasía y ciencia ficción? ¿El me fui a comer. tivo es que sea para la población. Yeeeh. estado no debe estar de mediador entre El sociólogo vende un producto que se lla- unos y otros y no dando café y sanguchi-
14 Crónica
Cerro, el frío cerro
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Por Diego Ferrer
Llegué al lugar de los hechos. En la desalmada sala de prensa me habían dicho que 'vuele' hacía uno de los cerros más alejados de San Juan de Lurigancho: debía cubrir un casito de esos que conmueven al público y aumentan el rating en sintonía. La tristeza, la pobreza y la necesidad eran parte del común denominador de la gente, como si todos hubiesen sido preparados bajo la misma receta, fabricados con las mismas piezas y las mismas desgracias. Miré a todos con lástima, sabía que aunque me pedían ayuda, no podría hacer más de la cuenta.
Crónica 15
Lima, Setiembre del 2012
L-
legué cinco minutos tarde. Mi cuerpo sudaba, pues había tenido que correr unas tres cuadras. Llevaba el blazer azul que mi padre me regaló antes de irse y en ese momento, estaba maldiciéndolos: al saco porque me daba más calor y a mi viejo por sentirse orgulloso de mí. Aún podía escuchar sus palabras por el altoparlante de mi celular: “Hijo, tienes que cuidarte siempre. Sé que tu chamba es jodida, pero debes seguir adelante”. Nunca antes me había dicho algo así.
competentes en las odiadas cabinitas de Javier Prado; las Fénix, siempre apretaditas, los grasientos choferes de las cústers, los sucios indicadores de velocidad, el aire que te chicotea la cara. Luego de preguntar mil veces, dimos con el lugar a duras penas y con media hora de retraso. Felizmente, la mujer no estaba. Bajamos del auto y un grupo de personas estaban reunidas al pie de lo que alguna vez fue una modesta casita hecha de maderas, esteras y plástico. La única estructura que estaba en pie era el silo que utilizaban como baño. La madre de Ana Cecilia, una mujer de 60 años llamada Yolanda Gutiérrez, me miraba de reojo. Cuando nos acercamos, soltó una
catrices en la frente y la ropa bastante gastada. Lloraba en silencio mientras los representantes del INABIF (que había llegado casi con nosotros) le hacían preguntas sobre qué sucedió, además de ayudarlos psicológicamente. Y en mi piscología, me preguntaba por qué no les daban un techo provisional o comida a esa gente que se quedaba en la nada, con ese frío húmedo que hace al pie del cerro. Supuse que Ana Cecilia pensaba lo que mismo que yo mientras cogía fuertemente la mano de uno de sus hijos. Mi sorpresa se desbordó de sus límites cuando supe la edad de la mujer: 24 años.
Entré en la sala. Como de costumbre, imperaba un olor a canela, orquídeas, tinta ¿Quién se cree qué es? ¿Por qué se toma la de impresora y bastante ajetreo. Todos licencia de considerar que es un objeto de iban de un lado para otro. Caminé hacia el su propiedad? ¿Qué pensaba cuando intenjefe de mesa. tó quemar vivos a su ex – Escoges mal momenpareja y a sus pequeños to para llegar tarde, viehijos? jo – me dijo el tipo sin ¿Quién se cree qué es? ¿Por qué se toma Esas eran las preguntas inmutarse. que rondaban por mi ca– Busca tu equipo y vela licencia de considerar que es un objeto beza mientras Ana Cecite a ésta dirección (le enlia se desocupaba con de su propiedad? ¿Qué pensaba cuando tregó un pequeño papel la gente del INABIF. de color verde) en San Me tocó entrevistarla y intentó quemar vivos a su ex pareja y a Juan de Lurigancho, dentro del estómago, allá te espera Ana Cecisentía la Guerra del Pasus pequeños hijos? lia de la Torre, una mucífico. Pero tenía que hacer mi chamba. “Jojer que denuncia a su ex ven, ayúdenos por fapareja por haberle quevor. Lo único que le pimado su casita de esteras al pie de un cerro lastimera voz y un español incomprensi– seguía sin mover los ojos de la pantalla. ble. Quizás la falta de varios dientes en do es que nos den un lugarcito donde pasar Cogí mi blazer y dándole la espalda a to- la boca era la principal causa de su difi- la noche, ropita y algo de comida”. dos, me marche al primer piso del edifi- cultad para hablar. Aún así, debía entre- Fuimos a buscar al tipo. La casa sindicada estaba en ruinas. La gente salía por las precio. vistarla. carias ventanas y se escondía en el acto. Y Como todos los días, el camarógrafo esta- Lancé la clásica pregunta: “¿Y usted, có- no era para menos: un ex convicto que no teba empacando las cosas. “Voy por dos co- mo se siente….?”. La tristeza en los ojos nía reparos en querer asesinar a su familia, ca-colas, espérame un toque” exclamé al de la mujer empezaba a contagiarme. La a la mujer que se encargaba de criar a sus vástagos mientras él seguía hundiéndose veterano camarógrafo, quien asintió con gente hacía un grupete alrededor de noentre el trago, la droga y los atracos. Pobre gesto resignado. Volví con las dos botellas sotros mientras se llevaba a cabo la ende ella, tenía que soportar el machismo y enfilamos hacia la cochera, registramos trevista. Había una decena de niños con arraigado que llevan algunos peruanos. las cosas en el puesto de seguridad y sali- las caras sucias y la curiosidad a flor de “Siempre me pegaba. Una vez me rompió mos del recinto. La camioneta estaba esta- piel. Las mujeres (la gran mayoría no pa- la boca y me dijo que mi sangre era el colocionada cerca a un árbol. Todos los que es- saba de 30 años y tenían dos o tres cria- rete más bonito que podía llevar”. taban afuera se jugaban bromas pesadas, turas a su cargo) nos miraban con picar- Nos tocó irnos del lugar. La policía había dese lanzaban 'chapas'. Una cotidiana ale- día. “¿A qué hora sale el noticiero, jo- tenido a dos tipos con billetes falsos. Degría se expandía en el ambiente. “De algo ven?”. Se peinaban con los dedos y se bíamos llegar al lugar en menos de 20 minunos tenemos que reír, sino… estamos jodi- avergonzaban cuando las miraba. Defi- tos. Dejaba atrás esta historia sin un final nitivamente, éramos unos extraños en certero. “Gracias por su tiempo, joven. Ayúdos”. nuestra misma ciudad. denos, por favor”. Pensé en todo lo que sigEl camino fue tedioso. Sirenas de policía, nifica voltear la mirada en la necesidad de smog, cláxones, bulla, gente cruzando en Llegó Ana Cecilia. Estaba bastante de- la gente, en las voces que nadie escucha. rojo, escupitajos, mentadas de madre, sal- macrada y le faltaban todos los dientes No pude evitar, contener una lágrima. Tosa dura, envolturas en la acera, policías in- de la parte superior de la boca. Tenía ci- tal, los hombres no lloran.
Yalina Espinoza Román Paredes
16 Cultura
Lima, Setiembre del 2012
Julio Cortázar, el compromiso con el hombre latinoamericano
Por Román Paredes
C
uando se habla de Julio, muchos se refieren al estilo, la innovación, la experimentación que sucedía en sus novelas o lo redondo de sus cuentos (magistrales y fantásticos, está de más decir). Sin embargo, hoy, 26 de agosto que escribo esto (fecha de su cumpleaños), no voy a hacer referencia a ello, sino a lo que significó conocer a Julio cuando aún no superaba las dos décadas de vida y recién me encontraba descubriendo, de la manera más imperfecta posible, el talón de este monstruo maravilloso llamado literatura. Literatura y compromiso Lo conocí el primer año que cursaba en la universidad y no recuerdo de qué forma llegó a mí. Lo que sí recuerdo es tener Bestiario entre mis manos y al empezar a leerlo sentirme atrapado, inmerso en cada una de sus historias, algo que otros muchos libros no habían logrado hacer. Entonces, entendí que la literatura servía para muchas cosas, pero especialmente para inventar, para soñar, para dejar suelta nuestra imaginación y a partir de ella construir una realidad distinta en base de la palabra. Con los años, y una lectura más profunda de Julio, he ido afirmando esta idea cada
día más y, además, la he logrado articular con otras como la identidad, la importancia de la identidad no solo nacional, sino también la latinoamericana. Como él mismo dice en la entrevista que le hiciera Viviana Marcela Iriart: “Lo voy a decir de una manera sentimental, casi a lo Rubén Darío: en mi corazón, América Latina existe como una unidad. Soy argentino desde luego (y me siento contento de serlo), pero fundamentalmente me siento latinoamericano”. Yo soy peruano, y me siento contento de serlo, pero, y es gracias a Julio, me siento fundamentalmente latinoamericano. Las fronteras, las etiquetas, no hacen más que dividir y lo que necesita este país y este continente no es una separación, sino una unidad que esté más allá de todo chauvinismo (lo que me recuerda a la fiebre Marca Perú que andamos viviendo estos días, que promociona nuestras comidas, nuestros atractivos turísticos y se olvida de lo fundamental: la persona, aquel poblador humilde que es maltratado y excluido en su propio país). Lo que nos lleva a hacernos una pregunta fundamental: ¿para qué hacemos arte, literatura? Si bien Julio nos dice que él cree que puede que pueden existir escritores puros, que no incluyen
ningún mensaje político en lo que hacen, sí nos demanda algo: “Lo único que exijo en esos casos es que la persona que hace literatura pura, muestre con su conducta personal que no es un escapista. Que si él no pone política en lo que hace, es solamente porque -por ejemplo- su vocación es escribir un soneto en donde la política no entre. Pero él tiene que demostrar con su conducta, con su responsabilidad personal, que tiene derecho a escribir esos sonetos”. Queda claro su mensaje: si no hay un compromiso con la política, sí debe haberlo con la literatura y el hombre. Literatura y el hombre Cuando llegó Rayuela a mis manos aún me encontraba en esa etapa adolescente de los primeros amores. Entonces, como estoy seguro fue para muchos jóvenes de generaciones anteriores a mí y las que me sucederán, Lucía, la Maga, con aquel su vestido blanco, apareció en nuestras vidas, en nuestro imaginario adolescente, para encarnar el ideal de mujer que buscábamos desesperadamente en esos días (y que muchos seguiremos buscando toda la vida). Aquel ideal de mujer con el que uno no necesitaría jamás darse una cita porque: "Y era tan natural cruzar la calle, subir los pel-
Cultura 17
Lima, Setiembre del 2012
creto entre los dos, Rocamadour. Ya no lloro más, estoy contenta, pero es tan difícil entender las cosas, necesito tanto tiempo para entender un poco eso que Horacio y los otros entienden en seguida, pero ellos que todo lo entienden tan bien no te pueden entender a ti y a mí, no entienden que yo no puedo tenerte conmigo, darte de comer y cambiarte los pañales, hacerte dormir o jugar, no entienden y en realidad no les importa, y a mí que tanto me importa solamente sé que no te puedo tener conmigo, que es malo para los dos, que tengo que estar sola con Horacio, vivir con Horacio, quién sabe hasta cuándo ayudándolo a buscar lo que él busca y que también buscarás, Rocamadour, porque serás un hombre y también buscarás como un gran tonto”. Rayuela es una gran novela de amor, pero al mismo tiempo es una gran novela daños del puente, entrar en su delgada cin- sobre el hombre, sobre la búsqueda de lo tura y acercarme a la Maga que sonreía sin que significa ser hombre más allá del gésorpresa, convencida como yo de que un nero, en un mundo donde aquella resencuentro casual era lo menos casual en puesta se esconde bajo falsos conceptos nuestras vidas, y que la gente que se da ci- que una sociedad cada vez más frívola e tas precisas es la misma que necesita papel indolente nos quiere vender como verrayado para escribirse o que aprieta desde dades únicas. ¿El amor, qué es el amor? abajo el tubo del dentífrico". Aquella mu- Horacio, reflexionaba: "Pero el amor, jer capaz de escribir cartas inolvidables co- esa palabra... Moralista Horacio, tememo la que le escribió al bebe Rocamadour: roso de pasiones sin una razón de aguas “Hay una cosa que se llama tiempo, Roca- hondas, desconcertado y arisco en la ciumadour, es como un bicho que anda y an- dad donde el amor se llama con todos los da. No te puedo explicar porque eres tan nombres de todas las calles, de todas las chico, pero quiero decir que Horacio lle- casas, de todos los pisos, de todas las hagará enseguida. ¿Le dejo leer mi carta para bitaciones, de todas las camas, de todos que él también te diga alguna cosa? No, yo los sueños, de todos los olvidos o los retampoco querría que nadie leyera una car- cuerdos. Amor mío, no te quiero por vos ta que es solamente para mí. Un gran se- ni por mí ni por los dos juntos, no te quie-
ro porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero." Rayuela, entonces, parte desde el amor para buscar la definición del hombre porque qué mejor punto de partida que ese sentimiento salvaje, imparable y muchas veces absurdo en el que nos vemos envuelto para llegar a conocernos cabalmente (Horacio sirve como metáfora del hombre que es extranjero no solo en otro continente, sino de sí mismo). Y porque, además, el amor (no solo hacia la mujer, existe también el amor hacia un compatriota, hacia un hermano, hacia un amigo), es el sentimiento de donde muchos nos sostenemos para no convertirnos en un producto más del mercado, aquel rayo de luz que entra en la habitación cuando parece que la oscuridad, implacable, ha vencido. Julio ya no está con nosotros, pero nos deja una gran lección: reafirmar nuestro compromiso con la literatura y Latinoamérica desde el amor hacia los demás.
