113 Ricardo Izquierdo Benito (Universidad de Castilla-La Mancha)
ESPACIOS URBANOS EN EL OCCIDENTE MEDITERRÁNEO (S. VI - VIII) / 113 - 120
LA PRESENCIA MUSULMANA EN VEGA BAJA
Entre los años 2005 y 2006, un conjunto de empresas de arqueología realizaron excavaciones en las distintas parcelas en las que estaba previsto edificar en el gran espacio de Vega Baja. Puede decirse que en todos los lugares aparecieron restos arqueológicos pero desgraciadamente no han sido objeto del correspondiente análisis sistemático y de una difusión a través de publicaciones, por lo que desconocemos el auténtico significado de los mismos. Una de esas empresas, encabezada por Juan Manuel Rojas Rodríguez-Malo, tuvo a su cargo la intervención en las parcelas que dependían de la Empresa Municipal de la Vivienda, promotora del proyecto inmobiliario. Fue muy extensa la superficie que se excavó –aunque no en toda ella se profundizó de la misma manera- por lo que fueron muy abundantes los restos arquitectónicos que quedaron exhumados. El estudio y la interpretación de los mismos han sido recogidos en una publicación en la que se presenta una hipótesis del proceso histórico que se desarrolló en la ocupación de este territorio, que se habría desarrollado entre la etapa romana y la islámica (emiral) sin solución de continuidad1. Para los autores del trabajo, el suburbium de la Toletum romana habría sido un espacio densamente urbanizado, que reaprovechó la monarquía visigoda para establecer en el mismo un complejo palatino junto al que se levantaría la basílica pretoriense de los Santos Pedro y Pablo, cuyos supuestos restos habrían sido localizados hace unos años por ellos mismos. El entramado urbano tardorromano sería adaptado por la población que sobre él se estableció en época visigoda y con el paso del tiempo, a la par que crecía en extensión, sería modificado con la construcción de nuevos edificios al mismo tiempo que también se modificaba la trama urbana adaptándola a la orientación de los edificios del complejo palatino que se habría levantado a comienzos del siglo VII. Las excavaciones han demostrado que esta zona estuvo ocupada por los musulmanes, aunque no llegaron a generar un modelo urbanístico distinto al que se encontraron. Posiblemente no tuvieron mucho tiempo para ello,
1. ROJAS RODRÍGUEZ-MALO, J. M.- GÓMEZ LAGUNA, A, J., 2009: “Intervención arqueológica en la Vega Baja de Toledo. Características del centro político y religioso del reino visigodo”, en: Anejos de AEspA LI, pp. 45-89
pues su presencia parece que no iría más allá del siglo IX. Según estos investigadores, “en el conjunto de las zonas excavadas se percibe una clara continuidad en el hábitat del siglo VII, en el que se llevan a cabo notables reformas de los edificios (clausura de puertas originales con apertura de otras nuevas, erección de muros y tabiques que dividen y subdividen estancias, etc.). En definitiva, se reutilizaron una parte de los edificios ya existentes, a la vez que se comenzó un proceso de expolio de los materiales constructivos de otras edificaciones de las fases anteriores, que ya habían sido abandonadas”2. Sin embargo, a pesar de lo interesante de estas conclusiones, consideramos que, dada la envergadura del yacimiento, no se pueden considerar como definitivas, en especial en lo referente a la presencia islámica en el lugar, tema que es el que ahora nos interesa. Podrán servir como hipótesis de partida de cara a los trabajos que desde el año 2007 se están realizando, una vez que se paralizó el proyecto inmobiliario y se decidió continuar las excavaciones de una manera sistemática bajo la gestión de la Empresa Toletum Visigodo que se constituyó al respecto3. Podemos anticipar que, en las zonas en las que se está interviniendo, hasta el momento la presencia musulmana queda circunscrita a algunos hallazgos descontextualizados, la mayoría de los cuales han aparecido en unos hoyos que muy posiblemente se excavaron para servir de basureros. En los edificios que se están exhumando no se pueden señalar modificaciones que fuesen el reflejo de la adaptación de los mismos a los nuevos ocupantes musulmanes. En general, podemos considerar que estos trabajos, y los anteriores realizados por otras empresas, no han avanzado lo suficiente como para poder precisar el auténtico impacto material que la presencia musulmana tuvo sobre el espacio de Vega Baja. Hasta el presente no podemos, por consiguiente, señalar en qué consistió, sobre el terreno, el alcance de ese asentamiento y como pudo afectar al conjunto urbanizado. ¿Se modificó en todo
2. Ídem, p. 85. 3. Como avance de estos trabajos puede verse OLMO ENCISO, L., 2009: “Las Vega Baja en época visigoda: una investigación arqueológica en construcción”, en: La Vega Baja de Toledo, Toledo, pp. 69-88.