TODAS, mayo de 2016

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SUPLEMENTO MENSUAL

MAYO 2016

TODAS

ENTREVISTA PATRICIA MARTÍNEZ CRANSS, SECRETARÍA DEL TRABAJO

NACIONAL

LA LEGISLACIÓN Y LOS RETOS DE IGUALDAD PENDIENTES

Mujeres orquesta El equilibrio entre ser jefas de familia, trabajadoras y madres

La inclusión enriquece Las empresas con mujeres en puestos directivos crecen más que aquellas sin cultura de igualdad

Opinión

Alfonso Navarrete Prida • Javier Vázquez Durán • María Luisa Saavedra • Claudia Guzmán • Sara Lovera • Miguel Ángel Chico



(†) JESÚS D. GONZÁLEZ FUNDADOR FRANCISCO A. GONZÁLEZ FRANCISCO D. GONZÁLEZ JESÚS D. GONZÁLEZ CARLOS MARÍN ANGEL CONG PEDRO GONZÁLEZ HUGO CHAPA JAVIER CHAPA ALFREDO CAMPOS ROBERTO LÓPEZ JUAN PABLO BECERRA-ACOSTA HÉCTOR ZAMARRÓN CARLOS PUIG BÁRBARA ANDERSON RAFAEL OCAMPO MIGUEL ANGEL VARGAS MAURICIO MORALES ADRIANA OBREGON RICARDO ZAMORA DYANA REYES FRANCISCO SOMOHANO ADRIAN LOAIZA GUILLERMO FRANCO FERNANDO RUÍZ ALBERTO BRAÑA VALERIA GONZÁLEZ RODOLFO GUTIÉRREZ TOMÁS SÁNCHEZ MARCO A. ZAMORA

PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN PRESIDENTE EJECUTIVO VICEPRESIDENTE DIRECTOR GENERAL EDITORIAL DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DIRECTOR EJECUTIVO DIRECTOR DE MEDIOS IMPRESOS DIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL DIRECTOR EDITORIAL DE MILENIO DIGITAL DIRECTORA DE INNOVACIÓN EDITORIAL DIRECTOR EDITORIAL DE DEPORTES DIRECTOR DE ENLACE EDITORIAL DIRECTOR DE DESARROLLO CORPORATIVO DIRECTORA COMERCIAL DIRECTOR DE ENLACE INSTITUCIONAL DIRECTORA DE INNOVACIÓN COMERCIAL DIRECTOR DE COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA DIRECTOR DE TECNOLOGÍA Y PROCESOS DIRECTOR DE INGENIERÍA Y REGULACIÓN DIRECTOR DE PRODUCCIÓN DIRECTOR DE PRODUCCIONES EDITORIALES DIRECTORA CREATIVA DIRECTOR DE DESARROLLO DIGITAL DIRECTOR DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DIRECTOR DE PROYECTOS ESPECIALES

TODAS SUPLEMENTO MENSUAL BÁRBARA ANDERSON EDITORA RESPONSABLE ANA ESTRADA EDITORA DE SUPLEMENTOS REGINA REYES-HEROLES EDITORA DE FT MERCADOS Y SUPLEMENTOS HARD NEWS ALBERTO PRADO EDITOR DE ARTE MIGUEL REYES GERENTE DE ARTE Y SUPLEMENTOS LAURA ESCAMILLA COEDITORA DE SUPLEMENTOS DESIRÉE CORTÉS EDITORA WEB EMILIANO GONZÁLEZ BECARIO LAURA ROMERO COLABORADORA

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LORENA CRUZ SÁNCHEZ PRESIDENTA DEL INMUJERES MARCELA ETERNOD ARÁMBURU SECRETARIA EJECUTIVA MARÍA DE LA PAZ LÓPEZ BARAJAS DIRECTORA GENERAL DE INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO MARÍA GUADALUPE DÍAZ ESTRADA DIRECTORA GENERAL DE TRANSVERSALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO ANA LAURA PINEDA MANRÍQUEZ DIRECTORA GENERAL DE EVALUACIÓN Y DESARROLLO ESTADÍSTICO LUIS FERNANDO CADENA BARRERA DIRECTOR GENERAL DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS FLOR DE LIS VASQUEZ MUÑOZ DIRECTORA GENERAL ADJUNTA DE ASUNTOS INTERNACIONALES PABLO NAVARRETE GUTIÉRREZ COORDINADOR DE ASUNTOS JURÍDICOS ANA ORTÍZ MONASTERIO RIVERO COORDINADORA DE ASESORES NORMA OSORIO ALBARRÁN TITULAR DEL ÓRGANO INTERNO DE CONTROL MARTA B. CABRERA GARCÍA DIRECTORA GENERAL ADJUNTA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y CAMBIO CULTURAL

CARTA EDITORIAL JEFATURA FEMENINA EN LOS HOGARES

De acuerdo con la Encuesta Intercensal de 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), casi 9 millones 300 mil hogares en México tienen jefatura femenina, -alrededor del 30%-, es decir, casi uno de cada tres hogares en México, lo sostiene económicamente una mujer. Este dato es trascendente porque indica que un número muy elevado de mujeres, además de ser madres y asumir las responsabilidades domésticas, trabajan por una remuneración asalariada, frecuentemente menor a lo que recibiría un hombre. Ellas se convierten en el principal o único sustento económico de sus hogares. Hacia 1995 significaban solo 25% de los hogares mexicanos. Los estudios revelan que entre 2010 y 2015 esta cifra creció 4%. Debido a que se ha identificado que este tipo de hogares es más vulnerable a procesos de empobrecimiento, el Instituto Nacional de las Mujeres promueve el acceso de las mujeres al trabajo remunerado, con un empleo decente y el fomento a recursos productivos. La acción busca que ello suceda en un marco de igualdad. Desde la política pública se impulsa, asimismo, el empoderamiento de las mujeres que se enfrentan a diario a la doble carga que significa realizar a jornadas laborales asalariadas y al mismo tiempo a los trabajos no remunerados que tienen una relación directa con el cuidado de los hijos e hijas, las y los enfermos, personas con discapacidad y con frecuencia en labores de negocios familiares. Los hogares sostenidos solo por una mujer, también nos habla de transformaciones en la sociedad donde hay una combinación de factores entre ellos la creciente participación eco-

nómica de las mexicanas, su constante ingreso a la escuela, la ruptura de hogares nucleares, la sistemática caída del salario entre los hombres y, como ha quedado comprobado, la ausencia de responsabilidades masculinas. Para el Instituto Nacional de las Mujeres estas transformaciones no han estado acompañadas de un cambio ideológico donde las mujeres dejen de ser identificadas principalmente como madres, cuidadoras de otros y otras, cuya tarea social llega a constituir hasta el 21% del Producto Interno Bruto, generando una carga para las mujeres superior, en ocasiones a sus propias fuerzas. Hasta hace pocos años se pensaba que las mujeres podían complementar el gasto del hogar como cónyuges o incluso hijas de quien es el principal sostén económico de la casa, pero lo cierto es que las madres dominan el mercado laboral femenino de México, ya que de cada 4 trabajadoras 3 tienen hijos. Lo que preocupa al Instituto Nacional de las Mujeres es que muchas de estas mujeres, con la doble carga de amas de casa y madres se enfrentan según la Organización Internacional del Trabajo a la desigualdad salarial que llega a subir hasta en 40%, cuando se trata de mujeres en puestos de alta dirección. Para INMUJERES, la diferencia en los salarios se observa en prácticamente todos los grupos de ocupación, lo que ha significado, empobrecimiento de las familias jefaturadas por las mujeres. De ahí el empeño institucional a favor de acciones positivas que empoderen a las mujeres, pero también se trabaja por desarraigar de la mentalidad de las mexicanas y los mexicanos, la idea de que las mujeres valen menos que los hombres justificando la discriminación y la idea equivocada, a veces con aplauso a las “súper mujeres”, cuando el cuidado es responsabilidad también de la otra mitad de la población. Este mayo en que se conmemora desde 1922 el Día de las Madres, también el Día de la Salud Materna, 28 de mayo, y el Día de la Maestra y el Maestro, el 15 de mayo, desde INMUJERES reafirmamos la convicción de que esta sociedad hará justicia cuando hombres y mujeres tengan igualdad de oportunidades, trabajo decente y conciliación entre la vida familiar y la vida laboral. Queremos una sociedad más equilibrada y feliz.

2 BREVES

OPINIONES

17 MARÍA ELENA CAMARENA

8 WOMEN´S FORUM

3 AÍDA CERDA

Los retos que enfrentan las líderes

Todos por la igualdad en el trabajo

Ellas aún ganan menos que los hombres

10 REPORTAJE

4 ALFONSO NAVARRETE

18 JAVIER VÁZQUEZ DURÁN

SARA LOVERA

Trabajadoras y jefas de familia

Créditos para empresarias

16 CARTÓN POR ÉCTOR

14 ANA ZAPATA

19 CLAUDIA ISELA GUZMÁN

Leyes para jefas del hogar

ENTREVISTA

Inclusión laboral y financiera

15 MIGUEL ÁNGEL CHICO 6 PATRICIA MARTÍNEZ CRANSS

Romper las barreras de la igualdad

20 AMPARO REYES

16 MARÍA DEL CARMEN BERNAL

21 CLAUDIA CRUZ

Por la cultura de la paz

Buenas prácticas laborales

11 LILIA AGUILAR GIL Ideas ciudadanas por los derechos de las mujeres, niñas y niños

Nuevos roles y espacios para el talento femenino

Revalorar el trabajo doméstico

22 ERIKA VELÁZQUEZ Jefatura compartida en hogares biparentales

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Breves VISIBILIZAR LOS FEMINICIDIOS PARA ERRADICARLOS

El Secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, inauguró el Foro “La situación de las mujeres en el trabajo remunerado y no remunerado” y subrayó la importancia de profundizar los esfuerzos en el ámbito de la justicia laboral en el país, “para hacerla más ágil, accesible y transparente en favor de los trabajadores, especialmente en beneficio de grupos vulnerables, como son las mujeres”. Dijo que el reto es aún enorme, ya que, según el Foro Económico Mundial, la brecha de género global en materia de participación laboral femenina y de igualdad salarial, así como su participación en trabajos profesionales y directivos, apenas se cerró 3% en los últimos 10 años. El Secretario Alfonso Navarrete Prida resaltó la contribución económica y social de las labores domésticas y cuidados del hogar, que realizan en su mayoría mujeres amas de casa, o jefas de hogar, toda vez que en México 1 de cada 4 hogares tiene jefatura femenina. Recordó también la publicación de la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación, como un esfuerzo de coordinación interinstitucional entre la STPS, el INMUJERES y el CONAPRED, con la finalidad de fijar las bases para el reconocimiento público de los centros de trabajo que adoptan y cumplen con procesos y prácticas a favor de la igualdad laboral y no discriminación. Al evento asistieron la Secretaria Ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, Marcela Eternod Arámburu; la Presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), Alexandra Haas Paciuc; la Presidenta de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Ximena Andión Ibáñez; y la Presidenta de El Colegio de México, Silvia Elena Giorguli Saucedo.

La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) de la Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de las Mujeres y ONU Mujeres presentaron, junto con el aporte técnico de El Colegio de México, el estudio “La Violencia Feminicida en México, Aproximaciones y Tendencias 1985-2014”, el pasado 19 de abril. Dicho estudio presenta información relevante sobre la violencia feminicida en el país, y con una serie de datos de fuentes oficiales, muestra la tendencia de las defunciones femeninas con presunción de homicidio (DFPH), ocurridas en México, tanto nacional como estatal y da cuenta de algunas de sus principales características. El Secretario de Gobernación subrayó que la violencia contra las mujeres es un fenómeno que debe reconocerse para que pueda ser erradicado, porque negarlo significa complicidad. En su intervención, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), Lorena Cruz Sánchez, dijo que los feminicidios son la manifestación más grave y aberrante de discriminación y violencia contra las mujeres. Se trata de la violación más extrema del derecho que tienen las mujeres a vivir una vida libre de violencia, apuntó.

