Esta publicación ha sido editada por Todo por la Praxis en diciembre de 2021, gracias a las Ayudas a la creación de espacios independientes 2020-2021
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íNDICE Espacio de Todo>>>4 Todo por la Praxis >>>6 Pipa!>>>8 Anarchivo>>>10 Barrionalismo>>>14 Un grito en la calle >>>Elena Blesa>>>16 Coyuntura en obra>>>8 Black Box>>>Todo por la Praxis>>>40 Otro(s)ures>>>62 No es frontera ni el acento ni la piel>>>Guillermina Mongan/ Carolina Chacón/ Glenda Zapata>>>64 Techo Sostenido>>>76 Siembre Aquí!>>>Daniela Ruiz Moreno/ Natalia Pilo-Pais/ Ugo Martínez>>>78 IDYS_Instituto do it yourself>>>Todo por la Praxis>>>84 Recetas 2021>>>94
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“Lo que una instalación, un performance, un concepto o una imagen mediada pueden hacer con sus medios formales y semióticos es marcar un cambio posible o real respecto de las leyes, las costumbres, las medidas, las nociones de civilidad, los dispositivos técnicos o los organizacionales que definen cómo debemos de comportarnos y cómo debemos relacionarnos unos a otros en determinado tiempo y lugar. Lo que hoy en día buscamos en el arte es una manera diferente de vivir, una oportunidad fresca de coexistencia”
comunes de creación. El objetivo de compartir el espacio de trabajo es crear nuevos contextos que formen una comunidad abierta, en donde construyamos conocimientos a partir de otros modos de relaciones en el campo del arte, intentando generar afectos y efectos que logren intervenir en las prácticas culturales y artísticas hegemónicas como un ejercicio de resistencia, desde una agenciamiento mutante de contenidos.
Brian Holmes
Como colectivo Todo por la Praxis (TXP) estamos situados en una nave industrial ubicada en el barrio de Vallecas de Madrid1 , que desde el año 2021 reestructuramos y rebautizamos con el nombre de Espacio de Todo. Este lugar funciona como nuestro propio espacio de trabajo y simultáneamente se abre para contener dos iniciativas que dialogan y nutren nuestros proyectos de creación: el ya existente Instituto do it yourself (IDYS) como plataforma de pedagogía crítica y acción, y la plataforma de investigación y producción artística llamada PIPA!
www.espaciodetodo.es Notas 1.En este espacio, desde el 2015 al 2019 el colectivo gestionó el Instituto Do It Yourself (IDYS) que albergaba proyectos colaborativos que implementaba el propio colectivo como ejercicio de aprendizaje común, y la investigación sobre prácticas colaborativas mediante la construcción de un archivo, así como el soporte de una serie de actividades de autoconstrucción, participación y mediación. Este espacio ha pasado hoy a ser una plataforma de trabajo al interior del Espacio de Todo, manteniendo su dinámica original y ampliándose hacia el trabajo en entornos educativos.
El Espacio de Todo está pensado para albergar nuestros procesos a su vez que acoger y compartir los de otres, a modo de subvertir la idea de producción sujeta al sistema oficial. La línea de trabajo del IDYS contiene los proyectos de TXP que repiensan los procesos de aprendizaje colectivo, el codiseño y la relación entre pedagogía crítica y arte, en entornos educativos formales y no formales. PIPA!, por otra parte, está vinculada a la producción de obra y discurso como ejercicio estético político del colectivo en el ámbito del arte, buscando sostener un diálogo permanente con otres agentes artísticos mediante invitaciones, para que trabajen colaborativamente nuestros intereses curatoriales y así alimentar recíprocamente estos procesos 5
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Los medios del do it yourself, las construcciones colectivas y la arquitectura en código abierto, comienzan a ser analizados desde nociones de pedagogía crítica que disputan la educación no formal como campo de experimentación dialógica hacia la autonomía.
Colectivo artístico fundado hace más de 20 años que, desde el año 2020 en adelante, comienza a construir una comunidad abierta en torno a un círculo de colaboradores articulados por la dupla que lo integra actualmente, la artista visual, investigadora y educadora Jo Muñoz (CL) y el arquitecto y artista Diego Peris López (ESP).
Una praxis que respondió durante mucho tiempo a las necesidades, es ahora una praxis que se cuestiona.
Sus temáticas iniciales tienen como eje principal el activismo ciudadano en espacios públicos y comunes como alternativa a la ciudad neoliberal. Hoy sus intereses se amplifican, poniendo el foco en las disidencias como formas políticas de resistencia que costruyen otros imaginarios posibles. Un trabajo que analiza los contextos actuales desde una perspectiva mutante, lo que implica el desafío de crear, abordar y acoger discursos radicales, antagonistas a las imposiciones culturales hegemónicas. Así, transitan desde unas líneas de acción posicionadas en las prácticas colaborativas como respuesta a las necesidades de las comunidades, hacia unas prácticas colaborativas que buscan instalar espacios de pensamiento crítico. Esto permite activar nuevas subjetividades transculturales, como formas de emancipación y descolonización del pensamiento dominante, a partir de procesos de investigación/producción/acción en territorios tanto geográficos como simbólicos.
www.todoporlapraxis.es
Los proyectos que desarrollan y utilizan el agit prop, la contra-publicidad y la visibilización o guerrilla de la comunicación para cuestionar el modelo de ciudad y sus consecuencias, tales como la gentrificación, desahucios, segregación, turistificación y control social; hoy se extienden como dispositivos críticos que buscan interpelar estos y otros relatos desde contranarrativas estético/políticas. 7
Pipa!
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PIPA! Plataforma de investigación y producción artística
marco conceptual, y que tienen financiación propia. Para las residencias hemos destinado como lugar de trabajo el reciclaje de una obra del colectivo llamada Residencia Monumento1, que hemos reconstruido dentro del espacio para el despliegue creativo de les invitades. Además, para los resultados de las distintas actividades, hemos adecuado el front del espacio para convertirlo en galería de calle permanente.
Esta plataforma toma como referencia la geolocalización sur de Madrid donde se encuentra el espacio, para construir una relación que permee conceptualmente las prácticas artísticas y de investigación. Su línea de trabajo curatorial plantea la noción de sur, como condición simbólica a ser interpelada desde diversos tipos de proyectos de arte contemporáneo. Queremos preguntarnos qué significa ser sur, quiénes son sur, y el por qué de las determinaciones binarias asociadas al término instalado globalmente. Las acciones que se generan mediante su programación tienen como objetivo producir una reflexión estética y crítica sobre lo que implica, explorando un tipo de descentralización que propicia otras relaciones y resultados entre agentes artísticos con diversos discursos y lugares de enunciación.
La comida, como parte de la puesta en común de estos procesos, es un elemento transversal que nos permite pensarnos juntes, haciendo conversar nuestras prácticas culturales e identitarias para potenciar su capacidad crítica colectiva. Es por ello que hemos instituido que todos los procesos y resultados estén atravesados por la cocina que tanto nosotres como nuestres invitades preparamos y compartimos para reflexionar sobre los proyectos que realizamos. Notas 1.http://todoporlapraxis.es/residencia-monumento/
Los elementos que aquí confluyen permiten una potencia territorial y simbólica que nutre la práctica investigativa y creativa, tanto del colectivo como de nuestres invitades. Bajo cuatro modalidades de trabajo que se relacionan directamente con espacios específicos ubicados al interior del Espacio de Todo, se van configurando los resultados que operan bajo esta línea curatorial: Barrionalismos; Coyuntura en obra; Otro(s)ures, Techo Sostenido y Anarchivo. El mecanismo de trabajo son residencias de investigación y producción, que funcionan mediante invitaciones que dependen de apoyos públicos para el espacio, o acogida de proyectos que son de interés para este 9
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Este espacio se estructura a partir de la continuidad del archivo de prácticas colaborativas realizado el año 2019, y continuando su construcción hacia un anarchivo que alimente y aumente su acervo desde las investigaciones que se realizan bajo la curatoría de PIPA! con una base independiente, horizontal y democrática. Los elementos que conforman este anarchivo buscan explorar distintos formatos que deconstruyan la noción institucionalizada de lo que debe ser un archivo, siendo mutante y permeable a los diversos procesos que se van generando desde él y que retroalimentan su contenido. Desde el año 2021 quien está a cargo de la revisión, ordenamiento, sistematización y análisis de este Anarchivo es el historiador del arte Fidel Villar Barquín (ESP). Fidel Villar Barquín (Haro, 1995) es graduado en Historia del Arte, Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual en la Universidad Complutense de Madrid. Ha participado en distintos congresos en Universidades nacionales e internacionales y ha publicado artículos en distintas revistas. Sus investigaciones están vinculadas a las disidencias sexuales, a los cuerpos que habitan los márgenes, la crisis del sida y el impacto del VIH en las artes plásticas y la literatura. Actualmente está desarrollando el doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid con el título: “Derivas desde el sur: un análisis de lo seropositivo”.
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Archivar como conocer(se)
forma
de
puesta en escena de una archivación no deseada. Y de un momento en el que te das cuenta que hay prácticas que se conectan desde los materiales que habían quedado guardados, que el propio archivo ha mutado, que los materiales que cayeron en tus cajones se han relacionado entre ellos, han hablado y han desarrollado grupos propios desde los que ahora te obligan a mirarlos.
Durante los últimos años, el archivo se ha convertido en una realidad permanente en el mundo del arte contemporáneo y de la historia del arte. La propia idea de archivo no ha hecho más que evolucionar, desdibujando las propias definiciones que podíamos aplicar a qué era un archivo. Michel Foucault en la Arqueología del saber afirmó que el archivo era un sistema a través del que la cultura se pronunciaba sobre el pasado. ¿Cómo definir un archivo? Para la RAE, es un “conjunto ordenado de documentos que una persona, una sociedad, una institución, etc., producen en el ejercicio de sus funciones o actividades”. Existe, por tanto, un principio de agrupación: el archivo exige unificar, identificar, clasificar dentro de un sistema o unos elementos previamente seleccionados que van a articular dicha configuración1. Pero archivo también es el lugar mismo en el que se custodian, y la misma acción de archivar.