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La Fotografía “Una Huella Luminosa”
L
a producción de signos e imágenes son capacidades innatas del hombre, que a su vez fueron una suerte de instinto de supervivencia desde la prehistoria. En este caso, la fotografía es un proceso cuyo objetivo principal es hacer perenne (y esto no implica de ninguna manera la idea de estaticidad) un suceso determinado que valoramos y deseamos mostrar a otras personas. Si bien este proceso nos muestra algo que realmente sucedió (algo real) nos lo muestra también de manera subjetiva, puesto que tomar una fotografía implica necesariamente elegir, descartar y destacar determinados elementos. En estos dos últimos siglos hemos experimentado un auge exponencial de la fotografía en el Perú (y a nivel mundial): Desde Martín Chambi, pasando por Carlos “Chino” Domínguez, hasta llegar a hoy (2012) cuando la fotografía se presenta aún más masiva con la I Bienal de Fotografía de Lima y la creación de numerosas redes sociales y sitios web en los que uno puede compartir material fotográfico. La fotografía tiene, pues, la virtud de lo que el escritor y filósofo Roland Barthes llama la abstracción, es decir, de “reproducir al infinito lo que ha tenido lugar una sola vez”. Esto se complementaría, hoy, con la gratuidad y la virulencia en la era del internet. Lo único que me apena es que con esta democratización de la fotografía (que es al-
go sumamente bueno) se ha dado también la subestimación del trabajo del fotógrafo. Tengamos en cuenta que todo fotógrafo puede tomar una foto, pero que no cualquiera que toma una foto puede ser un fotógrafo (aunque potencialmente sí lo sea). De la misma manera que todos podemos hacer dibujos o pintar y no por eso somos pintores. Si bien, en los primeros años de su creación, el poeta francés Charles Baudelaire pensaba que la fotografía sería la “enemiga mortal del arte” puesto que en esa época era un producto del progreso tecnológico y no era más que una simple mímesis de la realidad; hoy –dice José Jiménez- sabemos que “la fotografía conlleva una síntesis, una hibridación, de la máquina con el espíritu humano, con el individuo que actúa a través de ella” y esto involucra cierta sensibilidad y nociones estéticas de quien aprieta un botón. Fotógrafo es aquel que usa la cámara como una proyección de sus ojos y de su lengua y esto no necesariamente implica un título universitario, participar en concursos o publicar en diarios, fotógrafo es el que se sienta como tal… porque sabe sentir.
Fotografía: Lauraluz Correa Solis
bre estas propuestas, de ver/mostrar un ángulo diferente que sorprenda al espectador. Es re-conocimiento ya que es una manera de re-conocer y re-valorar el estilo de vida del “ciudadano de a pie” y documentar lo que acontece en nuestra sociedad. Es este ciudadano quien, al ver las fotos se auto-re-conoce y construye su identidad. Es aprendizaje porque tanto el fotógrafo como el espectador, al relacionarse con otras formas de pensar, aprenden y abre sus horizontes. Y es crítica social porque hace ver los problemas sociales desde un punto de vista alternativo y subjetivo, puede tender a la denuncia social visibilizando lo que los medios “oficiales” no muestran.
Por eso me parece tan importante rescatar este fenómeno fotográfico. Porque son pocas las investigaciones que buscan teorizar sobre este tema cuando se puede abarcar desde la psicología, la estética, la sociología o la antropología; además, es interesantísimo analizar desde la foto que se muestra en un diario local, la que se publiPor otro lado, la fotografía, como todo pro- ca en una red social, hasta aquella fotograducto comunicacional es bi-direccional, fía abstracta expuesta en una galería, todas es decir, hay una participación activa con registran cómo somos, cómo nos mostrael espectador pero además es una suerte mos, qué queremos decir y cómo esto va a de simbiosis entre el documento social, in- ser interpretado. formativo y artístico al mismo tiempo: Como decía el famoso fotógrafo (cinemaEse arte pues se trata de crear nuevas no- tógrafo) italiano Vittorio Storaro: “se trata ciones estéticas y reflexionar/filosofar so- de escribir (una historia) con luz”.
Cultura 19
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Jorge Coaguila Extracto de la biografía Ribeyro, la elocuencia del mudo, en preparación.
Santa Cruz, la aldea encantada
«
Santa Cruz se encuentra rodeado de moreras, eucaliptos, ficus, acequias, chacras, terrenos baldíos, barrancos, playas y acantilados.
Ribeyro había publicado un año antes, en 1992, como parte del cuarto volumen de La palabra del mudo, la colección Relatos santacrucinos, que recuerda su infancia en el barrio miraflorino de Santa Cruz. La imagen que se ofrece de este lugar es que es una especie de aldea donde es dulce vivir, la «Arcadia, el país encantado de la niñez».
Relatos santacrucinos refiere el terremoto que asoló la ciudad y que causó gran cantidad de muertos («Mayo 1940»); ciertas incursiones de ladrones al hogar del narrador («Cacos y canes»); prejuicios por bellas jóvenes de Loreto y chismes de vecindad («Las tres gracias»); un desfile escolar por Fiestas Patrias y el enamoramiento de un compañero de colegio («Mariposas y cornetas»); la muerte de amigos que no alcanzaron la adolescencia («Los otros»). Además, en «Atiguibas» y en «La música, el maestro Berenson y un servidor», el narrador expresa su pasión por el fútbol y la música clásica, respectivamente.
Sobre mi infancia, hay muchos cuentos que hablan de ella. Todos mis cuentos escritos en primera persona, en los cuales yo soy el protagonista, son reales. A veces hay una pequeña nota de fantasía, pero si se pudiera distinguir matemáticamente entre lo real y lo ficticio de un cuento, diría que los que llamo autobiográficos son 95 por ciento reales», confesó Ribeyro en una entrevista de 1993 a la periodista Lorena Ausejo.
En una entrevista de 1992, realizada por el poeta Antonio Cisneros, Ribeyro recuerda que su barrio miraflorino ya aparecía en cuentos publicados antes de 1992: «Estaban dispersos en medio de otros relatos que transcurrían en otras zonas de Lima y del Perú». Después señala que al mudarse a Miraflores, vivió un cambio muy importante, pues Santa Cruz era un barrio que estaba en plena formación. Había tres zonas muy marcadas: 1) la hacienda Santa Cruz, de ahí el nombre del barrio que iba desde la avenida Pardo hasta la avenida Arequipa; 2) el campo de aviación Faucett y 3) el cuartel San Martín. «Al llegar a los 6 años fue algo impresionante, hacíamos excursiones por la hacienda Santa Cruz, nos metíamos al campo de aviación Faucett, donde aterrizaban esos aviones de color naranja o trepábamos a la huaca Juliana. En esa época la vida de barrio era muy solidaria. Ese mundo
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que me marcó tanto es el que he tratado de revivir o de vivir», añade Ribeyro en la citada entrevista. La huaca Juliana, llamada también Pucllana, pertenece a la cultura Lima, que se desarrolló del año 100 al 650. Es una pirámide de 25 metros de alto, edificada con adobes colocados verticalmente y no de forma horizontal. En el cuento «Los eucaliptos», fechado en Múnich, en 1956, del conjunto Cuentos de circunstancias (1958), el narrador dice: «La huaca estaba para nosotros cargada de misterio. Era una ciudad muerta, una ciudad para los muertos. Nunca nos atrevimos a esperar en ella el atardecer. Bajo la luz del sol era acogedora y nosotros conocíamos de memoria sus terraplenes y el sabor de su tierra, donde se encontraban pedazos de alfarería. A la hora del crepúsculo, sin embargo, cobraba un aspecto triste, parecía enfermarse y nosotros huíamos despavoridos, por sus faldas. Se hablaba de un tesoro escondido, de una bola de fuego que alumbraba la luna. Había, además, leyendas sombrías de hombres muertos con la boca llena de espuma». Josefina recuerda que la mujer que le vendía choclos a su madre venía en burro. «Creo que la avenida Espinar estaba asfaltada, pero 2 de Mayo era de tierra. Ya después pavimentaron. Cuando recién nos mudamos, la calle del costado nuestro era de tierra, pasaba una acequia por ahí. Donde hoy se encuentra la Embajada de Brasil antes era la casa de un millonario. Todo alrededor de esa manzana era eucaliptos». En 1971, el poeta César Calvo le preguntó a Ribeyro qué época de su vida recuerda con más alegría. El narrador limeño le respondió que era el periodo de su infancia, cuando hacía excursiones nocturnas, armados de linternas, a la huaca Juliana. «Después descubrimos la parte de las chacras, cerca del antiguo aeropuerto de la Faucett y, sobre todo, los barrancos, las bajadas al mar, esas playas abandonadas, La Pampilla, El Hondo, y esas tardes interminables, largas, de la infancia. No sé..., a medida que pasa el tiempo, los días se adelgazan, pasan más rápido. Antes, en un solo día, se podía hacer infinidad de cosas. Se podían hacer paseos en bicicleta, y jugar fútbol, y más tarde ir a la matiné, y más tarde salir a caminar, y más tarde descubrir la huaca de nuevo... Los días no terminaban nunca, eran larguísimos. Y eran dorados, además. Y había unas puestas de sol extraordinarias que nunca más he vuelto a ver... Creo que esa es la época que recuerdo con más alegría», declaró.
