El estudio de los manuscritos del mar Muerto, el mayor descubrimiento arqueológico del siglo XX, estuvo rodeado por un escándalo sin precedentes: la Iglesia católica se sirvió de todos los métodos a su alcance para mantenerlos ocultos. ¿Por qué? Descubiertos entre 1947 y 1956 cerca de Jerusalén, estos documentos estuvieron monopolizados y oscurecidos por científicos afines al Vaticano. Se trataba de unos textos capaces de arrojar luz sobre el crucial y convulso período histórico que envolvió la vida de Jesús y el nacimiento del cristianismo. ¿Esconden estos ochocientos rollos en hebreo y arameo historias capaces de hacer temblar los cimientos de la ortodoxia católica?