TODAS, septiembre de 2017

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SUPLEMENTO MENSUAL

SEPTIEMBRE 2017

TODAS

LA FUERZA DE LA EDUCACIÓN ES LA VÍA PARA APROVECHAR EL ENORME POTENCIAL DE LAS MUJERES MEXICANAS: AURELIO NUÑO

NACIONAL

MUJERES Y EDUCACIÓN

Opinión

Vanessa Rubio • Mauricio López Velázquez • Eduardo Backhoff • Hortensia Aragón


Ni mรกs estudiosos, ni menos estudiosas.

Tu responsabilidad es educarlas y educarlos igual.

Igualdad. Ni mรกs, ni menos. www.gob.mx/igualdad


FRANCISCO A. GONZÁLEZ FRANCISCO D. GONZÁLEZ JESÚS D. GONZÁLEZ CARLOS MARÍN ANGEL CONG PEDRO GONZÁLEZ HUGO CHAPA JAVIER CHAPA ALFREDO CAMPOS ROBERTO LÓPEZ JUAN PABLO BECERRA-ACOSTA HÉCTOR ZAMARRÓN ÓSCAR CEDILLO BÁRBARA ANDERSON RAFAEL OCAMPO MIGUEL ANGEL VARGAS MAURICIO MORALES ADRIANA OBREGON RICARDO ZAMORA DYANA REYES ADRIAN LOAIZA GUILLERMO FRANCO FERNANDO RUÍZ ALBERTO BRAÑA VALERIA GONZÁLEZ RODOLFO GUTIÉRREZ TOMÁS SÁNCHEZ MARCO A. ZAMORA

PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN PRESIDENTE EJECUTIVO VICEPRESIDENTE DIRECTOR GENERAL EDITORIAL DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DIRECTOR EJECUTIVO DIRECTOR DE MEDIOS IMPRESOS DIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL SUBDIRECTOR EDITORIAL DIRECTOR EDITORIAL DE MILENIO DIGITAL DIRECTORA DE INNOVACIÓN EDITORIAL DIRECTOR DE MILENIO TELEVISIÓN DIRECTOR DE ENLACE EDITORIAL DIRECTOR DE DESARROLLO CORPORATIVO DIRECTORA COMERCIAL DIRECTOR DE ENLACE INSTITUCIONAL DIRECTORA DE INNOVACIÓN COMERCIAL DIRECTOR DE TECNOLOGÍA Y PROCESOS DIRECTOR DE INGENIERÍA Y REGULACIÓN DIRECTOR DE PRODUCCIÓN DIRECTOR DE PRODUCCIONES EDITORIALES DIRECTORA CREATIVA DIRECTOR DE DESARROLLO DIGITAL DIRECTOR DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DIRECTOR DE PROYECTOS ESPECIALES

TODAS SUPLEMENTO MENSUAL REGINA REYES-HEROLES ALBERTO PRADO MIGUEL REYES DARINEL BECERRA LAURA ESCAMILLA EMILIANO GONZÁLEZ BERENICE CHAVARRÍA JAIRO CASTILLO

EDITORA GENERAL DE SUPLEMENTOS EDITOR DE ARTE GERENTE DE ARTE Y SUPLEMENTOS EDITOR ADJUNTO COEDITORA DE SUPLEMENTOS EDITOR WEB REDACTORA REDACTOR

DISEÑO EDITORIAL MICHELLE LAGUNA, ANGÉLICA VARGAS, KENYA ALTUZAR, ZYANYA HERNÁNDEZ, FRANCISCO SÁNCHEZ, JAIR PIÑA DOMICILIO: MORELOS 16, COL. CENTRO, MÉXICO, D.F., C.P. 06040 PARA VENTAS E INFORMES: T: 5140.2950

LORENA CRUZ SÁNCHEZ PRESIDENTA DEL INMUJERES MARCELA ETERNOD ARÁMBURU SECRETARIA EJECUTIVA MARÍA DE LA PAZ LÓPEZ BARAJAS DIRECTORA GENERAL DE INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO MARÍA GUADALUPE DÍAZ ESTRADA DIRECTORA GENERAL DE TRANSVERSALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO ANA LAURA PINEDA MANRÍQUEZ DIRECTORA GENERAL DE EVALUACIÓN Y DESARROLLO ESTADÍSTICO ROCÍO IVONNE PÉREZ MARTÍNEZ DIRECTORA GENERAL DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS FLOR DE LIS VÁSQUEZ MUÑOZ DIRECTORA GENERAL ADJUNTA DE ASUNTOS INTERNACIONALES MARTA B. CABRERA GARCÍA DIRECTORA GENERAL ADJUNTA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y CAMBIO CULTURAL PABLO NAVARRETE GUTIÉRREZ COORDINADOR DE ASUNTOS JURÍDICOS ANA ORTIZ MONASTERIO RIVERO COORDINADORA DE ASESORES

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LOS CONTENIDOS DE LOS ARTÍCULOS PUBLICADOS EN EL PRESENTE SUPLEMENTO SON RESPONSABILIDAD DE LAS Y LOS AUTORES FIRMANTES.

CARTA EDITORIAL MUJERES Y EDUCACIÓN Desde el siglo XIX, la educación para las mujeres ha sido el pasaporte para su desarrollo y las oportunidades para acceder a la vida pública. Los avances históricos han significado la construcción de una masa crítica que jugó un papel sustantivo en la obtención de los derechos para las mujeres. La escuela para niñas que impulsó en Yucatán, Rita Cetina; la coeducación surgida en el siglo XIX y los estímulos de los movimientos sociales han impulsado el deseo de millones de mujeres para conocer, saber, entrenarse en profesiones no tradicionales y fortalecer sus impulsos intelectuales. A pesar de ello, todavía los mensajes estereotipados, las representaciones femeninas en los libros de texto y el contexto ideológico social, impide en México que muchas más mujeres ingresen a ingenierías, carreras como matemáticas o astronomía; impide que se lancen a grandes proyectos tecnológicos o empresas para el futuro y la modernidad, pasando por los temas a resolver, como el medio ambiente, donde habrá grandes oportunidades económicas. Un examen de esta circunstancia y lo importante de reconocer que la educación es clave para la igualdad sustantiva es lo que hacemos en este número de Todas, pensando que las niñas, ahora mayoría numérica en la educación básica, deben ser alentadas para su desempeño en la ciencia, la tecnología, la industria y los negocios. El orgullo de saber e investigar, tendrá que ser alentado en todas las familias, pero también en el Sistema Educativo Nacional. Sabemos sin duda, que las mujeres hemos experimentado cambios significativos en la participación en lo público, particularmente el mayor acceso a la educación técnico-profesional y profesional, y al mundo de trabajo remunerado. Pero los problemas siguen siendo las desiguales condiciones en las que nos insertamos, la discriminación y violencia estructural que afecta nuestra permanencia y pleno desarrollo en estos espacios. Hoy nos acercamos en este número a algunas de sus explicaciones y salidas.

7. EDUARDO BACKHOFF

2. LAURA NEREIDA PLASCENCIA PACHECO

ESCUDERO

Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados

Consejero Presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación

3. VANESSA RUBIO MÁRQUEZ

11. DANIEL AMADOR GAXIOLA

Subsecretaria de Hacienda y Crédito Público

Secretario de la Comisión de Educación del Senado de la República

4. MAURICIO LÓPEZ VELÁZQUEZ Director General del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos

12. AURELIO NUÑO MAYER Secretario de Educación Pública

FOTO: SHUTTERSTOCK

(†) JESÚS D. GONZÁLEZ FUNDADOR

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Poder Legislativo LA EDUCACIÓN Y EL GÉNERO, EL CAMINO HACIA LA IGUALDAD

FOTO: SHUTTERSTOCK

Es necesario cambiar el paradigma que representa la mujer en la sociedad para coadyuvar en el acceso pleno a todos los espacios educativos y tomar cartas en los contenidos de la enseñanza.

LAURA NEREIDA PLASCENCIA PACHECO “Existen pocas armas en el mundo que son tan poderosas como una niña con un libro en la mano” Malala Yousafzai

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no de los derechos humanos más importantes lo constituye el derecho a la educación, porque es a través de éste, que los seres humanos reflexionamos acerca del camino que hemos emprendido, conocemos sus deficiencias y alcances y proponemos alternativas que nos ayudan a mejorar su ejercicio. La historia muestra que el acceso a la educación fue desigualitario entre mujeres y hombres, ya que las primeras no tenían acceso a los espacios educativos, más bien eran relegadas al espacio doméstico, donde se reproducían las pautas sociales que las confinaban allí: la labor de procreación y el cuidado de los hijos. De esta forma, la educación de las mujeres tenía como objetivo el cuidado del otro, el mantenimiento del hogar y el convertirse en buenos prospectos para contraer matrimonio. Marcela Lagarde señala que lo anterior constituyó para las mujeres, la dimensión óntica de ser para otros y que esto provocó que la identidad de las mujeres se construyera en función de una relación de servidumbre, de sometimiento y de dominio históricamente dados, así la prohibición de ser para sí, se constituye, a partir del surgimiento del patriarcado, en un tabú cultural. Este elemento señalado en los dos párrafos anteriores, ancló, a través de la historia, una representación social que ha permeado la función de la mujer en la educación, que no permite, que obstaculiza y que, muchas veces imposibilita, el cambio radical que nuestro país necesita, para convertir a la educación democrática, en el eje que guíe el cambio social hacia una sociedad más justa e igualitaria. Como bien lo refiere Federico Mayor: “En esta evolución hacia los cambios fundamentales de nuestros estilos de vida y nuestros compor-

tamientos, la educación ¬en su sentido más amplio¬ tiene una función preponderante. La educación es la fuerza del futuro porque constituye uno de los instrumentos más poderosos para lograr el cambio”.1 Para el caso de la educación de las mujeres mexicanas, es necesario cambiar el paradigma de la representación social de la mujer, es decir, es urgente y necesario el cambio, pero dicho cambio debe de coadyuvar en el acceso pleno de las mujeres a todos los espacios de la educación, para que tomen cartas en los contenidos de la enseñanza, en sus estrategias de aprendizaje, en la función social de la enseñanza, etcétera., es decir, es necesario incorporar a la perspectiva de género en todos y cada uno de los ámbitos de la educación. En la actualidad, es cierto, las mujeres contamos con un mejor ejercicio de este derecho, lo que vemos con satisfacción, pero tal disfrute no es a plenitud, ya que continuamos siendo discriminadas para participar en ciertas áreas de conocimiento, para lograr insertarnos en la entramada de mando de las universidades, y para acceder a plazas académicas definitivas, espacios donde predomina una mayoría masculina, por ello es necesario implementar acciones afirmativas que nos permitan eliminar la desigualdad y discriminación histórica de las mujeres en este ámbito. Precisamos influir decididamente en la educación, porque sin educación no existe pensamiento… sin educación no existe libertad, sin educación no existe igualdad.

Es necesario implementar acciones afirmativas que nos permitan eliminar la desigualdad y discriminación histórica de las mujeres

Laura Nereida Plascencia Pacheco, Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados.

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[1] Federico Mayor Zaragoza, director de la UNESCO entre 1987 y 1999, realiza este comentario en el Prefacio a la obra de Morin, Edgar, Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, México, UNESCO, 2001. P. 11.


Sector Gobierno

EDUCACIÓN PARA LOS ADULTOS Y EL EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES

EVOLUCIÓN DEL REZAGO EDUCATIVO DE HOMBRES Y DE MUJERES DE 15 Y MÁS AÑOS DE EDAD 1980-2015 Hombres

Mujeres

67.9 64.4

62.0 57.5

54.0 49.3 39.2

42.1 33.7

36.3

MAURICIO LÓPEZ VELÁZQUEZ 1980

1990

@MauricioLopezV

2000

2010

2015 Fuente: INEA

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a educación ha sido el principal motor para superar desigualdades sociales y avanzar hacia la construcción de una sociedad más justa, incluyente, próspera y democrática. La educación es el derecho que nos permite ejercer el resto de los derechos. Es el más poderoso instrumento que nos ha permitido, como sociedad, cambiar cultura y prácticas arcaicas con un horizonte de igualdad de trato entre hombres y mujeres. En términos de equidad se ha festejado como un gran logro la ampliación de los derechos políticos de las mujeres, desde el voto hasta la paridad de género, pero es momento de visibilizar el avance que se ha logrado en materia de acceso, permanencia y disminución del rezago educativo que ha contribuido a su empoderamiento. En materia de abatimiento de ese rezago, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) es el encargado de atender a las personas mayores de 15 años que no saben leer y escribir o no han concluido su educación primaria o secundaria. Veamos los avances logrados desde hace 36 años cuando se creó el INEA. La brecha de género en materia de analfabetismo se ha reducido significativamente. En 1980, 20% de las mujeres no sabían leer y escribir, hoy en día es menos de 6%. Ello se debe al incremento de la cobertura del sistema educativo escolarizado, a los resultados de programas sociales como Prospera, que han incentivado la permanencia y continuidad educativa de niñas y jóvenes, y a la acción del INEA, en todo el país, particularmente en comunidades indígenas o rurales. Reitero, si algo ha empoderado a las mujeres y ha garantizado el ejercicio de sus derechos es el piso básico que les otorga la educación. En este mismo periodo se ha reducido en 50% el rezago educativo de primaria

y secundaria. Dimensionemos este hecho. En 1980 solo 3 de cada 10 mujeres mayores de 15 años habían concluido la secundaria y hoy son 7 de cada 10. Sin embargo, aún hay brechas de desigualdad pendientes, por ejemplo, en alfabetización. De los 4.2 millones de personas que no saben leer y escribir en México, 2.5 millones son mujeres y el 61 % de ellas corresponde a un perfil promedio de una persona de 58 años con 5.5 hijos, que tienen ingresos de 2,906 pesos mensuales, donde 2 de cada 3 se dedican a las labores del hogar. Si es mujer indígena, se incrementa la probabilidad de encontrarse en rezago en un 10%. Esa asimetría se expresa también regionalmente, 52% de las mujeres mayores de 15 años en Chiapas no han terminado su secundaria en comparación con 22 % de las que viven en la Ciudad de México. Considerar esa desigualdad no es solo un reto de operación y de números, ha sido también de prácticas pedagógicas, de contenidos y materiales educativos que en su historia ha desarrollado el INEA a través de su Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo, que se distingue por ser modular, flexible y abierto, integral y diversificado para atender las particularidades de las mujeres indígenas, las de 65 años y más, las mujeres jóvenes que por cuestiones de embarazo y natalidad abandonaron la escuela o de aquellas que hoy son repatriadas de los Estados Unidos. Incluir la perspectiva de género de manera transversal en las Políticas Públicas ha sido impulsado por el Presidente Enrique Peña Nieto, buscando el desarrollo homogéneo y equitativo en cada región del país e integrando los diversos entornos en los cuales se desenvuelven. El INEA por los niveles de sus tareas, enfoque de sus políticas y logros en atención, es una institución que trabaja con y para las mujeres que son hoy más de 70% de sus educandos y la amplia mayoría de las voluntarias y técnicas docentes que día a día trabajan para evitar que el origen social o el género se convierta inevitablemente en destino educativo y generan condiciones para que el acceso, permanencia y éxito en los logros de los aprendizajes, sean para todos y todas.