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En la huaca Juliana se desarrolla el cuento «Sobre los modos de ganar la guerra», publicado en 1973, como parte del segundo volumen de La palabra del mudo. Conducidos por el subteniente Vinatea, una compañía formada por estudiantes de un colegio religioso de Miraflores realiza una marcha de campaña en este lugar prehispánico. En la simulación de una batalla, el estudiante Pedro Bunker se enfrenta a Vinatea para reconquistar la fortaleza de la huaca. Los patriotas son dirigidos por Vinatea y los enemigos, por Perucho, apodo de Pedro Bunker. Al llegar a la cima, Perucho y Vinatea discuten, como dos niños, acerca de qué bando ganó. En una parte del cuento, los hermanos Simón y Ángel recomiendan al instructor del curso de Instrucción Premilitar traer a los alumnos de vuelta antes de las cinco de la tarde para que pudieran rezar el ángelus.
Los cuatro huaqueros se retiran llevándose el ataúd con el objetivo de usarlo como leña. En conclusión, la huaca estuvo bastante presente en Ribeyro.
La casa de los Ribeyro, de 400 metros cuadrados, ubicada en Comandante Espinar 201, fue adquirida con esfuerzo. «Era una casita muy bonita con un techito de tejas y jardín», dice Mercedes Ribeyro, hermana mayor de Julio Ramón. Josefina, la hermana menor, confirma que «Miraflores era algo nuevo, una urbanización que recién empezaba». A pocas cuadras quedaba el Colegio Champagnat, en el que Ribeyro ingresó a estudiar en 1935 y terminaría la secundaria en 1945. Ahí compartió aula con su hermano, Juan Antonio. Esta institución es parte de la Congregación de los Hermanos Maristas, dedicada a la educación de niños y jóvenes, fundada en Francia En el cuento «Los huaqueros», publicado por San Marcelino Champagnat y cuyos por vez primera en 1964, el mulato Tobías lemas son: «Todo a Jesús por María, todo y su compadre Filiberto van a la huaca Ju- a María para Jesús» y «Formar buenos liana, en la oscuridad, en busca de algún te- cristianos y honrados ciudadanos». soro prehispánico. Para sorpresa de ambos, encuentran a dos huaqueros con la Uno de los amigos cercanos de los Ribeymisma intención. Cuando parece que en- ro fue Pedro Perucho Buckingham, retracuentran algo, llega un sargento y luego tado en «Sobre los modos de ganar la gueun teniente. Descubren que no es otra cosa rra» como Pedro Bunker, como Perucho que la tumba de un niño que lleva zapatos. en «Los otros», como Ángel Devoto en El teniente ordena que no quede rastro de «El embarcadero de la esquina» y como la excavación y se marcha con el sargento. Pirulo en Los geniecillos dominicales.
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Una pregunta de una entrevista que hice a Ribeyro en 1993 fue acerca de Perucho. ¿Quién fue realmente? «Un gran amigo mío. Con él he compartido una amistad entrañable desde el colegio hasta que murió, hace unos diez años. Escribía también literatura, pero era un bohemio desenfrenado y loco. En los últimos años de su existencia estaba inutilizado para vivir. De él escribiré algún día cosas más importantes; era una persona extraordinaria», respondió el escritor.
jes y dibujadas escena por escena», dice en una entrevista de 1993. El deseo de ser escritor vino después, pues de pequeño incluso quiso ser militar, tal vez por la imagen que proyectaban los oficiales del cuartel San Martín, cerca a su casa.
El ingenio de Julio Ramón se evidencia en el invento de un juego. Creó de una mesa un campo de fútbol, con arcos y todo. «Los futbolistas eran las chapitas de gaseosa o cerveza. Según el gusto, pertenecían a la U o al Alianza. A las chapas Julio Teodorito Schneidewind aparece como y Juan Ramón las pintaban con los colopersonaje en el cuento «La música, el res característicos de cada equipo», remaestro Berenson y un servidor». El gor- cuerda Mercedes. «Las llenaban con cera do Federico Battifora figura en «Mayo y con plomo para que pesaran», añade Jo1940», «Mariposas y cornetas» y «Los sefina. Mercedes vuelve a intervenir: otros». Javier Arrisueño es retratado en «Con un palito movían las chapas. Llegaron a crear equipos argentinos y brasiLos geniecillos dominicales. leños. Todo el barrio venía a jugar y Reynaldo del Solar recuerda que conoció traían sus equipos. Fue una invención de a Ribeyro en el Champagnat hacia 1940. ellos muy celebrada». Gonzalo de la «Compartimos aula desde el primero de Puente Ribeyro agrega que Lolo Fernánmedia. En el Champagnat todos los días dez (1913-1996), era una chapa gruesa rezábamos y le cantábamos a la Virgen, llena de mucho plomo. «Con el palito le aunque Julio entonces era un agnóstico dabas a la chapa y luego esta golpeaba a preliminar, pues no era muy religioso», di- la pelota. Así se daban los pases y se hacían los goles», dice uno de los sobrinos ce. queridos de Ribeyro. «En cuanto a la religión, no es que no sea religioso ni anticlerical. Recibí una edu- En una conversación de 1986 con Alfrecación católica. Aunque dejé de practicar- do Bryce Echenique, en la que participala a los 15 años, conservo un fondo de reli- ron Augusto Ortiz de Zevallos, Abelardo giosidad natural. No soy una persona que Sánchez León y José Luis Sardón, Risea completamente incrédula, no soy un beyro habla de su afición al fútbol y de su ateo: en mí hay una vertiente hacia lo reli- admiración por Lolo Fernández, ídolo gioso, lo inexplicable, que está abierta», del Club Universitario de Deportes: «Yo afirmó Ribeyro en una entrevista de 1988. he sido testigo, en el año 39, del gol más extraordinario que metió Lolo Fernán¿Qué imagen de Ribeyro conserva Rey- dez, precisamente frente al Independiennaldo del Solar? «Julio era un chico serio. te de Buenos Aires. Vino a jugar al José Muy dedicado, meditativo y observador. Díaz como campeón argentino y su arLe gustaba bastante los deportes: el fútbol quero era el famoso Bello. Hubo un tiro liy la natación». Debido a la frecuencia de bre desde media cancha, desde el centro sus visitas a la casa de los Ribeyro Zúñi- de la cancha, y no se formó barrera porga, los vecinos creían que estos tenían tres que todo el mundo pensó que Lolo iba a centrar. En esas épocas las pelotas eran hijos varones. Mercedes refiere que el papá era muy se- de un cuero duro, medio ovaladas, cosivero con la hora para terminar los juegos. das con una especie de pita: se humedeTodos debían estar en casa a las ocho y me- cían y se ponían pesadísimas. Lolo tomó dia. A lo sumo nueve. Josefina comenta: distancia y metió un patadón directo al ar«Mi papá tenía un chicotito que guardaba co: gol». detrás de la puerta del repostero, pero era para asustar más que nada. Una vez lo uti- En esa conversación, Ribeyro comenta lizó. Me dio un chicotazo en las piernas, sus constantes visitas al Estadio Naciopero no tiene mayor importancia». Mer- nal José Díaz, cuando tenía 8 y 9 años. cedes considera que no había necesidad «Recuerdo que para conseguir sitio en de golpear. «Mi papá solamente con la mi- los partidos internacionales, que eran a las tres de la tarde, había que ir a las nuerada te ordenaba», agrega. ve de la mañana. Desde esa hora hasta la Ribeyro gustaba desde niño del arte de na- otra, había que soplarse diez partidos de rrar. A los 12 años, al igual que su herma- fútbol (de calichines, de juveniles) bajo no, Juan Antonio, llenaba cuadernos ente- un sol abrasador porque eran en verano. ros de historias dibujadas. «Hacíamos En las tribunas se vendían hojas de periónuestras propias tiras cómicas con histo- dico para hacerse cucuruchos y taparse la rias complicadísimas, llenas de persona- cabeza: todavía no existía la industria de
las viseras. También había espectáculos y rifas. A cierta hora pasaban tipos vendiendo boletos a un sol, luego, generalmente, no se realizaban las rifas. Terminaba el partido y terminaba la rifa. Era una época extraordinaria». Las tribunas eran de madera. «Cada vez que el equipo peruano perdía un partido, el público trataba de incendiar: se prendían los periódicos y todo lo que se podía —agrega Ribeyro—. Antes las barras eran menos ruidosas y más ordenadas. Solo hacían ligeras intervenciones». La barra de la U, uno de los equipos populares con el del Alianza Lima y el Sport Boys, tenía su palmadita característica. «Ahora hay unas bandas que tocan todo el tiempo: son insoportables. Ellas distraen, molestan al espectador», comenta Ribeyro. También comenta su experiencia como jugador en su escuela: «Yo he sido jugador del equipo de mi clase, en el Colegio Champagnat: era centro-foward y goleador. Pero eso duró muy poco, dos o tres años, y me alejé definitivamente del deporte de las patadas. Mi juego era más bien de sutileza: yo hacía buenos pases a los hombres que estaban bien colocados y, cuando estaba cerca del arco, trataba de meter goles. Pero no tenía mucho físico. Y me daba cuenta de eso». En 1992, Ribeyro incluyó un cuento que refiere su relación con el fútbol, «Atiguibas», donde el narrador relata que de pequeño frecuentaba el estadio José Díaz. Era hincha de Universitario de Deportes y del mítico goleador Lolo Fernández. Recuerda que oía gritar en las tribunas a un mulato la expresión «atiguibas». Jamás supo su significado. Ya de adulto, cierta vez, al encontrar al mencionado mulato convertido en mendigo, le pidió que le explicara el significado del vocablo «atiguibas». El mulato se lo ofrecía solo a cambio de veinte dólares. Como el narrador tenía un billete de cinco y otro de cien, le dio el de cien para que lo cambiara. Pero el mulato desapareció sin volver. A la periodista Lorena Ausejo le habló acerca de su madre en 1993: «Mi madre era una persona muy discreta. Sobre todo mientras vivió mi padre, al que obedecía y temía». Ribeyro tuvo una buena imagen de su progenitor: «Mi padre poseía una gran distinción física y espiritual, una inteligencia deslumbrante, una perfecta educación, pero trataba a las personas con una cortesía más bien glacial, que podía tomarse por altanería. [...] Su aparente frialdad provenía más bien de su timidez, de su gusto por la independencia y de su pasión por la medida, que lo hacían repudiar toda efusividad
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exagerada y administrar avaramente su afección», confiesa Julio Ramón Ribeyro en «Ancestros», primer capítulo de su autobiografía inconclusa, publicado en 1994, poco antes de su muerte. Sin embargo, Ribeyro declara a la entrevistadora Lorena Ausejo en 1993: «Mi padre era un personaje que tenía una personalidad muy fuerte. Autoritario, pero al mismo tiempo muy inteligente e irónico. Todo lo que decía era algo memorable. No abría la boca en vano. Me acuerdo de sus sentencias, frases, descripciones. Era una especie de personaje casi divino para nosotros, una especie de Júpiter. De carácter fuerte y muy severo en ciertas cosas, aunque muy tolerante en otras. Severo en las normas de la casa. Cuando él hacía siesta, debíamos estar fuera de la casa o metidos en un cuarto, porque no toleraba que se le interrumpiera. Era muy exigente con las horas de llegada. Cuando teníamos 8 años, debíamos estar en la casa a las siete de la noche, y si por casualidad nos demorábamos uno o dos minutos, nos esperaba en la puerta para resondrarnos, y si nos demorábamos más, entonces nos castigaba con un látigo. Pero con los estudios era tolerante. Nunca nos exigió ser los primeros de la clase, ni sacar buenas notas. Si sacábamos malas notas, nos traía profesor a la casa. También era muy divertido y gracioso. Hubiera podido ser un gran actor porque inventaba personajes».
