revista n° 8 a ñ o viii
e n e ro 2017
Revista de Pastoral Vocacional de distribución gratuita
Hermanas Mercedarias de la Caridad
Año de la Misericordia
S ecr et a r i a d o Ge n e r a l d e Pa s to r a l V o c a c i o n a l rousmerced @ yahoo.es calvopamc @ yahoo.com elviraminayamc.25 @ gmail.com mabrire9 @ hotmail.com natitamc @ gmail.com tityzau3 @ yahoo.com.br mnolamba @ yahoo.com.br
Rosa María Díaz Lorite Francisca Calvo Benítez Elvira Minaya Féliz Fredy Margot Briceño Reyna Natalia Trinidad Rojo Belarde Ernestina Fita Zau Martinha Nolamba
España España Rep. Dominicana Perú Argentina Angola Italia
Diseño y maquetación Tobías Rojo En la composición se utilizaron las tipografías Alegreya y Alegreya Sans de Juan Pablo del Peral, como también las fuentes de uso libre Amatic sc de Vernon Adams y Baloo Paaji de la fundidora india Ek Type. Enero, 2017.
Hermanas Mercedarias de la Caridad Casa General Rua Iberia, 8 00183 Roma, Italia. tel + 3 9 0 67 0 4 7 4 8 8 5
Provincia Cristo Redentor Guarocuya, 55 –Ensanche Quisqueya. Apartado 1874 Santo Domingo, República Dominicana. tel + 1 - 8 0 9 2 2 72 9 9 6
Provincia Nuestra Señora de las Mercedes Plaza de la Concordia, 2 18199, Cajar, Granada, España. tel + 34 95 8 50 1518 / 15 11
Noviciado Interprovincial Valentín Vergara, 3145 1886 Ranelagh, Buenos Aires, Argentina. tel + 5 4 1 1 4 2 5 8 3 6 8 1
Provincia Sagrado Corazón de Jesús San Gregorio, 1 Apartado 88 20700 Zumárraga (Guipúzcoa), España. tel + 3 4 9 4 3 7 2 3 3 0 0
Delegación Sor Isabel Lete Songbuk-Dong, 1 Ga. Songbuk-Gu 106–026, Seoul, South Korea. tel + 8 2 0 6 2 4 5 1 0 2 9 5 9 6
Provincia Inmaculada Virgen María Manipa, 72 28027 Madrid, España. tel + 3 4 9 14 0 6 67 10
Comunidad Intercongregacional Mercedaria Arzobispado de Camaguey Luaces 55, Entre Academia y República. Apartado 105 70100 Camaguey, Cuba. tel + 5 3 3 2 8 1 2 5 3 6
Provincia Padre Zegrí Rua Paula Frassinetti, 70 Rio Comprido, Brasil. tel + 55 21 2293 3 4 4 7
Índice
editorial
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Obras de Misericordia Corporales
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Experiencias de las vivencias del año de la Misericordia
Misericordiosas como el Padre
El rincón de los jóvenes
Enviados a ser Misericordia
Obras de Misericordia Espirituales
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editorial
Misericordia A l com i e n z o d e e s t e a ñ o , el Papa Francisco nos ha invitado a reflexionar sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será, dice el Papa, «un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos» . Misericordiae Vultus — Bula de convocación del Jubileo extraordinario de la Misericordia, 15.
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l 8 de diciembre del 2015, empezamos el Jubileo del año de la misericordia tiempo propicio para abrir nuestros corazones a la invitación de Dios que llama a la conversión y a ser misericordiosos como Él. Acabamos de clausurar el año Jubilar de la misericordia. La pregunta que podríamos plantearnos sería, ¿Qué nos ha dejado de novedad esta celebración de la Iglesia? y ¿Cómo podemos continuar profundizando toda la riqueza que supuso este año? Por eso el objetivo de esta edición es invitar a los jóvenes y a todos los que se acercan a nuestra espiritualidad mercedaria, a retomar
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la reflexión de las obras de misericordia, compartir experiencias de la vivencia del año de la misericordia, evaluar el camino hecho y comprometerse para el futuro. Recordar que la misericordia no se encierra en la celebración de un año a ella dedicada, la misericordia de Dios es eterna, dura por siempre, todo el tiempo es tiempo de vivir la misericordia y de ser misericordiosos. Ciertamente el redescubrimiento de las obras de misericordia, corporales y espirituales, nos ayudará de aquí en adelante a vivirlas con más compromiso desde el Carisma de nuestro Padre Zegri. •
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Obras de Misericordia Corporales 6
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Dar de comer al hambriento
805 millones de personas en el mundo pasan hambre.