Si algo ha empoderado a las mujeres y ha garantizado el ejercicio de sus derechos es el piso básico que les otorga la educación

Mauricio López Velázquez, Director General del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos.

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Organismo Internacional ¿POR QUÉ LAS MUJERES NO ESTUDIAN INGENIERÍA? En nuestro país, 2 de cada 10 ingenieros son mujeres, algo similar ocurre en todo el mundo.

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

FRANCISCO CABRERA Y ROBERTO FRANCO

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Francisco Cabrera, Director de Investigación en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina (CREFAL). Roberto Franco, Titular del Laboratorio de Innovación e Investigación Educativa (LINE).

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lama la atención que en México solo 2 de cada 10 profesionales de la ingeniería sean mujeres. En el resto del mundo, y a pesar de los avances de las últimas décadas, las tendencias son similares o peores. Esto es importante porque, primero, se desaprovecha el potencial y aporte femenino en las ingenierías: su experiencia, valores y puntos de vista, los cuales pueden enriquecer la creatividad, la cultura organizacional y los procesos productivos en un coto tradicionalmente masculino. Segundo, aun en puestos con los mismos niveles de responsabilidad, las mujeres ganan entre 7 y 40% menos que los hombres. Dado que las carreras en ingeniería promedian sueldos más altos que otras carreras, la disparidad de género en ingenierías contribuye a la desigualdad entre los ingresos generales de hombres y mujeres. Por otra parte, la industria padece la escasez de perfiles adecuados para cubrir sus vacantes en ingeniería y potenciar su desarrollo, por tanto, la baja participación de las mujeres tiene también un impacto negativo en la economía en general. En el Laboratorio de Innovación e Investigación Educativa (LINE) del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina (CREFAL) creemos que la desigualdad entre hombres y mujeres en las carreras de ingeniería afecta a toda la comunidad. Por esto, y conscientes de la necesidad de generar investigación que tenga aplicación práctica y posibilidad de incidir en la vida de las personas, diseñamos una intervención para mujeres adolescentes. Creemos que podemos orientar las intenciones de estudio de las alumnas de bachillerato hacia áreas del conocimiento relacionadas con la ingeniería. Buscamos que la intervención pueda replicarse en la región y escalarse para incidir en las oportunidades de desarrollo de más mujeres en América Latina y el Caribe. ¿Cómo logramos lo anterior? El primer paso es preguntarnos: ¿por qué las mujeres no se deciden por la ingeniería? Quienes investigan y han estudiado largamente este tema, hablan de cierto consenso sobre las razones. Para empezar, la ingeniería ha sido un ámbito laboral típicamente masculino y, por tanto, resulta difícil para las mujeres identificarse con él. Además, esta tendencia a lo largo del tiempo ha causado que no existan

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suficientes role models femeninos, es decir, las niñas rara vez crecen idealizando una vida cercana a la ciencia o la ingeniería. También, se ha identificado que las mujeres prefieren carreras con una contribución social explícita. Esto es, esperan que su trabajo tenga un impacto positivo y visible en su entorno. Aunque el desarrollo de tecnologías tiene posibilidades reales de impactar positivamente en el entorno, lo anterior no siempre se comunica a las aspirantes de manera explícita. También, más allá de los intereses, es común que los niños desarrollen sus habilidades matemáticas más que las de lectoescritura durante su vida escolar. Con las niñas sucede lo contrario. Otro factor clave a la hora de definir una carrera es, como podría esperarse, el contexto familiar: los padres suelen tener una opinión negativa acerca de la participación femenina en la ingeniería. Otro factor es que, las mujeres con hijos reciben poco apoyo y comprensión en ambientes dominados por hombres y, encima, trabajan jornadas dobles: la primera en la oficina, y la segunda en casa, cuidando de sus pequeños. En resumen, se espera tradicionalmente más en casa de una mujer que de un hombre. Basándonos en la evidencia anterior, decidimos orientar nuestra intervención hacia algunas de las raíces más importantes del problema: buscaremos convencer a mujeres estudiantes de bachillerato para que elijan una carrera en ingeniería, ofreciendo orientación vocacional a padres y alumnos durante uno, dos y tres años. Proporcionaremos información relacionada con la oferta laboral en ingenierías y sueldos promedio, así como testimonios de practicantes y estudiantes de ingeniería. También sugerimos role models que sirvan como inspiración: se intentará desmitificar la ingeniería como un ámbito únicamente masculino. También, utilizando métodos experimentales obtendremos evidencia empírica que sustente sólidamente la validez del modelo y conteste a la pregunta de qué sirve y por qué. Si queremos nivelar el camino y ofrecer las mismas oportunidades de desarrollo a hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida, es importante corregir las tendencias históricas que favorecen a unos más que a otros. Encontrar la manera de reducir la brecha de género en la educación superior puede ser el primer paso hacia un mayor empoderamiento de la mujer y para promover la igualdad en otros ámbitos.

Las mujeres con hijos reciben poco apoyo y comprensión en ambientes dominados por hombres y, encima, trabajan jornadas dobles: la primera en la oficina, y la segunda en casa


Sector Gobierno LA EDUCACIÓN FINANCIERA: HERRAMIENTA ESENCIAL PARA QUE MÁS MUJERES PUEDAN MEJORAR SU BIENESTAR VANESSA RUBIO MÁRQUEZ

ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

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a inclusión y la educación financiera son esenciales para que cualquier mujer cuente con mayores oportunidades para capacitarse, competir en el mercado laboral y acceder a servicios que impulsen su bienestar y el de su familia. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que, cuando las mujeres tienen acceso a servicios financieros, el ingreso económico familiar se destina primordialmente a la atención en salud, la educación de los hijos y el mantenimiento del hogar. Por ello, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha emprendido varias medidas para ampliar el acceso de las mujeres a estos servicios y habilitarlas para hacer un mejor uso de los mismos. Destaca que el propio Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, fue el primer Secretario de Estado mexicano en suscribir la iniciativa HeForShe, creada por ONU Mujeres en 2014. En seguimiento a este compromiso, el Secretario Meade instruyó a los titulares de las nueve entidades de banca de desarrollo de México a suscribir la iniciativa, acción acontecida el 9 de agosto de 2017. Se trata de la primera vez en el mundo en que toda la banca de desarrollo de un país se sumó a HeForShe. En cumplimiento a este compromiso, la banca de desarrollo de México ha fortalecido la oferta de servicios para las mujeres. Tal es el ejemplo del programa de crédito empresarial Mujeres Pyme, mismo que ha apoyado a 414,668 mujeres desde su creación en marzo de 2016 a través de 3,409 millones de pesos (mdp) en créditos, y que incrementará su presupuesto en 50% para 2017. Asimismo, se profundizará el acompañamiento del Programa

Integral de Inclusión Financiera (PROIIF) a las beneficiarias del Programa de Inclusión Social Prospera, a fin de dotar a las titulares de familia de este programa con una cuenta bancaria, así como con capacitación gratuita para acceder a créditos que les permiten iniciar proyectos productivos, contar con seguros de vida y de servicios funerarios, o ahorrar para su retiro. Destaca también el Programa de Asistencia Técnica a las Microfinanzas Rurales (PATMIR), que ha apoyado a 1.3 millones de beneficiarias desde 2011 y fue distinguido con el Galardón Ministerial al Mejor Programa en la Cumbre Global de Mujeres celebrada en Japón en mayo de 2017. Este programa será focalizado hacia mujeres en regiones con muy alto y alto grado de intensidad migratoria. Paralelamente, se incrementará el volumen de crédito otorgado a tasa preferencial a pequeñas productoras por parte de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), se ampliará en 50% el presupuesto para un programa de apoyo a madres jefas de familia por parte de BANJERCITO y se priorizará la participación de las mujeres en programas de financiamiento de segundo piso por parte de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA). Además, tres instituciones diseñarán nuevos programas dirigidos a mujeres: el Banco Nacional de Comercio Exterior (BANCOMEXT) contará próximamente con un programa de capacitación a emprendedoras y empresarias; la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) impartirá seminarios de alto impacto sobre educación financiera para mujeres de la industria de la construcción; y el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (FOCIR) creará estrategias para incentivar la participación de mujeres en programas de inversión de capital de segundo piso y en esquemas de exportación de productos agropecuarios. El 7 de septiembre de 2017, en el marco del Tercer Foro Internacional de Inclusión Financiera, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció la implementación de la Estrategia Nacional de Educación Financiera, a través de la cual —entre otras acciones— se incluirá contenido educativo para fomentar las capacidades financieras de las y los alumnos de primaria, secundaria y preparatoria a nivel nacional. Uno de los grandes pilares de esta Estrategia es el impulso a la inclusión financiera de las mujeres. Con una mayor inclusión y una adecuada educación financiera de las mujeres, no solo contribuiremos a cerrar la brecha de género en todos los ámbitos, sino que también aprovecharemos el potencial que tiene la plena participación de la mujer en la economía para construir un mayor bienestar y desarrollo en nuestro país.

Con una mayor inclusión y una adecuada educación financiera, contribuiremos a cerrar la brecha de género en todos los ámbitos, y aprovecharemos el potencial que tiene la participación de la mujer en la economía para el desarrollo de nuestro país

Vanessa Rubio Márquez, Subsecretaria de Hacienda y Crédito Público.

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Academia

PREFERENCIAS DE LAS MUJERES QUE ESTUDIAN LICENCIATURAS EN LA UAM

(F1)

CBS

PORCENTAJE DE SOLICITUD DE INGRESO DE MUJERES POR DIVISIÓN Y UNIDAD (2016)

61.5%

68.5%

66.7%

CNI 35.9% CCD 52.2% CAD 51.4% CSH 57.7%

47.2% 58.4%

59.5%

55.1%

61.1%

CBI 27.3% 31.3% 20.7%

EDUARDO PEÑALOSA CASTRO

0.0%

Azcapotzalco

Iztapalapa

Cuajimalpa

Lerma

E

n este texto presentaré datos que reflejan preferencias de Licenciaturas en la UAM, y asimismo algunas características del desempeño de mujeres que estudian licenciatura. La UAM es una universidad pública con más de 50,000 estudiantes en el nivel licenciatura. Cuenta con cinco unidades académicas: Azcapotzalco, Xochimilco, Iztapalapa, Cuajimalpa y Lerma; cada una de ellas tiene varias licenciaturas, que en total suman 77. (F2)

Eduardo Peñalosa Castro, Rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana.

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MATRÍCULA DE ESTUDIANTES POR LICENCIATURA (DATOS DE 2016)

Licenciatura en Enfermería Licenciatura en Nutrición Licenciatura en Estomatología Licenciatura en Psicología Social Licenciatura en Lingüística Licenciatura de los Alimentos Médico Veterinario Zootecnista Licenciatura en Estudios Humanísticos Licenciatura en Hidrobiología Ingeniería Ambiental Licenciatura en Biología Experimental Licenciatura en Psicología Químico Farmacéutico Biólogo Licenciatura en Biología Licenciatura en Antropología Social Licenciatura en Sociología Licenciatura en Biología Molecular Ingeniería Bioquímico Industrial Licenciatura en Geografía Humana Licenciatura en Letras Hispánicas Licenciatura en Derecho Licenciatura en Administración Licenciatura en Ingeniería Biológica Licenciatura en Comunicación Social

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50.0% 100.0% 150.0% 200.0% 250.0% 300.0% 350.0%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90%

Xochimilco

En las unidades se cultivan áreas de conocimiento variadas, pero algunas de ellas se distinguen por ciertas especialidades. Por ejemplo, Azcapotzalco forma personas para el entorno profesional, Xochimilco se especializa más en ciencias de la Salud e Iztapalapa tiene un énfasis mayor en la investigación básica. Cuajimalpa y Lerma son las unidades más recientes y tienen divisiones innovadoras interdisciplinarias, por lo cual forman alumnos en disciplinas nuevas o renovadas. En Azcapotzalco hay 17 licenciaturas, en Cuajimalpa 11, en Iztapalapa 26, en Xochimilco 18 y en Lerma 4. En cuanto a los resultados de los procesos de admisión de 2016, en las unidades Azcapotzalco se presenta un mayor número de interesados hombres (16,060 vs 13,303), y también hay un mayor número de admitidos de este género (2,215 vs 1,658); en tanto, en Iztapalapa y en Cuajimalpa hay un mayor número de aspirantes mujeres (Iztapalapa: 8,132 vs 7,509; Cuajimalpa: 2,527 vs 2,386), pero un mayor número de admitidos hombres (Iztapalapa: 1,685 vs 1,468; Cuajimalpa: 428 vs 401). Por otro lado, en Xochimilco se presentan más aspirantes mujeres (Xochimilco: 26,796 vs 16,272) y también se tienen más admitidas (2,615 vs 2,115); en Lerma se tienen más aspirantes mujeres (424 vs 343) y más admitidas (142 vs 124). Por otra parte, en cuanto a las divisiones en las que se concentra una mayor población femenina en la UAM, en la figura 1 se muestra la predominancia en este sentido las divisiones de Ciencias Sociales y Humanidades (CSH) y en Ciencias Biológicas y de la Salud (CBS); por otro lado, hay una menor concentración de ingreso de mujeres en Ciencias Biológicas e Ingeniería (CBI) y en Ciencias Naturales e Ingeniería (CNI). En las divisiones de Ciencias de la Comunicación y Diseño (CCD), así como en Ciencias y Artes para el Diseño (CAD) el porcentaje de mujeres vs hombres es cercano a 50%. En cuanto a las preferencias por licenciaturas de la oferta de la UAM, podemos encontrar que las mujeres se concentran más en enfermería, nutrición, estomatología, psicología, lingüística o letras, entre las más solicitadas y el porcentaje de ingresos de personas del género femenino coinciden en términos generales en relación con las aspirantes. En la figura 2 se muestra que la matrícula de la universidad se concentra en mayor medida en estas licenciaturas.


ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

Sector Gobierno

BRECHAS DE GÉNERO EN MÉXICO El ranking que mide las disparidades en cuanto a igualdad de género del IGDG, coloca a México en el lugar 66, por debajo de Bolivia, Cuba, Costa Rica, Argentina, Colombia, Ecuador y El Salvador.

EDUARDO BACKHOFF ESCUDERO

E

l fortalecimiento del papel de la mujer en las sociedades modernas representa uno de los principales desafíos del Estado y de la sociedad civil en el siglo XXI. A la luz de los más recientes estudios internacionales, la equidad de género persiste como un tema pendiente en la agenda pública; tanto en términos de acceso al empleo, a la educación, a cargos públicos, así como a una remuneración justa y equitativa, entre muchos otros. El Global Gender Gap Report (GGGR) tiene el propósito de medir las disparidades en cuanto a igualdad de género, así como el de conocer sus tendencias a través del tiempo. Actualmente este reporte clasifica a 144 países de acuerdo con sus brechas de género en cuatro áreas clave: 1) Participación económica y oportunidades: salarios, niveles de participación y acceso a un empleo de alta cualificación; 2) Logro educativo: alfabetismo y acceso a los distintos niveles educativos; 3) Empoderamiento político: representación en las estructuras de toma de decisiones; y 4) Salud y supervivencia: natalidad y esperanza de vida. Este informe se publicó por primera vez en el Foro Económico Mundial (2006), donde se dio a conocer la metodología utilizada para calcular el Índice Global de Disparidades de Género (IGDG), que se basa en la construcción de cuatro subíndices, los cuales se calculan con base en 14 variables. Cada variable se convierte en una proporción mujer/hombre, en una escala de 0 a 1. Por ejemplo, un país con 20% de mujeres y 80% de hombres en las cámaras de diputados y de senadores, tiene un valor de 0.25 (proporción 1 a 4). Una proporción idéntica de hombres y mujeres tendría un valor de 1. En 2015-2016, el índice IGDG del promedio de los países fue de 0.68, mientras que el de México fue de 0.70, que lo coloca en el número 66 del ranking mundial (144 países). Las tres naciones con las puntuaciones más

altas fueron: Islandia, Finlandia y Noruega. Entre los latinoamericanos por encima de México se encuentran: Nicaragua, Bolivia, Cuba, Costa Rica, Argentina, Colombia, Ecuador, Trinidad y Tobago y El Salvador. En el subíndice Participación y Oportunidades Económicas, las puntuaciones mundial y nacional fueron, respectivamente, 0.59 y 0.54, lo que coloca a México en el ranking 122. En el subíndice de Logro educativo, el promedio mundial fue de 0.95, mientras que la puntuación de México fue de 0.99, lo que ubica al país en el ranking 51. En el tema de Salud y sobrevivencia el promedio de los países participantes fue de 0.96 y el de México de 0.98 (ranking 1, junto con otros 24 países). Finalmente, en cuanto el Índice de Empoderamiento Político la puntuación mundial fue de 0.23 y la del país de 0.28 (ranking 34). La información incluida en el GGGR deja claro que muchos países tienen un largo camino por recorrer para lograr la igualdad de género. México no es la excepción, especialmente en lo que se refiere a las oportunidades que tienen las mujeres para participar, en igualdad de condiciones, en la vida económica y política del país. Por ello, en los últimos años, el Estado mexicano en su conjunto ha instrumentado políticas públicas dirigidas a favorecer el fortalecimiento de los derechos de las mujeres en la sociedad mexicana. La Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, promulgada en enero de 2001, así como la creación del instituto del mismo nombre, representan elementos fehacientes del esfuerzo realizado en favor de la protección de las mujeres y de la implementación de programas contra la violencia y la discriminación de género. De esta manera, a través del INMUJERES, se promueve el respeto de los derechos de género; sin embargo, como lo demuestra el informe del GGGR, esta institución aún enfrenta muchos desafíos para lograr abatir, a cabalidad, la desigualdad entre hombres y mujeres, que desafortunamente predomina en nuestro país.

El Estado mexicano en su conjunto ha instrumentado políticas públicas dirigidas a favorecer el fortalecimiento de los derechos de las mujeres en la sociedad mexicana

Eduardo Backhoff Escudero, Consejero Presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

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ILUSTRACIÓN: SHUTTERSTOCK

PRIORIDAD INCORPORAR LA MATERIA DE GÉNERO EN LAS UNIVERSIDADES YAZMIN CATALINA FLORES LÓPEZ

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a educación es el eje en la formación académica, de valores y de convivencia entre personas, pero además, tiene el encargo fundamental de forjar actitudes y relaciones sociales entre las y los alumnos que se forman en las escuelas. Por ello, es indispensable que la igualdad entre mujeres y hombres sea uno de los valores centrales que se promueva en el interior de los centros educativos y con prioridad de las universidades, que contribuyen a la transformación epistémica y, por tanto, a la erradicación de estereotipos de género que se manifieste en el ámbito profesional. Además, la educación ha constituido el medio por excelencia para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; la educación es un catalizador del desarrollo del individuo, un elemento que genera una transformación de la sociedad y se ha establecido como un referente para evaluar el progreso del país. De ahí la importancia de que el género sea una variable de gran relevancia que contribuya a que la educación sea de calidad. Sin embargo, y pese a los avances, es necesario modificar desde el origen, es decir, desde las aulas, que las y los universitarios estén formados en el tema de género. Un grupo de expertas mencionan que “no basta con crear experiencias educativas o talleres para sensibilizar, lo que hace falta es transformar procesos, modificar normativas e impulsar la difusión de todos los temas relacionados”.1 Los espacios de género en las universidades han sido el lugar más importante para la generación de un conocimiento crítico sobre las distintas formas de desigualdad social entre los sexos; sin embargo, hay que hacer notar que la construcción de estos espacios ha sido ardua y difícil, y ha estado sometida a una serie de obstáculos institucionales que ponen de manifiesto las resistencias para incorporar esta visión científica en el análisis de las problemáticas sociales. Teniendo este espacio la necesidad de ser fortalecido, desde el aspecto económico, hasta la voluntad social y política. El incluir el tema de género en las universidades, es de suma importancia ya que es ahí donde se encargan de profesionalizar a las universitarias y universitarios, con el objetivo de darles las herramientas necesarias

para incorporarse a la vida laboral, donde aplicarán los conocimientos adquiridos en las diferentes esferas, cuya importancia y finalidad última, será la de permear en la sociedad. Dicho de otra manera, comentan Didriksson, Campos y Arteaga: “Las universidades son las entidades educativas que en forma obligada tienen que innovar, crear, construir, descubrir, tramitar, aplicar, conservar y superar el conocimiento, practicar y desarrollar la investigación”.2 Aportando el conocimiento que la sociedad necesita para trascender hacia el futuro, entonces se cumplirá el rol de la educación superior. Por lo que sería una manera de generar una transformación en la sociedad, al implementar las materias de género en las universidades aportando bases para lograr la igualdad sustantiva, ya que estas instituciones cuentan con una población cautiva que va aumentando en cada ciclo escolar, además de ser replicadores en el momento que estos estudiantes se suman a la población profesionista en los diferentes campos de la sociedad. La inclusión de la perspectiva de género en la educación supone un factor de innovación y cambio educativo. La educación puede convertirse en un factor clave para garantizar la justicia y la cohesión social, siendo la equidad de género un indicador de calidad de los sistemas educativos. La introducción de la perspectiva de género en la educación involucra cambios que afectan desde la organización escolar y los contenidos curriculares hasta los recursos educativos, la formación del profesorado. Podemos concluir que el incorporar la materia de género en todas las universidades autónomas de los estados jugará un papel muy importante dentro de la comunidad estudiantil, impactando aproximadamente a los 1,007,927 alumnos, que a su vez se volverán replicadores dentro de su campo laboral, social y familiar, al generar un conocimiento crítico sobre las distintas formas y situaciones de desigualdad y violencia que viven las mujeres, sin olvidar que el número de egresadas y egresados aumenta cada año.

Es indispensable que la igualdad entre mujeres y hombres sea uno de los valores centrales que se promueva en el interior de los centros educativos y con prioridad en las universidades

Yazmin Catalina Flores López, Subdirectora de Desarrollo Humano, INMUJERES.

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[1]Fuente:http://campusmilenio.com.mx/index.php/template/reportajey-ensayo/reportes/item/1360-equidad-de-genero-asignatura-pendienteen-las-universidades [2] Didriksson, Axel; Campos Guillermo y Arteaga, Carlos (2004). Retos y paradigmas: el futuro de la educación superior en México. México. Plaza y Valdés.


Academia

LA INCLUSIÓN DE LA MUJER MEXICANA EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR RAFAEL TONATIUH RAMÍREZ BELTRÁN

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a inclusión de las mujeres en la educación y, en particular, la educación superior en México ha sido un camino muy largo, tal vez milenario —y sin lugar a duda: sinuoso— en el que la mayor parte del tiempo está caracterizado por la marginación/sometimiento/exclusión y los últimos veinte años de reposicionamiento y luz, por lo menos en términos de educación superior. Para no ir a dar en este recorrido a las aguas profundas del mundo prehispánico en nuestro territorio, en este breve recuento solo diremos, que las mujeres mexicas eran destinadas socialmente a ser madres, hijas y esposas de guerreros; en el mundo colonial, igual de sugestivo y cautivador, se debatían entre el sometimiento ya comenzado antes de la llegada de los españoles y que continúan estos, así como un mestizaje que construyó el mito de la madre y el ejemplo todavía no eclipsado de Sor Juana Inés. Detengámonos en el final del siglo XIX, ya después de la Reforma y con intentos radicales de una educación liberal, trajeron hechos, que podríamos distinguir, como buenos y malos para la mujer mexicana en términos de acceso a las escuelas. Uno bueno: el proceso de feminización de profesiones como el magisterio ha iniciado y las escuelas normales del país lo recibían con alegría y con la necesidad de alfabetizar a la población con un gran rezago. Uno malo: pero no así las Escuelas Preparatorias en las que las mujeres, según lo documenta la historia, más bien era una rareza: de un número tan minúsculo que los nombres propios de ellas constan en los archivos. No eran recibidas en tan prestigiados centros escolares —se especula— por los prejuicios ideológicos de los funcionarios de ese tiempo. Después del movimiento revolucionario, en el siglo XX y la consolidación del grupo Sonora en el poder y el diseño y puesta en marcha de la Secretaría de Educación Pública en los años 20 inicia una inmensa labor de política pública en el sector educativo. Por casi 60 años el crecimiento es sostenido en cuestiones como la infraestructura, oportunidades de acceso, creación de instituciones educativas, presupuesto

creciente, etc. La ampliación del Sistema Educativo Nacional es innegable; sobre todo en términos cuantitativos: más escuelas, más maestros y alumnos y alumnas, más edificios, más libros de texto, más universidades, etc. En este contexto, se fue dando la presencia de las mujeres en ámbitos de educación formal. No fue de la noche a la mañana y pasó necesariamente por otros cambios sociales (de mentalidad, familiares, migratorios, laborales, de irrupción de los medios de comunicación, poblacionales, de globalización, de empoderamiento y micropoder, etc.) que fue generando una mujer, la actual en nuestro país, totalmente distinta a todas las anteriores. Como muestra de que para las mujeres, las cosas hoy son totalmente distintas en las Instituciones de Educación Superior, que en otros tiempos, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2016), documenta que lejos de la marginación: En México, más mujeres que hombres se gradúan de la educación superior. El 53% de graduados de licenciatura y técnico superior universitario y 55% de graduados de especialidad y maestría son mujeres, mientras que, a nivel de doctorado, hasta 48% de los graduados fueron del sexo femenino, porcentaje superior al promedio de la OCDE. En contraste con otros países de la OCDE, México tiene una distribución de género más equilibrada en los campos de la educación: en el 2014, 46% de todos los graduados de educación superior en los campos de ciencias, matemáticas y computación eran mujeres. Esto es considerablemente mayor al promedio de la OCDE (39%)1. Los datos son contundentes: las que están ahora en presencia y logrando la eficiencia terminal en las universidades mexicanas son las mujeres y esto está dando un giro sin precedente y radical en la sociedad mexicana, que analizaremos más adelante, en otras entregas. Sin embargo, dos datos que todavía son contrarios a este desarrollo de la mujer en México, y ponen a pensar mucho en lo que ha logrado en su éxito educativo en los años recientes. El primero, es el que aporta un estudio financiado por el emporio de investigación Fundación Thomson Reuters, citado por la empresa de investigación de mercados Parametría, que ubica a la mujer mexicana en el lugar número 15 de entre las 20 economías mundiales (G-20), en donde se está mejor siendo de ese género. El ranking le es desfavorable a la mujer mexicana porque su agenda pendiente todavía es larga: la falta de acceso a la sanidad, la violencia y la impunidad, la participación en la política, la igualdad en oportunidades laborales, familiares y salariales, el acceso a la educación y la propiedad, el tráfico y la esclavitud de las que pueden ser víctimas 2. El otro dato es también doloroso: sobre los tres segmentos que no son incluidos políticamente como debiera dada su importancia, por ejemplo, en los partidos políticos o gobiernos, se encuentran los jóvenes, las clases medias y las mujeres 3. Una conclusión provisional es esperar que este innegable posicionamiento educativo de las mujeres en relativo poco tiempo, siga colaborando a transformar nuestra sociedad en su conjunto, para mejorar la calidad de vida de todos.

