TODAS, noviembre de 2016

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SUPLEMENTO MENSUAL

NOVIEMBRE 2016

TODAS

ESCRIBAMOS UNA NUEVA HISTORIA: HISTO MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG

NNACIONAL ACIONAL

No a la violencia contra las mujeres y las niñas

Cambio cultural,

cambio de paradigma Opinión

Guadalupe Gómez Maganda • Ricardo Bucio • Leticia Bonifaz



FRANCISCO A. GONZÁLEZ FRANCISCO D. GONZÁLEZ JESÚS D. GONZÁLEZ CARLOS MARÍN ANGEL CONG PEDRO GONZÁLEZ HUGO CHAPA JAVIER CHAPA ALFREDO CAMPOS ROBERTO LÓPEZ JUAN PABLO BECERRA-ACOSTA HÉCTOR ZAMARRÓN ÓSCAR CEDILLO BÁRBARA ANDERSON RAFAEL OCAMPO MIGUEL ANGEL VARGAS MAURICIO MORALES ADRIANA OBREGON RICARDO ZAMORA DYANA REYES ADRIAN LOAIZA GUILLERMO FRANCO FERNANDO RUÍZ ALBERTO BRAÑA VALERIA GONZÁLEZ RODOLFO GUTIÉRREZ TOMÁS SÁNCHEZ MARCO A. ZAMORA

PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN PRESIDENTE EJECUTIVO VICEPRESIDENTE DIRECTOR GENERAL EDITORIAL DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DIRECTOR EJECUTIVO DIRECTOR DE MEDIOS IMPRESOS DIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL DIRECTOR EDITORIAL DE MILENIO DIGITAL DIRECTORA DE INNOVACIÓN EDITORIAL DIRECTOR DE MILENIO TELEVISIÓN DIRECTOR DE ENLACE EDITORIAL DIRECTOR DE DESARROLLO CORPORATIVO DIRECTORA COMERCIAL DIRECTOR DE ENLACE INSTITUCIONAL DIRECTORA DE INNOVACIÓN COMERCIAL DIRECTOR DE TECNOLOGÍA Y PROCESOS DIRECTOR DE INGENIERÍA Y REGULACIÓN DIRECTOR DE PRODUCCIÓN DIRECTOR DE PRODUCCIONES EDITORIALES DIRECTORA CREATIVA DIRECTOR DE DESARROLLO DIGITAL DIRECTOR DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DIRECTOR DE PROYECTOS ESPECIALES

TODAS SUPLEMENTO MENSUAL BÁRBARA ANDERSON REGINA REYES-HEROLES ALBERTO PRADO MIGUEL REYES LAURA ESCAMILLA EMILIANO GONZÁLEZ BERENICE CHAVARRÍA

EDITORA RESPONSABLE EDITORA DE SUPLEMENTOS EDITOR DE ARTE GERENTE DE ARTE Y SUPLEMENTOS COEDITORA DE SUPLEMENTOS EDITOR WEB REDACTORA

DISEÑO EDITORIAL MICHELLE LAGUNA, ANGÉLICA VARGAS, KENYA ALTUZAR CYNTHIA PUIG, BERENICE RESÉNDIZ, ISMAEL FALCÓN DOMICILIO: MORELOS 16, COL. CENTRO, MÉXICO, D.F., C.P. 06040 PARA VENTAS E INFORMES: T: 5140.2950

LORENA CRUZ SÁNCHEZ PRESIDENTA DEL INMUJERES MARCELA ETERNOD ARÁMBURU SECRETARIA EJECUTIVA MARÍA DE LA PAZ LÓPEZ BARAJAS DIRECTORA GENERAL DE INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO MARÍA GUADALUPE DÍAZ ESTRADA DIRECTORA GENERAL DE TRANSVERSALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO ANA LAURA PINEDA MANRÍQUEZ DIRECTORA GENERAL DE EVALUACIÓN Y DESARROLLO ESTADÍSTICO ROCÍO IVONNE PÉREZ MARTÍNEZ DIRECTORA GENERAL DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS FLOR DE LIS VÁSQUEZ MUÑOZ DIRECTORA GENERAL ADJUNTA DE ASUNTOS INTERNACIONALES PABLO NAVARRETE GUTIÉRREZ COORDINADOR DE ASUNTOS JURÍDICOS ANA ORTÍZ MONASTERIO RIVERO COORDINADORA DE ASESORES NORMA OSORIO ALBARRÁN TITULAR DEL ÓRGANO INTERNO DE CONTROL MARTA B. CABRERA GARCÍA DIRECTORA GENERAL ADJUNTA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y CAMBIO CULTURAL

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LOS CONTENIDOS DE LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN EL PRESENTE SUPLEMENTO SON RESPONSABILIDAD DE LAS Y LOS AUTORES FIRMANTES.

CARTA EDITORIAL PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO La violencia contra las mujeres es un obstáculo para su desarrollo. Su persistencia tanto en la vida pública como en la vida privada es hoy un impedimento para la democracia y el pleno goce de los derechos humanos. En el Instituto Nacional de las Mujeres estamos conscientes de la importancia que tienen las políticas encaminadas a frenar la violencia contra las mujeres. De ahí nuestro compromiso cotidiano, para atender en los ámbitos de competencia, este fenómeno. Hoy nos preocupa encontrar cada día caminos sólidos para prevenir la violencia de género y acoger a las mujeres en situación de violencia en espacios seguros y que les brinden oportunidades. De la misma manera se trabaja en todo el país para ampliar y mejorar los centros de justicia; los refugios, y otros mecanismos de apoyo a las mujeres en situación de violencia. De esta manera estaremos abonando a la igualdad y al progreso de millones de mujeres. El diagnóstico nacional e internacional, todavía nos habla de datos preocupantes, sabemos que 3 de cada 10 mujeres han vivido violencia alguna vez en su vida; que aún son persistentes las relaciones desiguales de pareja, tanto como las exclusiones o discriminaciones en la vida social, comunitaria o pública. Por ello, una tarea sustantiva desde el INMUJERES es la que busca el cambio cultural, el cambio de paradigma para cada persona, un cambio de mirada sobre los derechos humanos de las mujeres y las niñas, y el valor social y económico de ellas, de nosotras, en una sociedad que aspira a perfeccionar su democracia. En este número de Todas hemos querido dibujar algunas alternativas que prevengan la violencia contra mujeres y niñas, del seno de la familia a todos los espacios públicos. Creemos que un antídoto sustantivo es el de la educación, hoy responsabilidad del Estado, de ahí la importancia de la Reforma Educativa, la búsqueda de la equidad e igualdad de oportunidades que debe aprenderse desde el aula. La cooperación magisterial es central.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

(†) JESÚS D. GONZÁLEZ FUNDADOR

Otro camino que podría coadyuvar a prevenir la violencia, es el de los medios de comunicación de masas, por lo que aplaudimos todos los esfuerzos para sumar a la causa de la igualdad y los derechos humanos de las mujeres, a quienes dirigen, construyen y generan los contenidos de los medios, desde la prensa plana hasta las redes sociales. Aplaudimos la celebración de alianzas e intercambios, para enfrentar el enorme desafío que constituye el cambio de paradigma. Paralelamente desde el Gobierno de la República se han dotado recursos, promovido acuerdos y apuntalado los sistemas nacionales y estatales para atender la violencia contra las mujeres. Instrumentos básicos desde donde se han construido campañas de conciencia y mecanismos de prevención, no obstante todavía nos ocupa la atención y la lucha por evitar la impunidad. En el INMUJERES creemos que hay que seguir horadando en todas las acciones, muchas desarrolladas por la sociedad civil y cientos por las instituciones creadas en las últimas décadas, como los Institutos de las Mujeres, para sensibilizar a todo el funcionariado público, a quienes como agentes de la igualdad logran llegar a todos los rincones del país para fomentar el valor de las mujeres en nuestra sociedad.

2. GUADALUPE GÓMEZ MAGANDA

5. ANABEL ACOSTA Senadora Integrante de la Comisión para la Igualdad de Género

Titular de Unidad de Igualdad de Género de la Secretaría de Relaciones Exteriores

7. LETICIA BONIFAZ Directora General de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la SCJN

3. RICARDO BUCIO MUJICA Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes

4. DIPUTADA ERIKA RODRÍGUEZ

12. MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG Secretario de Gobernación

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Sector Gobierno

MUJERES EMPODERADAS, HOMBRES HUMANIZADOS Las mejores relaciones entre los ciudadanos provienen de mujeres empoderadas y hombres humanizados.

GUADALUPE GÓMEZ MAGANDA

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A Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer o Convención de Belém do Pará, es desde 1994 el tratado internacional que garantiza a las mujeres de nuestro hemisferio su derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado. Para asegurar su aplicación, en 2004 fue establecido por resolución de la OEA el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (MESECVI), cuyo Comité de Expertas se ha reunido hasta el momento de manera formal en 13 ocasiones. La 13ª reunión del MESECVI se llevó a cabo en México del 11 al 13 de octubre de 2016, a invitación de la Canciller, Mtra. Claudia Ruiz Massieu, no solo en atención a su responsabilidad de conducción de la Política Exterior mexicana, sino en congruencia con su compromiso de género, manifestado en su participación como Diputada federal al impulsar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, instrumento que armoniza nuestra legislación con más de 40 tratados internacionales y pone en el centro los derechos de las víctimas, la protección de las más vulnerables, la reparación del daño y la preservación de un entorno familiar libre de violencia. Las integrantes del MESECVI, representando a 32 países, sesionaron y debatieron en México dos temas de la mayor relevancia para las mujeres de la región: el embarazo adolescente y el proyecto interamericano de Ley Modelo sobre Violencia Política contra las Mujeres. El Comité de Expertas (CEVI) expuso que las legislaciones de los países de América Latina y el Caribe, no están actualizadas para afrontar el fenómeno del embarazo cada vez más precoz y la violencia sexual que ha llegado a afectar a niñas de edades tan tempranas como de 9 o 10 años. Por ello,

reivindicó que se precise en las legislaciones una edad mínima para contraer matrimonio en América Latina y el Caribe, congruente con la Convención sobre los Derechos de la Niñez y para avanzar en la erradicación del embarazo en menores de 14 años. Con el propósito de salvaguardar los derechos políticos de las mujeres e incrementar su participación en el ámbito público y la toma de decisiones, las Expertas analizaron el proyecto de Ley Modelo sobre Violencia Política contra las Mujeres que tiene un corte preventivo y sería de aplicación local para garantizarles su derecho a una vida libre de violencia política, dotándolas de medios de protección y reparación contra formas muy sofisticadas de discriminación y de competencia desleal para sacarlas de la contienda. Con el mismo objetivo, se ha abordado el tema en el Senado de la República para incluir en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la violencia política contra las mujeres, que se ha agudizado, victimizando a mujeres legítimamente electas. Ambos esfuerzos convergen en las acciones para una transformación cultural profunda en materia de género. Prevención significa atender los orígenes y causas estructurales de una problemática. Por ello, el remedio para la violencia contra las mujeres es la igualdad de género, relaciones interpersonales respetuosas e igualitarias, y una cultura de diálogo que construya soluciones a través del raciocinio y medios de expresión autorregulados y constructivos. Las mejores relaciones entre mujeres y hombres provienen de mujeres empoderadas y hombres humanizados. Es éste el espíritu de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que si bien prevé en el Objetivo 5, lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas, cruza transversalmente los 17 Objetivos para poner fin a todas las formas de discriminación que impiden alcanzar la sostenibilidad económica, social y ambiental. En esa línea se sitúan las acciones del INMUJERES para la prevención del embarazo precoz y la sanción de la violencia política contra las mujeres.

