''fidelidad''

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“Fidelidad’’ (La

Seguridad

Condicional

del

Creyente)

Hay una palabra antigua que casi no es usada en el lenguaje moderno, porque aun cuando sigue existiendo, pocos conocen su verdadero significado y su semántica. Es más, si esta palabra pudiera ser erradicada de los diccionarios, muchos se alegrarían. Esa palabra es “Fidelidad”. Fidelidad significa ser recto, fiel, de una sola línea, vertical, sin doblez, leal. Lo mínimo que Yahweh espera de nosotros, es que seamos fieles en todo lo que nos concierne, tanto en lo secular como en lo espiritual. La más alta exigencia a la que se ve sometido un creyente es que sea fiel a Yahweh, a los suyos y en lo suyo. La escritura nos muestra que por lo menos hay cuatro aspectos en donde tenemos que ser fieles si queremos gozar del favor y la bendición de Yahweh Elohim: 1. Fidelidad en nuestra conducta: Lucas 6:43-45 Yahweh y las personas en general esperan que nosotros seamos consecuentes entre lo que decimos creer y lo que hacemos. El mundo no tolera a uno que diga creer ciertas cosas y que viva de otra manera. Cuando no hay coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos, somos tildados de hipócritas. La


hipocresía consiste en querer mostrar lo que ni somos ni hacemos con respecto a lo que creemos. El Señor Jesús afirmó que cada árbol se reproduce conforme a su propia naturaleza, que por eso el árbol malo daba fruto malo, y el árbol bueno daba fruto bueno. Note usted cuanto nos cuesta dar un testimonio creíble en razón de la falta de fidelidad. Lo triste es que muchos que se llaman cristianos se portan iguales o peor que los no cristianos. Mienten, fomentan el chisme, las críticas acerbas, se malgenian con facilidad, son irascibles, no guardan las proporciones en su comportamiento, y cuando están bajo presión, reaccionan como si nunca hubieran conocido la gracia, el poder y la misericordia del Señor. Otros aún tienen cosas evidentes de su antigua vida cuando le servían al diablo y a sus interese egoístas y carnales, y les cuesta dar ejemplo por su conducta intolerante. Del joven Daniel se dice que "ningún vicio ni falta fue hallado en él, porque había en él un espíritu superior" (Daniel 6:34). Es inconcebible un cristiano cuya conducta esté distante de lo que la Palabra de Dios señala. Nuestras acciones deben ser el reflejo de lo que Dios nos dice en su Palabra. Alguien afirmó con acertada precisión que "la Biblia de los mundanos, era la vida de los cristianos". El mundo está leyendo en nuestro comportamiento lo que supuestamente usted y yo leemos de las Escrituras. ¿Qué estará leyendo el mundo de nosotros? La biblia que el mundo lee es la clase de vida que viven los cristianos. El Señor Jesucristo manifestó que la conducta que los suyos lleváramos delante del mundo, debía de ser de un orden superior a lo normal puesto que éramos la luz


para ellos y la sal de la tierra (Mateo 5:13-16). Pero la entre mezcolanza de ciertas cosas propia de cuando uno era mundano y ciertas verdades bíblicas que no vivimos en plenitud, están dando como resultado un cristianismo irrelevante, caricaturesco y sin atractivo alguno para quienes nos ven comportándonos de forma inapropiada e incongruente. Falta fidelidad a la palabra de Dios en lo que a nuestra ejemplo se refiere. Falta testimonio y pulcritud vivencial. Falta compromiso y responsabilidad de conducta. Esto nos reporta credibilidad y buen nombre entre quienes nos ven y nos conocen. Por causa de nuestra manera responsable de vivir sabrán que tal vez no somos perfectos, pero que sí somos fieles. 2. Fidelidad conyugal 1 Pedro 3:1-7 El Señor establece que nos debemos a nuestra pareja. Y por el bien de los dos, debemos ser fieles el uno al otro. Note usted que el apóstol Pedro no está en desacuerdo en que una mujer se arregle o que no luzca atractiva o que no se vista de forma elegante y esplendorosa. Lo que Pedro critica es que algunas están tan ocupadas en su apariencia externa, que terminan descuidando sus cualidades y virtudes internas. Podríamos decir que están tan ocupadas en el salón de belleza y en las casas de modas y diseños que terminan descuidando al esposo, a los hijos y al hogar en general. Hay otras que en lo único por lo que se interesan es estar al día con su apariencia física y externa, que no cultivan el área espiritual y las virtudes como la afabilidad, el amor, la sujeción y el respeto. Contra esta clase de comportamiento es que el apóstol discrepa. La mujer debe aprender a manejar su hogar son sensatez,


sabiduría y orden espiritual. No puede descuidar su relación de pareja y su responsabilidad familiar por estar tan ocupada en lo que se pone y en como se ve. Sara, la esposa de Abraham el patriarca judío, es mostrada como ejemplo de una mujer fiel, respetuosa y sujeta a su esposo, sin que dejara de cuidar su apariencia externa, pues leemos que ella "era hermosa en gran manera" (Génesis 12:14b). Lo uno no le hizo descuidar lo otro. Hermosa y elegante, pero sumisa y respetuosa de su marido. Asimismo nos compete a los varones. No podemos estar coqueteando y flirteando con mujeres e irrespetando a nuestras parejas. No podemos estar dándonosla de "hombres bien machos" sosteniendo cierta coquetería con algunas chicas y faltándole así al señor y a nuestras esposas. Es imperdonable que algunos hombres tengan palabras de elogio para otras mujeres y no para la suya. A muchos les gusta admirar, elogiar, sonreírle y hasta apretarle la mano a otra mujer, pero como maltratan e irrespetan a la suya. Eso es un descaro y una sinvergüencería de altas proporciones.

