La educación de la Mujer en la Edad Media

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Universidad Nacional de Cuyo Facultad de FilosofĂ­a y Letras Ciencias de la EducaciĂłn Nombre: Barchiesi Tisiana


Anticipaciones: Resulta significativo incursionar por el camino de la

Historia de la

Educación femenina; en ese recorrido, en el periodo de la Edad Media, se pueden vislumbrar características que muestran a la mujer como un ser pasivo, y así también se puede ver como aquellas que intentaron cambiar su situación, fueron estigmatizadas y opacadas por la sociedad. Christine de Pizán fue una figura importante hacia fines de la etapa medieval, que supo dejar una huella en el camino de toda lucha contra la opresión femenina. Expectativas: La realización del siguiente trabajo tiene como expectación dar cuenta de los vestigios históricos de la educación de la mujer en el periodo medieval, a partir de los escritos de Christine de Pizán (1364-1430) una figura emblemática para el estudio de las mujeres de aquellos tiempos. Se tratará de elaborar con claridad, precisión y juicio crítico un análisis de su obra. Estrategias para abordarlo: El siguiente trabajo de investigación forma parte de las actividades como ayudante alumna de cátedra de la Historia General de la Educación I, de la carrera de Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación y constituye mi primer acercamiento a la investigación histórico-educativa. El mismo fue abordado desde diferentes perspectivas: -consultando a especialista/s en el tema. - utilizando diferentes fuentes bibliográficas. -construyendo categorías relacionadas con la historia de la educación a partir de las fuentes analizadas - estableciendo relaciones con la actualidad. - realizando la elaboración de un documento.

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Abstract: Although research and interest has grown in recent times, little is known about the education of women in the Middle Ages. There are still many unanswered questions about women in the Middle Ages and that is what drives me to write about this topic. This article will be based on my research about the book written by Christine de Pizan “City of Women”. This is a book that makes a strong impression in regard to gender advocacy. Moreover, this article will attept to relate the problem of women in those days to that of the present by taking into account the social and cultural conditions of such times. Written in 1405, the work of Pizan shows outrage and refutes the arguments of those bent on proving the non-moral nature of women, who at that time were relegated and marginalized by society. Christine Pizan implicitly and explicitly highlights the importance of education for change to occur in society. For this reason, she imagines a city for women and guided by reason, righteousness, and justice and she inhabites it with female protagonists, which she considers essential in order to defend the role of women in society.

Introducción: Poco se sabe de la educación de las mujeres en la Edad Media, si bien las investigaciones y el interés ha crecido en los últimos tiempos. El Medioevo en referencia a ellas, sigue presentando muchas preguntas, lo que me impulsa a llevar adelante este trabajo. El mismo, será abordado a partir del libro de Christine de Pizán "La Ciudad de las Mujeres", obra que tiene una fuerte impronta en lo que respecta a la defensa del género. Además, se intentará relacionar la problemática de la mujer en aquel tiempo con la actual, teniendo en cuenta las condiciones sociales y culturales de las mismas. Escrita en 1405, la obra de Pizán descarga su indignación y rebate los argumentos de aquellos empeñados en demostrar la naturaleza no moral de las mujeres, que en aquel entonces eran relegadas y marginadas por la sociedad. Christine de Pizán implícita y explícitamente pone de manifiesto la importancia de la educación para el cambio en la sociedad. De esta forma, imagina una ciudad para las mujeres, guiada por la razón, la

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derechura y la justicia, habitándola con mujeres protagonistas, que ella considera paradigmáticas para reivindicar el rol de la mujer en la sociedad.

Christine de Pizán, la dama de hierro 1. Contexto La expresión Edad Media, se utiliza para designar el periodo de mil años, poco más o menos, comprendido entre la caída del Imperio romano y el Renacimiento, considerando a éste como el antecedente inmediato o como el principio de la Edad Moderna. El proceso que se desenvuelve a lo largo de la llamada Edad Media, es un resultado de múltiples influencias, en donde intervienen, por lo menos, cuatro grandes factores, que van entrando sucesivamente en escena. Por un lado, la filosofía griega, momentáneamente perdida, y por otro, las tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islamismo1. En este contexto denominado de la Baja Edad Media, Christine de Pizán escribe su obra. La autora nació en Venecia, a los cuatro años se fue a vivir a Francia, ya que Tommaso da Pizzano, su padre, era un reconocido Físico que trabajaba con el rey Carlos V de Valois. La familia de Pizzano gozó de todos los privilegios que la corte les brindó. Por ello Christine fue educada como una princesa2, además de recibir un fuerte apoyo del padre, en lo que respecta al saber y a la cultura, actitud que ella misma rescata en el siguiente texto al hablar de su familia: “Tu padre, -le dice una dama a Christine- gran sabio y filósofo, no pensaba que por dedicarse a la ciencia fueran a valer menos las mujeres. Al contrario, como bien sabes, le causó gran alegría tu inclinación hacia el estudio. Fueron los prejuicios femeninos de tu madre los que te impidieron durante tu juventud profundizar y extender tus conocimientos, porque ella sólo quería que te entretuvieras en hilar y otras menudencias que son ocupación habitual de las mujeres. (...) Y tu madre no pudo arrancar en ti ese gusto por la ciencia, esa tendencia natural que te ha permitido ir cosechando el saber, aunque fuera recogiendo 1 (Fraile, 1975, pág 3) 2 Lemarchand, Marie J. en "La ciudad de las Damas", Introducción pp 11-56

