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El ejército más asombroso del mundo
Si hablamos de descubrimientos asombrosos y viajes imprescindibles a la historia antigua no podemos pasar por alto una visita a Xi’an, China. Allí, en 1974, unos agricultores cavaban un pozo cuando se encontraron lo que creyeron que era una cabeza de Buda. El resto es historia. El arqueólogo Zhao Kangmin recibió una llamada para que viera algunas reliquias encontradas. Su jefe tenía una corazonada. Podía tratarse de “algo grande”. Lo que encontró sobrepasaba lo que hubieran podido imaginar. Un fantasmagórico ejército de soldados de terracota en tamaño natural, armado hasta los dientes, con carros y caballos. Diseñados en el siglo III a.C., los Guerreros de Xi’an fueron modelados para defender al emperador Qin Shi Huang en el más allá. Maravillado por su descubrimiento, el arqueólogo decidió mantenerlo en secreto, temiendo que los guardias rojos de Mao destruyeran las piezas. Eso era lo que se hacía en la llamada Revolución Cultural: “acabar con las cosas viejas”. Una periodista desveló el secreto y contra todo pronóstico, las autoridades chinas decidieron preservar el lugar y continuar la excavación hasta desenterrar a más de 8.000 soldados, 150 animales, 130 carros tirados por 520 caballos y hasta 40.000 puntas de flecha, espadas, lanzas, ballestas y otras armas de bronce. La tumba parece estar rodeada de ríos de mercurio por lo que sigue sin profanarse. Los viajeros que deseen disfrutar de este ejército pueden llegar a Xi’an desde Beijing en avión o en tren bala, en apenas cuatro horas y media.