ALTO A LA VIOLENCIA CONTRA MUJERES Y NIÑAS Al grito de #VivasNosQueremos acudieron mujeres de organizaciones de la sociedad civil al llamado en redes sociales de un grupo de activistas que propusieron salir a las calles a través del muro Imágenes en Voz Alta. En la marcha participaron además de la sociedad civil, diputadas, senadoras y funcionarias públicas.

Muchas mujeres se manifestaron en contra de la violencia.

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Miguel Ángel Osorio, secretario de Gobernación, acudió a la presentación del estudio.

Por su parte, la representante de ONU Mujeres en México, Ana Güezmes García, destacó que la reducción de feminicidios que se registran, motiva a acelerar el ritmo y a consolidar las acciones en este tema, porque, indicó, el objetivo de las instituciones y de la sociedad es que el número de feminicidios sea cero. Dio a conocer que en 2013 la tasa de defunciones femeninas disminuyó 7% en relación con el año previo, mientras que en 2014 se redujo 13% respecto del 2013.

JUNTOS CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

FOTO: CORTESÍA

INMUJERES estuvo presente en la marcha del pasado 24 de abril, en la que miles de mujeres mexicanas, en más de 40 ciudades y de forma simultánea, se movilizaron para exigir que pare la violencia contra mujeres y niñas, y demandaron que cese la impunidad, ya que actualmente en nuestro país son asesinadas al menos seis mujeres todos los días y miles son víctimas de acoso, hostigamiento y/o violación.

FOTO: CORTESÍA

URGE RECONOCER TRABAJO EN EL HOGAR

La Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), en colaboración con el Gobierno de Coahuila, organizaron el pasado 15 de abril, el Foro de Consulta con las Organizaciones de la Sociedad Civil de la Región Norte del país, en preparación del IX Informe de México en cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW). Este Foro representa un espacio de reflexión y análisis crítico y propositivo sobre los avances y desafíos que enfrenta el Estado Mexicano para dar cumplimiento a las diversas observaciones que realizó el Comité de la CEDAW, a partir del último informe que presentó México en 2012. Las recomendaciones configuran grandes retos que deben analizarse de manera inclusiva y participativa, en conjunto con la Sociedad Civil. Por ello, la participación en este espacio de alrededor de 50 OSC de doce entidades federativas, resulta particularmente relevante para identificar de manera conjunta los ejes de común preocupación, tomando en cuenta la dimensión territorial y sectorial, así como los diferentes problemas que aquejan a las mujeres y niñas de México. Esto contribuirá a analizar las acciones que deben emprenderse desde los tres poderes de la Unión, junto con los gobiernos estatales.


Opinión IGUALDAD LABORAL Y NO DISCRIMINACIÓN PARA UNA NUEVA CULTURA DEL TRABAJO ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

La forma de pensar de las empresas se ha transformado para darle oportunidad tanto a las mujeres como a las personas en situación de vulnerabilidad

AÍDA CERDA CRISTERNA

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n el mercado laboral hay una menor proporción de mujeres que de hombres. Aquellas mujeres que logran ingresar, suelen enfrentar desigualdad salarial, segregación ocupacional, acoso y hostigamiento sexual, así como dificultades para conciliar su vida laboral con su vida personal, lo cual afecta sus oportunidades de desarrollo y el ejercicio pleno de sus derechos. La Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación surge de la necesidad de cambiar la cultura laboral en el país, ya que actualmente es uno de los ámbitos donde la desigualdad de género es más evidente. Al ser una certificación voluntaria, las organizaciones que la obtienen muestran -ante sus empleadas y empleados, clientes y la sociedad en general- su compromiso para garantizar el acceso y permanencia de las mujeres y los grupos en situación de discriminación en el mercado laboral con igualdad de oportunidades, y que formen parte de la transformación de la nación. La Norma busca: • Mejorar el clima laboral y la identificación del personal. • Incrementar la atracción y retención de talentos. • Reducir las brechas de género y de desigualdad al interior de sus estructuras. • Fomentar la productividad del personal, como resultado de una mayor satisfacción con su ambiente. • Garantizar la corresponsabilidad entre la vida laboral y personal de las y los trabajadores. • Obtener puntos en el caso de licitación pública para la adquisición de bienes, arrendamientos o servicios que utilicen la evaluación de puntos y porcentajes, de acuerdo con la Ley en la materia. Esta Norma Mexicana es un estándar que establece las bases para el reconocimiento público de empresas e instituciones gubernamentales y sociales que demuestren el cumplimiento de procesos y prácticas a favor

de la igualdad. A partir de su lanzamiento, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el Instituto Nacional de las Mujeres y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, conformados en un Consejo Interinstitucional, ofrecen herramientas de apoyo para que los centros de trabajo puedan profundizar en los conocimientos necesarios para diseñar e implementar sus buenas prácticas. Más información en: http://www.gob.mx/inmujeres/acciones-y-programas/norma-mexicana-nmx-r-025-scfi-2015-en-igualdadlaboral-y-no-discriminacion La finalidad de esta certificación es lograr un cambio en la cultura de las organizaciones, de modo que todo el personal tenga las mismas oportunidades para desarrollarse profesionalmente, y que esto se logre en corresponsabilidad con su vida personal, dentro de un espacio con accesibilidad, libre de violencia y discriminación. Estas prácticas deben tener evidencias y ser lo suficientemente sólidas para ser auditadas por un organismo de certificación avalado por la Entidad Mexicana de Acreditación. De ese modo, se corrobora la existencia y permanencia de las buenas prácticas. Los centros de trabajo que asumen el compromiso con la igualdad de oportunidades y de trato generan oportunidades para el desarrollo profesional y personal de sus trabajadoras y trabajadores, y contribuyen en la construcción de una sociedad más incluyente. La igualdad sustantiva, junto con la eliminación de situaciones de exclusión o restricción al trabajo, provocará una mayor participación de las mujeres y otros grupos en situación de discriminación en la esfera productiva, generando así un profundo cambio en la cultura laboral de México.

La igualdad sustantiva, junto con la eliminación de situaciones de exclusión o restricción al trabajo, provocará una mayor participación de las mujeres y otros grupos en situación de discriminación.

Mtra. Aída Cerda Cristerna, Licenciada en Mercadotecnia y Maestra en Comunicación

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Opinión

LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN EL MERCADO LABORAL: MUJERES TRABAJADORAS JEFAS DE FAMILIA En México se han impulsado acciones para contribuir a que en las últimas tres décadas, la participación femenina en el mercado laboral se incrementara en forma significativa.

MTRO. ALFONSO NAVARRETE PRIDA

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Durante los últimos años, la creciente participación económica de las mujeres ha transformado en forma radical la estructura del mercado laboral en México. La tasa de participación económica femenina pasó de 17.6% en 1970 a 31.5% en 1990, y para el año 2015 alcanzó 43.15 % [1]. Sin embargo, debemos tener presente que, si bien la incorporación de las mujeres en el mercado laboral se ha incrementado de manera significativa, en el plano internacional la tasa sigue siendo baja. Al respecto, el Panorama Laboral 2015 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), reporta que en 2014, México registró una tasa de participación laboral femenina de 43.1%, solo por encima de República Dominicana (38.9%), Honduras (40.5%) y Guatemala (40.6%). Dicho estudio también nos permite observar que la situación de nuestro país se encuentra por debajo de otros que son referentes, sin duda, de mayor avance y logro en esta asignatura, tales como Chile, con 56%, Colombia 63%, o Estados Unidos con 68%. De igual forma se debe tomar en cuenta el doble rol que ha enfrentado la mujer en cuanto a ser madre de familia y jefa del hogar, de acuerdo con las cifras de la ENOE 2015,

ILUSTRACIÓN: SHU

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n 1975 se llevó a cabo en la Ciudad de México la Conferencia Internacional de la Mujer, en cuyo marco las Naciones Unidas declararon al período comprendido entre 1976 y 1985 como la Década de la mujer, con el objeto de canalizar recursos y esfuerzos hacia la consecución de tres objetivos sustantivos: igualdad, desarrollo y paz. A poco más de 41 años de esta declaración, en nuestro país se han impulsado acciones para lograr los objetivos planteados, las cuales han contribuido a que en los últimos 30 años, la participación de la mujer en el mercado laboral se incrementara significativamente. Sin embargo, debemos reconocer que aún persisten escenarios de desigualdad respecto de los hombres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2015, en México hay 121,168,094 habitantes, de los cuales 62,439,369 son mujeres (51.5%) y 58,728,725 son hombres (48.8%). La misma fuente de información señala que la Población Económicamente Activa (PEA) asciende a 53,179,919 y de esta 50,734,656 son personas ocupadas, de las cuales 62% son hombres y 38% son mujeres.

TTERSTOCK

Mtro. en Derecho


3.9 millones realizan trabajo remunerado, son madres de familia y jefas del hogar. En la actualidad, la discriminación salarial sigue siendo uno de los principales problemas que enfrenta la mujer. Según el índice calculado para el año 2010 era necesario incrementar, en promedio, 8.2% el salario que se les pagaba a las mujeres para lograr la equidad salarial. Considerando lo anterior, se pone de manifiesto la imperiosa necesidad de impulsar acciones que contribuyan a una verdadera igualdad entre mujeres y hombres en el entorno económico-laboral. Desde la perspectiva del Gobierno de la República, la equidad de género representa un eje transversal. En este sentido vale la pena mencionar algunas acciones que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social impulsa en esta materia. • La Norma Mexicana NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No Discriminación, la cual contempla la prohibición explícita del maltrato, violencia y segregación de las autoridades del centro de trabajo hacia el personal en materia de apariencia física, cultura, discapacidad, sexo, género, condición social, embarazo, origen étnico o preferencias sexuales; • El Distintivo Empresa Familiarmente Responsable, que tiene como objetivo reconocer a centros de trabajo que instrumentan políticas en favor de las y los trabajadores en temas de conciliación trabajo - familia, igualdad de oportunidades y combate a la violencia y al hostigamiento sexual; • El Distintivo Empresa Incluyente “Gilberto Rincón Gallardo”®, cuyo objetivo es reconocer a los centros de trabajo que contratan a personas en situación de vulnerabilidad y desarrollan acciones para promover la igualdad de oportunidades y la no discriminación. Estas acciones del Gobierno de la República contribuyen a reducir los obstáculos que impiden el pleno goce de los derechos humanos y laborales, a fin de fomentar una sociedad más incluyente, en donde se favorezca la permanencia, la satisfacción, la productividad y el desarrollo integral del personal en los centros de trabajo, creando ambientes laborales más productivos, con equidad y en igualdad de condiciones. Sin embargo, también somos conscientes que a pesar de los esfuerzos realizados en la materia, aún queda camino por recorrer, para instituir que “a igual trabajo corresponda igual salario para mujeres y hombres, así como proteger los derechos de las madres trabajadoras, revisar la licencia de maternidad e incentivar la flexibilidad de horarios para facilitar la convivencia familiar”.

En México debemos reconocer que el trabajo de las mujeres ha constituido un escenario de cambio, al menos en las últimas tres décadas.