La Biblia afirma que este tipo de conducta crea una barrera entre Dios y nosotros, al punto que nuestras oraciones no son escuchadas. Así como Dios demanda una alta fidelidad en nuestra conducta, la exige también para nuestra pareja. Tanto el hombre como la mujer deben serse fiel el uno al otro. Esta fidelidad conyugal nos reporta bienestar familiar, unidad al interior de la familia, seriedad y liderazgo entre los


hijos que notan como somos consecuentes entre lo que profesamos y lo que hacemos, al tiempo que crecemos como parejas y como familia. Los cristianos nos guardamos para Dios y para nuestra pareja. No somos de los que adulteran, ni de los que fisuramos nuestra unidad familiar por estar detrás de ciertos "affaires". Nos debemos a Dios y a nuestra pareja. 3. Fidelidad laboral Proverbios 22:29 Este es el tercer aspecto hacia donde apunta nuestra fidelidad. Fidelidad laboral. Con esto quiero señalar que mucha gente no ha aprendido a serle fiel a su empresa, a su negocio, a su trabajo, a su profesión y denigran, murmuran en contra de quienes están en autoridad sobre ellos, y lo que realizan, lo hacen de mala gana, de forma irresponsable, mascullando indignación y balbuceando maldiciones. Otros no tienen sentido de pertenencia con la empresa que los contrató y laboran de forma perezosa, son impuntuales, nunca cumplen sus citas a tiempo, son desordenados, desperdician potencial y gastan mucho tiempo en lo que no deberían hacerlo sin consideración alguna con sus empleadores. Olvidan que allí se les contrató para que rindieran, no para que malgastaran innecesariamente el tiempo como ellos lo hacen. El texto de Proverbios afirma que los que son solícitos en sus trabajos, estarán con los más renombrados. Esta palabra "solícitos" implica responsabilidad, ganas,


honestidad y talante laboral. Pero muchos laboran de forma mediocre e irresponsable y por ello, terminan perdiendo sus empleos o quebrando en sus negocios. En el evangelio de Lucas Cristo Jesús nos dice que cuando alguien es fiel y responsable en lo poco (en su trabajo por ejemplo), está candidatizado a ser promovido a lo mucho (como ser dueño de su propia empresa). Leamos: "El que es fiel en lo poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?" (Lucas 16:10-12). Lo que el Señor está afirmando es que si en lo que no es nuestro no somos fieles, menos lo seremos cuando tengamos lo propio. Si manejando un carro ajeno no fuimos fieles y responsables, ¿Cómo será cuando manejemos el nuestro? Si como empleados no fuimos honestos, puntuales y responsables, ¿cómo será cuando la empresa o el negocio sea nuestro? Si no somos capaces de usar de forma honesta lo que nos fue conferido en calidad de administradores, ¿Cómo sería si fuera nuestro? De la manera como usemos lo de otros, se determina el uso que le demos a lo nuestro. Se llama fidelidad laboral. Cuando a la mujer se le perdió su moneda, le puso ganas, empeño y solicitud en procura de recuperarla:


"¿O que mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?" (Lucas 15:8) Tres cosas se notan que ella hizo para mostrar su interés en hallar la moneda perdida: 1. Encendió la lámpara (Usó los medios que estaban a su alcance para realizar su empresa). 2. Barrió la casa (hizo a un lado lo que le impedía que su moneda fuera encontrada) 3. Buscó con diligencia hasta encontrarla (Fue solícita, responsable y cuidadosa de lo que tenía). Si aplicamos estos mismos principios en el ejercicio de nuestra responsabilidad laboral, de seguro que nos evitaremos muchos inconvenientes y nos forjaremos un mejor destino financiero. En tenor con este pensamiento, Dios nos pide a los pastores y líderes que nuestro desempeño ministerial también lo hagamos con criterios de responsabilidad: "Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas, y mira con cuidado por tus rebaños...los corderos son para tus vestidos...y la abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento..." (Proverbios 27:23-27). Pastor, líder y ministro del Señor que no sea responsable en lo que realiza para Dios pudiera verse limitado y decepcionado por los pocos resultados que obtiene de su ministerio ya que no lo está realizando de forma cómo debería hacerlo. 4. Fidelidad financiera


2 Corintios 8:20-21 Note como el apóstol Pablo busca "curarse en salud"— como se dice— al estar dispuesto que el manejo de la ofrenda que él administraba, estuviera libre de cualquier censura o sospecha de mal uso. Los cristianos estamos llamados a ser pulcros hasta en el manejo que le demos a nuestras finanzas. Para este ínclito siervo de Dios, una buena administración del dinero es el resultado de hacer las cosas con honestidad y rectitud delante de Dios y de los hombres. Cuando nosotros aprendamos a hacer lo mismo, experimentaremos una gran libertad financiera con la que no solo honremos al Señor, sino también evitemos toda censura por su uso y manejo. Un cristiano es fiel en lo financiero cuando sabe administrar lo que Dios pone en sus manos (Salmo 112:5-6), cuando Diezma y ofrenda (Proverbios 3:910), cuando invierte en lo que es productivo y rentable y procura una estabilidad económica para los suyos (Isaías 55:2-3). Un cristiano que no le es fiel al Señor en lo financiero, experimentará ataduras económicas, limitaciones para adquirir lo básico y esencial, así como desempleo y endeudamiento. Como quiera que Dios conoce nuestra inclinación a la mezquindad, nos exhorta desde su Palabra a ser generosos para que prosperemos: "El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado" (Proverbios 11:25).


