TODAS, noviembre de 2018

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SUPLEMENTO MENSUAL

NOVIEMBRE 2018

TODAS

LA TRANSVERSALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO ES BÁSICA PARA EL CAMBIO SOCIAL: ARELY GÓMEZ NACIONAL

Cambio Cultural por la Igualdad y la

NO VIOLENCIA Opinión

Martha Lucía Micher • Beatriz Paredes • Eric Descombes • Gabriela Villafuerte


La violencia opera por ciclos

DE LA

Luna de miel

Acumulación de tensión

Estallido de violencia

Consulta el Círculo de la Violencia en español y sus traducciones a Náhuatl, Mixteco, Otomí y Tlapaneco en nuestro Centro de Documentación

cedoc.inmujeres.gob.mx


(†) JESÚS D. GONZÁLEZ FUNDADOR FRANCISCO A. GONZÁLEZ FRANCISCO D. GONZÁLEZ JESÚS D. GONZÁLEZ CARLOS MARÍN ÁNGEL CONG ÓSCAR CEDILLO ALFREDO CAMPOS RAFAEL OCAMPO JAVIER CHAPA REGINA REYES-HEROLES VALERIA GONZÁLEZ

PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN PRESIDENTE EJECUTIVO VICEPRESIDENTE CONSEJERO EDITORIAL DIRECTOR GENERAL DIRECTOR DE INFORMACIÓN DIRECTOR MILENIO DIARIO DIRECTOR MILENIO TELEVISIÓN DIRECTOR MULTIGRÁFICA DIRECTORA DE SUPLEMENTOS DIRECTORA CREATIVA

CARTA EDITORIAL

TODAS SUPLEMENTO MENSUAL GERENTE DE ARTE Y SUPLEMENTOS COORDINADORA EDITORIAL COEDITORA DE SUPLEMENTOS COEDITORA DE SUPLEMENTOS COEDITOR DE SUPLEMENTOS EDITOR DE ARTE EDITORA WEB REDACTORA

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

MIGUEL REYES WENDY SOLIS LAURA ESCAMILLA GUILLERMINA AYALA EMILIANO GONZÁLEZ PEDRO HERNÁNDEZ YAZMÍN VELOZ BERENICE CHAVARRÍA

DISEÑO EDITORIAL MICHELLE LAGUNA, ANGÉLICA VARGAS, FRANCISCO SÁNCHEZ, JAIR PIÑA DOMICILIO: MORELOS 16, COL. CENTRO, CDMX, C.P. 06040 PARA VENTAS E INFORMES: T: 5140.2950

MARCELA ETERNOD ARÁMBURU SECRETARIA EJECUTIVA EN SUPLENCIA DE LA PRESIDENCIA DEL INMUJERES MARÍA DE LA PAZ LÓPEZ BARAJAS DIRECCIÓN GENERAL DE AUTONOMÍA Y EMPODERAMIENTO PARA LA IGUALDAD SUSTANTIVA ANA LAURA PINEDA MANRÍQUEZ DIRECCIÓN GENERAL DE ESTADÍSTICA, INFORMACIÓN Y FORMACIÓN EN GÉNERO ROCÍO IVONNE PÉREZ MARTÍNEZ DIRECCIÓN GENERAL DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS MARTA B. CABRERA GARCÍA DIRECCIÓN GENERAL ADJUNTA DE COMUNICACIÓN SOCIAL PABLO NAVARRETE GUTIÉRREZ COORDINACIÓN DE ASUNTOS JURÍDICOS ANA ORTIZ MONASTERIO RIVERO COORDINACIÓN DE ASESORES

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POR FA VO R C IC RE

Por ello, la disminución de la violencia de género es un tema central de las tareas del Instituto, en el marco de las acciones en favor de la igualdad y la no discriminación. Sabemos que se trata del reto mayor y las acciones y políticas establecidas han creado un andamiaje institucional que empieza a dar sus frutos. De la misma importancia han sido las acciones coordinadas para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género contra las mujeres; se instrumentó el programa integral donde el cambio cultural fue una meta, así como la creación de centros de justicia; se han consolidado los mecanismos institucionales de coordinación (2015-2016) para lograrlo. Igualmente, para atender la violencia laboral y fomentar acciones de corresponsabilidad y conciliación entre la vida laboral, familiar y personal, se generó un amplio debate y hoy día se arraigó en la sociedad mexicana el conocimiento que hace rechazar la violencia de género. En agosto de 2016, toda la Administración Pública Federal inició el proceso de certificación en la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación, que obliga a prevenir el acoso y el hostigamiento en los centros laborales. Se firmó un acuerdo para que esa tarea se lleve a todos los centros de educación superior y las universidades. Hasta junio de 2018, 28 de las 30 dependencias que conforman el gabinete legal y ampliado obtuvieron esa certificación y se desarrolló un protocolo de prevención. Aunque el camino es largo, se ha sembrado la semilla de la igualdad como garante de una sociedad informada y democrática.

2 ERIC DESCOMBES

8 KENIA LÓPEZ RABADÁN

Partner/Chief executive officer FCB México

Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República

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LOS CONTENIDOS DE LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN EL PRESENTE SUPLEMENTO SON RESPONSABILIDAD DE LAS Y LOS AUTORES FIRMANTES.

Una de las dificultades más trascendentes para lograr la igualdad entre mujeres y hombres es la tarea sistemática de contribuir al cambio de pensamiento en la sociedad frente a la desigualdad de las mujeres, tarea emprendida por el Instituto Nacional de las Mujeres. El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, por primera vez, incluye la perspectiva de género como una estrategia transversal. Lo que, entre otras cosas, consiguió acuerdos con los gobiernos y las instituciones para desarrollar acciones y programas precisos en favor de la igualdad, así como una cruzada de reflexión y sensibilización de todas y todos los servidores públicos. Un instrumento fundamental fue la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), que recoge la información referente a la violencia contra las mujeres en México, y que ha permitido difundir información y conocimiento sustentado. La encuesta es considerada de interés nacional. Se promovieron las leyes de Igualdad y de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, que establecen tareas para cambiar actitudes; se estableció la coordinación en los tres niveles de gobierno para prevenir, sancionar y erradicar esta violencia, y principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia, favoreciendo los principios de igualdad y no discriminación. Una tarea sustantiva fue coadyuvar al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), identificar cómo los medios pueden contribuir al cambio de actitudes, promoviendo el conocimiento y la difusión, e informar desde una perspectiva de género. INMUJERES promovió en todo el país talleres, seminarios y encuentros para analizar el lenguaje incluyente y no sexista.

4 GABRIELA VILLAFUERTE COELLO

12 BEATRIZ PAREDES RANGEL

Presidenta de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación

Presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República

7 MARTHA LUCÍA MICHER

14 ARELY GÓMEZ GONZÁLEZ

Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República

Secretaria de la Función Pública

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FCB México

MÁS MUJERES CREATIVAS, MENOS PUBLICIDAD CON ESTEREOTIPOS

FOTO: CORTESÍA

ERIC DESCOMBES

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omo hijo, educado por unos padres maravillosos, pareja de una mujer asombrosa y compañero de trabajo de mujeres espectaculares, me considero un real embajador de la Equidad de Género. Por eso llevo tiempo trabajando en cómo acelerar el cambio cultural que nos permita vivir en una sociedad con igualdad de género y libre de violencia. Para alcanzarlo, siempre he pensado que se debe iniciar en casa, por eso, desde mi lugar de trabajo he permeado hacia toda la compañía las mejores prácticas de equidad, empezando por obtener la certificación de “Por y para la Equidad” otorgada por Victoria 147. Somos la única agencia de publicidad en México con dicha certificación, como publicistas tenemos mucho impacto en reforzar o cambiar paradigmas. Los paradigmas son fundamentales, ya que son la guía para entender cómo vivir en sociedad. Es decir, son los modelos, patrones o ejemplos a seguir en determinadas situaciones. Por ejemplo, para saber si puedo entrar al baño de mi sexo, uso como referencia la palabra en la puerta o el símbolo de mujer u hombre. Así es como vamos construyendo nuestros paradigmas: el color rosa es prácticamente sinónimo de lo femenino y el azul de lo masculino; una familia son papá, mamá y dos hijos; un taxista, un doctor o un bombero generalmente es un hombre; quienes cocinan son la abuela o la mamá, y así muchos más patrones que ni siquiera cuestionamos, ya que son los que socialmente e históricamente están aceptados. Inicialmente ningún paradigma está bien o mal, estos se fueron construyendo en nuestra cultura y dentro de nuestros usos y maneras.

Pero con el tiempo estos van cambiando, ya sea porque partieron de una creencia errónea, son obsoletos o simplemente tienen que evolucionar porque dejan de tener sentido. Cuando mi padre era pequeño, se creía que fumar era bueno; hoy se sabe que es nocivo para la salud. El paradigma cambió. Pero, aun así, nos cuesta cambiar nuestros estereotipos, por lo cual es importante tener mecanismos para darnos cuenta de cuándo y cómo cambiar un modelo que ya no es funcional. En materia de publicidad esto es fundamental, ya que la narrativa en la que se cuentan los mensajes publicitarios contiene, justamente, los elementos y arquetipos que nos permiten entender para quién y para qué es un producto. Es normal que la publicidad contenga y refuerce paradigmas; lo que no es normal, es que no se actualicen y se sigan comunicando ideales que son erróneos. No pretendo juzgar a la publicidad pasada, pero sí sentar las bases de la publicidad futura. Y como dije anteriormente, los publicistas necesitan guías para entender cómo actualizar sus paradigmas. En nuestro camino, nosotros hemos visto que uno de los principales problemas de la industria es la sub-representación de la mujer en el área creativa; el no hacerlo sigue perpetuando antiguos modelos de género. Las ventajas de generar publicidad libre de estereotipos de género: tiene mejor recepción en su audiencia y genera mejor percepción de marca. Pero, sobre todo, actualiza los paradigmas sociales, lo que sin duda acelera el cambio cultural que todos, agencias, marcas, medios y sociedad, tenemos que abrazar: la equidad absoluta de género y no violencia.

Los paradigmas son fundamentales, ya que son la guía para entender cómo vivir en sociedad

Eric Descombes Partner / Chief Executive Officer FCB México.