El remedio para la violencia contra las mujeres es la igualdad de género, relaciones interpersonales respetuosas e igualitarias y una cultura de diálogo que construya soluciones a través del raciocinio y medios de expresión autorregulados y constructivos

Guadalupe Gómez Maganda Titular de la Unidad de Igualdad de Género de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

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Sector Gobierno EL MATRIMONIO INFANTIL NO ES UN JUEGO Este tipo de unión representa, sin duda, un riesgo para la seguridad y el desarrollo de la niña o adolescente que se casa, ya que esta acción limita no solo su desarrollo personal, sino también el económico, el político y el social.

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uando una niña o una adolescente se casa, se potencializan factores de violencia, pobreza y desigualdad que marcan de por vida su salud, su desarrollo físico y emocional, así como sus proyectos de vida, y su posibilidad de tomar decisiones en libertad, y llevarlas a cabo. Pensemos en alguna de las 35 mil niñas y adolescentes que contrajeron matrimonio en México durante 2015. De entrada, probablemente esa niña o adolescente nació y creció en un entorno social y familiar donde predominaban las carencias sociales, pues existe una mayor incidencia de matrimonios infantiles en contextos de pobreza y desigualdad. Probablemente la pareja de esa niña o adolescente tenga más de 18 años de edad, pues 4 de cada 5 niñas se casaron con hombres mayores de edad, y cerca del 4 por ciento de esas niñas con mayores de 30 años. Todo esto, sin considerar que esa niña o adolescente aún se encuentra en un proceso de desarrollo físico y emocional. Sigue siendo niña. Una vez casada, es poco probable que pueda continuar con sus estudios, pues el matrimonio ocasiona que las mujeres no estudien ni trabajen, a diferencia de los hombres, quienes al menos realizan trabajo remunerado. La cultura predominante machista, indica que esa “niña-mujer” se encuentra lista para asumir las labores del hogar (sin remuneración alguna) o para procrear (niñas cuidando niños). Esa condición las coloca en una situación vulnerable, a través de la cual hay una alta probabilidad de que sufra violencia física, sexual y psicológica. Cuando llega el primer embarazo, esa niña o adolescente tiene 5 veces más probabilidades de morir por complicaciones en el parto, pues el desarrollo de su cuerpo no ha concluido. Al nacer, esa nueva niña o niño -que es una de las 185 mil niñas y niños que nacieron en México de madres adolescentes durante 2015- enfrentará dificultades para sobrevivir y estará en condición de desventaja frente a otras niñas y niños respecto a su desarrollo infantil temprano, salud y alimentación. En los años posteriores al matrimonio, la niña o adolescente sufre de violencia económica al no tener otra fuente de ingreso que la proporcionada por el hombre, que la convierte en dependiente; ve truncado su

ILUSTRACIÓN: CORTESÍA

RICARDO A. BUCIO MÚJICA

proyecto de vida y de desarrollo profesional, y bajo estas circunstancias educa a niñas y niños que muy probablemente repitan ese ciclo intergeneracional de violencia y desigualdad. Todo matrimonio infantil o adolescente representa un riesgo para la seguridad y el desarrollo de quienes lo contraen, ya sea de manera forzada o de manera voluntaria, pues aunque una adolescente tenga mayor madurez y autonomía para decidir que una niña, de igual forma enfrenta este círculo vicioso que limita su desarrollo personal, así como el económico, político y social del país. Esto se ha documentado para México y otros países por ONU Mujeres, el organismo internacional encargado de impulsar la igualdad sustantiva, y responsable de la Campaña para erradicar el matrimonio infantil #NiñasNoEsposas. Dentro del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), los miembros de la CONAGO se comprometieron a armonizar la legislación local a lo establecido por la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA), particularmente eliminando las excepciones y distinciones que hasta el fin del 2015 permitían el matrimonio infantil en 27 entidades federativas. A la fecha, 21 entidades ya han adecuado sus códigos civiles y familiares para establecer los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, y 11 aún están pendientes. Sin duda, establecer los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, sin dispensas ni excepciones, es solamente una de las muchas acciones legales, institucionales y culturales que se requieren para erradicar este flagelo, pero es necesario avanzar en los cambios legales que permitan la no institucionalización de la violencia de género a través de normatividad permisiva de actos claramente violatorios a los derechos humanos.

A la fecha, 21 entidades ya han adecuado sus códigos civiles y familiares para establecer los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio, y 11 aún están pendientes

Ricardo A. Bucio Mújica Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes

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Poder Legislativo

LA LEGISLATURA QUE SE PROFESIONALIZA EN MATERIA DE GÉNERO La especialización de los legisladores que ue la integran ayudará a que el trabajo parlamentario tario sea aún más igualitario entre mujeres y hombres. bres.

ERIKA RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ

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n 2011, el sistema jurídico mexicano incorporó poró en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el Principio Pro Persona en su Artículo primero, otorgando la obligatoriedad al Estado Mexicano de promover, respetar y garantizar los Derechos Humanos. En este contexto, en 2014, el Presidente de la República presentó la Iniciativa de Reforma Electoral, denominada de la paridad, ratificada por el H. Congreso de la Unión, y con decreto en el Diario Oficial de la Federación con fecha 10 de febrero de 2014. Como legisladora, considero que un tema de agenda primordial en esta LXIII Legislatura cercana a la paridad, es fortalecer la profesionalización y especialización de las diputadas y diputados que la integran; para que el trabajo parlamentario, a través de la transversalidad de la perspectiva de género, cierre las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres. Como acción afirmativa, se materializó la primera Maestría en Género y Derecho a través del convenio de Colaboración entre la máxima casa de estudios la UNAM y la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados y Diputadas; la cual marca un hecho sin precedente, al ser una maestría que coloca la igualdad sustantiva en el ámbito legislativo en temas actuales a nivel nacional e internacional en la materia. Con pluralidad y un objetivo en común participamos las legisladoras, Hortensia Aragón Castillo (PRD), Jorgina Gaxiola Lezama (PVEM), Arlet Molgora Glover (PRI), Lucely del Perpetuo Socorro Alpizar Carrillo (PRI),

Fabiola Guerrero Aguilar (PRI), María Angélica Mondragón Orozco (PRI), Erika Lorena Arroyo Bello (PRI), así como el legislador David Gerson García Calderón (PRD); asimismo, personal de apoyo legislativo incorporando el enfoque de género en la formación académica. Legislar con enfoque de género, exige incorporar un marco metodológico y teórico integral, en el cual las legisladoras y legisladores cuenten con herramientas, información e indicadores que fortalezcan y profundicen el análisis de su trabajo legislativo. La Maestría en Género y Derecho, derivada de la colaboración con el Posgrado de Derecho de la UNAM, imparte teorías jurídicas feministas que nos proporcionan diversas teorías, enfoques y perspectivas para profundizar en el análisis de las desigualdades que obstaculizan el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres que impiden su acceso al desarrollo. Así, el primer protocolo para legislar con perspectiva de género será una herramienta producto de la primera generación de la Maestría; que coadyuve al quehacer parlamentario en la elaboración, revisión, análisis y dictaminación de las iniciativas de reforma y que sea la perspectiva de género el eje transversal en la agenda legislativa. Así, esta Legislatura aportará a la historia y será reconocida por construir las bases sólidas; las reformas necesarias, así como los mecanismos institucionales para alcanzar la igualdad por resultados.

El primer protocolo para legislar con perspectiva de género será una herramienta producto de la primera generación de la Maestría

Dip. Erika Rodríguez Hernández Secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género, Cámara de Diputados.

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Poder Legislativo

LA VIOLENCIA POLÍTICA TAMBIÉN DEBE PREVENIRSE En el Congreso se realizan iniciativas para identificar nuevos tipos de violencia contra las mujeres, como la violencia política, lo que llevaría a reformar varias leyes existentes en esta materia.

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ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

ANABEL ACOSTA ISLAS

Qué hay en el entorno de la violencia en contra de las mujeres y las niñas en México? Si tomamos como definición generalizada la adoptada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), nos encontramos con que define la violencia contra la mujer, como todo acto que cause “un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”. En México 3 de cada 4 mujeres han sufrido este tipo de violencia, y esta cifra parece no ceder, no obstante, los múltiples esfuerzos que se realizan diariamente por parte de los gobiernos tanto federal como locales, así como Organizaciones Civiles para tratar de erradicar esta pandemia, estos no han sido suficientes o bien no han sido los adecuados para percibir un cambio tangible en la lucha contra este mal social. Si analizamos con profundidad el entorno en que se presenta este tipo de ataque a los derechos humanos de las mujeres y niñas, en la mayoría de los casos está asociada a la falta de oportunidades educativas, de salud, pero sobre todo a estigmas sociales que todavía prevalecen en nuestra sociedad. Es por esto que en la medida en que cada individuo tome conciencia de esta problemática debe aportar desde su ámbito de convivencia social las medidas necesarias para evitar este tipo de violencia ya que los agresores, en la mayoría de los casos, se encuentran en el entorno y relaciones cercanas de las víctimas. En el Senado de la República, en particular en la Comisión para la Igualdad de

Género nos hemos dado a la tarea de crear el marco jurídico necesario para la tipificación de los delitos que se generan en la violación de los derechos de las mujeres y niñas, toda vez que, infortunadamente, cada vez encontramos nuevas modalidades de este tipo de violencia. Desde la promulgación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 1 de febrero de 2007, esta ha sido modificada en diversas ocasiones, con el fin de ir adaptando las conductas, pero sobre todo el facilitar al juzgador los elementos prácticos para la identificación de las conductas delictivas y la aplicación de las penas correspondientes. Actualmente, en el Congreso estamos trabajando en la identificación de nuevos tipos de violencia en contra de las mujeres, este es el caso de la Violencia Política, esto derivado de casos recurrentes en nuestro país. De aprobarse estas nuevas iniciativas estaríamos reformando diversas leyes, tales como, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos Políticos, la Ley General en Materia de Delitos Electorales y la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral. Por último, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este 25 de noviembre, estaré recordando que en el mundo 1 de cada 3 mujeres sufre de violencia, yo estoy trabajando desde mi trinchera en generar más y mejores leyes. Y tú ¿cómo nos vas a apoyar?

En el Congreso estamos trabajando en la identificación de nuevos tipos de violencia en contra de las mujeres, este es el caso de la Violencia Política, esto derivado de casos recurrentes en nuestro país

Sen. Anabel Acosta Islas Integrante de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República. .

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Entrevista POR: GABRIELA RAMÍREZ

“DESTINAR RECURSOS Y ACCIONES AFIRMATIVAS PREVIENE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES” Pilar Sánchez Rivera es activista y promotora de la equidad de género. Se desempeña como directora general de Espacio Mujeres para la Vida Digna AC. Obtuvo la Mención Honorífica del Reconocimiento “Hermila Galindo” 2013.