Sabemos que nuestra economía no está simplemente regulada por la economía del mundo, sino que Dios ha implementado su propio sistema financiero para sustento de los suyos. Este sistema financiero de Dios se compone básicamente de: 1. Diezmos (es la décima parte que damos al Señor y que nos hace comprender que todo lo que tenemos o recibimos proviene de Dios quien es dueño de todo cuanto existe. La dación del diezmo muestra nuestra obediencia y sujeción). 2. Ofrendas (Son las que damos al Señor de acuerdo al nivel de gratitud que pueda haber en nuestro corazón y están supeditadas a la generosidad que nos pueda caracterizar). 3. Primicias (Son los primeros frutos de las cosechas, las crías y los productos derivados de estos, y que se dan al Señor como evidencia de lo bien que nos irá por honrarle). 4. Pactos (Es la ofrenda con la establecemos una alianza financiera con Dios en donde nuestro nivel de fe se pone de manifiesto cuando la damos. La ofrenda de pacto busca acelerar el tiempo de la bendición y garantizar el cumplimiento de una promesa que el Señor nos haya dado. Esta ofrenda no busca comprar el favor de Dios, ni sus bendiciones, si no que revelan que tanto le creemos al Señor. La ofrenda de pacto es la ofrenda que más mide nuestro nivel de fe). Someternos a este orden revelado por el Señor, es una garantía de ganancia y rentabilidad porque cuando le


damos a Dios, él nos bendice en proporciones mayores puesto que Dios no es deudor de nadie. La fidelidad financiera nos reporta enormes satisfacciones y libra de ruina, miseria y escasez. Conclusión: Retomar el principio de la fidelidad es una urgencia en lo personal y en lo colectivo si queremos ver las manifestaciones de la bondad, el amor y la misericordia del Señor. Un cristiano fiel a Dios y a los suyos, es un arma poderosa en las manos del Señor. De nuestra fidelidad dependerá que tanto nos pueda bendecir y usar el Señor para su honra y gloria. Fidelidad de yahweh- Descubriendo Su Fidelidad La fidelidad de Dios es verdadera y ha sido demostrada muchas veces. En las Sagradas Escrituras podemos ver que Dios es fiel y que Su Palabra es verdadera. Hebreos 6:18 dice que Dios no puede mentir, ni tampoco puede romper una promesa incondicional que dice que cumplirá. Cada pacto que hace es mantenido. Cada promesa o profecía se ha cumplido o se cumplirá. Por toda la Biblia ciertamente encontramos testimonio tras testimonio de la fidelidad de Dios y todavía hoy la encontramos en los testimonios de personas.

De hecho, podemos encontrar historias de pactos entre Dios y Su pueblo aproximadamente 277 veces en la Biblia. Deuteronomio 7:9 dice "Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y


la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones."

Fidelidad de Dios - Ejemplos La fidelidad de Dios es completamente evidente en Su relación con el pueblo hebreo/judío. Dios hizo un pacto de tierra con Abraham (patriarca de muchas naciones) y nunca ha rescindido lo que prometió. Aunque el pueblo judío ha sido dispersado por todo el mundo, Dios prometió que volverían a la tierra que Él le prometió a Abraham, Isaac, Jacob, y a todos sus descendientes (Zacarías 8:7-8).

Entre las promesas cumplidas de Dios encontramos que el pueblo de Israel volvería a ser una nación en la tierra que Él dice que les pertenece. Esta profecía, hecha en el Antiguo Testamento, fue cumplida en mayo de 1948. Desde entonces, el pueblo judío ha estado regresando a casa.

Más ejemplos de la fidelidad de Dios en mantener Sus pactos con otros pueden encontrarse en los siguientes versículos:


Con Noé (Dios salvará a Noé y a su familia) - Génesis 6: 17-18; 9:9-17 Con Ismael (Dios bendecirá a Ismael y a sus descendientes) - Génesis 17:18-20 Con Moisés (Dios salvará a los israelitas si obedecen) – Éxodo 19:5 Con Jacob (Dios reafirma el pacto eterno con Israel) Salmo 105:10 Literalmente, hay docenas más de escrituras acerca de la fidelidad de Dios. Sin embargo, ninguna puede ser más transformadora para nuestras vidas que aquellas que declaran Su perdón de nuestros pecados. Hay muchas profecías del Antiguo Testamento que prometen el advenimiento de un Mesías o Salvador. La promesa fiel de Dios fue cumplida en el Nuevo Testamento cuando envió a Jesús a pagar por nuestros pecados. Sin importar los pecados que hayamos cometido, sin importar lo "malos" que seamos, Dios es fiel para perdonarnos si aceptamos a Jesús y nos arrepentimos de nuestros pecados. Dios envió a Su Hijo, (Mateo 1:21-22) por medio de Él tenemos vida eterna – Juan 3:16 Cristo murió para pagar por nuestros pecados – 1ra de Tesalonicenses 5:9-10 Dios promete quitar nuestros pecados – Romanos 11:25-27


Dios ordenó a Jesús, el autor de la salvación eterna, por ser obediente – Hebreos 5:5-10 Dios echará nuestro pecado en las profundidades del mar (para nunca más recordarlo) - Miqueas 7:18-19 Fidelidad de Dios - Las Promesas Dios es tan fiel que cualquiera que le busca lo puede encontrar. La fe es un regalo, pero inclusive un regalo debe ser abierto para poder disfrutarlo. A medida que ponemos en práctica nuestra fe, comenzamos a darnos cuenta cada vez más de la fidelidad de Dios para con nosotros.