La dinámica actual del mercado laboral demanda la modificación del andamiaje jurídico e institucional en nuestro país, la ampliación de la protección de las madres trabajadoras, la promoción de la lactancia materna en el ámbito laboral, el establecimiento de lactarios en los centros de trabajo y un mayor número de guarderías para hijos de mujeres trabajadoras, representan los retos inmediatos que debemos afrontar. En México debemos reconocer que el trabajo de las mujeres ha constituido un escenario de cambio, al menos en las últimas tres décadas, que exigió reajustes en todos los niveles de la estructura socioeconómica. Las mujeres jefas de familia se insertan en el mercado laboral por diversas razones: necesidad económica, crisis familiares, jefatura de hogar, o maternidad. Sin embargo, una vez presentes, sus expectativas cambian, la fuerza que las impulsa es la motivación e interés por un mejor salario y puesto

de trabajo, mejorar sus condiciones de vida y la de sus dependientes, así como su desarrollo personal y profesional. El significado que las jefas de familia otorgan al trabajo en sí mismo es uno de los elementos de cambio más importantes a destacar. Es, en definitiva, el paso del trabajo productivo como necesidad económica al trabajo como elemento de identidad personal. Actualmente, acceder a un empleo bien remunerado y con seguridad social resulta difícil pero no paraliza a las jefas de hogar, por el contrario, las hace más dinámicas, confían en sus propias capacidades y, sobre todo, están dispuestas a correr riesgos, pues son las principales responsables económicas de sus grupos domésticos. De ahí nuestro reconocimiento para ellas, reiterándoles el compromiso de continuar trabajando y fortaleciendo las acciones en favor de las mujeres trabajadoras jefas de familia.

FUENTES: [1] Consulta interactiva de datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, disponible en: http://www.inegi.org.mx/sistemas/olap/proyectos/ bd/consulta.asp?p=17606&c=10819&s=est&cl

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Entrevista

“PRETENDEMOS FOMENTAR BUENAS PRÁCTICAS LABORALES” Del 12 de abril al 30 de junio la Secretaría del Trabajo y Previsión Social abre la convocatoria para recibir proyectos que concursen para el Premio Nacional de Trabajo.

¿En qué consiste el PRENAT y cuál es el periodo de inscripción? El Premio Nacional de Trabajo (PRENAT) es un reconocimiento que otorga el Gobierno de la República a los trabajadores que contribuyen al incremento de la productividad laboral en sus centros de trabajo, mediante el desarrollo de buenas prácticas laborales que mejoran los productos o servicios que generan las empresas; que mejoran los procesos productivos, o que generan cambios positivos en la organización. Data de 1975, año en que fue publicada la Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles (LPERC). Sin embargo, la primera edición del PRENAT se llevó a cabo hasta el año 2004. El periodo de inscripción para la edición 2016 es del 12 de abril al 30 de junio de 2016. ¿Cuál es la pretensión del Gobierno para los trabajadores que aspiran al PRENAT? A través del Premio Nacional de Trabajo el Gobierno Federal pretende fomentar que las y los trabajadores mexicanos, de empresas formalmente constituidas, implementen buenas prácticas laborales, que impacten positivamente en la productividad de su organización. Asimismo, se busca que las y los trabajadores que logren este objetivo de productividad sean un ejemplo a seguir para todas y todos, que consigan propagar, con su creatividad y esfuerzo, el deseo por transformar su entorno. De igual forma, por medio de este galardón, se impulsa la generación de mejores condiciones sociales y económicas, que generen un mayor grado de desarrollo.

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Con el Premio Nacional de Trabajo, el Gobierno Federal refrenda su compromiso para alcanzar el México Próspero que todos queremos. ¿Qué requisitos deben cubrir quienes quieran participar para ser acreedores al PRENAT? Los requisitos de participación incluidos en la convocatoria de la edición 2016 son los siguientes: • Ser de nacionalidad mexicana por nacimiento o naturalización. • Laborar para una sola persona moral o persona física con actividad empresarial formalmente constituida. • Documentar que la práctica laboral sea una aportación de las y los trabajadores, con evidencia de aplicación mínima de un año y resultados verificables. • Obtener la autorización del representante legal de la empresa para la presentación de la información de la práctica laboral. • Presentar copia legible del Registro Federal de Contribuyentes de la persona moral o física con actividad empresarial en que laboran los trabajadores participantes. • Presentar Cédula de Determinación de Cuotas, ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, donde aparezca el nombre del o los trabajadores participantes y el número total de trabajadores de la empresa.

¿Qué recibe el ganador del premio y qué pasa con el proyecto ganador, se pone en práctica? En cuanto al estímulo económico, para el ejercicio fiscal 2016, se dispone de 4 millones de pesos, cantidad que se dividirá, por partes iguales, entre el número de equipos ganadores y, a su vez, entre cada uno de los integrantes, que dictamine el Jurado del Premio. Además de esto, los equipos se harán merecedores de una placa conmemorativa, cada uno de los integrantes obtendrá una roseta y un diploma firmado por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Los ganadores recibirán un reporte de retroalimentación, en el que se señalarán sus áreas de oportunidad para fortalecer la práctica laboral presentada. Por otro lado, una de las condiciones para participar en el Premio Nacional de Trabajo, establecidas en la Base Novena de la convocatoria de la presente edición, es que los aspirantes documenten su práctica laboral, con evidencia de aplicación mínima de un año y que los resultados sean verificables. Entonces, todos los proyectos, aun los que no resultan ganadores, deben cumplir este requisito para ser registrados y, así, puedan continuar en el proceso de evaluación. Podría resumirnos alguna impresión (testimonio) de una mujer ganadora del PRENAT. “Me siento más comprometida de seguir apostando para la sustentabilidad y productividad de nuestro país”, dijo Melanie Louise Gabriel Camacho, de Africam Safari, parque que ganó el PRENAT 2014. “Me siento honrada por tal reconocimiento, ha sido una motivación y un parteaguas para seguir trabajando”.

FOTO: CORTESÍA

En entrevista, Patricia Martínez Cranss, Subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral de la STPS, invita a que las y los trabajadores inscriban sus proyectos y explica las bases y, por supuesto, los premios que se otorgan.

¿Cuáles son las categorías para participar para este premio? Las categorías de participación consideradas en el PRENAT son 16. Se consideran cuatro diferentes sectores de actividad económica: Industrial, Comercial, Servicios y Agropecuario y cuatro diferentes tamaños de empresa: Grande, Mediana, Pequeña y Micro. La combinación de sectores de actividad económica y tamaños de empresa, da como resultado las 16 categorías.

Africam Safari gana. El proyecto ganador del PRENAT 2014 fue el Biodigestor, un aparato que transforma las heces de los elefantes en gas que se utiliza para el autoconsumo del parque.



Desarrollo EMILIANO GONZÁLEZ ISLAS

FOTO: SHUTTERSTOCK

Las mujeres apuntan alto. La posibilidad de tener mujeres líderes depende de ellas y su talento.

¿A QUÉ SE

ENFRENTAN LAS LÍDERES? En la última década, la fuerza laboral femenina en México ha aumentado, sin embargo aún se requiere que el talento de las mujeres permee en los puestos de alta dirección.

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as cifras no mienten: la participación de las mujeres en el ámbito laboral se ha triplicado en los últimos años y casi uno de cada cuatro puestos directivos intermedios (gerentes o ejecutivas en empresas) son mujeres. Sin embargo, para ascender a los puestos de alta dirección la situación se estanca: 13% de las direcciones generales de área son ocupadas por mujeres y solo una de cada 20 direcciones generales tienen un sello femenino. En la última década, los casos de mujeres que ocupan puestos de alta dirección en las empresas o que se desempeñan como líderes políticas ha aumentado, sin embargo, los desafíos que en-

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frentan en el camino al liderazgo y en el ejercicio del mismo no son pocos. ¿Cómo hacer que el talento femenino permee en los negocios, la política y la sociedad en general? “Diversidad e inclusión son sinónimos de poder para las empresas”, afirma Mayra González, vicepresidenta del área de Marketing y Ventas en Nissan Mexicana y quien asegura que las mujeres tienen que ganarse su lugar con talento, atreverse a tomar las oportunidades que se les presentan y creer en sus propias capacidades para dirigir. La posibilidad de tener más mujeres líderes depende tanto de ellas como de las organizaciones, pues el talento puede provenir de cualquier persona.

Una vez que llegan a ocupar puestos directivos en las empresas o posiciones de poder en la política, su liderazgo, en comparación con el de sus pares masculinos, “es mucho más exigente, porque debemos demostrar a diario que nos ganamos estar ahí”, señala Josefina Vázquez Mota. El tema de las cuotas (reservar para las mujeres un porcentaje determinado de puestos de toma de decisiones o candidaturas políticas) genera opiniones divididas: Samantha Ricciardi, Country Head de BlackRock México, considera que es una solución a corto plazo, basada en cumplir con un número y no en méritos. Por su parte, Vázquez Mota resalta la importancia de las políticas afirmativas mientras se alcanzan otros objetivos, pues “donde no las hay, tenemos menos participación de mujeres”, esto, dice, se puede ver por ejemplo en las alcaldías de todo el país donde la participación femenina aún no alcanza ni 10%. Para combatir estas situaciones, Ricciardi propone que los líderes se comprometan con la diversidad de género como un medio para enriquecer a las empresas, y luego trasladen ese compromiso a los distintos niveles de la organización. A esto, explica, se suman programas que preparan a las mujeres para ocupar posiciones de liderazgo (Women’s Initiative Network). Otro reto para las futuras líderes es alcanzar la independencia financiera cuando viven en familia. “Es muy difícil ejercer un liderazgo genuino sin libertad económica”, sentencia Vázquez Mota. LA ACTITUD TAMBIÉN CUENTA El liderazgo, afirman expertos, no se define con una palabra. Cada persona puede ejercerlo de forma distinta y a muchas mujeres preocupa la necesidad de que en sus áreas de acción deben combinar la dureza del mundo ejecutivo con su feminidad, “es importante que se mantengan las diferencias y cuestiones propias de su género, el apoyo en equipo y la parte soft hacia la gente, pero que también sepan tomar decisiones y mantener su feminidad”, dice Michelle Orozco, socia de Auditoría de PwC México. A esto, Valeria Chapa, vicepresidenta y abogada general de Honeywell International y presidenta de Abogadas MX, señala que el mejor consejo que ha recibido de sus mentores es “ser suave con la gente y dura en los asuntos de trabajo” e invita a las mujeres a hablar con honestidad y, si desean ascender en la organización para la que laboran, decir directamente cuáles son sus aspiraciones de crecimiento. A esto, Eduardo Bolio, doctor en Ingeniería Química y director de McKinsey México, afirma que para que ambos géneros ganen, urge dejar de lado cualquier tipo de inseguridades en lo que respecta a la competencia de las mujeres en posiciones de liderazgo, “es más un tema de convicción que a todos nos conviene”.


Desarrollo

LIBRES DE CULPAS

POR EMILIANO GONZÁLEZ ISLAS

Un obstáculo para que las mujeres se desarrollen en el ámbito profesional es su propia culpa por no pasar el tiempo que quisieran con sus familias.

FOTO: SHUTTERSTOCK

Pilares importantes. No apoyar a las mujeres cuando se convierten en madres puede representar una gran pérdida de dinero para las empresas.

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a culpa por no dedicar suficiente tiempo a su familia y al cuidado del hogar invade a 45% de las mujeres trabajadoras, pero también a 55% de las mujeres preparadas que no trabajan ni contribuyen al ingreso familiar luego de decidir quedarse en casa, dice la presidenta de Manpower Group para Latinoamérica, Mónica Flores. La experta en recursos humanos afirma que el dilema de cómo equilibrar la vida familiar y el trabajo no es únicamente competencia de las mujeres, también de las propias empresas y sus líderes, que pueden ayudar a las trabajadoras a sacudirse el tema mental de la culpa.