Para usted, ¿cuál es la acción primordial para lograr la prevención de la violencia contra las mujeres? Como se trata de un problema estructural y la violencia contra las mujeres está naturalizada y legitimada en el inconsciente o incluso registrada como parte de la femineidad, se necesitan acciones en el ámbito educativo. Esto generaría otro nivel de pensamiento y asignación de aprendizajes que impactarían en niñas y niños y familias. Me refiero a que se pueda incluir desde una nueva currícula que atienda el género y la violencia. Nos ahorraría mucho. Sin embargo, el machismo ideológico y de facto no ha permitido que esta propuesta avance. Otra de las acciones es modificar el uso del lenguaje, uno en donde las mujeres existan. Si bien esto está cada vez más aceptado por las autoridades, sobre todo en el ámbito federal, eso no se traduce en la realidad, en las personas que están allá afuera, o incluso en los medios de comunicación. Respecto de las campañas, ¿cómo cree que deberían ser para tener efectividad? Es indispensable que haya información suficiente y accesible para todas las personas, que sea difundido a través de campañas. Pero una campaña en todos los medios masivos, radio, televisión, escritos, en horarios donde todas las personas puedan verlos o escucharlos. Se necesitan también campañas en redes sociales, que aunque tienen un ritmo vertiginoso, llegan a muchas personas. Actualmente somos 6

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FOTO: CORTESÍA

En Todas, Pilar Sánchez nos habla sobre la prevención de la violencia contra las mujeres.

las organizaciones nacionales e internacionales quienes estamos impulsando en redes proyectos de formación permanente. Necesitamos que se difunda que golpear, abusar, tocar, hostigar son delito, es decir no tenemos que hablarle solo a las mujeres sino también a los hombres. Debemos poner un lenguaje y conceptos en común porque de lo contrario sólo estaremos hablando entre nosotros todo el tiempo, como si fuéramos un tipo de élite intelectual. ¿Qué opina del papel de los medios de comunicación en la prevención? En ellos deben difundirse las campañas, pero también debemos poner atención en los contenidos. Hoy día vemos que hacen apologías del delito, y siguen replicando estereotipos y roles de género. Y claro, vemos que las mujeres siguen siendo sólo un cuerpo. ¿Y qué considera que debe pasar con las leyes y su aplicación? La aplicación del marco jurídico no es la praxis en la actualidad, sobre todo, porque hay des-

conocimiento y porque no hay interés de quienes deben hacerlas efectivas o de quienes tendrían que impulsar políticas públicas en beneficio de las mujeres. Es muy difícil probar las violencias contra las mujeres, es cuesta arriba. Hoy si no tienes moretones o si no tienes huesos rotos, no te creen que has sido víctima de violencia, aunque existen tantos tipos, como la económica o la emocional. O cuando van y denuncian las mujeres, entonces las autoridades intentan disuadir o conciliar, es decir, sale el machismo mediador. Lamentablemente los medios, empresarios, políticos no están comprometidos con las mujeres. Las violencias tienen muchos matices, es un fenómeno interseccional que se recrudece por características como la raza, religión, edad o preferencia sexual. Es alarmante lo que vivimos las mujeres, los feminicidios, es un escándalo nacional, ya no podemos más. Debemos realmente poner atención en la prevención y destinar a ello recursos y acciones afirmativas.


Poder Judicial

PROTECCIÓN JUDICIAL DE NIÑAS Y MUJERES Instrumentos nacionales e internacionales como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia o la Convención Belém do Pará tienen la obligación de prevenir y castigar esta violencia.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

LETICIA BONIFAZ ALFONZO

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l combate a la violencia en contra de las mujeres ha sido, en los últimos años, uno de los focos de atención del Poder Judicial. La garantía efectiva del ejercicio de los derechos de las niñas y de las mujeres ha sido objeto de muchas resoluciones que buscan no solo proteger a una persona en específico, sino promover la prevención de los actos que pudieran llegar a ser violatorios de sus derechos, en general. Así, las acciones del Poder Judicial tienen entre sus objetivos ser agentes de cambio en una sociedad cuyos prejuicios limitan, en reiteradas ocasiones, los derechos de las personas. Quienes imparten justicia deben detectar y cuestionar los estereotipos de género patentes en el sistema jurídico así como en el contexto social y cultural de las personas a las que juzgan. Ello implica identificar la existencia de relaciones desequilibradas de poder que pudiesen poner en una situación de vulnerabilidad o de desigualdad a las personas. La violencia ejercida en contra de las niñas y mujeres es un caso típico en el que, con base en una idea preconcebida respecto del rol de las mujeres en la sociedad, se violan sus derechos desde la más temprana edad. La obligación del Estado de prevenir y castigar la violencia está claramente establecida en instrumentos internacionales tales como la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer (Belém do Pará), así como en la Ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia y en la Ley general para la igualdad entre mujeres y hombres, a nivel nacional. Esta obligación no sólo se limita a la condena de toda forma de discriminación en contra de la mujer, sino a que se tomen medidas concretas para alcanzar este objetivo.

Un caso paradigmático es el de Mariana Lima Buendía (AR 554/2013), quien fue asesinada en Chimalhuacán, Estado de México, en junio de 2010. En éste, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación señaló, entre otras cosas, que en los casos de violencia en contra de las mujeres, las autoridades deben adoptar medidas integrales para cumplir con la debida diligencia. Estas medidas incluyen un adecuado marco jurídico de protección, una aplicación efectiva de éste y políticas de prevención y prácticas para actuar eficazmente ante las denuncias. El incumplimiento de dicha obligación por parte de los agentes del Estado, obstaculiza el acceso a la justicia de las mujeres al invisibilizar su situación particular. La violencia en contra de las niñas y mujeres debe ser combatida desde su origen. El conocimiento de los derechos así como la toma de conciencia de la desigualdad que permea las relaciones entre mujeres y hombres resulta indispensable para que las personas puedan ejercer sus derechos plenamente y que, acudir a las instancias que imparten justicia, sea la última alternativa. Desde las autoridades judiciales, la aplicación estricta del marco normativo en la materia y la identificación de los estereotipos que pueden violar derechos, son dos medidas fundamentales para proteger los derechos de las niñas y mujeres y prevenir eficazmente la violencia en contra de ellas.

El incumplimiento de dicha obligación por parte de los agentes del Estado, obstaculiza el acceso a la justicia de las mujeres al invisibilizar su situación particular

Leticia Bonifaz Alfonzo Directora General de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la SCJN.

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Academia PREVENIR LA VIOLENCIA DE GÉNERO

GABRIELA DELGADO BALLESTEROS

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ste título suena prometedor porque es una forma de ver antes de que suceda lo que viene. ¿Realmente podemos prevenir las violencias en un mundo en el cual las desigualdades entre las personas son fuertes y las brechas profundas? Mi propuesta: nuevos paradigmas educativos. Con la esperanza de que querer es poder, necesitamos dar forma y significar los comportamientos, los fenómenos y las palabras, no se trata de cosas, sino de actos realizados por todas las personas, que sienten, desean y se proyectan a futuros cada vez más inciertos. Aunque se ha vuelto genérico y de uso común el término violencia necesitamos pluralizarlo. No hay sólo un tipo o modalidad de violencia, son muchas tantas que podemos decir que las hay institucionales, estructurales, simbólicas, comunitarias, familiares, de pareja etc.; muchas de ellas se naturalizan. Se piensa que son normales, se espera que sucedan, se den o hagan pensar que tradición obliga –“más vale una nalgada a tiempo que un delincuente en la cárcel”- los estereotipos –“si no me pega no me quiere”- o de tanto verlas desensibilizan y nos habituamos a ellas: lo más simple e irracional es decir que “las cosas son así porque así son”. Cualquier tipo de violencia es una muestra de barbarie o de la más fehaciente deshumanización. Cuando se habla de género nos estamos refiriendo a las relaciones, en mayoría de poder, entre mujeres y hombres o entre lo considerado femenino y masculino; de ahí necesario decir violencias de género contra las mujeres para aclarar a quién nos estamos refiriendo; es a ellas a quienes más se les violenta en sus derechos. Aunque algunos hombres también las sufren. Violencia contra una mujer cobra dimensiones mayores por la cosificación que se ha hecho del cuerpo del sexo femenino; en ambos casos se trata de no perder el espíritu que nos diferencia de otras especies, porque somos seres pensantes, con deseos, ilusiones, sentimientos afectivos, podemos proyectarnos al futuro y reconocernos en las otras personas por muy diferentes que seamos; de ahí la necesidad de erradicar las violencias que nos degradan. Como es un problema estructural, apelamos a cambios permanentes y a largo plazo; es imposible que individualmente logremos cambiar las estructuras económicas que agobian, esclavizan y enajenan a las personas; lo posible es iniciar un cambio en las estructuras mentales, a través de la educación. Educación dentro de los hogares, las escuelas, al interior de los medios de comunicación y en cualquier espacio donde existan relaciones entre personas, independientemente de su sexo, edad, etnia u orientación

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

La violencia se da en diversos ámbitos: institucional, estructural, comunitaria, familiar y hasta de pareja. Es por ello que es necesario trabajar en la educación de niños y niñas para sensibilizarlos desde pequeños en este tema. sexual; educación que permita relacionarnos y ejercer el poder constructivo y creativo: poder hacer, poder cambiar, poder estar en paz conmigo misma/o y con las demás personas. Hay quienes creen que las utopías y el horizonte no existen; no obstante, resultan ser la esperanza y la ilusión para caminar hacia nuevos mundos e imaginar nuevas formas de ser y estar. De ahí la importancia de retomar las nuevas propuestas educativas donde es central la interpelación constante de las personas hacia sí mismas, con reflexión crítica analítica de lo que hacemos, pensamos y deseamos. Preguntarnos: qué hicimos y queremos hacer; con congruencia y coherencia entre el pensar y el acto, bajo el principio de no hacer a otra persona lo que no quieras que te hagan, en síntesis, respetando los derechos humanos; de toda la gente, los humanos son de los hombres y el término humano incluye a ambos sexos. La educación permite avanzar a la humanidad no sólo en su desarrollo personal sino en el colectivo; por medio de ella se ha conocido la partícula más pequeña de lo existente y el movimiento y la evolución de lo más grande del universo. Educación, concreta, la que da a conocer, promueve y respeta, que impulsa el ejercicio cotidiano de todos los derechos humanos: en el hogar, en el aula y la comunidad. Educación que considere al estudiantado como sujeto de derechos y no como mercancía, producto o capital para el libre mercado; educación que no reproduzca el statu quo, sino que transforme el mundo, emancipe, impulse la creatividad y la convivencia para el bienestar de las personas y de la madre tierra. El reto es el cómo instrumentar una estrategia educativa de este tipo. Propongo que cada día hagamos una reflexión crítica y propositiva sobre cuáles fueron las intenciones de lo que hicimos y de lo que haremos; asimismo, establecer cotidianamente una comunicación con la gente que nos permita conocerla por lo que hace, lo que dice que hace, lo que dice respecto de qué le llevó a hacer lo que hizo y lo que piensa con relación a las infinitas consecuencias que se pueden derivar de lo hecho o dicho, apelando a la libertad de pensamiento, expresión y participación. Retomemos el cuestionamiento, la duda, el arrojo y la invención que abrieron la posibilidad de que la ciencia nos sacara del oscurantismo que arrasaba con las vidas y la dignidad de la gente. Pensarnos como seres vivientes, con deseos, aspiraciones, independientes; sin los atributos de género impuestos por nuestro sexo; la autonomía estriba en ser y hacer lo que cualquier persona puede, no depender de nadie y mucho menos ejercer el poder para satisfacer el narcisismo y egoísmo que degradan a la humanidad; toda persona es una partícula infinitamente pequeña en el universo y a pesar de ello su comportamiento afecta el presente y el futuro de las demás.

Cualquier tipo de violencia es una muestra de barbarie o de la más fehaciente deshumanización

Gabriela Delgado Ballesteros Maestra en Psicología Social, UNAM.

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Academia

Debido a que una gran mayoría de hechos violentos contra las mujeres y niñas son cometidos por un hombre es necesario educarlos desde pequeños para cambiar las conductas sexistas.