Primera de Corintios 1:9 - “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.” Primera de Corintios 10:13 - “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana. Pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir. Sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." Segunda de Tesalonicenses 3:3 - "Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal." En Primera de Juan 1:9 se nos dice: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” Con


total certeza, podemos tener la confianza de que Dios nos perdonará. Sin la capacidad para hacerlo, no sería Dios. Él es el único Dios verdadero (Juan 17:3) y los dioses de ninguna otra religión prometen esto. Ya que Él ha hecho esta promesa, y sabemos que no puede romper Su palabra, sabemos que esto iría en contra de Su naturaleza y que Él no puede mentir (Números 23:19). Nuestro Dios es un Dios fiel, y no existe ningún otro que puede hacer todo lo que Él puede hacer y ha hecho. La fidelidad de yahweh (La Seguridad Condicional del Creyente) Hacia el final mismo de su vida, Josué reunió a todo Israel ante sí para oír una reflexión sobre su pasado histórico, que él habría posteriormente de emplear para dirigir una solemne advertencia (Josué 23:1-16). Entre otras cosas, Josué se concentró en la fidelidad de Dios, la cual los llevó a la tierra prometida que ahora ellos poseían. Él les recordó: ... Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del SEÑOR su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas ¡Sin embargo, Josué conocía algo más acerca de la fidelidad de Dios, esto es, el otro lado de ella, del cual muchos parecen no estar conscientes hoy! Él prosiguió


diciendo a quienes ahora estaban disfrutando lo bueno de la tierra: Pero así como el SEÑOR su Dios ha cumplido sus buenas promesas, también descargará sobre ustedes todo tipo de calamidades, hasta que cada uno sea borrado de esta tierra que él les ha entregado. Si no cumplen con el pacto que el SEÑOR su Dios les ha ordenado, sino que siguen a otros dioses, adorándolos e inclinándose ante ellos, tengan por seguro que la ira del SEÑOR se descargará sobre ustedes y que serán borrados de la buena tierra que el SEÑOR les ha entregado (Josué 23:15,16, NVI). ¡En otras palabras, del mismo modo en que Dios es fiel para cumplir sus buenas promesas, él análogamente llevará a cabo sus más perturbadoras amenazas! Dios es fiel para hacer ambas cosas, pues no puede negarse a sí mismo. Este hecho importante, pero perturbador, acerca del lado negativo de la fidelidad de Dios ha sido pasado por alto, intencionalmente o no, para gran perjuicio del Cuerpo de Cristo. El futuro histórico de Israel desde aquel punto en el tiempo cuando el sermón de Josué fue pronunciado es una prueba absoluta de que Dios es fiel para llevar a cabo sus sobrecogedoras amenazas, incluso a aquellos que son sus hijos:


Porque Él dijo: Ciertamente, ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán. Y Él fue su salvador. En todas sus angustias Él fue afligido, y el ángel de su presencia los salvó; en su amor y en su compasión los redimió, los levantó y los sostuvo todos los días de antaño. Mas ellos se rebelaron y contristaron su santo Espíritu, por lo cual Él se convirtió en su enemigo, y peleó contra ellos (Isaías 63:8-10, Biblia de las Américas). Desde el día en que hice salir a sus antepasados de la tierra de Egipto hasta el día de hoy, una y otra vez les he advertido: “Obedézcanme.” Pero no obedecieron ni prestaron atención, sino que siguieron la terquedad de su malvado corazón. Por eso hice hacer sobre ellos todo el peso de las palabras de este pacto, que yo les había ordenado cumplir, pero que no cumplieron (Jeremías 11:7,8, NVI).

Similarmente, de un pasaje diferente del Antiguo Testamento aprendemos lo mismo: Y el SEÑOR amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos sus profetas y de todo vidente, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos, mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a vuestros padres y que os envié por medio de mis siervos los profetas. Sin embargo, ellos no escucharon, sino que endurecieron su cerviz como sus padres, que no creyeron en el SEÑOR su Dios.


Desecharon sus estatutos y el pacto que El había hecho con sus padres, y sus advertencias con las cuales los había amonestado. Y siguieron la vanidad y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el SEÑOR les había ordenado que no hicieran como ellas. Y abandonaron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros; hicieron una Asera, adoraron a todo el ejército de los cielos y sirvieron a Baal. Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas, practicaron la adivinación y los augurios, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocándole. Y el SEÑOR se airó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia; no quedó sino sólo la tribu de Judá. Tampoco Judá guardó los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que anduvieron en las costumbres que Israel había introducido. Y el SEÑOR desechó a toda la descendencia de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia. Cuando El arrancó a Israel de la casa de David, ellos hicieron rey a Jeroboam, hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir al SEÑOR, y les hizo cometer un gran pecado. Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos, hasta que el SEÑOR quitó a Israel de su presencia, como El había hablado por medio de todos sus siervos los profetas. E Israel fue


llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria, hasta hoy. (2 Reyes 17:13-23, Biblia de las Américas). Las promesas de Dios son condicionales

Aunque aparentemente sea poco conocida, es también una verdad fundamental y básica hallada en la Escritura que las promesas favorables o las solemnes amenazas de Dios son condicionales según nuestra continua obediencia o desobediencia hacia él. La Escritura declara: En un momento puedo hablar de arrancar, derribar y destruir a una nación o a un reino; pero si la nación de la cual hablé se arrepiente de su maldad, también yo me arrepentiré del castigo que había pensado inflingirles. En otro momento puedo hablar de construir y plantar a una nación o a un reino. Pero si esa nación hace lo malo ante mis ojos y no me obedece, me arrepentiré del bien que había pensado hacerles (Jeremías 18:7-10, NVI).(i) Ciertamente, algunos dirán que Jeremías 18:7-10 solamente se aplica a naciones o reinos completos, pero no a individuos. Por tanto, tales personas concluyen que nosotros como individuos no necesitamos permanecer fieles después de que hemos sido beneficiados personalmente por la promesa de