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ONU

OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE Estos son los compromisos internacionales que tiene México.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

JULIETTE BONNAFÉ

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éxico hizo y tiene compromisos internacionales que cumplir. Son dos en particular que permitirán un gran avance hacia una sociedad próspera en la que mujeres y hombres sean iguales, y en la que niños y niñas tengan las mismas oportunidades. El primer compromiso a mencionar es el que hizo México junto con otros 192 países, al aprobar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se deben alcanzar a más tardar en 2030. México, al igual que los demás países, hizo esta enorme promesa. Y esta promesa solo se podrá cumplir si se considera de manera seria y sistemática la igualdad entre mujeres y hombres. Dicho en otras palabras: no hay manera de ganar el partido con solo la mitad del equipo en la cancha. Por ello los ODS consideran la igualdad de género en todas sus dimensiones, además de dedicarle un objetivo específico (ODS 5: Igualdad de género). Las necesidades de las mujeres y las niñas son interdependientes y no se pueden ver de manera aislada. Por ejemplo, una niña que nazca en un hogar de bajos recursos (ODS 1: Fin de la pobreza), tendrá mayor probabilidad de contraer matrimonio antes de la edad adulta (ODS 5), mayor probabilidad de deserción escolar (ODS 4: Educación de calidad) y de embarazarse a una edad temprana (ODS 3: Salud y bienestar). Solo con estas necesidades atendidas, podremos contribuir a una sociedad más desarrollada y próspera. Esta es la indicación fundamental que da la Agenda 2030 a los gobiernos: las políticas públicas de cada país deben considerar las dimensiones de género en todos sus ejes. Por ejemplo, una mujer que abandona una relación de maltrato necesita atención médica (ODS 3),

acceso a la justicia (ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas), un lugar seguro donde vivir (ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles) y un trabajo decente (ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico). A su vez, la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) es el instrumento internacional vinculante más amplio sobre los derechos humanos de las mujeres y niñas. Su cumplimiento es obligatorio para los países. El Estado mexicano ratificó la CEDAW el 23 de marzo de 1981. El Comité de la CEDAW emitió, en julio de 2018, observaciones a México que constituyen una hoja de ruta de gran relevancia para avanzar hacia la igualdad sustantiva y la no discriminación hacia las mujeres y las niñas en México. Sin duda, son un insumo clave para la planeación y el diseño de políticas públicas en este cambio de gobierno, al indicar de manera clara en dónde enfocar las prioridades. El Comité CEDAW expresó su preocupación en torno a varios aspectos de la vida de las mujeres y las niñas, especialmente en un contexto con altos niveles de violencia, y formuló recomendaciones específicas para garantizar sus derechos, las cuales están a disposición de todas y todos en la página de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Desde ONU Mujeres, hacemos un llamado a los gobiernos entrantes de todos los niveles, a los tres poderes de la Federación, a toda persona en posición de diseñar y/o influir en las políticas públicas de mañana, para que se tomen estos dos instrumentos internacionales como insumo y guía, y caminemos hacia el cumplimiento de estas promesas hechas en nombre de y para todo México.

La indicación fundamental que da la agenda 2030 a los gobiernos es que las políticas públicas de cada país deben considerar las dimensiones de género en todos sus ejes

Juliette Bonnafé, Especialista de Programas en ONU Mujeres México.

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TEPJF

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

LA DEUDA PARA LA IGUALDAD DE GÉNERO ESTÁ EN LAS ESFERAS CULTURAL Y SOCIAL, NO EN EL MARCO JURÍDICO GABRIELA VILLAFUERTE COELLO

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éxico ha avanzado en la creación de un marco jurídico a favor de la igualdad de género, pero si no existe un cambio cultural y social, un cambio completo de mentalidad, no habrá ley ni sanción que funcione. Hace dos años, en la presentación de su iniciativa “Let Girls Learn” (Dejen que las niñas aprendan), Michelle Obama pidió que iniciara un gran cambio cultural que transformara las “distintas varas de medir que se aplican a mujeres y hombres, ya que la verdadera igualdad no solo se consigue con leyes, sino también cambiando las mentes y los corazones”1. La igualdad por derecho está reconocida en nuestras leyes, pero la igualdad real, la del disfrute de esos derechos, está limitada por la cultura, no por las normas. De poco sirve si, por ejemplo, hay una convocatoria para ser jueces y juezas que estipule la participación paritaria, pero está llena de obstáculos por cuestiones de género, como haber tenido una carrera judicial continua o diversos puestos de mando superior, o contar con maestrías o doctorados. Estos requisitos son difíciles de cumplir para una mujer que es madre o que cuida una familia, pues las mujeres somos, en general, cuidadoras y nadie se pregunta si es por naturaleza o por imposición. O bien, esas juntas de trabajo a las que asisten el mismo número de hombres y mujeres, pero a ellas (a nosotras) no nos escuchan o nuestras propuestas no se ponen en marcha. Estas son igualdades aparentes porque les falta equidad. Por un lado, para llegar a una verdadera igualdad hay que ser equitativo y reconocer las diferencias, porque no nacimos iguales, ni crecemos en condiciones similares, desde el principio las desventajas y los obstáculos se ponen en el camino de las mujeres.

Por otro lado, tengo una duda fundada: ¿ya llegamos al punto más alto de la curva de violencia contra las mujeres? No lo creo. Parece que aún no nos hemos sorprendido lo suficiente para unirnos y motivarnos a actuar para detener la discriminación, la estigmatización, la intimidación y la agresión hacia este género. ¿Dónde queda el compromiso de poner las palabras en acción? Incluso me parece que quienes critican abiertamente el feminismo son rivales más congruentes y que se pueden convencer de lo contrario con más facilidad, que quienes aseguran apoyar a las mujeres, pero en privado ejercen múltiples formas de violencia contra ellas y limitan su desarrollo. Por muchas razones, las mujeres estamos obligadas a combatir paradigmas, sobre todo, porque estos se conectan con otras desigualdades que también aquejan a la sociedad. El balance es tan desalentador en todos los sentidos que, sin pesimismo, considero que no hay condiciones para cumplir con la Agenda de Género 2030. La evidencia que salta a la vista es que entre más participan las mujeres en la vida política, las muestras de violencia en su contra aumentan a la par. Tenemos 12 años para corregir desde los cimientos y, a este paso, el tiempo no será suficiente. El tema es llamativo. La mayoría de los actores políticos hablan de él, está en todas las agendas, en las políticas públicas y en los foros; se atienden exhortos internacionales, tenemos normas de vanguardia creadas con buena fe, pero si no hay cambios de estructura radicales en la sociedad y la cultura, las leyes nacen y seguirán naciendo muertas.

Las mujeres estamos obligadas a combatir paradigmas, sobre todo porque estos se conectan con otras desigualdades que también aquejan a la sociedad

Gabriela Villafuerte Coello, Presidenta de la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

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REFERENCIA: 1 https://rpp.pe/mundo/actualidad/como-combatir-la-desigualdadde-genero-michelle-obama-te-lo-explica-noticia-976512


Poder Legislativo

CAMBIOS URGENTES

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Sen. Kenia López Rabadán, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos e integrante de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

KENIA LÓPEZ RABADÁN

a igualdad sustantiva entre mujeres y hombres ha sido una pugna histórica. La concepción antigua de las mujeres dista mucho de la que ahora conocemos, pues se tenía la idea de que su voluntad debía estar subordinada al sexo opuesto. Aristóteles decía que “el esclavo está absolutamente privado de voluntad; la mujer la tiene, pero subordinada; el niño solo la tiene incompleta”; erróneamente se consideraba que la diferencia entre mujeres y hombres no solo era biológica, sino también intelectual. Lo anterior ha cambiado gracias a la suma de esfuerzos para erradicar la violencia y desigualdad de género. Por ejemplo, el 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales, en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, aprobaron una Agenda en esta materia; dicho documento fue llamado “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”. Esta Agenda contiene 17 objetivos para poner fin a la pobreza y, por supuesto, a la desigualdad en todas sus formas; entre los objetivos se encuentran el acceso al agua limpia y al saneamiento, hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, entre otros. La desigualdad es un mal que ha afectado por mucho tiempo a las mujeres y combatirla es fundamental para ellas. México ha sido uno de los países más comprometidos con el desarrollo de esta Agenda, por ejemplo, en el Senado de la República se instaló un grupo de trabajo sobre este tema, el cual velará por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Lograr la igualdad de género representa un importante desafío, aunque sin duda el respaldo de acuerdos internacionales permea una mayor pro-

tección, es importante señalar que nuestra normativa nacional también prevé aspectos de igualdad y combate a la discriminación. Nuestra Carta Magna, en su artículo cuarto establece que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”. Aunque es una breve frase, su contenido es amplio, pues debemos interpretar primordialmente que el Estado mexicano debe hacer todo lo posible para garantizar que mujeres y hombres se encuentren en igualdad y gocen de las mismas oportunidades. Abonando a lo anterior, la Ciudad de México tendrá paridad de género en el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como en los Organismos Públicos Autónomos. Tuve el honor de proponerlo como Diputada Constituyente de la Ciudad de México; ahora la Constitución capitalina, contiene este fundamental principio. Los retos continúan, es por eso que, el pasado 6 de septiembre, ahora como Senadora de la República, presenté una iniciativa de proyecto de decreto para reformar y adicionar los artículos relativos a los Poderes de la Unión y a los Organismos Constitucionales Autónomos, pues las mujeres legisladoras buscamos lograr que la paridad de género no dependa de vaivenes políticos o de cualquier otro tipo de intereses. Será otro paso para eliminar la discriminación, exclusión, el maltrato, abuso, la violencia y los constantes riesgos de vulneración a los derechos y libertades fundamentales en que se encuentra la mujer a lo largo y ancho del país ¡la reforma es necesaria! Cada avance es importante para que toda mujer, niña o joven, viva en un país con igualdad de oportunidades, donde no haya distinciones. Mujeres y hombres debemos tener los mismos derechos, deberes y obligaciones; los cambios son urgentes.

La igualdad de género es un importante desafío; aunque el respaldo de acuerdos internacionales permea una mayor protección, hay que señalar que nuestra normativa nacional también prevé aspectos de combate a la discriminación

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NO MÁS VIOLENCIA

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Es necesario un profundo cambio social y cultural para poner fin a la discriminación contra las mujeres.