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Ribeyro consideraba que la lectura de cuentistas como el ruso Antón Chéjov, los franceses Guy de Maupassant y Gustave Flaubert, entre los extranjeros, y Abraham Valdelomar y José Diez Canseco, entre los peruanos, generó en él una necesidad de emulación. En una carta del 18 de abril de 1977, Ribeyro le escribe a su hermano Juan Antonio: «Yo me pregunto a qué se debe la admiración que tenemos por nuestro padre, cuyas anécdotas y rasgos de carácter tenemos tan presentes. Por lo que yo veo aquí ahora, la situación es la contraria: los jóvenes que conozco, sean franceses o peruanos, miran más bien a su progenitor con un espíritu excesivamente crítico y tratan de definirse por oposición a él. Este es un rasgo de la sociedad contemporánea, en la cual los lazos familiares se han vuelto flojos y los hijos han accedido a una mayor independencia de juicio con respecto a los valores tradicionales. Pero yo no creo que sea una cuestión «de época». Tanto es así que nuestro padre, por ejemplo, no tenía mayor simpatía por el suyo y recordarás que rara vez hablaba de él. En nuestro caso solo hay dos explicaciones. La primera, y que resuelve toda interrogante, es que nuestro padre era realmente genial y que no cabía sino rendir culto a su personalidad magnética. La segunda es que nuestro padre tuvo la delicadeza de morirse cuando éramos apenas adolescentes y nos libró así de la posibilidad de entrar en conflicto con él. Él se retiró dejándonos en la orfandad, envuelto en un nimbo de respeto, de misterio y de magnificación.
Como entonces, no había televisión en el Perú, el padre de Julio Ramón a las siete de la noche les leía obras de ficción. «Una vez traté de hacer una lista de los autores que nos leyó y enumeré como ochenta. Desde Cervantes, hasta pedazos de Balzac, de Flaubert, de Dickens, poesía de Baudelaire, que él traducía directamente del francés. Obras peruanas, como las Tradiciones peruanas, de Ricardo Palma; cuentos de Valdelomar, de quien había sido muy amigo», dijo Ribeyro en 1993 a la periodista Lorena Ausejo.
Recuerda que en los últimos años, después de su juventud marxista, había virado a la derecha y se mostraba a veces francamente reaccionario. ¿Cuál sería ahora su posición frente a los problemas peruanos y mundiales?».
En esas lecturas también figuran autores ingleses como Rudyard Kipling, Oscar Wilde, Bernard Shaw. «Mi padre no solo nos leía, sino que además nos comentaba, y como era un gran actor, hacía una lectura muy emotiva. Él siempre había dicho, en confidencias, que quería escribir sobre sus aventuras de juventud, cosa que no pudo hacer porque murió muy joven, a los 47 años. Entonces pensé que ya que él no había podido escribir, yo lo haría. Hay un relato mío, llamado 'Página de un diario', en el cual cuento que, cuando muere mi padre, entro a su escritorio y noto que la pluma tiene mis propias iniciales, y pienso: 'Bueno, ahora voy a escribir lo que él no pudo'».
No solo el padre les cultivó el amor por la lectura, sino también la madre. Mercedes comenta: «Mi papá puede haber influido, pero también mi mamá en cierto modo, porque mi mamá nos leía. Nos sentaba y nos leía cosas que podíamos captar. Julio Verne, por ejemplo. Algunos libros los teníamos en la casa. Cuando no tenía un libro, mi mamá iba a la biblioteca de Miraflores y lo sacaba. Luego nos leía dos o tres capítulos. Nosotros la escuchábamos. Yo era medio distraída, pero Julio siempre andaba muy atento. Cuando ella nos decía: 'Hasta acá nomás', nosotros le decíamos: 'Mamá, uno más, uno más'. Nos decía que no y nos mandaba a hacer las ta-
reas, pero al día siguiente continuábamos. Nuestro padre aún no había fallecido». Mercedes también recuerda que Julio un día llegó del colegio, tendría 12 años, y contó que había tenido soñado que era una pelotita que rodaba por la avenida Pardo. El padre se encontraba ya enfermo, estaba en cama. Al día siguiente añadía historias a su cuento y así ocurrió al tercer día. El padre le dijo: “Oye, oye, tú vas a ser escritor”. En secreto, Julio y su hermano mayor guardaban en su habitación unos cuadernos tipo calendarios que se pasan las hojas, de cuadrados pequeños. Allí escribían cada cosa que pasaban cada día, con dibujo incluido. “Una vez que mis padres viajaban a Tarma encontré un dibujo: mi mamá con un gorro y mi papá todo abrigado”, refiere Mercedes. Acerca de si hay algo de verdad en ciertos cuentos Mercedes y Josefina Ribeyro comentan que en general sí, pero con algo de fantasía. Por ejemplo, «El sargento Canchuca». El narrador relata que su padre, muy preocupado por la salud de su familia, contrató los servicios de un enfermero, el sargento Canchuca, quien les suministraría dosis de calcio en inyecciones diarias. Al inicio, sus visitas causaban interés y eran esperadas, pero después se volvieron aburridas y hasta enojosas. Por entonces, los miembros de la familia se burlaban a escondidas de Canchuca, de quien decían, entre risas, que estaba enamorado de la criada Zoila o de Mercedes, una de las hijas de la familia. Cierta vez, Canchuca no se presentó, cosa extraña. Días después se supo que se había suicidado dejando la siguiente nota: «Para la ingrata: Me mato porque me desprecias». Zoila y Mercedes fueron las más sorprendidas. ¿Existió el sargento Canchuca? Mercedes dice: «Por supuesto, era un sargento bajito, chiquito, que venía con sus polainas». ¿Se suicidó? Mercedes afirma: «Se suicidó por problemas con su madre o algo así. Con nosotros estuvo un tiempo nomás». «Cacos y canes» se refiere a los ladrones, llamados cacos. En el Santa Cruz de entonces era bastante sencillo meterse a las casas y robar. Para evitarlos, la familia del narrador decide adoptar perros, pero este método, como los siguientes (una alarma casera, una inservible pistola), resultaron ineficaces. Con el tiempo el barrio crece y el resguardo policial aumenta. Mercedes cuenta que en esa época había pocas casas por cada cuadra. Santa Cruz recién se estaba urbanizando, no había seguridad en esa zona.
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Otro cuento que tiene asidero en real es «El ropero, los viejos y la muerte», que refiere la visita de Alberto Rikets y su hijo, quien, jugando fútbol, pateó un balón que ingresó a la casa e hizo trizas el espejo del ropero. Ante los invitados, el padre del narrador reprimió su cólera. En efecto, así fue. Mercedes asegura que estos hechos ocurrieron. “Hubo un chico que Julio y Toño estaban menospreciando mientras jugaban. Se burlaban de él porque lo veían muy chiquito. Ese fue el que de repente metió un patadón y la pelota pasó el muro, atravesó la ventana y se fue contra el espejo. Mi padre se molestó muchísimo, pero en ese momento no pudo decir nada porque estaba su amigo, el padre del chico. Tuvo que ser muy diplomático”.