Dios, especialmente con respecto a la salvación. Esto, empero, es claramente refutado por lo siguiente: Si el justo se aparta de la justicia y hace lo malo y practica los mismos actos repugnantes del malvado, ¿merece vivir? No, sino que morirá por causa de su infidelidad y de sus pecados, y no se recordará ninguna de sus obras justas. Ustedes dicen: “El SEÑOR es injusto.” Pero escucha, pueblo de Israel: ¿En qué soy injusto? ¿No son más bien ustedes los injustos? Cuando el justo se aparta de la justicia, cae en la maldad y muere, ¡pero muere por su maldad! Por otra parte, si el malvado se aleja de su maldad y practica el derecho y la justicia, salvará su vida. Si recapacita y se aparta de todas sus maldades, no morirá sino que vivirá. Sin embargo, el pueblo de Israel anda diciendo: “El SEÑOR es injusto.” Pueblo de Israel, ¿en qué soy injusto? ¿No son más bien ustedes los injustos? Por tanto, a cada uno de ustedes, los israelitas, los juzgaré según su conducta. Lo afirma el SEÑOR Dios omnipotente. Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades, para que el pecado no les acarree la ruina. Arrojen de una vez por todas las maldades que cometieron contra mí, y háganse de un corazón y de un espíritu nuevos. ¿Por qué habrás de morir, pueblo de Israel? Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el SEÑOR omnipotente. (Ezequiel 18:24-32, NVI). Por favor, note que un individuo es tratado de idéntica forma que toda una nación o un reino con respecto a


un cambio para bien o para mal. El pecado siempre puede ser la ruina del hombre justo, que lo lleva a su muerte (física, espiritual, o ambas). Los reyes Saúl y Salomón son ejemplos de lo que el pecado le puede hacer al justo. Era la responsabilidad personal de ellos arrojar de sí todas las ofensas que cometieron después de su salvación. Aunque Dios es fiel y soberano él no haría esto por ellos independientemente de la voluntad de ellos, ni dejaría de ajustar cuentas con el pecado contumaz. Seamos advertidos y beneficiémonos con sus tristes ejemplos. Es solamente cuando tenemos en mente todo esto que debiéramos interpretar el Salmo 31:23, un pasaje que es a veces empleado para apoyar UVSSS(ii). Ese pasaje de los Salmos dice:

Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; a los fieles guarda Jehová y retribuye con creces al que procede con soberbia (Reina-Valera 1995). ¡Note que ese versículo es una promesa solamente para los santos fieles, no para aquellos que se tornaran soberbios, etc.! Además, otras promesas, sin una condición anexa, nunca deben de ser consideradas como incondicionales a la luz de las varias Escrituras ya citadas en este capítulo y los ejemplos de Saúl y Salomón.


Los siguientes son otros dos pasajes que muestran que promesas aparentemente incondicionales sí tienen una condición anexa:

Por cuanto has hecho esto, de ninguna manera permitiré que tus parientes me sirvan, aun cuando yo había prometido que toda tu familia, tanto tus antepasados como tus descendientes, me servirían siempre. Yo, el SEÑOR, Dios de Israel, lo afirmo. Yo honro a los que me honran, y humillo a los que me desprecian. (1 Samuel 2:30, NVI). Si yo le digo al justo: “¡Vivirás!,” pero él se atiene a su propia justicia y hace lo malo, no se le tomará en cuenta su justicia, sino que morirá por la maldad que cometió. (Ezequiel 33:13, NVI).

Jeroboam es otra persona que debiéramos considerar. Él es un ejemplo de una persona que anuló una magnífica promesa a través del pecado. Antes de que él llegara al poder el profeta Ahías le dijo: En lo que a ti atañe, yo te haré rey de Israel, y extenderás tu reino a tu gusto. Si haces todo lo que te ordeno, y sigues mis caminos, haciendo lo que me agrada y cumpliendo mis decretos y mandamientos como lo hizo David mi siervo, estaré contigo. Estableceré para ti una dinastía tan firme como la que


establecí para David; y te daré Israel. (1 Reyes 11:37,38, NVI). Desafortunadamente, como tantos, el futuro de Jeroboam a partir de aquel punto revela el lado negativo de la fidelidad de Dios para detener la bendición prometida a causa de la desobediencia de él. Aunque Dios es fiel, su fidelidad tiene dos lados. ¡En la eternidad futura, esto será revelado tanto en la Nueva Jerusalén como en el lago de fuego!

¡También, el verdadero asunto no es la fidelidad de Dios hacia nosotros, sino más bien nuestra fidelidad a Dios!

Una verdad a medias

Con respecto al tema de la fidelidad de Dios, una anotación muy desorientadora puede hallarse en la Nueva Biblia de Estudio Ginebra (New Geneva Study Bible). Esta Biblia de estudio, la cual contiene los pensamientos de Juan Calvino y otros reformadores, afirma: La fidelidad de Dios es otro aspecto de su bondad y laudabilidad. La gente miente y quebranta su palabra; Dios no hará nada de esto. En el peor de los momentos


puede afirmarse: “Sus compasiones no fallan ... Grande es Tu fidelidad” (Lam. 3:22, 23; Sal 36:5; cf. Salmo 89, especialmente vv. 1, 2, 14, 24, 33, 37, 49). Aun cuando las circunstancias sean inesperadas y desconcertantes, y amenacen con ocultar Su fidelidad, todavía sabemos que Dios guarda sus promesas para nosotros los que creemos: “Todo os ha ocurrido; ni una palabra ... ha fallado” (Jos. 23:14).(iii) (puntos suspensivos de ellos). Por favor, note que se citó Josué 23:14, pero no los versículos 15 y 16. Por tanto, se presentó solamente la mitad de la verdad sobre este tema de la fidelidad de Dios. De nuevo, esos versículos dicen:

Pero así como el SEÑOR su Dios ha cumplido sus buenas promesas, también descargará sobre ustedes todo tipo de calamidades, hasta que cada uno sea borrado de esta tierra que él les ha entregado. Si no cumplen con el pacto que el SEÑOR su Dios les ha ordenado, sino que siguen a otros dioses, adorándolos e inclinándose ante ellos, tengan por seguro que la ira del SEÑOR se descargará sobre ustedes y que serán borrados de la buena tierra que el SEÑOR les ha entregado (Josué 23:15,16, NVI). ¿Cómo más es fiel Dios?


