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LA FUENTE
Como véis, os presento esta foto de la fuente de la plaza de LOSCOS, la primera que se construyó cuando se trajo el agua del manantial de la Artota.
Según datos de los mayores del pueblo, se hizo la zanja en un día, a concejo, mediante reparto proporcional de la distancia por cada vecino. La fuente se hizo siendo Alcalde el tío Roque García Bailo, sobre los años 1921-1922. El Albañil que la construyó fue Austín, "el Sordo", de Nogueras. Como véis, está construída con dos pilas ovaladas, cuatro pilares cónicos, una "colbertera", para proteger de la lluvia, dos frontales de mármol blanco y dos caños de metal en forma de cabeza de pato. De tanto colgar en ellos las asas de los pozales, se agujerearon por encima.
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Los chicos súbíamos a beber agua tapando con la mano el caño y salía por arriba, porque los pequeños, si no subíamos, no podíamos beber. Pero allí estaba siempre el tío Juan, "el Molinero", que cuando nos veía subir a la fuente acudía con la gayata y nos pegaba con ella, si nos descuidábamos. Por el genio que gastaba debía pensar que la fuente era suya. Alguna vez teníamos que beber de la pila.
En aquellos tiempos, las mozas iban a por agua al anochecer para ver a los mozos cuando iban a abrevar las caballerías, así se veían unos y otros y ... un vistazo valía mucho en aquellos tiempos. Los que no teníamos caballerías, también íbamos y. siempre se escapaba algo. Cuando más nos veíamos era en tiempo de azafranes, porque coincidíamos en los caminos, al ir a coger, y esbrinando en las mesas que se sacaban a la calle.
Como véis en la foto de la fuente, hay tres personas y una de ellas es mi hermana Carmen, que en paz descanse, y la otra no se sabe quién es. También se ve un niño, que tampoco se sabe quién es. Al fondo, las escuelas viejas, al lado de la casa del tío Juan y Cesáreo y, la siguiente, la del tío Juan "el Molinero. La fuente estaba rodeada de cuatro bancos para poner los cántaros.
Mi deseo sería que se construyera otra fuente más bonita, que se puede hacer, y quitar esa tan fea que tenemos
Manuel Garbó
Apuntes De La Fuente
Cuando se trajo el agua a la fuente de la Plaza, en 1920 según algunos, era Alcalde de LOSCOS D. Roque García Bailo. La zanja la hicieron a Concejo, o prestación personal, entre todos los del pueblo, colaborando por igual, ya que hasta a la maestra le echaron su parte correspondiente, haciéndosela Eusebio Navarro Palacián.
La tubería la compraron con los fondos del Horno de Pan Cocer pero, no habiendo suficiente con dichos fondos, echaron un pequeño reparto por vecino. Únicamente se negaron dos personas a satisfacer la cantidad estipulada, que fueron sancionadas por el Guarda, por orden del Alcalde, al sorprenderlos con sus respectivos rebaños de ovejas en fincas que no eran de su propiedad. Se les puso una sanción superior al doble de lo pagado por los demás vecinos.
Cartas Del Lector
Me imagino que como todos los que hemos pertenecido alguna vez a la Comisión de Fiestas de LOSCOS, me fijo continuamente, sin darme cuenta de ello, en cómo va la venta de la barra. No puedo olvidar que una parte del presupuesto de las fiestas está supeditada a la marcha de esas ventas.
Este año me pareció, desde el primer día, que algo no marchaba bien y luego lo he podido ratificar viendo las cuentas que ha publicado la Comisión de este año. Si os fijásteis un poco, la cosa no marchaba mal hasta el descanso de la sesión de noche. Pero después del bingo la gente desaparecía del frontón, no volvía a aparecer hasta unos veinte minutos después de comenzada la música y no se acercaban a consumir hasta pasado un buen rato.
La explicación la encontré pronto. Una vez acabado el bingo, la gente se iba a las Peñas y allí pasaba el rato del descanso consumiendo dos o tres cervezas gratis. Cierto que las veces que yo fui se cumplió el compromiso de los peñistas de cerrar el local durante el baile, pero entre que se cerraba, se salía y se volvía, llegábamos ya bien comenzada la segunda parte de la sesión y, evidentemente, nadie se acercaba a consumir porque la mayoría veníamos recién refrescados. Precisamente cuando se debía comenzar a tomar el tipo de bebida que más dinero deja en la barra, era cuando menos se consumía.
No sé si todos estarán de acuerdo conmigo, pero si queremos que las fiestas sigan la línea que han llevado hasta ahora y queremos que una parte de su financiación siga siendo la barra de la Comisión de Fiestas, será cuestión de pensar en tomar algunas medidas. Si todos estamos de acuerdo en que el trabajo de atención a la barra es el mayor de todos los que tiene que afrontar la Comisión y si éste no da los frutos que se esperan, podemos estar poniendo en cuestión su continuidad y, con ello, poniendo en peligro las Fiestas.