Si bien está en manos de las organizaciones desarrollar esquemas flexibles para la integración de la vida personal y el trabajo, una alternativa está en el mentoring para educar a mujeres y hombres sobre “cómo llevan su vida y gestionan la culpabilidad, porque esta no se va a ir”, expone Xavier de Bellefon, presidente ejecutivo de Axa México y Latinoamérica. Los programas de mentoring deben acompañarse de un cambio en la noción que tienen de las mujeres trabajadoras sus propias familias y la sociedad, pues “más de 40% de mujeres exitosas tiene una correlación negativa en percepción a nivel familiar o social; se cree que los hombres deben ser exitosos y ellas no tanto”, dice al res-

MÁS DE

40% DE LAS MUJERES CON ÉXITO PIENSA QUE TIENE UNA CORRELACIÓN NEGATIVA A NIVEL FAMILIAR O SOCIAL.

pecto Alejandro Cardoso, presidente y CEO de Publicis Latinoamérica. Las empresas pueden alegar que tener mujeres en sus filas representa un alto costo aunado a la maternidad y la creación de horarios flexibles, pero según explica la alta ejecutiva de ManpowerGroup, el precio de no incluirlas ni conformar equipos diversos capaces de innovar es aún mayor y señala que una de las grandes razones por las que los hombres también deben integrarse al debate es que hoy en día “hay más padres solteros y parejas del mismo sexo que adoptan”. “Dentro de las competencias del talento del siglo XXI, según el World Economic Forum, están la curiosidad, iniciativa, persistencia, comunicación, creatividad y colaboración, así como el liderazgo, la capacidad de formar equipos e inspirar, que son características básicamente femeninas”, comenta. Es absurdo que todavía haya corporaciones o pequeñas empresas cuestionándose sobre si la maternidad o la contratación de mujeres tiene un costo adicional, añadió Cardoso, aunque desde su perspectiva, el beneficio de que haya más talento femenino en las organizaciones debe valorarse cuantitativamente, con base en resultados tangibles y en un caso concreto de negocios. No apoyar a las mujeres en su crecimiento profesional o en su regreso al trabajo cuando se convierten en madres (en puestos por lo menos iguales a los que ya tenían) puede representar una gran pérdida de dinero para las empresas, toda vez que cada año deben reclutar nuevos colaboradores. En el caso concreto de Axa México y Latinoamérica, Xavier de Bellefon expuso que 92% del personal femenino regresó luego de un retiro temporal para dar a luz. “Es la mejor inversión que podemos hacer”, dice convencido. Por su parte, a las mujeres les corresponde prepararse y mantenerse actualizadas durante el tiempo que se ausentan de su empleo para atender su labor como madres, afirma Flores y resalta que “los hijos varones de mujeres trabajadoras dedican hasta 7 horas más a las labores domésticas, y las hijas ganan 23% más que sus padres”, por lo que la culpa debe dejarse de lado si se toma en cuenta el ejemplo que se da a los hijos. Además, cada vez más empresas procuran que las mujeres que dieron a luz recientemente sientan el respaldo de poder volver a trabajar. En el sector financiero, bancos como Santander y Scotiabank han integrado sistemas de horarios flexibles y esquemas de home office a padres y madres con hijos recién nacidos o recién adoptados. Scotiabank, por ejemplo, también tiene salas privadas de lactancia para sus empleadas. Otro caso de éxito es la empresa de sistemas computacionales EMC que, en su corporativo mexicano además de salas de lactancia, también mantiene un acuerdo con lugares como el parque temático Kidzania para que los hijos de los empleados puedan divertirse cuando las clases sean suspendidas y los padres no puedan faltar al trabajo. MAYO, 2016 | TODAS |

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Crónica SARA LOVERA

EN DIEZ AÑOS ME VEO CUIDANDO A MIS NIETOS Cuatro historias diferentes con un común denominador: son mujeres que trabajan a diario en casa y ayudan a sostener económicamente el hogar.

DE VIVA VOZ “El embarazo fue colocarme frente a la realidad donde ya no había nada que hacer”, dice Ana Lilia, cuando a los 38 años tuvo un segundo hijo y se había vuelto a casar. Aseguró que no quería perderse la experiencia de verlo crecer y desarrollarse. El niño de 6 años tiene una natural inteligencia para las matemáticas. Su primer hijo lo tuvo a los 21, siempre lo cuidó su madre. Ahora está contenta de estar en casa sin salir a trabajar y cuidar de la casa, atender a su hijo y 10

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Madre y trabajadora. Según datos de INMUJERES ellas trabajan más de 48 horas a la semana.

a su marido. En la charla insistió en que no le da vergüenza ser ama de casa de tiempo completo. Explica que hizo una negociación con su marido, quien le proporciona todos los meses una cantidad de dinero sobre la que ella decide. “Es como tener un salario”, pero reconoció que ello es posible porque su compañero tiene un ingreso suficiente. Sí le gustaría, en el futuro, tener una casa más grande. Llegó a decir que probablemente algún día buscará un empleo. Estudió administración y trabajó 20 años. “A veces extraño”. “A mí me pareció que tener un hijo era algo natural apenas me casé”, dice Lourdes, quien 18 años después de su primer embarazo, tiene ahora una hija de 8. Madre, esposa y trabajadora, significa no tener tiempo para ella. Tiene dos empleos y es la responsable de todo el trabajo doméstico. Se levanta a las 6 de la mañana, comienza con el desayuno del adolescente; se

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DE CADA MEXICANAS SE CASA ANTES DE LOS 18 AÑOS.

FOTO: CORTESÍA

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na Lilia, Lourdes, María y Margarita son cuatro mujeres distintas, pero coinciden en que conociendo la opción de evitarlo, sí tendrían las y los hijos que hoy están crecidos. En tiempos distintos, ninguna se cuestionó de fondo no ser madres y hoy, mirando sus vidas, reconocen que sus jornadas de trabajo son muy largas. Solo Ana Lilia es ama de casa de tiempo completo. Las cuatro estudiaron. Todas han regulado su maternidad, dos de ellas reconocen haber interrumpido un embarazo sorpresivo, “solo porque ya tenía tres hijas”, dijo una de ellas. La maternidad todavía no se cuestiona. Todas la disfrutan, aunque sea tardíamente como dice Margarita, afirmar que su vida está definida por su carrera profesional. A Ana Lilia, madre de dos hijos, ama de casa de tiempo completo, le pareció bien que entre el primero y el segundo hubiera una distancia de casi 10 años. En el 94 aniversario del festejo del día de la madre ha quedado claro que una inmensa mayoría de mexicanas consideran a la maternidad algo ligado a su sexo. Incluso como una cuestión central en sus vidas. La antropóloga Marta Lamas sostiene que la maternidad debiera ser elegida, porque más que una definición de vida, debía ser un acto de amor razonado. Sin embargo, un breve sondeo indica que mujeres de la vida política, mujeres empresarias, trabajadoras y amas de casa viven la maternidad como algo fundamental cuando se les cuestiona: ¿te hubiera gustado no ser madre? Los niños y las niñas en pleno siglo XXI todavía son responsabilidad principalmente de las mujeres, social e ideológicamente, con frecuencia, de manera absoluta, cuando son jefas de hogar. Y aquellas que no son madres biológicas, tienen sentimientos contradictorios.

baña rápidamente y a las 7:30 sigue el desayuno de su hija; luego organiza el de su marido. Ella suele no desayunar y tras dejar a su pequeña en la escuela se va a la oficina. Cuatro horas o seis, de lunes a viernes. El fin de semana lo ocupa en lavar y planchar, limpiar casa y comprar la despensa. Piensa que nunca tendrá tiempo para nada. Reconoce que su marido “ayuda”, es buen padre. Se encarga de atender en muchas actividades a su hijo mayor, y cuando ella tiene horario extendido en su trabajo, “incluso se encarga de la niña”. Pero imposible, lo de la casa es cosa de ella. Lourdes pertenece al porcentaje de mujeres que en México viven en familia donde marido y mujer trabajan. Eso, afirma, “es duro” pero necesario. Lo explica así: “las colegiaturas están muy caras, tenemos una casita que debemos pagar y el niño debe ir a la universidad”. Lo cierto es que en un segundo trabajo, por las tardes, aprovecha para distraerse un poco, tomar café y charlar. “Es mi única distracción”. No sale de vacaciones, nunca piensa en ir a la sala de belleza, y apenas puede leer un libro cada dos meses. En ocasiones es el único sostén del hogar, cuando a él, que es contador, se le reducen los clientes. Margarita es contradictoria. Asegura que no hizo la doble jornada, pero siendo la principal proveedora de su casa durante casi 30 años, reconoce que hizo un gran esfuerzo; trabajaba en ocasiones más de 15 horas. Se siente bien, tiene su pequeño patrimonio. Sus dos hijos fueron a la universidad y ella se desarrolló. A veces le asalta la culpa porque no supo quién hizo la tarea con sus hijos, y no estuvo presente en algunos de sus adelantos o “triunfos”. Ahora no atina sobre la maternidad, es imposible desarrollarse como abuela. María, ahora con tres hijas mayores, dice que en sus tiempos la mayoría de las mujeres no sabían que podían optar por no tener hijos. Interrogada sobre si habría “optado” dijo que no, pero sí tuvo un aborto. “Si no hubiera hecho eso, con cuatro hijas y una chiquita, no me hubiera ganado un premio nacional por mi actividad profesional”. Se siente a gusto, es divorciada, le tocó trabajar triples jornadas para que las hijas fueran a la universidad y nunca logró deshacerse del trabajo doméstico. Dice que tener su propio dinero fue importante, aunque con frecuencia, -ella lo hizo- el salario, “lo invertimos en la casa”. Las mujeres según las encuestas y los datos de Inmujeres, trabajan mucho más de 48 horas a la semana. Lourdes trabaja hasta 12 horas diarias y 16 el fin de semana en casa. Ana Lilia calcula una jornada en el hogar de 8 horas diarias. María cuenta todavía 15 horas diarias y Margarita, después de los 60, labora hasta 9. Es una obsesiva de la limpieza y el arreglo de closets, cajones, orden en sus alhajas y hace conteo sistemático de ollas y cubiertos en la cocina. Ana Lilia remata la entrevista, ella de 42 años dice: “En diez años me veo cuidando a mis nietos”.


Entrevista LAURA ROMERO

HUYEN DE UNA PESADILLA, NO VAN POR EL SUEÑO AMERICANO

Lilia Aguilar Gil, pertenece a una generación de jóvenes mexicanas que se preparó para hacer política y trabaja en ello desde varias trincheras. Investigadora de Harvard para temas de derechos humanos, congreso y mujeres, es socia de la consultora Think Tank: Objetivo Ciudadano MX. No se trata de formar una ONG, explica Aguilar, sino de hacer un llamado a mexicanos con maestrías y posgrados realizados en México o en el extranjero para que donen tiempo y conocimientos en la creación de políticas públicas. Estas, en principio, sobre temas de derechos humanos, es decir, en lo que tiene que ver con la pobreza y la condición de mujeres, niñas y niños, principalmente. ¿De qué hablaste en el foro Women in the World de Nueva York? A raíz de mi participación en un foro de Harvard sobre la violencia en contra de las mujeres en México, fui invitada en abril pasado a presentar el tema “¿Por qué las mujeres centroamericanas huyen a Estados Unidos?” Para ese trabajo, llevamos a cabo una investigación de campo y una de las principales conclusiones fue que las jefas de familia, que se quedan solas en México y/o en algunos países de Centroamérica, toman la decisión de huir, básicamente por la violencia y por la falta de dinero. En este proceso, ellas se confiesan en un mundo que no les pertenece, un mundo de hombres, de machos donde la violencia impera y donde no pueden competir. Las bandas de delincuentes están acabando con el tejido social y el tema de la seguridad es una de las razones por las que hombres y mujeres se van. Además, encontramos que tanto en Centroamérica, como en México, a las mujeres se les ve como objetos “desechables”.