No son nú mer os s on p ers ona s El contraste Según la fao –Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura–, un tercio de los alimentos que se producen se pierden y desperdician, 1300 millones de toneladas de alimentos se tiran cada año. Esto tiene repercusiones en los pobres, que se ven privados de comida, además produce graves daños en la naturaleza. La solución empieza por tí y por mí, evitando el despilfarro. «Los alimentos que se tiran a la basura son alimentos que se roban de la mesa del pobre, del que tiene hambre» comenta el Papa Francisco. «Dadles vosotros de comer» (Mt 14, 16). El beato Padre Zegrí nos decía: «Jesús nos manda ser humildes y caritativos» . Así las hermanas Mercedarias de la Caridad y laicos mercedarios en los distintos lugares del mundo –4 continentes–, proporcionan alimentos para los pobres, atienden comedores. Hay también hambre de pan y de Dios En un mundo donde muchas veces se vive al margen de Dios, seamos capaces de acercar a la gente a quien es el Pan de Vida.
663 millones de personas, no tienen acceso a fuentes mejoradas de agua potable.
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Dar de beber al sediento
C o n se c u e n c i a s Muchos niños mueren por no tener agua potable o condiciones mínimas de higiene, lo que deriva en diarreas o enfermedades infecciosas que terminan con su vida. La falta de higiene les hace más vulnerables a las infecciones y enfermedades. Todos tenemos deseos de felicidad, especialmente los jóvenes. Nos dice el Papa Francisco «Jesús nos ofrece algo más grande que la copa del mundo. Nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda y feliz, y la vida eterna» . Jesús nos ayuda a ser felices, sólo Él puede llenar nuestro corazón y dar sentido a nuestra existencia. «Ser arroyo que fecunde sin inundar» Beato Padre Zegrí. Como mercedarias y mercedarios estamos llamados a llevar a los otros a Quien es el Agua viva, (cf. Jn 4, 4–10). Y tú ¿dónde sacias tu sed? o ¿dónde buscas la felicidad?. 7
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Vestir al desnudo
«Necesité ropa, y me vistieron» (Lc 25, 36). También el vestido en el mundo antiguo, mostraba la dignidad de la persona. Recordemos, en la parábola del hijo pródigo, como el padre enseguida mandó que le traigan un vestido nuevo. (cf. Lc 15, 22). Para nosotras Mercedarias de la Caridad, la persona es algo sagrado, y tratamos de promover su dignidad. La ropa es también un reflejo de nuestra forma de ser. San Pablo nos anima a vestirnos de modo cristiano «revestíos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia…» (cf. Col 3, 12) ¿Te atreves?. Tú, joven, te gusta elegir tu ropa, ir a la moda. Te has preguntado alguna vez ¿quién hay detrás de ese pantalón que llevas puesto? Fíjate donde está hecho, si es comercio justo ya que a veces se esconden historias de explotación.
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Dar posada al peregrino
«Fui peregrino y me recogiste» (Mt 25, 35). «Amad al emigrante porque emigrantes fuisteis en Egipto» (Dt 10, 17–19). Hay tantos que viven en la calle, que hacen del cielo su techo. Miles de refugiados caminan buscando un hogar, llamando a las puertas de nuestras casas. Ya el beato Padre Zegrí, descubrió ancianos en soledad, niños sin hogar. Por eso, las hermanas mercedarias acogen a personas mayores en residencias, a niños que no son atendidos por sus familias en distintos lugares del mundo y a los emigrantes que huyen del hambre y conflictos armados en sus tierras de origen. No dejes de practicar la hospitalidad como nos dice San Pablo, (cf. Hb 13, 2).
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Visitar a los enfermos –visitar y redimir–
Haciendo historia, las hermanas mercedarias han cuidado a los enfermos incluso hasta dar su vida. En 1885, en la epidemia del cólera en España, seis hermanas entregaron su vida por amor. Pertenecían a las comunidades de Granada, Motril, Mallén y Villacarrillo. Hoy, también siguen junto al lecho del dolor de muchas personas que sufren en distintos lugares del mundo. El mejor ejemplo de la Sagrada Escritura es el de la Parábola del Buen Samaritano, que curó al herido y, al no poder continuar ocupándose directamente, confió los cuidados que necesitaba a otro a quien le ofreció pagarle (cf. Lc 10, 30–37). El visitar al enfermo incluye el auxilio a los heridos. <right> Para las mercedarias y los jóvenes mercedarios, es una invitación a visitar, acompañar y a cuidar de la vida donde ella clama.