PABLO NAVARRETE GUTIÉRREZ

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ara poner fin a la discriminación y violencia contra las mujeres, necesitamos con urgencia concretar un profundo cambio cultural e institucional, para lo cual la sociedad y las autoridades de todos los niveles de gobierno y los poderes del Estado, deben redoblar esfuerzos y asumir sus responsabilidades para proteger por todos los medios a su alcance, la vida y seguridad de las mujeres, de manera particular de la más cruel y brutal de sus manifestaciones: el feminicidio. A lo que aspiramos, es a transformar las causas estructurales e históricas que han mantenido permanentemente a las mujeres en condiciones de desventaja y exclusión. En este sentido hay mucho por hacer, pero podemos empezar por preguntarnos cuál es la condición y posición que tienen las mujeres en nuestra sociedad. ¿Todos sus derechos son respetados? ¿Viven seguras en sus casas? ¿Transitan sin temor por las calles, las plazas o el transporte público? Son tan solo algunas preguntas, cuyas respuestas son alarmantes por los niveles de discriminación y violencia que a diario enfrentan en el espacio público y privado por su sola condición de ser mujeres. Por eso, requerimos con urgencia desnaturalizar los roles y estereotipos de género que históricamente las han condenado a las labores domésticas, a la procreación o a las tareas del cuidado. Quien quiera dedicarse a ellas, que sea por decisión, no por imposición. Es necesario que combatamos el acoso y hostigamiento sexual, que se ha consolidado como la forma más extendida y naturalizada de la violencia machista y misógina contra las mujeres en los espacios públicos, laborales y académicos en nuestro país. En cualquiera de las expresiones y l0s lugares donde ocurra, la violencia contra las mujeres es una manifestación del abuso del poder y un delito que debe ser sancionado ejemplarmente. También, nos urge una cruzada nacional para desmitificar el “amor romántico” y el “matrimonio”, pues el primero se ha utilizado como instrumento de dominación, control y sometimiento, y el segundo, como único destino posible de las mujeres para autorrealizarse. El amor todo lo puede, el amor lo va a cambiar, el amor es sufrimiento y abnegación, son

tan solo algunas de las falsas premisas que se usan para someter a las mujeres a la voluntad de los hombres en nombre del “amor”. Como bien dice Kate Millet, el amor ha sido el opio de las mujeres, como la religión el de las masas. La falsa teoría de la “complementariedad” con los hombres o de la media naranja, ha penetrado a tal grado en la conciencia de las mujeres, que muchas han olvidado que por sí mismas valen, que son plenas y no necesitan a otra persona para estar completas, mucho menos para ser felices. Por eso, debemos insistir en la necesidad de que en México se prohíba el matrimonio de niñas. Si las mujeres adultas enfrentan riesgo y situaciones de violencia dentro del matrimonio, con mayor razón las niñas, son inexpertas e indefensas frente al favorito de los cautiverios del patriarcado: el matrimonio. También, necesitamos consolidar las instituciones y las leyes creadas para defender los derechos de las mujeres. Por ejemplo, la Ley del INMUJERES, que entró en vigor hace más de 17 años, pero solo ha sido modificada en tres ocasiones: en 2012, 2015 y 2018, de mera forma, no de fondo. Esta situación la ha dejado “rezagada” respecto de nuevas leyes que se han creado, algunas de ellas de mayor jerarquía normativa, como las leyes generales para la igualdad entre mujeres y hombres (2006) y de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia (2007). Las tres leyes requieren una revisión y actualización urgente. De manera particular, necesitamos revisar y consolidar el mecanismo de alerta de violencia de género contra las mujeres, como una herramienta de intervención urgente en casos de violencia feminicida o por agravio comparado, pues por sí mismo no ha sido capaz de detener la espiral de violencia, entre otras cosas, porque las medidas que se implementan, no “urgentes”, son medidas ordinarias a las que ya estaba obligada la autoridad a la que se le declara la alerta. Para concretar este cambio, se requiere de la participación decidida de la sociedad, pero sobre todo del gobierno, para garantizar a las mujeres la plena vigencia de sus derechos; entre ellos, a vivir libres de discriminación y violencia.

Requerimos con urgencia desnaturalizar los roles y estereotipos de género que históricamente las han condenado a labores domésticas, la procreación o a las tareas del cuidado

Pablo Navarrete Gutiérrez, Coordinador de Asuntos Jurídicos del INMUJERES.

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Poder Legislativo

AGENDA 2030 Y CAMBIO CULTURAL FOTO: SHUTTERSTOCK

Los derechos humanos de las mujeres y las niñas son fundamentales para el desarrollo del país.

MARTHA LUCÍA MICHER CAMARENA

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n México, millones de mujeres y niñas no gozan de sus derechos humanos y viven múltiples formas de desigualdad y discriminación interrelacionadas, además de las derivadas de su sexo, otros ejes de desigualdad son: la edad, la clase social, la raza o la etnia; la orientación sexual y la identidad de género; las condiciones de salud y discapacidad y el estatus migratorio. Todas estas condiciones de desigualdad estructural de las mujeres y niñas en nuestra cultura y nuestra sociedad son centrales en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La igualdad es, en sí misma, el Objetivo 5, pero es transversal al conjunto de los 17 ODS. Con el objetivo de cumplir con lo estipulado en la Agenda 2030, en México necesitamos implementar una agenda amplia que incluya las tres dimensiones de la autonomía de las mujeres y las niñas: física, política y económica. La autonomía es un elemento central para alcanzar la igualdad, ya que implica “la capacidad de las personas para tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas, de manera que puedan ser y hacer en función de sus propias aspiraciones y deseos en el contexto histórico que las hace posibles”1. El logro de las autonomías contribuirá a la transformación de las condiciones de vida de las mujeres y niñas, del conjunto de la sociedad y del país. Para lo anterior, es nodal la eliminación de todos los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres y las niñas. La violencia es un atentado a sus derechos humanos y, al mismo tiempo, les impide el acceso y goce de otros derechos. La violencia contra las mujeres tiene su base en la desigualdad entre los géneros y en la subordinación de las mujeres en nuestra cultura y sociedad. No será posible alcanzar los ODS si en México millones de niñas y mujeres son cotidianamente víctimas de violencia. Necesitamos cambios radicales en todas las esferas de la vida para lograr la igualdad y erradicar la violencia: si la violencia es estructural al sistema político, a la sociedad y la cultura, necesitamos implementar políticas públicas, legislaciones, programas y acciones con el objetivo de erradicar dicha violencia estructural.

El gran cambio cultural que México requiere es la instauración de una cultura de derechos humanos y, específicamente, de derechos humanos de las mujeres y las niñas. Para ello es necesario que tengan plena vigencia: su derecho a la educación; la garantía de acceso universal a la salud sexual y reproductiva; a la participación política en condiciones de paridad; a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral; al reconocimiento y valoración de los trabajos de cuidados y del trabajo doméstico no remunerado; al agua limpia y potable; a un medio ambiente sano; a salario igual por trabajo igual; a la seguridad y la paz; a la erradicación de la pobreza y el hambre; a vivir libres de violencia en la casa, la escuela, los trabajos, las calles y los transportes, entre otros. Para asegurar el cumplimento de la Agenda 2030 y los ODS, el Senado de la República tiene trabajos claves por realizar: 1. Desarrollar legislación que refleje los principios de derechos humanos y contribuya a lograr el cumplimiento nacional de la Agenda 2030 y los ODS. 2. Garantizar presupuestos que contribuyan a maximizar los recursos nacionales disponibles para lograr los mejores resultados posibles. 3. Monitorear los resultados alcanzados con el objetivo de coadyuvar en la identificación de obstáculos para su cumplimiento o para evaluar los progresos alcanzados. Como Senadora Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, tengo la firme convicción de que el logro de la Agenda 2030 y los ODS es fundamental para el avance de las niñas y las mujeres en nuestro país. Debe ser compromiso de todas y todos impulsar este avance desde cada uno de nuestros espacios de influencia, para que la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, la no discriminación y el acceso a una vida libre de violencias se conviertan en una realidad plena para todas las mujeres en México. Mi esperanza y mi trabajo están orientados para que lo logremos antes del año 2030. ¡Por nuestro derecho a tener derechos!

Es nodal la eliminación de todos los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres y las niñas

Sen. Martha Lucía Micher Camarena, Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Senado de la República

REFERENCIAS: [1] Véase: https://oig.cepal.org/es/autonomias /interrelacion-autonomias NOVIEMBRE, 2018 | TODAS |

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IMER

LAS MUJERES Y LA RADIO EN MÉXICO ILUSTRACIÓN: CORTESÍA

Con el apoyo de las comunicadoras, locutoras, reporteras y líderes de opinión se da voz a las mujeres en el país.

NORA PATRICIA JARA LÓPEZ

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a reforma en telecomunicaciones tuvo efectos positivos en los últimos cinco años en México, donde las mujeres accedieron a una participación más equitativa en los medios de comunicación, empoderando su desarrollo profesional a través de las nuevas tecnologías. Desde 2013, el espectro asignado a las radiocomunicaciones creció 163%, al pasar de 222 MHz a 584 MHz, lo que favoreció la calidad de los servicios de telecomunicaciones. A ello hay que agregar las licitaciones del espectro radioeléctrico, realizadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones, de 2015 al 2017 en el sector de la radiodifusión mexicana, que logró asignar 141 nuevas estaciones de radio, 114 frecuencias a la banda de Frecuencia Modulada y 27 a la de Amplitud Modulada. Hasta ahora, el organismo autónomo ha otorgado 219 nuevas concesiones para uso social, comunitario, indígena o público, para dar servicios de radiodifusión y telecomunicaciones. Es aquí donde, con apoyo de las mujeres comunicadoras, locutoras, reporteras, productoras y líderes de medios de comunicación, por primera vez, se obtuvo reconocimiento a la radio comunitaria, que según expertos de ONU Mujeres y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, “amplía el diálogo de las aldeas a las ciudades, ofreciendo oportunidades para que los miembros de las comunidades participen en la programación, gestión y apropiación de las emisoras, utilizando tecnología apropiada para productoras y productores locales”. El lanzamiento del 106.1 de FM como la frecuencia de Radio Violeta, la primera concesión social-comunitaria de radio feminista en México y la inclusión de un nuevo participante de servicios móviles en el mercado, como las Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias, son grandes logros para las mujeres comunicadoras, en un universo donde están rezagadas en la titularidad de estaciones de radio y TV. El Programa de Investigación Feminista del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias

y Humanidades de la UNAM, destaca que, en la TV privada, solo el 3% de sus trabajadores son mujeres, lo que evidencia que el “mundo de las comunicaciones es masculino”. Sin embargo, al considerar el uso de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) por género, los resultados muestran una participación equitativa entre mujeres y hombres: 49.2 y 50.8% en el uso de computadora, y 49.4 y 50.6% en el de Internet, respectivamente, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP, por sus siglas en inglés) 2015, observa que a la fecha las mujeres ocupan 27% de los puestos de alta dirección en las empresas mediáticas y 35% de la fuerza de trabajo en las redacciones, lo que destaca que falta mucho todavía para lograr la igualdad sustantiva de género en los medios. Por su parte, el Panorama de los Perfiles Demográficos, Laborales y Profesionales de los Periodistas en México, realizado por investigadores de la Universidad Iberoamericana, financiado por la Universidad de Miami y The Worlds of Journalism Study, de la Universidad de Múnich, Alemania, estima que existen en el país entre 18,207 y 18,534 periodistas profesionales, de las cuales en la Radio trabajan 5,210, en un total de 467 estaciones de radio en todo el país. De estas, las y los periodistas laboran predominantemente en áreas urbanas y el 68.2% en una ciudad capital. Y si los distribuimos por género, 68.2% son hombres y menos de la tercera parte, el 31.8%, son mujeres, cifra ligeramente por debajo del porcentaje de la fuerza de trabajo femenil en el país, que para 2015 era de 34.6%, con un promedio de edad de 38.4 años. Además, es un sector de alta desigualdad laboral, con dos tercios de reporteras y reporteros con ingresos por debajo del nivel salarial de los 10,000 pesos mensuales, según informa el Global Media Journal México.

El lanzamiento del 106.1 de FM como la frecuencia de Radio Violeta es un gran logro para las mujeres comunicadoras, en un universo donde están rezagadas en la titularidad de estaciones de radio y TV

Nora Patricia Jara López, Directora de Noticieros del Instituto Mexicano de la Radio (IMER).

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IGUALDAD SUSTANTIVA ILUSTRACIÓN: CORTESÍA

Urge un cambio para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y garantizar los derechos humanos de las mujeres y las niñas.

