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ENTREVISTA

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EDITORIAL

EDITORIAL

SILVIA TRIGUEROS “Siempre he tenido las cosas súper claras.”

Texto y fotografía: Quim Farrero

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Silvia Trigueros (Baracaldo,1976) es, como ella se define, una persona cuadriculada. Ingeniera técnica industrial, Silvia es una persona analítica con las ideas claras: las cosas son como son y son porque son. Del mismo modo que puede decidir que ahora no toca hablar, se suelta tranquilamente cuando cree que es el momento. Incisiva, cortante, tal vez en algunos momentos puede dar una impresión distante que, de largo, no le corresponde: simplemente hay que entender que todo tiene su momento. Una condición física fuera de serie la ha llevado a lo más alto del mundo de la ultradistancia en montaña, pero ya como individuo con la personalidad formada, la vida organizada y las ideas claras sobre qué lugar en le corresponde a cada cosa. Tonterías las justas.

¿Cuáles son tus orígenes deportivos? Yo soy montañera. Siempre me ha gustado las travesías largas, en Pirineos, Alpes… Luego se amplió la familia con la llegada de mis hijos y compaginar montaña, vida laboral y familia se complica, y para poder mantenerme en forma empecé a correr, y un día -sería al año 2013 creo- mi cuñado me propuso ir a una carrera por montaña y, como casi todo lo que yo corría era cuesta arriba, pues fui, aunque no resultó ser montaña si no una pista hacia arriba, pero me gustó. Y así empecé a ir a otras carreras. Me enganché a las pruebas cortas, medias maratones como mucho. Empecé a tomármelo en serio y mi marido me dijo que me planteara buscar algún modo de entrenamiento de verdad, hacer una prueba de esfuerzo, buscar un entrenador. Y así lo hice. Estuve un año haciendo sólo carreras cortas, a menudo acompañando a algún amigo, hasta que las carreras se fueron alargando y me fui a Hiru Haundiak, un recorrido que ya había hecho en mi época más montañera andando. Tres semanas después hice “la corta” de Ehunmilak y la gané. Al año siguiente conseguí un dorsal para ir a UTMB. Y tras eso y la posterior evolución ¿Los patrocinadores vienen o los buscas? Un amigo que estaba en temas de alimentación deportiva me pasó un listado de contactos y me fui a la caza: empecé a mandar correos. Recibí muchas negativas, a veces porque “no encajaba”, hasta que apareció Land. Yo, ya con una cierta edad, tenía las cosas muy claras: para mí lo fundamental es que yo seguiría corriendo las carreras que yo quisiera. Ma ayudaron con equipación y acceso a algunas carreras.

Cuando un patrocinador te dice “no encajas” ¿Qué crees que busca? Siempre he tenido las cosas súper claras: lo que quería, y a qué no estaba dispuesta. Yo ya tengo mi trabajo y empecé ya con una edad, teniendo claro que de esto no iba a vivir, mi finalidad es disfrutar mientras vaya mejorando, y si viene algo bien, pero sin conflictos internos, lo que haga que sea a gusto, un consejo que me han dado a menudo y que siempre he seguido. No me sentiría cómoda, por ejemplo, con la obligación de ir subiendo a redes cada día o de forma continuada fotos de mis entrenos o hablando maravillas de las cosas que como y haciendo de comercial cuando lo mío es correr. Mi idea es que el patrocinador se aproveche de mi imagen, de los resultados que yo obtenga y ya, pero el resto debería ser su trabajo. Además, todo este juego me parece muy artificial, muy forzado. Si te sale, pues bien, pero si no te sale de dentro, se nota mucho, y al final queda vacío. Igual es un producto muy bueno, pero si lo repites tanto, al final se pierde el mensaje. Ahí yo no me sentiría cómoda. Estoy con un patrocinador que no me pide nada nunca, y entonces soy yo que me siento obligada a poner algo. A veces me mandan cosas y pienso “-tendría que poner algo…” Luego hay gente que, por privado, me pregunta cosas y yo les respondo, entendiendo que lo que a mi me va bien no tiene porqué irle bien a otro.

¿Interactúas mucho con tus seguidores? Normalmente si. Suelo cortar con los que te hacen perder el tiempo. Pero en general si, aunque hay que dejar claro que yo no soy entrenadora y por lo tanto no entro en ese campo. Eso es jugar con la salud de los demás, ni es mi ámbito ni he estudiado para eso. Ni siquiera publico mis entrenamientos, no

creo que le tenga que interesar a nadie lo que hago o dejo de hacer.

¿Hay una burbuja de imagen alrededor de todo esto? Hay que encontrar un equilibrio. Las marcas buscan buenos resultados porque eso da buena imagen de marca pero también buscan otro perfil de corredor capaz de comunicar y difundir. En mi caso, si yo tuviera una marca, yo primaría los resultados, pero entiendo que la otra opción no deja de ser publicidad que en muchos casos a la marca le sale gratis o casi, porque a veces, por cuatro cosas, tienen a alguien dando la chapa todo el día.