Las que están ahora en presencia y logrando la eficiencia terminal en las universidades mexicanas son las mujeres y esto está dando un giro sin precedente y radical en la sociedad mexicana

Rafael Tonatiuh Ramírez Beltrán, Profesor e investigador universitario, SNI nivel 1 Conacyt.

Referencias: [1] https://www.oecd.org/education/skills-beyond-school/EAG2016-Mexico.pdf [2]http://www.parametria.com.mx/carta_parametrica.php?cp=4549 [3]http://www.cidac.org/esp/uploads/1/LDC_Clasemediero.pdf SEPTIEMBRE, 2017 | TODAS |

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LA EDUCACIÓN COMO FACTOR DE INEQUIDAD EMPRESARIAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES HORTENSIA ARAGÓN CASTILLO

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ace algunos días, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas (ENAFIN) 2015, realizada junto con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)¹. En ella se contienen diversos datos relacionados con las características de empresas del sector de la construcción, las manufacturas, el comercio y los servicios privados no financieros, incluyendo a los transportes, con una muestra de 3,927 unidades económicas. Tres datos son de llamar la atención. El primero es que, del total de la muestra, 4.2% de los propietarios de las empresas tienen entre 18 y 30 años; 16.6% entre 31 y 40 años, 30.6% entre 41 y 50 años, 36.7% entre 52 y 65 años y 11.9% tiene más de 65 años. Cuando se analizan los datos por el tamaño de la empresa, poco más de 50% de los propietarios de las micro y pequeñas empresas tienen menos de 41 años, en cambio, 44.2% de los grandes empresarios, tiene entre 51 a 65 años. El segundo dato importante encontrado fue que, del total de la muestra, únicamente 25.1% de los propietarios de las empresas son mujeres, de frente a 74.9% de hombres. Sin embargo, cuando se analiza por el tamaño de la empresa, en las micros, 29.9% de las empresarias son mujeres de frente a 70.1% de hombres, porcentaje que va disminuyendo hasta 7.8% de propietarias de empresas grandes, en relación con 92.2% de grandes empresarios hombres. El tercer dato aportado por la ENAFIN y que debe mover a la reflexión es que, del total de la muestra, 1.1% de los propietarios no tienen instrucción alguna; 14.8% tienen educación básica; 21.9%, educación media superior y 62.2% tienen educación superior. Sin embargo, nuevamente, en las microempresas, 1.6% de los propietarios no tienen instrucción alguna, 20.0%, educación básica, 25.5% tiene educación media superior y 52.9% tiene educación superior, en contraste con 0.0% de grandes empresarios sin instrucción alguna, 1.4% con educación básica, 7% con educación media superior y 91.6% de empresarios que poseen educación superior.

De lo anterior y a grandes rasgos, se puede destacar lo siguiente: 1. Los propietarios de las micro y pequeñas empresas son, en su mayoría, mujeres jóvenes con instrucción media superior. 2. Los propietarios de las grandes empresas son, en su mayoría, hombres maduros con estudios superiores. 3. Los propietarios de las medianas y grandes empresas tienen niveles académicos de educación superior. 4. Los propietarios de las micro y pequeñas empresas tienen rangos de menor escolaridad. Por último, no quisiera dejar de lado la afirmación que, derivado de la encuesta, se hace sobre “por cada mujer empresaria existen tres dueños que son propietarios de su empresa”. Esto no se entiende correctamente si antes no se aclara que no es lo mismo ser dueño o dueña de una micro o pequeña empresa, como es el caso de la mayoría de las mujeres empresarias, que ser propietario de una mediana o gran empresa, donde contribuyen los hombres en 93%. La participación de las mujeres se concentra fundamentalmente en las micro y pequeñas empresas, siendo dueñas de 29% de las mismas, pero a medida que las empresas van creciendo, la presencia de las mujeres empresarias va disminuyendo hasta llegar a ser solo 7% de propietarias de medianas y grandes empresas. Es por lo anterior que se puede afirmar que: a. Las políticas educativas deben contemplar dispositivos que permitan la interconexión entre el desarrollo de la actividad empresarial y el nivel y la calidad de los estudios, de tal manera que se reactiven los mecanismos educativos de movilidad social. b. Las políticas de fomento empresarial deben ser diseñadas no solo con un enfoque etario, sino observar un diseño especializado de género que permita el crecimiento, no solo en términos cuantitativos sino cualitativos, de las micro y pequeñas empresas. Si estos dos ámbitos de la política pública se imbrican correctamente, el desarrollo económico igualitario en nuestro país se encuentra asegurado, desdibujando las brechas de inequidad que, actualmente, irrumpen en la actividad empresarial.

La participación de las mujeres se concentra, fundamentalmente, en las micro y pequeñas empresas

Hortensia Aragón Castillo, Presidenta de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados.

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¹ http://www.beta.inegi.org.mx/proyectos/encestablecimientos/ especiales/enafin/


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EDUCACIÓN PARA GARANTIZAR MÁS Y MEJORES OPORTUNIDADES PARA LAS MUJERES DANIEL AMADOR GAXIOLA

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esde el inicio de la actual Administración, el Gobierno de la República impulsó una estrategia transversal para garantizar la igualdad sustantiva de oportunidades y los derechos de las mujeres, con la finalidad de evitar que las diferencias de género sean causa de desigualdad, exclusión o discriminación. Esta igualdad entre mujeres y hombres deberá reflejarse en la educación, por lo que resulta indispensable fortalecer la inclusión integral de las mujeres en todos los niveles educativos. La educación es un derecho humano y una herramienta fundamental que permite a las mujeres ser más autónomas, desplegar sus habilidades y capacidades, así como alcanzar su desarrollo pleno; además, constituye un detonante para la economía y el progreso de las naciones. ONU Mujeres destaca que el aumento de la educación de las mujeres y las niñas contribuye a un mayor crecimiento económico. Más de la mitad del crecimiento que experimentaron los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante los pasados 50 años, es resultado del acceso de dicho sector de la población a niveles superiores de educación y a una mayor igualdad en el número de años de formación entre hombres y mujeres. En México tenemos importantes avances que es preciso destacar. Organismos internacionales como la OCDE, han reconocido el aumento en el acceso a la educación en todos los niveles, el aumento del gasto público a educación y la reestructuración del sistema para poder ga-

rantizar una educación de calidad, ello gracias a la implementación de la Reforma Educativa. De manera concreta, la situación de las niñas y las mujeres en el rubro de educación ha mejorado de forma sustancial. La matriculación a nivel preescolar para niños y niñas entre cuatro y cinco años de edad es casi universal y los programas de becas han contribuido a evitar que muchas adolescentes abandonen sus estudios. La mayor inclusión de las mujeres ha propiciado una participación más equitativa en la vida política, cultural, económica y social del país. A nivel legislativo, acciones afirmativas como el ejercicio de las cuotas de género en materia electoral es considerado como un ejemplo de buenas y mejores prácticas a nivel internacional. Pese a los importantes avances, tenemos aún desafíos pendientes que debemos resolver. Las cifras muestran que solo 47% de las mujeres en edad de trabajar forman parte de la fuerza laboral, por debajo del promedio de la OCDE de 67%; más de la mitad de las mexicanas en edad de trabajar tienen empleos informales (57.2%); las mujeres con educación superior ganan 32% menos que sus homólogos masculinos y 67% ha sido víctima de violencia de género. Ello evidencia la necesidad de reforzar las políticas públicas a favor de las mujeres y garantizar su acceso a mejores oportunidades de desarrollo, por medio de herramientas clave como la educación, que se traduzca en más y mejores condiciones laborales. En síntesis, la educación constituye un instrumento medular para el desarrollo nacional y un requisito indispensable para avanzar en la igualdad sustantiva y el empoderamiento de las mujeres, a efecto de que se conviertan en verdaderos agentes del cambio social y accedan, junto con sus familias, a un futuro mejor.

La educación es un derecho humano y una herramienta fundamental que permite a las mujeres ser más autónomas, y desplegar sus habilidades y capacidades

Daniel Amador Gaxiola, Secretario de la Comisión de Educación del Senado de la República.

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Sector Gobierno

LA FUERZA DE LA EDUCACIÓN México ha logrado la paridad de género en el acceso a la educación. Actualmente las niñas y las jóvenes representan 49% de la matrícula en la educación básica y 50% en la media superior y superior.

AURELIO NUÑO MAYER

Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública.

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La situación debe cambiar no solamente porque nuestras niñas y jóvenes tienen el derecho de elegir libremente sus carreras, sino también porque las ciencias, la tecnología, las matemáticas y las ingenierías son la vía para participar en las áreas más dinámicas de nuestra economía

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a plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida nacional es un acto de justicia y condición indispensable para que México sea una potencia en el siglo XXI. Para lograrlo, tenemos que empezar desde la escuela. Nuestro objetivo es formar niñas listas y seguras de sí mismas, que tengan claro que la fuerza de la educación les permitirá alcanzar las metas que se propongan. Por eso, iniciamos un proceso de cambio profundo hacia un nuevo Modelo Educativo que permita a todas las niñas, los niños y los jóvenes tener una educación de calidad para triunfar en la vida y ser felices, sin importar su género, condición u origen. Como país hemos logrado prácticamente la paridad de género en el acceso a la educación. Hoy en día, las niñas y las jóvenes representan 49% de la matrícula en la educación básica y 50% en la media superior y superior. No obstante, todavía tenemos importantes retos que sortear para combatir estereotipos de género. En particular, siguen existiendo prejuicios desde temprana edad respecto de algunas disciplinas académicas que son consideradas erróneamente como “de mujeres” o “de hombres”. A su vez, estas creencias se reflejan en los ambientes de aula, las prácticas docentes, y finalmente en los aprendizajes, generando un círculo vicioso de discriminación, bajas expectativas y desempeño bajo. Por ejemplo, en la prueba PISA 2015, los jóvenes obtuvieron mejores resultados que sus pares femeninos en matemáticas y ciencias. Además, 28% de ellos expresaron interés en una carrera en las ciencias o ingenierías, comparado con solo 9% de las niñas.

Estos resultados se reproducen y acentúan en la educación superior. Carreras como las ingenierías son cursadas mayoritariamente por hombres (estos representan 73% de la matrícula), mientras que las mujeres dominan en otras como la educación. Esta situación debe cambiar no solo porque nuestras niñas y jóvenes tienen el derecho de elegir libremente sus carreras, sino también porque las ciencias, la tecnología, las matemáticas y las ingenierías (STEM, por sus siglas en inglés) son la vía para participar en las áreas más dinámicas de nuestra economía. Por ello, el nuevo Modelo Educativo plantea una formación docente para la educación inclusiva, con técnicas didácticas que permitan a las niñas participar plenamente. Además, en coordinación con la OCDE y la Academia de Ingeniería de México, hemos lanzado la iniciativa “NIÑASTEM PUEDEN”. Se trata de una red de mujeres profesionistas destacadas en las STEM que se acercan a las niñas y jóvenes para compartirles sus experiencias, además de promocionar el estudio de estas disciplinas en talleres, programas de mentoría y espacios en medios de comunicación. Tenemos frente a nosotros un gran reto y aún tenemos que luchar como sociedad para romper con los prejuicios que nos atan al pasado. El país que queremos construir y por el que estamos trabajando no puede coartar las posibilidades de la mitad de su población. La fuerza de la educación es la vía para aprovechar el enorme potencial de las mujeres mexicanas y hacer de México una potencia en el siglo XXI. Nuestro objetivo es que no importe si eres hombre o mujer, sino que el único criterio para triunfar sea el esfuerzo y la perseverancia. SEPTIEMBRE, 2017 | TODAS |

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OSC HOY EL SEXISMO HA CAMBIADO DE ROSTRO, PERO SIGUE SIENDO EL MISMO…