Este Anarchivo, antes conocido como el Archivo IDYS (Instituto Do It Yourself) estaba enfocado a la investigación de las prácticas colaborativas. En un primer acercamiento a los archivos hubo una intención de volver a ver el acervo en su conjunto, organizar un sistema que nos permitiese saber todo lo que había. Poder ir más allá de las líneas fuerza que estaban marcadas y cuáles eran otros cruces que tuviesen relevancia en la construcción de este nuevo Anarchivo. Este archivo está evolucionando con la idea de nutrir el propio trabajo de las personas invitadas a realizar residencias en el Espacio de Todo, así como, el trabajo propio del colectivo TXP. Y que ese mismo material que se está produciendo en respuesta a lo que una se encuentre vuelva a entrar en el Anarchivo. Se crea, por tanto, una voluntad cíclica de autoalimentación desde la que comenzar la construcción de otro tipo de discursos.
Ya sea un archivo físico o virtual, ficticio o real, esos lugares se transforman, crecen, evolucionan. En algunas ocasiones hay una voluntad desde el principio, un conocimiento claro de la dirección que van a tomar los materiales que has reunido. A veces, y por pura casualidad, los materiales comienzan a llegar, el archivo se ve obligado a crearse, vemos una
No podemos, ni queremos, negar los problemas que a lo largo de la Historia han estado asociados al archivar, 12
evidentemente ningún archivo está exento de un afuera, por mucha voluntad que se tenga, los vacíos siempre existen, las realidades y las vidas nunca entran en un archivo completas. Derrida hablaba de la violencia archivadora2 y cuando una mira lo que ha supuesto el tráfico de archivos desde las instituciones museísticas, una se hace más consciente de la violencia del archivo.
y Glenda Zapata. Estos procesos también son ahora nuestro archivo, el de cualquiera que lo necesite, el de todes. Es un archivo mutante, cambiante, en constante movimiento y siempre abierto a otras, para que lo invadan, lo subrayen, lo abracen y lo hagan propio. Porque así se conoce una a sí misma, conservando, mirando al pasado para pensar en el presente y dirigir la mirada hacia la utopía del futuro.
Podríamos quizá acordar que para nosotras un archivo es un espacio común, un lugar desde el que generar nuevos sistemas y elementos desde los que pensar en colectivo, construir juntas. En estos nuevos procesos desde el Espacio de Todo estas realidades que se cruzan nos permiten buscar una memoria común, un significado más allá del propio objeto.
Notas 1.Anna Maria Guasch, Arte y archivo 1920-2010. Genealogías, tipologías y discontinuidades, Akal, Madrid, 2011, p. 10. 2.Jacques Derrida, Mal de archivo, Editorial Trotta, Madrid, 1997, p. 15.
El Anarchivo se constituye también como un apoyo para las residencias de investigación y los procesos artísticos propios del colectivo TXP, nace como espacio desde el que descentralizar las prácticas artísticas contemporáneas en Madrid, con una relación con el barrio en el que se encuentra. Los archivos están atravesados por Vallecas, por las luchas de los barrios, como pudimos ver en la residencia “Un grito en la calle” de Elena Blesa Cábez. En nuevos ejercicios e intereses políticos está mirando hacia el sur, hacia los cuerpos migrantes en España, el duelo y el orden colonial como la residencia Otro(s)ures de Guillermina Mongan, Carolina Chacón 13
Barrionalismo
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Residencia de mediación cuyo objetivo es trabajar con las identidades colectivas de los barrios a través de un ejercicio directo con organizaciones y agentes locales. La idea es generar un espacio permanente de creación colaborativa con el entorno, desde la articulación geográfica y simbólica que significa estar situades al sur de Madrid. El interés de abrir este ámbito de trabajo surge a partir de la relación sostenida que TXP ha tenido con algunos de estos barrios. El propósito es mantener las relaciones de diálogo desde el arte con los agentes que existen y con quienes hemos trabajado a lo largo de estos años, así como construir nuevas articulaciones con los que van surgiendo, abriendo la posibilidad de que nuestro quehacer artístico contribuya a una redistribución simbólica que implique visibilizar otros relatos. Esto significa hacer una conexión entre estos espacios sociales con artistas mediadores e investigadores desde donde pueden surgir una serie de procesos en contexto.
metodologías colectivas y práctica dialéctica. Desde 2018 soy artista residente en FASE (L’Hospitalet de Llobregat) y coordinadora de los proyectos de educación y mediación en el programa de Artes Visuales de Can Felipa. Formo parte de la asamblea del Institute of Radical Imagination -plataforma de trabajo transnacional que experimenta los cruces entre artes y el activismo desde la práctica de la investigación militante- y del Frente Sudaka, colectivo de investigación/acción transfeminista y decolonial.
Como primera residencia del Espacio de Todo, invitamos a la artista y mediadora Elena Blesa Cábez (ESP) a realizar esta investigación durante un mes, entre el 1 y 31 de julio 2021, quien trabajó con el entorno de Vallecas y sus consignas. Elena Blesa Cábez (La Sénia, Tarragona,1988) Mi nombre es Elena Blesa Cábez, soy investigadora, artista y mediadora. Mi investigación se centra en el análisis de estrategias adoptadas desde el arte contemporáneo para repensar el concepto de ciudadanía hoy en día. Situándome en un punto intermedio entre la pedagogía y la producción artística, trabajo principalmente desde
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Un grito en la calle
mejorar elementos básicos como el alumbrado de las vías públicas o el alcantarillado de sus barrios, aunque no se puede partir de la premisa de la existencia de una sola causa para explicar un fenómeno histórico tan complejo como la aparición de estos movimientos y asociaciones. El historiador Marc Suanes explica que un movimiento social es un sistema de narraciones, un sistema de registros culturales de su tiempo, un conjunto de explicaciones de cómo determinados conflictos sociales son expresados socialmente1. Es precisamente esta narratividad del movimiento social, su capacidad de autoexplicarse, la que nos interesó para este proyecto.
Mediante los gritos, proclamas y consignas, las vecinas a pie de calle han puesto de manifiesto sus demandas y reivindicaciones con relación al barrio, pero ¿qué ha pasado entre el Vallecas nuestro -1976- y las actuales demandas de asociaciones, vecinas y colectivos? En esta investigación nos propusimos pensar cómo se ha utilizado el lenguaje, tanto oral como escrito, en relación con la construcción del imaginario social y político de Vallecas. Quisimos revisar qué voces configuran actualmente los discursos presentes en el espacio público, conectándolas con el imaginario histórico del barrio, para trazar así qué modificaciones ha habido en su actualización.
Con el fin de la dictadura se continuaron arrastrando muchos de los problemas endémicos que ya existían en Vallecas y tantos otros barrios. Tras la muerte de Franco, la Gerencia Municipal de Urbanismo redactó tres Planes Parciales -planes de ordenación urbanística territorialmente limitadosque afectaban a Vallecas y pretendían gestionar sus problemas urbanísticos. En estos nuevos Planes Parciales se planteó la expulsión de la población en beneficio de los grandes propietarios de suelo. En ese momento se inició una nueva contraofensiva vecinal, que alcanzaría su momento más álgido en una manifestación convocada en junio de 1976. Era un momento de “crisis de la representación, crisis de los viejos proyectos revolucionarios y de las formas de organización. En definitiva, un panorama marcado por
Como punto de partida decidimos analizar las proclamas utilizadas por los movimientos vecinales históricos de Vallecas. En el Madrid de posguerra surgieron algunas asociaciones de vecinos con el objetivo de reivindicar la mejora de sus condiciones de vida. El germen del movimiento vecinal y otras asociaciones en el barrio fue la precariedad de las viviendas de los suburbios que se originaron como consecuencia de los rápidos procesos de inmigración interna de españoles hacia Madrid. Las reivindicaciones vecinales tenían como objetivo que las administraciones invirtieran en 17
la incertidumbre, pero también de emergencia de nuevas formas de vida, de nuevas agregaciones vivenciales, de formas inéditas de movilización política, ¡de temáticas que recogen la potencia del no!, apoyándose en tramas de autoorganización social2”.
proyecto: ¿qué ha pasado entre el Vallecas nuestro (1976) y las actuales demandas de asociaciones, vecinas y colectivos? Los movimientos sociales son muy diversos, pero de un modo bastante simplista podríamos diferenciar entre los movimientos sociales clásicos y los actuales. Los movimientos clásicos englobarían al movimiento obrero, el movimiento sindical y las asociaciones vecinales que, con la llegada de la democracia y el estado del bienestar fueron sufriendo un proceso de institucionalización en el que muchos y muchas de sus integrantes acabaron formando parte de partidos políticos oficiales. Los nuevos movimientos sociales tienen, en general, una práctica más asamblearia y rechazan su institucionalización. Proponen la participación ciudadana para conseguir su fuerza movilizadora y su estructura suele ser más descentralizada y orgánica que, a veces, dificulta su continuidad en el tiempo5.
A partir de finales de la década de los sesenta estas luchas vecinales fueron articuladas por las recién creadas Asociaciones de Vecinos. De hecho, fue la de Palomeras Bajas la primera en constituirse en 1968, aprovechando una fórmula asociativa que el régimen franquista había dispuesto para otros fines3. En la manifestación convocada en 1976, unas 25.000 personas recorrieron el barrio al grito de «Vallecas Nuestro». Este acontecimiento pasó a formar parte del patrimonio histórico del movimiento vecinal vallecano. Como explica la antropóloga Elízabeth Lorenzi en su libro Vallekas puerto de mar. Fiesta, identidad de barrio y movimientos sociales “un año más tarde se producía otro acontecimiento decisivo, un acuerdo por el que el Ministerio de Vivienda delimitaba la zona para la ejecución de los tres planes parciales, los terrenos donde se realojarían a las 12.000 familias afectadas, y en el que además se decretaba la expropiación de los terrenos de los grandes propietarios. Se empieza a vislumbrar el logro de tantas luchas4.”
Esta breve introducción nos sirve para situar la primera fase del proyecto, en la que, en paralelo a la revisión de material textual y fotográfico de archivo proporcionado por Sergio Cabrera y complementado con una visita al Anarchivo del Espacio de Todo, nos encontramos para conversar con varias personas vinculadas a diversos movimientos sociales, tanto de carácter vecinal como otro tipo de asociaciones.