cogiendo conchas y caracoles. Los perros corrían por la orilla, ladrando alegremente al océano. Por las paredes del acantilado trepaba el musgo, la hierba salvaje, y caía un agua fina que bebíamos en la cueva de la mano». En dicho relato refiere medio centenar de eucaliptos que había en el barrio de Santa Cruz, llamado Matagente por su oscuridad atemorizante. El sobrenombre es mencionado nuevamente en el cuento «Mayo 1940», cuyo narrador considera que esa fama era exagerada, «pues los anales policiacos del barrio solo registraban un crimen, el de un chofer de taxi que descuartizó a una mujer y tiró sus restos por los acantilados. Mejor le hubiera caído el tilde de Robagente, pues no hubo casa, al comienzo, que no fuera En el cuento «Los eucaliptos», el narrador visitada por los cacos». En «Los eucadescribe que entre su casa y el mar había liptos», el narrador comenta: «En aquecampo abierto. «Bastaba seguir la acequia lla época no había alumbrado público. de la calle Dos de Mayo, atravesar potre- De noche las calles eran tenebrosas y noros y corralones, para llegar al borde del sotros las recorríamos alumbrándonos barranco. Un desfiladero cavado en el hor- con linternas», continúa el narrador. migón conducía a La Pampilla, playa de- «Estos árboles eran como los genios tutesierta frecuentada solo por los pescado- lares del lugar. Ellos le daban a nuestra calle el aspecto pacífico de un rincón de res», rememora. provincia. Su tupido follaje nos protegía del sol en el verano, nos resguardaba de Un desfiladero cavado en el hormigón conla polvareda cuando soplaba el viento. ducía a La Pampilla, una playa desierta freNosotros nos trepábamos a sus troncos cuentada por pescadores. Ahí conocería a como monos». Benito, acerca de quien Ribeyro planeó escribir a los 14 años de edad, hacia 1943, El barrio inevitablemente se fue transuna breve novela, Benito, el pescador. «Si formando. «Bastó que pusieran luz elécmal no recuerdo, sufrí un arresto en el cole- trica, que el servicio de agua potable se gio y, para matar el tiempo, escribí un regularizara, para que las casas comencuento que se titulaba 'Benito, el pesca- zaran a brotar de la tierra, como hierbas dor', cuyos episodios transcurrían en los de estación», dice el narrador de «Los euacantilados de Miraflores. Desde esa pri- caliptos». Además, las grandes acequias mera incursión, se me dio por borronear fueron canalizadas y ya no pudieron hacarillas que las guardaba celosamente en cer correr sobre su corriente sus barcos la intimidad. Recién a los 20 años llegué a de papel. La hacienda Santa Cruz fue cepublicar mi primer relato, en el primer y diendo sus terrenos a calles y postes elécúnico número de la revista Correo Boliva- tricos. «Hasta la huaca Juliana fue reriano, con el título de «El hombre de gris». cortada y al final quedó reducida a un riEra un cuento muy malo, donde se relata- dículo túmulo sin grandeza, sin misteba la vida de un personaje que, a la postre, rio», retrata el narrador. ha resultado ser el padre del resto de mis personajes». Pronto se vieron rodeados de casas de todos los estilos. «Se veían chalés estilo Mercedes recuerda que Julio a los 13 o 14 buque con ojos de buey y barandas de años, cuando él volvía del colegio, entra- metal; casas californianas con tejados ba a su cuarto, se echaba en la cama y em- enormes para soportar a la tímida garúa; pezaba a escribir. ¿Qué escribía? “A es- palacetes neoclásicos con recias columcondidas iba yo después y miraba lo que nas dóricas y frisos de cemento reprehabía escrito: estaba haciendo un cuento. sentando escudos inventados; no faltaLuego de verlo, yo lo guardaba en su lu- ban tampoco esas extrañas construcciogar. Al día siguiente la misma historia. Yo nes barrocas que reunían al mismo tiemsolo lo miraba. Él llegaba, se encerraba en po la ojiva del Medievo, el balcón de la su cuarto y empezaba a escribir. Creo que Colonia, el minarete árabe y la gruta romántica donde una virgen chaposa sonera algo acerca del mar”, asegura ella. reía desde su yeso a los paseantes». Para «Los eucaliptos» retrata que en la playa es- llegar al barranco, debían atravesar vatrecha y pedregosa —apenas un zócalo en- rias calles, contornear plazas, cuidarse tre el barranco y el mar— pasaban «largas de los ómnibus y llevar a sus perros amahoras desenterrando patillos muertos, re- rrados del pescuezo. Una baranda los separaba del mar.
Cultura 23 De los personajes llamativos de la infancia, el narrador de «Los eucaliptos», dice señala que se burlaban del loco Saavedra, quien tenía una hoz en la mano y su costal de hierbas a la espalda. «Él pasaba hablando solo, cantando y al divisarnos nos amenazaba con su hoz y se atrevía a lanzarnos terrones que se destrozaban en el aire. Luego tocaba los timbres de las casas, pidiendo comida. Algunos le soltaban los perros, otros le daban monedas de cobre que él convertía en alcohol». El loco Saavedra con su hoz limpiaba la maleza de las acequias, desatoraba las esclusas y permitía circular el agua de los regadíos. Nadie sabía si este trabajo lo realizaba por capricho o por obligación. Siempre estaba sin zapatos, mojado, sucio de barro hasta las rodillas. Su única elegancia la constituían sus sombreros. Todas las semanas traía uno diferente: chambergos, gorras de marinero, boinas de colegial. Al final andaba sin camisa pero con un hermoso sombrero de copa». Otro personaje digno de recuerdo es Janampa, un albañil. Josefina cuenta que trabajó en la casa después de la muerte del padre, ocurrida en 1946, «Mi mamá mandó a construir unas habitaciones en una parte del jardín para alquilarlas. Uno de los obreros era Janampa». Entonces las casas se edificaban con adobe y quincha. Mercedes agrega que «él vivía en Santa Cruz también y conocía a Benito. Era un zambo muy alto, fuerte, con un sombrero de periódico en la cabeza. Cuando tenían que firmar la planilla, siempre preguntaban quiénes habían trabajado. Respondían fulano, mengano y él decía: 'El hermoso zambo Janampa'». Este personaje marginal fue retratado en el cuento «Mar afuera», del libro Los gallinazos sin plumas (1955). En el relato se dice que Janampa «pasaba el día cantando, haciendo bromas o aventándose de los andamios para enamorar a las sirvientas, para quienes era una especie de Tarzán o de bestia o de demonio o de semental». La parte oscura del personaje es cuando, mientras pescaba, planea vengarse de Dionisio, pues este conquistó a la muchacha que deseaba: la «prieta». En una carta del 2 de marzo de 1955, escrita en Madrid y dirigida a Juan Antonio, el narrador dice que no quiere modificar sus cuentos. Ni siquiera los nombres de los personajes, como le sugiere su hermano. «Me arriesgo a las enemistades que esto pueda traerme. ¿No crees que es una suerte, después de todo, para esas personas ingresar al mundo (efímero o intemporal) de la literatura?», opina el escritor.
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Sin embargo, años después, el autor se encontró de modo casual con el «verdadero» Janampa. «Venía en una bicicleta, se bajó de ella y se acercó a mí —declaró en una entrevista realizada en 1994 por Ernesto Hermoza—. Yo creí que me iba a amenazar por haber hecho de él un asesino. Al contrario, me abrazó, me felicitó y me dijo que el cuento le había parecido muy simpático».
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caciones escolares de 1944 en la hacienda de Tulpo, administrada por Abelardo Rabines Espinoza, primo de la madre de Ribeyro. Ese verano viajaron ambos a Santiago de Chuco, para seguir desde con el tío materno Francisco Zúñiga Rabines, a quien llamaban cariñosamente Paco. Allá los dos hermanos pasaron casi tres. Esa experiencia fue fundamental para que tres lustros después sirva como fuente de inspiración a la novela Crónica de San Gabriel (1960).
este muchacho', dijo y tiró la novela», recuerda Yolanda Rabines.
En marzo de 1946 muere Julio Ramón Ribeyro Bonello, el padre, de tuberculosis. Mercedes señala: «Tenía una enfermedad muy grave, hincones, infección pulmonar, cosas que fueron deteriorando su salud. Su estómago también le molestaba». En una entrevista de 1971 realizada por el poeta César Calvo, Ribeyro considera que el faUn elemento importante es la diferencia llecimiento de su progenitor y los meses de clases sociales, aunque estas no geneque siguieron a este acontecimiento fueraban un conflicto mayor. En Surquillo «Ellos hicieron un largo viaje desde Lima existía una pandilla que sus vecinos lla- hasta Santiago de Chuco en carro y desde ron, sin duda, la época más oscura de su vimaban la pandilla de los «cholos». Ellos allí Julio Ramón [con Juan Antonio] tuvo da. «Nos dejó en medio de dos desastres: los llamaban los «gringos» y nos tiraban que montar a caballo y cabalgar durante to- uno moral y otro económico. Porque mi papiedras con sus hondas. En el cuento do el día hasta llegar a Tulpo. El caballo en dre vivía solo de su trabajo, y cuando se «Los eucaliptos», el narrador refiere: el que viajó se llamaba Douglas», recuer- murió hubo que vender el carro, despedir «Las riñas se sucedían. Muchas veces re- da Yolanda Rabines Yupanqui en una en- al jardinero, eliminar a una de las empleagresamos a casa con la cabeza rota. Nues- trevista realizada por Ángel Gaviria Ruiz das, sobrevivir largos años con pequeñísitro barrio era, en realidad, como una pe- y Hermes Torres Pereda, publicada en el ma indemnización. Por otra parte, el sentiqueña aldea y las rivalidades de clase número 9 de la revista Santiago de Chuco, miento de orfandad, que hasta ahora me eran notorias. Había la gente del corralón, en 1999. «Era un época en la que gran par- acosa. Esta sensación de haber perdido la gente del callejón, la gente de la quinta, ayer a una especie de guía, consejero, mote de viajeros iban armados». la gente del chalé, la gente del palacete. delo, y que no he vuelto a encontrar ni en Cada cual tenía su grupo, sus costumbres, Ribeyro tomó de Yolanda Rabines para las lecturas ni en las personas ni en nadie». su manera de vestir. Las distancias se crear el personaje Leticia, de Crónica de guardaban estrictamente y ni aun en la San Gabriel, aunque lo inspiró solo en cier- El relato «Página de un diario», en el cual época de los carnavales se perdía la noel narrador refiere cómo recibió la noticia ción de las jerarquías. Nosotros nos enfu- tos aspectos, pues ella contaba con 10 de la muerte de su padre, el sufrimiento de años entonces y en la narración el persorecíamos cuando los negros mojaban a la familia, el velatorio. En cierto momento nuestras hermanas, así como los niños naje que toma mucho de ella tenía 14 se aproxima a su escritorio, inaccesible anaños. Leticia es mencionada, asimismo, que usaban escarpines e iban a misa en autes, y nota que la pluma tiene sus propias tomóvil se ponían pálidos cuando les arro- en el cuento «Té literario» (1987). iniciales, comprende que se ha transforjábamos un globo con anilina». mado en adulto. «Pero si yo soy mi padre», Yolanda Rabines recuerda que Juan Antose dijo. Y tuvo la sensación de que habían nio «era más campechano». Los dos herLa presencia del mar en la obra ribeyriana transcurrido muchos años. manos Ribeyro Zúñiga compartieron caes notoria. Un cuento que toma una expeminatas con los hermanos de Leticia, riencia de adolescencia es «Sobre las olas», aunque se desarrolla en el distrito Alfredo y Ollanta. Recorrieron juntos el En 1993, Ribeyro declaró: «El recuerdo cercano de San Miguel. Otros cuentos bosque, las huertas, el río. A veces salían más fuerte que tengo de él [mi padre] es de con el mar presente son: «Mar afuera», de cacería con los mayores en busca de ve- cuando murió. Yo tenía 15 años, y fue un «Al pie del acantilado», «Te querré eter- nados o patos a la laguna de Huamambul, gran trauma. Incluso hasta ahora sueño namente», «Una medalla para Virginia», que eran recuperados del agua por perros con él y me invade esa sensación de orfan«Un domingo cualquiera», «Sobre las adiestrados. dad, de haber perdido la protección». Un olas», «La casa en la playa» y «Surf». A año antes el futuro escritor había ingresa«Mi madre, Ena Iparraguirre Rabines, al do a la Universidad Católica a estudiar DeRibeyro le gustaba mucho nadar. leer la novela se enfureció. Ella había sido recho, siguiendo la tradición familiar. La Mercedes recuerda un viaje que realiza- retratada como una mujer infiel que huye familia tuvo que sortear las dificultades ron Julio Ramón y Juan Antonio en las va- con un pariente mujeriego. 'Tonterías de económicas sin el padre.