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Socorrer a los presos
«Acordaos de los presos, como si estuvierais presos con ellos» (Hb 13, 3). «Estuve preso y me visitasteis» (Mt 25, 36). Cuantas historias de vidas rotas, de decisiones erradas que se esconden tras las rejas. Y en medio del dolor, por la falta de libertad, por sentirse lejos de los suyos hay personas que se acercan a romper cadenas, a encender la llama de la esperanza, porque siempre se puede volver a empezar. Es importante visitar a los presos y darles ayuda material y muy especialmente, asistencia espiritual –para ayudarlos a enmendarse y ser personas útiles y de bien cuando terminen el tiempo asignado por la justicia–. Significa también rescatar a los inocentes y secuestrados. «No hay mayor caridad que dar la vida por los hermanos». En la antigüedad los Mercedarios de la Orden pagaban para liberar esclavos o se cambiaban por prisioneros inocentes, llegando incluso a dar la vida por ellos, ya que cuando faltaba el dinero para liberarlos, ellos mismos se quedaban como parte del pago corriendo el riesgo de ser torturados e incluso asesinados si no se llegaba con el dinero del rescate. Hoy en día este mandato es relevante con prisioneros inocentes y secuestrados ¿no?.
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T estim onio Desde Jaén, hay un hombre que nos cuenta su experiencia Para pensar No está en nuestras manos sacar a los presos de la cárcel; pero sí podemos aliviar y orientar a los presos que están en la cárcel. No podemos quitar las esposas de las muñecas; pero sí podemos quitar las cadenas
del alma. Hay muchas cárceles y esclavitudes íntimas. Es tarea nuestra, es una obra de misericordia, liberar a todos los cautivos: desde el preso al drogadicto, desde el avaricioso al consumista. a
c Los jóvenes del centro penitenciario de Jaén nos cuentan su experiencia de la misericordia de Dios en sus vidas Es preciso actuar. Levantarse. Extender el brazo. Ponerse en medio. Proclamar la verdad. Ayudar al necesitado. Decir un mensaje de salvación. Demostrar con obras no el río de palabras que salen de nuestra boca. Restablecer el Reino es cosa de todos, especialmente de los Seguidores de Cristo. Esta es nuestra Hermana Carmen que siempre está a nuestro lado ayudándonos cada día en romper cadenas con María de la Merced como ella dice. Es nuestra Madre la que nos ayuda cada día, ella siempre nos habla de María como
Redentora y eso para nosotros es una alegría pues saber que tenemos hermanas como Carmen que piden y rezan cada día por nosotros y como ni tampoco mira nuestra fama, nos cuida, ella va a nuestras casas a ver cómo están nuestros padres o nuestras madres. ¡Cómo queremos a nuestra Hermana Carmen! todo el verano coja pero siempre viene a vernos. Gracias Hermana. Porque nos has hecho conocer a su Madre que es la nuestra. Tú nos enseñas a ir removiendo cadenas. Gracias Carmen, sigue ayudándonos en
nuestro día a día. Con ella sabemos que la misericordia de Dios está en nosotros porque ella nos lo ha hecho ver cada semana en la catequesis. Nos ayuda para rezar todos los días a Nuestra Madre de la Merced que es la que nos ayuda para romper las cadenas que nos atan. Testimonio de jóvenes del centro penitenciario Jaén, España. Nuestra Hermana Carmen Fernández es quien los visita y alienta a estos jóvenes. ¡Gracias Hna. Carmen!
Laicas mercedarias compartiendo comida a las reclusas en la cárcel →
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Enterrar a los muertos
Es importante dar digna sepultura al cuerpo humano porque el cuerpo humano ha sido alojamiento del Espíritu Santo. Somos templos del Espíritu Santo (1 Cor 6, 19). Tenemos una gran dignidad. El más famoso muerto enterrado y en una tumba que no era propia fue el mismo Jesucristo. José de Arimatea facilitó una tumba de su propiedad para el Señor. Pero no sólo eso, sino que tuvo que tener valor para presentarse a Pilato y pedir el cuerpo de Jesús. Y también participó Nicodemo, quien ayudó a sepultarlo (Jn 19, 38–42). Acompañamos el dolor de los que sufren la pérdida de sus seres queridos. Elevemos una oración por las personas fallecidas a lo largo del año: Víctimas de las guerras, del terrorismo, de conflictos regionales y raciales, de hambre y de la falta de acceso a salud, inmigrantes y refugiados muertos en el mar, etc. y todos los que Dios ha llamado; hermanas, laicos y nuestros familiares. Oramos también por aquellas hermanas nuestras que a lo largo del año, partieron a la casa del Padre. Especialmente, hacemos memoria de Sor Magdalena Fernández. Fue superiora general de la Congregación, tras el Vaticano ii, supo con su buen hacer dar un impulso renovador a la Congregación, a las Constituciones y directorio. Además escribió la 1�� biografía del P. Zegrí: Un hombre llamado Juan y trabajó con mucho entusiasmo en la causa de la beatificación de nuestro Fundador. •
← Hna. Sor Madalena Fernández. ¡Gracias Señor por la vida de Sor Madalena!