Hay una pregunta que atraviesa este 18
Desde los años sesenta hasta la fecha se han lanzado todo tipo de consignas en multitud de movilizaciones. Muchas de ellas se convirtieron en pintadas6 , pegatinas, carteles u otro material que ha ido generando un archivo informal en el que se pueden detectar muchas de las demandas que han atravesado a estos movimientos y la evolución que estas han sufrido. Están presentes gritos y consignas como “queremos nuestros derechos y los queremos ahora”, “Derecho a techo” o “Nuestros padres emigraron, nosotros no, viviendas aquí y ahora”. Este rastro también puede seguirse a través de la memoria de aquellas personas y asociaciones implicadas en estos procesos y que aceptaron conversar con nosotres a lo largo del verano.
estereotipada en relación con Vallecas, dejando de lado muchos otros elementos que podrían enriquecerlo y diversificarlo. En la actualidad se cae en una reproducción de éste que no se ajusta con la realidad social. La aparición de relatos otros está siendo reivindicada por diversos colectivos, como Orgullo Vallekano, que apuestan por una ruptura con el imaginario discursivo, gestual y visual tradicionalmente asociado con la izquierda asociativa y por generar unos discursos propositivos. Estos nuevos modos de hacer ponen en el centro los derechos sociales, la autonomía y los cuidados del colectivo, rompiendo con las posiciones ideologizadas tradicionales. Esta podría ser una de las principales diferencias con las Asociaciones Vecinales que todavía perviven en la actualidad.
A partir de estos encuentros fuimos generando un mapa de agentes o entidades que de algún modo entendemos conectados con los movimientos vecinales surgidos a partir de los años sesenta y sus luchas. Luchas que ya no sólo se basan en la demanda de una vivienda digna y equipamientos públicos, aparecen también asociaciones de carácter feminista o antifascista. Resulta interesante destacar cómo, desde varias asociaciones y espacios como La Villana de Vallekas7 -centro social autogestionado que aglutina a diversos colectivos, como la PAH Vallecas, el Orgullo Vallekano o la Escuela de las Periferias- se detecta cierta tendencia a rescatar un relato histórico que reproduce una narrativa
Esta parte de la investigación se complementó con una serie de rutas por distintos puntos del barrio donde detectamos mayor presencia de este tipo de proclamas en el espacio público. Durante estos paseos las fotografiamos, ya fuesen carteles, pintadas, pegatinas, camisetas, etc. A partir de estas fotografías, sistematizamos toda la información escribiendo todo el texto en un gran mural que después utilizamos durante el taller como referencia. Más allá de la organización del material, por zonas y temas, y de la visibilización de aquellas palabras que se repetían de manera recurrente, este vaciado sirvió para liberar el mensaje de toda carga visual. 19
Dentro de los movimientos sociales se han ido generando ciertas estéticas muy connotadas -mediante el uso de determinadas tipografías, colores, composiciones…-. Son visualidades posicionadas a nivel político, incluso más que el propio contenido textual, que en ocasiones puede llegar a ser muy vacío y ambiguo, como por ejemplo: “gobierno dimisión”, “power is people” o “lucha y resiste”. ¿Contra qué se lucha? ¿Quién resiste?
de carácter local, poniéndolos en relación con material de archivo previamente seleccionado. Invitamos a cada participante a aportar a la sesión aquellas consignas, gritos, proclamas que hubiese visto u oído en las calles y le hubiesen generado interés. Así, propusimos trabajar en torno a las siguientes temáticas: vivienda, políticas públicas/comunes, movimiento feminista y LGTBIQ+ y anti/fascismos. La selección de estas temáticas no fue casual ni caprichosa, nos permiten trazar una genealogía de estas demandas desde los años setenta, cuando iniciativas como el Teatro de barrio obrero describían así su propuesta:
También visitamos algunos de los espacios que han intentado recuperar desde los nuevos colectivos, reivindicando un territorio con características identificables propias y no sólo definiéndose como otredad o periferia. Mediante la creación de nuevos espacios y tradiciones se pretende generar un nuevo relato identitario, un nuevo imaginario que reviva un sentimiento de comunidad que ha ido desapareciendo en los últimos años con los procesos de gentrificación y desplazamiento sufridos en algunos de los barrios de Vallecas.
En su inicio fue la necesidad la que creó, allá por los primeros 70, el movimiento. Íbamos contra Franco. Reivindicábamos nuestros problemas cotidianos de trabajadores: derecho a viviendas dignas, derecho a una cultura sexual, derecho a ser personas, contra la explotación, la miseria ¡en fin! Ya se conoce de sobra aquella situación.8 Esta conexión también puede leerse en las calles de Vallecas en la actualidad, donde, durante los paseos, encontramos consignas como: “No son nostálgicos, son nazis” u “Orgullo. Libertad para ser9”. Si bien es cierto que hay líneas ideológicas que se mantienen, algunas chocan en sus planteamientos. Quién decide escribir “Ayuso perra” pudiendo escribir “Ayuso dimisión”, no está precisamente alineade con quién siente la necesidad
A la hora de abrir la investigación a aquellas vecinas que no forman parte de ningún colectivo o asociación, convocamos un taller el 22 de julio de 2021 en el Espacio de Todo para investigar de manera colectiva en torno a los usos del lenguaje en el espacio público. En una sesión de dos horas tratamos de analizar los desplazamientos y actualizaciones de diferentes discursos y demandas 20
de escribir “macho, cuestiona tu privilegio”, aunque a priori pudiésemos catalogarlas todas ellas de proclamas de izquierdas. El taller se pensó en forma de discusión abierta mediante la cual detectar qué cambios ha habido en el vocabulario presente en paredes y muros. Aparecen nuevos conceptos y luchas que históricamente no tenían presencia alguna: transfobia, gentrificación, emergencia social, ley trans, machirulo, capacitista, desahucio… Aunque algunos como la noción de barrio o clase obrera se mantienen muy presentes.
acondicionamiento de los barrios. Por este motivo se escogió El barrio es nuestro como hilo conductor de ese proyecto10. Bajo este lema se buscó sintetizar el espíritu y eslóganes utilizados en las diversas movilizaciones para reivindicar mejoras en los servicios sociales, en los equipamientos públicos y en el acondicionamiento de los barrios11. Para el proyecto de 2012 se articuló la proclama escogida en diferentes formatos. A parte de la reproducción de este eslogan en lonas, carteles y pegatinas, se construyó un gran “cartel corpóreo” -como lo ha denominado el colectivo- que ha pasado a formar parte del parque de esculturas públicas de Palomeras Bajas.
A parte de revisar el archivo histórico y el archivo de pintadas y textos callejeros que se fue generando durante el mes de residencia, nos detuvimos a analizar El barrio es nuestro, proyecto realizado por el colectivo Todo por la Praxis en 2012. Este proyecto partía de la investigación con la colaboración de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) en relación con los movimientos vecinales a través de la recopilación y revisión de fotografías de las distintas movilizaciones llevadas a cabo desde los años setenta. Así que la propuesta de Un grito en la calle podía ser leída como una suerte de actualización del ejercicio realizado por el colectivo casi diez años antes.
Me tomo la libertad de hacer un breve recorrido por esta pieza ya que, de algún u otro modo, esta ha pasado a formar parte del imaginario vallecano a muchos niveles, tanto en lo institucional como en lo personal. Pero no por ello deja de suscitar preguntas, preguntas que no son nuevas. Por un lado, Daniel Villegas ya reflexionó en 2012 sobre esta pieza y su afirmación: “¿De quién es el barrio?, ¿desde dónde se realiza tal aserto? ¿cuál es el contexto en el que se inserta? ¿de qué modo se hace visible? Estas son algunas de las preguntas que aparecen cuando estas palabras toman cuerpo12” .
La mayoría de las primeras reivindicaciones vecinales tenían como demanda mejoras en los equipamientos y en el
Para este análisis se volvía a apelar al pasado izquierdista y combativo de 21
la mayor parte de los habitantes del barrio desde los años 40. Se consideró un barrio obrero, de migrantes, tanto nacionales como internacionales, que de manera colectiva ha mantenido una postura antagónica frente al poder institucional. Esta postura tiene su justificación en un abandono visible por parte de los responsables políticos municipales, aunque precisamente esto también la ha alimentado. Este distrito era el único de Madrid que resistía a la hegemonía de la derecha, o al menos así había sido hasta las elecciones a la Asamblea de Madrid de 2021, en las que el Partido Popular (PP) también fue la fuerza más votada en los distritos electorales de PuenteVallecas y Villa-Vallecas13.
se había gestado un sujeto político vallekano muy vinculado a un tipo de militancia de izquierdas homogénea que se ha visto fracturado en los últimos años con la aparición en la esfera pública de los discursos identitarios que durante años habían estado silenciados por los discursos políticos hegemónicos. Así, como cierre de esta investigación, propusimos una acción colectiva, una infiltración sutil en el espacio público -un espacio cada vez más legislado y controlado, cada vez más impersonal y con menos rastro de estas luchas en las calles- mediante la cual invitamos a reflexionar sobre el imaginario vallekano. Frente a la imposibilidad de generar cualquier tipo de afirmación que dialogue con las proclamas históricas, se abren las preguntas. Optamos por quedarnos con dos de ellas: ¿qué barrio? y ¿cuán nuestro?
Con este giro político hacia la derecha sobrevolando nuestro taller, la fase de análisis y reflexión desembocó en esta cuestión: ¿es posible actualizar una consigna como «El barrio es nuestro»? Si bien algunas de las líneas de acción de los movimientos sociales - como la lucha por la vivienda, las políticas públicas o más recientemente comunes, los movimientos feministas y LGTBIQ+ o las luchas antifascistassiguen vigentes, ¿quién es el sujeto de estas demandas? ¿Sigue existiendo un nosotros capaz de canalizar las demandas y deseos comunitarios? Este “Vallecas es nuestro” o “El barrio es nuestro” parte de un modo de enunciación colectivo. Bajo el nuestro intuimos un nosotros que nos lleva a pensar en un deseo colectivo que mueve a la comunidad. Históricamente
Desde el ciclo de revueltas sucedidas entre 2011 y 2013, hemos visto como el espacio público se ha convertido en un espacio cada vez más legislado y donde cualquier acción, ya sea política o artística, es cada vez más compleja en términos legales. De aquí surge la estrategia de que nuestro diálogo con El barrio es nuestro se contemple como una acción momentánea, efímera. A partir de un diseño elaborado con las preguntas que surgieron del taller, realizamos una serie de camisetas y bolsas estampadas manualmente en serigrafía. Optamos por esta técnica ya que es una 22
de las técnicas de estampación que permite mejores resultados y mayor número de copias de manera DIY. Frente a otros modos de reproducción de imagen completamente tecnificados, la serigrafía nos permite controlar en todo momento el proceso de impresión y generar nuestro propio circuito de producción sin tener que externalizarlo.