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Sentados en una café de Miraflores nos encontramos con Rafo Ráez Por Karina Valcárcel
uno de los mejores compositores y músico de gran talento y sensibilidad. Llevó en el morral su primer disco (el cual le pediré que firme), que vino a mí en versión casete hace ya algunos años. Suicida de 16 llegaría a convertirse en mi disco favorito del rock nacional, he ahí nuestro comienzo.
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ómo se juntan temas como Edén, Campo minado de corazones, Los regalos del viento, con otros temas como Doctor merengue en un primer disco ¿Cómo fue el trabajo de selección que hiciste para esta primera aventura pública? Para ir en algún orden vamos en orden cronológico. En el 87 toca la puerta de mi casa Julio Gómez y me dice: “¿Quieres hacer un grupo punk”, y yo le digo: “¿Qué es punk?” Me explicó, más o menos y me uní a su grupo, aunque fui yo el que le puse el nombre al grupo (Se Busca), el grupo era de él. Ahí tocamos (entre las muchas cosas que tocamos) Al amor se ha dicho, canción que yo compuse para una chica de mi barrio. En los ochentas, con mi amigo Nico de Eutanasia, que fue el último con quien toqué, comenzamos a grabar los demos de Doctor Merengue y demás. Entonces, fueron cuatro personas esenciales en ese momento, hasta cinco. Yo componiendo, grabando en el estudio Pancho Müller, grababa Daniel F, tocaba Nico y las gráficas las hacía Silvia. Silvia Martínez, Nicolás Morales, Pancho Müller, Daniel F y yo. Fuimos produciendo y grabando esos temas. ¿Se reunían para grabar o para crear? Casi todo lo creaba yo, llegaba con la idea bastante clara, pero no sabía nada de soni-
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do, entonces, en cierta forma se puede decir que el productor musical de ese primer disco es Daniel y también un poquito Pancho porque agregaban muchas más cosas que eran sensibles. Daniel, por ejemplo, le metió un teclado preciosísimo a la canción Celtar y luego el que se escucha en el disco Suicida de 16 es Amadeo Gavidia llevando ese mismo tono de teclado a otro nivel porque Amadeo es un extraordinario tecladista y sobre todo sabe mucho de computadoras y de sonido computarizado. Entonces, fue como la autoridad de música electrónica a la que fuimos y le dijimos: “Oye mira, te dejo esta canción. ¿Cuán lejos nos puedes llevar esto?” La figura clave que se integra, para el disco Suicida de 16, es Amadeo Gavidia que escuchó los demos. Todo esto se editó en un casete y este tuvo muy buena acogida, entonces, se hizo necesario hacer un concierto de presentación. La cinta corría de mano en mano, pero jamás nadie había escuchado esto en vivo. Recién nos pusimos a ensayar cuando yo contacté a Mino Mele, el cual le da otra dimensión a las baterías del demo que eran absolutamente sencillas, él las llevó a otro nivel. Baterías como en Los regalos del viento son mérito de Mino Mele, yo lo llevé con una idea para cajón, prácticamente, y él lo convirtió (creo que es una de las baterías más copiadas del Perú, se la he escuchado copiar a Libido y otras bandas). Entonces, eso es mérito de Mino. Así que eso fue también, en gran parte, una suma de talentos. Nos cuentas que Al amor se ha dicho era como la primera canción que tocaste en público de ese disco y que se lo compusiste a una chica. Al amor se ha dicho es bien fuerte y comienza diciendo: “Hice esta canción para convencerte de que cachemos”. ¿Esta chica se enteró que era ella? Bueno, esta chica era una de las que gritaba en las tocadas de barrio. En esa época todo el mundo viajaba y se iba del país y esa chica fue una de las personas que se fue del país. O sea, no solo tenía la mala suerte que se iban los integrantes de mis grupos, debo confesar que además se iban las chicas a las que les componía las canciones (risas). Era, realmente una situación mala. Había una violencia extrema, la gente se iba y casi todos los viejos que tenían un poco de plata e hijos como en edad de ¡chucha, la universidad!, se los llevaban. ¿Tú nunca pensaste en irte? No, yo pertenecía al bando de tercos que se quedaron. Y, bueno, Campo minado de corazones es el Perú que yo descubro gracias a José María Arguedas y a la Universidad de San Marcos. Campo minado de corazones es, en mi opinión, de los mejores temas del disco
¿Cómo ocurre, por qué los corazones minando el campo? Carlos Lego, que estaba estudiando pintura, vivía en la cuadra siguiente de mi cuadra, a cuatro o tres minutos caminando. A él le dio por pintar corazones, corazones amarillos, recuerdo, con fondo violeta y alambre de púas (estaba mucho con el rollo de los alambres de púas). Era una imagen que te hacía pensar bastante en la guerra, en lo que se vivía en el Perú y a la vez, no sé, salió la frase campo minado de corazones y le pareció que era una frase correcta para titular el cuadro o algo así. Y a mí también me pareció que era una frase que decía mucho de lo que estábamos viviendo, el cuadro hablaba de la realidad nacional y la frase hablaba del cuadro, y la canción también hablaba de la realidad nacional (había una realidad muy específica que era la cuestión de la guerra, un modo de decir guerra con otras palabras). Y creo que él había logrado decir guerra con otras imágenes. Muéranse, disco que viene luego, lo haces solo, grabas todos los instrumentos. ¿Es un gesto de autosuficiencia, qué te llevó a grabar todos los instrumentos? De repente fue un poco eso que contabas, que las bandas se iban ¿Qué pasó con tu banda anterior? Me la robó Manuelcha Prado (risas). Así fue, la banda con la que grabé El Loco y la Sucia, me la robó Manuelcha Prado. ¿Fue por un poco de despecho, entonces? No, no. Curiosamente, Muéranse, no iba dirigido a Manuelcha ni a los músicos, el Muéranse iba dirigido a quienes veían, para bien o para mal, un nuevo Pedro Suárez-Vértiz en mí (risas). Por ejemplo, me inventaron que yo tenía un contrato con L'oréal y me atacaban y había otras personas que me decían qué bien por las razones más ridículas. Además,
yo venía de una tradición muy renegada y el hecho de ver gente con polos con alguna foto mía me causaba rechazo. A mí ese ratito que había estado con Eutanasia me había cambiado mucho como persona, me había hecho un tipo de rockero que no era antes de Eutanasia, híper desconfiado del sistema. Supongo que otra razón puede haber sido que para mí es fundamental en el buen arte un disco fundamental de Gustavo Ceratti que se llama Bocanada. Bocanada es para mí uno de los mejores discos de la historia, está a la altura de Pet Sounds, de grandes discos, dialoga con los mejores discos de Björk y muy de tú a tú. Tuve muy claro que hacía donde quería ir era un lugar al que nadie ha ido, era como decir: “Ustedes quieren que patentemos una fórmula, yo no quiero patentar una fórmula”. El Muéranse viene por ahí porque es la verdad, yo no quiero patentar una fórmula, quiero, más bien, establecer un diálogo con el siglo que nos ha tocado vivir. Eso va cambiando constantemente. Tú te mueves en base a ese ritmo, te mueves con el tiempo, con la realidad que te rodea. Claro, y estar atento, y, obviamente, uno tiene un grado de memoria y un grado de herencia de lo que uno hace los años anteriores, pero me pareció que las únicas respuestas que podían interesarme estaban hacia adelante. Sí, efectivamente el Muéranse fue como decir “vamos a empezar de nuevo, vamos a empezar bien”. Ya en El Loco y la Sucia hay una canción que se llama Manifiesto, pero Muéranse es, todo el disco, un manifiesto. Hay eso de la canción social, la canción de amor, hay un guiño al hip hop, hay una cosa con el punk de los Sex Pistols, con la canción de protesta latinoamericana, hay esto con lo subterráneo. Tenía mucho miedo a ser un artista incomprendido, quería que se comprendiera lo que yo quería decir desde la primera canción. Y también creo que es un disco que tie-
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ne un happy end bien argumentado, Lo mejor del fin del mundo es una canción que yo amo mucho. Para mí es la posibilidad que tiene la humanidad de bailar en absoluta diversión lejos de las condiciones de discotecas y es rock también en el sentido de que está hecho con bondad y con maldad. Hay cosas malvadas en el disco como ese rap, es bien malvado (risas), pero es verdad que yo todo el día hip hopeaba. Entonces, era algo que estaba sucediendo y el alma es porosa como la piel. ¿Se trata de ser auténtico, entonces? Sí, se trata de eso. Obsequio es prácticamente todo lo contrario a Muéranse. Muéranse eras tú solo y Obsequio es el disco con más invitados, además de ser más melódico y calmo, tiene mucha poesía, como lo de Oquendo. Cómo se da ese cambio, es parte de lo que nos dices sobre moverse con el tiempo o fue algo que surgió de un suceso específico, algo que te pasó quizá. Gracias a Muéranse es que se forma Rafo Ráez y los Paranoias. ¿Por qué? Porque Eduardo me dice: “Oye, ¿estás sin banda? ¿Cómo vas a estar sin banda? Hagamos un grupo de rocanrol”. Entonces comienza esa emoción de cuando haces una banda. Convocamos a Raúl y a Rodrigo y con dos años de ensayo generamos Camisa que es el disco que más satisfacciones me ha dado porque, lo grabamos en vivo y grabar en vivo es una experiencia inolvidable como músico, el hecho de que tú sabes que eso que suena ahí es tu banda en vivo. Hicimos gira con la banda, además tenía una cantidad fuerte de dinero ganada con