Creo que es el momento de que se pongan a hablar de ello la Comisión de Fiestas del 96, el Alcalde y las Peñas. Si se me permite, ya que he puesto sobre la mesa el problema, me gustaría proponer la solución más drástica, pero seguramente la mejor de todas: que las Peñas se comprometan a cerrar sus locales durante las sesiones de baile, incluídos los descansos. Creo que es la única solución, a no ser que queramos que lo que se calcula que se ha sacado en la barra en años anteriores repercuta en los bonos de las Fiestas. Estoy seguro de que no sería la solución.
Homenaje A Los Abuelos De Loscos
Ya es tradición homenajear a la tercera edad, abuelos y jubilados en general , durante las fiestas de Loscos.
Desde siempre se ha venido celebrando la fiesta de La Virgen, San Roque y La Abuela, los días 15, 16 y 17 de Agosto respectivamente, sin más; pero de unos años a esta parte, la Comisión de Fiestas los obsequia, a nuestros mayores, con un aperitivo y un regalito como recuerdo, siendo especial para los dos más ancianos, abuelo y abuela, a quienes además se les hace entrega de una hermosa placa con su nombre grabado y una inscripción :
"HOMENAJE AL DE MAYOR EDAD DE LOSCOS". Entrega que les hacen las Reinas de las Fiestas.
Como de costumbre, las calles del pueblo han sido engalanadas con banderolas y motivos multicolores que animan y alegran el ambiente. El Frontón lo ha sido profusamente, al ser punto de encuentro. Este año se presentaba aún más acogedor al estrenarse el edificio amplio y hermoso, recién construido sobre el solar del antiguo "HORNO DE PAN COCER".
La "Charanga" lanza incesante al viento su son festivo. Se respira por todas partes un aire especial, de fiesta de pueblo, de amistad.
El recinto del Frontón acoge en el día de LA ABUELA, después de la Santa Misa, al nutrido grupo de losquinos veteranos para convivir juntos un rato, recordar épocas pasadas, añorar acontecimientos y, sobre todo, personas queridas que ya se fueron.
Se pasa el rato entre bizcocho y sorbo de Coca-Cola, gozando del cariño y afecto de todos los que los contemplamos con sus rostros arrugados, pero llenos de satisfacción , curtidos por los años y el bregar de la vida, por el cierzo que sopla recio en estas latitudes y por el trabajo que ha forjado su carácter noble de aragoneses de casta, de losquinos de pro, y de los que nos sentimos orgullosos .
"Nuestros ancianos son -como dijo María Elías Bailo, la presentadora del acto- la historia de nuestro pueblo, la historia todavía viva en este siglo XX que lo llenan de principio a fin. Son un gozo y una felicidad. Pero nos faltan los niños. ¿Qué será del pueblo sin los niños? ¿Qué futuro le aguarda? "
Fue un entretenido y emotivo acto, amenizado por las jotas que no podían faltar, en las voces extraordinarias de Soledad Villanueva, Lucía Gimeno y Pedro Elías, amén de algún espontáneo, acompañados a la guitarra por Pedro Villanueva.
Este año de 1995, cerca d un centenar se dieron cita para el homenaje, que tuvo su máximo exponente en Dña. RAMONA ELÍAS HERRERO y D. AMBROSIO PLOU ANADÓN, ambos de 91 años, como más veteranos del lugar.
Dña. RAMONA ELÍAS HERRERO es la abuela más anciana del pueblo por segundo año. Nació el 6 de Marzo de 1904. Su dilatada vida de nonagenaria le ha dado para conocer y vivir de cerca la mayoría de los acontecimientos del presente siglo, que no han sido pocos. De pequeña, nos cuenta, fue a la Escuela muy poco, escasamente dos o tres cursos, y de manera intermitente, que le sirvió para mal aprender a leer. Era muy necesaria su ayuda en las labores domésticas y no se permitían lujos educativos. Corrían vientos poco propicios para la mujer en aquellos años de principios de siglo. No neces i taba cultivarse intelectualmente; con saber guisar, fregar, coser y algunas cosas más, era suficiente, y eso se aprendía en el hogar; y a fuer de sinceros que lo aprendió a las mil maravillas, pues Ramona tiene fama de buena cocinera y hace unos guisos para chuparse los dedos.
No obstante su escasa asistencia a la Escuela, se la conoce, ¡oh paradojas de la v ida!, como Ramo na la Estudianta, apodo que le viene de su padre Gregorio Elías Roche, 11 El Estudiante", que así le llamaban por haber permanecido durante algunos cursos en e l Seminario de Zaragoza a finales del siglo pasado, llevado allí de pequeño por su tío cura , Mosén Joaquín Roche (muerto en 1914).
Ramona se casó en 1925 con Francisco Monterde Navarro, de oficio carpintero. La joven pareja se trasladó pronto a Madrid, pues su marido había sacado las oposiciones al Parque de Bomberos, y en 1929 ya vivían en la Villa del Oso y del Madroño.
De su matrimonio nacieron cuatro hijos, todos varones.