Podemos leer también de la fidelidad de Dios en 1 Juan 1:9: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (Reina-Valera 1960). Allí aprendemos que Dios es fiel para perdonar y purificarnos del pecado cometido después de nuestra salvación, si cumplimos con la condición citada-a saber, confesarle a él ese pecado. Se entiende que hemos de tener una disposición de abandonar aquel pecado. Vea Proverbios 28:13. La fidelidad de Dios también es mencionada en 1 Corintios 10:13: No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.(Biblia de la Américas). Dios es fiel para no dejarnos ser tentados más allá de lo que podemos soportar. Él siempre proveerá una salida, de modo que podamos resistir bajo tentación. Esto puede resultar en martirio, como ocurrió con Esteban (Hechos 7:59,60) y Antipas (Apocalipsis 2:13). A pesar de la fidelidad de Dios, el libre albedrío del individuo y su responsabilidad personal están involucradas aquí. ¡Si éstas no hubieran de


considerarse, entonces ningún cristiano jamás caería en pecado o se extraviaría hacia una falsa doctrina, ya que Dios siempre hará perfectamente su parte! Este es un punto muy importante para recordar. A la luz de esto leemos:

Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió (Hebreos 10:23, Biblia de las Américas). ¡En otras palabras, aunque Dios es fiel nosotros aún debemos mantener firme nuestra profesión cristiana! Esta era la enseñanza original de la gracia. Es solamente con nuestros libre albedrío y responsabilidades humanas que podemos entender apropiadamente la fidelidad de Dios aquí y en otros pasajes que similarmente mencionan su fidelidad (1 Corintios 1:9; 1 Tesalonicenses 5:24; 2 Tesalonicenses 3:3). Permanezca fiel a Jesús

En Apocalipsis 13:10, también leemos acerca de fidelidad, pero esta vez claramente no es la fidelidad de Dios hacia nosotros, sino que en lugar de esto es la necesidad de nuestra fidelidad hacia él-¡aun durante el tiempo en que la gente en su mayor parte estará adorando al Anticristo! Juan escribió respecto de esto:


En esto consisten la perseverancia y la fidelidad de los santos (NVI). Muy similar a ese versículo, y durante el mismo marco temporal, leemos en Apocalipsis 14:9-12: Entonces los siguió otro ángel, el tercero, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe una marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino del furor de Dios, que está preparado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero. Y el humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos; y no tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre. Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Biblia de las Américas). Además, después de su propia muerte en la cruz, Jesús les dijo a aquellos que él ya había comprado con su propia sangre acerca de la necesidad de ellos de ser fieles a Dios hasta el final de sus vidas: No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán persecución durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que salga vencedor no


sufrirá daño alguno de la segunda muerte (Apocalipsis 2:10,11, NVI). De modo que aquí de nuevo leemos acerca de fidelidad, pero es la fidelidad hacia Dios de parte de los santos-no la fidelidad de Dios hacia los cristianos. ¡Según Jesús, en ese pasaje, es nuestra fidelidad para con Dios lo que se necesita para recibir la corona de la vida y para impedir que seamos dañados por la segunda muerte (otro nombre para el lago de fuego, Apocalipsis 21:8)!

La corona de la vida

Hay tres coronas mencionadas específicamente en el Nuevo Testamento, aunque algunos creen que hay más. Ellas son la corona de justicia, la corona de gloria y la corona de la vida. La corona de la vida es la más significativa para estudiar en conjunto con la seguridad del creyente debido a su empleo en Apocalipsis 2:10, una de las únicas dos veces que es mencionada en la Biblia.

La posición típica de UVSSS con respecto a la corona de la vida es concisamente presentada por H.A. (Henry Allen) Ironside.


Una corona de vida no es salvación; es recompensa. Hay cinco coronas ... la corona de la vida para aquellos que sufren por Cristo; ... Puedo perder todas aquellas coronas y aun así no perder mi salvación. La Palabra dice, “Si la obra de alguno se quemara ... él mismo será salvo; empero así como por fuego” (1 Corintios 3:15). Pero no deseo ser salvado de ese modo. Yo quiero ganar la corona de la vida. “Sé fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida.”(iv) Un escrutinio estrecho de Apocalipsis 2:10,11 revela lo siguiente: La persecución es una prueba. Ser fiel hasta la muerte se refiere a soportar una dolorosa persecución como cristiano sin negar a Cristo. Vea también Juan 15:19,20 y 2 Timoteo 3:12. Mientras que Apocalipsis 2:10 muestra lo que recibimos por permanecer fieles hasta la muerte, el versículo 11 muestra lo que evitamos--a saber, ser dañados por la segunda muerte. ¡Si no somos fieles hasta la muerte no obtendremos la corona de la vida y además seremos dañados por la segunda muerte! Ambas cosas van juntas.


El siguiente asunto por aclarar es, ¿qué es la segunda muerte? Para la respuesta debemos ir a otras veces en que la expresión es usada-tal como se encuentra en Apocalipsis 20:14 y Apocalipsis 21:8. Estas dos referencias identifican ambas claramente la segunda muerte como la misma cosa que el lago de fuego.

Y la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda: el lago de fuego (Apocalipsis 20:14, Biblia de las Américas). Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Apocalipsis 21:8, Biblia de la Américas).

En resumen, la corona de la vida será dada a todos los que mueren con la salvación o, en otras palabras, a aquellos que no van al lago de fuego. ¡Por tanto, no puede ser una recompensa que solamente algunos de los salvos obtendrán! El atuendo para todos los que permanecen fieles a Dios hasta la muerte es una vestidura limpia de lino blanco (Apocalipsis 6:11; 19:8) y la corona de la vida. Mientras que solamente algunos de los redimidos poseerán la


corona de justicia y la corona de gloria, todos ellos poseerán la corona de la vida.