40. 5. Marc Suanes Larena, Plantant cara al sistema, sembrant les llavors del canvi: els moviments socials al Tarragonès (1975-2010) (Tarragona: Arola Editors, 2010), 12. 6. Prefiero la utilización de la palabra pintada a la palabra graffiti, tanto por una vinculación emocional y política, como por el hecho de querer centrar mi atención en el mensaje que estas muestran y no en su valor estético o artístico 7. https://www.lavillana.org/ 8. Sixto Rodríguez Leal, De Vallecas al Valle del Kas. Otra transición (Madrid: Radio Vallecas, 2017), 71. 9. Leído en la calle, Portazgo, 18/07/2021. 10. Estas y otras consignas fueron recopiladas por TXP junto a la Federación de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) en 2012. Algunas otras fueron: Queremos nuestros derechos y los queremos ahora/ El barrio es nuestro. / Derecho a techo. / Salvar el barrio. / Solución: luchar con la asociación./ Viviendas aquí y ahora./ Viviendas protegidas, viviendas especulativas./ Tu casa está fuera./ Más soluciones, menos construcciones./ No queremos barro./ Yo también quiero semáforos./ Nuestros padres emigraron, nosotros no, viviendas aquí y ahora./ No queremos vivir entre escombros. / Somos pedazo de la ciudad. / Hay que arreglar el barrio. 11. Todo por la Praxis. “El barrio es nuestro”, recuperado de: https://todoporlapraxis.es/043el-barrio-es-nuestro/ 12. Daniel Villegas. “¿De quién es el barrio?”, recuperado de: http://todoporlapraxis.es/dequien-es-el-barrio/ 13. Porcentaje de votos de los primeros partidos por municipio, elecciones a la Asamblea de Madrid de 2021. Recuperado de: https://resultados2021.comunidad.madrid/ Resultados/Comunidad-de-Madrid/r-1/es
El 31 de julio de 2021 salimos vestides con camisetas y bolsas estampadas con la consigna surgida del taller. Nos instituimos como espacio de protesta dentro del espacio público y liberamos parte de la textualidad de la esfera pública de su carácter institucionalizado o mercantilizado tan propio de la altermodernidad. Cerramos esta fase del proyecto en un paseo colectivo que nos lleva desde el Espacio de Todo a la escultura El barrio es nuestro para, aunque sea de manera temporal, invitar a pensar de quién es el barrio. Notas 1. Marc Suanes Larena, Plantant cara al sistema, sembrant les llavors del canvi: els moviments socials al Tarragonès (1975-2010) (Tarragona: Arola Editors, 2010), 12. 2.https://elpais.com/diario/1978/08/02/ madrid/270905058_850215.html 3. Todo por la Praxis. “¿De quién es el barrio?”, recuperado de: http://todoporlapraxis.es/dequien-es-el-barrio/ 4. Elizabeth Lorenzini, Vallekas puerto de mar. Fiesta, identidad de barrio y movimientos sociales (Madrid: Traficantes de sueños, 2007),
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Documentación de carteles, pegatinas y pintadas en el barrio de Vallecas
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Documentación de carteles, pegatinas y pintadas en el barrio de Vallecas
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Taller 22 julio en la residencia de Elena Blesa
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Preparación de fideuà para la presentación del proceso de “Un grito en la calle” en el Espacio de Todo
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Bolsas y camisetas producidas en serigrafía para la acción en el espacio público de “Un grito en la calle”
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Serigrafía para “Un grito en la calle”
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Acción en el espacio público de “Un grito en la calle”
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Acción en el espacio público de “Un grito en la calle”
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Acción en el espacio público de “Un grito en la calle”
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Presentación del proceso y resultado de “Un grito en la calle” en el Espacio de Todo
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Escultura “El barrio es nuestro” de TXP en el Museo de esculturas al aire libre de Palomeras bajas
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Acción en el espacio público de “Un grito en la calle” en la escultura “El barrio es nuestro” de TXP
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Billboard de “Un grito en la calle” situado en el front del Espacio de Todo
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Coyuntura en obra
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Esta acción programática consiste en realizar un proceso de investigación y creación de obra que trabaje directamente con las problemáticas políticas, sociales y culturales actuales, es decir, elementos que detonan una inquietud a ser revisada desde la capacidad crítica y simbólica de la práctica artística, capaz de generar una contranarrativa que cuestione las formas en que se construyen desde los poderes, los relatos e historias oficiales. En esta primera edición, el objetivo fue develar el racismo institucional mediante la realidad de migrantes temporeres precarizades, aludiendo a la discriminación y vulneración de derechos de trabajadores ilegales tanto al sur de España como en las grandes ciudades del país. Para dar inicio a esta forma de abordar dichos conflictos, el año 2021 fuimos nosotres mismes como Todo por la Praxis quienes la llevamos a cabo, para impulsar esta metodología de trabajo propia del colectivo. *Para este proyecto han trabajado con Todo por la Praxis el historiador del arte Fidel Villar Barquín a cargo de la investigación, el artista visual Fernando Ossandón Zubieta quien ha realizado las acuarelas que son parte del proyecto, y Sergio Cabrera como colaborador.
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Black Box
que la falta de vivienda iba a suponer un aumento de personas viviendo en la calle y finalmente iba a obligar a la creación de las chabolas y de los asentamientos como única solución habitacional. Las predicciones se han ido cumpliendo bajo la completa falta de interés de las Administraciones, que han preferido mirar hacia otro lado mientras permiten continuas y sistemáticas violencias. El término chabola es definido por el Diccionario Panhispánico como: “Infravivienda de pobre construcción que suele edificarse en zonas suburbanas y carecer de los servicios básicos exigibles”, su etimología viene del francés, geôle (celda, prisión) a través del euskera txabola. El término francés viene del latín caveolla, que es un diminutivo de cavea, que significa celda, jaula. Y en parte, también es en lo que se convierten las chabolas para las personas que se ven obligadas a habitarlas, jaulas de precariedad constante que marcan y determinan sus posibilidades y derechos para poder tener una vida y un trabajo dignos.
Durante la pandemia del COVID-19, hemos presenciado cómo se han incrementado las desigualdades de un sistema injusto que ya estaban aquí, pero que por fuerza mayor se han hecho más visibles. Cuando los toques de queda paralizaron las ciudades, seguíamos viendo a les riders con su bicicleta de un lado para otro entregando rápidamente esos pedidos que tan urgentemente parecíamos necesitar. Por otra parte, cuando se imponía la distancia social y los espacios abiertos, les temporeres habitaban asentamientos que no reunían las condiciones mínimas bajo la pasividad de las autoridades competentes con estrategias racistas, que se han comenzado a combatir por organizaciones y colectivos. La violación de los Derechos Humanos que se lleva produciendo desde hace más de veinte años en estos ámbitos, no ha hecho más que incrementarse debido a la crisis sociosanitaria. Podríamos reflexionar sobre algunos elementos que esta situación nos obliga a mirar detenidamente y que no deberían ser olvidados una vez haya pasado: la creciente desigualdad propia del sistema capitalista, la precariedad en las condiciones laborales y los problemas de vivienda. Podríamos decir que la combinación de estos elementos aparece reflejada en varios grupos de personas, pero si hay personas que personifican los tres, son les temporeres y les riders.
Estos campamentos de temporeres y sus viviendas precarias aparecen en diferentes puntos de la geografía española destacando algunos focos en Huelva, Murcia, Lleida y Almería. Como dispositivo visual, se asemejan a los paquetes que les mismes migrantes transportan de un territorio a otro con sus pertenencias, imágenes que se repiten en fronteras como la de Ceuta y Marruecos. De manera paralela aparece la realidad simultánea que espejea lo que ese paquete significa, en la que se reproducen las mismas lógicas de explotación y de dominación de le migrante, une precariade que se asume como contemporáneo pero que en la práctica es coetáneo, le rider. Este repartidore
Desplegadas por toda la península, las campañas de recogida en los campos se han convertido en focos constantes de desigualdad y precariedad. En el año 1997 la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) publicó un informe en el que alertaba 41
de comida a domicilio para plataformas digitales cuenta como uno de sus principales y característicos medios de producción, una mochila térmica de gran volumen que se asemeja a un paquete voluminoso.
asentamientos y posteriormente vallarlos, sin ofrecer ninguna alternativa habitacional. Términos como precariedad, precarización o trabajo precario han adquirido una mayor importancia, quizá con una mayor presencia en un principio en el activismo. Judith Butler, inspirada por Michel Foucault, reflexionó en Precarious Life: The Power of Mourning and Violence, sobre la posibilidad de resistencia al poder productivo de la precariedad y cómo las propias condiciones de precariedad pueden contener el potencial de reconocer nuestra relación con otres y proveer una posición en la que se pueda abrazar la vulnerabilidad de cada une y crear una alianza de cuerpos. Guy Standing en su ensayo publicado en 2011 The Precariat. The New Dangerous Class, comienza con una serie de preguntas, siendo una de ellas crucial “¿Dónde nos está llevando la precariedad?”.
Los últimos años también han sido muy convulsos para estes riders de empresas como Glovo o Deliveroo. Desde hace tiempo las organizaciones sindicales llevan advirtiendo de la precariedad y las malas prácticas de estas empresas y el problema que iba a suponer la figura del falso autónomo. El apoyo de los distintos sindicatos, sumado a las muertes de algunes de les trabajadores, como la del joven de 22 años de Barcelona el 26 de mayo de 2019 o la más reciente, ocurrida en Madrid el 9 de febrero de 2021, han generado todo tipo de protestas, siendo una de las más impactantes la que se produjo en Barcelona con la quema de las mochilas. Una imagen con un fuerte impacto que nos ha empujado a reflexionar sobre el fuego como herramienta ambivalente, como posible elemento desde el que plasmar la rabia y el hartazgo por la constante precariedad de les riders, frente a unas jornadas de trabajo largas, en un modelo que te obliga a trabajar muchas horas para poder vivir, atravesado por unas condiciones sin garantías ni protección respecto a los riesgos laborales y accidentes. Pero el fuego también puede convertirse en un elemento de expulsión, como los constantes incendios a los asentamientos de les temporeres. Se ha registrado al menos un incendio cada seis meses en el asentamiento de Lepe cercano al cementerio municipal, estos han sido utilizados para llevar a cabo la expulsión de les temporeres. Desde los Ayuntamientos y las Comunidades Autónomas se ha decidido demoler algunos de esos
Las numerosas vulneraciones que significan estas realidades respecto a la dignidad humana, los derechos del menor o la violencia ejercida contra las mujeres temporeras y riders, nos ha hecho plantearnos la importancia política y radical de activar este trabajo. Conectamos ambos imaginarios como punto de partida de esta investigación que atiende fenómenos urbanos en crisis para detonar preguntas y establecer diálogos que los interpelen. La revisión histórica de ambas problemáticas, construida desde un trabajo de hemeroteca e investigación, nos ha llevado a la necesidad de generar una obra que permita poner en crisis la realidad de estes precariades migrantes. A partir de esto, hemos creado un dispositivo de vivienda que reflexiona sobre la condición de vida del traba42
jador temporal/alegal junto a un estilo de vida que se ha querido disfrazar tras el concepto de emprendedor y de aventurero, dentro de un sistema laboral neoliberal y atomizado. En una reflexión irónica en torno a la vivienda como producto del mercado, intentamos construir un fake, que no se encuentra tan lejos de la realidad, donde la chabola la hemos convertido en un bien de consumo comercializable mediante las mismas plataformas de venta y circulación que están detrás de la explotación de le migrante precarizade. En esta oportunidad, la obra se puja en la plataforma de compra y venta Ebay, aportando una circularidad conceptual al proyecto.