el disco que me permitió al siguiente razonamiento que era: cuando salió Camisa mucha gente decía Camisa es bueno y Muéranse es malo. Yo no creo eso, yo adoro Muéranse. Entonces, lo que tal vez quise hacer con Obsequio fue explicar lo siguiente: Muéranse es una cachetada a la riqueza y Obsequio es una cachetada a la pobreza y por eso se llama Obsequio, porque desde el momento que comencé a meter dinero me dije: “Pero esto jamás lo van a poder pagar, es dinero que estoy regalándole a la gente”. Es, además, la ruptura del tabú de la cachetada a la pobreza porque finalmente hay una frase de Los Prisioneros que a mí me encanta: “¿Por qué los ricos tienen el derecho de pasarlo tan bien si son tan imbéciles como los pobres?”. Entre pobreza y riqueza hay una cosa que eres tú, tu yo real, nuevamente el tema de la autenticidad. Entonces, sentí que hay que dejar hablar al pobre que hay en uno y también al rico que hay en uno. Y eso para mí lo convierte en Muéranse II. Obsequio es en realidad Muéranse II porque, sencillamente, son la misma persona, olvídate de la puta economía. Dos caras de la misma moneda. Claro. Entonces, qué haces con pobreza, qué haces con riqueza, todo el tema del presupuesto. Lo que el refrán inglés dice: “Una virtud es el punto medio entre dos defectos”. Algo de eso hay en esto. Porque también así como Muéranse tiene virtudes y defectos de pobre, Obsequio tiene virtudes y defectos de rico, por momentos es muy amariconado (risas), pero me parece bien haberlo
hecho, alguien tenía que hacerlo, que es otra cosa importante desde el rock y todo el arte en general: alguien tiene que hacerlo, ¿por qué chucha nadie lo hace?; alguien tiene que hacerlo. Pero la satisfacción está en Camisa. Muéranse y Obsequio son dos discos muy valientes, pero la satisfacción de felicidad, de alegría de vivir, Camisa porque es por fin un grupo que nunca se dividió, la superación de ese trauma de la banda dividida que yo traía. Cuéntanos un poco de las letras de tus canciones. Siento que la mayoría de ellas cuenta una historia. ¿Es así? Creo que todas forman parte de mi historia personal y además todas cuentan una historia. No, mentira, no todas cuentan una historia. No pues, todas no cuentan una historia. Sí, no todas cuentan una historia, pero muchas de ellas sí. La inocencia primaria del diablo es una historia, Tronador es una historia. Con Tronador, por ejemplo, es la letra con la que más problemas he tenido porque amo la canción y yo sé cuál es la historia, pero siempre he sentido que no la he contado bien. Cuéntanos la historia. Había una vez un chico que adoraba ver cuadros, le encantaba la pintura y tanto le gustaba ver cuadros que un día decide ser pintor. Se mete a estudiar pintura y estudiando pintura lo primero que hace es comparar, comparar, comparar, porque comparar es, yo qué sé, es profesionalizarse de algún modo. El periodista se compara con otro periodista y el doctor
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con otro doctor y el artista con otros artistas. Y esa herramienta analítica opera en él como una enfermedad porque por lo menos la primera respuesta de su alma ante ese nuevo conocimiento es un menor disfrute. Creo que esto más que parecer un problema artístico es un problema del ser humano. Nos gusta analizar, pero hay un grado de análisis en que matamos algo de lo nuestro. ¿Te importa mucho que se entienda tu idea como tú la concibes, o disfrutas que la gente también tenga su propia interpretación? Leyendo a los grandes maestros me he enterado que es bueno para la salud disfrutar que la gente tenga su versión (risas). Es un poco fregado, al principio, al menos. Sí, pero no puedo negar que en una época me daba rabia. Y habiendo realizado trabajos tan distintos con tus canciones, con tu discografía, ¿cómo sientes qué has interpretado el pop o no sientes que haya pop en tus canciones? No, por supuesto hay mucho de pop. Al amor se ha dicho es rock, es pop, es reggae. ¿Pero qué es lo que hace pop a alguna canción tuya, qué elementos son los que has tomado de este género para componer? Digamos que esta aceptación de que a veces la vida es rosa, hay días lindos. Existen. Digamos, Lima, por ejemplo, Lima tiene este cielo panza de burro, gótico, dark, como rock pesado, como heavy. Lima tiene, al mismo tiempo, estos atardeceres de febrero amazónicamente bellos. Entonces, es bien jodido hablar de estos atardeceres que son rosa sin ponerte pop. Yo no vivo del rock, pero siento que el Perú siempre lo tiene claro con esto que ahora le dicen el Chola Pink, que es pop, que es como PUM, fuerte y declaratorio.
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¿Qué tan influyente es la literatura en la música que haces?¿Lees mucho? ¿Cuál son tus escritores favoritos? ¿A qué libro siempre regresas? Supongo que bastante. Gaston Bachelard, El agua y los sueños, a ese libro siempre regreso. Otro libro al que no siempre regreso, pero marcó una época de mi vida: Los pensamientos cautivos de Czeslaw Milosz. Siempre regreso al poema de Arguedas: Llamado a algunos doctores. A César Vallejo: -y desgraciadamente el dolor crece en el mundo a cada rato, crece a treinta minutos por segundo, paso a paso, y la naturaleza del dolor es el dolor dos veces.- Los nueve monstruos, un gran poema, enorme. Siempre trato de averiguar las letras de rock, también, de qué van, hay mucho que me gusta en las letras de rock. Luis Hernández, ya a estas alturas, un amigo. A Héctor Lavoe no sé por qué cada día lo considero más poeta, hay algo raro en su estilo que me hace pensar en Robert Plant, de Led Zepellin, que me parece que le ha gustado. El estilo narrativo de Robert Plant. Vallejo, a veces en mi mente me suena a Héctor Lavoe. Al poeta José Watanabe lo quise conocer por su poesía y tuve el honor de que me considerase su amigo, honor inmerecido ciertamente para el poquito tiempo que nos conocimos, muy generoso.
¿Cómo es que ustedes se juntaron, Watanabe y tú, a quién se le ocurrió? Fue una crítica creativa de José a mi trabajo. Él consideraba que el disco Camisa sonaba bien, pero que el lunar feo en el disco era eso que hubiera poesía musicalizada. Supongo que no nos quedó tan paja como en el demo. Por eso lo pusimos en el bonus track (risas). Pero, el Vallejo Blues nos encantaba, hasta ahora nos encanta. Pero, bueno, la cuestión es que a José no le gustaba. Entonces, José, con una lógica muy limpia, me dijo que lo que deberían de hacer, músicos y poetas, es trabajar conjuntamente, y para eso hay un maravilloso antecedente que es Chica de Ipanema, que es el trabajo consciente y planificado de un poeta y un músico. Jo¿Qué música te disgusta escuchar aho- sé tenía una mente muy fílmica, el disco ra de lo que suena en las radios? es en realidad una película, ése disco es La otra vez soñé que había un plan del ejér- una película y es sobre un joven que se cito chileno para idiotizar al pueblo perua- siente encerrado en la ciudad. Todo el disno, porque habían descubierto que así co- co Pez de Fango que hicimos juntos. Y esmo Mozart vuelve inteligente, el Grupo 5 toy seguro que es la película, en realidad, vuelve imbécil (risas). Y que todo era un que había en la mente de José. Es decir, el disco es más película que disco. Él era un plan chileno, te juro. hombre de cine a tiempo completo. ¿Qué bandas peruanas te gustan? En general me gusta Turbopótamos, El Po- Cuéntanos de tu último trabajo La Reilen, Eutanasia, Se Busca, también. El últi- na Pastrula y háblanos un poco de los mo disco que se llama Cuasimodo, Voz proyectos que nos contabas fuera de la Propia, Mojarras, el primer Mojarras, grabación. Plug Plug y su apuesta por un rock 100% La Reina Pastrula fue el último disco que edité, vino en paralelo con la página web audiovisual y más canciones sueltas.
raforaez.com, y de algún modo la campaña del disco es la web. Hay cosas para descargar gratis. Ya había tenido otra web antes, pero esta es la que más satisfacciones me ha dado. Lo que se ha hecho es colgar un disco para descarga gratis, que son todos los temas bailables de todos los tiempos para que cualquier persona que quiera hacer un tono en su casa, o un DJ que quiera escoger canciones bailables las descarga. La Reina Pastrula es un disco muy clásico en el sentido de Lado A, Lado B, y algunas canciones de amor como Los amantes de fuego que creo que es una canción que está buena, una de las mejores que he hecho en este rubro. Hay algunas que están, ahora que ha pasado un poco de tiempo, entrando al imaginario popular. Una es La Reina Pastrula en sí que es una historia real de esta ciudad de Lima y es estrictamente narrativa, es más una historia que una canción y viene a llenar un pequeño huequito que yo quería que fuera llenado. Creo que es un disco que se escucha de un tirón. ¿Sientes que has logrado lo que querías hasta este punto? Sí, más bien ya son años de 'yapa'. Me sorprende haber sobrevivido, he visto la muerte bien cerquita por la vida que he elegido. ¿La muerte como un impulso o como consecuencia? Como todo. Vivimos en un mundo peligroso. Y a veces he pecado de temerario. Si me dijeran lo que voy a ganar y voy a perder, igualmente elegiría la guitarra. Me gusta lo que he ganado. Está bien que este guitarrista que soy exista, siento que desde ese lado le doy alegría a mi país, no sé. Es algo paja. Ya lo demás es vivir el día a día, sobrevivir. Hay una frase muy bonita que me gustó en Nueva York: “Para triunfar en Nueva York debes hacer una cosa: sobrevivir haciendo lo que te gusta”. Me pareció una frase muy linda que se puede aplicar a cualquier lugar del mundo.
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Algo fría y con olor a pan
Cuento 29
gunas interjecciones, alimentando así la idea no tan descabellada de que, quizá con algo de suerte, le podría gustar a Diana.
