FARIÓN, escala 1:1

Una exposición de José Rosales en la pequeña galería

pequeña galería La idea dedel proyecto “pequeña galería” surge en la mente del pintor José Rosales hace algún tiempo y en gestionART-e la hemos desarrollado desde el año 2012.

En el origen de la idea está el propio concepto de galería: un espacio expositivo que permite la contemplación de la obra allí expuesta. Una galería o un museo de arte es un espacio para la exhibición y promoción del arte, especialmente del arte visual, principalmente pintura y escultura, aunque hoy día, dada la multiplicidad de propuestas creativas y artísticas, el espectro se ha ampliado mucho Muchas obras de arte, debido a sus grandes dimensiones, han de ser expuestas en lugares creados a tal fin o, en otras ocasiones, creado el espacio, se solicita a un artista que ejecute una obra para llenar ese vacío. Pero, ¿qué ocurre si la obra de arte es de pequeño tamaño?

No hay lugares creados con tal propósito ni se crean espacios pequeños que hayan de ser “llenados” huyendo del horror vacui. Simplemente se exponen en las galerías al uso, dando una sensación de pequeñez aún más grande a la obra y, en muchas ocasiones, disminuyendo -sin pretenderlo- incluso su valor económico y artístico.

La idea de crear pequeña galería parte de la posibilidad de ofrecer un espacio expositivo creado con el propósito de servir de galería de arte para obra de pequeño formato. No debemos privar al coleccionista, o al amante del arte, de poseer una pieza original, a un coste adecuado; simplemente se trata de exponerla en el lugar conveniente para que alcance la dimensión artística adecuada.

Otra intención de pequeña galería es mostrar los diferentes espacios y lugares que pueden ser transformados en salas de arte, por ello tiene, además, carácter itinerante y de adaptación a diferentes ambientes,: recepciones de hoteles, bibliotecas, fundaciones., restaurantes, calles, plazas o cualquier espacio que la dirección de la galería crea conveniente y adecuado, siempre teniendo en cuenta a los visitantes.

INVITACIÓN (ANTIPOEMA EN PROSA) EL ESPÍRITU TE INVITA, POR LA PRESENTE, a viajar hacia ti, a tu paisaje, preguntándote –con el mar de fondo– qué estaba antes de todo si todo estaba, en un tránsito de trance a través de los colores fríos de la no distancia, donde tú pones la calma de la quietud en movimiento para poder contemplar la vida que vive en el silencio, y la luz viene de dentro (contigo de dentro afuera, de fuera adentro), con el agua siempre en el fondo, que no está abajo sino está en todo, mientras te encuentras en las geometrías de los ángulos emergentes, en donde redondez y hueco son volcánicamente lo mismo, y cónicamente el blanco se eleva hasta el menos infinito, y tú eres la honda onda que te acompaña hasta tu dedo, que es de fuego, porque el dedo com-prendió que eres real porque lo es tu escala, que te escala, uno a uno, por los escalones que llevan a tu interior, donde anida el misterio (un gancho, un cáncamo abierto en el que cuelgas tus ganas de penetrar en él; un interrogante), y rodeas el misterio, ¡puedes casi abrazarlo!, pues al absoluto se va por el casi que está antes, y esa es la llave que tú portas para viajar, por el presente, con el espíritu.

VÍCTOR GARCÍA (nov. 17)

LA GEOMETRIZACIÓN DEL CAOS El concepto de caos habitualmente genera en nosotros una idea negativa, una visión de desorden en donde las cosas no funcionan bien, en un mundo en donde lo establecido y lo “correcto” es, precisamente, el orden. Pero desorden no es confusión. En la práctica, los sistemas caóticos se caracterizan por su adaptación al cambio y de esta forma encuentran su estabilidad.

La naturaleza crea sus formas de manera evolutiva, sin limitación de espacio, sin objetivo especifico; no hay intencionalidad, son formas, simplemente, caóticas: un proceso natural dominado por el azar. Tampoco la naturaleza tiene limitaciones de tiempo, ella misma es el tiempo. Sin embargo, en el caso de los humanos, estos dos factores -espacio y tiempo- son, evidentemente, impuestos. El caos subsiste, pero limitado.

La teoría del caos nos aleja de lo previsible, de lo correcto y tradicional, para buscar nuestras propias experiencias, para encontrar el orden, más que en el desorden, en lo desconocido e imprevisible; nos aleja de lo previsible, de lo correcto y tradicional para buscar nuestras propias experiencias.

Considerarnos parte de la teoría del caos, nos ayudaría a no permanecer inmóviles en nuestras creencias y juicios, a estar

alerta ante los imprevistos, porque saber reaccionar ante ellos siempre trae como consecuencia un crecimiento espiritual y material que nos hace conscientes de nuestras acciones.

La geometrización es una aproximación a los procesos de abstracción de una imagen y, por medio de ella, se genera una sinopsis visual. Para geometrizar una forma se necesita tener imágenes precedentes de la forma, imágenes realistas/naturalistas, a partir de las cuales se desarrollarán abstracciones.

Rosales presenta en FARIÓN, escala 1:1 una serie de obras fruto de su visión personal del paisaje de Lanzarote, en torno al cual surgen las formas geométricas. Al contemplar esta naturaleza, Rosales observa el valor pictórico propio. Más allá de unos primeros esbozos, los objetos presentan la esencia geométrica de un paisaje, una extrema complejidad que da lugar a mutaciones y transformaciones, nunca a representaciones.