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esde 1979, la ONU estableció la Convención para Eliminar todas las formas de Discriminación en contra de las Mujeres (CEDAW, por sus siglas en inglés), a la que México se adhirió en 1981 y en el 2000 firmó el Protocolo Facultativo de tal Convención, siendo este el primer instrumento internacional con el que podíamos exigir la atención de problemas de discriminación que sufren las niñas, las jóvenes y las mujeres adultas al interior de las escuelas. Después de la CEDAW, se han elaborado y firmado otros convenios, cumbres, declaraciones internacionales e incluso se han establecido Planes Nacionales y Locales para erradicar no solo la discriminación, sino también la violencia y la falta de igualdad en el ámbito escolar, con el objeto de eliminar el sexismo que se presenta en los procesos educativos, las exigencias de aprendizaje, las formas de evaluación, de representatividad y reconocimiento, viejas exigencias que quedan, en el currículum oculto o en el olvido. Hoy en día, hablar de la problemática de la educación de las niñas y las jóvenes, parece algo viejo por lo que no debemos preocuparnos, pues la matrícula de Educación Básica es casi igual de las niñas que de los niños, incluso es mayor en el caso de las niñas. No obstante, la educación que reciben las niñas y las jóvenes no ha ayudado para que cambien significativamente sus aspiraciones como estudiantes, dado que como señaló Marina Subirats, exdirectora del Instituto de las Mujeres en España, hace muchos años, en su libro Rosa y Azul, “el sexismo tiene una pesada historia”, la cual,—yo diría— adquiere en la actualidad nuevas formas y nuevos rostros. Ver los datos nos retrata la situación que viven las niñas y las adolescentes en el ámbito escolar en nuestro país. Según el INEGI1, en México en 2015, había 39.2 millones de niñas, niños, y adolescentes, de los cuales 19.4 millones (50.6%) eran mujeres, y del total de este grupo poblacional 34% (6 581 314) eran adolescentes de 12 a 17. De las cifras anteriores puede destacarse que aun cuando la escolaridad nacional de las niñas es de nueve años, aquellas que tienen entre 15 y 17 años de edad son el grupo con mayor porcentaje (28.4%) de las que no cursan ningún nivel dentro del Sistema Educativo Nacional. Este porcentaje representa 910,813 chicas y sigue siendo un problema histórico, ya que “las familias tienden a invertir menos en la educación de las mujeres en espera de que su inserción social dependa más de su unión matrimonial que de sus propios méritos y, en general, muestran más resistencia a mandar a sus hijas a la escuela”.2 Aun cuando hay más niñas y adolescentes que asisten a las escuelas, esto no ha servido de manera significativa para brindarles nuevos horizontes que les permitan aspirar a niveles superiores de educación para alcanzar mejores condiciones de vida y de trabajo, ni tampoco ha habido voluntad política por parte de la SEP en introducir de manera intencionada la educación de la sexualidad en los centros educativos. De ahí que las aspiraciones de vida de las niñas y las adolescentes siguen

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MALÚ VALENZUELA Y GÓMEZ GALLARDO

siendo convertirse en madres, d y se llas enseña ñ a soñar ñ en lla aparición i ió dde un galán que las podría mantener y proteger, y por ello parece obvio que el embarazo adolescente siga creciendo, lo que es un grave problema no solo de salud sino también de educación pública. En los últimos años el embarazo adolescente ha crecido y la edad de niñas que llegan a ser mamás puede ser menor de los 12 años. En 2015, la Encuesta Intercensal (EI) muestra que 198,000 adolescentes de 12 a 17 años ya habían tenido hijos. Asimismo, la ENADID 2014 arroja que 1 de cada 2 adolescentes (50.8%) no usó método anticonceptivo porque no planeó o no creyó quedar embarazada. Sabemos, desde hace largos años, que este problema del embarazo en adolescentes les cuesta a las niñas y las adolescentes su posible futuro, tanto educativo como laboral. Al abandonar la escuela, la única salida que tienen las niñas y las jóvenes es ponerse a trabajar, de ahí que, en 2015 de las 747,000 niñas y adolescentes de 5 a 17 años ocupadas, 31.6% (235,000) no asistían a la escuela. Las principales razones por lo que dejaron de asistir fueron: 33.9% (79,000) por falta de interés, aptitud o requisitos para entrar a la escuela; 21.9% (51,000) por tener que trabajar y 19.2% (45,000) por falta de recursos económicos.3 Ello nos muestra un panorama sombrío de una realidad que llena de angustia y desesperanza a muchas niñas y jóvenes, cifra importante; angustia que provoca serios trastornos de alimentación como la anorexia y la bulimia, el consumo de alcohol y drogas, y el llamado cutting que se refiere a cuando las adolescentes se cortan la piel con navajas. Sin que exista además la más mínima posibilidad para que puedan expresar de manera organizada lo que les aqueja y exigir cuando menos, que se cumplan sus derechos. Estos y otros problemas se dejan de lado y no son tomados en cuenta visiblemente en el Nuevo Modelo Educativo, bien publicitado por la SEP en las redes sociales, y mientras que los problemas de las niñas siguen creciendo, muchas de ellas seguirán bailando reggeaton, continuarán embarazándose y abandonando sus estudios.

Aun cuando hay más niñas y adolescentes que asisten a la escuela, no ha servido de manera significativa para brindarles nuevos horizontes que les permitan aspirar a niveles superiores de educación

Malú Valenzuela y Gómez Gallardo, Grupo de Educación Popular con Mujeres, A.C.

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[1] Encuesta Intercensal (EI) 2015. Estadísticas a propósito del… día internacional de la niña (11 de octubre) [2] 10 Blanco Emilio (2014), Capítulo 2: Interrupción de la asistencia escolar: desigualdad social, instituciones y curso de vida. En caminos desiguales, trayectorias laborales y educativas de los jóvenes en la Ciudad de México. COLMEX-INEE. p. 39- 70 [3] www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2016/niña2016_0.pdf


Entrevista POR: REGINA REYES-HEROLES C.

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4) Haremos alianzas, una con la Universidad de Cambridge y con las embajadas del Reino Unido, Canadá y Estados Unidos para fortalecer los programas de intercambios de maestros, así como para capacitación continua.

“MEXICANOS BILINGÜES, EN 20 AÑOS” Aprender a aprender, inglés para todos y la escuela al centro, han sido los estandartes del nuevo modelo educativo de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Javier Treviño, subsecretario de Educación Básica, explica cómo van y por qué los padres debemos participar en este proceso. ¿Cómo aprender a aprender? “Aprender a aprender” es un nuevo currículum y un nuevo sistema escolar. Implica tener una concentración importante en los aprendizajes clave, pero al mismo tiempo el desarrollo de las habilidades socioemocionales de los niños. El objetivo es que pasemos de una pedagogía antigua de la memorización a una nueva pedagogía en que los niños aprendan a investigar, a discernir, a cuestionar, a plantearse hipótesis a hacer investigaciones. Lo que queremos es formar ciudadanos mucho más críticos. Lograr mexicanos bilingües es un reto. ¿Cómo lo van a implementar? Hay que explicar la importancia del inglés y por qué no elegimos el francés o el alemán. Debemos entender que 60% de los sitios de internet en el mundo están en inglés, es el idioma común de la academia. Es la lengua de las transacciones comerciales, y un estudio del Instituto Mexicano de la Competitividad dice que los jóvenes egresados que hablan inglés tienen salarios entre 35 y hasta 40% por encima de quienes no lo hablan. Para el 2020, cerca de 2,000

millones de personas en el mundo estudiarán inglés como segunda lengua. Nuestra visión es que en 20 años 100% de los alumnos egresados tengan un nivel de inglés certificado por la Universidad de Cambridge y que los maestros estén certificados, dos niveles por encima del que enseñan. Hay cuatro líneas de acción: 1) Que todos los maestros sean bilingües. Nos enfocaremos en las 263 normales públicas que tienen una matrícula de 90,000 próximos maestros. Para que ellos aprendan inglés, contrataremos a 1,000 maestros de este idioma de tiempo completo. 2) El inglés es parte obligatoria del currículo, lo que hará que los niños hablen inglés como segunda o tercera lengua, en el caso de las escuelas con lenguas indígenas. 3) El inglés es parte de la política pública de equidad. Tiene que llegar a todos porque hoy el programa nacional de inglés solo llega a 36% de los alumnos en educación básica. Será un elemento que iguala las oportunidades y condiciones de la educación.

¿Cómo ayudan a los niños a lidiar con los problemas socioemocionales? La formación y el desarrollo personal y social de los niños forma parte del currículo. Recibirán educación socioemocional, física y artística. El objetivo es que los niños aprendan , a cuidarse, que se valoren, que aprendan a colaborar, a trabajar en equipo y que tengan una mejor actitud en la convivencia en la escuela para desenvolverse mejor. Haremos alianzas con la Secretaría de Salud con el programa “Salud en tu escuela”, y la de Cultura con el programa “Arte en la escuela”, para cubrir el tema de educación física, salud y arte. Estos programas incluyen visitas médicas a las escuelas, diagnósticos, así como traer el teatro a las escuelas y crear el Coro y la Orquesta Sinfónica Infantil Nacional. Se propone que los padres nos involucremos y participemos. ¿Cómo? Una parte esencial de toda la estrategia es la “Escuela al centro”, que busca fortalecer a la escuela para transformarla en una verdadera comunidad de aprendizaje, en donde los actores no solo sean los maestros y los niños, sino los padres de familia también. En cada escuela existe un Consejo Técnico Escolar, pero también estamos formando los Consejos Escolares de Participación Social para que los padres de familia se involucren. El objetivo es que conozcan la ruta de mejora de cada escuela, que además los papás se aseguren que en cada escuela opera la normalidad mínima de operación escolar. Es decir, que abran a tiempo, lleguen los maestros, se distribuyan los materiales, se impartan las clases, se cumpla con el programa. Queremos que los padres se involucren en una especie de contraloría social en las escuelas, porque hoy estamos invirtiendo una cantidad de recursos y dinero sin paralelo para mejorar la infraestructura de las escuelas y queremos que los padres de familia acepten, revisen y aprueben las obras. ¿Cuánto se tardarán en implementar? El piloto es el ciclo escolar 2017-2018 y todos estos temas se generalizan en las escuelas en agosto del 2018, para 2018-2019. Lo único que está escalonado son los campos de formación académica, porque para eso se requieren nuevos libros de texto que vamos a ir teniendo. El último escalón es para agosto de 2019. Es importante subrayar que esto nos da tiempo, por lo menos un año, para capacitar a los maestros. Otra cosa que estamos haciendo simultáneamente, y que nunca se había hecho, es trabajar al mismo tiempo con los nuevos planes y programas en las escuelas normales para que los maestros lleguen listos para impartir los nuevos programas. SEPTIEMBRE, 2017 | TODAS |

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Opinión LOS DREAMERS DECIDIDOS A LUCHAR POR EL PRESENTE Y EL FUTURO ENRIQUETA CABRERA

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ecientemente, el Presidente estadounidense, Donald Trump, decretó la extinción del programa DACA, que permitió desde 2010 a los jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo niños, tener acceso pleno a las escuelas y universidades en las mismas condiciones que los residentes legales, es decir, a un costo muy inferior al que se cobra a los extranjeros. Trabajar, pagar impuestos, aportar a la seguridad social, tener una licencia de conducir, contar con un número de seguridad social, salir del país y poder regresar, ser vistos como pares entre estudiantes y colegas trabajadores sin sentir que tienen que esconder su estatus migratorio para que nadie lo supiera, dejar atrás el eterno miedo a ser deportados a su país de origen, del que muchos no tienen ni siquiera recuerdos claros por la edad en que llegaron y porque su hogar estuvo siempre ahí con sus familias, en Estados Unidos; 800,000 se acogieron al programa DACA a partir de una Orden Ejecutiva del Presidente Obama en 2012; ahora podrían perderlo todo. Si entendemos la educación como una parte esencial en la vida de la gente, mejor comprenderemos que esto no se trata de un asunto de género, sino de oportunidades iguales, por lo que luchan mujeres y hombres. Hoy 800,000 jóvenes ven su presente y su futuro en riesgo, algo más de la mitad son mujeres, están decididos a dar la batalla para conservar esos derechos que les permitieron una vida con oportunidades, sin temores permanentes. Para conservar la igualdad sin exclusión de su origen, sin discriminación y con derechos plenos. Muchas son sus aportaciones. Para ellos las cosas no han sido fáciles, pero los miedos fueron siendo vencidos por su determinación de salir adelante primero en los estudios y luego en el trabajo. Desde 2001 fueron parte de la lucha por una reforma migratoria que no fue aprobada. Los dreamers o “soñadores”, fueron parte de una importante batalla que se libró y se perdió en 2009, cuando los republicanos derrotaron una ley conocida como Dream Act. La lucha de los dreamers se inició en las universidades, requirió valor, decir “yo soy indocumentado”, primero fueron unos pocos y luego fueron más, cada vez más. En no pocos casos fueron mujeres las que dieron los primeros pasos, había que tener valor para abrirse en las universidades y decir que eran indocumentados con los riesgos que eso implicaba. La respuesta fue la más amplia solidaridad y un movimiento que se extendió y se fortaleció. El miedo se transformó en valor. En la lucha de los dreamers participó una mujer mexicana, Dulce Matuz, cofundadora en 2009 de Arizona Dreamers Coalition, nacida en Hermosillo, Sonora, que encabezó discusiones, promovió la organización, proyectos, protestas, tejió redes de apoyo y realizó acciones diversas durante años.

