Articulo de Ismael Alemán

Page 1

No es solo una elección Cada día parece más instalada la idea de que para salir de la crisis existen únicamente dos caminos a seguir, opuestos en su concepto y aplicación y que parecen incompatibles. Esta visión bipolar, la austeridad versus la expansión, en mi opinión no es real, aunque muchos así nos lo quieran hacer creer. No es mi intención dar ninguna lección de economía, sino compartir una visión diferente de las cosas. Para ello, voy a partir de un concepto muy básico, ¿Qué significa economía?. La definición más aceptada es la que enuncia que economía es la gestión eficiente de los recursos escasos. Por tanto, podríamos decir que todos, las familias, las empresas y el Estado deberíamos estar haciendo economía ya que para todos hay recursos escasos. Analicemos los dos únicos caminos que se nos presentan con tanta insistencia. Por un lado, las políticas expansivas, en lenguaje común gastar e invertir más, principalmente desde el Estado. Si el Estado consume e invierte más, necesitaremos producir más y por tanto las empresas necesitarán más personas, se animarían las contrataciones y se incrementaría el consumo privado, con lo que invertirán mas y así sucesivamente, generando crecimiento, lo que permitiría incrementar los ingresos por impuestos que el Estado recauda con lo que se cierra el círculo, ¿Suena fácil verdad?. Mas, mas, mas... Si es así, ¿ Por qué la Unión Europea ha elegido el otro camino?. Esta es la pregunta clave. Desde luego no creo que sea porque a los dirigentes políticos les guste hacer sufrir a los ciudadanos desgastando su cuota electoral a la velocidad del sonido. No lo creo, ya que es precisamente mantener o incrementar esa cuota su primer objetivo. El ejemplo más claro de política expansiva es EE.UU. Una economía muy dinámica y flexible que asume los cambios con rapidez y está soportada por una sociedad con un enorme compromiso nacional, y por cierto, con una muy reducida protección social, un sistema del bienestar muy inferior al europeo. Otra gran diferencia es que la soberanía económica es una, y por tanto, las políticas fiscales (impuestos) y monetarias (fabrica del dólar) son decisiones nacionales. El camino elegido por ellos ha sido la expansión, déficit público, inflación, pero con un coste de la deuda muy controlado, así han podido financiar la elección de su modelo de política económica anticrisis; el crecimiento como meta para crear empleo pero sacrificando otros indicadores económicos. Mientras se pueda financiarlo barato o se pueda poner en marcha la máquina de hacer billetes se puede continuar por esa vía. Así es, estas políticas necesitan ser financiadas, sí, los gastos e inversiones públicas hay que pagarlas. En nuestro país hemos tenido periodos de expansión del gasto público y de la inversión pública y privada. Nos los podíamos permitir ya que la economía crecía y además era posible obtener crédito y sobre todo barato. Vivíamos en un escenario ideal. Pero ahora no es el momento de flagelarnos porque fuimos unos manirrotos y vivimos por encima de nuestras posibilidades. Ya hemos escuchado bastante sobre esto, hoy toca reflexionar sobre si esas inversiones fueron asignadas de manera correcta o no. El Estado no está para ahorrar, si el país funciona y los ingresos públicos crecen, el Estado debe devolver todo ese dinero al sistema vía gasto o inversión, pero debería hacerlo de manera eficaz. El Estado debe invertir en mejorar las capacidades del país dotándolo de las infraestructuras necesarias para hacerlo más competitivo. Y no me refiero a esa antología de disparate constructivo que podemos recordar con vergüenza por injustificable en los años de crecimiento en los que perdimos la cordura y con ello la oportunidad de hacer las cosas bien. Hoy no tenemos ese dinero, ni podemos poner la máquina de hacer dinero a funcionar ya que no es nuestra y nuestra capacidad de influencia en estas decisiones de política monetaria es pequeña. Las políticas de austeridad se basan en gastar menos. No entiendo por qué las llaman así todos los gestores públicos ya que por definición deberían ser austeros en la gestión del dinero de todos, independientemente del momento económico, aunque esta es otra cuestión. Todos sabemos en qué consisten. Cualquier familia o empresa sabe hoy en día como hacerlo. El

Page 1 of 2


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Articulo de Ismael Alemán by Toyota Canarias - Issuu