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TRABAJAR LAS MASCULINIDADES: FACTOR DE PREVENCIÓN

CLAUDIO TZOMPANTZI MIGUEL

H

Mtro. Claudio Tzompantzi Miguel Maestro en Estudios de la Mujer Pisicólogo, sexólogo y psicoterapeuta sexual.

ablar de violencia contra las mujeres es hablar de un fenómeno complejo, que tiene raíces profundas en nuestra cultura. Algunos de los impactos de esta violencia según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2001), se ven reflejados en la salud física y mental de las mujeres, siendo en algunas regiones del mundo y algunos grupos de edad una de las principales causas de morbimortalidad. La OMS (2002) ha señalado que la prevención de la violencia es una prioridad que exige un conocimiento exhaustivo de esta problemática para así establecer las medidas necesarias que lleven a su erradicación. En un problema con múltiples aristas como lo es la violencia, es difícil pensar en una prevención absoluta, es decir que una sola acción evite esta problemática. En este sentido, la prevención de la violencia contra las mujeres debe verse como una serie de acciones que están relacionadas entre sí y que tienen como fin evitar eso que llamamos violencia. La prevención de la violencia contra mujeres y niñas debe ser una serie de acciones enfocadas en tres niveles, el primero conocido como prevención primaria, es un nivel donde la violencia no es del todo evidente e involucra estrategias que permitan ver la problemática y concientizar a la población para llevar acciones que permitan construir una cultura libre de violencia; el segundo nivel es cuando la violencia está instalada y se presentan casos de violencia contra las mujeres, en este nivel la prevención está íntimamente ligada con los

procesos de atención; pues en este nivel, la prevención busca la detección oportuna de los primeros rasgos de violencia, la atención especializada y el empoderamiento de las mujeres para que la violencia no vaya en aumento y no genere más daños a la integridad de las niñas y las mujeres. Y por último, pero no menos importante se encuentra la prevención de tercer nivel o terciaria, en la cual la violencia es manifiesta y se busca modificar al agente causante, la cultura machista y la violencia que principalmente ejercen los hombres contra las mujeres. La gran mayoría de los hechos de violencia contra las mujeres y niñas son cometidos por un hombre que tiene una relación cercana, ya sea padre, abuelo, hermano, vecino, compañero, etcétera. De esta manera la violencia contra las mujeres y niñas dice más de nosotros los hombres, que de las mujeres. Es común encontrar cifras que dicen una de cada cuatro mujeres es víctima de violencia en el hogar, tal vez nuestra idea de esta problemática empezaría a cambiar si nombramos a esta violencia de otra manera, por ejemplo, uno de cada cuatro hogares vive violencia a manos de un hombre. Por lo tanto, un factor importante en la prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, es el trabajo con hombres y las masculinidades. Cambiar nuestras conductas machistas, sexistas y homofóbicas, es un primer paso que puede contribuir a la transformación de nuestra cultura donde la violencia contra las mujeres no tenga espacio.

Cambiar nuestras conductas machistas, sexistas y homofóbicas, es un primer paso que puede contribuir a, la transformación de nuestra cultura donde la violencia contra las mujeres no tenga espacio

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OSC VIOLENCIA SEXUAL CONTRA LAS MUJERES ¿QUIÉN ES RESPONSABLE?

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Para contestar a esta pregunta, siempre hay que tener en mente que en este tipo de violencia, no se debe culpar a la víctima sin importar su vestimenta o su comportamiento.

MARÍA VALLARTA VÁZQUEZ

¿

Cómo vamos a decirles a los hombres que “no es no” cuando nunca han escuchado un “sí”? Esta pregunta la planteó Ivabelle Arroyo, directora de Elanden.mx, en el contexto de la denuncia pública en twitter de #Miprimeracoso donde miles de mujeres compartieron historias de abuso sexual, la mayor parte de las veces, siendo niñas todavía. Me sorprendió muchísimo la pregunta. Como feminista y activista por los derechos de las mujeres, compartía la indignación y el dolor de todas las que tuvieron el valor de hablar públicamente de su primera experiencia de acoso sexual, en donde los hombres eran los agresores. Nunca he pensado que todos los hombres son violentos, pero tampoco me había detenido a pensar en por qué nos agreden sexualmente de manera tan generalizada e impune. Sobre el segundo punto, la impunidad, desde la promulgación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, conocida como Belem dó Pará, de la cual México es parte, queda claro que el Estado es responsable de: 1. Legislar y armonizar las leyes del país con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. 2. Establecer políticas públicas de prevención de la violencia contra las mujeres. Para esto se deben realizar diagnósticos, evaluaciones y desde luego contar con presupuestos etiquetados para llevar a cabo acciones de sensibilización y prevención de la violencia. 3. Juzgar con perspectiva de género, sancionar a quienes cometen actos de violencia en cualquier ámbito, emitir órdenes de protección para quienes lo requieren.

Una vez establecida la responsabilidad del Estado, nos falta responder a otras preguntas: ¿Quién es responsable de la violencia contra las mujeres? ¿Las víctimas o los agresores? La primera parte de la respuesta es sencilla. La violencia contra las mujeres NUNCA es responsabilidad de la víctima. No importa cómo iba vestida, no importa su comportamiento, no importa si en otras ocasiones había dado su consentimiento. Si se lleva a cabo un acto sexual sin consentimiento, es violencia. Pero aquí aparece otro responsable: la cultura machista que nos enseña a las mujeres a “darnos a desear” a “decir que no aunque te mueras de ganas” “a nunca decir sí”. En su artículo para PlayGround del 7 de noviembre de 2016, Silvia Laboreo se refiere a un estudio, donde encuentra que 30% de los hombres violaría si supieran que su acción no iba a tener consecuencias penales. ¿Por qué? Porque así aprendieron, así les enseñó todo su entorno: hombres y mujeres inmersos en el machismo. Cuando Han Solo besa a la Princesa Lea a la fuerza, y ella se enamora de él. Cuando Pedro Infante y Jorge Negrete conquistan a las mujeres siendo muy machos. Responsables, son el Estado y la cultura machista. ¿La solución? Que hombres y mujeres se unan al feminismo, al movimiento por la igualdad. “Hay una frontera del feminismo que las mujeres no podrán cruzar hasta que los hombres no lo sean también” me comenta José Navarro, responsable de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en México. Porque si los hombres son parte del problema, deben ser parte de la solución.

Nunca he pensado que todos los hombres son violentos, pero tampoco me había detenido a pensar en por qué nos agreden sexualmente de manera tan generalizada e impune

María Vallarta Vázquez Directora de Divergente S.C. (Diversidad y Género en Transformación, S.C.).

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[1] http://www.playgroundmag.net/noticias/actualidad/violadores-porcentaje-cultura_de_la_violacion_0_01861013888.html?utm_ source=facebook.com&utm_medium=post&utm_campaign=violadoresporcentaje-cultura_de_la_violacion


¿DÓNDE Y CÓMO SE EJERCE LA VIOLENCIA? Prevenir este delito contra las mujeres se ha convertido en una a prioridad nacional.

PABLO NAVARRETE GUTIÉRREZ EZ

¿

Es posible prevenir la violencia contra las mujeres? A pesar de lo complejo de este fenómeno y de las muchas aristas que tiene, la respuesta es sí y en México, además, es una obligación legal. Las encuestas y estadísticas nos han servido para medir este fenómeno, pero también para prevenirlo. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIRE 2011) nos revela que en México 7 de cada 10 mujeres ha sufrido un acto de violencia y que casi 5 de cada 10 mujeres, de 15 años o más edad (46%) han sido violentadas por parte de sus parejas. Con esta información es posible diseñar políticas de prevención pues nos revela dos importantes datos: dónde ocurre y quién la está generando. Para prevenirla, primero tenemos reconocer que el hogar se ha convertido en un lugar peligroso para las mujeres y que es necesario intervenir desde las manifestaciones tempranas de la violencia, para evitar que se incremente y agrave. Otra medida tiene que ver con la sanción. No hay mejor forma de prevención que la sanción por el efecto persuasivo sobre el agresor y la dimensión pedagógica que tiene sobre la sociedad: la violencia contra las mujeres es un delito y será sancionada por el Estado. También, se previene protegiendo a las mujeres en situación de violencia por todos los medios al alcance del Estado. Y no sólo dictando las órdenes de protección que el caso amerite; se requiere una “presencia” activa y efectiva del Estado al lado de la víctima, protegiendo y garantizando sus derechos. Una de las primeras medidas es obligar al agresor a salir del entorno donde está generando la violencia, y no sea la víctima la que deba huir con sus hijas e hijos para resguardar su integridad. Deben hacerse valer estas medidas impuestas a los agresores y actuar con determinación y firmeza para detener a los agresores y con ello, la espiral de la violencia.

Es inadmisible que cuando las mujeres denuncian, con todo lo que esto implica para ellas, incluso su propia seguridad, las instituciones que están obligadas a protegerlas y garantizar sus derechos, las dejen en total desamparo y desprotección. En estos casos, una forma de prevención es sancionar con severidad sus negligencias. Es una forma de prevención, en la medida en que la sanción, contribuye al cambio de comportamientos y actitudes de quienes deberían velar por los derechos de las mujeres. También, deben modificarse las campañas de “prevención” que se concretan a invitar a las mujeres a reconocer que sufren violencia y denunciarla, -como si eso fuera a detenerla-, pero no se les garantiza que su denuncia será atendida de manera oportuna y eficaz, colocándolas muchas veces en riesgo, por ejemplo, cuando se incentivan mecanismos de conciliación con los agresores a pesar de haber una prohibición expresa para ello. Si la mayoría de la violencia ocurre dentro del hogar, bien valdría la pena revisar las políticas de construcción de vivienda, sobre todo la de interés social. El hacinamiento, la falta de espacios para el desarrollo y esparcimiento de los integrantes de la familia, por señalar algunos, están siendo un detonante de la violencia en el seno familiar. La prevención de la violencia contra las mujeres requiere una profunda mirada al entorno donde se genera y que las estrategias de intervención vayan más allá de campañas en los medios masivos de comunicación, de repartir posters, trípticos y folletos, invitándolas a denunciarla. Cualquier estrategia debe atender las causas estructurales que la generan. Se requiere identificar el entorno, el perfil del agresor, pero también el de la víctima. La prevención de la violencia debe convertirse en una prioridad nacional que debe empezar con el empoderamiento y propiciar la autonomía económica de las mujeres, que les permita romper con el ciclo y espiral de la violencia.

La prevención de la violencia debe convertirse en una prioridad nacional que debe empezar con el empoderamiento y propiciar la autonomía económica de las mujeres

Mtro. Pablo Navarrete Gutiérrez Coordinador de Asuntos Jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres.

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Gobierno

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ES LA HORA DE ESCRIBIR HISTORIA DE IGUALDAD, Y DESARROLLO INCLUYE

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UNA NUEVA RESPETO NTE La violencia de género se ha convertido en una situación inaceptable que no se puede tolerar más.

MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG

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a violencia de género es al mismo tiempo un fenómeno inaceptable, que no podemos tolerar ni permitir, y una de las violaciones de derechos humanos más recurrentes en el mundo. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, 35% de las mujeres la han padecido. Sin embargo, sabemos que en un entorno machista, muy pocas niñas y mujeres se libran de sufrir algún tipo de violencia, aun la más sutil, como el acoso sexual disfrazado de apoyo en el trabajo por superiores jerárquicos y compañeros, o el hostigamiento encubierto como galantería. Lo mismo sucede con la discriminación y cosificación sexual de que son objeto en múltiples espacios y situaciones. De ahí la importancia de hacerle frente, no como un asunto privado, sino como una problemática de dimensión pública que nos afecta a todas y todos como sociedad y como humanidad. Ahora bien, la igualdad entre hombres y mujeres no es algo que se logre por decreto, sino con participación, compromiso y acciones concretas. Por eso, el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto incluyó, por primera vez, la perspectiva de género como un eje transversal de todos los programas de la Administración Pública Federal. Esta ha sido la base para desarrollar una política articulada en favor de la protección y el empoderamiento de las mujeres. Hemos comenzado en casa. El Gobierno de la República está decidido a ser ejemplo de las mejores prácticas en la materia. Por lo cual, se ha impulsado la transformación de la cultura laboral dentro de las instituciones y entidades públicas, para estar sustentada en el respeto a la dignidad de las personas. Se ha declarado Cero Tolerancia ante el hostigamiento y acoso sexual, poniendo en marcha un protocolo para la prevención, atención y sanción de dichas prácticas en la Administración Pública Federal. También, se están consolidando las redes de enlace de género en todas las entidades federativas, y se imparten cursos de capacitación para que las y los servidores públicos asuman plenamente el compromiso por la igualdad y la no discriminación. Desde la Secretaría de Gobernación, se han promovido mecanismos de colaboración con organismos internacionales y de la sociedad civil en favor de una cultura de no violencia de género. Trabajamos con ONU

Hábitat impulsando “Ciudades Seguras para las Mujeres”; con ONU Mujeres a través de la campaña “Nosotros por Ellas”, y también con la Comisión Interamericana de Mujeres, en la elaboración de un sistema de indicadores para medir el progreso en la erradicación de la violencia de género. Otro avance fundamental ha sido la modificación y fortalecimiento del Mecanismo de la Alerta de Violencia de Género, para despolitizarlo y convertirlo en una herramienta orientada a generar soluciones de fondo. Porque la violencia de género tiene distintas expresiones en cada contexto; por eso no basta sólo con una política nacional, sino que se requiere construir soluciones desde lo local. Muy importante, asimismo, ha sido el fortalecimiento y la ampliación de la red nacional de Centros de Justicia para las Mujeres. En este Gobierno se han puesto en marcha 23, con los que ya operan un total de 30 en 22 estados de la República. Y se están edificando nueve más para alcanzar la meta de contar por lo menos con uno en cada entidad. En estos Centros, más de 220 mil mujeres víctimas de violencia han recibido atención especializada e integral, para evitar que sigan siendo agredidas, brindarles protección e impulsar su empoderamiento. Las acciones del Gobierno de la República se sustentan en la firme convicción de que el desarrollo pleno del país sólo es posible si hombres y mujeres gozan de los mismos derechos y oportunidades. En ese sentido, y en el contexto de una cultura de discriminación y exclusión hacia niñas y mujeres, se hace necesario impulsar junto con las acciones institucionales, una transformación cultural profunda en la sociedad en su conjunto. Ésta es una tarea compartida. Frente al machismo y la violencia de género, es muy importante alzar la voz; pero sobre todo actuar. No debemos permitir que siga habiendo una sola niña que se quede en casa sin ir a la escuela, ni una sola joven que vea truncado su proyecto de vida por un embarazo a temprana edad, no más niñas criando bebés, ni una mujer que gane menos que un hombre por el mismo trabajo. Tenemos que decir con ellas: ¡Basta! Quien maltrata a una niña, a una mujer, no sólo las lastima a ellas, nos lastima y ofende a todos. Prevenir y erradicar este flagelo, está más allá de preferencias políticas, de competencias gubernamentales o de género. Es la hora de escribir una nueva historia para nuestro país, de igualdad, respeto y desarrollo incluyente, donde nadie quede fuera por su color de piel, por su lengua, origen, preferencia sexual, religiosa o política ni, por supuesto, por su género. Se trata de una tarea que nos convoca a todas y todos a actuar en un solo frente y a caminar al lado de las mujeres. No olvidemos que su participación, talento y liderazgo son motores indispensables para el avance de México.

Quien maltrata a una niña, a una mujer, no sólo las lastima a ellas, nos lastima y ofende a todos

Miguel Ángel Osorio Chong Secretario de Gobernación.

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Consejo Consultivo

HERRAMIENTAS PARA COMBATIR LA IMPUNIDAD El respeto, la protección y garantizar los derechos de las mujeres y las niñas son esenciales para salvaguardar su integridad.

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MIRNA EUGENIA ACEVEDO SALAS

A Mirna Eugenia Acevedo Salas Socia Fundadora de la Red de Apoyo a Mujeres Municipalistas A.C. Consultora en Género y Derechos humanos de las mujeres Consejera Consultiva del INMUJERES.

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casi diez años de la publicación de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, de una inversión considerable de recursos públicos para la transversalización de la perspectiva de género en todos los programas y acciones de gobierno; nunca como ahora se había contado con un marco institucional de promoción de la igualdad y no discriminación, así como con instancias gubernamentales como de la sociedad civil encargadas de prevenir y atender las violencias de género; es indispensable hacer revisión profunda y crítica sobre el impacto y resultado en la vida de las mujeres. Las manifestaciones de misoginia y de violencia feminicida, lejos de disminuir han aumentado y se han recrudecido. Día a día las redes sociales y los observatorios ciudadanos de violencia, documentan la desaparición de decenas de mujeres y niñas en todo el territorio nacional y dan cuenta de cómo la violencia feminicida cobra vidas, rompe familias y deja a su paso cientos y miles de víctimas. Algo se está haciendo mal o no se ha hecho, por un lado tanto las instituciones gubernamentales como de la sociedad civil que prestan servicios de atención, asesoría y refugio a mujeres víctimas de violencias de género no se dan abasto, y por otro, son contadas las órdenes de protección emitidas para salvaguardar la vida de las mujeres, y casi nulas las sentencias a los agresores y feminicidas. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 1o., tercer párrafo, dispone que “todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de

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universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca esta ley”. Las obligaciones de promoción, respeto, protección y garantía de los derechos de las mujeres y las niñas, pese a los avances de los que pueden dar cuenta los informes gubernamentales seguirán siendo insuficientes si no se entiende que salvaguardar la vida de las mujeres y garantizar su derecho a una vida libre de violencia no es cuestión de buenas voluntades, sino de obligaciones constitucionales, e internacionales. Todas las acciones, programas y campañas de prevención y atención a las violencias de género seguirán siendo paliativos para un cáncer mortal si no se acompañan de mecanismos eficaces de investigación, sanción y reparación a las mujeres víctimas de violencias de género, y de un efectivo acceso a la justicia. No basta con enunciar los tipos y modalidades de la violencia de género, hay que garantizar la tipificación de estas en los códigos penales para avanzar en las posibilidades reales de la sanción de las mismas, así como de la reparación a las víctimas. Asimismo, es necesaria la revisión y actualización de la Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia, y su armonización con la Ley General de Víctimas que está en proceso de reforma, así como que esta reforma sea desde un enfoque humanista y de ética pública, donde la perspectiva de género sea un principio transversal, que conlleve a reconocer y garantizar los derechos de las mujeres víctimas de violencia de género como consecuencia de la violación de su derecho a una vida libre de violencia, que el Estado es responsable de garantizar.

Las manifestaciones de misoginia y de violencia feminicida, lejos de disminuir han aumentado y se han recrudecido


Estados

REEDUCANDO PARA PREVENIR La educación mediante la implementación de talleres, cursos, campañas y concursos ayuda a lograr la igualdad de género en las niñas y los niños.

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n el tema de la violencia contra las mujeres, la prevención es clave para combatir esta problemática social, la cual da mejores resultados si se lleva a cabo en etapas tempranas de vida, cuando las niñas y los niños están formando un criterio, promoviendo acciones de respeto e igualdad de género, de esta manera se crea una conciencia que va más allá de un hábito; la niñez, es una etapa crucial durante la cual se forman los valores, debemos enseñar a nuestras hijas e hijos a reconocerse como iguales, y con los mismos derechos. El Instituto Estatal de las Mujeres en Durango, es el único en el país, donde no sólo se brinda atención a mujeres violentadas, también se enfoca en la atención a menores de edad, hijas e hijos de víctimas, dándoles herramientas y la experiencia para entender las causas profundas de la violencia, reeducando para prevenirla, y tener pleno conocimiento de sus derechos humanos. Una de las acciones emprendidas en materia de prevención de la violencia en las niñas y los niños, es el desarrollo constante de talleres de “nuevas masculinidades”, cuyo objetivo es la igualdad de género construida desde los hombres, planteando alcanzarla a partir de la sensibilización; además se está llevando a cabo la campaña “Las niñas y los niños también cuentan” que comprende distintas actividades, entre ellas el concurso de dibujo “Coloreando por la igualdad; la visión de las niñas y niños”, además de un cine minuto y spot de la campaña, que fueron difundidos en 13 salas de cine y medios de comunicación locales, además se distribuye material impreso, reglas, libros de calcomanías y material didáctico como papalotes y juegos de “serpientes y escaleras” que informan a los menores sobre sus derechos humanos. Para la prevención de la violencia en el noviazgo, se llevan a cabo pláticas en secundarias y preparatorias, cuyo objetivo primordial es la desnaturali-

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

LAURA ELENA ESTRADA RODRÍGUEZ

zación de la violencia, ya que gran parte de las y los jóvenes confunden con muestras de afecto, algunas conductas que promueven la desigualdad entre los sexos y atentan contra su integridad física y emocional. Otra de las acciones que se tiene contemplada, es apoyar la iniciativa de los legisladores locales en el tema del matrimonio infantil, ya que Durango es de los pocos estados en el país que no ha armonizado su código civil en este sentido. En la prevención del embarazo en adolescentes, este órgano busca alcanzar mejores resultados, por ello se realizan campañas de concientización a través de talleres y redes sociales. En el tema de prevención de violencia para mujeres, se lleva a cabo el taller “Creciendo Juntas” en las colonias con mayores índices de violencia en el municipio de Durango y la región Laguna, donde se trabaja durante 12 semanas continuas, exponiendo los temas: “Autoconcepto, género e identidad”, “Desnaturalización de la violencia, tipos y manifestaciones”, “Ciclo de la violencia”, “Sexualidad”, “Empoderamiento y toma de decisiones”, “Derechos de la mujer y proyecto de vida” y “Autoestima”, entre otros, cabe mencionar que una vez concluido el taller, se conforma una red de apoyo entre las integrantes del grupo para retroalimentarse. Es compromiso del Instituto Estatal de las Mujeres Durango, seguir trabajando para erradicar la violencia, atendiendo la problemática de una manera real, apostándole a la prevención en todas las etapas, dando pasos firmes en la construcción de la igualdad en el estado.

Es compromiso del Instituto Estatal de las Mujeres Durango, seguir trabajando para erradicar la violencia, atendiendo la problemática de una manera real, apostándole a la prevención en todas las etapas, dando pasos firmes en la construcción de la igualdad en el estado

Laura Elena Estrada Rodríguez Directora del Instituto Estatal de la Mujer de Durango.

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Opinión

POR EL DERECHO A SER VOTADAS SIN VIOLENCIA ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Hay que establecer acciones para que la violencia contra las mujeres no llegue a la política.

LORENA MARTÍNEZ RODRÍGUEZ

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esde hace varias décadas, el trabajo jo en nuestro país a favor de una vida libre de violencia contra las mujeres ha ido avanzando. Por varios años en los movimientos feministas, un amplio número de mujeres hemos luchado por ello, al principio para lograr reconocer la existencia de la violencia contra las mujeres, deslegitimarla en la sociedad, y posteriormente establecer protocolos y metodologías de prevención y atención; generar estadísticas para conocer la magnitud del problema, aprobar leyes para atender dignamente a las mujeres en la procuración de justicia y la salud; hemos logrado que se reconozca el feminicidio como una entidad diferente al homicidio. Hemos logrado la existencia de albergues que han atendido a las mujeres que viven violencia, pero sobre todo que han salvado muchas vidas. Tenemos una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, una Ley de Igualdad entre Hombres y Mujeres; cada año se hace una revisión exhaustiva desde ONU de los mecanismos para el adelanto de las mujeres, disminuyendo las brechas de desigualdad, revisando las acciones gubernamentales para prevenir y atender la violencia contra las mujeres; con todo ello, creímos que la violencia estaba siendo atendida en México. Pero ¡oh, sorpresa! A partir de las diferentes reformas políticas en nuestro país, especialmente la última iniciativa presidencial que planteó la paridad de género en las candidaturas a cargos de elección popular, observamos clara y directamente como la violencia contra las mujeres políticas ha ido en aumento de una u otra forma. Desde la descalificación de sus capacidades por ser mujer, hasta el ejemplo más claro presentado en los últimos tiempos de violencia política, como es el caso de dos mujeres chiapanecas que fueron elegidas legítimamente en las urnas, y que después de casi un año lleno de amenazas por algunos hombres de su comunidad, aludiendo a usos y costumbres, no han podido tomar posesión de su cargo.