En Arizona, como ella dice, tuvo dos antecesores de Trump con un sheriff llamado Joe Arpaio y una gobernadora Jan Brewer con políticas duras, brutales hacia los inmigrantes latinos. Arpaio persiguió durante años a los indocumentados por su perfil racial, los encarcelaba en réplicas de campos de concentración nazis y cometía toda clase de violaciones a los derechos humanos de indocumentados fundamentalmente latinos y torturas psicológicas y emocionales contra ellos, instalados con carpas a la intemperie. A eso llamó Trump un buen trabajo. Fueron años duros, Dulce Matuz y muchos más se mantuvieron. Hoy es Ingeniera en Electrónica y trabaja en planes de acción que se desarrollan para esta difícil etapa, con la mente clara y la voluntad inquebrantable, como muchas otras y otros jóvenes, a pesar del creciente racismo que alientan Trump y sus seguidores, que “aunque son muchos, son minoría en este país”. Otra mexicana y muy destacada luchadora es Julissa Arce, que se abrió camino durante años como indocumentada, primero para estudiar y al mismo tiempo para superar el miedo a ser descubierta y empezar a trabajar. A pesar de todas las adversidades desarrolló una enorme capacidad para sortear obstáculos, para ser exitosa en los estudios y el trabajo, lo que le permitió aún como indocumentada primero trabajar en Wall Street, llegando a ocupar un alto cargo ejecutivo. Julissa Arce superó el miedo como pocos, con una audacia y un valor sin límites, se esforzó siempre en el trabajo. Julissa comparte sus experiencias con la publicación de una serie de libros; tal vez el más leído sea “Entre las sombras del Sueño Americano”, donde cuenta su ascenso en Wall Street. En una situación adversa como la actual, hay muchos que se levantan para luchar por derechos arrebatados, entre ellos muchas mujeres de diversas nacionalidades, como Saba Nafees nacida en Pakistán y que llegó a Fort Worth, Florida, a los 11 años. A partir de sus esfuerzos y de las puertas que le abrió DACA, hoy tiene un doctorado en Biología Matemática que permite comprender mejor los datos biológicos de las enfermedades y encontrar nuevas formas de curarlas o prevenirlas, su camino no puede ser truncado. Muchas otras están en las universidades, estudiando. O haciendo aportaciones importantes como profesionistas. Con ese plumazo del Presidente Trump, podría perderse mucho. De acuerdo con el Centro para el Progreso Americano, con la eliminación de DACA se podrían perder 30,000 empleos cada mes, alrededor de 700,000 en los próximos dos años. Las pérdidas económicas serían enormes, en los próximos siete años de algo más de 460,000 millones de dólares. De acuerdo con USA Citizenship and Immigration Services entre 2012 y marzo de 2017 ingresaron al programa DACA, 618,342 jóvenes nacidos en México, 28,371 de El Salvador y 19,792 de Guatemala que serían afectados, junto con decenas de miles más de otras nacionalidades. Finalmente, una nota positiva, Procuradores Generales de 15 Estados interpusieron demandas contra la eliminación del DACA por parte del Presidente Trump, argumentando que su decisión tiene un perfil racial contra los mexicanos. Un joven llamado Martín Batalla Vidal también interpuso una demanda argumentado que la decisión de Trump para terminar con DACA transformó su vida y la de cientos de miles. ¿Es este el inicio de una lluvia de demandas? Hay reacciones en contra de la extinción del DACA, lo mismo en universidades, hospitales, empresas grandes y pequeñas de vanguardia en innovación y tecnologías, organizaciones empresariales e incluso sindicatos. El apoyo a los dreamers crecerá.

Si entendemos la educación como una parte esencial en la vida de la gente, comprenderemos que se trata de oportunidades iguales.

Enriqueta Cabrera Escritora y periodista, autora de Las Gobernadoras, un retrato del poder femenino.

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Consejo Consultivo

EQUIDAD DE GÉNERO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR Las acciones de las Instituciones de Educación Superior para lograr la equidad de género han sido importantes, pero todavía nos falta mucho para asegurar el acceso de las mujeres a las universidades.

ROSA ROJAS PAREDES

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ablar de equidad de género en las universidades pareciera innecesario si partimos del supuesto que son instituciones donde se respeta el saber y priva un diálogo entre pares. No obstante, es reconocido que, en el seno de ellas, persiste la inequidad, la desigualdad, la discriminación y algunas modalidades de violencia. (Rojas R., 2016) En 1998, UNESCO emitió la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el Siglo XXI: Visión y Acción, en particular en este espacio, nos referiremos a la necesidad de fortalecer la participación y promoción del acceso de las mujeres a este nivel educativo (Artículo 4). En él se reconocen los progresos en el acceso de las mujeres a la educación superior en algunos países, lo que no significa la igualdad de las universitarias en la participación activa de la toma de decisiones y mucho menos que estén plenamente garantizados sus derechos a la no violencia en los espacios educativos. Las acciones emprendidas en la Instituciones de Educación Superior mexicanas para lograr la equidad de género han sido importantes pero insuficientes. Encontramos que todavía los desafíos son muchos, como asegurar el acceso a los estudios universitarios de mujeres que viven en zonas rurales e indígenas, el propiciar entornos seguros en los contextos escolares frente a espacios propicios a eventuales episodios de violencia sexual, identificar y excluir los resabios sexistas del discurso educativo presentes en el currículum oculto, que por lo general naturaliza las relaciones de género desde una perspectiva tradicional, legitimando, a través de iconografías o representaciones sociales en textos y materiales de aula, la división sexual del trabajo y la vinculación de mujeres y niñas principalmente con lo emocional, la pasividad o la actitud de servicio. La idea de universidades socialmente comprometidas con la igualdad de género y la no violencia hacia las mujeres, requiere de políticas institucionales de carácter integral, reflejadas en programas y acciones educativas

que impacten en una modificación de valores, actitudes de respeto e igualdad entre las y los jóvenes estudiantes y de estos con el conjunto de los actores institucionales: docentes, investigadores y trabajadores administrativos y de servicios. La agenda de equidad de género en educación superior combina desafíos de muy diferente naturaleza, por lo que las medidas a implementar para alcanzar este objetivo se tornan profundamente complejas. Una agenda integral con perspectiva de género debe tener en cuenta que la Educación Superior debe dar respuesta entre otras cosas a: BWi d[Y[i_ZWZ[i Z[ bW ieY_[ZWZ [d j hc_dei Z[ ][d[hWY_ d Z[ YedeY_mientos, desarrollo cultural, social y económico, e igualdad de género. <ehcWY_ d Z[ Y_kZWZWdWi o Y_kZWZWdei Yed kd f[diWc_[dje Yh j_Ye" Yed perspectiva de género y respeto a los valores sociales y comunitarios de carácter democrático. ;b \ehjWb[Y_c_[dje Z[ bW l_ZW Z[ceYh|j_YW [d [b _dj[h_eh Z[ bWi ?dij_jkciones de Educación Superior, teniendo en cuenta que no se enseña lo que no se practica; dando cabida a mujeres estudiantes, docentes e investigadoras a los puestos de toma de decisiones y a los espacios del gobierno universitario en condiciones de paridad. ;b Z[iWhhebbe Z[ _dl[ij_]WY_ d ieXh[ bei iWX[h[i o YedeY_c_[djei tradicionales de los pueblos originarios de nuestro país, el impulso al diálogo intercultural e interdisciplinario. 9edj_dkWh Z[iWhhebbWdZe bWi YWfWY_ZWZ[i Z[ _dl[ij_]WY_ d o \ehcWY_ d sobre la igualdad de género mediante una red de centros de investigación y documentación y prestando mayor atención a las insuficiencias en los datos. (UNESCO, 2017); aportando una base científico técnica a las políticas gubernamentales relacionadas con la equidad de género. BW \ehcWY_ d Z[ ck`[h[i b Z[h[i [cfh[dZ[ZehWi eh_[djWZWi W bW h[iebkY_ d de problemas económico sociales. Por ello, es necesario implementar políticas reales y eficientes en el ámbito universitario para la igualdad de género, a la vez que se deben reforzar y reorientar las funciones de las Instituciones de Educación Superior a fin de contribuir de manera eficaz a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro ambiental y las enfermedades. El reto es mayúsculo, contribuir al desarrollo de una ciudadanía con perspectiva de género y formar ciudadanos y profesionistas orientados a la erradicación de la pobreza, la creación de fuentes de empleo y mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos.

La idea de universidades socialmente comprometidas con la igualdad de género y la no violencia hacia las mujeres, requiere de políticas institucionales de carácter integral

Rosa Rojas Paredes, Consejera Consultiva del INMUJERES.

FUENTES: Ţ Rojas P., R. (2016). Compromiso social de la UDG, formación ciudadana y calidad académica: La utopía inacabada. En R. Medina Centeno, & M. Pereira Moncayo, La Universidad de Guadalajara frente a los retos del Siglo XXI.Análisis y propuestas críticas para su renovación. (págs. 3363). Guadalajara, México: UDG. Ţ UNESCO. (1988). Declaración Mundial Sobre la Educación Superior en el Siglo XXI. (UNESCO, Ed.) Obtenido de www.unesco.org/educacion/ educprog/wche/declaration_spa.htm. Ţ UNESCO. (2014). Plan de acción de la UNESCO para la prioridad “Igualdad de Género”(2014-2021). París, Francia: UNESCO.

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Academia

EDUCACIÓN PARA LA IGUALDAD GLORIA RAMÍREZ

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omo menciona la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)1, es importante tomar conciencia de que el lenguaje no es una simple herramienta de comunicación, neutra y sin sustento cultural, social o político, sino el medio por el cual las personas y las sociedades enteras entienden al mundo, lo organizan y sobre todo, comunican sus valores, así como los mitos, las tradiciones, la historia y la cultura popular. El lenguaje y ciertos conceptos en la educación participan así, en el tipo de relaciones sociales que establecemos y contribuyen a la subordinación o al empoderamiento de mujeres y niñas. Para Rosa Cobo, el concepto de género no solo designa lo que en cada sociedad se atribuye a cada uno de los sexos, sino que denuncia esta conversión cultural de la diferencia en desigualdad.2 Así, entender los conceptos de igualdad, equidad, género, perspectiva o transversalización de género, no discriminación, entre otros, representa una posibilidad de educar para la igualdad; aunque no se trata de comprender las definiciones, sino de entender el sentido profundo de estos conceptos y, sobre todo, de aplicarlos, para empezar a trabajar la igualdad en la educación. Hoy en día, debemos reconocer, sin embargo, que el concepto de género tiene el peligro de la “vulgarización” y de la “manipulación”, dado que equivocadamente se ha asimilado género con mujer y no con relaciones sociales de género, o peor aún, hay quienes mencionan a la llamada “ideología de género” para transmitir una idea errónea y manipuladora, con objeto de perpetuar las relaciones de desigualdad que existen entre hombres y mujeres. Por eso, una tarea para la educación es propiciar la conciencia de que el género compromete a todos y todas, a partir de la reflexión desde la experiencia. La primera prioridad sería entonces, lograr esta conciencia en los educadores y administradores de la educación.3

FOTO: SHUTTERSTOCK

Es indispensable en las escuelas una auténtica educación para transformar las relaciones de género y construir sistemas educativos inclusivos. En este sentido, se debe reconocer que la cultura se encuentra impregnada de una cosmovisión de género que históricamente ha tenido un carácter androcéntrico, es decir, refleja una visión desde lo masculino. Una postura patriarcal, por ejemplo, es aquella que busca justificar el papel subordinado de las mujeres como algo natural o supuestamente normal, por ejemplo, para situarlas en funciones reproductivas prioritariamente. Discurso que termina justificando la discriminación de las mujeres en diversos ámbitos como el político, económico, social e incluso, el educativo. Recordemos que hace apenas, poco más de medio siglo, se confinaba a la mujer en los espacios cerrados del hogar, privados y familiares; un mandato por su propia naturaleza femenina. La división entre lo público y lo privado fue por mucho tiempo incuestionable e inamovible, no solo por el poder político o la familia, sino por destacados pensadores4 que hicieron de esta división del trabajo, el mayor obstáculo a la visibilidad y participación de las mujeres en el ámbito público y social. El empoderamiento constituye un proceso de autoafirmación, de autonomía a través del cual las mujeres y las niñas desarrollan capacidades, oportunidades, recursos, bienes, derechos y poderes para tomar decisiones sobre sus vidas y en su caso, controlar y transformar su rumbo. Una auténtica educación para la igualdad de género, es indispensable en las escuelas, en la currícula explícita y oculta, para transformar las relaciones de género y construir sistemas educativos inclusivos y democráticos.5

El empoderamiento constituye un proceso de autoafirmación, de autonomía a través del cual las mujeres y las niñas desarrollan capacidades, oportunidades, recursos, bienes, derechos y poderes para tomar decisiones sobre sus vidas

Gloria Ramírez, Coordinadora de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UNAM.

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[1] Annie Desprez-Bouanchaud, Pour l’égalité de sexes dans le langage. Unité pour la promotion de la condition de la femme et l’égalité des sexes. UNESCO, Paris, 1999. [2] Cobo, Rosa (1995): Género, en 10 palabras claves sobre Mujer, Amorós, Celia (directora). Navarrra: Ed. Verbo Divino. 1995, p.55. [3] Graciela Messina, en UNESCO. Igualdad de género en la educación básica de América Latina y el Caribe (estado del arte) 2001. Andros impresores, p. [4] Destaca por ejemplo, Rousseau, Hobbes, Nietzsche, entre otros pensadores sociales. Cfr. Amelia Valcárcel. Feminismo en el mundo global. Cátedra/universitat deValència/Instituto de la Mujer, Colección Feminismos, Madrid, 2008. 340 pp [5] UNESCO. Igualdad de género en la educación básica de América Latina y el Caribe (estado del arte) 2001. Andros impresores, p. 7


Consejo Social

MUJER Y EDUCACIĂ“N Las mujeres conforman mĂĄs del 50% de la poblaciĂłn. Sin embargo, es hasta a mediados del siglo XX cuando la mujer profesionista se integra al desarrollo productivo.