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Obras de Misericordia Espirituales 12
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Enseñar al que no sabe
«Derramar la semilla de la virtud y la fe» Es el reto que propuso el beato Padre Zegrí a los educadores. Con metodologías innovadoras, con cariño e ilusión abrimos las puertas del saber a nuestros niños y jóvenes. Esta enseñanza puede ser a través de escritos o de palabra, por cualquier medio de comunicación o directamente, pero sobre todo debe de ser a través del testimonio de vida. Todos los ámbitos de la vida se prestan para enseñar, educar y formar; en los Colegios, Centros y Hogares de acogida donde se vive y se celebra la fe, plataformas de evangelización, se inculca el amor a María de la Merced, a Jesucristo Redentor y desde Él a todos los seres humanos.
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Dar un buen consejo al que lo necesita
En el camino de la vida, a veces, te encuentras con encrucijadas ¿qué hacer?. Es bueno tener una mano amiga que te oriente, que te ayude a descubrir lo que es mejor, a discernir según criterios evangélicos. Asimismo, quien pretenda dar un buen consejo debe, primeramente, estar en sintonía con Dios. No se trata de dar opiniones personales, sino de veras aconsejar bien al necesitado de guía. «Los guías espirituales brillarán como resplandor del firmamento» (Dan 12, 3). Las hermanas mercedarias acompañamos a niños, a jóvenes, a todos aquellos que se acercan y les ofrecemos la luz de Cristo.
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Corregir al que yerra
La corrección fraterna (Mt 19, 15–17).
↑ Sé libre y que nadie robe tu mejor tú.
«Sepan esto: el que endereza a un pecador de su mal camino, salvará su alma de la muerte y consigue el perdón de muchos pecados» (Santiago 5, 20). Somos frágiles, humanos, a veces, nos equivocamos. ¡Qué hermoso contar con alguien que te ayude a rectificar, a empezar de nuevo!
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Perdonar las ofensas
«Padre perdónalos porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34). Ésta es la enseñanza que nos lanza Jesús desde la cruz. «Queda bien claro que si perdonan las ofensas de los hombres, también el Padre Celestial los perdonará. En cambio, si no perdonan las ofensas de los hombres, tampoco el Padre os perdonará a vosotros» (Mt 6, 14–15). 14
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Perdonar las ofensas significa que no buscamos vengarnos, ni tampoco conservamos resentimiento al respecto. El mejor ejemplo de perdón en el Antiguo Testamento es el de José (Gen 45, 5). Y el mayor perdón del Nuevo Testamento es de Jesús: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34). El beato Padre Zegrí también sufrió la calumnia con gran dolor, pero supo perdonar, y nos dejó este rico legado: «el perdón, la mansedumbre, la bondad, la paciencia, todas estas virtudes se ostentan sobre la cruz y adquieren, por la divinidad de su autor, un poder de autoridad. Ejemplo que nos obliga a imitarla más por la atracción que por la razón» (Sermón 2). Tenemos otro ejemplo de perdón de una figura de nuestro tiempo, San Juan Pablo ii. El papa Francisco nos invita a perdonar para que no se agriete la convivencia. Y tú, ¿estás dispuesto a perdonar cuando te ofenden?.
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Consolar al triste
«He visto el dolor de mi pueblo y he decidido bajar a liberarlo» (Ex 3, 7). Dios nos envía como hermanas mercedarias y laicos a enjugar lágrimas, para ser mano tendida, consuelo y misericordia. Seamos capaces de sentir hoy el dolor de los niños de familias rotas, de niños huérfanos, sentir el dolor de las familias que tienen hijos con deficiencia, el sufrimiento de las viudas y de los ancianos abandonados y ser consuelo y ayuda para los emigrantes que lejos de sus familias buscan un futuro mejor. Recordemos que «los pobres son los preferidos del Señor».
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Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
«El amor es paciente, es amable, no lleva cuentas del mal … Disculpa siempre, espera siempre» (1 Cor 13, 4–6). La tolerancia y la paciencia ante los defectos ajenos es virtud y es una obra de misericordia. Como mercedarias, el beato Padre Zegrí nos dejó el legado del amor: «Sea la caridad la que acompañe y dirija todas vuestras acciones». No es fácil la convivencia. El papa Francisco nos apunta unas palabras que ayudan a mejorarla: Por Favor, 15
Gracias, Perdón. En el día a día, solo el amor hace posible el aceptar a los otros, con sus debilidades porque nosotros también tenemos fallos y limitaciones. El amor nuestra seña de identidad.