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migajas. Tu no crees, de esto estoy segura, que te haya echado a perder tu dedicación al estudio sino que lo consideras, y con razón, tu más preciado tesoro.”3 Podemos ver a partir de este testimonio, como Tomasso de Pizzano,

hombre sin

prejuicios, apoyó los estudios de Christine, diferenciándose de su esposa quien se atenía a las costumbres básicas de la mujer de ese momento, y esperaba que Christine cumpliera un buen rol dentro de su hogar. La ciudad ideal 1.Obra Una ciudad que pueda proteger a todas las mujeres, respetando con razón, derechura y justicia a cada una de ellas, era el sueño de Christine de Pizán. Las primeras palabras de la Ciudad de las Damas reflejan el desconsuelo en el que ahondaba Pizán tras haber leído la misógina postura encontrada en la obra Libro de las Lamentaciones de Mateolo, queda perpleja ante tanto acuso y dice: "...al crear Dios a la mujer creó un ser abyecto (...)" 4 es así que comienza a imaginar una ciudad ideal para las mujeres. Christine da fundamento a su anhelada ciudad, a través de tres damas que de manera analógica representan la razón, la derechura y la justicia. La Razón, es la primera en aparecer diciéndole: "En lo que a mí me atañe, tengo por misión corregir a los hombres y mujeres cuando yerran para volver ponerlos en la vía recta; si se pierden pero su entendimiento puede atender a razones, llego sigilosamente a sus mentes, los amonesto y sermoneo para hacerles ver sus errores, explicándoles las causas, y luego les enseño como hacer el bien y evitar el mal." 5 La segunda dama es derechura, quien vive entre los justos, a quienes exhorta a hacer el bien, a devolver a cada uno lo que les pertenece, a decir la verdad y a luchar por ella, a defender el derecho de los pobres e inocentes, a no usurpar el bien ajeno, a hacer justicia a los que acusan en falso. Derechura le dice a Christine que será útil para medir los edificios de la ciudad que debe construir; para levantar los grandes templos, diseñar y construir calles y plazas, palacios, casas y almacenes, y, para ayudar con todo lo necesario para poblar una ciudad. 3 (Pizán, 2000, Cap XXXVI, págs. 199, 200) 4 (Pizán, 2000, Cap I, pág. 65) 5 (Pizán, 2000, Cap II, pág. 68)

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Asimismo, Justicia, es quien le ayuda a terminar la ciudad, poniendo los tejados a las torres y palacios, poblándola con mujeres ilustres. Además, la ciudad quedará cerrada con pesadas puertas que bajará Justicia desde el cielo. Después, pondrá las llaves en las manos de Christine. Justicia sostiene: "A los hombres y mujeres de sano espíritu enseño primero a conocerse y a comportarse con los demás como consigo mismos, a distribuir sus bienes sin favoritismo, a decir la verdad, huyendo y odiando la mentira, y a rechazar todo vicio"6. Christine en su intelectual diálogo con las tres damas, les contesta: "Con todas mis fuerzas rindo alabanza a Dios y a vos, Damas mías, que me honráis con tan noble cargo. Lo acepto gozosamente, heme aquí dispuesta a serviros. Hágase en mí según vuestras palabras." Durante el desarrollo de la obra, Pizán pone en evidencia ciertos aspectos que reflejan cual era la condición de la mujer en aquella época: no podían ser parte del sistema judicial, estaban relegadas de los asuntos políticos, el saber era cosa de hombres, la mujer era débil, le gustaban los niños porque compatibilizan, es pecadora desde un principio y otras tantas afirmaciones más. Estas expresiones, son algunas de las características aludidas por los hombres, incluso por las mismas mujeres. Razón le habla a Christine al respecto, refutando estas blasfemias y destacando algunas de las virtudes de las mujeres, como: la sobriedad, la generosidad, el sentido político, la sabiduría, la curiosidad, la intelectualidad, entre otras. Estas virtudes hacen de ellas un ser tan digno como el hombre, capaz de cumplir cualquier rol en la sociedad, pudiendo superarse a sí misma y ser igual o mejor que un hombre. Es interesante el abordaje que realiza Pizán en su libro, ya que a través de los diferentes diálogos con las damas, da cuenta, desde una refinada postura, como se concebía a la mujer de la época. De igual forma, cita y describe la vida de algunas mujeres que ella considera paradigmáticas, tanto desde el plano mitológico como el real, destacando con insistencia sus virtudes, que desmienten las blasfemias de muchos y de alguna manera reivindica a la mujer como alguien capaz, fuerte, que posee grandes capacidades para valerse por sus propios medios.