Natalie Mauclair dijo un día que las marcas no buscan mujeres deportistas, buscan chicas monas… Creo que es cierto. No sólo eso, si no que muchas marcas buscan gente joven con un gran palmarés, cuando para tener el palmarés que pretenden tienen que haber pasado unos años, digo yo. Y si es chica que, además, sea guapa y, como digo yo, que enseñe carne. Yo a veces hago broma con mis amigos sobre eso. Yo no quiero supeditar lo que hago a las redes, lo que hago

es porque me apetece, porque lo haría de todos modos. Por ejemplo, siempre después de una carrera, me gusta escribir una crónica, habitualmente en mi Facebook. Allí cuento mis sensaciones, etc, y una de las razones por las que lo hago es que tengo muy mala memoria, y así dejo un registro al que después puedo recurrir, y si repito una carrera, siempre voy a leer lo que escribí la edición anterior. Como hago muchas carreras al año al final todas se me mezclan.

¿Te ha afectado ser mujer en tu carrera deportiva? La verdad, no. Siempre me he movido en ambientes tradicionalmente más masculinos, tanto en el deporte como en el trabajo, por ejemplo. Y me siento cómoda. Yo en ningún momento me he sentido discriminada en este mundillo, al revés, a algunos les molesta que les adelante una mujer, pero eso no me discrimina a mí. Es su problema.

“No quiero supeditar lo que hago a las redes”

En las categorías femeninas de trail, las carreras suelen ser más intensas… Es algo que me dice a menudo mi marido, que suelen ser más inte-

resantes, sobre todo en distancias más cortas, de hasta cien kilómetros. En muchas carreras hay un buen número de mujeres que son ganadoras potenciales, y eso es lo que engancha, que haya rivalidad. Cuando sale uno que se va y gana de calle, la verdad es que no resulta muy interesante.

¿Una distancia de preferencia? Yo en ciento sesenta me siento cómoda. Suelo mantener un ritmo regular, pero me cuesta calentar, mi momento de sentirme a gusto tarda en llegar. Mi primera “ciento sesenta” fue UTMB, que yo no sabía ni que existía, y un amigo que había intentado inscribirse me convenció. Conseguí los puntos y salí en el sorteo. Y fue una gran experiencia. Iba con la idea de bajar de treinta horas y lo conseguí. Me había leído el reglamento a fondo, todo menos la parte de premios y podios (no contaba con ello) y el día anterior a la carrera una amiga me hizo saber que subía al podio hasta la quinta clasificada, y en un momento dado, en carrera, me dijeron que iba quinta, y claro, tuve que mantener el tipo hasta el final ¡Qué estrés! Tenía claro lo de las

“...sobre todo en las distancias cortas, de hasta cien kms...”

treinta horas porque no podía ni pensar en una segunda noche.

¿Eres de abandono fácil? No. Creo que, ya que estás allí, vale la pena acabar. Me pasó en la Ronda dels Cims, iba justa y se me fueron las horas allí. A partir de un cierto momento me lo tomo como más entrenamiento ¿Qué vas a hacer si no? Pues aprender de esas situaciones. En ese caso hice, además, un buen amigo. A mi en carrera me cuesta empezar a hablar, pero una vez empiezo no paro. A veces la gente se sorprende, pero no puedes pretender que en el kilómetro diez ya te pongas a charlar. En el último Tor des Géants, una chica se me puso a hablar en la primera subida y yo no le hice caso: estamos en la primera subida, aún me cuesta respirar, vamos a ritmo… Yo no me puedo poner a hablar. Después la busqué en meta y fui a charlar con ella. En ciertos momentos pierdes muchas fuerzas hablando. Ya en las segundas partes de las carreras, para mí, la cosa cambia, ahí si hablo. Volviendo al tema abandono, no suelo dejarlo si no es por lesión, que en mi caso son básicamente por trompazos y caídas. Soy

propensa a caerme, incluso paseando: este verano estaba de vacaciones paseando con mis hijos y, de repente, me vi en el suelo. Mi hijo me decía “- ¿Qué haces mamá?” y aún no se porqué me caí. A veces identifico puntos concretos de donde entreno con caídas y pienso “- Suerte que no me ha visto nadie”

Una pena que haya desaparecido la Ronda dels Cims ¿No? La verdad es que sí. Es una pena porque es una carrera que siempre he disfrutado mucho, aunque la haya sufrido en algunos momentos. Una carrera para repetir.

Tor des Géants Una carrera que me ha enganchado. He hecho ya cuatro. Es una aventura, tu vas a una cosa y luego ahí, pasa de todo. A pesar de que en mi primer UTMB no quería plantearme esa segunda noche, en el Tor todo cambia. Lo llevo bien porque yo soy de dormir poco, aunque el primer año mi cerebro decidió que quería dormir y me paraba en todas partes, pero luego he ido aprendiendo y cada vez voy mejor. Tal vez suene raro, pero el último año se me hizo incluso corta.