Este espejo centrado en el paquete nos abre grietas y fisuras desde donde establecer diálogos entre realidades que no están directamente conectadas, pero que se desprenden de las mismas lógicas de poder que definen una historia. El imaginario del paquete que transportan y que habitan, se convierte en una constante en la realidad de les migrantes que transitan en un viaje de expulsión y sometimiento que les impulsa a habitar en una condición de transitoriedad y nomadismo permanente. Su contenido es su continente hasta el punto de habitarlo en una producción simbólicamente perversa.
Además de la creación de esta “casapaquete” que es acompañada de un manual de montaje con una fuerte carga irónica, la obra cuenta con una serie de elementos que customizan dicho espacio contradictoriamente habitacional. Siete acuarelas y una mesa elaborada con la señalética de la frontera española como parte de la Unión Europea, son parte de la venta y puesta en escena de este dispositivo. Además, se acompaña de unos banderines de contrapublicidad que han sido elaborados con textos que derivan de la frase de Mike Davis “la vivienda es un verbo”, combinándola con distintos verbos asociados a la realidad que hemos abordado. La activación de este conjunto tiene una continuidad en el tiempo mediante su circulación en el espacio público. Porque este proyecto, más que una respuesta habitacional, ha sido pensado como un instrumento de interpelación sobre las condiciones precarias de vida de estos colectivos y sus elementos reproductivos, con el paquete como objeto con fuerte carga simbólica que de alguna manera domina la iconografía del migrante.
Con este diseño crítico hemos querido poner sobre la mesa los problemas derivados del abandono sistemático a las poblaciones vulnerables en un contexto de explotación a temporeres en situación de ilegalidad, las condiciones precarias de vida y los episodios de expulsión que se han realizado a partir de la quema de esos campamentos y lo que hay detrás, el racismo y la invisibilización continuada. Nos interesa el término de Black Box, y de ahí el título de la obra y del proyecto, por ese proceso de índole social que supone la propia noción de caja negra. La que parte de los modos en los que el sistema y las personas que lo padecemos nos hemos visto afectades por la negación que el propio éxito financiero o económico produce, porque no se analizan las complejidades que habitan en el interior de dicho éxito. Solo los beneficios que se derivan del mismo. Black Box aborda cómo las personas podemos olvidar los procesos interiores de las cosas al comenzar a asimilarlas por un uso cotidiano extendido en el tiempo, que es precisamente lo que ha estado pasando con les riders y les temporeres. 43
en nuestra vida diaria.
Manual de montaje de la casa-paquete de “Black Box”
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Manual de montaje de la casa-paquete de “Black Box”
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Acción en el espacio público
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Acción en el espacio público
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Colección de acuarelas de Fernando Ossandón Zubieta
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Colección de acuarelas de Fernando Ossandón Zubieta
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Colección de acuarelas de Fernando Ossandón Zubieta
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Kit de banderines para la customización de la casa-paquete de “Black Box”.
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Kit de banderines para la customización de la casa-paquete de “Black Box”.
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Kit de banderines para la customización de la casa-paquete de “Black Box”.
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Kit de banderines para la customización de la casa-paquete de “Black Box”.
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Acción en el espacio público
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Presentación del proceso y resultados de la investigación del proyecto “Black Box” en el Espacio de Todo
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Preparación de “completos caseros chilenos” para la presentación de “Black Box” en el Espacio de Todo
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Presentación del proceso y resultados de la investigación del proyecto “Black Box” en el Espacio de Todo
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Presentación del proceso y resultados de la investigación del proyecto “Black Box” en el Espacio de Todo
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Billboard del proyecto “Black Box” situado en el front del Espacio de Todo
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Otro(s)ures
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Residencia de investigación y producción en la que se busca desarrollar un proceso colectivo de trabajo para generar una obra común entre une artista visual, une investigadore transdisciplinar y une curadore internacional. Uno de los objetivos de establecer esta estructura, es desmontar la relación jerarquizante que existe entre les agentes vinculados al campo del arte contemporáneo. Como trabajo colectivo, queremos impulsar una lectura que ponga en tensión el concepto de sur global desde el discurso estético político, conectando intersubjetivamente la experiencia y conocimiento de les tres participantes. Esto incluye un proceso permanentemente abierto hacia otres agentes artísticos para activar su desarrollo y resultado. Para esta primera edición, llevada a cabo entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre del 2021, invitamos a la artista e investigadora transdisciplinar Guillermina Mongan (ARG), a la curadora internacional Carolina Chacón (COL) y a la artista visual Glenda Zapata (BOL). Contamos además con la colaboración de la organización independiente FelipaManuela, espacio de residencias de investigación donde se alojaron dos de las invitadas y donde además realizamos algunos encuentros con agentes locales.
cíficos. Sus proyectos recientes han abordado la relación entre prácticas artísticas contemporáneas y comunidades de sentido que intervienen en los relatos de los museos. Fue curadora adjunta del Museo de Antioquia entre el 2013 y el 2019 (Medellín). Hace parte de la plataforma de investigación transfeminista y descolonial Frente Sudaka. Guillermina Mongan, Argentina. Es historiadora del arte (FdA-UNLP), docente, investigadora, curadora y artista. Miembro de la Plataforma de investigación, discusión y toma de posición colectiva desde América Latina, Red Conceptualismos del Sur y del colectivo de investigación curatorial Frente Sudaka. Forma parte desde 2012 del grupo Serigrafistas Queer, donde también coordina su archivo ASK y desde 2016 de Cromoactivismo. Investiga y produce tanto individual como colectivamente en torno a las metodologías, narraciones y performatividades de la investigación artística; a las prácticas artístico políticas y al archivo como espacio de experimentación de relatos y memorias.
Glenda Zapata nace en La Paz-Bolivia. Estudia en la Academia Nacional de Bellas Artes, posteriormente cursa talleres de fotografía, performance, catalogación de bienes culturales y actualmente cursa la carrera de Antropología Forense en Madrid. Su trabajo interroga e investiga sobre la mortalidad desde múltiples perspectivas y ahonda sobre las personas que se encuentran en situaciones adversas. Carolina Chacón Bernal, Colombia. Curadora, artista, docente e investigadora. Máster en Historia del arte contemporáneo y Cultura visual (UCM, España). Su trabajo se desarrolla desde perspectivas antirracistas, descoloniales y de género en contextos espe63
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No es frontera ni el acento ni la piel
tipos de muertes y duelos por los que atraviesan las personas en situación de migración; y sobre la circulación y producción de imágenes visuales que históricamente se han desplegado desde las representaciones hegemónicas de la colonialidad y sus continuidades en la visualidad contemporánea, así como en el ejercicio de la violencia simbólica hacia cuerpos migrantes y racializades.
Una de las primeras cosas que atravesó esta residencia, fue el reconocimiento de las diferencias en nuestros propios acentos, preocupaciones, lenguajes y modos de hacer particulares para llegar a procesos y preguntas comunes en función de un proyecto colectivo. Después, vino la búsqueda por la manera en cómo lo anterior se podría articular con la pregunta por los otros sures, con los territorios de donde cada una de nosotras proviene, así como sobre nuestras distintas condiciones migratorias que nos reunían en el estado español.
El fruto de este proceso fue un archivo abierto y continuo que podrá extenderse colaborativamente, contemplando registros sonoros y visuales, que dislocan y subvierten las narrativas hegemónicas del orden colonial. En este contexto, también incluimos un gesto conmemorativo, un obituario publicado en el diario El País, ofreciendo condolencias a los familiares de les inmigrantes indocumentades fallecidos en España.
Atravesades por las preguntas: ¿Cómo se sigue perpetuando un racismo estructural? ¿Qué sucede con les inmigrantes indocumentades de América Latina que fallecen en territorio español? ¿Qué duelos vivimos las personas migrantes y racializadas? ¿Qué estrategias encontramos para sostener la lengua, para insistir en la propia voz? imaginamos el espacio de la residencia Otro(s)ures como un refugio desde el cual trazar alianzas con colectivos y personas migrantes y racializades de América Latina, considerando sus aportes a la producción de narraciones y acciones contrahegemónicas.
Relatos, voces Nos propusimos la recopilación colaborativa de contrarrelatos que produjeran una imagen más amplia de la situación de las personas migrantes en Madrid. Pero ¿Cómo acceder a las historias de los transeúntes que habitan en las calles madrileñas marginales, en el sur de Madrid, geográfico y simbólico, espacios relegados en su mayoría a las personas migrantes?
Estas preguntas complejas marcaron una posible ruta de trabajo: la investigación sobre el destino y paradero de los cuerpos de les inmigrantes indocumentades; sobre los distintos
Sólo hace falta generar un espacio para el habla, para su voz. De pronto, por sí solo comienza a fluir 65
el caudal de la indignación, esa que se ha alimentado con cada día de ultraje por el sólo hecho de vivir en un país que no es el propio y por unas leyes que les/nos quieren expulsar a cada instante de sus calles.
insertar en el diario español El País, un obituario que circuló en la edición impresa en Madrid el 9 de diciembre de 2021, ofreciendo condolencias a los familiares de las personas que fallecieron en territorios español y de cuyos cuerpos no hay información accesible, después de que sus familias no tuvieron los medios económicos ni jurídicos para acceder a la repatriación de sus cuerpos. Una cruz cristiana (latina) acompañó el anuncio, no solo para mantener la forma de la gran mayoría de los obituarios en América Latina, sino como una manera de señalar el continium ideológico desde la conquista y su prolongación de la colonialidad a través de la religión.