OFELIA TORRES ALONSO

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omo es sabido, la educaciĂłn ha ido evolucionado con el transcurso del tiempo entre las sociedades, y ĂŠstas han brindado un trato diferente a las mujeres y a los hombres, lo que necesariamente se reeja en las distintas oportunidades educativas para unas y para otros. En nuestro paĂ­s, las mujeres conformamos un poco mĂĄs de 50% de la poblaciĂłn total; sin embargo, a pesar de ser mayorĂ­a, tenemos una baja incidencia en las decisiones de los ĂĄmbitos polĂ­tico, social y cultural, ademĂĄs de no ser tomadas en cuenta para la resoluciĂłn de asuntos que se vinculan directamente con la salud y la educaciĂłn. MĂĄs aĂşn, podemos aďŹ rmar que, en muchas regiones de alta marginaciĂłn en el territorio nacional, las mujeres solo existimos como un dato estadĂ­stico. La lucha por los derechos de la mujer no es una historia reciente; uno de los antecedentes mĂĄs emblemĂĄticos relacionado con los derechos humanos es la DeclaraciĂłn de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, en el marco de la RevoluciĂłn Francesa. Esta declaraciĂłn tuvo como propĂłsito, el reconocimiento de la igualdad jurĂ­dica y el establecimiento de derechos polĂ­ticos y libertades pĂşblicas; sin embargo, era solo para los hombres. En respuesta a esto, las mujeres fundaron clubes revolucionarios y grupos para combatir la discriminaciĂłn, proponiendo en el aĂąo de 1791, la DeclaraciĂłn de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, la cual no solo tuvo poca o nula aceptaciĂłn, sino que, por el contrario, muchas mujeres fueron perseguidas y su autora decapitada. En el ĂĄmbito polĂ­tico mexicano, la mujer obtiene su derecho al voto en 1953, y el acceso a la educaciĂłn superior desde 1960, pero no fue sino hasta alrededor de 1970 cuando la mujer realmente comienza a incursionar de manera generalizada en la educaciĂłn superior (Quintanilla, 2004, 185). A mediados del siglo pasado, cuando la mujer profesionista comienza a integrarse al desarrollo productivo, se enfrenta a una exclusiĂłn de oporOfelia Torres Alonso, tunidades y a condiciones adversas respecto a los hombres, como el hecho $POTFKFSB 4PDJBM de que en algunos centros de trabajo los espacios no estaban preparados EFM */.6+&3&4 para ellas, careciendo muchos de ellos de baĂąos para mujeres, o bien a

ambientes hostiles propios de una cultura machista donde los hombres no aceptaban que una mujer les impartiera Ăłrdenes. Asimismo, la mujer con educaciĂłn superior se enfrenta a otro fenĂłmeno en los aĂąos 1960-1970. Dentro del matrimonio los derechos entre hombre y mujer fueron diferentes, relegando a esta Ăşltima a un papel marginal, puesto que se le atribuĂ­an meras funciones reproductivas, de trabajo domĂŠstico y de cuidado de los hijos (RodrĂ­guez, 1987, 21), desempeĂąando una doble carga de trabajo; como ama de casa y como generadora de ingresos econĂłmicos. Para Ivette Roudy (1983), las diferencias entre los sexos deben ser consideradas en tĂŠrminos absolutos para poder darles su signiďŹ caciĂłn completa en relaciĂłn con las necesidades educacionales no satisfechas. La participaciĂłn de la mujer en la educaciĂłn superior no fue un logro fĂĄcil, ya que para conseguirlo fue necesario asumir retos culturales como fue el hablar con los padres para exponerles que se querĂ­a estudiar una licenciatura, ante lo cual oponĂ­an resistencia con argumentos tales como que la mujer deberĂ­a estudiar para maestra de primaria, secretaria, corte y confecciĂłn o cursos de cocina, o que muchas de las carreras, como las ingenierĂ­as, eran solo para los hombres. La dĂŠcada de los 70 se caracterizĂł por la apariciĂłn de mĂşltiples movimientos feministas. La primera Conferencia Mundial de la Mujer y el Foro Paralelo de las Organizaciones Feministas, llevados a cabo en MĂŠxico en el aĂąo de 1975, impulsaron los derechos reproductivos, asĂ­ como la creaciĂłn de Unifem (organismo especializado en la mujer, perteneciente a la ONU). Paralelamente, se creĂł el Tribunal Internacional sobre los CrĂ­menes contra las Mujeres, uno de los precursores de la Corte Penal Internacional. En esta dĂŠcada tambiĂŠn se adoptĂł uno de los principales instrumentos de protecciĂłn a las mujeres; la ConvenciĂłn para la EliminaciĂłn de Todas las Formas de DiscriminaciĂłn contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglĂŠs, en 1979), en la cual se reconocen los derechos polĂ­ticos, econĂłmicos, sociales y culturales de las mujeres. Podemos concluir que la perspectiva de gĂŠnero y la inclusiĂłn de marcos igualitarios en el sistema educativo redunda en beneďŹ cio de todas y todos y no solo de las mujeres. Es importante para los hombres que existan mandatos menos rĂ­gidos y relaciones mĂĄs igualitarias, ya que la perpetuaciĂłn de los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres afecta negativamente tambiĂŠn a ellos, por lo que se hace necesaria la puesta en marcha de contenidos y prĂĄcticas igualitarias que promuevan una educaciĂłn que brinde a la poblaciĂłn femenina y masculina el ejercicio pleno de todos sus derechos, un proyecto que debe ser compartido por toda la comunidad.

La participaciĂłn de la mujer en la educaciĂłn superior no fue un logro fĂĄcil, ya que para conseguirlo fue necesario asumir retos culturales

BIBLIOGRAF�A: Ţ 'FSO OEF[ EF -J[BSEJ La Quijotita y su prima &EJUPSJBM 1PSSšB Ţ 'MFDIB (BSDB $POTVFMP Las Mujeres en la Legislación Educativa Espaùola Gihus 6OJWFSTJEBE EF 4FWJMMB Ţ 3BNPT $ Presencia y Transparencia de la Mujer en la Historia de MÊxico. &M $PMFHJP EF .¨YJDP

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Reportaje POR: BERENICE CHAVARRÍA

MITOTE: PROYECTOS EDUCATIVOS DE ARTE Y GÉNERO

FOTO: CORTESÍA MITOTE

Los motores de cambio y transformación de una sociedad se encuentran en su propia cultura.

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ducar en equidad de género a través del arte: es uno de los objetivos de Mitote, organización sin fines de lucro que contribuye al desarrollo humano sostenible. Actualmente buscan transformar las vidas de mujeres y niñas, empoderándolas y sumándolas a la participación de toda la sociedad. Antes de constituirse oficialmente, este grupo cultural comenzó en el 2000 como Proyecto Mitote, y para el 2016, quedó definido como Asociación Civil, con Daniel Sánchez, maestro y director, y Rosana Suárez, ambientóloga española, como cabezas del equipo. “Le brindamos a la sociedad las herramientas que le ayudan a abrir los ojos y a comprender la complejidad de la vida. Para eso usamos el arte como herramienta de transformación social”, afirma Daniel Sánchez.

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Casi dos décadas después, a 17 años de su creación, la esencia de su misión sigue siendo la misma. Este año, con apoyo del Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), impulsan “Proyecto Educativo en Arte y Género” enfocado a jóvenes mexicanas. El proyecto está dirigido a estudiantes de las delegaciones Álvaro Obregón y Cuauhtémoc de la Ciudad de México, con él, la organización se une al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial al número cinco: lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas. Las y los jóvenes participan en dos talleres. Uno centrado en género y no discriminación, el cual está encaminado a que investiguen, reconozcan y desarrollen una conciencia crítica sobre temas como estereotipos, roles de género, la discriminación así como las posibilidades de transformación en sentido positivo.

Y el segundo consiste en un taller de fotografía, que les permite expresar y comunicar su perspectiva para alcanzar la equidad de género y no discriminación en sus entornos locales. Al finalizar, los jóvenes se identificarán a sí mismos como actores sociales con capacidad de incidir en su entorno. “Desde que nos despertamos hasta que nos acostamos vemos cómo se da la desigualdad hacia las mujeres. Este tipo de proyectos buscan promover la equidad de género desde una edad temprana”, añadió Rosana Suárez. Mitote organizará exposiciones con el trabajo de los jóvenes en noviembre y diciembre. Ellos fungirán como guías durante las visitas, buscando despertar la reflexión de sus invitados. Esta Asociación ha trabajado en comunidades de México y en países como España, Italia, Austria, China, Japón, Canadá, Portugal y Uruguay. Además, sus proyectos están enfocados a niños, adolescentes y adultos, prueba de ello son las actividades que realizan en los Centros de Readaptación Social de la CDMX en colaboración con la Secretaría de Cultura capitalina. “Arte por la inclusión” es un proyecto que busca elevar la calidad de vida, promover el desarrollo individual y la realización tanto personal como colectiva de los internos. Actualmente, Mitote trabaja en el Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan. “Se busca que las mujeres, independientemente de los errores que cometieron, enriquezcan su parte humana y salgan de la rutina. Que vean que son capaces de crear, construir, trabajar de manera conjunta y enfocarse en obtener resultados”, afirmó Rosana. Las actividades en el Centro Femenil se llevan a cabo por medio de obras de teatro que todo el equipo de la Asociación Civil prepara a lado de las internas. Con este trabajo se logra el empoderamiento femenino y mejorar conductas previas a la reinserción social. Mitote ayuda a que la sociedad no camine sola y “la mejor forma de sensibilizar y abrir los ojos es a través del arte”, afirma su fundador Daniel Sánchez. A su vez, Rosana Suárez, concluye que “es hora de darnos cuenta de la capacidad que tenemos de interferir y cambiar el rumbo de las cosas, es un buen momento para participar. Pequeñas acciones logran grandes cambios”. Toda la información acerca de los proyectos que realizan y cómo participar en ellos, se puede leer en www.mitotearteydesarrollo.org.


Estados

LA IGUALDAD DE GÉNERO ES UN RETO LIBERTARIO E INSOSLAYABLE La perspectiva de género, como eje en la educación exige una convergencia similar a lo logrado con la aplicación de contenido de la educación sexual.

FABIOLA ALANÍS SÁMANO

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as tendencias pensadas en el desarrollo de las sociedades como son los valores y las creencias religiosas, los patrones culturales, las tradiciones y la cosmovisión que guía la convivencia de los seres humanos en cada tiempo y lugar, son el campo de acción para quienes buscan cambios progresivos, por ello, el espacio de la educación es vital para emprender la construcción de nuevas ideas, nuevos patrones culturales y nuevas perspectivas en la vida individual y social. Se plantea aquí el concepto de educación en su sentido amplio como el proceso pedagógico permanente en el que aprendemos y enseñamos mutuamente en la vida cotidiana mediante los pensamientos, las reflexiones, las acciones y las relaciones que establecemos con los demás. Pero, también debe reconocerse el papel fundamental que tienen los espacios escolares del sistema educativo donde el diseño de los planes y programas de estudio, su estructura y funcionamiento determinan la formación para la vida y para el trabajo de las nuevas generaciones de acuerdo con la visión y la política establecidas por el Estado. Si bien es cierto que los procesos sociales son impredecibles en alto grado, en cuanto al espacio de la educación formal alojada en el Sistema Educativo Nacional, es posible plantear una perspectiva de género de carácter transversal que opere a través del currículo a lo largo de la educación básica, media y superior y, especialmente, en el de la formación de profesores. La perspectiva de género, como eje del currículo en la educación mexicana, exige una convergencia de voluntad política similar a la lograda para la implementación de contenidos y métodos para la educación sexual y la salud reproductiva ya señaladas. Sin embargo, se debe asumir que las resistencias frente al cambio de la perspectiva de género son más vastas y estructurales en tanto que tienen que ver con el funcionamiento de conjunto del sistema económico y político y los patrones de reproducción de las relaciones de poder en la sociedad patriarcal. En esta, prevalecen los intereses económicos y conservadores promovidos por el capital y el mercado, los medios de comunicación y las instituciones de formación moral como son la familia y las iglesias, entre otras. Se ha de reconocer que no es el sexo en sí mismo el que establece la posición de mujeres y hombres en ámbitos y jerarquías separadas, sino la simbolización que las sociedades hacen de ello en función de intereses y relaciones de poder específicos. El género así tiene mucho más que ver con la sociedad y su historia que con la naturaleza en tanto tal.

En la educación se refuerza la asimetría y predominio de la visión y acción masculinas. En la educación formal —como mecanismo de asimilación del género— el relato histórico destaca el protagonismo de los hombres, invisibiliza a las mujeres y asigna un papel secundario a las tareas “feminizadas”; en el imaginario infantil se promueve el reconocimiento del carácter “natural” de los niños y hombres como fuertes, curiosos y arrojados y el de las niñas y mujeres en su propensión a la pasividad y fragilidad cuyo destino es ser madres, esposas, amas de casa y cuando contravienen esos roles, son consideradas en los relatos infantiles como malvadas brujas y madrastras. La escuela envuelve el discurso de formación y reforzamiento de género con sus dispositivos legitimados socialmente de regulación y disciplina. Este discurso está presente explícita o implícitamente en el currículo formal y en las mediaciones de la práctica pedagógica de la educación básica, única a la que accede la mayoría de la población en México. Cambiar el discurso curricular y pedagógico sobre el género implica cambiar de fondo la perspectiva de fines y valores de la educación formal. Asumir la escuela como un espacio de reflexión y acción individual y colectiva en la que coexisten una diversidad de géneros y culturas, en cuyo marco, las identidades se construyen y reconstruyen y todas son respetables. Es posible y necesario acompañar a las y los estudiantes en el autodescubrimiento de sus cualidades personales y promover desde allí su carácter de sujeto de cambio, descubriendo al sujeto con poder que se encuentra en todos los actos pedagógicos. Desde la idea señalada es posible acceder a un discurso curricular y pedagógico en el que los estereotipos sexuales y de género y el relato institucional y social pueden ser abordados desde una perspectiva analítica, crítica por estudiantes y docentes. Pero, ¿pueden las instancias de poder, que presiden desde el Estado y la sociedad la visión dominante del género, permitir y favorecer el tránsito de la conciencia colectiva de las nuevas generaciones a un pensamiento y acción libre y con perspectiva de género? La respuesta tiene que ver con el avance logrado hasta hoy. La historia contemporánea enseña que, recuperando las luchas históricas por el sufragio y la igualdad de género se ha logrado en pocas décadas superar viejos tabúes y prejuicios en un proceso desigual y dramático. La revolución de las telecomunicaciones y las redes sociales han permitido ver al planeta en su conjunto y han hecho visibles problemas torales que permanecían oscuros en diversos lugares y sectores. Es el caso de graves experiencias en la opresión de género. Al tiempo que los fundamentalismos y los poderes conservadores asentados en fuertes intereses económicos se resisten a ceder sus privilegios y dominio a sangre y fuego en diversas partes del planeta haciendo del control político y cultural patriarcal uno de sus puntales. Las oleadas de insurgencia y reclamo de los movimientos feministas y de liberación han logrado avances normativos y políticos ya irreversibles hacia la superación de este problema central de la humanidad. El espacio de la educación en general y del ámbito escolar, en particular, están llamados a transformarse con los frutos de la lucha social de nuestro tiempo para formar a las nuevas generaciones en la libertad y la igualdad de género.