Pero ellas buscan proteger a su familia de la violencia... Es una cuestión literalmente familiar, de valores de las jefas de familia que no quieren que sus hijos sean delincuentes, ni que sus hijas tengan como única opción la prostitución, pero cuando hablamos con hombres y mujeres, o sujetos del crimen organizado, nos dimos cuenta de lo fácil que es para ellos conseguirse una mujer y otra y otra. Es muy fácil meterlas en el negocio de la droga, y si las matan, es muy fácil conseguir otra. Así es de devastador, las jefas de familia están sacando a sus hijos de la violencia no porque vayan a buscar el sueño americano, sino porque huyen de la pesadilla centroamericana y muchas se quedan en México. Pero muchas encuentran lo mismo de lo que escaparon. Según el informe Víctimas invisibles: Migrantes en movimiento en México, realizado por Amnistía Internacional (AI) en 2010, 6 de cada 10 mujeres y niñas migrantes sufren de violencia sexual durante el viaje. De acuerdo con el Global Migration de la ONU, 2013, en 1960 las mujeres ya representaban 46.8% del total de migrantes internacionales, cifra que crecería menos de tres puntos durante las siguientes cuatro décadas, hasta alcanzar 49.7% en el 2010. ¿Y quién puede poner un alto? La parte más fuerte de la violencia contra las mujeres es que la han asimilado a tal grado que no piensan que es una violación total a sus derechos humanos. Creo que el alto al tema de la violencia debe provenir de las mujeres. Todas y cada una debemos darnos cuenta. La educación y preparación es fundamental. Si, de acuerdo con el INMUJERES,

FOTO: OCTAVIO HOYOS

El Think Tank: Objetivo Ciudadano MX busca integrar a mexicanos graduados con maestrías o posgrados para proponer políticas públicas que ayuden a mejorar los derechos humanos, en especial, de mujeres y niños.

en México cada 4 horas una mujer es violentada, ¿por qué no tenemos esas denuncias? ¿Cómo va la propuesta de Think Tank: Objetivo Ciudadano MX? Esta iniciativa es para la creación de un grupo “laboratorio de ideas” que también haga gestión. Estamos integrando un directorio de personas graduadas en reconocidas universidades para establecer vínculos, relaciones y acuerdos con el gobierno para que estas políticas lleguen a las cámaras o al gobierno y sean tomadas en cuenta. MAYO, 2016 | TODAS |

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Cartón ÉCTOR

MUJERES EMPODERADAS, EJEMPLO PARA SUS HIJOS

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Opinión JEFAS DE FAMILIA: FORTALEZA Y GUÍA DE HOGARES MEXICANOS

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

En las últimas décadas, ha aumentado el número de hogares que son responsabilidad de mujeres, quienes guían la toma de decisiones y proveen el gasto ordinario.

ANA GEORGINA ZAPATA LUCERO

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as mujeres somos capaces de conjugar las tareas que tradicionalmente se nos han asociado, como las labores de crianza y educación de los hijos, así como las labores del hogar, con el creciente rol que cada vez más las mujeres mexicanas están jugando: ser jefas de familia. En las últimas décadas, ha aumentado exponencialmente el número de hogares que son responsabilidad de mujeres, siendo ellas las que guían la toma de decisiones y las que proveen el gasto ordinario. El que una mujer se constituya jefa de familia implica la responsabilidad de manutención, educación y búsqueda de todo tipo de satisfactores para los hijos y propios. Es por ello que, en la búsqueda de una amplia protección en favor de las mujeres, nuestro marco legal vigente contempla la protección de sus derechos a una condición justa, equitativa y favorable de trabajo y, por supuesto, la igualdad de salario al establecer que, para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin distinción alguna. En la actualidad, contamos con un marco jurídico nacional sólido, que considera la igualdad entre los géneros y la protección para las mujeres, como la Ley General de Igualdad entre Mujeres y Hombres (LGIMH), la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia (LGAMVLV) y Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (LFPED). La primera de ellas, tiene por objeto regular y garantizar la igualdad entre mujeres y hombres, así como proponer los lineamientos y mecanismos institucionales que orienten a la Nación hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de las mujeres.

Por su parte, la LGAMVLV busca establecer la coordinación entre la Federación, las entidades federativas y los municipios para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, así como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia, que favorezca su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y de no discriminación. La LFPED, la cual se armoniza con los derechos humanos contenidos en tratados internacionales ratificados por el Estado mexicano, dispone que se prohíbe toda discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social y de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas; a la par que establece la obligación de los poderes públicos federales de implementar medidas de nivelación, inclusión y acciones afirmativas prioritariamente para los grupos en situación de discriminación o vulnerabilidad. Quienes integramos la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, estamos convencidos de que el Estado mexicano siempre debe garantizar el respeto y la protección de los derechos humanos, así como imperioso resulta erradicar toda forma de discriminación. Ejemplo de la importancia que para los legisladores reviste la protección de estos derechos tan fundamentales, lo constituye sin lugar a dudas la reciente reforma a la Ley Federal del Trabajo aprobada por el Pleno de la Cámara de Diputados referente a la prohibición de establecer condiciones que impliquen discriminación en el ingreso, permanencia y promoción entre los trabajadores, con la que refrendamos nuestro compromiso de actualizar constantemente, y en plena concordancia con los tratados internacionales que contiene derechos humanos, por garantizar la equidad de condiciones entre mujeres y hombres, en este caso en el ámbito laboral.

En la búsqueda de la protección de las mujeres, nuestro marco legal vigente contempla proteger sus derechos a una condición justa, equitativa y favorable de trabajo e igualdad de salario

Dip. Ana Georgina Zapata Lucero Presidenta de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados.

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Opinión

LOS OBSTÁCULOS EN EL MERCADO LABORAL

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Salarios dispares y labor de la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado de la República en su favor.

MIGUEL ÁNGEL CHICO HERRERA

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l mejoramiento en las condiciones de vida es resultado de los enormes procesos de globalización y modernización en los que el ser humano constantemente se encuentra interactuando e implementando. Derivado de estos procesos, el área laboral siempre ha estado marcada por una serie de luchas y progresos que han beneficiado a diferentes sectores, generalmente vulnerables, dentro de la sociedad, reconociéndoles derechos y otorgándoles medios idóneos para su salvaguarda, defensa y protección de los intereses existentes en las relaciones laborales. Una condición latente, y merecidamente en auge, es la incorporación de la mujer en el mundo laboral, proceso cuya evolución ha sido un tanto pausada debido, principalmente, a las diferencias de género. A pesar de ser un logro trascendente para las mujeres, la realidad pone en evidencia la falta de equidad que existe entre un género y otro, así como la falta de incorporación plena de las mujeres a los derechos sociales y económicos, más cuando las costumbres o las características de los roles sociales asignados a la mujer y las brechas entre las clases sociales son elementos muy marcados. A través del tiempo, las normas sociales han marcado los parámetros de los roles a desempeñar en la sociedad. Así, al día de hoy, generalmente se ha considerado al hombre como el actor económico encargado de proveer al hogar, delegando a la mujer la responsabilidad del cuidado y crianza de los hijos y de las labores domésticas. No obstante, las sociedades modernas han fomentado con gran ímpetu el ingreso de las mujeres en diversos sectores laborales, convirtiéndolas en

“jefas de familia” que asumen el enorme reto de ser el sostén económico a pesar de los polémicos obstáculos en lo referente a las diferencias laborales entre hombres y mujeres tales como desigualdad salarial, ocupación preferencial de puestos, falta de oportunidades por cuestiones de género, por mencionar algunos. Uno de los cinco ejes importantes de la Reforma Laboral es “fortalecer la equidad de género, inclusión y no discriminación en las relaciones laborales”. Para esto, en la ley se estableció la prohibición de requerir certificados médicos de no embarazo para el ingreso, permanencia o ascenso en el empleo; la opción de transferir los periodos de descanso pre y post natales; el otorgamiento, para los casos de adopción, seis semanas de descanso; la reducción de hasta una hora la jornada de trabajo durante el periodo de lactancia; la prohibición de emplear a mujeres en periodo de gestación o lactancia, en declaratoria de contingencia sanitaria; y el castigo por acoso y hostigamiento laboral. Lo anterior garantiza que las mujeres tengan más y mejores oportunidades laborales, ya que se reconoce la igualdad entre trabajadoras y trabajadores con el propósito de eliminar la discriminación, el menoscabo o anulación del goce y ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales de las mujeres. La Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado de la República, que tengo el honor de presidir, con firme compromiso y responsabilidad, enfrenta el reto de mejorar las leyes del ramo laboral para brindar a los trabajadores amplitud en sus derechos y para garantizarles su ejercicio, sobre todo a las mujeres para que su incorporación al mundo laboral sea más accesible y plena.

Las sociedades modernas han fomentado el ingreso de las mujeres en diversos sectores laborales, convirtiéndolas en “jefas de familia” que asumen el reto de ser el sostén económico

Senador Miguel Ángel Chico Herrera Presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social del Senado de la República.

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Opinión

EL CUIDADO: UN TEMA DE COMPLEMENTARIEDAD

MARÍA DEL CARMEN BERNAL GONZÁLEZ

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as carreras tradicionalmente representadas por los hombres están siendo permeadas por talento femenino buscando expandir sus habilidades y participar en rubros y sectores nuevos. La presencia de mujeres en carreras STEAM (ciencias, tecnologías, ingenierías, artes y matemáticas, por sus siglas en inglés) está permitiendo la formación de un pool de talento para ocupar puestos de alto rendimiento en la fuerza laboral. Los estudios profesionales superiores de las mujeres en estas áreas, y en las que tradicionalmente se han posicionado, generan oportunidades de desarrollo de talento para ingresar a equipos de trabajo diversos y multidisciplinarios. La inclusión de mujeres talentosas profesionales a las empresas incrementa la competitividad de las mismas y cultiva una estrategia de negocio actual y global. La retención y permanencia del talento femenino depende de varios factores aparte del talento y preparación de las profesionistas; la construcción de una cultura laboral inclusiva que responda a las verdaderas necesidades de las colaboradoras es estructuralmente fundamental. La brecha de participación de las mujeres en el mercado laboral está fuertemente vinculada con la noción de roles de género establecidos en la sociedad. Estos roles y modelos establecen una división clara de las tareas entre generaciones y entre sexos. Las mujeres permanecen siendo responsables de las labores domésticas, de crianza de niño y cuidado de adultos mayores o enfermos generando una doble jornada laboral que satura y limita sus oportunidades de desarrollo profesional y participación social. La creciente participación de la mujer en el mercado laboral, el reconocimiento y valoración de su autonomía financiera y su permanencia en estudios profesionales superiores, obliga el replanteamiento y restructuración de la común división entre el varón y la mujer y el trabajo doméstico.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Día a día, más mujeres se titulan de las universidades , rebasando el número de hombres graduados y titulados, no sólo en México, sino en el mundo.