Sus voces son una queja, un reclamo, un grito que pide justicia. Cuando preguntamos al señor que atiende en la tienda de barrio, si después de 15 años quiere volver a su casa; preguntamos a la señora que cuida ancianos o a una persona a quien su amigo falleció sin documentos y no sabe dónde está para dejarle flores, si ha sentido racismo; responden con un SÍ mayúsculo. Estos y otros relatos de otras experiencias de migración, narran por un lado, lo desamparadas que se encuentran tantas personas frente a las leyes migratorias que las exponen a situaciones de vulnerabilidad extrema, y por otro, las resistencias que como estrategia de supervivencia, abrazan otras formas de duelo y de estar juntes.
Un mensaje así no pasó desapercibido para uno de los periódicos con más lectores en el estado español. Luego de pagar el costo de la publicación y enviar el texto del obituario, se comunicó con nosotras un funcionario del diario para indagar sobre quiénes éramos y a quién exactamente iba dirigido. Su interrogatorio y nuestras respuestas quedaron grabadas en un audio que guardamos como testimonio de la vigilancia que opera sobre cuerpos que viven bajo constante sospecha.
Obituario El vacío de respuestas ante la pregunta por los cuerpos de las personas migrantes indocumentadas fallecidas en territorio español, sembró en nosotras la necesidad de amplificar la pregunta tanto a otras personas migrantes, como a una esfera de la sociedad que ha sido indiferente su respuesta.
Extendimos este gesto hasta Vallecas, en el front del Espacio de Todo, que es la nave de Todo por la Praxis, nuestro espacio y colectivo anfitrión. La pregunta ¿Qué sucede con les inmigrantes indocumentades de América Latina que fallecen en territorio español?, se amplió hasta el es-
Uno de nuestros gestos consistió en 66
pacio visual público del sur de Madrid, haciendo más evidente el vacío de respuestas y la necesidad ritual de un duelo colectivo
Agradecimientos Aliades: FelipaManuela. La Parcería, Yo soy el Otrx. Voces: Dagmary Olívar, Valentina Silva, Nicolás Koralsky, Bernardo Nvinic, Juan, Marlene, Juan Carlos, Nancy, María Collado, Andrés Pinto, Abdiel Segarra, Carolina Bustamante y Miranda Porras Bustamante.
Anarchivo e imágenes ¿Cómo imaginamos futuros performando las imágenes y los relatos desde el sur? ¿Cómo se perpetúa en el presente el racismo de aquellas “primeras” imágenes que produjeron el discurso colonial? fueron las preguntas que funcionaron también como punto de partida para trazar y hacer circular estas contranarrativas, con el objetivo de construir de manera colaborativa un ensayo visual en constante crecimiento. Las imágenes fueron recibidas por distintos medios virtuales y recogidas de espacios como el Museo de América, Museo del Prado, Museo de Antropología.
Retroalimentaciones durante el proceso: Mabel Tapia, Jesús Carrillo, Ale Simón, Diego del Pozo, Museo en Red del Museo Reina Sofía, CAR de Inland Campo Adentro.
Para socializar estas aproximaciones colectivas a las preguntas y compartir en muchas dimensiones, al espacio de apertura invitamos a todas las personas que nos acompañaron en el proceso y a quienes ofrecimos una comida muy ecléctica, vinculada a nuestros países de origen, que terminó por convertirse en uno de los espacios más afectivos de la residencia. Un momento en el que recordamos, que nos juntó la necesidad de abolir los sistemas fronterizos, de negarnos a entender la piel y el acento como frontera, y que nos gustaría insistir en imaginar estrategias donde producir intimidad como gesto de lo común. 67
Cenas con agentes locales en FelipaManuela, para abrir el proceso de investigación.
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Preparación de comida en la presentación de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
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Presentación proceso y resultados de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
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Presentación proceso y resultados de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
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Presentación proceso y resultados de “No es frontera ni el acento ni la piel” en el Espacio de Todo.
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Esquela / Obituario publicada en el diario El País el 9 de diciembre del 2021,
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Billboard de “No es frontera ni el acento ni la piel”, situado en el front del Espacio de Todo
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Techo sostenido
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Hemos denominado así al único espacio verde de la nave que se ubica en la azotea, y que, después de haber sido construida una estructura en ella y varios talleres para poblarla de un jardín, hemos decidido activar como lugar de investigación entre arte y naturaleza, con laboratorios de experimentación por parte de artistas y curadores, que permitan abordar la noción de sustentabilidad y ruralidad desde la ciudad. Las residencias que se llevan a cabo en este espacio buscan experimentar alrededor de prácticas agropolitanas hacia una reflexión sobre la soberanía alimentaria. Esto a su vez potencia la azotea como un nodo que fomenta el diálogo y la acción transcultural bajo las premisas del low/cost y low/technology. Durante el año 2021 y en una residencia de larga duración que se extiende hacia el 2022, este espacio aloja al proyecto Siembre aquí! de la curadora Daniela Ruiz Moreno (ARG-UY), y les artistes Natalia Pilo-Pais (PER) y Ugo Martínez Lázaro (MEX).
ronto y ha ganado premios de dibujo y grabado. Su trabajo explora continuamente diferentes lenguajes plásticos, desde la imitación hasta la concepción de las principales categorías de la práctica artística tradicional. Le obsesiona la creación de objetos híbridos con la utópica posibilidad de encontrar en el mundo, un lenguaje propio.
Natalia Pilo-Pais Figallo (Lima, Perú – 1984) Reside en Madrid. Artista visual enfocada sobre todo en la dirección creativa y en el proceso creativo con un Magíster en Filosofía con Mención en Antropología Filosófica como parte complementaria a sus investigaciones para la creación. Desarrolla profundas investigaciones histórico - sociales y geográficas, generando conceptos visuales a través de diversos medios como la instalación y la fotografía. Para ella, el poder de la imagen en nuestra contemporaneidad es motivación para buscar y generar interrogantes en el observador.
Daniela Ruiz Moreno es curadora, argentina, radicada en Madrid. Se licenció en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Buenos Aires. Desde 2013 coordina el Programa Internacional de Artistas en Residencia de la Fundación “ace”. Formó parte del equipo de Tate Exchange en Tate Modern a través de Brooks International Fellowship en 2019. Ha participado como curadora en diversas residencias internacionales. Actualmente es curadora de proyectos internacionales en Taiwán y China. En Madrid es la curadora del proyecto Cuidadorxs Invisibles (Art for Change, Fundación la ‘Caixa’ 2020) de la artista Marta Fernández Calvo, orientado al trabajo con cuidadorxs no profesionales de personas con enfermedades degenerativas.
Ugo Martínez Lázaro. Artista multidisciplinar, con formación en el campo de la arquitectura y las Bellas Artes. Llegó a España hace más de 10 años desde México. Ha expuesto individual y colectivamente en México, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Valencia y Madrid. Su obra ha estado en ferias de arte en ciudades como Ámsterdam o To77
Siembre Aquí!
que nos conforma. Comprendemos así, la obviedad de que un desplazamiento de lugar no implica únicamente un proceso de adaptación a nivel consciente y emocional sino un proceso de transformación integral por los nuevos aires que respiramos, las nuevas superficies, cuerpos con los que interactuamos y los alimentos que ingerimos.
Para enunciar cuáles han sido las voluntades y necesidades detrás de la conformación de este colectivo y proyecto que es Siembre Aquí!, me gustaría partir de una serie de generalidades: I. Las dinámicas de vida contemporánea urbana en Madrid, y en gran número de las ciudades occidentales, son de máximo contacto con suelos asfaltados y con cualquiera sea el suelo de la habitación, piso o casa donde cada unx de nosotrxs vive (madera, alfombra, baldosa, etc.) En general, los contactos con praderas u otro tipo de suelos se reduce a cortos momentos deportivos o de ocio.
Siembre Aquí!, dentro de la curaduría de PIPA! es un proyecto que actúa entre estos tres ejes mencionados: suelos - procesos migratorios - productos y hábitos de convivencia. A su vez, la Ecosofía como planteamiento ético-conceptual y la Permacultura como forma de vinculación con la tierra, con los productos y entre seres vivos, funcionan como abordajes que habilitan esta integración complementaria entre los tres ejes señalados y nos abren caminos a diferentes formas de pensarnos como habitantes de una ciudad.
II. En los procesos migratorios más afortunados, nos encontramos con la posibilidad y necesidad de preguntarnos sobre cuestiones de pertenencia y enraizamiento. Nos enfrentamos a la melancolía provisoria por la distancia de aquel sitio que dejamos por más que el desplazamiento haya sido voluntario o involuntario. El suelo nuevo que habitamos es sujeto a análisis escrupulosos y comparaciones con aquel que pisábamos antes.
El Techo Sostenido del Espacio de Todo funciona como la estructura de acogimiento y de reconocimiento mutuo. Con el objetivo, a largo aliento, de cultivar plantas comestibles y mitológicas en las estructuras de cultivo ya presentes en el espacio, hemos tenido un período inicial dedicado a la conformación de un colectivo de prácticas artísticas.
III. Los productos y hábitos generados desde y con ese suelo forman parte del nuevo material con el que nos vinculamos y por ende, el nuevo material
Tomamos como marco de exploración nuestras diversas experiencias migra78
torias y en el proceso de reconocer el suelo que ahora habitamos, también nos hemos visto impulsados a investigar sobre los pasados de las formas de cultivo en Latinoamérica así como los presentes que conviven a ambos lados del Atlántico. Nos interesa tener una vinculación que se sostiene en la complejidad que implica la comprensión de diversos presentes en convivencia como son la persistencia de instituciones que perpetúan un vínculo colonialista y extractivista con la naturaleza, las diferentes formas de domesticación, así como como el reconocimiento de las sociedades y movimientos autogestionados y/o de resistencia.
ambos territorios y sus contextos de existencia. Por su parte, Ugo Martínez Lázaro, está realizando una investigación sobre la permacultura, desde sus planteamientos teóricos y desde experiencias en algunos huertos comunitarios en Madrid. Entendemos que el proceso de investigación se da en un constante movimiento desde el Espacio de Todo y hacia otras organizaciones o colectivos de la ciudad, así como en diálogo con especialistas en Latinoamérica. El Techo Sostenido funciona como espacio de práctica para la sublimación de todos estos hallazgos y, dentro de la trayectoria de investigación crítica de Todo por la Praxis, se comprende como suelo para el ensayo de otras formas de urbanismo.