La violencia política contra las mujeres son todas aquellas tácticas que impiden la participación política de las mujeres y que imposibilitan que se cuente con condiciones de igualdad para desarrollarse y participar en el ámbito político. Y se traduce en una cantidad increíble de golpes, humillaciones, descalificaciones, vejaciones sexuales, invasión a la vida privada que no tiene nada que ver con la preparación y calificación para desarrollar una actividad política. Según el Protocolo para Atender la Violencia Política Contra las Mujeres publicado por la FEPADE, la violencia política impacta en el derecho humano de las mujeres a ejercer el voto y a ser electas en los procesos electorales; a su desarrollo en la escena política o pública, ya sea como militantes en los partidos políticos, aspirantes a candidatas a un cargo de elección popular, a puestos de dirigencia al interior de sus partidos políticos o en el propio ejercicio del cargo público. Hoy las mujeres políticas tenemos otro reto más, evidenciar y denunciar la violencia que sobre nosotras se ejerce, accediendo a los mecanismos de atención establecidos en nuestro país, para evitar la violencia en todas sus manifestaciones, los feminicidios, la violencia política contra las mujeres que deciden trabajar en la política. Quienes ejercen violencia contra la inclusión de las mujeres en las esferas políticas de cualquier orden están atentando contra la democracia. Apartar el pensamiento y las filosofías del feminismo que han impulsado los cambios significativos para hacer verdadera comunidad, con intolerancia, acosando, denigrando y calumniando, es la pretensión de perpetuar el dominio único de los hombres en el ejercicio de la política. Tenemos que hacer valer nuestra condición igualitaria en un ambiente que aún se niega al trabajo, compromiso e innovación de las mujeres, para concretar la visión de una sociedad propositiva y fuerte, que responda a los retos actuales y futuros de nuestro país, en donde todas nos sintamos representadas e incluidas.

Quienes ejercen violencia contra la inclusión de las mujeres en las esferas políticas de cualquier orden están atentando contra la democracia

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Consejo Social

UNA VERDADERA TOMA DE CONCIENCIA Es necesario realizar un autoanálisis en la lucha por erradicar la violencia estructural en contra de la mujer.

DIANA IBARRA

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stamos frente a un momento histórico, ó i ell sueño ñ pini taba una meta cercana, tener una mujer presidente en una de las potencias más grandes del mundo. No solo no sucedió, sino que el presidente electo sostiene actitudes discriminatorias, violentas hacia las mujeres: “Sólo bésalas, ni siquiera te esperes… agárralas del coño… Cuando eres una estrella te dejan hacer lo que quieras” (Trump, 2005). Una visión de la mujer como seres descerebrados, sin voluntad propia con el único propósito existencial de dar placer a un hombre. Y aún con esas palabras, ganó, lo que revela una crisis en la estrategia para el derrocamiento del patriarcado. Este triunfo revela el patético sentir de una sociedad resentida y temerosa. Dicen que las encuestas fallaron. Más bien hubo un voto de vergüenza no dicho que se hizo presente en las urnas. Una violencia estructural a la mujer que tomó como mejor arma el encerrarse en las profundas convicciones de las personas. Pero, detengámonos un momento y analicemos qué es lo que nos llevó allí. Si esto sucedió en una de las culturas calificadas “de vanguardia”, qué es lo que sucede en otras latitudes. ¿O será que ese no era ni el modo, ni el paradigma correcto para lograr el objetivo de una sociedad en igualdad real entre mujeres y hombres? Quizá hay que buscar nuevos modelos alejándonos del colonialismo ideológico. Hay cambios reales pero quizá nos ha faltado involucrar a la mayoría en esta lucha por combatir la violencia a las mujeres. Quizá hemos dejado de mantener una interlocución abierta y sincera con las personas tomando en cuenta sus vastas diferencias, orígenes, contextos y modos

d pensamiento. de i Quizá Q i á nos hemos h montado d en un discurso di de d “avan“ zada”, “salvífico” o “evolucionado” que ha provocado un asentimiento de dientes para fuera. Quizá también, nos ha fallado centrarnos en los puntos en común que nos permitan dar pasos más lentos, pero también más incluyentes con modificaciones estructurales de fondo. Hemos logrado discursos políticamente correctos, inclusión de la perspectiva de género en programas nacionales e internacionales, focalización de políticas de empoderamiento a la mujer y prevención de la violencia. Pero cuando husmeamos las prácticas cotidianas de las personas descubrimos sus propios “concursos de belleza” que objetivan, violan, humillan y menosprecian a las mujeres en las propias casas, trabajos y comunidades. Los cambios, aunque reales, se han quedado en la superficialidad. Bien decía, John Stuart Mill: “En las luchas políticas por la libertad, ¿quién no ha visto a sus propios partidarios dispersados por la corrupción o el terror? En la cuestión de las mujeres, todos los miembros de la clase sojuzgada viven en un estado crónico de corrupción o de intimidación, o de las dos cosas juntas.” Somos una sociedad dividida y hemos pagado el precio. La humanidad muestra cómo pendulea constantemente entre ideologías, las palabras de odio acribilladoras entre grupos opuestos provocan esto: en cuanto uno de los polos tiene la mayoría aplasta al contrario, suscitando un sentimiento de venganza cíclico, consciente que como platillo se come frío. Propongamos un modo alterno, de escucha y adhesión, lejos del odio. El camino para erradicar la violencia en contra de las mujeres solo puede ser obtenido dentro de una cultura de paz en donde nadie tiene la verdad suprema, pero todas y todos buscan un bien común.

El camino para erradicar la violencia en contra de las mujeres solo puede ser obtenido dentro de una cultura de paz en donde nadie tiene la verdad suprema, pero todas y todos buscan un bien común

Diana Ibarra Consejera Social del INMUJERES

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CDMX TECNOLOGÍA PARA VIVIR SEGURAS La app Vive Segura CDMX contribuye a mejorar la seguridad de mujeres y niñas en los espacios públicos

ILUSTRACIÓN: CORTESÍA

TERESA INCHÁUSTEGUI ROMERO

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l Gobierno de la Ciudad de México comprometido con los derechos de las mujeres y las niñas a la seguridad, libertad y movilidad segura en el transporte y los espacios públicos lanzó la aplicación Vive Segura CDMX (disponible para Android e iOS), como parte del Programa CDMX Ciudad Segura y Amigable para Mujeres y Niñas, que se integra con la colaboración de ONU Mujeres México. Esta aplicación forma parte del componente “Participa y Contribuye a tu Seguridad” y se puso en operación a partir del 25 de agosto en el marco de los 100 días de la Estrategia 30-100, y se desarrolló por parte del Inmujeres CDMX con base en experiencias de ciudades como Nueva Delhi, Bogotá y Río de Janeiro, que al igual que la CDMX, forman parte de la Iniciativa Global “Ciudades Seguras Libres de Violencia contra las Mujeres y las Niñas”. Las utilidades de la app Vive Segura CDMX son: A) Califica el lugar. Permite a las usuarias valorar las condiciones de seguridad que le ofrecen las calles, alumbrado, visibilidad y accesibilidad de la ciudad para caminar o viajar sin riesgos. Los datos que suban las usuarias serán remitidos a las áreas de Servicios Urbanos de las Delegaciones y a la Agencia de Gestión Urbana, para dar seguimiento a esos reportes. B) Identifica violencia sexual. Permite realizar reportes de agresiones de tipo sexual que han recibido tanto en los transportes como en los espacios públicos, incluye el perfil de los agresores según edad y número, identifica los lugares donde se presentan las diversas modalidades de violencia sexual en la ciudad, agregando una segunda capa al mapa de localización de sitios en este caso con los trayectos, rutas y tipos de transportes más inseguros para las mujeres y niñas. C) Sensación de seguridad. Con este botón las usuarias pueden compartir su experiencia con el entorno urbano y la seguridad de sus

trayectos o viajes. Las tres modalidades de sensación pintarán con pines verde, rojo o coloreando el mapa de la ciudad para que otras usuarias puedan elegir qué rutas tomar para sus trayectos. D) Haz tu reporte. Esta sección ofrece la posibilidad de agregar alguna cuestión no incluida en los menús anteriores, hasta subir fotografías de lugares, personas y situaciones que las usuarias consideren importante reportar. E) Botón de Auxilio 066. Se trata de un botón de emergencia al Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5), a partir de dos modalidades: llamada silenciosa y llamada por operador, dependiendo la situación en que se encuentren. En términos de datos, toda la información de la app integra cuatro capas de información en un mapa georeferenciado. La primera sobre condiciones del equipamiento urbano; la segunda sobre casos de agresiones y delitos de violencia sexual, la tercera a partir de la percepción de seguridad de las mujeres y la cuarta con las llamadas de emergencia. Esta información y análisis se hará llegar a los Gabinetes de Seguridad de la Delegaciones y al respectivo del Gobierno de la CDMX, para generar acciones de respuestas para prevenir la violencia y el acoso sexual en el transporte y los espacios públicos. Cada reporte contribuye a la seguridad de todas, por eso invitamos a las mujeres a descargar la app Vive Segura CDMX.

Esta aplicación forma parte del componente Participa y Contribuye a tu Seguridad y se puso en operación a partir del 25 de agosto en el marco de los 100 días de la Estrategia 30-100

Dra. Teresa Incháustegui Romero Directora General del Instituto de las Mujeres de Ciudad de México .

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OSC

REFUGIOS ESPECIALIZADOS: MECANISMO PARA PREVENIR FEMINICIDIOS ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Estos lugares están facultados para atender no solo a mujeres víctimas de violencia, sino también a sus hijas e hijos, para brindarles atención integral y multidisciplinaria.

WENDY HAYDEÉ FIGUEROA MORALES

E

n México, 2 de cada 3 mujeres viven violencia de acuerdo con el INMUJERES 2015. Siete mujeres son asesinadas cada día (ONU Mujeres, 2015); una de cada seis mujeres mayores de 15 años viven violencia en su relación de pareja (INEGI, agosto 2015). Una de cada 4 mujeres ha vivido discriminación laboral (ONU Mujeres, 2015). Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Nuevo León, Oaxaca, Puebla y Sinaloa encabezan el número de delitos contra las mujeres, en especial el delito de feminicidio (CIMAC Noticias, 2015) Con estas lamentables cifras aún no podemos hablar de acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia. Como sabemos, el acceso de las mujeres a la justicia entraña la reparación del daño perpetrado contra las mujeres y sus familiares. Sin embargo, no existe reparación del daño real y efectiva, la cual es una obligación de Estado que va más allá de una compensación económica o el encarcelamiento de su agresor, pues se deben transformar los contextos discriminatorios y misóginos que permitieron que fueran violentadas, concepto que no ha sido entendido por algunos gobiernos. Se trata de transformar las condiciones actuales en las que se establecen las relaciones entre hombres y mujeres. México cuenta con uno de los mecanismos, hasta hoy día más articulados para proteger los derechos de las mujeres, realizar una efectiva compensación del daño y prevenir feminicidios: los Refugios y sus Centros de Atención Externa especializados para atender a mujeres víctimas de violencias, y en su caso a sus hijas e hijos. Que coadyuvan en un problema social de derechos humanos, acceso a la justicia, seguridad y salud, brindando atención integral y multidisciplinaria con calidad y profesionalismo a pesar de las limitantes presupuestales que existen en nuestro país para poder garantizar su permanencia como agentes que disminuyen la brecha de género, previenen feminicidios y salvan vidas. Por lo tanto, el papel de los refugios de la Red Nacional de Refugios (RNR) para prevenir futuros eventos de violencias, fomentar una cultu-