La mujer, con tantas responsabilidades en la crianza, en el trabajo y en el hogar está sobrecargada y está generando la necesidad de un nuevo modelo de rol de paternidad que incluya la demanda sobre los varones para que asuman un mayor compromiso y responsabilidad en las tareas domésticas, la crianza de niños y el cuidado de adultos mayores o enfermos se ha convertido en un nuevo paradigma en la época actual. La falta de un mecanismo de conciliación e integración entre la vida personal, familiar y profesional tiene como consecuencia un impacto negativo sobre la calidad de vida del hogar. Es un requerimiento del siglo XXI superar el modelo del “trabajador profesionista ideal”; hombre sin obligaciones ni deseos para tener un rol activo, corresponsable y copartícipe en su familia o vida personal. Hace falta repensar y adaptar el trabajo del hogar a las necesidades de la familia de este siglo, cambiar la percepción de las mujeres como fuerza de trabajo secundaria a primaria e impulsar que su participación sea esencial en el nuevo modelo socio-económico actual. La recuperación de la vida familiar como espacio esencial para el desarrollo y plenitud humana impulsa y exige que se vea la corresponsabilidad social de los cuidados como un ámbito propio del varón y la mujer. Los cambios de paradigmas culturales hoy ya son una realidad en algunos países latinos como Colombia. Los roles en las tareas domésticas tradicionales de hombres y mujeres se han venido transformando; antes, la cultura machista planteaba la desigualdad en el hogar con acuerdos tácitos en donde el hombre era el encargado de las cosas de fuera de la casa: la producción, los asuntos públicos, políticos y la mujer era la de las tareas domésticas, la del cuidado emocional, la de las comunicaciones. En la actualidad, existe la posibilidad de relaciones más igualitarias, donde ponen los dos, varón y mujer construyen sus propios paradigmas, lo que les permite ajustarse con mayor comodidad y eficacia para resolver los asuntos de crianza y el manejo de los asuntos domésticos. Debe haber corresponsabilidad si se quiere una sociedad más humana y habitable. Cada hogar debe diseñar su propio mundo y sus propias reglas sobre la distribución del trabajo doméstico partiendo, por supuesto, de hacer tareas que les gusten a ambos y desechando la idea de que son solo las mujeres las que deben ser las responsables de la casa. Hay que romper paradigmas: que los hombres asuman que ésta no es una ayuda, ni una participación, es una tarea que debe ser asumida como una corresponsabilidad y co-creación juntos..

La mujer está sobrecargada y está generando la necesidad de un nuevo modelo de rol de paternidad

Dra. María del Carmen Bernal González Directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección, IPADE Business School

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Opinión

34% DE LOS HOGARES EN MÉXICO, DIRIGIDOS POR UNA MUJER Pese al gran papel que desempeñan las mujeres tanto en el ámbito personal como laboral, son ellas las que quedan relegadas en cuanto al ingreso económico.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

MARÍA ELENA CAMARENA ADAME

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n México, 34% de los hogares se encuentran dirigidos por una mujer, es decir, el sustento económico principal de la familia lo aporta la mujer. Sin embargo, independientemente de su condición de jefa de familia, es ella quien dedica más horas al trabajo doméstico que los hombres (42.4 horas vs 9.3 horas), llevando así sobre sus hombros una doble labor, que se triplica si se es madre y se cuadriplica si debe ocuparse del cónyuge. Es por lo anterior, que muchas veces se ha señalado al trabajo que la mujer realiza fuera de su jornada laboral como “invisible”, dado que se realiza sin retribución económica alguna y que dependiendo de la situación de la mujer demanda la misma cantidad o más horas que la jornada laboral por la que sí recibe una retribución. El trabajo doméstico que realiza la mujer en términos de aportación al PIB se estima en 21.6%, el cual es superior si lo comparamos con el comercio (20%) y la industria manufacturera (18.5%). Y qué podemos decir entonces del trabajo “visible”, aquel que la mujer realiza en alguna organización, ya sea pública o privada, a cambio de una remuneración económica, donde la brecha por sexo es notoria, pues por cada mujer que participa en el trabajo remunerado existen dos hombres, lo que implica mejores oportunidades de empleo para ellos. Esto es el fiel reflejo de su situación social donde la falta de equidad de género, también se agudiza en la desigualdad salarial, pues aunque la mujer se desempeñe el mismo trabajo que el hombre, persiste la brecha salarial, siendo notorio, como en la mayoría de los grupos ocupacionales, que la mujer recibe un sueldo menor, acentuándose aún más en las ocupaciones industriales, en donde la mujer percibe 75% de lo que gana un hombre.

Otro aspecto importante a resaltar respecto de las condiciones de la mujer en el trabajo, es la segregación a tareas subordinadas y de servicio, lo cual acentúa la brecha por sexo si se considera que cuenta con el mismo nivel de estudios y aun a veces con mayor nivel de estudios que los hombres, y ni qué decir de las oportunidades para ascender a puestos de alto nivel, es allí donde la mujer se encuentra con el llamado “techo de cristal”, que no es otra cosa que las barreras que le impiden llegar a puestos directivos y que limitan su desarrollo profesional. Por último, cabe mencionar los retos que enfrenta la mujer al momento de incursionar en un negocio, ante la necesidad de generar sus propios ingresos o al encontrarse con el “techo de cristal” cuando intentan ascender en sus carreras laborales, así como, buscar un equilibrio entre el trabajo y la familia. En este ámbito, tampoco se encuentran exentas de los estereotipos de género que limitan su desarrollo como empresarias, las mujeres generalmente son dueñas de empresas de menor tamaño que los hombres, ocupan menos personal y generan menos utilidades dado que se encuentran operando en sectores de baja productividad (comercio y servicios). Esta diferencia se explica porque las empresas de las mujeres inician con poco capital (muy pocas cuentan con propiedades o inversiones), tienen escaso acceso a la tecnología, a fuentes de financiamiento y les hace falta capacitación en temas empresariales. Se puede afirmar que aún faltan muchos retos por superar para lograr una verdadera equidad de género, en un país como México, donde los estereotipos de orden social y cultural aún relegan el papel de la mujer a un segundo plano tanto en el ámbito laboral como empresarial.

El trabajo doméstico que realiza la mujer aporta al PIB 21.6%, más que el comercio (20%) y la industria manufacturera (18.5%)

Dra. María Elena Camarena Adame Directora del Seminario de Género en las organizaciones Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Nacional Autónoma de México

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Opinión

CRÉDITO PARA MUJERES EMPRESARIAS

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

NAFIN, INMUJERES y el Instituto Nacional del Emprendedor impulsan una oferta de productos de crédito, acorde con las características.

JAVIER VÁZQUEZ DURÁN

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a banca de desarrollo tiene el mandato de promover la inclusión de las mujeres en los sectores económicos y junto con la banca comercial, desarrollar productos que promuevan la igualdad de género. Para cumplir este mandato, es necesario identificar las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, y diseñar acciones que permitan eliminarlas. La perspectiva de género reconoce que esas brechas no surgen de diferencias biológicas entre mujeres y hombres, sino de los roles que, por factores sociales y culturales, se espera que desempeñen unas y otros. Si bien poco más de la mitad de la población total en México son mujeres, su participación en las actividades económicas es mucho menor e inequitativa respecto de los hombres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI[1], ellas representan 38.5% de la Población Económicamente Activa (PEA), contra 61.5% de los hombres. En contraste, 7.7% del total de mujeres ocupadas realizan actividades no remuneradas (frente a 3.8% de los hombres ocupados); y la tasa de mujeres desocupadas o que trabajan menos de 15 horas a la semana es de 15.4% de su PEA, contra 8% de los hombres. Más aún, solo 2.3% de las mujeres ocupadas son empleadoras (contra 5.7% de los hombres ocupados) y tanto su perfil como las características de sus negocios plantean desafíos importantes[2]. La gran mayoría de las empresarias está en una relación de pareja y/o tiene hijos, por lo que requieren hacer compatible su actividad empresarial con las responsabilidades domésticas que los roles de género les atribuyen. Esto representa un fuerte conflicto para muchas mujeres que,

en el ánimo de no descuidar más su hogar, se autoimponen límites al crecimiento de sus negocios. En términos de acceso al crédito, con frecuencia carecen de colaterales, pues iniciaron su empresa para sacar adelante a su familia o heredaron un negocio familiar en el que no figuraban como propietarias de ningún activo. No obstante, las mujeres tienen una mayor propensión a reinvertir utilidades y tienen un mayor porcentaje de cumplimiento en el pago de sus deudas que los hombres, lo que las convierte en mejores sujetos de crédito. En este contexto, Nacional Financiera (NAFIN), en coordinación con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), impulsó a través de la banca comercial una oferta de productos de crédito acordes con las características de las empresas lideradas por mujeres y que a la vez reconocen en ellas un perfil de menor riesgo derivado de sus hábitos empresariales. Estos productos están dirigidos a negocios formales de mujeres, ya sean Personas Físicas con Actividad Empresarial –incluyendo el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF)-, o Personas Morales que sean propiedad de mujeres al menos en 51%. El monto máximo de crédito son 5 millones de pesos, con plazos de hasta 60 meses, a una tasa de interés máxima de 9.9% anual fija y no se requieren avales personales en montos de hasta 500,000 pesos, ni garantías hipotecarias en montos de hasta 2.5 millones de pesos. Para conocer los bancos participantes y solicitar la atención personalizada de un ejecutivo, las empresarias interesadas pueden comunicarse al teléfono 01-800-NAFINSA (6234672).

Si bien poco más de la mitad de la población total en México son mujeres, su participación en las actividades económicas es mucho menor e inequitativa respecto de los hombres

Javier Vázquez Durán Subdirector de Proyectos Sectoriales Nacional Financiera, S.N.C.

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[1] Cifras al cuarto trimestre de 2015. [2] Con información del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES).


Opinión

SITUACIÓN DE LA MUJER JEFA DE FAMILIA EN LAS EMPRESAS ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

La celebración de ser madre en México representa una de las tradiciones más importantes de nuestra población. Sin embargo, hoy la mujer mexicana se enfrenta a nuevos roles que, de seguir ignorándolos, mantienen las desigualdades.

CLAUDIA ISELA GUZMÁN GONZÁLEZ

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l número de mujeres que son jefas de familia va en aumento y en materia de desarrollo económico, es un factor que impacta de manera directa a las empresas; por lo que a inclusión laboral y comercio formal se refiere. Embarazo adolescente, separaciones, divorcio, viudez o el simple hecho de ejercer la maternidad sin una pareja o en el seno de un hogar, son las causas por las que la mujer mexicana puede convertirse en jefa de familia. Según la encuesta Intercensal 2015 refiere que, 1 de cada 4 mujeres es jefa del hogar. El mayor número, son separadas, divorciadas, viudas o solteras (69%); mientras que las madres con hijas, 7.1%, son adolescentes de 12 a 19 años, y de estas, 81.4% no asisten a la escuela. En este sentido, hay mucho por hacer frente aspectos referentes a educación y economía del cuidado, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en el cuarto trimestre del 2015 la tasa de participación económica de las mujeres de 15 años y más, con al menos un hijo es de 44.2%, de las cuales, 96.7% combina sus actividades extra domésticas con los quehaceres del hogar contribuyendo al sustento de sus familias. Las jefas de familia representan 33.4% que trabaja en el sector informal, 36.3% en empresas y 16.3% en instituciones. La mayoría son comerciantes (51.4%) o trabajadoras del sector industrial, artesanas y ayudantes (28.2 %). Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, su fuerza de trabajo pasó de 21% en 1970 a 38% en 2010. De los 7.5 millones de profesionistas ocupados, el 44.5% está representado por mujeres.