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Rezar a Dios por los vivos y los difuntos
San Pablo recomienda orar por todos, sin distinción, también por gobernantes y personas de responsabilidad, pues «Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (cf. Tm 2, 2–3). Te presentamos Señor a nuestro mundo tan necesitado de Ti, a nuestra familia mercedaria, a todos aquellos que se asoman a nuestras páginas, a cada uno de nosotros, para que siempre seamos regalo y merced. Te presentamos algunos momentos orantes… Traemos ante Ti, Señor, a todas las personas fallecidas víctimas de la violencia, y del terrorismo a tantos emigrantes sepultados bajo el mar, sin llegar a cumplir sus sueños… Nuestro homenaje y oración a quienes quedaron sumergidos en el mar buscando nuevos horizontes. A todos los cristianos perseguidos que derraman su sangre, simplemente por creer en Ti, a todas las hermanas mercedarias y laicos que encendieron con su vida, lámparas de amor y hoy ya no están con nosotras. Por todas esas personas que llevamos en el corazón y partieron a la casa del Padre. Por todos, por … sigue en silencio tu oración, Amén.
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Obra de la Misericordia
A las corporales y espirituales de la tradición se añade la atención al hogar común. «Solemos pensar en las obras de misericordia de una en una, y en cuanto ligadas a una obra: hospitales para los enfermos, comedores para los que tienen hambre, hospederías para los que están en situación de calle, 16
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escuelas para los que tienen que educarse, el confesionario y la dirección espiritual para el que necesita consejo y perdón… Pero, si las miramos en conjunto, el mensaje es que el objeto de la misericordia es la vida humana misma y en su totalidad» Mensaje del santo padre Francisco para la jornada mundial de oración por el cuidado de la creación, 5. Obviamente la misma vida humana en su totalidad incluye el cuidado de la casa común. Por lo tanto, me permito proponer un complemento a las dos listas tradicionales de siete obras de misericordia, añadiendo a cada una el cuidado de la casa común. Como obra de misericordia espiritual, el cuidado de la casa común precisa de «la contemplación agradecida del mundo» –Laudato si, 214– que «nos permite descubrir a través de cada cosa alguna enseñanza que Dios nos quiere transmitir» –ibídem, 85–. Como obra de misericordia corporal, el cuidado de la casa común, necesita «simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo […] y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor» – ibídem, 230–231. •
Santo Padre Francisco, Jorge Bergoglio.
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l a vo z d e lo s j óven es
Experiencias de la vivencia del año de la misericordia Mi nombre es Nuvia Denisse González tengo 20 años, estudio instrumentación quirúrgica soy integrante del grupo del jmc –Jóvenes Mercedarios de la Caridad–. Quiero contar mi experiencia en cuanto al año de la Misericordia y como lo hemos estado viviendo en la Familia Mercedaria de Thompson, Paraguay.
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e s d e e n e r o y a e s t á b a m o s meditando sobre la Misericordia en un retiro que tuvimos en Nueva Italia –que es una Parroquia rural distinta a la que vivo– la ciudad aparte de ser hermosa fue muy generosa en abrirnos las puertas para llevar a cabo una misión que para mí especialmente fue una de las experiencias más lindas que me ha tocado vivir. Por parte del párroco recibimos la propuesta de dar nuestros servicios en la Pascua Joven de la Parroquia, fue todo un desafio para nosotros ya que preparar ese evento requirió de nosotros toda nuestra entrega, creatividad, energía y espiritualidad, ya que el grupo se dividió en dos: unos trabajamos en nuestra Parroquia Inmaculada Concepción en Thompson y otros en Nueva Italia en la Parroquia San Isidro Labrador, fue así como en febrero comenzamos a ir a reuniones dominicales y en conjunto con otros grupos que integran la diócesis fuimos organizando la pascua Joven que albergaría a 350 jóvenes. El lema fue «Abre tu Corazón a su Misericordia» y en los tres días que nos tocó trabajar para la pascua fuimos tratando cada una de las obras de misericordia tanto corporales como espirituales, puedo decir que esto me ayudó incluso a mí, a evaluarme cómo andaba realizando estas obras y mejorar en mi vida.