La corona de la vida es específicamente mencionada sólo una vez más en la Biblia, esto es, en Santiago 1:12:

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman (Reina-Valera 1960). Las observaciones de Santiago 1:12 son: Esta vida es una prueba. Si perseveramos, lo cual es identificado con pasar la prueba, todos nosotros recibiremos la corona de la vida. Aquéllos que reciben la corona de la vida son exactamente los mismos que aman a Dios. Ahora intercalemos un verso correlativo también del libro de Santiago:

... ¿No ha elegido Dios a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en la fe y hereden el reino que Dios prometió a quienes lo aman? (Santiago 2:5, NVI).


Lógicamente, podemos ahora deducir lo siguiente: Todos los que aman a Dios heredan el reino de Dios (Santiago 2:5). Todos los que aman a Dios reciben la corona de la vida (Santiago 1:12). Por tanto, todos los que heredan el reino de Dios recibirán la corona de la vida. La conclusión de Santiago 2:5 y 1:12 refuta la enseñanza de UVSSS que enseña que la corona de la vida es una recompensa que solamente algunos recibirán. Esto es importante, pues uno debe también ser fiel hasta la muerte para obtenerla (Apocalipsis 2:10,11).

Esto significa que aquellos que comienzan siendo fieles a Jesús, pero no persisten, no recibirán la corona de la vida ni heredarán tampoco el reino de Dios. ¡Además, los mismos serán dañados por la segunda muerte (o el lago de fuego)!

A propósito, hay otros versículos mucho más claros que Apocalipsis 2:10, que muestran que debemos persistir o permanecer fieles hasta el fin de nuestras vidas para entrar en el reino.


Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos el principio de nuestra seguridad firme hasta el fin (Hebreos 3:14, Biblia de las Américas). Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo (Mateo 10:22, Biblia de las Américas).

¡Este último pasaje fue dirigido a los apóstoles y su perseverancia se necesitaba para la salvación, no para una recompensa! 2 Timoteo 2:13

Quizás 2 Timoteo 2:13 es el texto más importante en nuestro estudio sobre la fidelidad de Dios. Una distorsión peligrosa con respecto a él comienza a surgir cuando los maestros de UVSSS usan este versículo en una forma en la que nunca se planeó que fuese usado. Para considerar el contexto inmediato necesitamos examinar 2 Timoteo 2:11-14: Palabra fiel es ésta: Que si morimos con El, también viviremos con El; si perseveramos, también reinaremos con El; si le negamos, El también nos negará; si somos infieles, El permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Recuérdales esto, encargándoles solemnemente en la presencia de Dios, que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada


aprovecha y lleva a los oyentes a la ruina (Biblia de las Américas).(v) La forma en que algunos maestros populares interpretan el versículo 13 es en extremo perturbadora pues no solamente viola el contexto inmediato sino que también ¡va contra todo el tenor de la Escritura con respecto a la fidelidad de Dios para llevar a cabo sus amenazas! Cuando Pablo escribió 2 Timoteo 2:12, probablente tenía en mente las enseñanzas de Jesús. Jesús dijo: Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos (Mateo 10:33, Biblia de las Américas). Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios (Lucas 12:9, Biblia de las Américas).

De nuevo, la gracia de Pablo afirma dogmáticamente: Si nosotros [los cristianos] le negamos, él [Jesús] también nos negará (v. 12 ). ¡Los maestros de UVSSS dan una interpretación del versículo siguiente con respecto a la fidelidad de Dios, la cual increíblemente niega esta verdad! Por ejemplo, Swindoll dijo:


Si usted ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador, usted todavía es un hijo de Dios. Usted puede negarle a Él, pero Él nunca le negará. Aunque usted sea infiel, Él permanecerá fiel. Y la gracia de Dios, el sello del Espíritu Santo, le preserva a usted permanentemente. Esta es llamada la doctrina de la seguridad eterna.(vi) El mensaje de Swindoll, el cual es lo exactamente opuesto a la enseñanza de Jesús (Mateo 10:33) y de Pablo (2 Timoteo 2:12), está directamente relacionada con la doctrina de la seguridad eterna y es una opinión no escritural acerca de la fidelidad de Dios. Desafortunadamente, otros maestros de UVSSS declaran el mismo tipo de mensaje.

Charles Stanley escribió:

... los creyentes que pierden o abandonan su fe retendrán su salvación, pues Dios permanece fiel(vii). Charles Ryrie escribió: ... un creyente puede llegar al punto de no creer, y aun así Dios no lo negará, ya que Él no puede negarse a Sí mismo.(viii) Similarmente Zane Hodges afirma:


¡Y aun si dejamos de creer todo esto, Él permanece fiel! Para Él, renegar de tales promesas sería nada menos que una negación de Su propio carácter y fidelidad. Pero, como el apóstol señala, Él no puede negarse a Sí mismo.(ix) (cursivas suyas). La seguridad eterna depende de la fidelidad de Dios.(x) 2 Timoteo 2:13: El Espíritu Santo le trajo al pecador convicción de pecado y regeneración. Él se ha tornado el sello de nuestra eterna salvación (Ef. 4:30). Hemos sido recibidos en la familia de Dios. Los únicos que podrían posiblemente quebrantar el sello serían los miembros de la Deidad. Y ellos nos han dado su palabra de que nunca harán esto (2 Tim. 2:13).(xi) Esta fidelidad de Dios es el fundamento y piedra angular de nuestra esperanza de perseverancia final.(xii) Tales interpretaciones de UVSSS, si son aceptadas, neutralizan esta seria advertencia enseñada primero por el Señor mismo, y luego por el Apóstol Pablo en 2 Timoteo 2:12. Ya que es obvio que uno no puede permanecer salvo y ser “negado”por Cristo, no debiéramos sorprendernos de que los maestros de UVSSS empleasen tal interpretación, ya que ellos parecen extremadamente resistentes a rechazar su


amadísima doctrina aunque claramente no es escritural. ¿Están los maestros de UVSSS llamando mentiroso a Jesús al decir que él no nos negará si nos tornamos infieles al punto de negarlo a él? Ciertamente ellos nunca harían esto intencionalmente, pero ¿no parece su extraña interpretación de 2 Timoteo 2:13 llevar a esta inferencia?