Aquella noche, cuando Rogelio esperaba la Huayrona debajo de la casa de Diana y sólo para sentir que estaba cerca del lugar donde ella comía, dormía, hacía sus tareas y veía la televisión, ella se asomó por su ventana y lo vio allí parado. Conversaron por un momento. Rogelio se sorprendió por la fluidez de sus palabras y sintió, por primera vez, que no era muy difícil eso de hablar con alguien de quien estás enamorado hasta los huesos. Tanto así que dejó pasar al mePor Leonardo Ledesma Watson nos un par de buses y se animó a esperar el último. Mala jugada. Ahora ella ya se daba cuenta de lo que Rogelio dejaba de hacer oy a empezar, aunque no tenga mañana siguiente en que la vería en el co- para verla al menos un momento y a una discostumbre de hacer esto, por el legio. Estudiábamos en el San Tarcisio, tancia de cinco metros desde la ventana hasprincipio. He de aclarar que estas ubicado en la cuadra diez de la avenida ta la acera. Pero aunque ella se enterase de no son mis historias, sino las de aquellos y Canevaro. Según recuerdo, Rogelio me forma consciente, de esa misma forma tamaquellas de quienes me quedan recuerdos contó que sus padres lo habían matricu- bién se decía así misma que Rogelio solo fragmentados. Con el paso de los años, mi lado ahí debido a la buena recomenda- era un buen amigo. Este hecho ocurría muy memoria se ha hecho frágil, pero no es un ción de sus tíos, unos veteranos que te- distinto en la cabeza de mi amigo. Cuando asunto que tenga que ver con la senilidad nían la credibilidad que te otorga el ha- Rogelio, ya con algo de frío por los pantani mucho menos, pues aún, para algunas ber criado dos hijos que luego se convir- lones cortos, advirtió que solo quedaba un personas, soy un hombre joven. Pongá- tieron en hombres de bien. Rogelio vivía carro para ir a su casa, se despidió con una moslo de esta forma: el propósito de estas no muy lejos del colegio, sin embargo te- especie de tímido beso volado. Ella no se palabras y de este relato es ir hilvanando nía que tomar el autobús para llegar a ca- percató de la acción, pero él supo que lo hapoco a poco los episodios que flotan leve- sa. Era un tipo tímido, pero no muy calla- bía dado. Suficiente con eso. mente en mi cabeza, reconstruir con evo- do. Participaba en clase cuando era nece- Después de esa conversación, Rogelio sincaciones y ejercicios forenses –como para sario, se acoplaba muy bien al grupo en tió que gustarle no estaba tan lejos. Ató caemplear una metáfora- algunos rostros. cualquier circunstancia, buen alumno, bos y comprobó, luego de algunos indicios, Definitivamente unos son más familiares mejor deportista. Rogelio parecía un ti- que sí, efectivamente Diana gustaba de él. que otros, sin embargo hay algunos que po al que nada le producía algún sobre- Al llegar a casa, luego de la comida, subió a veo borrosos y se difuminan con la luz de salto. Sin embargo, ustedes, al igual que su habitación y se sentó en su escritorio palos años, así que les voy pidiendo discul- yo, saben que todos cojeamos de algún la- ra, papel y lápiz en mano, empezar a escripas con anticipo. Unas disculpas que me do. Aunque a cualquier muchacho de esa bir una carta de amor que le haría llegar por hacen recordar la década del noventa. edad le era complicado, ya de por sí, ha- intermedio de un buen amigo ¿A quién Aquí empezó, más o menos, a gestarse to- blar con las mujeres, lo de Rogelio resul- creen que eligió para dársela? Pues no se do. taba un poco más severo. Por ejemplo, equivocan. Se tardó algunas horas en tersiendo prácticos, digamos que a Rogelio minar de escribir y adornar la misiva. Los Es lógico pensar que una historia que ha- se le olvidaba un lapicero rojo para sub- bordes estaban limpios y sobre la parte baja ble más de enamoramiento que de amor rayar los títulos y los subtítulos de los dic- del papel unos dibujos calcados de tarjetas debería empezar de día, tal vez en verano, tados, entonces no tenía ningún proble- navideñas completaban lo que, según mi con ciertas expectativas, sin muchas com- ma en tocarle el hombro a Carmencita o querido amigo, terminarían por convencer plicaciones, pero no puedo ser deshones- a Rosa María o a Mariana y pedir que le a Diana de que su sentimiento era verdadeto…era de noche. Cuando todavía jugaba presten alguno; pero si por algún motivo ro y perdurable. al fútbol en el parque y no todas las perso- Rogelio escuchaba que el grupo de munas tenían celular, la línea C de la Huayro- chachitas hablaba de una fiesta, y aun- La mañana siguiente fue igual: algo fría y na pasaba por la calle José Leal de Lince. que él supiera que lo invitarían junto a to- con olor a pan, con sonido de bocinas y cuTenía un amigo que, todos los días, espe- dos nosotros, el cuerpo se le llenaba de culíes. Para Rogelio era decisiva. Yo llegué raba ese bus a las siete de la noche debajo nervios y la cara de gestos que mejor hu- caminando al colegio, cargando una malede la casa de una jovencita que lo traía aco- biese querido ocultar. Aquí, realmente, ta que pesaba como los mi demonios y que en el interior albergaba cuadernos de todos judado y a quien nunca se había atrevido a lo social era todo un tema. los colores, correctamente señalizados y orhablarle más de dos o tres frases. Mi amiganizados. Libro y cuaderno por cada curgo se llamaba Rogelio. Por ese tiempo en- De todo ese grupo la que traía babeando so. Me topé con Rogelio poco antes de la entrenábamos en el parque Mariscal Casti- a Rogelio era Diana. Una de las más desa- trada. Lo vi inquieto. Le pregunté qué le palla. Dábamos unas vueltas corriendo, ha- rrolladas para la edad que teníamos, ros- saba. Me contó lo de la noche anterior en la cíamos un poco de ejercicio en los tubos y tro fuerte, falda corta y sonrisa de niña ventana de Diana. Le di una palmada en la las paralelas, bebíamos algo en la bodega con intención de mujer. Ella se acercaba espalda, admito que pensando en que, proy nos íbamos a casa a descansar sabiendo siempre a Rogelio y le hacía bromas sim- bablemente, iba por un buen camino. Me pique al día siguiente nos veríamos en el co- páticas sobre lo bien que le había hecho dió si le podía entregar algo a Diana. Yo no legio. Claro, pero esta historia no trata de el entrenamiento, sobre cuándo la invita- tenía problema, aunque sabía que eso de las mí, sino de él, quien, probablemente, si la ría a bailar y otras cosas que a uno, como cartas era, más que una resolución o una vacontase, diría que luego del entrenamien- hombre, siempre lo confunden. Rogelio riante para la declaración de un amor, un inito se iba a casa a descansar para esperar la sonreía suavemente o contestaba con al- cio. Rogelio no lo creía.
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30 Cuento
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Cuando sonó la campana y la madre superiora paseaba por los pasillos para observar que no nos amontonáramos en las escaleras, Rogelio me miró y asintió con la cabeza: tenía, vale decirlo ahora, carta libre para la entrega. Pues como ya les dije, no recuerdo exactamente cómo ocurrieron ciertas cosas, y tampoco me acuerdo cómo me acerqué a Diana. Solo sé que es muy probable que haya hablado de algo circunstancial y luego, entre juego y risa, le haya dicho que tenía algo para ella. Le extendí la carta y me miró con sorpresa, le dije que luego de leerla –creí en ese momento- se iba a poner contenta.
Desde donde yo estaba veía cómo el rostro de mi amigo se iba desencajando. Diana tenía la palabra, hablaba mientras se hacía una cola, luego mientras se acomodaba la falda. Parecía que estaba calculando la distancia entre el cuerpo de ambos. Es sabido que esa no es una reacción inconsciente, ni mucho menos azarosa, aquí, al menos entre todos los amigos que tengo, existe una sentencia para ese tipo de acciones y se resume en una pequeña frase media cojudona: ya fuiste.
de no hablarle a alguien a quien no conocía, solo por el hecho de gustarle (hecho que ella provocó), por otro, estaba Rogelio, el caballerito al que se le caía el mundo, se le venía la ola del tsunami y se había ido con algo más que un gran no ese día. Cosas que marcan, cosas que transforman nuestras miradas.
Ese mismo día, más tarde, sonó el timbre de mi casa, un edificio cerca del Touring Club. Era Rogelio, quien fue a contarme lo ocurrido. Le di una palmada y concluí Rogelio y Diana dejaron de hablar. Él se diciendo algo que diría alguien que no safue caminando, me miró desde lejos y mo- be qué decir, pues ya sabe la verdad de la vió la cabeza con suavidad. Ella se acercó milanesa: así es a veces, mi hermano, a vea mí y empezó con un no puedo creerlo. Y ces se gana, a veces se pierde. “¿Te dijo ales que yo tampoco, le dije, qué pasó. Y pro- go?”, me preguntó Rogelio. No mi herY qué pasó, me dijo Rogelio, y yo que le siguió (En esos años las jovencitas ya ha- mano, nada de nada. Mejor, huevón, esa di tanto ánimo como pude, como de entre- blaban como adultos. Ese no es un síndro- flaquita te iba a traer problemas. nador de equipo de fulbito que te anda mo- me de las generaciones actuales, no seativando usando de excusa el orgullo del mos mezquinos). Más o menos, y en resumidas cuentas, por barrio. Ya está, supongo que a la salida ahí llevé el asunto. Un par de semanas desvan a conversar. A Rogelio se le habían “Yo pensé que la carta que me habías en- pués, luego de olvidado el tema (aunque puesto los huevitos de corbata y se había tregado era tuya”, sentenció. Siguió con aún no para Rogelio), fui a casa de Diana acordado hasta de los ancestros que no te“Rogelio es un buen amigo, pero no me a una reunión a la que él no había sido invinía. gusta. Ahora ya no sé si hablarle, qué ha- tado. Me la agarré tremendamente en la Sonó el timbre de la tarde y yo salí acom- go, yo pensé que te gustaba a ti”, yo la mi- consabida botella borracha. Así, frío, sin pañando a Rogelio como un entrenador raba algo perplejo. Luego, sin más trámi- más ni más, sin mucho detalle que contar que lleva a su púgil hasta el cuadrilátero. te, me dijo “Sé que Rogelio es tu amigo, pues, haciendo uso de las disculpas omitiVimos a Diana parada en la entrada ob- pero tú me gustas. Yo quiero estar contigo, das al inicio de este relato, no me acuerdo. servando el periódico mural y le dije a Ro- no con él. No vas a negar que yo te gusto”. gelio que ese era el momento exacto para Ahora que lo digo de esta forma tengo ga- A Rogelio siempre lo quise, y aún hoy, lueacercársele. Sin dudarlo, me hizo caso y, nas de reírme, y mucho. Deberíamos con- go de tantos veranos en Pulpos, tanto estucon decorosa valentía, con las tripas tem- servar esa frialdad por siempre, o al me- dio, tantos viajes y tanta correteadera por blando y el corazón rebotando más rápido nos para ciertas cosas al crecer. Por un la- Lima, seguimos siendo como hermanos. que de costumbre, le tocó el hombro. Por do estaba Diana, que a su corta edad ya pa- De Diana, ni el rastro. mi parte, es cierto que no quería inmis- recía una película porno caminando, por cuirme, lamento no haber podido estar pa- el otro, mi amigo, Rogelio. No digo que ra reportear al instante lo que ocurría, pe- yo tuviera un conflicto, lamento decepcio- Octubre 2011 ro me detuve a unos metros. Aunque no lo- narlos pero eso no pasó, sencillamente, se graba escuchar lo que hablaban, sus ros- me hacía extraño ver a Diana, despreocupada, muy relajada y tajante en la decisión tros decían casi todo.
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Poesía 31
La vida no podía ser esa cosa que se nos imponía y que uno asumía como un arriendo, sin protestar. Pero ¿qué podía ser?... Debía haber una contraseña, algo que permitiera quebrar la barrera de la rutina y la indolencia y acceder al fin al conocimiento, a la verdadera realidad JULIO RAMON RIBEYRO
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