Otras de las actividades que hicimos fue la vigilia vocacional con motivo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Otra experiencia muy gratificante, porque pudimos tomar mayor conciencia de nuestra propia vocación Mercedaria de la Caridad y comprometernos a rezar y trabajar por las vocaciones. Fue así como dos miembros del grupo junto con la hermana Malvina trabajamos en el equipo vocacional diocesano. Esta vigilia también sirvió para plantearnos un nuevo modo de encuentro en nuestro grupo de laicos universitarios y trabajadores que son las vigilias mensuales. Yo quiero que sepan que es una de las cosas que más me encanta hacer, compartir la cena para después adorar al Santísimo por horas, esa es mi manera favorita con que me encuentro con Jesús, y medito mi vida, me juzgo y a la vez me siento amada por Él, encuentro su perdón, y mi compromiso de servicio se hace más fuerte. Siempre de la mano de María de la Merced y nuestro querido Padre Zegrí. En junio hicimos el segundo taller en contra de la trata de personas y renovamos en la Eucaristía dominical nuestro compromiso, algunos hermanos recibieron el escudo, otros las medallas de la virgen de la Merced y del Padre Zegrí, hicimos un compromiso por un año de perte-
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necer y vivir la espiritualidad del Padre Zegrí y la Virgen de la Merced. Son muchos los proyectos que tenemos y vamos realizando. Aún queremos seguir llevando a cabo especialmente las misiones en los lugares con más carencias de nuestra comunidad que son los asentamientos, donde la pobreza es tanto material como espiritual, y hacer cada vez más real esto de Mateo 25, al visitar a los ancianos y a los enfermos dos sábados al mes, como lo hacemos desde hace años. En fin solo quiero agradecer a este este grupo en donde puedo sentirme plena espiritualmente y apoyada por mis amigos y hermanos. Estoy feliz de pertenecer a esta Familia Mercedaria y espero poder seguir creciendo con ellos. También agradecer a la Congregación de las Hermanas Mercedarias que me abrió las puertas no sólo a mí, sino a mi mamá y mis hermanos, para vivir este hermoso carisma de liberación por amor. Gracias por brindarnos a las Hermanas, especialmente la hermana Malvina que es nuestra asesora y nuestra amiga (o como me encanta siempre decir nuestra pastorcita que cuida con amor a sus ovejitas que somos nosotros), la que nos ha hecho que experimentemos el amor de Dios y amar a cada hermana y laico mercedario de la caridad de todo el mundo.Por la Hermana Suny, la Hermana Itziar y ahora la Hermana Elena. Quiero que esta experiencia pueda servir de incentivo para que otros jóvenes como yo formen grupos se encuentren con el amor misericordioso de Dios y desde allí se animen a vivir la fe y así ir descubriendo su vocación de llevar la Caridad a todos los rincones como decía el Padre Fundador: «sea la caridad la que dirija todas nuestras acciones». ¡Gracias y oren por nosotros!
Nuvia Denisse González, de la Juventud Mercedaria de la Caridad –Paraguay.
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ca m in o d e fo r mació n
Experiencias de nuestras novicias de 1er y 2do año durante el año de la Misericordia.
El ain e M aria , novicia de 1er año.
Misericordiosas como el Padre Mi nombre es Elaine, novicia de las Hermanas Mercedarias de la Caridad. Para mí, la Misericordia es parte integrante del Amor. Y eso porque sólo aquel que ama sin condiciones sabe ser misericordioso. Sabe amar la fragilidad del otro sin condenar o juzgar. Y en este Año Santo de la Misericordia, como Mercedaria de la Caridad, debo ser reflejo de la misericordia por la que nuestro mundo
Mi nombre es Zildecy, novicia de las Hermanas Mercedarias de la Caridad. Año de la misericordia Veo que para mí y nosotras, Mercedarias de la Caridad, ha consistido en una mirada más atenta para darnos cuenta de si estamos viviendo según nuestro carisma, que, como dijo nuestro querido Fundador, consiste en la práctica de todas las obras de misericordia espirituales y corporales en favor de los pobres, ya que este es nuestro carisma. Mi experiencia, orientada por la vida y obra del Padre Zegrí, me lleva a ver en él a un hombre que tuvo un sueño: llevar al mundo esa misericordia que revela el rostro de Dios y
clama en medio a la dura realidad en que vive. Para mí, vivir la misericordia significa vivir con autenticidad el carisma mercedario, que mana de la fuente de la Redención y del amor misericordioso del Padre. ¡Doy gracias al Señor porque, a lo largo de este año, pudimos volver nuestra mirada a esta gran realidad amorosa de Dios sobre toda la humanidad! a
realiza su proyecto de implantar el Reino, a través de cada Mercedaria, con la ayuda del Espíritu Santo y de santa María de la Merced. Como dijo el Papa Francisco: «Misericordia es la ley fundamental que vive en los corazones de la gente cuando ve a su hermano con la misma mirada de Dios» y también lo era para el Padre Zegrí, quien vivió y experimentó intensamente esa misericordia, esperando que nosotras podamos dejar vestigios de Caridad Redentora a través de nuestras misiones, pero también con una mirada sobre nosotras mismas para lograr ser signos de Dios en el mundo. a
Yo soy Silvia, en este año de la misericordia, para mí fue un año lleno de gracia, donde viviendo en el día a día con mis hermanas de comunidad, en la pastoral, con los niños en el apoyo escolar y toda actividad realizada desde la etapa del noviciado, tratando de vivir el carisma y la espiritualidad de la congregación.