MA. DE LA PAZ LÓPEZ BARAJAS

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os Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) constituyen un plan de acción global, una hoja de ruta para los países, cuyo propósito fundamental es poner fin al hambre y la pobreza, eliminar las desigualdades y hacer frente a los desafíos ambientales. La adopción de los ODS requiere, para su cumplimiento, de la elaboración de una agenda política amplia de los gobiernos y de un compromiso de la sociedad en su conjunto. El propósito que plantea la Agenda 2030 implica no dejar a nadie atrás y avanzar poniendo el acento en la garantía y protección de los derechos humanos, bajo los principios de universalidad, interdependencia e indivisibilidad, es decir, un enfoque holístico con una visión transformadora de la vida de todas las personas. Se trata de poner en el centro a aquellas personas que han sido discriminadas, excluidas e ignoradas en las políticas públicas; en ese conjunto, las mujeres y las niñas están sobrerrepresentadas. La Agenda 2030 establece una serie de compromisos con la igualdad de género, y reconoce que las desigualdades entre hombres y mujeres, así como las distintas formas de discriminación contra ellas y contra las niñas, se manifiestan en cada una de las dimensiones del desarrollo sostenible. De ahí que para alcanzar los objetivos buscados sea necesario considerar de manera integral y transversal sus derechos humanos, plasmados en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), en nuestra Constitución y en la Ley General de Igualdad entre Mujeres y Hombres1. En este sentido, la Agenda 2030 coloca en el centro el objetivo de lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas (ODS 5) con nueve metas que contemplan los desafíos más acuciantes en este terreno. Plantea, además, que el desarrollo sostenible solo será posible si sus frutos favorecen por igual a mujeres y hombres, es decir, si el derecho a la igualdad entre unas y otros se coloca en el centro de los esfuerzos de los Estados por proteger el planeta y garantizar que todas las personas puedan vivir con dignidad. En este marco, la Agenda reconoce la indivisibilidad y la interdependencia de los derechos, así como las interrelaciones entre la igualdad de género y las dimensiones del desarrollo sostenible y, por ello, enfatiza en la necesidad de atender el resto de los objetivos incorporando, de manera

transversal, la igualdad de género. En otras palabras, propone un enfoque integral para la implementación. Reconocer el derecho a la igualdad de género es clave para garantizar que las mujeres y las niñas ejerzan otros derechos, y para que accedan a todos los beneficios de desarrollo sostenible. El Estado mexicano tiene no solo la responsabilidad de aprovechar el potencial transformador de la Agenda 2030 y garantizar los derechos humanos de las mujeres2; también tiene una oportunidad histórica. Si bien el compromiso se ubica en el más alto nivel político, el cumplimiento de todos los ODS depende de que este compromiso se materialice en acciones concretas y efectivas para eliminar la discriminación y la violencia contra las mujeres y las niñas, así como en garantizar que todas disfruten plena y efectivamente de sus derechos. El desafío es la implementación; para ello se requieren, todavía, importantes reformas. Si bien en el ámbito federal contamos con un andamiaje jurídico e institucional relativamente avanzado en materia de igualdad de género, este debe ser fortalecido en el ámbito estatal y municipal. Se requiere una transformación contundente que sustente las políticas públicas sin obviar los derechos humanos de las mujeres. Hoy en día, son pocas las entidades federativas que están a la altura de las reformas legales que se han realizado. El desafío no es menor. Sin esas transformaciones, las políticas públicas y los programas presupuestarios serán producto de una voluntad política veleidosa y reactiva sin rumbo claro. Los tres órdenes de gobierno y los tres poderes del Estado están obligados a orientar la política nacional con la Agenda 2030, que no es otra que la de los derechos humanos, en donde los de las mujeres tienen un papel central.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible conformada por 17 objetivos (ODS) y 169 metas es un plan de acción que tiene por objeto fortalecer la paz universal y el bienestar de la población, en un marco de derechos humanos, sin dejar a nadie atrás

Ma. de la Paz López Barajas, Directora General de Autonomía y Empoderamiento para la Igualdad Sustantiva del INMUJERES.

REFERENCIAS: [1] Véase: ONU-Mujeres, Hacer las promesas realidad: la igualdad de género en la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, Nueva York, 2018. Pág. 14. [2] Los ODS, la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing materializan jurídica y políticamente este compromiso. NOVIEMBRE, 2018 | TODAS |

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FOTO: CORTESÍA

ASEGURAR SUFICIENCIA DE RECURSOS PARA LOGRAR LA IGUALDAD DE GÉNERO GUILLAUME MICHEL

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omo parte de la política de apertura al escrutinio internacional que México mantiene para el avance nacional, progresivo y sostenido, en materia de derechos humanos, y atendiendo a sus obligaciones derivadas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), el Estado mexicano sustentó el 6 de julio su IX Informe ante el Comité creado por ese tratado internacional. La sustentación ante el Comité CEDAW fue el resultado de un proceso integral para presentar ante este órgano de derechos humanos la información más relevante sobre las acciones que realizan las instituciones de los tres Poderes de la Unión, de los tres órdenes de gobierno, de los órganos desconcentrados y autónomos para combatir la discriminación y la desigualdad en contra de las mujeres. El hilo conductor fue la estrategia jurídico-normativa que existe en México en favor de la igualdad y en plena consonancia con nuestras convicciones y obligaciones internacionales. El gobierno de nuestro país fue autocrítico acerca de los múltiples retos a los que se enfrenta y, además de la participación comprometida de las diversas instancias que lo componen, propició la retroalimentación de la sociedad civil y la academia en las distintas fases del proceso. El Comité realizó observaciones que reconocen los avances de nuestro país para fortalecer el andamiaje jurídico y programático en favor de la igualdad y la no discriminación. En las elecciones de 2018, luego de las reformas legislativas correspondientes, un número sin precedentes de mujeres fueron electas a cargos de elección popular y se logró la paridad en el Congreso. Esto no fue solo resultado de la reforma normativa, sino también del cambio cultural y de una política nacional de igualdad. No obstante, el Comité hizo énfasis en cuestiones muy serias y dolorosas que enfrenta nuestro país, problemas estructurales como la discriminación, el machismo y su expresión más perversa: la violencia de género.

La discriminación y la violencia de género laceran nuestras sociedades e impiden su máximo potencial de desarrollo. La más reciente Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en el Hogar (ENDIREH 2016) muestra estereotipos persistentes que supeditan a las mujeres al marco de lo doméstico, que se reflejan en la baja participación económica de las mujeres mexicanas, a pesar de las disposiciones legales en favor de la igualdad de oportunidades. Son graves también los obstáculos que las mujeres víctimas de violencia y sus familiares tienen que vencer para acceder a la justicia, a pesar de los mecanismos institucionales que existen para atender este problema. El Comité CEDAW reconoció progresos en las áreas de salud, educación y empleo, pero hizo un énfasis específico en la pobreza y los sectores en situación de vulnerabilidad, como mujeres indígenas, afrodescendientes y rurales, destacando la importancia de combatir la discriminación cuando está acentuada por más de un motivo: étnico, económico, de orientación sexual o identidad de género. En 2015, la comunidad internacional se planteó como mapa de ruta la Agenda 2030, con lineamientos para asegurar que el desarrollo sea sostenible, incluyente y transformador. Para muchos países, incluido México, esto implicará eliminar las barreras persistentes de discriminación que provocan, entre otros, la desigualdad económica y social, así como la violencia de género. Las recomendaciones de este Comité subrayan que debe asegurarse la suficiencia de recursos financieros, humanos y técnicos para lograr la igualdad de género. A pesar de haber avances, son aún insuficientes y se requiere que las acciones, dependencias y programas en favor de la igualdad cuenten con personal, recursos financieros y técnicos para cumplir los objetivos para los que fueron creados. Una lección aprendida por México es que la atención a los problemas estructurales de derechos humanos requiere más que nunca de inversiones focalizadas, así como de la articulación entre el gobierno y la sociedad civil. Otra lección no menos importante es la necesidad de incorporar la perspectiva de género de manera transversal en todas las áreas de acción pública, para atender el impacto diferenciado que producen las políticas en hombres y mujeres.

El Comité hizo énfasis en cuestiones muy serias y dolorosas que enfrenta nuestro país, problemas estructurales como la discriminación, el machismo y la violencia de género

Guillaume Michel, Director General de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

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Entrevista POR: GABRIELA RAMÍREZ, SEMMÉXICO

LEJOS DE LA IGUALDAD EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, DENTRO Y FUERA Cada vez más, las mujeres tienen presencia en el ámbito laboral y los medios de comunicación no han sido la excepción, sin embargo, se enfrentan a que solo varones ocupan puestos directivos y puestos de decisión.

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2. ¿Cómo podría revertirse esta situación? Hay que hablarlo y decirlo. Las concesiones de los medios se otorgan a los varones y ellos los heredan a sus hijos o a sus yernos, no vemos esto con las mujeres. Es necesario exhibirlo, ponerlo sobre la mesa. Todavía hoy al ver fotografías en actos públicos vemos a puros hombres, solo “El Club de Toby”. Por ello estamos lejos de llegar a la igualdad sustantiva.

La historia de México muestra que se ha avanzado y que muchas mujeres han luchado por abrir espacios

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ún hay mucho por hacer para que las mujeres puedan tener un trato igualitario en la agenda de los medios de comunicación y, también, para que las que se dedican a esta profesión puedan desarrollarse en condiciones libres de violencia y discriminación. A continuación, se presenta una breve entrevista con Elisa Alanís Zurutuza, periodista y columnista del diario El Universal, quien nos da su punto de vista al respecto.

1. Desde su percepción, ¿las mujeres han ganado más espacios en los medios de comunicación?

La historia reciente de México nos muestra que se ha avanzado y que muchas mujeres han luchado por abrir espacios, así como también lo han hecho algunos hombres que se han sumado a la causa, y los medios de comunicación no son parte de ese andar. No ha sido fácil la lucha por la igualdad sustantiva. En el ámbito privado, es decir el de las empresas, no el público, el gubernamental, no hay tanto avance. En el ámbito público, recientemente se ha avanzado con medidas afirmativas como la paridad a través de litigios estratégicos o sentencias. Sin embargo, en las empresas el tema no se ha tocado y la desigualdad es la regla, no se ha iniciado este camino.