Una línea, un plano, una curva... no tienen expresión material alguna, sólo son aproximaciones a las formas y objetos observados. La parte lineal y tridimensional de esos objetos medibles nunca es suficiente porque, además, aparecen ante sí la geometría formal, la funcional, la compositiva, la transcendente y sagrada, la medioambiental y la del entorno, la del material, la del proceso constructivo, la de la luz, la del tiempo, y muchas más.

Y es necesario racionalizarlas, buscar sus coherencias, jerarquizarlas y armonizarlas para que no entren en conflicto. Armonizar lo caótico y orgánico con lo ordenado y geométrico, tratando de entender que detrás de las imágenes existe una estructura geométrica, parcialmente visible, que las organiza, relacionando sus partes y dotándolas de unidad.

Tras pasar muchas horas intentando dar con la relación de estas formas geométricas, con lo natural, -y en ese natural se incluye esa dimensión, no homogénea, en la que tienen cabida la masa, la energía, el tiempo y la luz-, el resultado es una obra sorprendente por su compromiso de fidelidad a lo que se ofrece al espectador y se muestra entre abstracta y carente de forma lógica, fruto del caos natural de la creación artística.. Su paleta de colores no hace sino subrayar esta sensación, forzando al espectador a acercarse al paisaje propuesto o a vagar ante él, libre y espontáneo, alejado de la imaginación formal de la pintura.

Rosales no tiene intención de llevar a cabo una obra meramente descriptiva del aspecto exterior del paisaje, sino que pone el acento en aquello factores que resaltan la temporalidad, a la vez que quiere ahondar de manera indeterminada en la idea de la no gratuidad de las formaciones naturales, indicando de paso la riqueza simbólica de la geometría sustentadora de esas formaciones. Para ello, nos invita a visitar la muestra en diferentes espacios proponiendo un recorrido que va del exterior al interior, del todo al vacío.

Observo que todos los paisajes que me agradan de una manera persistente contienen en su diversidad una simple figura de líneas geométricas. Sin semejante sustrato matemático ninguna comarca llega a ser para la mirada un regalo artístico. Y acaso esta regla permita una aplicación simbólica al hombre.

Humano, demasiado humano.

Friedrich Nietzsche

GUÍA DE VISITA Sala de los arrecifes y exteriores: GEOMETRIZACIONES. Territorios conscientes. Construcciones. Arquitectura de la pieza, Fariones, Luna de la Geria, Isla de la sal, Islote.

Sala del fuego: CARBONIZACIONES. Paisajes post-conscientes. Dibujos. Originales, bocetados, recreados, post-históricos (contemporáneos), exteriores. No color.

Sala de las luces: FULGURACIONES. Paisajes pre-conscientes. Pinturas. Primitivos, pre-históricos, regresivos, resonantes, irreales, interiores y esotéricos. Paisajes presentados, no representados. Colores encapsulados. Luz propia.

Espacios líquidos: LICUACIONES. Espacios inconscientes. Aguadas. Espacio: extensión que contiene toda la materia existente, lugar de esa extensión.

EMPUÑAR EL PAISAJE Los Magos sostienen que en la mayoría de las gentes que observan un paisaje se forma una cápsula. Esa cápsula no es tan pequeña como se cree y constituye el médium entre el paisaje y el contemplador. Si el contemplador pudiese arrancar esa cápsula y llevársela consigo volveríase inconmensurablemente dichoso, conquistaría el paraíso en la tierra.

Pero para ello es preciso una delicadeza extrema, una fuerza prodigiosa y saber lo que se hace. Es como arrancar de un golpe un árbol con todas sus raíces. Los espíritus malignos que utilizan por doquier medios nemotécnicos, representaciones gráficas, comparaciones, análisis y brutalidades sobre la materia observada, no solamente ignoran a qué me estoy refiriendo, sino que no pueden darse cuenta de la sencillez maravillosa y casi infantil de esa operación que nos conduce con simplicidad al umbral del éxtasis.

HENRI MICHAUX (1899-1984)

MAQUETAS ORIGINALES DEL PROYECTO

José Rosales José Rosales Santana, natural en Telde, tiene su primera relación con la pintura a la edad de siete años ante el fresco del baptisterio de la Iglesia de San Juan de Telde, obra del pintor Jesús Arencibia. Pertenece a la generación de pintores y video creadores que abrieron nuevos caminos en el arte en Canarias en la última mitad del siglo pasado, siendo uno de los primeros autores que participa en la video creación en Canarias con el grupo 3TT. Artista multidisciplinar que reivindica la pintura en sus múltiples facetas, reside actualmente en Lanzarote.

Con una amplia trayectoria artística, entre sus exposiciones destacan “Hilario” (2012-13), “Sombras nada más” (2010), “Iluminaciones” (2009), “En el pequeño jardín de Rosales” (2008), “San Borondón” (2007) o “El baile de las cuatro puertas” (2002),

Tomás Pérez-Esaú Librero, gestor cultural, profesor de creación literaria y comisario y promotor de varias exposiciones recientes, posee amplio conocimiento y mucha experiencia en las diferentes áreas de la cultura, especialmente en el desarrollo de proyectos.

Con una amplia formación e redes sociales y usuario incansable e incodicional de las nuevas tecnologías, tiene una curiosidad incansable por el mundo científico, la política, la sociedad, la naturaleza y las artes.. Siente pasión por la música, el teatro, las artes plásticas, el cine y la literatura. Siempre dispuesto a aprender y generoso con los conocimientos.