Z i l d e c y So d r é, novicia de 1er año.
Sentí que Dios bajó a mi humanidad se recreó en ella, dejó en mí el deseo de ser misericordiosa para los demás practicando el ejercicio de la caridad con mis hermanas y hermanos que más lo necesiten. a
Si lvia C ruz C ru z , novicia de 1er año. 20
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Me llamo Argentina, durante este año de la misericordia, doy gracias a Dios por su presencia en mi camino en la vida de todos. Fue con gran alegría vivir esta experiencia de misericordia, reconociendo el amor de Dios como padre. Hablando de la misericordia, sentí un gran cambio en la Iglesia, principalmente de los religiosos y religiosas mirando en los pobres,
Natali Disl a Conce pcion, novicia de 1er año.
Soy Natali Disla Concepcion, poder experimentar la misericordia de Dios en mi vida, más en este año de la mano de la formación en el noviciado, me hace mirar un Dios que está en todos los corazones; en aquellos que sufren, en aquellos que día a día con un espíritu agradecido se entregan a los demás sin esperar recompensa, me hace mirarle en lo sencillo de un niño y en cada detalle de nuestra casa común que es la naturaleza, Dios nos ama infinitamente y su gran sueño es que
Soy Rosalie, para mí la misericordia es compartir el dolor del otro, en otras palabras, colocarse en su piel. Yo considero como una acción de misericordia lo que la Congregación hizo por mí este año. Llegué al noviciado con retraso respecto a la fecha de ingreso debido a trámites cuando mis compañeras ya habían comenzado.
Elita Se m bre ra Albe rca , novicia de 2do año.
con el mensaje del papa que ayudó a abrir el camino de la liberación. Reconociendo siempre que tenemos junto a nosotros buenas personas en nuestro mundo y les agradezco su testimonio y gestos concretos, y a la vez encomiendo mis oraciones a Dios por todos los que sufren. Misericordiosos como el Padre, sea la caridad que acompañe y dirija todas nuestras acciones. a
Arge n t i na Ed ua r d o, novicia de 1er año.
vivamos como hermanos, que nos amemos los unos a los otros, que demos nuestro corazón como pan repartido a los demás. La misericordia me llama a sentirme pequeña ante Dios y abrir mi corazón a mi hermano que simplemente clama en medio de su dolor. Pido a Dios que me dé y nos dé su corazón misericordioso para así jamás regresar con un corazón entero sino con un corazón que se parte y reparte a los demás. a
Sin embargo, la congregación y el equipe formativo compartió conmigo este dolor y me permitió empezar el noviciado este mismo año. Para mí éste fue un signo de la misericordia de Dios en mi vida por lo cual siempre estaré agradecida. a
Soy Elita, este año de la misericordia ha sido un año lleno de alegría de poder contemplar en lo cotidiano precisamente al otro mirando con un corazón misericordioso y el poder acoger a pesar de todo. Fue un año también de poder cuestionarme acerca de lo que va sucediendo en nuestro mundo de muchas necesidades físicas y espirituales a veces con mucha impotencia pero a la vez de reconocer la gracia de Dios en medio de la situación.
Ro s a l i e K i nz a nz a , novicia de 1er año.
Reconociendo también en mi historia como un Dios misericordioso que he podido contemplar, sus pasos en diferentes situaciones de mi vida. Ha sido un tiempo de sanar muchas cosas que no me permitían ver los signos de su ternura y misericordia, en lo cotidiano y por eso me siento muy agradecida por esta experiencia y como una invitación a ser misericordia para el otro. a
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Carin e I tshi, novicia de 2do año.
Soy Carine, en este año de la misericordia que el Papa Francisco nos invitó a vivir, he hecho mi experiencia en la oración y en mis relaciones, reconociendo la misericordia que el Señor tiene conmigo y con los demás. Este amor que parte del corazón humano y se desborda en palabras y acciones compartiendo el sufrimiento y el dolor con el que sufre, porque donde hay misericordia por el otro se trasluce la ternura y cercanía de Dios. Además he hecho una experiencia dura de la
pérdida de mi papá, muchos me miraron con los ojos de la misericordia, mis hermanas de la congregación y también la gente con la que comparto el camino, la vida cotidiana, por ejemplo en nuestros viajes con la comunidad. Pero además por otro lado fue también una invitación para mí de aquello que recibo y lo puedo regalar a los demás, ser otro Cristo que tiene pasión por los demás, que no condena frente a la situación y mira con compasión y amor (Lc 15, 11–32). a
Somos mujeres consagradas al Evangelio de la caridad para hacer bien a todos. Somos una familia numerosa formada por hermanas, hermanos; laicas, laicos y jóvenes. ¡Tú también puedes ser una o uno de nosotros!
u n es pac i o par a ello s Hacerse consciente de la realidad del mundo, de sus alegrías para celebrar y de las angustias y sufrimientos para ir creando actitudes de Solidaridad, Compasión y Misericordia.