3. ¿Qué tipo de clima laboral enfrentan las mujeres que trabajan en los medios? El clima laboral no es más que el reflejo de la cultura que vivimos en México. Aunque cada vez hay mas mujeres reporteras, periodistas, conductoras, no las vemos. Aquellas que están se enfrentan a la violencia que se manifiesta en salarios más bajos o situaciones de acosos. Para terminar con ello, es necesario romper las barreras culturales. Hay que comenzar a hablar de lo que sucede como lo han hecho las mujeres del movimiento Me Too. 4. En cuanto al tratamiento de la información, ¿nota usted algún cambio en la actualidad? Si bien se ha planteado la necesidad de transformar la manera en la que hablamos de las mujeres en los medios, no hay todavía cambios sustantivos. Todavía está muy arraigada la cultura de la discriminación y se replican estereotipos por parte de las y los mismos periodistas, o bien, de personajes de la vida pública. Debemos hacer conciencia de la necesidad de eliminar esta cultura para dar cabida a una vida libre de discriminación. Muchas veces, el tratamiento de la información sin perspectiva de género se da por falta de conocimiento. Sin embargo, no hay, por ejemplo, materias en las escuelas de periodismo para hablar de un ejercicio con perspectiva de género, pero podría ser una medida para avanzar en este tema. NOVIEMBRE, 2018 | TODAS | 11


QUISIERA ESCRIBIR UN POEMA BEATRIZ PAREDES RANGEL

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ace tiempo que quiero escribir un poema. Un texto para homenajear a las mujeres de América Latina. Que me permita, al mismo tiempo, congratularme de la fortuna de haber nacido en esta región promisoria de nuestro planeta, que siempre fue proveedora de esperanzas. Así fue. América, el continente de la esperanza, cuya riqueza sustentó a las metrópolis del viejo mundo, y financió la expansión y grandeza de los imperios europeos, especialmente el español; cuyos flujos de recursos – aquellos,trasladados a través de Veracruz, o de La Habana, o de Salvador de Bahía, o de Lima– hicieron grande el comercio de Europa, favorecieron la acumulación, revolucionaron la alimentación, con el cacao, el jitomate, la papa y tantos otros frutos. América, el espacio de refugio de millones de inmigrantes italianos e irlandeses, de libaneses, de “turcos” como se calificaba al conglomerado árabe, que buscaban en el nuevo mundo las oportunidades que las estructuras rígidas y sin movilidad de la vieja Europa y del Medio Oriente les negaban. América, el espacio de libertad y tolerancia que abrió los brazos a judíos; que recibió a chinos y orientales, que rescató a alemanes y japoneses después de las grandes guerras... ¡¡América, América!! Pero más que referirme a América toda, desde hace tiempo lo dije al principio quiero hacer un poema a las mujeres latinoamericanas, y agradecer a la vida el haber nacido en esta época y en esta región, y, para ser más precisa, nacer en México, país que, a inicios del Siglo XX, realizó una revolución social, que trastocó el orden establecido y generó espacios reales de movilidad social. Aprecio ser mexicana, mujer, y formar parte de mi generación. De ser mujer, digo,porque ser mujer me

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ha permitido mirar la realidad con otros ojos –no los de la cultura dominante, masculina–con ojos de mujer, y llegar con naturalidad a la cosmovisión que me integra: el materialismo histórico y el feminismo; ser mujer beneficiaria de la síntesis de acontecimientos que hicieron posible el cambio cualitativo de las mujeres en la sociedad, a saber: La generalización del acceso a la educación, y con ello, la apropiación de su conciencia; la incorporación masiva al trabajo remunerado, y con ello, la apropiación de su autosuficiencia; la posibilidad del acceso generalizado a los anticonceptivos, y con ello, la apropiación de su cuerpo; la existencia del divorcio, sin connotación de estigma social, o sea, la apropiación de su personalidad civil; la generalización del sufragio para las mujeres, y con ello, la apropiación de su personalidad ciudadana; el surgimiento del movimiento feminista, que plantea una visión distinta del mundo y reivindica el derecho a apropiarse de la construcción de la historia. Desde esa plataforma extraordinaria, he vivido a plenitud todos los momentos de mi existencia. No he divagado ni un minuto; y, desde la atalaya excepcional que se deriva de la formación de quién ha tenido acceso a la ilustración y el análisis en México, privilegio del que he disfrutado, he observado con admiración, a veces con dolor, otras con rabia, y muchas, muchas más, profundamente conmovida, a las mujeres de América Latina. A los millones, anónimas, indígenas ancestralmente violentadas, en el intercambio duro, tinto en sangre, de una conquista que imprimió a nuestra región más de dos siglos de coloniaje. Indias sabias, curanderas, magas, de manos tejedoras de ensueños en sus coloridos ropajes; indias de ojos de carbón encendido, voz acallada, lengua de pájaro guaraní, o de quetzal maya. Indias, de alguna manera nosotras. Viejas abuelas y tatarabuelas, de cobre, de café, de cacao. Oscuras lunas.

A las centenares, peninsulares, esposas de los conquistadores, referencia del anclaje del errante, colonizador o guerrero; madres de las criollas audaces que amaron más al territorio nuevo que a la metrópoli de origen. Criollas que fueron Josefa Ortiz de Domínguez, Manuelita Saénz, Leona Vicario, y otras compañeras independentistas del Siglo XIX. Criollas de concha nácar. De perlas. Blancas lunas. Pero ¿dónde están las compañeras de los mineros, de todos aquellos que irrigaron con sangre la extracción de plata, de polvo de oro, de esmeraldas y diamantes? Sangre recorre las entrañas de América Latina. Sudor con sangre. Y luego, las guerras civiles, las dictaduras, las revoluciones, las democracias, las revoluciones.... Soy hija de esta cultura sincrética sin límites, infinita. Recorre mi alma la dualidad de la Malinche; la avidez de conocimiento de Sor Juana; la angustia de Rosario Castellanos; la soledad de Alfonsina; la fuerza de Tanya; me miro en el espejo de lo que pude haber sido y, gracias a la educación pública, las oportunidades que sí existieron, la suerte, la solidaridad y el coraje, no fui: obrera de una factoría de confección, con salario desigual al del varón del sindicato que me pide cuota física para promoverme; dirigente comunitaria de alguna región, gestionando recursos para los pueblos; maestra normalista, enseñando a niños y con ansia de seguir aprendiendo; maestra de educación física, soñando en las olimpiadas; cónyuge de algún marino o algún ranchero, con tres hijos a los que bien educaría, atenta a complementar mis conocimientos para impulsar su “progreso”. Todas ellas. Que pude haber sido y no fui, merecen mi valoración por su resistencia y dignidad. En América Latina, nuestros pueblos son pobres, y en la pobreza, aún son más pobres las mujeres. Al mismo tiempo,


Poder Legislativo

muchas tenemos la riqueza de formar parte del gran contingente de mujeres dueñas de sí mismas, no enajenadas por la condición femenina. Trabajamos de meretrices, de afanadoras, de sirvientas, de empleadas, de obreras, de comerciantes; de artesanas, de campesinas, de profesoras, de doctoras, de abogadas o alguna otra especialidad universitaria; de secretarias, de monjas, de locutoras, de periodistas, de políticas, escritoras, artistas, de intelectuales, de cultoras de belleza, de modelos. Millones de amas de casa que hacen del hogar y la familia espacio total de existencia. Madres, hijas, hermanas. Indígenas, mestizas, blancas, negras. Multirraciales. Multicolores. Polifónicas. Algunas –valientes– se fueron hace muchos o hace pocos años, a hacer revoluciones y su muerte nos abrió camino; otras hace algunos años alzaron la voz, la mirada, el cuerpo, y con paso de gacela o de pantera, dejaron huella en el sendero. Nos falta mucho por hacer. Decirle a las cosas por su nombre. No tener miedo. Erradicar el oportunismo y las concesiones. Ser tolerantes, siempre tolerantes. Y reivindicar, cada vez, en cada momento, cada vez más, con un susurro, con una palabra, con una canción, con una consigna, con un poema,

con una oración, con un grito, con un alarido La Libertad, La Libertad. De ser. De decidir. De actuar De luchar. De seguir, en esta lucha infinita, recurrente, siempre infinita, para poder vivir. Como mujeres, como personas, como ciudadanas. Nací en un continente cuya realidad me abrió los ojos, como alondras. Me creció el musgo bajo las axilas, y después de tiempo, me brotaron alas, las cantoras de Latinoamérica, me hicieron conocer la belleza, sus poetas, el valor sus patriotas, el orgullo sus injusticias, la rabia sus políticos, la frustración y su pueblo, su pueblo, sus pueblos la alegría, vuelta risa, carcajada o resplandor. La ternura y la desesperación.

Ahora camino, y a veces me enfango, tropiezo, mis pies se petrifican, en algunas ocasiones, cuando a volar me atrevo, despego, y cuando vuelo veo sus volcanes, los volcanes de la América nuestra, esas cumbres donde anida el cóndor, en las que las estrellas reflejan su rostro para colorearse. Miro sus grandes, enormes ríos, jaspeando de caimanes, me asfixio en la pedrería calcárea de sus desiertos, casi me calcino, y, cuando, al volar más alto, al verdaderamente elevarme avizoro sus mares sus dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, diviso el originario trance en el que las sirenas se convierten en mujeres. Quiero hacer un poema para las Mujeres de Latinoamérica Tengo que trabajarlo.

Poema publicado en "Acaso la palabra", Editorial Porrúa, 2005. Sen. Beatriz Paredes Rangel, Presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado de la República.

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Sector Gobierno

RESPONSABILIDAD DE TODAS Y TODOS PARA QUE LA IGUALDAD SEA UNA REALIDAD NO SOLO EN LAS LEYES ARELY GÓMEZ GONZÁLEZ

L Arely Gómez González, Secretaria de la Función Pública.

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a correlación entre la agenda de género y el cambio cultural es irrefutable. Como nos muestra la historia, dicha agenda tiene sus cimientos en los años setenta, época de profundas transformaciones socioculturales, en la que los movimientos de mujeres —al hacer visible la discriminación y la violencia que padecían precisamente por el hecho de ser mujeres— posicionaron nuevos temas en el debate público. Gracias al desarrollo de estos movimientos, tanto nacionales como internacionales, se transitó del debate público a una agenda institucional. En este esfuerzo hay que reconocer la actuación del Estado mexicano, que en 1975 —Año Internacional de la Mujer— fue sede de la primera Conferencia Mundial de la Mujer, y que ha participado en las tres Conferencias subsecuentes, Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995); ratificando los acuerdos que de ellas se derivan. Desde entonces, se ha trabajado en una agenda de género cuya cristalización se observa en el Plan Nacional de Desarrollo 20132018, el cual, reconociendo que es “inconcebible

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FOTOS: CO RTESÍA

aspirar a llevar a México hacia su máximo potencial cuando más de la mitad de su población se enfrenta a brechas de género en todos los ámbitos”1, incorpora la estrategia transversal denominada “Perspectiva de Género en todas las acciones de la Administración Pública Federal”. La transversalización de la perspectiva de género es un elemento fundamental para el cambio social, porque implica, por un lado, el reconocimiento de que las acciones del Estado tienen un impacto en las relaciones de género. En consecuencia, debe haber un replanteamiento en la manera de diseñar, implementar y evaluar políticas públicas, en aras de garantizar el ejercicio pleno de derechos de todas y todos. Por otro lado, esta herramienta permite el reconocimiento de las mujeres como sujetos políticos, lo que coadyuva al desarrollo democrático. Han sido sustanciales los avances en materia de igualdad entre mujeres y hombres, particularmente en el marco jurídico, sin embargo, aún quedan muchos retos por atender. Uno de los más apremiantes tiene que ver con el imaginario colectivo de género, es decir, con los valores,

El contar con una agenda de género es la vía para hacer posible la igualdad, en la que hoy, no hay punto de retorno.

creencias y percepciones sobre cómo deben ser y comportarse las mujeres y los hombres. Estas ideas están presentes en todos los ámbitos de la vida y afectan los derechos humanos tanto de hombres, como de mujeres, siendo los derechos de estas últimas los que resultan más vulnerados. De ahí surge la importancia de seguir sumando esfuerzos e implementando acciones tendientes a modificar los patrones que han sido estereotipados. Durante mi gestión en la Secretaría de la Función Pública, se creó la Dirección General de Igualdad de Género, con el propósito de trabajar por la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. Una de sus principales facultades es generar espacios de sensibilización, capacitación y diálogo para dar cuenta de que

este cambio cultural por la igualdad, no es únicamente responsabilidad de las mujeres. Todas las personas, particularmente quienes nos dedicamos al servicio público, tenemos la responsabilidad de contribuir a la generación de una sociedad en donde la igualdad sea una realidad no solo en las leyes; una realidad en la que mujeres y hombres puedan ejercer plenamente sus derechos. El contar con una agenda de género es la vía para hacer esto posible, en la que hoy, no hay punto de retorno.