Siguiendo lo anterior, de forma simultánea a las proyecciones de cultivo en el Techo Sostenido, nos proponemos realizar una investigación colectiva en colaboración con las diversas comunidades relacionadas a estas temáticas: huertos comunitarios en Madrid, proyectos independientes de bancos de semillas, etc. A su vez, cada artista está realizando su propio camino de investigación y de generación de obras. Por un lado, Natalia Pilo-Pais, a partir de estudios de la andenería precolombina, ha generado diseños y construido canteros siguiendo esas síntesis que a su vez serán usados para el cultivo en el Techo Sostenido (ver img 1 y 2). Habiendo transitado archivos en España y Perú, y la toma de fotografías propias, Pilo-Pais también está generando un estudio visual de los tipos de plantas presentes en
Daniela Ruiz Moreno
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Imagen del proceso de investigación de Natalia Pilo-Pais Figallo
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Imagen del proceso de investigación de Natalia Pilo-Pais Figallo
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Imagen del proceso de investigación de Ugo Martínez Lázaro
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Imagen del Techo Sostenido situado en la azotea del Espacio de Todo.
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IDYS INSTITUTO DO IT YOURSELF
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Instituto do it yourself (IDYS)
Henry Giroux
dustrial en Vallecas que nos conectaba con un barrio con el que veníamos trabajando desde hace años. Este es uno de los barrios motores del movimiento vecinal en la ciudad, que posibilitó los procesos de transformación social, barrial y urbanísticos en los años ochenta. En la actualidad es un barrio que concentra un gran capital social y activista procedente de esos movimientos vecinales. Los trabajos desarrollados en esa primera fase del espacio se vincularon con entidades vecinales, movimientos sociales, asociaciones juveniles, colegios e IES del barrio. Se trabajó en procesos donde la comunidad construía colectivamente en torno a sus necesidades a partir de un entorno de aprendizaje.
Nuestras experiencias como colectivo en proyectos como el Campo de Cebada, Esta una Plaza, Antonio Grilo, Cinema Usera y otros tantos procesos, nos plantearon la necesidad de encontrar un espacio o ecosistema donde conectar los proyectos y aprendizajes adquiridos. En muchos de estos casos encontramos conexiones metodológicas, investigaciones similares, prácticas replicables, personas comunicantes y procesos entremezclados que pensábamos que era importante terminar de hibridar desde un posicionamiento de pedagogía crítica. Por otro lado, teníamos la necesidad de generar una red desde donde conectar conocimientos, compartir saberes y posibilitar la interconexión entre las diferentes experiencias. Así es como se inicia el Instituto Do It Yourself (IDYS), un lugar donde proyectos y procesos podían conectarse a los conocimientos adquiridos permitiendo un aprendizaje directo en vinculación con iniciativas y acciones ciudadanas. En nuestra búsqueda de opciones para albergar físicamente esta propuesta, el año 2015 encontramos una nave in-
Esto articuló y dio forma a nuestro actual modelo pedagógico que respalda al IDYS, ya no como un espacio en sí mismo, si no como una plataforma de trabajo dentro del Espacio de Todo, basado en la combinación de metodologías colaborativas, comunidades de aprendizaje y capacidades transversales. Estas crean a su vez espacios en los que se plantea un aprendizaje distribuido, transparente y horizontal. Se potencia la experiencia como hilo conductor donde se comparten dificultades y saberes, así como otros elementos que surgen. A su vez, este método tiene dos líneas de trabajo: Aprender haciendo (Learning by doing) y Hacer en común (Do it together). Ambas consisten en generar procesos creando y haciendo cosas con otres de manera colaborativa, proyectando modos de relación desde el quehacer colectivo, y compartiendo los aciertos y errores como parte del aprendizaje. A partir de estas ideas se promueve la construcción de consensos e imaginarios comunes a través del codiseño: proceso de creación que representa
“La intención de la escuela y la pedagogía crítica deben ser vinculadas al problema del desarrollo de una nueva esfera pública. Es decir, la tarea de los educadores radicales debe estar organizada alrededor del establecimiento de condiciones ideológicas y materiales que capacitarían a mujeres y hombres de clases oprimidas a afirmar sus propias voces. Esto daría lugar al desarrollo de un discurso crítico que permitiría la inserción de un interés colectivo en la reconstrucción de una sociedad más amplia”
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los valores e intereses de la comunidad participante, desde los propios lenguajes con los que se identifican; y la construcción colectiva de dispositivos, facilitada por diseños que permiten el desarrollo de habilidades y capacidades. Una configuración abierta que incluye el mayor número de agentes diversos, instalando un marco de aprendizaje más distribuido que potencia las transformaciones sociales y culturales que estos procesos motivan.
así como de nuevos modelos para generar conocimiento que faciliten la apropiación y sentimiento de pertenencia por parte de la comunidad educativa. Para ello hemos planteado procesos de aprendizaje no formal, con una propuesta de pedagogía radical que se inserta en un programa de educación formal para abrir grietas de pensamiento crítico en la propia institución, y en consecuencia en les estudiantes. Los patios escolares son unos de los espacios interrelacionales y de socialización más importantes para la infancia y la juventud, quienes pasan muchas horas al año y de sus vidas en ellos. Su diseño influye, condiciona y configura el tipo de relaciones que en ellos se dan, facilitando o impidiendo determinadas dinámicas de poder, jerarquías, conflictos y desarrollos pedagógicos entre las personas que los utilizan.
Además, se plantea que esta construcción de dispositivos y acciones sea en código abierto, quedando su proceso y resultado a libre disposición de la comunidad para su utilización, abriendo instancias para la transferencia de conocimiento peer to peer entre los distintos agentes implicados en los proyectos. Desde el 2018 esta práctica se desplaza hacia los entornos educativos. Por un lado, existe un interés de los colectivos que trabajan en espacios públicos hacia estos espacios más institucionales, y por otro, se visibiliza la necesidad de repensar los patios escolares que hasta el momento siguen siendo en su mayoría deficientes cualitativamente. Así, nos hemos propuesto como objetivo promover entornos escolares desde los principios de igualdad y no discriminación, redefiniendo dichos entornos hacia espacios cooperativos y favorecedores de actividades que fomenten un contexto más autónomo para les estudiantes. Esto les permite impulsar diversos tipos de actividades, bajo distintos niveles e intensidades, y reducir o idealmente eliminar estructuras que generan exclusión.
Estos se han venido construyendo desde hace algún tiempo bajo planteamientos estandarizados y economicistas en los que el ahorro en su construcción y mantenimiento parece haber sido su principal guía de diseño. En consecuencia, actualmente se presentan como espacios en los que predomina el cemento, adolecen de vegetación, sombra y confort climático, carecen de elementos y mobiliarios que permitan distintas configuraciones para el descanso y las relaciones interpersonales, así como variedad en sus usos, como el juego y la construcción de pensamiento crítico. Es sintomático ver que una gran mayoría de patios establecen una centralidad en torno a las pistas deportivas, subordinando el resto de los usos posibles a su periferia.
Esto implica nuevas maneras de impulsar la transformación a través de procesos de participación activa,
Desde la arquitectura, específica86
mente del urbanismo táctico, se han desarrollado algunas experiencias para tratar de responder al creciente cuestionamiento del entorno educativo. Actualmente, proliferan acciones de pequeña escala y cada vez es mayor la conciencia sobre la importancia de una transformación de los espacios escolares. Lo que buscamos es prestar atención no sólo a cómo se quiere aprender y qué quieren aprender les estudiantes, sino también y sobre todo dónde lo quieren hacer y qué tan partícipes son de la generación de esos espacios. Queremos poner el foco no solo en lo que se intercambia, sino también en la arquitectura de esos intercambios, considerar a estos espacios como un tercer docente capaz de contener acciones pedagógicas en su uso. Todo por la Praxis
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Imágenes de los procesos de codiseño de patios en el IES Pedro Salinas.
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Imágenes de los procesos de construcción colectiva en el IES Pedro Salinas.
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Resultados del proceso de co-diseño construcciones colectivas en el IES Pedro Salinas.