Tras la guerra civil que la vivieron y sufrieron en la Capital de España , se vieron obligados a volver al pueblo en 1941, como consecuencia del Régimen. En ese momento empezó para ellos el duro camino del Calvario de varios años. Con esfuerzo y paciencia y tesón y confianza en Dios fueron rehaciendo sus vidas a base de trabajo en la Carpintería, intercalado con el campo.
En 1950 otra prueba vino a marcar la vida de esta mujer fuerte, con la muerte de su hijo Gregorio, que a la sazón contaba 19 años. Aunque era el segundo hijo que se le moría (en 1928 se le había muerto otro de nueve meses), fue muy duro el impacto que le produjo y lo lleva constantemente grabado en su corazón de madre.
Mujer de mucho temple y de gran energía, nunca le ha asustado el trabajo ni la lucha por la vida y, a sus 91 años, sigue teniendo gran vitalidad , dispuesta siempre a colaborar.
En 1986 perdió a su marido, Francisco, quien llevaba once años afectado de una tromboflebitis que le había postrado en una silla de ruedas.
Actualmente vive en Alcalá de Henares, pasando los meses de verano y parte del otoño en su querido pueblo de Loscos.
D. AMBROSIO PLOU ANADÓN nació también en 1904, el d ía 7 de Dic i embre, y es e l primer año que recibe homenaje especial, debido a la muerte de D. Simeón Lázaro.
A Ambrosio lo bautizaron en la Iglesia parroquial de San Andrés, poniéndole el nombre del Santo del día , San Ambrosio (340-397) obispo de Milán y Pad re de la Iglesia de Occidente. La palabra Ambrosio viene del griego ambrosía, de ámbrotos, que signi fi ca inmortal , divino y , en la mitología , manjar de los dioses griegos.
Recuerda el Sr. Ambrosio haber ido a la Escuela del pueblo sita en la calle del Moral, nº 1, junto a la Plaza, desde los 6 hasta los 13 años. All í aprendió las pri mera letras con D. Fernando, el maestro de entonces. En esas escuelas estudiaron nuestros mayores, ya que allí estuvieron instaladas las dos aulas (una de chicos y otra de chicas) hasta 1948, a ñ o e n que fueron trasladadas a la casa de "La Parra".
Terminada su escolaridad y recién cumplidos los 14 años , empezó a labrar la tierra con un par de burras , alternando ese trabajo con el cuidado del ganado, el cultivo de la v iñ a y de la huerta. Empuñando la esteva, surcaba la tierra , sembraba y tenía que hacer frente , con t a n corta edad, a los duros trabajos propios de la agricultura y a los rigore s del cl im a, c o n maquinaria muy rudimentaria y primitiva. Estamos en los albores de los años veinte y no se conocían aún los adelantos que tardarían varias décadas en ll egar.
Le podemos aplicar los siguientes ripios:
"En los campos de Loscos con pardas borriquillas, Ambrosio ara que te ara cuando el otoño empieza"
Se casó con la joven Elvira Fierros Ferrez el día 23 de Octubre de 1930. De ese matrimonio nacieron ocho retoños, siete hembras y un solo varón, Esteban, que murió en 1947, a los tres años de edad. Tiene siete hijas como siete rosas que alegran su vida y la de su esposa.
Pero el campo no daba para muchas alegrías y, aún haciendo de todo, de peón, entrecavando viñas o haciendo hoyas, injertando, atendiendo a la huerta, al azafrán, que de todo tocaba, no alcanzaba para tantas bocas y, poco a poco, cuando iban siendo mocicas, en la década de los 50 y 60, empezaron a desfilar las hijas de Ambrosio una tras otra rumbo a la Capital, Zaragoza, en busca de trabajo, quedándose el hogar vacío y triste. Encorvado cual tallo de trigo inclinado por el propio peso del fruto, camina ahora Ambrosio apoyado en su gayata. El paso de los años y el peso de las fatigas, del trabajo en el campo, de la zaquilada de patatas traída a hombros desde el Caño Vallano, han hecho ceder su estructura.
Sin salir del pueblo, ha pasado su dilatada vida trabajando en estos campos de Loscos de sol a sol y, ahora, en su vejez, los inviernos, largos, muy largos, los debe pasar fuera, con sus hijas, en Zaragoza o en Huesca. Eso sí, siempre en compañía de Elvira, su fiel esposa. Los veranos vuelve al pueblo, que le rejuvenecen, a gozar de su numerosa familia: hijas, yernos, nietos (ya tiene 12) y bisnietos, que también van llegando.
Para concluir esta sencilla reseña, no me resisto a transcribir la jota que el día del homenaje cantó Ambrosio, y que llenó de emoción a más de uno, recordándonos que en sus buenos tiempos se le daba bien lo del cante regional, por aquello de que el que tuvo, retuvo y guardó para la vejez. Ahí va:
"El sol nos daba la luz y los árboles la sombra, para hermosura las flores y para bonita mi novia"