REFERENCIA: [1] Gobierno de la República, Plan Nacional de Desarrollo. Disponible en línea: http://pnd. gob.mx/ pág. 23. NOVIEMBRE, 2018 | TODAS |

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Reportaje POR: YAZMÍN VELOZ

VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO, UN RETO PARA MÉXICO

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a relación de Galilea y Pablo transcurrió como cualquier noviazgo adolescente común, se conocieron en la preparatoria, se gustaron e hicieron novios. A los tres meses de ser pareja, él empezó a prohibirle cosas a ella, a revisar su celular y sus redes sociales, a controlar sus amistades, a ser celoso y posesivo, así como alzar la voz e intimidarla. Después de estas agresiones solo fue cuestión de seis meses para que la violencia llegara al plano físico. “Me eliminaba amigos de mis redes sociales; no podía verme saludando a nadie. La primera vez que me pegó me lastimó las costillas; después, me rompió el labio, tenía ‘chipotes’ en la cabeza, incluso una vez hasta intentó ahorcarme. Fue hasta ese momento cuando decidí actuar y contarle a mis amigas lo que me estaba pasando”, expresó Galilea Romero, una estudiante de preparatoria de 17 años originaria de Tlapa de Comonfort, un poblado de la Montaña de Guerrero. Como Galilea, 66.1% de las mujeres de 15 a 30 años en México ha sufrido algún tipo de violencia, ya sea psicológica, física o sexual por parte de su pareja, esposo o concubino. De este porcentaje, solo 20% de las afectadas solicitó ayuda y denunció. Pero 29.6 millones de mujeres que padecieron algún tipo de agresión por parte de su compañero decidieron guardar silencio por miedo, por sufrir amenazas o porque no lo consideraron relevante, todo esto de acuerdo con los datos arrojados por la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH). De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), la violencia en las relaciones comienza con cualquier comentario incómodo, después con un jaloneo que al principio puede parecer un juego entre ambos; pero conforme pasa el tiempo, la situación puede llegar a ser más grave. Al respecto, la psicóloga egresada de la UNAM, Nubia Alpízar, asegura que en la mayoría de los casos existen varios factores que impiden darse cuenta del camino que está tomando la relación. Uno de ellos es estar enamorada, pues a estas mujeres no se les permite pensar de manera objetiva para darse cuenta de que están siendo violentadas dentro de la relación que ellas creen afectiva. “Cuando se cree que se encuentra a la persona ideal y al estar en la etapa del enamoramiento, se idealiza a la pareja y, en ocasiones, se empiezan a tolerar insultos, golpes, celos y hasta abuso sexual. Aquí lo

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La agenda 2030 de la ONU tiene como objetivo erradicar este tipo de violencia y contribuir a la igualdad de género en nuestro país.

importante es que las mujeres sepamos que no debemos confundir el amor con maltrato: no nos cela porque nos quiere, si no por una conducta tóxica de inseguridad y control que no debemos permitir”, dice Alpízar. Comportamientos por parte de la pareja como controlar todo lo que se hace y exigir explicaciones; querer saber con lujo de detalles a dónde se va, dónde se estuvo, revisar las pertenencias, tratar de acabar la relación que se tiene con los familiares, los amigos o los vecinos; así como vigilar, criticar o pretender que se cambie la manera de vestir y actuar, son indicios de que algo no está bien y hay que actuar lo antes posible, explica Alpízar. “No solo los golpes son violencia, si la mujer se siente infeliz y controlada en una relación, no debe quedarse callada y sí denunciar”, dice la experta. A pesar de que hay programas de apoyo por parte de la CDMX, como la Línea Mujeres en la que se proporciona ayuda psicológica vía telefónica, así como las Unidades de Atención a las Mujeres, las cuales cuentan con 16 módulos que proporcionan ayuda gratuita, aún hay un alto porcentaje de mujeres que no se atreve a denunciar o pedir ayuda. Al final, la historia de Galilea se resolvió y todo marchó para bien, ella tuvo el valor de contar todo a sus papás, denunciar en la Alcaldía y obtener una orden de restricción. Pero así como hay historias en las que todo toma un rumbo más positivo, también hay casos en los que la violencia de pareja deja consecuencias mortales, ya que de acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), México cuenta con una tasa de 4.5 feminicidios por cada 100,000 habitantes, una de las más altas de la región, es por esto que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tiene como objetivo lograr la equidad de género en México mediante los principios establecidos en la Agenda 2030. De acuerdo con el informe Hacer las promesas realidad: la Igualdad de Género en la Agenda 2030 en México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (reformada en 2009) prioriza la inclusión de medidas y políticas dirigidas a combatir la violencia contra las mujeres en el Plan Nacional de Desarrollo, y obliga al Gobierno a formular e implementar una política nacional con el objetivo de prevenir, atender, sancionar y erradicar esta forma de violencia. Así como esta, se implementarán más medidas para conseguir los objetivos planteados y proporcionar una vida libre de violencia para las mujeres en México y el mundo.


Consejo Social

LA DESNATURALIZACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Es alarmante que detrás de los actos de agresión extrema de género, subyacen creencias arraigadas que desvalorizan esta figura.

CLAUDIA MARÍA VÉLEZ LONDOÑO

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stoy convencida que las feministas, independientemente de las causas en las que nos involucramos, confluimos en un sueño común: erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas para poder alcanzar esa meta anhelada, la igualdad sustantiva. No se puede hablar de igualdad y no discriminación, un derecho humano reconocido para las mujeres, con las expresiones de violencia que aún perviven y se han ido recrudeciendo: toda expresión de discriminación hacia una mujer por el solo hecho de pertenecer al “género femenino” (que según la ideología patriarcal y con la lupa del binarismo y la dicotomía, clasifica y ubica a las personas en posiciones opuestas e irreconciliables), es violencia. Cualquier denostación, humillación, chiste misógino, acción de invisibilización, entre otros, forman parte del conjunto de actos violentos que son “invisibles” y, muchas veces, son comportamientos socialmente aceptados por un grupo. Lo anterior es muy grave porque la naturalización de la violencia —principalmente esa que no deja una marca física—, es la que sostiene las demás expresiones, incluyendo el feminicidio. Es alarmante que detrás de los actos de violencia extrema de género, que ponen en riesgo la vida de las mujeres, subyacen creencias muy arraigadas que desvalorizan todo lo que esta figura representa, la cual está cargada de imaginarios relacionados con los roles y estereotipos de género de menor valía. Todavía es cuestionado el ejercicio de la sexualidad de las mujeres y, aunque los tiempos han cambiado, ejercer ese derecho aún produce resquemores; sí, podemos tener una vida sexual plena y disfrutar de nuestros cuerpos, pero en el imaginario colectivo esto se sigue cuestionando; lo anterior se puede constatar a través de las expresiones sexistas y peyorativas hacia las mujeres que ejercemos dicho derecho.

De hecho, se sigue utilizando información privada —que tiene que ver con las experiencias sexuales— para afectar a varias mujeres en su imagen pública; de eso hay muchas evidencias en las redes sociales. Estoy convencida de que, para generar un cambio cultural hacia la igualdad y la no violencia de género, específicamente contra las mujeres, se deben visibilizar todas las expresiones de violencia que han sido culturalmente normalizadas; esto es, reeducar a la sociedad en todos los espacios: en las escuelas, universidades y medios masivos de comunicación, cuestionando todo lo relacionado con los imaginarios de género, producto de la dicotomía impuesta por la heteronormatividad. Porque hay diversas formas de ser mujer u hombre y todas merecen respeto. No es posible que se siga difundiendo publicidad sexista, que en las series, películas y novelas se siga reforzando la imagen de una mujer pura y abnegada; o en el caso contrario, de una mujer “frívola y desnaturalizada”. Es fundamental que las instituciones oficiales, creadas para defender los derechos humanos de las mujeres, se fortalezcan y diseñen programas efectivos orientados hacia el cambio cultural y, a la vez, que estas sean los entes rectores de las políticas públicas de igualdad y de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres en el país, atendiendo los tres órdenes de gobierno. Sobre todo, que se implementen estrategias y acciones coordinadas interinstitucionalmente para que, en todo el territorio nacional, se apliquen las políticas públicas con perspectiva de género de manera efectiva. Y que estas acciones del corto, mediano y largo plazo, trasciendan la tan mencionada “voluntad política”, ya que por principio tenemos derecho a ejercer nuestros derechos, los cuales no son negociables; por lo tanto, no deben pasar por el filtro de las diversas creencias.

Todavía es cuestionado el ejercicio de la sexualidad de las mujeres y aunque los tiempos han cambiado, ejercer ese derecho aún produce resquemores

Claudia María Vélez Londoño Consejera Social del INMUJERES.

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Academia

DEBATE FEMINISTA A lo largo de 28 años, la revista ha sido un puente entre el movimiento y el pensamiento feminista.

FOTO: CORTESÍA

HORTENSIA MORENO

A Hortensia Moreno, Directora de la revista Debate Feminista del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM.