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Resultados del proceso de codiseño y construcciones colectivas del colegio Hipatia
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Resultados del proceso de codiseño y construcciones colectivas del colegio Hipatia
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Resultados del proceso codiseño y construcciones colectivas del colegio Hipatia
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RECETAS 2021
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RECETA “UN GRITO EN LA CALLE” (Fideuà de verduras) Una paellera grande para 15 personas. Para la finalización de la residencia y debido a que en el espacio había una paellera, decidí hacer un plato que cocinamos mucho en casa, cerca de Tarragona, mi lugar de nacimiento y donde actualmente resido. La fideuà es un plato que cocina mi padre y a través de quien he heredado la receta. Ingredientes: Cebolla Pimiento verde Espárragos verdes Champiñones Alcachofas 2 o 3 tomates rallados Ajos Alioli 2Lt. de caldo de verduras 1kg de fideos finos Preparación: Hacemos un sofrito de cebolla, tomate, pimiento y ajo. Le añadimos las verduras que queramos bien troceadas: champiñones, espárragos, alcachofas u otras dependiendo de la temporada. Y ahora el secreto familiar nunca antes desvelado: añadimos dos cucharadas del alioli al sofrito. Sobre lo anterior, añadimos los fideos (mejor si no son muy gordos) para sofreírlos también hasta que se doren, y luego añadimos el caldo de verduras hasta cubrir los fideos. Corregimos si vemos que falta caldo. Cocinamos para que se evapore un poco el caldo (no tiene que quedar caldoso) y los fideos queden bien cocinados. El tiempo de cocción dependerá del grosor de los fideos. Se puede terminar con un golpe de horno, así los fideos se quedan levantados. Elena Blesa Cábez
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RECETA “BLACK BOX” (Completos caseros chilenos /perritos calientes o hot dog) 40 personas Para la apertura del proceso, quisimos preparar esta comida debido a que en Iquique, una ciudad al norte de Chile, estaban ocurriendo graves hechos de violencia xenófoba contra les migrantes que viven en las calles, una de las más fuertes fue la quema de todas sus pertenencias. Esta comida de calle llamada completo, es muy popular en dicho territorio debido a la variedad de salsas con que los preparan. Ingredientes: Para los completos 10 aguacates (conocidos en Chile como paltas) 3 kg de tomate 40 salchichas tipo frankfurt 40 panes de perrito caliente de panadería 1 bote de chucrut (opcional) 1 bote de picadillo de encurtidos (opcional) 1 bote de mostaza 1 bote de ketchup Aceite de oliva Sal Para las salsas: 3 huevos 1 lt. de aceite vegetal 1 diente de ajo 1 bote de aceitunas kalamata (en Chile, aceitunas de Azapa) 1 cebolla entera 1 atado de cilantro 4 limones Aceite de oliva Sal Preparación de los completos: Picar el tomate en cubos, aliñarlos con sal y aceite de oliva, dejarlos en una fuente para servir. Triturar el aguacate y dejarle al menos un hueso dentro para que no 97
se ponga negra, agregar sal y dejar también en una fuente para servir. Opcional agregarle unas gotas de jugo de limón que también evita que se ennegrezcan. Poner el Chucrut en una fuente también, lo mismo el picadillo de encurtidos. Hervir las vienesas durante 5 minutos en una olla con agua hirviendo. Al mismo tiempo, poner el pan a calentar en el horno durante 3 minutos a 200º. No dejar más tiempo para que no se pongan demasiado crujientes. Preparación de las salsas: -Mayonesa normal En un vaso de batidora (minipimer en Chile), echar el huevo completo, sal a gusto y poner la batidora. Con la batidora adentro agregar 300 ml de aceite vegetal. Activar la batidora sin moverla de su sitio hasta ver que la mayo cuaje. Una vez lista subir y bajar hasta que queda con la textura adecuada. Luego agregar el juego de medio limón grande, o de un limón pequeño completo. Volver a batir. Una vez lista trasladar a un recipiente para servir -Mayonesa aceituna Repetir la preparación de la mayonesa normal, pero una vez lista se le agrega al final 15 o 20 aceitunas kalamata a gusto. -Mayonesa con ajo Repetir la preparación de la mayonesa normal, pero una vez lista se le agrega al final un diente de ajo (o más según intensidad que se desee) -Salsa verde Picar la cebolla en cubitos muy finos, luego picar la mata de cilantro igual de fino, mezclar, agregar el jugo de un limón, aceite de oliva y sal. Las cantidades de cebolla y cilantro deben ser proporcionales para que quede una salsa uniforme. Modo de servir: Una vez listas las preparaciones, poner todo en una mesa. Pueden ser servidos por quien ofrezca la comida o para que cada comensal se sirva el suyo optando por qué ingredientes agregar y cuáles no. -Completo clásico Se abre una ranura en el pan no muy profunda para que no se abra del todo, se agrega la salchicha, el tomate y la salsa verde. Se pueden sumar las salsas que el comensal prefiera, lo mismo la mostaza y el ketchup
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-Completo italiano Se abre una ranura en el pan no muy profunda para que no se abra del todo, se agrega la salchicha, el tomate y el aguacate. Se pueden sumar las salsas que el comensal prefiera, lo mismo la mostaza y el ketchup. -Completo dinámico Se abre una ranura en el pan no muy profunda para que no se abra del todo, se agrega la vienesa, el tomate, el chucrut, el picadillo y el aguacate. Se pueden sumar las salsas que el comensal prefiera, lo mismo la mostaza y el ketchup. Como chilena, el recuerdo de niña más presente que tengo con esta comida, era el premio que me daba mi madre cuando me portaba bien en la consulta del doctor. Este consistía en llevarme a un salón de té tradicional a servirnos el completo con una taza de té. Mi favorito siempre fue el dinámico, también lo disfrutaba mucho en las celebraciones de cumpleaños de mis amigues. Luego, en la juventud, era infaltable para salir de fiesta, comerse uno antes o después de ella en algún carrito de la calle. Jo Muñoz
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RECETAS “NO ES FRONTERA NI EL ACENTO NI LA PIEL” (Salsa de maní, arepas con queso y parrilla) Para la apertura del proceso, decidimos realizar varias recetas propias de nuestros territorios, una forma simbólica de compartir saberes y recuerdos culinarios para ponerlos en común. Es por ello que cada une de nosotres preparó un plato, con la colaboración de quienes asistieron. Cada plato podía a su vez combinarse y complementarse con el resto según las preferencias de les comensales. Salsa de maní Ingredientes: 1 taza de maní tostado Ají rojo o amarillo en polvo (a gusto) Agua Sal Preparación: Se coloca el maní en un recipiente, se lo cubre con agua y se deja remojar como mínimo 15 minutos para que se ablande. Posteriormente se pone sal a gusto y ají, se tritura hasta formar una pasta homogénea, se va aumentando agua en la medida que se requiera hasta llegar a la textura deseada. Ésta salsa es típica de las papas a la Huancaína en Bolivia (en Perú existe el mismo plato pero es diferente). Consiste en poner papas hervidas sobre una cama de lechuga, que están cubiertas por abundante salsa de maní, acompañadas de trozos de queso fresco, huevo duro, tomate y aceitunas negras. Este plato me recuerda mucho a mis abuelas, a mi familia, pues lo consumíamos con frecuencia, es sencillo y una opción vegetariana deliciosa para quienes no consumen carne. Glenda Zapata Arepas con queso Receta para 70 arepas. Las arepas son una masa redonda de maíz, rellena o no, asada, freída u horneada. Muchos mundos y temporalidades en una comida. Su origen es prehispánico, el maíz como alimento base de los pueblos ancestrales en Abya Yala, más tarde, con la llegada de los españoles y con ellos las vacas, se le sumó el queso. Conocida con el nombre de “arepa” fundamentalmente en Venezuela y Colombia, países con una 101
larga relación migratoria intensificada en los últimos años. Ingredientes: 3 ½ kilos de harina de maíz 1 kilo aprox. de queso rallado (Mozzarella o queso latino) Sal al gusto 1000 gr. mantequilla de vaca Agua tibia Preparación: En un bowl grande o en una superficie de madera, agregamos agua tibia a la harina lentamente hasta mojar toda la harina sin que quede ni muy húmeda, ni muy seca. Previamente en el agua se ha derretido la mantequilla. Se agrega poco a poco la sal y se va probando la masa. Amasamos por lo menos durante 1 hora, luego guardamos la masa en la nevera y al día siguiente volvemos a amasar durante 40 minutos más hasta que la masa esté homogénea. La señal para saber que la masa está lista es que no se quede pegada en las manos. Luego, entre varias personas hacemos bolas de manera que, aplanadas, den el tamaño y grosor final de la arepa. Otras personas aplanan la masa en forma de bola hasta que tenga unos 12 cms de diámetro, en el centro se pone el queso rallado y cerramos de manera que no se salga mientra se están asando, moldeando al mismo tiempo, en la forma redondeada y aplanada de la arepa. Las asamos a temperatura media con un poco de mantequilla hasta que tomen color. Esta receta es una de las tantas maneras como mis padres han preparado arepas desde que tengo memoria. Mientras se asan, su olor me recuerda a mi casa. Carolina Chacón Bernal Parrillada La parrilla que hicimos para la residencia Otro(s)ures tuvo otra materialidad, pero con la misma belleza del procedimiento. Fue construida buscando los materiales en distintos lugares de Madrid. Es una versión más móvil, aquí en Argentina se ve mucho en puestos ambulantes (en las rutas, a la salida de los conciertos, de los partidos de fútbol). Fue realizada con un “tanque de 200 litros” entre muchos, en el taller de TXP, a la vez que algunes aprendían el oficio de soldar. El tanque y el entusiasmo nos rindió para hacer dos. Con maderitas que recogimos de un contenedor, bolsita de carbón y un montón de humo, prendimos nuestras dos 102
parrillas. Sobre ellas hicimos nuestro “Apthapi psicodélico” en el que convivieron arepas, verduras asadas y choripanes mariposa, en un gran ritual lleno de salsas y palabras compartidas. Ingredientes: Carne de ternera, cerdo, pollo, chorizos u otros productos para la parrilla según lo que se quiera comer y cantidad de comensales. Verduras cortadas de manera tal que no se caigan por las ranuras de la parrilla. Pinceladas con aceite, ají molido, pimentón dulce y limón. Sal gruesa Chimichurri Preparación: Hacer bolitas de papel, juntar ramitas finas y medianas, de haber tronquitos, ideal. Distribuirlas de forma tal que envuelvan al papel (como un tipi), primero las más finitas y luego las medianas. Prender el fuego con más de un fósforo por distintos lados del mini tipi hasta escuchar el crujir chispeante de la madera. Hasta que “prenda” y ahí recién poner unos mini tronquitos y unos pocos carbones para que se vaya haciendo la brasa. Si por algún motivo el fuego baja, siempre sobra un pedacito de periódico para hacer de abanico. Luego queda ir sumando carbón y/o leña en cantidad hasta poder hacer de ella una brasa pisito desparramada homogéneamente sobre el que se calentará lo que queramos compartir como alimento. Se recomienda mantener siempre un pedacito de fuego en un rincón de la parrilla para ir obteniendo más brasa. La distancia entre la brasa y la parrilla debe estar siempre a una altura de la brasa en la que se sienta el calor, se mide con las manos (como cuando las ponemos en la estufa para calentárnoslas). Es preferibe cocinar lentamente. Todo el alimento se sala antes de ponerlo sobre el fuego. Una vez desparramada la brasa colocar sobre ella la carne y verduras. Considerar que hay cosas que se cocinan más rápido que otras. Una opción es poner primero lo que se cocina más lento o la otra es ir comiendo en tandas. Todo debe ponerse de un lado y del otro. Una vez sacado el alimento listo de la parrilla se puede untar con chimichurri, aderezo típico argentino muy fácil de hacer: hojas de perejil fresco (picado), orégano, un par de dientes de ajo machacados, cucharadas de vinagre blanco, cucharadas de aceite, una cucharadita de ají o chile molido, sal y pimienta al gusto, todo eso en un frasquito. 103
La parrilla que hay en casa la hicimos con adoquines flojos de la calle de mi ciudad, La Plata. Salíamos en auto a buscarlos. Era toda una aventura salir de noche en auto en busca de esos pedacitos de piedra que guardábamos en el baúl. Hoy ya casi no quedan calles de adoquines. Son poco adherentes, dicen y la gente se queja de que les arruina el auto. A no todo el mundo le gusta sacudirse, a mí me gustaba. Una vez que hubo los suficiente como para trazar una H (en profundidad) con ellos, abandonamos nuestras salidas nocturnas, pero empezó una nueva etapa, la de ver cómo con ellos se armaba, en medio del jardín, el lugar para la parrilla donde aprendería a asar. Mi viejo era un fanático del asado, le gustaba hacerlo los fines de semana, como un momento para detener el ritmo laboral, para encontrarse con amigues, con la familia, en un discurrir lento del tiempo, casi siempre acompañado también de vino tinto. Fue él quien me enseñó de pequeñite a mantener el fuego prendido, por cierto, es uno de los recuerdos más hermosos que guardo de él, el de hacer bolitas con el diario de la ciudad (que ya no leo), el juntar ramitas para ponerlas de forma tal que envuelvan al papel (como un tipi), primero las más finitas luego las medianas. Guillermina Mongan
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