Por favor, note que los apóstoles originales negaron a Cristo por temor a la persecución (Mateo 26:31-35). De hecho, el Apóstol Pedro hizo esto tres veces consecutivas ante un potencial daño físico, al negar que él fuera discípulo de Jesús y que estuviera con él en el huerto de los olivos (Juan 18:17-27, compare con 13:38). ¡De esto aprendemos que no es solamente a través de nuestro estilo de vida que podemos negar a Cristo! Tampoco es tal cosa meramente hipotética, pues se tornó una realidad para aquellos apóstoles.

Adicionalmente, sólo uno previamente salvado podría tornarse negado por Cristo, según el contexto de Mateo 10:33. Una persona salvada es referida como perteneciendo a Cristo (Gálatas 5:24), su oveja (Juan 10:27), etc.


Todo esto lleva al hecho de que el Dios inmutable es fiel en todo momento, no solamente para llevar a cabo sus maravillosas promesas de bendición, sino también sus más solemnes advertencias y amenazas. Dios permanecerá fiel a ambas porque no puede negarse a sí mismo. Él es un Dios fiel:

Conoce, pues, que Jehová, tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones, pero que da su merecido, en su propia persona, al que le aborrece, destruyéndolo; a quien le odia, no se demora en darle en su propia persona el pago (Deuteronomio 7:9,10, Reina-Valera 1995). ¡Como ya se mencionó, a pesar de la fidelidad de Dios hacia nosotros, debiéramos estar más preocupados en nuestra fidelidad hacia él! Este es el asunto real que muchos fracasan en ver. Antes de que concluya nuestra vida terrenal, podemos tener que escoger entre morir por él o renunciar a nuestra fe en Cristo. Si esto llegase, que todos podamos permanecer fieles a Jesús mientras tenemos en mente sus palabras eternas a sus discípulos: A ustedes, mis amigos, les digo que no teman a los que matan el cuerpo pero después no pueden hacer más. Les voy a enseñar más bien a quién deben temer: teman al que, después de dar muerte, tiene poder para


echarlos al infierno. Sí, les aseguro que a él deben temerle (Lucas 12:4,5, NVI). (i) Jeremías 18:7,8 contiene la razón por la cual Dios no destruyó a Nínive como Jonás había profetizado que ocurriría en 40 días (Jonás 3:4). Esta es la respuesta que necesitan oír los Testigos de Jehová (y otros) que tratan e escapar a sus propias falsas profecías refiriéndose a Jonás. Otro pasaje similar es Jeremías 26:18,19.

la fidelidad: Dios es fiel - Num. 23:19 El hecho de que Dios es fiel quiere decir que él es confiable y fidedigno. Examina los siguientes versículos y explica en tus propias palabras como la fidelidad de Dios nos afecta en cuanto a:

Salvación: 1 Co. 1:8-9 1 Ts. 5:23-24 2 Ti. 2:13

Protección:


2 Ts. 3:3 1 Co. 10:13

Perdón: 1 Jn. 1:9

A veces pensamos que la fidelidad de Dios es simplemente una garantía de que él nos vaya a agradar siempre. Examina Sal. 119:75 y 1 P. 4:19 y anota tus observaciones:

Fidelidad en el carácter cristiano Muchas personas dicen que las decisiones pequeñas de la vida no son muy importantes; que lo que vale realmente son nuestras respuestas frente a las decisiones grandes. Explica como Lucas 16:10 dice exactamente el opuesto: Prov. 20:6 dice "Muchos hombres se dicen piadosos, pero un hombre fiel, ¿quién lo encontrará?" Esto demuestra que muchos hablan de la fidelidad, pero pocos la practican. Bajo las siguientes áreas, explica como los versículos indicados exigen fidelidad en la vida contidiana. Pon aplicaciones específicas para tu propia vida:


Manejo del dinero: Lucas 16:11,92 Reyes 12:15

Administración de mi vida: Lucas 16:121 Co. 4:2,7 Lo que decimos de otras personas: Prov. 11:13 Lo que decimos a otras personas: Prov. 27:5-6 Sirviendo a Dios: 2 Ti. 2:2 (También Ef. 6:21, Col. 1:7, 4:7,9 1Co. 4:17) Resultados de la fidelidad

¿Qué promete Dios a los que son fieles en la vida cristiana? (Salmo 101:6)

Prov. 28:20 dice "El hombre fiel será muy bendecido; el que de prisa se enriquece no hará sin culpa." ¿Cuáles principios de la fidelidad encuentras aquí?

Lee Lucas 12:42-48, 19:17 y Mateo 25:14-30. Luego escribe una declaración bíblica sobre cómo nuestra fidelidad en administrar nuestra vida actual es la base


sobre la cual Dios nos premia y nos da responsiblidades en el futuro: Según Apocalipsis 2:10, ¿hasta qué grado pide Dios la fidelidad de nosostros? La fidelidad y la familia: ¿Qué papel juega la fidelidad en la relación de Dios con nosotros? (Oseas 2:19-20) Para los que se relacionan con Dios, ¿cómo afecta su fidelidad a nuestra descendencia? Deut. 7:9 ¿Qué dice 2 Cr. 31:18 en cuanto a nuestra fidelidad con las cosas de Dios y el resultado en nuestra propia familia? ¿Cuál es la relación entre la fidelidad y el uso de nuestro hogar para el ministerio? Ve el ejemplo de Lidia en Hechos 16:15 ¿Cuáles principios encuantras en Malaquías 2:14-16 en cuanto a la fidelidad y el matrimonio cristiano? ¿Cuál aplicación personal puedes poner en práctica la semana que entra? Sé específico.

NEHPTALY GARCIA ESPINOZA KEHILAT ROMIYAH8:14 BARCELONA


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