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compañé a Marta Lamas en la fundación de esta revista en 1990. Desde su primera aparición, tuvo el objetivo de funcionar como un puente entre el movimiento y el pensamiento feministas. A lo largo de 25 años y 50 volúmenes de su primera época (1990-2015), publicó ensayos, textos críticos, relatos, reseñas, parodias, canciones, poemas y escritos inclasificables, así como fotografías y obras plásticas, creados para la revista por intelectuales y artistas de México y Latinoamérica, además de traducciones de trabajos procedentes de otras latitudes. Nunca hemos podido hacer una evaluación objetiva de su alcance; solo tenemos aproximaciones muy individuales, locales y subjetivas que nos dan la sensación de un proyecto de trascendencia en el tiempo y el espacio. La discusión pública de los temas abordados genera, sin duda, por lo menos inquietudes acerca de problemas como el tiempo y el trabajo, el lugar social y la significación de los cuerpos, la fluidez de las identidades, la participación en la vida pública, la reproducción de la especie, la función del arte y la literatura, el compromiso de los medios de comunicación o la violencia. Las posturas fueron siempre complejas, diversas y atrevidas. Queríamos estar al día en el panorama global y participar con sentido en el día a día de nuestra comunidad. El esfuerzo colectivo reflejaba nuestra diversidad y también nuestra perplejidad ante el mundo. Nunca dimos respuestas lineales ni soluciones definitivas, solo tientos y aproximaciones. Pero aún me sorprende la rigurosa oportunidad de algunas intervenciones y la vigencia actual de muchísimas ideas. Fue un atrevimiento, una serie de atrevimientos sucesivos. El cambio cultural es inaprensible: ¿se puede ver cómo crece la yerba? Pero la intención era esa: generar una conciencia, un malestar, una disconformidad que condujera a una modificación sustantiva en las costumbres, las relaciones, las maneras de actuar, las actitudes, las imágenes, las palabras.

| TODAS | NOVIEMBRE, 2018

Nunca hemos podido hacer una evaluación objetiva del alcance; solo tenemos aproximaciones individuales, locales y subjetivas que nos dan la sensación de un proyecto de trascendencia A partir de 2016, la revista pasó a formar parte del patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México y sigue apareciendo semestralmente, aunque ahora con el formato de una publicación académica evaluada por pares. En los seis volúmenes que llevamos, el tema sigue siendo el mismo, pero la forma ha cambiado. Porque el país y el mundo también han cambiado. Quizá para mejor, sobre todo, en lo que se refiere al estatus de las mujeres en el mundo. La arrogancia que implica creer que Debate Feminista contribuyó a ese cambio es una tentación irresistible.


Reportaje POR: REDACCIÓN

25 DE NOVIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

FOTO: CORTESÍA

La Asamblea General de la ONU declaró la conmemoración de esta fecha con la finalidad de recordar que los derechos humanos de las mujeres y de las niñas son una parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales

P

reocupada porque la violencia contra la mujer constituye un obstáculo para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció en 1999 que el 25 de noviembre se conmemorara el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. De acuerdo con la resolución 54/134, la violencia contra las mujeres constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre los hombres y las mujeres, que impiden el adelanto y desarrollo pleno de ellas. Esta situación se replica con mayor severidad en algunos grupos de mujeres, como las indígenas, las que son refugiadas, las migrantes, las que viven en comunidades rurales o remotas e inaccesibles, las indigentes, las recluidas en instituciones penitenciarias o detenidas, las niñas, con discapacidad, las de la tercera edad y aquellas mujeres que se encuentran viviendo situaciones de conflicto armado, quienes son, particularmente, vulnerables a la violencia. Ante este escenario, la Asamblea General de la ONU declaró la conmemoración de esta fecha con la finalidad de recordar que los

derechos humanos tanto de las mujeres como de la niñas son una parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales. Adicionalmente, este organismo internacional ha emitido un conjunto de medidas integrales que están encaminadas a prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres. Su objetivo es que se lleve a cabo la plena aplicación de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés). Por ello, se invita a los gobiernos, los organismos, órganos, fondos y programas del Sistema de las Naciones Unidas, y a otras organizaciones internacionales y no gubernamentales, a que promuevan en este día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra las mujeres. Se eligió esta fecha, ya que desde 1981, militantes y activistas en favor del derecho de las mujeres observaban el 25 de noviembre como día de protesta y conmemoración contra la violencia. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del dictador dominicano Rafael Trujillo. NOVIEMBRE, 2018 | TODAS |

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ILUSTRACIÓN: CORTESÍA

Opinión

TRAZOS DEL PATRIARCADO MARTHA BARRAGÁN

L

levo más de 20 años dibujando caricaturas e ilustraciones, 10 años dirigiendo un concurso internacional de caricaturas, he participado como jurado en más de 15 concursos internacionales en países muy diversos en ideología. Sin embargo, me he encontrado con algunos factores constantes. De 100 dibujos que se reciben, pocas son las mujeres dibujadas en los temas de política, por ejemplo, se dibujan hombres leyendo, opinando, conversando sobre política o como políticos, y en este contexto solo se dibuja a las mujeres en política que han caído en algún escándalo internacional, o a hombres caracterizados de mujeres como forma de menosprecio a la práctica del político que se esté dibujando. También se dibuja mucho a la justicia como protagonista en los temas de política internacional, quizá sea uno de los símbolos más universales en términos de caricaturas e ilustración. No obstante, la justicia es la mujer que más se ha dibujado violada alrededor del mundo, es un cliché de los dibujantes. También es fácil encontrarla burlada, lastimada, secuestrada; es decir, violentada en muchas formas. Lo curioso es que en el imaginario de los dibujantes les es fácil concebir a una mujer violentada, antes que dibujar o ridiculizar a las y los violentadores. Tan es así que no se han conformado otros símbolos, por ejemplo del autoritarismo, los dictadores, los violentadores, los varones como personajes violentos. En el caso de los hombres, aún para hacer críticas se dibujan agraciados, ganadores, poderosos, ricos, gordos (como señal de abundancia y poder), con muchas mujeres, saliéndose con la suya. No se dibujan violentados, lastimados o en malos escenarios. La peor caricatura que se les hace a ellos es como ratas con patas, lo cual se hace también con las mujeres, y más aún, vestidos de prostitutas como símbolo de corrupción o cinismo político.

Como se puede observar, toda la ideología patriarcal corre por la tinta y plumillas de la mayoría de las y los caricaturistas del mundo que replican muchos estereotipos de las mujeres como lo malo, lo peor, lo débil. Aunque también cabe aclarar que, en las plumillas de las mujeres caricaturistas permean estos lentes patriarcales, aunque ellas no dibujan mujeres violadas, pero sí lastimadas, tristes, víctimas. Son muy mesuradas en la crítica contra ellos. Muestra de esto es que, en una exposición internacional sobre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ellas prefirieron dibujar símbolos de la mujer, mujeres protestando, incluso empoderadas, pero no lo dibujaron a él como monstruo. Mientras que los hombres lo dibujaron como un monstruo, lo ridiculizaron sin piedad y, en muchos casos, lo dibujaron con alguna característica femenina como forma de ridiculizarlo. También se hizo mucho énfasis en humillarlo por tener un pene pequeño como símbolo de perdedor, eso y su cabello rubio fueron dos maneras de “agredirlo” en un dibujo por aspectos físicos. De todas estas descripciones podemos observar cuántos estereotipos son sostenidos en las caricaturas que critican al poder, pero al hacerlo dentro de un marco de pensamiento en el que lo femenino es menor o es lo malo, se replican estereotipos que sostienen lo mismo que pretenden criticar. El pueblo regularmente es dibujado como la madre pobre con hijos o como un pobre padre de familia. Es indispensable que las y los caricaturistas del mundo tengan “lentes violeta”, mirada incluyente para que el discurso gráfico de ellas sea constructivo socialmente y también para que el poder sea severamente y profundamente cuestionado. Porque si lo malo no fuera lo femenino, ¿cuáles características de Donald Trump habrían dibujado con más frecuencia? Toda esta reflexión sobre la forma en que estamos dibujando a las y los políticos y una perspectiva de género se refiere a una tendencia, es decir, no es una generalización, pero sí es una tendencia muy fuerte. Como caricaturistas nos enfrentamos a los temas del patriarcado y de la violencia en todas sus formas, también a las figuras estereotipadas de las niñas y mujeres en los dibujos. Otro reto es que los temas de las mujeres sean del interés de los dibujantes masculinos, que se solidaricen con las causas. En el concurso internacional “Don Quichiotte” de Turquía, donde fui jurado, se abordó un tema atípico en los concursos internacionales “Niñas No Esposas”, contra los matrimonios forzados de niñas de 8 años obligadas a casarse. Es una práctica muy frecuente en Turquía, por esta razón se hizo este concurso como campaña social a nivel mundial. Pese a que hubo mucha participación, de la muestra final de 100 dibujos solo en cinco de ellos fueron trazadas las niñas en acciones heroicas, enojadas o empoderadas; en los 95 restantes fueron dibujadas violentadas. Era doloroso ver estos dibujos, algunos muy críticos; o fueron dibujadas en condiciones de inocencia y debilidad, jugando. Otra sorpresa fueron las risas que ocasionaron y que se expresaron en los comentarios de Facebook en dibujos que deberían causar dolor. Las caricaturas tienen la característica no solo de requerir dibujos, las ideas de los dibujos para un cartón deben ser críticas, requieren desarrollo de pensamiento crítico y una perspectiva de género. Se requiere que los hombres de la caricatura tengan esa mirada para participar en el cambio cultural del patriarcado como fundamento de todo discurso gráfico. Necesitamos más mujeres caricaturistas, faltan sus voces, sus miradas, que cuestionen el sistema con mirada de mujer, aún mejor feministas, urge un pensamiento crítico para desmontar el patriarcado a punta de lápiz y que corra la tinta. Necesitamos el humor de las mujeres, reírnos de otras cosas y de otras formas. Y es indispensable repensar la manera en que estamos dibujando a las niñas y mujeres y en qué escenarios lo estamos haciendo. Anhelo más mujeres protagonizando dibujos y más mujeres dibujando realidades. Que siga la construcción de liderazgos con tinta y papel. Con humor... Mar.

Es indispensable que las y los caricaturistas del mundo tengan ‘lentes violeta’, mirada incluyente de las mujeres para que el discurso gráfico de ellas sea constructivo socialmente

Martha Barragán, Caricaturista.

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Estados

CONTRA LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA

FOTO: CORTESÍA

Desde la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña hemos trabajado intensamente en políticas y acciones con perspectiva de género e interculturalidad para atenuar esta situación.

ANA ISABEL VÁSQUEZ COLMENARES

U

no de los grandes aciertos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha sido el dinamismo de cada uno de los Objetivos, y la manera en que se interrelacionan para buscar un beneficio integral. Si bien el Objetivo 5 es la hoja de ruta para construir sociedades donde la igualdad de género sea una realidad, también sabemos que es importante no perder de vista el Objetivo 1, que se refiere al Combate a la Pobreza, pues como bien lo mencionan Rosa Cobo y Luisa Posada1: “…Patriarcado y capitalismo se configuran como dos macrorrealidades sociales que socavan los derechos de las mujeres, al propiciar la redistribución de los recursos asimétricamente, es decir, en interés de los varones.” Esta es una realidad que aqueja particularmente a la región latinoamericana, y a México en ella. Oaxaca es una entidad para la que este Objetivo representa un gran reto, al ocupar uno de los primeros lugares en cifras de pobreza a nivel nacional. Además, hay que mencionar que en nuestro estado confluyen otros componentes, como la multiculturalidad y la falta de conectividad, que presentan algunas regiones del estado debido a nuestra orografía, que abonan a la situación de marginalidad que viven muchas oaxaqueñas. Desde la Secretaría de la Mujer Oaxaqueña hemos trabajado intensamente en políticas y acciones con perspectiva de género e interculturalidad para atenuar esta situación, orientadas a asegurar un piso parejo para ellas. Por ejemplo, en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESOH) y el Fideicomiso de Fomento para el Estado de Oaxaca (FIFEO), se ha instrumentado el programa “Crédito a la Palabra de Mujer”, mediante el cual miles de oaxaqueñas han podido emprender y/o fortalecer sus negocios. No solo eso: con el Instituto de Capacitación y Productividad para el Estado de Oaxaca (ICAPET) hemos impulsado cursos y talleres orientados a romper estereotipos y brindar capacidades técnicas a mujeres decididas a dar un paso más hacia su autonomía, en áreas tradicionalmente ocupadas por hombres.