ra de paz y buenos tratos, atender y proteger a las mujeres, sus hijas e hijos como pieza clave para la recuperación física y emocional de las víctimas y también para promover el empoderamiento de las mujeres desde una perspectiva de derechos humanos y de género con el fin de prepararlas a afrontar y reparar las secuelas físicas y emocionales que ha dejado la violencia y construir un nuevo proyecto de vida. A nivel Latinoamérica, México es el único país que cuenta con una Red Nacional de Refugios con más de 16 años de experiencia, organización civil integrada por 44 Organizaciones tanto de gobierno como de sociedad civil que representa a más de 50% de los Refugios del país. Sin embargo, aún no están dentro de la política pública del Estado Mexicano, no se contemplan como un programa específico y especializado que debe tener un presupuesto etiquetado anualmente y que debe de ser parte de un fondo revolvente. Resumiendo: Siguen existiendo la inacción o retrasos injustificados en la investigación de los casos de violencias contra las mujeres por ser considerados como no prioritarios. Falta de cumplimiento y seguimiento a las órdenes de protección emitidas a mujeres víctimas de violencias, particularmente en la esfera de la violencia familiar. Revictimización a las mujeres por falta de sensibilidad ante su situación de víctimas, su sexo y la gravedad de los hechos alegados. Desarticulación entre Gobierno y Sociedad Civil, como actores horizontales que a través del diálogo y su autonomía establezcan una agenda común a favor de los derechos de las mujeres en todas las etapas de su vida, promuevan el empoderamiento de las mujeres y la igualdad sustantiva. Es indispensable que se legisle y asignen recursos para la prevención, protección, atención y eliminación de las violencias contra las mujeres desde el enfoque de derechos humanos y la perspectiva de género. La realidad de las mujeres, niñas y niños víctimas de violencias demanda implementar una política de estado post-refugio para la restitución de sus derechos humanos como ciudadanas: casas de transición, fomento económico, acceso a la salud, educación y todas las necesarias para fomentar su bienestar y su desarrollo integral.

Es indispensable que se legisle y asignen recursos para la prevención, protección, atención y eliminación de las violencias contra las mujeres desde el enfoque de derechos humanos y la perspectiva de género

Wendy Haydeé Figueroa Morales Licenciada en Psicología y Consultora Certificada Directora General de la Red Nacional de Refugios, AC.

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CONCIENTIZAR PARA AVANZAR El ejercicio de la violencia es producto de un legado de comportamientos aprendidos, pero no propios del ser humano; por ello, si se crea conciencia, se podrá combatir.

MARÍA GUADALUPE DÍAZ ESTRADA

L

a violencia contra las mujeres y las niñas constituye un paradigma, su ejercicio es generalizado y no existe un solo factor que en sí mismo explique su origen. Su prevención y sanción requiere de concientización por parte de los tomadores de decisiones, sobre todo de aquellos que forman parte del sistema de procuración y administración de justicia en el país. En el marco del Día Internacional de la Violencia contra las mujeres es necesario ayudar a comprender porque esta conducta está tan arraigada en el mundo contemporáneo y porque requerimos de mayor voluntad política y coordinación de las Entidades Federativas para combatirla de manera frontal. Los maestros de la ciencia prehistórica fueron los primeros en aproximar un orden preciso al desarrollo de la humanidad. El historiador Lewis Morgan, citado por Federico Engels en la obra El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, argumenta que, en la infancia del género humano, hombres y mujeres coexistían entre grandes fieras salvajes y, aunque inermes al principio, desarrollaron la capacidad de imponer el uso de su fuerza para sobrevivir. Este hecho constituye el único indicio, sin prueba en contrario, de que la violencia pudo surgir como una forma primaria de supervivencia y resolución de conflictos. Aunque la capacidad humana siguió desarrollándose con el paso de los siglos, la imposición de la fuerza para atender y dirimir conflictos se mantuvo vigente. De modo que el ejercicio de la violencia es producto de un legado de comportamientos aprendidos, pero no inherentes al ser humano. Entre las formas de organización y convivencia social emergió el patriarcado y se configuró a un sistema androcéntrico que privilegia el uso de la fuerza para el ejercicio del poder. Esta construcción legitimó indebidamente a los hombres para asumir el control de las mujeres, el mando en la familia, la administración de los bienes y la primacía sobre cualquier cosa, persona o grupos de personas con marcados rasgos de inferioridad. De este modo, es social y culturalmente aceptado que la autoridad y/o liderazgo sean ejercidos por el hombre y que la mujer desempeñe un papel secundario. Esta significación discrimina a las mujeres en su espacio, su libertad, su identidad y su vida. Se han producido modelos de conducta con creencias, prejuicios y actitudes que señalan como deben ser los hombres y como deben comportarse las mujeres.

Estos patrones se han aceptado como verdades absolutas y permean la actuación del sistema político, económico y social. De manera que, inconscientes o no, producen y reproducen sus efectos. Este cúmulo de circunstancias han originado segregación y conductas de odio hacia las mujeres que en su forma extrema pueden culminar en el feminicidio. Esta situación se intensifica de sobremanera con la falta de sensibilización de los tomadores de decisiones, quienes aún consideran que los temas de igualdad son asuntos de mujeres. La poca profesionalización en perspectiva de género y derechos humanos hace que las entidades federativas desarrollen su trabajo en marcos de violencia institucional, sus acciones son aisladas y con frecuencia desarticuladas, ello genera ineficacia en su actuación y puede traducirse en impunidad social y del Estado. Además, no cuentan con espacios suficientes y herramientas técnicas eficientes para desempeñar su trabajo, lo que se traduce en desgaste emocional y en un otorgamiento inadecuado y hasta deficiente de los servicios. Consecuentemente, la crisis de lo público en materia del combate a la violencia contra las mujeres, presenta diversos perfiles, tanto culturales como institucionales o de coordinación. A pesar de todo, el Estado Mexicano continúa con la seria responsabilidad de actuar y no bajar la guardia. El diseño de políticas públicas para combatir la violencia contra las mujeres requiere una comprensión profunda del tema, debe basarse en diagnósticos específicos y dar por hecho que la violenta se encuentra inmersa en todas las estructuras sociales de modo que se incentive el cambio cultural. En este sentido, desde el Instituto Nacional de las Mujeres efectuamos un llamado a los gobiernos de las entidades federativas para que privilegien los procesos de sensibilización, capacitación y profesionalización, al tiempo que perfeccionan sus mecanismos de articulación para la prevención y fortalecen los servicios de atención a las mujeres víctimas. Si bien, nos queda un largo camino por recorrer tenemos la convicción de que marchamos en dirección correcta. El combate a la violencia debe asumirse como una lucha constante contra el sistema androcéntrico. Solo a través de esta lucha revertiremos la dirección de las fuerzas que nos marginan y forjaremos una vida libre de violencia.

El combate a la violencia debe asumirse como una lucha constante contra el sistema androcéntrico

María Guadalupe Díaz Estrada Directora General de Transversalización de la Perspectiva de Género INMUJERES.

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Identidad Cultural

LENGUAJE INCLUYENTE Y LA VIOLENCIA DE GÉNERO El hecho de que en castellano siempre hagamos referencia al género masculino para referirnos a todos y todas, puede interpretarse como violencia de género.

SOLEDAD JARQUÍN EDGAR

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esde el primer planteamiento académico hecho por la lingüista norteamericana Robin Lakoff en 1973, se señala cómo el lenguaje contribuye a la invisibilidad de las mujeres y por tanto fortalece la discriminación y la exclusión en los hechos, y como lo diría Judith Butler, este se convierte en un lenguaje de odio, un mecanismo para la violencia. Y es que hay una relación directa e indisoluble entre el pensamiento y el lenguaje, Mercedes Bengoechea Bartolomé, profesora titular de Sociolingüística en la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, señala que el lenguaje refleja y, muy especialmente, ayuda a construir, nuestra concepción del mundo y la realidad. Nuestra idea de la realidad se fundamenta en la forma en la que hablamos de ella. Siguiendo esta lógica, lo que tenemos entonces, es que al hablar en masculino, como la referencia del todo, lo que hacemos es omitir a las otras. Cito una de las frases más comunes en este sentido: lo que no se nombra, no existe. En comunicación e información omitir a las otras es faltar a un principio de ética periodística: mostrar la realidad, aun desde la subjetividad de quien ve, observa y transmite la comunicación-información y omite, subordina y excluye a través del lenguaje sexista. Naturalizamos el lenguaje masculino, no lo cuestionamos. Por otra parte, encontramos que el lenguaje excluyente, tiene manifestaciones de menosprecio hacia lo femenino y como ejemplo tenemos palabras que denotan discriminación como maricón, afeminado o frases como pareces niña, lloras como mujer, el último en llegar es vieja, por citar algunos ejemplos. De ahí que la propuesta es romper el lenguaje del neutro genérico, porque favorece la construcción social y el pensamiento que nos lleva a creer y sentir que hay estructuras inamovibles, como la jerarquización, la segmentación de la realidad, la división entre público y privado, estructuras que, al mismo tiempo, perpetúan un orden que deja fuera la experiencia femenina. Álex Grijelmo, escritor y periodista, afirma que “nada podrá medir el poder que oculta una palabra”, y sí, las palabras en masculino fueron escondiendo sentidos, significados, imágenes y conceptos, todos del femenino. En ese contexto, podemos decir que el lenguaje sexista agregó al neutro genérico un lenguaje discriminatorio y violento. Ocultar a las mujeres en nuestros lenguajes, se llama ginopia, cuyas repercusiones en son importantes para el desarrollo de su identidad

personal y social. Hay una disminución que las atrapa y que para salir de ellas se debe hacer consciente lo que sucede con el lenguaje. Y esta es una forma de violencia. En lo cotidiano, las mujeres enfrentan una “cultura” que las coloca en condición de subordinación. Porque el lenguaje –dice Bengoechea- es un vehículo transmisor de la ideología de la superioridad masculina. Toda sociedad sexista tiene un lenguaje discriminatorio y excluyente hacia las mujeres. Ellas quedan subsumidas en el masculino universal, neutro genérico o lenguaje sexista. Los hombres, en cambio, son el centro del todo, son los poseedores de lo colectivo y de lo profesional, de ahí que resulte difícil para muchas personas nombrar las profesiones en femenino, con un efecto psicosocial que provoca la invisibilización de la experiencia femenina. En contraparte, resultan familiares y naturales frases androcéntricas como la historia del hombre, los hombres de ciencia o los hombres de empresa. Es este lenguaje el que contribuye a perpetuar la desigualdad entre mujeres y hombres y favorece las expresiones de la violencia, a través de expresiones comunes y corrientes, “de la cultura popular”, como dichos y refranes, diálogos de televisión y cine, además de canciones que se escuchan por la radio y la internet, que normalizan en las personas la violencia contra las mujeres. Aquí algunos ejemplos de refranes populares: La mula y la mujer a palos se han de vencer La mujer que no es hacendosa, o puta o golosa La primera mujer es escoba y la segunda, señora. Dos canciones famosas: Amigo voy a darte un buen consejo/ si quieres disfrutar se sus placeres/ consigue una pistola si es que quieres/ o comprate una daga si prefieres/ y vuelvete asesino de mujeres / Mátalas (Mátalas) … como la regue contigo / y que un solo jardinero / recoja el fruto / no como tu que ya estabas recogida / y si este otro se anima / pues buena suerte haber si no se espina / y te pareces tanto / a una enredadera / en cualquier tronco te atoras… (La enredadera) Estas frases repetidas, perpetúan en el imaginario la idea sexista, discriminatoria, excluyente y por tanto distorsionada de la realidad sobre las mujeres, además de ser una patente de corso para la ejecución de acciones de violencia sexista, que se transmiten con naturalidad a través de las instituciones de la sociedad, todas patriarcales.