La encuesta del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) revela que solo 8.79% de la población femenina inicia una empresa, siendo el autoempleo la alternativa más socorrida para obtener ingresos que les permitan sostener a las familias que dependen de ellas, para así conciliar la vida familiar y el desarrollo profesional. Según estos datos, las jefas de familia representan un número importante de mujeres que deben acceder al mercado formal, ya sea por la vía de la inclusión laboral o por la de la formalización de sus ideas de negocio. Sin embargo, para que esto suceda habrá que considerar mecanismos de inclusión financiera, formación y capacitación, que permitan condiciones que faciliten la sobrevivencia de sus negocios e incentiven la competitividad frente a un mercado emergente. Esta acción, brindaría de condiciones de seguridad económica a las jefas de miles de hogares mexicanos. Para el caso de las que habrán de insertarse en un mercado laboral, es necesario considerar nuevas prácticas que promuevan esquemas de trabajo que faciliten el acceso a condiciones como los espacios de lactancia, guarderías y horarios flexibles o homeoffice. En COPARMEX CMDX y Nacional hemos abrazado el compromiso de la transformación económica y social más allá de la sensibilización, exigiendo que se fomenten condiciones que modifiquen la realidad actual de la mujer mexicana, adhiriéndonos a un plan de trabajo que dota de soluciones frente a los compromisos adoptados hacia el cumplimiento de los objetivos de la Agenda de Desarrollo 2030, para garantizar la inclusión social y económica de más mujeres como eje rector de los nuevos objetivos de desarrollo sostenible.

La encuesta del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) revela que solo 8.79% de la población femenina inicia una empresa, y es el autoempleo la alternativa más socorrida para obtener ingresos

Claudia Isela Guzmán González. Presidenta de la Comisión de Mujeres Empresarias COPARMEX CDMX.

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Opinión

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

JEFAS DE SU CASA: LO DICHO Y EL HECHO En México, las mujeres dedican la mayor parte de su tiempo al cuidado de la familia y el funcionamiento del hogar.

AMPARO NATALIA REYES ANDRADE

M

ayo, mes de conmemoración y festejos. Mamás, magisterio y estudiantes reciben regalos, fiestas, es un mes de agasajos. Pero existe la otra cara de la moneda, lo que viven muchas mujeres en nuestro país. Crían, protegen, trabajan por sus hijas e hijos, viven la doble o triple jornada, que además de cumplir con horas laborales, continúan trabajando en el espacio privado. Allí el trabajo no es reconocido ni remunerado. De no ser por su dedicación, tiempo y esfuerzo en cuidar a sus seres queridos no habría desarrollo. Madres jefas de familia o solas, cargan a cuestas estereotipos y roles de género, ¿quién mejor si no ellas para hacerse cargo de la crianza? Dicen por allí: “No existen madres solteras, sino padres irresponsables”. Culturalmente, las madres, salvo excepciones, difícilmente renuncian a esos roles tradicionales, hayan elegido o no serlo, hacerse cargo de la crianza, estén informadas o aprendan en el camino y encima sentir la frustración de no saber qué hacer con su propia vida. En México, las mujeres dedican su tiempo al cuidado de personas ancianas, enfermas, hijas e hijos, limpieza, preparación de alimentos, compras, mientras que el tiempo de los hombres en el hogar está destinado a la limpieza y reparación de bienes, y muy por debajo del uso de su tiempo en las labores que realizan las mujeres. Por ejemplo las casadas invierten 51:35 horas semanales en promedio, en unión libre 52:19 horas, separadas 39:38, divorciadas 37:05, viudas 32:02 y las solteras 20:43 horas [1]. Mientras que los hombres separados 15:56 horas, divorciados 15:38, viudos 14:59, casados 12:47, unión libre 13:07 y los solteros 9:28 horas a la semana en promedio. Según datos de la STPS, al cierre de 2015, la población de México era de 124 millones 486,582 habitantes, y solo 51 millones 568,519 se encuentra en el grupo de población ocupada, del cual 61.6% son hombres y 38% son mujeres. Ellas laboran principalmente en los conceptos de: Otros servicios, Comercio e Industria manufacturera. Sobre su

nivel de instrucción, han cursado la primaria, secundaria y media superior en su gran mayoría seguida del nivel superior. Respecto los ingresos, se registra que a mayor número de salarios mínimos menor presencia de mujeres y lo mismo sucede a la inversa. Según el INEGI, en México, 29% de los de los hogares está a cargo de mujeres, o sea, de 2010 a 2015 hay un incremento en jefaturas femeninas de 4.4%. Muchas de ellas sufren violencia por parte de sus parejas e incluso de su propia familia por tratar de obtener unos pesos, algunas criminalizadas pues fue su culpa que el hijo haya cometido algún delito por andar en la calle. Sin embargo ¿qué opciones brinda el Estado para que las hijas e hijos de las madres solas puedan estar en su comunidad de forma segura y que puedan ir a trabajar sin preocupaciones? Sin duda, este panorama nos permite observar que aún persisten inequidades entre hombres y mujeres en cuanto a la manutención y la crianza de sus hijas e hijos, el promedio desigual en horas destinadas a las labores domésticas y al clima de violencia contra las mujeres. Las mujeres poseen valores que sin duda son alicientes para revertir esta realidad, hacia una más justa, donde la cultura de la paz sea un común denominador. Son y pueden ser parte de procesos de construcción de paz social, y por ello es necesario apoyarnos sociedad, medios de comunicación, instituciones gubernamentales, iniciativa privada, organizaciones de la sociedad civil e instituciones educativas, de compromisos y trabajo inmediato para erradicar la violencia contra las mujeres, que ser madre no sea un fin social que lleve a cuestas lo descrito al inicio, sino que sea una elección en la vida de todas las mexicanas libre de explotación y discriminación. Reconociendo también el papel de las jefas de familias compuestas y monoparentales que se atreven a romper estereotipos iniciando la nueva era de mujeres empoderadas que resisten los estigmas y superan los esquemas.

“Las mujeres poseen valores que, sin duda, son alicientes para revertir esta realidad hacia una más justa, donde la cultura de la paz sea un común denominador”.

Amparo Natalia Reyes Andrade, Consejera Social INMUJERES

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[1] http://estadistica.inmujeres.gob.mx/formas/tarjetas/Trabajo_ domestico.pdf


Opinión

Se necesita reconocer que las mujeres producen capital humano y considerar el Trabajo Doméstico No Remunerado dentro de la Constitución de la CDMX.

¿

Claudia Cruz Santiago, Consejera Consultiva del INMUJERES @claudiacruz2001

Qué festejamos las madres en México? Pues yo creo que nada... Así comenzó la charla con doña Lupita y las señoras Bertha, Mónica y Erika, las dos últimas, madres jóvenes. Así también respondieron en diferentes charlas las doñas mamás cuando les pregunté ¿qué les significaba celebrar ser madres? En sus condiciones, ¡uy, pues ahí explotó toda clase de ansiedades, angustias y preocupaciones! Ese día a día del ser madres se traduce en los quehaceres diarios de todo el día todos los días; cuidar hijas e hijos, vigilar y revisar que vayan a la escuela, que se vistan bien, se bañen, que vayan bien en los estudios, además de administrar los recursos para mantener la casa, limpiar la casa, comprar alimentos, cargarlos, hacer la comida todos los días, lavar la ropa de toda la familia, tenderla, doblarla, plancharla y acomodarla, además de salir a trabajar para conseguir algo más de recursos que den un ingreso más holgado para la familia. Doña Lupita, junto con sus hijas y su suegra, cuidan de su esposo que quedó parapléjico cuando trabajaba de albañil hace años en una obra de condominios, como no tenían Seguro Social no se les remunera nada para sus cuidados médicos; la señora Bertha cuida a sus nietos mientras la hija y su yerno trabajan todo el día, solo le dan para algo de comer y mantenerse. Mónica tiene una beba de dos meses y un hijo de cuatro, Erika dos niñas de 5 y 7 años, ninguna terminó sus estudios profesionales, se quedaron en prepa y secu, no les pasa por la mente seguir estudiando después de tener que cuidar a sus hijas e hijos; las cuatro realizan una triple jornada de trabajo, pues además deben buscar que en la colonia haya agua, o participan de las tareas de aseo que la escuela les pide a las madres de familia. A estas actividades se les llama Trabajo Doméstico No Remunerado. No se reconoce, es invisible, no se percibe salario alguno por ello, pues se considera masivamente que es una obligación de las mujeres por el solo hecho de ser madres (y muchas veces sin serlos) de atender a la familia. ¿Cuánto cuesta el trabajo doméstico que cada una de las madres y mujeres realizamos en nuestras casas? Con ello, ¿cuánto aportamos las mujeres a la economía nacional mexicana? [1]Dice la OCDE que por trabajo doméstico se entiende la producción de bienes y servicios dentro del hogar, como resultado de la combinación del trabajo no remunerado y de la adquisición en el mercado de bienes duraderos y no duraderos. Hasta ahora, y a pesar de que desde hace varios años se realizan estudios referidos al valor del Trabajo Doméstico No Remunerado de las mujeres, los modelos económicos no han sido capaces de incluir en sus entramados teóricos la aportación del trabajo no mercantil, por lo que han optado por reducirlo a su inexistencia; solo se contabiliza cuando es producida por las empleadas del hogar, quienes en su gran mayoría son explotadas, pues no se reconoce como un trabajo digno, ni se otorgan prestaciones y seguridad social.

CLAUDIA CRUZ SANTIAGO A partir de la década de los años 70, a través de una nueva corriente investigadora, la Nueva Economía de la Familia (NEF), encabezado por el premio Nobel Gari Becker, se reconoció que existe una desigualdad manifiesta en los roles adoptados por el hombre y la mujer dentro del hogar, de manera tal que el primero está sujeto a una restricción temporal que le obliga a elegir entre tiempo de trabajo o tiempo de ocio, mientras que el ama de casa debe repartir su tiempo entre el trabajo asalariado, el ocio y el trabajo doméstico. [2]El INEGI con el apoyo del INMUJERES, ha realizado varios ejercicios sobre este tema; desde 1996 a 2015 primero como un módulo de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH); desde 2009 las Encuestas Nacionales sobre el Uso del Tiempo ENUT con el fin de tener información estadísticas sobre cómo las personas distribuyen su tiempo en diversas actividades: trabajar, estudiar, divertirse, comer y descansar, entre otras; y de manera específica, el tiempo que dedican al trabajo doméstico (cocinar, limpiar, lavar la ropa); apoyo y cuidado de niñas y niños, personas enfermas o discapacitadas y otras y otros miembros del hogar; realizar compras, pagar servicios. Contar con información que permita asignar un valor social y económico al Trabajo No Remunerado que se realiza en los hogares, con el fin de contabilizar la producción doméstica y contribuir a la construcción de la cuenta satélite de los hogares. Ante la elaboración de una Constitución Política y de Derechos de la Ciudad de México (CDMX) y con la existencia de tales herramientas para valorar de forma científica y técnica el Trabajo Doméstico No Remunerado de las mujeres, me parece pertinente proponer que las y los Diputados de la Asamblea Constituyente de la CDMX deberán optar en incluir aspectos que revaloren el trabajo que las mujeres hemos realizado durante muchos años dentro de las casas y/o en el seno de las familias; este aspecto económico y social deberá ser reconocido y plasmado en la Constitución CDMX a través de sus Cuentas Públicas. Se dice que las amas de casa no producen nada pues no producen plusvalía, no estoy de acuerdo y creo que tampoco millones de mujeres lo están; me parece que es el momento de echar a abajo las teorías económicas y patriarcales que no reconocen que las mujeres producen capital humano,eso tiene un valor que el Estado no quiere reconocer pues le sale gratuito, cuando es su responsabilidad (millones de profesores y profesoras en nuestro país lo hacen todos los días y se les remunera), entonces ¿por qué no considerar el valor de la producción del Trabajo Doméstico No Remunerado que hacen las mujeres en la Constitución de la CDMX? Reconocerlo significará generar una economía justa y social que impacte en el crecimiento y desarrollo de las mujeres, en el desarrollo de las familias, en la reconstrucción del tejido social en las comunidades,en sociedades sanas y productivas, garantizando los Derechos Humanos de las mujeres y las niñas,como el acceso al trabajo decente, salario digno, a la educación y salud de calidad, vivienda digna garantizando nuestra Seguridad Humana. Hoy la CDMX puede dar un ejemplo de grandes cambios y transformaciones si reconocemos las implicaciones económicas, políticas y sociales del Trabajo Doméstico No Remunerado de las mujeres que beneficiara a todas las personas que habitamos y transitamos nuestra hermosa y queridísima Ciudad de México. ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