Asimismo, con la participación de las 360 Instancias Municipales de las Mujeres que ya se han instalado en este sexenio, hemos organizado las “Ferias de la Sororidad”, con el objetivo de abrir nuevos espacios para la comercialización de productos y artesanías elaborados por oaxaqueñas en diversas comunidades. Un tema de la mayor importancia es el acceso a la tierra. En Oaxaca, de cada 100 personas con derechos agrarios, 28 son mujeres. Fruto de un gran esfuerzo de cooperación internacional entre la Unión Europea, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y el Gobierno del Estado de Oaxaca, se impulsó durante 2017 y 2018 el Laboratorio de Cohesión Social, por medio del cual se promovieron los derechos de las mujeres al uso y disfrute de la tierra, con la implementación de políticas públicas en favor del adelanto de las mujeres en sus comunidades. El proyecto permitió sensibilizar a ejidatarios y comuneros en asambleas de seis núcleos agrarios; ofrecer acompañamiento legal en juicios sucesorios para la protección del patrimonio de mujeres, y la revisión participativa de las normas comunitarias para incluir la perspectiva de género en los estatutos y reglamentos agrarios, destacando la experiencia de la comunidad zapoteca de San Bartolomé Quialana. Este modelo es replicable y promueve la cohesión social con un enfoque intercultural y de género. El gran aporte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha sido el afirmar que el empoderamiento de niñas y mujeres es justo y conveniente para los estados y países, en pos de un desarrollo con rostro más humano, generador de paz social. En Oaxaca, este es nuestro horizonte.

El aporte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible ha sido afirmar que el empoderamiento de niñas y mujeres es justo y conveniente para los estados y países

Ana Isabel Vásquez Colmenares, Secretaria de la Mujer Oaxaqueña.

REFERENCIAS: [1] Cobo Rosa, Posada Luisa. “La feminización de la pobreza” El País, 2006.

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Recomendaciones POR: BERENICE CHAVARRÍA

ACTUALIDAD

CURSOS

ESTADÍSTICAS CON PERSPECTIVA DE GÉNERO ONU Mujeres México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) lanzan el Centro Global de Excelencia en Estadísticas de Género (CEEG); el primero en su tipo a nivel mundial, ya que se dedicará exclusivamente al análisis y generación de estadísticas con perspectiva de género. Este Centro estará coordinado por ONU Mujeres y el INEGI en la Ciudad de México. Será una institución pionera que buscará cumplir la Agenda 2030. A través del CEEG se busca sensibilizar a los países sobre la importancia de destinar presupuesto para la recolección de datos estadísticos de género y producir regularmente información estadística sobre la violencia contra las mujeres.

OBRA DE TEATRO

POR TEMOR A QUE CANTEMOS LIBRES En un país donde ocurren desapariciones, feminicidios y violencia contra las mujeres, llega esta puesta en escena para recordar al público la posición de la mujer en su propia historia, para concientizar y establecer el diálogo sobre la libertad. Esta obra es el resultado de las investigaciones de la actriz y cantante Lizeth Rondero, quien aborda la historia del feminismo en México por medio de un espectáculo de cabaret que combina la música, el canto y las historias de mujeres que han sido silenciadas. Se pueden ver cinco monólogos con canciones acompañadas con música de piano, mientras se evocan episodios en la vida de distintas mujeres, quienes entienden que “elegir otro modo de ser” es la única forma de libertad posible. Dónde: Teatro La Capilla Horario: Sábados 19:00 horas Hasta el 17 de noviembre

DOCUMENTAL

IT’S A GIRL Este documental fue filmado en India y China. Muestra la violencia de género; la trata de personas y los feminicidios que ocurren en estos rincones del mundo. It’s a girl cuenta las historias de pequeñas que son rechazadas por ser precisamente eso: niñas. Todo esto deriva en venta de menores y en una lucha por parte de las madres para proteger a sus hijas. La violencia contra las mujeres ha sido construida desde mucho tiempo atrás, y en este documental se muestra cómo la guerra contra las mujeres tiene raíces en tradiciones antiguas y es sostenida por estereotipos y nulas políticas gubernamentales.

DISCRIMINACIÓN, LENGUAJE Y GÉNERO Este curso examinará la discriminación y el sexismo en el lenguaje que se usa diariamente, el cual está cargado de connotaciones despectivas. Además, se destacará la reproducción de estereotipos en los medios, que estigmatizan a las víctimas de violencia y, en lugar de favorecer a la justicia, contribuyen a la generación de polémica. 13 de noviembre. Discriminación y violencia. Se expondrá un panorama general de la discriminación en México con base en encuestas oficiales. 20 de noviembre. Discriminación y violencia: dos caras de la misma moneda. Se analizarán las relaciones entre discriminación y violencia, con énfasis en la violencia de género. 27 de noviembre. El feminicidio en Ciudad Juárez como paradigma de impunidad y revictimización. Dónde: Museo Memoria y Tolerancia. Plaza Juárez, Centro Histórico. Horario: de 16:00 a 18:00 hrs.

Disponible en: www.itsagirlmovie.com

Más información en: www.myt.org.mx/eventos

LIBRO

LA MUJER ROTA Simone de Beauvoir permite acercarnos a otras realidades femeninas que continúan vigentes en nuestra sociedad. Este libro reúne tres cuentos (La mujer rota, La edad de la discreción y Monólogo). El hilo conductor que une a las tres protagonistas es la violencia, la insatisfacción, el aislamiento y los estereotipos de género. Las mujeres son víctimas en las relaciones que viven; sin embargo, son víctimas no conscientes de su condición o que se descubren como tales en un momento inesperado. Este recorrido lleva a la reflexión sobre el amor abnegado, la igualdad y la libertad, la cual se basa en un análisis de la vida, los logros y las metas personales por cumplir que ninguna mujer debe olvidar. Disponible en: Librerías Gandhi

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Breves 8° CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ALAP En la Universidad Iberoamericana de Puebla se realizó el 8° Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Población (ALAP) con el objetivo de fortalecer el diálogo entre académicos, gobierno y sociedad civil para identificar los retos y oportunidades de crear políticas públicas adecuadas para la población. Marcela Eternod, Secretaria Ejecutiva del Inmujeres, indicó que “las mejores inversiones que pueden hacer nuestros países es generar conocimiento y difundirlo ampliamente para que se utilice en el diseño de políticas públicas

dirigidas al desarrollo de los pueblos y a la igualdad entre sus habitantes”.

INMUJERES Y EUROSOCIAL+ El Inmujeres y el programa europeo EUROsociAL+ presentaron el “Informe de Evaluación del funcionamiento del mecanismo de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM)”, con el fin de atender a la obligación que tiene el Estado mexicano de proteger y garantizar todos y cada uno de los derechos humanos de las mujeres. Esta herramienta de protección a los derechos humanos de las mujeres, establecida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, tiene por objeto garantizar la seguridad de las mujeres, cesar la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas por una legislación o política pública que agravie sus derechos humanos. Consiste en el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado, ya sea ejercido por individuos o por la propia comunidad.

2018: AÑO EN QUE SE LOGRÓ LA PARIDAD LEGISLATIVA

El Instituto Nacional de las Mujeres, el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, junto a diversas organizaciones de la Sociedad Civil, celebraron 65 años del reconocimiento del voto de las mujeres en México y los avances en el ejercicio de sus derechos políticos, por ejemplo, que 2018 fue el año en el que se logró la paridad legislativa.

FOTOS: CORTESÍA

CONCURSO SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ 2018 El Inmujeres realizó la premiación de la novena emisión del Concurso de tesis en género Sor Juana Inés de la Cruz. A continuación se presenta la lista de personas premiadas por categoría: Licenciatura: 1er lugar, Jimena González Martínez; 2° lugar, Brenda Carranza Rogerio; 3er lugar, Francisco Hernández Galván. Maestría: 1er lugar, Mayra Elizabeth Aguilar Enríquez; 2° lugar, Janet Gabriela García Alcaraz y 3er lugar, María Eleatriz García Blanco. Doctorado: 1er lugar, Paola del Rocío Villalobos Cárdenas; 2° lugar, Mariana Xochiquetzal Rivera García y 3er lugar, Ericka Jannine Fosado Centeno. NOVIEMBRE, 2018 | TODAS |

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Numeralia Agenda de Género y cambio cultural por la Igualdad Violencia contra las mujeres

Percepciones sobre estereotipos y prejuicios

9.4%

6.9% de mujeres y hombres

de las mujeres de 15 años y más, reportó haber sufrido abuso sexual durante su infancia. Los principales agresores fueron:

considera que en México no se respetan los derechos de las mujeres;

43.0%

38.1%

de ellas y de ellos expresarón que se respetan poco.

4.1%

de las mujeres de 18 años en adelante, considera justificable que un hombre golpee a una mujer, opinión que comparte

86.4% de las mujeres

84.5%

y de los hombres de 18 años y más, está de acuerdo en que haya paridad de género en las candidaturas a puestos de elección popular.

10.3% de los hombres. 20.1%

16%

15.7%

tíos

vecinos o conocidos

primos

12.3% de las mujeres y

17.9% de los hombres señaló que algunas mujeres son violadas porque ellas lo provocan.

8 de cada 10 personas están de acuerdo en que mujeres y hombres tengan los mismos derechos laborales para quedarse en casa y cuidar a sus hijas(os) recién nacidos.

Del total de

2.7%

3.2

de las mujeres de 15 años en adelante, se casó o unió con su actual o más reciente pareja, porque se embarazó y fue obligada a casarse, porque se la “robaron” o porque sus padres arreglaron el matrimonio a cambio de dinero.

millones de mujeres agredidas física o sexualmente por su pareja durante el último año, tres de cada cuatro no denunciaron ni buscaron ayuda institucional.

Las principales razones para no buscar ayuda fueron:

26.6%

no lo hizo porque consideró que fue algo sin importancia o no le afectó.

14.2% porque no sabía cómo o dónde denunciar.

12.4% no solicitó ayuda por sus hijos.

19.8% por vergüenza.

8%

de las mujeres de 15 años y más, consideraban que las mujeres casadas deben tener relaciones sexuales con su marido cuando él quiera. De este grupo, quienes menos comparten esta opinión son las jóvenes de 15 a 24 años de edad, con

22.3% por miedo a las consecuencias.

4.8%.

Es más frecuente al aumentar la edad, en las mujeres de 45 a 54,

7.5% 23.2%

con y en las de 65 y más años.

Referencias: INEGI, Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017. Tabulados predefinidos. INEGI, Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016. Tabulados predefinidos. INMUJERES a partir de INEGI, Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016. Base de datos Conoce más, visita: http://estadistica.inmujeres.gob.mx.

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