Ocultar a las mujeres en nuestros lenguajes se llama ginopia, cuyas repercusiones son importantes para el desarrollo de su identidad personal y social

Soledad Jarquín Edgar, Corresponsal y editora de SemMéxico (Servicio Especial de la Mujer México)

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Sociedad POR: BERENICE CHAVARRÍA TENORIO

EL ACOSO, VIOLENCIA “COTIDIANA” EN MÉXICO FOTO: SHUTTERSTOCK

Se trata de un problema que afecta a mujeres de todas las edades, ya sea en la escuela, el transporte o el trabajo. La clave para combatirlo está en la denuncia.

A

lma Maldonado tenía ocho años cuando iba sentada en un camión y un hombre le acercó el pene a su pequeño brazo. La madre de la niña se encontraba sentada junto a ella, pero no se percató de la situación y Alma no le dijo nada. Esto lo escribió la ahora joven a través de Twitter, luego de la creación del hashtag #MiPrimerAcoso, a través del cual mujeres de todo el país y distintas edades narraron sus indignantes experiencias. Al caminar por la calle, al ingresar al trabajo, en la escuela y hasta en el propio hogar, la violencia hacia las mujeres y niñas no es exclusiva de un lugar ni de un sector. El miedo es el principal enemigo; el silencio, su aliado. Tan solo en el tema de violencia sexual, cerca de 72% de las mujeres ha sido víctima, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En 140 caracteres, se impactó a un país entero, y es que el acoso es una realidad diaria. Cientos de mujeres transitan por la ciudad y sufren un tipo de violencia ya catalogada por muchos como cotidiana. Este hecho es considerado como violencia cuando existe una expresión o manifestación abusiva ya sean de palabra o escritos, lo cual atenta contra la personalidad, la dignidad, la integridad mental o física de la persona y va acompañada de palabras, gestos y actitudes. En México, cerca de 47% de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES). Son muy pocas las que denuncian lo acontecido; la vergüenza y las críticas, así como la impunidad y la lentitud del sistema judicial mexicano son sus principales obstáculos. “#MiPrimerAcoso: a los 12 años un idiota en el camión se paró frente a mí, yo sentada, él con cierre abajo enseñándome todo, y así tuve muchos más”, escribió otra usuaria en redes sociales. El transporte público es uno de los espacios donde este problema es más común, y lo que hacen las autoridades es promover la disculpa del atacante a la víctima como la mejor solución, declaró Teresa Incháustegui, directora general del Inmujeres CDMX. Al no registrarse la denuncia, ese caso no es registrado en el Módulo de Viajemos Seguras y menos en el Ministerio Público. Lo que se traduce en estadísticas que no reflejan la realidad.

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Cerca del 72% de las mujeres han sido víctimas de violencia sexual, según el Instituto Nacional de Estadistica y Geografía (INEGI)

47% DE LAS MEXICANAS MAYORES DE 15 AÑOS HAN SUFRIDO ACOSO SEXUAL, SEÑALA INMUJERES CDMX

El acoso vulnera la personalidad y forma de vivir de las mujeres: de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, en 2015, 40% de las mujeres modificó su vestimenta para evitar la violencia en el Sistema de Transporte Colectivo Metro. Además, 4.5% de las mujeres dejó la escuela o el trabajo por la inseguridad en el transporte. Otro de los lugares donde se desarrolla el acoso es en el trabajo, lo que también se conoce como mobbing. De acuerdo con un estudio del Colegio Jurista, 1.4 millones de mujeres padecen acoso sexual en el trabajo. “Me han golpeado, han abusado sexualmente de mí, me han acosado en el trabajo y la calle. Todas las veces me he preguntado si fue mi culpa”, expresó Miréia Anieva, víctima de la violencia que es cada vez más visible en México. El acoso está relacionado con la educación que enseña a las niñas y mujeres a callar por miedo al “qué dirán” o a las represalias en su contra. En pleno siglo XXI, aún hay mujeres y hombres en México que crecen en un entorno machista.

Según datos del INEGI, la violencia emocional representa 43.1% de los casos, mientras que la sexual es 7.3%. Para que exista el acoso no es necesario llegar a la violación o al manoseo, si una mujer es víctima de cualquier tipo de violencia, ya sean palabras obscenas o amenazas, debe acudir a las autoridades. Actualmente, gracias a las redes sociales, las mujeres tienen otro canal para denunciar a quienes violan su integridad física. Y la campaña #MiPrimerAcoso logró dar voz a miles, el resultado fue indignación colectiva. Las mujeres que usaron este hashtag tienen entre 6 y 19 años, lo cual demuestra que pueden ser víctimas de acoso sin importar la edad. Por otro lado, las denunciantes declararon que uno de sus más grandes miedos era la incredulidad de amigos, padres y hermanos. Para solucionar esta problemática, lo mejor que pueden hacer es denunciar; entre las conductas que son penadas están: tocamientos, palabras obscenas, insinuaciones sobre el cuerpo o apariencia, amenazas, persecución y miradas lascivas.


Cultura POR: BERENICE CHAVARRÍA TENORIO / FOTOS: CORTESÍA

APPS

LIBRO EL ALBERGUE DE LAS MUJERES TRISTES

# #NIUNAMENOS Disponible para Android D Si sufre o eres testigo de algún caso de violencia contra la mujer, S puedes denunciarla desde tu celular o tableta. Con esta aplicación p registrarás tu denuncia -que puede ser anónima-, especificando la re ubicación, el suceso, la descripción de lo ocurrido y enviar fotos. De u manera automática la denuncia forma parte de un registro público geolocalizado; así las entidades acceden a un mapa interactivo para poder apoyar a las víctimas.

Marcela Serrano

El albergue de las mujeres tristes, una novela que reúne en un espacio a mujeres de diferentes edades y profesiones para que se reinventen y mejoren su autoestima y concepción de la vida. La autora Marcela Serrano, narra cómo el grupo de mujeres llega a descubrir el poder que tienen, sin la necesidad de contar con un hombre a su lado; en el albergue ellas encuentran reparación para su alma en todos los aspectos. Editorial Alfaguara

VIVE SEGURA CDMX V Disponible para Android D Esta aplicación te permite reportar situaciones de riesgo y acoso seE xual en espacios abiertos y en transporte público y realizar llamadas x de d emergencia al 066. Contribuye a la seguridad de mujeres y niñas.

BOTÓN DE PÁNICO B Disponible para Android D El Botón de Pánico es una aplicación a través de la cual las mujeres E pueden enviar una alerta a sus contactos de confianza predefinip dos en caso de emergencia. Esta alerta se envía por SMS, y en él d sse indica la situación y ubicación de la persona. Funciona de una manera sencilla: solo debes presionar el botón de bloqueo de tu celular hasta que comience a vibrar indicando que tu alerta ha sido enviada.

PELÍCULA EMPIEZA EN TI Marta Vergonyós Cabratosa Un grupo de mujeres españolas narran el camino de superación que decidieron seguir luego de haber sufrido violencia. Durante 10 años cuentan frente a la cámara de la cineasta Marta Vergonyós sus miedos, inquietudes y el paso a paso que han seguido para salir de la problemática. A través del arte, sus reuniones para cocinar y, sobre todo, el trabajo en equipo demuestran que son sobrevivientes, no víctimas. Disponible en web

MUSEO MEMORIA Y TOLERANCIA Sesiones: ¿Cómo podemos prevenir la violencia contra las mujeres? Amnistía Internacional lleva a cabo varias sesiones sobre la problemática de la Violencia de Género al Museo de Memoria y Tolerancia los días 23 y 30 de diciembre. Las pláticas se denominan “Acciones que contribuyen a la prevención de la violencia contra las mujeres” y “Experiencias que contribuyen a la prevención de la violencia contra las mujeres en México”. Ingresa a la página oficial del Museo para más detalles.

¿SABÍAS QUÉ? EN 2016 EL NÚMERO DE VISITAS AL MICROSITIO VIDA SIN VIOLENCIA SE INCREMENTÓ 32% ¡SUMATE! ¡VISITANOS! Link: http://vidasinviolencia. inmujeres.gob.mx/vidasinviolencia

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Breves INMUJERES EN LA XIII CONFERENCIA REGIONAL DE LA MUJER DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

YUCATÁN VA POR LA PARIDAD VERTICAL Y HORIZONTAL

Durante los trabajos de la XIII Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe, órgano subsidiario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), celebrados en Montevideo, Uruguay del 24 al 28 de octubre, la Presidenta del INMUJERES, Lorena Cruz Sánchez, asistió en representación del Gobierno de México. La Conferencia Regional reúne a todos los gobiernos de la región para analizar el cumplimiento de los acuerdos internacionales y regionales sobre la igualdad de género y para el cumplimiento de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde su establecimiento, hace casi 40 años, México ha participado activamente y fue reelecto como parte de la Mesa Directiva de la Conferencia para el periodo 2016-2019, cuya presidencia encabeza Uruguay. Cruz Sánchez participó en el panel: “Transversalización y acciones positivas: instrumentos para la igualdad de género”, en el que compartió la experiencia de México en incorporar la perspectiva de género como eje transversal de las políticas públicas, mediante su inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo y en el PROIGUALDAD de cumplimiento obligatorio para la Administración Pública Federal.

El INMUJERES felicita al estado de Yucatán por la Iniciativa emitida por el Gobernador Rolando Zapata Bello, para reformar el Artículo 16 de la Constitución Política de la entidad y establecer el principio de paridad en ayuntamientos en sus dos dimensiones: vertical y horizontal, presentada durante la firma del Convenio Interinstitucional para la creación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Yucatán. El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán, el Instituto para la Igualdad entre Mujeres y Hombres en Yucatán y el Tribunal Electoral del Estado de Yucatán estrecharán vínculos y conjuntarán esfuerzos, para consolidar el Observatorio e impulsar el avance político de las mujeres en la entidad.

Firma del Convenio Interinstitucional para la creación del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Yucatán.

CONVENIO CÁMARA DE DIPUTADOS-INMUJERES Lorena Cruz Sánchez, Presidenta del INMUJERES, en la XII Conferencia Regional de la Mujer de América Latina y el Caribe (CEPAL).

ACADEMIA REVISA LA ALERTA DE GÉNERO

FOTOS: CORTESÍA

Para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y mejorar los instrumentos especializados, el INMUJERES, en coordinación con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), y la Comisión de Igualdad de Género de la H. Cámara de Diputados, convocó a las instituciones académicas al segundo Foro para el Fortalecimiento del Mecanismo de Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres. A través de un conversatorio deliberativo con las y los académicos, se pretende identificar los retos que el mecanismo enfrenta en su aplicación y construir los contenidos que una reforma legislativa y reglamentaria debe prever para su atención.

La Cámara de Diputados suscribió un convenio general de cooperación con el INMUJERES para promover e incorporar la perspectiva de la igualdad de género en el trabajo del Poder Legislativo federal, en las políticas públicas y en los programas del gobierno. El presidente de la Cámara de Diputados, Javier Bolaños Aguilar, reconoció que se ha avanzado en el empoderamiento de la mujer y precisó que la firma del convenio con INMUJERES es un signo de cooperación entre los poderes del Estado mexicano, “símbolo de nuestro compromiso por combatir cualquier signo de discriminación y cualquier género de violencia contra las mujeres”. Por su parte, Lorena Cruz Sánchez, Presidenta del INMUJERES, explicó que el objetivo del convenio es promover y dar seguimiento a la incorporación de la perspectiva de la igualdad de género en el trabajo en el Poder Legislativo federal, así como en las políticas públicas y en los programas del gobierno.

INMUJERES participa en segundo Foro para el Fortalecimiento del mecanismo de alerta de violencia de género contra las mujeres.

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iNMUJERES y la Cámara de Diputados suscriben convenio de cooperación para promover la perspectiva de género en el trabajo del Poder Legislativo federal.



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de noviembre

DĂ­a Internacional de la EliminaciĂłn de la Violencia contra la Mujer

ÂĄPongamos fin a la violencia contra las mujeres!


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