153 Rafael Jiménez-Camino (Fundación de Cultura “José Luis Cano”, ESPACIOS URBANOS EN EL OCCIDENTE MEDITERRÁNEO (S. VI - VIII) / 153 - 164 Ayuntamiento de Algeciras), Darío Bernal (Universidad de Cádiz) José Antonio Riquelme (Universidad de Granada), Mila Soriguer (Universidad de Cádiz) José Antonio Hernando (Universidad de Cádiz), Cristina Zabala (Universidad de Cádiz)
¿CONTINUIDAD O CAMBIO EN LA DIETA ENTRE LA POBLACIÓN BIZANTINA Y PALEOANDALUSÍ? APROXIMACIÓN A PARTIR DEL REGISTRO FAUNÍSTICO DE DOS INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS EN ALGECIRAS 1. INTRODUCCIÓN Este trabajo analiza desde un punto de vista arqueozoológico el contenido de dos depósitos excavados en la ciudad de Algeciras, uno de época bizantina y otro emiral, formados por escombros y basuras entre los que se hallaron cierta cantidad de restos de fauna terrestre y marina. La investigación se integra en el marco de actuación del Proyecto de Excelencia SAGENA (HUM-03015), de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía y se ha materializado gracias al convenio marco de colaboración que tienen suscrito el Ayuntamiento de Algeciras, a través de la Fundación Municipal de Cultura “José Luis Cano”, y la Universidad de Cádiz, a través del grupo de investigación HUM-440, en materia de investigación y divulgación de la actividad arqueológica de la ciudad. La primera de estas instituciones ha sufragado el estudio de la fauna terrestre, realizado por José Antonio Riquelme, mientras que la segunda se ha hecho cargo de la marina, en el que han participado: Mila Soriguer, José Antonio Hernando y Cristina Zabala. Este artículo constituye un segundo acercamiento al análisis arqueozoológico del yacimiento romano de Algeciras, iniciado con el “Proyecto de análisis arqueozoológico y palinológico de la factoría de salazones romana de Algeciras (c/ San Nicolás, 3-5)”, ejecutado por la Universidad de Cádiz mediante un contrato de transferencia de la investigación firmado con la Fundación Municipal de Cultura “José Luis Cano”. En aquel momento se analizaron 1767 restos óseos de fauna terrestre entre los que se halló un número mínimo de 158 individuos, 1787 restos de moluscos entre los que se contabilizó un número mínimo de 852 ejemplares y una pequeña muestra de peces. Por lo que se ha convertido en un trabajo de referencia que, además, ha deparado novedosas hipótesis y líneas de trabajo. Por señalar sólo los ejemplos más relevantes, el proyecto permitió constatar evidencias sobre la producción de conservas cárnicas en la factoría, documentar un vivero de ostras y su uso en la elaboración de conservas, la importancia en la explotación de pescados como la sardina o el boquerón y el uso de nuevos taxones en este tipo de contextos –caso del pargo, el mero, la ballena o el tiburón-, entre otras muchas cuestiones (BERNAL, ed., 2009, BERNAL, ed., e.p.; ROSELLÓ y MORALES, e.p.).
El yacimiento romano-bizantino de Algeciras se localiza en el extremo oeste de la bahía homónima, en el margen derecho de la desembocadura del río de la Miel, cuyo cauce está actualmente soterrado. Desde los años noventa se han realizado diferentes intervenciones arqueológicas en las que se ha descubierto parte del barrio industrial de una ciudad romana (BERNAL, ed., e.p.; JIMÉNEZ-CAMINO Y BERNAL, 2007). Los investigadores la identifican con la colonia Iulia Traducta citada por algunos autores clásicos. Está ciudad fue fundada en torno al cambio de era y estuvo ocupada, ininterrumpidamente, hasta la llegada de los contingentes árabo-beréberes a principios del siglo octavo. Éstos elegirán un nuevo emplazamiento (Jiménez-Camino y otros, 2010a), para la edificación de la ciudad de al Yazirat al-Hadra, separado del anterior por el cauce del río de la Miel. La nueva fundación llegará a ser capital de una kora y permanecerá en manos andalusíes hasta finales del siglo XIV –con un breve episodio de domino castellano entre 1344 y 1369–, momento en el que los nazaríes la destruyen y abandonan. El objetivo del trabajo ha sido el análisis del contenido de estos basureros que tienen similares características en cuanto a la génesis de los depósitos y al volumen de especies incluidas en los mismos, para tratar de rastrear si las variaciones demográficas, políticas y culturales producidas entre la Antigüedad Tardía y el comienzo del Período Islámico afectaron a la dieta de la población local. Somos conscientes de las limitaciones de la muestra debido, fundamentalmente, al discreto volumen de individuos y a la conservación del material óseo, por lo que este estudio pretende ser una primera aproximación al problema y un punto de partida para posteriores investigaciones. La escasez porcentual implica una representatividad relativa de algunas especies, que hay que tener en cuenta a la hora de valorar el registro, especialmente en el caso de la ictiofauna, donde llama la atención su casi nula visibilidad. Ello puede estar revelando un problema de orden metodológico. La ausencia de cribado del sedimento en ambas excavaciones ha podido condicionar la obtención de huesos en función del tamaño. De otro lado, la biomasa aportada por bivalvos y gasterópodos es muy reducida. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones el estudio inicia un listado de taxones consumidos por épocas y ha permitido formular algunas hipótesis de carácter general para contrastar en el futuro.