Lo sucedido a nivel eclesial e internacional El cristiano, sobre todo el joven no puede ser indiferente a lo que acontece a su entorno. ¿Han visto qué cosa más fea es un cristiano cansado, aburrido o indiferente? — Papa Francisco. c Proclamación del año santo, Jubileo de la misericordia; c Firma del Acuerdo de París sobre el cambio climático; c xxxi Jornada Mundial de la Juventud, 2016; c Canonización de la Madre Teresa de Calcuta, la santa de los pobres.
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Está pasando que… c «Haití afronta su mayor desastre humanitario desde el terremoto de 2010», advirtió el coordinador humanitario de Naciones Unidas. Según el Ministerio del Interior haitiano, 2,1 millones de personas, el 19% de la población, se han visto afectadas por Matthew. c Terremotos y tifones en China, Italia y otros países. Nuestro mundo se encuentra necesitado de solidaridad
���% M e rc e d , ven y verás
«La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias drásticas» — San Juan Pablo II. «La única guerra en la que todos debemos luchar, es combatir el mal» — Papa Francisco. c La guerra en Siria sigue diezmando vidas c Conflictos armados en algunos países de África aumentan c Persecución de los cristianos en todo mundo c Aumenta el número de personas refugiadas y emigrantes c Atentados terroristas en Alemania y en varias partes del mundo c No cuidamos nuestra casa común: el planeta
¿Qué decir de la irrupción de internet y la constante velocidad de los cambios tecnológicos que van impactando de manera decisiva en nuestra vida cotidiana? «Lo que decimos y cómo lo decimos, cada palabra y cada gesto debería expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para con todos», escribe el Papa Francisco en su mensaje por la jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, mayo 2016. Nuestro mundo está necesitado de misericordia es lo mismo decir, de dios. En la hora de reflexionar pueden añadir otros acontecimientos relevantes de vuestros propios Países.
Enviados a ser misericordia
Trinidad de la Misericordia ↓
P ara hablar de Dios, primero hay que hablar con Dios. Te invito a contemplar este ícono de la Trinidad Misericordiosa. En el centro una persona desvalida, herida, porque para Dios los predilectos son los pobres y necesitados. El Padre, abrazando con amor, sosteniendo para levantarlo. El Hijo, a los pies, como hiciera con los discípulos para enseñarnos la gran lección del amor y del servicio. El Espíritu envía su fuerza y su aliento, consuelo y ternura,
que restaura y fortalece. La TriSomos portadores del sueño del nidad que quiere poner en pie al beato Padre Zegrí, estamos llamahombre. Somos sus hijos. Ahora dos a continuar su obra, siendo te toca a ti y a mí, en su nombre, merced. cuidar y levantar, sostener y ayudar, siendo merced y misericordia. En «Todo para bien de la humanidad, el inicio del año de la misericordia en Dios, por Dios y para Dios» el Papa nos ha enviado, especial— Padre Zegrí. mente a los jóvenes, a ser misioneros de la misericordia: «Lleven la llama del amor misericordioso de Cristo a los ambientes de su vida cotidiana y hasta los confines de la tierra». ¿Estás dispuesto? ¿Has pensado si el Señor te necesita como mercedaria o mercedario de la Caridad para levantar, en su nombre a esa humanidad caída? 23
�� � % M e r c e d, ven y verás es una revista cuyos objetivos son: – Abrir espacios de lectura, oración y reflexión donde los jóvenes puedan compartir experencias de fe. – Compartir el carisma; la espiritualidad mercedaria; la vida y obra del Beato Padre Zegrí, profeta del amor y María de la Merced, madre de misericordia. – Conocer y conectar con las distintas comunidades mercedarias de la caridad de todo el mundo. – Ofrecer una lectura creyente de los acontecimientos del mundo. – Ayudar a los jóvenes a descubrir su vocación para ser continuadores del sueño de nuestro fundador: «curar todas las llagas, remediar todos los males, calmar todos los pesares, desterrar todas las necesidades, enjugar todas las lágrimas, no dejar si posible en todo el mundo un solo ser abandonado, afligido, desamparado, sin educación y sin recursos» Padre Zegrí.
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