INCLUIR EL TRABAJO DOMÉSTICO NO REMUNERADO EN LA NUEVA CONSTITUCIÓN

[1] El trabajo doméstico (análisis económico desde una perspectiva de género) almudena baanante gismero, http://cdd.emakumeak.org/ficheros/0000/0244/publicacion3premio.pdf [2] INEGI E INMUJERES presentan los resultados de la encuesta nacional sobre uso del tiempo 2014, http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/boletines/2015/especiales/especiales2015_07_2.pdf MAYO, 2016 | TODAS |

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Opinión

JEFATURA FEMENINA, ¿SOLO EN HOGARES MONOPARENTALES?

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Mucho se habla de los retos para las jefas de familia que enfrentan solas la responsabilidad de un hogar y, aunque ya existen políticas públicas para apoyarlas, aún se debe reforzar a través de acciones concretas.

ERIKA VELÁZQUEZ GUTIÉRREZ

L

a Encuesta Nacional de los Hogares (ENH) 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos reveló datos interesantes dignos de retomarse en torno a la maternidad y la jefatura de familia. Esta encuesta nos dice que de los 31 millones 374,724 hogares estimados en México, la edad promedio del “jefe” del mismo (sí, así en masculino) ascendió a 48.6 años y que 27.2 % de los hogares tenía como “jefe” a una mujer. De los hogares con jefatura femenina se detecta un porcentaje mayor de hogares no familiares con 16.2%, mientras que en los hogares cuya jefatura reside en un hombre es de 7%, esto es, hogares con personas solas o con integrantes sin parentesco con el jefe o jefa de familia. Del 83.8% de hogares familiares con jefatura femenina destaca también que solo poco más de la mitad, es decir 56.9% son hogares nucleares, 40.9% hogares ampliados y 2.3% hogares compuestos; mientras que los hogares con jefatura masculina 75.1% son hogares nucleares, 22.3% ampliados y 2.7%, compuestos. Destaca pues como los hogares unipersonales y ampliados se encuentran más comúnmente en una jefatura femenina; además el mismo INEGI nos revela que una quinta parte de los hogares en México son monoparentales (18.5%) y de ellos 84% con jefatura femenina, así pues podemos encontrar que la gran mayoría de los hogares nucleares con jefatura femenina son hogares monoparentales. Mucho se ha hablado ya de los grandes retos para las madres y jefas de familia que enfrentan solas la responsabilidad de sacar adelante hijos, hijas y otros familiares en el caso de hogares ampliados. Políticas públicas han surgido hacia este sector de la población principalmente

desde el ámbito del desarrollo social, pero debemos reforzar el trabajo desde acciones afirmativas de empleo y autoempleo, con horarios que faciliten las responsabilidades de crianza; debemos trabajar aún más allá y fortalecer los mecanismos de impartición de justicia en materia de corresponsabilidad, como ya se han venido reforzando con jurisprudencia como la retroactividad de la pensión alimenticia desde la fecha de nacimiento de los hijos e hijas. En el Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí (IMES) hemos apostado por el tema del Empoderamiento Económico de las Mujeres y las jefas de familia son una prioridad. Sensibilizarlas desde una perspectiva de género sobre las posibilidades de auto emplearse, informarles sobre los mecanismos de financiamiento gubernamental, guiarlas y asesorarlas en los procesos administrativos, capacitarlas en materia de mercadotecnia, contabilidad básica, ventas, entre otros temas, ha sido un trabajo en el que el área de Capacitación del IMES se ha abocado desde hace tiempo y del cual ya se cuenta con una red de emprendedoras que además se fortalece a través de su vinculación. Trabajar con las jefas de familia es fundamental para que la igualdad sustantiva sea una realidad cotidiana, pero la gran interrogante es ahora ¿Cuándo comenzaremos a encontrar respuestas y datos sobre la jefatura compartida al interior de los hogares? ¿Tan arraigada está la idea del patriarca que aún en los hogares biparentales se les señala a ellos como jefes de familia? Esperemos que las estadísticas de jefatura de familia compartida comiencen a ser una realidad que refleje, no solo en quien recae la principal fuente de proveeduría familiar, sino que dé cuenta de relaciones familiares corresponsables y democráticas.

¿Cuándo comenzaremos a encontrar respuestas y datos sobre la jefatura compartida al interior de los hogares? ¿Tan arraigada está la idea del patriarca que aún en los hogares biparentales se les señala a ellos como jefes de familia?

Erika Velázquez Gutiérrez, Abogada, maestra en Derecho Constitucional y Amparo.

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Recomendaciones POR: MILENIO / FOTOS: CORTESÍA

LIBROS

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Vayamos adelante: Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar

@mamadisenadora

Poco a poco teñiremos nuestras ciudades de amarillo @mammaproof #vsco #vscocam #conmiradademadre #spring #primavera #sunflower ohmymum txell_hgPreciosa! sarahboschQ bonica!!!!

Combinar una carrera exitosa con una vida familiar cercana no es un mito. La alta ejecutiva corporativa, Sheryl Sandberg, sale del trabajo a las 5:30 de la tarde todos los días para estar con sus hijos y busca ayudar a otras mujeres a que descubran la clave para combinar ambos aspectos de la vida. Su libro Vayamos adelante: Las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar (Lean In: Women, Work and the Will to Lead) habla de cómo las mujeres alcanzaron hace años los niveles de educación similares a los hombres y, aún así, ellos ostentan la gran mayoría de los puestos directivos, tanto en empresas como en entidades gubernamentales. Es por esto, que Sheryl Sandberg examina las razones por las cuales el avance de las mujeres hacia puestos altos de trabajo aún es baja, explica las causas y también ofrece soluciones para que las mujeres alcancen su máximo potencial. Versión en español disponible en Amazon

Diseñadora y mamá a tiempo completo. Marta tiene una pequeñita de 5 años con quien comparte juegos, comida y momentos llenos de colores. Además, en su página de internet unamamadisenadora.com comparte sus experiencias, videos, reflexiones y tips sobre su vida con su hija Lucía.

MUSEO INTERACTIVO DE ECONOMÍA (MIDE) Es el primer museo del mundo dedicado enteramente a la economía y abarca cuatro grandes temas: crecimiento y bienestar, finanzas en la sociedad, principios básicos de la economía y el desarrollo sustentable: economía, sociedad y naturaleza. El museo, instalado en el antiguo Convento y Hospital de Pobres y Convalecientes de Nuestra Señora de Belén, ayuda a entender los temas económicos de la forma más sencilla, por ejemplo el trabajo, el capital, la asignación de recursos, el costo de oportunidad; todos esto forma parte de la vida cotidiana y donde no necesariamente interviene el dinero. Página en FB: www.facebook.com/museo.mide/ Twitter: @MuseoMIDE

PÁGINAS WEB

BECAS PARA MAMÁS Cada año, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) abre convocatorias para otorgar becas de estudio a mujeres jefas de familia que estudien licenciatura o una carrera técnica. El apoyo puede recibirse el tiempo que sea requerido para la finalización de estudios, que puede ir de 1 a 36 meses. Más información en: www.conacyt.mx/index.php/becas-yposgrados/apoyo-a-madres-jefas-defamilia

APPS RELAX MELODIES Disponible para iOS y Android. Una app para descansar y relajarse luego de un día intenso. Esta app tiene 52 sonidos ambientales de alta calidad e incluso ayuda a crear melodías propias. Incluye sonidos naturales, sistema de cronómetro para definir la duración de las melodías, mezcla sonidos y música con diferentes niveles de volumen y se pueden guardar las melodías y reproducirlas en cualquier momento.

TODOIST Disponible para iOS y Android. Entre tantas tareas y pendientes del día a día, es casi imposible que algo no se escape. Esta aplicación ayuda a mantener una agenda rigurosa de actividades y ayuda a administrar las tareas de casa y trabajo: se pueden agregar, completar y reprogramar diferentes tareas desde el teléfono, aún sin conexión; establece plazos para las tareas; compartir proyectos y asignar tareas a otros colaboradores.

EXPENSE MANAGER Disponible para iOS y Android. Esta aplicación ayuda a hacer más eficiente la administración del presupuesto. Con esta se puede hacer seguimiento de los gastos mensuales; crear alertas de pago; hacer un presupuesto diario, semanal, mensual y hasta anual; hacer lista de pagos permanentes y esporádicos; tomar fotografías de los recibos o facturas. MAYO, 2016 | TODAS |

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Numeralia Madres solas

10 DE MAYO se festejó por primera vez en México en 1911 y se institucionalizó en 1922

Población

67.1 %

de las mujeres mayores de 12 años son madres (32.6 millones)

44.1% tienen uno o dos hijos

14.9 % tienes seis hijos o más

55.2%

de las mujeres que son madres están casadas

29 millones de mujeres

17.2%

de 14 años y más tienen al menos un hijo; de ellas, 7.8 millones no tienen cónyuge.

10.3% son viudas; 5.8% separadas 2.3% divorciadas

Educación

están unidas

de las madres tiene estudios superiores o de posgrado

ILUSTRACIÓNES: SHUTTERSTOCK

90.2 %

de las mujeres mayores de 30 años son madres

11%

9.1 %

son madres solteras (2.9 millones)

79% de madres no terminó educación básica

Trabajo La tasa de participación económica de las mexicanas es de

14 AÑOS

Del total de las madres ocupadas

61.5% 28.5% 7.3 % 2.7%

TRABAJADORES Y SUBORDINADAS Y REMUNERADAS TRABAJA POR SU PROPIA CUENTA NO TIENE REMUNERACIÓN

21% de las madres ocupadas gana hasta un salario mínimo;

TRABAJA COMO EMPLEADORA

44%

DE 3 A 5 HIJOS

59.2%

25.1%

trabaja sin prestaciones

entre 1 y 3 salarios mínimos

51.1% MÁS CON 1 O 2 HIJOS

43% DE 6 HIJOS Y MAS

Trabajo doméstico Las mujeres dedican a las actividades domésticas

35:29 HORAS en promedio a la semana y los hombres

11:04

Fuentes: Inmujeres con base en la Encuesta Nacional de Ocupación Empleo 2013; Inmujeres con base en INEGI, Censo de Población y Vivienda 2010; Inmujeres con base en la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares 2011; Pedrero, Mercedes (2010). Valor económico del trabajo doméstico en México. Aportaciones de mujeres y hombres. INMUJERES. México 2010. Disponible en http://www.inmujeres.gob.mx/images/stories/cuadernos/ct20.pdf; SEMMEXICO.

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