¿Qué sientes al acabar un Tor des Géants? El tercer año, en el que cumplí mi objetivo de bajar de las noventa horas, sentí algo que nunca había sentido en carrera: un vacío ¿Y ahora qué? La ilusión del objetivo ya se había desvanecido. Estuve unos días como desmotivada. Fue una situación extraña. Y no era una cuestión de que el resto se me quedara pequeño, era un tema de ilusión, de motivación para entrenar con un objetivo. Si tiene que hacer algo sin ganas, por pura obligación, mal vas. Por eso es muy importante como plantees los objetivos con el patrocinador. Yo no puedo ir a correr unos kilómetros para quedar bien con la idea previa de abandonar. Si no voy en condiciones no voy. Otra cosa es lo que te pueda pasar una vez allí. Este año volveré, con la idea de mejorar mi tiempo.

¿De dónde viene esa motivación? Hay carreras que he repetido hasta siete veces porque me encanta la zona, por ejemplo, porque a mi familia también le gusta ir… También puede ser que sea un momento en el calendario que me venga bien o porque está bien organizada. Y algo importante es cómo tratan al corredor popular, porque a nosotros nos tratan bien, pero también ves cómo tratan a los demás y te das cuenta de si lo hacen bien o no. Yo me fijo en eso. Conocer cosas nuevas es también, un factor importante.

Has mencionado el factor familia… Mis chavales tienen catorce y doce años. Edades difíciles. No se si entienden muy bien lo que hago, pero lo han vivido desde pequeños. Lo suyo es el fútbol y a menudo tienen partidos, con lo que ahora me acompañan menos, pero también me echan en cara que yo voy menos a sus partidos, aunque voy a todos los que puedo. Además, a menudo uno juega el sábado y el otro el domingo. Por otro lado más de una vez han ayudado a asistirme en carreras. Al Tor no porque es una paliza monumental.

“Si no voy en condiciones, no voy.”

En las entrevistas con hombres no suele aparecer el tema familia… Creo que es un tema de educación. Yo menciono a la familia porque lo tengo interiorizado. Yo no podría

hacer lo que hago si mi organización familiar no fuera la que es: en casa se comparten todas las funciones. Trabajando los dos sería imposible de otro modo. A menudo te preguntan como puedes hacer lo que haces, pero en mi caso, más que por ser mujer, por ser madre trabajadora, que acaba siendo lo mismo. Pero es lo que te decía antes de compartir. Mi marido no compite, pero también le gusta hacer sus cosas, también necesita su tiempo. En cuanto a la familia suelo ir temprano a entrenar y cuando vuelvo mis hijos aún están en cama. No pasaría nada si fuera más tarde y se levantaran solos, pero es así. Supongo que es la influencia de lo que has mamado desde siempre. Pero es cosa mía, nadie me obliga. Soy muy cuadriculada. ¿Cómo has sobrellevado la pandemia a nivel deportivo? Me pilló en un momento de recuperación de forma. Después del Tor a mi me cuesta mucho arrancar de nuevo, pero en las últimas carreras que hice me había encontrado muy bien. Me había un calendario muy interesante, con amigos y tal.

El confinamiento me pilló con la maleta hecha. Me lo tomé con calma, no soy de las que se desviven por la actividad, yo veía a la gente corriendo por las escaleras, haciendo carreras virtuales… y flipaba. Yo me ponía una horita diaria en la bici, y ya. Mi marido me decía que con toda la tralla que llevaba estos años no me vendría de unas semanas parada. De hecho, hasta ahora lo he llevado bien, pero estos dos últimos meses se me están haciendo largos. Me gusta leer y he leído mucho, me gusta cocinar y he cocinado mucho. De todos modos, echaba de menos el contacto con la gente. A nivel físico he estado muy parada, y me ha costado rearrancar. Ahora ya está.

“Depués del Tor, me cuesta mucho arrancar de nuevo.”

Desde un trabajo vinculado al medio ambiente ¿Cuál es tu visión de las carreras? No creo que tengan un gran impacto medioambiental. Tienen de bueno que mantienen senderos abiertos, caminos que a veces es la organización quien los limpia y los

mantiene y si no fuera así se perderían. Creo que cada vez se implantan más medidas que reducen el impacto y también creo que algunas limitaciones no tienen sentido. Se intenta limitar el aforo de las carreras, pero no se hace nada con los que van por libre al campo y lo dejan todo lleno de mierda. Aquí se plantean limitaciones cuando en otros países se está apostando por las carreras, porque plantean un tipo de turismo más respetuoso. No todo es turismo de playa y chiringuito.

¿Hasta cuándo? Yo antes decía que hasta que mis hijos pudieran llevar mochila grande. Ahora ya pueden, pero no quieren. No sé, todos los años me lo planteo, me apetece volver a hacer travesías, pararme a tomar fotos, y eso en carrera no es así. Pero todavía hay carreras que quiero hacer, y mientras haya pruebas que me motiven seguiré corriendo, aunque no me veo en carreras dentro de diez años, pero si en la montaña. Ma apetecería mucho poder ir a la Diagonal des Fous, o la Echappe Belle. También me gustan las carreras por etapas, correr en parejas y terminar el año con algo de asfalto.

Un libro: El silencio de la ciudad blanca, de Eva G. Sáenz de Urturi Una película: El último mohicano, de Michael Mann Música: Gatibu

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