La escuela envuelve el discurso de formación y reforzamiento de género con sus dispositivos legitimados socialmente de regulación y disciplina

Fabiola Alanís Sámano, Secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres de Michoacán.

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Recomendaciones POR: JAIRO CASTILLO / FOTOS: CORTESÍA

PELÍCULAS

ENTÉRATE DE CADA 3,648,945 DE ALUMNOS ESTUDIANDO EL NIVEL SUPERIOR EN MÉXICO 1.8 SON MUJERES, LO QUE EQUIVALE A 49.43% DE LA MATRÍCULA SEGÚN EL SISTEMA NACIONAL DE INFORMACIÓN DE ESTADÍSTICA EDUCATIVA DE LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, CORRESPONDIENTES AL CICLO ESCOLAR 2015-2016.

ÉL ME LLAMÓ MALALA Director: Davis Guggenheim País: Estados Unidos Duración: 87 minutos Año: 2015

LOS NÚMEROS DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO La mayor matrícula de mujeres universitarias se encuentra en la Ciudad de México (CDMX) con 285,352 mujeres y un total de 48.74% de población estudiantil es femenina. También, estados como Tlaxcala, con porcentajes de población estudiantil femenina de 52.57%, en Guerrero con 51.77%, Morelos con 51.72%, Oaxaca con 51.25%. Hidalgo y Puebla con 50.81% han empezado a ver los frutos de las políticas en beneficio de la educación igualitaria e inclusiva. Aunque se han logrado avances en algunos estados de la República en materia de igualdad de oportunidades educativas, se necesitan mujeres profesionistas activas y que marquen la pauta para que este fenómeno se generalice.

LIBROS LAS GOBERNADORAS Autora: Enriqueta Cabrera Editorial: Planeta Número de páginas: 204 Año: 2009

El libro retrata las experiencias de seis gobernadoras que a lo largo de su mandato vivieron la dificultad de ser mujeres en el espinoso campo de la política. Sufrieron discriminacion, por parte de un “núcleo duro” del poder político en el sistema de elección que opera en México y que no permite a las mujeres asentarse de manera activa en las decisiones políticas del país. Beatriz Paredes, Griselda Álvarez, Dulce María Sauri Riancho, Amalia García y Rosario Robles son las mandatarias elegidas por Enriqueta Cabrera para contarnos todos los obstáculos que padecieron y que les formó el carácter para dar un golpe de autoridad en la política mexicana. En palabras de Rosario Robles: “Estamos hechas para la adversidad. Hay que abrir espacios contra viento y marea. Nada nos ha sido regalado por nuestra linda cara. He luchado porque las mujeres no seamos adelitas sino generales. Soy una sobreviviente”. Obra imprescindible para conocer la lucha del empoderamiento de la mujer mexicana, ya que a lo largo de sus páginas nos ayuda a resolver la siguiente pregunta: ¿por qué esta vez no optamos por una presidenta?

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Malala Yousafzai es una niña de 16 años que vive en Pakistán. Es activista en pro de la educación y bienestar de las mujeres. El documental retrata la transformación que sufrió Malala en su vida al ser blanco de un grupo armado que abrió fuego contra ella y el autobús escolar en donde viajaba por el simple hecho de querer estudiar. Sobrevivió y no se dejó amedrentar. A lo largo de la película conocemos la precariedad en la que el régimen talibán tiene a las mujeres y las acciones que Malala realiza en contra de sus opresores. “Llega un momento en que debes elegir: guardar silencio o alzar la voz”, son las palabras que la niña paquistaní toma como estandarte para seguir su lucha. El ataque que sufrió no la detuvo y su activismo la convirtió en la persona más joven en ganar el Premio Nobel. En palabras de su padre, “Malala significa valentía”.

PÁGINA WEB

ROMPAMOS LAS BARRERAS DEL MUNDO DIGITAL La educación igualitaria femenina debe de volverse una realidad a corto plazo. Por ello en nuestro país se empiezan a desarrollar iniciativas para impulsar a las mujeres a ingresar en la transición tecnológica e incorporarlas al mundo digital. Datos del Foro Económico Mundial arrojan que solo 1 de cada 10 empleados en los sectores de la industria tecnológica y área de programación son mujeres, con lo que se calculan hasta 170 años para igualar dichas cifras. Una de las razones por las que esta igualdad se retrasa, es la baja participación de las mujeres en temas tecnológicos, consecuencia de estereotipos y su segregación, ya que las áreas antes mencionadas son consideradas para hombres exclusivamente, de acuerdo

con el National Center for Women and Information Technology. Por ello, se debe de apoyar y estimular a las niñas desde una temprana edad para incursionar en áreas relacionadas con la ciencia y la tecnología. Empresas como Enova impulsan la inclusión a través de diversos programas en áreas como cómputo, matemáticas, robótica, emprendimiento, innovación y tecnología. Se espera que 57% de las graduadas en estos centros se conviertan en mujeres con habilidades más tecnológicas, empoderadas y promotoras de la educación digital. Este es un ejemplo de lo que se puede hacer cuando se busca igualdad de derechos.


Breves OBSERVATORIO DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA PARA LAS MUJERES

Marcela Eternod Arámburu durante su exposición en el Encuentro.

XVIII ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESTADÍSTICAS DE GÉNERO Del 6 al 8 de septiembre se llevó a cabo el XVIII Encuentro Internacional de Estadísticas de Género, donde se analizaron medios y mecanismos para transversalizar el género en la producción, difusión, análisis y uso de las estadísticas en la materia, en la sede del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en Aguascalientes. En el acto inaugural, la Secretaria Ejecutiva del INMUJERES, Marcela Eternod Arámburu señaló: “Hemos construido a lo largo de estos años un espacio en donde los mecanismos para el adelanto de las mujeres aprenden estadística y los estadísticos aprenden sobre igualdad, sobre autonomía de las mujeres, sobre libertad, sobre derechos, sobre transformaciones profundas. Tenemos la urgente necesidad para poder aprovechar la ventana que nos abren los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para hacer la revolución de los registros con perspectiva de explotación estadística. Los registros son una fuente de información que requieren urgentemente la mirada de los productores e integradores de datos y tienen muchísimas ventajas que nos permitirán incidir en muchos de los ODS”. Asistieron cerca de 200 participantes, entre representantes de oficinas nacionales de estadísticas de América Latina y el Caribe, así como de organismos internacionales y especialistas en la materia. Las propuestas surgidas de este foro, estarán encaminadas a propiciar el desarrollo estadístico para la implementación de políticas públicas que erradiquen la desigualdad de género y la discriminación contra mujeres y niñas.

Al transferir al Instituto Nacional Electoral (INE) la Presidencia y la Secretaría Técnica del Observatorio de Participación Política de las Mujeres en México, la magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine M. Otálora Malassis, destacó los esfuerzos interinstitucionales para la protección de la igualdad de género y la construcción de una democracia paritaria, que coadyuve al fortalecimiento y consolidación de un Estado democrátiEl Observatorio refrenda el compromiso co, libre y respetuoso de los derechos humanos con la participación política de las mujeres. de todas las personas. En su oportunidad, la presidenta del INMUJERES, Lorena Cruz Sánchez, señaló que, desde su creación en 2014, el Observatorio de Participación Política de las Mujeres representa una oportunidad para consolidar los avances alcanzados en materia político electoral, pero también para refrendar nuestro compromiso permanente para fortalecer, dar seguimiento e impulsar la participación política de las mujeres en el país. Agregó que se ha impulsado la creación de 23 observatorios locales, los cuales constituyen una gran oportunidad para fortalecer las relaciones y capacidades interinstitucionales, de la mano con las organizaciones de la sociedad civil, la academia y los y las especialistas, para comunicarle a la ciudadanía que todas y todos tenemos que impedir que se violenten los derechos políticos de las mujeres.

AGENDA POR LA IGUALDAD En materia de políticas públicas por la igualdad de oportunidades para las mujeres, la administración que encabeza Omar Fayad, Gobernador del Estado de Hidalgo, se alinea con acciones de organismos internacionales, “porque todos nuestros programas están pensados en la transversalización y la equidad en faHidalgo firma convenio por la igualdad con Inmujeres. vor de las mujeres”. Lorena Cruz Sánchez, presidenta del INMUJERES, destacó el compromiso del Gobernador y la voluntad por avanzar en los indicadores del mejoramiento en la vida de las mujeres. También, señaló que con este convenio se fortalecerá al Instituto Hidalguense de las Mujeres y a las 84 instancias municipales para el avance de las mujeres, ya que éstas tienen la encomienda de apoyar la implementación de las políticas locales de igualdad, por lo que nos congratulamos de que hoy se presente el “Estándar de Competencia Transversalización de la Perspectiva de Género en la Administración Pública Municipal”.

FOTOS: CORTESÍA

IGUALDAD DE GÉNERO Y EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES EN MÉXICO

La Presidenta del Inmujeres enfatizó la importancia para abrir las puertas a las niñas a los avances educativos.

Por quinta ocasión, se reunió el Grupo de Reflexión para impulsar la Política de Igualdad de Género y Empoderamiento de las mujeres en México. Esta vez, la discusión se enfocó en los estereotipos de género que enfrentan las niñas y las adolescentes en sus elecciones y trayectorias educativas. El laboratorio de ideas, al cual reúne el INMUJERES y ONU Mujeres en México, convocó a las y los especialistas integrantes del grupo e invitadas e invitados, para desarrollar ideas y abordar el tema desde la perspectiva de la política pública en materia educativa. La Presidenta del INMUJERES, enfatizó en la importancia de trabajar por el cambio de mentalidades, por una transformación social que abra las puertas a las niñas y a las adolescentes para que puedan beneficiarse, en pie de igualdad, de los avances educativos del país: “Sabemos que se trata de una transformación progresiva que requiere un cambio cultural profundo y un arduo trabajo del gobierno, el mercado, las organizaciones de la sociedad civil y de toda la sociedad en su conjunto”. Cruz Sánchez subrayó que la erradicación de estereotipos y prejuicios en la educación media superior y superior es clave para alcanzar un México próspero e inclusivo. SEPTIEMBRE, 2017 | TODAS |

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Numeralia Las mujeres y la educación en México El derecho a la educación y las condiciones en que se debe otorgar este servicio se establecen en los artículos 3 y 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), durante el ciclo escolar 2015-2016: 6:

71.2%

8.6%

de las niñas y niños que

95% del personal docente en preescolar, son mujeres; 66% en primaria, 52% en secundaria, 48% en educación media superior, 42% en licenciatura y en posgrado disminuye a 38%.

5.7%

asistieron a preescolar y de quienes acudieron a primaria, lo hicieron en escuelas indígenas donde se imparte una educación intercultural bilingüe.

de la población

escolar se ubicó en educación básica,

13.7% en educación media, 10.0% en nivel

98.4%

98%

es la eficiencia terminal de las mujeres en primaria,

de los hombres concluyen su educación en primaria,

29.1% de las escuelas

superior. Los servicios de

89.2%

84.4%

de preescolar cuentan con

capacitación para el

en secundaria y

en secundaria y

videoteca, al igual que

trabajo cubren

71.3%

61.7%

en el nivel medio superior.

en el nivel medio superior.

el restante

5.1%.

Según datos de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), durante el ciclo escolar 2015-2016:

25.6% de las primarias y 45.3% de las secundarias.

Según datos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en 2015:

35.8% 49.5% de la matrícula a nivel licenciatura son mujeres.

67% de la matrícula de posgrado en el área de “Educación”, son mujeres.

48.4% de las mujeres matriculadas en nivel licenciatura se concentran en áreas de Ciencias Sociales, Administración y Derecho. En el caso de los hombres, la mayor proporción de ellos

53.9% de estudiantes

(38.6%) se encuentra

de posgrado estuvo constituido por mujeres,

en el área de Ingeniería, Manufactura y Construcción.

del total de investigadores vigentes en el SNI son mujeres; sin embargo, conforme aumenta el nivel, su participación desciende; como candidatas representan el 42.0%; en el nivel I, 37.7%; en el nivel II, 29.9%; y en el nivel III, solo 21.2%.

50.4% de los miembros del SNI en el área

68.7%

46.1% fueron hombres.

de la matrícula en el área de “Ingeniería, Manufactura y Construcción”, son hombres

de “Humanidades y Ciencias de la Conducta”,

20% de investigadores en áreas Físico-Matemáticas y Ciencias de la Tierra, así como en Ingenierías, son mujeres.

son mujeres; en el área de “Medicina y Ciencias de la Salud”, las mujeres representan el

47.9%

Referencias: Secretaría de Educación Pública (2017), Principales Cifras 2015-2016, disponible en: http://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2015_2016.pdf Secretaría de Educación Pública (2017) Sistema Nacional de Información Estadística Educativa, disponible en: http://www.snie.sep.gob.mx/indicadores_x_entidad_federativa.html, ANUIES, Anuario Estadístico de Educación Superior 2015-2016, disponible en: http://www.anuies.mx/informacion-y-servicios/informacion-estadistica-de-educacion-superior/ anuario-estadistico-de-educacion-superior, CONACYT. Sistema Nacional de Investigadores. Solicitud de información 6 de octubre de 2016.

Conoce más, visita: www.estadistica.inmujeres.gob.mx

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