6 (Pizán, 2000, Cap. VI, pág. 73)

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Igualdad de condición 3.Aspecto educativo Lo diferente y revolucionario para el momento histórico en el que Pizán esboza sus ideas, es la importancia que le atribuye a la educación tanto del hombre como la de mujeres. Deja en evidencia que la mujer tiene las mismas potencialidades que el hombre en lo que respecta a lo intelectual y afirma que está en una situación diferente porque no recibe la misma educación. “(Las mujeres saben menos) sin duda porque no tienen, como los hombres, la experiencia de tantas cosas distintas, sino que se limitan a los cuidados del hogar, se quedan en casa, mientras que no hay nada tan instructivo para un ser dotado de razón como ejercitarse y experimentar con cosas variadas.”7

Desde el Medioevo a la actualidad 4. Relación con la actualidad Como se puede interpretar en los escritos de Pizán, la mujer culturalmente se encuentra peldaños más abajo que el hombre. Es rebajada, imposibilitada, sometida y en muchos casos maltratada. "A cuantas mujeres podemos ver, y tú conoces algunas, querida Christine, que por culpa de la crueldad de un marido desgastan sus vidas en la desgracia, encadenadas a un matrimonio donde reciben peor tratamiento que las esclavas de los moros! ¡Dios mío, como les pegan, a todas horas y sin razón! ¡Cuántas humillaciones, ataques, ofensas, injurias tienen que aguantar unas mujeres leales, sin gritar siquiera para pedir ayuda! Piensa en todas esas mujeres que pasan hambre y se mueren de pena en unas casas llenas de hijos, mientras sus maridos se enfrascan y andan vagando por todos los burdeles y tabernas de la 7 (Pizán, 2000, Cap. XXVI, pág. 119)

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ciudad. Y todavía, cuando ellos vuelven, ellas pueden recibir como cena unos buenos golpes. Dime si miento o si no es el caso de algunas vecinas tuyas."8 Como se observa en la cita, al menos algunas mujeres del Medioevo eran víctimas del maltrato físico y psicológico, tema que actualmente se denomina "violencia de género" y sobre el cual se está tomando conciencia y abriendo caminos para su prevención y se está sosteniendo la lucha para su conclusión. La violencia de género es definida según la ONU en 1995 como: "Todo acto de violencia sexista que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psíquico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, ya sea que ocurre en la vida pública o en la privada". Actualmente existen fuertes campañas contra la violencia de género. La dificultad de erradicarla es grande ya que históricamente la mujer ha quedado relegada y "La cultura ha legitimado la creencia de la posición superior del varón, lo cual ha facilitado que las mujeres se sientan inferiores"9. La educación tiene un rol fundamental en la lucha contra la violencia de género, desde la conciencia y luego desde la acción es posible forjar un cambio. Para Pizán estas eran las herramientas más fuertes contra la opresión de la mujer, sin discriminar edad ni clase social. "A todas vosotras, mujeres de alta, media y baja condición, que nunca os falte conciencia y lucidez para poder defender vuestro honor contra nuestros enemigos. Veréis como los hombres os acusan de los peores defectos, ¡quitadles las máscaras, que nuestras brillantes cualidades demuestren la falsedad de sus ataques! Así podréis decir con el salmista [La iniquidad del malo recaerá sobre su cabeza]"10.

Fuentes 8 (Pizán, 2000, Cap. XIII, pág. 171) 9 (Expósito, 2011) 10 (Pizán, 2000, Cap. XIX, pág. 273, 274)

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Pizán, Christine. La Ciudad de las Damas. Madrid, Siruela, 2000.

Bibliografía Bowen, James. Historia de la Educación Occidental. Barcelona. Herder. 1986. Tomo II “La civilización de Europa” Duby, Georges y Perrot, Michelle. Historia de las mujeres en Occidente. Madrid, Taurus, 1992. Vol. 2 La Edad Media.

Expósito, F. (2011). Violencia de Género. Mente y Cerebro , (Revista de Investigación y Ciencia) Barcelona. Pp 20-25.

Frayle, Guillermo. Historia de la Filosofía. Madrid, La Editorial Católica, 1975. Lemarchand, Marie-José. “Introducción”. En: Pizán, Cristina de. La Ciudad de las Damas. Madrid, Siruela, 2000. pp. 11 a 56.

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